Manual del Discípulo 1 9ª Edición Revisada Unión de Iglesias Evangélicas Bautistas de Chile Editor General Dirección Nacional de Evangelismo y Misiones DINEMIS

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FELICITACIONES Felicitaciones por la decisión de recibir a Jesucristo como su Salvador personal. Esta es la decisión más trascendente que ha hecho en su vida, por cuanto significa una reorientación en su manera de vivir desde ahora y para siempre. El presente estudio le ayudará en los primeros pasos de su nueva vida en Jesucristo. Contiene cuatro capítulos, a saber: “Su nueva vida”, “El desarrollo de su nueva vida”, “La integración de su nueva vida” y “La reproducción de su nueva vida”. Un maestro de Biblia discipular, nombrado por la iglesia le ayudará en el estudio del presente libro, a fin de que crezca en el conocimiento y en la práctica de la Palabra de Dios. Dios le bendiga.

ADELANTE

INDICE CAPÍTULO 1. “SU NUEVA VIDA” Cinco verdades básicas para el nuevo creyente.......................... 4 Un recién nacido.......................................................................... 6 Señales de vida..............................................................................8 Aprendiendo a comunicarse........................................................10 Aprendiendo a leer......................................................................12 Su nueva familia..........................................................................14 Su crecimiento........................................................................... 17 Poder para vivir........................................................................19 CAPÍTULO 2. “EL DESARROLLO DE SU NUEVA VIDA” Dios, el autor de la vida........................................................... 23 El hombre como ser natural y espiritual.................................. 25 Jesucristo Señor y Salvador..................................................... 27 La seguridad de su Salvación.................................................. 30 Viviendo su nueva vida............................................................ 32 CAPÍTULO 3. “LA INTEGRACIÓN DE SU NUEVA VIDA” ¿Qué es la iglesia? .................................................................. 39 Cómo llegar a ser miembro de la iglesia................................ 42 El significado de ser miembro de la iglesia............................ 44 El pacto de la iglesia............................................................... 46 La Cena del Señor................................................................... 48 La mayordomía de la vida....................................................... 51 CAPÍTULO 4. “LA REPRODUCCIÓN DE SU NUEVA VIDA” La evangelización y el discípulo............................................. 55 Pautas generales para el discipulado..................................... 57 Características del discipulador y del discípulo..................... 61

Nota: Su maestro le explicará cómo se lee una cita bíblica.

Ejemplo: Juan (Jn) 3:16; 3:16 – 17;

3:17 – 18, 20, 4:5, etc.

CAPÍTULO 1 SU NUEVA VIDA

LECCIONES 1. Cinco verdades básicas para el nuevo creyente. 2. Un recién nacido. 3. Señales de vida. 4. Aprendiendo a comunicarse. 5. Aprendiendo a leer. 6. Su nueva familia. 7. Su crecimiento. 8. Poder para vivir. CINCO VERDADES BÁSICAS PARA EL NUEVO CREYENTE Todos los cristianos necesitan comprender, a lo menos, cinco verdades básicas al iniciarse en la fe de Jesús. 1. Que Dios le ama y le promete una vida. “... yo he venido para que tenga vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). 2. Que Jesucristo murió y resucitó para que esto sea posible. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23). “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” 1ª Corintios 15:3-4. 3. Que por la fe en Jesús y el arrepentimiento de sus pecados usted puede hacer suya esta promesa de nueva vida. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).

“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas a pasado de muerte a vida” (Juan 5:24). 4. Que Cristo es el Señor y Salvador de su nueva vida. “El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Colosenses 1:13-14). “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:10-11). 5. Que Jesucristo es el modelo supremo a imitar en servicio y obediencia. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9).

LECCIÓN 1 Un Recién Nacido La Biblia afirma que el cambio que se produce en la persona al aceptar a Cristo como su Señor y Salvador, es de tal magnitud que sólo es comparable con el nacimiento de una criatura. Es interesante observar a un recién nacido. Aún de chiquito se parece a sus padres. Llega a un mundo desconocido; necesita alimentación especial, depende totalmente de otros. Con el paso del tiempo experimenta cambios en lo que hace, en lo que piensa y en lo que siente. Aunque en parte sigue dependiendo de otros, es normal que aprenda a cuidarse y atender sus propias necesidades, llegando en su etapa de adulto a la madurez. El nuevo bebé es un excelente ejemplo para compararlo con la persona que recién ha aceptado a Jesucristo como su Salvador, Jesús dijo: “... el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3). El apóstol Pablo afirma: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17). CARACTERISTICAS GENERALES DE UN RECIÉN NACIDO QUE PUEDE SER APLICABLE A LA NUEVA VIDA EN CRISTO. 1. SE PARECE A SUS PADRES. Como todo niño se parece a sus padres o por lo menos tiene sus rasgos marcados, así usted como hijo de Dios tiene estas características que lo identifican con tal. Ejemplo: • Adora a Dios motivado por la gratitud y reconocimiento. • Estudia la Biblia, su carta magna que orienta la vida. • Busca la comunión con otros cristianos. • Habla de Dios con entusiasmo y sin temor. • Participa en acciones de servicio en imitación de Jesús. Estos son centros de obediencia en los cuales gira la vida cristiana, y si usted es cristiano buscará obedecerle con entusiasmo.

2. NECESITA ALIMENTACIÓN ADECUADA. Así como el recién nacido, usted debe alimentarse en forma adecuada; según vaya creciendo, su “dieta” debe irse adecuando desde la leche (doctrinas básicas elementales), hasta la comida “sólida” (doctrinas más profundas). Es por esto, que sugerimos la lectura del Evangelio de Juan, para comenzar, que aunque presenta verdades profundas, está escrito de tal modo que no se hace difícil su compresión. Recuerde que la práctica constante del estudio bíblico serio y personal es un factor determinante en su desarrollo cristiano. 3. DEPENDE DE OTROS. Ningún bebé puede cuidarse solo, sino que depende totalmente de otros. El nuevo creyente tampoco puede mantenerse aislado; si bien es cierto que la salvación es personal, no es menos cierto, que para el desarrollo necesitamos la ayuda de otros con más conocimientos y experiencias que nos den orientación y apoyo en nuestra fe; por consiguiente, es elemental que nos mantengamos en contacto con tales personas y le manifestemos nuestras inquietudes e interrogantes a fin de que juntos podamos avanzar en el servicio de Dios. Marque las actividades prácticas que espera realizar. ( ) Asistir al Estudio Bíblico (a mediados de semana). ( ) Adquirir una Biblia. ( ) Integrarse a uno de los programas para nuevos creyentes. ( ) Otras __________________________________________ . LECTURA BÍBLICA: JUAN 1, 2, 3. CUESTIONARIO 1. Juan 1:12 ¿Qué sucede a los que reciben a Cristo? 2. Juan 1:29 ¿Cuál fue el propósito de Jesús (Cordero de Dios) al venir al mundo? 3. Juan 3:3 ¿Qué es necesario para ver el Reino de Dios?

4. Juan 3:6 ¿Cuáles son las dos clases de nacimiento? 5. Juan 3:36 ¿Qué recibe la persona que cree en Jesús? ___________________________________________________________________ LECCIÓN 2 Señales de Vida Las manifestaciones de que hay vida en el recién nacido son: la activación de sus sentidos, expresión de sus sentimientos (da y recibe afecto), actividad física. Estas y otras manifestaciones nos indican claramente que se trata de un ser vivo y sano. El nuevo creyente también demuestra su nueva vida por ciertas señales personales que son evidentes, tanto para él, como para el mundo que lo rodea. 1. SUS PENSAMIENTOS SON DISTINTOS. Ahora le resulta normal pensar en las cosas relacionadas con el Reino de Dios. • Piensa en el momento de su encuentro con Cristo y las circunstancias en que le recibió como Señor y Salvador. • Piensa en los nuevos desafíos que como discípulo de Jesús tiene que enfrentar. • Piensa en la manera de cómo agradar mejor a su Señor, tanto en su conducta personal como en su relación con las demás personas. La Biblia dice “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Proverbio 23:7a). Los pensamientos son lo que impulsan nuestras acciones, por lo tanto, es importante que nuestros pensamientos tengan siempre una clara perspectiva cristiana acerca de la vida. Pablo dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. (Filipenses 4:8). 2. SUS PALABRAS SON DISTINTAS. Siempre nos complace hablar de los que más nos interesa. Ahora usted ha nacido de nuevo, procurará que

sus temas de conversación agraden a Dios. Las palabras vulgares u obscenas no forman parte del vocabulario cristiano. 3. SUS ACTIVIDADES SON REORIENTADAS. Aunque las tareas diarias son las mismas, la motivación que ahora tendrá será distinta, la Biblia dice: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús...” (Colosenses 3:17). El discípulo responsable optará siempre, en sus actividades cotidianas, ser consecuente con los valores cristianos que practican, sean estos, deporte, actividades sociales, tiempo libre, recreación familiar, etc. Jesús refiriéndose a esto dice: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos” (Mateo 7:16-17). Un manzano produce manzanas, un limonero produce limones. De un modo semejante el cristiano produce frutos que den evidencia de su nueva vida. Toda persona que cree en Cristo “ha pasado de muerte a vida” este cambio se hará evidente. Su vida ya tomó otro rumbo, es natural que se manifiesten ciertas señales que indiquen que usted no es el mismo de antes. La iglesia y la comunidad, en que vive, deberá percibir este cambio. LECTURA BÍBLICA: Juan 4, 5, 6. CUESTIONARIO 1. Juan 4:14 ¿Qué promete Jesús al que bebe del agua de vida? 2. ¿A qué tipo de sed se refiere Jesús?, comente con su Maestro. 3. Juan 5:24 según Jesús, ¿Qué es lo que sucede al que cree en Dios? 4. Juan 6:35 ¿Cómo se llamó Jesús a sí mismo? 5. Juan 6:37 ¿Qué dijo Jesús a los que vienen a Él? 6. Juan 6:47 ¿Qué promete Jesús a los que creen en El?

LECCIÓN 3 Aprendiendo a Comunicarse Una de las primeras necesidades de la nueva criatura es la de comunicarse con otros. Para el nuevo creyente no habrá mayor privilegio que comunicarse con su Padre Celestial. Jesús, el maestro por excelencia, consciente de esta necesidad en sus discípulos, les enseñó como podrían comunicarse con Dios, su Padre, esto es lo que conocemos como la ORACIÓN (Lucas 11:1-4). Quizás usted ha escuchado a otros dirigirse a Dios en el culto público o en privado. En ese momento, por cierto no entendía como es que una persona pudiera comunicarse con Dios al cual no veía, porque es Espíritu; pero ahora usted sabe que por el hecho de formar parte de la familia de Dios mediante el nuevo nacimiento, le ha sido concedido el privilegio de hablar personalmente con Dios sin intermediarios. La práctica de la Oración debe ser un ejercicio prioritario y constante en la vida del discípulo de Jesús. Una buena manera de aprender a orar es, ORANDO. Concentrarse y compartir sus inquietudes con Dios; usted no tiene problema para hablar con sus amigos, lo mismo ocurre con Cristo que es su mejor amigo. Y lo más maravilloso, es que está dispuesto a escucharle. CINCO ASPECTOS QUE DEBEN TENERSE EN CUENTA EN LA ORACION. 1. ADORACIÓN. Reconocer a Dios como Creador y Señor del Universo. 2. ACCIÓN DE GRACIAS. Reconocer que todo proviene de Dios 3. CONFESIÓN. Evaluar sinceramente nuestra vida reconociendo nuestros pecados y confesándolos a Él. (1ª Juan 2:1). 4. PETICIÓN. Entregar nuestras necesidades a la sabia voluntad del Señor. 5. INTERCESIÓN. Rogar por los que están en crisis.

