los usos de la prisón- la otra cara de la instucoalizón - mujeres encarceladas.pdf

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Los usos de la prisión: la otra cara de la institucionalización El caso de mujeres encarceladas. CeReiD: Centro Regional de Estudios Interdisciplinarios Sobre el Delito Sede: Junín de los Andes Neuquén Patagonia Argentina Correo electrónico: cereid@educ.ar Beatriz Kalinsky Osvaldo Cañete Introducción Pretendemos caracterizar algunas prácticas que llevan a cabo ciertas mujeres encarceladas para minimizar las consecuencias de la institucionalización en uno de los sistemas más fuertemente jerárquicos de la sociedad actual. Creemos que ellas van generando un doble registro de las normas que atañen a una institución penitenciaria: por un lado, son concientes y observadoras de las regulaciones institucionales que provocan malestar y conflicto en la convivencia diaria a lo que se le suma la ansiedad y posible frustración cuando son condenadas a una pena privativa de la libertad, que son cada vez más largas. (Baratta 200, Carlen 2002) Por el otro, advertidas de los efectos negativos que produce su estadía carcelaria en su integridad física y mental, así como de los deterioros que van sufriendo paulatinamente en su identidad individual (prisonización, Clemmer 1940) 1 a lo que se suman las responsabilidades que siguen teniendo e intentan cumplir 2 , ponen en práctica diversos “usos” de la cárcel y sus normas que les permiten aminorar la angustia y el deterioro, buscando y adoptando prácticas más benignas de acomodamiento –habitacional, alimenticio, de salud, comunicativo – utilizando recursos habientes o generados por ellas, aún a pesar de las limitaciones inherentes a un lugar donde la restricción impera por sobre los permisos y el poder hacer. Desde luego que no todas las mujeres encarceladas dan a la condena un significado que no sea tan brutalmente represivo. Algunas acatan las normas penitenciarias como parte de las reglas del juego por haber cometido un delito, legitimando el tenor y contenido de las regulaciones, o no quieren o pueden desafiar a la autoridad, o simplemente por miedo. (Bosworth y Carrabine 2001) El concepto de “institucionalización” en la realidad carcelaria La cárcel ha sido objeto, en los últimos años, de múltiples evaluaciones y diagnósticos realizados desde diferentes disciplinas, como la historia, la sociología, la criminología, y la antropología entre otras. Se las ha considerado lugares de internamiento forzado y aún instituciones de secuestro (Daroqui 2002, Dodge y Pogrebien 2001, Foucault 1986, Heimer 2001, Jacobs y Helms 2001, Marchetti 2002, Niño 1997, Reisig 2002, Rivera Beiras 2000, Virgolini 1992) La cárcel se encuentra en los bordes del sistema democrático; por esta situación geopolítica se transforman en un ámbito criminógeno y criminalizado al mismo tiempo. La sobre- normatividad de estos establecimientos donde discurre la sentencia de culpabilidad por un delito cometido que consiste en la privación de la libertad ambulatoria da por resultado, en forma paradojal, un ámbito cotidiano de vida caótico. La falta de una organización coherente de las distintas actividades que se pueden desarrollar y nulo ordenamiento de los tiempos para cumplir con las demandas y necesidades de los 1 Clemmer fue uno de los primeros en describir los efectos psicológicos de la vida en las prisiones. Cuando los detenidos se adaptan a la vida carcelaria pierden su auto.- estima e iniciativa y se vuelven dependientes del sistema penitenciario. Este tipo de presos es un “modelo” para el sistema penitenciario lo que les hace casi imposible resistirse a sus efectos. 2 En especial con los hijos que quedaron fuera de las cárceles al cuidado de parientes o familias sustitutas.

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Los usos de la prisin: la otra cara de la institucionalizacin El caso de mujeres encarceladas. CeReiD: Centro Regional de Estudios Interdisciplinarios Sobre el Delito Sede: Junn de los Andes Neuqun Patagonia Argentina Correo electrnico: [email protected] Beatriz Kalinsky Osvaldo Caete Introduccin Pretendemoscaracterizaralgunasprcticasquellevanacabociertasmujeres encarceladasparaminimizarlasconsecuenciasdelainstitucionalizacinenunodelos sistemasmsfuertementejerrquicosdelasociedadactual.Creemosqueellasvan generando un doble registro de las normas que ataen auna institucin penitenciaria: por un lado, son concientes y observadoras de las regulaciones institucionales que provocan malestaryconflictoenlaconvivenciadiariaaloqueselesumalaansiedadyposible frustracin cuando son condenadas a una pena privativa de la libertad, que son cada vez mslargas.(Baratta200,Carlen2002)Porelotro, advertidasdelosefectosnegativos queproducesuestadacarcelariaensuintegridadfsicaymental,ascomodelos deteriorosquevansufriendopaulatinamenteensuidentidadindividual(prisonizacin, Clemmer 1940) 1 a lo que se suman las responsabilidades que siguen teniendo e intentan cumplir 2,ponenenprcticadiversosusosdelacrcelysusnormasquelespermiten aminorarlaangustiayeldeterioro,buscandoyadoptandoprcticasmsbenignasde acomodamientohabitacional,alimenticio,desalud,comunicativoutilizandorecursos habientesogeneradosporellas,anapesardelaslimitacionesinherentesaunlugar donde la restriccin impera por sobre los permisos y el poder hacer. Desde luego que no todaslasmujeresencarceladasdanalacondenaunsignificadoquenoseatan brutalmente represivo. Algunas acatan las normas penitenciarias como parte de las reglas deljuegoporhabercometidoundelito,legitimandoeltenorycontenidodelas regulaciones, onoquierenopuedendesafiaralaautoridad,osimplementepormiedo. (Bosworth y Carrabine 2001)El concepto de institucionalizacin en la realidad carcelaria Lacrcelhasidoobjeto,enlosltimosaos,demltiplesevaluacionesy diagnsticosrealizadosdesdediferentesdisciplinas,comolahistoria,lasociologa,la criminologa, y la antropologa entre otras. Se las ha considerado lugares de internamiento forzadoyaninstitucionesdesecuestro(Daroqui2002,DodgeyPogrebien2001, Foucault1986,Heimer2001,JacobsyHelms2001,Marchetti2002,Nio1997,Reisig 2002, Rivera Beiras 2000, Virgolini 1992) Lacrcelseencuentraenlosbordesdelsistemademocrtico;porestasituacin geopoltica se transforman en un mbito crimingeno y criminalizado al mismo tiempo. La sobre- normatividad de estos establecimientos donde discurre la sentencia de culpabilidad porundelitocometidoqueconsisteenlaprivacindelalibertadambulatoriadapor resultado,enformaparadojal,unmbitocotidianodevidacatico.Lafaltadeuna organizacincoherentedelasdistintasactividadesquesepuedendesarrollarynulo ordenamientodelostiemposparacumplirconlasdemandasynecesidadesdelos

1 Clemmerfue uno de los primeros en describirlos efectos psicolgicos de la vida en las prisiones.Cuando los detenidos se adaptan a lavidacarcelariapierdensuauto.-estimaeiniciativaysevuelvendependientes delsistemapenitenciario.Estetipodepresos es un modelo para el sistema penitenciario lo que les hace casi imposible resistirse a sus efectos. 2 En especial con los hijos que quedaron fuera de las crcelesal cuidado de parientes o familias sustitutas. 