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Manual para la recuperación de historias de vida de niñas, niños y adolescentes trabajadores domésticos. Costa Rica 2002 Elaborado por: Defensa de los Niños – Internacional, DNI Costa Rica En el marco del proyecto DNI – Antislavery / DNI-Marcha Global contra la explotación laboral de niñas, niños y adolescentes para Centroamérica, México y el Caribe Agencias patrocinadoras: DNI – ASI- Ipec/OIT – Cooperación Canadiense – Marcha Global Primera edición 2009 con auspicio DNI Internacional

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Manual para la recuperación de historias de vida de niñas, niños y adolescentes

trabajadores domésticos.

Costa Rica 2002

Elaborado por:

Defensa de los Niños – Internacional, DNI Costa Rica En el marco del proyecto DNI – Antislavery / DNI-Marcha Global contra la

explotación laboral de niñas, niños y adolescentes para Centroamérica, México y el Caribe

Agencias patrocinadoras: DNI – ASI- Ipec/OIT – Cooperación Canadiense – Marcha Global

Primera edición 2009 con auspicio DNI Internacional

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN............................................................................................................................................. 4

I PARTE LA METODOLOGÍA DE LAS HISTORIAS DE VIDA ............................................................. 5 ANTECEDENTES............................................................................................................................................... 5 LA VIDA INDIVIDUAL COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN ................................................................................. 5 LOS OBJETIVOS DE LA METODOLOGÍA DE LAS HISTORIAS DE VIDA .................................................................. 6 LA ENTREVISTA A PROFUNDIDAD .................................................................................................................... 6

Pasos sugeridos para elaborar la entrevista:............................................................................................ 7 Principales aspectos de una entrevista...................................................................................................... 9 Los procesos de relación que se dan con el entrevistado.......................................................................... 9

Procesos de interacción. ........................................................................................................................................ 10 El proceso de sonsacamiento. ............................................................................................................................... 10 El proceso de registro............................................................................................................................................ 13

ANÁLISIS E INFORME..................................................................................................................................... 13 LA ESTRATEGIA OPERATIVA .......................................................................................................................... 15

1era. Fase Documentación inicial y preparación teórica ...................................................................... 15 2da. Fase de diseño del instrumento a utilizar en la de la historia de vida: Entrevista a profundidad.................................................................................................................................................................. 17 3era. Fase de ejecución de la historia de vida ........................................................................................ 17 4ta. Fase de análisis y elaboración de la historia de vida ...................................................................... 17

II PARTE: HISTORIAS DE VIDA Y TRABAJO INFANTIL DOMESTICO......................................... 18 ANTECEDENTES............................................................................................................................................. 18 SITUACIONES QUE ENFRENTA UNA NIÑA, NIÑO O ADOLESCENTE EN TRABAJO INFANTIL DOMÉSTICO. .......... 19 ELEMENTOS PARA ENTENDER EL ORIGEN DE LA BAJA CALIFICACIÓN SOCIAL DEL TRABAJO DOMÉSTICO...... 21

La historia de una desigualdad ............................................................................................................... 22 La llegada a otro “hogar”....................................................................................................................... 23 La descalificación del Trabajo ................................................................................................................ 24

ESTRATEGIA METODOLÓGICA DE LA HISTORIA DE VIDA................................................................................ 25 Ejes para el desarrollo de la entrevista a profundidad: categorías de análisis..................................... 25

Contexto sociocultural de procedencia del niño o niña entrevistada .................................................................... 25 Del origen.............................................................................................................................................................. 25 De la educación y recuerdos de la infancia:.......................................................................................................... 26 De la familia:......................................................................................................................................................... 26 Sobre los derechos ............................................................................................................................................... 26 Sobre el trabajo: .................................................................................................................................................... 27 Sobre el trabajo actual:.......................................................................................................................................... 27 Planes de vida........................................................................................................................................................ 27 Adaptaciones:........................................................................................................................................................ 27 Medio Sociopolítico .............................................................................................................................................. 28

III PARTE: ESTRATEGIA OPERATIVA ESPECÍFICA: PASOS Y RECOMENDACIONES........... 29 ORIENTACIONES GENERALES......................................................................................................................... 29 LAS SESIONES ................................................................................................................................................ 29 PERFIL DEL ENTREVISTADOR......................................................................................................................... 30 BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................................... 32

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Introducción

Gracias a una serie de esfuerzos emprendidos por diversas organizaciones nacionales e internacionales, para relevar y enfrentar la problemática del trabajo infantil en el mundo, este se ha puesto en evidencia con bastante fuerza mostrando los efectos perniciosos que tiene sobre la vida de niños, niñas y adolescentes. El trabajo infantil y adolescente, sin embargo, es uno de los problemas menos conocidos, y en su configuración concurren causas económicas, sociales, culturales y militares, siendo este problema en los países pobres este problema es más agudo. Dentro de la amplia gama de trabajos que desarrollan niños, niñas y adolescentes trabajadores, el trabajo domestico es el menos conocido de todos por desarrollarse al interior de casas y hogares en los que este muchas veces no es visto como trabajo, sino más bien como una ayuda a las personas menores de edad, en otras ocasiones el trabajo doméstico asume características de un tipo moderno de esclavismo. Conocer la vida de estas personas a través del análisis y el testimonio de la historia de una de ellas, es una necesidad imperiosa por varias razones: En primer lugar porque permitiría desarrollar acciones tendientes a mejorar la aplicación de los sistemas jurídicos que regulan estas actividades y protegen este sector de la población con relación a sus derechos económicos, mejorar el entorno social y modifican patrones culturales permisibles y cómplices del trabajo infantil domésticos. Este manual es un medio para poder hablar con los niños, niñas y adolescentes, empleadas domésticas, sobre su vida, su hogar laboral y conocer su percepción acerca de su futuro, de su mundo social, laboral, sus temores, y sus expectativas como personas. Esta propuesta de manual se divide en dos partes. En la primera se describe la metodología de las historias de vida, resaltando en este sentido, la importancia de la técnica de la Entrevista a profundidad en el proceso de la construcción de una historia de vida. La finalidad de esta parte es la de exponer las características y proceso de este método especifico. En la segunda parte se abordan los temas relativos a la historia de vida particular de una niña o adolescente trabajadora doméstica. En esta parte se establecen los ejes a tomar en cuenta en la realización de una historia de vida, de una menor de edad trabajadora doméstica. Por último, hay que indicar que este manual por su naturaleza teórica, conceptual y practica está dirigido a personas con formación básica en Ciencias Sociales que son los que se espera trabajen en la recolección de estas historias de vida en Centroamérica, al final de este texto se anotan algunos elementos del perfil del entrevistador.

Defensa de los Niños – Internacional

DNI COSTA RICA

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I PARTE: La Metodología de las historias de vida Antes de plantear el instrumento preciso para recoger la historia de vida de una persona que se haya en la condición de trabajo doméstico es necesario hacer un repaso de lo que es la metodología de las historias de vida. Antecedentes Un antecedente remoto de la historia de vida como método es la historia oral, descriptiva y narrativa, la que a su vez es tan antigua como la historia misma. Por este medio las sociedades ágrafas transmitían y perpetuaban los acontecimientos, conocimientos y saberes de su cultura y de su vida. (Arjona, 1998: pág. 4), se trataba pues, de un medio de comunicación.

Las historias de vida buscan desarrollar un proceso de comunicación y de lenguaje ”para reproducir una esfera importante de la cultura coetánea del informante y su aspecto simbólico e interpretativo, donde se reproduce la visión y versión de los fenómenos por los propios actores sociales” (Arjona, 1998: pág. 4) La historia de vida es la historia personal relatada por el propio actor. Y es esa dimensión la que nos interesa en este trabajo: la versión del propio actor o actora de su vida. La “historia de vida” como método de investigación se inició principalmente en Estados Unidos a principios del siglo 20 cuando se empezaron a usar documentos personales y estudios de caso en temas que “tenían que ver con la constitución de las ciudades modernas, sus dinámicas internas de localización y comunicación, las consecuencias derivadas de los procesos de urbanización e industrialización, las minorías étnicas, las conductas y percepciones de ciertos actores anónimos de otras realidades” (Piña, 1990: pág. 127-128). Luego esta metodología decae y vuelve a resurgir en Estados Unidos, Europa y América Latina a partir de los años 60 cuando se vuelve a aquellos “métodos cualitativos tales como: estudios de caso, testimonios, observación participante, historia oral, temas de la vida cotidiana, subjetividad, etc. “ (Piña, 1990: pág. 129). La vida individual como objeto de investigación Para Carlos Piña, hay dos supuestos básicos que están implícitos a la hora de definirse por utilizar las historias de vida: 1ero. Que existe algo que merece llamarse “historia de una vida”, lo que significa que una vida puede entenderse en términos de una historia con sentido y 2do. Que por algún motivo es importante conocer y considerar la vida de alguien” (Piña, 1990: 129) Por otra parte “la atención puesta en las historias de vida expresa el interés por respetar y comprender aquellas dimensiones sociales que los análisis de carácter macro necesariamente dejan fuera, puesto que privilegian el conocimiento de las estructuras y del contexto por encima del de sus actores, los cuales se convierten así en meros tributarios o portadores de aquellos.” (Piña, 1999: 135).

