los relieves de la corteza terrestre

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LOS RELIEVES DE LA CORTEZA TERRESTRE La zona externa de la corteza terrestre está formada por relieves emergidos y sumergidos. Los primeros no están cubiertos por las aguas marinas; los segundos, constituyen los fondos marinos y oceánicos, y se encuentran cubiertos por sus aguas. Se denomina relieve a las distintas estructuras que presenta la superficie terrestre como resultado de la combinación de dos tipos de procesos, los endógenos y los exógenos, que actúan constantemente desde hace millones de años. Se puede decir que todo relieve posee un origen, una forma y una localización. Los procesos endógenos son aquellos fenómenos naturales que se inician en el interior de la Tierra y pueden manifestarse en la superficie de la litosfera; por ejemplo, los movimientos que dan origen a las montañas, los movimientos sísmicos y las erupciones volcánicas. Todos ellos generan modificaciones en las formas de los relieves: muchos suelos se agrietan, algunas superficies se elevan, otras descienden, etcétera. La frecuencia de estos acontecimientos geológicos es mayor en aquellos lugares del mundo en los cuales dos o más placas chocan entre si, como, por ejemplo, Japón, Chile y el oeste de la Argentina. Los procesos exógenos son fenómenos naturales que se originan en el exterior de la corteza terrestre y actúan sobre ella. Los agentes exógenos, que modifican la superficie terrestre y contribuyen al modelado del relieve, son el agua, la temperatura y el viento. Los principales procesos exógenos son la erosión y la meteorización. La erosión del suelo es el desgaste y transporte de sus componentes, principalmente por la acción del viento y el agua. A la erosión que produce el agua de mar se la denomina abrasión marina. Si bien este proceso es constante, su

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Page 1: Los Relieves de La Corteza Terrestre

LOS RELIEVES DE LA CORTEZA TERRESTRE

La zona externa de la corteza terrestre está formada por relieves emergidos y

sumergidos. Los primeros no están cubiertos por las aguas marinas; los segundos,

constituyen los fondos marinos y oceánicos, y se encuentran cubiertos por sus aguas.

Se denomina relieve a las distintas estructuras que presenta la superficie terrestre

como resultado de la combinación de dos tipos de procesos, los endógenos y los

exógenos, que actúan constantemente desde hace millones de años. Se puede decir

que todo relieve posee un origen, una forma y una localización. Los procesos

endógenos son aquellos fenómenos naturales que se inician en el interior de la Tierra

y pueden manifestarse en la superficie de la litosfera; por ejemplo, los movimientos

que dan origen a las montañas, los movimientos sísmicos y las erupciones volcánicas.

Todos ellos generan modificaciones en las formas de los relieves: muchos suelos se

agrietan, algunas superficies se elevan, otras descienden, etcétera. La frecuencia de

estos acontecimientos geológicos es mayor en aquellos lugares del mundo en los

cuales dos o más placas chocan entre si, como, por ejemplo, Japón, Chile y el oeste

de la Argentina.

Los procesos exógenos son fenómenos naturales que se originan en el exterior de la

corteza terrestre y actúan sobre ella. Los agentes exógenos, que modifican la

superficie terrestre y contribuyen al modelado del relieve, son el agua, la temperatura y

el viento.

Los principales procesos exógenos son la erosión y la meteorización. La erosión del

suelo es el desgaste y transporte de sus componentes, principalmente por la acción

del viento y el agua. A la erosión que produce el agua de mar se la denomina abrasión

marina. Si bien este proceso es constante, su intensidad depende de la violencia con

que se mueva el agua y de la dureza de las rocas con las que choque.

La meteorización es la desintegración de las rocas por la acción de la temperatura, el

hielo y las raíces de las plantas. En las áreas de clima desértico y semidesértico, el

proceso de meteorización es provocado por la temperatura: las rocas se encuentran

expuestas a temperaturas muy altas durante el día y muy bajas durante las noches;

con el calor las rocas se dilatan, es decir, aumentan de tamaño, y con el frío, se

reducen. La repetición diaria de este proceso provoca agrietamientos en las rocas que

suelen terminar en desintegración.

