los mapuches

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Provenían de la región argentina de Neuquén, y cuando llegaron a nuestro país, cambiaron sus hábitos nómades por el sedentarismo. En el siglo XVI ellos conformaban el conglomerado poblacional más grande de Chile, con más de un millón de habitantes. Es uno de los pueblos originarios más numerosos que sobreviven en la actualidad. Con una población cercana al medio millón de individuos conservan aún su lengua, el Mapudungun, y en gran parte su cultura. Se destacan los vínculos familiares y religiosos que los unen e identifican como una verdadera nación. Antes del proceso de expansión Inca, los Mapuche, habrían habitado toda la zona del valle central, replegándose parcialmente hacia el sur presionados por el avance de los atacameños desde el norte. Es el pueblo indígena que por sobre todos los de América resistió la dominación hispánica. El motor que impulsó dicha resistencia fue el concepto de tierra, Mapu, colectiva o tribal; la autonomía de los clanes y la unidad tribal y social en torno a la defensa de su territorio y su cultura. La dispersión de la autoridad política, asentada en distintas jefaturas y ubicaciones territoriales dispersas, impidieron el éxito de la invasión y conquista española. La familia mapuche es el núcleo fundamental de su organización social. Antes de la conquista española los pueblos del centro-sur vivían bajo un tipo de matriarcado. Los hijos llevaban la filiación y el totem de la madre (el marido debía ir a vivir con la familia de la esposa), sin embargo al

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Provenían de la región argentina de Neuquén, y cuando llegaron a nuestro país, cambiaron sus hábitos nómades por el sedentarismo.

En el siglo XVI ellos conformaban el conglomerado poblacional más grande de Chile, con más de un millón de habitantes.

Es uno de los pueblos originarios más numerosos que sobreviven en la actualidad. Con una población cercana al medio millón de individuos conservan aún su lengua, el Mapudungun, y en gran parte su cultura.

Se destacan los vínculos familiares y religiosos que los unen e identifican como una verdadera nación.

Antes del proceso de expansión Inca, los Mapuche, habrían habitado toda la zona del valle central, replegándose parcialmente hacia el sur presionados por el avance de los atacameños desde el norte.

Es el pueblo indígena que por sobre todos los de América resistió la dominación hispánica. El motor que impulsó dicha resistencia fue el concepto de tierra, Mapu, colectiva o tribal; la autonomía de los clanes y la unidad tribal y social en torno a la defensa de su territorio y su cultura.

La dispersión de la autoridad política, asentada en distintas jefaturas y ubicaciones territoriales dispersas, impidieron el éxito de la invasión y conquista española.

La familia mapuche es el núcleo fundamental de su organización social. Antes de la conquista española los pueblos del centro-sur vivían bajo un tipo de matriarcado. Los hijos llevaban la filiación y el totem de la madre (el marido debía ir a vivir con la familia de la esposa), sin embargo al momento de la conquista española, los hombres eran los jefes de familia, aunque los hijos seguían llevando el apellido de la madre.

A partir de allí se aceleró el cambio y la esposa debió ir a vivir a la agrupación del esposo, predominando desde entonces el concepto de familia patrilineal y virilocal.

El pueblo Mapuche no constituyó poblaciones, vivían dispersos, en familias, como en la actualidad. Los lof que reconocían un origen común formaban un Kawin y estos a su vez al reunirse formaban un levo. Un lof constituía un conjunto de familias de un mismo totem. Los levos celebraban asambleas democráticas en las que las autoridades eran elegidas por votación libre.

Los mapuches, la etnia más importante de ChileEn el siglo XVI, los mapuche vivían en lo que los conquistadores llamaron Arauco o Araucanía, las tierras comprendidas entre el valle de Illapel por el norte y la isla de Chiloé al sur, en la actual chile.

Los españoles lucharon duramente para conquistar a los mapuche, pero no pudieron dominar a ese pueblo guerrero y tenaz. Anteriormente, hacia fines del siglo XV, los Incas habían penetrado en sus tierras, y parecía ser que, en la zona norte ejercieron su dominio, aunque no hubo una absorción de su cultura. Lo cierto es que ya en el XVI, en medio de idas y vueltas, de ataques y contraataques, se fue desarrollando entre los dos bandos, blancos e indios, un comercio fluido. Los mapuches adoptaron rápidamente el caballo, un compañero que pronto se hizo imprescindible, y comenzaron a criar vacas y ovejas, que obtenían en los malones. Además, empezaron a intercambiar bienes con otras tribus del otro lado de la cordillera. Cada vez más a menudo, algunos grupos entraban en la Pampa y la Patagonia en busca de ganado y mercancías.