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El énfasis en las historias vida expresa el interés por poner de relieve a ese actor anónimo que no necesariamente es visible políticamente, por no contar con un discurso articulado y una acción colectiva que encuentra, en el espacio público, su sentido y legitimación (sindicatos, partidos, elites empresariales e intelectuales, movimientos campesinos y estudiantiles, etc.) (Piña, 1990: 135) La “historia de vida”, como técnica etnográfica, es “la historia en minúsculas, de «personajes sin importancia»: no se refiere a las hazañas de héroes y grandes conquistadores, hombres de ciencia, políticos o banqueros famosos; mas al contrario, es el reflejo de una vida sencilla, sin fama ni gloria” (Arjona, 1998: 5)

El término «vida», también “se diferencia de las biografías que narran los escritores o las memorias que describen personas de relevancia política, histórica o social; más bien es el relato contado en primera persona por un protagonista cualquiera, de «un hombre de la calle»”(Arjona, 1998: 5) o por que no una niña o adolescente trabajadora doméstica.. Para Piña, hay dos sujetos predilectos para las historias de vida: el testigo y el desviado. Cada uno de “ellos está más referido a otros que a sí mismos; su justificación radica en cuánto es lo que pueden decir, a través de su particularidad, acerca de su mensaje anónimo. En el caso del testigo y su producto obvio: el testimonio, se busca rescatar cierto trozo de la historia callada y sepultada de los oprimidos, de los silenciados, se aspira a reconstruir el punto de vista de los no hegemónicos. En el caso del desviado, muchas veces la motivación que subyace a su exploración consiste en lo contrario: la normalidad. Al estudiar a quien llega a violar gravemente las pautas convencionales (el delincuente, el vagabundo, el suicida, etc.), se espera poder conocer más acerca de los mecanismos y cimientos del orden (pág. 135). Los objetivos de la metodología de las historias de vida Los objetivos más importantes, entre otros, para usar la técnica de las Historia de Vida son: a) Analizar los procesos de cambio desde la óptica de quienes los viven, y el de b) interpretar sus prácticas, no sólo a partir del sentido que los sujetos le otorgan, sino también a partir de la identificación de aquellas circunstancias que los constriñen y que ellos desconocen (Belloc, 2001: pág. 1) y la técnica básica para llevar a la practica esos objetivos es la de la entrevista a profundidad. Que a continuación explicamos. La entrevista a profundidad Una entrevista es una aparente relación de complementariedad entre un entrevistado y entrevistador y que es a la vez una relación compleja de elementos verbales y no verbales. Por ello es básico generar un lazo de confianza que propicie que el entrevistado “se abandone al fluir de sus recuerdos y a las reacciones que ellos le provoquen”. Alcanzar este grado de confianza es difícil si el interlocutor se muestra distante o de una cordialidad sólo formal. Debe expresar su identificación e involucramiento, elementos que pueden repercutir en una mejor construcción del relato. En este juego de ardua conciliación entre lejanía y empatía, es frecuente que se consolide el puente de la complicidad en la atribución del sentido (Piña, 1999: 145). Si bien es necesario construir esa relación de confianza con el entrevistado es necesario también mantener cierta distancia critica del relato de su vida. Por eso es importante

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tomar en cuenta los mecanismos de control que se pueden aplicar a lo largo de la entrevista para que esta alcance un grado aceptable de validez, mecanismos que se desarrollan en la sección de control. (véase páginas 10 en adelante) Ruiz citando Gareth Jones (1983 pp 153-154) recupera algunos criterios básicos para inicialmente determinar la interacción social con el entrevistado:

1. Es miembro de una sociedad y una cultura. 2. Posee una relación con otros transmisores de cultura (su familia, amigos, formadores de

opinión, etc.) 3. Se deben especificar la acción social misma (lo que la persona hace) y las bases de la

realidad social, esto es, las expectativas básicas, las orientaciones y los valores dentro de otros.

4. Es necesaria la construcción y seguimiento del proceso: momentos de crisis, cambios significativos en la definición de la realidad y las conexiones de unos comportamientos aparentemente desconectados entre sí.

5. El contexto no se debe disociar de la conducta puesto que la condiciona y sirve de clave interpretativa para su comprensión, por ello debe “recrearse continua y simultáneamente los contextos sociales asociados a la persona y su acción social” (Ruiz, 1989: pág. 223)

Estos últimos autores proponen que una historia de vida debe de contener tres grandes capítulos:

1. Las dimensiones básicas de la vida: biológica, cultural, social del entrevistado o entrevistada y su contexto sociocultural de procedencia para entender muchas de sus actuaciones.

2. Los puntos de inflexión (cambios) o eventos cruciales en los que el sujeto altera drásticamente sus roles habituales o se enfrenta a una nueva situación o cambio de contexto social.

3. Los procesos de adaptación o desarrollo a los cambios, lentos o rápidos a lo largo de su vida.

Pasos sugeridos para elaborar la entrevista: Después de haber desarrollado todos los elementos previos de la investigación como los objetivos, metodologías, criterio de selección, etc. se sugiere proceder con la entrevista a profundidad, que a su vez está compuesta de los siguientes pasos:

1. Elección del entrevistado o entrevistada más relevante por ser testigo y por su testimonio, o sea que siguiendo el criterio de selección se ubica a la persona con quien se va a hacer la historia de vida. 2. Definición de la duración del proceso total de la entrevista (definición del número de encuentros requeridos) y su respectiva planificación logística: si se hace un contrato o no, y con qué claridad se manejara la información. Se busca un juego limpio con la persona. 3. Recogida de la información. La información se debe recoger de acuerdo a los objetivos que se persiguen en la historia de vida, pero se señalan algunas cuestiones a las que debe enfrentarse el entrevistador antes de iniciar su trabajo con el entrevistado, estas cuestiones

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tienen correspondencia con la información que se le debe suministrar al entrevistado con relación a la entrevista de la que será objeto:

a) ¿Cómo me presentaré? b) ¿Cómo explicaré el propósito de mi trabajo?. c) ¿Cómo explicaré quién me lo financia?. d) ¿Cómo justificaré mi selección? e) ¿Cómo trataré el problema del anonimato?. f) ¿Cómo registraré la información?. g) ¿Hasta qué punto de franqueza pretendo llegar? h) ¿Se deberá ofrecer algún tipo de retribución al entrevistado?

El proceso de recolección de la información se recomienda que no debe de realizarce de forma lineal, sino más bien circular, donde la información sea recogida en círculos, en desorden y se revise después, proceso que sirve de punto de partida para el siguiente encuentro. Para romper esta linealidad pero sobre todo para contrarrestar los sesgos en que pueda caer el entrevistado Ruíz y Ispizua (1989: págs 226-227) proponen dos habilidades que se deben desarrollar para la ejecución de la entrevista: la confrontación y la de ruptura. La primera busca que el entrevistador sea capaz de verificar el relato en sus aspectos más significativos de una manera progresiva y sistemática en el dialogo con el entrevistado. Se trata de confirmar las afirmaciones hechas por el mismo sujeto con otras afirmaciones anteriores. Esto se pude hacer verbalmente o de manera escrita, donde se le presente un primer borrador y se le pida al entrevistado que explique algún punto o alguna ambigüedad o contradicción. También se puede corroborar confrontando con bibliografías, entrevistas a otras personas como amigos, familiares, etc.; personas que completen, maticen, corrijan al sujeto entrevistado. Esto se puede hacer en presencia o no de este último. La habilidad de ruptura, por su parte, requiere de mucho tacto al aplicarla, pues de lo que trata es de evitar que se caiga en descripciones que desfiguren la realidad. Esto por cuanto el entrevistado puede caer inconscientemente en descripciones o explicaciones que desfiguren la verdad autoconstruyéndose una autobiografía “socialmente aceptable” “ de dramatización de escenario”, de “autojustificación sicológica” o de “autocomplacencia de gran héroe”. La ruptura sirve también para que el sujeto descubra las reglas, valores, conocimientos y bagaje cultural que los etnometodólogos definen como “conocimiento de sentido común”, el cual, dado por supuesto no forma parte de la personalidad consciente y refleja del individuo y, por lo tanto, no es expresado en su relato. (Ruiz, 1989: pág., 227). Esta técnica es utilizada con frecuencia por sicólogos sociales en dinámicas de grupo donde se busca que el sujeto revele su propia personalidad. Los etnometodólogos también la usan para crear situaciones imprevistas que obligan al individuo a concientizarse de los valores, normas y reglas de conducta a los que recurre concientemente y que, de ordinario, son utilizadas de manera mecánica, rutinaria y, sobre todo, inconsciente. (Ruiz, 1989: 227)

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Principales aspectos de una entrevista Hay que entender que el entrevistado es “una persona que construye sentidos y significados de la realidad ambiental. Con ellos, entiende, interpreta y maneja la realidad a través de un marco complejo de creencias y valores, desarrollados por él, para categorizar, explicar y predecir los sucesos del mundo” (Ruiz, 1989: pág.128). Por eso, la entrevista debe de poseer una gran dosis de ignorancia consiente por parte del entrevistador quien debe de comprometerse a preguntar acerca de los significados de algunos hechos o experiencias, de tal forma que estos puedan expresarlo con sus propias palabras y con la suficiente profundidad para captar toda la riqueza de su significado. Durante la realización de una entrevista puede variarse el orden de las preguntas que se pensaba hacer. El entrevistador puede iniciar con cuestiones generales, que pueden ser extraídas de su propia experiencia o de información científica ya elaborada. De forma gradual y escalonada, va acercándose al mundo simbólico del entrevistado, y a su núcleo de experiencia y vida interior. La conversación podría iniciar “sin rumbo fijo” y las preguntas se van acercando temáticamente, y ojalá de manera imperceptible para el entrevistado, el entrevistador va imponiendo una estructura cada vez más sólida para orientar su conversación y sus preguntas. Las preguntas en este sentido deben ser vistas como guías de conversación, en otras palabras deben ser flexibles y sometidas a cambios continuos a partir de la misma conversación y de los aspectos claves que las respuestas van dando. “A medida que progresa la conversación, el entrevistador se irá interesando más por significados que por hechos, por sentimientos que por conocimientos, por interpretaciones que por descripciones y tomará al entrevistado como un sujeto apasionado, partidista y comprometido, incapaz de mantener la objetividad y la neutralidad descriptiva” (Ruiz, 1989: 129) La empatía sugerida entre entrevistado y entrevistador no obvia los deberes de comprobar y contrarrestar las afirmaciones del entrevistado, así como emitir una opinión si se le insta a darla.