Dios no siempre responde con un “sí”, a veces es un “no”, y a veces, un “espera”, pero siempre responde. LECTURA BÍBLICA: Juan 7, 8, 9. CUESTIONARIO 1. Juan 7:17 ¿Cuál debe ser la actitud de aquel que desea saber la verdad? 2. Juan 8:12 ¿Qué promete Jesús a los que le siguen? 3. Juan 8:32 ¿Qué efectos produce la verdad de Dios en sus discípulos? 4. Juan 9:25 ¿Cuál fue la afirmación del ciego sanado por Jesús? 5. Juan 9:38 ¿Cuál fue la actitud del ciego sanado por Jesús? _______________________________________________________ LECCIÓN 4 Aprendiendo a Leer El niño a medida que va creciendo, adquiere conocimientos que le permiten desarrollar sus facultades sicomotoras. Uno de los hechos más notorio en su proceso de aprendizaje es cuando aprende a leer. Esto no es fácil pues requiere dedicación y un largo proceso. En su nueva vida en Cristo usted también tendrá que aprender a leer y comprender el Libro de Dios, la Biblia, lo cual conseguirá si se somete a una disciplina de estudio permanente. Jesús dijo: “Escrudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39). • La Biblia es la revelación de Dios al hombre. Todo cuanto sabemos acerca de Dios proviene de sus páginas. Dios se da a conocer a través de

ellas, si usted quiere saber como es Dios la Biblia se lo dirá, si usted quiere saber como andar en este mundo de Dios, la Biblia le orientará. • La Biblia es la voz de Dios para el ser humano. Dios tiene un mensaje que desea comunicar a todo el mundo. Pablo el apóstol dice: “De reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos como los que están en la tierra” (Efesios 1:10). Por lo tanto, el mensaje es amplio. Reunir todo en Cristo. • Lea la Biblia con regularidad. Así como el cuerpo necesita comida permanente, usted necesita el alimento que viene de la Palabra de Dios, lo cual será determinante para su desarrollo. Estudie la Biblia en forma gradual, a fin de que pueda pensar y entender lo que está leyendo, guiado por el maestro de su iglesia. Su crecimiento en Cristo dependerá en gran medida de su conocimiento de la Palabra de Dios, por eso, no descuide este alimento vital y un día lo que comenzó siendo una mera lectura de la Biblia, llegará a ser un profundo estudio del Libro de Dios, dándole una visión adecuada de Dios, el mundo y usted mismo. PREGUNTAS QUE LE AYUDARAN A ENTENDER EL TEXTO BÍBLICO. 1. ¿Qué dice el pasaje que estoy leyendo? Luego de leerlo trate de explicarlo en sus propias palabras. 2. ¿Hay algo en este pasaje que yo no entienda? Léalo varias veces dialogando con su maestro. 3. ¿Cómo se aplica este pasaje a mi vida y a la realidad en que vivo? A veces encontrará advertencias, otros mandamientos e instrucciones; algunos pasajes relatan vidas de personas cuyos ejemplos servirán de lección para su vida. Sobre todo tenga muy presente que Dios está hablando a usted por medio de la lectura de la Biblia, y a través de usted al mundo, en medio de todas las

voces que llegan diariamente a sus oídos, usted necesitará oír la voz de Dios. LECTURA BIBLICA: Juan 10, 11, 12. CUESTIONARIO 1. Juan 10:14 ¿Quién es el Buen Pastor? 2. Juan 10:28 ¿Qué es lo que el buen Pastor da a sus ovejas? 3. Juan 11:27 ¿Qué dijo Marta con respecto a Jesús? 4. Juan 12:46 Jesús vino como: Al mundo para disipar las: LECCIÓN 5 Su Nueva Familia Cuando un niño nace se constituye en un miembro más de la familia, pertenece a ella, comparte con ella y depende de ella. Un cristiano recién nacido también se integra a una familia cristiana llamada IGLESIA, cuyos miembros se llaman hermanos porque son hijos de un mismo Padre. Una iglesia es un grupo de discípulos llamados por Jesús, que asume bajo su inspiración el compromiso de servicio al mundo a través del testimonio completo del Evangelio. ¿CÓMO SE LLEGA A SER PARTE DE ESTA FAMILIA? 1. CREYENDO EN JESÚS, Y ARREPINTIÉNDOSE DE SUS PECADOS. Creer, según la Biblia no es un mero opinar acerca de Dios. La creencia

verdadera, transforma la vida, trae convicción a la mente y al corazón, produce frutos y llega al arrepentimiento, es decir, a un cambio de actitud frente a Dios y un deseo profundo de alejarse del pecado. 2. TIENE QUE SER BAUTIZADO. Tal como ordenó Jesús, todos sus discípulos deben bautizarse. El bautismo, es el testimonio público de nuestra fe, que normalmente inaugura el proceso de desarrollo de Cristo. El bautismo no es un sacramento, ya que no constituye parte necesaria de la Salvación, sino que es un acto por el cual el individuo se identifica públicamente con Cristo y con su iglesia. 3. ASPIRAR A UN ESTILO DE VIDA CONSECUENTE CON LOS VALORES DEL REINO DE DIOS. La iglesia como señal y agente del Reino promueve un estilo de vida diferente a través de la práctica de los valores y principios de Jesús. Ser discípulo de Jesús es asumir con entusiasmo una calidad de vida que sea fiel al modelo de Jesús. El cristianismo, como ninguna otra agrupación humana, demanda a los suyos consecuencia entre lo predicado y lo vivido. LOS CINCO PROPÓSITOS DE LA IGLESIA. 1. PROMOVER LA ADORACIÓN A DIOS. El culto público es una expresión de alabanza de parte de los cristianos al Señor. Sirve de estímulo, inspiración y edificación para cuantos participen en él, por eso es importante su participación en ellos, por lo que será su deber sostener el culto como una expresión de gratitud e íntima alabanza a Dios. 2. PROCLAMAR EL EVANGELIO DE JESUCRISTO. Para llevar adelante esta tarea, la Biblia enseña que cada discípulo de Jesús está capacitado por el Espíritu Santo para anunciar las buenas noticias del Evangelio. 3. ENSEÑAR EL EVANGELIO DE JESUCRISTO. La iglesia debe ser una gran escuela que capacite a todos los llamados por Dios para un más excelente servicio que refleje en ellos la fidelidad, tanto en amplitud como en profundidad del contenido del Evangelio.

4. PROMOVER LA COMUNIÓN DE LA FAMILIA DE DIOS. Un pueblo sin fronteras de ninguna especie, un cuerpo que obedece a la cabeza, Jesús, un clima que represente amor, el perdón y la reconciliación de la cual Cristo es el artífice. 5. SERVIR AL MUNDO POR AMOR A JESÚS. La diaconía (servicio) es parte constitutiva del Evangelio, una proclamación sin servicio es un Evangelio incompleto, el servicio es al Evangelio como el calor lo es al sol. Jesús encarnó este modelo como uno de sus quehaceres centrales, cuyo ejemplo estamos todos llamados a imitar. La iglesia se debe a un testimonio completo, por lo tanto, no debe desatender ninguno de estos cinco propósitos, su responsabilidad, trabajo y compromiso es de primer orden para el progreso del Reino de Dios. LECTURA BÍBLICA: Juan 13, 14, 15. CUESTIONARIO 1. Juan 13:34 ¿Qué mandamiento dio Jesús a sus servidores? 2. Juan 14:6 ¿Cuál es el único camino a Dios? 3. Juan 14:27 ¿Qué prometió Jesús a sus discípulos? 4. Juan 15:14 ¿Cómo llama Jesús a sus seguidores? 5. Juan 15:7 ¿Qué promete Jesús a los que permanece en Él? ___________________________________________________________________ LECCIÓN 6 Su Crecimiento Lo más natural es que el niño crezca. De otra manera sería anormal y nunca llegaría a ser adulto. Un niño que crece normalmente presenta un aspecto saludable y trae alegría a sus padres. Un niño que no se desarrolla

debidamente presenta alguna anomalía. El cuerpo es maravilloso y está hecho para seguir un proceso de desarrollo. Al nacer de nuevo usted entró en un esquema de vida diferente cuya dimensión cristiana comenzó a experimentar en su manera de vivir. Esta nueva vida ya debe haber dado señales de desarrollo. La Biblia usa la figura de “niño” de manera positiva y negativa. Positivamente cuando nos anima diciendo: “... desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis...” (1ª Pedro 2:2). Es decir, desear la Palabra de Dios con la urgencia que un niño desea su leche, alimento vital para su desarrollo. Negativamente, cuando enseña que debemos evitar la conducta cambiante: “De manera que yo, hermanos no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo” (1ª Corintios 3:1). Es cierto que la salvación y la vida eterna que usted recibió al conocer a Jesús, representa una obra completa e instantánea. Pero desde ese momento se inicia un proceso de desarrollo que continuará durante el resto de su vida. No todos avanzan al mismo ritmo. Algunos aprenden y crecen más rápido, otros más lentos. Sin embargo, tanto esta rapidez o lentitud dependen en gran parte del empeño e interés personal de cada discípulo. La Biblia dice: “... creced en la gracia y conocimiento de Nuestro Señor Jesucristo...” (2ª Pedro 3:18). Esto es un imperativo que Dios espera de cada uno de sus hijos. • “Creced en la gracia” significa desarrollar virtudes y características que son consecuentes con su nueva relación con Dios. Por ejemplo: la paciencia, el amor, la honradez, la veracidad, la bondad, la pureza mental y física, etc., son cualidades que reflejan la presencia de Dios en su vida. ¿Podría usted afirmar que estas virtudes ya están formando parte de su carácter y personalidad? ¿Nota debilidad en algunos puntos? ¡No se desanime! No olvide que se trata de un proceso. Por lo tanto, aún no se sentirá realizado del todo y por eso no debe conformarse con lo que ha alcanzado hasta ahora, ¡ESFUÉRCESE!, ¡siga adelante con perseverancia!

• “Creced en el conocimiento” tiene referencia con la comprensión de Dios y su voluntad. Esto viene a través del estudio de la Biblia y la puesta en práctica de sus enseñanzas. ¿Hay alguna forma de medir su crecimiento cristiano? Hágase la siguiente pregunta: ¿Hay ya una diferencia entre mi forma de vivir ahora a la antes de conocer a Cristo? ¡Debe haberla! ¿Y cuáles son esas diferencias? El discípulo de Jesús debe notarse cada vez más distinto al medio ambiente que lo rodea, porque el proceso de su crecimiento cristiano le asemejará más y más a su Señor. LECTURA BÍBLICA: Juan 16, 17, 18. CUESTIONARIO 1. Juan 16:7 ¿Qué prometió Jesús que enviaría a sus seguidores? 2. Juan 16:13 ¿Cuál es una de las tareas del Espíritu Santo? 3. Juan 17:9 ¿Qué es lo que hace Jesús por sus seguidores? 4. Juan 17:21 ¿Cuál es el deseo de Jesús para sus seguidores? 5. Juan 18:38 ¿Qué dijo Pilato de Jesús? ____________________________________________________________ LECCIÓN 7 Poder para Vivir La vida de un recién nacido puede ser puesta en peligro por falta de alimentación adecuada, enfermedades, o un ambiente insalubre. Un niño requiere condiciones adecuadas para sobrevivir y desarrollarse normalmente. No lo es menos en caso de un niño en la fe. Ya se enfatizó acerca de la necesidad de alimentarse diariamente con una dieta apropiada a su desarrollo en la Palabra de Dios, a través del devocional personal, la comunión con los hermanos y en los trabajos propios de la iglesia.

Todo esto es esencial para que su nueva vida en Cristo siga su curso normal. Pero a esta altura, tal vez ya ha tenido algunas dudas respecto a su nueva experiencia o ha faltado a algunos de sus deberes mínimos como hijo de Dios. No olvide, Cristo es su Señor y El tiene el poder para vencer, usted tiene que mostrar esa victoria en Cristo. Estamos entendiendo por la palabra “poder” en el sentido del Nuevo Testamento para referirnos a la facultad y autoridad que Dios da para ser testigos fieles del Evangelio completo, aún en circunstancias difíciles como en el caso de muchos cristianos en el mundo. Dios nos capacita para vivir una nueva vida de Poder. 1. PODER SOBRE LA INFLUENCIA DEL PECADO. Debe usted entender que Dios lo ha dotado de la capacidad para demostrar su victoria en la cruz. Si bien el maligno intentará bloquear su desarrollo, la Biblia dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne (personas), sino contra... huestes espirituales de maldad...” (Efesios 6:12). Por eso se nos exhorta: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del Diablo” (Efesios6:11). Jesús dijo: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos...” (Hechos 1:8), es decir, el Espíritu Santo nos dio la capacidad para mostrar a Jesús en distintas situaciones de todo orden. Tenga siempre presente que Satanás no conquista, él toma terreno que nosotros cedemos, él no puede irrumpir en una vida si esta es obediente al Señor. Tampoco irrumpe en una iglesia, si dicha iglesia procura hacer su voluntad con esmero, por tal razón, la victoria final depende de usted y de la gracia de Dios; y no de otra cosa. 2. PODER PARA MANIFESTAR LAS CUALIDADES DEL CARÁCTER CRISTIANO. Dichas cualidades se manifiestan con el auxilio del Espíritu Santo, la Biblia dice: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”(Gálatas 5:22-23). Para

manifestar estas cualidades se debe estar en armonía con Dios, en paz consigo mismo y con los hermanos. 3. PODER PARA SERVIR. Su Padre espera también que usted sea un fiel discípulo en su causa. Pero, ¿cómo lograr esto? El auxilio del Espíritu Santo, a través de la Biblia le capacitará, y hará posible lo que para usted por sí sólo es imposible. Dios quiere que entienda y practique el servicio a los necesitados como una parte inherente del Evangelio. El Evangelio no es solamente un discurso verbal a ser anunciado, es también un compromiso de servicio y amor. Usted puede servir a nivel personal con los recursos que tiene, puede servir organizadamente a través de la iglesia y en todos los niveles posibles. En todas estas tareas usted comprobará que el Espíritu Santo le ayudará dándole confianza, seguridad y brindándole la oportunidad propicia para poder hacerlo. LECTURA BÍBLICA: Juan 19, 20, 21. CUESTIONARIO 1. ¿En qué sentido se usa la palabra poder? 2. Escriba las tres áreas señaladas en la lección, dónde opera el poder del Señor. 3. Organice con su Maestro una actividad relacionada con alguna de las tres áreas mencionadas en la pregunta dos. ___________________________________________________________________

