los jugadores del fango

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  De: andru_board8@h otmail.com Los jugadores del fango Yo nací en un pequeño pueblo del sur de esta tierra proinciana! donde el cielo oc ul ta con el so l su gr an de"a # parece bu scar en los ch ar co s el refl ej o para contemplarse! el agua mal oliente que pulula por las aenidas es un buen recordatorio de que todo est$ en moimiento! pero cuando se acerca la noche todo es mucho m$s lento pues la gente comete sus pecados sigilosamente para no despertar al castigo. Los enamorados se persiguen hasta en tiempo de sequía! ahora mismo esto# iendo a una pareja que sonríe demasiado! # no entiendo por qu%! anoche %l inirti& su tiempo arrancando pasados de otras mujeres! mientras ella #a había gastado sus erdades en otros hombres. 'sta ciudad es tan grande # bastan! para abreiarla! dos letras famosas del abecedario! como c uando #o era apenas un niño! las h istorias # los juegos con lo s chicos de la cuadra podían f$cilmente abreiarse con el nombre (Los soñadores de altamar(. 's cu rioso darse cuenta! al mirar en retro specti a! que uno i í a con una disimulada tranquilidad! los fantasmas de cada noche encubrían grandes misterios que s&lo eran descubiertos por aquellos que decidían pensar por sí mismos! los que no simplemente subían cada noche a la a"otea a mirar las estrellas esperando que la noche fuese una noche co mo aquellas cuando se acerca el proidenc ial abra"o de los cielos. De cualquier forma! la pandilla tenía una suerte de biombo sempiterno que disipaba las desgracias para nuestro bienestar! todos %ramos niños abandonados! # no! no era porque no tui%ramos familiares o cierta clase de educaci&n! ni siquiera por no cubrir completamente los medios de subsistencia. )uele decirse que a las orillas de un mar en plena tormenta! cuando se es niño! es preferible quedarse a jugar en la arena! no a#a a ser que en erdad e*ista una ballena que tiende por naturale"a a tragarse a los infantes porque el poderoso caballero tiene una mano firme! pero la utili"a para blandir una espada sucia. +uerida! ,entiendes a lo que me refiero-! no puedo mencionarlo pues nos enolería la ineitable censura. +uisiera creer que las cuestiones m$s importantes de la ida humana no son una mera ilusi&n. e refiero a la distinci&n tajante que me he forjado! # no es el problema de la hostilidad como diría el buen /ctaio. 'n erdad sería feli" si pudiese absorberme un mundo limpio! así como tus calles que alguna e"

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Los Jugadores Del Fango.

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Hay alguna razn por la que las personas con frecuencia suelen decir cosas como: "No desperdicies tu tiempo", "Ama como si fuera el ltimo da en tu vida", "Siempre debes decir la verdad"

De: [email protected] jugadores del fango

Yo nac en un pequeo pueblo del sur de esta tierra provinciana, donde el cielo oculta con el sol su grandeza y parece buscar en los charcos el reflejo para contemplarse, el agua mal oliente que pulula por las avenidas es un buen recordatorio de que todo est en movimiento, pero cuando se acerca la noche todo es mucho ms lento pues la gente comete sus pecados sigilosamente para no despertar al castigo. Los enamorados se persiguen hasta en tiempo de sequa, ahora mismo estoy viendo a una pareja que sonre demasiado, y no entiendo por qu, anoche l invirti su tiempo arrancando pasados de otras mujeres, mientras ella ya haba gastado sus verdades en otros hombres. Esta ciudad es tan grande y bastan, para abreviarla, dos letras famosas del abecedario, como cuando yo era apenas un nio, las historias y los juegos con los chicos de la cuadra podan fcilmente abreviarse con el nombre "Los soadores de altamar". Es curioso darse cuenta, al mirar en retrospectiva, que uno viva con una disimulada tranquilidad, los fantasmas de cada noche encubran grandes misterios que slo eran descubiertos por aquellos que decidan pensar por s mismos, los que no simplemente suban cada noche a la azotea a mirar las estrellas esperando que la noche fuese una noche como aquellas cuando se acerca el providencial abrazo de los cielos. De cualquier forma, la pandilla tena una suerte de biombo sempiterno que disipaba las desgracias para nuestro bienestar, todos ramos nios abandonados, y no, no era porque no tuviramos familiares o cierta clase de educacin, ni siquiera por no cubrir completamente los medios de subsistencia. Suele decirse que a las orillas de un mar en plena tormenta, cuando se es nio, es preferible quedarse a jugar en la arena, no vaya a ser que en verdad exista una ballena que tiende por naturaleza a tragarse a los infantes porque el poderoso caballero tiene una mano firme, pero la utiliza para blandir una espada sucia. Querida, entiendes a lo que me refiero?, no puedo mencionarlo pues nos envolvera la inevitable censura. Quisiera creer que las cuestiones ms importantes de la vida humana no son una mera ilusin. Me refiero a la distincin tajante que me he forjado, y no es el problema de la hostilidad como dira el buen Octavio. En verdad sera feliz si pudiese absorberme un mundo limpio, as como tus calles que alguna vez fueron del canto. Pero es triste la situacin, a diario convivo con gente que ha hecho de su vida una caricatura, son jugadores del fango, realmente desean disolverse en la nada. Es inevitable salpicarse, nios (con quienes lamento tanto), adultos, viejos, quizs por eso nuestros muertos tengan un semblante de tranquilidad y guarden historias tan melanclicas.

Hay das, no como estos, que me asombro entre la confrontacin de los escritos de grandes poetas y mis propios pensamientos (porque siempre hay en mis pensamientos algo que no es enteramente mo); siempre hay notas en mi mente antes de cada lectura. En estos das esas notas llevan tu nombre. Llevan claramente entre tu nombre los signos del asombro y la incertidumbre, entre los juegos y la seriedad de la vida durante la vigilia y los proyectos ltimos y primeros; pero sobre cualquier cosa llevan un nombre puro, aquellas palabras tan distintivas con las que te conozco, el nombre que naci y acontece contigo. Alguna vez te dije quelas noches por tus avenidas no me gustaban, stas al menos no me gustan, cuando siento la sequedad del clima, una noche spera, pensamientos no fructferos, fro y ningn optimismo, al menos t no ests conmigo.