Los procesos de relación que se dan con el entrevistado. En cualquier tipo de entrevista y más aún en las de profundidad, como ya sea ha dicho la relación con el entrevistado tiene que ser de mutuo interés. El entrevistado tiene que sentir que hay interés por escuchar lo que él tiene que expresar y esto debe ser un sentimiento mantenido a lo largo de todo el proceso. Ruiz e Ispizua señalan que la entrevista a profundidad consta de tres procesos básicos:

1) Procesos de interacción. 2) E proceso de sonsacamiento 3) El proceso de registro.

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Procesos de interacción. La entrevista como tal es un acto donde se interactúa, un espacio donde se efectúa un intercambio de comunicación cruzada, a través de la cual el entrevistador ofrece confianza, motivación e interés y el entrevistado, a cambio, da información personal. Esta información no sólo es verbal, sino que existe también información no verbal que no debe de descuidarse pues tienen igual peso para el buen desempeño de la entrevista. Algunas de estas comunicaciones no verbales que se presentan en una entrevista son: (Ruiz, 1989: pág.133)

1. Mirar al rostro del entrevistado de forma natural y directa, de una forma más bien continua de manera que se eviten las distracciones al mirar otros objetos que denotarían un desinterés hacia el que habla.

2. Naturalidad en las posturas y movimientos corporales que demuestren interés en la conversación y no posturas o movimientos que demuestren cansancio o incomodidad.

3. Las respuestas y comentarios del entrevistador deben formularse en tono amable, suficientemente espaciados, sin crítica, ni adulación. Hay que tratar de no interrumpir ni cambiar de tema a alguien que se está expresando con sinceridad.

4. Es fundamental saber ejercer la actitud sabia del silencio, tanto propio como ajeno. Se deben respetar los silencios sin violentarse con preguntas o comentarios apresurados o fuera de tono. Hay en ese sentido que entender que el silencio es una forma de comunicar y hay que tener el tacto para el manejo adecuado de ese silencio y obviar así un poco el manejo del ritmo y el tono de la conversación.

También el entrevistador debe desarrollar una buena dosis de comprensión. Esta debe orientarse a construir con el entrevistado una interpretación lo más completa posible de los distintos momentos y situaciones existenciales de la vida de la persona y que son los elementos que esta busca decir. Para ello, debe crearse un ambiente y una disposición adecuada de solidaridad que capte y acepte informaciones y emociones. Para reforzar esa comprensión el entrevistador puede periódicamente ir haciendo resúmenes o síntesis de los sentimientos del entrevistado para comprobar y al mismo tiempo demostrar que va captando los mensajes correctamente.

El proceso de sonsacamiento.

Un entrevistador nunca debería acudir a una entrevista sin haber diseñado previamente todo una planificación donde se proyecte el horario, guión de temas, hipótesis probables de trabajo, estructura de la conversación, ritmo y duración de la misma. Hay algunas subfases en este proceso que es necesario reconocer:

La lanzadera

Una entrevista debe de iniciar con preguntas de carácter superficial, general y abiertas. Estas “suelen ser la manera más efectiva de iniciar la entrevista sin violencia y con un ambiente de intercambio espontáneo de información” (Ruiz, 1989, pág.136).

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Las preguntas abiertas permiten al entrevistado ir orientando la conversación por el camino que este quiera, pero no hay que perder de vista que es el entrevistador quien guía en última instancia la conversación. Por ello, la pregunta aunque general y abierta debe ser:

a) Centrada, de manera que evite las confusiones y las ambigüedades. b) Se deben de evitar las preguntas sesgadas que insinúan al entrevistado el tipo y orientación

de la respuesta que se espera que de. c) Las preguntas iniciales, por último, deben de evitar cualquier apariencia de enfrentamiento

o choque, no debe hacerse tan directamente, pues se debe de esperar que el entrevistado sea quien haga comentarios que él inicie.

La técnica de la lanzadera permite salirse del tema, iniciar uno nuevo, volver al comienzo del mismo para un nuevo replanteamiento, concretar aspectos o puntos no aclarados suficientemente en los momentos anteriores. (Ruiz; 1989, pág. 136-137) La lanzadera – embudo. Mediante el embudo el investigador descubre al entrevistado una agresividad creciente, en forma de preguntas o comentarios más personales, más íntimos, más específicos, más comprometidos. Al inicio de la conversación es general y después se va estrechando, aclarando, profundizando a modo de conversación embudo:

De lo más amplio a lo más pequeño. De lo más superficial a lo más profundo. De lo más impersonal a lo más personalizado. De lo más informativo a lo más interpretativo De datos a la interpretación de los mismos.

Para captar información en la táctica del embudo son fundamentales dos habilidades: 1) Sensibilidad para: *seleccionar todos los mensajes tanto ostentados como los mencionados subliminalmente o “bloqueados” por alguna razón. *Seleccionar los contenidos más significativos. 2) Agresividad para: *eliminar preguntas inútiles, repeticiones innecesarias, respuestas de “humo” que ocultan el verdadero núcleo del significado. * progresivamente ir concretizando la conversación a datos, personas, aspectos sentimientos, cada vez más concretos, significativos y reveladores. El relanzamiento A lo largo de una entrevista, por muchas razones (cansancio, bloqueo, recelo a la profundización, etc.) la conversación se interrumpe o entorpece. Esta técnica del relanzamiento trata de que el entrevistado vuelva de nuevo a la marcha comunicativa, de manera que el tema no quede a medio camino, fragmentado o superficial. Como se ha mencionado para las anteriores técnicas, el relanzamiento también debe tener un carácter de oportunidad y neutralidad, para no romper la armonía, ni sesgar las respuestas. Ruiz e Ispizua (1989, págs. 141-142) proponen varios tipos de relanzamiento, algunos de los cuales son:

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El silencio: Permite el descanso del interlocutor, además facilita el ordenamiento de las ideas y la búsqueda de otros temas. Es recomendable que por medio de expresiones no verbales se siga mostrando interés.

El eco: El entrevistador repite la última frase de su interlocutor o resume su contenido o último sentimiento expresado.

El resumen: Garantiza que se va comprendiendo correctamente al interlocutor a la vez de que puede dar pie al entrevistado de algún dato que asocie que haga falta y proseguir la conversación.

El desarrollo: Busca ahondar más en el tema, concretando, aclarando, profundizando, sugiriendo aspectos nuevos.

La insistencia: Es un aparente “lapsus” donde se vuelven a repetir las preguntas relevantes.

Cita selectiva: Trata de sacar a colación algún dato, expresión, confesión o cita que por importancia valga la pena reforzar.

La distensión: Se trata de que unos momentos de distensión, como tomar un café o contar una anécdota, relaje la situación y se vuelva a la comunicación espontánea cuando esta esté empezando a bloquearse por la tensión.

La estimulación: Busca que el entrevistado vuelva a recordar alguna anécdota o detalle que de antemano se sabe que es de su interés y que por lo tanto va ser de mucha complacencia y será fácil así volverle a levantar su deseo de seguir conversando.

La posposición: Cuando un bloqueo resulta muy serio, se recurre ala interrupción temporal –nunca definitiva- dejando la próxima fecha ya fijada.

El control Este debe aplicarse en varios momentos de la entrevista para que ella pueda contar con un alto grado de validez. Algunos de los aspectos a los que se exhorta poner atención son: Citas y datos descriptivos: Muchas veces el entrevistado con intención da datos

incorrectos, por lo cual estos deben de corroborarse. Inconsistencias y ambigüedades:

Con o sin intención, suelen aparecer inconsistencias de narración o de interpretación a lo largo de la entrevista; que deben ser aclarados oportunamente con suficiente claridad y precisión.

Idealización y fugas: Por medio de estas el entrevistado evita exponer aquellos aspectos de su personalidad que puedan ser catalogados como negativos o menos brillantes. La idealización sublima, oculta o reconstruye aspectos oscuros; y la fuga desvía la conversación a otros temas.

Desinterés y cansancio: Suelen presentarse cuando el entrevistado entra en una fase de hastío, que le lleva a pasar por alto aspectos relevantes o que por el cansancio tiende a sintetizar excesivamente los contenidos y por lo tanto, la conversación poseería un carácter superficial.

El sentido común: Suele pasar que el entrevistador se identifique con lo que el entrevistado comenta y guiándose por sus propios valores saca sus conclusiones prematuras, imponiendo por lo tanto su sentido al de su interlocutor; produciendo consecuentemente un sesgo en la interpretación.