Desde el siglo XVIII, muchas tribus se establecieron definitivamente en lo que hoy es la Argentina. El proceso de mezcla de aspectos culturales de pueblos de la Araucanía con los de los pueblos de la Pampa y el norte de la Patagonia es conocido como araucanización.

La guerra de Arauco es uno de los hechos de más larga duración dentro de la historia nacional, trescientos años, que marcan profundamente el carácter de Chile y los chilenos. Se inicia el 22 de febrero de 1550 cuando guerreros mapuches atacan a las huestes castellanas; mandadas por don Pedro de Valdivia, en las orillas del río Andalién. Esta larga lucha de los araucanos por resistir a la ocupación de sus tierras, primero frente a los españoles y luego ante soldados de la República, sólo termina en la década de 1880.

Situación actual

El Decreto Ley 2.568, tendiente a la división y liquidación de las comunidades mapuche generó una fuerte resistencia al interior del Pueblo Mapuche, cuestión que va a quedar reflejada en la creación y organización de los Centro Culturales Mapuche, la primera organización post golpe de Estado con un carácter independiente y autónomo que lucha por el reconocimiento constitucional como Pueblo Mapuche.

Con la promulgación de la Ley Indígena 19.253, se inicia un proceso de valoración, respeto y desarrollo de las comunidades que presentan una situación socioeconómica crítica y con altos índices de pobreza. El apoyo del Estado es fundamental para generar un desarrollo con identidad que permita mejorar las condiciones de vida y mantener sus tradiciones culturales. La población Mapuche actual es de 604.349 personas (censo 2002) que representan el 87% de la Población Indígena de nuestro país, ubicándose en su gran mayoría entre las regiones VIII, IX y X.

Toqui de los MapuchesDespués de la muerte de Lautaro y de las continuas derrotas que tuvieron los mapuches en la guerra, Caupolicán fue elegido toqui (jefe militar) en un gran consejo en la Sierra de Pilmaiquén. Según se cuenta, este tuvo que demostrar su fuerza al igual que otros candidatos como Paicaví, Lincoyán y Elicura, sosteniendo un grueso tronco sobre sus hombros por dos días y dos noches sin desvanecerse. La comisión estaba compuesta por Tucapel, Rengo y Colo Colo quien la presidía.

Alimentación, habitación y vestuario de los mapuches

Primero fueron cazadores nómades. Con el paso del tiempo, aprendieron a trabajar la tierra y se transformaron en agricultores. Cuando la tierra ya no era buena para sembrar, buscaban un nuevo lugar donde instalarse.

Los mapuches vivían fundamentalmente del cultivo del maíz y de la papa, de los frutos silvestres, de la carne de guanaco y de la pesca. Cazaban animales mediante las boleadoras y la flecha y los pájaros por medio de trampas.

Pescaban con anzuelos de madera y de hueso y para ello se internaban en los ríos o en los lagos en pequeñas canoas. Con el maíz y las frutas preparaban bebidas alcohólicas. Los alimentos eran medios sancochados en ollas o fuentes de greda llenas de agua. El fuego lo producían por la frotación de dos palos, lo que originaba chispas que encendían un manojo de hierbas secas.

También recolectaban frutos y cazaban animales. Por esto, su alimentación fue variada, incluía piñones, aves pequeñas, pescados y diferentes frutas silvestres. Con flechas y trampas cazaban guanacos y huemules, aunque no eran grandes consumidores de carne. Obtenían maíz, papas, ají, calabazas y algunos cereales como la teca y el magu.

Habitación

En el centro de los bosques y a la orilla de los arroyos, los mapuches construían sus sencillas habitaciones. Estas eran las rucas, verdaderos ranchos de techo de paja o de totora sostenidos por unos cuantos horcones enterrados en el suelo y unidos en su parte superior por otros palos colocados horizontalmente. Podía ser redonda o

rectangular, contaba con varias entradas y, en su interior, estaba separada en diferentes piezas. No tenía ventanas.

En su centro se encontraba el fogón, donde se hacía el fuego para cocinar y calentarse en los días de invierno.

