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ManiquíesFotografías y Textos: Juan Carlos Montoya.Junio 2015.

© Todos los derechos reservados.

“Tú miras a través de la cámara, pero lo que estás buscando es el reflejo de tu propio estado de áni-mo”. Alberto García Alix

“Fotografíar, es poner la cabeza, el ojo y el corazón en el mismo punto de mira” (Henrí Cartier-Bresson)

El fotógrafo francés Jacques-Henri Lartique, decía “Afortu-nadamente, aún soy un niño.

Me parece que los seres humanos tienden a hundirse cada vez más cuando envejecen. Uno siempre debe procurar mantenerse infan-til, alegre, feliz”. Ese es mi trabajo desde la imagen o la palabra.

Vine a la vida en 1966 y aquí sigo. La vida tal como es. Aquí y ahora. Silencio y prudencia. Fotografiar desde la serenidad. Actuar y mirar desde el instante presente, desde el Aquí y el Ahora.

Vengan a la orilla. Podríamos caernos. Vengan a la orilla. ¡Está de-masaido alto! VENGAN A LA ORILLA y vinieron. Y él los empujó. Y ellos volaron. Christopher Logue.

En el libro “La Matriz Divina” de Gregg Braden que te recomiendo, pues aunque puedas no estar de acuerdo con todo, te aseguro que te cambia-rá algunas percepciones sobre el hecho de vivir y de nuestro papel en la creación de la realidad, al hablar de una red primaria de energía que co-

necta los cuerpos, el mundo y todo el universo y que abre las puertas a una po-sibilidad “poderosa y misteriosa”, Braden señala que “esa posibilidad sugiere que puede que seamos mucho más que simples observadores, atravesando por un breve momento del tiempo en una creación ya existente. Cuando vemos –la vida-: nuestra abundancia espiritual y material, nuestras relaciones y carreras, nuestros más intensos amores y mayores logros, así como nuestros miedos y la carencia de todas estas cosas, también estamos contemplándonos cara a cara en el espejo de nuestras más fieles (y a veces más inconscientes) creencias. Las vemos a nuestro alrededor porque se han manifestado a través de la misteriosa esencia de la Matriz Divina, y para que esto ocurra, la conciencia misma debe representar un papel clave en la existencia del universo”.

Si no somos tan solo espectadores de nuestras vidas, de la existencia, sino que también somos “creadores de ella”, como seres conscientes, tenemos la posibi-lidad de crear y modelar nuestras propias vidas. Ser conscientes del instante pre-sente, estar en el aquí y ahora, desde donde se construye lo que anhelamos. Ahí está ese “misterio” del que somos partícipes.

Hace dos años, escribí en un papel lo que quería y lo que deseaba hacer y dónde quería estar cinco años después. Todavía quedan tres, pero lo vivido hasta este momento, ya ha valido la pena para poder decir que, en gran medida, cuando ponemos en acción nuestros deseos, comenzamos a conformar la realidad que queremos. Y sí, al menos lo intentamos.

Hace dos años ponía la primera piedra de un proyecto al que llevaba tiempo dándole vueltas. Hoy Plenacción, como Consultoría para el desarrollo perso-nal y profesional basado en mindfulness, es una realidad que cuido cada día y que va creciendo poco a poco.

Mi agradecimiento más profundo a tu confianza por estar ahí. Este es un pe-queño regalo que quiero hacerte y que espero te guste.

Se trata, como en La Matriz Divina, de mirar un poco más allá y permitirme un juego, una licencia artística, para modelar la aventura de tratar de “escuchar” a esa parte del ego siempre latente, pero puesta ahora en la voz de esos personajes que nos rodean en este mundo hiperconsumista en el que habitamos.

Maniquíes como juegos de expresión.