2 internoseinternasprovoca,alfinal,elincumplimientodelasnormas,yasea reglamentarias(reglamentosinternosoadministrativos)olegales(Ley24.660/96de ejecucindelapenaprivativadelalibertad,ConstitucinNacionalypactos internacionales referidos al tema). La crcel se convierte, de esta forma, en el lugar ideal donde todo el tiempo se quiebran las formas legitimadas (ms all de que se consideren aptasparaunarehabilitacinenelsentidoclsicoocrtico),incumplindosedemanera sistemtica y por todos conocida.A esta situacin se lesuma el hecho de que la crcel est cumpliendo una nueva funcin que las mujeres utilizan como formas de escapar a sus consecuencias primarias. (Wacquant 2002) Lacrcelpuedellegaraserhastarestitutivadelasprofundaspresionesaquelas mujeres, en especial, son sometidas en su papel de buena mujer y buena madre en los estratos ms desprotegidos que sufren de un cmulo de formas de marginalizacin(marginalidadmltiple,Comfort2002).Envezdeusarlosrecursosdel Estadoparaponerenmarchapolticasdeinclusin,lacrcelsehaconvertidoenuna agencia del Estado que cumple el papel de dadora de servicios de salud y educacin, por ejemplo, inalcanzables en la vida libre.Creemosqueestaeslabrecha,sumariamentedescripta,pordondesecuelaloque hemos llamado el otro lado de la institucionalizacin: se presenta como un momento de reconstruccindelaidentidadsobretodoparaaquellas,casitodas,quevienendeun mbito de violencia familiar. Se sienten protegidas por uno de los medios ms represivos de un Estado democrtico y liberadas, como si la crcel fuera un escudo que las protege del terror y devastacin que significa el abuso. (Frigon 2000, Weston Henriques y Manatu-Rupert 2001)En la dcada de los setenta, se denomin institucionalizacin a un fenmeno que se adscribi a las llamadas instituciones totales, sobre todo psiquitricos y crceles. Las personasallinternadasasumancomopropiaslasreglasinternasalosqueselas sometaenformacoercitiva,comounaformadesobreviviralaimposicindeuna situacinqueleseradeltodoajena,deformatalquesuidentidadpreviaquedaba sepultadaenestaotraqueseibaconstruyendoalpasodeltiempocomounasuertede sobre- adaptacin para crear soportes compatibles con este nuevo mundo. (Castel 1984, Goffman 1981, Goldchuk y Casella1992, Ingleby 1982, entre otros) En una investigacinsocial realizada hace poco tiempo con mujeres presas en la crcel de San Quintn (en los Estados Unidos) se les pregunt por la idea que ellas tenan sobre el concepto de institucionalizacin. La respuesta ms frecuente fue la prdida de sensibilidad respecto de la existencia carcelaria y de la habilidad para funcionar afuera de las paredes de la prisin. (Comfort 2002) Denuestraparte,enalgunaoportunidadhemoshabladodedes- culturalizacinparadefinirunfenmenoparecidoaldescritoporlapsiquiatra yla criminologa crticas. (Kalinsky y Valero 1997, Kalinsky, en prensa) La idea es capturar conceptualmente la progresiva prdida de habilidades sociales que se produce durante la reclusin carcelaria. Esta prdida sale a relucir ala hora de ejercer los beneficios de los distintos tipos de libertades que son anteriores al cumplimiento total de la pena (en especial, salidas transitorias y libertad condicional). La reiniciacin de una vida quehatranscurridoentrerejaslosltimos(pocosomuchos)aosesunmomentoque algunaspersonasnopuedenenfrentar:elejemplomsclarosonlas dificultadespara conseguirtrabajoenunpas conunaltoporcentajededesempleoy porlas condiciones queseplanteanencuantoalasgarantasqueofreceelempleador.Sibienestas condiciones,quevanenladireccindelcumplimientodeloscontratosyunainsercin legalenloscircuitoslaborales,seexigenalmomentodeiniciarelcontratolaboralpero 3 nadiehacesu seguimiento deforma tal que casininguna clusula se cumple realmente: condiciones laborales, sueldo o beneficios sociales. De hecho, se han advertido casos en quelascondicionesdetrabajosetraducenenreduccinaservidumbresiendoundelito tipificado por nuestro Cdigo Penal. Otra rea problemtica complementaria se debe a las exigencias solicitadas para la admisin a algn puesto de trabajo, aunque sean mnimas: competenciaenelusodeprogramasdecomputacin,escuelasecundariacumplida, competenciaslingsticas,etc.Unapersonaqueacabadevolveralavidalibrelonico quetienecomocompetenciasesunaconcepcincarcelariadeltrabajo enlos hombres, sobre todo de entretenimiento y casi nula posibilidad de comercializacin y en lasmujeres,quizenventaja,algunashabilidadesculinariasquesuelenhabersido mejoradas ya que pre- existan a su estada carcelaria. Como resultado, las personas en estasituacinsonre-victimizadasporeltratamientoinstitucionalquerecibenenesta etapa cuando van en busca de soluciones a la enorme cantidad de problemas que deben enfrentar. (Marchetti 2002)Nuestra experiencia de investigacin indica una tendencia desalentadora en cuanto a los logrosquesepuedanobtenerparavolveralavidaenlibertadquesetraduceenelincumplimientosistemticodealgunosdelosrequisitosestablecidosporlaley,como cambiodedomiciliosinprevioavisoconloquesedeclaralacondicinderebelda,alcoholismoodrogas,etc.Seregistran,asimismo,losefectosfsicosypsquicosdel encarcelamientocomodificultadparamedirdistancias,problemasvisualesyde coordinacin motora y todo tipo de inconvenientes en competencias sociales elementales. Esunacuestincotidianaysabidaquealcanzadalafasedelalibertadtransitoria(ala mitaddelcumplimientoefectivodelacondena)olalibertadcondicional(cumplidaslas trescuartaspartesdelacondena) elinternoolainternadebeempezararetornar paulatinamente a una vida en libertad sin ninguna ayuda concreta por parte del Estado.Si bien el statu-quo carcelario es especialmente reacio a los cambios, sin importar aveceslasdenunciassobrelaviolacinsistemticadelosderechoshumanosdelos detenidos,nohapermanecidoajenoalaetapaneoliberalmscrtica,conloquehan variado, a pesar de todo, algunos elementos que la definan como tal:-Mayor poblacin en general, y femenina en particular por la incorporacin de la mujer en la venta y comercializacin de drogas; -Tercerizacindealgunosservicios,sobretodoeldelaalimentacin,conunserio deterioro generalizado, -Disminucinnotabledelinterspolticoporcontemplarlosfactoresquegeneranalta conflictividadinterna:trficodealcohol,estupefacientes,rgimendevisitas,horarios, traslados, presentacin de peticiones, etc.Estecambioestructuraldevenidoporlascondicionessociales,polticaseinstitucionales de los ltimos diez aos ha sido acompaado por otros, menos visibles o mediticos, pero quemerecenlaatencindelainvestigacinsocialsisequiereprofundizarenlavida ntimadelosestablecimientoscarcelariosyaseaparaproducirconocimientoopolticas penitenciarias fundadas en l. A estos cambios a los que nos vamos a referir a continuacin es que hemos denominado elotroladodelainstitucionalizacin.NuestromaterialempricoprovienedelaUnidad No.16demujeresdelaCiudaddeNeuqun.Latcnicautilizadafueprincipalmente observacinparticipanteycomoherramientacomplementaria,entrevistassemi- estructuradasyenprofundidad.LaUnidadNo.16albergaunas30detenidas,nmero fluctuanteperoquerespetalatendenciamundialdeun10%dedetenidasmujeres respecto de la cantidad global de detenidos varones. (Richie 2001) 4 Lasmujeresquesoncondenadasapenasprivativasdelalibertadhancometidos delitostradicionales,losllamadosdelitosporamor(uxoricidio,filicidio)ylosms modernoscomoroboysobretododistribucinyventadedroga,casisiempreal menudeo.Enesteltimocasoellasmismassuelenserconsumidorasylaventaque puedellegarahaceresdepocamontasiendoeleslabnmsdbildelalargae impenetrable cadena del narcotrfico. Las mujeres con que hemos trabajado tienen penas quevarandesdeunoscincoaosaprisinperpetua,esdecirdelargoplazo.Ellasno suelenproclamarsuinocenciacomoescomnentreloshombres.Asumenloshechos acaecidos, de distintas formas y con distintos argumentos, pero se disponen a cumplir los queleshatocado.Comoconsecuencia,yporloquedejanafueradelascrceles,son mspropensasasufrirlosefectosdelaprisin,ydeasumirunaidentidadtumbera (carcelaria). No obstante, al ser razonablemente concientes de estos atributos carcelarios quesiquedaninactivasseaduearndeellas,ponenenmarchaaccionesque contraponganestasfuerzashomogeneizadorasparamantenerseellasmismas,sean como hayan sido o quieran ser. 3 Pasado el primer tiempo de reconocimiento del nuevo lugar donde deben vivir, variable de acuerdoalapersonalidadylosapoyosexternosquereciban,yquetranscurre generalmenteduranteelperododeprisinpreventiva,conlasentenciasobrevieneuna etapa de mayor estabilidad, tanto en sus pertenencias materiales como en sus relaciones sociales.Seempiezanapercibirpocoapocolainstalacindelosrasgospropiosdela institucionalizacin en el sentido ms arriba analizado.Sin embargo, hay dos cuestiones que por ahora no han sido analizadas como se merecen: 1)Las mujeres se dan cuenta de lo que les ocurre, percibiendo la aparicin de estos sntomasque adjudican, sin equivocarse, a su permanencia carcelaria; 2)Estereconocimientovieneacompaadodeesfuerzosparareacomodarsedentro de los lmites que permite el sistema, de forma tal que esta institucionalizacin las perjudique lo menos posible.Laaparenteestabilidad esunainstitucincerradayquesedesenvuelvecasisin excepcin en el respeto a las normas administrativas 4 es, entonces, ms superficial de lo que a primera vista parece.Lasmujeresproducencambioscontinuosenespecialparaalternar,porejemplo, entrelosdistintoslugaresdevidaquesereducealospabellones,tenerdiferentes compaeras,cambiarelcontenidodelasconversacionescotidianas,loshorariosde visita,ladistribucindelastareascompartidas,elpatioparaelrecreo,oparatener mejores oportunidades para llevar una vida ms cercana a la de la sociedad libre. Uno de losprimerosindiciosquedicenellasquelasprevienecontraestemalestaresel abatimiento.Sibienhayalgunosprogramasdestinadosalaeducacin,panificacin, costura o computacin, no tienen continuidad por la falta de profesores pero ante todo por losobstculosadministrativosqueselesinterponeparaquepuedanentraralos establecimientos. 