los dogmas marianos

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En este tema pienso hablar sonbre los dogmas de la Iglesia Católica:

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Qu es un dogma? Los dogmas de la Iglesia son todas las verdades doctrinales que los catlicos estamos llamados a mantener y a creer. Qu es un Dogma Mariano? Son todas las verdades aceptadas sobre la Virgen Mara, que todos los cristianos debemos creer y aceptar.Estas verdades son cuatro:MATERNIDAD DIVINA:Significa bsicamente que Mara es Madre de Dios. La palabra utilizada en griego fue Theotokos, que significa: la que dio a luz a Dios, la paridora de Dios. Esta afirmacin no quiere decir que Dios tiene su origen en Mara, sino que de Mara sali una persona que es Dios. Ella dio a luz a alguien que es Dios; hombre verdadero y Dios verdadero. El origen de Jesucristo es divino; engendrado del Padre antes de los siglos, desde la eternidad, pero hecho hombre por la encarnacin en Mara. Ella es su madre, y por lo mismo es Madre de Dios, puesto que Jesucristo es Dios.En la Biblia encontramos varias citas que apuntan a esta realidad mariana. El evangelio de Mateo nos dice refirindose a la reaccin de Jos ante el embarazo de Mara: As lo tena planeado, cuando el ngel del Seor se le apareci en sueos y le dijo: Jos, hijo de David, no temas tomar contigo a Mara tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espritu Santo. Dar a luz un hijo, y t le pondrs por nombre Jess, porque l salvar a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedi para que se cumpliese el orculo del Seor por medio del profeta: = Ved que la virgen concebir y dar a luz un hijo, y le pondrn por nombre Emmanuel, = que traducido significa: Dios con nosotros. (Mt 1,20-23), lo cual indica que ese hijo de Mara viene de Dios y no viene por intervencin de varn, puesto que Jos era el prometido de Mara y l no tuvo que ver en eso. Al final Mateo resalta que se est cumpliendo la profeca del Emmanuel, Dios con nosotros; Dios ha llegado; Jess es Dios; la madre de Jess es madre de Dios.Lucas relata la anunciacin del ngel a Mara (Cf. Lc 1,26-38), donde se establece un dilogo entre ella y el ngel, ste le dice que concebir un hijo que ser llamado Hijo del Altsimo (Lc 1,32), como sabemos, en la Biblia el nombre significa lo que en realidad es la persona que lo lleva; Lucas est indicando que Jess es verdaderamente Hijo del Altsimo, Hijo de Dios; Mara por lo tanto es la madre del Hijo de Dios. Ella sigue dialogando y preguntando cmo puede ser eso posible, puesto que no conoce varn, no est en relaciones carnales con ningn hombre y el ngel le explica la manera cmo va a suceder, por la accin del Espritu Santo, que cubrir a Mara con su sombra y por eso lo que nacer de ella ser santo y ser llamado Hijo de Dios (Lc 1,35). Lo que nace de Mara es el Hijo de Dios; es Dios mismo, por lo tanto Mara es Madre de Dios (paridora de Dios, Theotokos).La naturaleza humana del Hijo de Dios viene de Mara y de nadie ms; la naturaleza divina de Jess viene de Dios y de nadie ms, pero la persona de Jess nace en nuestra historia desde Mara, y ella es plenamente su madre. Ella seguir siendo eternamente su madre, como Lucas afirma: El ser grande y ser llamado Hijo del Altsimo, y el Seor Dios le dar el trono de David, su padre; reinar sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendr fin. (Lc 1,32-33) El nio que dar a luz Mara reinar eternamente, su reino no tendr fin; es Seor para siempre, porque as lo quiso Dios Padre, y Mara es su madre para siempre, la Madre de Cristo, que es Dios, por lo tanto la madre de Dios.En la poca de la Iglesia primitiva, cuando se escribieron los evangelios, ya Mara tena una particular relevancia; encontramos un ttulo especial dado a Mara, que representa una reflexin teolgica del pueblo creyente y al mismo tiempo una elaboracin escrita de parte del evangelista; en boca de Isabel, Lucas pone el hermoso ttulo de Mara: la madre de mi Seor; y de dnde a m que la madre de mi Seor venga a m? (Lc 1,43). Esta expresin nos indica que en aquella poca se le llamaba as a Mara, con respeto y admiracin, adems con gran alegra de parte de esas personas que pudiesen recibir la visita de Mara a sus hogares.San Pablo en la carta a los Glatas tambin indica la maternidad divina de Mara aunque de forma indirecta: Al llegar la plenitud de los tiempos envi Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley (Gal 4,4ss). De nuevo se vuelve a resaltar la realidad de la maternidad de una mujer que da a luz al Hijo de Dios.LA INMCULADA CONCEPCIN:El Dogma de la Inmaculada Concepcin establece que Mara fue concebida sin mancha de pecado original. El dogma fue proclamado por el Papa Po IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.

"Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santsima Virgen Mara, en el primer instante de su concepcin, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsin de los mritos de Cristo Jess, Salvador del gnero humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creda por todos los fieles."

LA VIRGINIDAD PERPETUA:La doctrina de la Iglesia desde el comienzo mantuvo la virginidad de Mara, que est entrelazada con la maternidad divina de Mara, una cosa va con la otra. La seal prodigiosa de que una virgen iba a dar a luz sin concurso de varn supera todas las seales que desde el comienzo del antiguo testamento marcaron el camino extraordinario de Dios, como es el caso de la esterilidad de Sara y tantas otras mujeres importantes de la Biblia, que por intervencin de Dios quedan embarazadas; la misma Isabel, esposa de Zacaras, queda embarazada despus de mayor por una gracia especial de Dios, quien de esta manera estaba marcando la era mesinica, la llegada del Salvador, puesto que Juan, el ms grande de los profetas, fue el encargado de prepararle el camino.

El signo de la virgen que da a luz sin intervencin de varn supera infinitamente los milagros de quedar embarazadas las mujeres estriles. De Sara sale el pueblo de Israel, el pueblo de la fe del Antiguo Testamento; de Mara sale el Mesas, el Verbo de Dios encarnado, cabeza del nuevo pueblo de Dios la Iglesia.La virginidad de Mara implica tambin un hecho espiritual; ella es la morada del Verbo eterno, lleno de gracia y de verdad; y sabemos que el demonio es llamado prncipe del mundo, padre de la mentira. En Jess no hay nada de mentira, todo es verdad. La virginidad de Mara apunta tambin a una virginidad espiritual y prepara los futuros dogmas marianos. La Iglesia desde el comienzo sinti en su sensus fidei una repugnancia de pensar que Mara pudiese haber tenido ms hijos despus de Jess. En la Biblia no hay manera de probarlo, aunque hay algunos pasajes que parecen contradecir la perpetua virginidad de Mara.Si los escritores sagrados del Nuevo Testamento hubiesen querido expresar con claridad que Mara tuvo otros hijos lo hubiesen escrito. As en varias ocasiones se afirma concretamente la filiacin de Jess respecto a Mara y la maternidad de Mara respecto a Jess, pero en ninguna parte de la Biblia aparece que diga: tal y tal los otros hijos de Mara. Lo que encontramos son expresiones como su madre y sus hermanos (Mt 12,46) pero Jess refuta este parentesco y afirma el parentesco por la fe, que est por encima del parentesco por la sangre. En este caso el evangelista est mostrando la tensin que hubo en la Iglesia primitiva entre los judeocristianos, entre los cuales se encontraban los familiares de Jess, y los cristianos gentiles; al comienzo unos queran tener ms privilegios por ser del mismo pueblo, o por estar circuncidados, en resumen, por ser judos, mientras que los otros podan sentirse menos. En este sentido se enfatiza el parentesco de la fe por encima de la sangre. La unin en la Iglesia forma una nueva familia, donde todos somos hermanos y tenemos una madre virgen, que nos adopta a todos por igual por ser justamente virgen, por no tener sino a Jesucristo y porque ste al fin le manda ser nuestra madre (Cf Jn 19,25ss).ASUNCION DE LOS CIELOS:El ltimo dogma decretado como tal por la Iglesia fue el de la Asuncin de Mara, aunque est presente en la Iglesia como creencia desde los primeros siglos, sin embargo fue declarado como dogma recientemente. Los ortodoxos hablan de la Dormicin de Mara. Hubo muchos siglos de diversa opinin respecto si Mara muri o no muri, pero el Papa Juan Pablo II defini que Mara realmente muri para seguir el camino de Cristo, y luego despert, resucit, en cuerpo y alma, en el Reino de Dios.La Asuncin de Mara significa que ella fue llevada la cielo en cuerpo y alma, lo que implica que su cuerpo no se corrompi en la