CAPÍTULO 2 EL DESARROLLO DE SU NUEVA VIDA

LECCIONES 1. Dios, el Autor de la vida. 2. El hombre. 3. Jesucristo, el Señor y Salvador. 4. La seguridad de su Salvación. 5. Viviendo su nueva vida. 6. Guía devocional. INTRODUCCIÓN Ha pasado cierto tiempo desde que usted aceptó a Jesucristo como su Señor y Salvador personal. Ya terminó las primeras lecciones del capítulo primero, Su Nueva Vida, introduciéndose así a la familia de la fe. Además está aprendiendo a valorar la nueva perspectiva que ha tomado su vida. Todo esto está relacionado con el desarrollo que debe experimentar cada cristiano. Sin embargo, esto es sólo el comienzo, aún queda mucho por recorrer en camino con Jesucristo. ES POSIBLE QUE EL ENTUSIASMO HAYA DISMINUIDO, que no sienta lo mismo que cuando recién aceptó a Jesús. Recuerde que ser cristiano no es asunto de sentimiento solamente, sino es un hecho de fe en lo que la Palabra de Dios dice respecto a todos los que creen en El. SEGURAMENTE SE LE HAN PRESENTADOS PROBLEMAS, los familiares, vecinos, amigos, compañeros de trabajo o estudio, han ejercido presión respecto de su nuevo estilo de vida. Esta situación continuará en mayor o menor grado durante su vida cristiana, pero no olvide, los que son verdaderos hijos de Dios tendrán fuerzas y sabiduría para enfrentar las distintas situaciones y salir adelante.

SEGURAMENTE NO COMPRENDE MUCHAS COSAS QUE SUCEDEN, es normal que esto ocurra, ya que usted ha entrado en un nuevo esquema de vida. Está participando en una nueva comunidad (IGLESIA). Tiene una nueva visión del mundo que le rodea, todo esto, produce dificultades para comprenderlo en tan breve período de tiempo, a medida que pase el tiempo irá comprendiendo con mayor claridad lo que sucede con su nueva vida. ES POSIBLE QUE USTED ESTÉ PARTICIPANDO CON ENTUSIASMO EN SUS NUEVAS TAREAS CRISTIANAS, lo que ha resultado en gran bendición para su vida, con todo, siempre habrá nuevos desafíos y mayores logros por delante. Este capítulo le ayudará a confirmar sus pasos en el proceso de desarrollo en Cristo. Hay cinco breves lecciones sobre algunas de las doctrinas de la Biblia, presentadas en forma resumida, incluyendo lo más necesario que usted debe comprender por ahora. La segunda parte presenta cinco guías devocionales con una evaluación, además incluye cinco actividades prácticas que usted debe realizar junto a su maestro. Este plan tiene el propósito de formar costumbres positivas que signifiquen un constante desarrollo en su vida. PLAN DE ACCIÓN 1. Lectura diaria de la Biblia. 2. Oración diaria. 3. Participación en las tareas de la iglesia. • Adoración (participar de los cultos). • Proclamación (compartir su fe con otros). • Enseñanza (Asistir al estudio bíblico y memorizar un texto semanal) • Servicio (participar en un programa de ayuda a la iglesia). • Comunión (realizar una visita semanal a un hermano con su maestro).

Decídase cuando empezar, anote la fecha de domingo a sábado arriba de la hoja de la primera semana, como se indica en la página. No se desanime, si no alcanza a hacerlo todo en la primera semana; con dedicación, pida la ayuda a Dios, y empiece la segunda semana con el ánimo de hacerlo mejor. La Biblia enseña que “... todos lo que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” (Romanos 8:14). Y el Espíritu de Dios promueve la adoración a Dios, el anunciar con poder la verdad de Jesús, escudriñar con entusiasmo las Escrituras, servir en el Espíritu de Jesús, buscar la comunión con los hermanos, todo requiere esfuerzo y tiempo de usted y de su maestro. Que Dios le bendiga. ___________________________________________________________________ LECCIÓN 1 Dios, el autor de la Vida La Biblia dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Estas primeras palabras dan por sentado la existencia de Dios y en ninguna parte de las Sagradas Escrituras encontramos un intento para explicar su origen. Dios existe, Dios es y siempre ha sido. Contrario a todo lo demás, Dios no fue creado, El es el creador. La Biblia dice: “... desde el siglo y hasta el siglo tú eres Dios” (Salmo 90:2). Dios es eterno, El ha existido siempre, trasciende al tiempo y al espacio, nosotros estamos acostumbrados a pensar en el tiempo en que se ha limitado a la historia. Sabemos algo del espacio dentro del cual está ubicado nuestro planeta y lo que hay más allá en el universo, pero Dios está por sobre el espacio. Siendo creador, es el autor de la vida. Todo cuanto vive tuvo su origen en su plan y de acuerdo a su voluntad y todo subsiste por su poder “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra... es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas” (Hechos 17:24-25).

La Biblia dice: “Nadie ha visto jamás a Dios...” (1ª Juan 4:12). Sin embargo, Dios se ha dado a conocer y la Biblia es el relato de esa revelación. Si uno quisiera saber como es Dios, tiene que leer su Palabra y se dará cuenta que sólo Jesucristo a revelado a Dios. Conocer a Jesús es conocer a Dios. La Biblia dice: “... El que me ha visto a mí, ha visto al Padre...” (Juan 14:9). La Biblia dice “... sed santos, porque yo soy santo” (1ª Pedro 1:16). Dios es perfecto y no ha sido contaminado por la maldad, sus motivaciones corresponden a la más clara verdad, su acción es siempre buscando el bien de los hombres y del mundo, es decir, santidad de hecho. La Biblia dice: “Justo eres tú, oh Jehová...” (Jeremías 12:1). Dios es justo y obra con justicia, y exige justicia de parte de sus criaturas en su relación para con El; como en todas las órdenes del mundo. Fue la justicia lo que demandó la expiación del pecado. La Biblia dice: “... Dios es amor” (1ª Juan 4:8). Dios muestra este amor en su cuidadosa bendición y perdón, este amor es inalterable, no es aislado de su justicia, de su santidad, ni de su ira (conmiseración), es amor justo, sano y amor eterno. Dios se revela a su vez como persona, aunque sin un cuerpo como el nuestro, pero sí con las características de acción, sentido y comunicación. La Biblia describe a Dios en forma figurada diciendo que tiene corazón, brazos, ojos y pies, sin que estos signifiquen necesariamente que tenga un cuerpo físico; si no sólo para darnos a entender mejor como es El. Tales expresiones de función demuestran características de la personalidad de Dios. Siendo que el hombre también es persona, puede llegar a conocerle. El Dios que “oye”, “ve” y “habla” se comunica con el hombre que también posee estas características. Cuando nos integramos al proyecto de Dios, estamos promoviendo un proyecto de vida “vida abundante”, vida con sentido, vida con propósito, no en una sub-vida, o vida de baja calidad, es vida en abundancia, en alianza con el Señor de la vida. Esto nos desafía a promover la vida y oponernos a toda forma de acción de individuo o grupo que atenten contra la vida.

CUESTIONARIO 1. ¿Qué significa las palabras “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”? 2. Escriba en forma práctica como vivir nuestra santidad en el mundo. 3. Mencione tres maneras como el cristiano promueve la justicia. 4. ¿Es la ecología una responsabilidad de los cristianos? Sí ( ) No ( ) ¿Por qué? 5. Comente con su maestro que significa promover un nuevo estilo de vida, y escriba sus conclusiones. ___________________________________________________________________ LECCIÓN 2 El hombre como Ser Natural y Espiritual EL HOMBRE COMO SER NATURAL. El hombre es natural. “... Dios formó al hombre del polvo de la tierra...” (Génesis 2:7). El hombre es natural en el sentido que es materia como todo lo creado. Su físico pertenece a este mundo, su cuerpo lo identifica y lo relaciona con la creación. Está sujeto a las leyes naturales y por ende nace, vive y muere. El hombre se desenvuelve dentro del ambiente que Dios ha creado para su bienestar, es importante observar que el hombre fue lo último que Dios hizo. El relato de la creación en Génesis cap. 1 dice que sólo cuando todas las cosas estaban en su lugar, “y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó...” (Génesis 1:27). Y añade “Y dijo Dios: He aquí os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer” (Génesis 1:29). El hombre ha sido colocado por Dios en un nivel único en relación ala creación, dice el Salmista: “Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las

obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies” (Salmo 8:5-6). Esto significa que el hombre es superior a todo lo creado, porque fue hecho a la imagen de Dios. Su rol de administrador de las obras de Dios es evidencia de la responsabilidad que tiene dentro de la creación. El hombre es una criatura inteligente capaz de actuar bajo el control de Dios y dentro de su voluntad, es creativo y puede diseñar y llevar a cabo proyectos, empleando las cosas hechas por Dios. El hombre tiene la capacidad de amar y ser amado, relacionarse afectivamente con otras personas y seres de la creación, tiene la capacidad de tomar decisiones y ser responsable por ellas. EL HOMBRE COMO SER ESPIRITUAL. En la historia de la creación leemos “... Entonces Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7). El “aliento”, se refiere al espíritu (aliento de vida) que Dios puso dentro del cuerpo para así contemplar al ser humano. En referencia a la muerte física, Eclesiastés 12:7 dice: “Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio” y en relación a lo mismo dice: “... y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin” (Eclesiastés 3:11). Estos textos sirven de evidencia de la dimensión espiritual del hombre. Junto con tener un cuerpo tiene también un espíritu, y la unión de estos dos es lo que llamamos alma. El hombre llega al conocimiento de Dios porque el Espíritu Santo le persuade del pecado, disponiéndolo a entrar en comunión con Dios, 1ª Juan 1:3 dice: “... y nuestra comunión verdaderamente es como el Padre, y con su Hijo Jesucristo...”. Esta aspiración de lo divino, la búsqueda incesante por el sentido trascendente le da al hombre esa dimensión espiritual. El hombre cristiano es el que ha asumido un nuevo estilo de vida en el Reino inaugurado por Jesús, con nuevos valores que desea practicar, con nuevos propósito que desea realizar, impulsado por el Espíritu Santo. El hombre cristiano no es necesariamente un hombre perfecto, pero sí con anhelos concretos de servir a Dios, y obedecerle en todo cuanto sea

menester. El ser humano está sujeto a las contingencias diarias de este mundo, como todos, tiene aflicciones, problemas y sufrimientos propios de su condición de hombre, tiene que trabajar, proveer para sus necesidades y la de su familia, velar por su bienestar, está expuesto a enfermedades, siendo su vida una lucha constante por vivir; el gozo y la tristeza son dos realidades que golpean a la puerta de un mismo corazón. CUESTIONARIO 1. ¿Qué entiende por “El hombre como ser natural”? 2. ¿Cómo puede llegar el hombre al conocimiento de Dios? 3. Anote lo que usted entiende por valores cristianos. 4. Mencione tres valores cristianos y coméntelos con su maestro. ___________________________________________________________________ LECCIÓN 3 Jesucristo, Señor y Salvador La comunión con Dios de parte del hombre es posible gracias a la iniciativa de Dios. En su condición “natural” el hombre está separado de Dios a causa de su pecado, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). El hombre no es solamente culpable de haber ofendido a Dios, sino también incapaz de remediar su pasado o rectificar su modo de vida. En estas circunstancias Dios toma la iniciativa para darse a conocer concretamente en Jesucristo proponiéndose al hombre como “el camino, la verdad y la vida”. VEAMOS, SOMERAMENTE, EL SIGNIFICADO DE TAL HECHO. En el amanecer de la creación existía una armonía y perfección sin par “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera...” (Génesis 1:31). Nada hacía pensar que la armonía, la plenitud de vida en un ambiente de felicidad y gozo se vería empañada por la ruptura,

pero penetró en este paraíso el pecado en forma de duda, desconfianza, rebeldía y desobediencia por parte de Adán y Eva. “Por tanto, el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuánto todos pecaron” (Romanos 5:12). El hombre perdió su condición de inocente y pasó a ser culpable delante de Dios. LAS CONSECUENCIAS FUERON MÚLTIPLES. • Expulsado de la presencia de Dios (Génesis 3:24). • Separado de Dios y condenado a muerte (Romanos 6:23). • Librado a su propia suerte, su existencia se convirtió en una tremenda carga, arrastrando consigo consecuencias cósmicas (Génesis 3:17-18). Este tremendo cambio dejó al hombre sin ninguna posibilidad de renovar la comunión con Dios, no le quedaba esperanza alguna de ser aceptado por Dios por sus propios méritos. Este hecho deja de manifiesto la gravedad del pecado y las desastrosas consecuencias que éste acarrea. Frente a la realidad de la eterna condenación del hombre, Dios actúa encarnándose en la persona de su Hijo, Jesucristo. El anuncio de su nacimiento declara: “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS (Salvador), porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). Este mensaje nos indica el propósito de su venida al mundo, también leemos: “Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Es importante recalcar las palabras: “Cristo murió por nosotros”, tomando nuestro lugar, su objetivo fue nuestra liberación. Su misión no fue un mero pasar por este mundo, sino que además asumió responsablemente la sentencia de condenación sobre la humanidad. La justicia debía cumplirse, como alguien dijo: “El sufrimiento y la muerte de Cristo por nosotros, reemplaza la condenación que amenaza al hombre pecador”. Esta obra redentora de Cristo ha sido aceptada por Dios en lugar del castigo eterno que aguardaba al hombre.