5Eldejarqueeltiempopasehaciendonadanoesdeltodoaceptado.Tienen responsabilidadesafueraquealgunasintentancumplir,sobretodorespectoala manutencin de los hijos que han quedado bajo la tutela de alguna familia o de parientes,

3 En este artculo nos estamos refiriendo a este tema en particular.En las unidades carcelarias de mujeres,las peleas porel poderde cada pabellnnosontanusuales comoenla de varones;perocuandolas hay,eluso de la agresinfsica es unelementode ultima ratio.Entalsentido,suelenantes queapelara laviolenciafsica,argumentos,amenazas ytodotipode actitudes coercitivas perola expresin fsica de la violencia es menos frecuente en un sentido comparativo. 4 Almenoseneldiscursoquesobreellasestvigentesocialmente.Lainterpretacindeesasnormasavecescorreporcuentadel personalqueestdeguardia,yporendenohayunregistroescritodecmoseusan,seflexibilizanosedejanensuspensode acuerdoalasituacinquesedebeenfrentar.Estaes unaformadeexplicarlaviolenciaintra-institucionalylacontinuadenunciade torturas y malos tratos en las unidades carcelarias de la Provincia del Neuqun y de la Argentina en general. 5 Elsistemapenitenciarionove conbuenos ojos que las internas recibaneducacin,yporesoobstaculizancontrmites burocrticos cotidianos la entrada de los profesores a la institucin. El ingreso puede insumir hasta casi la mitad del tiempo destinado a una clase. 5 ysepreocupanporevitarladesintegracindelafamilia.Prefierenocuparsutiempoen actividades redituables, otras saben que si no se ocupan en algo, caern en este estado de irritacin que conduce al aumento de la tensin que en forma inevitable surge de una convivencia forzada.Parecensaberqueunadelasclavesparaconservarsusaludmental,msallde eventuales patologas individuales, es la alternancia de roles. En la crcel se es solo una cosa, presa. Una vez una de ellas nos dijo: fui hermana, fui esposa, fui madre. Ahora soy presa. Por eso mismo, creemos, insisten en los cambios. La supervivencia carcelaria toma una forma individual, an cuando se perjudique al resto.Pocasvecessehanvistoemprendimientoscompartidosysiloshahabido,son ilusoriosohanidoalfracaso.Entiendenquedebenlucharporellasysusfamilias, mientrasquesuscompaerashacenlomismoporsulado,conloquelosmrgenes institucionalesexistentessevenrpidamentecolmados.Sepuedehacerqueloslmites seflexibilicen,porejemplo,encuantoaltenordelasrequisasoloshorariosdevisita. Pero cualquier empujn que se produzca para crear espacios de gestin de sus reclamos genera conflictos entre ellas y sus cuidadoras y al mismo tiempo son agotados en forma rpidaydrstica,teniendocomonicoresultadoladesconfianzaeimpacienciadel personalpenitenciario,dosfactoresquesesabeelevanlosmontosdelaconflictividad interna.Amedidadequelosrecursosformalesvansiendoutilizadosyconsumidosse apela a los que no estn formalmente disponibles.Quines son las mujeres encarceladas? Nosepuedeavanzarenelanlisisenesteconjuntodeprcticas contra- institucionalessintomarencuentaquinessonestasmujeresyculhasidosuvida previaaserpresas.Suelenseradictasadrogasilegalesoalalcohol.Algunashaban perdido la custodia de sus hijos por causa de la droga o el alcohol. Todas ellas provienen de una realidad econmica de marginalizacin y de violencia. Tienen una imagen negativa de ellas mismas, especialmente en su funcin de buena madre (Ferraro y Moe 2003).Suelenserjvenes,sinhabilidadeslaborales,deescasaescolarizacinycasi todashantenidoexperienciasbiogrficasdeabusosexual,psicolgicooviolencia domstica,siendolanaturalezadeestosabusosparticularmentesevera.Algunashan pasadosuvidaeninstitutosdemenores,expulsadasdesuscasas,rechazadasporsus padres biolgicos o directamente se criaron en las calles. El alcoholismo de los padres ha ido de la mano con una familia disfuncional, que rechaza a su descendencia sin importar lasconsecuenciasqueestaactitudpuedegenerar.Lahistoriadeabusosueleirdela mano con el abuso de drogas o alcohol. (Radoch 2002) Suele suceder que alguno de sus parientes tambin ha estado o est en la crcel. En su vida posterior encuentran parejas sentimentalesqueestnencondicionesparecidasopeores.Loshombressuelenser propensosamandaralfrenteasusmujeresyaquesesuponevanarecibirsentencias menores,loqueesfalsoalmenosenlosltimostiempos.Algunasmujeresquedan encarceladas por delitos de droga cuando casi no estn involucradas o tienen muy poco conocimientodelasactividadesdesupareja.Porejemplo,haymujeresquefueron sentenciadasporatendereltelfonodeloquedespusseconvirtienunallamadade venta dedrogas.Otras tienen ms conocimiento y estn directamente involucradaspero comounrecursoeconmicocomplementarioasusescasosingresosycasinulas habilidadesparamejorarelingresoeconmicofamiliar.Lasmujeresencarceladas, entonces, son vctimas de lo que se ha llamado marginalidad mltipledonde el estatuto socioeconmicodelqueprovienensoloesunfactorqueseacumulaaotrosno necesariamenteligadosalapobreza,comoloeselabusoencualquieradesus dimensiones. (Comfort 2002)6 Esimportanterecalcarqueestasvidaspersonalestienenuncontextosocialy culturalconelqueseentrelazanydedondeprovienenlossignificadosdelasacciones, como el delito por ejemplo, de manera tal que no es posibleasignar un fracaso individual alaproduccindeldelito.Muchasveceslosrequisitosparaadheriralaley son socialmentemsimportantesymenosalcanzablesqueeldaoquepuedehacerse violndola.Esalldondedeberanconcentrarselosrecursoshumanosyeconmicos (prevencin)paraquedespusesedaonosearectificadoconsolorepresin.El centrarse en el castigo para el ofensor ignora el hecho de que el delito refleja eventos que hanocurridoantesdelaaccindelictiva;pasarporaltolosabusosquehantenido significa, al menos, una violentacin de los derechos constitucionales. Sepuedehacerunacrticaaestas mujeres,muchasvecesmadres,quedebieron figurarselas consecuenciasantes decometereldelitoporloscualesestnenlacrcel. Perolospatronesdeabusofsicoysexual,adiccinalasdrogasyotrossufrimientos emocionales porlosquehantenidoqueatravesarimpideunpensamientoreflexivoque podra, quiz, haber prevenido el delito.6 En ocasin de una de nuestras visitas, se arm unasituacinparecidaaladeestartomandoeltconamigas,pocofrecuenteenel sentido de un sincerarse frente a los investigadores y sobre todo frente a sus compaeras y a ellas mismas. Quienes participaron de esta espontnea reunin se dieron cuenta que todasellasestabanenlacrcelporqueunhombreseleshabacruzadoenelcamino. Hubounefectodesorpresafrenteaestehallazgoquelessirvi,almenosenese momento, para repasar sus relaciones previas y proyectarse para un mejor futuro. 