Vestuario

El guanaco proporcionaba a los mapuches la lana con la que confeccionaban sus ropas, aunque sus tejidos parecen haber sido de un solo color y sin adornos de figuras.

Hombres y mujeres vestían el chamal, especie de camisa larga que se ataba a la cintura. También se cubrían con pieles de zorros, de guanacos y de pumas, y se ornamentaban con collares de plumas y caracoles o de piedrecitas de colores. El uso del poncho es posterior, ya que fue introducido entre los mapuches por los indios peruanos que acompañaban a los españoles.

Las mujeres llevaban trenzas y los hombres, el pelo corto o amarrado en una cola. Usaban collares y otros adornos de plumas y de una piedra llamada malaquita.

Después de la llegada de los españoles, los mapuche comenzaron a elaborar adornos de plata, como el trapelacucha, un gran collar o pechera usado por las mujeres.

Expresiones culturales mapuches

Según las crónicas y escritos coloniales, la dieta de los mapuches se basaba principalmente en vegetales, frutos, hierbas y carne de animales domésticos y silvestres.

Cocina

Cocinaban de acuerdo a los ingredientes que tuvieran al alcance; por ejemplo, si un día había papas, cocinaban con ese producto, y si al otro día solo tenían piñones, ese era el componente que determinaba el plato.

La gastronomía mapuche es toda una tradición, en especial entre las mujeres; las madres enseñan a cocinar a sus hijas desde pequeñas, logrando así que los conocimientos sean traspasados de generación en generación.

Las principales preparaciones son guisos o cazuelas con legumbres acompañadas por tortilla de rescoldo (pan de harina de trigo cocido en ceniza caliente). Esto es aliñado con merkén (ají cacho de cabra ahumado y molido), el sazonador típico mapuche y que hoy se ha extendido a la cocina internacional. Los alimentos se cocinan en fogones y los utensilios usados no han variado mucho con el tiempo; entre ellos se cuentan el mortero, la piedra de moler, la callana (vasija) y el chaiwe (colador).

Otras preparaciones muy consumidas son el catuto o multrún (un tipo de tortilla de trigo), las poñis o papas asadas, el changle (un hongo que crece en el suelo) y el piñón (fruto de la araucaria). Con este último se elaboran recetas muy variadas, desde el chavi o chavy (jugo de piñón), hasta sopas y ensaladas o, simplemente, se usa como agregado en la cazuela o charquicán.

En cuanto a las bebidas, la más conocida y consumida es el muday o mudai, un jugo de trigo o maíz fermentado que se sirve a cualquier hora del día. También están el ñaco, que es harina tostada de trigo o maíz, azúcar y agua caliente; el murke, bebida fermentada que se hace con trigo tostado molido en piedra con linaza, miel y agua; ulpo, bebida que se prepara con agua bien fría y harina tostada de trigo o avellana (se le puede agregar leche o miel); charcán, que es una mazamorra de harina tostada de trigo, con grasa, azúcar y leche caliente, y el awarkuden o jugo de habas.

A su vez, los mapuches continúan practicando la recolección de vegetales, como, por ejemplo, yuyos (cuya raíz se come como ensalada), cardos, nalcas y murtas o murtillas, un fruto que tiene un preciado valor en el área de la gastronomía mapuche. Con ella, se puede hacer mermelada o licor, entre otras preparaciones.

Manifestaciones artísticas

En la actualidad, las principales expresiones del arte mapuche son la textilería (se usa lana de oveja), la cerámica (jarros con modelos asimétricos), la cestería (se elabora, principalmente, con boqui), el tallado en madera (se usa madera de los ricos bosques del sur) y la orfebrería (se basa en sus creencias religiosas).

Todos los conocimientos ancestrales sobre la realización de estas artesanías son traspasadas de generación en generación.

PalínEs el juego (parecido a la chueca) que practican los mapuches en una cancha larga y angosta llamada paliwe. Para jugar, se requieren dos equipos de 5 a 15 jugadores (cada uno representa a una comunidad), una bola de madera o cuero llamada pali y un palo, que lleva cada jugador, de un metro y medio de longitud y con un extremo curvado, denominado weño. Los jugadores se ubican en dos hileras frente a frente, delimitadas con ligeras zanjas, y el que logra pasar la bola obtiene un punto o tripal.

