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1 Manual de Auto Ayuda para la promoción de la Salud Integral Luis Weinstein

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Manual de Auto Ayuda para la promoción de la Salud Integral Luis Weinstein

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DEDICATORIA CON AGRADECIMIIENTOS

Este Trabajo es el fruto de lo aprendido en muchas fuentes, la familia, los profesores, los amigos, los consultantes, los autores queridos, las asesorías, los alumnos, los asistentes a talleres., las redes… En esta instancia ,no deseo dar nombres de personas, pero quiero destacar especialmente el aporte de los equipos, en general de tipo interdisciplinario,en que me ha tocado participar. No los responsabilizo por ninguna afirmación, pero advierto que mis ideas y propuestas se han desarrollado en el crisol de los diálogos y los análisis de experiencias, y que ellos han sido los grandes facilitadores de la continuidad de mi proyecto. No puedo recordarlos a todos, pero, excusándome por cualquiera omisión, me gustaría hacer mención de aquellos grupos con quienes mi deuda es más conciente: el grupod de amigoa La Codoca, de la adolescencia, la Jota, el Centro de Demostración de Medicina Integral de Quinta Normal, la Unidad de Salud Mental de Aberdeen (Escocia), el Departamento de Estudios de la Escuela de Salubridad, la Cátedra de Medicina Preventiva Integrada a las clínicas del Hospital San Borja, el Servicio de Psiquiatría Infantil del Hospital Roberto del Río, el Centro de Higiene Mental y Alcoholismo de la calle Andes, la Red de Medicina Comunitaria de la Fundación Milbank, E.E.U.U., el Departamento de Ciencias de la Conducta de Berkeley, California, el Centro de Antropología Médico Social de Santa Rosa con Matta, los Centros de Salud Mental Comunitarios I y II y el de Matanzas de Buenos Aires, El Grupo de Salud Integral de la U.G.T. de Madrid, el Grupo de Estudios de Autogestión de Madrid, el Centro de Estudios de Salud y Población (Cespo), Quillahue y el Tideh (Talleres de Investigación en Desarrollo Humano), el Seminario-Taller Desarrollo a Escala Humana de Cepaur y la Fundación Dag Hammarsjkold, el Seminario hacia una Teoría del Bienestar Psicosocial del la Universidad Católica, el Consejo Asesor de la Fundación Canadiense Cuso, el Proyecto de Formación de

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Trabajadores de Derechos Humanos de América Latina de Ceaal, El Canelo y el I.S.S. de La Haya, La Casa de la Paz, las revistas Encuentro, Página Abierta, El Canelo, Salud y Cambio, Higia, Plaza Pública, El Utopista Pragmático, Flor de Pluma y el Fogón, la Red de Proyectos Comunitarios de Isla Negra y San Antonio, la Comunidad Terapéutica de Peñalolén, la Casa de Todos de Ñuñoa, el Programa de Desarrollo Humano del Ministerio de Salud, la Cooperación Italiana (Programa Salud), el Craps (Centro de Recursos para la Atención Primaria de Salud). El Programa Cono sur de formación para el trabajo comunitario en drogas la Corporación de Artistas pro Ecología, la Comunidda terapéutica de Peñalolen,el colectivo Creavisión de estudiantes de Valparaíso, la Corporación de Estudios de la Calidad de Vida,el Curso de formación de líderes del Antiguo Hospital San josé, el grupo promotor de la convergencia de medicina Humanizada e Integrada, el Diplomado sobre Convergencia el Centro de Desarrollo Humano Las Coincidenciasy los cursos de Guías Poéticos de Isla Negra…

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Índice Inicial

DEDICATORIA CON AGRADECIMIIENTOS ........................................................................................... 2

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................... 5

LINEAMIENTOS GENERALES PARA UNA FORMACIÓN BASADA EN LA AUTOAYUDA EN LA ORIENTACIÓN DE LA SALUD INTEGRAL ....................................................................................... 7

MODELO DE CURSO INTRODUCTORIO. ASPECTOS GENERALES .................................................. 12 ESQUEMA DE UN TALLER DE MOTIVACIÓN Y DEMOSTRACIÓN.................................................... 14 REVISIÓN DE LAS ÚLTIMAS 24 HORAS: .......................................................................................................... 18 PREPARACIÓN DE LAS PRÓXIMAS 24 HORAS ................................................................................................ 30

LA DISCIPLINA VINCULAR........................................................................................................................ 39

LA DISCIPLINA GRUPAL............................................................................................................................. 51

PAUTAS SUGERIDAS DE EVOLUCIÓN EN EL USO DE LA METODOLOGÍA............................. 57

BIBLIOGRAFÍA INTRODUCTORIA NACIONAL SOBRE CAMBIO Y NUEVO PARADIGMA. 64

NOTAS ................................................................................................................................................................ 69

ANTECEDENTES GENERALES QUE FUNDAMENTAN LA PROPUESTA..................................... 71

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INTRODUCCIÓN

Entendemos este texto como un manual… un escrito para tener a la mano. Como todo texto de esta índole, se trata de un compañero de trabajo de quien está en el tema , posee las inquietudes, la decisión, la práctica, la formación necesaria para… que le sea útil este libro que está , precisamente , orientado a la formación. Formación y no capacitación. Desarrollo, actualización de lo potencial auto eligiéndose, conociéndose, transformándose, en relación con los otros, asumiendo la individualidad, los vínculos significativos, la condición humana. Estamos en las antípodas de los recetarios, de la dirección desde fuera Se propicia el auto desarrollo Es un manual, para darle la mano y conversar, para discrepar sin inhibiciones, para un posible concordar desde la experiencia, desde la sensibilidad, los valores , los criterios personales Es un complemento para la actualización de proyectos de vida que integren el desarrollo personal como una práctica permanente en que se encuentran la ética y la higiene en el amplio sentido del término , en un asumirse uno mismo con autonomía, sentido crítico y responsabilidad Empecé a trabajar en desarrollo personal en orientación a redes comunitarias, en talleres grupales y en asesorías para el trabajo individual a partir de iniciativas personales desde mi adolescencia, tal vez desde 1946 Lo he hecho como parte de un trabajo formalizado, con equipos y respaldo profesional desde mi primer trabajo como médico, en 1958, en el Centro de Demostración de Quinta Normal . Desde entonces he recorrido un largo camino como facilitador en tareas formativas, dentro y fuera de Chile. Fue después del golpe de Estado del 73, en el exilio y el retorno bajo el régimen militaren que empecé a plasmar una propuesta metodológica en que se integra una concepción amplia de salud, con mi identificación con la problemática existencial , con el valor de la idea fuerza de la democracia participativa, con la noción de un desarrollo a escala humana y la mirada a la realidad desde la óptica de un nuevo paradigma cultural básico, paradigma ecológico, de la complejidad… Hitos importantes en ese proceso han sido mi sistematización del tema de la salud integral en el libro Salud Mental y Proceso de Cambio, escrito en el exilio , en Argentina, en 1975, que ha sido

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seguido de otros ocho libros de ensayo sobre el tema., mi participación en el trabajo de educación popular del Centro de educación para América Latina y en el Canelo de Nos en la década de los ochenta, del el Seminario Taller de Desarrollo a Escala Humana( 1984-86), mi trabajo en el Consejo Asesor de la Fundación canadiense para la cooperación internacional, Cuso , en un lapso semejante., la apertura del Centro Las Coincidencias de Isla Negra que dirijo, en 1991 El año 1994, como coordinador del programa de salud mental de la Cooperación Italiana en Chile escribí una monografía sobre “ El Desarrollo de la Salud y la Salud de Desarrollo”, sub titulado “Manual de autoayuda para la formación en Salud Integral”, que forma la base substantiva de este libro El libro tiene , obviamente, los ineludibles sesgos del autor, de orientación humanista, existencial y social..Lo que se pretende, hay que reiterar, es que los usuarios prueben, evalúen , investiguen y crean. Lo único que el autor insiste, empedernidamente, sectariamente… es en la necesidad, en el derecho, en la responsabilidad del ser humano, presente desde que es tal, en los albores de la historia, pero impostergable en nuestra época de crisis, de mega crisis, de hacerse cargo de su vida, de auto elegirse, de hacer lo equivalente a una mantención y un auto cultivo permanente El libro tiene una primera parte que equivale al lo que tradicionalmente se considera que es un manual, una segunda parte que corresponde a una fundamentación teórica y una tercera, constituida por varios artículos que giran sobre la concepción de salud integral y contribuyen , en su conjunto, a una mejor asimilación y discusión del concepto.

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LINEAMIENTOS GENERALES PARA UNA FORMACIÓN BASADA

EN LA AUTOAYUDA EN LA ORIENTACIÓN DE LA SALUD INTEGRAL

1.- La propuesta se inscribe en la búsqueda de un cambio cultural, especialmente en las dimensiones éticas y epistemológicas. No se subordina; no se identifica, integra el ámbito de lo médico, pero es de mucho mayor amplitud. 2.- La noción de salud apunta al desarrollo de capacidades humanas y al enfrentamiento de las necesidades, derechos y responsabilidades. Se inscribe en los niveles individuales, vinculares, grupales, institucionales, macro sociales , culturales y ecológicos , de diversa índole y extensión. 3.- La idea fuerza de integridad tiene diversas “dimensiones”: se asocia a los contenidos del nuevo paradigma cultural básico, a lo holístico, a la trascendencia de dicotomías y, también, a la consistencia ética, el “ ser íntegro” 4.- Se pretende articular esta visión neo paradigmática con los referentes avanzados de la cultura hegemónica, hacer un momento de diálogo de paradigmas, particularmente con lo que en salud pública se conoce como medicina integral. 5.- El marco del nuevo paradigma se actualiza en la propuesta de una ecología para vivir que abarca la concepción general de una racionalidad integradora y su proyección en la cultura y los proyectos de vida. 6.- En correspondencia con el terreno fundante del desarrollo humano, la conciencia es el campo último en que se dan los cambios y se proveen las bases dels proyectos de vida, y es el indicador más importante de la calidad de vida. 7.- En el centro del desarrollo de la conciencia se da la dinámica del yo y su ecología. Autonomía y participación son las fuentes de una tensión esencial Se asocian al integrarse en uno mismo y al trascender hacia los vínculos, hacia lo otro. 8.- La propuesta asume la diversidad, la existencia de múltiples orientaciones sobre desarrollo personal y concepción de la cultura y el ser humano. El sentido de tener un marco referencial es doble: el

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contar con cimientos que den consistencia a las prácticas y metodologías, y el contribuir a satisfacer la necesidad universal de seguridad y proporcionar continente, estructura. En el imaginario colectivo hay múltiples ideas y modelos de trabajo –espirituales, afectivos, de expresión corporal, artísticos, lúdicos- que es necesario respetar y contribuir a acercar a lo que son las historias personales y las fortalezas y debilidades de los partícipes. Es indispensable abrir espacios de diálogos para que, junto con explicitar los puntos de vista que se desea aportar, se den las condiciones para que se expresen las experiencias y las posturas de aquellos con quienes se trabaja. 9.- La propuesta es parte de un proceso que lleva a un autodesarrollo, una autoayuda. La meta de los cambios buscados es que los sujetos –en forma individual, en parejas y en grupos-, con autonomía y creatividad, extendiendo su influencia al medio, investiguen y creen sus propias prácticas transformadoras. La propuesta tiene el carácter de una facilitación, una mediación provisoria, en espera de que surja la motivación y las capacidades para autoconducir los procesos. Este pequeño esquema pretende sintetizar lo dicho, la propuesta de visualizar , de no perder ls conciencia una triangulación : la orientación de cada sujeto,las propuestas prewentes en su imaginario, la ineracción con el marco referencial y ñla metodología sugerida. ORIENTACIONES PERSONALES

PROPUESTA SALUDINTEGRAL OTRAS PROPUESTAS

10.- Formación y acción se articulan y complementan en la vida cotidiana Se proponen unas disiciplinas que no pueden separarse

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del fluir dela vida cotidiana, sus acciones, sus vivencias, la participación enla procesos de índole comunitaria y la posible práctica de otras actividades asociados al crecimiento personal. Hay un necesario fluir, nutricio, entre el vivir lo diario, el prepararse para ello –“afinar los instrumentos”- y el ser parte de esfuerzos sociales, ecológicos, culturales, encaminados a apoyar los cambios en el avance hacia la salud integral. Las disciplinas van evaluando y anticipando lo vivido. Es necesario tener vasos comunicantes entre aquello por lo que se lucha en el grupo de mujeres o jóvenes, la asociación ecologista o el espacio de diálogo social, y el cómo se da la convivencia en la familia, el centro de trabajo, o la instancia recreacional. 11.- Las disciplinas que se proponen son de tipo individual, vincular y grupal. Con las metas de asumir tanto la individualización como la compenetración con referentes universales, se opta pòr un trabajo con tres vertientes: a)Trabajo individual, consigo mismo, practicado, por lo general ,todos los días. b)Una instancia de elaboración con otra persona (trabajo vincular o en pareja), propuesto para una vez todas las semanas. c)Un camino de crecimiento grupal, con reunión una vez al mes. Es un sistema de trabajo flexible, en que el punto de partida depende del compromiso de cada uno, de la aproximación individual. 12.- Reconocimiento de la complejidad de la tarea y la necesidad de asumir dificultades en el tránsito de la autoayuda: Más allá de la simple resistencia al cambio, esta aproximación enfrenta el desafío de superar la tendencia al conformismo y la dependencia externa, que corresponden a rasgos arraigados en la cultural actual. No cabe hacer evaluaciones lineales sobre impacto; los efectos son muchas veces tardíos e indirectos, con una permeabilización del medio a los cambios esperados muy paulatina muy poco previsible. Las resistencias y los escepticismos de la sociedad son muchas veces reforzados desde las familias y los grupos de pares, como es la perspectiva en todo trabajo con una perspectiva transparadigmática. 13.- Transdisciplinariedad y rigor:

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Cultura, paradigmas, salud, ecología del yo…son campos referenciales en los que el sentir común se emparenta con la reflexión y los valores. La psicología, la antropología filosófica, la ética, la epistemología, el arte y el desarrollo espiritual se cruzan y se transforman, desbordando los cauces disciplinarios. Bajo el imperio de la racionalidad integradora, el rigor de lo bien precisado y focalizado debe interpenetrarse con la capacidad de apertura multidimensional, evitando los riesgos del verbalismo vacío y de la falta de esmero en la crítica y la evaluación. 14.- Las fases en el proceso de aprendizaje de la autoayuda: en la enseñanza grupal Sensibilización: Motivación, problematización del tema de la cultura y el desarrollo personal. Explicitación del marco referencial: Análisis de los propósitos, del encuadre de la época y de los principales referentes conceptuales. Demostración de las disciplinas: Con ejercicios, lecturas, discusiones, se da cuenta del aspecto práctico de la propuesta. Espacio de retroalimentación e integración en los proyectos personales: Se abren posibilidades de explicitar asociaciones, preguntas, rechazos: Se procura establecer enlaces con las historias personales, las fortalezas y experiencias, en general. Práctica experimental: Período de prueba de la disciplina individual, de búsquedas de asociados en la aproximación vincular y grupal y, también, de práctica de ellos. Reencuentro con el facilitador: Reforzamiento y adaptaciones metodológicas, aprovechando las fortalezas de cada uno. Auto-observación: Práctica sistematizada de la auto-observación. Re-orientación de las prácticas: de acuerdo a lo que parece más “apropiadas” para los partícipes. Fase de irradiación: Los sujetos asumen papel de facilitadores, generalmente limitado a personas con capacidades y tendencias a un liderazgo integrador. 15.- Diferentes papeles en relación con la propuesta:

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Otra manera de sistematizar lo planteado es describir, esquemáticamente, los roles desempeñables con relación a esta propuesta, roles tales como: Facilitadores de la propuesta. Asociados: personas que colaboran, desde alguna especifidad, como expresión corporal, epistemología, música u otras. Facilitadores de otras propuestas complementarias: como algunos terapeutas humanistas, personas que trabajan en climas institucionales, animadores culturales, terapeutas de reiki, medicinas florales y otros. Colaboradores contextuales: facilitadores de las condiciones para que los grupos puedan realizar sus prácticas. Son administradores o líderes receptivos. Personas en proceso de sensibilización. Personas en trabajo experimental. Personas que están en las prácticas de autoayuda propuestas, individual, vincular y grupal (una o más de una de ellas). Personas que han adoptado sus propias orientaciones y metodologías de autoayuda. 16.- Dentro de la orientación neoparadigmática integradora, la propuesta articula un trabajo de observación y reflexión, con el desarrollarse desde lo afectivo, lo valórico, lo comunicacional, la acción social y, en el fondo, la dimensión espiritual. 17.- Manteniéndose en el referente de salud integral y la racionalidad integradora básica, la metodología está abierta para que los facilitadores incorporen nuevos elementos, de acuerdo a lo que sean sus propias fortalezas.

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LA PROPUESTA DE DESARROLLO HUMANO; SALUD INTEGRAL Y AUTOAYUDA. Modelo de CURSO INTRODUCTORIO. ASPECTOS GENERALES 1.- Destinatarios: Profesionales de la salud y la educación, líderes de trabajo comunitario, facilitadores de ésta u otra metodología de desarrollo humano. 2.- Metodología: Discusión de conceptos, lecturas, experiencias vivenciales, elaboración de un aporte. 3.- Duración Tipo: 15 sesiones de 3 horas, aproximadamente. 4.- Principales Contenidos: Presentaciones, expectativas, temores, experiencias afines. Las bases del curso. Confiabilidad, opción constructiva, aporte a algún grupo social. Bibliografía. Salud, cultura y desarrollo. El ámbito de la salud integral. La noción de paradigma. El paradigma de la modernidad, el fundamentalista, el nuevo paradigma emergente. La crisis de la época, sus grandes rasgos. El desarrollo dominante. Modernidad y patriarcado. La problemática antropológica. La crisis constitutiva del ser humano. Desarrollo personal. Concepto. Desarrollo primario, secundario y terciario. Las diferentes ópticas con que se encara el desarrollo personal. El qué, el para qué, el cómo, el quién participa. Los grandes rasgos de la propuesta de salud integral y autocuidado. La temática de la elección. La elección de uno mismo. Las dimensiones del desarrollo de la conciencia. La temática de la identidad. Autonomía y participación. Conocimiento y pertenencia. Conformidad e individualización. Consistencia y difusión. Máscaras, sombras, espejos e imágenes.

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La ecología del yo. La noción de tres ecologías. La racionalidad integradora. La noción de poder. La orientación metodológica. Vida cotidiana y disciplinas. Sistematización de experiencias vividas en el trabajo con la metodología. La metodología individual. Objetivos, condiciones básicas, etapas, desarrollo en el tiempo. El proceso de apropiación. La relación con la cotidianeidad. El trabajo de pareja. Objetivos, la elección de pareja, la búsqueda de profundización, sus dimensiones. El ciclo de seis sesiones. Relación con la cotidianeidad. El método grupal. Objetivos, selección de sus miembros, adaptación a los grupos existentes, principales contenidos, relación con la comunidad. La facilitación. Conciencia y prácticas ante fortalezas y limitaciones. El aporte del participante. Discusión. Proyecciones. Sistematización. Evaluación. Perspectivas

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DESARROLLO HUMANO Y SALUD INTEGRAL Esquema de un TALLER DE MOTIVACIÓN Y DEMOSTRACIÓN DESTINATARIOS: Grupos organizados de trabajo en salud, trabajo social, educación, ecología, cultura, o tareas comunitarias. DURACIÓN MÍNIMA: 4 jornadas de 4 horas. Total: 16 horas. PARTICIPANTES: Entre 10 y 30 personas. FACILITADORES: 1 por cada 10 personas. METODOLOGÍA: Exposición, comunicación en parejas o grupos, imaginería, relajación, meditación, lectura analítica. DESARROLLO l.- Comunicación Inicial: Se procura crear un clima de acercamiento, respeto y seguridad. Para ello, los facilitadores deben tomar la iniciativa para presentarse y mostrar lo más transparentemente posible cómo se sienten y con qué expectativas, ansiedades, fantasías y recuerdos se asocian con el lugar en que están Es importante que todos los asistentes digan algo sobre ellos y cómo anticipan el desarrollo del taller, Es necesario cuidarse de no caer en el ritualismo, en los discursos hechos, estimulando a los que no se atreven a disentir, a los que tienen críticas, iniciativas o dudas. Se devuelve al grupo una síntesis de lo que han sido las participaciones iniciales y se pide que alguien trate de hacer una primera caracterización del grupo, haciendo hincapié en que se trata de una aproximación provisoria, encaminada a legitimar la existencia del grupo, del conjunto, con su clima, con sus diversas dimensiones de la salud. Desde el inicio, el grupo recibe mensajes en el sentido de que se quiere compatibilizar la participación con la conducción, como manera de lograr una propuesta compartida. Junto con ello, se comunica el deseo de establecer relaciones igualitarias, con una

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invitación a responsabilizarse por sí mismos y por los demás; entendiéndose que se trata de un espacio formativo, distinto a una terapia de grupo. Se debe modular entre la apertura emocional y el cuidado respecto a no exponerse a quiebres emocionales o situaciones tensas de cualquier tipo. Se pone un cuidado especial en la invitación a no competir, a aceptar los ritmos propios y los ajenos en las prácticas demostrativas. La comunicación inicial llega a su eje al puntualizarse la exigencia de discreción absoluta, de asegurar la confianza básica sobre todo lo tratado, sin dar lugar a excepciones como licencias para referir contenidos de lo que alguien pudiera compartir a sus seres más cercanos o a sus amigos comunes. ll.- Comunicación del Marco de Referencia: Se advierte que el tiempo no es suficiente para dar cuenta del conjunto de ideas de base y su fundamento. Se entrega un material escrito y se ofrece una bibliografía que permita contribuir a esclarecer la propuesta de cambio cultural y las características de los paradigmas básicos. En base a preguntas y al uso de esquemas en pizarra y papelógrafo, se trabaja sobre los conceptos de desarrollo personal y desarrollo de conciencia, concepto del yo y de ecología del yo, la concepción de salud integral y su relación con la articulación entre autonomía y participación, lo individual y lo social, lo ecológico, lo racional y lo no racional, la vida cotidiana, los compromisos de servicio y participación y las disciplinas formativas. Se trata de un conjunto de conceptos, enlazados entre sí, sobre lo que es dable avanzar a niveles muy diferentes según los grupos, la comunicación y el tiempo disponible. En la medida que sea necesario plantear pocos conceptos y priorizar en el marco, ejemplificando y produciendo intercambios sobre algunos de ellos, habría que asegurar que se afiancen debidamente tres planteamientos: a) El autodesarrollo como una posibilidad y un derecho, desde fines de la infancia hasta, muchas veces, una edad avanzada. b) La idea de ver como no antagónicos, como complementarios el cuidado de sí mismo y la cooperación con los otros.

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c) El enlace entre el conocerse y el intervenir para favorecer el cambio de uno mismo y, en lo posible, de los otros. lll.- La Propuesta Metodológica: Se destaca la centralidad del pluralismo y la búsqueda de autonomía. Hay, muchas veces, que reiterar, de diferentes maneras, de que se desea extender el convencimiento de que es imperativo, es sano, estar en permanente cuidado de sí -y de los otros-, conociéndose y creciendo. Ello puede ser hecho con la colaboración de la metodología, adoptada con o sin modificaciones, o a través de otros proyectos de desarrollo. Se explicita que las disciplinas no pueden aislarse de lo que es la vida cotidiana, de una continua revisión de lo que es la concepción propia de metas y valores, de la inscripción en la vida cotidiana y la búsqueda de cambios culturales. Se da una primera orientación, a grandes brochazos, sobre las tres disciplinas propuestas -individual, vincular y grupal-, insistiéndose en su condición de recursos convergentes para el cambio, asumiendo, reiterando que, en primera instancia, se trata de empezar a practicar la metodología y a relacionarla con la vida cotidiana. Se requiere de un tiempo para experimentar, empezando con la búsqueda de los compañeros -pareja o grupos-, haciéndose cargo que los grupos organizados tienden a comprender que se espera que reproduzcan lo aprendido sin mayores mediaciones. La Disciplina Individual: Es el pilar de la metodología por ser habitualmente el primero en iniciarse, el de práctica más frecuente, el que incide más claramente en la responsabilidad y en la capacidad de autogestión. A pesar de lo dicho, lo primero que se debe aclarar es que no se trata de un medio, de un recurso, de inspiración individualista. De acuerdo a la racionalidad integradora, se pretende traspasar la dicotomía entre lo individual y lo social. Se persigue facilitar la individualización, el conocimiento de sí, la integración interna, pero, al mismo tiempo, se busca el reconocimiento del otro como un igual,

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la apertura a la comunicación profunda, el desarrollo de un imaginario social, ecológico y existencial que favorezca la actualización de la conciencia sobre los avatares de la vida comunitaria, sobre el país y en proyección el planeta. A partir de la sensibilización y el aprendizaje inicial, puede darse una primera fase de búsqueda de las condiciones más propicias para iniciar la práctica, lo que obliga, a veces, a adecuar horarios, arreglar un lugar con el aislamiento y la privacidad requeridos, conversar con los cercanos para obviar resistencias o percepciones erróneas, o asegurar colaboraciones de personas como testigos o reforzadores del compromiso. En algunos casos, después se realiza una segunda fase de práctica parcial de uno u otro momento de la disciplina. Luego, se desarrolla el período de experimentación de la metodología, tal como ha sido propuesta. Después de un lapso variable, los sujetos están en condiciones de hacer sus primeras evaluaciones y optar por continuar, hacer algunas modificaciones, o no seguir en la práctica. Estos detalles son, en general, informaciones útiles para un clima de soltura y motivación. Se complementa la introducción especificando que se tiende a hacer la práctica cada 24 horas, aunque, en ocasiones, los tiempos se acortan o se alargan. La hora de realización es variable, siendo preferentemente utilizada la noche, al acostarse, la hora de regreso del trabajo, el mediodía y la mañana, al despertarse. Se informa que, de preferencia, se debe mantener el mismo horario, con el mínimo de variaciones posibles. Ello, en atención a la conveniencia de equilibrar innovación y rutina. En general, el último aporte introductorio es el énfasis con que se propone implantar una disciplina por un tiempo indefinido, ojalá para siempre. La validez no depende de lo que suceda en la demostración, sino en el laborioso proceso de hacer la experiencia durante el tiempo suficiente como para alcanzar a discriminar si realmente se vislumbra que se trata de una contribución al proyecto de vida personal. La práctica se divide en cinco instancias: preparación, revisión de las últimas 24 horas, trabajo con los niveles de conciencia y, en un momento distante, registro de la experiencia en forma de notas o grabaciones.

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Preparación: Se toman las medidas que fueren necesarias para minimizar el riesgo de interrupciones por llamados, timbres, teléfonos u otros medios. Se adopta una posición cómoda, sentada o acostada. Se cierran los ojos gradualmente, tratando de registrar bien las sensaciones. Se respira lentamente por la nariz, la boca cerrada, la lengua apoyada en el labio inferior. Revisión de las últimas 24 horas: Se llevan a cabo, sucesivamente, cinco (5) ejercicios: un recuerdo descriptivo de lo que ocurrió en el lapso indicado, un ensayo de fantasía sobre lo que fueron esas 24 horas de otra persona una valoración, autocrítica, sobre las 24 horas en referencia, una rememoración de los momentos más significativos, más impactantes, acaecidos en ese tiempo. Descripción: Con la guía del facilitador se recuerda el día anterior, desde el despertar hasta el momento similar en la mañana de la fecha presente. Si se trata de un día festivo, o de alguna manera no correspondiente a la jornada habitual, se acuerda hacer la revisión de otra jornada, en el pasado inmediato. Es necesario hacer la advertencia que los ritmos son diferentes, de que es posible que algunos se sientan muy apresurados o, al contrario, forzados a un ritmo lento ni vivido como natural. Hay quienes se distraen o, incluso, se duermen. Lo importante es tener conciencia de que se trata de una demostración y que cada participante deberá practicar por su cuenta, investigar cómo le acomoda hacerlo según su manera de establecer asociaciones o el funcionamiento de su memoria. Hay tres hilos conductores en este recorrido por las 24 horas; la conducta, los movimientos, las actividades; las vivencias, el ánimo, las fantasías, las distintas representaciones y un intento de imaginar qué sintieron las personas más relevantes cuando estaban interactuando con ella o con él. La forma tipo de guiar es la siguiente. “Vamos a tratar de recordar lo que hicimos en las últimas 24 horas. No nos preocupemos por ser ordenados o muy exactos. Estamos empezando a ensayar. Es posible que nos pongamos a pensar en otras cosas, que no me escuchen bien, que venga alguien y nos

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interrumpa. Intentemos hacer el ejercicio simplemente lo mejor que se pueda, sin tensiones, entendiendo que ejercitando nos irá saliendo mejor. Lo que vamos a seguir son tres cosas: lo que hicimos, lo que nos pasó íntimamente, lo que sentimos, y lo que creemos les pasó a las personas que estaban más cerca de nosotros. Tratemos de no quedarnos pegados en algún momento. Si les sobra tiempo o se quedan cortos, adáptense, después, en la casa lo harán a su manera. con mayor libertad.. Respiramos, sigamos el entrar y salir del aire. Fijémonos en lo que sentimos. Recordemos la forma como respiramos antes que yo dijera nada. Nos fuimos hacia atrás en el tiempo, sí, más atrás, cuando recién empezamos la reunión. Vamos viajando en el tiempo hacia ayer, hoy al despertar, anoche, más allá..., al despertar ayer... ¿Recuerdan?. ¿Cómo fue el pasar del dormir, al estar despierto?. ¿En qué ánimo estaban?. ¿Con qué claridad o confusión?. ¿Recordaban algún sueño?. ¿Cómo era?. ¿Qué sentimientos, qué personas, qué historia?. ¿Cómo transcurre el tiempo?. Levantarse, el baño, el desayuno....¿Con quién, con quiénes están?. ¿Qué parece interesarles a esas personas, cómo están?. ¿Qué hace usted desde que despierta hasta que sale de la casa, qué le va pasando por dentro, qué siente, qué piensa?. ¿Cómo es el trayecto hacia el trabajo?. ¿Camina, va en algún vehículo?. ¿Sólo, acompañada?.; acompañado?. ¿Va mirando, va hablando, qué va haciendo?. ¿Qué cree que va sintiendo la-las personas que lo acompañan? Ahora vamos siguiendo toda la mañana, hasta la colación, el almuerzo, esa hora del mediodía... Lo que fueron haciendo, trabajando, hablando...Lo que otros que estuvieron cerca de sintieron. Lo que les pasó por dentro a ustedes... calma, rabia, alegría, pena, preocupación, tensiones, fantasías, sorpresas, sensaciones de fuerza, de vida, desánimos, dolores... Traten de recordar...” Se sigue, luego, en la misma forma, recorriendo el día, destacando períodos, las comidas, la tarde, el regreso a la casa, el tiempo que transcurre hasta el acostarse. La noche, si fue tranquila con un dormir sin interrupciones; el despertar, los sueños. Se va

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combinando en diversas formas el entretejido entre lo que se hace, lo que se siente, lo que sintieron otros significativos. Si hay toses, risas, personas que roncan, interrupciones, es importante mantener un mismo tono de voz – cercano, seguro- y explicitar sobriamente que se sigue, a menos que el grupo entero esté sin poder concentrarse y lo que proceda sea interrumpir el ejercicio y conversar sobre lo que sucede, pero ello ocurre en forma muy excepcional. Si se trata de un grupo con alguna práctica en la metodología, deseosos de compartir con detalles sobre aspectos técnicos, entonces conviene abrir un espacio de reflexión antes de seguir con la etapa de evaluación. En general, procede optar entre hacer el intercambio al final de la revisión del día o al concluir toda la experiencia del trabajo individual. La “devolución” después del ejercicio comprende un espacio para la formulación de preguntas y para que se comparta la experiencia. A continuación viene la explicitación de objetivos, el marco de referencia y los aportes de tipo metodológico. Desde la óptica de la racionalidad integradora, en relación a la tensión entre lo individual y lo universal, el momento descriptivo tiene cierta polarización, rescatándose más la individualización que la apertura a lo universal, el compromiso que el desapego, la seguridad que la creatividad, la focalización que la multidimensionalidad. Es “del” individuo, se “apega”a lo que le ha ocurrido, se “atiene”, en lo posible, a la realidad, no a la innovación, se “detiene” en el transcurrir de la jornada, no examina conexiones, impactos. El facilitador desarrolla un guión de aproximadamente el tenor siguiente: “Llevamos a cabo la descripción de nuestras 24 horas. Supongamos que hemos concluido. Estamos en una demostración. Ustedes encontrarán el espacio y el momento para retomar el ejercicio. Ahora, pasamos a la segunda fase de la revisión diaria, la descripción de las últimas 24horas de otra persona.

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Vamos a hacer un esfuerzo de apertura, de abrirnos a la fantasía No describiremos algo vivido, entramos a pronunciarnos sobre …lo que estimamos posible. Otra persona…ustedes elijan quién …Se trata de un ejercicio, no de un compromiso de honor o de una ceremonia legal. Elijan una persona con quien les sea importante comunicarse y ustedes crean que..podrían mejorarse la comunicación, el vínculo , el conocimiento mutuo… Se hace el mismo recorrido anterior, los énfasis en la conducta, las vivencias, el contacto con otros… Hay que respetar las vacilaciones, los posibles rechazos… Se trata aquí de algo básico dentro de trabajo con la identidad, con la ecología del yo, de ponerse en el lugar del otro, de hacer un puente hacia la alteridad, de darse la posibilidad de salir por un momento del auto centramiento… Viene luego la fase de evaluación o autocrítica. Vamos a ver lo bueno y lo malo, aquello a lo que no podemos poner nota, lo que aprendimos. No nos sintamos obligados a definirnos, sobre todo. Puede haber muchas dudas. No nos paralicemos, tampoco, esperando un juicio muy riguroso. Es lo que podemos hacer ahora, con el ejercicio que tenemos en este momento... Empezaremos pensando, por un momento, en cómo queremos ser, cómo nos parece que debe “ser” un ser humano. Hablamos del equilibrio entre nosotros y los otros, lo otro. Puede que en ese momento se le haya hecho presente alguna distancia, otro centro, otro acento. Vean los que les ocurre ahora... cómo definimos en pocas, muy pocas palabras, cómo quieren ser. No lo olviden. Ahora, otra pregunta, ¿están siguiendo alguna cualidad, algún defecto, algo que observar a diario lo más frecuentemente posible?.. Veamos... Primero piensen en ese día que recorrimos, en esas 24 horas. Recuerden esa idea en general, ¿cómo quieren ser?. De acuerdo a ello, ¿cómo evalúan el día, lo positivo, lo negativo, lo que no está claro... ¿Surgen preguntas?. ¿Cómo evaluar el día que estamos revisando de acuerdo a cómo quieren ser?. Supongamos que lo hicimos. Veamos esas características, fortalezas o debilidades que estamos siguiendo, que quisiéramos

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seguir. ¿Qué pasó con ellas..., avanzamos..., habrá algo positivo, negativo, dudoso, algo que aprender?. Consideremos que ya hicimos la experiencia. Veamos, ahora, si tuvimos sorpresas, hallazgos, cosas que nos llamaran la atención sobre cómo actuamos, para bien o para mal. Veamos lo que hicimos, lo que se nos ocurrió, lo que soñamos, leímos, vimos en televisión, nos contaron... Hay algo para aprender, aunque ahora no esté muy claro, sólo sabemos que cierta cosa nos intriga, nos preocupa, queremos saber “más”. En la medida que se pase el examen de la familia u otras instancias, se sigue un orden similar al de la observación del sujeto. Igual que con la descripción, cabe la opción de abrir una conversación al terminar esta parte del ejercicio, o esperar el fluir de la etapa de revisión diaria o de toda la disciplina individual. La instancia de la evaluación, la autocrítica, impregna toda la racionalidad integradora. Es, seguramente, parte importante del centro en que se entrecruzan los cuatro pares de ideas-fuerza. INVIDUALIZACIÓN FOCALIZACIÓN CREATIVIDAD DESAPEGO COMPROMISO SEGURIDAD POLIDIMENSIONALIDAD UNIVERSALIZACIÓN

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En forma muy especial se da el espacio de integración, fundante, del conocerse y el desarrollarse, transformándose. Los objetivos de la evaluación son, posiblemente, mucho más obvios que los de otros aspectos de la metodología: La relación con el marco de referencia propende a la profundización crítica, a ahondar y a encaminar los fundamentos del acuerdo con determinados valores e ideas. En la medida que se vive ese proceso, se va facilitando lo esencial del autocuidado: la autonomía frente al autodesarrollo, el tener directrices propias. El incorporar la dimensión positiva, lo mismo que el legitimar las dudas, viene a abrir cauces para el paradigma no autoritario, en contraste con la tendencia dominante a polarizar en la deficiencia, y a no dejar espacio para lo indefinido y las interrogantes. El trabajo con rasgos positivos o negativos ayuda a articular lo cotidiano con el marco referencial, estableciendo un terreno común a la observación, a lo concreto y a la ética y las utopías personales. En el hallazgo y encauzamiento de los emergentes, hay un respaldo especial a la relación de complementación entre el investigar y el crear, descubrir, seguir, hacer asociaciones, innovar La etapa siguiente es de trabajo con las llamadas Emociones Angostantes. Desde el enunciado se hace necesario advertir que esta parte de la metodología es la que más puede producir distancia con los especialistas. Al mismo tiempo, tiende a ser la más cercana a los partícipes. Desde el referente de salud integral, se parte del supuesto que hay estados emocionales que « angostan » la conciencia, que hacen perder perspectivas, capacidad de armonía, amplitud. Son estados en que hay un malestar psíquico, una vivencia de pesar, de desagrado, que hace decir « estoy mal ». Nos referimos a la ira, a los celos, a la envidia, al rencor, a la ansiedad, a la depresión,

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encarándolas desde su lugar en situaciones definidas en que aparecen como reacciones frente a determinadas circunstancias. Por lo dicho, se acota que no se está enfrentando un estado depresivo o ansioso, o un episodio orgánico de violencia incontrolable. El centro está en las emociones reactivas. Un ejemplo clásico, con resonancia en los grupos de salud, es el de la reacción de agravio sensitivo cuando alguien habla del equipo y olvida mencionar a una determinada profesión. En las parejas, fuera de las celotipias patológicas, la reacción molesta porque faltó un llamado telefónico o no se desautorizó a un tercero que llevó a cabo una mirada provocadora fugaz. Se habla de negatividad en el sentido de salud, de reacciones que llevan al desgaste, que copan energías, que separan de las metas de la vida. Lo que se pretende es que la persona vaya tomando conciencia, identifique sus propensiones, las situaciones y reacciones que lo desbalancean, que aprenda una determinada técnica que le permita, paulatinamente, subir el umbral de sus reacciones, hacerlas menos destructoras, más medidas. Contra lo que pudiera pensarse, no se trata de inhibir ciertas emociones, es ir avanzando en la auto conducción de la conciencia, creciendo hacia una mayor autonomía para poder desarrollar las potencialidades personales e integrarse con los otros. El recurso que se plantea es, junto con asimilar la propia tendencia a ciertas reacciones desfavorables, ir adquiriendo confianza en que pueden producirse cambios, y practicar, concretamente, la imaginería, en relación con los estados afectivos, una fantasía tranquilizadora hacia la instancia concreta en que se reaccionará con cierto desequilibrio. No se espera que la persona inhiba sus emociones negativas, sino que las vaya superando en un proceso orgánico, en un crecer hacia más salud. Se guía, en forma habitual, partiendo de una constatación del recorrido que ya se ha efectuado: « Estamos haciéndonos una demostración del método individual, nos encontramos en la revisión diaria. Ya pasamos por la descripción, la evaluación, ahora vamos a fijarnos en nuestras emociones. Hay

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momentos en que reaccionamos con alegría, con compasión, con asombro. Otras veces, pasa algo y nos afectamos de una manera que, al contrario de las situaciones anteriores, nos sentimos mal y es como si nos achicáramos, nos empequeñeciéramos. Son la rabia, el rencor, los celos, la envidia, la ansiedad, la depresión. Es un estar mal, a consecuencia de algo, en que, después nos damos cuenta, nos hemos descentrado, que estamos actuando como si no fuéramos nosotros mismos. Nos gustaría haber reaccionado de otra forma. Sabemos que podemos hacerlo, que no es necesario quedar fijados, dando vueltas en algo sin poder recibir lo que pasa en forma libre, suelta, con un buen uso de las capacidades, Tratemos de recordar en estas 24 horas…, tuvimos un momento de « mala » exagerado, innecesario, una reacción desmedida. Veamos…, si no encontramos, movámonos hacia atrás…, tratemos de recordar… una reacción exagerada, que no nos gusta, que podría haber sido distinto. Miremos ese momento malo, ayer, o más atrás. ¿Qué ocurrió exactamente?. ¿Quiénes actuaron, qué hicieron?. ¿Cuál fue nuestra reacción, cómo fuimos afectados?. ¿En qué sentido cambiamos?. ¿Cuánto duró, queda algo de ello ahora?. Representémonos todo lo que pasó, pero imaginemos que reaccionamos con absoluta tranquilidad -es una fantasía-, imaginemos que nos mantuvimos serenos. Ese fue el gran cambio…, el único cambio ». Al fin de esta fase, como en las anteriores, cabe la opción de abrir el campo para intervenciones y preguntas, o seguir con la dinámica. Tal como en el caso anterior, aquí el radical de la integración es el que está en juego, el movilizar lo afectivo para hacer posible que se actualice la ecuanimidad. De todas maneras, hay una directriz que es promocionada, la INVIDUALIZACIÓN FOCALIZACIÓN CREATIVIDAD

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DESAPEGO COMPROMISO SEGURIDAD POLIDIMENSIONALIDAD UNIVERSALIZACIÓN Más distanciada de la cultura dominante, el desapego. Se espera que se limiten las reacciones afectivas más ligadas al apego, al yo. Los objetivos, en forma más general, de este trabajo con las emociones “angostantes” son los siguientes: Contribuir al auto conocimiento y la auto conducción de la vida emocional, con un enriquecimiento progresivo de la visualización de los límites y las posibilidades. Hacer un aporte sustantivo de la “economía psicológica”, al buen manejo de las energías, al rescate de capacidades, para enfrentar lo que se ha elegido como proyecto personal. Crear condiciones para intervenir en los equilibrios psicosomáticos, siempre influenciables por las acciones. Ayudar a discriminar entre perturbaciones “estabilizadas”, de causa orgánica o psicológica, y las reacciones emocionales, de origen situacional. Ejercitar la capacidad de utilizar la imaginación y de ponderar las fortalezas y debilidades Los Momentos Altos La etapa de revisión diaria termina con una exploración de los instantes más significativos producidos en el lapso que se examina.

