manifestaciones de la locura femenina en gabriela mistral

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Santiago Daydí-Tolson University of Wisconsin-Milwaukee MANIFESTACIONES DE LA LOCURA FEMENINA EN LA POESÍA DE GABRIELA MISTRAL Las referencias a la locura tienen presencia importante en la obra lírica de Gabriela Mistral y sugieren no pocas consideraciones críticas sobre su función representativa dentro del sistema poético de la autora. En un trabajo anterior comenté el hecho de que Mistral se autodefiniera en su poesía como loca y sugerí que las varias valoraciones de la locura presentes en su obra definen en conjunto la imagen que la escritora se forjó de sí misma como mujer y poeta. Esta imagen personal, creada a partir de interpretaciones tradicionales de la locura, encuentra una significativa correspondencia en la locura de otras mujeres —escritoras y personajes literarios— que la crítica feminista ha interpretado como representativa de una reacción extrema de la mujer contra las condiciones de dominación que le imponen la sociedad y la cultura de valores masculinos (Rigney 6). Entendida la locura femenina como resultado de una condición existencial de la mujer cabría preguntarse si la locura como representa- ción de sí misma en la obra mistraliana no tendría también un valor específicamente feminista que habría que relacionar con otros aspectos de la cuestión en la vida y escritos de la autora. Al autorrepresentarse como loca Gabriela Mistral estaría reconociendo su propia alienación frente a una sociedad masculina. Esto añadiría a las significaciones de la locura propuestas anteriormente un aspecto que sobrepasa los campos de lo poético y lo religioso. Un aspecto de la locura femenina se relaciona con la manifiesta voluntad de la mujer de autodefinirse, de forjarse un yo personal desde su propia necesidad de autonomía (Rigney 7). Para Mistral, mujer que se enfrentó conflictivamente a la sociedad, esta función autogeneradora fue primordial y es patente en su obra lírica, donde hace numerosas referencias a sí misma, y donde la formulación de diversas imágenes de su persona lírica ha de verse no tanto como un intento de representación cabal de su individualidad, cuanto como una forma de imaginar un deber ser que se aplicaría tanto a ella misma como a toda mujer. Una de esas representaciones ideales es, precisamente, la de la mujer loca.

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  • Santiago Dayd-TolsonUniversity of Wisconsin-Milwaukee

    MANIFESTACIONES DE LA LOCURA FEMENINA ENLA POESA DE GABRIELA MISTRAL

    Las referencias a la locura tienen presencia importante en la obralrica de Gabriela Mistral y sugieren no pocas consideraciones crticassobre su funcin representativa dentro del sistema potico de la autora.En un trabajo anterior coment el hecho de que Mistral se autodefinieraen su poesa como loca y suger que las varias valoraciones de la locurapresentes en su obra definen en conjunto la imagen que la escritora seforj de s misma como mujer y poeta. Esta imagen personal, creada apartir de interpretaciones tradicionales de la locura, encuentra unasignificativa correspondencia en la locura de otras mujeres escritoras ypersonajes literarios que la crtica feminista ha interpretado comorepresentativa de una reaccin extrema de la mujer contra lascondiciones de dominacin que le imponen la sociedad y la cultura devalores masculinos (Rigney 6).

    Entendida la locura femenina como resultado de una condicinexistencial de la mujer cabra preguntarse si la locura como representa-cin de s misma en la obra mistraliana no tendra tambin un valorespecficamente feminista que habra que relacionar con otros aspectosde la cuestin en la vida y escritos de la autora. Al autorrepresentarsecomo loca Gabriela Mistral estara reconociendo su propia alienacinfrente a una sociedad masculina. Esto aadira a las significaciones de lalocura propuestas anteriormente un aspecto que sobrepasa los camposde lo potico y lo religioso.

    Un aspecto de la locura femenina se relaciona con la manifiestavoluntad de la mujer de autodefinirse, de forjarse un yo personal desdesu propia necesidad de autonoma (Rigney 7). Para Mistral, mujer quese enfrent conflictivamente a la sociedad, esta funcin autogeneradorafue primordial y es patente en su obra lrica, donde hace numerosasreferencias a s misma, y donde la formulacin de diversas imgenes desu persona lrica ha de verse no tanto como un intento de representacincabal de su individualidad, cuanto como una forma de imaginar undeber ser que se aplicara tanto a ella misma como a toda mujer. Una deesas representaciones ideales es, precisamente, la de la mujer loca.