Catuto o multrúnEs una tortilla que reemplaza al pan en la cocina mapuche. Se prepara con los siguientes ingredientes: trigo, agua, manteca y sal. Primero se lava el trigo, luego se cuece en agua durante, aproximadamente, una hora. Luego el trigo se cuela y se muele en un molino. Después se cuece de nuevo con sal durante diez minutos.

Enseguida, se le agrega manteca y se comienza amasar hasta darle la forma alargada. Se fríe o se pasa por agua hervida (semicocida) y se sirve con pebre, salsa de ajo o miel de abeja.

Influencia española

Aunque en la actualidad, la manera de preparar sus recetas sigue siendo la misma, han variado algunos ingredientes, porque muchos de ellos han desaparecido con el paso del tiempo. Además, la fuerte presencia de los españoles dejó una huella en la gastronomía indígena de la zona, ya que introdujeron productos como el trigo, el arroz y los fideos, logrando modificar algunas de las recetas.

Región de la Araucanía, tierra de mapuches y araucarias.

Esta zona, que está inmersa dentro de un imponente paisaje lleno de espesos bosques, lagos y volcanes, combina la modernidad de ciudades como Temuco con pueblos que conservan las antiguas tradiciones mapuches

La Región de la Araucanía se extiende entre los paralelos 37° 35’ y 39° 37’ de latitud sur y desde el meridiano 70° 50’ de longitud oeste hasta el océano Pacífico. Por lo tanto, limita al norte con la Región del Biobío, al sur con la Región de los Ríos, al este con Argentina y al oeste con el océano Pacífico. Tiene una superficie de 31.842,3 km2 (que corresponde al 4,2% de Chile Americano e Insular).

Su población alcanza los 869.535 habitantes, que equivale al 5,8% del total nacional, y su densidad regional alcanza los 27,3 hab/km2.

Su capital es Temuco y está dividida administrativamente en solo dos provincias, Malleco y Cautín. Posee 32 comunas; la última creada fue Cholchol en 2004.

La ciudad de Temuco es, junto a Iquique, una de las ciudades con el crecimiento poblacional más explosivo a nivel nacional. Según el Censo de 1970, en esta urbe vivían cerca de 88.000 habitantesy 32 años después, para el Censo 2002, casi se triplicó la cantidad, llegando a 245.347.

Sus provincias

Como dijimos, esta región se divide en dos provincias:

– Provincia de Malleco: tiene una superficie de 13.433,3 km2 y una población de 201.615 habitantes. La componen las comunas de Angol (su capital), Collipulli, Curacautín, Ercilla, Lonquimay, Los Sauces, Lumaco, Purén, Renaico, Traiguén y Victoria.

En esta provincia viven 100.227 hombres y 101.388 mujeres. Lonquimay es la comuna de mayor superficie (3.914,2 km2) y Renaico, la de menor superficie (267,4 km2). La comuna con más habitantes es Angol (48.996), mientras que la que alberga menor cantidad es Los Sauces con sólo 7.581.

– Provincia de Cautín: alcanza una superficie de 18.409 km2 y en ella residen 667.920 personas. Cautín está formada por las comunas de Temuco (su capital), Carahue, Cunco, Curarrehue, Freire, Galvarino, Gorbea, Lautaro, Loncoche, Melipeuco, Nueva Imperial, Padre Las Casas, Pitrufquén, Perquenco, Pucón, Puerto Saavedra, Teodoro Schmidt, Toltén, Vilcún, Villarrica y Cholchol.

En áreas urbanas habitan 449.147 personas y 218.773 lo hacen en zonas rurales. Cunco es la de mayor superficie (1.906,5 km2) y la menor es Perquenco (330,7 km2). Asimismo, la que posee la mayor cantidad de habitantes es Temuco (245.347), mientras que la que tiene menos población es Melipeuco, con sólo 5.628.

La vida familiar de los mapuches

Las familias mapuches habitaban en una vivienda denominada ruka, fabricada con postes de madera y tapizada de paja o totora.

El pueblo mapuche se identificaba fuertemente con la naturaleza. Por lo mismo, desde que el niño era pequeño, padre y madre lo llevaban a diferentes lugares. La madre era la encargada de la alimentación, vestimenta y limpieza de sus hijos, así como también de preservar la cultura.

El padre enseñaba a sus hijos las tareas relacionadas con el campo, como buscar las ovejas, sacar el cuero de los animales, cortar leña, hacer pan o buscar agua.