7Microprcticas de la vida cotidiana en una crcel de mujeres Como no podemos generalizar, nos limitaremos a una descripcin de las formas en queestasmujeresgeneranmrgenesdeaccinparadisminuirlosefectosnegativosde las instituciones carcelarias. Queremos, sin embargo, hacer hincapi en la existencia de estas acciones que discurren al margen de la rigidez del sistema penitenciario pero que a su vez se hacen a su expensa. No es que sean invisibles ya que se logran a lo largo de lasgrietasqueofreceelcuidadoinstitucional,otrasmediantelatrasgresinabiertay voluntariadeesasnormasporpartedelasmujeresytoleradahastaciertopuntoporla institucin y otras por la ausencia de parmetros estandarizados en el mantenimiento de algn orden aceptable de convivencia de parte del propio sistema.Cambios de pabelln Si no obtienen la respuesta que desean para la solucin de un problema especfico, utilizan los medios a su alcance para tener una respuesta. Por ejemplo, cuando hay una excesivatensinentrealgunasdeellaslaposibilidadmscercanaeselcambioaotro pabelln.Estepedidoesengorrosoylargodeacuerdoconlasnormasadministrativas penitenciarias dado que hay que justificar el cambio con argumentos concluyentes, ya que de otra forma se considerar que este cambio resulta de un mal desempeo del personal penitenciario. Por otro lado, a veces se hace difcil compatibilizar una convivencia ms o menosamigableentrelasmujerescuandoalgunadeellassepasaaotropabelln:por quellaynoyo,peroporqunoyosiahestnmisamigas,ahvoyatenerms comodidades, etc. As las mujeres solucionan este enredo con rapidez y sin burocracia. Esfrecuente,entonces,queelcambiodepabellonesseaconcretadoporsanciones disciplinariasgeneradasporpeleasentreellas.Lapeleaesunfenmenodiarioque sobrevieneengeneralporminuciasperoquemuestralaextensindelsufrimientoque

6 Algunas veces las razones de nuestras acciones no estn previamente identificadas sino que se encuentran en la accin misma o en su evaluacin posterior. Algunos aspectos del delito, o en trminos generales, del quebrantamiento de la ley podran asociarse a que su significado se encuentra despus de haberse cometido. (Sutton 1996) 7 Sin quererinstalarnos en el pesimismo,esta reflexin no alcanza para tomarnuevos rumbos cuando vuelvan a la vida libre.Las huellas delabusoydelsufrimientonosonfcilmentemodificables,enespecialsilas condiciones sociales no apuntan a esa direccin. 7 hayencadaunadeellas,lafrustracinporconcretarobjetivosmnimosporquelas normaspenitenciariasponenobstculosynoofrecencasiningunaposibilidad.Enesta unidaddedetencinnosehanproducidohomicidiosintra-carcelariosperohahabido heridasocontusasquehan tenidoqueserhospitalizadas.Aveceslasensacindeun observadorexternoeslaridiculezdealgunasnegativasalosreclamoselementalesque generanunatensinqueavecessetornainsostenible:untelfonopblicoaccesiblea todoslospabellones,ountelfonopblicoparacadapabelln,laplanificacinparasu uso, los tiempos que pueden durar las comunicaciones, o el evitar requisas intrusivas en el cuerpo de mujeres y nios, son reclamos constantes que sonobviados porelsistema penitenciarioolaoficinacorrespondientedelPoderEjecutivo.Pormomentos,devuelta paraunobservadorexterno,parecequeestasridculaslimitacionesestuvieranhechas paragenerarmayorniveldeconflictividadyllevarlasdirectamentealosenfrentamientos personales, sin que se tomen cartas en el asunto. 8 Salud Selassealacomomsdemandantesqueloshombresencarcelados 9,ms molestasypedigeas,actitudesquesonaceptadasdemalaganaporelpersonal penitenciario. Hacen notas todo el tiempo (sacar pedidos para algo en particular), piden tambin todo el tiempo la presencia de sus defensores, o de fiscales para que analicen las condiciones de su internamiento, solicitan regularidad de los cursos que toman, y algo que esmsdestacado,reclamanenformainsistenteporelcuidadodesusalud.Estas mujeressueleningresarconseverosproblemasmdicos,comodesnutricin,diabetes, hipertensin,tuberculosis,yotrasenfermedadesrelacionadasconlapobreza.Como sabenqueeldeteriorocarcelariocomprometemsansuestadofsicopidenconsultas con odontlogos, oftalmlogos, dermatlogos, psiquiatras, gineclogos y mdicos clnicos engeneral. Suelenestarinsatisfechasconlaatencinrecibida,conelprogresodesu padecimientooconlosefectossecundariosdelos medicamentosrecetadosyvuelvena pedir al personal administrativo que les haga una cita con otro facultativo. No cejan en su intentohastaqueconsideranquesehasatisfechosureclamo. 10 Dehecho,algunas logran mejorarsusaludalmomentodesureintegracinalavidaenlibertad,aunque vuelvenadecaerdespusyaque,enespeciallasmujeres,retornanalassituaciones precarias previas. (Richie 2001) Ser mujer; ser madre En forma paradojal, en algunas ocasiones la vida en la crcel puede ser percibida comounmomentodedescansoymsan,demayorlibertad.Esconocidala sensacinde seguridad que brinda una institucin cerrada cuando se ha sido vctima de abusosyviolenciaconyugalodomstica.Sesabequeallnohayfigurasmasculinas amenazantesyaunquealgunasmujerespuedenseguirestandoenelestadodehiper- vigilanciaquecaracterizaalasvctimasdeestosabusos,coneltiemposevadando cuenta de que no hay un peligro, al menos, inminente de ser atacadas, golpeadas y an muertas. La crcel se transforma en un remanso donde el resguardo y estabilidad priman sobre la inseguridad e incertidumbre por la vida de uno mismo. All son todas mujeres y si bienlas peleas pueden llegara ser duras y hay que lucharpara sobrevivirenun mundo nuevo con pautas desconocidas y restrictivas, nada se podra comparar, en la percepcin de estas mujeres, con el infierno de la vida en libertad. Desarrollan, entonces, un sentido

8 Esta reflexinvale tambinpara las unidades penitenciarias de hombres.Enellas la situacin es peoran,porque los enfrentamientosfsicosseproducensinqueintervengaelpersonalpenitenciario.Loshomicidiosintra-carcelarios, motines,fugas ydems inconductascarcelarias tantemidas porla opininpblica yenlos niveles institucionales,se producen casi siempre porminucias,al alcance de una solucin pacfica pero que en forma persistente son denegadas por la institucin. 9 Ellos todava apelan a la violencia fsica para expresar emociones contenidas, quiz debido a las pautas de socializacin masculina en nuestra sociedad. 10 Se sabe que muchas mujeres ingresanconserios problemas de saluddebidoa las condiciones de vida previas a los que se le suman los propios del confinamiento. (Richie 2001) 8 desconocido de las propias capacidades para hacer: desde acomodar su el espaciofsico queseleshaasignadoconobjetospersonalesparahacerlomshogareohastatomar decisiones para ellas o su familia que noimpliquen una respuesta violenta. Pueden hacer y deshacer sin que corra peligro su vida en manos de su pareja emocional o sus padres o algunafiguramasculinacercana,generndose elsentidoalentadordequepuedenser promotorasdecambiosparaellasysushijos.Puedeserunasensacinficticiay promovidasoloporlascircunstanciasperoalmenoscomienzaunnuevoregistro emocionalquesibienpuedeserpasajero,abreloslmitesperceptivosquehasta entonces tenan. Las demandas sociales extremas para una mujer que debe cumplimentar la funcin deunabuenamadrehaceque,enocasiones,superododeprivacindelibertadsea percibidocomodeunasvacaciones,liberadaprovisionalmentedelcumplimientode dichasexigencias.