mat mil op barba roja
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0 - IntroducciónLa Operación Barbarroja es una de las operaciones más importantes de la Segunda Guerra Mundial debido al gran despliegue de tropas y también por el hecho de la entrada de la URSS en la guerra. A pesar de ser muy conocida en cuanto a sus resultados, es una de las batallas menos analizadas por un gran sector de gente (no historiadores, sino gente aficionada a la Segunda Guerra Mundial) y por tanto, requiere una explicación de por qué la URSS, con la cantidad tan elevada de recursos, pudo sufrir unas bajas tan elevadas. Para ello, haremos una línea con los sucesos relevantes para el tema a tratar.
1 - Antes de la OfensivaLa Operación Barbarroja no puede ser analizada solamente desde su comienzo el 22 de junio de 1941, sino que requiere un estudio previo. El objetivo de este artículo es analizar las causas de la derrota soviética en dicha batalla y para ello hay que analizar lo que pasó algunos años antes dentro del Ejército Rojo.
1.1 - Las Purgas StalinistasEntre 1937 y 1938 se dieron las llamadas Purgas Stalinistas, las cuales fueron llevadas a cabo para eliminar a los mandos que pudieran oponerse al régimen. Las estimaciones de oficiales, suboficiales y otros cargos varían considerablemente entre diferentes bibliografías. Algunas citan 35.000 purgados (entre presos y fusilados),[1] mientras otros citan a 30.000.[2] Al inicio de Barbarroja, muchos de los arrestados volverían comandar tropas del Ejército Rojo.
Mikhail Tukhachevsky, desarrollador principal del "Combate en Profundidad", fue uno de los mariscales soviéticos purgados (por culpa de un papel falsificado por Hitler),[3] Las consecuencias de la purga de Tykhachevsky fueron importantes, ya que la principal doctrina soviética de combate, se había convertido en la doctrina de un traidor,[2] por lo que fue abolida sin nada que la sustituyera. Esto provocó que tras su muerte, se confeccionara una nueva doctrina, que no pudo ser probada (ya que las operaciones en profundidad habían sido probadas durante maniobras, aunque necesitaban de algunas correcciones de errores encontrados).[2] Otro aspecto importante que causaron las purgas era el miedo a Stalin, lo cual impedía a los oficiales tomar decisiones por sí mismos, limitando su poder de mando e impidiendo el actuar con rapidez mientras se pedía permiso a los mandos superiores.
La Guerra Civil Española tuvo apoyo soviético, tanto en material como en oficiales, de los cuales perecieron una parte en las purgas.[3] De los enfrentamientos donde participaron tanques soviéticos como el BT y T-26 se obtuvieron unas conclusiones erróneas,[2] que luego fueron usadas para tirar por tierra la teoría de Tukhachevsky del "Combate en Profundidad".
1.2 - Decisiones EquivocadasEl Tratado de Versalles impuso a Alemania grandes penalizaciones. Entre ellas estaba la de limitar el ejército. Durante la década de los treinta, los soviéticos y alemanes colaboraron mutuamente en la formación de oficiales, haciendo uso de sus academias militares, además de simulacros y juegos de guerra en suelo soviético.[3] El permitirle a Alemania formarse y entrenarse sería un error que luego pagarían los soviéticos durante la Operación Barbarroja, pues ese entrenamiento y puesta en marcha de las lecciones que Guderian promulgaba se volverían contra el Ejército Rojo en 1941.
Josef Stalin tuvo una importante repercusión en los preparativos de defensa de la frontera soviética frente a los alemanes. Fuentes soviéticas dicen que aviones alemanes de reconocimiento hicieron más de 500 vuelos a través de Ucrania y
Bielorrusia desde octubre de 1939 a junio de 1941,[3] permitiendo a los alemanes tener una buena perspectiva de carreteras y defensas soviéticas en los Distritos Militares. La razón por la que estos aviones no fueron abatidos era una orden del Alto Mando soviético de no disparar para evitar provocaciones, pues Stalin confiaba en Hitler y no pensaba que lo pudiese traicionar.[3] Hiter había pedido que se fotografiasen Rusia hasta 300 km por detrás de su frontera con el fin de controlar los puntos clave como puentes o rutas de suministros.[4] Toda esta valiosa información sería usada para planear la invasión a la URSS.
El 21 de junio de 1941, varios comunistas alemanes cruzaron la frontera e informaron de un ataque inminente por parte de Alemania.[3] Korpik fue fusilado por orden de Stalin acusado de provocador.[4] Alfred Liskow informó que había avistado posiciones de artillería alemana preparadas. Un desertor lituano confirmó el ataque para las cuatro de la madrugada del 22 de junio.[4] La recopilación de estos comentarios terminó por hacer creer a los soviéticos que podían ser ciertos y se dio orden de estar preparados para la defensa.[4] Sin embargo, debido a las deficientes cadenas de mando y a las paupérrimas comunicaciones, algunos de los comandantes recibieron las órdenes cuando estaban siendo rebasados por los alemanes, mientras que otros poco hicieron por preparar las defensas del supuesto ataque sorpresa.[4] El propio mando soviético había reforzado sus defensas de la mano de Zhúkov debido al incremento de tropas alemanas en los meses anteriores a junio de 1941,[3] sin unas reservas que que pudieran romper los ataques en pinza alemanes.
1.3 - Estado de los Blindados Soviéticos en Junio de 1941
Al inicio de la Operación Barbarroja, el ejército Rojo tenía un gran arsenal de tanques, sin embargo debemos matizar en el tipo y el estado de los mismos.
o Según Markus Zöllner, el ejército soviético tenía 25.932 tanques y vehículos
blindados, de los cuales, más de 20.000 eran tanques de todos los tipos (ligeros,
medios y pesados).[5]
o Mikhail Baryatinskiy tasa en 10.268 el número de tanques ligeros T-26 el 1 de
junio de 1941, de los cuales, 4.875 en maniobras y de los cuales 709
necesitaban reparaciones;[6] 7.549 tanques ligeros BT;[6] 132 T-40, de los
cuales sólo 18 estaban listos para el combate;[6] y 832 T-34s en los districtos
occidentales de la URSS.[7] De todos los números dados, sólo 10.394 estaban
listos para combatir y cita que en otras fuentes llega el número hasta los 11.000
tanques, que llegarían a 12.782 unidades contando algunas unidades de
infantería y caballería.[7]
o Steven J. Zaloga cita que los T-34 eran un 5% del total de todos los tanques del
ejército soviético el 22 de junio de 1941, con la cifra de 1.225, mientras que sólo
967 eran operativos de un total de 19.221 tanques y 832 en los distritos
militares en el oeste.[8]o Robert Forczyk menciona que debido a Kulik la producción de municiones de
76,2mm y 152mm fue mínima. También habla del poco entrenamiento de los
oficiciales y de que la media de proyectiles por carro de combate era de 1,5 de
76,2mm (sin munición perforante), así como el combustible llegaba para un solo
depósito. También comenta como los KV-2 de la 41ª División de Carros de
Combate no tenían munición. Incluso cita que los tripulantes de los KV apenas
habían conducido esos vehículos y que entrenaban en otros.[11]
Además de los números, el estado de estos tanques (y de sus oficiales) no era bueno en esa época:
o Mikhail Baryatinskiy nos relata la falta de entrenamiento, el problema de falta
de mandos competentes debidos a las purgas y la mala formación de combate
como grandes causas del fracaso inicial. Cita también que los entrenamientos
se solían hacer en viejos tanques en vez de los propios T-34 (para no gastarlos)
y que sólo 150 tripulaciones estaban entrenadas para usar los T-34. Las
derrotas iniciales fueron causadas por posiciones desfavorables, falta de
tripulaciones y munición, personal poco entrenado, falta de piezas de repuesto
y vehículos e recuperación insuficientes (el 44% del total requerido y muchos
eran usados para remolcar la artillería, siendo vehículos que podían remolcar
sólo 4 toneladas de máximo, algo insuficiente para los T-34s).[7]
o Steven J. Zaloga dice que un 29% del total necesitaba un mantenimiento
importante y un 44% una reconstrucción. Además, según este autor, debido a la
supuesta incompetencia de Marshal G. Kulik, la producción de municiones de
76,2 mm había sido repartida a sólo un 12% de los tanques, mientras que
algunos T-34 combatieron sin municiones perforantes (AP) y sólo con munición
de alto explosivo (HE), donde en la mayoría de los casos no se llevaba siquiera
el cargamento completo. También cita la falta de piezas de repuesto y
problemas en las cajas de cambio debido a la rapidez de fabricación,
recordando que en los tanques sólo había un 19-36% de los oficailes requeridos
y gran falta de entrenamiento.[8]
o Dr. Matthew Hughes y el Dr. Chris Mann cuentan que en junio de 1941, muchos
tanques T-34 fueron al combate sin municiones perforantes, mientras otros lo
hacían con sólo una parte del total de la munición.[9] También citan un
comentario de Franz Halder quién hacía incapié en la falta de entrenamiento de
los tanquistas soviéticos.[9]
Prueba de las deficiencias se pueden ver en la 32º División de Tanques dirigidos
por el Coronel Yefim Pushkin. Tenía la mitad de los oficiales mayores necesarios
y sólo un 43% de los oficiales menores precisados. Los primeros T-34
comenzaron a llegarles el 25 de abril de 1941 hasta el 25 de mayo del mismo
año. La brigada recibió un total de 173 T-34s y 49 KVs. Sin embargo, recibieron
sólo un 30% de las radios, un 28% de los ingenierons, un 22% de vehículos de
ruedas, un 13% de equipo de reparación y sólo un 2% de recambios. Además,
los conductores rara vez superaban las 5 horas de formación y algunos artilleros
jamás habían disparado un cañón.[8]
2 - La InvasiónUna vez analizado todo lo que ha sucedido antes de que empezara la Opeación
Barbarroja, es el momento de analizar el transcurso durante la invasión. Alemania
contaba con gran información sobre el suelo soviético, así como con el factor sorpresa.