Admitían la poligamía, por lo que era habitual que los hombres tuvieran cuatro o cinco mujeres. A mayor cantidad de mujeres, mayor cantidad de bienes, pues ellas tejían mantas, cultivaban y cuidaban a los animales.

Las familias mapuche habitaban en una vivienda denominada ruka, fabricada con postes de madera y tapizada de paja o totora. La ruka no tenía ventanas, y en el centro se colocaba la fogata, que ardía permanentemente, evacuándose el humo a través de un agujero ubicado en el techo.

Ceremonias rituales: machitún y nguillatún

La base de los ritos mapuches era la rogativa o petición. La ceremonia del nguillatún tenía por objeto pedir al Pillán y al totem que beneficiaran al pueblo con lluvias, cosechas abundantes, el aumento del ganado y otros favores.

La ceremonia del machitún se efectuaba para sanar a algún mapuche enfermo. Para ello intervenía un curandero llamado machi, al que se le atribuía poderes sobrenaturales que le permitían comunicarse con los espíritus. En el rito, el machi colocaba hojas de canelo -considerado como el árbol sagrado mapuche- y las encendía mientras realizaba cantos y danzas alrededor del paciente al son del kultrún, un tambor utilizado para invocar la ayuda de los pillanes bienhechores. Así, cuando la ruca se llenaba de humo, el machi, usando sus conocimientos de

hipnotismo, creaba un fenómeno de alucinación colectiva, y fingía clavar un cuchillo en el enfermo. Después “urgaba” en el interior del mismo y les mostraba a los parientes la causa del mal, representada en lagartijas o insectos.

Finalmente, recetaba hierbas medicinales, como boldo, bailahuén, maitén, quillay y arrayán, entre otras.

Un elemento importante en el machitún era el rehue, un poste tallado donde el machi imploraba la ayuda de los espíritus.

Pérdida recompensadaComo la mujer era una importante figura en la actividad económica de la tribu, cuando una de ellas llegaba a casarse, el padre debía ser recompensado por la pérdida. Así, el precio se arreglaba entre el novio y su futuro suegro, después de lo cual los parientes del novio raptaban a la novia, simulaban un combate y finalmente todo acababa en una gran fiesta.

We Tripantu mapucheLa celebración del We Tripantu (año nuevo Mapuche) obedece al inicio de un nuevo ciclo en la naturaleza.

También llamado Wiñoi Tripantu (regresa la salida del Sol). La ceremonia comienza antes que el Sol se oculte en el horizonte. Habitualmente se realiza durante la noche del 23 de junio, y se espera hasta el amanecer la llegada del “nuevo Sol que regresa” por el oeste. El ritual, que invoca a los antepasados, es dirigido por una machi o por el lonko del lugar.

Todo este fenómeno está determinado por la luna, pues nuestros antepasados observaban la fase menguante de ésta y de esta forma se sabía que era el We Tripantu: “ragiñkülewechi küyen mew, fey wiñotuy tripan antü pige ke fuy” lo que más o menos significa: Con las fases de la luna se cuenta un recorrido del sol”

De acuerdo a esta lógica se da inicio a la celebración del We Tripantu, cuyo contenido no obedece a una simple celebración. Tiene toda una explicación profunda y filosófica que forma parte de la religiosidad mapuche.

Un día muy importante

La llegada del We Tripantu se transforma en una espera muy importante. Las familias y comunidades realizan diversas ceremonias de gran significado religioso.

En la madrugada del We Tripantu toda la familia: ancianos, jóvenes y niños se levantan temprano y van al estero a bañarse. Junto a ello se realiza una ceremonia de rogativa individual.

Además, la familia se dispone en esa ocasión a celebrar el Bakutun, ceremonia donde participan todos los familiares de ambas partes. Esto consiste en que la niña recibe a una segunda madre que a la vez hace de tocaya (Baku) y se le hace entrega de la vestimenta de la mujer mapuche, junto con los aros, pues es la tocaya (en este caso) la que realiza la ceremonia de perforar las orejas (Katan pilun), para que la niña comience a usar los aros.

A los árboles que no dan frutos se les azota para que el año venidero tengan frutos. Esta actividad la realizan los niños a pedido de los adultos.

Este es un día de celebración y alegría, donde los familiares se visitan y pueden compartir comidas, mote, sopaipillas, catutos y el infaltable muday (bebida de trigo o maíz) que acompaña a toda ceremonia y rogativa.