El hombre puede hacer suya esta salvación por medio del arrepentimiento y la fe. Arrepentirse significa cambiar de parecer. La persona cambia su actitud en cuanto a su pecado. Esto incluye (1) el reconocimiento de ser pecador, (2) sentir el peso de su pecado, (3) confesar su pecado a Dios y (4) alejarse del pecado. Sólo entonces puede haber evidencia de un cambio de vida. Pero Jesús, además de ser Señor, viene a ser también “Salvador de la vida”, de quienes le reciban. El ángel que habló a los pastores del nacimiento de Jesús decía: “Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el CRISTO el Señor” (Lucas 2:11). El Señor del universo llegó a su universo. Y ese mismo Jesús llega a la vida de cada persona que le acepte. “Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. (Romanos 10:9). Pero la verdad es que la seguridad de la Salvación no depende de nosotros ni de nuestro sentimiento ni del estado de ánimo. La Salvación es un hecho que no se puede deshacer. Fue un acto de Dios que nos salvó y el poder de Dios nos conserva. La Biblia nos dice: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6). Aquí se refiere a la obra de Salvación hecha en nosotros por Dios a través de Jesucristo y que el mismo continuará haciendo en nosotros por su Espíritu Santo, hasta que Cristo regrese otra vez: “Yo sé en quién he puesto mi confianza; y estoy seguro que él tiene poder para guardarme hasta aquel día lo que me ha encomendado” (2ª Timoteo 1:12, versión DHH). Los dos textos expresan la confianza de uno que cree en Dios. Reconocer a Jesús como soberano implica poner una nota crítica sobre todo aquello que pretenda arrogarse el título de Señor, sea esto un individuo, una ideología, un sistema de gobierno, una religión, una estructura social que usurpe el lugar que sólo le corresponde a Dios. “Jesucristo es el Señor” fue el mensaje de la iglesia primitiva, aún en contra del pensamiento popular de esa época que César era el Señor. El mismo grado de comprensión y compromiso se demanda hoy día de sus discípulos. En el Nuevo Testamento aparece muy pocas veces la palabra

Salvación en relación a la obra de Jesús, en cambio el concepto de Señorío es una nota fuerte en todos los escritos paulinos. La Salvación es inseparable del Señorío, no es posible aceptar al Cristo Salvador sin aceptar al Cristo Señor; Señor y Salvador son dos verdades de un mismo hecho. La Biblia dice: “... nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por medio del Espíritu Santo” (1ª Corintios 12:3). Tenemos el auxilio del Espíritu Santo que nos alimenta continuamente en este proceso de hacer a Cristo el Señor de nuestras vidas. Por esto cada discípulo de Cristo debe revisar continuamente su andar con el fin de ser fiel en todo a su Señor, tanto de su vida como de toda la creación, a fin de que todo rinda honor a Jesús. CUESTIONARIO 1. Comente con su maestro el significado de la frase: “Destituidos de la gloria de Dios”. 2. ¿En qué forma se manifestó el pecado a Adán y Eva? 3. Escriba las consecuencias del pecado señaladas en esta lección. 4. ¿Cómo el hombre puede hacer suya la Salvación que Cristo ofrece? 5. ¿Qué es lo correcto decir? (Comente con su maestro). a) Jesucristo es Señor y Salvador. b) Jesucristo es Salvador y Señor. ___________________________________________________________________ LECCIÓN 4 La Seguridad de su Salvación La seguridad es un anhelo de todos, una necesidad básica del ser humano. Cada uno busca a alguien o algo en qué poder confiar, una ideología de moda, un ídolo, un título profesional, una casa, una renta alta, un líder, etc.,

(cosas que sin ser malas en sí misma, puede ser perjudiciales cuando toman el lugar que a Dios le corresponde). La inseguridad produce inestabilidad y hasta un desequilibrio en la persona, llegando a convertirse en una enfermedad, cada persona necesita satisfacer este profundo sentimiento. No es menos importante que en la Nueva Vida en Cristo, la seguridad de nuestra experiencia con El sea la certeza absoluta. Una recién convertido podría dudar de su Salvación por falta de conocimiento de la Biblia y sus enseñanzas al respecto. ¿Podría Dios salvar a una persona como yo? ¿Es cierto que Dios me ama? ¿Podré yo seguir en éste camino nuevo? ¿Podré yo perseverar en la vida cristiana? Estas y otras preguntas podrían venir a la mente del nuevo creyente, pero cualquiera que sea la causa inmediata que las motive, procure siempre la orientación de la Biblia; recuerde que a mayor estudio de la Palabra, mayor confianza en Dios. Hablando de esta seguridad, Cristo nos dice: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de las manos de mi Padre” (Juan 10:27-29). La afirmación de Cristo es muy clara y se puede puntualizar en lo siguiente: • La Salvación es eterna. • La vida eterna se realiza en comunión con Jesús. • La vida eterna está garantizada por el cuidado fiel de Dios. • La vida eterna es una realidad basada en el amor de Dios, la obra redentora de Cristo y la fe de uno en las promesas de Dios de salvar a los que creen en El (Juan 5:24). Si podemos confiar en que Dios perdona nuestros pecados y nos salva, también debemos confiar en que él nos guarda en esta Salvación. Tal confianza nos da la seguridad que necesitamos para estar firmes en nuestra vida. La Biblia menciona muchas veces la esperanza que tenemos en Cristo. La palabra “esperanza” no tiene la idea de “ojalá” o de “tal vez” sino de algo seguro. Nuestra esperanza de gloria en el cielo con Dios es el resultado de la Salvación y es segura como Dios mismo.

El hijo de Dios sigue siendo imperfecto, pero aspira a llegar a la perfección desarrollando las virtudes cristianas. En este esfuerzo de superación cristiana cuenta con la ayuda de Dios: “Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal” (2ª Tesalonicenses 3:3). A pesar de todo el creyente podría caer en el pecado, pero OJO no vivir en el pecado; es posible que el sentimiento de culta le cause dudas respecto de su Salvación, pero no olvide que la Biblia es muy clara al respecto: “Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiera pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo” (1ª Juan 2:1). “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1ª Juan 1:9). El pecado no nos quita la Salvación, pero altera nuestras relaciones con Dios, la creación y nuestro prójimo. Dios quiere que tengamos la seguridad de nuestra relación con El y así gozarnos en nuestra vida y ser utilizados como siervos suyos. La seguridad de la Salvación nos libra de las dudas que podrían impedir nuestra plena realización como cristianos. Dios no promueve la religión del miedo ni la inseguridad, El es nuestro Padre amoroso, amante Pastor de las ovejas, este solo hecho debe conducirnos a caminar con lealtad y compromiso en su Reino. CUESTIONARIO 1. ¿Está seguro de su Salvación? ( ) Mucho. ( ) Más o menos. ( ) Poco. ( ) No sé. 2. Cualquiera haya sido su respuesta coméntela con su maestro (escriba el comentario). 3. Escriba dos textos que fundamentan la seguridad de la Salvación en ésta lección.

LECCIÓN 5 Viviendo su Nueva Vida Su nueva vida en Cristo se manifiesta en sus nuevas relaciones consigo mismo, con Dios, con la creación y con su prójimo. Esta nueva vida tiene como fuente, el estudio y conocimiento de la Palabra de Dios, y su estrecha comunión con Jesucristo. Si usted es fiel en el seguimiento a Jesús, su vida gravitará inevitablemente en el medio que se desenvuelve, esto es lo que llamamos “Testimonio”. La Biblia dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17). Es decir, si alguno está en Cristo, tiene nuevos valores, nuevas acciones, nuevos ideales. El cristiano tiene vida eterna, lo que significa en la vida cotidiana cómo va a vivir no cuánto va a vivir. Tiene que ver con su calidad de vida y no tanto con su cantidad de vida. Vida eterna es en palabras de Jesús, conocer a Dios, y conocer a Dios en la Biblia significa tener real y estrecha comunión con Dios (Juan 17:1-3). La frase “en Cristo” expresa una identificación con El. Uno se identifica con los valores del Señor, su propósito en venir al mundo, su misión redentora, su sacrificio personal y su rol de siervo. Su amor sirve de ejemplo para todos los que quieran agradar a Dios y ser útil para otros. Vivir su Nueva Vida significa imitar en todo lo posible a Cristo. La Biblia dice: “... Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1ª Pedro 2:21). Hay otra frase que es citada muy a menudo en el Nuevo Testamento y que indica nuestra relación con Cristo: “Cristo en nosotros...” implica esto, una actitud hacia la vida eterna, en el espíritu de las bienaventuranzas anunciadas por Jesús en el Sermón del Monte. La Biblia dice: “No os conforméis a este siglo (mundo – falsos modelos de vida), sino transformados por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2). Este mandato apunta a la diferencia que debe haber entre lo que éramos y lo que ahora somos en Cristo. Sin duda que éste cambio es más fácil proclamarlo que vivirlo, Dios lo sabe y

por eso nos ofrece su apoyo constante. La Biblia dice: “Pues Dios es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien les ayuda a llevarlos a cabo según su buena voluntad” (Filipenses 2:13 VP). La Biblia dice: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu” (Gálatas 5:25). Es decir, la Biblia nos llama a andar sintonizados con Dios, es la seguridad que el Espíritu Santo está con nosotros cada día. La Nueva Vida en Cristo se manifiesta en la restauración de la armonía consigo mismo expresada en las cualidades del carácter cristiano según Gálatas 5:22-23. Estas cualidades se manifiestan en directa concordancia con la disposición que tengamos de obedecerle en todo. La Nueva Vida en Cristo se manifiesta en la restauración de las relaciones con Dios, de enemigos pasamos ser amigos, de muerte (separación) pasamos a vida (comunión), de perdidos a rescatados, de culpados a perdonados, de bastardos a hijos. La Nueva Vida en Cristo se manifiesta en la restauración de sus relaciones con sus prójimos, característica marcada del pueblo de Dios a través de la historia. Jesús oró para que seamos uno, el apóstol Pablo habló reiteradamente de nuestro mensaje de reconciliación, el cristiano se caracteriza por construir puentes y no murallas. La Nueva Vida en Cristo se manifiesta en la restauración de sus relaciones con la creación, pues ha entendido que el mundo en el cual vive es creación de Dios y que ha sido hecho para su beneficio, cuidado y preservación (Génesis 1:28-31). La Nueva Vida en Cristo se manifiesta en la esperanza del cumplimiento de todos los propósitos de Dios con la Segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo (Romanos 8:17-18). CUESTIONARIO 1. Comente con su maestro la expresión “Cristo sea formado en vosotros” y ubíquela en el libro de Gálatas, escríbala. 2. Ubique y escriba las bienaventuranzas. 3. ¿A qué áreas afecta la Nueva Vida en Cristo?, escríbalas.

GUIA DEVOCIONAL PRIMERA SEMANA:________ DE ________ A ________ DE________ DOMINGO Asistí a la Escuela de Enseñanza Bíblica ( ) Sí ( ) No Tema de la lección ___________________________________________________________ Asistí al culto de adoración ( ) Sí ( ) No Tema del Sermón ____________________________________________________________ Lectura Bíblica: Hechos 1 Oración LUNES MARTES Lectura Bíblica: Hechos 2 Lectura Bíblica: Hechos 3 Oración Oración MIÉRCOLES JUEVES Lectura Bíblica: Hechos 4 Lectura Bíblica: Hechos 5 Oración Oración VIERNES SÁBADO Lectura Bíblica: Hechos 6 Lectura Bíblica: Hechos 7 Oración Oración El sábado realizar visita de fraternidad a un anciano de la Iglesia, en compañía del maestro. Escriba el nombre del anciano ____________________. Escriba una breve oración ___________________________________________________________ Aprenda de memoria: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. (Hechos 4:12).