La colaboración soviética-alemana en la preguerra fue clave para el rearme, prácticas y
aprendizaje de muchos oficiales, tanto de un bando como del otro.[3] La "Blitzkrieg"
tenía grandes similitudes con el "Combate en Profundidad" y los ataques con grandes
masas de blindados para conseguir la superioridad local.
2.1 - Sorpresa Inesperada
El 22 de junio de 1941, fuerzas alemanas cruzan la frontera entre la URSS y Alemania,
atacando en 3 Ejércitos: Norte, Central y Sur. La artillería alemana apoyó el avance
alemán, mientras que 1950 aviones de la Luftwaffe, de los cuales 1280 estaban en
servicio.[4] Esta flota aérea estaba compuesta por 510 bombarderos, 290 de
bombarderos en picado, 440 cazas monomotores y 40 bimotores, y 120 aviones de
reconocimiento de largo alcance.[4] Para el primer día, las bajas soviéticas de aviones
ascendían a 1811 aparatos (322 a causa de cazas y antiaéreos y 1489 en tierra),
mientras que en el segundo día habían sido destruidos sobre 2700,[4] la mayor parte
en tierra. Esto le proporcionó a la Luftwaffe el dominio del aire durante los inicios de la
campaña, permitiéndole cortar las rutas de suministros a los soviéticos y ayudando de
esta manera a cercar los ataques en pinza.
Seguido del fuego de artillería, los tanques alemanes pasaron a la ofensiva,
consiguiendo la superioridad numérica local en casi todo el frente. Halder escribía en
sus memorias que los soviéticos estaban muy dispersados por la frontera y con unas
defensas muy débiles,[3] lo que permitió aprovechar la superioridad local para hacer
penetraciones en profundidad, cortando por aire las retiradas y la llegada de
suministros para cercar a grandes bolsas de tanques y soldados soviéticos. De hecho,
las divisiones soviéticas estaban incompletas y mal equipadas en todo el frente. La
falta de tropas de reserva junto con las malas comunicaciones evitaron posibles
contraataques para romper los cercos y liberar las bolsas de resistencia.
La preparación alemana de Barbarroja fue muy minuciosa en cuanto a las primeras
fases del conflicto. Para destruir la defensa de Ostfort, viendo que el ataque
convencional no era efectivo del todo, Schlieper pidió a la Luftwaffe que bombardease
la fortaleza. Una primera bomba de 500 kg no fue suficiente para hacerlos rendir, a lo
que siguió otra de 1800 kg provocando una gran explosión.[4] Sobre 389 hombres que
habían sobrevivido se rindieron.
3 - Resumen y Conclusión
Las causas de la derrota soviética en la Operación Barbarroja son muy variadas como
se han explicado en los puntos anteriores, por eso es conveniente hacer un resumen
de los diferentes puntos tratados a fin de que recordatorio:
o Purgas de oficiales y suboficiales en los años anteriores al conflicto.
o Destierro de la doctrina militar soviética basada en el "Combate en
Profundidad".o Miedo de los mandos soviéticos a la toma de decisiones propias.
o Permitir a los alemanes entrenarse en suelo soviético.
o Pésimas comunicaciones entre las cadenas de mando.
o Permisividad soviética frente a los aviones alemanes de reconocimiento.
o Entrenamiento deficiente de los soldados y carristas.
o Falta de municiones debido a la incompetencia de Marshal K. Julik.
o Bajo mantenimiento y mal estado de los tanques, que se averiaban y no podían
ser ni reparados ni recuperados.o Falta de radios en los tanques, incluidos algunos de los tanques de mando.
o Divisiones de infantería incompletas y mal equipadas.
o Superioridad local para generar brechas en las defensas seguidas de ataques en
pinza.o Control de aire por parte de la Luftwaffe, cortando retiradas y suministros.
o Destrucción de muchos aviones de la VVS. Una gran parte en tierra.
o Falta de tropas de reserva para efectuar contraataques y liberar a las tropas
cercadas.
El Ejército Soviético había sufrido purgas en sus mandos, reescrito su doctrina militar,
permitido a los alemanes que preparasen a conciencia la Operación Barbarroja y
malequipado a sus tropas. Hitler supo sacar buena tajada de todo esto y sus generales
y oficiales supieron imponerse en un combate desigual. Las cifras que se suelen dar
sobre el número de soldados soviéticos suele ser el total, pero obviamente no estaban
todos en los Distritos Militares (de Siberia partieron 34 divisiones)[4] además de que
estaban repartidas en un frente muy amplio debido a la gran extensión del país. Las
tropas alemanas concentraron sus tropas para conseguir la superioridad local que
permitiría una punta de flecha capaz de penetrar las defensas soviéticas en puntos
vitales, con el fin de encerrarlas en grandes cercos, haciéndole perder a los soviéticos
cientos de miles de soldados en los 6 primeros meses de guerra.[4]
Las cifras de bajas soviéticas vienen en un libro escrito por el Coronel General G.F.
Krivosheev, quien tuvo acceso a datos soviéticos guardados como secreto de estado y
por tanto, la fuente soviética más importante a día de hoy sobre las bajas de la
Segunda Guerra Mundial. La siguiente tabla muestra las bajas de 1941 desglosadas:
[10]
FrentePrisioneros
deGuerra
Pocentajedel
Total
BajasIrrecuperables
Totales
BajasRecuperables
Totalde
Bajas
Noroeste 142.190 52,64% 182,264 87.823 270.087Oeste 798.465 61,52% 956.293 341.661 1.297.954Suroeste 607.860 71,36% 717.833 133.930 851.763Sur 188.306 60,30% 238.577 73.740 312.317Bryansk 138.417 67,79% 155.692 42.660 198.352Leningrado 74.280 22,54% 144.751 184.779 329.530Karelia 18.685 24,02% 34.037 43.758 77.795Kalinin 18.866 15,92% 50.025 68.484 118.509Moscú 739 43,62% 1.225 469 1.694Armada Marítima Independiente(1ª Formación)
21.350 30,64% 35.650 34.052 69.702
Totales 2.009.158 56,95% 2.516.347 1.011.356 3.527.703
Esta tabla muestra un número de prisioneros de guerra elevado para las bajas totales
en combate e incluso sobre el total de bajas (recuperables más irrecuperables). Es un
dato importante a resaltar, puesto que la mayoría pertenecen a tropas cercadas que
fueron obligadas a rendirse sin prácticamente haber luchado. Esta victoria táctica fue
fundamental para los alemanes, pues de haber tenido que combatir a todas estas
tropas, el desgaste les hubiera planteado una guerra totalmente diferente al no contar
con los medios suficientes como para llegar hasta las puertas de Moscú en el tiempo
que lo hicieron.
4 - Anexo 1: Bajas Materiales Soviéticos
La Operación Barbarroja ha propiciado muchas pérdidas de material a los soviéticos
como se muestra en la siguiente tabla. En los 6 primeros meses del conflicto, con las
empresas soviéticas trasladándose hacia el Este en busca de no ser invadidas por las
fuerzas alemanas, tendrían unas producciones muy bajas para cubrir las pérdidas de
1941, donde se perdió más de la mitad del material militar total, incluyendo lo
producido en ese año.
Tipo de Arma Existencias Recibidas Total(E+R)
Perdidas PorcentajePérdidas
Armas Pequeñas 9.330.000 1.870.000 11.200.00 6.290.000 56,2%Antiaéreos 8.600 3.400 12.000 4.100 34,2%Cañones Antitanque 14.900 2.100 17.000 12.000 70,6%Cañones y Morteros 112.800 58.600 171.200 101.100 59%Artillería de Cohetes 0 1.000 1.000 0 0%Tanques 22.600 5.600 28.200 20.500 72,7%Artillería Autopropulsada 0 0 0 0 0%Vehículos Blindados 13.100 10.800 23.900 3.000 12,5%Aviones Combate 20.000 9.900 29.900 7.600
10.30034,4%
Barcos y Submarinos 913 966 1.879 325 17,3%Vehículos de Motor 272.600 204.900 477.500 159.000 33,3%Radios 37.400 5.600 43.000 23.700 51,1%Totales 9.832.913 2.181.466 120.143.79 6.631.625 55,20%
Notas:
o Estos datos se corresponden solamente al año 1941.
o En los cañones antitanque sólo se incluyen los de 45 mm. De 57 mm todavía no
se habían producido.o Los Aviones de Combate no incluyen aviones de transporte.
o El porcentaje de bajas de aviones de combate se corresponde a las bajas en
combate respecto del total del stock.o En las bajas de aviones hay 2 valores: El superior representa a los perdidos en
combate, mientras que el inferior representa a los aviones que se perdieron por
otras causas (avería, mal aterrizaje, destruido en el suelo, etc).
Esta tabla muestra datos de las pérdidas materiales del Ejército Rojo para 1941.[10] De
por sí, no nos dice demasiado, pero si analizamos los datos con detenimiento, veremos
que proporciona información valiosa. La primera columna de datos da los stocks del 22
de junio de 1941. La siguiente muestra las producciones y adquisiciones durante esos
primeros 6 meses de combates. La suma de esas 2 columnas nos da los resultados de
la tercera. En la cuarta columna vienen las pérdidas materiales de ese mismo periodo
junto con el porcentaje de pérdidas respecto al stock total (el inicial mas lo recibido).
La comparación de datos también es necesaria con otros años del conflicto, ya que nos
dofrecerá información importante.