tumba, y que ella goza de la plena gloria de Dios junto con su Hijo.Esta verdad dogmtica mariana, la Asuncin de Mara, significa que ella fue asunta al cielo en cuerpo y alma. Mara fue asumida por Dios en su Reino celestial, ella vive para siempre en la eternidad junto con su Hijo en el Reino del Padre Eterno.Mara goza de la plenitud de la vida y de la libertad; ella puede actuar de muchas maneras e interactuar con los seres humanos. Ella sigue realizando su labor en la historia de la salvacin de diversas maneras, sobre todo intercediendo por nosotros, orando, animndonos al camino de la fe y protegindonos en el camino.El cuerpo de Mara no sufri la corrupcin porque fue llevado al cielo y ella resucit para la vida eterna en cuerpo y alma. La discusin de si ella muri o no, o simplemente se durmi, en realidad no es muy importante; lo que la Iglesia considera ms plausible es que ella muri y luego sin pasar mucho tiempo, resucit en el reino de Dios. En la discusin antes del dogma entre M. Jugie y el Cardenal Balic, el primero afirmaba que Mara ascendi sin morir previamente mientras el segundo afirmaba la muerte, resurreccin y glorificacin celestial de Mara. En la declaracin de la bula dogmtica, Munificentissimus Deus, se evita definir esta cuestin, afirmando solamente la asuncin como tal.A nivel personal es un gran privilegio para Mara; la llena de gracia, la favorecida de Dios, la madre de Cristo, siempre virgen, mantiene su pureza inmaculada desde su origen y llega al final de su vida en la tierra, habiendo cumplido fielmente y heroicamente con la voluntad de Dios. Mara recibe el reino prometido a todos los cristianos y a toda la humanidad; ella es la primera, despus de Cristo, en quien se cumplen las promesas de vida eterna de parte de Dios; ella es nuestra esperanza cierta de que esas promesas son verdad, ella es la primera de todos nosotros.Mara vive perfectamente el camino de la Iglesia; en su vida, es fiel, sirve a Cristo, se entrega a la voluntad del Padre, nunca comete pecado. Y luego llega a su destino final, que es el mismo de la Iglesia. Todos seguimos el camino de Mara hacia Dios, y en ella se cumple de manera eminente esta gracia de la salvacin, que por ser la madre de Cristo, inmaculada y siempre virgen, es llevada al cielo de una vez, en cuerpo y alma, para seguir desde all su labor como madre espiritual de la humanidad, para seguir realizando la obra de Dios, para seguir llevando la Iglesia a su plenitud de gracia.CONCLUSINLas verdades marianas adquiridas ya claramente por la Iglesia y decretadas en forma de dogmas son una especie de plataforma segura desde donde seguir investigando y profundizando. El Magisterio siempre tendr la ltima palabra, y es a los telogos de seguir su labor de bsqueda, y al pueblo de Dios en general de seguir su oracin y su bsqueda de inteligencia espiritual, para transmitir el sensus fidei y seguir sosteniendo las definiciones de la Iglesia a lo largo del tiempo. EL proceso dogmtico no se ha terminado, en este momento de la historia eclesial no hay una intencin de seguir decretando dogmas marianos, sino ms bien de suavizar esta realidad mariana por buscar la unin de las iglesias, el ecumenismo. Sin embargo es tarea de todos seguir la labor de bsqueda y profundizacin, y de tratar de descubrir las verdades de Mara dentro de esa intencin ecumnica pero sin perder su intensidad.Las verdades marianas, como lo hemos dicho al comienzo, han estado en el credo de la Iglesia desde el principio, desde la misma Biblia, para comprender y aclarar mejor las verdades de Cristo y de la Iglesia. En este sentido Mara incluso all presta un servicio. Ella no se pone para recibir alabanzas y privilegios sino ms bien ella presta un servicio a los cristianos para que comprendan mejor su realidad de fe, su realidad teolgica, y para que puedan vivir mejor esa fe dentro de la Iglesia.