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El proceso de registro

La entrevista es una conversación intensa que exige del entrevistador un alto grado de interés y concentración, para poder ir logrando una reflexión simultánea y un alto grado de interacción social. Por eso hay que tener mucho cuidado con la elección de los medios para el proceso de registro de la información pues cada uno tiene ventajas y desventajas. Por ejemplo, el tomar apuntes tiene la desventaja de que el entrevistador pierde un poco la concentración al tener que escribir y poner atención simultáneamente. Esto produce que la conversación no sea fluida y en ocasiones hay bloqueos. Tiene de positivo que permite hacer anotaciones que se vienen a la mente y cuya anotación es imprescindible para posteriormente aclarar. La grabadora o video suelen inhibir a los entrevistados, pero a la vez tienen de positivo que libera totalmente al entrevistador y le permite trabajar al pleno de sus facultades. Análisis e Informe Una vez concluida y agotada suficientemente la fase de sonsacamiento se inicia la fase de análisis e interpretación de la información recogida por la entrevista. Ruíz y Ispizua mencionan los supuestos que limitan o condicionan el análisis de parte del entrevistador, a saber: a) Caer en cuenta de que es imposible revivir personalmente la experiencia vivida por el

entrevistado. b) Debe comprender que es un mediatizador de la entrevista. Para estos autores, el análisis por lo tanto, tiene como fin comprender el mundo tal y como el propio entrevistador lo construye. Este objetivo lo articulan en tres momentos: 1) La estructuración o reconstrucción del constructo personal del propio entrevistado. (trabajo de

sistematización) 2) La captación del significado que este constructo encierra (elaboración teórica, de modelación) 3) La exposición intermediada que en forma de relato elabora el entrevistador (producción

literaria y de comunicación social). El análisis comienza con la lectura o escucha reiterada de la entrevista (nunca una sola vez). Este momento no sustituye la entrevista como tal, ya que como se dijo antes, hay que recordar que hay otros elementos no verbales que hay igualmente que tomar en cuenta y que se supone que se captaron. A partir de aquí, el investigador inicia su reconstrucción personal, intentando plasmar sobre el papel la contextualización de los datos recogidos por la entrevista “Con ella se van enumerando las condiciones en las que esta se llevó a cabo, circunstancias propias de la misma (tiempo, espacio, proceso), observaciones sobre el entrevistado y su comportamiento, tales como su espontaneidad, su actitud recelosa o calculadora, sus puntos de fijación o de huida, sus bloqueos o embarazos, las razones que decidieron la selección del entrevistado y el tema de la entrevista.” (Ruiz, 148) La descripción de la actitud del entrevistador ayuda a determinar si este en el momento de la entrevista procedió sesgadamente por medio de preguntas reticentes, ser muy “dirigista” o si bien si propició una relación muy estrecha con el entrevistado.

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“ Esta contextualización aglomera los muchos detalles que contribuyen a reconstruir el medio ambiente en el que se ha desarrollado la entrevista, y dentro de este contexto, se comienzan a seleccionar- en compañía de una revisión simultanea- los elementos que sobresalen inicialmente. Si la entrevista ha girado en torno a una experiencia descronologizada, la atención se concentra en los grandes temas o capítulos que más destacan. Si en cambio, se trata de una entrevista cronologizada, la atención intenta destacar las fases, los momentos o sucesos críticos que más huella han dejado en la evolución personal. En caso de los temas centrales, éstos son examinados en visión panorámica para descubrir la dinámica que los aglutina (o no les aglutina). En el caso de fases o eventos críticos se procura establecer un ritmo evolutivo general. Los conceptos centrales o fases críticas se trasforman, de aquí en adelante en núcleos en torno a los cuales se va elaborando la reconstrucción de la entrevista... Una vez fijados los núcleos centrales (conceptos-eventos) se inicia una segunda revisión, cuyo objetivo es la búsqueda y sistematización de las categorías utilizadas por el entrevistado. El recurso de las categorías permite la tarea de codificar toda la conversación.. “Estas categorías pueden basarse en palabras, frases o párrafos completos... Esta categorización inicial, dentro de cada núcleo de interés, permite captar su frecuencia, en diversidad, su riqueza de contenido, pero sobre todo, permite efectuar dos tareas más concretas:

• Establecer las relaciones entre las diferentes categorías (equivalencia, contradicción, influjo)

• Señalar los conceptos sensibilizadores, que destacan por la independencia que les atribuye el entrevistado.” (Ruiz, 1989: Pág.149)

Hay que tener en cuenta que la categorización “ no reside en los datos mismos, sino que constituye una estructuración impuesta desde afuera por el entrevistador”,... su validez reside en que esta categorización sea aceptada como propia por el entrevistado. A partir de aquí se puede diseñar tentativamente los núcleos de interés central “cada uno de ellos enriquecido con una serie de categorías, dentro de las cuales, se han ido codificando las frases o párrafos del relato que a su vez, comienzan a entrelazarse en su influjo, sucesión, equivalencia, oposición, parentesco, jerarquía de importancia, centralidad...” (Ruiz, 1989: págs. 149-150) La reconstrucción del relato en forma de un modelo interpretativo o mapa cognitivo, se “convierte en un instrumento de búsqueda y de clave de todos aquellos elementos que a primera vista quedan dispersos y continuarían sin base de interpretación.” Con él se puede explicitar y explorar elementos hipotéticos de la visión del mundo del entrevistado. “El mapa, en definitiva, contiene los núcleos centrales y su jerarquía, las relaciones entre ellos, y la dirección de estas mismas relaciones. Su redacción final equivale a un diagrama modelo” (Ruiz, 1989: pág.151). ¿Cómo se construye este modelo? Al hacer varias lecturas de la entrevista, Ruiz e Ispizua proponen algunos pasos, que sintetizándolos son:

1. Se señalan los conceptos-eventos nucleares-críticos de todo el relato. 2. Se elaboran categorías pertenecientes a estos núcleos, con lo que se procede a codificar

todo el relato con base en esas categorías 3. Se establecen relaciones (conexión-oposición y jerarquización) existentes entre estas

categorías, con lo que se puede diseñar un diagrama conceptual del relato.

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4. Este diagrama sirve para poseer una visión globalizadora de la estructura del individuo, el cual permite además explicar e integrar en él, el resto de elementos del relato que quedaban aún dispersos y sin sentido.

5. Este diagrama contribuye además a identificar aquellos elementos del relato que eran idealizaciones, pantallas distractoras o autojustificaciones.

6. A parir de aquí se pueden detectar aquellos juicios o conclusiones prematuras u otros sesgos introducidos por el entrevistador.

7. Se llega a un modelo final que puede ser validado por otros colegas, testigos o el propio entrevistado.

8. Se teoriza sobre ese universo y se elabora la definición de la situación y la visión particular del mundo que contiene.

La estrategia operativa Como todo proceso de investigación, el método de las historias de vida debe de poseer cierto proceso de pasos lógicos, los cuales cada investigador definirá de acuerdo a su estilo investigativo. En este manual se propone que las historias de vida se construyan, al menos en cuatro etapas que son:

la fase de documentación inicial, la fase de preparación del instrumento de recolección de información (entrevista

a profundidad), la fase de ejecución de la entrevista y la fase final de análisis y redacción del documento.

La fase más compleja es sin lugar a dudas la tercera fase, en la cual se da el encuentro entre entrevistador y entrevistado, y propiamente donde el relato emerge. Es la más delicada por la dureza de los temas que a veces hay que enfrentar y las respuestas que hay que construir. De este modo una historia de vida es “una historia enterrada” que hay que urgar.

1era. Fase Documentación inicial y preparación teórica

El método de la historia de vida, como cualquier otro, requiere realizar una documentación previa del objeto de estudio, un acercamiento exploratorio, con el fin de evitar pérdidas de tiempo, información inválida, etc. (Arjona, 1998: pág. 5).

En este sentido busca comprender la importancia del actor que será historizado ya sea como testigo de una circunstancia o bien como informante de una desviación de la norma.

Esa documentación previa es fundamental para poder construir el instrumento de recolección de información, para poder estructurarlo. La preparación teórica consiste en diseñar todo el proceso de investigación a desarrollar.

En esta fase el investigador delimita los objetivos principales de la investigación (si ésta no se realiza perfectamente la información extraída puede no ser de utilidad a los objetivos de la investigación), luego se procede a la selección de informantes, que estarán en función y bajo los criterios teóricos que concuerden con los objetivos previstos. No se deberá pasar por alto narraciones autobiográficas ya elaboradas, documentos personales en general que nos pueda llevar a buenos informantes o entrevistados (Arjona, 1998: pág. 5).