Armas Pequeñas: Con unas pérdidas del 56,2% del stock total para 1941, en 1942 se
produjeron 6.260.000 unidades, casi tantas como las que se perdieron en 1941. A su
vez, las pérdidas fueron de 3.310.000, lo que equivale a un 29,6% del stock total y a la
mitad de las pérdidas totales de 1941. Para 1943, las producciones fueron similares,
6.200.000 y las pérdidas de 2.020.000 son notablemente inferiores a las de años
anteriores. Para 1944 los datos de producciones son de 4.730.000 unidades frente a
2.810.000 de pérdidas, lo que hace un stock total para el inicio de 1945 de 14.750.000
armas pequeñas, más que al inicio de Barbarroja (ya en 1944 había 12.040.000
unidades al inicio). Este último año de guerra se produjeron 690.000 unidades y se
perdieron 1.040.000, datos poco significativos desde que la recuperación había sido
total.
Antiaéreos: Los recibidos en 1941 (3.400) fueron menos que los perdidos (4.100). Sin
embargo, para el inicio de 1943 el stock era de 13.100 antiaéreos, cifra superior a los
8.600 del 22 de junio de 1941. Ese año se recibieron 12.200 antiaéreos y en 1944 feron
13.400, lo que dio un stock total para 1945 de 37.000 unidades, 4,5 veces los que
había en 1941. La recuperación de las bajas fue importante frente a unas pérdidas del
34,2% de todo el stock de 1941. Con unas pérdidas de 1.600 unidades en 1942, la
recuperación era satisfactoria, llegando a triplicar el número de antiaéreos entre el
inicio de 1943 y 1945. La diferencia de cifras es importante al mostrar la necesidad de
tener un número de antiaéreos mucho mayor del que había inicialmente.
Cañones Antitanque: Sólo están englobados los de 45 mm y 57 mm (de 76,2 mm en
adelante van en la siguiente categoría). En 1941 no había cañones de 57 mm y sólo
fueron suministrados en pequeñas cantidades tanto ese año como en los siguientes.
Las pérdidas de cañones de 45 mm en 1941 fueron altísimas con un 70,6% del total
entre los existentes y los recibidos (12.000 piezas perdidas). En 1942 se recivieron
20.500 cañones de 45 mm, una cifra que supera a los existentes para 1941. De todo el
stock para 1942, se perdieron 11.300 y 300 cañones de 45 mm y 57 mm
respectivamente. El año 1943 tendría unas producciones similares (21.500 y 1.900
cañones de 45 mm y 57 mm) frente a unas bajas de 5.500 piezas. Gracias a que se
produjo 4 veces más de lo que se perdió, en 1944 se recivieron 6.400 piezas con unas
pérdidas de 9.300. El último año de guerra tuvo 4.000 piezas perdidas.
Cañones y Morteros: Se engloban cañones y obuses de 76 mm, 100 mm, 107 mm,
122 mm, 152 mm, 203 mm y por encima. También están los morteros de 50 mm, 82
mm, 107 mm, 120 mm y 160 mm. Para 1941 se recibieron 58.400 piezas, 287.700 para
1942, 125.600 en 1943, 43.300 en 1944 y 11.200 en 1945. Las pérdidas de 1941
fueron de 101.100 unidades, el doble de lo perdido. Sin embargo, para 1942, la
recuperación y aumento de stock fue tan grande, que para el inicio de 1943 se habían
conseguido más del doble de piezas que las disponibles en 1941. Las pérdidas de 1942
fueron parecidas al de los 6 meses de 1941 con 107.600 unidades perdidas, 38.600 en
1943, 51.800 en 1944 y 18.400 en 1945.
Artillería de Cohetes: Este medio artillero era barato, impreciso, pero con un alto
poder de fuego gracias a los múltiples cohetes disparados. Su número no fue
excesivamente grande en comparación al de otros medios. Se recivieron 11.000
vehículos de artillería de cohetes (BM-8, BM-13 y BM-31-12), con unas pérdidas totales
de 4.900 en toda la guerra.
Carros de Combate: Tuvieron el porcentaje más alto de todas las categorías de
material en pérdidas porcentuales con un 72,7% de pérdidas para 1941. En 1942 se
perdieron 15.000 de un stock total de 35.600 tanques. La industria soviética hizo un
exfuerzo muy grande para conseguir fabricar 27.900 tanques para 1942 y hacer que en
1943 hubiese a disposición del Ejército Rojo 20.600 tanques, cifra bastante similar en
número a 1941, pero con un aumento significativo de la calidad, como en el resto de
categorías anteriores. En 1943, con la Batalla de Kursk y las contraofensivas soviéticas,
se perdieron 22.400 tanques, pero se repusieron 22.900 durante ese año, con lo que
las bajas quedaron cubiertas en su totalidad. Para 1944 el stock inicial ascendía a
21.100 tanques, de los cuales se perdieron 16.900 y se produjeron 21.200. En 1945 las
producciones bajaron a 8.500 tanques y las pérdidas fueron de 8.700, un poco
superiores a los producidos. En resumen, se perdieron 83.500 tanques y se produjeron
86.100, suficientes para cubrir las bajas. Hay que tener en cuenta la cifra de unos
12.000 unidades recibidas por el Lend and Lease.[10]
Cañones Autopropulsados: Al inicio de Barbarroja no había artillería autopropulsada
disponible. Con el abaratamiento del T-34, los cazatanques no fueron fabricados en
grandes números, por lo que la mayoría de los cañones autopropulsados fueron
cañones de asalto a pesar de haber sido empleados en roles antitanque cuando fueron
requeridos. Durante toda la guerra se produjeron 23.100 vehículos frente a unas
pérdidas de 13.000, es decir, se produjeron el doble de las pérdidas, de las cuales la
mayoría fueron entre 1944 y 1945.
Vehículos Blindados: El Lend and Lease colaboró ampliamente en este campo. Había
13.100 vehículos blindados soviéticos en junio de 1941, cifra que fue aumentando poco
a poco. En total se recibieron (producidos mas los recibidos por los aliados) 59.100
vehículos blindados frente a 37.600 bajas.
Aviones: Hay 2 datos importantes en la tabla referente a los aviones, los destruidos en
combate y los destruidos por fallos y en tierra. Habíamos comentado que se habían
perdido 2700 aviones soviéticos en los 2 primeros días de combate,[4] alegando que la
mayoría habían sido en tierra. La tabla muestra como las bajas "no combientes" fueron
de 10.300 frente a los 7.600 derribados en combate. La sorpresa del ataque alemán
junto con que parte de los aeródromos soviéticos estaban muy en la frontera,
permitieron estas masacres iniciales. Si añadimos la falta de entrenamiento, el riesgo
de fallo en el aterrizaje o despegue aumentan, subiendo las cifras de bajas no
combativas. Para 1942 se recibieron 22.000 aviones de combate, a lo que hay que
restar unas pérdidas de 7.000, 4.400 en combate. En 1943 se recibieron 33.100
aviones de combate frente a unas pérdidas de 22.500 aviones (daban comienzo las
ofensivas soviéticas). En 1944 se recibieron 35.600 aviones de combate y se perdieron
24.800 (en combate 9.700). En 1945 se recibieron 15.000 aviones de combate y se
produjeron unas pérdidas de 11.000 (4.100 en combate). Hay que tener en cuenta que
un avión dañado que a causa de los daños no consigue aterrizar o que debido a los
grandes daños no vale la pena arreglarlo, no se considera una baja en combate. Los
alemanes contabilizaban de una manera similar. Hasta un determinado porcentaje de
daños no se consideraba una baja en combate, con lo que hay que tener mucho
cuidado con los recuentos de bajas en combate, sobre todo con los reclamos, que
suelen estar inflados en todos los bandos.
Barcos y Submarinos: Las pérdidas de 1941 fueron las más altas de toda la
contienda. Se perdieron 325, 242, 251, 171 y 25 entre 1941 y 1945. Las producciones
fueron de 2.588 frente a unas bajas de 1.014.
Vehículos de Motor: Se engloban todos los vehículos que no estén en cualquiera de
las categorías anteriores. Tenemos de nuevo unas pérdidas altas en 1941 en
comparación del resto de años. Se perdieron 159.000 vehñiculos en 1941, 66.200 en
1942, 67.000 en 1943, 32.600 en 1944 y 27.000 en 1945. El total de pérdidas asciende
a 351.800 vehículos frente a los 744.400 recibidos (se incluyen producidos y recibidos
por el Lend and Lease). El stock de 1941 era de 272.600 vehículos frente a los 318.500
de 1942, 404.500 de 1943, 496.000 de 1944 y 692.200 de 1945.
Radios: Se había comentado la falta de equipos de radio en general. Esta falta fue
notoria, pues veremos el aumento que hubo desde el inicio de la guerra hasta el final.
El Stock de radios para 1941 era de 37.400 equipos, mientras en 1945 hubo 107.000 y
se recibieron 20.100 más. De nuevo, las pérdidas de 1941 superaron con creces a las
de los años siguientes. En 1941 fueron de 23.700 equipos, 7.000 en 1942, 17.700 en
1943, 13.300 en 1944 y 13.400 en 1945.
Todo este conglomerado de datos puede parecer que no tiene mucho sentido dentro
del tema que se está tratando, pero sí tiene un lazo importante. El Ejército Rojo obtuvo
unas pérdidas enormes en 1941 como muestran los datos, superiores a las pérdidas en
años siguientes. Se aprendieron duras lecciones ese año, se mejoró la eficiencia, la
tecnología y en general, todas las ramas militares soviéticas. Esto permitió estar mejor
preparado para los años siguientes, en los cuales los soviéticos estaban más
preparados, y por tanto, las bajas fueron menores. Cabe resaltar que en algunos
campos hay aumentos en las bajas debidos a momentos importantes de la guerra,
como ofensivas o combates de gran envergadura. El inicio de la Operación Barbarroja
evitó enfrentamientos encarnizados en muchos puntos gracias a los envolvimientos y
supresión de grandes bolsas, obligando a rendirse a las tropas cercadas, resumiéndose
en grandes pérdidas humanas y materiales.