GUIA DEVOCIONAL SEGUNDA SEMANA:________ DE ________ A ________ DE _______ DOMINGO Asistí a la Escuela de Enseñanza Bíblica ( ) Sí ( ) No Tema de la lección ___________________________________________________________ Asistí al culto de adoración ( ) Sí ( ) No Escriba el nombre del himno que le gustó ___________________________________________________________ Lectura Bíblica: Hechos 8 Oración LUNES MARTES Lectura Bíblica: Hechos 9 Lectura Bíblica: Hechos 10 Oración Oración MIÉRCOLES JUEVES Lectura Bíblica: Hechos 11 Lectura Bíblica: Hechos 12 Oración Oración VIERNES SÁBADO Lectura Bíblica: Hechos 13 Lectura Bíblica: Hechos 14 Oración El sábado realizar visita de fraternidad en compañía del maestro a un enfermo o hermano en situación de crisis. Oración Aprenda de memoria: “De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en El creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”. (Hechos 10:43).

GUIA DEVOCIONAL TERCERA SEMANA: _______ DE _______ A_________ DE________ DOMINGO Asistí a la Escuela de Enseñanza Bíblica ( ) Sí ( ) No Tema de la lección ___________________________________________________________ Asistí al culto de adoración ( ) Sí ( ) No Tema del Sermón ____________________________________________________________ Lectura Bíblica: Hechos 15 Oración LUNES MARTES Lectura Bíblica: Hechos 16 Lectura Bíblica: Hechos 17 Oración Oración MIÉRCOLES JUEVES Lectura Bíblica: Hechos 18 Lectura Bíblica: Hechos 19 Oración VIERNES SÁBADO Lectura Bíblica: Hechos 20 Lectura Bíblica: Hechos 21 Oración Oración El sábado converse con algún familiar y cuéntele su experiencia con Cristo. Aprenda de memoria: “... Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. (Hechos 16:31).

GUIA DEVOCIONAL CUARTA SEMANA: ________ DE ________ A _______ DE _______ DOMINGO Asistí a la Escuela de Enseñanza Bíblica ( ) Sí ( ) No Tema de la lección ___________________________________________________________ Asistí al culto de adoración ( ) Sí ( ) No Tema del Sermón ____________________________________________________________ Lectura Bíblica: Hechos 22 Oración LUNES MARTES Lectura Bíblica: Hechos 23 Lectura Bíblica: Hechos 24 Oración Oración MIÉRCOLES JUEVES Lectura Bíblica: Hechos 25 Lectura Bíblica: Hechos 26 Oración Oración VIERNES SÁBADO Lectura Bíblica: Hechos 27 Lectura Bíblica: Hechos 28 Oración Comente con su maestro, el texto Hechos 28:30-31 y vea como se aplica a su vida cristiana en el ambiente donde usted está. ¿Cómo evalúa su rendimiento habiendo terminado su etapa? ( ) Bueno ( ) Regular ( ) Malo ( ) Pésimo (Comente su evaluación con su maestro).

CAPÍTULO 3 LA INTEGRACIÓN DE SU NUEVA VIDA

LECCIONES 1. Qué es la iglesia. 2. Cómo llegar a ser miembro de la iglesia. 3. El significado de ser miembro de la iglesia. 4. El pacto de la iglesia. 5. La Cena del Señor. 6. La mayordomía de la vida. INTRODUCCIÓN El desarrollo de su nueva vida ha seguido en forma progresiva en compañía de otras personas de su misma fe. Como se habrá dado cuenta la mayoría de ellos ya son miembros de la iglesia lo que los identifica a unos con otros. Esta “familia” cristiana debe llegar a ser su familia, ya que usted al igual que ellos, deberá hacer público su compromiso con Cristo a través del bautismo. Ser miembro de este “cuerpo” de Cristo es el próximo paso normal para alguien como usted que quiere andar en obediencia. El propósito de este estudio es darle una orientación adecuada para tan importante paso. Este no es un curso de doctrina, sino solamente son algunas orientaciones indispensables para su desarrollo cristiano. El fortalecimiento de su fe y confirmación de su experiencia cristiana dependen en gran parte de su regular y sostenida relación con otros hermanos. Este compañerismo se encuentra en la adoración a Dios, en la proclamación, en el estudio de la Biblia, en el servicio, y en la comunión, actividades que son propias y necesarias en la comunidad de los redimidos por Cristo. Usted necesita la iglesia y la iglesia lo necesita a usted, ésta ha sido dada como instrumento en el mundo donde usted llega a ser parte de tan noble empresa que tiene proyecciones de por vida y más allá de esta vida.

LECCIÓN 1 ¿Qué es la Iglesia? Hay una variedad de usos acerca de la palabra IGLESIA. Algunos la asocian con el edificio, otros usan el término para referirse a una agrupación de congregaciones como una denominación. En el Nuevo Testamento el concepto IGLESIA se usa en dos sentidos. IGLESIA UNIVERSAL. Es la totalidad de los creyentes redimidos por CRISTO a través de todo el mundo, en todo el transcurso de la historia sin hacer ninguna distinción de cultura, lengua, raza o estrato social. IGLESIA LOCAL. En el Nuevo Testamento se usa la palabra “asamblea” para referirse a la congregación de creyentes convocados para una misión. La primera iglesia cristiana propiamente tal, aparece en el tiempo de los apóstoles y estaba formada por lo que habían sido discípulos de Jesús. En el día de “Pentecostés”, fueron añadidos a la iglesia “solamente los que eran salvos y que recibieron con gozo la palabra” (Hechos 2:40-41), es por esto que afirmamos que la iglesia la componen de acuerdo a lo que la Biblia enseña, solamente aquellos que verdaderamente han creído en Cristo y cuyas vidas han sido reorientadas por la acción del Espíritu Santo en ellos. Los que aceptan a Jesucristo como Señor pertenecen entonces a la “familia de Dios” y esta familia expresa su fe y servicio a Dios en lo que conocemos como la IGLESIA. También encontramos en el Nuevo Testamento las siguientes figuras para referirse a iglesia: 1. “Cuerpo de Cristo” (Efesios 4:16). Para referirse a la armonía, interdependencia y dependencia de Cristo como Cabeza de ella. 2. “Edificio de Dios” (1ª Corintios 3:9). Para referirse a la misma perspectiva que deben tener los miembros que la componen. 3. “La Esposa” (Apocalipsis 21:9; 22:17). Para referirse a la santidad y fidelidad que debe caracterizar la vida de la iglesia.

Podríamos decir entonces, que una iglesia es una comunidad que confiesa a Jesús como Señor y Salvador, esforzándose por ser fiel a todas las demandas del Evangelio. En este sentido hablamos de iglesias locales. La iglesia local constituye la organización creada por Dios para expresar libremente los cinco propósitos de los cuales hemos estado hablando (Adoración, Proclamación, Servicio, Enseñanza y Comunión). Siendo la iglesia un grupo de convocados a un nuevo estilo de vida, se produce un marcado contraste entre ella y el entorno en el que se desenvuelve. PROPÓSITOS DE LA IGLESIA 1. La iglesia promueve la Adoración a Dios en cultos organizados con este propósito en conjunto con otros creyentes, en reverencia y reconocimiento de lo que Dios es. Los himnos, los coros, las oraciones, la lectura de la Biblia y la exhortación de la Palabra contribuyen a la verdadera adoración. 2. La iglesia promueve la Proclamación anunciando en todo lugar y a todo hombre que “... Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11) . 3. La iglesia promueve la Enseñanza, por tal motivo se adhiere a las Sagradas Escrituras como un compromiso de fe y obediencia, con el propósito que todos lleguen “... a la unidad de la fe y al conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto...” (Efesios 4:13). 4. La iglesia promueve el Servicio, tanto al interior de ella como a todos los necesitados; como asamblea de creyentes, representa a Dios en su medio ambiente, la iglesia es el brazo de Dios para socorrer a los necesitados. (Gálatas 6:9-10). 5. La iglesia promueve la Comunión en todos los niveles posibles, exhortando al compañerismo, reconciliación mutua y también al amor, con tal entusiasmo que sea evidente a todas las personas (Hechos 2:46-47).

Una iglesia bautista funciona por lo general en el siguiente esquema: Cada creyente es un sacerdote, responsable directo del que hacer de la iglesia. La tarea es de todos y las decisiones se toman entre todos. El pastor es guía, capacitador, consejero y coordinador, de tal modo que la tarea sea fiel al Evangelio; ante lo cual la iglesia nombra ministros para cada área de acción. Finalmente la iglesia es usted, con su testimonio, su dedicación, sus talentos y dones, que por gracia cada creyente recibe de Dios como una herramienta para un mejor servicio. CUESTIONARIO 1. ¿Qué significa la palabra iglesia? 2. ¿Quiénes componen la iglesia universal? 3. Escriba los cinco propósitos de la iglesia. 4. Con el conocimiento que usted tiene hasta ahora, ¿En qué áreas de trabajo, dentro de los propósitos de la iglesia, desea servir? ___________________________________________________________________ LECCIÓN 2 Cómo llegar a ser Miembro de la Iglesia Producida la conversión (cambio de estilo de vida) de una persona, se inicia un proceso que pasa por el bautismo. En el libro de Los Hechos de los Apóstoles, leemos: “... los que recibieron su palabra fueron bautizados...” (Hechos 2:41), y “...cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el Evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres” (Hechos 8:12). Nótese estas tres palabras claves: OIR, RECIBIR, CREER y después de esto viene el bautismo. Es la experiencia de ser bautizado para llevar al creyente a ser miembro de la iglesia.

Los bautistas consideramos el bautismo como una “ordenanza” siendo que Jesús dijo a sus discípulos: “... Yendo, haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, y del Hijo y el Espíritu Santo” (Mateo 28:19). El creyente debe entender que el bautismo no salva, ni santifica, ni concede alguna gracia especial, sino que es un símbolo exterior de una experiencia interior, por esta razón, afirmamos que al igual que la ordenanza de la Santa Cena, este no es un sacramento, (sacramento es la creencia común en ciertas iglesias, que la práctica de ellos, conlleva bendición en sí misma). En algunas tradiciones religiosas cristianas, el bautismo ha sido cambiado en su significado y en su práctica. Aunque todos en general aceptan que Jesús fue bautizado por inmersión (sumergido bajo el agua), a través de los siglos, a perdido de vista la forma y significado para acomodarlo a interpretaciones o conveniencias humanas. Se considera importante la forma de bautismo por dos razones. Primero, porque la palabra bautizar significa sumergir, por consecuencia creemos que la forma correcta de bautizar es sumergiendo. En segundo lugar, el bautismo en agua simboliza la muerte y sepultura a la antigua manera de vivir, y resurrección a un nuevo estilo de vida (Romanos 6:4). Tampoco creemos que el bautismo debe administrarse a personas que no son capaces de discernir conscientemente el significado de esta ordenanza, por lo cual descartamos la posibilidad del bautismo de infantes (bebés). Para ser miembro de una iglesia bautista, debe tener en claro los siguientes hechos: 1. Su experiencia de Salvación. 2. Un conocimiento de las Enseñanzas de Jesús. 3. Instrucción básica del significado de la Iglesia y sus propósitos. 4. Un sincero deseo de Servir e Imitar a Jesús. También es posible llegar a ser miembro de una iglesia bautista por medio de una “carta de transferencia” (recomendación escrita de otra iglesia bautista). En algunos casos es posible también llegar a ser miembro de la iglesia por “testimonio”, es decir, personas que vengan de otras iglesias que

no son bautistas, pero que tengan afinidad con nuestras prácticas y principios. En el lapso entre la conversión y el bautismo no está sujeto a ninguna regla especial, quedando a criterio de la iglesia y el pastor. El bautismo es un acto de obediencia al Señor, reservando para los que han recibido a Cristo en su vida, es de primordial importancia recalcar que no es una opción, sino un deber que formaliza públicamente en la iglesia. CUESTIONARIO 1. ¿Qué es el bautismo? 2. ¿Cómo es posible llegar a ser miembro de una iglesia bautista? 3. En compañía de su maestro entreviste al Pastor, un Diácono y a un miembro de la iglesia de lo que significa para ellos el bautismo. Anote sus respuestas. ___________________________________________________________________ LECCIÓN 3 El Significado de Ser Miembro de la Iglesia Cuando el creyente ha decidido unirse a una iglesia, es porque ha creído en el Señor Dios y quiere comprometerse con ella, y se da cuenta que es a través de ella donde él puede expresar este compromiso. Como miembro de la iglesia está en condiciones de tomar un lugar junto a otros miembros. Deja de ser mero espectador para pasar a convertirse en un fervoroso y consagrado participante del cuerpo de Cristo. El ser miembro de la iglesia nos otorga bendiciones y privilegios, alegría y esperanzas, pero al mismo tiempo contraeremos obligaciones y responsabilidades las que como buenos mayordomos debemos cumplir en forma inteligente y esmerada, lo cual es la única forma de agradar a aquel que “nos sacó de las tinieblas a su luz admirable”.