Surgió todo cuando descubriendo el libro del que te hablaba al principio (La Matriz Divina) leía las palabras de John Wheeler, físico de la Universidad de Princenton y colega de Einstein y que ofrece “una visión radicalmente distinta de nuestro papel en la creación” cuando refiriéndose a los experimentos de finales del siglo XX, que nos demuestran cómo simplemente al mirar algo, ese algo cambia, Wheeler dice: “Ahora hemos aprendido del mundo cuántico que incluso para observar un ob-jeto tan minúsculo como un electrón, debemos destrozar el vidrio templado que nos separa de la realidad: tenemos que ponernos en contacto con el otro lado…Entonces, el antiguo término de observador debe ser sencillamente tachado de los libros, y debemos añadir la nueva palabra: participante”.

Al fin y al cabo, de eso se trata ¿no?. Salir de nuestra habitual zona de confort para establecer un creativo equilibrio entre el observador y el participante.Te dejo con ellos; con los maniquíes que me he ido encontrando. Es un juego; una invitación a mirar desde otro lado.

Gracias por estar ahí. Sigamos la vida sin ponernos más espinas de las que a ve-ces aparecen. Y gracias por llevarme a la orilla y dejarme que también yo te lleve a ti. Gracias por empujarme con tu presencia y espero poder empujarte a ti, Gracias por permitirme volar y ayudarte a que vueles.

Y recuerda siempre que lo extraordinario está en lo cotidiano.

Por cierto, me encantará, si quieres, que me cuentes que te ha parecido el libro. Cualquier comentario ya sabes que será recibido con devoción, humil-dad y alegría en [email protected]

Un abrazo,Juan Carlos Montoya.

Defensas.

Salir de la zona de confort es provocar el juego y la devoción de lo nuevo y el asombro por cada una de las cosas que ocu-rren a tu alrededor. Salir de la zona de confort es abrir de par

en par las ventanas y saber que no te llevarás nada de lo que crees que tienes. Disfruta de un beso, de una sonrisa, de aquel libro que tienes pendiente desde hace tiempo. Dale espacio al juego, a iniciar nuevas amistades, a descubrir el mundo que te está esperando nada más salir del portal.

Ego.

No mires en otros buscando culpas que cada uno tene-mos, salta esas culpas por encima del tiempo y aplícate a seguir la receta de un éxito asegurado como es mu-

darse al eterno presente en el que vives. Es ahí desde donde ocurren las cosas, y es que la calidad de ese futuro que ansia-mos, solo depende de la calidad de nuestro presente.

Paralelismos.

Te invito a que te des cuenta como pasas todo el día sin estar donde tienes que estar, que no es otro que en el instante pre-sente. Si tomas atención, verás cómo tu cabeza está pensan-

do en no se qué historia, y tu cuerpo anda danzando por otro sitio en modo “piloto automático”. Se suele decir que en la cocina no es el cuchillo el que corta el dedo, sino que son tus pensamientos lo que provocan el accidente, y es que no estar atentos al instan-te presente, provoca luego malestares físicos. ¿cómo anda tu es-palda?, ¿y ese tendón de la mano con el ratón?. Pon atención a tu postura corporal. Escanéate de vez en cuando y retorna al aquí y al ahora. Sé consciente de tu cuerpo.

Dis3.

Lo habitual es que nuestro cuerpo vaya por su lado, que no lo escuchemos salvo cuando nos ofrece algún alarido en forma de dolor o molestia y la mente por otro. Una mente abarrotada de

ideas, pensamientos, reflexiones, juicios, imágenes y todo tipo de mo-vimientos a los que, normalmente, nos apegamos, nos aferramos y nos encadenamos, siendo constante fuente de estrés, de ansiedad e incluso de malestar corporal.

El dolor de un día.

El problema de todo, y la enseñanza que debemos sacar de todo esto es que no se puede vivir al límite, en el estrés y el mañana. Todos estamos interconectados en esa gran red que es la vida,

y cada paso afecta a quienes tienes a tu lado. Tu falta de atención puede significar el dolor de otros.

Etiqueta2.

Tu propósito es ser feliz y para ello establecerás unas metas, convierte luego esas metas en objetivos cuantificables y lue-go decide cuanto tiempo vas a dedicarle a cada uno de esos

objetivos.