5 - Anexo 2: Bajas Humanas
Hemos analizado las bajas materiales a fondo, comprobando que las pérdidas de 1941
fueron elevadas en comparación de los siguientes años. Para comprender el conflicto
es necesario analizar a fondo las bajas soviéticas de 1941 en relación con el resto de
años. Para ello pondremos una tabla con datos ofrecidos por Krivosheev.[10]
Fecha BajasIrrecuperables
Heridos yEnfermos
Total
22/06/1941-04/12/1941 2.841.900 1.145.800 3.987.70005/12/1941-30/04/1942 1.249.000 1.602.700 2.851.70019/11/1942-31/03/1943 967.700 1.865.900 2.833.60001/04/1943-30/06/1943 191.900 490.600 682.50001/07/1943-31/12/1943 1.393.800 3.628.800 5.022.60001/01/1944-31/05/1944 801.500 2.219.700 3.021.20001/06/1944-31/12/1944 962.400 2.895.000 3.857.40001/1/1945-09/05/1945 800.800 2.212.700 3.013.500Total Bajas en Europa 11.273.100 18.319.70
029.592.800
Campaña en el Lejano Este09/08/1945-02/09/1945
12.000 24.400 36.400
Total Guerra 11.285.100 18.344.100
29.629.200
Notas:
o Las fechas están separadas por bloques según campañas en vez de en
semestres o años.
En estas campañas hay más de un millón de muertos o desaparecidos en combate que
enfermos y heridos. En las fases finales, el número de muertos y desaparecidos
decreció y fue entre 2 y 2,5 veces menore que los números de enfermos y heridos.
Durante el primer periodo hubo una media de 24.000 bajas por día (entre recuperables
e irrecuperables), siendo el periodo con mayor número de bajas diarias irrecuperables
con una cifra de 17.100 muertos.
Los prisioneros de guerra formaron una gran parte de las bajas irrecuperables de 1941.
Los alemanes anotaron 300.000 en Bialystok, Grodno y Minsk, 103.000 en Uman,
450.000 en Vitebsk, Orcha, Mogilev y Gomel, 180.000 en Smolensk, 664.000 en Kiev,
100.000 en Chernigov, 100.000 en Mariupol y 663.000 en Bryansk y Vyazma. Un total
de 2.561.000 para 1941. Sin embargo, estas cifras engloban más que a soldados, por
eso son cifras tan altas. Por ejemplo, los alemanes informaros de haber capturado a
665.000 soldados soviéticos y oficiales al Este de Kiev., pero en realidad no había más
de 627.000, de los cuales 150.000 escaparon del cerco, por lo que en esa cifra se han
incluido trabajadores que no eran militares. Un estudio detallado destacó que durante
toda la Segunda Guerra Mundial se han perdido 4.559.000 soldados en las categorías
de prisioneros de guerra y desaparecidos, perteneciendo la mayor parte al primer
grupo. De los capturados, una parte importante (incuantificable) murió debido a varias
causas. Por un lado hay órdenes de Hitler de aniquilar a los prisioneros de guerra, tanto
oficiales como soldados - Orden dada antes de la Operación Barbarroja [10]- por lo que
aparte de fusilamientos y técnicas menos convencionales de asesinato, la inanición y
muerte por enfermedad fueron muy habituales. Durante el invierno, los alemanes
estaban mal preparados para resistir el frío ruso, así que cuando un soldado era
capturado, los soldados alemanes cogían sus gruesas vestimentas, condenando a los
soldados soviéticos a morir de frío. Las grandes masas de soldados capturados fueron
un problema para el alto mando nazi, pues no sabían que hacer y la falta de previsión
junto con la orden de exterminarlos, llevó a que muchos murieran por falta de
alimentos, pudiéndose encuadrar en una subcategoría, dentro de los prisioneros de
guerra, como podría serlo "muertos en cautividad".
Las cifras son muy clarificantes. Para que fueran tal altas en los primeros 6 meses de la
ofensiva alemana es porque había claras deficiencias en el Ejército Rojo. Por lo
contrario no se puede explicar que desde el inicio de 1944 hasta el final de la guerra,
las bajas sean mucho menores siendo la Unión Soviética quién atacaba frente a los
alemanes que estaban a la defensiva y que tuvieron tiempo de preparar fortificaciones
y una importante defensa cuando el Ejército Rojo tomó la iniciativa. Un factor
importante fue la recuperación soviética en el tema de las producciones que hemos
visto en el Anexo 1. La recuperación fue importante en 1942 y contribuyó a unas
mejores condiciones para los soviéticos, como el abastecimiento de materiales, rutas
de suministros, supremacía del aire, etc.
La siguiente tabla hace un desglose de las bajas según el tipo:[10]
Año
Trimestre
Muertesen
Combate
Muertes
enHospit
ales
Muertesno
Combatientes
Prisioneros de
Guerra yDesaparec
idos
TotalBajas
Irrecuperables
TotalBajas
Recuperables
TotalBajas
3º 236.37 40.680 153.526 1.699.099 2.129.677 687.626 2.817.
1941
2 3034º 229.00
960.791 81.813 636.383 1.007.996 648.521 1.656.
517Total 465.38
1101.471 235.339 2.335.482 3.137.673 1.336.147 4.473.
820
Notas:
o Las bajas recuperables son heridos, enfermos y congelaciones no mortales ni
inhabilitadoras para volver a combatir.
Estos datos son muy interesantes a la hora de compararlos con el resto de la contienda. Las bajas en combate de 1941 ascienden a 465.381 muertos, la cifra más baja de toda la guerra hasta 1945 inclusive. Los muertos en hospitales también tienen una cifra baja, con 101.471 muertos frente a 220.226 de 1942, 300.756 de 1943, 329.846 de 1944 y 148.028 de 1945. las muertes no combatientes fueron altas. Hasta 1945, estas bajas fueron 541.920, por lo que en 1945 se sufrieron casi la mitad. Lo mismo pasa con la cifra de prisioneros de guerra, que siendo de 2.335.482 en 1941, hasta 1945 se contaron 4.455.620, es decir, que más de la mitad fueron en 1941 y con 1.515.221 en 1942 tendríamos los 2 peores años para los soviéticos. Las bajas recuperables fueron lo contrario a estos 2 casos. Sólo 1.336.147 fueron bajas recuperables en 1941, mientras que el total de estas bajas en toda la guerra fueron 18.344.148.
También cabe resaltar la política sobre los tanques de ambos países. Durante 1941 los alemanes atacaron con tanques ligeramente protegidos y armados. Para 1944 operaban tanques mucho más protegidos y armados. Los soviéticos también avanzaron en este campo, pero se basaron principalmente en el T-34 que se mantuvo con el mismo blindaje del chasis cambiando únicamente la torre.[8] Volviendo a las tablas de pérdidas de material, los alemanes deberían haber causado mayores bajas a los soviéticos desde 1944 en adelante, pero de nuevo vuelven a ser inferiores a 1941. Este análisis tan simple es suficicente como para darnos cuenta de que los factores que influyen en las bajas de cualquier tipo dependen de una gran cantidad de factores que se vuelven casi inumerables y dependen tanto del uso humano como del uso de la tecnología o del clima para ese día.
6 - Referencias
1. "Soviet Deep Batle" en la wikipedia inglesa usando como fuente a David Glantz
2. Dr. Matthew Hughes y el Dr. Chris Mann, "The T-34 Tank", Brown Packaging
Books, Reino Unido, 1999, ISBN 1-86227-067-8
3. Jr. Otto Preston Chaney, "Zhúkov", Altaya, Oklahoma, 2008, ISBN 978-84-487-
2564-8
4. Will Fowler, "Barbarossa - The First 7 Days", Greenhill Books, Italia, 2004, ISBN
1-85367-602-0
5. Jochen Vollert, "KV-2. Soviet Heavy Breakthrough Tank of WWII", Alemania,
2004.
6. Mikhail Baryatinskiy, "Light Tanks", Ian Allan Publisings, Moscú, 2006, ISBN 0-
7110-3163-0.
7. Mikhail Baryatinskiy, "T-34 Medium Tank", Russian Armour Volume 4, Ian Allan
Publishings, Moscú, 2007, ISBN 978-071103265-1.
8. Steven J. Zaloga y Peter Sarson, "T-34 Medium Tank 1941–45", Osprey Military,
London, 1994, ISBN 1-85532-382-6.
9. "Dr. Matthew Hughes y el Dr. Chris Mann, "The T-34 Tank", Brown Packaging
Books, Reino Unido, 1999, ISBN 1-86227-067-8
10. G.F.Krivosheev, "Soviet Casualities and Combat Losses in the Twentieth
Century", Greenhill Books, Gran Bretaña, 1997, ISBN 1-85367-280-7
11. "Panzerjäger Vs KV-1 - Eastern Front 1941-43" Robert Forczyk, Osprey Military,
2012, ISBN 978-1-84908-578-6.
7 - Bibliografía
o "Barbarossa - The First 7 Days", Will Fowler, Greenhill Books, Italia, 2004, ISBN
1-85367-602-0o "Barbarossa - The Russian-German conflict 1941-1945", Alan Clarc, Harper
Perennial, 1985, ISBN 978-0688042684o "Operation Barbarossa and Germany's Defeat in the East", David Stahel,
Cambridge University Press; 1 edition, 2009, ISBN 978-0521768474o "BARBAROSSA DERAILED: The Battles for Smolensk, July-August 1941", David
Glantz, Helion and Company, 2010, ISBN 978-1906033729o "Operation Barbarossa in Photographs", Paul Carell, Schiffer Publishing, Ltd.,
1991, ISBN 978-0887402807o "Barbarossa: The German Campaign in Russia - Planning and Operations (1940-
1942)", Dr R. Gordon Grant, Trafford Publishing, 2006, ISBN 978-1412084260o "Operation Barbarossa 1941 (1): Army Group South", Robert Kirchubel, Osprey
Publishing, 2003, ISBN 978-1841766973o "Operation Barbarossa 1941 (2): Army Group North", Robert Kirchubel, Osprey
Publishing, 2005, ISBN 978-1841768571o "Operation Barbarossa 1941 (3): Army Group Center", Robert Kirchubel, Osprey
Publishing, 2007
La Operación Barbarroja (en alemán: Unternehmen Barbarossa), emprendida el 22 de
junio de 1941, fue el nombre en clave dado porAdolf Hitler al plan de invasión de la Unión
Soviética por parte de lasFuerzas del Eje durante la Segunda Guerra Mundial. Esta operación
abrió el Frente Oriental, que se convirtió en el teatro de operaciones más grande de la guerra,
escenario de las batallas más grandes y brutales del conflicto en Europa.