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Si no emerge nada evidente, habrá que seguir examinando en el pasado reciente. Los momentos altos no son la simple condición anversa de las reacciones negativas. No son, sencillamente, raptos de expansión, de alegría, de goce. Es, más allá de ello, el vivenciar algo como especialmente conmovedor, como si la vida adquiriera otro sentido, otro valor. Han sido descritos por Abraham Maslow como experiencias altas, “peak”. Pueden ser instantes de contemplación de la naturaleza, de recogimiento con la música, de encuentro amoroso, de descubrimiento de verdades, de hallazgo poético, de ternura, de participación en una labor comunitaria. Se vive en los sueños y en la vigilia, solo o acompañado. Lo esencial es una peculiar pérdida de fachada, de máscara, un sentido de trascender, de estar conociendo más, un intuitivo valorar profundamente lo que está ocurriendo, y sentirlo diferente de las vivencias corrientes. Hay un juego entre las emociones negativas y los momentos altos. En nuestra cultura, en especial, es frecuente quedarse fijado en las emociones negativas, intoxicarse con ellas, mientras los momentos altos, nutricios, pasan luego al olvido, no son compartidos, no son incorporados a la memoria viva, al proyecto. Es la mala economía psicológica de doble entrada, desgaste innecesario con las emociones negativas, derroche, descuido con relación a los momentos significativos. Se facilita tratando de guiar y reasegurar, al mismo tiempo, a quienes se sienten muy ajenos a esta parte de la propuesta: “ Seguimos con los ojos cerrados, en el método individual, practicando la revisión diaria. Hemos hecho la descripción, la evaluación, el trabajo con las emociones negativas. Vienen los momentos altos... ¿Recuerdan algo especial en el día de ayer?. Una instancia en que todo parecía distinto a lo corriente. Más alto. De más significado. ¿Recuerdan?. Algo que soñaron, o vieron, o conversaron, o lo imaginaron. ¿Una música?, ¿una conversación?, ¿una escena de la naturaleza? Si no recuerdan nada de ayer, examinen para atrás un momento especial, en que era posible, a lo mejor, querer a mucha gente. Algo que vieron, que les pasó, que les contaron... Imagínense ese momento, tal como lo vivieron, lo que les pasó, cómo lo

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experimentaron. Reprodúzcanlo, sientan que no se les puede olvidar”. Ahora se puede seguir con la segunda parte del trabajo individual, la preparación del próximo día, o empezar a conversar, a revisar lo hecho. Con respecto a la racionalidad integradora, los momentos altos representan, al igual que la evaluación y el desapego de los momentos afectivos negativos, una fuente de energía, de facilitación de la función integradora central. INDIVIDUALIZACIÓN FOCALIZACIÓN CREATIVIDAD DESAPEGO COMPROMISO SEGURIDAD MULTIDIMENSIONALIDAD UNIVERSALIZACIÓN Los momentos altos, privilegian, sin duda, la apertura al amor y compromiso a la creatividad, a lo multidimensional, a lo universal. Son momentos de exuberancia, amplios, libres. Sin embargo, el sentido de especial significado, de estar conmovidos, junta el compromiso al desapego, hace de lo creativo también ocasión de seguridad, acompañan con individualización y focalización la vivencia de lo universal y la orientación multidimensional. Los momentos altos son, en realidad, instancias cotidianas en que se tiende a ver la realidad integrada, trascendiendo las dicotomías, aunque, sin duda, lo que en el momento es más sincrético, más indistinto, es el binomio compromiso/ desapego; desprendimiento de lo más pequeño, de las máscaras, apego a lo que se está viviendo. Los objetivos de incluir los momentos altos en la metodología son: Una contribución general al “espíritu positivo”, a la definición última, por participar en los cambios de sí y de los otros, por creer en ellos.

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Contar con un aporte “nutricio” en el equilibrio buscado a través de las disciplinas normativas y la intervención en la vida cotidiana. Ayudar al descubrimiento de fortalezas personales, asociadas : a la tendencia a los momentos altos en diferentes aspectos de la vida, como lo estético, lo comunicacional, lo intelectual, lo social. Aportar a la internalización de la relevancia de los diferentes estados de conciencia, en particular, a la existencia de niveles superiores a la conciencia habitual

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Preparación de las Próximas 24 Horas Asociado a la revisión de las 24 horas recientemente transcurridas, está la anticipación del próximo día de la misma unidad de tiempo. La idea es ir aprovechando, progresivamente, el conocimiento de las debilidades y fortalezas, sistematizando las evaluaciones, conociendo las fragilidades afectivas y las instancias propicias para los momentos altos, con el fin de ir “desarrollando” los días, afirmando los trabajos relacionados con rasgos personales, disminuyendo tensiones y aportando al proyecto básico. Se parte reconociendo la impredictibilidad de la marcha de los acontecimientos y el margen relativo de la influencia de las opciones personales. Se trata de operar sobre aquello en que es dable influir, adquirir la experiencia necesaria para ampliar progresivamente esa capacidad. El ejercicio tiene dos partes. Una de anticipación, la fantasía de qué ocurrirá a partir de la agenda de ocupaciones y pormenores de la vida cotidiana. La otra, es de propuesta de intervención de lo que puedo hacer para que yo y quienes están a mi alcance estén lo mejor posible en las próximas 24 horas. Se debe ejemplificar acerca de esta estrategia compleja que algunos utilizan: hacer una revisión “anticipada”, de fantasía, con las 4 etapas descritas, utilizando la relajación en ciertas instancias, consultando algunos sueños, haciendo notas para alguna entrevista, tomando el acuerdo de cambiar algo en la voz, en la postura, llamando a alguien para pedir orientación, haciendo el ejercicio de “serenidad” poniéndose en el caso de una posible reacción afectiva negativa, estando disponible para vivir bien lo que podría ser un momento alto. Se guía al grupo, recapitulando y enunciando el nuevo paso en la metodología: “ Después de la revisión de las últimas 24 horas, procuraremos pensar en las próximas 24 horas. Hagamos el ejercicio..., respiremos nuevamente, sentimos el latido del corazón... nos concentramos en escuchar ese sonido, así “vemos” el tiempo de un latido a otro..., dejemos que el tiempo “se suelte”... una hora más.., sigue latiendo el corazón... avanza el tiempo. Es mañana, al despertar...”

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Se prosigue intentando una anticipación del transcurso de esas 24 horas que vienen -al estilo de lo que fue la revisión-, lo que hacía, las conductas, las posibles vivencias de agrado, desagrado, quiebres, los momentos altos... Luego, una intervención”, ¿cómo hacer el día lo mejor posible?. “¿ Se imaginan cómo se podría hacer el mejor día posible?. Anticipar los riesgos, tratar de mantenerse sereno, estar permeable a lo significativo, lo “alto”...¿ Qué podrías hacer?, pensando en la mañana, la tarde, la noche...” También aquí existe la opción de interrumpir el ejercicio y hacer espacio para preguntar y discutir, o de proseguir con la última etapa. En relación a la racionalidad integradora, en esta fase tiene un relieve especial la dialéctica creatividad-seguridad. Hay una apertura innovadora en el “aportar” a anticipar, a intervenir el futuro. Sin embargo, el proceso está “asegurado”, contenido en una metodología que, además, toma en consideración lo preventivo, la necesidad primaria de precaverse. INVIDUALIZACIÓN FOCALIZACIÓN CREATIVIDAD DESAPEGO COMPROMISO SEGURIDAD MULTIDIMENSIONALIDAD UNIVERSALIZACIÓN

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Los objetivos de esta etapa, entre otros, son: Aportar a la relación general entre disciplinas y vida cotidiana, complementando la revisión diaria. Enriquecer, progresivamente, la revisión del día pasado, particularmente la evolución, facilitando el desarrollo de un espacio para evaluar esta preparación. Desarrollar la imaginación en la perspectiva de la “utopía concreta”..., privilegiando la fantasía sobre la acción diaria y su evaluación, conjuntamente con su “aterrizar” en logros susceptibles de ser visualizados, de entrar en la práctica cotidiana

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Trabajo con los Niveles de Conciencia Hasta ahora, la propuesta ha versado sobre el contenido de la conciencia, lo que se vivió ayer, lo que se anticipa para mañana. Existe la otra dimensión del trabajo de desarrollo de la conciencia, la que tienen que ver con su propia condición, no con los contenidos, con su “estado” o nivel. Es lo referente a la mayor o menor lucidez, lo que diferencia la vigilia del dormir, la conciencia lúcida de la obnubilada. Hay una corriente importante, en crecimiento, de miembros de grupos espirituales, terapeutas, científicos, educadores y trabajadores sociales que postulan la necesidad y posibilidad de alcanzar un crecimiento de la conciencia, hacia lo transpersonal, la mística, lo cósmico. Desde la perspectiva de la salud integral, la ampliación de la conciencia es un derrotero básico, en que es evidente que hay un desfase entre los que exploran en estados más avanzados de conciencia y la cultura dominante, cosificadora, instrumental. La relajación es una práctica que dice relación con las intervenciones en el estado de conciencia, que ha sido legitimada por la cultura médica y el sentir común; utilizada, en general, fuera del contexto en que se actualiza en culturas orientales, esotéricas o propias de pueblos originarios, Es a partir de la relajación, práctica al alcance de todos, sin serias barreras culturales en la actualidad, sin contraindicaciones, susceptible de ser incorporada a la autoayuda... que se plantea una posibilidad de articular direcciones paradigmáticas diferentes, de la modernidad y la del paradigma emergente, holístico. Se propone en la metodología, la práctica diaria de la relajación, como ejercicio que apunta al crecimiento general. Eso, independientemente del uso instrumental que se le puede dar para enfrentar tensiones o problemas psicosomáticos, o hacer ejercicios creativos. La relajación se aprende con facilidad, es aceptada culturalmente y, con frecuencia, quienes la practican encuentran personas cercanas con quienes es posible compartir experiencias en un plano de refuerzo al autocuidado.

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A partir de la relajación, se pretende abrir camino a la legitimación del explorar los estados de conciencia e investigar las posibilidades de utilizar la imaginería y realizar prácticas de meditación. La imaginería, contemplación o guía de la imaginería, que aparecen en la conciencia, es tanto un medio de autoconocimiento, como un camino para ensanchar el campo de representaciones y para enriquecer, la aproximación a la salud integral. Hay muchos usos de la imaginería, pero en relación con el marco referencial y la metodología que se presenta, los objetivos apuntan a: Colaborar al trabajo con el yo, posibilitar el desapego de sí mismo, disminuir la autoadhesión y, también, integrar las diferentes constelaciones de identidad -lo reprimido, la sombra, lo olvidado, lo difícil de imaginar en la vida diaria, los arquetipos del inconsciente colectivo-. Facilitar el ponerse en el lugar de los otros, tanto en el sentido de la comunicación profunda, vincular, como la visión más extensiva, la “imaginación sociológica”. La meditación busca la profundidad de la ecología del yo, la vivencia de trascendencia, de identificación con el resto de la realidad, con el todo. Es una práctica para afirmar, desde la identidad compleja, autónoma y participativa, el poder de ser, junto con individualizarse, tener relaciones de igualdad, colaborar en el desarrollo de una cultura solidaria y ecológica. La meditación está frecuentemente asociada con el autocentrarse, en desmedro del compromiso social. Igual que la imaginería, puede rescatarse un sentido central, de trascender, de ir más allá de los límites, precisamente individualistas, de la conciencia habitual. El trabajo con la relajación es el básico, aquel con que se inicia el uso de la metodología. Para muchos puede ser la única práctica empleada. Algunas personas, más ligadas a disciplinas espirituales, psicológicas o artísticas, encuentran el camino para utilizar imaginerías y/o meditación. Se hace la formación integrando relajación, imaginería y meditación, haciendo resaltar lo que se propone para la auto ayuda general. Lo que es atónomo y, para todos, es la relajación. En la medida que el grupo sea especialmente resistente a la exploración de niveles de conciencia o no se den las

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condiciones apropiadas, se hace la motivación inicial exclusivamente con la relajación en su forma simple, sin integrar imaginería y relajación. La relajación “compleja”, con imaginería y meditación, se hace aprovechando elementos coyunturales (climáticos o anecdóticos, por ejemplo), insertos en la dinámica del grupo y la metodología en que se trabaja. En la imaginería se privilegia el asociar la figura del “sabio interior” y el contraste entre la tendencia al autocentramiento y la búsqueda de relaciones de auténtico interés por el otro. En un encuentro con un grupo de salud, en un local con chimenea, un día invernal de mucho frío, se hizo una demostración aproximadamente como sigue: “... Hemos recorrido el día de ayer..., nos hemos anticipado a mañana..., aquí estamos juntos, haciendo un paréntesis... aislándonos para ir explorando como vivir mejor. Estamos aquí, sintiendo nuestro cuerpo, los pies en el suelo, la silla... en el aire... el chisporrotear del fuego..., tenemos los ojos cerrados, los párpados pesan, pesan. Vamos sintiéndonos más distendidos, más relajados, pesan las fosas de la nariz, los labios, las mandíbulas. Apretamos las manos... fuerte, apretamos... soltamos, nos estamos distendiendo... respiramos lentamente, más lento al exhalar, al inspirar tomamos el aire y sacamos el abdomen hacia afuera..., tomamos y sacamos... Ahora, lento, soltamos el aire, soltamos el abdomen..., el abdomen está pesado, hacia abajo pesado, hacia arriba pesado... relajados... tomamos el aire, llenamos... sentimos una luz que va subiendo desde los pies a la cabeza, blanca, como nieve, como frío... soltamos y hay un calorcito, baja la luz, tiene reflejos, como el fuego. Sentimos una especia de mensaje, nos quieren decir algo. ¿Puede ser?. Es extraño, no es una persona..., chisporrotea el fuego y lo entendemos, nos indica algo, la luz blanca y la luz con reflejos de fuego han ido formando una especie de alfombra que nos rodea, que nos empieza a llevar, sentimos el fuego hablándonos, muy personal, a cada uno. El viaje es importante, aprovéchenlo..., nos movemos, no hay dificultad para pasar paredes, para llegar al espacio, nadie nos ve, somos invisibles, el fuego sigue llegándonos... vuelen tranquilas, tranquilos... no tenemos frío, vamos confiadas, confiados, volando... sienten el pájaro que nos acompaña, como si nos viera y no quisiera que otros se percataran, pasamos nubes, bosques, ciudades... hay un

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campo... unos árboles grandes, antiguos..., son araucarias, vamos llegando, cada persona al lado de uno de estos árboles antiguos, los sentimos cercanos, hay un movimiento en las cortezas, es un ademán, un insinuar que toquemos un cierto lugar que se abre y va insinuándose más y más, ampliándose. Una habitación, parecida a la nuestra, cálida, con un fuego que no quema, que nos hace como un guiño... notamos que hay alguien junto al fuego, ¿es persona?, ¿es otra clase de ser?, sólo sabemos de inmediato que tiene que ver con la sabiduría... es humano... no es humano, tiene, no tiene género... ustedes lo están viendo... es sabiduría. ¿Cómo es?... se dan cuenta que el encuentro será bueno. Se acerca este ser sabio, acogedor, cercano... les va a decir algo... un mensaje... algo para ser transmitido a la persona del grupo con quien hablaron hace poco, a esa compañera o compañero, es una sugerencia sobre su desarrollo personal... que le mando decir... sí, lo transmitirán... algo más... un mensaje para todo el grupo... cuál es, qué nos dice como grupo... ya, agradecidos, nos vamos... nos detiene, nos pide que le hagamos la pregunta que queramos... qué le preguntamos... qué nos dice, estamos conmovidos... el fuego nos está diciendo que ya es la hora... nos despedimos con la seguridad de que podemos regresar, depende de nosotros... sí, nos dicen al unísono el fuego y el ser sabio, depende de ti... salimos, la araucaria se cierra, vamos en la alfombra, está tibia, volamos, atravesamos distancias, retornamos, percibimos el frío, el chisporrotear del fuego, los asientos, el suelo... estamos aquí, recordamos lo vivido, lo comunicamos, pero por un momento tratamos de separarnos de lo que pensamos, miramos lo que nos viene a la cabeza, figuras, colores, voces, ideas, se van alejando, las miramos como a nubes que se van, se van, se alejan..., si nos ponemos a pensar en que las miramos, contemplamos al que está observando, tratamos de no pensar en nada. Si algo nos viene a la cabeza, repetimos interiormente “serenidad”, por un minuto no pensamos, silencio... Vamos estando presente, acerquemos las manos a los lados, tratemos de contactar a los vecinos, nos saludamos, tratamos de decirnos algo con los dedos, sin hablar, mientras vamos muy gradualmente abriendo los ojos y tomando conciencia de lo que hacemos, de a poco, abriendo los ojos... aquí estamos... cuando podamos acerquémonos a la compañera o al compañero, para quien tenemos un mensaje, compartámoslo unos minutos... después,

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preparemos juntos, entre los dos, el mensaje para el grupo, a ver si son iguales..., si se complementan, si se contradicen”. Si es que no se ha hecho antes, terminada la experiencia se pasa a discutir, en general, los objetivos y las fases del método individual. En relación a la racionalidad integradora, el trabajo con los niveles de conciencia aislado, en sí privilegia, aparentemente, lo universal sobre lo individual, el desapego sobre el compromiso y, hasta cierto punto, la creatividad y la multidimensionalidad sobre la seguridad y la focalización. Es, por definición, una instancia de apertura, de ampliación, en que se juegan los polos menos “cotidianos”, menos “conservadores”, de las dicotomías. Sin embargo, la idea es que sean parte de un solo proceso formativo en que otras instancias dan más espacio a la tendencia más propia de la conciencia individual. Los objetivos de la relajación, propiamente tal, son: Contribuir a dar cuerpo a la noción orientadora de los diferentes estados de conciencia, vigilia, sueño, relajación y otros, y a la necesidad de integrarlos. Entregar un recurso de desarrollo personal asociado al enfrentamiento del stress, a la armonización de la salud, a la reposición psicofísica en general, al acceso al inconsciente y la creatividad; fácil de manejar, inocuo, sin costo alguno, susceptible de ser llevado a cabo individualmente o en grupo. La imaginería, como ya se ha, en parte adelantado, apunta a: Legitimar la fantasía como expresión del deseo, de la posibilidad de anticipación, de todo el sentir utópico. Colaborar a la internalización del campo de desarrollo de la imaginación, de sus límites, de los márgenes de apertura y control. Dar cabida específica a las posibilidades de desarrollar conciencia sobre la fuerza del egocentrismo y la auto adhesión, comunicación y solidaridad. Facilitar el acceso al inconsciente individual y colectivo. Enriquecer el imaginario antropológico, social, ecológico.

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La perspectiva, ya aludida de practicar la meditación, podría asociarse a la materialización de los siguientes objetivos: Favorecer el reconocimiento de otras culturas -y el diálogo entre culturas, en general-, que hacen alguna contribución en este campo. Entregar opciones para trabajar con el desapego en profundidad, con ejercicios de silencio mental. Contribuir al proceso de desarrollo de la conciencia participativa, involucrando al reconocimiento de su no acabar en la propia piel, estar integrada al resto de la realidad. TRABAJO INDIVIDUAL REVISIÓN DE LAS ÚLTIMAS 24 HORAS: DESCRIPCIÓN EVALUACIÓN (*) EMOCIONES NEGATIVAS MOMENTOS ALTOS PREPARACIÓN PRÓXIMAS 24 HORAS: DESCRIPCIÓN ANTICIPADA PREPARACIÓN, PROPIAMENTE TAL NIVELES DE CONCIENCIA: RELAJACIÓN (IMAGINERÍA, MEDITACIÓN) * : En fase posterior: evaluación grupos de pertenencia.

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LA DISCIPLINA VINCULAR

“ EL YOGA DE LA COMUNICACIÓN” Existe una tendencia natural a buscar la comunicación con alguien en quien se pueda confiar plenamente, esperar apoyo emocional,

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consejo, compañía para llevar a cabo las experiencias que se sientan más relevantes. La búsqueda del intercambio se confunde, muchas veces, con la del alma gemela. La mutualidad puede obscurecerse con la aparición de la posesividad, la búsqueda de subordinación o sumisión. La propuesta de trabajo vincular necesita apoyarse y discriminar en lo que es, por una parte, la necesidad de comunicación profunda y, por otra, el vínculo, la búsqueda de la diada, la relación profunda, la relación preferente, lo que es el tema del mejor amigo o amiga y el de la pareja erótica. Se necesita una relación estable, para crecer juntos, en que se vean, como espejos, los actores en la percepción del otro. El proceso requiere de conocimiento mutuo, de posibilidades y ganas de hacer un intercambio, de asegurar que esa situación no sea mediada por tensiones afectivas, por instrumentalizaciones de ningún tipo. Las relaciones de pareja, las amistades íntimas, los nexos familiares cercanos, suelen, envolverse en tramas de requerimientos, de recuerdos, de dependencias, de obnubilaciones afectivas, que dificultan un posible trabajo riguroso de apoyo recíproco para el crecimiento. La propuesta es buscar una persona con quien se pueda practicar una disciplina de a dos, bien centrada, con garantías de continuidad y de evaluación permanente, que pueda ser armónicamente enlazada con lo que cada uno viva en la cotidianeidad. Puede haber, seguramente, otras relaciones más ricas en vivencias, más densas en lo intelectual, pero el vínculo para esta disciplina es el de un compromiso bien llevado, compromiso necesario para un verdadero yoga -el yoga de la comunicación-, una disciplina de crecimiento a través de la comunicación, constante, ordenado. Hay un primer período de búsqueda, de conjeturas, de indagaciones, de conversar, hasta llegar a un acuerdo. Luego, su realización, su permanente evaluación que será incorporada a la práctica. Al final, si no se puede proseguir, un cierre adecuado, un verdadero “finiquito existencial”, optimizando el aprendizaje, lo que se recupera para una nueva etapa del “yoga comunicacional”. En ocasiones, sobretodo en los períodos de transición, se sobreponen dos o más pares de parejas. Lo cierto es que la

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disciplina es compleja y es preferible jugarse a una sola opción, un par de personas en “relación de pares”. El eje de la disciplina es la igualdad. En ello se articula con la autoayuda. La pareja en crecimiento se autogesta, es autónoma, no está intermediada por un facilitador o terapeuta. Quiere ser una relación de iguales, distinta a una relación terapéutica, diferente al vínculo profesor-discípulo, a las jefaturas y a los liderazgos. La igualdad se articula en el derecho y la búsqueda creativa de la diferenciación: iguales y diferentes. Igualdad en el trato, en ir haciendo las agendas, en las responsabilidades. Todas las diferencias que estén en la realidad, en el ánimo de abrir complementariedades, horizontes nuevos o seguridades y enriquecimientos para lo que no cambia. La articulación entre igualdad y respeto a las diferencias es un eje de profundización en el trabajo. Uno de los parámetros a evaluar. Lo segundo es la modulación entre el apoyo y el cuestionamiento. Se trata de saber recibir, dar espacio, entregar apoyo, postergar las críticas, junto con saber mostrar las dudas, explicitar los reparos, ahondar en lo deficitario del otro. Es un juego de aprender, artesanalmente, a sopesar las oportunidades, cuándo estimular y cuándo poner el dedo en la llaga, cuándo escuchar con paciencia y cuándo sugerir límites, interrumpir, poner luz roja. La tercera vertiente de profundización es la transparencia, asociada, interpenetrada con la seguridad. Se procura decir todo, incluso los sentimientos negativos, pero con el cuidado de no quebrar o quebrarse, de no perder discreción, de no perturbar la confianza de terceros. La transparencia debe ir avanzando, sin que se pierda la noción de respeto a la vulnerabilidad, a la sensibilidad de cada parte y de los terceros. La cuarta dimensión es la más clásica, el profundizar en el sentido de ganar en complejidad. En este caso, enlazados con los ritmos de cada uno, las tendencias, el momento del vínculo. Entrar a los temas tabúes, a los más angustiantes, a los más abstractos, pero con los pies firmes, hasta donde el momento lo permita.

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PROFUNDIZACIÓN IGUALDAD DIFERENCIACIÓN APOYO CUESTIONAMIENTO TRANSPARENCIA RESPETO COMPLEJIDAD DESARROLLO NATURAL El método tiene sus períodos: - PREPARACIÓN - REALIZACIÓN - CIERRE El trabajo, se lleva a cabo, por término medio, una vez por semana. Este es un ritmo más cultural que “orgánico” -como es el de las 24 horas para el cumplimiento de la tarea individual- pero, en grandes números, parece ser lo más conveniente. Por supuesto que está abierto a las variaciones que la pareja resuelva hacer. Se fija el día, la hora, la duración, y se van haciendo los ajustes que determine la práctica. Generalmente, entre dos y tres horas resulta el tiempo óptimo para dar lugar al establecimiento del clima adecuado, ponerse de acuerdo en lo que se va a hacer, realizarlo y evaluarlo. En un período inicial, se fijan ciclos de 6 reuniones, 6 semanas en el diseño habitual. Las sesiones se alternan entre las que se centran en la comunicación abierta, el “diálogo libre” y las que están intencionadas en el sentido de que se propone el uso de una técnica, sucesivamente, el llamado juego de la verdad, el cambio de roles y la sistematización . CICLO DE REUNIONES SEMANALES

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SESIÓN 1.- Diálogo Libre. SESIÓN 2.- Juego a la Verdad. SESIÓN 3.- Diálogo Libre. SESIÓN 4.- Cambio de Roles. SESIÓN 5.- Diálogo Libre. SESIÓN 5.- Sistematización, Evaluación, Perspectivas. El trabajo vincular, como conjunto, apunta a la cruz central de la racionalidad integradora. INDIVIDUALIZACIÓN DESAPEGO COMPROMISO UNIVERSALIZACIÓN Se trata, precisamente, de acercarse a sí y aproximarse a otro, de relacionarse con la pareja de trabajo a modo de aprendizaje, de afinamiento, de lo que debieran ser los diversos vínculos, de modo que, en el traslado a la vida cotidiana, el “otro” de la pareja es, a la vez, asiento de una tensión entre lo individual y lo universal. INDIVIDUO A UNIVERSALIZACIÓN UNIVERSALIZACIÓN INDIVIDUO B

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En la comunicación profunda, se hace presente y se desvanece el yo individual. Llena el escenario el reencontrarse con sus vivencias para expresarlos, pasa a segundo plano cuando se trata de escuchar, de ponerse en el lugar del otro. Sin embargo, en forma paralela, en la expresión debe haber un “ajuste”, una filtración, para no invadir, para no intoxicar, para guardar ecuanimidad. Allí está, por cierto, el compromiso, pero también, el desapego. El escuchar, por otra parte, no puede ser solo desapego, hay el interés por el otro, el darle relieve, compromiso, para singularizarlo, para rescatar lo que tiene de originario. Compromiso / Desapego Desapego / Compromiso A DIÁLOGO B Desapego / Compromiso Compromiso / Desapego El diálogo libre es una instancia en que se juega a fondo el reconocimiento de la igualdad básica, existencial, el otro es otro humano, junto al reconocimiento de su originalidad, su diferencia. La igualdad y el reconocimiento de la diferencia se ponen a prueba en la apertura: “el otro puede cambiarme”, “juntos podemos llegar a algo nuevo”..., “no me convence, pero es lo de ella, lo de él, vale por ser una convicción, una característica humana...”. La libertad tiene la impronta dialógica que lleva a modular, equilibrándonos, por el apoyo y por el colaborar al cambio en el futuro... Diálogo es también, transparencia y complejidad balanceándose con la prudencia, con la conciencia de los límites. Las reuniones se configuran a partir de la plena participación de las dos personas. A veces, el hilo conductor tiene que ver con los trabajos disciplinarios individuales. En ocasiones, es el proyecto de vida, puede ser la propia dinámica de la interacción vincular, o lo que se está viviendo en grupos o en la intersección comunitaria.

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La demostración tiene siempre ejercicios de pareja y, en rigor, ejemplos de diálogo libre. El tema puede ser realmente libre, pero es más aconsejable sugerir un contenido atingente a la propuesta, como: “fortalezas y debilidades para trabajar en grupos o para comunicarse”, “historia de las personas que han sido significativas para cada uno”, “cómo le gustaría ser, qué le falta para eso, qué podría hacer para alcanzar esas metas...” La segunda sesión de cada ciclo está destinada al “juego a la verdad”. Se puede definir como un diálogo semiestructurado, intencionado. Apoyándonos en lo que es una práctica espontánea en los grupos juveniles, se plantea una modalidad de ejercicio de comunicación pauteado, con cinco fases, preguntas recíprocas, contestaciones y repeticiones de lo que se ha contestado por parte de quien formula las preguntas, una evaluación de esa rememoración por parte de quien ha respondido y una evaluación general. Más precisamente el esquema es: A hace a B un cierto número de preguntas (acordadas previamente) B va contestando cada una de ellas. ·y d) Se cambian los papeles: B pregunta, A responde e) A da a conocer a B su recuerdo acerca de qué respondió B y cómo lo hizo (mímica, estado afectivo). B hace las observaciones correspondientes, sobre la percepción de A. ·y h) El turno de B de recordar las respuestas de A, y a su vez, el de A de para dar su propia percepción. i) Se hace la evaluación del ciclo. Según el tiempo y la dinámica se puede hacer una nueva secuencia de preguntas y respuestas. Entre los elementos de “reglas de juego” están: Las preguntas deben ser hechas “para” el interrogado, con el fin de abrirle perspectivas, contribuir a su esclarecimiento.

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No se abre discusión sobre las respuestas. El ejercicio tiende a aguzar la capacidad, tanto de preguntar como de escuchar. Incluso en la evaluación final no se discute sobre contenido, se revisa la interacción, la riqueza del ejercicio sin entrar al fondo de las “verdades” de cada cual. No hay aceptación del apremio en el preguntar. Se puede dejar sin contestar algo que se sienta agresivo o que provoque tensión o, simplemente, se ignore. La fórmula coloquial es “paso...”. También es posible interrumpir una respuesta que se extiende mucho, parece evadirse o entender mal la pregunta. La fórmula en este caso es “gracias...”. En relación con la racionalidad integradora, aquí hay un juego especial de las “diagonales” de la gestalt: FOCALIZACIÓN CREATIVIDAD SEGURIDAD MULTIDIMENSIONALIDAD Se busca abrir la creatividad en el preguntar, en el responder, en la percepción de cómo se sentía el otro al responder...hay garantías de seguridad y de respeto en el sentido de no violentar al interrogado, en “la última palabra”, como derecho de quien contesta a impugnar lo que escuchó el interrogador. La activación del binomio focalización-multidimensionalidad es de índole procesal, el ejercicio está bien “ladeado” hacia la focalización, el detalle, la observación. A lo largo del tiempo se espera que esta disciplina vaya traduciéndose en aportes integradores, en que se vea el conjunto del juego a la verdad, los planos de la estructura y de la libertad, de la certeza y de la relatividad del conocimiento. Resumiendo y ordenando, se puede plantear que los objetivos de este ejercicio, son:

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Poner en tensión la contradicción entre la necesidad de certeza, de “verdad objetiva” y la realidad de que siempre existe la relatividad, la verdad mediada por la subjetividad. Dar realce a la pregunta, al formular interrogantes, como gran ariete de desarrollo personal. Rescatar la importancia y las dificultades del escuchar y del comprender el estado afectivo del otro. Asumir la ambigüedad, la vivencia de algo no resuelto, indefinido, propio del evaluar el ejercicio desde su dinámica, haciendo abstracción del contenido mismo, de las “verdades” producidas por cada uno. En la demostración a veces no hay condiciones (tiempo) para realizar el ejercicio y sólo se discute. En la medida que se puede realizar, la consigna es, inicialmente, “vamos a ver el segundo ejercicio del ciclo de trabajo vincular... el juego a la verdad... ¿quién ha jugado alguna vez, a la verdad?... hagan memoria... a ver tú, ¿cómo lo jugabas?... ya, ¿y tú?... bien, hay muchas modalidades, muchas reglas de juego... recuerden que ustedes, quienes practican la metodología, deben apropiarse de ella, pueden hacer los cambios que su investigación vaya indicando... ahora, practiquemos, vamos a dividirnos en parejas, escogiendo alguien “nuevo”, poco conocido... vamos a tomar el tema de... cada uno hará tres preguntas y luego...” (se plantean las reglas metodológicas, se propone un cierto tiempo). El tercer ejercicio es el del “cambio de roles” dentro de la pareja. La directriz es el ponerse activamente en el lugar del otro, un esfuerzo por identificarse, en general, y en torno a temas y situaciones concretas. Como en el juego a la verdad, hay un componente lúdico acompañando una práctica importante de desarrollo personal. Si en el juego a la verdad existe el riesgo de desvirtuar, a través, de incidir en lo sado-masoquista, en el hacer sufrir o no cuidarse a sí mismo, en la modulación de preguntas y respuestas, en el cambio de roles, cabe la dilución en lo estético, en el perfeccionismo por aprehender al otro a través del gesto, el lenguaje o el discurso. Aquí lo básico es la “imaginación de sentido”, las elecciones, el captar y reproducir el modo de ubicarse del otro frente a los diferentes temas.