En las áreas con precipitaciones abundantes, se producen la meteorización biológica y

la meteorización química. La primera es provocada por las raíces de la vegetación,

que se introducen en los poros y las grietas de las rocas y, debido a la presión que

ejercen, las van rompiendo lentamente. Además, contribuye a este tipo de

meteorización el pisoteo de los animales, sobre todo cuando se desplazan en grandes

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manadas. La meteorización química ocurre cuando los minerales metálicos (hierro,

calcio, magnesio) que contienen algunas rocas, se alteran al entrar en contacto con el

agua.

LOS RELIEVES EMERGIDOS

La porción de corteza terrestre que se encuentra por fuera de las masas oceánicas

forma el conjunto de los relieves emergidos. Las grandes masas continentales que se

observan en un planisferio son corteza terrestre emergida.

Los principales tipos de relieves emergidos son las montañas, las sierras, las mesetas

y las llanuras. Las montañas son elevaciones del terreno que superan los 600 metros

sobre el nivel del mar. Si las montañas son antiguas, presentan menor altura y formas

redondeadas por la erosión; en cambio, las más jóvenes tienen mayor altura, cimas

más puntiagudas y laderas más pronunciadas. Las montañas tienen distintos orígenes,

como el plegamiento de las rocas por la acción de fuerzas internas o la fractura y

elevación de bloques. Cuando las montañas forman un encadenamiento continuo, se

las denomina cordillera. Las cordilleras más grandes del planeta son la del Himalaya,

en Asia; la de los Andes, en América del Sur, y las montañas Rocallosas, en América

del Norte.

Las sierras, son elevaciones de menor altura que las montañas. Entre las montañas o

las sierras existen depresiones que presentan diferentes formas, llamadas valles. La

forma de los valles depende del agente externo que lo originó. Si se formó por la

erosión de los ríos, tendrá una forma angosta y profunda, como una "V"; en cambio, si

fue modelado por la acción de los glaciares, será más amplio y con el fondo más

plano, como una "U".

Las mesetas son formas de relieve planas que superan los 200 metros de altura. En

general, su origen se debe a la fractura y elevación de las rocas por la acción de los

procesos endógenos. Las mesetas que por la acción de estos procesos alcanzan

grandes alturas, llevan el nombre de altiplanos. Algunos ejemplos son: la Puna de

Atacama en Chile, el altiplano boliviano y la meseta del Tíbet, en Asia.

Las llanuras son formas de relieve muy extensas, planas y bajas, ya que su altura no

supera los 200 metros. Su origen es sedimentario, es decir, son zonas bajas

rellenadas con sedimentos arrastrados por el viento y el agua.

Algunos de estos relieves emergidos entran en contacto con las aguas marinas.

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LOS RELIEVES SUMERGIDOS

Al igual que en la superficie terrestre, debajo de las aguas se encuentran distintas

formas de relieve.

Las plataformas continentales o submarinas constituyen la prolongación de los

continentes por debajo del nivel del mar, hasta 200 metros de profundidad. El

ancho de la plataforma depende de las características del relieve continental: si

resulta de la prolongación de un relieve montañoso, como ocurre en las costas

chilena y peruana, la plataforma será angosta y con pendiente acentuada. En

cambio, será extensa y con pendiente suave si se trata de la continuación de

una llanura, como en el caso de la plataforma del Mar Argentino, en la costa

bonaerense.

El talud continental es un desnivel brusco que existe entre la plataforma

continental y los fondos oceánicos.

Los fondos oceánicos se extienden desde la base del talud y presentan

distintos relieves: las llanuras abisales, superficies planas o de pendiente muy

suave cubiertas por sedimentos; las dorsales oceánicas, grandes cordilleras

submarinas formadas por material proveniente de la astenosfera y ubicadas,

como vimos, en las zonas de expansión de las placas tectónicas; los guyot

(elevaciones con extremos aplanados), y las fosas oceánicas, depresiones

alargadas y muy profundas. Muchas veces, las zonas más altas de las dorsales

afloran sobre el mar y forman las islas volcánicas.