(FerraroyMoe2003)Estonosugierequelacrcelseaunlugar placenteronimuchomenos.Alrevs,indicaungravedficitinstitucional quees inoperantealosproblemasseverosycomplejosqueenfrentandebidoasusbajos ingresos y escasas habilidades sociales que no pueden resolver pors mismas, ni con el apoyodesusfamiliasocomunidades.DelEstadolonicoquepuedenesperaresla ayudapost-delito. Ni enel antes ni en eldespus el Estado provee de ayuda a travs deprogramassostenidosydelineadosdeacuerdoalasnecesidadesexistentes.Sibien permanecenactivasypreocupadasporeldestinodesushijos,inclusocomodijimos trabajan para proveer al hogar, hay una percepcin de que no estaran obligadas a hacer lo que hacen, sino que ms bien disfrutan de que sea su propia voluntad y deseos las que incentiven ese apoyo que estn brindando desde una situacin tan desfavorable. Parece como que la preocupacin y el deseo de bienestar de sus hijos surgieran de ellas mismas porprimeravez,antesdeserunaexigenciaprovenientedeunsistemaquelasobligaa ser buenas madres. Ellas, en lasituacin carcelaria,eligenserlo, de hecholo seran por suspropiosmotivosyconvicciones.Estenuevoacomodamientopuedeserficticio,que funcioneparacubrirlasaparienciasfrentealaopinindesuscompaerasodelas celadorasodelequipodeexpertosqueevaluarsiestnencondicionesdegozarlos beneficiosqueotorgalaleydeejecucinpenalalmomentoquecorresponda.Pero tambin puede abrirse un camino de reflexin, crtica y reconciliacin con un pasado que ya fue para enfrentar los problemas de un futuro que todava est por verse. Esta situacin puede crear un cambioen sus relaciones con hijos o hijas pequeas o ya jvenes que a la vez tienen sus propios hijos. Empieza a percibir la maternidad y la abuelidaddeunaformanuevaylibre.Enunaoportunidad,unadeestasmujeres reflexionabaenvozaltaconnosotrossobrequenoimportatantoquesuhijopudiera vestirse con las mejores marcas de zapatillas que hacia que saliera a robar o prostituirse sinoeltiempocanceladodelosaosquetuvoqueverlacomounanimalenjaulado. Tampocoenestecasosabemossiestassensacionesperduranunavezagotadaslas penas.Porloquehemospodidoobservarcreemosquenolleganainstalarsecomonuevopatrndepercepcinquepuedareemplazaralquelasobligaronaasumircomo correcto(socialmenteaceptable).Esciertoquetampocolascondicionesexternas ayudanaello.Enunodeloscasos,unamujercondenadaaunapenalarga,pastrece aos enlacrcel antes de gozarde losbeneficios delalibertadcondicional.Durantesu encierromantuvorelacionesbastantefluidasconalgunasdesushijasyconsupropia madre,quesefuerondeteriorandoamedidaqueseacercabanlasprimerassalidas (libertad transitoria). Nos parece que no fue casualidad. La perspectiva de retomar la vida enlibertad,sinningntipodeayudanipreparacinparadesenvolverseenformams o menosadecuada,hizoquehubieraundistanciamientovincularhastaelpuntoenque alcanzada la libertad condicional fue a vivir con la familia de otra detenida sin tener ningn contactoconsushijasysumadre.Estaltimapocoantesdequelamujerdetenida 9 salieraenlibertadtransitoria,semudaaunalocalidadmslejanaydedifcilacceso desdeunpuntodevistamonetario. Enestemomentoellanoquieresabernadacon ningunodelosintegrantesdesufamilia,prefiereestarconestaotrafamiliadelaque conoce muy poco; adems se contenta con demasiado poco en cuanto a la calidad de sus vnculos.Estafamiliaquelaalbergaenrealidadledestintareasdomsticasacambiode alojamientoycomida.Aunqueparecemantenerunarelacincomn,nosparecequees solo de convenienciade parte de la familia, y ella ve una oportunidad para deshacerse de susobligacionescomomadreyabuela.Durantesuslargosaosdecrcel,lashijas sufrieron todo tipo de vicisitudes de las que ella estuvo al tanto, tratando de apoyar desde dondepodaelsufrimientodelashijas.Sinembargo,alahoradeasumirotravezuna plenaresponsabilidad,conlafamiliadesmembradayconseriosproblemaseconmicos, habitacionales, educacionales, laborales y hasta jurdicos (prostitucin de una de las hijas, porejemplo)ellahacecomosinotuvierafamiliaalguna.Perdielparasodelacrcel dondetodoeraposible,dondesepodanhacerproyectosdevidaqueincluanel bienestardesufamiliayunamejorcalidaddevidaparaella.Ahoradevueltaauna realidadpocoapetecibleprefierepasardesapercibida.Lacrcel,unainstitucincomo dijimosalfilodelordendemocrtico,lepermitiparadjicamentedarunimpulso imaginario hacia una nueva vida, que la sociedad libre le hizo trizas.Estilos de vida Enotroscasos,estasvacacionessuplantanunperodoendondenosepueden cometer los delitos por los cuales han sido condenadas. Hay un momento en que, debido a los lmites impuestos por la crcel, se descansa de cometer los delitos que usualmente permiten su sobrevivencia y a veces la de su familia o por una actitud que ha sobrevenido enparte deunavidadeescasez,sobretodoemocionalyvincular.Estedescanso incluyeunavidacasinormalendondelasmujeressepreocupanporsusalud,como dijimos,suaparienciafsicaintentanmejorarsuestadofsico,hacenejercicios,se mejoranladentadura,tratandedistraerseconactividadesquenosonpensablesensu vida en libertad.Estandounavezenlaalcaida,alfilodelinvierno,vimospasarunconjuntodemujeres jvenes,vestidasdeplaya,conreposeras,unequipodemsica,hojotas,elcabello recinlavadoypeinadohmedo,quellevabanenlamanounbronceador.Ibanapasar simplemente su hora de recreo al patio y daban la sensacin de que eran seoras con sus obligaciones cumplidas que se daban el lujo de ir a tomar sol a una playa o una pileta. Estapostalquedparaunaantologadelasparadojasquesignificaunainstitucin represiva al mximo como lo es una crcel, ya que pareca que ellascanturreando iban a dar un paseo. Sin duda, esto fue as en su imaginario aunque dieron una imagen comn para las otras presas, pero fuera de contexto para nosotros que solo observbamos.Estasmujeressonlasquesepasanrecetasparamejorarelcutis,elcabello,las uas,otodoloqueseasuaparienciafsica,sinpreocuparsedemasiadoporlascausas judicialespendientesoporeltiempodelacondenaquetienenquesufrir.Esalrevs, parecequeelsufrimientoquedaafueradeunainstitucinqueessinnimodepenay dolor.Ellasnoestncontentasdesuvida,nimuchomenos.Solodisfrutanunperodo dondenadapeoryalespuedepasar.Sonlasquefinalmentedeseanqueestasituacin sealarguelomsposible,ycomootrasmujeresquevienendedistintasituacin, comienzanaperturbarsecercadelalibertadreal.Suelenserdrogodependientesyse las ingenian para conseguir la droga y evitar el sndrome de abstinencia. Son rebeldes y pocoprecavidas,sonlasquesumanmssancionesdisciplinariasytienenmenos puntaje a la hora de acceder a los beneficios que otorga la ley de ejecucin de la pena privativa de la libertad. 10 La crcel es tambin su casa, mientras que afuera deben sobrevivir con las nicas herramientas que la sociedad y su familia les ha proporcionado. Delinquir es para ellas un trabajoqueasumencomopeligrosoperoalavezestimulante.Essunicaaparente opcinperoalmismotiempoparecenhacerloestimuladasporelproductodelos sucesivos robos y por las drogas. Saben que esos estmulos deben ser renovados todo el tiempo y a costa de su salud, la integridad fsica propia y las de sus compaeros, prdidas por muerte durante la comisin de los delitos, de forma tal que deben renovar los votos en forma constante. En la crcel, entonces, encuentran un momento de tranquilidad en la quesevendesligadasdedecidiraccionesquesabenerrneas,oquealmenos,enel balancefinallesacarreasufrimiento.Esdifcil,sinembargo,queexpresenunaposicin moralfrentealosdelitoscometidos.Sinduda,latienenperoexpresarlaseraencontrar quesusvidasnohantenidounsentidopositivo,opeor,ningnsentidoqueaellasles pueda satisfacer. Saben que van a volver a la crcel y a veces buscan hacerlo. Ahora no es que, como se deca en la poca de los setenta, que se acostumbran a este medio y se niegan a volver a otro. Intentan sobrevivir alternando uno con otro, y apartando lo mejor decadaunoparasucapitalemocionalymaterialdeambos.Noquedanpresasdela crcelenlavidalibreyenellanoestnlosuficientementesatisfechascomoparano querer volver por un tiempo a un lugar en donde no deben (porque no pueden) delinquir. Un contrasentido con el que deben sobrellevar sus vidas. No son felices, sufren y a la vez hacensufrir.Sucomportamientoenlacrcelesdscoloporelsolohechodemolestara suscompaeras,porbuscarpendencia,porsentirquepuedenseguirhaciendoalgo parecido a lo que hacen en libertad, pero con menos riesgo. Ellas dicen poder asumir los riesgos de sus actividades, son impulsivas y prefieren no reflexionar. Cerca de su libertad se tornanirritables y no puedencontrolarlaangustiaqueles provoca tenerquevolver, hasta el punto de fugarse para evitar el momento de una salida en libertad como lo manda laley.Cuandosefuganvuelvenaloslugaresdedondefuerondetenidas,porloque parece que intentaran escaparse de ellas mismas.En otras situaciones, las mujeres jvenes provienen de ciudades violentas. El estilo de vida no es de ellas sino del contexto donde han sido criadas. Los mbitos violentos de crianzasolopuedengenerarpersonasviolentas.Laviolenciaseconvierteenuna herramientadecomunicacindelaquenoparecepoderprescindirse.Enunodelos casos, una joven condenada por homicidio en ria, haba salido a un baile un sbado a la noche, llevando consigo un arma. Frente a la pregunta de la razn por la que la tena se mostr molesta por lo que consider el tenor inadecuado que tuvo. Para ellos era normal (usual, lo esperado) ir armado a un baile en esa ciudad. Lamentablemente, en medio de unapelea,alguienuselarmaymuriunapersona.Nuncasuposiellaeralaquela haba usado porque no se pudo determinar en las pericias correspondientes y ella estaba en un estado de ebriedad tal que haba perdido el recuerdo de la situacin. La crcel fue, otravezenestecaso,undescansodeunaviolenciaestructuralquenoescomparable con la micro- violencia institucional de una crcel; y esto es mucho decir. Que una mujer jovenhagaestetipodecomparacinylacrcelleresultemsbenignaconrelacina los niveles de violencia y el esfuerzo que tiene que hacer para sobrevivir nos habla de una situacinincoherente de la que ellas toman partido.Drogas