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Otro aspecto importante de definir en esta etapa es la posición epistemológica de quienes realizan la investigación. Existe una tendencia en la practica de historias de vida tendiente a la construcción de héroes y se presenta cuando el investigador cede a la tentación del sentido pero a uno exclusivamente externo (Piña, 1990, pág. 147)... “ello ocurre cuando no se toma el relato del entrevistado como una elaboración de imágenes que es preciso descifrar, sino como un recuento de hechos linealmente dirigidos a los cuales se les atribuye un significado único que se levanta como una característica intrínseca de la vida de la persona... En muchas historias de vida (en particular aquellas realizadas sobre sectores populares en sociedades de clase) lo que se expresa es un romanticismo disfrazado de realismo; ... De esta forma, se da paso a una galería de personajes que hablan de la injusticia social, de las consecuencias de la pobreza, de la toma de conciencia, pero no de sí mismos.” Piña explica que no es que se crea que los relatos biográficos sean suficientes, pues la interpretación debe formar parte de una propuesta de investigación que haga explícitos los criterios y procedimientos con que es “leído” cada relato. Lo que él cuestiona es que se use el relato como una excusa pues los objetivos reales son: la denuncia, la educación, la difusión o la ejemplificación edificante. En este caso, añade, se está ente una valoración de los protagonistas para que produzca efectos de orientación moral. “Tales publicaciones pueden ser legitimas, y tal vez necesarias; sin embargo, hay que tener claro que ellas reflejan y hablan más del autor que de una vida particular.” Para este autor estas modalidades pretenden hacer educación ideológica, utilizando el relato de vida para evidenciar los problemas sociales, sus causas y consecuencias, así como también los posibles caminos para sus soluciones. “Las actividades educativas que se desprenden de esta visión- especialmente las desarrolladas con grupos populares- muchas veces parten del supuesto de un receptor pasivo, infantil e ignorante: explican todo, sus contenidos tienen significados precisos y no dejan escapar oportunidad para extraer alguna enseñanza moral o política. Las historias de vida que se difunden en este contexto suelen estar plagadas de estereotipos y juicios excluyentes; en ellas no hay ambigüedades ni sorpresas: solo aceptan una lectura; los sujetos que se presentan son depurados de toda contradicción, y resultan meros portadores de ideas simplificadas, instrumentos que sirven para ilustrar algunas tesis maniqueístas establecidas antes del relato. Son textos que necesitan un tipo específico de lector: el crédulo y el convencido de antemano de la enseñanza que contiene la narración. Paradójicamente, una actitud “pedagógica” como la enseñada, torna superfluas a las historias de vida y niega la posibilidad de que texto y lector tengan una relación adulta y libre, en la que el último pueda ser un verdadero interlocutor de la palabra escrita; es decir tenga la oportunidad de otorgarle significación al relato, interpretándolo y extrayendo las conclusiones y verdades que estime” (Piña, 1990, pág. 148) En el proceso de historización del entrevistado es fundamental caracterizar su entrono sociocultural tratando de determinar aquellos aspectos económicos, sociales y culturales que favorecieron el abandono de su casa, zona o región y migraron hacia la ciudad o a otro centro urbano en busca de trabajo.

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Como vemos entonces en esta fase se prepara las condiciones previas a la elaboración del instrumento de recolección de información.

2da. Fase de diseño del instrumento a utilizar en la de la historia de vida: Entrevista a profundidad. La historia de vida como método de investigación se apoya en la entrevista a profundidad para recoger la información y estructurar el relato. En si misma la historia de vida no tiene su propio instrumento porque la historia de vida es un objeto de investigación y no exactamente un instrumento. De este modo es valido señalar que quien intente aplicar o construir una historia de vida debe comprender que el proceso de la o las entrevistas que se realicen con el sujeto de investigación condicionara en gran medida el resultado final que se obtenga. En esta fase hay que preparar la estrategia a seguir en el proceso de la entrevista con la persona, actor o testigo cuya vida nos relatará.

3era. Fase de ejecución de la historia de vida Como se indica, en esta fase se echa andar la entrevista con el o la informante clave. Se estructura en primer lugar el acuerdo básico para las fechas y momentos y se establecen las condiciones que requiere la entrevista.

4ta. Fase de análisis y elaboración de la historia de vida En esta fase se empieza a escribir la historia de vida. Los borradores que vayan saliendo deben ser consultados con él o la informante clave con la idea de que las cosas se vayan consignando tal como él o la entrevistada quiere.

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II PARTE: Historias de vida y trabajo infantil domestico Antecedentes El trabajo infantil en América Latina es un fenómeno económico y social que está, lamentablemente creciendo y aunque al mismo tiempo se han venido desarrollando acciones tendientes a su erradicación, estas no han logrado, hasta el momento, salirse de la óptica de la protección legal y presentan limitaciones para aportar a la resolución integral del problema (que es económico, cultural, social, político). Tales soluciones implican la puesta en practica de alternativas de generación de ingresos para los padres y encargados, el apoyo a las familias en sus funciones de crianza, el acceso a los servicios de salud y educación, de calidad entre otros. (Cuadrado citado por Castro, 2000: págs. 11-14) En América Latina es bastante alta la cantidad de niños, niñas y adolescentes que deben integrarse tempranamente al mundo del trabajo tanto en los ámbitos rurales como urbanos, y en los sectores agrícola, fabril, minero y doméstico. En este último, son las niñas y las adolescentes las que principalmente se insertan con las consecuencias negativas y permanentes para su desarrollo integral. (1) “En el mundo, reitera Hoyos, el trabajo doméstico es la categoría de empleo que absorbe al mayor número de niñas trabajadoras menores de 16 años. En América Latina y el Caribe, las niñas representan más del 90% del total de trabajadores domésticos menores de 18 años. A diferencia de otras formas de trabajo infantil, el trabajo doméstico no sólo se encuentra entre los menos regulados y los peor remunerados, sino que constituye una de las ocupaciones más desprestigiadas y estigmatizadas socialmente (Hoyos: s.f.: pág. 1 )” Por ello, la vida de niños, niñas y adolescentes trabajadores en general, y la de los y las que trabajan como empleadas domésticas en particular cumplen la condición de tener una vida que es necesario conocer para poder mostrar las condiciones y facetas del trabajo doméstico infantil y adolescente. Este conocimiento sin duda alguna serviría de insumo para generar acciones integrales de protección y desarrollo social, económico y cultural tanto de la persona menor de edad trabajadora como de su familia. 1 Refiérase a las diferente exposiciones de la Reunión técnica internacional sobre Niñez Trabajadora en el Hogar de Terceros. En la Memoria de esta Reunión, Isa Chaney de la organización de trabajadoras domésticas CONLACTRAHO hace mención a una investigación realizada por medio de una entrevista aplicada a 1500 trabajadoras domésticas de 7 países. Los datos procesados en cinco de ellos: Bolivia, Costa Rica, Guatemala, México y Perú mostraban los siguientes datos: 77% eran migrantes a la capital de éstos países, 60% trabajaban en todo servicio, 15,5% cocineras, 14,5% lavanderas y el 10,7% niñeras. La edad de todas estas oscilaba entre 6 a 71 años, y menores de edad eran el 13%. El 51% empezó a trabajar entre los 6 y los 15 años, el 40,6% entre los 16 y 18, mostrando esto que la situación no ha cambiado significativamente hoy en día. En cuanto a las horas laboradas se encontró que el 32% trabaja 48 horas a la semana, el 15% 49 a 60 horas, el 18% de 61 a 80 horas y el 34% más de 81 horas, para el mismo período. Existen además en esta investigación 42 casos de más de 100 horas laboradas a la semana. Además los datos recabados señalan que el 36% de las menores de edad trabajan 81 o más horas a la semana, 44% de las niñas no tienen permiso para estudiar, 7% no puede leer, y un 35% lee con dificultad. Del total de la muestra 8% no sabe leer y el 27% lee con dificultad. (En Castro, Memorias Reunión Técnica...2000: pp)

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Para 1998 se calculaba en Costa Rica, extraoficialmente, la existencia de unas 80 000 personas dedicadas al trabajo doméstico, de las cuales alrededor de la mitad son extranjeras y unas 10157 de ellas menores de edad, es decir prácticamente niñas y adolescentes, observando el siguiente cuadro la situación se aclara:

CUADRO PEA ocupada en el servicio doméstico por grupos de edad según

zona urbano rural Marzo de 1999

Zona Mujeres 5 a 11 años 12 a 14 15 a 17 Total Urbana 180 517 2011 2707 Rural 863 1214 5373 7450 Total 1042 1731 7384 10157 Fuente: DNI-Costa Rica, marzo de 1999, página 33

La información arrojada por el Módulo de Trabajo Infantil y Adolescente de la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples, desarrollada en julio de 1998, mostró que la PEA infantil y adolescente en trabajo doméstico, fue de un total de 10157 personas, de las cuales 7450 eran mujeres de zona rurales y 2707 eran de zonas urbanas (DNI-CR, 1999: pág. 33) Puede apreciarse en el cuadro, que es en la zona rural donde más mujeres menores de edad trabajan como empleadas domésticas, y sobre todo la de los grupos de edad de 15 a 17 años edad, en que además de las razones económicas para ingresar al mercado de trabajo, puede estar influyendo la falta de oferta educativa en secundaria, en las zonas rurales. Situaciones que enfrenta una niña, niño o adolescente en trabajo infantil doméstico. La vida de una niña y adolescente trabajadora doméstica comienza a temprana edad y por lo general implica un alejamiento de su casa, de sus padres y de su entorno socio y cultural inmediato. Este alejamiento rompe brutalmente el ciclo de vida de esta niña o adolescente, impidiendo que esta persona pueda vivir su infancia y adolescencia en condiciones “normales” aunque la mayoría de las veces en la pobreza. La migración desde los espacios rurales hacia los espacios urbanos es un hecho en casi todos los países de la América Latina (y de otras latitudes también), como bien se muestra en un estudio de Guatemala, realizado por la Fundación Conrado de la Cruz, que muestra como las trabajadoras domésticas han salido de distintas zonas rurales para desplazarse en busca de trabajo, como empleadas domésticas, hacia zonas urbanas, insertándose en ambientes socioculturales distintos y desvinculándose de sus familias, a las que pretenden ayudar de este modo (Villareal, 2000: págs. 29 y 30) Estos hechos – la separación y el nuevo entorno cultural al que tienen que insertarse- tienen un fuerte impacto (sobre todo en el caso de Guatemala, que es donde se ha desarrollado este estudio y en donde las diferencias étnicas son particularmente importantes)2 sobre la autoestima y la identidad cultural de las niñas y adolescentes trabajadoras domésticas, 2 Resaltado nuestro