Recuerda que el tiempo es un recurso limitado y por lo tanto no dispondrás de tiempo para todo, así que te toca seleccionar y ser más radical para trabajar tu plan. Lo contrario es el estrés, la ansie-dad y la desmedida aceleración sin pausa.

No se me quita de la cabeza.

Pulsar nuestro botón “mute” sirve, entre otras muchas cosas, para silenciar la “publicidad” que aparece de forma constante en nuestra cabeza; esa “máquina de liarla” que está todo el día

dejándonos anuncios en forma de pensamientos demasiado ace-lerados. Se trata de conseguir que la constante “rumia” mental que produce nuestra mente se aquiete.

Tres en una.

Sí, claro, pero el problema es un asunto de atención. No solemos estar atentos al instante presente en que vivimos, con lo cual, la rumia mental de nuestra “máquina de liarla”, tiende a adueñarse

de todo espacio, mientras que ese “YO” esencial que es quien real-mente debe ordenar, anda perdido entre tanto ruido debido ¿a qué?...pues ni más ni menos que a la falta de atención.

El paseo.

Has vuelto a pasear un rato?, ¿has mirado a los ojos a la gente con la que te cruzas? ¿Has mirado hacia arriba para ver el cielo, y los árboles, y edificios que te rodean?, ¿Has dedicado un solo mi-

nuto a preguntar a tus hijos que tal les fue el día?, ¿has jugado un poco con ellos?, ¿has jugado a algo hoy tu solo?, ¿has tocado los alimentos mientras los cocinabas para adivinar la textura de un tomate, su olor, la rugosidad de una naranja, el tacto frio del pescado o el aspecto de la carne cruda?, ¿has hablado hoy con tu pareja de lo divino y de lo humano?, ¿has hablado con tus amigos?, ¿sabes cómo están?, ¿te has desnudado siendo consciente de cada uno de los pasos de tu cuerpo?, ¿has sentido la bondad del silencio para dar las gracias por el día que acaba?

Si te portas bien y duermes, al menos, 6 horas, tienes exactamente 18 h cada día para hacerlo. ¿A qué esperas?La vida es eso que pasa mientras nos sentamos en el pasado o viaja-mos hacia el futuro.

Sin pensamiento.

El camino de la observación, la propia y constante observación de nuestras pautas y nuestro comportamiento tienen la clave. Trabajar en la no dualidad. La diferencia entre el observador y

lo observado provoca sufrimiento. Es el pensamiento el que genera el miedo que nos atenaza.

Penélope.

No hablo por hablar. Conozco eso de estar “arriba” y eso de estar “abajo”, pero sólo puedo decir que ni hay “arriba” ni hay “aba-jo”. Única y exclusivamente hay vida. Y es esa que está siempre

ahí abriéndose hermosa, mientras nos obcecamos en estar todo el día viajando por el pasado o haciendo ensoñaciones del futuro que, la mayoría de las veces, nos llevan por el camino de la amargura.

Una vez escribí un libro.

No te apegues a tus emociones. Ellas, seguramente ahora in-tensas y negativas, quieran arrancarte hacia la parálisis y la in-movilización. Trabaja con ellas desde una posición de obser-

vador. Ellas no son tú. Tú eres más que ellas. Tú decides donde vas…no ellas.

No vives de forma independiente, sino interdependiente. Ábrete a nuevos espacios, ofrece tu tiempo para colaborar en proyectos que te gusten, no te quedes en casa más que lo justo y siempre si quieres. No hagas de tu casa tu “zona de confort”. Muévete!!

Dedica tu tiempo, ahora más que nunca, a cuidar tu cuerpo y tu men-te. Son tiempos de cambio y revolución interior y lo que hoy sufras, mañana puedes padecerlo.

Practica el silencio, pero no te calles. Levanta tu voz desde la cons-ciencia para reivindicar un mundo más justo, más humilde y solida-rio. Efecto dominó: Si tú cambias, el mundo cambia.

“El arte de vivir es desde hace mucho tiempo mi tema, no porque lo do-mine, sino porque lo necesito. Arte de vivir en el sentido de una vida vivi-

da con consciencia”. Wilhem Schmid