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    La locura australiana, que se hace presente desde sus primerospoemas, alcanza su expresin ms acabada en la serie "Locas mujeres"de Lagar y Lagar II. En la variedad de mujeres locas, fascetas de unautorretrato (Alegra 123), hay una representacin de la comunidadfemenina concebida desde un sentido de solidaridad. El desdoblamientode Mistral en las "locas mujeres" se funda en un enfrentamiento de lamujer al mundo masculino. Estos poemas de la locura proponen en suvariedad de voces y perspectivas ese hablar ntimo de la comunicacinentre mujeres que define en gran medida el carcter confesional deldiscurso femenino y su profundo sentido participatorio (Tiger-Luria).

    Una referencia a esa comunidad del dilogo femenino y a lasolidaridad que ste representa se expresa en el primer poema delconjunto, "La otra" (593-5), texto que adems apunta al motivo deldoppelganger y sus revisiones desde la perspectiva feminista (Rigney 10).Aunque las referencias a esa "otra" no son del todo claras en el texto, laintroduccin en las tres estrofas finales del poema de la imagen de las"hermanas," y del discurso apostrfico de la hablante dirigidoespecficamente a ellas apuntan a esa relacin de hermandad propia dela actitud feminista:

    Cruzando yo les digo:Buscad por las quebradasy haced con las arcillasotra guila abrasada.Si no podis, entonces,ay!, olvidadla.Yo la mat. Vosotrastambin matadla!

    A estas mujeres mistralianas las une su locura, y lo que las caracterizacomo locas es su actitud, su definicin personal frente a la realidad.Dicha actitud se hace evidente en la palabra y en la accin. Cada poemade los dieciseis de la serie corresponde a un tipo de mujer, a una manerapeculiar de ser mujer y loca; cada poema representa una faceta de lalocura femenina. Concebidos diez de ellos como monlogos dramticos,son expresin directa del discurso enajenado de una mujer; pero inclusoaqullos que no son monlogos tienen una hablante de tercera personatan exaltada en su expresin que se encuadran plenamente dentro del

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    mismo nivel de discurso de los poemas en primera persona. Laexpresin no cambia entre poema y poema porque no hay necesidad deestablecer diferencias: una misma voz, un discurso igual y una idnticaactitud identifican al grupo.

    Rasgo principal del estilo de este discurso de la locura es el quiebrede la regularidad mtrica; sin llegar propiamente al verso libre. ConsigueMistral en estos textos producir un tipo de verso irregular que pone entensin, y hasta rompe, la musicalidad del verso de medida fija. Latcnica consiste principalmente en proponer un ritmo bsico principal ydominante, segn es tradicin en la poesa de mtrica regular, eintroducir una que otra irregularidad de metro. El odo del lector seacomoda al ritmo regular desde el principio y siente como rupturaperturbadora de la armona las irregularidades menores de metro yacentuacin. Las siente como vacilaciones de la voz tensa del esprituenajenado. Casi ninguna composicin del conjunto mantiene una mtricaperfectamente regular, porque incluso en aquellos casos en que no hayuna variacin de medida silbica, se encuentran vacilaciones o durezasen la acentuacin.

    Esta vacilacin del ritmo principal va reforzada por los efectos de larima, tambin afectada de irregularidades menores. Como en el caso delmetro, la efectividad de la tcnica est en proponer una eufonapredominante que se rompe, en momentos, con la rima inadecuada. Lamitad de los poemas de Lagar I respetan el esquema de rima asonanteen los versos pares, dejando a otros factores del lenguaje la creacin deun efecto de palabra trastornada. Dos poemas --"La otra"(593-5) y "Ladichosa"(610-2)~ introducen la irregularidad de algunos versos imparesrimados y su consiguiente efecto distorsionante. Seis textos de la seriemuestran casos de rimas errticas o inexistentes.

