mas alla del factor racial en las discotecas

Upload: hecmilio-galvan

Post on 08-Apr-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/7/2019 MAS ALLA DEL FACTOR RACIAL EN LAS DISCOTECAS

    1/5

    Mas all del factor racial en las

    discotecasPor Hecmilio GalvnEmail: [email protected]

    09 de septiembre de 2009

    Entre los ms jvenes, e incluso a nivel toda la sociedad dominicana,el tema de las discotecas y clubes nocturnos y su caprichosapoltica de admisin, resulta relevante, motivo de acaloradasdiscusiones y una preocupacin cotidiana por las noches en losmomentos de juerga, pero honda, cuando expresa en ella ms decinco siglos de dominacin social amparada en criterios raciales ysociales.

    No es para menos, en un pas donde la inmensa mayora de sus

    ciudadanos tengan tan marcada herencia africana y tan cercana lanegritud, que se demuestre que los lugares nocturnos utilizancriterios raciales para impedir la entrada de clientes, no puedeprovocar otra cosa que alarma, por no decir repugnancia.

    Pero la negritud, como criterio de exclusin en la RepblicaDominicana, sirve cuando es asociada o representativa de otroscriterios o razones sociales. En la mentalidad dominante, lo negroest asociado a lo feo, a lo barrial, a lo pobre, a lo popular, etc., por loque es utilizada como indicador de probabilidad de vinculacin aestas circunstancias.

    Cuando impiden la entrada a un/a negro/a en una discotecadominicana, los propietarios lo hacen tambin para impedir (a priori)la entrada de un/a pobre. Negros y negras de situacin econmicaacomodada, que lo demuestren fsicamente, no tendrnpresumiblemente mayores problemas de acceso.

    Los propietarios de centros nocturnos, que trazan una polticadiscriminatoria, lo hacen alegando la premisa de proteger suclientela, no slo de riesgos de una supuesta inseguridad causada por

    el shock cultural de la mescla de clases sociales y territorios distintos,con alcohol y euforia, si no tambin, de protegerla desde laperspectivas de su preferencia. La idea base es que los clientes(particularmente los de ingreso elevado) eligen o prefieren el tipo depblico con los cuales desean compartir los momentos de diversin,todo eso basado en prejuicios de diferentes orgenes y expresiones.Por tanto, segn los propietarios, de no aplicar estos criterios,perdern su clientela en una burda competencia por quien genera elespacio ms chic, exclusivo, vip, de todos.

    Por un lado, es comprensible el deseo que tengan, tanto propietarios

    como clientes, de preferir un tipo de pblico por razones de ingreso oextraccin social, pero ese deseo o capricho no puede reir o

    1

    mailto:[email protected]:[email protected]
  • 8/7/2019 MAS ALLA DEL FACTOR RACIAL EN LAS DISCOTECAS

    2/5

    superponerse al ejercicio de los derechos humanos o a los derechosde los usuarios.

    En una sociedad basada en un Estado de Derecho, los propietarios deespacios pblicos deben cumplir normas, no slo del tipo sanitario o

    de seguridad, sino tambin civiles o relacionados al tratamiento desus usuarios y consumidores.

    En el caso particular de los lugares de esparcimiento nocturno, por untema sobre todo de seguridad y/o salud pblica, se comprende elejercicio de ciertos criterios de exclusin, que se aplican comoexcepcin a ciertos consumidores para denegar su libre ingreso.

    Este criterio de exclusin selectiva, se basa en el universalmentereconocido Derecho de Admisin el cual se aplica en la mayora delas naciones del mundo. El cual est orientado principalmente apreservar la seguridad y tranquilidad de las personas en losestablecimientos pblicos donde se ofertan espectculos, actividadesculturales, diversin, entre otras.

    Este derecho de admisin se refiere a la excepcin del derechogeneral al libre acceso a los lugares abiertos al pblico, bajo elobjetivo de lograr seguridad, mantener el orden y evitar cualquierpeligro sobre la clientela o las instalaciones.

    Esto indica evidentemente que, en base a l, no se puede ejercer

    discriminacin alegando razones raciales, sexuales, polticasreligiosas o econmicas.