Como dijimos, este delito es ms nuevo dentro del repertorio de los cometidos por lasmujeres. Entranenlpordosrazonesprincipales:esunaformarpidadeobtener dinero extra para el sustento de la familia y que no insume mucho tiempo como un trabajo conhorariocompleto;y,esunacontinuacindelaactividadquehacasupareja sentimental cuando sta queda detenida. En ambos casos, puede decirse que son delitos cometidosporamor.Sonpocaslasmujeresqueentrandirectamente alaredde traficantes,ytodasellascumplenpapelesmenores,aunquesussentenciasseancasi 11iguales a la de los hombres emparentados, sobre todo cuando son encarcelados al mismo tiempo.Esciertoquehaycasos,msnuevos,endondesepuedehablardetrficode drogasporlacantidadqueessecuestradaenunprimermomento,peroanenestos casos, se trata de los eslabones ms dbiles, y por ende ms visibles, de las poderosas redes de narcotrfico. Cadavezhaymsmujerescondenadasporeldelitodecomercializacindedrogas.A vecesvieneadosadoconeldecorrupcindemenoresyprostitucin,aunqueenla muestrademujeresdenuestroestudioestaasociacinnotienerepresentatividad.Solo en un caso, una mujer est cumpliendo una pena por comercializacin de drogas, aunque regenteabaunprostbuloenunaciudadpetrolera.Sucondenaseaplicsoloporla cuestin de las drogas.Para estas mujeres condenadas por este delito su estada en la crcel suele ser dolorosa. Algunassondrogodependientesperootrasnohanaparentadosufrirdesndromede abstinencia.Lasprimerassuelenarreglrselasparacontinuarconelconsumodedroga mientraslasquehanparticipadoperosoloencalidaddecomercializacinpercibenla crcelcomouncastigodesmedido,aunquesiempreenlalneadenoquejarsedela condena que se les ha impuesto.Lavidadeunadeestasmujeresformapartedeloquesehadadoenllamar unidadesfamiliaresdelictivas.(AyaRamrez1998)Enestemomento,estndetenidos ella,sumarido,unhijoysunueraporelmismodelitodecomercializacindedrogas. Adems, un yerno est detenido con una pena muy alta por homicidio estando, adems, con HIV positivo. Otra de las hijas fue detenida por un tiempo por robo, aunque despus fuesobreseda.Laltimavezquelavisitamoslasituacinfamiliarestaba,sisepuede, msdeteriorada:unhijoestabainternadoenunpsiquitrico,yotro,aparentementeno biolgico, se haba suicidado.Ella,almomentodeserdetenida,estabaenlibertadcondicionalporotrodelito relacionadoconelmismotema,porlocualalsercondenadayunificandolaspenas, termina con una condena de ms de ocho aos. Esta mujer es muy activa, trabaja sobre todoenlacocina,preparandocomidaquedestinaadosfuentes:lafamiliaqueesten libertad pero con grandes dificultades econmicas, y para la venta. Tiene bastante xito y logra al menos alimentar a los suyos. Como est todo el da ocupada, son pocos los ratos libresenquepuedesentirseentrerejas.Perosesienteapenadaporhabersevisto involucrada y, sobre todo, por estar en la crcel en vez de criando a sus hijos en libertad. Esunamujermuyemprendedora,activa,solcita,difcilmentepuedaestarmetidaen problemasdentrodelacrcely,antesdelacondena,estabailusionadaconsuprxima libertad.Ellapercibequedebeseguirluchandoporsufamiliayquelacrcelleest quitando una parte importante de su vida. Pero no se deja llevar por estos pensamientos pesimistasyponeenmarchaformasdeenfrentarlasituacin:laprincipalconsisteen preocuparse y ocuparse de la integridad de la familia, visitar a su esposo e hijos cuando el sistema se lo permite, cuidar por la salud de sus hijas, una de las cuales tambin es HIV positivo.Ademsparecesercreyente,apoyndoseenlabondaddeunDiosquele permita sobrellevar la situacin. En las visitas familiares se nota el cario con que recibe a sus parientes, los atiende, les da de comer, prodiga cario e intenta transferir el optimismo porelfuturo.Alavez,nodesconocelafrecuenciadeldelitoensufamiliaysupropia participacin,siendoahoralacrcel,paracualquieradelosmiembrosadultosdesu familia, una posibilidad cierta en el horizonte de sus vidas.En otro de los casos, la mujer est condenada a una pena de cinco aos tambin portrficodedrogas.Sumaridoharecibidoigualpena.Estamujerestenmalas condiciones de salud: se le brinda la medicacin por sus problemas cardacos, recibe un rgimen alimenticio especial para aumentar de peso pero no se le ha dado cabida a una 12enfermedaddelamcula(oftalmolgica)quelapuededejarciegaconelcorrerdel tiempo.Sinembargoellanosequeja.Sibienlacrcellaafectacomoacualquier persona,tienepuestosuintersenelcuidadodesumaridoysusreclamossedirigen antetodoanoperderningunadelasvisitasquetieneprogramadasalaunidad penitenciaria donde l se encuentra. Considera que su marido le ofreci un homenaje de amor,segnsuspropiaspalabras,coneldelitocometido 11 yaqueeldineroque obtuvieran iba a ser destinado a atender la enfermedad de su vista. Con otra detenida han iniciado un micro -emprendimiento dedicado a preparar comida para su venta y armar los adornosparafiestas(cumpleaos,compromisos,ytodoeventoquepuedaestarasu alcance)porahora.Quierenexpandirseenlosrubros,hanbautizadosuempresay cuando una de ellas alcance la libertad condicional quieren tener un local comercial. Para esta mujer su nica preocupacin ha desaparecido con la condena: que ella quedara libre o con una pena menor que la de su marido.Ahoralacrcelnosignificamuchoparaella,yaquedeclarndoseinocenteobien esgrimiendo que fue un acto de amor de su marido hacia ella, borra las consecuencias de unavidacarcelaria.Endosaosquellevapresanohaadquiridonisiquieraun vocabulario propio de las crceles; para despus de la condena ha empezado a disfrutar dealgnsignodejusticiaensuvida(porlascondenasrecibidas)ysobretodode proteccinmasculinaquemuyanheladaporella,temienalgnmomentoperderla. Trabajando y delineando un futuro promisorio, o al menos mejor que su pasado, no se ha integradoalcaoscarcelario;msbien,permaneceensusbordessinserpartepresente aunquesinpoderdesligarseenformatotal.Ensupercepcin,estdepasoyno encuentra razn para ser una presa.Los recursos ms extremos

En este apartado queremos mostrar algunas formas que consideramos extremas paralucharencontradelainstitucionalizacinyrecuperarlomejorquepuedan encontrar en una crcel a mujeres con las caractersticas como las antes descriptas.I. Untemarecurrenteeseldeseguirconlosacontecimientospersonalesyfamiliares, cambiando solo el lugar de celebracin. Se trata de las fiestas, ya sea tradicionales como NavidadoAoNuevo,oparticulares,cumpleaos,compromisos,yeventualmente casamientos. Las mujeres siguen buscando el amor al que no renunciana pesar de las experiencias ya vividas. Suele haber un activo correo con hombres presos en otras unidades; una vez pasado el tiempo de las cartas, pueden pedirse visitas para conocerse, se hacen novios y luego el tiempo dir.Mientras que las fiestas tradicionales transcurren en un clima de congoja por su ausencia delncleofamiliar,yaquelavisitaestprogramadaundaantesparaevitar complicaciones, y a la par es difcil que los juzgados autoricen visitas domiciliares por falta depersonalyrecursoseconmicosparatantostrasladossimultneos,los acontecimientosfamiliaressevivencondicha.Lasvisitastraenlasvituallas correspondientesyladetenidasuelecontribuirenunagranmedidaparaarmarun ambiente acorde con lo que se celebra. Si no estuvieran las rejas y las celadoras dara la impresin de que se trata de una fiesta comn. Las dems detenidas suelen retirarse del

