los yatiris

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El poder de los yatiris Paulovich ®® La noticia de perfil Al saber que los marchistas que defienden el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) habían pedido dialogar con nuestro canciller David Choquehuan ca, no pude menos que alabar la inteligencia de aquellos al reconocer la importancia de los yatiris en la solución de los grandes problemas nacionales, como nuestro retorno al mar, el respeto a los marchistas benianos, el mejoramiento de nuestras relaciones con Irán, entre otros muchos temas. Ese enunciado fue determinante para abandonar Cochabamba en el día de su fiesta y pedir a mi transportadora oficial que me conduje ra en mi motocicleta Harley Davidson hasta la ciudad de El Alto, donde me esperaba mi amigo el yatiri Huayruru, que me informó acerca de la invitación que había recibido nuestro canciller David Choquehuanca y el viaje que este realizaría al lugar denominado La Embocada, en Beni. Mi comadre Macacha recibió mi pedido poniéndome muy mala cara por ser ella cochabambina y por verse obligada a abandonar súbitamente su ciudad justo el 14 de septiembre, pero al haberse constituido en mi protectora no pudo rehusar el cumplimiento de su deber. Efectivamente, en una sala reservada del „naiclúMalena me esperaba el yatiri Huayruru para abrazarme alborozado por la misión que cumpliría nuestro admirado amigo David Choquehuanca, que un día confesó ser yatiri, siendo reconocido en todo el país como el descubridor del sexo de las piedras. El yatiri Huayruru, emocionado, me contó que nuestro canciller había enviado como adelantados a la zona en conflicto a dos de sus colegas, los yatiris Calimán y Titirico, que marcharon con toda su parafernalia para realizar ofrendas a la Pachamama, es decir, „koasespeciales que conseguirían ablandar las exigencias de los marchistas benianos y, al mismo tiempo, rebajar los bríos de los militantes masistas presentes en la región para presionar y „sacarles la huananaa los que defienden el Parque Isiboro Sécure de la invasión cocalera. En su entusiasta relato me preguntó: “¿Tú crees, hermanito, en el poder de la Pachamama y de sus representantes los yatiris?”. Le respondí que sí, pues había comprobado que nuestros problemas más gordos habían sido conjurados por los yatiris como el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, que había aconsejado el  „gasolinazode Navidad, cua ndo otros yatir is fueron los en cargados de calmar a nuestra población. Ese momento, el yatiri Huayruru recibió una llamada telefónica desde la zona de conflicto, contándome que la llamada fue de los yatiris

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El poder de los yatiris

Paulovich La noticia de perfil Al saber que los marchistas que defienden el Territorio Indgena Parque Nacional Isiboro Scure (Tipnis) haban pedido dialogar con nuestro canciller David Choquehuanca, no pude menos que alabar la inteligencia de aquellos al reconocer la importancia de los yatiris en la solucin de los grandes problemas nacionales, como nuestro retorno al mar, el respeto a los marchistas benianos, el mejoramiento de nuestras relaciones con Irn, entre otros muchos temas.Ese enunciado fue determinante para abandonar Cochabamba en el da de su fiesta y pedir a mi transportadora oficial que me condujera en mi motocicleta Harley Davidson hasta la ciudad de El Alto, donde me esperaba mi amigo el yatiri Huayruru, que me inform acerca de la invitacin que haba recibido nuestro canciller David Choquehuanca y el viaje que este realizara al lugar denominado La Embocada, en Beni.Mi comadre Macacha recibi mi pedido ponindome muy mala cara por ser ella cochabambina y por verse obligada a abandonar sbitamente su ciudad justo el 14 de septiembre, pero al haberse constituido en mi protectora no pudo rehusar el cumplimiento de su deber.Efectivamente, en una sala reservada del naicl Malena me esperaba el yatiri Huayruru para abrazarme alborozado por la misin que cumplira nuestro admirado amigo David Choquehuanca, que un da confes ser yatiri, siendo reconocido en todo el pas como el descubridor del sexo de las piedras.El yatiri Huayruru, emocionado, me cont que nuestro canciller haba enviado como adelantados a la zona en conflicto a dos de sus colegas, los yatiris Calimn y Titirico, que marcharon con toda su parafernalia para realizar ofrendas a la Pachamama, es decir, koas especiales que conseguiran ablandar las exigencias delos marchistas benianos y, al mismo tiempo, rebajar los bros de los militantes masistas presentes en la regin para presionar y sacarles la huanana a los que defienden el Parque Isiboro Scure de la invasin cocalera.En su entusiasta relato me pregunt: T crees, hermanito, en el poder de la Pachamama y de sus representantes los yatiris?. Le respond que s, pues haba comprobado que nuestros problemas ms gordos haban sido conjurados por los yatiris como el ministro de Economa y Finanzas, Luis Arce Catacora, que haba aconsejado el gasolinazo de Navidad, cuando otros yatiris fueron los encargados de calmar a nuestra poblacin.Ese momento, el yatiri Huayruru recibi una llamada telefnica desde la zona de conflicto, contndome que la llamada fue de los yatiris Calimn y Titirico, que le comunicaron que el canciller haba llegado y que los brujos andinos se hallaban actuando ceremonialmente ante los marchistas benianos, sus mujeres y sus guaguachas, anticipando el xito total de Choquehuanca. A ratos pienso que el poder total debera ser entregado a los yatiris... y a sus amigos.