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Como en el diálogo libre, se llega a un acuerdo sobre el o los temas a tratar, esta vez “como si fuera el otro”. Aquí se difiere del juego a la verdad en que, por cierto, cada uno pregunta lo que cree más pertinente para el otro, bajo un común propósito de comunicación profunda. En lo que atañe al marco referencial, la racionalidad integradora, aquí, de nuevo, sobresale el papel de la “cruz básica”, los ejes individualización /universalización, desapego/ compromiso, sin perjuicio de que esté toda la gestalt. INDIVIDUALIZACIÓN DESAPEGO COMPROMISO UNIVERSALIZACIÓN Hay un complejo desapego /compromiso en el salir de ser e intentar “apegarme” al otro. Uno individualiza en el otro, en el intentar “ser el otro”, la tensión y la búsqueda de la posibilidad de romper las barreras y ponerse en el caso de cualquier otro. Como en el caso del juego a la verdad, no siempre es posible hacer la demostración del cambio de roles en el corto tiempo disponible, debiendo la enseñanza ser teórica, accediendo a analogías y estimulando la práctica autónoma. La explicación del ejercicio es del tenor siguiente: “... estamos en el método vincular, hemos visto las dimensiones de la profundización, la propuesta de ciclos de 6 sesiones, el diálogo libre, el juego a la verdad... vemos la tercera instancia, el cambio de roles... ¿tiene experiencia?, seguramente sí, en juegos en la familia, en grupos... en tratar de imitar... a lo mejor más de alguna o alguno ha practicado la técnica de la representación de roles, el representar a otro con quien uno tiene que ver en el trabajo, en la casa, sin que necesariamente uno se ponga en su caso... un jefe “hace” de

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secretaria... un padre de hijo... un alumno de profesor. En general, se buscan situaciones en las que se dan opacidades (el no verse) y en que son naturales, frecuentes, los conflictos. ... se trata de parecerse en la forma como la otra persona se define, “elige”, su posición ante diferentes temas... no es necesario que esa persona exprese claramente, habitualmente, esa posición. Aquí está el ejercicio, no en hacer buen teatro, no en la imitación de gestos o palabras, es entrar al sentido que tiene lo que se está hablando para la persona que ustedes representan... claro, hay mucho que uno no sabe... se trata, precisamente, de aventurarse de hacer conjeturas, de acercarse a “la verdad de ustedes sobre lo que es la verdad de los otros”, la verdad improvisada, lo que se les ocurre en el momento. No es un compromiso con sanar a alguien, o algo así, es intentar aplicar la observación, dejar correr la intuición...”. Se da el tiempo apropiado, de acuerdo con el programa y lo que está indicando la dinámica del grupo. Los objetivos del ejercicio de cambio de roles son: El desarrollo de la confianza básica, asociado al exponerse a mostrar la representación que se tiene del otro, al aceptar esa verdad “del otro”. El experimentar la tolerancia a la incertidumbre: “yo no sé si estas fantasías tiene algo de real”, “yo no sé qué aceptación tendrán por mi compañera o compañero”. El practicar, específicamente, y constatar las dificultades del investigar, tanto del conocimiento del otro, como de la imagen que el otro tiene de uno. El poder articular el sentido de investigación en el logro de la interpretación del otro o de la observación del cómo el otro lo ve a uno, con un distanciamiento del “narcisismo del actor”, el separarse de toda vanidad por el bien o mal representar o ser representado. La última sesión del ciclo, de la aproximación vincular, está destinada a la sistematización y evaluación:

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1.- SESIÓN: Diálogo Libre. 2.- SESIÓN: Juego a la Verdad 3.- SESIÓN: Diálogo Libre 4.- SESIÓN: Cambio de Roles 5.- SESIÓN: Diálogo Libre 6.- SESIÓN: Sistematización y Evaluación La pareja ha acumulado una experiencia de 5 sesiones, si es el primer ciclo, y de más tiempo, si el empleo de la disciplina es anterior. La propuesta es de sistematizar y evaluar, en forma acumulativa. Los objetivos son obvios: Saber que se ha hecho, aproximadamente, en cada sesión, qué grado de regularidad, de concentración, en cada cosa. Preguntarse por el hilo central, la profundidad en igualdad / diferenciación, apoyo / cuestionamiento, transparencia/cuidado, complejidad/armonía. ¿Qué indicadores existen?. Evaluar la relación de lo global con el desarrollo de cada uno. ¿Qué sentido tiene?. Evaluar los aportes a la contingencia de parte de todos los participantes Evaluar el significado para los proyectos e inserciones de cada uno. Revisar, específicamente, el diálogo libre. ¿Qué características ha tenido, qué aportes y qué deficiencias? Analizar, en el mismo sentido, el juego a la verdad. Hacer lo propio en el cambio de roles. Plantear los caminos a seguir. Se acuerda mantener la metodología, hacer modificaciones, ¿cuáles?, ¿por qué?. En un período inicial, se fijan ciclos de 6 reuniones, 6 semanas,

en el diseño habitual

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LA DISCIPLINA GRUPAL

El trabajo grupal se articula con las disciplinas individual y vincular, y con la vida cotidiana. VIDA COTIDIANA TRABAJO TRABAJO TRABAJO INDIV. VINCULAR GRUPAL Tal como las otras disciplinas, la meta es un trabajo autónomo, autogestado. Los facilitadores motivan, explican, apoyan la formación, pero el grupo debe desenvolverse sin ayuda externa, con participación igualitaria.

La experiencia muestra que esta parte de la metodología tiende a ser vista dentro de los talleres o grupos de trabajo, como la más legitimada, y se abre la expectativa de reproducirla sin que se tome conciencia de todo lo que es el proceso de formación.

Se trata de un grupo autogestado de crecimiento, en que se procura enlazar la “salud del grupo” con la salud individual y la salud “transgrupal”, en redes, otros grupos, la sociedad, la cultura. Si no es fácil encontrar una pareja para el trabajo vincular, más difícil en contar con todo un grupo.

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La mejor manera de motivar es a partir de la propia práctica, individual y vincular. Es lo que irradia la necesaria seguridad para atreverse a hacer cambios importantes.

Los grupos no son, necesariamente, continuaciones del taller demostrativo. Depende de la motivación, de qué los ha llevado allí, tiene que ver con las afinidades. Lo básico es la libre iniciativa de cada asistente para iniciar su trabajo personal -lo único que depende de él o ella- y explorar, con paciencia, las posibilidades de hacer la disciplina vincular y la grupal.

La propuesta plantea una reunión mensual, de un grupo lo más estable posible, de duración indefinida, con ingresos cuidadosamente estudiados, absolutamente consensuales. El número puede ser de 6 a 15 personas, aconsejándose -si se crece más y se subdivide- reunirse en forma separada, ojalá en el mismo sitio.

TRABAJO: FRECUENCIA:

INDIVIDUAL DIARIO

VINCULAR SEMANAL

GRUPAL MENSUAL

El proyecto es que el grupo cumpla las tareas siguientes: revisar por turnos cómo ha sido el mes de cada uno, dar un espacio especial a las necesidades de solidaridad, entregar un tiempo a una labor de estudio, analizar la marcha del grupo, revisar el entorno, las redes actuales o posibles, la comunidad que rodea al grupo, los nuevos miembros potenciales.

A) “Silla Tibia”: Se denomina así al ejercicio gestáltico de juego a que, sucesivamente, cada miembro del grupo va siendo “figura”, puesto en el centro de las preguntas y orientación de los demás, de quienes constituyen el “fondo grupal”. La expresión “silla tibia” es una adaptación de lo que en dinámica de grupo se conoce como la “silla caliente”. El cambio, el “amortiguamiento”, obedece a la orientación de evitar los “acorralamientos”, las sobrexigencias de

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tensión, de agresividad, de apresuramiento, en el logro de las “introvisiones”. Se hacen observaciones muy sintéticas al sujeto de la silla caliente, éste contesta a todos en conjunto y, finalmente, designa a una persona para que pondere hasta qué punto se ha profundizado bien en la comunicación. Se ofrece la palabra para preguntar y aportar. Interviene nuevamente el sujeto de la silla caliente. Se termina con la intervención de un vocero designado por el grupo.

Los pasos, en síntesis, son:

A.1) Instalación, calentamiento, con el rol integrador tomado en forma rotativa por los miembros del grupo.

A.2) Un persona se propone para iniciar la silla tibia.

A.3) Los miembros del grupo le manifiestan su percepción de cómo lo han visto en el mes o le hacen preguntas.

A.4) El sujeto en el centro contesta preguntas, se refiere a percepciones y da su propia versión.

A.5) Un integrador sugerido por la persona de la silla tibia hace una síntesis de contenidos y dinámica vividos.

A.6) El integrador de la jornada pregunta por nuevos interrogantes XX( se refiere a interrogadores?. Si no, debería ser “nuevas interrogantes”) o aportes directos.

A.7) Se realiza una segunda intervención de la persona en la silla caliente XX(no sería conveniente determinar definitivamente la temperatura de la silla?)

A.8) El grupo designa un “sintetizador” final, con evaluación y sugerencias.

B) El trabajo solidario: De las sillas tibias y de la dinámica de la sesión se infiere si una o más personas requieren, para ellas o para grupos o personas significativas, de una atención especial, de un aporte solidario de conjunto. Se hace, entonces, una conversación libre, un diálogo libre, centrado en tratar de reconocer esas necesidades y ver cómo se podría ayudar a enfrentarlas. A medida que el grupo evoluciona, estas distancias XX(instancias?) solidarias

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se van integrando, por una parte, en las relaciones habituales y en todo el curso de la sesión y, al mismo tiempo, se van haciendo más y más transparentes, confiadas, capaces de incursionar en materias donde habitualmente hay mucho pudor.

C) Tiempo de estudio: Es el tercer paso de la jornada XX(sorry le cambie el orden, pero no el sentido. Fue para k kdara + bonito).Entre las diversas metodologías, lo que se propone, siempre por vía inicial, mientras el grupo se autoasume y llega a sus propias propuestas, es la lectura de un texto. Se acuerda estudiar en conjunto un libro, tal vez un capítulo, de la bibliografía básica. Cada uno lo lee por su cuenta, trae sus dudas, sus desarrollos, bibliografía adicional o referencia a otros aportes, como películas, canciones, cuadros.

En la sesión se hace una lectura lenta, analítica, párrafo por párrafo. Se empieza por preguntarse XX(preguntar? ) por un posible título para el párrafo. Una denominación clara, informativa para terceros, aunque no sea literaria. Luego, se procede a dividir y a subdividir el párrafo en sus diversos contenidos. Cada parte recibe su propio título. Se trata de tener un clima agradable, no competitivo, en que se busca lo consensual, pero que exista el derecho para que, quien disienta del conjunto, pueda poner el título que mejor le parezca. Entre los libros favoritos para este trabajo, se encuentran los de Frommn Maslow y, últimamente, Maturana y Capra. D) La mirada al grupo como tal . Es el cuarto: integrante de la propuesta y se refiere a cuál es el estado de “salud” del grupo, cómo puede seguir desarrollándose, qué deficiencias existen. La evolución se centra en ver cuán nutricio es el grupo para cada uno de los miembros, para sus áreas de influencia. ¿Se está creciendo como grupo en términos de participación, de respeto a las diferencias, de apertura a las necesidades de formación, de ser factor favorecedor del cambio cultural? La evaluación puede ser directa, escribiendo, grabando comentarios, discutiendo. Es útil, también, cambiar de modo expresivo y utilizar el dibujo, la dramatización o la expresión corporal. Lo importante es que el “medio” no desdibuje el fondo, que se asegure que, en forma participativa, se ha hecho una crítica de la

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marcha del grupo y se han hecho las reformulaciones correspondientes a las directrices de trabajo.

E) La apertura a la dimensión comunitaria: El punto de partida es que el grupo no sea autocentrado, que sin perjuicio de mantener su cohesión, su continuidad, se abra a estar presente en el entorno.

Dentro de la dimensión comunitaria están desde la temática de las familias, de los miembros, el ingreso de nuevas personas, las posibles reuniones especiales abiertas a personas afines, hasta las consideraciones sobre lo que está ocurriendo en el escenario internacional. Lo que no debe perderse de vista es que el referente es la salud integral, que cubre lo individual, los pequeños y los grandes espacios. Entre las consideraciones más importantes a tener en cuenta en esta apertura está la posible colaboración en los medios de comunicación, desde diarios murales y boletines hasta los más masivos.

Otro aspecto imprescindible es el de ocuparse de las redes, potenciales o actuales. A veces se trata de la relación con otro grupo de origen común, escindido por razones de exceso de miembros u otras. En otras ocasiones son nexos de grupos que participan en un programa común como, también, la posibilidad de hacer redes de relación con otros grupos, de características distintas, pero siempre orientados al desarrollo humano y al cambio cultural.

Desde el marco de referencia de la racionalidad integradora, visto en conjunto, el grupo hace una mediación entre lo personal, individual y lo comunitario, tendiente a lo universal. Es una especie de estación intermedia que refuerza a cada miembro en la silla tibia, la solidaridad y el estudio, está conciente, productivo y evaluativo XX(yo no entender. Quizá falta punto seguido después de “estudio”) sobre su propia identidad de grupo y su proyecto hacia lo universal, también con el estudio y, específicamente, intentando tener presencia en espacios comunitarios, formando redes, siendo grupo abierto.

En el momento del trabajo particular con la solidaridad, la silla tibia o con el estudio, se da cuenta, muy claramente, del compromiso.

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Puede suponerse una fuerte exigencia de desapego en la apertura hacia lo comunitario, como también en el dejar espacio para otros en la silla caliente, X(tibia?) la solidaridad o el estudio, La silla tibia y la solidaridad invitan a una focalización, como especialmente lo hace la lectura analítica, en la evaluación grupal y las consideraciones sobre lo “transgrupal”, hay una fuerte incitación a la multidimensionalidad,

La seguridad y la creatividad discurren por todos los ejercicios, pero hacen una alianza especial en la silla tibia y el momento solidario, con su llamado al respaldo personal y la búsqueda implícita de aportes creativos.

RACIONALIDAD INTEGRADORA Y TRABAJO GRUPAL (silla tibia, solidaridad, estudios) INDIVIDUALIZACIÓN FOCALIZACIÓN S. S. CREATIVIDAD T S T. DESAPEGO S. ST-S-E COMPROMISO SEGURIDAD MULTIDIMENSIONALIDAD

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PAUTAS SUGERIDAS DE EVOLUCIÓN EN EL USO DE LA

METODOLOGÍA

I.- ASPECTOS GENERALES PARA LAS TRES DISCIPLINAS.

a) Se espera una creciente autonomía con respecto a los

animadores y a la propuesta misma.

b) Se supone que ello implica una orientación a explorar, a investigar, desde sí mismo, en la pareja y en los grupos, revisando tanto el marco de referencia como los ejercicios.

c) Debiera darse una creciente articulación, con la vida cotidiana, con los avances y constataciones en el trabajo, recreación, inserciones culturales, familia y vínculos, con un cada vez mejor manejo de las temáticas relacionadas con lo que se está viviendo en los espacios de las disciplinas.

d) Se espera una aprehensión creciente de la temática del cambio cultural, los paradigmas, la salud integral y la racionalidad integradora, aunque exista una orientación hacia un marco diferente.

e) Debiera darse una facilitación progresiva de los nexos entre las tres disciplinas en el desarrollo de cada partícipe.

II.- DISCIPLINA INDIVIDUAL.

a) Descripción.

Se puede esperar un enriquecimiento especial de:

• La práctica del describir mismo, como diferenciada del enjuiciamiento, la valoración.

• La facilidad para incorporar los sueños y las fantasías.

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• La soltura para elegir las figuras significativas en el contacto cotidiano de los cuales se conjetura XX(conjeturan) las vivencias más importantes.

• El ajuste del grado de relajación necesaria para rememorar sin perder fluidez.

b) Evaluación.

Los logros a esperar son:

• Facilitación del ponderar lo positivo, lo no bien discernible, las preguntas, además de lo negativo.

• Mayor seguridad y profundidad en el marco referencial.

• Más soltura para identificar lo emergente.

c) Emociones Negativas.

Se espera;

• Mayor seguridad en el reconocimiento de lo “negativo”,

• Una autonomía especial para definirse por ésta u otra postura, en un tema controvertido.

• Vivencia cada vez más lograda de la serenidad, en la imaginación respectiva.

d) Estados Altos.

Se espera:

• Creciente discriminación entre estados altos propiamente tales y momentos de agrado o alegría, en general.

• Aproximación a una tipología personal de los estados altos.

• Corrección con el papel, nutricio de los estados altos de la vida,

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e) Preparación del Día Siguiente:

Se espera:

• Una creciente experiencia acerca de lo susceptible de ser “preparado” y los límites de esta aproximación.

• Una creciente retroalimentación de la revisión diaria con los contenidos de la anticipación.

f) Niveles de Conciencia.

Se espera que se logre, con la aplicación del método:

• El manejo progresivo de la relajación, dentro y fuera de la disciplina.

• Iniciativas para aprender y practicar imaginación y técnicas de meditación con una debida evaluación de sus objetivos.

III.- DISCIPLINA VINCULAR.

Se espera que:

a) Se adquiera una experiencia en relación a los requisitos para este trabajo, criterios de selección de pareja, indicadores de calidad del trabajo, papel de las responsabilidades entre las reuniones.

b) Se encamine y avance en la consideración de las relaciones entre el trabajo de pareja y la apertura al trabajo comunitario y del cambio cultural.

c) Se madure en la integración adecuada entre la disciplina y las relaciones significativas en la vida real.

d) Se haga una evaluación específica del diálogo libre, el juego a la verdad y el cambio de roles.

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e) Se sistematice el conocimiento que se tenga de otras técnicas utilizadas en el trabajo vincular.

IV.- DISCIPLINA GRUPAL. Se espera que se desarrolle, progresivamente:

a) Una caracterización personal de los diferentes tipos de pequeños grupos que existen.

b) Un conocimiento creciente del rol que a cada uno le es más fácil tomar en los grupos.

c) Una apreciación general de las fortalezas y debilidades que cada uno tiene para cada fase del modelo.

d) Una visión de las posibilidades de adaptación de esta disciplina en las principales inserciones grupales de cada miembro del grupo.

e) Una sistematización de las posibilidades de interacción con la comunidad, a partir del grupo en su conjunto, o de los diversos miembros.

Los objetivos del trabajo grupal pueden resumirse en la forma siguiente:

• Fortalecer la tendencia comunitaria, neutralizar los posibles sesgos de auto centramiento del trabajo individual y vincular.

• Aportar una experiencia para la legitimación y la capacitación en el campo de la salud de colectivos.

• Afirmar, dar espacios, para el desarrollo de la solidaridad y la comprensión mutua.

• Contribuir al desarrollo de la capacidad reflexiva y analítica, balanceando los aportes espirituales, existenciales, afectivos, de otras instancias.

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• Intervenir directamente en el campo cultural, generando inquietudes y desarrollando prácticas que lleven a la revisión de valores y conductas.

La guía al grupo de demostración pasa por hacer una exposición, con ayuda de pizarras y papelógrafo, sobre las fases de la metodología y sus objetivos, para luego entregar un espacio experiencial, al cabo del cual, se escuchan preguntas y se reafirman las grandes líneas de la propuesta. Entre los conceptos que suelen ser importantes de aclarar están los siguientes:

a) Hay diferentes clases de grupos, tantas, tal vez, como hay diferencias entre los individuos. En este caso, lo central es el desarrollo humano, es un grupo de intención perdurable, cuyo objetivo es el crecimiento de los miembros y el aporte al cambio cultural.

b) Es posible -y deseable- incorporar una instancia de trabajo grupal a un equipo o grupo preexistente. Sin embargo, ello debe prepararse, hacerse con un buen conocimiento de las dificultades y de la especificidad de los propósitos.

c) El grupo debe equilibrar su autonomía y diferenciación con la apertura y la participación en la realidad sociocultural, de un modo semejante a lo que se plantea en la ecología del yo para la identidad profunda.

d) En la disciplina se integran la comunicación, la ayuda mutua, con el estudio y la reflexión y con la apertura a la dimensión comunitaria.

e) Es un grupo autónomo, sin dirección de un profesional, autogestado. En el principio, habitualmente, es necesario un rol provisorio, de animador, de liderazgo integrador, que debe ir desapareciendo, progresivamente.

AUTOAYUDA EN SALUD INTEGRAL

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CUADRO RESUMEN DE LA METODOLOGÍA

VIDA COTIDIANA

DISCIPLINA

INDIVIDUAL VINCULAR GRUPAL

(c/ 24 horas) (c/ reunión) (c/ mes)

* REVISIÓN CICLOS: - diálogo SESIÓN: - silla ÚLTIMAS 24 HRS.: libre tibia - juego a - aporte - descripción la verdad solidario - evaluación - diálogo libre - estudio (individual y grupal) - cambio de roles - revisión

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- trabajo emociones - diálogo libre grupo - momentos altos - sistematización - proyección evaluación comunitaria * PREPARACIÓN PRÓXIMAS 24 HRS.: - descripción anticipada - anticipación “positiva” * NIVELES DE CONCIENCIA:

- relajación (imaginación y meditación)

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NOTAS

UBICANDO LA PROPUESTA EN LOS REFERENTES CULTURALES Y DISCIPLINARIOS. A.- La propuesta de salud integral asociada a la práctica concreta de trabajo comunitario y, al mismo tiempo, articulada con los movimientos socioculturales y las posturas ético epistemológicas que conforman el nuevo paradigma cultural básico, ha sido incluida en varios textos bajo marcos referenciales distintos, reflejando con ello las tensiones propias de la transdisciplinariedad y de las confrontaciones paradigmáticas.

B.- Un ejemplo ilustrativo de la diversidad de perspectivas con que es “integrado”, en los hechos, esta orientación teórico metodológica, puede ser las consideraciones XX(pueden ser?) que hacen al respecto tres textos de reciente aparición: “Psicología Comunitaria y Salud Mental en Chile”, Olave, R. y Zambrano, L., compiladores (Universidad Diego Portales, 1993); “Paradigma de Conocimiento y Práctica Social en Chile”, Bruner, J.J., Moulian,T., Paranio, L. y Hopenhayn, M. (Flacso, 1993) e “Imágenes para un Mundo Nuevo”, Bash, M., Yentzen, E. (Andrómeda, 1994).

En el primer libro, Jaime Alfaro contrasta la “Psiquiatría Intercomunitaria” (Juan Marconi) con la “Salud Mental Poblacional” (Weinstein). En él se hace hincapié en que “el desarrollo de la concepción de medicina integral se fabrica con los problemas y las soluciones de la medicina social chilena”,

En el segundo texto, Martín Hopenhayn incluye la línea de trabajo en una amplia gama de aportes que adscribe al “humanismo crítico...”. “...En la misma dirección apuntan múltiples iniciativas en torno al Manual de Crecimiento Personal, donde el cambio social es visto como la multiplicación de cambios cualitativos en el plano personal, mediante la experimentación psicoterapéutica, sobretodo a escala

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grupal, y la incorporación de dimensiones no intelectuales a los procesos de aprendizaje -la intuición, la afectividad, la percepción y/o la comunicación no verbal... casos ilustrativos son los trabajos del psiquiatra Luis Weinstein...”.

Con Imagen para un Mundo Nuevo, hay una entrevista al autor cuyo meollo es la atención entre agnosticismo y fe... “Intuyo que hay dimensiones profundas, pero veo una tentación en convertirlas en íconos, a hacer como si se dominaran. Para mí el ser humano tiene necesidad de absoluto, y lo que está en sus manos es dirigirse hacia eso...”.

C.- Esta búsqueda de articulación entre la especificidad de la salud, el campo del desarrollo humano y las ideas fuerzas de un nuevo paradigma cultural básico están presentes en cuatro libros escritos en cooperación, “La Fuerza del Arco Iris” (1989) y “El Corazón del Arco Iris” (1993), editados en colaboración con Jorge Osorio, Director del Centro de Educación de Adultos de América Latina”; “Espiritualidad y Acción Social”, publicado por los amigos de Vimala Thakar (1987) y “Hacia una Teoría del Bienestar Psicosocial”, Gabriel Gyarmati, editor, Facultades de Ciencias Sociales de la Universidad Católica (1988).

D.- En forma paralela al ensayo y a la elaboración reflexiva, las intuiciones e ideas del marco referencial han sido expresadas en poemas y fábulas. La última publicación, con aportes de esos géneros, es “Saludar la Vida” (Ediciones Brujas, 1994). XX(Y no le pondremos que es del Luchow?)

E.- La metodología ha sido aplicada en múltiples campos. Se puede decir que, al presente, tiene una cierta legitimación en educación popular, psicología comunitaria, medicina social y atención primaria en salud, derechos humanos, educación para la paz y desarrollo personal.

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ANTECEDENTES GENERALES QUE FUNDAMENTAN LA PROPUESTA

El escenario mundial invita a reflexionar sobre los avatares del desarrollo humano. El dolor por Ruanda y la fascinación de poder observar la colisión de Júpiter y el meteorito son la metáfora, el testimonio más reciente, de la cercanía de las grandezas y los límites humanos. El vértigo de los avances tecnológicos y el peso de la soledad, la violencia, la corrupción, el hambre, las drogas... ¿Hay avance en la evolución de la especie?. Los procesos vividos en Sudáfrica y en el Medio Oriente son signos alentadores, pero cómo no ponderar en sentido contrario el desastre ecológico, el narcotráfico, el auge del nacionalismo y el fundamentalismo. El fin de la Guerra Fría no trajo el término del terrorismo, ni tampoco impidió el absurdo del conflicto del Golfo o el fratricidio de Yugoeslavia. La complejidad del mundo histórico, en el que coexisten vías rapidísimas de comunicación planetaria con lastimosas dificultades para tener contactos mínimos entre vecinos, trae consigo la necesidad de conjugar las perspectivas del desarrollo personal con las del desarrollo humano. Persona y planeta. Humanismo y ecología. La articulación de lo micro y lo macro. Cotidianeidad y apertura al futuro de la especie. Se hace imperativo acercar planos, integrar. Hay una necesidad de preguntarse por los nexos entre la crisis epocal, el estilo de desarrollo dominante y la dramaticidad propia del ser humano; sus tensiones básicas, su crisis constitutiva. Se está ante la exigencia de integrar el desarrollo de las conciencias, el uso de las tecnologías, las relaciones sociales, los vínculos con la naturaleza. Integrar buscando un “estar bien”, un bienestar; la salud de las personas y la salud de la época. Salud que parte de reconocer las contradicciones, los diversos niveles de la crisis; la de este

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período histórico, la del desarrollo dominante y la propia del ser humano. 2.- LA CRISIS EPOCAL. Una crisis es “un momento peligroso o decisivo en la evolución de las cosas”, dice el Petit Larousse, dando cuenta de una de sus acepciones. En la actualidad, se dan instancias peligrosas y esperanzadoras, riesgos de gran envergadura, oportunidades para afrontarlos y para actualizar múltiples potenciales humanos. Se habla de crisis económica, expresada en las crecientes distancias Norte – Sur y en los problemas de la deuda; crisis ecológica generalizada, con el efecto invernadero, la disminución de la capa de ozono, la contaminación del aire de muchas ciudades, de múltiples playas y lagos, la deforestación y desertificación, XX(¿está bien?) entre muchos de sus indicadores; acumulación de armamentos nucleares y convencionales y comercio de armas, configurando la crisis de la industria bélica; crisis por el uso y tráfico de las drogas. Desde una óptica de conjunto, la crisis se conforma por daños y por riesgos, por hechos promisorios, portadores de expectativa de cambios favorables, por experiencias acumuladas que inciden en las salidas posibles, por transformaciones que no pueden ser tipificadas como de signo positivo o negativo, por el grado de conciencia general y los esfuerzos cotidianos, políticos, técnicos, educativos o espirituales para enfrentarla. Es una clasificación muy esquemática, operativa, cuyo sentido es incorporar en un conjunto diversas dimensiones de la crisis que muchas veces no son asumidas XX(no es asumida) como un todo.

a) Riesgos y Daños:

Es, en sentido gestáltico, lo “pregnante”, la “figura” habitual, de la crisis. Comprende las diversas amenazas a la vida de la

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humanidad –y todos los habitantes del planeta-. La aguda, por guerra o accidentes nucleares; la más a mediano plazo, por la problemática ecológica. También, los riesgos de deterioro de la calidad de vida en los países ricos y pobres. Ello se empalma con los daños.

Los daños van del hambre a la banalidad, del consumismo a la corrupción y la incomunicación, formando un amplio espectro de pobrezas humanas. (1) Hay pobrezas económicas, de participación social, de desarrollo personal, de múltiples matices. Cada pobreza es la expresión de una no satisfacción de necesidades y/o capacidades humanas.

Las necesidades y sus satisfactores han sido puestos de actualidad por el proyecto Cepaur - Dag Hammarsjkold de Desarrollo a Escala Humana. Se estima que las necesidades son iguales a todos los seres humanos, lo que cambia son los medios de responder a dichas necesidades, los satisfactores.(1)

Las capacidades pueden identificarse con la salud, con la expresión de potencialidades bio-psico-sociales y espirituales, como discutiremos posteriormente.

Hay pobrezas por necesidades insatisfechas y capacidades no expresadas, entre ricos y pobres, en países de alta renta y de elevado desarrollo científico tecnológico y en los de baja renta y de menguado desarrollo científico tecnológico. Estos daños se expresan en grandes patologías colectivas como el hambre, la desocupación, las drogas y el vacío existencial. b) El Cierre de Perspectivas Tradicionales:

Es parte orgánica de la crisis el cierre de horizontes, la pérdida de expectativas en las ideologías políticas, en las religiones organizadas, en la pura hegemonía de la ciencia.

Las grandes religiones, Cristiana, Musulmana, Judía, Hinduista XX(disculpe maestro, pero pa’ mí falta una gordota. La Budista), han sido ejes de desarrollo culturales que no han traído la esperada armonía con la naturaleza, la equidad social o el desarrollo personal.

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Las experiencias sociales que surgen de las tres grandes revoluciones, la Americana, la Francesa, la Soviética, se confunden con los problemas del desarrollo y ponen en entredicho, como en el amplio examen de la historia, el papel de la ideología en la búsqueda de enfrentamientos a la crisis.

La ciencia supeditada a la razón y a la objetividad, junto a sus maravillosos aportes en la medicina y en las comunicaciones, informa también el callejón sin salida del armamentismo y las tecnologías de manipulación de la opinión pública. No es portadora, tampoco, de una confianza irrestricta. c) La Falta de Conciencia de Crisis:

En el desarrollo realmente existente no hay identificación de los proyectos individuales, grupales, nacionales, étnicos, con la suerte de la especie. De allí que, si bien hay signos de avance en la información sobre los problemas ecológicos y el riesgo de las guerras después del shock del conflicto del Golfo, el hecho de fondo es que prima una cultura individualista, de intereses contrapuestos, sin los requerimientos mínimos de una política de enfrentamiento de la crisis. No hay conciencia de crisis, conciencia de la emergencia del presente para la especie y el planeta.

d) El Aceleradísimo Crecimiento Científico-Tecnológico:

Para unos como evidencia de que, lejos de estar en una crisis, el mundo progresa en forma rapidísima. Para otros, base de un cambio global posterior. En definitiva, existe, sin lugar a dudas, una gigantesca transformación que incide en la vida cotidiana, en la medicina, en la investigación básica. Estos cambios poseen condiciones que podrían facilitar la satisfacción de necesidades básicas, incrementando la productividad y acercando las comunicaciones a todo nivel, si existiera una orientación definida hacia las necesidades y las capacidades de todos. En la actualidad, el crecimiento en lo racional, objetivo, técnico, se refleja en algunos elementos de bienestar -en el enfrentamiento de enfermedades de base biológica- con mortalidad infantil y el

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incremento de expectativas de vida, pero incide, también, en el crecimiento de los medios de destrucción, en la agresión a la naturaleza y el agotamiento de los recursos, en la facilitación de un control social represivo que ahoga la autonomía ciudadana,

e) La Apertura hacia un Desarrollo Nuevo, Nuevos Movimientos Sociales, Nuevas Sensibilidades:

En toda crisis está la amenaza y la posibilidad de crecimiento. En este caso, los nuevos movimientos sociales como la ecología, el feminismo, el indigenismo, la valoración de los derechos humanos, la educación popular, la validación de la democracia, el auge de la no violencia activa, el ecumenismo, las nuevas corrientes espirituales, son parte de una nueva cultura que, en alguna forma, cuestiona XX(cuestionan??) el paradigma dominante y anticipa la posible sociedad que después de la crisis, atenta a las necesidades y capacidades humanas. Son espacios de esperanza. (2) Son en el sentido de Kuhn (3) manifestaciones al paradigma dominante, anticipando, mostrando el emerger de un nuevo paradigma cultural básico. El paradigma holístico, integrador.

3.- EL DESARROLLO DOMINANTE

La crisis es la experiencia de amenaza, de necesidad de cambio, de posibilidad de transformaciones de un estilo de desarrollo, el de la modernidad, el de la razón instrumental.

Este no es un espacio adecuado para el análisis del desarrollo que vaya más allá de aspectos muy generales que permitan aclarar y fundamentar nuestra propuesta. Lo visible del desarrollo vigente es la alianza entre ciencia, técnica y economía. Subyace, detrás, un paradigma cultural que podemos caracterizar a partir de la perspectiva básica de la concepción de la realidad y del ser humano.

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a) Existe una primacía del hacer sobre el ser, Mientras más “moderna” sea una ciudad, más posible será encontrar lugares dispuestos para transacciones comerciales y más difícil el hallazgo del espacio del encuentro, la contemplación, la reflexión o la meditación.

b) Se privilegia la individualidad sobre la visión de conjunto del ser humano y la naturaleza. Mientras aumentan las personas que van a los grandes supermercados a adquirir elementos de consumo personales, siguen siendo marginales las posturas humanistas y las personas ecologistas y espirituales.

c) El poder vigente es el de la dominación, por presiones y fuerzas, por autoridad, por seducción; se controla, se instrumentaliza, se neutraliza o aleja al otro. Tiene menos relevancia la creatividad social que la individual, el poder compartido que el polarizado de la subordinación-mando.

d) Hay un claro desbalance XX(desequilibrio?) entre la afirmatividad y la pregunta. Se vive en la presunta certeza, rehuyendo asumir las dudas, las ambigüedades, las ambivalencias, las contradicciones.

e) La lógica secuencial, el ámbito del hemisferio izquierdo, predomina sobre la intuición, lo analógico, lo empático, la expresión del hemisferio cerebral derecho.

Mirado globalmente, se puede hablar de un desarrollo perturbado en términos de la satisfacción de las necesidades humanas, las que, a su vez, expresan diversos aspectos de la problemática humana esencial.

4.- LA CRISIS CONSTITUTIVA DEL SER HUMANO

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La profundidad de la crisis de la civilización, exige un examen de profundidad del propio ser humano. Llama la atención acerca de su temática constitutiva, existencial, que contiene tensiones básicas permanentes. El ser humano se hace cargo de la realidad, dice Zubiri. En ello, enseña Fromm, encuentra su problema básico, la separatividad, el estar y no estar integrado a la naturaleza, debiendo resolver el problema fundante que le implica el tener “conciencia de sí”. Ese “hacerse cargo” de la realidad, con ese desgarro básico, va perfilando la temática de la crisis constitutiva que el desarrollo social actual ha llevado a una sobreposición con la crisis de la época.

La realidad existencial subyacente al desarrollo ha sido sesgada, des-dramatizada, metamorfoseada en pura praxis. En los hechos, el Homo Sapiens es, hasta ahora, fundamentalmente, un Homo Habilis que no ha actualizado, con sentido de integración, con sabiduría, el conjunto de sus dimensiones, sus tensiones básicas.

Viene de Epicteto la enseñanza sobre los límites humanos. “De las cosas que atañen al ser humano, sobre unas puedes actuar y sobre otras, no”. (4) El ser humano, haciéndose cargo de la realidad, debe conocer, asumir, su condición finita. No puede aprehender el infinito, lo absoluto. Hay, sin embargo, una “separatividad”, un para sí, en el sentido sartreano, que lo mueve defensivamente ante la angustia del preguntarse por lo absoluto, a negar su relatividad, a absolutizarla.

Esta crisis constitutiva del ser humano es negada, reprimida, por el paradigma cultural vigente, el de “las cosas claras y distintas” y la certeza cartesiana. El problema básico está, precisamente, en la negación cultural de la crisis constitutiva y en la opción unilateral por una imagen de “tierra firme” (5), una opción por el cosmos, por la tierra, Gea, sin asumir lo “inicial”. En un principio, dice Hesiodo, estaba el caos.(6) El caos es

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el inicio, el origen. Se lo describe como un vacío o como algo informe. Lo que interesa es que, ya en los griegos, es un dios que tiene la condición de no ser creado, estaba en el principio. Poco es lo que se sabe de él, pero hay una versión de la mitología que lo hace continuarse con Jano, el dios romano de las dos caras, el que tenía llaves para abrir puertas. El hallazgo es interesante como simbología de lo que ha sido “un medio de defensa histórica”, más allá de la relevancia textual de la asociación Caos – Jano. Asumir el origen, abrir caminos. Diel hace un aporte contundente al asociar Caos y Misterio.(7) Los mitos griegos, para ese autor, asumen el misterio, lo insondable de los orígenes, la imposibilidad de que el ser humano aprehenda el todo, el riesgo de que se evada en la exaltación, sin asumir los límites, o en la trivialización que excluye, que niega, los orígenes y el misterio. De alguna manera, el “Tao Te King” se ubica en esta perspectiva de lo fundante, del misterio, más allá de las posibilidades de comprensión humana, imposible de separar de la tarea del hombre, de su necesidad de asumir la realidad. Dice el gran texto taoísta... “El Tao que se puede nombrar no es el verdadero Tao...”. El complejo de Caos-Jano se expresa culturalmente en la existencia de cosmovisiones y la ausencia de “visiones del Caos”. La actualidad de esta problemática constitutiva en el desafío del enfrentamiento de la crisis actual puede deducirse de la relación del “Caos” con la incertidumbre y la tolerancia a la ambigüedad. La práctica de la democracia es inseparable de la aceptación de la incertidumbre, la impredictibilidad de los resultados de cualquier proceso. La personalidad autoritaria, por contraste, no tolera lo ambiguo, tiene tendencia a la rigidez, necesita la predictibilidad.

Los estudios de creatividad, muestran, consecuentemente, una relación entre receptibilidad a un período de elaboración, de espera,

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de indefinición y los logros en la realización. Creativos y no autoritarios toleran el caos.(8) Una manera de elaborar el complejo Caos-Jano, de aproximarse al origen, al decir de Paniker (9), es plantear, como una necesidad humana, la apertura epistemológica a problemas de un orden complejo, asumir la existencia de diferentes tipos de problemas, empezando por distinguir problemas y misterio. Al deber hacerse cargo de la realidad, por su forma de estar en el mundo, a los problemas operativos, a la racionalidad “abarcable” que da sustento en forma exclusiva al paradigma dominante, hay que integrar el misterio, lo circundante en el sentido de Jaspers, “el Tao que no se puede nombrar”, los orígenes. Es la distinción entre problemas y misterio de Gabriel Marcel, la que nos da un punto de articulación con la propuesta de integralidad en la salud y el desarrollo. Este origen, este caos, esta “predefinición”, al estar elaborado, asumido, transformado en Jano, en guía, incide en un tema básico, el de la identidad. Al borrar los orígenes negamos lo indiviso, ese principio en que fluyen los nexos, en que se experiencia el “ser parte”, la participación. Autonomía y participación son referentes esenciales, complementarios, en tensión. El ser humano, separado, es autónomo. En la medida que mantiene, también, su inserción en la naturaleza, es participativa, parte del todo.(10) Si no somos solamente cosmos, definición, separación, sino también lo originario, juntamos la identidad propia con una identidad compartida mayor.