11 Yaqueenelj uicioseargumentqueellaerainocenteporquenoconocalacargaquellevabalacamionetaqueel maridoconduca.Nosabemossiestoescierto.Eldijoqueasumiratodalaculpayaslointenteneljuicioaunque ambos fueron condenados a penas iguales. 13lugardelacelebracinparapermitirunaprivacidadqueaunquelimitadahacequeel acontecimiento pueda vivirse como ntimo. 12 Sin embargo, las dems detenidas contribuyen activamente al xito de la fiesta aportando sutiempoyavecestambinalgunosrecursosimprescindiblesparacrearelclima adecuado. Escomosiestuvieranencasa,oalmenos,comosipudieransentirseencasaenun acontecimientofamiliaryhastarutinariocomoloes,porejemplo,unafiestade cumpleaos. Salvo que estando en la crcel la dimensin que adquiere es de un suceso extra- ordinario y por ello la etapa previa es de suma importancia para que en el momento nada falle. Son das enteros los que se dedican, con entusiasmo y esperanza de que todo salga bien. En una fiesta de compromiso a la que asistimos se cuidaron los ms mnimos detalles como si se jugara todo en el escenario de la celebracin: desde los regalos para losinvitados,laspropiasinvitacioneshechasenformaartesanal,lavajilladecartnfue adornada minuciosamente y un elemento por vez, hasta el vestido y maquillaje de la novia y porsupuesto, latorta. Todas se vistieronpara la ocasin, que serealizen un horario habitual de visita. El novio estaba tambin muyesmerado en su aspecto y el intercambio deanillosfue,paratodos,unmomentoemotivo.Ambosnoviosconocenlacrcel 13, ninguno ha tenido una vida de oportunidades y compartan una historia de sufrimiento. Sin embargo, en ese preciso instante, se utilizaron todas las habilidades al alcance para que todoocurrieratratandodeponerentreparntesiselmbitocarcelario,enunintentopor dejarauncostadolarealidadduradelasituacin,movilizandouncolectivodefuerzas pararealizaruneventoapesardeloslmitesparticularesdeunacrcel.(Comfort2002)Nosotros mismos quedamos imbuidos de los nervios previos a la llegada del novio, con el retrasoconsabido, delaemocincolectivaenelmomentodelosvotosdecompromiso como de la tristeza ocasionada por la obligatoria partida del novio y su familia que no se incluye en el esquema general de este tipo de fiestas. En ese momento todos retornamos a la realidad.Creemosqueenesosinstantesseponenenjuegolasfantasasdeunavida comn, sin los estresores de la crcel y de la sociedad pero desoyendo las alarmas que suenen en todas partes sobre que esos sueos se harn casi en forma inevitable aicos porquelaexclusinsocialnopuedesobreponersesoloconesperanzaydeseos. 14 La crcel no puede devenir en un satlite del hogar ni de la sociedad donde las cosas fluyen dentrodeloscarrilesesperados.Duranteeltiempodecualquiercelebracinlacrcel parece ser un lugar lo ms parecido posible a una casa o un saln de fiestas, pero todos sabenquees una ficcin aunquesela disfrute como si fuera un mbito real degoce. El finalpre-anunciadohacequeesteescenariosevengaabajoconunasrdidarapidez, poniendo las cosas otra vez en su lugar. Pero, durante el tiempo de la fiesta, el placer que all se busca y encuentra resulta insustituible y reparador, convergen las proyecciones de uncursoalternativodevida,elescenariodefantasasehaceporunpequeomomento unarealidadqueseraimposibleenlavidacotidianadeestaspersonas.Elesfuerzoy gastos de los preparativos han valido la pena.II.Un tema de otra ndole pero que apunta en la misma direccin tiene que ver con el usodelacrcelcomorefugiodelsufrimientoyapasado.Dosmujereshansido reprochadas por crmenes cometidos contra sus propios hijos y se las ha sentenciado con

12 Estnpresentes sololas que hansidoformalmente invitadas a travs de invitaciones hechas durante la etapa de los preparativos. 13 Aunque al momento del compromiso solo ella estaba detenida. 14 Dehecho,enestecasopuntualelnoviomuriunpardemesesdespusporheridasdearmablancaduranteuna pelea en la ciudad natal de ambos. La novia si bien acongojada no estuvo sorprendida. 14laspenasmximas,queresultaronserlosprimerosenlahistoriadelacriminalidad femenina de la Provincia del Neuqun. Losdetallesdelosdelitoscometidosporestasmujeresnovienenahoraalcasopero coinciden en que fueron condenadas por matar a un hijo recin nacido en un caso y en el otro a su familia compuesta por dos nios y el esposo. Aunquelosabogadosdefensoresdeambasapelaron,sussentenciasquedaronfirmes. Ellas las parecen haberlas aceptado sinmuchas vueltas. Hasta ahora, no se han referido a este tema despus de sus respectivas condenas. Lo que aqu nos interesa es destacar las formas de organizacin de sus vidas dentro de la crcel. En uno de los casos, el de M., tiene una hija de unos ocho aos al cuidado de la abuela.LarelacinentreM.ysumadreescomplicadaysesospechaquepudohaber sido uno de los factores que desencaden el desastre. M. si bien ha pasado por perodos de angustia y depresin, una vez conocido su futuro contina con la crianza de su hija a ladistancia.Laabuelacumpleregularmenteconlasvisitas,tresvecesporsemana, llevando a su nieta con los tiles escolares para que ella haga sus deberes en compaa de M. Al estar mediatizando la relacin con su hija no sabemos cul es la percepcin que tiene M. sobre su actual rol materno. Sin embargo, prepara un escenario lo ms parecido posible a un living de una casa comn, con la merienda y un espacio razonable para ella y suhijaendondeayudaconlosdeberesescolares.Despuslaniapasauntiempo jugando con otros nios que van a la visita. La despedida suele ser dolorosa, ella desde el patio observa el tiempoqueabuela y nietaesperan elcolectivo para irse, muchas veces lagrimeando. Despus, recoge todo, limpia y ordena y retoma una suerte de cotidianeidad domstica, como si efectivamente no estuviera transcurriendo su tiempo en una crcel, y alavezhacindosecargodelaslimitacionesynormativasdeunacrcelenforma reconocida.Esellalaqueacompaaenelemprendimientoalaotramujerpresapor trficodedrogas.Ambastrabajantodoelda,semantienensiempreocupadascomo cualquiermujerqueacostumbrabatrabajar,mantenerelhogaryhastateneruntiempito paraellasmismas.ParecequenadahubieracambiadoenlavidadeM.salvoellugar materialendondetranscurreahorasuvida.Alavez,esunadelaspocasmujeresque estnagradecidasconelpersonalpenitenciariopues,segnella,hanayudadoen momentosendondetenanqueentregaralgnpedidoyloshorarioscarcelariosyde requisas se lo hubieran impedido si se hubieran cumplido. Estas excepciones hechas por elsistemapenitenciariosondiscrecionales,noquedaregistroalgunoaunqueseconoce porodas,incentivandoelniveldeconflictoenotrospabellonesoconotrasmujeres presas por los privilegios concedidos sin razones visibles.Se muestra como si el encierro carcelario actuara de proteccin emocional frente al delito por el que fue condenada y de salvaguardafsica,porladistanciayescasotiempodequedispone,encuantoasu relacinconlamadre.Enotraspalabras,tantolacondenacomolacrcelhansidouna tabladesalvacinfrentealmarasmoemocionaldesencadenadoporestatragedia.Le proporcionaunapautadeorganizacindelmundo,desusideas,percepcionesyhasta vnculos.Ellaseaferraaestasreglasdeljuegoyaqueporsmisma,dejadasolaenel caso de que hubiera sido declarada inocente, no hubiera quiz podido concretar. LasituacindeS.essimilar.Ellayanotienedequinpreocuparsesalvosus padres en forma directa y los hermanos indirectamente. En los casi cinco aos que lleva presahatransformadoelespaciocarcelarioenunodomsticohabitadopormuchas personasdelmismosexo.Tieneunarutinadiferenteparacadada,coneltiempo ocupado en estudiar, limpiar, ayudar a sus compaeras a redactar las notas que desean presentaralasautoridadestantocarcelariascomojudiciales.Tieneunaagendadonde apunta todas sus actividades diarias junto a los nmeros de telfono de las personas con quienessiguemanteniendoalgunarelacin.Lasvisitasdesusfamiliaresyamigoshan mermado con el correr del tiempo y aunquedecepcionada es reacia a compartir la visita 15deotrascompaerascomosuelesuceder.Entoncessequedaenlaceldaleyendo, escribiendo cartas o mirando televisin. No ha adquirido la jerga carcelaria, sus gestos y