¿Qué significa entonces ser miembro de la iglesia? Veamos algunos aspectos de esta relación que le ayudarán desde el primer momento a tener una claridad al respecto. Significa asumir con entusiasmo, la adoración, la proclamación, la enseñanza, el servicio y la comunión en compañía de otros hermanos. La iglesia se debe a un testimonio completo sin desatender ninguna de éstas áreas lo que tiene las siguientes implicancias: 1. Mantener una calidad de vida consecuente con los valores del reino manifestado en Cristo. La diferencia que produce el cristianismo es una fuerza, no estamos llamados a “mimetizarnos con los demás”, sino a imponer una vida realmente diferente, fiel a Jesucristo. 2. Confesar su propia imperfección. Por consiguiente, la necesaria dependencia mutua y la dependencia a todos a la dirección del Espíritu Santo. 3. Integrarse a un programa de trabajo de la iglesia, como cualquiera agrupación de personas con propósitos definidos, que atiendan los cinco propósitos de la iglesia, de acuerdo a sus talentos, dones y capacidades dadas por Dios. LA IGLESIA EXISTE PARA: • Adorar. • Proclamar. • Enseñar. • Servir. • Estar en comunión. Todos estos cinco propósitos de la iglesia requieren personas que los lleven adelante. Creyentes dispuestos a que el Evangelio sea algo concreto en la vida cotidiana, usted ha sido llamado para realizar estas tareas, no es un espectador de lo que ocurre en la iglesia, es un constante obrero en el reino de Dios, Jesús no nos llama a vestirnos de frac, sino a ponernos overol del

reino, como dijo Juan Mackay en su tiempo “... somos el pueblo del camino y no del balcón...”. Además de esto hay creyentes que se dedican a las tareas administrativas que son igualmente importantes en el que hacer de la iglesia. Ejemplo: Secretaria, tesoreros, profesores, consejeros, músicos, ofrenderos, guarda templos, etc. CUESTIONARIO 1. Ser miembro de la iglesia es entrar en un club para que nos atiendan: ( ) V ( ) F 2. Ser miembro de la iglesia es satisfacer las necesidades religiosas que todos tenemos: ( ) V ( ) F 3. Escriba con sus propias palabras lo que significa ser miembro de la iglesia. 4. Comente con su maestro las tres preguntas anteriores. ___________________________________________________________________ LECCIÓN 4 El Pacto de la Iglesia Las iglesias bautistas no tienen oficiales eclesiásticos que las gobierne desde afuera ni un credo que las obligue a seguir. Creemos que la Biblia es la autoridad máxima y suficiente para nuestra fe y práctica. Pero sí, incluimos un pacto que ayude al nuevo creyente a tomar mayor conciencia de su calidad de miembro y a formalizar por escrito su disposición de servir al Señor. Un pacto es un acuerdo entre dos o más personas, donde se expresan los ideales a seguir en forma resumida. Constituye un compromiso serio de convivencia y servicio en nombre de Dios. El pacto que aquí se presenta es

el que más se usa entre los bautistas. Los que son miembros de la iglesia suscriben el pacto como una promesa de vivir de acuerdo con su contenido para la honra del Señor. EL PACTO DE LA IGLESIA. Teniendo la convicción de haber sido guiados por el Espíritu Santo a aceptar a Jesús como Señor y Salvador en fe y arrepentimiento, y habiendo sido bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, delante de Dios y presencia de esta congregación, hacemos pacto los unos con los otros en el gozo que nos une como un cuerpo que somos en Cristo. Prometemos con la ayuda del Espíritu Santo: • Andar juntos en amor cristiano, ayudándonos unos a otros. • Procurar el crecimiento numérico de esta iglesia, como de su calidad de vida. • Promover el desarrollo cristiano. • Asistir a los cultos con regularidad. • Estudiar y propagar las doctrinas de Jesús. • Participar en actividades de servicio a los necesitados. • Contribuir fija y gustosamente para el sostenimiento de los distintos ministerios y trabajos de la iglesia. Prometemos también: • Cultivar una vida devocional y familiar. • Educar cristianamente a nuestros hijos. • Promover la justicia en todos los niveles posibles. • Procurar la fidelidad en nuestros compromisos siendo irreprensibles en nuestra conducta. • Participar cuantas veces sea posible en la Cena del Señor. Prometemos además: • Recordarnos y estimularnos mutuamente a la oración. • Cultivar la cortesía y afectividad en nuestras acciones y conversaciones. • Mantener siempre una actitud reconciliadora en todo orden de cosas.

Prometemos finalmente: Que cuando tengamos que cambiar nuestra residencia a otro lugar, nos uniremos a otra iglesia, en donde podamos continuar desarrollando el espíritu de este pacto y los principios de la Palabra de Dios. * La introducción del pacto presenta su propósito. Uno afirma por medio de estas palabras su expresión de conversación. En forma pública está declarando su intensión de enrolarse en el servicio de Dios a través de la iglesia, participando en ella a fin de que sea un instrumento útil en la misión que él nos dejó. * El segundo párrafo indica la participación del individuo en la iglesia junto a los demás miembros. Aquí promete su trabajo, servicio y contribución económica para la extensión del reino. * El tercer párrafo trata de la vida personal del miembro. Para que la iglesia sea lo que debe ser, cada miembro es responsable de mantener un buen testimonio en la congregación como en su comunidad. * El cuarto párrafo presenta la vida dentro de la iglesia. Esta relación se basa en el amor porque la iglesia se compone de aquellos que han experimentado el amor de Dios. Este clima de amor debe caracterizar todo su que hacer como pueblo de Dios. * La conclusión se relaciona con la posibilidad de cambiar de residencia e integrarse a otra iglesia, en lo posible, bautista. La iglesia es importante para la vida del creyente y ninguno debe pretender servir a Dios sin esta relación, cuando nos integramos a la iglesia y afirmamos el pacto, aceptado dicha iglesia con sus luces y sombras, sus virtudes y carencias, para que juntos trabajemos por el Señor. CUESTIONARIO 1. ¿Qué creemos los bautistas respecto de la Biblia? 2. ¿Qué es un pacto? 3. Escriba cuatros aspectos que indica el pacto.

LECCIÓN 5 La Cena del Señor Jesucristo dejó mandatos a sus seguidores referentes a dos actos especiales: el Bautismo y la Cena del Señor. Dichos actos se conocen como ordenanzas. El Señor ordenó a sus discípulos dar testimonio público de su fe por el bautismo y a recordar su muerte y resurrección reafirmando la esperanza en la comunión en los santos que El vendrá otra vez. En la noche en que Jesús fue aprehendido para ser juzgado y después crucificado, se reunió con sus discípulos con una comida, y en el transcurso de ella les habló del significado profético de lo que hoy conocemos como la Cena del Señor. En la Escritura se usan varios nombres para referirse a este acto conmemorativo, Pablo lo menciona “Cena” en su carta a la iglesia en Corintios (1ª Corintios 11:20-22). Lucas utiliza el término “el partimiento de pan” (Lucas 24:35; Hechos 2:42-46; 20:11). Usamos el nombre CENA DEL SEÑOR por su naturaleza y por quien la ordenó. La ceremonia en sí no confiere ninguna gracia especial, pero nos proporciona la oportunidad de una comunión íntima con el Señor, en que reconocemos su sacrificio por el perdón de nuestros pecados. LA INSTITUCIÓN DE LA CENA. El pueblo de Israel celebrada varias fiestas para recordar grandes eventos de su historia. Una de ellas era la Pascua, recordando la liberación de sus antepasados de la esclavitud, en Éxodo 12:17 leemos: “Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras generaciones por costumbre perpetua”. En la oración de la celebración de esta fiesta con sus discípulos por última vez, Jesús, utilizando los elementos que se encontraban en la mesa anunciaba su muerte y daba instrucciones para recordarlo mediante una nueva “fiesta”, “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y

tomando la copa, habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados” (Mateo 26:26-28). Se ve como la Pascua le sirvió a nuestro Señor para darle sentido y propósito simbólico a su sacrificio. Las iglesias del primer siglo obedecían la palabra de Jesús cuando dijo “... haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). Pablo comentó la institución de la Cena y la manera correcta de celebrarla para corregir algunos errores (1ª Corintios 11:23-34). Ya había llegado a ser práctica común en las iglesias y así ha seguido desde entonces. Los bautistas celebramos la Cena regularmente como parte de la vida de la iglesia. En un espíritu de recogimiento lleno de hondo significado, reflexionamos en torno a la cruz del Calvario, donde el Señor Jesucristo murió por nosotros. INTERPRETACIONES DE LA CENA. Es importante para atender bien el significado de la Cena, saber lo que Jesús quiso decir al referirse al pan y vino como su cuerpo y sangre. Hay diferentes interpretaciones que debemos considerar. 1. La tradición Católica Romana. La iglesia Católica interpreta las palabras del Jesús literalmente, enseñando que los elementos se convierten en cuerpo y sangre de Jesús. Según esta teoría, cuando Jesús dijo: “esto es mi cuerpo”, el pan se cambiaría literalmente en carne de su cuerpo; de igual manera, el vino se convertiría en su sangre. De acuerdo a este punto de vista, el comulgante participa del cuerpo físico de Jesús al recibir la Eucaristía. 2. La interpretación Bautista. La posición de los bautistas es que los elementos de la Cena son simbólicos y que representan el cuerpo y la sangre de Jesús. Para nosotros el propósito de la Cena se encuentra en las palabras de Jesús: “Haced esto en memoria de mí”. Celebramos este acto para: • Recordar la muerte expiatoria (1ª Corintios 11:24-25).

• Anunciar que con su muerte Cristo “... quitó la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad...” (2ª Timoteo 1:10). • Reafirmar la esperanza de su resurrección y glorificación final (Marcos 14:25; Hebreos 13:11-14). El pan no pierde su naturaleza sigue siendo pan, tampoco el vino (jugo de la vid) pierde su naturaleza sino sigue siendo vino. Por lo tanto, estos elementos no son medios de gracia para quienes los reciben. LOS PARTICIPANTES DE LA CENA. La naturaleza de la Cena requiere que los participan de ella sean conscientes de haber recibido a Cristo como su Salvador personal. Al contrario, no tiene sentido de recordar su muerte si no somos capaces de darnos cuenta de los verdaderos alcances de dicha ordenanza. Sólo los que han experimentado los beneficios de su sacrificio puede entrar en este acto con comprensión y devoción. Además de ser creyente, el que participa debe ser miembro de la iglesia, Jesús entregó esta ordenanza al grupo de discípulos quienes formaban el núcleo de lo que después llegó a ser la iglesia de Jerusalén. La Cena fue celebrada en esa iglesia y después en las otras iglesias locales en otras ciudades. La iglesia esta encargada de celebrar la Cena y velar por quienes toman parte de ella. Los bautistas limitamos la participación de los que mantienen la misma doctrina. Si creen en la Salvación por fe en Cristo y en el bautismo para ser miembro de la iglesia, además de una vida consecuente con el evangelio que profesa, son los requisitos previos para participar de la Cena que es un culto a cargo de la iglesia celebrada por la iglesia. La seriedad y solemnidad con que debemos acercarnos a la mesa del Señor se refleja en las palabras de Pablo cuando dice: “De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere de esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor” (1ª Corintios 11:27). El creyente ha de examinarse a sí mismo en la presencia de Dios, haciendo de la ocasión de la Cena un nuevo encuentro con el Señor que contempla la confesión y reforzamiento de la dedicación y entrega a El.