    A esta prosodia de lo incorrecto o quebrado le corresponde unlenguaje en el que abundan las sonoridades destempladas y lasrepeticiones. Construcciones del tipo "jadeadora de nuestro jadeo" (603),"para que l duerma y que yo duerma" (609) y "Yo no s si le llevo o sil me lleva" (614) constituyen un tipo peculiar de repeticin en cuantoparecieran ser menos resultado de un ritmo armnico que de una faltadel mismo. Ejemplar es el caso de dos versos repetitivos en que elsegundo rompe la medida regular del poema: "Todo me sobra y yo mesobro/como traje de fiesta para fiesta no habida" (596).

    El efecto distorsionador de la tcnica no se cumplira cabalmente si

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    la irregularidad prosdica no coincidiera con un lxico que preferenciatrminos que se refieren a lo duro, lo violento, lo atormentado y losufriente; palabras como "piedra," "aridez," "aletazos," "aceda,""venteada," "pedrisco," "gimen" y "desgarran," y expresiones como"cactus de montaa," "vendimia de sangre," "sal y olvido," "luz enferma"son algunos ejemplos de los muchos casos que caracterizan al lenguajede estos poemas como cargado de tensiones y tormentos.

    Las imgenes tambin colaboran en este dircurso de lo duro y loatormentado, ofreciendo visiones de una realidad cargada de pasin ysufrimiento. En un solo poema, "La abandonada" (596-8), hay variosejemplos de usos caractersticos de este hablar enloquecido. Las palabrasse le "tuercen" en la boca a la mujer "como las vboras mordidas" y se hasentado "a mitad de la vida"

    a abrir mis venas y mi pecho,a mondarme en granada viva,y a romper la caoba rojade mis huesos que te queran.

    La palabra de estas mujeres brota dura y atormentada, reproduciendoel discurso alterado y tenso que se entiende como el de la locura.Confirman este discurso de la locura las varias referencias en los poemasal acto mismo de hablar, tal como lo cumplen estas mujeres locas. Enonce de los poemas se hace referencia directa al habla como manifesta-cin de la locura: "balbucear demente," "loco grito," decir "como ebria,"son expresiones que refieren la pasin y la prdida de la razn. En elcaso del poema "Marta y Mara" (625-7), domina, en cambio, el silenciode la mujer, roto slo al final en el desborde apasionado de la llamadarepetida:

    Hacia Mara peda iry hacia ella se iba, se iba,diciendo: "Mara!," solo eso,y volviendo a decir: "Mara!"

    La vitalidad atormentada de la mujer que se expresa en la palabraobsesiva y acesante de estos poemas se resume en las referenciasrepetidas al fuego y a todo lo relacionado con l. Es el retorcerse de las

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    llamas, el crepitar de la combustin, la vibracin de las altas temperatu-ras lo que se retuerce, crepita y vibra en el lenguaje intenso e inconte-nible de estos poemas. En slo cinco de los textos no se habla del fuegoo de aspectos relacionados con l, y en uno, "La fervorosa" (613-5), laimagen central de la obsesin insana es la hoguera. Se inicia el poemacon estos versos categricos: "En todos los lugares he encendido/con mibrazo y mi aliento el viejo fuego." Fuego que significa la pasin y suintensidad que consume.

    Las situaciones en que se encuentran estas locas mujeres sonconsecuencia de sus actos de locura. Sus monomanas las caracterizancomo locas y los ttulos de los poemas identifican a cada mujer con unasola palabra que las define: son, en su mayora, adjetivos verbalessustantivados que se refieren al resultado de una accin obsesiva ydesquiciada. Excepciones a esto son los ttulos de siete poemas, de loscuales slo cuatro no son adjetivos, si bien tres de ellos "La bailarina,""La granjera" y "Mujer de prisionero" son virtualmente sustantivaciones.El objetivo de estos ttulos es identificar a cada mujer por la accin quela define.