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Esta identidad bivalente hace de “la caña pensante” Pascaliana parte de los “espacios infinitos”. Así, la superación del individualismo, al integrarlo con lo participativo, se asocia al encuentro entre la limitación, la fragilidad y, aunque parezca paradoja, la invulnerabilidad. Siendo parte de un todo, del todo, se tiene también la seguridad, la garantía de continuidad, de no terminar consigo mismo. De lo dicho puede inferirse que en la crisis constitutiva, entre otras, existen las siguientes vertientes:

a) Autonomía y Participación

b) Fragilidad y Seguridad

c) Misterio y Problema

La negación del caos se confunde con el énfasis en el individualismo, en lo no confuso, en lo racional, en la opción desmedida por proteger la fragilidad. Todo ello confluye en el modelo del modo XX( forma, manera?) de ser autoritario, que niega la incertidumbre, que descansa en la nitidez del mando/sumisión. Es la cultura autoritaria, inserta en el desarrollo dominante, la que, instrumentalizando el desarrollo científico tecnológico, desemboca en la crisis actual. La “anti intracepción”, el rechazo de lo subjetivo, es uno de los rasgos autoritarios básicos que articula la negación del caos con la incapacidad de asumir una orientación humanista y ecológica que permita superar los daños y riesgos actuales y entrar a un período de equilibrio con la naturaleza, la equidad social y el desarrollo humano.

LAS ESTRATEGIAS FRENTE A LA CRISIS DEL DESARROLLO

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Ante la gran crisis actual, en el escenario mundial se perciben diferentes formas de reacción y orientación propositiva, que intentaremos tipificar.

a) Falta de Conciencia.

Son muchas las personas que, limitadas por proyectos de vida individuales, por narcisismos de grupo, por opacidades psicoculturales de diversos orígenes, no tienen incorporada la crisis en su marco de referencia. Son, en general, personas que no tienen la imaginación sociológica, en el sentido de Mills (11), necesaria para tener una representación de género y de planeta, para visualizar la crisis global.

b) Percepción de la Crisis sin Alternativa de Respuesta.

Es el caso de personas o grupos que tienen un cierto grado de conciencia de lo que está ocurriendo en el mundo. Cuentan, como mínimo, con la información, pueden tener un cierto involucramiento afectivo, pero no creen posible, no conocen, caminos de enfrentamiento, opciones de alternativa.

Es posible que esta orientación sea la mayoritaria en los países europeos, en los que resulta difícil que no exista una representación de la situación ecológica y los riesgos nucleares, como los aspectos más visibles de la crisis.

En América Latina es dable pensar que ni siquiera exista esa conciencia ingenua, no articulada a una práctica, actual o potencial, de los problemas de la época.

c) En las élites políticas técnicas existe, en mayor o menor medida, una información sobre lo que ocurre en la realidad planetaria y la necesidad de llevar a cabo una intervención, en que prevalece una tendencia a “administrar” la crisis, proponiéndose medidas técnicas circunscritas a caminos políticos insertos en la lógica del poder de las grandes potencias. Desde lo político–técnico, se trata de recomendar restricciones de consumo, investigar formas de

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aprovechar mejor la energía o, según el caso, lanzar bombas para neutralizar a un belicista.

Esta orientación, inserta en el paradigma dominante, conlleva un no hacer preguntas de fondo sobre la relación del ser humano con la realidad, del cómo y en qué medida están alteradas las relaciones ser humano–naturaleza y entre los seres humanos, en la subjetividad de cada uno. Se supone que la depredación de la naturaleza, la agresividad, las drogas, y toda la gama de síntesis de la crisis, pueden ser encarados, por lo menos, a nivel de garantizar la supervivencia dentro del contexto de una civilización centrada en los parámetros vigentes, sin cambios culturales de fondo.

d) La Alternativa Espiritual “Pura”

En el otro extremo, la conciencia de la crisis lleva especialmente a grupos de formación esotérica y orientalista, a algunos intelectuales y a sectores juveniles, a un rechazo total de la forma de vida existente y a intentar una verdadera “mutación” personal. Un conocido pacifista tiene un texto que es una de las mejores versiones, de las más lúcidas de esa orientación, que alude a que “la Paz es posible, su precio es un cambio de mentalidad”.(12)

En esta orientación hay una concepción, intención o imagen, de la crisis del ser humano, de su conexión con el grado de desarrollo de conciencia. Su debilidad está en las antípodas de la orientación anterior que desdibuja los fines y no cuestiona los medios. Aquí, es tan profundo el rechazo a la forma como se da la cultura, que no hay mediaciones, especificación de actores, estrategia frente al poder, concepción de fases, de inevitables dificultades y resistencias.

Un punto de discusión pertinente para la consideración de esta opción, es si el nuevo desarrollo, el desarrollo alternativo, es lisa y llanamente la negación del actual o, más bien, su integración a una orientación más amplia. Desde un cierto “purismo” intelectual y, desde luego, a partir de la opción regresiva, fundamentalista, se rechaza la

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modernidad, al modo del blanco o negro, reproduciendo el autoritarismo, negando la necesaria multidimensionalidad de la cultura y la contribución específica positiva de la ciencia y de la técnica.

e) El Fundamentalismo

Desde el fundamentalismo puede haber una conciencia de crisis, pero no del conjunto de necesidades y capacidades humanas. Se diferencia de la opción político-técnica en que rechaza la modernidad, y de la espiritualidad pura, en que en ella hay una estrategia cultural. Sin embargo, su crítica del desarrollo es regresiva. En cierto modo, resuelve el problema del desmedido predominio de lo racional, negando la razón; el del análisis sobre la síntesis, disolviendo las partes en el todo, asumiendo, frente al desbalance autonomía-participación, un papel tan insignificante de la autonomía que la participación pierde, también, su sentido. Deja de haber participación, conexión de una parte a un todo; hay un todo indiferenciado, pérdida de las identidades, en lugar de un juego entre la identidad personal y la identidad compartida. Hay regresión al “caos” sin modulación con el “cosmos”, sin configuración

f) La Alternativa de la Nueva Forma de Hacer Política

Es una opción transformadora que toma en cuenta la textura de lo histórico, que asume lo político, pero no al modo tradicional. Se trata de un movimiento heterogéneo que constituye la expresión más alentadora de la crisis. En el sentido de Bloch, es en los nuevos espacios, los nuevos movimientos sociales, donde se da la opción por la utopía concreta, la actualización del principio esperanza.(13)

Una mirada en conjunto a quienes están en esta orientación permite destacar algunos puntos comunes. Pacifistas, feministas, ecologistas, indigenistas, movimientos de educación popular, de salud holística, de derechos

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humanos, espiritualistas sociales, concuerdan, dentro de su notoria diversidad, en:

1.- Una conciencia de la gravedad y universalidad de la crisis.

2.- Un cuestionamiento de la lógica predominante y del estilo de desarrollo.

3.- Estrategias de acción y orientación propositiva hacia el cambio.

4.- Su propuesta involucra, de alguna manera, el terreno de la identidad.

En este último aspecto, donde se da la relación con la “espiritualidad pura”, pero aquí, incluso en las opciones espiritualistas de orientación comunitaria y de servicio, se incorpora “un puente a tierra”, una cierta base de relación con el contexto en los esfuerzos transformadores.

Los movimientos indigenistas reivindican, expresamente, su identidad cultural, también lo hacen las mujeres en sus planteamientos de género. Pacifistas, ecólogos, partidarios de derechos humanos y otros, ahondan en la identidad de especie humana (derechos humanos, pacifistas), de la especie con el mundo (ecología), ayudando a conformar una corriente de actualización del binomio autonomía-participación de la identidad.

Las mujeres, los indigenistas, los derechos humanos, la educación popular y otros, al reivindicar a los oprimidos y postergados, realzan la identidad humana en general, potenciando, así, la acción educadora de los universalistas.

En el fondo, estos movimientos permiten abrir las culturas a las tensiones y a las ambivalencias básicas. Se es mujer y ser humano, se lucha por la paz “pacíficamente”. El ser humano no se agota en sí mismo, está en el mundo, con la naturaleza. Es el terreno cultural de la elaboración del complejo de caos, no el regreso con exclusión de los

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avances actuales, es la compatibilidad del orden / desorden del que habla Morin.(14)

En el aspecto político, los nuevos movimientos sociales muestran, en su diversidad, lo posible y lo necesario de acercar diversos “radicales”, raíces de una nueva política.(15) La no-violencia activa, la compatibilidad igualdad-diferencia, la propia del pensar globalmente-activar localmente, son algunos de estos radicales.

LA SALUD INTEGRAL COMO ALTERNATIVA

Parece no haber dudas que el desarrollo enfrenta problemas, aunque no exista una conciencia de crisis. Es difícil negar que exista hambre, soledad y violencia, aire enrarecido y contaminación con las drogas. Desde el propio paradigma dominante, gran parte de las expresiones de la crisis son legitimadas como problemas de salud. Expertos de salud trabajan con el tema de la desnutrición, con las drogas, con problemas del ambiente. Hay, de hecho, una creciente sobreposición entre el campo de la salud pública y los problemas del desarrollo.

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Es desde la perspectiva de que la salud pública ya participa de la problemática del desarrollo y de la crisis, que se plantea la opción por un cambio socio-cultural profundo, vertebrado en un trabajo de salud de alcances más amplios que los considerados en las delimitaciones sectoriales y disciplinarias actuales. La propuesta involucra un “desarrollo” del concepto salud; un paso desde el eufemismo utilizado muchas veces para apuntar a la ausencia de enfermedad, el “nada especial” del examen clínico, hacia una realidad llena de contenidos y de muchísimas dimensiones. Inseparable de la temática del contenido, del “qué” de la salud, es el problema del “quién”, los actores, los protagonistas. En la sociedad actual, se supone que quienes actúan, los responsables, son los que participan en profesiones en salud. El eje está en la medicina; en la orientación integradora, no confrontacional, no puede plantearse un antagonismo salud / medicina, ni, incluso, una separación absoluta. Son campos colindantes e interpenetrados en que XX(en el cual,) el supuesto es que toda la población participa en salud, en la vida cotidiana, en los proyectos de acción social y cultural, y los profesionales, lo mismo que la atención médica, tienen un espacio de trabajo circunscrito.

a) El Concepto de Salud Integral XX(Nunca se supo del b))

La definición de salud, elaborada en el contexto de fines de la Segunda Guerra Mundial por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), se haya muy asociada a la noción de Paz y ha tenido una impresionante acogida como discurso formal, retórico, sin que ello implique una relación concordante con los contenidos de las acciones que se inscriben en su nombre. (16) (17) La O.M.S: asocia salud y bienestar psicosocial, articula los aspectos físico, psíquico y social, apuntando hacia una meta universal. Bajo los tan socorridos términos, “la salud es un estado de completo bienestar físico, psíquico y social y no solamente la ausencia de la

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enfermedad”, subyace no sólo un anunciado etéreo, sino, también, las bases de una convocatoria hacia la utopía concreta. Hay un ámbito legitimado como salud que no es solamente la ausencia de enfermedad, que se confunde con la cotidianeidad, la cultura, la vida. La medicina integral, tal como fuera trabajada en la tradición chilena de salud pública, es otro pivote para un concepto que pudiera ser, a la vez, renovador y de convocatoria amplia; transformador, radical y posible; aceptador de la incerteza y de la pluralidad de realidades y, al mismo tiempo, “realista” y capaz de incidir en la práctica. Se ha establecido, entre otros rasgos, que lo integral alude, en este caso, a sobrepasar, las dicotomías entre lo individual y lo social, lo físico y lo psíquico, la promoción, prevención, curación y rehabilitación, la medicina científica y la popular o propia de otras tradiciones, lo programable y lo flexible y abierto a la creatividad y al devenir. Si acercamos la concepción de la O.M.S. (la meta y el ámbito del bienestar), a la concepción de medicina integral, es posible comenzar a situar el terreno para la salud integral. Hemos sugerido, volviendo al ámbito antropológico, que el ser humano, al hacerse cargo de la realidad, tiene necesidades y capacidades, Existen necesidades y capacidades biológicas, psicológicas, socioculturales y espirituales; todas relacionadas entre sí. A veces, los satisfactores de necesidades son capacidades; por ejemplo, a la necesidad, al requerimiento, a la carencia de comunicación, al ser vulnerable, corresponde la capacidad bio-psico-socio-espiritual de comunicarse. Se ha sugerido una lista de dimensiones de la salud, en un sentido positivo, no dogmático o definitivo, en la expresión de una determinada sistematización funcional a la idea-fuerza de asociar salud y desarrollo. Se establece como capacidades o “rasgos” de salud, la capacidad vital de goce, de comunicación, de creatividad,

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de crítica y autocrítica, de autonomía, de solidaridad, de prospección e integración. (18) Puede plantearse que una concepción de salud integral debiera recuperar algunos aportes implícitos en la definición de la O.M.S., la concepción de medicina integral y la noción específica de capacidad, en la perspectiva de que, sin dejar de ser un referente para el quehacer médico, pudiera ser, también, apropiada en una estrategia de enfrentamiento de la crisis epocal y de compromiso con un desarrollo alternativo al desarrollo actualmente existente, asociado a un asumir los problemas constitutivos del ser humano. La salud integral comprende un”qué”, con relación a las necesidades y capacidades humanas, de índole bío.psico-social, existencial, espiritual y ecológica. Es decir, las clásicas, las legitimadas en la cultura actual y, también, las propias del desarrollo humano potencial que afronta la crisis constitutiva, la identidad de la conciencia y de la identidad (espiritualidad) y las relaciones ecológicas, en el sentido más amplio del término. Una segunda dimensión de la salud es su sentido, el “para qué”; es el bien-estar de la cultura, teniendo asumido el mal-estar “inevitable”, que no le atañe al ser humano modificar. Un bien-estar que es bien-ser, que es la dinámica entre el ser, el estar, el tener y el hacer. (18) La tercera dimensión es el “quién”; quién es el que se responsabiliza, quién es el que desarrolla su salud. Es el ser humano en armonía con la naturaleza. Los derechos humanos articulados con la ecología (humanidad y planetidad). (19) No es sólo la sociedad, es también el individuo y el grupo; no son sólo las culturas asociadas al desarrollo dominante, o las más militantes, son todas las expresiones de las capacidades y necesidades humanas orientadas según sus satisfactores específicos. Es la mujer o el hombre, las variedades de expresión sexual, los niños y los ancianos.

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La cuarta dimensión es el “dónde”; dónde, en qué lugar se actualiza la salud. Lo hace en todos los componentes de la vida. En las vivencias y en la conducta. En la vida cotidiana, en el trabajo y en la acción social. En el juego, la contemplación, la organización y la vida crítica. En la acción ambiental y e el deporte. En todos los ámbitos se expresan capacidades, se enfrentan necesidades, con mayor o menor integración, con mayor a menor atingencia al bienestar psico-social, existencial, espiritual y ecológico. La quinta dimensión es el “cómo”. En toda expresión humana está implícita la salud; la apropiación de la salud invita a la plena complementación de la autonomía y la participación, a desarrollar la salud propia junto con aportar a la salud del grupo, de la sociedad y del ambiente. Un libro de dos ecologistas tiene un título que asocia estos parámetros: “De cómo Margarita Flores Cuida su Salud, al Hacerlo, Ayuda a Salvar el Planeta”. (20) El cómo es tan diverso como la vida; su condición es la integración, cuidarse uno, a los demás, al planeta...

LA RACIONALIDAD INTEGRADORA; PUENTE ENTRE LA SALUD INTEGRAL Y EL DESARROLLO INTEGRAL

La integración es una capacidad humana, una dimensión de la salud. Bajo el paradigma dominante, esa capacidad recibe homenajes obsecuentes, pero el acento está puesto, en los hechos, en su polo complementario, en la diferenciación. En las relaciones humanas se habla de amor y solidaridad, pero se vive cotidianamente la competencia, la indiferencia y la instrumentalización. En el trabajo científico, las introducciones son holísticas y los contenidos

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propiamente tales, son focalizados, aislados, fragmentados, sin visión de conjunto. En lo referente a la integración, como capacidad, es necesario plantear -al estilo del Arte de Amar, de Fromm- que no es fácil, que necesita de formación, de arte.

Hoy es toda la sociedad, toda la cultura, la que necesita una transformación dirigida a compatibilizar el análisis y la síntesis, la individualización y la participación en lo universal, el humanismo y la ecología. Una cultura de la integración, a diferencia de una cultura integrista, no es totalitaria, deja espacio para la individualización, se apoya en la diversidad, asume la limitación humana, por ende, la experimentación, la necesidad de asegurar la reversibilidad y el aprender de la práctica. La salud integral necesita de esta cultura de la integración, como también lo exige el imperativo de un desarrollo ecológico, pacífico, fundado en la equidad para el ser humano. En esta cultura, se requiere, primero, de complementos y no oposiciones. La ciencia conjugada con la espiritualidad, a su vez, con las dimensiones existenciales y ecológicas de la vida humana y con el ajuste adecuado entre la ética y la epistemología. En segundo lugar, derivado de lo anterior, existe una exigencia de categorizar las diversas necesidades humanas de aproximación a la realidad, los distintos problemas XX(dificultades, inconvenientes) a que ya se apuntaba con la distinción en entre problemas y misterio. En tercer término, existen ideas fuerzas que, desde esta búsqueda de desarrollo de la salud, orientan las acciones educativas y transformadoras, las grandes dicotomías a trascender, como la de lo individual, lo creativo, lo seguro, lo focalizado, lo multidimensional, el desapego y el compromiso.

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En cuarto lugar, la integración de vías de desarrollo humano en el sentido de la reflexión y lo intuitivo, lo estático, lo lúdico, lo corporal o lo social, que son las vertientes metodológicas de la formación-acción; el campo del desarrollo de la conciencia y la participación en el cambio cultural. Estas cuatro propuestas serán desarrolladas, en forma forzosamente esquemática, empezando con un cuadro que las resume:

RACIONALIDAD

INTEGRADORA

ORIENTACIONES DIVERSIDAD DE

TRANSDISCIPLINARIAS REALIDADES

(Espiritualidad y otros)

IDEAS FUERZA DE

UNA CULTURA DE LA SALUD

INTEGRAL

FORMACIÓN

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a) Las Grandes Orientaciones Transdisciplinarias:

Al plantearse una cultura de la salud, en sentido integral, se distingue un núcleo de la conciencia como lo más humano de lo humano, la identidad. Siguiendo de algún modo a Buber (21), se entiende por espiritualidad lo que surge de la apertura básica de yo a tú; la matriz de la espiritualidad sería la disponibilidad de Gabriel Marcel, la apertura. Esa apertura, en términos cercanos a la psicología trasnpersonal, la junguiana y la psicosíntesis, tiene asiento en la tensión entre nuestra identidad habitual, el “yo” (individuo), y nuestro inconsciente espiritual, yo profundo o “Yo” (colectivo). Además, buscando fundamento principalmente en Tillich (10), se visualiza la idea de desarrollo espiritual como un enriquecimiento en la interacción complementaria entre el yo-cohesionador interno y el yo-parte integrado al todo. En la ecología del yo, es la dinámica de la autonomía y la participación. A diferencia del liberalismo y del marxismo, el eje del desarrollo no estaría ni en la individualización ni en la colectivización, tampoco en la disyuntiva yo mediador del ello y el superyo, o yo; Atman-Brahma, de freudianos e hinduistas, respectivamente. El ser humano es un individuo, un ente original, único, diferenciado y, al mismo tiempo, parte del todo, un sujeto participativo. En el cultivo de la espiritualidad está una condición necesaria, aunque no suficiente del cambio y de la conciencia de crisis, que es la posibilidad de asumir nuestra responsabilidad y nuestro crecimiento, junto con experimentar al otro como un igual, con el poder vivir desde este yo extendido, desde los intereses universales, desde el ser parte, el trascender. La espiritualidad remonta a los orígenes, a una relación armónica con la disponibilidad, con el caos, en complementariedad con lo conformado, el cosmos. El principio fundamental es avanzar hacia una postura social y ecologista que, por una parte, no niegue la

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autopreservación y la autodiferenciación y que, por otro lado, se asiente más allá de las ideas, los valores, las emociones, en una aprehensión desde “dentro”, un estar en lo propio, una identificación que corresponda a una identidad. La espiritualidad se apoya en dos binomios de desarrollo transdisciplinario; todos formando una estructura en interrelación, una gestalt. Ellas son la existencia y la ecología, por un lado, y la ética y la epistemología, por el otro. Son las “cinco E” de la cultura, de la salud integral, de la racionalidad integradora. La ética y la epistemología convergen, posiblemente, desde el hemisferio derecho y el izquierdo, respectivamente, para asumir esta postura espiritual yo-yo, el individuo y los otros. La ética de la nueva cultura no puede ser otra que la del amor, la de la promoción de sí mismo y del otro, la de la cultura judeocristiana y la de Confucio, el “ama a tu prójimo como a ti mismo”, la regla de oro clásica. La epistemología es la vieja y la nueva apertura a la relatividad del conocimiento, el noúmeno-fenómeno de Kant, y la realidad con y sin paréntesis de Maturana. (22) La aceptación de la relatividad del conocimiento facilita la equidad y la disponibilidad espiritual. Sin certezas absolutas, la tendencia hacia la focalización se conjuga con la posibilidad de contextualizar. El poder del conocimiento se diluye, es de un más posible compartir. El estar-en el mundo básico con su crisis constitutiva apoya a la espiritualidad desde su anunciado primario, “yo soy yo y mis circunstancias” (Ortega). Soy existencia y soy ecología. La asimilación autónoma de la muerte, la culpa, la lucha, el proceso, las situaciones límites de Jaspers (23), no se contradicen con la propuesta del propio filósofo acerca de la importancia de la comunicación y la fe filosófica, en la medida que asumimos nuestras relaciones, los nexos silenciosos con lo trascendente y los más visibles con la tierra, el aire y los otros seres vivos. Las visiones

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sistémicas y existenciales se tensan y se fertilizan mutuamente en la colaboración por actualizar la espiritualidad, la autonomía en vínculo profundo con la participación.

ESPIRITUALIDAD: AUTONOMÍA PARTICIPACIÓN

ÉTICA

EXISTENCIA ESPIRITUALIDAD ECOLOGÍA

EPISTEMOLOGÍA

b) Las Realidades de la Realidad, los Diversos Tipos de Problemas Humanos:

Al partir de la necesidad fundante y de asumir la realidad, aparecía la tensión entre lo abarcable y lo que está más allá de la finitud humana, el misterio. Se dijo que la elaboración del complejo Caos – Jano pasa por un hacerse cargo de los orígenes, del misterio, como

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facilitación, paradojalmente, para poder enfrentar la realidad a “escala humana”, los problemas. La crisis, la nueva política, el integrar la espiritualidad y sus nexos con la ética, la epistemología, lo existencial y lo ecológico, en una perspectiva de “desarrollo de salud”, hasta hacerla “íntegra”, exige, junto al computador, al laboratorio y a la participación social, un abandono de la negación positivista de la problemática de la realidad. La realidad es política, su concepción tiene que ver con la salud; aunque resulte extraño, fuera del paradigma cultural básico dominante.

Entre la apertura al misterio, al reconocimiento de nuestra necesidad-incapacidad frente a lo absoluto, está toda un área de necesaria recuperación cultural en que entra la dimensión junguiana de la dicotomía causalidad / sincronicidad (24), la temática de lo para-normal, psicológica, física, biológica, que sólo podemos enunciar. Lo mismo cabe respecto al apasionante campo de los estados alterados de conciencia y la psicología transpersonal, las realidades de la conciencia cósmica y el misticismo. Es impensable, sí, aludir, por lo menos esquemáticamente a la distinción que hace Schumacher entre problemas convergentes y divergentes.(25) Hay, obviamente, temas en que cabe una convergencia razonable, como son estimaciones de costos, de distancias, de tiempos y medios de transporte, de cuáles fueron los hechos del pasado. El paradigma se afianza en lo afirmativo e indudable. Un nuevo paradigma también debe asumir, como vertiente de la problemática humana, que en temas tales como libertad-igualdad, orden-espontaneidad, razón-intuición, la búsqueda de consensos pasa por legitimar las discrepancias en matices, en formas de ponderar. Es por eso que el desarrollo alternativo asume la diversidad, las divergencias que se complementan con las convergencias. Como plantea Schumacher, hay categorías de tensión como la libertad y la igualdad que sólo “convergen” frente a una instancia de otro nivel, en este caso, la fraternidad. Un factor responsable de la crisis es el desarrollo unidimensional, centrado únicamente XX(sólo) en lo naturalmente convergente, sin permitir espacios para la diversidad o lo divergente.

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La distinción entre problemas convergentes y divergentes -y la que existe entre problema y misterio-, tiene que aportar al reconocimiento de “las realidades de la realidad”, desde la aceptación de la relatividad de todo conocimiento. Para ello es necesario asumir lo errado de nuestra tendencia a creer que se necesita una sola realidad para todos, y que, por el contrario, cada sujeto -y cada cultura- tienen sesgos y capacidades distintas, todas legítimas, para percibir y ordenar el mundo, y que cada cual viven en “su” realidad.

b) Y que nombre le pondremos, mandadirun, dirundán.

Desde el campo transdisciplinario y la distinción entre variedades de problemas de ordenamiento de la realidad, se puede llegar a describir algunas de las grandes dicotomías que es necesario trascender; aparentes polos antagónicos que deben ser superados en una cultura de la integración. Hay dos ejes básicos, el de la relación entre lo individual y lo universal y el de la tensión entre compromiso y desapego. En ellos se juega la apertura espiritual a sí mismo y a lo otro, en su dinámica de objeto (individual / universal) y de relación caos-cosmos, de vaciarse y de actualizarse (desapego-compromiso). Vale decir, por una parte lo individual y lo ecológico y, por otra, lo oriental y lo occidental.

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INDIVIDUALIZACIÓN

FOCALIZACIÓN CREATIVIDAD

DESAPEGO COMPROMISO

SEGURIDAD POLIDIMENSIONALIDAD

UNIVERSALIZACIÓN

La focalización y la polidimensionalidad expresan la necesidad de modular entre el rigor del análisis y la apertura de lo holístico; lo válido de la cultura científica y su necesaria integración en lo espiritual, lo filosófico, lo eco-existencial; el paradigma básico actual y el nuevo paradigma emergente. Elementos básicos de la crisis constitutiva del ser humano, de la dicotomía necesidades / capacidades, de la vulnerabilidad y la potencialidad humana son los polos complementarios de la seguridad y la creatividad. El preservarse, defenderse y, el crecer y ser más. Integrar tiene, por lo menos, tres sentidos: Existe la integridad en su acepción ética - “aquel que es incorruptible, es íntegro”. Íntegro es, también, completo, total, poseído de sí mismo. Además, el individuo se integra al vincularse en forma afectiva. Se visualiza la necesidad de una racionalidad integradora en un sincretismo de estas connotaciones: integrar lo fragmentado,

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manteniendo identidades para totalizar, sin ser totalitario, para relacionarse activamente, sin ser integrista. Se requiere una integración sinérgica en las conciencias, en la vida cotidiana, en el accionar socioecológico que, enriquecido por la tolerancia y la diversidad, permita sobrepasar la crisis histórica con una visión de conjunto de las relaciones ser humano-naturaleza, los nexos entre naciones, culturas, géneros, edades, modos de ser. Agnes Séller lo ha señalado en su invitación a asumir las necesidades radicales de comunicación racional, de desarrollo integral, de aceptación de las necesidades de todos.(23) En la base de esta posibilidad de integración está el desarrollo de la conciencia, pero esto es inseparable del accionar social, de la transformación de las relaciones de poder. En el núcleo de la conciencia reside algo así como “el secreto” de la integración, el desarrollo de la identidad de asumir con “coraje de ser” (Tillich), tanto la autonomía como la participación. Es la integración de ser uno mismo y ser parte del todo, con la mediación de la vida y de la especie. Más allá de conceptualización o la orientación afectiva-valórica, esta integración es una vivencia de identidad, forzosamente itinerante, del yo-cohesionador interno al yo-parte, actualización de lo que habitualmente está más allá del yo. Es el terreno de la ecología profunda, “la ecología del yo”. La autonomía presume un “yo” integrador interno, la preservación de límites ante las interacciones con el medio, la unidad en la diversidad frente a lo propio, las diferentes corrientes vivenciales y núcleos de identidad. La participación descansa en un centro que trasciende la individualidad, el sí mismo, la identidad compartida, la dimensión del encuentro existencial, de la inmediatez ecológica, del acercamiento a lo insondable, a lo misterioso.

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La ecología del yo comprende la dinámica de los equilibrios entre deseos y proyectos, entre imágenes y búsquedas, entre lo racional y lo intuitivo-afectivo-espiritual, como el poder asumirse como parte de vínculos, de grupos, de comunidades, del proceso de humanización, de una realidad emergente y trascendente.(29) En una dinámica de apegos y desapegos, de actualizaciones originales y de trascender de sí asumiendo límites y potencialidades, con el rigor y la fluidez de la apertura, según las dicotomías de la racionalidad integrada. La ecología del yo es un referente básico de la salud, pero la salud integral se da en múltiples dimensiones. No es sólo la salud profunda, la salud de la identidad. Es también necesariamente, la salud de la cultura. Importante como es el ahondamiento teórico y la profundización vivencial, interesa también, especialmente, su difusión cultural. Es allí donde la salud hace de puente entre lo personal y lo sociocultural. La integración es una capacidad, una expresión de la salud individual. En el sentido de la salud integral, lo es también de la salud de los grupos, de las instituciones, de las culturas. Desde la perspectiva que interesa aquí, cabría un desarrollo de la salud en la integración de movimientos sociales, sensibilidades y experiencia en la búsqueda de un nuevo desarrollo. El nuevo desarrollo, “desarrollo para el ser humano”, a “escala humana” (24) necesita ser saludable, integrando ciencia y espiritualidad, ética y estética, lo micro y lo macro, la diversidad con la igualdad esencial, la capacidad de expresividad diferenciada, creativa, con la programación. En la intimidad de la conciencia, el ámbito del hemisferio cerebral izquierdo con el derecho, el yang y el yin. Frente a la crisis generalizada del planeta, se plantea una alternativa de enfrentamiento sociocultural, de cambios profundos y pacíficos,

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incidiendo en el paradigma básico del desarrollo y recuperando la realidad negada de la crisis constitutiva del ser humano.

Se plantea una transformación cultural que, respetando los aportes de la ciencia y de la técnica, humanice el desarrollo en términos de una relación armoniosa con la naturaleza, permita equidad en lo social y una visión balanceada de las distintas necesidades humanas. La actualización de la propuesta incluye un punto de partida contingente en los nuevos movimientos sociales y la llamada nueva forma de hacer política. Ello se articula con la opción por actualizar el contenido latente de la salud, en el sentido de la definición de la O.M.S. La categoría de integración -diferenciada del integrismo- emerge como un eje vertebrador de la problemática constitutiva del ser humano, de la opción por un nuevo desarrollo y de una visión no medicalizada, amplia de la salud. Se visualiza la integración como la base de una cultura con un núcleo espiritual, en el sentido de una disponibilidad última relacionada con la tensión humana entre la individualidad, la autonomía y la relación, la participación y el trascender. Se plantea una espiritualidad integrada, contextualizada, con vasos comunicantes con otros dominios transdisciplinarios, con el asumir una pluralidad de formas en que se da la realidad, la necesidad de trascender grandes dicotomías como la de lo individual y universal y una metodología formativa que aúna lo racional, lo espiritual y otras vertientes de desarrollo personal y social. Fray Luis de León señala que “la salud es un bien que consiste en proporción y en armonía de cosas diferentes y es como una música concertada que hacen entre sí los humores del cuerpo”. Si Maslow tenía razón al plantear que la salud es la capacidad de trascender las

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dicotomías (25), la tarea histórica es plantearse, al mismo tiempo, la salud del cuerpo, del espíritu y del planeta, entendiendo con Virchow que la política es la medicina en otra escala. (28)

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Higia, Compañera de Esculapio

Es hora de tener presente a Higia, la diosa de la salud, distinguiéndola y asumiendo, al mismo tiempo, su cercanía con Esculapio, el dios de la medicina. Salud y medicina son complementario, pero a menudo se les confunde y Esculapio, hijo, amante o padre de Higia, de acuerdo al tenor de las múltiples leyendas, pasa a ser el único visible, conocido o reconocido. La salud es más amplia que la medicina, discutimos los alcances del concepto, pero tenemos consenso en que no se identifica con la medicina, la medicina es uno de los factores que contribuyen a la salud. Higia no puede estar supeditada a Esculapio, o es su igual o es su guía conductor.

Es hora de tener presente a Higia, aunque ya no se la adora

en el templo romano de Minerva Médica, no se le rinde culto en el altar que el escultor Pirro hiciera en honor de Atenea Higia, alrededor del 428 antes de Cristo en agradecimiento por haberles librado de una peste, se han hecho vagos e inciertos los orígenes de lo que empezó, como reverencia a esta diosa, en Sicione y luego se expresó en estatuas en Atenas, Argos, Gortina, Corinto y Aropa.

Higia, Higea, Higeia… se podría seguir con muchas

variantes del nombre y sobre todo, explicitar su nexo con la higiene, la ciencia, el conjunto de disciplinas que contribuyen al buen vivir. Para la Grecia clásica salud era un estado de equilibrio que dependerá del buen cuidado de la mente y del cuerpo, de la dieta, del reposo, del sueño, de la gimnasia, el estudio y la música.

Higia, diosa de la salud, matriz de la higiene, simboliza la

unión de la salud, del estar bien, de la cotidianidad plena, de la actualización de las capacidades físicas, psíquicas, ecológicas y

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espirituales, con la higiene la intervención en la vida, las normas, prácticas, valores y conocimientos que contribuyen a ese estar bien.

Higia representa, por tanto, un puente entre la promoción,

la prevención y las actividades integradoras de la atención médica con la vida sana, en general, y la participación comunitaria en el desarrollo local y en la gestión de los proyectos cotidianos. Puede ser un símbolo tanto para la estrategia de atención primaria, como para las ideas fuerza de medicina integral y de salud integral.

Se representa a Higia como una joven, bella, con una copa

en la mano, vestida con una túnica, portando una corona. Mujer joven, Higia es expresión de una visión abierta de la sociedad y de las tareas de salud, convencida de que la juventud es la edad de los ideales y de la fuerza vital, no sólo espacio de violencia y adicciones, atenta a los aportes de las mujeres mayoritarios en el trabajo en los consultorios y en la comunidad, en la construcción de una sociedad sensible, solidaria, a la vez autónoma y participativa. Acompañemos a Higia a la salud, a la higiene, a tener su espacio, el lugar que le corresponde en la sociedad, en la política, en la cotidianidad, a avanzar a una relación de iguales, de colaboración, con Esculapio con la medicina.

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APOLO, INSPIRADOR DE HIGIA Y DE LA VISION INTEGRAL DE LA SALUD

La integralidad es una idea fuerza muy compleja y, a la vez, el objeto de una retórica vacía. Corresponde a la necesidad profunda de establecer nexos y de alcanzar completud y es, también, expresión de manipulaciones espúreas de publicidad para el consumo. Apunta al desarrollo de la conciencia ética, pero es, con frecuencia, mediatizada para los unos más triviales.

En nuestro país, en el ámbito de la medicina y de la salud,

coexisten, como en todas partes, las búsquedas coherentes y las prácticas demostrativas con las actitudes escépticas, los afanes mercantilistas y los reduccionismos burocráticos. Es útil recordar algunos de los múltiples aportes al desarrollo de la medicina integral en Chile que van desde la concepción del Servicio Nacional de Salud y las entidades que le antecedieron, las carreras universitarias de la salud, las antiguas Unidades Sanitarias, hasta experiencias más cualitativas como Purranque, la del Centro de Demostración de Quinta Normal, Medicina Psicosomática del Hospital San Borja, Medicina Comunitaria, el Centro de Antropología Médico Social, el Caimi, Cespo, la Vicaría, Quillahue, Cis, Cisme, Fasic, La Caleta, Gradas, Tideh, Soinde, Ciaspo, Colectivo de Atención Primaria, Paesmi, Cintras, el conjunto de los Cosam para mostrar una lista larga y de todos modos muy incompleta de aportes multifacéticos a un marco referencial que todavía exige mucho camino de elaboración.

En esas instancias de acción y reflexión, tal como en la vida

diaria ciudadana, en general, no ha sido fácil distinguir puentes y fronteras, matices diferenciales y sobreposiciones de la salud integral y de la medicina integral. Sin embargo, haciendo una síntesis, forzosamente arbitraria, emerge entre los rasgos destacados de la concepción valor aspiración a la medicina integral el asumir una relación de todo a parte, la medicina entendida como “partícipe”,

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como contribuyente, un factor que interviene en la actualización de la salud. Hay un cierto paralelismo o analogía con los deslindes entre salud y enfermedad en que, aunando también, la apreciación de la continuidad y de lo específico, puede decirse que la enfermedad “participa” de la salud, es un aspecto de ella.

La búsqueda de marcos de referencia y de caminos operativos

en lo que respecta a Medicina integral ha contado con responsables, asistenciales, docentes y de investigación, que se desempeñaban o lo hacen actualmente con parámetros disciplinarios, antropológicos y epistemológicos bien delimitados y asumidos.

En contraste, la noción más abarcativa e inasible de salud

integral transciende las demarcaciones habituales en lo disciplinario y lo administrativo. Es objeto de interés de las llamadas medicinas “no ortodoxas”, concurren a su utilización conceptual movimientos sociales, críticas culturales y partícipes en nuevos referentes epistemológicos. El término salud integral se aplica, fuera del ámbito de la medicina y los individuos, a la consideración de la dinámica social, de las ideas, de la cultura, del perfil del desarrollo humano. Sin dejar de ser parte del quehacer y el lenguaje de las profesiones de la salud, los términos son aprehendidos por políticos y simples ciudadanos, educadores, cientistas sociales y buscadores espirituales.

Para hacer real la estrategia de atención primaria, para contribuir

a revertir las tendencias individualistas deshumanizadores en atención media, para apuntar a un desarrollo social saludable, es importante buscar formas de ahondar en las concepciones de salud y medicina integral y en las relaciones entre ellas. En este proceso entramos a perturbar creencias muy establecidas, a sacudir modorras, al riesgo de provocar miedos al cambio y a la perdida de lo conocido. Es el terreno ineludible de la dinámica, de la confrontación de paradigmas culturales básicos. Es la discusión acerca de concepción de realidad, de conocimiento, de ser humano. Es mirar más allá de la modernidad.

Se llama paradigma al modelo, al marco consensual de ciencias

y prácticas de una comunidad científica. Por extensión, se plantea una noción más amplia, la del paradigma cultural básico, que se

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refiere tanto al como conocer como a los grandes contenidos de la visión de mundo y de evolución humana posible y deseable. Hoy vivimos, dentro de una crisis de civilización, la coexistencia y el enfrentamiento de paradigma básicos. La valoración y la conceptualización de la integralidad son parte substantiva de esta crisis y confrontación de tendencias.