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situación que se ve agravada por la el hecho de ser jóvenes y con poca experiencia laboral (Villareal, 2000: Pág. 31). Estudios sobre este tema en otros contextos muestran, además, el concepto social y la baja calificación que este tipo de trabajo tiene entre los mismos niños y niñas trabajadoras, que marca la vida de estas personas agudizando la baja autoimagen que de por sí poseen por la naturaleza misma de la relación con sus patrones. En el estudio de Woodhead titulado Perspectivas de niños y niñas sobre sus vidas laborales: un estudio participativo en Bangladesh, Etiopía, Filipinas, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, se encuentran las opiniones que estos tienen acerca del trabajo infantil. Aquí se expone como los y las niñas ven su trabajo como el primero o segundo mejor con relación a otros (Woodhead, 1998: pág. 40), y muestra la baja percepción que el trabajo doméstico tiene entre los y las niñas, con excepción de las mismas niñas trabajadoras domésticas y de los que trabajan en el picado de ladrillos. La preocupación principal que se destaca es en torno a la “vulnerabilidad a la explotación y abuso en manos de un empleador de quien había poca escapatoria”. Y por otro lado, se acentúa “el valor de la independencia (...) especialmente, para trabajadores ubicados en la calle” (Woodhead, 1998: pág. 44) Aún las niñas de los grupos de picadoras de ladrillo, consideraron su trabajo como preferible al de ayudantes domésticas, la vulnerabilidad de una trabajadora doméstica fue subrayada del siguiente modo: “Ella tiene que lavar ropa, lavar utensilios y trapear el suelo todos los días. No hay respiro ni cuando ella no se siente bien...en cambio en el picado de ladrillo el día en que no me siento bien puedo descansar. Mi mamá me pedirá que no trabaje en ese día, pero no es lo mismo en el trabajo doméstico...” (Woodhead, 1998: pág. 44) Por su parte, las ayudantes domésticas reconocen estas dificultades pero destacan los aspectos positivos: “Comemos bien y trabajamos dentro de la casa en vez de quemarnos bajo el sol como en el picado de ladrillo” (Woodhead, 1998: pág. 44). El estudio demuestra además como en términos de status y autoestima las únicas labores que se encuentran por debajo del doméstico son los grupos de niñas que están dentro de la explotación sexual comercial. (Ejemplos que se citan son los de Etiopía). En Bangladesh, las niñas que trabajan en el picado de ladrillos o como ayudantes domésticas consideraron la manufactura de prendas de vestir como uno de los mejores tipos de trabajos” (Woodhead, 1998: pág. 45) Sin embargo, el trabajo doméstico tiene igualmente algunas ventajas: el ser realizado en privado, y no en público como otros, ante la mirada de otros, ganar dinero, la sensación de seguridad e independencia, como lo señaló una niña trabajadora doméstica de Nicaragua, o la posibilidad de tener dinero para gastar en ropa, zapatos y comida o los gastos de la escuela, como señaló una niña trabajadora domestica de Bangladesh (Woodhead, 1998: pág. 56 y 57).

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Los aspectos negativos percibidos son desventajas que no se pueden comparar con los aspectos positivos del trabajo domésticos, tales como el hecho de trabajar sola, la humillación por parte de empleadores que usan gritos y regaños, la mala comida, el quedar bajo llave cuando los patrones salen. Además se suman los castigos físicos por no poder realizar tareas difíciles para ellas y las pretensiones sexuales de los patrones, la explotación económica, la inseguridad general, el aislamiento social y la soledad tal como se refleja en este testimonio: “No tengo a quien llamar, a mamá o papá, cuando me enfermo...estoy lejos de mi familia, no estamos juntos... no puedo hablar libremente a otras personas ni a mis amigos...no estoy familiarizada con el lugar”. (Woodhead, 1998: pág. 50 - 54) Otros efectos perniciosos sobre la vida de las personas menores de edad trabajadoras domesticas tienen que ver con el hecho de que no pueden asistir a la escuela. La falta de escolaridad no sólo reduce las habilidades y el conocimiento, sino que también limita sus opciones para el futuro), la vida se trunca por completo. A este grave hecho hay que sumarle los problemas de salud física y mental que experimentan por la fatiga, dolores de cabeza y problemas de salud, accidentes asociados con cocinar, hervir agua, utilizar cuchillos afilados, cargar objetos pesados y utilizar químicos líquidos para la limpieza, sobre castigos y maltratos físicos por parte de empleadores, traumas psicológicos asociado con el trabajo doméstico, incluyendo la experiencia cotidiana de discriminación y aislamiento y problemas con la alimentación, pesadillas, enuresis, insomnio y depresión (Blagbrough, 2000: pág. 3 y 4). En el caso del estudio de DNI Costa Rica, de 1999, sobre la situación de los trabajadores domésticos infantiles en Costa Rica, por encargo de Anti-Slavery International (Estudio DNI Costa Rica) se concluyó que los y las trabajadoras domésticas infantiles tienen alta incidencia de asma, dolores de cabeza y dolores estomacales debida a una nutrición deficiente y a la falta de descanso. Y en Perú algunos estudios concluyen que más del 50 por ciento de los hombres tuvieron su primera experiencia sexual con la trabajadora doméstica en su hogar. En los casos en que las niñas quedan embarazadas, con frecuencia se les expulsa de la casa, viéndose obligadas a arreglárselas por su cuenta en la calle. (Blackbrough, 2000: pág.4). El trabajo infantil y el doméstico en particular es dañino desde todo punto de vista, y limita el ejercicio de algunos y en casos específicos de todos los derechos humanos de esta población. Además, socialmente no cuentan con ningún reconocimiento por parte de la sociedad. Será por estas razones que el trabajo doméstico tiene tan baja valoración social, ¿tendrá que ver el hecho de que es un trabajo esencialmente femenino y muy parecido a de una mujer que atiende su hogar? Elementos para entender el origen de la baja calificación social del trabajo doméstico. El estudio realizado por DNI de Bolivia (1992), señala algunos elementos importantes que pueden ayudar a la comprensión de este problema, así como a la erradicación de sus causas. Tales elementos son la desigualdad imperante en el trabajo doméstico, el lenguaje descalificador del trabajo doméstico y la inserción en un nuevo hogar.

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La historia de una desigualdad La significación histórica del concepto de trabajadoras del hogar está ligado estrechamente a la existencia de “estratos” humanos, producto de un orden social determinado, por el cual (las mujeres) no son vistas como sujetos históricos, sino como “llanos reservorios de fuerza de trabajo”. (...), desde una perspectiva de género: la mujer casada pasa de ocuparse de las cosas del hogar de su padre a la de su marido, pasa de ser propiedad del padre a propiedad del marido, como una cosa más del hogar(DNI-Bolivia, 1992: pág. 18). El esclavismo institucionalizado desde las civilizaciones precolombinas fue creciendo con las prácticas de la explotación de los indígenas con los regímenes feudales y la encomienda. En Bolivia, así como en otros países latinoamericanos el señor feudal se amparaba en los sistemas misionales para justificar su posición y protección de sus siervos (no fue el caso de Brasil o Paraguay). Con el advenimiento del cristianismo fue inculcándose un mayor respeto por las vidas de los sirvientes de toda índole, sin embargo, el volumen y la naturaleza del trabajo también fueron incrementándose. “Con relación al trabajo de menores y mujeres, éste se encontraba proscrito en las minas. En cambio, se producían sin limitación en el campo y el servicio doméstico”. ( en G. Otero en DNI-Bolivia, 1992: pág. 40). En síntesis, en épocas remotas “ayudar en el hogar ajeno, era una función casi biológica, luego se dijo que pasó a ser un tributo, un servicio, hoy se quiere hacer aceptar la idea de que es un oficio, un trabajo. La tarjeta de presentación es distinta pero las realidades que hay detrás siguen siendo muy parecidas. Son realidades de apropiación, usufructo y enajenación de la fuerza de trabajo de los pobres. Realidades de esclavitud, servidumbre y explotación”(DNI-Bolivia, 1992: pág. 45). Desde un punto de vista de género habría que recalcar que las labores en el hogar son para la madre de familia una función casi biológica, una obligación moral, casi idéntica a la del trabajo de los esclavos de la antigüedad pues le ocupan más de 16 horas al día. Ese rol tan despreciado ya no quiere ser cumplido en su totalidad o parcialmente por las madres del hogar, por lo que la “sirvienta” tendrá que asumirlo. De este modo, “Cuando el ama de casa delega parte de las responsabilidades domésticas en otra mujer, ésta hereda la subvaloración social del trabajo doméstico. Empleadora y empleada, en el trabajo del hogar, comparten una identidad de género mediada por la subestimación y el desprestigio de sus ocupaciones; desde una cultura patriarcal a ambas se les atribuye un papel de servicio a los demás que se asume como una función natural de las mujeres (Hoyos: s.f.:pág. 1). “Por más grande que sea su dignidad y su orgullo, las características mismas de sus tareas acabarán por denigrarlas también a ellas. Su estatus de subordinadas y de dependientes frente a quienes no existe ningún género de vínculos efectivos o familiares, acentúan más aún el menosprecio de su condición laboral” (DNI-Bolivia, 1992: pág. 55). Estas sirvientes o empleadas domésticas aprendieron el oficio de otra mujer –su madre- y en su casa para desempeñarse en otra casa.