CUESTIONARIO 1. Las dos ordenanzas de la iglesia son ___________________________________________________________ y _____________________________________________________________ 2. Los elementos que se usan en la Cena representan el ____________________________________________________________ y la _____________________________________ de Jesús. 3. Para participar de la Cena, uno debe ser ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ 4. En la Cena recordamos ___________________________________________________________ ___________________________________________________________ LECCIÓN 6 La Mayordomía de la Vida El hombre se jacta de hablar de “lo mío” referente a las cosas que posee, sin reconocer a Dios como creador y dueño absoluto de todo cuanto tiene, la Biblia dice: “De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan” (Salmo 24:1). Es por eso, que hablamos del señorío de Dios y la mayordomía del hombre. El punto de vista cristiano enseña que de los talentos, el tiempo y las cosas, somos administradores. La mayordomía cristiana no se limita a las cosas materiales, sino a la totalidad de la vida. La mayordomía integral significa reconocer de hecho que todo lo que somos y todo lo que tenemos es de Dios y somos responsables del El. Colocarnos en tal relación con Dios afecta cada área de la vida y al móvil de todo cuanto hagamos. Dios tiene autoridad sobre

nosotros porque El es quien nos da la vida, y es natural que respondamos a El en gratitud por todo lo que significa para nosotros. Siendo que la vida es un todo, no se puede separar entre uno y otro aspecto. Cuando nos disponemos a ser discípulos de Jesús no se contempla reservar ninguna parte de la vida para un uso egoísta, sino ponerla enteramente a la disposición de Dios, su dueño. En este sentido, hay ciertas cosas específicas que podemos destacar como áreas de nuestras mayordomía. 1. LA MAYORDOMÍA DE LOS BIENES. La primera referencia bíblica al diezmo se encuentra en Génesis 14:20 donde se relata la historia de la victoria de Abraham sobre sus enemigos. Al encontrarse con el sacerdote de Dios en el camino de regreso a su ciudad, “le dio” Abraham de todo lo que había capturado. Ese gesto era de iniciativa de Abraham en reconocimiento de la bendición de Dios. Desde este comienzo, los diezmos (el 10%) quedaron incluidos como un acto de la adoración a Dios de parte del pueblo, como demostración de su amor y gratitud al Señor. Al principio fueron traídos animales y productos de la agricultura como ofrendas. A través de los tiempos el hombre empezó a convertir sus especies en dinero para entregarlo en forma práctica. La Biblia dice: “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová” (Levítico 27:30). También, “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10). El Nuevo Testamento sigue la misma línea de enseñanza cuando dice: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado...” (1ª Corintios 16:2). Pablo además se refiere a dar con sacrificio, “Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas” (2ª Corintios 8:3). “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2ª Corintios 9:7). Si el pueblo de Dios en tiempo del Antiguo Testamento sentía el deseo de

ofrendar a Dios para así cumplir sus mandamientos y demuestra su adoración y amor, tanto más nosotros debiéramos manifestar nuestra devoción, gratitud y lealtad al Señor a través de nuestros diezmos, porque estamos viviendo cristianamente a la luz del sacrificio de Cristo por nosotros, “... de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8). Dios nos da salud y fuerza para ganar la vida y el sueldo producto de nuestro trabajo. Cuando entregamos el 10% de nuestras entradas a la iglesia, estamos cumpliendo con Dios, devolviéndole a El lo que le pertenece. Esto es un deber del creyente, porque de otra manera estaría negando lo que El requiere. “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado... en vuestros diezmos y ofrendas” (Malaquías 3:8). El creyente cumple con parte de su deber de mayordomo de sus bienes, cuando fiel y regularmente deposita su diezmo en la iglesia para el sostenimiento de la obra del Señor. Se siente el gozo de participar con los demás miembros en el adelanto del reino de Dios y experimenta la bendición y satisfacción de adorar a Dios como el Señor de sus bienes. 2. LA MAYORDOMÍA DEL CUERPO. Dios ha formado nuestro cuerpo maravillosamente, dotándonos de todas las cualidades necesarias para una vida plena. El cuerpo proviene de Dios y es nuestra habitación natural. Dios es Señor de nuestro cuerpo y nosotros somos responsables por su uso. El hijo de Dios hace entrega de su vida, incluyendo su cuerpo, al Señorío Divino. Pablo nos insta, “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1). Dios, mora en el creyente y el cuerpo se transforma en habitación de su Santo Espíritu “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? ... Glorificad, pues, a Dios en vuestros cuerpos...” (1ª Corintios 6:19-20). La presencia de Dios en nosotros hace del cuerpo un instrumento sagrado. Tenemos el deber de cuidad el cuerpo. Debemos conservar la pureza del cuerpo, no participando en los vicios y pecados del mundo que

nos rodea (Romanos 12:1). Debemos utilizar el cuerpo en adoración y servicio a Dios, dedicando nuestro intelecto y esfuerzo a su honra. 3. LA MAYORDOMÍA DE LOS TALENTOS. La capacidad natural de trabajar, producir, ejercer o desarrollar alguna actividad con facilidad; es un talento. Algunos tiene una linda voz para cantar, otros un “don de gente” para dirigir a otros grupos, otros son capaces para redactar artículos escritos, otros una mente especialmente adaptadas a las cifras y detalles que hace fácil para ellos la contabilidad o computación y otros tienen facilidad de palabras lo que hace de ellos buenos comunicadores. Los talentos muchas veces determinan la vocación y uno se dedica al empleo de su agrado de acuerdo a sus aptitudes naturales. Como son parte de nuestra personalidad, también vienen de Dios y el creyente es mayordomo de esas capacidades. Un miembro de la iglesia debe sentirse deseoso de cooperar en los trabajos dentro y fuera de ella. Ser buen administrador de los talentos es una responsabilidad seria. Al usarlos para la gloria de Dios se perfeccionan cada vez más y tenemos gozo de ser utilizados para bendición de otros en el servicio al Maestro. 4. LA MAYORDOMÍA DEL TIEMPO. Nunca hay tiempo para todo lo que quisiéramos hacer. Sin embargo, todos tenemos la misma cantidad de tiempo. Es necesario distinguir lo urgente de lo importante. Nuestro tiempo es un regalo de Dios, usémoslos sabiamente. El ocioso no sabe valorar el tiempo. Un niño no sabe relacionar el tiempo. Le sobra tiempo al enfermo. Para la mayoría, las demandas sobre nuestro tiempo son múltiples, a menudo nos sentimos frustrados. Esto hace imprescindible organizarnos para atender responsablemente los distintos roles que nos corresponde. Para el creyente, la primera consideración referente a su tiempo es como usarlo para agradar a Dios. Cada día, uno debe apartar un tiempo para la comunión con el Señor, la lectura de la Biblia y la Oración. Además de

recrearse en el descanso, tiempo libre, practicar algún hobby, relacionarse con vecinos, amigos y familiares; no debemos desatender nunca los propósitos centrales de la iglesia, a no ser que sea por causa justificada. No podemos guardar el tiempo en un Banco, nuestra única oportunidad es gastarlo. Tenga siempre presente que en la evaluación final de nuestras vidas, seremos el producto de cómo invertimos el tiempo. CUESTIONARIO 1. Dios es _____________________________ y ____________________________ de todo lo que existe. 2. Nosotros somos ____________________________________________ de nuestras vidas. 3. La Biblia enseña que debemos dar _______________________________ a Dios. 4. Escriba las cuatros áreas de la Mayordomía. _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ _____________________________________________________________ ¿Se da cuenta, que ser discípulo de Cristo demanda otro estilo de vida? Significa replantearse la vida, disponerse con sinceridad y obediencia a realizarse como hijo de Dios. El hecho de la conversión afecta para siempre nuestras emociones, intelecto y voluntad; todo el esquema de valores se reorienta en la perspectiva de Jesucristo. Ser cristiano no es sinónimo de ser “santo” (impecable), sino de disponerse a serlo. Ser cristiano es garantía de levantarse cuando caemos, de arrepentirse cuando erramos; en síntesis podríamos decir que, ser cristianos es ir irresistiblemente en pos de aquel que “... siendo rico se hizo pobre, para que nosotros con su pobreza fuésemos enriquecidos...” Asumiendo con entusiasmo el sufrimiento y la esperanza, la comunión, el servicio, la adoración, la doctrina y la proclamación, a fin de que en todo Jesús sea el Señor. AMÉN.

CAPÍTULO 4 LA REPRODUCCIÓN DE SU NUEVA VIDA LECCIONES 1. La evangelización y el discípulo. 2. Pautas generales para el discipulado. 3. Características del discipulador y el discípulo. LECCIÓN La Evangelización y el Discípulo La reproducción es una ley de la naturaleza. Cada especie se reproduce para así perpetuarse como parte del universo. Dios hizo las plantas y los árboles con las características de producir semillas, asegurándose su continuidad (Génesis 1:29). Una semilla da origen a una planta y ésta producirá mucha semilla con la capacidad de seguir multiplicándose cada vez más. Un matrimonio que tenga hijos podrá tener en el espacio de pocas generaciones, una descendencia de grandes proporciones. Tal como en la naturaleza, también hay una ley de crecimiento en lo espiritual. Usted ha recibido a Cristo como Salvador y tiene una nueva vida en él porque alguien le presentó el Evangelio. Este hecho significa una reproducción espiritual, porque un creyente ganó a otro para Cristo. Usted tal vez ya ha ganado a otra persona para el Señor y sigue el proceso de la reproducción espiritual, Jesús dijo: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 15:8). El plan de Dios es que cada creyente lleve a otros hacia la fe en Cristo, resultando de esta forma una constante reproducción de vidas transformadas por su poder. Nosotros somos instrumentos partícipes en este proceso. El que tiene una nueva Vida en Cristo, tiene la responsabilidad y gran privilegio de compartir su experiencia y la Palabra de Dios con otros, con el fin de reproducir en ellos esta misma vida cristiana mediante la obra del Espíritu

Santo. Sin embargo, esto es sólo el comienzo. El que recibe a Jesús en su vida necesita la ayuda, la orientación y la compañía de otros con mayor conocimiento y experiencia en las cosas del Señor. En esta relación, el nuevo creyente llega a ser discípulo de quien acepte la responsabilidad de acompañarle en su iniciación como cristiano, y esté capacitado debidamente. El modelo de la Evangelización discipular, lo encontramos en el Nuevo Testamento, Jesús practicó el discipulado con los doce: “... llamó así a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar” (Marcos 3:13-14). Primero, ellos creyeron en Jesús como su Señor y Salvador, estuvieron con El para aprender de sus enseñanzas y obras. Entonces fueron enviados por Jesús a proclamar lo que habían aprendido. Cuando uno se somete a una disciplina de estudio, se entiende que lo hace con el propósito de aprender, y en este caso se espera del discípulo que aprenda a usar en forma eficaz la materia aprendida en la formación de otro discípulo. Jesús dijo a Pedro: “Apacienta mis ovejas” y durante su largo ministerio tanto él como los otros discípulos, cumplieron con tal mandato. Pablo evangelizaba y la vez discipulaba, “y después de anunciar el Evangelio aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permanecieran en la fe...” (Hechos 14:21-22). Así crecía la iglesia en el comienzo del cristianismo y así debe ser en el día de hoy. Cuando Jesús dijo “Id y haced discípulos... enseñándoles...” proporcionó la estrategia para el crecimiento de la iglesia. La verdadera proclamación incluye la discipulación y la verdadera discipulación es parte integral de la proclamación. El trabajo de la persona que gana a otro para Cristo no termina hasta que este haya sido enseñado y guiado a tal nivel de conciencia que sea motivado y para repetir en otros lo que hizo con él (discipulado). CUESTIONARIO 1. Mencione dos verdades que se aplican al discipulado.

2. Una forma de glorificar al Padre es: 3. ¿Cuándo crece en forma más efectiva la iglesia? ___________________________________________________________________ LECCIÓN 2 Pautas Generales para el Discipulado Para llegar a ser un MAESTRO de otro, se requiere de una formación especial y cuidadosa; instruir personas no es trabajar con máquinas en serie, tampoco es entregar una información separada de la vivencia diaria, discipular es inspirar con el ejemplo mismo del discipulado a seguir en pos de Jesús. En el capítulo 1 del Libro de los Hechos encontramos el Señor resucitado junto a sus más cercanos seguidores por última vez. Después de haber compartido por tres años con ellos, ahora vuelve a la presencia del Padre. La influencia de Jesús en ellos durante ese período se refleja en sus palabras y actitudes allí relatadas. Enseguida veremos algunas de las experiencias de ellos que nos pueden servir de ejemplo. • Fueron enseñados por Jesús (Hechos 1:2-3). Estos versículos mencionan “Los Mandatos” que Jesús dio a los discípulos por medio del Espíritu Santo. Nos dice que cuarenta días después de su resurrección, aparecía a ellos “hablándole acerca del reino de Dios”. Las enseñanzas impartidas por Jesús, eran parte vital del adiestramiento de sus discípulos, lo que El les enseñó también nos enseña hoy por su Palabra. • Fueron obedientes a Jesús (Hechos 1:4-12). Una de las cosas que el maestro les dijo en esta ocasión fue “que no se fueran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre”. Su reacción era consecuente con su calidad de discípulos. Este mandato de Jesús fue obedecido como la gran mayoría de los mandatos.