    No podr tampoco aplicarse bajo un mtodo aleatorio, arbitrario omedalaganario; deber aplicarse de forma igualitaria para todos losconsumidores y estar sujeto a las leyes del pas.

    Para la reservacin de este llamado Derecho de Admisin, lospropietarios de centros nocturnos deben tambin colocar letrerosvisibles en las puertas de sus locales, donde expongan los requisitosnecesarios para acceder al lugar de una forma precisa, visible y

    detallada.

    El desconocimiento de los derechos de los usuarios, slo podrsustentarse por razones como la posesin de actitudes violentas ocualquier otra razn que pueda poner en peligro la seguridad del localy la de su pblico, por el hecho de no tener la edad legal requerida,por estar borracho o bajo los efectos de otra droga, por no estaraseado o por tener una actitud demostradamente violenta.

    Un caso singular y demostrativo en este tema ha sido el caso espaol,en el cual el Derecho de admisin est reconocido en el artculo59.1.e) del Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto, por el que seaprueba el Reglamento General de Polica de Espectculos y

    2

  • 8/7/2019 MAS ALLA DEL FACTOR RACIAL EN LAS DISCOTECAS

    3/5

    Actividades Recreativas, extendindose su campo a todo tipo deestablecimientos destinados al pblico, independientemente de quesean de titularidad pblica o privada. Segn el citado artculo "elpblico no podr entrar en el recinto o local sin cumplir los requisitosa los que la empresa tuviera condicionado el derecho de admisin, a

    travs de su publicidad o mediante carteles colocados en los lugaresde acceso, haciendo constar claramente sus requisitos".

    Sin embargo, como limitante de este derecho, La Ley deespectculos pblicos de Madrid, Espaa, establece en el Art. 37 delas Infracciones muy graves que Se consideran infracciones muygraves en materia de espectculos pblicos y actividades recreativas:(...) 14. El ejercicio del derecho de admisin de forma arbitraria oabusiva con infraccin de las disposiciones que lo regulan. ()En Repblica Dominicana, sin embargo, no existe una legislacin

    especfica sobre el tema y sus consecuencias, tampoco se conocenjurisprudencias significativas sobre las cuales extraer conclusiones yaprendizajes; pero, la aplicacin de lo que llamamos una polticacaprichosa sobre admisin, sin ningn tipo de control o regulacin porninguna autoridad, ha causado numerosos dolores de cabeza, que noslo afectan diariamente a cientos de usuarios y empaan la imagende la industria del entretenimiento, sino que tambin han provocadohechos que lamentar.

    La utilizacin arbitraria de criterios raciales (que no son los nicos)

    como motivaciones para ejercer derecho de admisin en clubesnocturnos de las zonas de altos ingresos de Repblica Dominicana esalgo ampliamente conocido y relativamente documentado.

    Por ejemplo, hasta hace poco tiempo la Embajada estadounidense enel pas ha prohibido a sus empleados y funcionarios que frecuentenaquellos lugares, especficamente el bar Loft, por aplicar una polticade exclusin basada en criterios raciales, lo cual haba afectado enocasiones anteriores a ciudadanos norteamericanos de descendenciaafricana.

    Desde hace un tiempo, las denuncias de discriminacin en centros dediversin nocturna han llovido, a pesar de que no existenmecanismos concretos donde realizarse, quedando todas en laimpunidad y el olvido, por la negligencia y la inaccin de lasautoridades

    La muerte de la joven estudiante Pura Alexandra Nez en ladiscoteca PRAIA de la ciudad de Santo Domingo a manos del porterodel establecimiento, ha sido quizs la peor consecuencia de este tipode poltica ejercida en base a la violencia y el abuso de poder.

    3

  • 8/7/2019 MAS ALLA DEL FACTOR RACIAL EN LAS DISCOTECAS

    4/5

    Y es qu la discriminacin es un acto de violencia psicolgica,regularmente peor que la agresin fsica, que en ocasiones conduce ala violencia fsica.