    Estas acciones, que determinan el que estas mujeres sean locas, tienenen comn cierto carcter de abandono o de entrega. Lo que las lleva aactuar y hablar como hablan y actan es una obsesin de amor que sehace manifiesta en la total entrega: "y todo lo dio el amor/loco y ebriode despojo" (610). Este darse de la mujer loca de amor es explcito en elttulo de dos poemas --"La abandonada" y "La desasida" y est presentede una u otra forma en todos los textos de la serie. "La dichosa," porejemplo, se inicia con la declaracin inequvoca del total desprendi-miento: "Nos tenemos por la gracia/de haberlo dejado todo" (610); labailarina del poema del mismo ttulo baila "la danza de perder cuantotena" (601), mientras "La fervorosa" (613-5) se entrega al fuego que ellamisma ha encendido: "y cuando en sus pavesas l mora/yo le supearrojar mi propio cuerpo" (614). En "La que camina" (622-4) y "Mujer delprisionero" (630-3) se sugiere un total olvido de s mismas en el sacrificiopor el otro.

    Excepcin a este darse parecera ser el caso de "La humillada" (620-1),en el que se expresa un amor contradictorio que termina por consumira la mujer en contra de su voluntad. Esta contradiccin se planteaprecisamente en la oposicin entre dar y no dar al final del texto. Poruna parte la mujer da todo lo que tiene, como las dems locas del

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    conjunto:

    Ella su casa la dacomo se entrega un carrizo;da su cancin dolorida,da su mesa y sus vestidos.

    Por otra, se niega a darse al amor que la acosa y que a pesar de todoacaba por apoderarse totalmente de ella:

    Pero ella no da su pechoni el brazo al fuego extendido,ni la oracin que le nacecomo un hijo, con vagido,ni el rbol de azufre y sangrecada noche ms crecido,que ya la alcanza y la cubretomndola para l mismo!

    Aun en la negacin del darse la mujer termina totalmente entregada asu pasin.

    La locura no tiene en Mistral el carcter negativo de lo psicopatol-gico, sino todo lo contrario: es una virtud, un signo de superioridadespiritual de la mujer. Su locura, como la de sus dems mujeres, no esel resultado de un quiebre emocional, sino el efecto de una fuerzaavasalladora de reaccin extrema contra la realidad definida desde lomasculino. Inspirada por el amor, que es fuerza generadora a la vez quela causa del sufrimiento, la mujer existe en un plano diferente al de lasnormas de la razn, el de la locura. Es locura su actitud porque niega elsistema; es una forma de alienacin, de prdida del propio ser en virtuddel otro. Paradjicamente, para Mistral la formulacin del yo, eseobjetivo feminista, se produce en el desprendimiento del mismo, en laentrega.

    Vista la locura mistraliana desde una perspectiva feminista, yconsiderando que en ella el motivo tradicional se escoge por su valorrepresentativo y no por tratarse de una autntica locura personal, sulocura se entiende como una manifestacin inequvoca de una aceptacinpersonal de una imagen de s misma como mujer. Aceptacin que

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    incluye la rebelda. Siguiendo una larga tradicin de mujeres locas quehan llegado a tal estado como resultado de un enfrentamiento con larealidad social que las obliga a desdoblarse, en desesperadas maniobrasde la esquizofrenia, Gabriela Mistral se autodenomina loca, fuera de s,desvariadora y hace explcita su identidad con otras mujeres. La eleccinde la locura como manifestacin de su yo resulta en Gabriela Mistral deuna voluntad de afirmarse en aquellos aspectos de lo femenino que leaseguran no tanto una superioridad como una diferencia con respecto ala sociedad manipulada desde valores masculinos.

    Bibliografa

    Dayd-Tolson, Santiago. "La locura en Gabriela Mistral." Revista Chilena deLiteratura 21 (1983): 47-62.

    Mistral, Gabriela. Poema de Chile. Barcelona: Editorial Pomaire, 1967.. Poesas completas. Madrid: Aguilar, 1966.. Lagar II. Santiago de Chile: Biblioteca Nacional, 1991.

    Rigney, Barbara Hill. Madness and Sexual Politics in the Feminist Novel: Studies inBronte, Woolf, Lessing and Atwood. Madison, WI: University of WisconsinPress, 1978.

    Tiger, Virginia y Gina Luria. "Inlaws/Outlaws: the Language of Women."Women's Language and Style. Ed. Douglas Butturff y Edmund L. Epstein.Akron, OH: Department of English, 1978. 1-10.

    CampoTexto: AIH. Actas XI (1992). Manifestaciones de la locura femenina en la poesa de ... SANTIAGO DAYD-TOLSON.