La Operación Barbarroja significó un duro golpe para las desprevenidas fuerzas soviéticas,
que sufrieron fuertes bajas y perdieron grandes extensiones de territorio en poco tiempo. No
obstante, la llegada del invierno ruso acabó con los planes alemanes de terminar la invasión
en 1941. Durante el invierno, el Ejército Rojocontraatacó y anuló las esperanzas de Hitler de
ganar la batalla de Moscú. La Operación acabó el 5 de diciembre de 1941 con la retirada del
ejército alemán.
Índice
[ocultar]
1 Antecedentes
o 1.1 Motivaciones políticas y militares
o 1.2 La situación en junio de 1941
2 Preparativos
o 2.1 Los preparativos alemanes
o 2.2 Los preparativos soviéticos
3 La invasión
o 3.1 Demoras alemanas
o 3.2 Actividad diplomática
o 3.3 Avances alemanes (junio-octubre de 1941)
o 3.4 Desenlace de la Operación (diciembre 1941)
4 Consecuencias
o 4.1 Causas de las primeras derrotas soviéticas
o 4.2 Causas del fracaso de la Operación Barbarroja
5 Véase también
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Antecedentes[editar]
Motivaciones políticas y militares[editar]
En el ideario de Hitler estaba la expansión hacia el Este dentro de su política de "espacio vital"
(Lebensraum en alemán), aunque ésta era una aspiración alemana previa a la Primera Guerra
Mundial. Ya en 1918 en la Paz de Brest-Litovsk, el alto mando de los ejércitos imperiales
alemanes del frente oriental había impuesto sus condiciones para el armisticio que los
bolcheviques solicitaban. Por razones prácticas de supervivencia los jefes comunistas habían
desistido de extender su gobierno a las ex regiones del Imperio ruso de Polonia y los países
bálticos, entregándolas al Reich del Káiser. Como se puede leer en el libro de Hitler Mein
Kampf (Mi Lucha), la guerra contra los soviéticos es una cruzada de Europa contra Asia: se
trata de enviar al fondo del continente asiático a quienes hacen correr al "Nuevo Orden"
europeo y nacionalsocialista los mismos riesgos que hacían correr loshunos de Atila a la
Europa romana. El territorio conquistado se convertiría en el espacio vital que satisfaría las
necesidades de tierra y materias primas para la población alemana durante siglos.
En diciembre de 1940, el Führer firma la Directiva n.º 21, denominadaOperación Barbarroja,
que contempla la invasión relámpago de laUnión Soviética, que debía ser aniquilada,
teóricamente, en una sola campaña de apenas un par de meses. El plan definitivo de Hitler
era avanzar simultáneamente con tres Grupos de Ejércitos, que debían revolverse
continuadamente, para cercar a los ejércitos soviéticos en enormes maniobras de
tenaza y embolsamientos, para aniquilarlos posteriormente. Hitler la nombró así en honor
de Federico I, Friedrich Ien alemán, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico durante
el siglo XII, llamado Barbarroja por el color de su barba. Su reinado representó el apogeo del
Sacro Imperio Romano Germánico, considerado el Primer Reich por los nacionalistas
alemanes. La fama y el significado moderno de Federico I Barbarroja está unido al pan-
germanismo alemán del siglo XX. Barbarroja fue un referente para los nacionalistas alemanes
que pretendían reunificar el país bajo un poder fuerte, como el del emperador. Como se ha
mencionado, Adolf Hitler había decidido tomarse la guerra en el Frente del Este como
unaCruzada y así se lo advierte a sus generales, recordándoles que la Unión Soviética no ha
firmado las convenciones de Ginebra y que no se trata de hacer alarde de espíritu
caballeresco. El Führer piensa poner los territorios conquistados bajo una severa
administración alemana, "desbolchevizar" el país y ver hundirse el régimen soviético cuando él
esté en posesión de lo que él llama las "ciudadelas del
bolchevismo":Leningrado y Stalingrado.
En el momento del ataque estaba en vigor el pacto de no agresión germano-soviético de
agosto de 1939, por el que ambas potencias definían sus esferas de influencia en Europa
Oriental. El pacto sorprendió al mundo debido a la hostilidad mutua y a las ideologías
diametralmente opuestas de los firmantes.
La situación en junio de 1941[editar]
Para entonces, el Tercer Reich controla militarmente Bélgica, Bohemia y
Moravia, Dinamarca, Francia (salvo la parte gobernada por Vichy),Grecia, Países
Bajos, Luxemburgo, Noruega, Polonia (salvo la parte invadida por los soviéticos) y Yugoslavia
(salvo Bosnia, Croacia y Eslovenia que se le escinden), mientras
que Bulgaria,Finlandia, Hungría, Italia, y Rumanía son aliados de Alemania. Además se
espera contar con el apoyo logístico decidido de las poblaciones "a liberar"
de Bielorrusia, Estonia, Letonia, Lituania y Ucrania, como también de los cosacos del Don y de
los colonos alemanes residentes en la URSS. Así, la Wehrmacht presume de rápidas victorias
en todo el extenso frente; sin embargo, ya se le plantean al vencedor provisional graves
problemas:
1. No se ha vencido militarmente al Imperio británico. La Operación León
Marino, Unternehmen Seelöwe en alemán el plan para invadir Gran Bretaña, se ha
pospuesto sine die, la campaña de bombardeos aéreos, la Batalla de Inglaterra, se
salda con un fracaso para la Luftwaffe y las operaciones de guerra submarina no han
derrotado a los británicos.
2. Estados Unidos ha abandonado su estado de neutralidad por uno de no beligerancia.
Tras la caída de Francia, los EE.UU. iniciaron el primer reclutamiento realizado en
tiempo de paz de su historia e incrementaron considerablemente su presupuesto
militar. Era cuestión de tiempo que la Batalla del Atlántico arrastrase a la guerra a los
Estados Unidos y la ayuda militar estadounidense es una amenaza de la que Hitler es
muy consciente.
3. Pese a que con la Unión Soviética se mantiene aún vigente el pacto de no agresión,
no es menos cierto que ya la Unión Soviética se ha anexionado la parte oriental de
Polonia, Estonia, Lituania, Letonia, ha obtenido concesiones territoriales
de Finlandia como consecuencia de la Guerra de Invierno ruso-finesa de 1939-40 y
mira hacia losBalcanes, por lo que un enfrentamiento entre ambas potencias es
inevitable; sólo falta dilucidar quién dará el primer paso, y es precisamente Hitler quien
lo hace.
El OKH (Alto Mando alemán) planificó la campaña relámpago bajo el concepto
del Blitzkrieg para el verano de 1941, que concluyese con el derrumbe del Ejército Rojo en un
par de meses, por lo que las Fuerzas Armadas alemanas no se equiparon para combatir en
invierno ni estaban preparadas para una guerra de larga duración. Asimismo, la logística que
se iba a poner en marcha para mantener el amplio frente de batalla no fue dimensionada bajo
una holística real de la amplitud del espacio soviético, ni de las deficiencias en vías de
comunicación.
El espionaje británico había alertado a la Unión Soviética de la inminente invasión
pero Stalin creyó que era un intento desesperado de Churchill para hacerle entrar en la guerra
junto a los Aliados. A pesar de que el espía soviético Richard Sorge llegó a dar a Stalin la
fecha exacta del ataque, el ataque tomó por sorpresa al Ejército soviético, puesto que
laSTAVKA (el Alto Mando del Ejército Rojo), bajo las órdenes de Stalin, no dictó ningún tipo de
medida preventiva de guerra que pudiese ser interpretada como belicosa por su homólogo
alemán.
Stalin, a pesar de que no albergaba dudas sobre que el conflicto germano-soviético sería
inevitable, creía que Hitler no abriría un segundo frente antes de acabar la guerra con Gran
Bretaña 3 y en todo caso los planes de defensa soviéticos estaban previstos para un
enfrentamiento con Alemania como muy pronto en la primavera de 1942.
Hitler creía firmemente que el gobierno comunista se derrumbaría al primer golpe y lo llamaba
desdeñosamente «el Gigante con los pies de barro»: el dictador austríaco suponía que la gran
masa subyugada y desmoralizada se volvería contra su líder, Stalin, debido a las grandes
hambrunas y matanzas realizadas bajo el Plan Cuatrienal y la Gran Purga. Hitler ignoraba o
estaba muy mal informado de la verdadera envergadura del potencial bélico de los soviéticos,
del número exacto de blindados y divisiones y de su extraordinaria capacidad homeostática de
sobreponerse a los reveses militares.
Preparativos[editar]
Los preparativos alemanes[editar]
La Operación fue diseñada en un principio en diciembre de 1940, tras el fracaso de la batalla
de Inglaterra. Hitler deseaba dividir sus fuerzas y no repetir el error de Napoleón Bonaparte de
invadir un país tan extenso mediante un solo bloque de tropas; asimismo se ejecutaron
diversas misiones de reconocimiento aéreo a lo largo de la frontera germano-soviética. Se
estructuraron tres grupos de ejército asignados para conquistar regiones y ciudades grandes
de la Unión Soviética una vez que la invasión comenzara.