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La llegada a otro “hogar” La inserción en otro hogar constituye todo un desafío a su personalidad. El nuevo “hogar” –la casa- es un espacio físico y social que tiene estilos propios de relacionamiento entre las personas que lo habitan. Dependiendo del tipo de relaciones respetuosas de la dignidad humana que vivan en el hogar, así será también las relaciones hacia su trabajadora. Si bien hay algunos hogares que tratan de rescatar la dignidad humana de su trabajadora, en la mayoría no es así...Por eso el hogar es un espacio del patrón o patrona y su familia, un espacio, además, de autoridad y poder. (DNI-Bolivia, 1992: pág. 60) El trabajo doméstico puede considerarse, como lo señala Hoyos, retomando a Hingman “la más personal de todas las formas de trabajo”3. Al traspasar la frontera del mundo privado de la familia, la trabajadora entra en conflicto con un medio social y económico diferente al suyo. Simultáneamente, la familia empleadora establece estrictas reglas de comportamiento para marcar las distancias con la empleada. El tamaño y la ubicación de los dormitorios, los lugares de comida y de descanso, los uniformes, y a veces hasta el tipo de alimentación diferencian y confrontan el mundo social de la trabajadora con el de sus empleadores. (Hoyos: s.f.:pág.2). El hecho de vivir en el mismo lugar de trabajo crea una identidad indisoluble entre vida y trabajo que marca sus tiempos y sus espacios. (Hoyos: s.f.:pág.3). la vida social de las trabajadoras internas se circunscribe a las relaciones que pueda hacer con las personas de la casa, algunos de sus familiares o vecinos, estos usualmente de su misma condición. Esto determina su vida social sino también la intima. “ Por ejemplo es posible que las trabajadoras domésticas vivan si sexualidad rodeada de angustias y prohibiciones, en un contexto familiar donde la autoridad se localiza en el padre y en los varones” (Hoyos, s.f.: pág. 3) La situación de las trabajadoras externas, por su parte, esta menos atada y les resulta más fácil estipular su salario, su jornada y el tipo de relación laboral. El empleador tiene en estos casos un menor control sobre la vida personal de la trabajadora, y pierden peso las relaciones personales de confianza y lealtad. (Hoyos, s.f.: pág.2, 3). En los casos donde es el hombre el que lleva “las riendas del hogar” y su consecuente dosis de machismo, encontramos muchas veces con que “vive convencido de que su sola condición de hombre, macho, le concede un sinnúmero de prerrogativas sobre las mujeres. Fuera de esto, el machismo se refiere también a aquellas estructuras mentales, sociales u otras que en los planos colectivos e individuales determinan la dominación de lo masculino sobre lo femenino” (DNI-Bolivia, 1992: pág. 60) Uno de los ejemplos más palpables son las distintas prácticas de hostigamiento sexual hacia sus subordinadas. Desgraciadamente en la lógica de la sociedad existen muchos mitos que justifican el acoso sexual (4) lo que

3 HIGMAN B. W., “El servicio doméstico en Jamaica desde 1750”, p. 59, En: CHANEY Elsa M. y GARCIA CASTRO Mary (Ed.) (1993). 4 Algunos de estos mitos son: el hostigamiento sexual complace a las mujeres, el hombre hostigador no se puede controlar porque por naturaleza es más agresivo, la mayoría de denuncias son falsas, es provocado por

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provoca que sea visto como un “desliz menor” y prácticamente un “derecho que por poco no figura dentro del manual de funciones de las “empleadas”. (DNI-Bolivia, 1992: pág. 61). El mundo que rodea a la niña o joven “trabajadora del hogar” además de machista es adulto-céntrico, o sea, que no está organizado en función de los requerimientos, necesidades e intereses de las personas menores de edad que habitan en la casa, por lo que menos aún estaría organizado en función de otra persona extraña al seno familiar.

La descalificación del Trabajo En el ámbito de lenguaje encontramos otro factor descalificante del trabajo domestico, como bien apuntó el trabajo de DNI-Bolivia. Las connotaciones semánticas que calan también en la conciencia y que son también un reflejo de aquellas. Según la Real Academia Española la palabra doméstico proviene del latín “domesticus” que a su vez refiere a Domus que significa casa. Buscando en otros diccionarios, de uso corriente, como el Larousse (1992) se encuentra que esa palabra tiene los siguientes significados:

1) “Relativo a casa: quehaceres domésticos 2) Dícese del animal que se cría en casa. 3) M. Dep. ciclista que en un equipo tiene la misión de ayudar al corredor principal 4) M. y F. de criado.”

Además en este mismo diccionario se encuentran las definiciones de domesticar:

1) “v.t. reducir a la domesticidad, hablando de un animal: domesticar un caballo 2) Fig. modelar el carácter de una persona.”

Como se observa, los animales para domesticarse deben de ser caseros y por lo tanto dóciles y útiles para quienes ahí habiten. Consecuentemente, no es en vano que se anote como ejemplo de la palabra domesticar el modelar el carácter de una persona para hacerla su empleada doméstica y todavía más grave la criada. Si trasladamos todo esto a los temas que nos ocupan, las expectativas de fidelidad, mansedumbre y eficiencia suponen, de parte de las trabajadoras una adaptación absoluta e incondicional del mundo del patrón” (DNI-Bolivia, 1992: pág. 63) teniendo para ello que renunciar a sus propias pautas de existencia y de personalidad. Por ello, este trabajo es uno de los más inhumanos y alienantes que puedan existir y, sumando esta alineación a las necesidades socioeconómicas que las rodean, crean un caldo de cultivo donde se olvida o se aborta cualquier intención de elaborar o reivindicar sus demandas sociales. Es útil aquí reproducir la reflexión que hizo Hoyos “Utilizo la expresión ‘trabajadora doméstica’ como sinónimo de ‘trabajadora del hogar’, sin desconocer el aporte de las asociaciones de trabajadoras del hogar en el sentido de modificar la connotación social la mujer, no es un problema grave, los hombres que hostigan son enfermos mentales, solo afecta algunas mujeres, etc.

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negativa del primero de estos términos. La palabra ‘doméstico’ viene del latín domesticus, de domus, que significa casa. Lo doméstico es pues, primero, lo relativo a la casa o al hogar. Es en este sentido original y estricto que utilizo la palabra en este texto aunque una de las acepciones del término sea, en efecto, lo relativo al animal que se cría en compañía del ser humano, a diferencia del que se cría salvaje (de allí el verbo 'domesticar'). Cuando hablo tanto de trabajo doméstico como de trabajadoras domésticas, lo hago retomando el sentido primero de la palabra con el claro objetivo de volver a dotarla de su significado original, el que se relaciona con la casa y el hogar, que no tiene ningún sentido despectivo (es, además, el mismo origen de palabras como domicilio y domiciliar. (Hoyos, s.f.:pág. 1). Estrategia metodológica de la historia de vida Una historia de vida de personas menores de edad que se ubican en esta situación existencial requiere de un proceso muy importante de establecimiento de una relación de confianza con la entrevistada para que nos relate su vida, sus angustias, preocupaciones y sus perspectivas de futuro. Esto no se consigue en forma rápida, requiere de cierto tiempo y de un estilo pausado de conversar/entrevistar. Ello por cuanto no solo se trata de una conversación acerca de la vida de alguien, sino que se trata de una vida articulada a un modo de ganársela muy desacreditado por la sociedad. Se sugiere que la entrevista y ciclo de conversación guarde todos los cuidados éticos señalados para el desarrollo de una entrevista a profundidad, respetando el ritmo de la entrevistada y el proceso de elaboración de su propio relato. Relato que no es cronológico, relato que es subjetivo y que mira a su propia vida desde el presente.

Ejes para el desarrollo de la entrevista a profundidad: categorías de análisis Contexto sociocultural de procedencia del niño o niña entrevistada

Características económicas, sociales y culturales de lugar de procedencia de la persona entrevistada.

• Indicadores de salud: centros de atención, problemas de salud más persistentes en la comunidad.

• Indicadores educativos: escuelas y colegios, nivel de escolaridad general del país y en el ámbito regional, tasas de repitencia y deserción urbano rural.

• Indicadores económicos: principales actividades productivas y generadores de empleo, crisis productivas locales, migraciones internas, servicios públicos provistos en la zona, vías de acceso, etc.

• Desastres socionaturales causantes de tragedias y migraciones • Indicadores culturales: etnias e idiomas distintos, características de los sistemas de

parentesco (matrilineales, patrilineales, etc.), situación de la discriminación cultural regional y nacionales

Del origen

¿Cuándo y donde nació? ¿Cómo recuerda los primeros años de su vida? ¿Ha vivido en muchos lugares con su familia de origen? ¿Dónde? ¿Le costó adaptarse a los cambios?

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¿Tubo alguna enfermedad grave en la infancia que recuerde muy fuertemente?

De la educación y recuerdos de la infancia: ¿Recuerda la entrada a la escuela y posteriormente al colegio? ¿Recuerda algo especial de esa época? ¿Qué recuerdos bonitos tiene? ¿Qué recuerdos feos tiene?. ¿Pudo terminar de estudiar? ¿Cuál fue el último grado que cursó? ¿Para usted es importante estudiar? ¿Por qué sí o no? ¿Si se pasaba de lugares de residencia lo hizo también de escuelas, eso le afectó en algo? ¿Cómo eran sus maestros en la escuela. ? ¿Cómo eran sus relaciones con los compañeros y amigos? ¿Le costó estudiar? ¿Tubo algún obstáculo? ¿Le gustó estar en la escuela o colegio? ¿Qué no le gustaba?. ¿Participaste en algún grupo de niños, niñas y adolescentes de la escuela o colegio en esa época?. ¿Cual? En la comunidad donde viviste más con tu familia te gustaba? ¿Qué hacían los adultos? ¿Qué hacían los niños, niñas y adolescentes. ?