• Fueron facultados por Jesús (Hechos 1:5-8a). Con la partida del Maestro, los discípulos tenían que seguir adelante con las tareas encomendadas por El, pero la situación ahora es diferente pues no cuentan con la compañía física de su guía y fuente de inspiración, pero esa soledad sería cuestión de pocos días. Consciente de este dilema y de acuerdo al plan de Dios, Jesús prometió enviar al Espíritu Santo: “Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”, dijo Jesús. El sabía que solos eran débiles. Hacía falta otra “presencia” a través de la cual fueran capaces de continuar capacitándose para su ministerio. Solamente entonces se haría realidad la afirmación hecha por Jesús cuando les dijo “... y me seréis testigos”. El discípulo de hoy que aspira convertirse en un discipulador, a de contar con la misma capacitación por medio del poder del Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios. • Fueron dependientes de Jesús (Hechos 1:14). Con seguridad esta tarea asustaba a los discípulos, no estaban acostumbrados a andar solos, no tenían capacidad de tomar decisiones ni hacer planes por su cuenta, siempre Jesús les había acompañado en todo, pero ahora El se iba y la Palabra nos dice: “Todos éstos perseveraron en oración y ruego”. Aún necesitaban a Jesús, no eran suficientes por sí solos y los largos días de oración demuestran su sentido de dependencia. Se daban cuenta que sin El nada podían hacer, nosotros tampoco podemos ser buenos discípulos, ni discipular a otros por los talentos naturales o por la buena voluntad. Dependemos de El, porque El es quien hace la obra por medio de nosotros. EL CONCEPTO CORRECTO DEL MINISTERIO. Es de suma importancia que el discipulador reconozca la validez de su rol como tal. La idea de que sólo algunos puedan ganar almas, o que los trabajos y responsabilidades de la iglesia deben recaer sobre un grupo reducido de sus miembros, no concuerda con la enseñanza del Nuevo Testamento. En 1ª Corintios 12, Pablo aclara entre otras cosas la

importancia de cada uno de los miembros de la iglesia. Dios a dado a cada uno dones (herramientas) para utilizarlos en el reino de Dios. El Dr. Findley Edge, es su libro “El pueblo de Dios”, enfoca tres errores comunes entre las iglesias de hoy. a) El pastor es el que tiene que cumplir el ministerio de la iglesia. Tal punto de vista hace responsable a una sola persona de hacer todo lo que la iglesia debe realizar como un cuerpo, en circunstancias que la tarea es de todos y el pastor ha sido puesto por Dios para coordinar y supervisar la tarea de la iglesia. b) El segundo error, es el concepto de que los ministerios de la iglesia se llevan a cabo en el templo. Este pensamiento limita la vida de la iglesia solamente a sus cultos y actividades como organización. Sin embargo, el Señor nos encomendó cumplir nuestra tarea aún más allá de las paredes del templo. c) El tercer error, es el concepto de que los ministerios de la iglesia se llevan a cabo los días Domingos. Siendo el primer día de la semana el día del Señor, se dedican algunas horas para asistir al templo y se siente así haber cumplido con el deber de adorar, hasta el próximo domingo. Pensar en un solo día de la semana para servir al Señor, es limitar la acción de Dios en nosotros. Sin embargo, los demás días de la semana estamos constantemente en contacto con personas inconversas, es entonces cuando hemos de aprovechar la oportunidad de adorar a Dios a través de un servicio comprometido con las demandas del reino. EL CRECIMIENTO DEL DISICPULADOR. Discipular nunca ha sido una tarea fácil, al contrario, es un trabajo que requiere tiempo y mucha dedicación. La falta de experiencia a conocimiento no es una excusa válida, hay que empezar alguna vez. Enseguida se indica cuatro pasos que pueden ayudarle para comenzar a hacer la tarea de discipular.

1. UBÍQUESE: ¿Dónde está ahora en relación a la demanda de ser discipulador? ¿Ha tenido la experiencia de ayuda a otros a seguir a Jesús? ¿Aún no ha tenido este gran privilegio? Al meditar en su responsabilidad o falta al deber de compartir su fe con otros, debe ser sincero consigo mismo y con Dios. 2. ATRÉVASE: Reconociendo que uno de sus deberes como cristiano es de proclamar el Evangelio, tome la firme decisión de hacerlo. De lo contrario está privando a muchas personas de conocer y experimentar el amor de Dios. El temor y la inseguridad comúnmente detienen a muchos creyentes para proclamar el Evangelio, pero recuerde que Jesús es nuestro aval: “... toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto Id y haced discípulos...” (Mateo 28:18-19). 3. PÓNGASE EN ACCIÓN: Sobre la base de la decisión tomada hay que actuar. Seguramente usted tiene vecinos, amigos, familiares, visitas que llegan al templo, ellos son sus discípulos potenciales. No se rinda fácilmente frente a una situación de rechazo, no se desanime cuando la persona no acepte a Cristo, no siempre cosecharemos al instante, pero siempre debemos sembrar en esperanza. 4. EVALÚASE: Siempre hay formas de evaluar un trabajo, sugerimos cuatro maneras de hacerlo: a) La opinión que usted tiene de sí mismo respecto del trabajo que está haciendo. b) La opinión que los demás hermanos de la iglesia, tienen respecto de su trabajo. c) La opinión de los líderes de la iglesia respecto de dicha tarea. d) Los cambios observados en la vida del nuevo discípulo. Al seguir estas sugerencias, se dará cuenta que usted es mucho más capaz de lo que había pensado y podrá notar la bendición de Dios en su trabajo. El Espíritu Santo obrará a través de su vida para traer bendición a otras vidas.

CUESTIONARIO 1. Escriba cinco ejemplos en el libro de Los Hechos, respecto del discipulado practicado por Jesús. 2. ¿Cuáles son los tres errores comunes en la iglesia de hoy, mencionados en esta lección? 3. Comente con su maestro cuál debería ser la actitud correcta de la iglesia en el día de hoy al respecto. Anote las conclusiones. 4. De los cuatro pasos mencionados respecto del crecimiento del discipulador, cuáles le parecen difíciles de practicar. LECCIÓN 3 Características del Discipulador y del Discípulo CARACTERÍSTICAS DEL DISCIPULADOR. Se debe considerar que el crecimiento numérico no es el resultado de un “activismo religioso”, el objetivo del discipulador no es mezclarse en múltiples tareas descuidando su misión discipuladora. Ningún creyente responsable se conformará con una vida de “espectador”, sino que su afán será identificarse plenamente con la misión encomendada. • El discipulador debe ser sumiso al señorío de Cristo. El que sirva como discipulador de otro, reconocerá la importancia de ser un “modelo” inspirador que motive al nuevo creyente a una vida de mayor dedicación como alguien dijo: “Una vida consagrada vale más que mil palabras”, el apóstol Pablo afirma: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).

• Tener una vida devocional regular. La vida devocional es de vital importancia, la comunión y la oración permanente producen sus inevitables efectos en la vida del discipulador. La vida devocional es una instancia que Dios ha provisto para adorar, expresar su gratitud, presentar sus necesidades y también interceder por otros, la visión de la vida sin duda será diferente si parte de una estrecha comunión en este sentido con Dios. • Estudiar la Biblia. Además de la lectura devocional de la Palabra, un discipulador de otros, debe ser un verdadero estudiante de ella, siendo especialmente urgente en los días que vivimos donde la confusión doctrinal se ha acentuado, debido a la aparición de diferentes sectas y movimientos de toda índole, por tal razón es menester dedicar tiempo al estudio y comprensión de ella (1ª Pedro 3:15). • Estar dispuesto al servicio. El discipulador se reconoce siervo de Cristo, y se pone a disposición del Señor para atender a otros que son nuevos en la fe. Esta es un trabajo duro. Invertir su vida en otra persona, es hacer un gasto, una acción consumidora, la actitud de siervo hará posible que usted se gane la confianza de sus discípulos facilitando su tarea (1ª Tesalonicenses 2:8). CARACTERÍSTICAS DE UN DISCÍPULO. Todo ser humano aprende de otro cómo debe actuar. El hombre no nace con conocimientos sino los adquiere por medio de la observación y del estudio; cada uno de nosotros es un estudiante permanente. En el ámbito cristiano existen los que “conocen” al Señor por más tiempo y otros que recién se han convertido. Una iglesia que realiza la proclamación responsablemente dedicará buena parte de sus recursos a desarrollar un ministerio discipular, estableciendo una relación estrecha entre el discipulado y el discípulo. A continuación veremos algunas características del discípulo. • Convertido a la causa de Jesucristo. Esta experiencia le coloca en la banca de estudiante, ahora está en condiciones de seguir con su educación

en la fe, la conversación de Jesús, lo dispone fervorosamente a prepararse a fin de ser: “un obrero aprobado” • Tiene necesidades: a) Necesita cuidado. Como recién nacido está expuesto a tensiones, no sabrá comprender todo lo que escucha ni distinguir claramente entre la verdad y el error en asuntos religiosos. Requiere orientación para clarificar diferencias doctrinales con otras falsas doctrinas y personas que pudieran ejercer una mala influencia sobre él. b) Necesita compañerismo. El nuevo creyente debe ser atendido en forma personalizada, demostrando un sincero interés por él. Por ningún motivo debe quedar solo. Su progreso en la fe se puede asegurar más fácil con la ayuda oportuna de otro, la ausencia de tal compañerismo podría poner en peligro su desarrollo. Compañerismo implica afectividad, y respecto a la persona, es aquí donde la participación del maestro es vital. c) Necesita alimento. El nuevo cristiano debe contar con una dieta adecuada y sostenida en cuatro instancias. Estudio personal de la Biblia, cursos especiales preparados por la iglesia, asistencia a los estudios bíblicos y Escuela de Enseñanza Bíblica. Un genuino discípulo aprenderá y su progreso será evidente. Seguirá fiel al Señor y a las enseñanzas de su maestro. Se identificará con los propósitos de la iglesia, en comunión con sus hermanos en la fe, experimentará el gozo y felicidad que antes ignoraba de servir a Dios. ETAPA EN EL PROCESO DE DISCIPULACIÓN. 1. PROCLAMACIÓN. Significa presentar el Evangelio a otros con el fin de persuadirles que Cristo es el Señor y Salvador. ¿Cómo hacerlo? • Ore por la tarea proclamadora que Dios le ha enviado a hacer. • Relaciónese con la persona en alguna forma, saludándole, ayudándole en su trabajo, hogar, niños, etc. De manera que la persona le conozca a usted.

• Busque una oportunidad para darle su testimonio; háblele de lo que es su nuevo estilo de vida y cuál fue la razón del cambio. • Procure que la persona se decida por Cristo. • Invítele a oír una predicación al templo, acompañándole y presentándole a sus hermanos, procure estar constantemente a su lado mientras se desarrolla el culto. • Cuando haga una decisión por Cristo en el templo o en otro lugar felicítelo y anímelo a seguir adelante. • Procure integrarlo en el programa para nuevos convertidos. 2. ORIENTACIÓN. En esta etapa comienza el estudio en sí mismo, usando el capítulo “Su Nueva Vida”, con el fin de darle las pautas preliminares en su nuevo caminar cristiano. Lo ideal es que estas lecciones se hagan en una semana. Lo más importante es que comprenda lo que está haciendo. Acompáñele en su ritmo, insistiendo en su progreso pero sin apurarlo. 3. DESARROLLO. Todos los nuevos creyentes crecen como consecuencia normal de su nueva vida, lo que requiere de la iglesia una enseñanza de acuerdo al proceso dinámico que el discípulo está experimentando. El maestro, le explicará el contenido de los estudios y le guiará en su práctica. 4. INTEGRACIÓN. Será de preocupación constante del maestro hacer que el discípulo se integre plenamente a todo el que hacer de la iglesia a través de algunos de los ministerios. Esta etapa comienza con el bautismo dando inicio a su servicio a Dios a través de la iglesia. 5. REPRODUCCIÓN. Querido hermano, ha llegado entonces la hora que usted empiece a practicar con otros el mismo proceso de discipular que se ha hecho en usted, esto garantizará el proceso continuo de crecimiento numérico de la iglesia.

CUESTIONARIO 1. Escriba su experiencia de conversión. 2. Complete lo siguiente. Oraré y Testificaré a: Mis familiares ___________________________________________________ Mis vecinos _____________________________________________________ Mis conocidos ___________________________________________________ Mis amigos _____________________________________________________ 3. Escriba las necesidades del nuevo discípulo. 4. Mencione tres cosas que el discipulador deberá tener en cuenta al iniciar su trabajo discipular. El discipulado es la estrategia natural para el crecimiento numérico y cualitativo de la iglesia enseñado por Jesús. No hacerlo, es alternar este orden. El discipulado tiene una triple demanda. a) Demanda de los miembros de la iglesia que sean legítimos modelos inspirados para los nuevos creyentes. b) Demanda del liderazgo una organización eficiente de los miembros de tal modo que privilegie este trabajo como uno de los focos centrales de su que hacer. c) Demanda del nuevo discípulo una entrega sin reservas en la proclamación, persona a persona, caso a caso. La iglesia no debe descuidar este trabajo por ningún motivo, debe entregarse ardorosamente con todos sus recursos y medios posibles, a la tarea de la discipulación.