El Grupo de Ejércitos Norte fue asignado a la conquista de los países bálticos y
de Leningrado.4
El Grupo de Ejércitos Centro, el más poderoso en hombres y material,
conquistaría Bielorrusia, participaría en la toma de Smolensk antes de dirigirse hacia la
conquista de Moscú y la ocupación de las regiones centrales de Rusia.4
El Grupo de Ejércitos Sur debía tomar la totalidad de Ucrania,4 sin dejar de lado la
conquista de Kiev y continuar hacia el río Volga, teniendo como objetivo conquistar
finalmente la región montañosa del Cáucaso, muy rica en petróleo.
Al final de los preparativos, la Wehrmacht había movilizado cerca de 3,2 millones de soldados
hacia la frontera soviética, junto con un millón de soldados de países aliados y satélites,
preparados todos para iniciar una ofensiva general desde elmar Báltico hasta los Cárpatos,
contando para ello con la entrada de Rumania y Eslovaquia en la guerra. Existía, sin embargo,
una discrepancia en los objetivos: mientras Hitler daba prioridad a la política y a la economía,
deseando unirse cuanto antes a las tropas finlandesas en el norte y ocupar la riqueza agrícola
de Ucrania en el sur, el Alto Mando deseaba destruir el centro de poderío militar soviético en
Moscú, principal centro de comunicaciones del país.4 Hitler no contaba, además, con el apoyo
japonés para la campaña, ya que no había realizado consultas sobre la misma con el gobierno
nipón que, tras el ataque, se mantuvo neutral en el conflicto.5
Los preparativos soviéticos[editar]
La producción de armamento fue aumentada en los años previos dentro del clima general
europeo de rearme. En 1941 el ejército soviético sobrepasaba al alemán por un gran margen
en cantidades de soldados y material, siendo los modelos de tanques, el T-34, el KV-1 y
aviones Sturmovik, en muchas ocasiones mejores técnicamente que sus pares alemanes.
Asimismo la cantidad de tanques (siete veces más numerosos que sus oponentes
alemanes),6 cañones de largo alcance y aviones de combate disponibles en la Unión
Soviética, resultaba ser mayor a la que Alemania y todos sus aliados pudiesen movilizar
respecto de esas mismas armas. Sólo faltaba modernizarse en táctica militar.
El número real de tanques, aviones de guerra y divisiones del Ejército Rojo era desconocido
por el OKW (Alto Mando de la Wehrmacht) alemán y de este modo por Hitler, quien
consideraba inferior y desmoralizado al Ejército Rojo. Por otra parte los análisis de los
generales germanos y del propio Hitler se sustentaban en el pésimo desempeño de las tropas
soviéticas durante la Guerra de Invierno de 1939 contra Finlandia, en la que el Ejército
Rojo sufrió cuantiosas pérdidas en hombres y material frente al ejército finlandés, mucho más
pequeño y peor equipado, al cual combatían.
Se había pensado que el Ejército Rojo estaba en desventaja numérica respecto a
la Wehrmacht precisamente en las guarniciones de regiones occidentales de la Unión
Soviética[cita requerida], aunque sumando la totalidad de soldados soviéticos disponibles resultaba
una cifra superior a la movilizada por Alemania y sus aliados. El Ejército Rojo podría movilizar
casi cinco millones de soldados preparados ya en junio de 1941, pero para que tal diferencia
fuese visible en combate era necesario primero movilizar grandes cantidades de tropas
soviéticas desde Siberia, Asia Central y de la región del Extremo Oriente ruso, principalmente
a las tropas que resguardaban los avances japoneses en Vladivostok.
La única gran desventaja soviética parecía ser la falta de preparación táctica de sus mandos
para una invasión alemana, la escasez de oficiales y la rigidez del mando. Tras la Gran
Purga de 1936 Stalin había reforzado su poder dentro de la Unión Soviética pero para ello
había ordenado encarcelar o fusilar a varios miles de oficiales muy competentes del Ejército
Rojotales como el general Mijaíl Tujachevsky, (mentor de Heinz Guderian), al punto que de 90
generales de Ejército, solo 6 sobrevivieron la purga, y de 180 jefes de distrito militar solamente
57 vivían tras la purga, casi dos tercios de los comandantes de divisiones y de cuerpos de
ejército habían sido arrestados o ejecutados.
El resultado fue que tales puestos vacantes fueron cubiertos por oficiales más jóvenes,
carentes de experiencia dirigiendo tropas, y que tras el recuerdo de las purgas muy pocos de
estos jóvenes comandantes se atrevían a tomar iniciativas propias en combate o a dar
sugerencias a sus jefes directos. Además la desconfianza de Stalin impulsó que los
nombramientos de jefaturas militares tras la Gran Purga tuvieran como base la "confiabilidad
política" de los oficiales en vez de su habilidad y conocimiento militar. Cabe decir también que
las purgas sirvieron para evitar traiciones en el ejército y colaboracionismo con Alemania. Así,
si bien se perdieron algunos valiosos generales, se aseguró la fidelidad del ejército soviético a
la URSS, a diferencia de lo sucedido en otros países, como Francia.
La invasión[editar]
Demoras alemanas[editar]
La invasión estaba inicialmente prevista para el 15 de mayo, pero la intervención
de Mussolini en África Oriental contra laSomalia Británica y, sobre todo, su frustrada invasión
de Grecia durante el invierno de 1940 hizo aplazar la operación, al verse Hitler obligado a
socorrer a su aliado decretando la invasión de Grecia (Operación Marita).
Por otra parte, como respuesta al golpe de estado en Yugoslavia que sustituyó al gobierno
pro-alemán que había firmado el Pacto Tripartito, Hitler ordenó la invasión de Yugoslavia
(Operación 25). En conjunto, la intervención del Tercer Reich en Grecia y los Balcanes retrasó
la Operación Barbarroja cuatro semanas que fueron vitales. Muchos autores sostienen que
este retraso resultó, a la larga, fatal para el avance alemán, como ya había advertido en su día
el Alto Mando.4 Las fuertes lluvias de mayo difirieron los preparativos otros diez días.4
Actividad diplomática[editar]
En la noche del sábado 21 de junio la embajada alemana en Moscú recibió noticias sobre la
llegada de un importante mensaje enviado por el Ministerio de Relaciones Exteriores del
Reich, siendo que ese día se hallaban en la sede diplomática solamente el
embajador Friedrich-Werner Graf von der Schulenburg y su adjunto Gustav Hilger, pues el
gobierno nazi había ordenado días antes que salieran de territorio soviético todos los
ciudadanos alemanes y sus familias; de hecho el embajador Schulenburg ya tenía indicios de
que se preparaba una masiva invasión alemana contra la URSSdesde hacía varias semanas,
por lo cual no le sorprendía el contenido del mensaje que llegaría desde Berlín esa noche.
Mientras tanto en Berlín el embajador soviético Vladimir Dekanozov recibía una llamada
telefónica a su residencia en la madrugada del domingo 22 de junio de 1941, para ser
convocado al despacho del ministro nazi Joachim Ribbentrop, donde éste, en una ceremonia
oficial rodeado de otros diplomáticos y funcionarios alemanes le hacía entrega de una
declaración de guerra formal en la cual el Tercer Reich alegaba una «traición soviética» que
obligaba al régimen hitleriano a «tomar medidas militares para su defensa», tras lo cual
Dekanozov fue internado junto con el resto del personal diplomático y luego enviado a la
URSS.
Cuando en Moscú el embajador Schulenburg recibió el mensaje enviado por sus superiores
desde Berlín, se dirigió apresuradamente hacia la sede de la Comisaría del Pueblo de Asuntos
Exteriores, donde poco antes del amanecer pudo entrevistarse con el ministro
soviético Viacheslav Mólotov, entregándole una declaración de guerra en similares términos a
la entregada a Dekanozov en Berlín. Mólotov recibió la declaración y acusó de «mala fe e
ingratitud» al gobierno nazi, alegando que tenía noticias que desde antes de la llegada del
diplomático alemán la Luftwaffe había empezado a atacar aldeas soviéticas situadas en la
frontera.
Así, el domingo 22 de junio de 1941, a las 03:15 de la madrugada en un gigantesco frente de
1 600 km entre el mar Bálticoy el mar Negro, los alemanes pusieron en marcha a más de 4
millones de hombres: 3,5 millones de alemanes y 1 millón de aliados aglutinados en 225
divisiones, junto a 4 400 tanques y 4 000 aviones,[cita requerida] convirtiéndola en la operación
terrestre más grande de la historia. Inicialmente los puestos de vigilancia soviéticos tardaron
en reaccionar al enorme movimiento, pareciendo increíble que, pese a las declaraciones de
la propaganda oficial stalinista, Alemania estuviera atacando realmente a la URSS.
Avances alemanes (junio-octubre de 1941)[editar]
En un principio las defensas militares soviéticas se derrumbaron como estaba previsto.
La Luftwaffe se encargó de destruir la mayoría de los aviones de las fuerzas aéreas soviéticas
antes de que pudieran despegar. En la creencia de que no había ataque alemán que temer,
el estado mayor de la fuerza aérea soviética había saturado sus bases occidentales con una
elevada cantidad de aviones, sin darles además la suficiente protección antiaérea, y sin
establecer sistemas de comunicación que permitieran alertar rápidamente de un ataque, por lo
cual la aviación soviética fue presa fácil de los bombarderos alemanes.
La coordinación entre las armas terrestres y aéreas de la Wehrmacht permitió a los alemanes
derrotar rápidamente a las guarniciones soviéticas, sorprendidas por el ataque. Por el
contrario, los oficiales del Ejército Rojo se negaban a aplicar tácticas adecuadas a la situación
de cada sector afectado, por temor a ser arrestados y fusilados si se apartaban de la
"ortodoxia militar" fijada por el régimen estalinista que rechazaba la movilidad de las tropas.
Ello explicaba que en las primeras semanas de la lucha, numerosos ejércitos soviéticos fueran
fácilmente cercados y destruidos por los alemanes, alegando no tener órdenes superiores
para una defensa móvil o una retirada urgente.