    El racismo, sin embargo, no es un anti valor exclusivo en propietarios

    de lugares pblicos, ni se expresa nicamente en las discotecas,forma parte de un lastre histrico de cinco siglos, que surge ennuestro caso como expresin de dominacin y sustento para laesclavizacin de millones de seres humanos forzosamente capturadosy trados desde el frica subsahariana.

    El racismo es un problema social y humano, presente en la mayorade las naciones, con mayor o menor intensidad, en sociedades quefueron fragmentadas fuertemente durante los procesos decolonizacin, regularmente se asocia a criterios econmicos oculturales.

    Es un problema latente y serio en Repblica Dominicana aunque nose manifieste quizs abiertamente. Ha sido documentado; aunquetodava se requiere una mayor profundidad en su estudio yparticularizacin. Como fenmeno, no puede ni podr manifestarse deigual manera en la sociedad norteamericana, brasilea o argentinaque en la dominicana.

    En el pas, a diferencia de la mayor parte de sus homlogosregionales, nunca ha existido una poltica estatal de reconocimiento y

    combate al racismo y sus manifestaciones. Las polticas pblicas y laopinin pblica han persistido en el error de la negacin, lo que hahecho que la infeccin mute y perviva relativamente de formaasintomtica (habra que ver).

    La mayor parte de los dominicanos insisten en repetir la idea de queaqu no hay racismo sin embargo, regularmente asociacin susprejuicios a las personas de ese color. Las expresiones malditonegro, tena que ser negro, negro en mi casa el caldero, negroe comia de puerco o eso eso no lo hicieron pa negro, utilizadosregularmente como chistes, expresan de forma jovial e involuntaria

    los prejuicios que yacen en el subconsciente y que asocian la negritudcon la pobreza, la marginalidad, lo feo, la delincuencia, los malosmodales, la brutalidad, etc.

    Por eso, el tema de la discriminacin racial en centros nocturnos, seconvierte en un tema tan controversial y tan hiriente, porque sevuelve un temadedignidad humana, de respeto a la integridad fsicay moral de las personas, que afecta adems al grueso de losdominicanos y dominicanas; en su inmensa mayora de raza negra omestiza.

    Resulta tambin sensible, porque se trata de un tema de simpleregulacin estatal, donde los Estados deben establecer normas

    4

  • 8/7/2019 MAS ALLA DEL FACTOR RACIAL EN LAS DISCOTECAS

    5/5

    bsicas de convivencia, e instituciones que las hagan cumplir, pero elEstado dominicano, adolece lamentablemente de severos problemasde institucionalidad y una histrica tradicin de desatender a losciudadanos que se sienten indefensos antes los excesos del poder odel dinero.

    Y es que adems, los lugares pblicos de propiedad privada, lugaresque les sirven al pblico en general, no pueden ser manejados soncasas o fincas. Deben seguir una serie de normas y criterios, queeleven su calidad ante todos los usuarios.

    Es una tarea, por tanto, combatir la discriminacin en todas susmanifestaciones, y el primer paso es ponerla en la agenda del debatepblico, su reconocimiento como problema social y la implementacinde planes y medidas tendentes a enfrentarla.

    Para el caso concreto de la discriminacin arbitraria ejercida en loscentros de diversin nocturna, que no es la peor, pero si una muygrfica y sensible, pueden resultar efectivas las siguientes medidas:

    1. La elaboracin de una legislacin especial o reglamento sobrediscriminacin aplicado a lugares pblicos que establezca criterioso regule los espacios abiertos al pblico.

    2. El establecimiento de mecanismos institucionales que permitanperseguir y sancionar este tipo de actitudes y acciones. Es preciso

    crear una experiencia de sancin que sirva como ejemplo en laprevencin en estos casos.

    Sin embargo, ninguna accin ser efectiva, no slo contra estaexpresin de la discriminacin, sino contra ningn mal social, si noexiste un verdadero cambio de actitud, una voluntad poltica yciudadana de enfrentarlos. Las bases institucionales del cambio,sern tiles cuando partan de la voluntad social y cuando los actoresse empoderen.

    La eliminacin del racismo y de todas las formas de discriminacin

    ser posible, con un cambio de mentalidad, que se lograr con unsacudimiento colectivo que es adems posible y necesario.

    5