De la familia: ¿Viviste el mayor tiempo con tu madre y padre. ? ¿En que trabaja tu padre y tu madre. ? ¿Viven ellos juntos? ¿En la casa te apoyaban para que estudiaras? ¿Qué no te gusta de tus padres? ¿Qué te gusta más de tus padres? ¿Visitas a tus padres? ¿Cada cuanto? *Tratar de poner alguna pregunta sobre abuso de una manera indirecta e ir profundizando poco a poco. ¿Cuantos hermanos hay en la familia? ¿Cuántos hombres y cuantas mujeres? lugar que ocupa ¿Se llevaban bien?. ¿Tuviste algún apoyo para estudiar de parte de tus papas o hermanos?. ¿Cómo se toman las decisiones en su casa? ¿Qué piensan en la casa de que trabajes en oficios domésticos?

Sobre los derechos 5 ¿Conoce algunos derechos que tiene como trabajadora domestica? ¿Cuáles derechos de estos no disfruta? ¿Conoce de algún lugar que le brinde apoyo legal para la defensa de sus derechos?(público o privado) Ha acudido alguna vez a alguno de ellos? ¿Cuál fue el resultado?

5 En el anexo #1 se hace un cuadro resumen de referencia sobre los derechos principales que se violan a los niños, niñas y adolescentes en relación a la Convención sobre los Derechos del Niño y su comparación con el Código de la Niñez y la Adolescencia.

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Sobre el trabajo:

¿Cuándo y en qué empezó a trabajar?. ¿Cómo te sentiste el primer día de trabajo? ¿Cómo te sentiste en ese nuevo “hogar”? ¿Dónde se ubicaba esa casa? ¿Tuvo que trasladarse largas distancias para ir a trabajar? ¿Por qué empezó a trabajar? ¿En qué otros trabajos has laborado?, ¿Cómo te trataban en esos lugares? ¿Cómo ha sido el desempeño en los trabajos? ¿Quién te enseñó ha hacer las cosas. ? ¿Cómo fue la adaptación a los nuevos trabajos? Te ha sentido mal alguna vez en tu trabajo, te has sentido sola, abandonada? ¿Ha llorado en alguna ocasión en el trabajo? ¿Por qué razones?

Sobre el trabajo actual: ¿Hace cuanto tiempo trabaja en la casa actual? ¿Cómo se sintió el primer día que llegó a trabajar a la casa actual? ¿Cómo la atendieron? ¿Lo que le ofrecieron, lo están cumpliendo? ¿Cómo es la relación con las personas de la casa? (Especificar con el patrón, la patrona, los otros niños o niñas, con adolescentes). ¿Siempre ha sido igual ese tipo de relación o ha cambiado con el tiempo?. ¿Ha tenido que hacer algo que no le gusta? ¿Ha tenido que hacer algo que no le gusta y que además no están dentro de sus funciones?. ¿Qué cosas? ¿Se ha sentido discriminada por alguna razón? ¿Cuáles? ¿Tiene contrato de trabajo? ¿Cuantas horas trabaja al día? ¿Qué hace en el tiempo de descanso si lo tiene? (en el día y los fines de semana) ¿Cada cuanto son los días libres? ¿Tiene seguro social? ¿Tiene vacaciones?

Planes de vida ¿Qué planes tiene para el futuro? ¿Ha pensado seguir estudiando? ¿Ha buscado información al respecto? ¿Se lo permiten en el trabajo? ¿Tiene una relación estable sentimental? ¿Desde hace cuanto? ¿Con anterioridad?

Adaptaciones: Si se cambio de casa con su propia familia,, profundizar en procesos de adaptación comunitaria, familiar y escolar. Casi toda familia como grupo social que es, tiene relaciones sociales, reglas, comportamientos, etc. Cómo se ha adaptado a esas relaciones en las casas donde le ha correspondido trabajar? Si fue víctima de algunos abusos ¿cómo lo enfrentó?

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Medio Sociopolítico

Hacer preguntas de cómo interpreta la sociedad, en lo económico y político, la justicia social, etc. Buscar algunas preguntas que se orienten a cómo se perciben como personas. Este conjunto de ítems alrededor de los que podrían girar la entrevista en profundidad, deben ser organizados de acuerdo a los pasos recomendados para alcanzar un relato propio de la historia de vida.

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III PARTE: Estrategia operativa específica: pasos y recomendaciones Orientaciones generales El proceso de construcción de esta historia de vida se podría plantear en unas 8 sesiones de trabajo de 1 a 2 horas por sesión, trabajando desde el presente hacia el pasado, para luego terminar con las perspectivas. Si fuera necesario se debería anticipar la posibilidad de una o dos sesiones adicionales y sobre todo una de cierre, en la que se pueda establecer el final de la entrevista con la entrevistada para señalarle que lo comentado y experimentado son aspectos íntimos de su vida la cual no debería exponerlos en otros ámbitos como el de la casa donde sirve. Esta sesión de cierre es importante pues en otros contextos se ha visto que la persona transmite y comenta sus reflexiones, incluso, con sus patrones, situación que no es muy recomendable por las implicaciones de política social que tiene este proceso de investigación. Las sesiones Las sesiones de entrevistas no se deberían realizar en la casa donde ella trabajo o en presencia de sus patrones. Se debería buscar eso sí un lugar cálido, cómodo y agradable a la vista. No debería haber escritorios o muebles que reproduzcan una relación de trabajo. Puede ser mas bien algo como una sala con muebles en la que se dé horizontalidad en la relación y se pueda conversar tranquilamente. Las primeras sesiones deben ser también calidad, y antes de empezar sería muy oportuno ofrecerle a la joven un taza de café, té o algunas hierba aromática, luego de servida ambas personas se sientan y empiezan la conversación. No se debe ser maternal o paternal, o albergar sentimientos de protección para con la persona. El trato debe ser de respeto hacia una persona con derechos, vida propia y autonomía.

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Sesiones Tópicos 1era. Creación de confianza, definición de horarios de trabajos, explicación y

discusión acerca de la importancia de este trabajo, preocupaciones de la entrevistada con respecto al tema.

2da. El tiempo presente: aspectos laborales, sensaciones existenciales, relaciones sociales y grupos de amigos, problemas enfrentados en el ámbito laboral, abusos de todo tipo experimentados

3era El tiempo presente aspectos laborales, sensaciones existenciales, relaciones sociales y grupos de amigos, problemas enfrentados laborales

4ta. El tiempo pasado: aspectos del origen, salida del escuela y colegio. Los inicios en el mundo del trabajo, sensaciones con relación a su pasado, abusos sexuales, relación con sus padres.

5ta. El tiempo pasado: aspectos del origen, salida del escuela y colegio. Los inicios en el mundo del trabajo, sensaciones con relación a su pasado, las dificultades familiares en el ámbito económico, acceso a opciones educativas.

6ta. El futuro: perspectivas, planes de vida, percepción social y política de su situación, análisis de la realidad que haga, etc.

7ma. Revisión de lo escrito y ampliaciones 8va. Sesión de cierre de la entrevista y aclaraciones finales con la entrevistada Perfil del entrevistador La puesta en practica de una historia de vida, y de esta en particular, por tratarse de una persona menor de edad, requiere la participación de un profesional en Ciencias sociales tales como un o una psicóloga, antropóloga e incluso un trabajo social. Esto es necesario para poder contener emocionalmente a la persona que este siendo entrevistada; para observar detenidamente sus gestos, sus quiebres de emoción y narración, es decir tanto de los elementos verbales como los no verbales. La recuperación de una historia de vida no la puede conducir una persona que no posea esas habilidades o esos conocimiento. También vale la pena señalar como lo hace Mendes que se debe buscar un profesional que “tenga unas características imprescindibles: paciencia y respeto a las diferencias, concentración, apertura, flexibilidad y capacidad de facilitación del raciocinio y del diálogo del Trabajador (a) Domestico (a) Infantil, así como capacidad para generar procesos de empatía y de discernimiento. (Mendes. S.f.:pág.7 ) Tiene que ser una persona con una actitud comunicativa, que logre entrar en los recodos de la historia personal del o la entrevistada, sin que esta se sienta invadida en su intimidad. Esta actitud comunicativa debe ir acompañada de ese “clima” que caracteriza a algunas personas que inspiran confianza en el primer contacto. Otra de las habilidades que debe tener el entrevistador es la humildad. Debe poseer una alta dosis de lo que antes se llamó “ignorancia consciente” para que así se comprometa a preguntar acerca de los hechos, experiencias y sus significados.

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Este grado de humildad se debe notar en el momento mismo del encuentro entre entrevistado y entrevistador “la tarea es compartir el aprendizaje del conocimiento de la realidad y no solo el darse cuenta de ella. Aquí es importante recordar que el solo darse cuenta sin conciencia puede generar procesos de rencor innecesario hacia los patrones” (Méndez, s.f.: pág.4) Al preguntar debe hacerlo con calma, esperar que la persona interiorice la pregunta y elabore su respuesta, no precipitar más preguntas encima y dejar que la persona hable, y haga pausas, y vuelva sobre su elaboración, solo al final de esa secuencia elaborativa se debe volver a preguntar, o repreguntar. No preguntar inmediatamente obliga sutilmente a la persona, a hablar y sobre todo a escuchar lo que está diciendo. Al principio eso genera cierta vergüenza, pero genera también confianza al escucharse. Por su parte, debe recordarse que una historia de vida, es la historia de la propia vida relatada desde la forma como se esta viviendo el presente. No es una historia cronológica de fechas y lugares, sino un repaso profundo de los momentos mas significativos de la vida. Finalmente, otro aspecto que hay que tener en cuenta es que las personas entrevistadas no pueden ser niñas pequeñas, de menos de unos 14 años. Esto por cuanto se requiere de un cierto nivel de elaboración de la propia historia y un cierto nivel de lenguaje que permita construir el relato.

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