En un mes Bielorrusia y los países bálticos estaban en manos alemanas aunque en el sur
hubo que esperar a agosto para alcanzar el río Dniéper, ordenando Hitler que parte del Grupo
de Ejércitos Centro se dirigiera al sur para cerrar una tenaza en torno a Kiev, lo que provocó la
mayor captura de soldados enemigos de la historia (más de 400 000), pero hizo retrasar el
asalto a la capital soviética, aunque también ayudó a asegurar el flanco meridional del Grupo
de Ejércitos Centro. Desde el primer día de la invasión, las tropas alemanas habían recibido
en muchos pueblos soviéticos (en el Báltico, Bielorrusia y en especial en Ucrania, donde se
recibió con flores al invasor6 ) la bienvenida de multitudes entusiastas que los contemplaban
como libertadores de la opresión otrora del zarismo y entonces del bolchevismo.6 Pero Hitler,
basado en su doctrina racista de la "supremacía aria" despreció el apoyo de los
pueblos eslavos por considerarlo innecesario; en cuanto a los rusos o ucranianos, la ideología
nazi los consideraba Untermenschen o «subhumanos», destinados a la explotación y al lento
exterminio por hambre, ordenando el Führer que la población eslava recibiera un tratamiento
especialmente cruel y brutal, al extremo de disponer mediante órdenes escritas que no habría
castigo para los soldados de la Wehrmacht que cometieran crímenes contra civiles, por
salvajes o atroces que éstos fueran. Esta opresión violenta, basada en el puro racismo nazi,
causó que la actitud de la población civil se tornara muy pronto en contra de los invasores,
eliminando toda opción de que el Tercer Reich ganase algún grado de sincera colaboración.
Además, en cuanto empezó el ataque alemán actuaron las unidades especiales de las SS de
Himmler, dedicadas a la persecución y asesinato de judíos en el territorio soviético ocupado.
Stalin, en contraste, abandonó astutamente la imagen intimidatoria que se había forjado
durante la Gran Purga y apeló directamente a los civiles soviéticos llamándolos «hermanos y
hermanas» en sus discursos radiados, para lograr mediante la propaganda una adhesión
firme de las masas al régimen. Los pueblos conquistados, asqueados por la brutalidad
alemana, fueron inspirados por la propaganda soviética que invocaba al nacionalismo
panruso en oposición a la amenaza germana (dejando de lado adhesión ideológica al
régimen). Tanto alemanes como rusos trataban brutalmente a sus prisioneros, dejándolos
morir de hambre —registrándose incluso casos de canibalismo— o directamente fusilándolos.
La luego denominada por los rusos Gran Guerra Patria empezó a mostrar ribetes dantescos
nunca antes vistos de ferocidad, impiedad e inmisericordia para con el enemigo.
En octubre, los alemanes se dirigieron a Moscú, pero el invierno que estaba en curso, el
atraso inicial de la Operación de 4 semanas que resultó ser crucial para la paralización del
avance, y el fango de las primeras lluvias otoñales, hicieron que las operaciones casi se
paralizasen, aunque lograron una última victoria en Viazma, comparable a la de Kiev. Con los
soldados alemanes logrando victoria tras victoria, los periódicos alemanes aseguraban que
era una guerra prácticamente ganada. Las pérdidas rusas habían sido inmensas pero Stalin
apeló al patriotismo mediante el recuerdo de la invasión napoleónica de 1812, trazando un
paralelo entre ambos episodios, y olvidando momentáneamente toda ideología llamó a su
pueblo a la defensa de la patria llamando al conflicto Gran Guerra Patria. El derroche de vidas
que hacían los rusos causaba asombro a los alemanes. La resistencia soviética (ver Historia
militar de la Unión Soviética) sorprendió al mando alemán, que durante el verano había dado
por aniquilado a dos tercios del ejército soviético tras cada batalla importante, pero que era
capaz de reconstituirse gracias a una gigantesca reserva humana (la URSS era el país más
poblado de Europa) y una industria bélica rápidamente reforzada. Un ejemplo es la fortaleza
de Brest-Litovsk en la frontera polaca: atacada el primer día de la invasión alemana, se planeó
que su captura se realizaría en horas, sin embargo los soviéticos resistieron un mes entero.
Lanzaron a grupos de soldados en asaltos suicidas contra posiciones alemanas. De igual
forma, la ciudad de Smolensk, en el camino de Moscú, retrasó la ofensiva alemana durante
varias semanas.
Tropas de infantería alemana avanzando en Rusia.
Se organizó la lucha guerrillera con partisanos que hostigaban constantemente las líneas de
suministros alemanas, alargadas cada vez más a medida que avanzaban. Los soviéticos
realizaron la política detierra quemada al igual que en 1812. Los rusos contaban además con
un informante clave en el contraespionaje, el comunista alemán Richard Sorge, quien
trabajaba bajo la identidad de un periodista alemán pro-nazi en Japón, lo que le permitió hacer
llegar a Stalin información relevante para el traslado de unidades desde el frente asiático hacia
el frente alemán. El Grupo de Ejércitos Norte llegó a las cercanías de Leningrado antes de
agosto de 1941. Allí la resistencia soviética lo detuvo. En opinión de Hitler, conquistar
Leningrado sería una operación demasiado costosa, por lo que decidió asediar la ciudad y
rendirla por hambre estableciendo el Sitio de Leningrado, en el que más de dos millones de
personas murieron por el hambre, el frío, el estado de ley marcial y los bombardeos. La ciudad
resistió hasta que en enero de 1944 los alemanes fueron rechazados.
Desenlace de la Operación (diciembre 1941)[editar]
El momento crucial de la Operación Barbarroja se desató cuando las tropas alemanas del
Grupo de Ejércitos Centro (mandado por Fedor von Bock) se encontraban a 25 kilómetros
de Moscú en diciembre de 1941. Sin embargo, el intenso frío (-50 °C) y la llegada de
divisiones de Siberia hizo retroceder a los alemanes 200 kilómetros hacia el oeste en la
llamada batalla de Moscú. No hubo modo de volver a tomar dichas posiciones. Hitler destituyó
a Guderian. El término de la Operación Barbarroja el 5 de diciembre de 1941 ocurre con el
fracaso en conquistar Moscú y lograr la rendición de las tropas soviéticas en Leningrado.
Consecuencias[editar]
Causas de las primeras derrotas soviéticas[editar]
Las causas de la derrota inicial soviética están circunscritas a la nueva táctica de la guerra
relámpago o Blitzkrieg, basada en la guerra de movimientos y el uso de la táctica de tenazas
acorazadas, algo relativamente nuevo tanto para los rusos como para el resto del mundo
(aunque ya se había empleado en la Invasión de Polonia de 1939 y en la Batalla de Franciaen
1940.
Un espléndido verano ayudó a las divisiones alemanas a realizar avances espectaculares,
pero el invierno de 1941 los entorpeció severamente. Los ejércitos alemanes sufrieron
bastante a causa de las bajas temperaturas, sobre todo porque contaban con pocos abrigos
(casi ningún general alemán esperaba que la guerra continuaría hasta el invierno). El Frente
Oriental duró cuatro años, dando como resultado 4 millones de muertes alemanas y 11
millones de bajas soviéticas en combate, más otros 15-18 millones de civiles soviéticos
muertos por masacres, enfermedades y hambre. Stalin al principio no reaccionó ante este
nuevo escenario al que se enfrentaba y solo dos semanas después pudo tomar las riendas del
problema; no contaba con mucha oficialidad competente debido a que él mismo había
purgado al ejército de excelentes generales. Los soviéticos contaban con un arsenal muy
grande frente al alemán, pero ¿por qué habrían sufrido tal derrota inicial? Hubo numerosos
motivos que habitualmente se pasan por alto o no son conocidos por todo el mundo:
La tecnología alemana no era la mejor del momento en cuanto a vehículos de combate.
Los tanquess T-34 y KV-1eran muy superiores a lo mejor que tenían los alemanes,7 que
eran sus preciados Panzer III, Panzer IV y los Stug III. Sin embargo, de los 19 500
tanques soviéticos, sólo el 5% eran T-34 de primera generación y propensos a fallos por
su corta vida y un 2% eran KV-1, con los mismos problemas.7 8 A todo esto, hay que
añadir que los viejos T-26 y los vehículos rápidos de la serie BT tenían una vida útil (antes
de necesitar un cambio de motor o grandes reparaciones en él) de unas 100 horas de
uso,7 tras las cuales se requería una gran labor de mantenimiento. Esto hizo que en la
primera semana, el 50 % de los tanques soviéticos quedasen fuera de combate sin
siquiera luchar.8
El enorme parque soviético de vehículos estaba en un pobre estado de reparación hacia
1941, donde más del 29 % necesitaba recambios y un 44 % una reconstrucción.7 8 Estos
quedaron rápidamente fuera de servicio en los primeros días de la invasión debido a las
averías.
Stalin se sorprendió por el hecho de que Alemania realmente estuviese atacando a
la Unión Soviética, creyendo que elTercer Reich no violaría el Pacto Ribbentrop-
Mólotov de 1939 sin haber derrotado primero a Gran Bretaña y por ello tardó varios días
en darse cuenta de la gravedad de la situación y en comenzar los preparativos para la
guerra que ya había empezado con factor sorpresa. Pero además, las purgas stalinistas
(como la Gran Purga de 1935) causaron que muchos buenos oficiales no estuvieran
disponibles al haber sido encarcelados o fusilados, por lo que las tácticas soviéticas
fueron deficientes durante una buena parte de la guerra.9
En el primer día se destruyeron más de 1 800 aviones soviéticos, muchos de ellos en
tierra sin tan siquiera despegar y en el segundo día ya había unos 2 700 destruidos en
total. Además, los aviones alemanes eran más veloces que los soviéticos y tuvieron el
cielo bajo su dominio, lo cual propiciaba que las labores de localización de enemigos y
exploración fueran un punto a favor de los alemanes, privando a los soviéticos de esta
necesaria tarea.