La noción de integralidad puede ser instrumentalizada en un

simple sentido retórico, como un elemento de legitimación, de autovalidación, de promoción de intereses o de mero relleno. Proliferan los negocios denominados “medicina integral”, en que es difícil encontrar algo substantivo, de profundización ética o de búsqueda o hallazgo de puentes entre lo físico, psíquico, ecológico y espiritual o cualquier otro de los planos integradores en salud. Lo mismo puede decirse de cierto uso ritual de las palabras “integral” o “integrado”, referidos a salud y/o medicina, en los programas públicos o del sector solidario, en que no hay reconocimiento de la complejidad de las dificultades que involucra una propuesta “integrador”.

El aviso mercantil, seductor o estridente, señalando los

presuntos méritos de una clínica de “atención integral”, o el discurso funcionario que reitera un énfasis en el término sin profundizar en sus alcances, representan una misma tendencia evasiva, enajenante, ajena al conflicto de fondo entre el reduccionismo analítico de la modernidad y el emerger de lo holístico, a la tensión entre paradigmas básicos. Fuera de la sintonía con la colisión entre la visión del mundo cartesiana, de lo claro y lo distinto, lo objetivo netamente separado de los subjetivo, y la apertura real, no de pura fórmula, a un universo de relaciones, a la integración.

Se hace necesario profundizar en las implicaciones

paradigmáticas de la integración, de consumo con un rigor y alerta ante las confusiones que produce la retórica comercial o burocrática.

El asumir la confrontación de paradigmas, el contar con la

capacidad crítica y la creatividad requeridas para darle vida y sentido a la integralidad, requieren apertura y desarrollo de conciencia. Para ello las conexiones entre el inconsciente individual y colectivo y los mitos de resonancia universal son facilitadores de progresivos

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niveles de comprensión. A este respecto, junto a las figuras de Panacea y de Higia, tiene un valor el alternar con el célebre y multifacético Apolo.

Panacea es una figura simbólica que contribuye a la introvisión,

al “insight” sobre nuestra tendencia a la omnipotencia y la falta de conciencia de nuestros límites. Higia encarna la vocación y la exigencia existencial del hacerse cargo, del “cuidado”, del “pastoreo” de la vida. Apolo puede contribuir, como símbolo, a aprehender las dimensiones y conflictos a encarar con la noción de integralidad, como utopía de la medicina de la salud, e, incluso, de la felicidad.

Hay una asociación muy antigua, entre el Dios Apolo y una serie

de atributos relacionados con la integralidad: sabiduría, equilibrio, brillo, amplitud, ponderación, belleza, aprendizaje... Apolo, el resplandeciente, dios del sol, árbitro del tiempo, plenitud de juventud, dios de la enfermedad y las pestes y de la curación, de la videncia y de la profecía, de la mediación entre los humanos y los dioses. Apolo, un dios que se enamora, que tiene desengaños, que es capaz de ser cruelmente vengativo, que sufre al perder a sus hijos, que exige, implacable, que Orestes vengue a su padre y mate a su madre Clitemnestra, Apolo, dios múltiple, versátil, del equilibrio y la armonía. Dios que integra salud y enfermedad, vida y utopía.

Pitágoras, tal vez el primer religioso pensador que hablara de

“filo-sofía”, amistad hacia la sabiduría, fue considerado por algunos como una encarnación de Apolo. Schelling y Niestzche destacaron el contraste entre las grandes constelaciones culturales, apolíneas y dionisiacas, las del equilibrio y las del frenesí vital. Cuando Cazaneuve habla de tipologías de concepciones de la felicidad, también alude a una visión apolínea y a una orientación dionisiaca, que podrían equivaler a los principios de realidad y de placer de Freud, en sus alcances más radicales.

Hay dos elementos del mito de Apolo que son importantes de

destacar, en el propósito de sacar el tema de la integralidad de la mecánica del slogan y lo trivial y llevarlo a sus implicaciones epistemológicas y de asociación con el cambio de conciencia. El primero es el rescate de la ótica integral como punto de experiencias biográficas. Apolo estuvo muy lejos de nacer Apolíneo, en segundo

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término, la relación de equilibrio, de desapego, de lo clásico, con la pasión, la vida, lo romántico. Apolo, además de haber sido “dios de las pasiones”, ya en pleno período profético, de intermediario con Júpiter, se entendiera, complementaba con Dionisio, no lo descalificaba.

Apolo tuvo un duro aprendizaje biográfico, una serie de

experiencias que lo llevaron a madurar hacia lo “Apolíneo”. El mito ayuda a comprender que se requieren procesos formativos profundos para trabajar en los marcos referenciales de la salud y la medicina integral.

La vida de Apolo está marcada por pasiones y conflictos desde antes de nacer. Hijo de Júpiter y de Latona, la personificación de la noche, vio amenazada su supervivencia por los celos embravecidos de Hera, esposa posesiva del dios supremo, quien dio instrucciones intimidatorias para que en ningún sitio de la tierra se aceptara dar lugar al parto de este fruto de la infidelidad divina. Sólo la pequeña Delos, un peñón flotante, se apiadó de la gran angustia de Latona. Poseidón dios del mar, le proporcionó columna para que anclara y sirviera de digna cuna a tan importante personaje. Iris, la mensajera de los dioses, la del “arco iris” entre cielo y tierra, fue la encargada de ir al Olimpo en busca de Eleitis, diosa de los nacimientos, mañosamente retenida por Hera.

Al nacer, Apolo rompe el cordón de oro que rodea sus reales

pañales y reclama de inmediato el arco y la lira, junto con expresar con absoluta asertividad su propósito de ser el intérprete de la voluntad de Júpiter, su padre. Vemos, de inmediato, el concierto de las armas y la música, el desparpajo genial y precoz de hacer lo suyo, pero, al mismo tiempo, la forma, el orden, la conciencia de límites frente a una racionalidad a un ser superior. La lección de fondo es que todos esos equilibrios son difíciles, incluso para un gran dios, por lo que es explicable que Apolo pasara por muchas frustraciones y por la autoría de severos errores.

Tal vez el episodio más pertinente para ejemplificar como Apolo

se hizo “integral” viviendo experiencias remecedoras, fue su año de castigo con trabajos en la tierra. Hay una visión que atribuye la falta a que Apolo mató a la fatídica serpiente Pitón en las inmediaciones sacras del templo de Delfos. Lo más aceptado es, sin embargo, el

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relato que lo asocia con la muerte de Esculapio, el padre de la medicina e hijo de Apolo, que incurrió en la transgresión de resucitar a uno o varios muertos. Júpiter lo fulminó con un rayo y Apolo, desconsolado, impulsivo, se vengó matando, a su vez, a tres cíclopes, familiares del primero de los dioses, Júpiter, entonces lo condena a servir, durante un año, de cuidador de los rebaños de un mortal, el rey Admeto. Apolo aceptó con humildad la tarea y la relegación fuera del Olimpo, empleó la lira para domesticar los animales, creativo y responsable. Fue, al parecer, un hito decisivo en su transformación “personal”, en el tránsito hasta llegar a ser ponderado, equilibrado, apolíneo, integral. Del exilio en el espacio vino a relegar a un segundo plano lo pasional, lo impulsivo. Un aprendizaje de la integralidad no a base de consignas, sino en función de una evolución de la conciencia relacionada con vivencias profundas.

En lo biográfico está implícito el segundo contenido importante

del mito, para los efectos de la discusión sobre la integralidad, lo apolíneo puede encauzar lo dionisiaco, pero no lo excluye. En el templo de Delfos, el más importante de los muchos lugares de culto a Apolo, también se celebraba a Dionisio. Los dos dioses no eran antagónicos, eran complementarios. Apolo, el sabio, era joven y vital. Tenía el don de la profecía, pero también manejaba el arco y la lira. Nietzche destaca en “El Origen de la Tragedia” que ésta nació del confluir de la vitalidad, de la verdad dionisíaca, y se integra con las representaciones mediatizadas, de la pintura y la escultura, apolíneas.

Otra manera de decirlo es que la integralidad se nutre de la

reflexión, del orden secuencial, del hemisferio cerebral izquierdo, y, también, exige atención a los nacimientos, los exilios, las muertes, la vida y su repercusión en los afectos, el hemisferio cerebral derecho. O, también el mito puede traducirse en que se requiere acercar las experiencias vividas de quienes trabajan en proyectos de medicina integral, con sacrificios, abnegación y compromiso, con los que buscan y encuentran caminos de desarrollo psicológico y ampliación de las perspectivas paradigmáticas.

Higia, la higiene, el proyecto de construir la vida de cada uno y de todos en forma saludable, al imbricarse con la Atención Primaria

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como estrategia de cambio, tiene que involucrarse con transformaciones culturales en que la noción de integralidad está en primer plano. Se trata de abandonar el individualismo desarrollando la capacidad de individualización, de respetar la razón y asegurar su primacía frente al mecanicismo y los esquemas, en consonancia con la apertura a los afectos, a la imaginación, a los afectos, a la imaginación, a los valores, al espíritu. Apolo, dios principal de la salud, es un arquetipo inspirador, en la medida que es un mito que contribuye a sacar a la salud y a la medicina integral de la retórica y de la instrumentalización comercial. Apolo, dios principal de la salud, es un arquetipo inspirador, en la medida que es un mito que contribuye a sacar a la salud y a la medicina integral de la retórica y de la instrumentalización comercial. Apolo, en diálogo con la Panaceas, los Júpiter y los Dionisios. Apolo como inspirador de un cambio cultural y de una formación que ve a la integralidad como puente entre la salud y la medicina, entre la ética y la ampliación de la conciencia, entre el paradigma básico vigente y el nuevo paradigma holístico y humanista

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Panacea, la hermana seductora de Higia Se entiende generalmente por panacea la fantasía de un remedio universal, un medicamento capaz de enfrentar cualquier tipo de enfermedades. En un sentido más amplio, es un término que se emplea para indicar, por extensión, que algo —o alguien— está en condiciones de solucionar en forma absoluta y, en todas las circunstancias, cierto tipo de problemas.

Así, por ejemplo, en algún momento se habló de la cortisona

como una droga “milagrosa”, una panacea infalible para una serie de males. En la acepción más amplia, la aplicación se da, entre un sin fin de oportunidades, cuando, en el campo laboral, se apunta a la integración, el control adecuado, las relaciones humanas o la recreación conjunta, como resortes infalibles, panaceas frente a cualquier dificultad, por grande que sea.

Panacea es el nombre de una diosa griega. Se la ubica de

Esculapio, como parte del conjunto de deidades de la salud. Figura en el juramento Hipocrático “…Juro por Apolo, médico, por Esculapio, por Higia y Panacea, por todas las diosas…”. Sabido es que en la mitología griega se le atribuían poderes en relación a la salud a todos los dioses, empezando por Zeus, el supremo.

Atenea la sabia, tenía naturalmente, muchas relaciones con el

ámbito de la salud y hasta, explícitamente, se la identificó con Higia. Sin embargo, el mismo juramento diferencia algunas figuras y existe un juego de funciones, de “territorios” en los que se dan los “responsables” (los trabajadores de la salud en el mundo de los dioses), que son encabezados por Apolo, el sol, la afirmación del equilibrio, el célebre centauro Quirón, su discípulo Esculapio, la figura, fundante, mítica, de la profesión médica, Higia, antecesora de la “Salus” romana, Telésforo, el dios de la convalecencia, Eleitia, protectora de los nacimientos, Macaón y Polidario, hijos de Esculapio, presuntos fundadores de la cirugía y la medicina interna, respectivamente, y Panacea, la diosa que complementa a Higia, la del tratamiento, la curación por yerbas medicinales.

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Panacea fue una diosa menor en un contexto en que todos los grandes dioses participaban de dotes y atributos concernientes a la salud y, en que Apolo y Esculapio eran los actores más relevantes en el dominio más específico de la salud – enfermedad. Sin embargo, paradojalmente, su simbología perdura y pareciera representar lo que se espera de los poderes últimos.

En la Edad Media, la diosa griega fue asimilada a las búsquedas

de los alquimistas, a las investigaciones en pos de los secretos de la piedra filosofal y la eterna juventud. Hubo varias plantas que fueron consideradas, en distintos momentos, como “panaceas” para todos los males, medicinas universales.

En nuestro propio siglo se dio un hibridaje entre este símbolo de

remedio poderoso y el mundo de los visionarios y profetas, a través de una secta inglesa llamada Panacea, identificada con el legado de una mística, Jane Southcoat, que fue buscado después de su muerte como gran “panacea” para los males contemporáneos.

Panacea, es, más allá de los datos históricos, como todo

contenido mitológico, una expresión de lo que es la conciencia y las necesidades humanas. Panacea es un contenido vivencial que emerge en la dinámica de las personas y las sociedades, la representación del gran recurso mágico, el satisfactor que no puede fallar, la fantasía que nuestras fantasías no tengan límite en su actualización.

Psicológicamente, las panaceas surgen de nuestra incapacidad

de aceptar de que existan necesidades que no podemos satisfacer, de nuestro deseo de contar con formulas simples para salir airosos de todos los problemas. Nunca abandonaremos del todo la esperanza de que no existan enfermedades incurables, de que el pasado pueda ser “sobre pasado”, que el tiempo y la muerte cambien su naturaleza opresiva. Queremos en lo más inmediato, caminos simples, garantizados, para que cristalicen las relaciones en la forma que orientamos nuestras expectativas, para tener seguridad total de obtener esto o aquello en todos los ámbitos.

Nuestra época, con las facilidades que brinda el desarrollo

tecnológico, ha llevado a una extensión del “complejo de Panacea”, a

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ilusionarse con medios capaces de solucionarlo todo, a perder capacidad de aceptar límites y reconocer la necesidad de asumir complejidades y diferencias. Cada vez cuesta más asumir que no hay un camino único para dar estabilidad a las parejas, una sola fórmula para asimilar toda clase de estudios, remedios universales para la deshonestidad, el tedio, la capacidad de meditar o tener plenitud sexual. Todo parecería depender de encontrar un botón, una fórmula química, un gurú, una cierta cantidad de dinero y “todo asegurado”, sin frustraciones ni fracasos.

Al situarnos en el área de las discusiones sobre política de

salud, Panacea está muy presenta, siempre dispuesta a ocupar un primer plano. Hay, evidentemente, una crisis en salud en Chile y en todas partes. Existe un gran descontento por la calidad de la atención médica, ello a pesar de que han aumentado significativamente las inversiones en el sector público, a múltiples iniciativas para mejorar la gestión, al peso político que se le dio al área de salud, a la mantención del espíritu de servicio, con precarias condiciones económicas, de la mayor parte de los funcionarios. No obstante todo ello, hay malestar, no existe una buena imagen pública.

En eses terreno, se dan las condiciones para que se active el “complejo” y surgan panaceas compartidas, fórmulas simples, de supuesta eficacia en todo lugar, en procesos de “mejorar” la salud. Una de ellas, tal vez la más socorrida, es la panacea de la privatización, tal como ocurre frente al os problemas de Codelco, se proyecta la gran fantasía de confiar las empresas de salud del sector público a intereses particulares. Se supone que “todo cambiará” si el Estado cede el máximo de espacios posibles a la empresa privada en el área de la salud.

Como siempre, Panacea seduce desde la inclinación a

uniformar, a repetir, sin repara en diferencias, en contextos, en sentidos últimos. Es aparentemente sencillo, si la fruta expande sus exportaciones, durante un período, en base a la creatividad empresarial, por que no emplear esa misma lógica en salud, aunque las relaciones con la comunidad, en el trabajo de equipo, en la vinculación profesional – paciente, no sean similares a las que se dan entre los kivis, los abonos y la publicidad.

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La frialdad economicista con que las Isapres han encarado la atención a la tercera edad, la salud mental y, muchas veces, la propia dignidad de los médicos ha quitado crédito a esta panacea, la ha desinflado.

Muchas parecen abrir los ojos a la importancia de mantener un

sector social en la salud que contribuya a recuperar una ética de solidaridad y servicio.

El espíritu de Panacea, la exigencia de soluciones absolutas,

totalizantes, no se queda tranquila, si no es la privatización, hay que incorporar la médula del ámbito empresarial, la gestión ¿Quién podría discutirlo?. La gestión es parte importante de toda acción de salud. Si, es parte de ella, e importante. Ocurre que, euforia totalizante mediante, todo se vuelve gestión, operaciones de gestión, racionalidad de la gestión. Así, desde la economía, a partir de la administración o, incluso, la computación, se empieza a querer orientar todo el quehacer y el sentido del trabajo en salud.

Panacea se viste de eficiencia, de costo beneficio, para invitar a

comunicarse en profundidad con el fin de contar con buenos “productos”, a adentrarse en el “espíritu” para asegura un mejor uso de los recuso económicos. Se confunden los planos, se pierde la especificidad de los valores, el terreno del desarrollo humano.

Ahora que la moda dicta la hegemonía cultural de la gestión,

cabría preguntarse como gestionar una relación adecuada entre el conjunto de los dioses y aquellos que están más identificados con el campo de la salud, entre la sabiduría de Atenea, el amor a la vida de Apolo, los aportes al como vivir de Higia y la imperiosa exigencia de Panacea de instrumentos omniscientes, infalibles.

De las enseñanzas de Atenea y Apolo podría venir un asumir

tanto las potencialidades como los límites humanos, el enfoque antropológico que da un cierto lugar, que respeta la técnica, a sabiendas que no agotan la complejidad, el desafío de lo que es el ser humano.

EN ESTE CAMINO, HIGIA TOMA DE LA MANO A SU HERMANA,

LA TEMPERAMENTAL, LA EXALTADA, LA SEDUCTORA

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PANACEA, SEÑALÁNDOLE LA NECESIDAD DE DISCRIMINAR DEL DESARROLLO PERSONAL, DE LA HIGIENE PROFUNDA QUE PUEDE PERMITIR MIRA CON PERSPECTIVA HISTÓRICA

LAS MODAS CONTINGENTES, CONTRIBUYENDO A ENCAUZAR LA ENERGÍA DE PANACEA, MÁS ALLÁ DE LA OBSESIÓN POR

EL REMEDIO ÚNICO PARA TODOS LOS MALES, HACIA EL ANALIZAR LA EXPERIENCIA DE PERÍODOS ANTERIORES,

HACIA ENTENDER LAS DIMENSIONES ESPIRITUALES, ÉTICAS Y PSICOSOCIALES DE LOS PROBLEMAS DE LA SALUD,

RESPETANDO SU DIVERSIDAD, LA DIFERENCIA DE PLANOS, HACIENDO QUE PANACEA INTEGRE A LA SALUD Y A LA

CULTURA, UNA VISIÓN ECOLÓGICA, SALUDABLE DE PODER.

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LA SALUD DEL PODER

Una dimensión de la salud integral

Nuestro bosque de espeso y yerto pragmatismo, acompañado-gran y comprensible paradoja- por inútiles intentos de establecer momentos utópicos absolutos, sin trabajo, disciplinas, procesos de aprendizajes previos, nos aleja de la consideración de los árboles fundantes de nuestra condición humana. Uno de ellos es el poder, ubicuo, hipócrita, denostado, tan parte nuestra como las células o la esperanza.

Deseado y no legitimado, el sentido común hace del poder sinónimo de dominación, de relaciones ajenas a la relación entre iguales y a la complementación.

Nos proponemos sugerir algunos elementos de juicio para el estímulo a las conversaciones, reflexiones y actividades formativas en torno al poder humano, diferente al de la naturaleza, al de las máquinas, al de los documentos notariales.

Tomamos como ángulo de miras a la salud . Nos preguntamos por la salud del poder. La intención es de contribuir a las búsquedas de “terceras vías, entre el “pan pragmatismo” de la adscripción acrítica al mundo, del uso y de la adicción al poder, y el reino etéreo o retórico de la evasión hacia una negación utópica de la existencia y necesidad del poder.

Cuesta admitirlo, pero hay un cierto sincretismo, una sobre posición de contenidos entre poder y salud. Poder es capacidad, poder realizar algo, con la imaginación, las manos, la voz, el dinero, la influencia, la inspiración…Cuando hablamos de salud nos referimos a ciertas capacidades, poderes, postulados como positivos, tendientes a la actualización de algunas posibilidades humanas, goce, comunicación, trascendencia, identidad. Sí nos referimos a la capacidad vital, o a la de integrar, como rasgos de salud, allí está implícito el poder como la medida de sus alcances, lo que se “puede “ en vitalidad o en integración .

Hay un poder de las diferentes dimensiones de la salud. A la inversa, se da, igualmente, la salud de las diferentes expresiones del

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poder. Es una indicación sobre la dirección de un determinado poder. A partir de una visión de salud integral, de considerar como válida la salud de todas las personas, del reconocimiento del valor de cada ser humano, el poder de dominación es propio de una “mala salud”.

Profundizar en la concepción del poder es relevante para los trabajadores de la salud, la educación, el desarrollo social, los temas ambientales y la cultura, en su sentido más específico, y para todo un país que pretende abrir un ancho camino a la cultura .

Es un tema libre de recetas. Hay que examinar la el concepto en un mismo movimiento de revisión de uno mismo, en procesos llevados a cabo con autonomía, lejos de prejuicios, dialogando, reflexionando. Así se tiene la oportunidad de pasar por encima de los sesgos y las necesidades de mantener imágenes y se dan las condiciones para contextualizar y para profundizar el ángulo de miras sobre la política, el ámbito colectivo de ejercicio del poder, en su conjunto.

¿Qué es el poder, cuáles son sus dimensiones? Al contestar se ponen en acción ciertos “poderes”…atención, memoria, asociación, seguridad, interés en estas conversaciones … Todos tenemos poder, de un grado u otro, de preguntar, de responder, de discriminar, de voluntad…la lista no tiene término.

Proponemos una diferenciación simple de cinco dimensiones del poder. Ellas son el poder de ser, el de la conciencia, el de la identidad, el de la fuerza o energía, el de la dirección del poder.

A). El poder de ser apunta a nuestra condición básica de “existentes “, entes . Es el más olvidado o negado en estos tiempos del “pragmatismo encéfalo craneano”. Nos sitúa, al reconocerle, en la tensión esencial, ex-istimos, estamos fuera, tenemos nuestra individualidad, pero pertenecemos al todo, participamos.

B). Contamos con el poder de darnos cuenta, la “con- .ciencia”. Poder con su lucha, su contradicción, el doble enfrentamiento con la incertidumbre epistemológica y con las opacidades del inconsciente.

C). El poder de ser y el de la conciencia se continúan con nuestro poder más personal, la identidad, el centro, el yo.

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D). El poder energía comprende un vasto, diverso, espectro de contenidos .Hablamos de potencia sexual y de poder económico, fuerza física y capacidad de convocatoria, poder militar y resonancia carismática…Es el poder tangible, el único aparentemente existente en el sentido común.

E). Las expresiones del poder poseen distintas direcciones; la guerra, la acumulación, las relaciones humanas, el desarrollo personal, el conocimiento, el enriquecimiento, el trabajo, el control de una posición gubernamental, la expansión territorial, la educación, la obra artística, el éxito deportivo. Toda la gama posible de las metas humanas. Es la dimensión del poder más cercana a la salud, la susceptible de ser llevada a términos valóricos Para encarar la salud del poder tomamos la directriz de la salud integral . En ella, en apretado resumen, se considera el desarrollo del potencial de cada uno y de todos, en armonía entre sí y con la naturaleza, rescatando la “escala humana”, el papel del ser humano en el cosmos, la forma peculiar como se da la identidad bivalente, “cuántica “ de autonomía y participación en la comunidad, la humanidad, la vida ,el planeta. Podemos considerar, tentativamente, a grandes rasgos, como forma de animar un diálogo, las condiciones siguientes que pueden ayudar a identificar a un poder “sano”: A). La armonía entre la igualdad humana básica y el

derecho a la diferenciación. B). La orientación hacia la sustentabilidad C). El equilibrio entre el poder de identificación acotado a

lo más significativo y la apertura a lo universal D). La sinergia entre el desarrollo de las personas y la

búsqueda de medios para facilitarlo E). La atención a las necesidades y derechos de todos

En relación al poder de dominación, hay tres grandes formas de establecer el poder sobre otros, importantes para el estudio de la salud. Ellas

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son el poder impuesto a la fuerza, el obtenido por “autoridad” y el propio de la seducción que neutraliza la capacidad de discriminación Entre la visión “supra humana “de negación de la inevitabilidad, de lo constitutivo del poder y la adscripción autoritaria a la legitimación del poder de dominación, podemos optar por el referente de la salud integral, por la búsqueda de la salud del poder.

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LA PAZ COMO PRÁCTICA DE LA SALUD

“Un enfoque Antro-Político de la Educación para la Paz”

La educación para la Paz puede no sólo empezar con la

pregunta, obvia, qué es Paz, cuál es su ámbito, sus plenos y alcances de dominio conceptual. Es tal le riqueza de matices cognitivos, tan grande le variedad de actitudes y orientaciones valóricas y afectivas, que le educación para la paz de raigambre formativa que se pretende asociada al diálogo de tú e tú, de grupo de grupo, de nación a nación y de cultura a cultura, puede vertebrarse en la aproximación abierta a esa misma pluralidad de opciones.

A modo de ejemplo, podemos aprehender nuestra

reacción personal cuando nos introducimos al tema con las preguntas Kent sobre le asociación, de hecho tan frecuente, entre paz y muerte.

Refiere el filósofo, en su tratado le Paz perpetua, de

1795, que la leyenda “a la paz perpetua” estaba colocada en la casa de un hostelero holandes...” debajo de una pintura que representaba un cementerio; esteba dedicada e todos los hombres en general o especialmente e los gobernantes nunca hartos de guerra o bien quizás solo a los filósofos, entretenidos en soñar el dulce sueño de le paz? Queda sin respuesta la pregunta”

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“Larga paz a tus huesos...” “descanse en paz, eternamente” Cuando invitamos a los miembros de talleres formativos a dejar fluir libremente sus asociaciones, sus sentimientos e imagines, frente a esta paz de los cementerios, de la muerte, de la no vida, llegamos, con felicidad, a una zona de deslinde entre “una” paz y “otra” paz, paz de no vida, paz dentro de le vida...

Ahondando, vida y muerte se entrelazan. Hasta aquellos

que se sienten más identificados con la paz como descanso permanente después del vivir no “experiencian paz” frente e la muerte provocada por la guerra, la violencia delictual, pasional o la evasión suicida ante “la mala vida” En especial, la famosa expresión del general francés en la Cámara francesa, frente a la entrada de les tropas del general ruso Pashkievich a la capital polaca, “las cartas que recibí de Polonia me anuncia que la paz reina en Varsovia...”. Provocan un natural escozor de rebeldía e indignación, una vivencia especial, también, de miedo.

Por otra parte, el supuesto antónimo de la paz, la

guerra, es muchas veces valorado hasta un punto de perecer que es ten propia de la vida como que debiera ser parte de lo que, paradójicamente, aporte e le paz... Así, no es raro encontrar una curiosa resonancia empática entre expresiones como la de Quevedo, “La guerra es de por vida en los hombres porque es guerra la vida y vivir y militar es una misma cosa.

En medio de tanta ambigüedad, no es extraño, tampoco, que muchos, de edad madura o jóvenes, den testimonio de simpatía ante el áspero humor escéptico de Ambroise Bierce, en su Diccionario del Diablo, quien alude a la paz

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como... “En política internacional, época de engaño entre dos épocas de lucha”.

Qué podemos entender por la paz, más allá de

concordar, por lo menos, con Bierce, es que es un estado de no guerra. ¿Cuál es su contenido? ¿Hacia qué queremos educar, en dirección a qué estado vivencial o a qué relación entre los Estados.

Los diccionarios y el sentir cotidiano conducen a tres

matices de acepción. Paz apunta, por une parte, a calma, tranquilidad, sosiego; en segundo término, a acuerdo, avenencia, por último, a armonía. Son grados crecientes de distancia con respecto a la mera ausencia de conflicto insalvable, de agitación o guerra. Paz-c-alma; paz estar con un acuerdo; paz vivir la armonía.

La extensión del término se hace más patente si

abordemos el posible opuesto, pare el que existen palabras distintas. Faz es antónimo de guerra, pero, también, de intranquilidad, de agitación.

Si hay diferencias en el contenido, en el “que” de la paz,

también les hay, por supuesto, en el sujeto, La paz es condición posible de las personas, de sus estados vivenciales, de los grupos, de los países. Alguien puede estar en paz con su conciencia, una familia, en ocasiones, pacifica sus relaciones con otra, países y coaliciones de naciones viven la paz o la guerra.

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Insistimos en que esta pluralidad de sentidos puede instrumentalizarse pera fines educacionales... De hecho esa es la perspectiva con que escribimos este artículo, desde nuestra experiencia en talleres formativos. En el nos encontramos, a menudo, con una curiosa analogía entre el “hacer la paz” y el “hacer el amor”, como expresiones que ayudan al desarrollo de una conciencia crítica.

Nuestra cultura dominante, la de la relación con los objetos, orientada hacia el hacer y el tener, en desmedro del ser y el estar, pretende agotar el proyecto erótico afectivo “haciendo” el amor. A veces, también, se “hacen” amistades, con cálculos y cosificaciones de los vínculos, La noción de paz, de la misma manera, perece coagularse en algún acuerdo en que se hace la paz, entre pandillas, juveniles o naciones en pugna ¿Qué hilo seguir? ¿Cómo avanzar hacia una precisión de contenidos, sin dejar de respetar el terreno difícil, viscoso, necesario, de la polisemia, del pluralismo, general? Hay una pérdida, un cierto desgarro, si no le damos toda su prioridad al terreno básico, simple, de la preocupación por la guerra – la no paz – internacional, si diluimos la gravedad del problema del armamentismo nuclear o de los conflictos bélicos en curso.

Dónde, empieza, sin embargo, la paz, “a la escala

humana”, la que el ser humano merece y la que puede conseguir. Hay paz, según el dicho clásico, preparándose pare la guerra. ¿Es cierto que la guerra es parte necesaria de “la buena vida”, o como dijo Ercilla... “La guerra fue del cielo derivada / y en el linaje humano transferida” ¿Dónde encontramos el equilibrio entre aceptación inevitable de los conflictos, valoración de la agresividad y ponderación del sosiego, los acuerdos, la armonía?

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En el espíritu de las relaciones dialogales, sin pretender “producir” una “verdad”, nuestra percepción es que lo elusivo del concepto corresponde a un terreno muy básico que tiene que ver con lo antropológico – político, lo antro – político. La crisis, las crisis.

Hoy estamos familiarizados con la noción de crisis del

desarrollo, de la época. Hay riesgos como consecuencia del armamentismo nuclear, de la perturbación del equilibrio ecológico, del agotamiento de los recursos, de la explosión demográfica, el agotamiento de los modelos, la acentuación de la falta de propósito en la vida de los países llamados desarrollados, la pobreza económica en los denominados subdesarrollo, la droga y la violencia avanzando en unos y otros... Todo ello mientras se da un crecimiento científico técnico vertiginoso, pero el ser humano no amplía su conciencia espiritual y no está claro el derrotero de esta aceleración del cambio material.

No es difícil entender la relación entre esta gran crisis

mundial, crisis multifacética del desarrollo, y las inevitables crisis biográficas de los sujetos, las relaciones significativas, los avatares de grupos, instituciones o sociedades enteras. Es obvio que en este tiempo la crisis del jubilado, la de la pareja sin hijos o la del adolescente, se articula, forzosamente, con la tensión que sacude al planeta, cada vez más ligado por informaciones, medios de transporte y flujos de dinero.

Lo que frecuentemente escapa a nuestros análisis es la

crisis original la del homo-sapiens. La crisis estructural de la “caña pensante” de Pascal, La tensión entre nuestro “en sí”, opaco, inaccesible, con nuestro para, si, nuestra conciencia.

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Las llamadas dicotomías existenciales de Fromm, por tener razón, conciencia de nosotros mismos y, por ende, una vivencia de separatividad.

Nuestra vida, abierta a la conciencia del límite, de la

fragilidad, de la muerte; pródiga, también, de vivencias totalizantes, con acceso a la comunicación existencial, a la belleza, a la trascendencia, a la acumulación, el poder, el desarrollo de la imaginación, a la actualización en el mundo...

Nuestro anhelo de paz dice relación con los tres niveles

de crisis posible, que esquematizamos, paz con respecto a una coyuntura personal o social, paz en el océano encrespado del mundo contemporáneo, paz en relación a nuestra situación básica, existencial.

Los movimientos pacifistas, con la valentía con que

asumen buscar le concordia en zonas amagadas por la violencia en curso, con la lucidez con que incorporan la demanda por el cumplimiento de los Derechos Humanos o la sabiduría con que identifican la gran prioridad del desarme nuclear, suelen trascender las limitaciones del individualismo conformista. Sin embargo, perecen negar lo difícil que es llegar a una conciencia colectiva de la gravedad de la crisis. Son maravillosas elites éticas, pero no logran con mover a la gran mesa ciudadana, absorta en el consumo, le técnica, una cotidianidad estrecha, mientras florece el narcotráfico, se acumulan las bombas y se perturban las relaciones con el medio ecológico.

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Pensamos que la falta de convocatoria tiene que ver con la forma como se he enfrentado, en el desarrollo de conciencia “realmente existente”, la problemática existencial.

Ante le situación humana básica abierta, nuestra

inseguridad última, hemos hecho un gran mecanismo de negación, de represión de contenidos dilemáticas. Proyectados a la actualización, orientados hacia el poder sobre les cosas, al trato de les personas como cosas, vivimos como si no existiría la incerteza, como si la muerte o los límites humanos no nos encauzaren hacia un relativizar la vida.

La práctica educativa y psicoterapeutica nos lleva e

enfrentar a diario una gran verdad. No nos hacemos preguntas básicas. Los interrogantes metafísicos se arrinconan en el inconsciente, en la disertación académica, en los episodios psicóticos.

En la tensión básice, la crisis estructural, entre le

seguridad existencial y la creatividad en el mundo, se ha optado por una seguridad no creativa. La pseuda seguridad autoritaria. Aquella que, según Sartre, arranca del miedo a le situación humana. La seguridad espúrea del alienarse frente a lo subjetivo, la opción por lo instrumental, por los objetos. En términos de Pascal, del espíritu geométrico, en desmedro del espíritu de sutileza. De acuerdo con la neurofisiología, el desbalance entre el hemisferio cerebral, izquierdo, secuencial, lógico, y el derecho, intuitivo, analógico.

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La orientación autoritaria, verdadero paradigma básico, es la del rechazo a la incerteza, a la ambigüedad, a los matices. Los de la rigidez, los prejuicios, los casilleros, la fuerza...

Es la propia orientación autoritaria la que busca

definiciones excluyentes, inequívocas, ente le paz. La que por temor a las dudas llevan a identificar a la paz con la muerte. El hostelero de Kant, y el mismo filósofo, tuvieron una intuición, la paz perpetua es una concepción compleja, utopica, en la medida que no se asuma la inseguridad propia de la vida.

La tolerancia a la incertidumbre, a la ambigüedad, es

atributo de los procesos creativos, es propia del desarrollo personal para la democracia.

En todo proceso creativo tiende a darse el momento

confuso de la espera, de la incubación, de la vacilación expresiva mientras en el inconsciente cristalizan nuevas configuraciones. La mayor o menor tolerancia a esos momentos de vaguedad, de sobreposición de contenidos, de sedimentación, está asociada con capacidad de hacer nuevas asociaciones, de crear.

La democracia, por su parte, requiere el aceptar la

impredictibilidad del curso de los acontecimientos que dependen de opciones humanas. La aceptación de la libertad desde lo ajeno, lo opaco del otro, de los otros.

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La creatividad para todos, la creatividad radicalmente democrática, la creatividad social, se confunde con el gran proceso histórico de “hacer la paz”, de enfrentar, junto con la problemática personal, con la crisis epocal, la crisis constitutiva del ser humano.

La Creatividad Social, apoyándose en la tolerancia a la

incertidumbre, es necesariamente antropolítico, política desde el ser humano, dando cuenta de la incertidumbre básica con una respuesta amorosa – creativa, superando el autoritarismo.

Esta respuesta implica un reconocimiento de los límites

humanos, de la muerte, de la falta de certeza, con una voluntad de canalizar la agresividad, la autoafirmación humana en un sentido social, de género, humanista. Desarrollando al ser humano, es decir, cada uno a sí mismo, a los contactos, y las posibilidades de influencia.

La paz es una concepción multicolor en permanente

dinámica evolutiva. En las condiciones de crisis actual, a nivel mundial, en

que hay riesgo de extinción de la especie y de la vida, la paz se “hace” entre todos, para todos, en un mismo movimiento de transformación del ser humano que lo – nos haga capaces de interrogarnos.

La ciencia ha puesto toda une tecnología

potencialmente capaz de potenciar todos los procesos de diálogo y complementación.

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Han surgido movimientos sociales como el de las

mujeres, de los jóvenes, de las etnias, de la autogestión, pacifistas, ecólogos, espiritualistas, que han ido levantando une temática, estableciendo focos, redes, de percepciones renovadas de lo político, del ser humano, del cambio.

En el centro de todo está la politización del problema de

la identidad.. Las mujeres, las minorías, las que viven en comunidad, quieren reconocerse, desmasificarse. Son una contribución a la paz en la medida que abren camino a la creatividad social a partir de un asumir que su identidad autónoma se articula con una identidad más amplia, se asocia a la vida. Vida que tiene cementerios y violencias, pero que está en evolución. Vida en gran parte preconsciente o inconsciente, pero que se hace conciente a través del ser humano, en un proceso que tiene una gran tarea por delante, en la época de la energía nuclear, avanzar hacia la paz perpetua o arriesgar su fin.

Si podemos sintetizar lo dicho, paz es un proceso, un

hacer, que tiende al perfeccionamiento de la vida. Visto desde la perspectiva de la especie, a la creatividad social, a la superación del autoritarismo asumiendo la crisis existencial humana, la incertidumbre, haciendo propia una relación dinámica entre identidad individual e identidad colectiva, humana, participación en el proyecto humano.

Paz es sublimidad, es ternura, es descansar, es

canalización de la violencia, dentro de la corriente de la vida. Es vida orientada hacia la salud, al desarrollo humano. No puede ser solamente quietud, armonía o derivación de

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energías. Es un movimiento hacia el desarrollo de capacidades, enfrentando necesidades, desde lo colectivo.

Frente a la paz están los aláteres de la guerra Como

Francis Bacon que creía que una paz prolongada acababa con el vigor y corrompía las costumbres... O un Maquiavelo que creía que el arte de la guerra debía ser el estudio constante y la ocupación favorita del Príncipe.