¿Cómo es la ceremonia?

Sabiendo que el We Tripantu es un cambio de ciclo de la vida, cuya clara señal es el solsticio de invierno, es preciso renovarse, convocar nuevas fuerzas.

En la ceremonia se realiza una purificación con agua, con un baño en que se dejan atrás muchas cosas.

En la ruka se realiza el fogón milenario, danzan alrededor del rewe símbolo del cerro más alto. El sonido lo aporta el kultrun, que con su forma parabólica y sus dibujos es una metáfora de la tierra y la cosmovisión mapuche.

La religión mapucheLa visión religiosa del pueblo mapuche era politeísta, es decir creían en varios espíritus y dioses. Su ser todopoderoso era el Pillán o Neguechén.

La visión religiosa del pueblo mapuche se basaba en la existencia de un mundo poblado de espíritus y dioses. Sin embargo, este politeísmo se resumía bajo la existencia de un ser todopoderoso, creador de todas las especies vivas, llamado Pillán o Neguechén, quien habitaba en las alturas celestiales y tenía la facultad de conceder la vida y la muerte. A esta deidad se asociaban manifestaciones de la naturaleza, como los truenos, el fuego, las erupciones volcánicas y los sismos.

Asimismo, practicaban el culto a los tótemes, entre los que se puede mencionar el cielo (huenu), el sol (antü), el mar (lavquen), el río (lenfu), la piedra (cura) y el agua (co). Cada tribu invocaba a su totem respectivo, cuyo nombre era utilizado en los apellidos y del cual descendía de acuerdo a la alianza entre el Pillán y el tótem.

Cuando fallecía un mapuche, su cadáver era ahumado, para conservarlo y velarlo durante varios días. El pesar provocado por la muerte era demostrado con gran dolor, y cuando el nombre del difunto ya no era pronunciado, se lo enterraba vestido con sus mejores ropas y provisto de alimentos, chicha, adornos y armas. Luego de cubrir el cuerpo con tierra, los familiares consultaban al adivino o dunguve, para identificar quién era el responsable de la muerte y así cobrar venganza. Si no eran compensados satisfactoriamente, atacaban al presunto culpable con el fin de matarlo.

La creación según los mapuches

El pueblo mapuche explica el origen del mundo a partir de la creencia en un gran cataclismo generado por la furia de dos grandes serpientes que se enfrentaron, Kai-Kai y Treng-Treng. Kai-kai empezó a subir las aguas de los mares y Treng-treng comenzó a levantar los cerros para que los mapuches se protegieran. Mientras Kai-Kai más subía las aguas, Treng-Treng más levantaba los cerros. De ese modo, muchos mapuches se ahogaron y, a medida que ocurría esto, Treng- Treng los convertía en peces o en piedras, para que vivieran de otra forma. Después de esto, cesó la lucha, Kai- Kai abandonó el combate y se hundió en el mar. De esta manera surgieron los diferentes elementos de la tierra, que fueron vistos como los linajes de las piedras, de los peces y de las aves, entre otros.

Agricultura mapucheLos ambientes en los que se desenvolvió la cultura mapuche en Chile, permitieron el desarrollo de una agricultura en pequeña escala con cultivos de maíz, papa, quinoa, y ají entre otros.

La base de la economía mapuche era la agricultura que, según las áreas geográficas en que se ubicaban los grupos, era practicada de diferentes formas: entre los ríos La Ligua y Cachapoal, dependían de la irrigación artificial; al sur del Cachapoal y hasta el río Biobío, de la de secano, y al sur del Biobío, de la agricultura de roza.

Los ambientes en los que se desenvolvió la cultura Mapuche en Chile, permitieron el desarrollo de una agricultura en pequeña escala con cultivos de maíz, papa, quinoa, y ají entre otros.

Los instrumentos agrícolas -de muy poca elaboración- eran un palo aguzado que se utilizaba para abrir agujeros e introducir las semillas; una piedra atada a un mango para romper los terrones, y una horqueta hecha de madera para arar la tierra.

Cazaban guanacos, huemules y roedores, y de la costa lograban extraer pescados y mariscos. Poseían, además, rebaños de ovejas, pero ellas rara vez eran sacrificadas, pues se reservaban como moneda de cambio para comprar a las novias y también para obtener lana.