Las tácticas alemanas estaban bastante evolucionadas y las cadenas de mando eran más
cortas que en cualquier otro ejército,10 pues en el Ejército Rojo sin órdenes de los mandos
de más alto nivel las unidades más reducidas no podían actuar, ni siquiera en las más
elementales tareas defensivas; esto provocaba que regimientos enteros de soldados
soviéticos estuviesen quietos en el frente sin tomar iniciativas para el ataque o la defensa,
esperando vanamente instrucciones de la STAVKA incluso cuando el enemigo estaba
muy cerca, pues en caso de actuar por cuenta propia, o contraatacar sin permiso, los
oficiales a cargo se exponían a ser sometidos a un consejo de guerra y fusilados.
La falta de municiones fue un punto de gran importancia. Sólo un 12 % de los tanques
soviéticos tenía proyectiles perforantes,7 mientras que el resto rara vez poseía un
cargamento completo de munición rompedora o de alto explosivo, lo cual hacía que los
enfrentamientos entre vehículos fuesen desastrosos para los soviéticos durante las
primeras semanas.
La dispersión de los tanques del Ejército Rojo entre varias unidades frente a la cohesión
de las divisiones acorazadasde la Wehrmacht fue también un punto importante, pues los
tanques alemanes se concentraban para eliminar a los enemigos individualmente,
mientras los tanques soviéticos (dispersos en pequeñas unidades) se veían en inferioridad
en sus combates, a pesar de que el número global era mayor.11 Esto mismo pasó a
menudo en el desierto, donde el general Erwin Rommel solía tener menos efectivos, pero
más concentrados que en el bando británico, lo cual aumentaba la eficacia alemana.
Hasta ese entonces, la URSS (y otros países) veía al vehículo como un arma meramente
de apoyo a la infantería que no podría realizar operaciones decisivas en solitario, por lo
que en varias ocasiones los mandos del Ejército Rojo enviaban unos pocos tanques y
cientos de hombres contra formaciones enteras de blindados alemanes.
Otro aspecto crucial fue la mala calidad de las tropas soviéticas, descuidando la
preparación de los soldados para operaciones reales.7 8 10 11 Los alemanes estaban
curtidos en las batallas del Frente Occidental y además estaban bien instruidos en los
entrenamientos básicos. Esto suponía una gran ventaja en los combates, donde algunos
vehículos soviéticos recibieron innumerables impactos sin siquiera localizar al enemigo.7
Bajas alemanas y soviéticas en el primer mes de la invasión6
Tipo de bajas Pérdidas alemanas Pérdidas soviéticas
Muertos y heridos 97 253 350 000
Prisioneros o desaparecidos 5 335 819 000
Causas del fracaso de la Operación Barbarroja[editar]
Entre las causas del fracaso de la primera fase de la consolidación en tomar el control de
la Unión Soviética se pueden citar:
La falta de información fiable sobre el número de divisiones, armamentos y ubicación en el
escenario del Ejército Rojo, producto de la escasa labor de la Abwehr alemana respecto a
ese tema y un peligroso exceso de confianza por parte de Hitler. El alto costo en vidas y
material bélico sufrido por el Ejército Rojo en la Guerra de Invierno ayudó mucho a que
el OKH germano menospreciara a los soviéticos: ver a la URSS perdiendo más tropas
que Finlandia en ese conflicto avivó la desmedida confianza de Hitler.
La falta de abastecimientos: la logística alemana no estuvo a la par con las necesidades
del frente. Por un error de cálculo Hitler creía posible aniquilar al Ejército Rojo en seis
meses y no dio órdenes para que las tropas germanas se preparasen para una guerra
prolongada. Esto generó graves dificultades para vestir, armar y alimentar a las tropas
mientras combatían en sitios muy distantes entre sí.
La vastedad del espacio soviético hizo que para la Wehrmacht fuera difícil controlarlo en
su totalidad mientras a la vez estaba combatiendo. A eso se agrega que cada avance
germano implicaba extender cada vez más las líneas de abastecimiento y
comunicaciones, lo cual era la labor más importante para los alemanes. La misma
vastedad geográfica permitía que los altos jefes del Ejército Rojo preparasen maniobras
en espacios de docenas de kilómetros sin estar limitados por territorios reducidos que
contuvieran grandes centros urbanos, como sucedió con los jefes militares de Polonia o
de Francia.
La subestimación que Hitler hizo sobre la moral combativa y la industria militar soviética:
no se tuvo en cuenta que la industrialización forzosa en la URSS fue acompañada de una
gran mejora en las vías de comunicación internas del territorio soviético, lo cual no solo
permitió a Stalin consolidar su poder en todo el país sino movilizar grandes masas de
soldados y concentrarlas oportunamente en los frentes desde 1942. Nótese que se hace
referencia a las comunicaciones internas, y no a las de las fronteras o las zonas
periféricas, que eran, en general, más escasas o menos desarrolladas, lo que fue otro
factor para ralentizar el avance alemán (al contrario de lo que ocurrió en Francia, donde su
buen sistema de vías terrestres permitió una rápida penetración del ejército alemán).
La falta de flexibilidad en la toma de decisiones cruciales al tomar el mando Hitler
personalmente sobre las operaciones: tal decisión resultó errada en tanto Hitler tomaba
decisiones a 5.000 km de distancia del frente de batalla, desoyendo frecuentemente a sus
asesores más experimentados como Gerd von Rundstedt o Erich von Manstein.
La falta de la experiencia en el terreno por parte de Hitler, quien tomaba decisiones
militares de carácter técnico sin ser oficial profesional, y descartando el consejo de sus
generales más expertos. Stalin también ansiaba mostrarse ante las masas como líder
político-militar de la URSS pero en cuestiones tácticas y técnicas daba la iniciativa a
oficiales profesionales como Georgi Zhúkov o Konstantín Rokosovski.
La destitución por Hitler de oficiales competentes como Fedor von Bock, Heinz
Guderian y Walther von Brauchitsch, retirándolos del mando en medio de campañas
importantes.
Las informaciones del espía comunista alemán Richard Sorge, establecido en Japón,
permitieron a Stalin sacar de la frontera con Mongolia numerosas tropas soviéticas y a su
comandante más capaz, el general Georgi Zhúkov. Sabiendo gracias a Sorge que Japón
trataría de evitar un conflicto simultáneo con la Unión Soviética y con los Estados Unidos,
y que el esfuerzo militar japonés se dirigiría hacia el Sur (hacia las Filipinas y las Indias
Orientales Neerlandesas pero no hacia Siberia), Stalin pudo movilizar sin temor gran parte
de sus unidades de reserva estacionadas en Asia, junto a la frontera china.
El " general invierno " de 1941-1942, con temperaturas históricamente extremas que
limitaron la capacidad militar y moral del combatiente alemán. A ello se agrega que Hitler
no esperaba un conflicto de larga duración contra los soviéticos y que la Wehrmacht no
tenía planes, como se menciona anteriormente, de suministrar municiones, combustible y
suministros para el invierno, decidiéndose por el armamento debido a la necesidad de
mantener constantes los avances. Nótese que las anteriores campañas victoriosas de
la Wehrmacht se habían desarrollado siempre en primavera o en otoño del Hemisferio
Norte, pero jamás en invierno hasta 1941. El Ejército Rojo también padeció seriamente
por la crudeza del invierno, pero su logística sí había previsto esta posibilidad y su
personal estaba adaptado al clima.
Los fallos en la logística germana, pues no se previó que los ferrocarriles alemanes
tuvieran que ser adaptados alancho de vía ruso mientras se avanzaba en el frente, lo que
era indicio de que tarde o temprano el avance debía detenerse o tornarse lento, lo que
ocurrió después de la batalla de Smolensk. El tiempo perdido (de uno a dos meses)
permitió a los soviéticos preparar sus defensas de cara a la crucial batalla de Moscú.
Tampoco se previó la escasez de carreteras asfaltadas, ya que la mayoría eran de tierra,
que con las lluvias se convertían en barrizales (la Rasputitsa).
Y principalmente la reorganización y con ello la reacción del Ejército Rojo y de la Unión
Soviética entera, ante el ejército alemán, en donde el gobierno y la nación completa se
vieron comprometidos en la lucha defensiva, llamándose el conflicto como la Gran Guerra
Patria, y cuidando de no repetir los errores de la Guerra de Invierno. En esta desesperada
defensa nacional, los soviéticos se vieron impelidos a crear métodos y mecanismos de
defensa nunca antes vistos, como el temido lanzacohetes múltiple Katiusha o Katiushka,
el poderoso subfusil automático PPSh-41, el práctico fusil SVT-40, el preciso fusil para
francotiradores Mosin-Nagant, entre otros. También se desarrolló la propaganda de
inspiración, en donde se publicitaba y se incentivaba el patriotismo, como es el caso de
las publicaciones de las proezas realizadas por el famoso francotirador Vasily Zaitsev, y
los continuos paralelismos que hacía Stalin entre la invasión nazi de 1941 y la invasión
napoleónica de 1812, excitando el patriotismo y el nacionalismo de las masas.
Tanques alemanes y soviéticos a lo largo de la guerra12
1941 1942 1943 1944 1945
Fuerza de tanques soviéticos 22 600 7 700 20 600 21 100 25 400
Fuerza de tanques alemanes 5 262 4 896 5 648 5 266 6 284
1941 1942 1943 1944 1945 Total
Producción de tanques soviéticos 6 274 24 639 19 959 16 975 4 384 72 231
Producción de tanques alemanes 3 256 4 278 5 966 9 161 1 098 23 759
Relación de producción 1:2 1:5.6 1:3.3 1:1.86 1:4 1:3
1941 1942 1943 1944 1945 Total
Pérdidas de tanques soviéticos 20 500 15 000 22 400 16 900 8 700 83 500
Pérdidas de tanques alemanes 2 758 2 648 6 362 6 434 7 382 25 584
Relación de pérdidas 1:7 1:6 1:4 1:4 1:1.2 1:4.4