Parece difícil suponer que muchos pueden optar por le

enfermedad frente a la salud. Hoy la paz es práctica de la salud en términos de allanar camino para la colaboración y complementación de los seres humanos.

La salud exige relaciones adecuadas con el ambiente

físico y social con el mundo subjetivo, con los vínculos. Esas relaciones requieren cambios colectivos significativos en los seres humanos hacia asumir la incertidumbre, hacia permitir una identificación con los otros además de un hacerse cargo de la vida propia y de los próximos.

El desarrollo de la salud en una cultura dominada por

las separaciones, el espíritu analítico, las distancias favorecidas potencialmente por las facilidades comunicacionales, invita al crecimiento de una cultura de la integración, de la psicosíntesis.

Hay cuatro grandes pares de aparentes opuestos que

dominan nuestra cultura. Según Maslow, lo esencial de la salud está en la trascendencia de las dicotomías, como juego y trabajo, afectividad y racionalidad. Las que

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nombramos son categorías muy básicas, que facilitan una tendencia general a la síntesis, a la superación creadora de los conflictos, a la complementación.

Una orientación primaria es hacia asumir la relación de

reciprocidad entre lo individual y lo social. Desarrollo personal y proyección hacia lo universal, lejos de oponerse, se apoyan mutuamente. Al final del desarrollo individual está la apertura al servicio, el reconocimiento de la unidad humana. El trabajador de la política sin trabajo de crítica y autocrítica, sin desarrollo de la sensibilidad, de autonomía, la imaginación antropológica, maneja en aguas superficiales, encalla en la competencia, en la problemática del narcisismo y del poder. El dictum "ama a tu prójimo como a ti mismo", refleja esta orientación, yo y el otro. La lógica conjuntiva. La racionalidad integradora.

El otro par de terminos es el de los grandes "radicales",

directrices fundantes de las culturas orientales —también las amerindias— y del occidente judeo – cristiano, el desapego y el compromiso, respectivamente. No basta con el compromiso, si no hay, también, al mismo tiempo, desapego, cunde la posesividad, se favorece la dependencia, hay intoxicación por intolerancia. El desapego sin proyecto que anima, sin la perspectiva actual de ser “obrero de la tierra”, en la visión de Chardin, se vuelven, con facilidad, evasión, autocontemplación, falta de creatividad para le construcción de la paz. La formación maternal – paternal de los niños con amor no posesivo, con aceptación de su creciente autonomía, es el símbolo de esa continuación saludable, desapego – compromiso.

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Lo global y lo local, lo riguroso y lo imaginativo, lo focal y lo polidimensional, son distintas formas de designar al tercer par de aparentes opuestos. La alianza de la investigación ceñida, conciente de los límites de la conciencia en cada momento de con-ciencia, junto a un permanente abrir las fronteras hacia las relaciones, la ecología, los sistemas. Es, en medicina, la unidad de la clínica y la salud pública, en literatura, el puente entre el chispazo poético y la aprehensión realista.

Finalmente, el binomio fundante de lo antropolítico,

seguridad y creatividad, la atención a las necesidades humanas deficitarias y de actualización, el período de la tercera edad como terreno de fragilidad y de sabiduría, la agresividad como respuesta a una justificación y como expresión de un germinar de lo nuevo.

Expresamos esta necesidad de racionalidad integradora

en este esquema básico en que se percibe la unión y diferenciación de estos cuatro pares de dicotomías a superar.

Individualización

Seguridad Focalización

Desapego Compromiso

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Multidimensionalidad Creatividad

Universalidad El desarme, la no violencia activa, la deuda externa, el

racismo, la resolución creadora de los conflictos, son parte de los contenidos habituales de la educación para la Paz. Ellos, junto con la temática del uso de drogas, la violencia del consumismo, la importancia de la ecología, necesitan anclarse en una opción amplia por el desarrollo de la salud, la ampliación de la conciencia, la confrontación de los problemas existenciales junto a los propios del estilo de desarrollo vigente, la crisis, la mega crisis. Podemos esbozar otro esquema que muestra este triángulo de contenidos de la Educación para la Paz.

Problemas Específicos Desarrollo de Desarrollo

Social la Conciencia e

Internacional

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La salud es autocreación —auto poiesis—, según

Maturana, de cada humano y, crecientemente, de los grupos, redes, sociedades y la humanidad en su conjunto. La paz es ese proceso de humanizar.

La paz no tiene camino, es el camino, decía Gandhi…

Es una vía de transformación, a través de asumir las crisis, hasta el punto de alcanzar, ahora, una capacidad de integrar la visión de humanidad, de especie, junto con la inseguridad básica existencial, la inseguridad que es responsabilidad humana trocarse en progresiva salud. En hacer la paz.

El medio clásico de la educación es el eje reflexión –

acción, el ejecutar y elaborar racionalmente lo hecho, el pensar para después actuar.

El hacer paz, humanizar, desarrollar la salud, requiere

una aproximación multidimensional que incorpore el terreno último de la identidad, facilitando el ser autónomo y sentirse parte, trascender, facilitando la individualización y la universalidad, la capacidad de desapegarse y de comprometerse, la focalización, la multidimensionalidad, la seguridad y la creatividad. Para ello hay que incorporar lo inconsciente, la afectividad, el sentido estético, la imaginación, la conciencia corporal, la comunicación profunda, la espiritualidad.

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Hacer la paz es un cambio, una transformación de conciencia en consonancia con el cambio de lo objetivo, de las estructuras, de las relaciones de poder, de los tabiques divisorios. La tradición de muchos pueblos ha conducido a la práctica de la meditación, buscando la apertura de conciencia, la profundización de la identidad, el desapego. Desde la relajación, hasta el silencio, en la Educación para la Paz hay un espacio para una conciencia contemplativa, descentrado, del yo, en condiciones de acercarse a una visión holística de 12 realidad.

La conciencia también se enriquece en la comunicación

en profundidad, en el diálogo en que surge el "entre" el tú y el tú, vistos, desde cada yo, como semejantes, complementarios.

Comunicación profunda, meditación, reflexión, acción,

son dimensiones de una acción de salud, un hacer paz. Desde la problemática específica que concierna, colaborando a una racionalidad entegradora que trasciende dicotomías básicas, sin perder el horizonte global de la crisis.

La Educación para la Paz es educación permanente, se

vive en la práctica cotidiana. Necesita el respaldo de talleres orientadores, pero su sentido es de práctica diaria, en el ámbito individual, en las relaciones significativas, en espacios grupales y de redes en interacción.

La crítica y la autocrítica son la base de la Educación

para la Paz en el seno de los grupos. La comunicación profunda respalda, especialmente, desde las relaciones más

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significativas. Es importante preservar un tiempo individual de trabajo de desarrollo personal, incluyendo aspectos éticos, de trabajo emocional, cognitivo y espiritual.

El cuadro siguiente esquematiza la propuesta: Crítica – Grupo Relaciones

(Diálogo Autocrítica Significativas

Profundo) Personal (Trabajo Diario)

Meditación Trabajo las Estudio Ética

Emociones (Trabajo Cognitivo) (Autocrítica)

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Queremos terminar con una breve indicación sobre el trabajo individual. Es psicohigiene básica, la meditación da las bases de ampliación de la concia quitando rigidez a al identidad, facilitando el evolucionar más allá del autocentramiento. Lo cognitivo se instrumentaliza en la investigación del propio desarrollo, en su seguimiento y en la sistematización con fichas de la temática de la paz, el desarrollo. A la meditación y al trabajo cognitivo debe acompañar la revisión diaria. Hemos encontrado necesario empezar con un recuerdo de las últimas veinticuatro horas, para después centrarse en la autocrítica desde la ética personal. Luego, viene el trabajar sobre las emociones negativas, angustia, rencor, celos, ira… en forma de imaginerías de contenido afectivo. Se trata de fantasear con las escenas traumáticas, intentando revivirlas con un afecto tranquilo. Un hacer paz fantaseando con la tranquilidad.

El otro paso es el rescate de los momentos “altos” del

día, el recuperar la vivencias, siempre evanescentes, de contacto profundo, de sentido existencial, de belleza. En óptica antropolítica, se “interviene” las vivencias diarias, disminuyendo el lastre de las emociones negativas con su clásica tendencia a la invasión y la inercia y reforzando las vivencias, generalmente fugases, de más plenitud, de más sentido.

Finalmente, se reviven los momentos en que se

experienció un mayor estar en el lugar de otros, en la perspectiva de los otros, más allá del egocentrismo.

En síntesis, sugerimos una Educación para la Paz

desde una perspectiva de salud, de desarrollo, de fomento de la salud. Cambio de conciencia personal enlazado a la

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creatividad colectiva. Enfrentamiento de la crisis coyuntural, junto al asumir la temática existencial. Desarrollo de salud integral, no sólo somático, social, ecológico, espiritual.

Un desarrollo de la salud que, en su intencionalidad pacificadora, asuma la superación de le intolerancia e le incertidumbre y su expresión en una patología colectiva, el autoritarismo.

Se trata de una propuesta antropológica, apuntando e la

elaboración del complejo de caos, del temor a la incertidumbre que ha llevado a la defensa colectiva en la seguridad autoritaria y el predominio, el no equilibrio, en la relación entre el cerebro izquierdo, racional, y el hemisferio cerebral derecho, intuitivo, poético, espiritual.

Es una opción política en la medida que reconoce la

realidad de la cultura, de la necesidad de llegar a una nueva hegemonía, la de las tendencias pacíficas a le integración —-sin certidumbres forzadas— sobre las dominaciones, fragmentaciones, exclusiones.

La salud, legitimada como ámbito de lo cotidiano y de lo

científico, hasta ahora en gran parte retórica, supeditada al reconocimiento de le enfermedad como figura gestáltica central, es una dimensión en que la visión de un buen desarrollo, para todos, parece obvio. Está claro que sin buena salud colectiva será muy difícil enfrentar al sida y a las drogas, las bombas nucleares, el smog y el deterioro de las ciudades.

La patología del autoritarismo, el predominio de la

seguridad, sin el balanceo de lo creativo, ha llevado a que

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nos enfrentemos a la crisis general y a todas les enfermedades de la vida social sin la apertura a la salud necesaria pera encararlas. De allí la urgencia de la práctica de la paz, de la integración humana.

A las preguntas de Kent sobre el sentido de una imagen

de la paz perpetua como la paz de los cementerios, debe contestarse que es hora, de acuerdo entre gobernantes, filósofos y todos los ciudadanos para asumir el gran desafío de la salud colectiva, la creatividad de todos, la del Caos original que engendró la tierra y el amor y luego fue olvidado en le medida que el autoritarismo fue llevado a la vía caotizante, violenta, de la seguridad sin apertura a la integración.

REFERENCIAS 1. Alfven, Hannes Annihilator and Ommicide. Development Dialogue. 1984

(12) Fund. Dag Hammarsjkold,

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11. Kant, Manuel La paz Perpetua. Tor. B. Aires. 12. Leborit, Henri L' agressiviti detourneé. Unión General d'editiores. Paris,

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La sinergia humana como fundamento ético y estético del desarrollo.

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social. Ed. Minga. Santiago, 1981.

143

Salud y Autogestión. Ed. Norden. Montevideo, 1989. .

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La salud como base de una ética consensual

Todo curso es un proceso, el transcurso de emociones,

actividades, palabras, pensamientos, vínculos, proyectos. Coexisten cursos de conocimientos y sentidos, en un compartir cada uno consigo mismo, con el otro, docente, compañera o compañero; con lo otro;con los contenidos, con la participación esperada. Hay excursión, recorrido desde fuera e incursión, entrada con uno mismo, con el cuerpo, con la sensibilidad, con nuestro centro

Se trata de un transcurrir con un rito de pasaje más o menos esbozado. De una a otra condición En este caso, el antes y el después apunta a un posesionarse y en cierto modo legitimarse en el campo de la salud pública

En todo dominio de conocimientos hay una incursión o, y,excursión en el poder. Ello es claro en la órbita de la salud individual y, en mayor medida, en el espacio de la salud pública. El poder del conocimiento se proyecta a un bien muy apreciado, tal vez al valor más destacado por la ciudadanía, La salud es indistinguible del centro de la identidad, de la sensibilidad, de los proyectos enraizados en la cotidianidad.

La formación en salud pública abre caminos para ejercer funciones de gestión, de definición de prioridades de entidades abocadas a tareas de atención médica, de ejercicio de servicios que dicen relación con el bienestar y la vida y la muerte de la ciudadanía

La salud es la forma como visualizamos la actualización de las potencialidades humanas. Es el cómo están de las personas, los vínculos, las familias, los grupos en general, las instituciones, las comunidades, el desarrollo humano… También, los cursos. Este curso evidenciará mejor o peor salud en el terreno de la asimilación de programas, de la convivencia, la formación general para el papel de directivo en programas y entidades de atención médica Un curso de post grado sobre salud pública mostrará mayor o menor salud, tal como una `persona, una familia, un curso de danza o un grupo deportivo. El problema, lo específico, es que aquí se da en forma particular una dimensión básica de la salud que es la orientación respecto al poder.

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El tema es como hacer este post grado en salud pública lo más saludable posible. La emergencia de la temática del poder trae consigo la necesidad de dar un relieve especial a la ética Siguiendo con lo que podría parecer un juego conceptual, queremos adelantar una propuesta. El curso será tanto más ético cuanto más saludable sea su realización, su vida..

Son tres ideas fuerza, que se asocian entre sí: salud., poder ética. La actividad en salud pública tiene una relación especial con el tema del poder. Ello abre el campo de la necesidad de un abordaje de la ética Una ética posible es la de la propia salud.

Vamos tratando de desanudar esta propuesta. A ver si podemos darle la opción de dialogar con las experiencias e ideas de ustedes.

Dividiremos nuestra línea argumental en tres partes: 1) la noción de salud como un campo que desborda la atención médica y la propia salud pública “ actualmente existente”, constituyendo un lugar de encuentro de la política, la cultura y el desarrollo personal 2) El poder, definido como la capacidad de ser y de hacer, más allá, incluyendo, la problemática específica del poder de dominación. 3) La salud como ética, como visión más amplia que la propia del terreno en boga de la bío ética y la aplicación de diversos referentes éticos al trabajo en atención médica.

Finalmente, desde esta noción de salud como ética, señalaremos algunas sugerencias para el desempeño de los personeros en salud pública, en su condición general de ciudadanos sumada a su acceso especial al trato con el poder

Desde las altas cimas de las autoridades internacionales en salud nos han llegado dos propuestas que involucran conceptos diferentes en torno a la noción de salud. Por un lado, la idea fundante de la Organización Mundial de la Salud, la salud como un estado de completo bienestar físico, psíquico y social y no sólo la ausencia de enfermedad. Luego, el mensaje de Alma Ata, salud para todos en el año dos mil, evidentemente apuntando a una atención médica universal y no a un determinado nivel de convivencia o desarrollo humano asociado a la utopía del bien estar multidimensional. Ahí tenemos dos nociones límites: la salud como utopía fantasiosa, extraña a lo que es el ser humano, ser inacabado, finito, en constante cambio, en tensión entre necesidades, oportunidades y

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capacidades. Luego, la salud como sinónimo de atención médica, enmarcada en una utopía concreta, posible a la escala humana si se diera la voluntad política de hacerlo., atención médica para todos. Ya no en el dos mil, tal vez cuando prime un humanismo, un mundo integrado en base a los derechos y deberes humanos, con un juego entre la igualdad básica y el respeto a la diversidad en vez de la presente globalización de una cultura individualista, violenta, centrada en banalidades, economicista, tecnocrática, supeditada a los designios de la elite dirigente de un país

En nuestro sentido común se encuentra otra concepción de la salud, distinta a la del inalcanzable bienestar total y a la noción de servicio de atención médica. Es pensar en la salud como la actualización de las capacidades humanas. En la inmensidad inabarcable de estas capacidades, cada sesgo, cada mirada al campo de la salud privilegiará algunas de ellas. Desde la llamada salud integral, la de todas las personas y la de toda la persona, en que se consideran los planos de lo individual, lo vincular, lo colectivo; como los de lo biológico lo psicológico, lo cultural, lo espiritual… se puede distinguir una guía, un centro El centro es lo más humano de las capacidades, lo que distingue al homo sapiens, la salud, el desarrollo de la consciencia. El desarrollo de la salud aparece inseparable de los derechos humanos, de la cultura que favorece la evolución, diferenciada, de todos los humanos.

Esta concepción de la salud es muy próxima a la de poder, entendida en sentido literal. Lo tradicional es considerar que poder equivale a dominación ejercida sobre otro, de preferencia a un nivel macro. Poderes en la sociedad Se habla de poderes fácticos, de potencias mundiales. Poder, en sentido amplio, es la capacidad de ser y de hacer. Puede ser proyectado a la dominación o a la cooperación.. Corresponde a lo que se plantea en el ámbito de una persona, un grupo, el desarrollo. . Este curso no podría llevarse a cabo sin un cierto poder. Poder que al expresarse se transforma en salud, salud integradora, o disociada, salud de los vínculos o de los procesos de aprendizaje Salud es la expresión de esa capacidad.La fuente del poder puede ser la fuerza física, la vitalidad general, el conocimiento, la autoridad, la acumulación de medios, el carisma..

En el escenario del desempeño de las autoridades de salud pública aparece el tema del uso del poder De la ética de como se distribuye, se difunde, se concentra, se orienta el poder.Se trabaja

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con personas para orientar el servicio a personas. Entre números, entre costos y cifras de atenciones, entre tensiones por el cumplimiento de programas e informes a superiores, puede perderse el ser humano que está trabajando con uno, quien acude a buscar un servicio, quien cumple tareas complementarias en la comunidad . Entre las ansiedades del día a día y la gratificación por los logros de una tarea en que siempre hay espacio para la realización personal, en la mirada a la enfermedad del otro y al desempeño del funcionario, se nos pude perder la visión de que se trata de uno o de muchos humanos, con su centro, con su salud de la consciencia, su sensibilidad, su identidad

El poder llama a una ética de la salud. De la salud integral. Salud, no sólo atención médica, salud en como ejercemos nuestro poder.

La ética de la salud integral no es la de un estado abstracto de maravilloso bienestar, Es un arte. Es una práctica de humanización. De conocimiento de uno mismo, de transformación permanente, de esfuerzo por cooperar con otros en la tarea específica, con muchos otros en el camino a una sociedad saludable.

En el fantástico desarrollo diario de la tecnología, dejamos a un lado el desarrollo de medios, de dimensiones del ser humano, de aspectos profundos de la salud. Necesitamos un curso permanente de auto desarrollo… Hay una vertiente individual. Cada uno con su consciencia, con la revisión permanente de su proyecto, de sus debilidades y fortalezas. Es necesario complementar el trabajo individual con otro de índole vincular, espejearse, crecer con otro, en relaciones de igualdad con respeto a la diferencia. El trabajo en salud pública da la oportunidad de elaborar, de facilitar una disciplina complementaria a lo individual y lo vincular, de índole grupal.

Consultorios, Hospitales, Programas comunitarios necesitan las instancias en que los participantes en equipos se conozcan como personas y no sólo como funcionarios, vivan la realidad de que comparten la función, la realidad de tener la dignidad humana, la capacidad, la dimensión de la salud que nos hace ser testigos y colaboradores del ser.

El grupo requiere ser, al mismo tiempo, instancia de desarrollo personal, de comunicación existencial de ser a ser, de

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crítica y auto crítica, de aprendizaje. Tiene que vivir el rigor de la disciplina y la apertura a la creatividad, la relevancia del respeto mutuo y la audacia en la interpelación en el contexto de la confianza básica. Hay cuatro grandes avenidas, medios de desarrollo en este tipo de grupo saludable para el desarrollo de la salud : Diálogo, Reflexión, Meditación, Apertura al Arte.

Lo importante es que en el espacio de la interacción grupal se dejan fuera las jerarquías y las diferencias ideológicas o de conexión emocional.Se otorgue lugar al desarrollo del poder de ser

No es tarea fácil. De algún modo el desarrollo de lo más humano de la salud es parte de una transformación en marcha, de una tensión entre el reduccionismo de la técnica y el mercado y los nuevos movimientos espirituales,culturales, de diálogo de culturas, de miradas complementarias a la medicina, que van recorriendo el mundo como los gérmenes de un nuevo renacimiento. Va mi apuesta porque este curso será parte del curso de este proceso de cambio y a que ustedes mirarán en forma saludable su poder actual y sus perspectivas para el futuro, después de una vitalizadora excursión e incursión en este curso

Juntar la vida personal con el trabajo. Asumir un curso como aporte de formación humana, a la vez que en su calidad de capacitación específica. Relacionar la salud, el poder, la ética a través de un concepto amplio tanto de la salud como del poder en que se visualicen las posibilidades de poder de una ética de la salud.

Avanzar en procura de ello por un camino en que se encuentren la meditación, el diálogo, la reflexión, el trabajo con sentido de vida. Anticipar un trabajo en que la persona del colaborador y la de los asistidos sea el centro referencial de la interacción, integrando las esferas de lo técnico y de lo administrativo

¿ Cómo lograrlo? No hay recetas, se hace camino al andar En el deambular de quien habla ha emergido como esencial la reunión , la sinergia , la alquimia del entusiasmo y la perseverancia del que habla el poeta niño Neftalí Reyes que después confirma en su identidad de Pablo Neruda en el discurso de recepción del Premio Nobel recordando la ardiente paciencia de Rimbaud.. Para mi la gran ayuda ha sido la fidelidad al asombro como emoción ante el ser y el ser humano junto al encuentro de un estado de confianza básica en que lo esencia de la salud es la identificación

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de uno mismo como sujeto autónomo y como participante, mejor militante en la vida, como un yo y como vínculo con los tú , como parte de un nosotros. que se llama la humanidad, la vida, la existencia. .

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.

. .Estudiar y seguir siendo persona Persona (Conferencia en la Usach)

25-10-2006

Estudiar y ser persona… Las palabras estudiar y persona nos suenan, seguramente, de inmediato, con relieve, como figuras, con centralidad. Todo lo que queremos decir está vinculado a la necesidad de asumir, de reflexionar, de empapar con nuestros afectos y nuestra capacidad de intuición, de sacar de la sombra de lo inadvertido y lo mecánico, el término ser y la conjunción “y”. El ser, el hecho, de que somos, estamos aquí, tenemos un yo, la existencia del ser y de nuestro ser. Es ese vértigo y ese horizonte que se nos abre ante algo tan cotidiano como la frase de la sabia Mafalda:” justo a mí me toco ser yo…”

El “y” que nos integra, al otro, a la naturaleza, a la

historia, al ser..El “y”,al mismo tiempo, que establece entidades, que nos recuerda que en lo humano entra lo cualitativo, que Neruda tiene razón cuando dice:”El pétalo se extiende y no llega a la rosa…”

El ser y el “y” que nos permiten ubicarnos,

obviamente, ante la persona y el estudio, en una relación de un todo a una parte; el estudiar es parte de lo que se es, lo vivido, elaborado, involucrado en el yo, es una actividad, un conjunto de representaciones, afectos y valores de las personas que lo practican. Estudiar y ser persona. Es una parte y un todo, hay un “y” que aproxima, que anuncia analogías, que hace presumir vínculos., que también separa , distingue, individualiza

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El todo y la parte…En verdad, podemos dedicarnos con diferente asiduidad, rigor y profundidad al estudio y , entre otras opciones, no estudiar en absoluto. Por otro lado, cualquiera sea nuestra cotidianidad, nuestro imaginario, nuestro proyecto, los humanos siempre somos personas. Nos “toca” ser el yo de cada cual. Somos personas más o menos diferenciadas, desarrolladas, evolucionadas, pero siempre seres humanos.

Durante nuestra vida universitaria participamos en

frecuentes conversaciones y no faltan las admoniciones, los” cuidado con” y las constataciones demasiado prácticas y a veces dolorosas sobre la importancia del estudio y de contar con la metodología adecuada para ello.Tal vez, tengamos menos oportunidades de escuchar análisis, divagaciones, interrogantes, propuestas, sobre la relación del estudio con nuestra vida como un todo.

En la Universidad, en las carreras de la salud, el

estudio se asocia a una responsabilidad mayúscula. La suerte de una persona, su sufrimiento, su posibilidad de invalidez o auto valencia, a veces, la inmediatez de la muerte…podrían depender de cómo, de cuánto estudiamos, de cuánto aprendemos, de cuánto practicamos lo que sabemos

No es difícil caer en aquello que los griegos

denunciaron como la hubris, lo desmedido, el punto en que la exageración lleva a lo contraproducente, al desencadenamiento de la llamada némesis, la venganza del destino, de los dioses, de la naturaleza…ante al pasar ciertos límites. En la antigua tradición sufi del Eneagrama, el perfeccionismo aparece como una fijación del ego, lo

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que en nuestro contexto cultural equivaldría a un pecado, a deficiencia, al camino erróneo de buscar la perfección absoluta.

El pétalo se extiende y no llega a la rosa…En mi

vida estudiantil viví esa lección Me perdonarán que haga referencias personales La excusa ya la expresó por todos Unamuno: “hablo de mi mismo porque es la persona que más conozco…”

Al entrar a la carrera , junto a la focalización en el

estudio, como algo propio de la época, de acorde con mis compañeros, yo estaba saturada de un ideologismo. implacable El curso se dividió en dos grandes grupos, cada uno muy empapado de un sentido de misión, marxistas y acción católica. Había una tremenda tensión que complicaba nuestra dedicación al estudio y, sobre todo, nuestra realización como personas en la convivencia cotidiana. De improviso, en una reunión muy densa llena de recriminaciones mutuas, un compañero propuso que nos diéramos un tiempo para decir por qué estabámos allí, qué queríamos de la vida, en qué creíamos..El resultado fue sorprendente…ideas y prejuicios más o menos, los valores eran los mismo, las afinidades cruzaban las fronteras de las identificaciones ideológicas Se sintió como una gran y alegre distensión y, con toda facilidad, decidimos hacer algo en colaboración. Así, en pocas horas, nos encontrábamos trabajando juntos como voluntarios en una población .El compañero que sugirió que nos abriéramos y conociéramos como personas era entonces “el Chicho”, es ahora conocido en todas partes con el nombre de Humberto Maturana

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Vida y estudio…Nuestra primera clase en medicina nos enfrentó, no, como esperábamos con otro con quien pudiéramos hacer contacto, si no, bisturí en mano, con el silencio de un cadáver…S e trató de un impacto inicial sordo, angustioso, que fue adquiriendo cuerpo, una sensación de falta de respeto por la vida, por el ser humano, por nosotros mismos, por aquello que nos había llevado a entrar a una carrera de la salud. En nuestro tercer año, en el curso se acogió una inquietud que recorría la Facultad: necesitábamos más tiempo para nosotros, había poca práctica con el enfermo, la carrera se sentía lejos de la vida…Las cosas se precipitaron y se planteó una huelga para hacer presión para obtener un cambio en el programa de estudio. Se me pidió que abordara la Decano para explicarle una idea central: los estudiantes no teníamos tiempo para leer, para dialogar, para reflexionar, para tener contacto con la comunidad, para desarrollarnos como personas, nos sentimos ante muchas exigencias para aprender mucho de temas de pocos alcances. El Decano no me dejó terminar y dio su dictamen:” son puras palabras, en mi tiempo estudiábamos 16 horas diarias…”.Seguimos con nuestro movimiento y de allí salieron cambios interesantes como la instauración del internado en vez de la antigua obligación de hacer una Tesis. Sin embargo, después tuve una sorpresa Pasaron los años. Me dediqué a trabajar como profesional en el campo del desarrollo personal Buscaba un texto para apoyar un taller sobre el tratamiento de temas médicos en Shakespeare y…mi gran hallazgo fue un libro sobre el tema cuyo autor era… el antiguo Decano que me había dicho, descalficándome, que había que estudiar y que lo demás eran puras palabras. Era evidente que no pensaba que por lo menos interesarse en Shakespeare no tenía que ver con la salud Era como el pétalo y la rosa. Si yo extendía mi experiencia de esa

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actuación puntual del decano, no….no llegaba necesariamente a conocerlo bien.

El primero de los aforismos de Hipócrates dice “el

arte es largo, la vida es breve.” Nadie podría discutirlo. Aprender sobre la salud y la tarea de los profesionales de las diversas tareas médicas es aprender a aprehender la complejidad inagotable del binomio salud-enfermedad En la actualidad, ante la dramática explosión de conocimientos ,es asimilar y tener la aptitud de aprender a aprender un vasto hasta inabarcable conjunto de conocimientos interdisciplinarios en permanente revisión y extensión. Sin embargo, si el estudio es parte de la vida, si los conocimientos médicos son parte de lo que constituye al ser humano, el arte de vivir es algo más hondo, más abarcante, que la ciencia y el arte del quehacer de las profesiones de la salud. Se podría decir, categóricamente, que la vida es muy corta para poder entenderla y comprenderla , quererla y hacer el granito de arena que nos corresponde para hacerla mejor, para agradecer el regalo de ser. Por algo en las culturas tradicionales, en los mitos y en la psicología científica del desarrollo vital, se pone la edad de la sabiduría al final de la existencia, después de un largo período de aprendizaje Cuesta integrar…cuesta llegar al “y” , cuesta concebir que alguien pueda desear que se estudie 16 horas diarias y, a la vez, conozca, ame a Shakespeare Tal vez no sea una herejía pedir que el estudio especializado no sature nuestra vida excesivamente breve

Ese es el trasfondo, la síntesis de lo que quiero

decir:En nuestro proyecto de estudio no puede quedar fuera lo que somos, nuestra persona; hay un aspecto del estudio, en el amplio sentido de la palabra, una dimensión, un

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centro que no debemos descuidar, es el hacernos cargo de nosotros mismos, la promoción de ese ser conocido y misterioso que somos cada uno de nosotros. Lo que somos, inseparable de lo que es el otro Lo que somos, nuestra participación en el ser.Todos los humanos debemos hacernos cargo de lo humano, pero muy en especial los que tenemos responsabilidades directas con otros, trabajando en educación, en salud, en lo social. Coincidentemente, en sinergia, nuestro proyecto más amplio, el proyecto de vida , renguea, se hace vulnerable, si no tiene una relación orgánica con nuestros hábitos y programas de estudio. Por eso también podríamos decir: ser persona y, por lo tanto, estudiar.

El período de estudiante en las carreras de la salud

afronta el problema del posible descuido de la salud personal y de la salud de la cultura, del abandono, en los márgenes, del arte y la ciencia del vivir. Los antecedentes inmediatos, lo visible del iceberg, los síntomas, son el exceso de tensión por los estudios, la dificultad de concentrarse, la vivencias de menor valía si se tiene menos facilidad que el resto, la hipertrofia del yo de los que son bien calificados, la soledad de muchos, la intemperie frecuente ante problemas familiares, las exigencias de un vida demasiado sedentaria, la posible distancia con los modelos de rol de los profesores, la ansiedad por la competencia con los compañeros y los controles propios del programa de estudio, el uso de drogas, la ingestión excesiva de alcohol..Con esa introducción, posiblemente explicatoria, recibimos consultas de jóvenes estudiantes angustiados, deprimidos, confundido, estresados, víctimas del llamado burnt out, quemados por el estrés.

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En la intimidad del diálogo, del compartir sentidos en entrevistas individuales o trabajos de grupos, en confidencias o en el lenguaje del llanto y del síntoma, van saliendo los temas de fondo, la conjunción de factores personales y socio culturales que se actualizan en malestares y crisis.

Los estudiantes son jóvenes que entran a estudiar

al final de la adolescencia y transitan, luego, siendo universitarios, por los avatares de la juventud En términos de Erik Erikson, pasan de tener como eje de su madurez el logro de la identidad al período en que el avance es en el terreno de la intimidad.

Identidad, cohesión, enfrentada a la posibilidad de

difusión de dispersión. Intimidad, capacidad de establecer vínculos, de ponerse en el lugar del otro.

Identidad: juego entre el desarrollo interior y el

medio. Intimidad: experiencia de llegar al otro, de establecer vínculos. Se dice que la vida universitaria, como una especie de túnel, favorece la prolongación de la adolescencia y, por ende,.la postergación de la capacidad de llegar a la comunicación profunda, al arte de no intimidarse con la intimidad. En mi tiempo, el libro de cabecera en medicina interna eran dos sendos tomos del famoso Harrison, sucesor como nuestra Biblia del Testut de Anatomía de los primeros años. Un día escuché una confidencia de un compañero de curso, se había llevado el Harrison para su luna de miel. Parece que había tomado en serio lo de las 16 horas diarias de estudio

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La identidad y la intimidad son capacidades, son desarrollos, que están en el centro de nuestra capacidad para asumir nuestro ser y seguir avanzando en las próximas etapas en que es dable llegar a la productividad y, finalmente, a la posesión de la cualidad de la integración, de las visiones de conjunto, de la sabiduría

El estudio de la vida, el hacerse cargo de la vida, el

arte de vivir siendo estudiante, confluyen en la identidad y la intimidad, estos dos hilos conductores entretejidos que requieren cuidado, no ser olvidados, no quedar atascados en los hoyos negros del estudio mal programado, del carrete, de la angustia por las necesidades básicas, por la autenticidad de la vocación, por la vida sentimental o familiar

La identidad, o sea la capacidad de reconocerse

como ser humano, finito con nostalgia de lo absoluto, ser original en la misma situación existencial que otros seis mil quinientos millones de humanos, habitante simultáneo de un mundo de vigilia, de ficciones, de sueños, de hechos habituales y de acontecimientos insólitos, de temas en que es dable llegar al consenso y otros que son definitivamente divergentes, de lo que podemos saber y del misterio., de que no está a nuestro alcance.

La intimidad, es decir, la capacidad, la necesidad

de reconocer los vínculos. Somos nosotros mismos y somos parte de un todo. Somos autónomos y tenemos vínculos significativos con ciertas personas, con nuestras carreras. Somos parte de la humanidad, del planeta, del ser …

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Nuestro vínculo entrañable con la carrera no nos puede dejar perder el hilo de nuestra relación total con la vida. En lo específico, no podemos olvidar que la tarea de salud, ingente, hermosa, noble, también tiene enfermedades. No es sólo servicio. No es sólo misión Existe la corrupción. Existe el mercantilismo .Hay juegos de poder. Se da la instrumentalización del quehacer médico, en todos sus planos, para una función inadvertida de toilet higiénico que toma, por ejemplo, la úlcera gastro duodenal o la hipertensión bajo el ángulo bío médico exclusivo, dejando fuera del sentido crítico, de la apreciación causal, la competencia, la banalidad, la explotación, la cultura del sistema A ese respecto, son actuales las palabras de Laura Conti una autora italiana, país en que se ha dado mucha reflexión sobre el sentido de la acción de salud ,de más de treinta años atrás.

“ ¿Nos dicen que la medicina es una lucha por la

vida contra la muerte? Si así fuera, como algunos creen erróneamente, deberíamos decir a la gente no os daremos bálsamos para vuestros bronquios, porque debieras respiran aire puro; no os daremos tranquilizantes para vuestras neurosis, porque debes suprimir las causas de las mismas: no os daremos vasodilatadores para vuestros espasmos porque debes eliminar los atascos del tráfico y la consideración hacia vuestro jefe; no os daremos protectores hepáticos para vuestro hígado porque no tenéis que comer alimentos artificiales; no os daremos cortisonas para vuestras alergias porque tenéis que eliminar las substancias alérgicas; no os daremos vitaminas o aminoácidos, porque tenéis que comer carne y fruta; no os ofreceremos nuestra paciente comprensión mercenaria, porque el amor tenéis que hallarlo en las mujeres (o respectivamente en los hombres) y en la solidaridad entre los compañeros; no

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firmaremos días de enfermedad, porque tenéis que reducir la jornada laboral y construir ciudades en que no sean necesaria horas diarias de conducir o agolpamiento en los autobuses cargados de gente. Deberíamos comportarnos de este modo si la medicina realmente se orientara a la conservación de la vida y a la cenestesia ideal”

En el proyecto de vida, si existe la tarea diaria del

estudio, éste necesita el contexto, la identidad, la persona que lo esté viviendo en toda su profundidad; la intimidad, los vínculos, los otros; el asumir lo que es el mundo en sí y el mundo de las acciones de salud, con sus blancos y negros, con sus matices. No podemos olvidarlo: el pétalo extendido no llega a la rosa …el estudio especializado no puede abarcarlo todo…el estudio por más extendido que sea no llega al centro del yo , al centro del sentido de la vida, al corazón del proyecto de cada uno

Nuestro hilo conductor debe abrirse camino en dos

laberintos, el existencial, el de la crisis constitutiva del ser humano, el histórico, el de la crisis epocal

Somos seres con crisis constitutivas de identidad,

crisis propias de la situación humana, más allá de los avatares de la adolescencia Vivimos la tensión entre el instalarse en la vida y la certeza de la muerte: tenemos el complejo de Icaro, el que voló hacia el sol, del no resignarnos a captar que estamos viajando con este planeta y nos caemos cada vez que queremos evadirnos en un vuelo de química, magia y omnipotencia; tenemos el complejo de Midas, el rey frívolo que quiso convertir todo en oro, en placer banal Hoy, en la cultura de lo mecánico, constamos la vigencia del complejo de Caos, nuestra

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incapacidades de tolerar la confusión, el desorden, los procesos de incertidumbre que, de ser tolerados, llevan a las grandes creaciones. Somos seres capaces de tener conciencia del ser, de que somos, de que somos parte de lo que existe. Somos seres que ,en beneficio del tener, del poder, del disfrutar, nos olvidamos del ser.

La crisis constitutiva se nos enlaza hoy con la crisis

histórica. La salud del mundo nos está llamando a reconocer que no cabe enfrentar la crisis mundial, la crisis del desarrollo humano sin ahondar en la crisis del ser humano como tal El desarrollo humano se encuentra con el desarrollo personal

La salud histórica, la de la cultura, la del desarrollo

dominante actual, vista a grandes zancadas, esquematizada como si fuera un trabajo de jíbaro, está vertebrada en seis aspectos básicos

Primero, lo más obvio, el contraste entre los

productos de los seres humanos y lo que somos nosotros mismos. Hay un desarrollo científico técnico. brillante hasta lo espectacular Vivimos la utopía del internet, de la salida al espacio, de los conocimientos de la intimidad del átomo y del genoma. Por otra parte, el economicismo, la competencia, el hambre, el consumo, la guerra, la degradación del ser human… son hoy problemas semejantes a los enfrentados al inicio del historia conocida… unos siete mil años después…

En segundo lugar, por cierto, el conflicto entre

paradigmas hegemónicos que parecen irreconciliables: el

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paradigma de la modernidad, de la racionalidad instrumental, de los medios como más importantes que los fines, del autoritarismo del mercado, el del siglo americano... Ello, frente al fundamentalismo, fanático, integrista, el totalitarismo de la fe. El de la obediencia ciega.