actitudessoncomunesynosedistingueenellaunaidentidadtumbera,almenospor ahora. Se arregla con lo que tiene, pero consigue estar a la moda en los cortes de cabello y en la ropa. Su salud ha mejorado a costa de pedir la utilizacin de los servicios de salud, yesquiendedicamstiempoenhaceralgunosejerciciosfsicosparaevitarlosefectos negativosdelencierro.Sueletenerrecadasencuantoaafeccionescrnicas,gastritis, doloresdecabezaymuscularespropiosdelasposturasquesetomancuandonohay espacios libres para desplazarse.Ha retomado elltimo aode la escuelasecundariacon diferentes resultados segn las materias que le han tocado para rendir el examen correspondiente. No se desanima, pero tampoco piensa en el futuro. Su vida parece transcurrir en un eterno presente del que no se queja, pareciendo haber aceptado su condicin de ser presa por tiempo indefinido.Cabe notarquefueunamujeractiva,trabajadorayvital.Ahora sibiensequejapor algunasdisposicionesadministrativasqueleresultaninapropiadasnosueleentraren grandesconflictos.Esmuyrespetadaenelpabellneinclusolainvitanapasearpor otrospabellones,unadistincindelaquecasinadiegoza.Lacrcelnoesunlugar crimingeno porque ella no ha sido una delincuente. Tampoco parece apreciarla como un espaciocerradoporquedespliegaunavariedaddeactividades,temasdeintersy conversacinymantieneuncontactobastantefluidoconelexterioratravsdela televisin, la radio, los chismes que entran con las visitas y las cartas.Esdifcilhacer congeniar lo que se conoce sobrela crcel a travs de nuestra propia experiencia, de las historias y realidades de otras mujeres y hombres detenidos y de los resultados de otras investigaciones sobre el tema con lo que ocurre con estas dos mujeres.III. Unltimorecursoextremoquequeremosdistinguireselqueserefiereala percepcin de la crcel como el nico hogar que se ha tenido.Esunpasomsde sentirsequeseestnpasandounasvacaciones;lacrcelesmasbienunlugarpara vivir.Estosignificaquelavidafueradeellahatranscurridoenlacalleoenzonasdel interiordelaProvinciaqueestnmuyalejadasdeloscentrosurbanos,oande localidades de menor complejidad. Senoshacedifcilconcebirestasituacinendondeunainstitucinquehasido caracterizadacomoellmitedeunsistemademocrticopuedeservirdehogarpara algunas mujeres. Pero, de tener casi nada al momento de la detencin se pasa a un lugar en el que se encuentra un techo, comida al menos dos veces al da, proteccin contra el fro(enunaProvinciaconrigorclimticoinvernal),serviciosdesalud,sepuedeasistira clasesdenivelprimario,ysobretodo,haygenteconviviendoenunamismasituacin.15 En el caso de D. viva en un paraje muy aislado en el fondo de un lago, con nieve invernal queimpedalasalida,yconvecinosquenoestabanamenosdedosotreskilmetros. Las tareas del campo son pesadas y las comodidades mnimas. Protegerse del fro puede llegar a ser una tarea que insuma casi todo el da y que resulta, a veces, infructuosa. Lo mismo corre para la alimentacin y para mantener vivos a los pocos animales con que se cuenta. Estasmujeresnotienenproblemasparaadaptarsealavidacarcelaria.Porelcontrario, parecen sorprendidas de las comodidades que tienen al alcance y una vez que aprenden lomnimoparasobrevivirdentrodelrgimencarcelarioseconsideranensucasa.Su relacin con las normas penitenciarias es casi de indiferencia: no pelean contra ellas y las aceptan en la medida que les conviene.No es el caso delas detenidas queparticiparon

15 EnestoscasosnohayunregistrovisibledelasfalenciasdelosdistintosserviciosqueelEstadoestobligado legalmente a brindar. 16enlainvestigacincitadaalprincipioenlacrceldeSanQuintnendondeellas considerabanqueestabaninsensibilizadasrespectodelanormativa,muchasveces brutal,invasivaydesprovistadesentido;tampocoluchan,comohemosdescrito,contra las consecuencias negativas que acarrean. Las aceptan como moneda de cambio para su propioynovedosobienestar.Tampocoparecentenerunaadaptacinparadojalaeste sistema,considerandoquesibienenlasuperficiepuedeparecerviolentoy deshumanizante,enelfondolasayudara rehabilitarse.Ellasnotienenestas preocupaciones; el balance es positivo. De hecho, mediante un juicio abreviado, D. asume todalaresponsabilidadporeldelitodelaqueselaacusamientrasquesupareja sentimentalquedaabsuelta. 16 Msan,buscaactivamentemejorarsusituacin ambiental tratando de cambiar a un pabelln ms cmodo. La nica forma es teniendo un hijoyaquesetratadelqueocupanlasmadresconhijosinternadosconellas.Deeste modobuscaquedarembarazadayahoraapocosmesesdedaraluzocupaunadelas casas destinadas a tal fin. El panorama de sus vidas previas ha sido tan devastador que pueden hallar un nuevo sentido a su vida, aunque sea temporal, an sabiendo que le va a ser costoso mantener a su hijo con ella cuando salga en libertad.Para quienes somos observadores atentos de la realidad carcelaria la situacin de estas mujeres presenta undesafo queno hasido tratado, hasta donde sabemos, porla literaturacientfica.Creemosquevamsalldeunailusindehabermejorado transitoriamentelascondicionesdesusvidas,vacaciones,descansointermedioo comoseloquierallamar.(FerraroyMoe2003).Enotraspalabras,noescomosi estuvieranencasa,ocomosisesintierancomoencasa,esmsbienesestaren casa.Esta situacin nos esciertamente desconcertante;las fantasas ocupan poco lugar enla obtencindeunescenariodevidaquefueraimpensado,noporestarpresassinopor tenerunlugarderesguardoentodoelsentidodelapalabra.Loquepesaenestas condicionessonlasrealidadesmaterialesyprcticasquesatisfacenholgadamente, segnsuspercepciones,necesidadesquecasinuncafueronsatisfechas.Nofantasean con una realidad, no pueden preocuparse por su transitoriedad, no domestican el mbito carcelario, no se sienten presas ni consideran que puede llegar a ser una alternativa para suvidaprivada.Esloqueahoratienenyesbastantemejoraloquetuvierono,quiz, tendrn.- Puedenlaspersonas habertransitadoporvidas queseananmsmarginalesy violentas que un mbito carcelario? Sin duda la respuesta es afirmativa. Y si an cupiera algnotrorasgodelsistemacarcelarioquelesotorgueunsentidodebeneficio,sus relaciones con las celadoras parecen darle algunas pautas de convivencia que convergen enunsmildeunasocializacin faltante.Hemosdeenfatizardequenosonmujeres ignorantes, malas, o que estn en los bordes de la civilizacin. Nada de estos podra serles adjudicado. El trato que les ha dado la sociedad en la vida libre, esa sumatoria de marginalidades,terminaporllevarlasa unextremolacrcel, dondeencuentranalgn sentido posible a sus vidas.Conclusiones Hemos queridodelinearciertasasformasquealgunasmujeres detenidascreany usanparaposicionarseactivamentefrentealrgimenpenitenciario.Puedenllegara construirsemsomenossatisfactoriamentecomoagentesdeunarealidadqueesdel todo adversa, minimizando en la medida de sus posibilidades, las consecuencias nefastas de lavidaen unodelos sistemas ms fuertemente jerrquicos de la sociedad.En estos

16 Estamos analizando un solo aspecto del caso que presenta la situacin de D. ya que frente a la aceptacin de la crcel comounverdaderohogarseentrecruzaelhechodequeelabuso,fsicoysexualporpartedesucompaero sentimentalhalogradoatravesarloslmitesimpuestosporestesistema.Estesegundoaspectonosertomadoen cuenta en este artculo, aunque ciertamente no es de menor importancia. 17acomodamientos juegan factores propios del sistema, donde se busca o se genera grietas pordondeampliarlosmrgenesdedecisincomotambinaquellosprovenientesdesu vida anterior; van eligiendo los que se consideran que pueden ser aprovechados dejando ensuspensoaquellosquenoperoquevolvernaencontrarseunavezenlibertad.A pesar de que casi todas y en casi todos los casos se tendrn que volver a enfrentar en el mundolibre,seguramentetantounoscomootrospositivosynegativos-adquirirnuna nuevadimensinyaqueellasnosernlasmismasalmomentodesusalida.Son cuestiones relativas a sus biografas, situacin vital y circunstancias las que definirn, en ltima instancia, si los esfuerzos por estos intentos de minimizar las bases crimingenas del sistema penitenciario habrn servido de algo.

Bibliografa citada

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