Asociado a lo anterior, en tercer lugar, los grandes problemas del mundo actual: la pobreza, la destrucción del vínculo con la naturaleza, los riegos de que a las guerras convencionales se sumen las armas nucleares, la mala calidad de vida en que pesan la soledad, la violencia, la falta de sentido,la frivolidad, las dependencias y las evasiones de la realidad

En cuarto término, la falta de confianza en los

referentes. básicos del pasado Se cuestionan los grandes relatos, se descalifican las utopías y las ideologías, se habla del fin de la historia Fracasan las grandes gestas de transformación social del siglo 20

En quinto lugar,lo propio de las enfermedades

graves, de las psicosis, las psicopatías, las dependencias profundas…la falta de conciencia de problema…Para la mayoría sólo existe lo cotidiano, pueden asumir crisis en sus proyectos de vida, en la pareja, en el trabajo, en el club, en el partido, pero no una crisis, histórica, esta mega crisis que amenaza el futuro del humanidad y del planeta

En sexto lugar..el horizonte de esperanza, los

espacios de esperanza de que habla el sociólogo Alejandro Rojas. Allí se sobreponen, se potencian , se complementan los nuevos movimientos culturales con las perspectivas que provienen de avances de la ciencia, con la revitalización de

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la espiritualidad, con el emerger de un nueva opción para ver la realidad, un nuevo paradigma.

Hoy van creciendo y lentamente convergiendo

nuevos movimientos culturales como los de los derechos y las responsabilidades humanas, el ecologismo, los propios de los pueblos originarios, el feminismo, el trabajo en función de un desarrollo a escala humana.En el campo de la salud se observan múltiples iniciativas a favor de una humanización de conjunto y del diálogo entre la medicina occidental y otras visiones complementarias como la Ayur Veda, la medicina china, la antroposofía, las prácticas y conocimientos de los pueblos originarios

La ciencia en los últimos 100 años, con el

desarrollo de la física cuántica, de la biología de sistemas, con la psicología de Jung, la logoterapia, la psicosíntesis, la psicología transpersonal… está superando la visión mecanicista ,tecnócrata , la separación del sujeto y del objeto propia de su emerger “·moderno” del siglo 17.

Hay, indudablemente, un renacimiento espiritual. Se

multiplican las iniciativas para meditar, para el encuentro con la trascendencia, para ahondar en búsquedas de sentido, se revitalizan las grandes religiones entrando a actividades ecuménicas e, incluso,. a la apertura a aceptar, en el macro ecumenismo, que las verdades de una religión no son incompatibles con las de otras

Son los signos esperanzadores, los que en su

diversidad van formando los gérmenes de un nuevo sentido común, un nuevo paradigma culturai básico distinto al

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fundamentalismo de la fusión de las individualidades en un todo indiferenciado, diferente al paradigma moderno y postmoderno de la separación y del individualismo… Es el paradigma de la integración. El del reencuentro con el ser, el del “y” , el que asume que a cada ser humano existente le “toca” ser, ser un yo…con el misterio y la dignidad de asumirse parte del ser

Podemos resumir lo dicho en tono irónico, haciéndonos cargo que se propone que a los ya pesados problemas de la vida estudiantil se agreguen el de hacerse cargo de la condición humana y sus problemas, el de la crisis histórica y sus atolladeros, el de la tarea de renovarse en lo más difícil y en lo más esencial, en la mirada básica, en el paradigma orientador. Es cuestión de percepciones, de énfasis. Preferimos sintetizar diciendo que sugerimos profundizar en una perspectiva de salud integral. Integrar el estudio en la vida, Integrar la vida de uno con la vida de todos

Salud integral, salud del yo, de la conciencia, de la

totalidad psicosomática, de los vínculos, de los grupos e instituciones, del desarrollo…Nosotros, ciudadanas y ciudadanos, estudiantes y no estudiantes, considerando la salud con una mirad amplia, la de seres humanos, una mirada integradora, desarrollando nuestro proyecto de vida en forma saludable para ser o llegar a ser auténticos trabajadores de la salud

¿Cómo plasmar esta propuesta para que deje de

ser retórica, para vivirla?

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Hay dos puntos iniciales en una propuesta de salud a la escala humana:conocerse y transformarse, conocer al ser humano y participar, a la escala de las posibilidades, en el logro de mejor salud. No sólo la higiene física arraigada desde nuestra infancia, también la de la conciencia y el proyecto de vida. No sólo una práctica en un período, en una crisis, en una terapia, incorporar el trabajo de cuidado y desarrollo personal como parte de nuestro proyecto de vida, de nuestra cotidianidad

Los caminos son muchos y no es este el momento del detalle. Podemos, sí, precisar las grandes líneas. Necesitamos instancias de continua revisión como un trabajo interior, con nosotros mismo, como parte de un diálogo con otro significativo en una relación testigo, como instancia grupal, como participación en la comunidad, como presencia en redes de confianza mutua

Lo dijo Einstein; “el verdadero valor de un ser

humano es determinado , en primer lugar, por el grado y la medida en que haya logrado emanciparse de su propio yo” En la relación con el yo se juega el proyecto de cada persona y la profundidad, el grado de evolución de una cultura

Trabajamos con el yo a través del diálogo y de la

meditación, de la creación artística, de la reflexión., de la acción de servicio, de todas y cada una de las dimensiones de la salud integral

¿Cómo llegamos a las disciplinas individuales,

vinculares y grupales en la perspectiva de ir permanentemente conociéndonos y transformándonos, de

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consuno con el conocer, comunicarnos, escuchar y hablar constructivamente con otro?

Hay una emoción básica que sostiene la

espiritualidad, la filosofía, la ciencia y el arte, la que nos acerca al “y”, a la integración y al amor. Es el asombro..El asombro porque existe el ser, existe el y, existe el encuentro y la comunicación profunda, existe la capacidad humana de entender, de amar y de apreciar lo bello . También, la de iniciar el estudio de una carrera de medicina mostrando un cadáver. Tambié, el asombro que despierta un acto de autopsia que dice” los nervios acústicos estaban atrofiados y privados de mielina; las arterias acústicas que los acompañaban están distendidas hasta el punto de exceder el calibre de una pluma de cuervo;….” Esta protocolo de autopsia pertenece a una persona que padeció sordera absoluta y que en medio de ella escribió las que son tal vez las más grandes composiciones musicales de todos los tiempos. Se llamaba Ludwig Van Beethoven y es fuente permanente de inspiración, de sentido de vida, para estudiantes y para toda clase de ciudadanos

El asombro nos trae la motivación para integrar

estudio y vida, para ver en ello la salud con sentido amplio. Por eso puede ser apropiado el compartir un poema de Roberto Juarroz como una motivación para plantearse desde esa emoción el tema de asumir el estudio de quién somos y de cómo vivimos y de cómo queremos ser para ser mejores estudiantes de las profesiones de la salud. Para ser más saludables. Para ser trabajadores del cambio.

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Detenerse ante el asombro Que se despliega en le gesto de la rosa O en la maravillada tertulia Que entablan los colores y los pájaros Sobre la franja insegura del atardecer: Equivale a asombrarse del asombro Aparece entonces una nueva inocencia Más esencial que la primera Sólo en ella germina el asombro definitivo El reconocimiento a través de las máscaras La salvación por el asombro

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El Trabajador de la Salud Mental y el Desarrollo.

¿Acuerdo o confrontación de paradigmas? . En esta época de cambios vertiginosos parece lícito afirmar

que hay un bosque inmenso , omnipresente ,impidiendo ver un árbol esencial . En nuestro imaginario colectivo bullen ,acezantes , los flujos de dinero ,de informaciones , de pasajeros , de adquisiciones , de innovaciones en la vida cotidiana , de descubrimientos científicos impresionantes .El deslumbrar de los verdaderos prodigios en la relación con los objetos deja en un plano secundario la niebla de ominoso abandono de los vínculos del ser humano con la naturaleza, con los otros significativos , con el resto del género , con el ser , con lo trascendente . La pantalla del computador y del televisor y la vitrina de los grandes almacenes no tienen espacios para la relación del ser humano consigo mismo, para el examen permanente , responsable , de la condición humana. Para la indignación por la pobreza, el abuso , el abandono . la agresión a la naturaleza El ser humano tiene , junto a las necesidades asociadas a su conservación y a su expansión , a mantener lo suyo y a acrecentarlo , la de enfrentar su existencia con un sentido .Algo detrás del hacer , del tener , del poder , del deber, del placer, El para qué la vida . La existencia . La de todos y la del todo . La personal , el quién soy y por qué soy . En una época en que la cultura pondera la eficiencia como un gran valor y los intereses del individuo como el centro de la cultura vigente , los interrogantes básicos sobre la existencia son negados , arrastrados a la marginalidad , forzados , no es exagerada decirlo , a una forma de clandestinidad .

En el siglo pasado, la preocupación por la salud mental de las personas ,desde el punto de vista de la salud pública , fue integrando la situación presente y el pasado de importancia biográfica , los individuos con sus familias , lo bío psicológico con lo social , el caso con la epidemiología . En la mayoría de los casos ,

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sin embargo , los trabajadores de la salud mental no se plantean todavía el tema de la crisis de la época con todos sus alcances y las consecuencias que emergen para la tarea de la salud mental .

Lo propio del ser humano es el tener que hacerse cargo de la vida. Un intervenir , un hacerse responsable , desde una tensión entre lo susceptible de ser imaginado y lo abarcable , desde una finitud abierta , no satisfactoria , a partir de una necesidad de completud que no tiene satisfactor .

Es desde esa perspectiva que nos preguntamos por la salud del desarrollo, de la cultura dominante . Una gran contribución a este debate ha sido la progresiva integración del concepto de paradigma de base , extensión de la idea fuerza de paradigma disciplinario de Kuhn . . En cada época, en cada modelo de desarrollo hay ciertas creencias compartidas informando la concepción de realidad . En la modernidad ellas son las de la separación sujeto objeto, la de la mecanicidad del universo , la primacía del individuo , la centralidad de la razón , la idea del progreso indefinido. Los avances de la ciencia , el diálogo de muchos occidentales con otras culturas , la emergencia de movimientos interpeladores como el de la mujer , la ecología , los derechos humanos , han ido tejiendo los cimientos de un nuevo paradigma en que , dentro de una gran diversidad de miras , se apunta a una visión de la realidad integrada , sin fracturas absolutas entre el ser humano y el cosmos , con nexos vivos entre las personas , más allá de la comunicación consciente . No somos islas al margen de los otros y de los otros . Aparece la necesidad de pensar , vivir , una ecología integral , la del ser humano en relación , con el ambiente físico , con la sociedad , con su subjetividad. En los tiempos en que la política se hace cada vez menos participativa , aparece la necesidad de ensancharla . Cuando para la salud mental se da la posibilidad del uso de medios biológicos de gran eficiencia ,emerge la urgencia por conectarla con esa visión ancha , nueva .de la política , con la noción de paradigma básico .

La relación entre salud mental y política es cada vez más visible . Las drogas , la violencia , los derechos de las minorías , la corrupción . el afán de lucro . la trivialidad, la enajenación en los espacios virtuales , las diferencias abismantes en recursos económicos , las tensiones producidas por las migraciones y por la globalización económica y cultural son problemas incorporados de

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hecho a las deliberaciones políticas y que han pasado a comprometer el tiempo , las certezas y las perplejidades de los trabajadores de la salud mental .

Desde el sector público , en la práctica privada , ubicándose en el tercer sector ..quienes trabajan en salud mental viven en su espacio y proyecto personal la coexistencia de orientaciones paradigmáticas . A cada paso deben optar entre la orientación pragmática y la búsqueda de sentido. Entre ayudar a reproducir la cultura dominante , el énfasis en la competencia , el individualismo , la trivialidad , el racionalismo totalizante , plegarse incluso a un antiracionalismo fundamentalista , o abrirse a las perspectivas del nuevo paradigma integrador .

Esta propuesta se enmarca en la opción por un nuevo paradigma . Desde el supuesto de la necesidad de cambiar el sentido común , De contribuir a una cultura más equilibrada , racional y preocupada de los valores , de la afectividad , de la espiritualidad;respetuosa del individuo y su autonomía , respaldadora de la solidaridad , la participación , los derechos de todo , el sentido comunitario . aceptadora del placer , de la creatividad , del desarrollo de las potencialidades , atenta a la búsqueda , a la profundización a una sociedad amiga de la sabiduría .

Desde esa visión, el trabajo en salud mental aparece como el lugar propicio para un diálogo de paradigmas . El asiento de múltiples conversaciones acerca de cómo estamos viviendo , de lo que nos enseña la física cuántica y la cosmología sobre la complejidad del universo , junto a los hallazgos de la exploración del inconsciente, de lo transpersonal y de lo vincular sobre lo problemático y lo misterioso del ser humano . La gran necesidad de la época es conseguir que una civilización que ha sido capaz de llegar a seis mil millones de seres humanos , en condiciones de comunicarse a distancias increíbles , un mundo que se ha internado en los secretos de la genética y del átomo , que ha legado a la luna y se ha asomado al conocimiento de los primeros segundos de la existencia del universo, se constituya en una gran comunidad , en que se globalice la solidaridad , el encuentro , la búsqueda de sentido . Sin perder nada de su rigor científico , la salud mental necesita situarse en su punto de partida natural , el ser humano , sus diversas necesidades, su sentido. Corresponde a la

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salud mental ,en este período histórico, ayudar a la promoción de la democracia , en su dimensión más profunda de gobierno del desarrollo, de la orientación de la vida , amenazada por una gran crisis de sentido , de paradigma rector. Se trata de hacer real la promesa no cumplida de la modernidad . La de lograr la integración entre la libertad y la igualdad , sólo posible gracias a la fraternidad, es decir , cruzando la frontera del individualismo y la competencia. Dicho de otra manera, lograr una sociedad en que los jóvenes se sientan que les corresponde “estar ahí.” La convivencia donde la política sea una necesidad y una responsabilidad de todos . La actualización de la verdad de que nadie es una isla , de que ya es tiempo de que la necesidad de sentido salga de la clandestinidad . Para eso tenemos un referente que necesita profundización , un trasfondo para el trabajo de salud mental , aparentemente muy simple , pero de un potencial revolucionario.Lo dijo Blake:”Del pájaro, el nido; de la araña, la tela ;del ser humano , la amistad". Ubicándonos en el campo de la estrechez del paradigma dominante, se trata de , amistosamente , aprovechar todas las instancias posibles para ir hacia su transformación , el cambio del sentido común , meta para la salud mental en su tarea de promoción de la salud de la cultura .

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LA PSIQUIATRÍA COMO PRÁCTICA DE LA HUMANIZACIÓN

Evento, devenir y sentido en el ejercicio de una profesión

Cuando a uno lo presentan ante un público, se

acostumbra enumerar lo que ha realizado, lo que ha estudiado, lo que ha publicado, dónde está y dónde estuvo. Si hay un factor común en todo ello, ese es el del resaltar reales o aparentes fortalezas, méritos, logros. Lo que no se ha conseguido, las debilidades, los errores, quedan en la sombra, o deslumbran radiantes en las habladurías y en las disputas personales. No es una mala idea la de dar a conocer los sesgos. Lograr una buena ponderación entre lo cristalizado, lo que está en proceso, lo que quedó atrás, trunco, fracaso, desvío. En mi caso, hay múltiples iniciativas que no alcanzaron a dar frutos, incontables textos de circulación sólo confidencial, un lento, lentísimo proceso de aprendizaje para actualizar e intentar comunicar los ideales, la ética de la juventud, la que me llevó a la psiquiatría, en medio de los procesos acelerados de cambio que todos conocemos

En psiquiatría el juego de actualización y límites

es esencial. Nos enseñó Spinoza: Cada definición es una limitación. El trabajo comunitario tiende al debilitamiento del rigor clínico, la dependencia de los

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libros nos hace menos sensible a la metabolización de las experiencias, la farmacología puede acostumbrarnos a escuchar menos.Los antiguos estoicos hacían hincapié en que “de las cosas que atañen al ser humano, sobre algunas se puede influir y sobre otras, no.” Por eso, yo agradezco a quienes me han señalado críticas, o que su ejemplo me ha abierto luces sobre límites y debilidades. En alguna ocasión Enrique Rosemblatt me hizo presente que mi independencia, mi prescindencia de maestros y cuerpos teóricos estructurados tenía una posible relación con mi afinidad con el arte. Me dejó pensando, a lo mejor mi no autoritarismos puede contener una rígida, autoritaria, adhesión a mi propia espontaneidad. Me entusiasmé con publicar en una pequeña empresa artesanal y, sin palabras mediantes, el ejemplo del desarrollo de Cuatro Vientos y la labor de Francisco Huneeus, la experiencia maravillosa de ver como acercaba a mis contactos a obras básicas como las de Maurice Bermann, me han mostrado como uno se puede quedar en gestos, sin plasmar su proyecto. Lo dijo Neruda: el pétalo crece y no llega a la rosa Me he identificado con mis proyectos. Fanny, líder integradora por excelencia, me ayudó a entender que con ello presionaba a otros exigiéndoles una adhesión forzada, incómoda. Me han dolido posturas de otros aparentemente cercanos, distantes en lo referente a ética y convivencia, Mario, el amigo de la rigurosa bonhomía, me hizo presente la necesidad de asumir la presencia de lo diferente, que la visión

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del otro podía ser tan otra, tan inaccesible como su propia persona.

Entre límites y zozobras, marginal con vocación de integración, he navegado por muchas experiencias, grupos, publicaciones. No cabría referirse a ello. Son más de 30 grupos y proyectos inter y tras disciplinarios. Van, los formales, con sentido disciplinario, desde el Centro de Demostración sobre Medicina Integral en Quinta Normal, entre el 58 y el 65, hasta el compromiso con el litoral de los poetas y la transformación del antiguo Hospital San José en un Centro Cívico Cultural, en la actualidad, pasando, entre otros muchos, por el Berkeley de los Hippies, la Unidad Popular y el Centro de Antropología Médico Social, la dictadura, el exilio con grupos en Argentina y España y el retorno con el Cespo, el Quillahue y el Tideh, la participación en el Seminario de Desarrollo a la Escala humana, las experiencias en la interminable transición a la Democracia, los Derechos Humanos, la educación Popular, las drogas, la ecología. Todo ello no entendible si uno no incorpora los grupos de amigos, las experiencias en los partidos políticos, la Universidad El diálogo con la pareja y con uno mismo. Es una larga historia que me recuerda una anécdota de infancia. En nuestro grupo familiar, un primo muy sociable pasaba el día haciendo preguntas. Perdida la paciencia, decidimos darle una especie de cupón con derecho a una pregunta diaria. Aceptó de buena gana y se encaró de inmediato con nuestro abuelo utilizando el

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derecho a la primera interrogante:” abuelo, cuénteme su vida.”

Lo que parece factible es resumir algunos alcances de mi mirada, con mis sesgos, sobre la psiquiatría en el Chile actual. Si tuviera que sintetizar en una frase, diría la tarea más de fondo y más difícil de la psiquiatría es asumirse no sólo como una profesión, si no como un instrumento de humanización. Si la educación es práctica de la libertad, la psiquiatría es práctica de la humanización.

En el hospìtal, el consultorio, la consulta, las instituciones, las empresas, la comunidad, los medios de comunicación, la investigación, la docencia, nos encontramos con instancias, con momentos, con eventos separados. La atención del enfermo, la sesión de grupo, la red… La psiquiatría, el discurso de la psiquiatría, está centrada en el servicio. De allí que toda la psiquiatría, y no sólo la llamada psiquiatría alternativa o la antipsiquiatría, sea parte potencial de la alternativa al sistema, a la cultura dominante. El desarrollo alternativo, de acuerdo al encuentro de Uppsala de 1974 y al desarrollo a Escala Humana, 1984-86, privilegia las personas sobre las cosas. No es alternativa cualquiera práctica médica en que el hilo conductor sea la mercancía, la búsqueda de poder, el sentido de servir de toilet a los problemas del modo de vivir, convirtiendo el estrés por la competencia, el consumismo o la banalidad en diagnóstico bío psicológico. Es alternativo el auténtico servicio, en la amplia

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posibilidad formal de acogida, de consejo, de medicación, de orientación hacia grupos o redes, de hospitalización, de diálogo.

El tema es que esa orientación, de marea contraria al economicismo, al pragmatismo encéfalo craneano que nos asola, puede ser más o menos inscrita en una visión de conjunto o permanecer más vecina de lo espontáneo. Ser una alternativa “silvestre”.

En mi caso, veo a la psiquiatría desde una perspectiva que parte de una emoción, una vivencia primaria, el asombro existencial. Ella se articula con una consideración de la salud en que el núcleo está en lo más humano de lo humano, el yo, el centro de la consciencia. Este referente se juega, se conjuga, con la política y la cultura

En relación con la política, siento una continuidad entre los procesos de cambio cultural, los procesos de evolución humana y el día a día del quehacer psiquiátrico. Un puente entre los servicios psiquiátricos y la política en sentido amplio. La política renovada. La política que apunta a un cambio cultural. La política en que coinciden grupos de la sociedad civil, del Estado, de los partidos, de la ciencia, del arte, de la espiritualidad. La política de los derechos humanos y de la ecología, del diálogo de culturas, de la igualdad de géneros, del derecho a la salud, a la educación, a la participación. La política de ámbitos públicos y privados. La política de la cotidianidad solidaria, de la apertura a la belleza, de

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los espacios de encuentro, de la profundidad en la amistad, del amor de promoción del otro. La política que trasciende la mera disputa por los vértices de poder. La política más revolucionaria, la que procura aportar a la evolución de la especie. La política como medicina en otra escala de que habló Virchov.

Esa política, política integral, requiere un centro, un referente. Para mí, aunque resulte difícil de comunicar en primera instancia, se trata de una emoción al alcance de todos, el asombro. La vivencia de las preguntas de los niños, el cimiento de la filosofía, la poesía, la ciencia y la espiritualidad. Los interrogantes sobre el sentido de la realidad y del ser humano. Unido a ello, la referencia al misterio, a lo asombroso dentro de cada uno de nosotros, el misterio, la complejidad del yo. La consciencia de la dinámica del yo empírico y el yo profundo, la perspectiva de la unión del desapego y el compromiso, de la autonomía y la pertenencia. Una ecología del yo que arbitra entre el egoismo y el altruismo. Esta noción es, a su vez, un punto de apoyo para la participación más amplia en una mirada epistemológica y ética que, después del libro de Kuhn de 1974 sobre La Estructura de las Revoluciones Científicas, se proyecta en la noción de paradigma cultural básico

Más allá de las diferencias en campo de trabajo y en escuela de pensamiento, en adhesiones políticas partidarias y certezas ideológicas, hoy se abre la diferenciación entre diversos paradigmas

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básicos, amplias nociones compartidas sobre la realidad y el ser humano Entre los grandes paradigmas básicos están el premoderno, el moderno y el post moderno, el integrista y el integrador. Detrás y en primer plano, actualmente, el público vive las tensiones entre el individualismo del occidente americanizado, globalizante y el fundamentalismo dogmático, uniformador, prevalente pero no exclusivo de parte del mundo musulmán como parece verse en el imaginario colectivo La psiquiatría coherente, ahincada en el servicio, abierta al otro, construye en el sentido del llamado nuevo paradigma básico, una tercera orientación: el paradigma emergente de la integración, el ecológico, el de la complejidad. El que cree que estamos en un universo relacionado, con sentido.

Vivimos bajo un sentido común, bajo creencias individualistas. Se ha dado la primacía de la acción sobre la pregunta, sobre la comunicación, el proyecto de vida, la contemplación. Cada instancia de trabajo psiquiátrico está teñida por los ejes paradigmáticos. La visión política y de servicio integradora, la del nuevo paradigma de las articulaciones del yo empírico con el yo esencial, del yo y el tú, de los individuos y las comunidades, del ser humano, la naturaleza, las cosas, las técnicas, la ciencia, el arte y la trascendencia, se puede apoyar en la conjunción, la sinergia, de la sensibilidad, la reflexión y la acción.

Existen las metáforas que desbrozan el camino de la alquimia sensibilidad, reflexión, acción. Nada menos que la ilustre Mafalda fue

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quien planteó un punto de inflexión, el invitarnos al ahondamiento existencial interpelándonos con su queja : “Justo a mi me tocó ser yo.”Antonio Machado nos dió la gran dirección, la de la psiquiatría coherente, la del servicio :” La monedita del alma se pierde si no se da.” Neruda nos entrega la complementariedad clásica de los grandes requerimientos del trabajo en psiquiatría encarnado en el proyecto de vida saludable Su primer texto publicado conocido, a los 14 años, se llama “Entusiasmo y Perseverancia.” Consecuentemente, termina su discurso de aceptación del Premio Nobel citando a Rimbaud y su exhortación a una “ardiente paciencia”.

La lucha con la enfermedad y la limitación,

como el combate por una mejor calidad de vida, son pasos en la humanización La psiquiatría es parte fundante de ello en la medida que el ardiente entusiasmo va del yo al mundo, y del mundo al yo, pasando por el tú y el nosotros, entregando y recibiendo el regalo del alma. Ello en el contexto de que el vivir humano tiene límites claros, biológicos, existenciales, ontológicos, situaciones que nos atañen que no podemos transformar; pero que hay otros obstáculos al desarrollo de todos que esperan la intervención humanizadora, que provienen de creencias, de estados de ánimo, de formas de expresión del poder; poder económico, poder político, poder cultural, poder carismático, poder de las relaciones autoritarias, en que cada psiquiatra debe pacientemente abrirse camino a asumir que justamente le tocó ser él, es decir, un participante de hecho, ojalá consciente, en la lucha por la gran utopía concreta de la salud integral.

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La Atención Primaria en Salud, Medicina para la Sociedad.

Una oportunidad para la actualización del nuevo

paradigma

“El trabajo en salud requiere la flexibilidad de una lombriz, la habilidad de un cerrajero y la capacidad de indignarse de un abogado de Filadelfia.”.. Las palabras de un Decano de Hopkins, en 1971, siguen teniendo vigencia, pero creo que ahora pondríamos como ejemplo de sana indignación, seguramente de atención primaria en salud, la de los millones de españoles que salieron a la calle para protestar por la violencia inhumana y por la mentira deshumanizadora. Flexibilidad y habilidad, desde luego, pero al servicio del trasfondo de la salud integral, el bien común y sus medios, el amor y el desapego.En todo caso, por cierto que es compleja la tarea de salud y, en primer término, su cimiento, la atención primaria.

¿Cuál es el sentido de la atención primaria en salud? Se lo preguntamos a los propios protagonistas, trabajadores y usuarios, y nos suelen dar dos constelaciones de respuestas. Las enmarcadas en la idea fuerza de la subsistencia y de la seguridad: el sobrevivir mediante una remuneración que atiende a las necesidades básicas y el recibir cuidados esenciales para conservar el papel social y la función en la vida También, muy relevante, la dimensión del servicio, el aportar y el recibir, de humano a humano.

Desde la perspectiva de la dinámica de la sociedad, hay en la atención primaria la coexistencia de la órbita de la mercancía y la de la solidaridad. En un desarrollo avasalladoramente dominante, centrado en la asociación entre el individualismo y la técnica, se trata aparentemente

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de una especie de testimonio del pasado; para los críticos del modelo, un oasis en que el mercado todavía experimenta el papel corrector parcial de la intervención de la municipalidad e, indirectamente del Estado, la especialización tiene un perfil bajo y se dan condiciones para la interacción territorial con sentido comunitario

Estas palabras nuestras son propositivas, tienen como intencionalidad la de agregar un grano de arena a los esfuerzos que se llevan a cabo a partir del considerar que la atención primaria en salud está aportando mucho en el presente, conserva algo valioso del pasado y tiene gérmenes de salud que también representan una oportunidad para un futuro sustentable, equilibrado, humanizador.

Nada garantiza que tendremos por delante ese porvenir. Pasó la época de los pronósticos históricos, de la profecía, vivimos la incertidumbre evolutiva. Con lo que contamos, lo perdurable, es con la ética. Existen tres niveles de articulación entre ética y salud: la de la práctica en que aparece la temática de la explotación del personal o del atropello al consultante, la de los meandros de los problemas de bio ética, la de la ética del sentido de la atención médica para una sociedad. Es decir, en esta tercera dimensión, el dilema mercancía o servicio. Aporte a la dignidad humana o eslabón de un sistema en que el ser humano es tratado con una racionalidad instrumental.. El defender y ampliar la óptica del servicio es subversivo, nos pone en son de conspiración Esa es la invitación, conspiremos, viendo la forma como pueden fertilizar los gérmenes de buen futuro, lo medicinal para la sociedad, que tiene, potencialmente, la atención primaria.

En la atención primaria existe una normatividad establecida: participación de la población, trabajo en equipo, inter sectorialidad, adecuación de las técnicas al saber

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local y popular, acercamiento a la medicina llamada tradicional, a la que tiene fuentes distintas a la ortodoxia occidental.

El paso del deseo, de la retórica, de la exigencia burocrática, a la realización cotidiana de cada uno de estos principios rectores, topa, se tensa, al coexistir con las directrices de la cultura hegemónica Se está en un diálogo con los profesores, se busca un encuentro con la machi, se trata de acortar distancias entre la visión del médico y la de la asistente social, se desea auscultar la percepción de la comunidad respecto de la violencia o el narco tráfico; se toma constancia de que hay una proporción alta de consultas que obedecen a la motivación, consciente o inconsciente, de salir de la soledad y el aislamiento a que tiende la modalidad de la vida familiar y vecinal de hoy. Se comparten vivencias sobre el estrés, el desencuentro y el amor, se elaboran duelos, se cruzan perplejidades sobre la conducta de los adolescentes y la propia de la tercera edad ¿Cómo se mide en estas instancias, en estas dinámicas, la presencia de la nueva divinidad, la eficiencia, dónde están contabilizados los números de pesos y de horas.?¿ En qué medida se pueden dar evidencias, llegar a indicadores confiables de que los ejecutantes están realizando lo que se llama y se premia como una buena gestión? Las interacciones humanas, reconocidas vías hacia la salud, tienen el sello de los laberintos de la subjetividad, expresan claridad y ambigüedad; espontaneidad, ensayo y error y plan previo;defensas y aperturas Confusiones, contradicciones, sobreposiciones.

Un gran logro de la psicología social y comunitaria y de los avances en el conocimiento del ser humano que se llevó a efecto en el siglo pasado fue la descripción y la sistematización de los rasgos propios de la personalidad autoritaria, primero descrita como la proclive al fascismo. En

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el contexto de su estudio sociopsicoanalítico, Erich Fromm pronosticó que los componentes autoritarios en el carácter alemán llevarían a la obediencia absoluta a Hitler si él fuera legítimamente elegido mandatario, lo que fue plenamente verificado El año 50, Adorno y Horkheimer de la Escuela de Francfort, emigrados a Estados Unidos, dieron cuenta de una monumental investigación empírica sobre el modo de ser autoritario. Allí, junto a la obediencia a la autoridad y el ejercicio acrítico de la misma, a la rigidez, a la descalificación de los débiles y de las minorías, a las estereotipias y a los prejuicios , se señala la importancia de la falta de tolerancia a la ambigüedad y el rechazo general a lo subjetivo. La atención primaria, lugar de relaciones cara a cara, de tensiones entre la necesidad de absorber agresividad y mantener la dignidad, de respetar los ritmos humanos y de cumplir con metas trazados desde parámetros externos, enclave jerárquico y de desigualdades de ingresos, status y de estilos de vida. acompañado de un discurso igualitario, favorece un conflicto permanente entre el espíritu de servicio y la matriz autoritaria y mercantil de la cultura actualmente existente.. El mercantilismo crece en forma acelerada. El autoritarismo profesional señalado en su tiempo por el estudio del sociólogo Claudio Jimeno sobre el medio médico, antes del golpe del 73, que mostró alrededor de un 40 % de personas profundamente autoritarias, afianza la gravitación de la rigidez y la impersonalidad del desarrollo vigente

En medio de sus problemas económicos y los de los establecimientos asistenciales ,de la vivencia frecuente de minus valía en el reinado ubicuo de la especialización, sometidos a la transfusión del individualismo, el mercantilismo y el autoritarismo de la sociedad general, el personal de la atención primaria tiende a mantener un

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espíritu de servicio, de una u otra forma afronta el desafío de cumplir con el modelo de atención que se le exige

Cuando se inquiere por el origen y el plano último de la vocación de servicio, suelen encontrarse antecedentes de formación política y religiosa como un proceso de socialización previo a la práctica de atención en salud, a veces afianzado por el haber trabajado con algún líder carismático en la dirección de un consultorio o posta de atención médica.

Al entrar a realizar un trabajo formativo de desarrollo personal. no es raro encontrar una vivencia inicial de desasosiego, desánimo, desconfianza. Un curso más. Quizás nuevas tareas. Una distracción, pero la sensación de estar en un espacio falso en que ya se han acumulado otras instancias de capacitación que luego se reabsorben tras el rito de finales emotivos en que se jura amistad permanente Cuando se aclara que van a poder abrirse, conocerse más, conversar como iguales, la actitud cambia, empieza una participación comprometida. Al llegar el momento de conversar sobre los referentes., sobre la crisis del desarrollo, sobre nuevas visiones, vuelve el repliegue, el temor a comprometerse en un proceso sin salida Al final se reconoce lo más vertebrador de la situación, ellos están en gran parte coaptados en forma sutil por el discurso omnipresente de la cultura dominante. El pragmatismo encéfalocraneano está vigente La pregunta fluye…¿ Qué eficiencia tiene el paradigma integrador, la búsqueda de relaciones personalizadas, de desarrollo interior, de armonía con la naturaleza, de visión de humanidad?

No podemos responder con la lógica aristotélica del sí o no, con un absoluto, con certezas, con el sentido común cartesiano de las cosas claras y distintas. Sólo cabe experimentar la profundidad de un diálogo, el momento alto de lo poético de la vida, la vivencia de apertura de una

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meditación, la reflexión que viene de la física, de la biología de la psicología de la complejidad, la vitalización que acompaña a las tareas solidarias.. El tiempo siempre es breve, las responsabilidades, las estructuras internas y externas, presionan hacia el conformismo. Emerge un punto de quiebre…lo que hacen, dicen los que trabajan en atención primaria, con mucha emotividad, no tiene suficiente status, es el peldaño más bajo en la escala que conduce a la alta especialización universitaria. Una prueba al canto es que los médicos participan muy poco en las reuniones y la vida de equipo y están en frecuente rotación, pendientes de la posibilidad de salir de la atención primaria hacia un camino consagrado de especialización

Ahí puede estar la encrucijada del encuentro entre la necesidad de cambio cultural y de desarrollo personal en la atención primaria Un tema de tolerancia a la ambigüedad La atención Primaria y la Secundaria y Terciaria tienen una diferencia de status que no cuenta con un correlato objetivo. La labor de la atención primaria, profundizada, libre de la ritualidad de la reiteración de documentos estereotipados de reuniones de expertos y de la visión reduccionista de la eficiencia, la de corto plazo, la que niega la subjetividad y la densidad y espiritualidad del fenómeno humano, la atención primaria de la realidad, no es una versión simplificada de la tarea médica. Es el desafío de encarar al ser humano en forma integral. Hay en la plenitud vivida de la atención primaria una gestalt de reflexión y de empatía, de resistencia a la frustración y de apertura a los momentos altos del encuentro y la belleza, de capacidad de moverse entre la interioridad, el vínculo, el grupo y la comunidad, entre lo biológico, lo social, lo económico, lo ecológico, lo psicológico, lo existencial, lo espiritual, entre el detectar liderazgos constructivos y neutralizar lo disgregador, entre el sentir, el pensar, el imaginar, entre la

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especificidad y la transdisciplinariedad, entre el control del niño sano y el encontrar una respuesta al consumo indebido de drogas. Hay una especialización en la complejidad

La atención primaria hereda del pasado semillas para la visión que está naciendo de una realidad en que al ser humano le corresponde participar en la evolución desde la consciencia de la unidad en la diversidad. No está en el horizonte la anti especialización, la negación de la necesidad coyuntural de fragmentar, de analizar, de usar técnicas complejas, de examinar con detención lo excepcional, de saber mucho de poco. La tarea no es de negar en espejo la cultura dominante. Eficiencia, sí, pero supeditada, matizada, por el sentido.; rigor, pero en equilibrio con la apertura a la complejidad; lo específico en el mismo rango valórico que lo general.

Hay un panorama general de colisión de paradigmas; Afganistán, Palestina-Israel,. Irak…son emblemáticos. Sin embargo, son bosques que no dejan ver el árbol esencial, el ser humano. La guerra caliente entre el integrismo y la modernidad occidental oculta las demandas de la evolución humana. Obnubila el ver la necesidad de un desarrollo que tome en cuenta la ecología integral del ser humano, su relación consigo mismo, con la trascendencia, con la naturaleza, con las cosas, con los otros, con el otro significativos. El paradigma integrador El que está llamando en el día a día en la atención primaria, como en la sala de clases, en la amistad en la familia o en los problemas que el sistema no puede resolver como las drogas y la ecología

Le corresponde a la medicina social y a la salud pública un acercamiento a la atención primaria con vista a recoger de sus brasas, del fondo de su actitud de servicio y de su hacer múltiples , puentes en la diversidad, calor y luz para distribuir en la sociedad, iluminando y facilitando las perspectivas de un desarrollo sano, integrado .Le atañe a

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la medicina social y a la salud pública el trabajo subversivo de reforzar la moral de los trabajadores de la atención primaria cooperando con el desarrollo y el afianzamiento de su marco referencial general ético, epistemológico, existencial, espiritual, ecológico, mostrando los nexos entre la labor de hacer atención médica integrada y la de alcanzar la cultura sana de la salud integrada. El señalar la perspectiva y las resistencias en el camino de medicinar la sociedad.

Dice la Celestina:” Gran parte de la salud es desearla” Los trabajadores de la Atención Primaria y los de la Medicina Social y Salud Pública desean la salud. Mantienen la idea fuerza de Alma Ata , Salud para Todos, aunque el 2000 quedó atrás, más allá de las visiones tecnocráticas y privatizadoras. En unos está la fortaleza de la práctica cotidiana, en los otros la de la investigación, la sistematización y el análisis.La integración real estriba en el compromiso profundo, en lo que se tiene fe. Bajo el gran referente interpelador del “pedacito roto del hombre inconcluso”de Neruda, hay una multitud de procesos que pueden ser convocantes para ésta y muchas alianzas, éstas y muchas conspiraciones. Para ir hacia sociedades y desarrollos saludables Para el desarrollo humanizador Antes del 11 de septiembre del 2002, antes del 11 de septiembre de 1973 ,se dió uno de esos eventos grupales y personales que abren camino a la historia de la emancipación del ser humano. Era el 11 de septiembre de 1906 En Johanesburg, Sud África ,se reunía en un teatro la comunidad hindú, indignada por un decreto que reducía sus derechos ciudadanos y que incluso los vejaba exigiéndoles un certificado para desplazarse con las huellas de todos sus dedos. Los discursos, muy encendidos, iban y venían mientras escuchaba, atento, líder integrador, un abogado que después sería conocido en el mundo como Mahatma

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Gandhi.De súbito toma la palabra Shejt, un anciano muy respetado. Dice, en el fondo de su discurso, lo que debemos hacer es jurar por Dios que no acataremos esas injusticias El empieza dando el ejemplo con su propio juramento. Gandhi cuenta que entonces tuvo una conmoción interna. No era lo mismo afirmar algo, simplemente comprometerse, que acudir a la máxima lealtad, a lo más profundo de la consciencia. Al nivel de la verdad. Allí nació. para Gandhi y para la historia. escuchando esa propuesta, la noción de la satya graha, la fuerza de la verdad. Ha pasado casi un siglo, mucho ha cambiado, sigue existiendo y es aun mayor la violencia y la injusticia, pero son más los que creen, intuyen , tienen fe en que los cambios deben venir de un sentir la fuerza de la verdad, un compromiso profundo, con la vida humana, con la participación en el desarrollo humanizador con la atención primaria y con hacer primaria la salud integral.

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Vejez , Identidad y Nuevo Paradigma

Mi madre se acerca a los noventa años .. Me aproximo a

ella desde el propósito de animarla , de motivarla a encontrarse con sus vetas y metas más íntimas , más de siempre , sus ideales , lo aparentemente por realizar de su proyecto de vida. Está postrada en cama . Sin energía, delgadísima , somnolienta . Con un dejo de sonrisa , cansada , lejana , amable , me contesta , “aunque te parezca raro, yo voy para atrás “. Sólo atino a tomarle la mano y acercarla , débil. a mis labios . Desconcierto entretejido con impotencia y resignación.

Es la reunión de compañeros de colegio, cincuenta años después…La convocatoria es en un club de grandes espacios y numerosas salas . Indago , bastante ansioso , por los míos . Se me orienta con amabilidad y precisión, como correspondía a mi inseguridad del momento e incapacidad crónica de ubicarme . Abro la puerta y veo un conjunto de viejos . Sin vacilar , me retiro , yo buscaba a la gente de mi curso…estoy a punto de increpar , airado , a mi informante, cuando siento una luz de sensatez …ellos son. Somos encorvados, canosos , arrugados , panzones . Desconcierto , acompañamiento de pesar y humor , en curiosa mezcla no exenta de impotencia y resignación . Al contar lo acaecido, mientras nos abrazamos, los amigos se ríen o callan , pensativos .

Mi nieta dibuja mientras la observa su profesora . Son las inmediaciones del fallecimiento de mi esposa, su abuela muy querida La educadora le advierte que está trabajando con un lápiz gastado , poco útil . Necesita cambiarlo. La chica asiente , diciendo “está viejo.” Y , al pronunciar esa palabra se le llenan los ojos de lágrimas. La profesora muestra una inmediata empatía , comprendiendo la asociación , vejez, pérdida cercana , el recuerdo de la muerte . Escucha a la niña preguntarle , a la vez , por qué entendía, se interesaba. Con el curso como testigo colectivo, emocionado , ella contó que hacía unos meses había muerto su marido. Desconcierto seguido de un encuentro , atravesando edades y funciones , humano con humano .

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Son tres viñetas , tres metáforas , introductorias a una

visión de la tercera edad , como observador participante , a partir de las emociones,en la búsqueda de comunicar una propuesta . Tratemos de sintetizar . En relación con mi madre , la anécdota ilustra una tensión reconocida por todos : el deterioro y la sabiduría. En este caso , la capacidad de asumir el “ir para atrás” ., la demostración de desapego representada por la nota de humor dentro de un estado físico terminal. Un contrate con mi vivencia del momento , mi urgencia por un hacer , mi compromiso. Desapego y compromiso, dos radicales , núcleos de sentido , ambos necesarios, complementarios.. El caso ilustra su difícil modulación . Mi compromiso me debió haber llevado a convertir mi afecto y mi deseo de apoyo a mi madre en una más pronta comprensión de su requerimiento de desapego

En la segunda instancia , mi desencuentro con los cambios propios del envejecimiento, abre posibles conversaciones sobre la aparente antinomia de conservación y transformación personal . Mi sospecha es que mi falta de apertura al curso del tiempo , el , inconscientemente, esperar ver a mis compañeros como en los años de convivencia , no era sólo ingenuidad, distracción , o , peor , señal de daño orgánico , sino la constancia , también , de la realidad de una cierta permanencia . Claro , no en lo físico, ni siquiera en “el modo de ser”.Es la esquiva continuidad , invisible , indudable , del yo ,del”ser” de cada uno.

Tercera viñeta. El contenido manifiesto es complejo . Un lápiz gastado , viejo debe morir .Su obsolescencia , implacable , se asocia con la vejez y muerte de una persona muy querida . La cadena sigue , el dolor de una persona permite aflorar la solidaridad y el revivir sufrimientos en otros . Quiero rescatar otra tensión , referida a la identidad . Mi esposa era ella y , al mismo tiempo , pertenecía a su mundo , sus contactos , toda la realidad . Mi nieta , yo , eramos parte reconocida de su realidad . La reacción de la profesora es como la punta del iceberg que nos ayuda a reconocer que no estamos aislados , que somos , aunque nos cueste aprehenderlo , tanto autónomos como integrados , partes de un todo.

De lo vivido , afectivo, trenzado de hechos , pasamos al terreno de las conceptos , de la abstracción , de la complejidad. .Se trata , por supuesto de un problema de comunicación , de forma de

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vivenciar y de transmitir las experiencias . Las emociones y las ideas son semejantes a personajes visualizados, focalizados , en una pantalla , la de la mente de uno y la de los que nos escuchan o leen. Se dan simultáneamente , pero nuestras mentes , limitadas , carecen de volumen, de posibilidad de ver en “estéreo” lo consciente y lo inconsciente , la idea y la emoción . la representación actual y su proceso de maduración . No nos es posible pensar en conjunciones , integrar la vieja de la esquina con las investigaciones sobre la longevidad o las políticas públicas para la tercera edad .. la vida de una persona mayor con su muerte inevitable, la preocupación por la invalidez de las personas mayores con su reserva de sabiduría, la continuidad personal y los cambios , la realidad individual y la red de pertenencias y conexiones de cada sujeto. La integración será siempre una expectativa , una lucha sin fin , un proceso inacabado . Sin embargo , la condición humana se define , precisamente , por esa necesidad de integración . En lo específico , lo hemos adelantado , la temática de la vejez requiere de una racionalidad , de una orientación , integradora.

El ser humano debe hacerse cargo de la vida , de su vida y de sus relaciones con los otros , los significativos ,los de los diversos planos conscientes y no conscientes de interacción , de los nexos con las cosas , de los vínculos con la cultura , con la naturaleza, con la trascendencia. Vivimos un crecimiento , un posesionarse acelerado de los medios , de lo instrumental ,de lo mensurable, acumulable, susceptible de ser encarado bajo los parámetros de le eficiencia y el placer funcional en logros previsibles. , en manipulaciones.Se lamina la subjetividad , la comunicación , la búsqueda de sentido . Las necesidades profundas se proyectan hacia los márgenes , se canalizan a través de minorías activas que buscan transformaciones de conciencia , de convivencia , de derechos humanos , de acercamiento a la naturaleza , o tienen expresiones espúreas en el consumo de drogas . Se trata de una crisis de civilización . Se globalizan los flujos de dinero y de informaciones . La cultura occidental se ha hecho universal , Impera el individualismo y la competencia. .Se da una hegemonía de la razón , del hemisferio cerebral izquierdo , sobre la afectividad, los valores , la analogía , el mundo del hemisferio cerebral derecho . Un malestar difuso , fuerte , ubicuo recorre un planeta saturado de soledad , de violencia , de trivialidad , de

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desencanto . En esta crisis se ahínca una gran oportunidad, la de llegar a una política de promoción humana , para orientar el desarrollo hacia la salud , hacia la amistad con la vida y con las potencialidades de su evolución. En ese contexto , una gran política de cambio cultural , podemos situar la opción por los derechos , las necesidades y los deberes de los adultos mayores. .

De acuerdo a nuestras viñetas iniciales , nos situamos en el tema del adulto mayor desde una perspectiva de identidad , asumiendo su complejidad . En relación a nuestra visión esquemática , de pequeñas pinceladas ,sobre la condición humana y la crisis actual , vemos esta identidad desde una perspectiva ala vez antropológica y cultural.

De acuerdo a lo dicho, consideramos que la identidad de las personas de la tercera edad se encuentra atravesada por tres nudos problemáticos fundamentales , o tensiones a articular por parte de ellos mismos y de la sociedad .Ellas son la asociación de deterioro y de madurez (“sabiduría”) , presentes en mayor o menor medida en las realidades personales y en el imaginario colectivo ;las vivencias contrastantes de continuidad del yo y de cambios en la personalidad , la conducta , la apariencia y el estado del cuerpo ;el ser alguien único, autónomo ,conjuntamente con la condición de ser partícipe de una realidad , del todo de la existencia .

En nuestro trabajo en psicoterapia y en educación comunitaria tratamos de asumir y enlazar estas diversas contradicciones en la óptica de lo que definimos como racionalidad integradora . . Es una mirada operativa a la identidad humana , en general, con una propuesta de aprehender la complementariedad y necesaria coexistencia de cuatro pares de aparentes opuestos ;el desapego y el compromiso, lo individual y lo universal ,la creatividad y la conservación , la focalización y la visión multidimensional . Estos y otros componentes de la racionalidad integradora se remiten a la condición existencial humana de vivir la finitud con nostalgia de absoluto , de utopía , en difícil equilibrio entre el aceptar y el sobrepasar los límites de su forma de estar en el mundo . Se asocian , además , a las formas personales y culturales de vivir la problemática de la identidad , desde la adolescencia hacia adelante.

El compromiso y desapego interpelan consciente o inconscientemente a las personas de la tercera edad . Hay una

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exigencia natural de aportar la experiencia ganada a lo largo de la vida . Al mismo tiempo , se requiere sobreponerse a las penurias del decaimiento , aceptar la cercanía de la muerte , pesar lo menos posible en los demás. Es la reunión de un gran valor de la cultura occidental, el jugarse , el participar , con el meollo de l os aportes orientales , la distancia del ego, la capacidad de renunciar . Algo así expresó Cicerón , al decir “He vivido de tal modo que creo que no nací inutilmente,pero salgo de la vida así como un huésped, no como de mi casa. Al identificarse como huésped, el adulto mayor se puede comprometer a cuidar , a realizar mejoras en su vida y en sus circunstancias , sin apegarse , sin sentido de posesión . Detrás de este desarrollo se encuentra la capacidad , propia de una orientación democrática , no autoritaria, de tolerar la ambigüedad. La ambigüedad de la condición humana , en general , la de ser constructivo en un período en que se dan , naturalmente, procesos destructivos muy visibles.

La opción por lo individual y por lo transindividual están en el centro de las disputas de los últimos siglos de occidente . El dictum de libertad , igualdad y fraternidad de la revolución francesa no fue ni es integrado . Se oponen, aparentemente , individualismo y colectivismo social, ecológico y espiritual . No ha tenido vigencia real la fraternidad, el puente entre la igualdad y la libertad.Para los viejos es imperativo individualizarse , asumir fortalezas y debilidades, reencontrarse con su biografía , única, intransferible. De igual forma , requieren reconocer sus vínculos , dar su experiencia , relativizar lo particular de su dominio autónomo . Las cumbres radiantes de la ancianidad , a las que se refería Whitman , son cada individuo y toda la edad del adulto mayor.

La creatividad y la conservación son dos grandes necesidades humanas , armonizadas por una tercera que las debe cobijar y orientar, la necesidad de sentido .El viejo tiene requerimientos de protección , por lo económico, la salud física y mental , la dignidad y la participación social. Ellos no pueden desligarse del tener la oportunidad , de ejercer el derecho de dar su propio apoyo de experiencias y sabiduría . Allí la identidad compleja del adulto mayor se deja florecer en poesía cuando , por ejemplo , se establecen bellas complicidades con niños y con adolescentes.”Los abuelos son de los niños “, escribió Miguel Angel Asturias.

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Finalmente , la asociación entre la capacidad de situarse , de focalizar y la de establecer conexiones . Es la lucha por recordar un episodio , por tomar la dosis precisa de aquel medicamento , junto al poder ayudar a otros a soportar las pérdidas de los seres queridos o las dificultades de acomodarse a la velocidad con que los niños aprenden las nuevas tecnologías , poniendo los hechos en su contexto existencial e histórico.. . El trasfondo de hacer propia la verdad de las palabras de Longfellow sobre la vejez…”conforme el crepúsculo de la tarde /se desvanece en la lejanía /el cielo se puebla de estrellas /invisibles a la luz del día “.. .

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El trabajador de salud mental y el problema del alcoholismo

LUIS WEINSTEIN REVISTA ARGENTINA DE PSICOLOGÍA AÑO VII Nº21

La no aprehensión del problema

Nuestro objetivo es entregar propuestas sobre lineamientos relativos al papel del trabajador de la salud oriental en el problema del alcoholismo, con la doble intención de motivar discusiones y estudios sobre el rol de quienes actúan en salud mental en general, y, también, en torno a la temática del alcoholismo y las alternativas de enfrentamiento existentes.

Hay varios factores que justifican el propósito enunciado, pero

quisiéramos destacar lo más relevante para nuestra percepción, el contraste entre la magnitud del problema y la falta de preparación, jerarquización y praxis significativa en torno a ella, de una gran parte de los trabajadores de la salud mental.

El estudio de Tarnopolsky y col. en Lanús, y el de Grimson y col.

en la Capital Federal, con sus elocuentes: 2,72 y 6,7 por ciento, respectivamente, de enfermos alcohólicos, indica, corroborando la práctica cotidiana, la. evidencia de un problema prioritarioi.Sin embargo, esta grave situación no tiene reflejo claro en la orientación de muchas instituciones ni en las actitudes de sus técnicos.

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Hemos tenido ocasión de analizar la relación de los trabajadores

de la salud, y de la salud mental en especial, con la temática de alcohol y alcoholismo, en diversos contextos institucionales y docentes. Estas reflexiones son testimonio de ello.

Estimando que existe una orientación hipotética “adecuada”,

consistente en una acción-preparación correspondiente a la profundidad y daño causado por la ingestión de alcohol, podemos señalar, entre las posiciones erróneas, la instrumentalización, el encamoteo y la operatividad fragmentarizante, disociadora. Son ejes referenciales en la observación de una práctica donde, naturalmente, estas tendencias se sobreponen y entremezclan.

En algunos programas y quehaceres individuales se soslaya lo

específico de estos contenidos. A veces, se engloba el beber-problema en la trama amplia y difusa de la sociopatía y la patología social o el devenir personal alterado y la neurosis, sin delimitar el área ni plantearse una estrategia frente al alcoholismo.

Si se individualiza el alcoholismo como objeto de trabajo, suele

“aprovecharse” su “status” médico-social para promover investigaciones desprovistas de bases conceptuales sólidas y/o de nexos con una práctica productiva. Es, aparentemente, una buena cobertura para poder dedicarse a otros intereses.

La prevalencia de enfoques muy parciales es la fuente de

mayores dificultades para los esfuerzos por llevar el tema a los criterios de salud pública. Por ejemplo, un grupo de profesionales de un servicio, de psiquiatría, en un proceso autocrítico grupal, reconoció haberse cerrado a asumir la realidad del alcoholismo más allá de sus complicaciones psicóticas, descalificando y entorpeciendo iniciativas orientadas hacia el deber sociocultural de colectivos poblacionales.

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Otra situación análoga fue la de un equipo de medicina focalizado en las complicaciones digestivas del beber, el que, evaluando su productividad, concluyó admitiendo haber irradiado un rechazo al tratamiento del alcoholismo como problema conductual.

No faltan, por supuesto tampoco, las fragmentaciones desde las

ciencias sociales, la economía, la visión jurídica, las bases biofisiológicas del beber.

Un primer redondeamiento de lo dicho podría adelantar,

situándose en el reverso de la exposición, que al trabajador de salud mental le atañe el contribuir a visualizar las resistencias, los límites, las incoherencias en el actuar: concretamente, el “evitar”, el “usar”, el parcializar el trabajo en esta área.

En la exploración de estas actitudes de los profesionales, es

corriente encontrar como trasfondo la interacción complementaria de elementos socioculturales y personales.

El trabajador de salud mental puede estar limitado por sus

propios prejuicios, hábitos de beber o, incluso, intereses creados de tipo económico-social.

No es raro encontrar un bloqueamiento por tener personas

cercanas afectadas por un terror a tomar responsabilidades, o por defenderse de un repercutir angustioso al actualizar lo propio.

La inmersión en la cultura alcohólica, participando de actitudes

permisivas hacia la intoxicación y el exceso y/o viviendo el alcohol como facilitador social y ocupacional, se imbrica con la problemática biográfica, reforzando las dificultades intrínsecas del abordaje al alcoholismo.

La consideración de estos planes personales en nuestra

búsqueda de orientaciones sobre el papel del trabajador de la salud

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mental en alcoholismo, nos lleva a precisar el encuadre de estas reflexiones.

Al preguntarnos por las dificultades específicas de la tarea, “el,

problema de abordar el beber-problema"... tenemos que regresar a nuestro punto de partida, definiendo el alcoholismo y las nociones básicas para la inserción en su campo.

El alcoholismo y la adicción alcohólica Hoy por hoy coexisten varias concepciones sobre el

alcoholismo; predominando en el campo de la salud la que lo hace sinónimo de enfermedad.

Hay un cierto consenso en que al equipo de salud le

corresponde propugnar la idea del alcoholismo-enfermedad, en neto contraste; a las creencias de aquellos legos mantenedores de la noción de “vicio”. El papel axial de la terapia es abrir camino a la “conciencia de enfermedad”.

Por otro lado, siguen vigentes criterios categorizadores del alcoholismo como delito, conducta desviada, proceder reñido con la ética.

Hemos hablado, asimismo, del beber-problema, concepto

mucho más abarcativo que el de alcoholismo-enfermedad. Hay “problema” en el beber excesivo cultural, en la violencia de algunas intoxicaciones simples, en el progresivo deterioro del bebedor de grandes cantidades de alcohol diarias que nunca se embriaga.

Para entender el beber-problema, el trabajador de salud mental

necesita destacarlo, en un juego figura – fondo, del beber simple, no complicado, a veces, dialécticamente, trocado en primer plano.

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En esa perspectiva se hace necesario distinguir todavía, al

conjunto de problemas creados por la ingestión de alcohol, colectivo más extenso que el alcoholismo-enfermedad y el mismo beber-problema. Hay situaciones-problema asociadas, a veces, al beber simple, como la socialización de los niños pequeños en una cultura alcohofílica.

Preferimos llamar alcoholismo al conjunto de problemas creados

por la ingestión de alcohol, reservando el nombre de adicción para quienes han desarrollado esa alteración biológica, la dependencia física del alcohol.

En esa perspectiva, el alcoholismo incluye al beber-problema.

Una fracción de este último está constituido por la prevalencia de la enfermedad adicción alcohólica.

El beber-problema es la parte manifiesta, lo observable del

iceberg alcohólico. Sumergido, muchas veces oculto para el terapeuta, clínico o

investigador enclaustrado, se encuentra el problema de la cultura alcohólica, la superestructura de creencias y prácticas socializadoras, el lugar del alcohol en la vida social, en la recreación, en la política.

Incluso más ajena podría ser la realidad de la industria vinícola,

de cerveza o bebidas destiladas, su estructura de comercialización, su presión sobre los medios de comunicación de masas y la publicidad.

La permeabilización del proceso formativo de los trabajadores de la salud con nociones de salud pública, ha hecho más f{!.cil tener familiaridad con la vasta gama de consecuencias del beber-problema, económicas, sociales, de salud.

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Menos trabajadas son, en general, las relaciones del beber con otras formas de la vida social, su papel como balanceador de la angustia colectiva, de alimento, de recreación.

A propósito de esta temática cabe preguntarse dónde principia

el problema con el beber, si en el beber-problema o en el tipo de función que desempeña el alcohol en la sociedad.

De la consideración esquemática, tecnócrata, por el

alcoholismo- enfermedad, debemos transitar al beber-problema, de éste a los problemas del alcohol, de allí al beber simple, a la ingestión de bebidas alcohólicas “no complicadas” desde el punto de vista de salud o de vida social.

En el beber simple, cotidiano, inmediato, ya está contenida parte

de la problematicidad del alcoholismo. Participa de su complejidad biopsicosocial.

En el beber simple, se ingiere, concretamente, una bebida que

contiene un fármaco de absorción, efectos y metabolismo especial. El trabajador de la salud mental debe poder asumir y crecer en formación e información sobre el terreno básico, fisiológico, del consumo del alcohol. El alcohol tiene un efecto depresivo, discriminativo, con inhibición primero de la corteza cerebral y consiguiente desinhibición en zonas supeditadas, de estimulación aparente.

Vivencialmente, psicológicamente, se produce el complejo

disminución de angustia, controles y culpas, aumento del tono psíquico, bienestar, euforia, obnubilación, estrechamiento de conciencia.

En líneas generales, este efecto se en marca socialmente en

pautas indicadora sobre qué se bebe, quiénes pueden hacerlo, cuándo, dónde, haciendo qué.

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La comprensión del beber simple lleva a una orientación tanto

biológica como psicosocial. El “problema” está en la integración de estas dimensiones. También en la delimitación con formas del beber-problema y de los problemas con alcohol encubiertos por la cultura alcohólica y por la fragmentación de la concepción médica habitual.

En ese terreno se ubica la embriaguez. La intoxicación “simple”

es, en sí, una enfermedadii. Se caracteriza por un cambio de conciencia de origen exógeno. Es una enfermedad aguda, una psicosis autoinducida, en general adaptada culturalmente.

Si en el beber simple ya está en ciernes toda la complejidad del

alcoholismo, con la embriaguez entramos de lleno al meollo del problema, al alcoholismo en su acepción más amplia.

El trabajador de la salud mental tiene su mayor desafío en la

embriaguez, enfermedad de poco “status”, conducta muchas veces aprobada por grandes sectores. Hecho familiar, de enorme inercia al cambio.

El primer problema con la “tarea” en el trabajo de alcoholismo

es, entonces, la dificultad de circunscribirlo. Hay una nota de inasibilidad en su expresión social, psicológica y biológica, sus múltiples repercusiones, su variedad de formas entre las que se destaca la embriaguez, el beber excesivo y la adicción.

La segunda dificultad en su magnitud avasallante. Bebedores

excesivos y alcohólicos pueden abarcar gran parte de una población. En América Latina, ello ocurre especialmente en hombres adultos, en sectores populares, trabajadores no calificados, villas, población indígenaiii.

En tercer término, es un límite para sociedades muy diferentes:

pueblos muy primitivos, países del Tercer Mundo, Suecia, la URSS y

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Estados Unidos. No se puede desconocer su relación con la explotación y la pobreza, pero, tampoco, con la vaciedad de la abundancia.

En cuarto lugar, hay “tratamientos” para la adicción y otras

formas de beber-problema, pero son largos y de resultados no predecibles. Es evidente la prioridad de la prevención primaria, pero, al mismo tiempo ella se hace inasequible sin el enfrentamiento a los bebedores-problema actuales, con todas las limitaciones que existen para ello.

De las consideraciones anteriores fluye otra constante para el papel del trabajador de la salud mental, la apreciación objetiva de las dificultades existentes, a la par del reconocimiento de las resistencias personales.

El papel del trabajador de la salud mental en el problema del alcoholismo

El trabajador de la salud mental actúa a partir de varios “focos”

programáticos: Las instituciones asistenciales especializadas, la investigación, los centros ocupacionales y de estudio, el enfrentamiento directo a la población o el indirecto a través de los medios de comunicación de masas2. En todas ellas se puede participar de los diversos niveles de prevencióniv. Así, hay actividades de prevención primaria, secundaria o terciaria en hospitales, sectores laborales, escuelas, población general. Las investigaciones especializadas y los medios de comunicación de masas se asocian, igualmente, con necesidades de estos planos de enfoque del problema.

La magnitud, complejidad y resistencias que presenta el

problema del alcoholismo, lo hacen particularmente apropiado para el encuadre médico integral2.

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La integralidad es orientación señaladora de atingencia a

finalidad, de coherencia. Tiene también el sentido de establecimiento de relaciones, visión totalizadora.

El trabajador de la salud mental tiene la opción de absorber la

problemática del alcoholismo desde una concepción integradora de lo preventivo y la curativo, lo físico y lo psíquico, lo individual y la social.

Junto a esos parámetros básicos de la medicina integral, está el

procurar otras superaciones dialécticas de contradicciones, como las de la participación de la población y la vigencia de la autoridad racional del especialista, y la interpretación de la medicina científica popular.

Prevención y curación se complementan cuando el profesional y

el equipo “tratante” visualizan las alternativas de productividad preventiva de una acción curativa, al nivel del propio individuo, su familia, contactos significativos y población en que está inscrito el programa. También, cuando los trabajos educativos o de recreaciones sustitutivas se asocian a la preocupación por señalar oportunidades de salida a las urgencias, ya quienes se motivan por modificar problemas concretos presentes.

Lo físico y lo psíquico se integran en la terapia polidimensional

correspondiente, en la apertura a los problemas neuróticos, psicosociales, sin descuidar la afección digestiva, polineurítica o cardíaca concomitante.

Dimensiones individuales y sociales van indisolublemente

unidas en el reconocimiento categorial de problemas, del alcoholismo al beber-problema ya su repercusión familiar, grupal o institucional. También, en la suma desprejuiciada de recursos terapéuticos grupales e individuales, incluyendo amigos, familiares, bebedores en rehabilitación, dirigentes sindicales o recreacionales.

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Los trabajos de Marconi sobre el relativismo cultural y la

delegación de funciones apuntan a experiencias aunadoras de los distintos tipos de medicina ya la posibilidad de complementar la participación popular con el reconocimiento de la autoridad racional científicav-vi.

Dentro de este encuadre conceptual integrativo, el trabajador de

la salud mental puede cumplir sus diversas funciones en relación al alcoholismo2.

El psicólogo, asistente social, médico, terapeuta ocupacional,

educador y, en general, cualquier trabajador de la salud mental, tiene siempre funciones expresas, específicas: examen, psicoterapia, orientación. Subyacen a ellas otras funciones relacionadas con la visión de su rol como parte de un equipo, de un conjunto de fuerzas transformadoras de las condiciones de salud, de la sociedad, de sí mismo. Consecuenciales del asumir la postura de medicina integral.

Intentaremos ubicarlas en un cuadro de conjunto. Las funciones

más conocidas son las de atención, las específicas. Las llamaremos asistenciales, dentro de la matriz conceptual que no distingue entre los diferentes niveles de prevención. Así, es asistencial la psicoterapia, la educación, la laborterapia, la recreación, la medicación, los reflejos condicionados.

Es el momento del trabajo directo, con las herramientas específicas, la charla preventiva, con el grupo de adolescentes, la sesión maratónica con el club de rehabilitados, la desintoxicación o el tratamiento del délirium tremens.

La socialización individualista, tecnócrata, lleva a oscurecer la

importancia de otras funciones. En uno de esos conjuntos de funciones se ubican las de tipo integrativo. Incluye la administración, la gestión de los programas, cada vez más una función grupal, desbordando las definiciones burocráticas de responsabilidades “funcionarias”.

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Básica en esta categoría es la función de activista, por contraste

con la anterior, la menos institucionalizada. El trabajador de la salud mental contribuye a la “integración” del programa activando la participación del equipo, de otras instituciones, de los familiares, de los enfermos, de la población. En esa función se destaca el estímulo a los sectores más avanzados, más responsables en el proceso de cambio, para que se hagan cargo del problema, lo incorporen a su práctica ya su proyecto transformador global.

En este conjunto de funciones está implícita una de índole

integradora propiamente tal, de contribución al establecimiento de nexos entre los diferentes sectores de la población y las instituciones, los programas populares y técnicos, los clínicos y los salubristas.

Estas finalidades presuponen, muchas veces, un espacio para la

observación participante en la vida de la población general y de las instituciones. Las acciones productivas con respecto a alcoholismo se favorecen con el desarrollo de nexos personales en estos ámbitos y de un conocimiento cultural global de los mismos.

Otro grupo de responsabilidades se enmarca en el llamado

perfeccionamiento. Incluye la función de llevar a cabo una constante crítica y autocrítica, como veta central. Es decir, la revisión permanente del desempeño individual y grupal. Es la base para el perfeccionamiento en sus distintos planos, ideológico, científico y personal. Constituye, también, el punto de partida de la investigación, tarea aplicada a la evaluación de las actividades y al conocimiento del tema, de tipo conceptual, bibliográfico, instrumental, psicosocial. Si la administración es el vehículo legitimo para estructurar las funciones integrativas, la evaluación es la función de encuadre institucional hacia la cual se puede hacer converger la critica y la autocrítica, la investigación, el proceso de enriquecimiento en lo ideológico, científico y personal.

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El grupo formativo para el trabajo en alcoholismo

En el trabajo de alcoholismo, sujeto a resistencias personales, a

dificultades de fondo, a la capacidad de modular funciones muy diferentes con una perspectiva global, tienen aplicación diversos tipos de grupos formativos.

En nuestra práctica hemos visto evaluaciones favorables de

trabajo grupal con equipos responsables de tareas en alcoholismo, tanto en experiencias intensivas, breves, como en una práctica madurativa prolongada. Nuestro punto de arranque para esta actividad grupal es la asociación de la explicitación conceptual, con la aproximación personal y la orientación a realizar tareasvii. Se trata de poder revisar, con el apoyo grupal, los prejuicios, vacíos, debilidades y, también, las facilidades y experiencias logradas en el tema. Eso, en discusión grupal, en evaluación de una tarea realizada en común, en intercambio y comunicación, en profundidad, en condiciones de confianza entre todos los integrantes. Son tres fases relacionadas entre sí en la actividad grupal, entrelazadas de acuerdo a la dinámica emergente.

Se puede establecer una modalidad operativa “máxima” en

cuanto al desarrollo de contenidos y técnicas, a partir de la cual es dable hacer recortes, simplificaciones, de acuerdo a los objetivos, tipo de participantes, tiempo disponible.

Este “modelo operativo máximo” utilizado por el grupo de salud

mental en su propia práctica, proyecta líneas generales susceptibles de ser trabajadas con diversos equipos e instituciones de salud y otros sectores, y con organismos propios de la población y otros de índole ocupacional.

Entre los modelos que hemos utilizado destacaremos las

unidades de sensibilización y los grupos operativos propiamente tales.

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Las unidades de sensibilización se realizan sobre la base de algunos días (generalmente entre 3 y 15) de demostraciones de técnicas de comunicación intensiva asociadas a que el grupo lleve a cabo una tarea —por ejemplo, redacte un pequeño texto didáctico o haga un censo de recursos— y a que se discutan contenidos esenciales del tema.

Un grupo operativo institucional puede funcionar focalizándose

en alcoholismo durante un tiempo, en un encuadre de duración indefinida. Esto planteado, naturalmente, para instituciones que no se dedican exclusivamente a alcoholismo, pero debe absorberle entre sus prioridades: equipos de salud mental, de centros de salud consultorios, hospitales generales y pisquiátricos, de salud mental escolar, de medicina del trabajo, entre otros.

Hemos denominado técnica de Capof (sigla que alude a

objetivos “de desarrollo personal”; capacidad de compromiso, autonomía, productividad, organización, flexibilidad), a este trabajo grupal tridireccional —tarea, análisis conceptual, comunicación— susceptible de ser empleado tanto en alcoholismo como en otros problemas en que el enfoque médico integral tiene fácil asidero (educación sexual, familia, machismo, participación en salud).

Lo esencial de la tarea es que tenga “corporeidad” programática,

inserción real. Sea formativa y, al mismo tiempo, plenamente productiva. Ya hemos mencionado el texto didáctico como alternativa. El grupo elabora un material que puede servir a pacientes, alumnos, personal de la salud o población. También pueden hacerse evaluaciones de rendimiento —visitas de seguimiento a enfermos, miembros de grupo de psicoterapia o rehabilitación— múltiples formas de tareas.

La comunicación personal es enfatizada con la utilización de

procedimientos facilitadores del acercamiento, el desarrollo de la capacidad de expresión, de aceptación de las imágenes que tienen los otros; de dar y recibir.

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Estas dos fases —tarea y comunicación personal— se integran

con el proceso formativo conceptual en que se analizan las bases del beber simple, la embriaguez, el beber excesivo, las complicaciones, la adicción, las medidas preventivas, de control, las dificultades del problema, las funciones del trabajador de la salud en el campo del alcoholismo.

A lo largo de la práctica grupal se busca el reconocimiento de

los límites y aportes potenciales de los partícipes para ir configurando una tarea colectiva de aproximación al alcoholismo desde una óptica médico-integral.

El trabajo formativo grupal forma parte de la educación

experiencial, la vía más promisoria para motivar el crecimiento de quienes actúan en el campo del alcoholismoviii.

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Salud y Conversación Integrada

Con –ver -sar…¿ver con? ¿ visión conjunta? Versar con…¿Hacer, dedicarse, optar …con? ¿Llegar juntos al verso? La conversación es parte de la salud, de la actualización de

lo humano. Allí tenemos las dimensiones básicas de lo nuestro: el placer-displacer, el poder-incapacidad, la disputa –colaboración, el trabajo-juego, el sentido –sin sentido…el ego , el tú , el nosotros…

De alguna manera la conversación puede ser una práctica saludable de la humanización y de la integración Para ello un grupo orientado a la tarea y a la comunicación necesita combinar ciencia y arte , yin y yang, cerebro izquierdo y derecho , “con versión” de cada uno, del camino y de los caminantes, de la tarea y de la comunicación, de cómo se suman, de la forma como se a- sumen las dificultades, de cómo se ganan experiencias.

La conversación, así pensada, es parte inseparable de nosotros mismos, tan natural que parece que para llevarla a cabo en forma saludable uno no necesitara reflexionar, perfeccionarse, sale sola, fluida, tenemos obstáculos conocidos invencibles, depende de con quien y cuando, ya sabemos de qué se trata, nos conducen nuestros hábitos…

Autoridades como Lin Yutang, Huxley, y Maurois no nos ayudan mucho a tener una visión optimista fantasiosa sobre el tema, pero tal vez nos sugieran algunas pistas para calar la envergadura de la tarea.

Dice el escritor chino:”Un placer como el de una conversación perfecta es necesariamente raro, porque los sabios rara vez saben hablar y los que hablan rara vez son sabios” Allí está expresada la antigua asociación entre silencio y sabiduría, el hablar

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como una senda que tiende a ser equívoca, banal El visualizar la profundidad, la densidad, las muchas dimensiones del silencio.

Aldous Huxley es más específico al entrar a un plano muy gravitante de la dificultades para establecer una buena conversación:”Es difícil mantener conversación con una persona que responde a las palabras personales con expresiones impersonales, a las palabras sentidas con una generalización intelectual”.Efectivamente, oscilamos entre el norte de la experiencia y el del concepto y nos cuesta mantener el hilo de su diferenciación y de la capacidad de anudarlos y unificarlos con buena artesanía.

Massimo Bontempelli entra a los requisitos de la conversación dialogal, cuando cada yo se dirige al yo del otro viviéndolo como un tú, como otro yo tan original, tan misterioso como el nuestro. “ Ya no hay quien cultiva el arte de la conversación. Conversar no es discutir, sino entrar en el surco que ha trazado el otro y proseguir en el trazado hasta abrir más surco, perfeccionándolo. Diálogo es colaboración de dos personas en un tema”. Cierto…dos o más personas… aportando en forma sinérgica sobre un contenido, un proyecto… creándose ellos mismos en esa apertura.

Si nosotros intentamos dialogar con estos tres autores ,podríamos hacer una retroalimentación crítica diciendo que 1) Hablar es parte de una conversación, es pertinente también la mirada, el gesto, la palabra escrita, la memoria, la preparación del encuentro, su revisión, la maduración en silencio…2) Necesitamos darle una orientación a este conjunto, hacer figuras gestálticas…hay un propósito de fondo, pero, en el curso que lleva al mismo, a veces el centro es el proceso de acercamiento personal de los partícipes, en ocasiones ello le corresponde al terreno de los conceptos, a un sentir, una intuición, una imagen, un contacto corporal, una operación instrumental, un quehacer financiero. El tema es mantener una conciencia subliminal de la doble relación: la instancia, esa conversación y el hacia dónde se va… por otro lado los distintos planos que se dan en una conversación, qué es lo que se está consensuando como figura y como fondo.

¿Cuáles podrían ser a grandes rasgos las bases de una conversación saludable? No hay respuestas indiscutibles. Podemos encoger los hombros ante las recetas Es tema de percepciones, de

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múltiples tipos de miradas, de orientación naturalmente divergente, de presencia de sesgos.

Aquí van sedimentos, decantaciones de una práctica en que, por cierto, se hicieron determinadas preguntas y no otras, en que hubo puntos de partida acerca de lo que es una conversación, acerca de qué significa que ella sea saludable

1)Una conversación saludable es un intercambio humano participativo en que se tiende a la promoción de los partícipes de un modo que resulta adecuada, repetible como horizonte, como posibilidad para otros.

2) Es un intercambio cuyo fondo es igualitario , transparente, pero que, en su dinámica, admite momentos en que está más en un primer plano el aporte más explícito de algunos o algunos, en forma verbal, corporal , o incluso de silencio.

3)Es parte actualizada, o solamente posible, de un proceso que , interrumpido por razones contingentes, tiene el potencial, tiene el sentido de calar en nuestra finitud, en nuestra precariedad, y ,por ende, cabe su continuidad indefinida.

4) Está percibida por los participantes como una instancia llena de sentido, en que se equilibran las necesidades de conservación, de seguridad y las de innovación y creatividad . Se crea un estado que pudiera calificarse de con-versión, de vivencia de algo a que adherirse con esas señas identificación que suelen tenerlos los con- versos.

5) Entre sus frutos está el deseo de co-operación, de ampliación de las interacciones, de creación de nexos, de fantasías de acciones comunes . Por consecuencia, es verso…de la poesía de la vida.

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