max weber

20
Max Weber: la política como vocación Max Weber, en su conferencia sobre “la política como vocación” dentro de su obra El político y el científico, manifiesta en un primer momento lo que él entiende por política, afirmando que solamente es “la dirección o la influencia sobre la trayectoria de una entidad política, esto es, en nuestros tiempos: el Estado”[1] . El Estado, a su vez, es una comunidad humana dentro de los límites de un territorio establecido, ya que este es un elemento que lo distingue, reclamando para sí el monopolio de la legítima violencia física. Por tanto, el concepto de político significa la aspiración a tomar parte en el poder o de influir en la distribución del mismo, ya sea entre los diferentes estados, ya en lo que concierne, dentro del propio Estado, a los distintos grupos de individuos que lo integran. El Estado, al igual que toda entidad política, es un enlace de dominio de individuos sobre individuos, sostenido mediante la legítima violencia. Tal dominio tiene su fundamento en tres justificaciones internas concretas: “la legitimidad del perdurable ayer, la validez de un hábito cuyos comienzos se pierden en los tiempos, y la orientación del individuo, por costumbre, hacia su respeto […] Segundo, la facultad de la gracia (carisma) personal y extraordinaria […] Por último, una legitimidad apoyada en una base legal, que da por cierta la validez de preceptos legales en razón de su competencia objetiva”[2] . Por otra parte, al tratar el concepto de Estado moderno, que surge a partir del momento en que el príncipe procede a la expropiación de titulares privados de poder administrativo que tiene junto a él, Weber señala que es una unidad de dominación de índole institucional, cuyos fines, con éxito en los

Upload: epifanio-vaudeville

Post on 11-Nov-2015

3 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

La politica como vocacion - 2 resumenes

TRANSCRIPT

Max Weber: la poltica como vocacin

Max Weber: la poltica como vocacinMax Weber, en su conferencia sobre la poltica como vocacin dentro de su obraEl poltico y el cientfico, manifiesta en un primer momento lo que l entiende por poltica, afirmando que solamente es la direccin o la influencia sobre la trayectoria de una entidad poltica, esto es, en nuestros tiempos: el Estado[1]. El Estado, a su vez, es una comunidad humana dentro de los lmites de un territorio establecido, ya que este es un elemento que lo distingue, reclamando para s el monopolio de la legtima violencia fsica.

Por tanto, el concepto de poltico significa la aspiracin a tomar parte en el poder o de influir en la distribucin del mismo, ya sea entre los diferentes estados, ya en lo que concierne, dentro del propio Estado, a los distintos grupos de individuos que lo integran. El Estado, al igual que toda entidad poltica, es un enlace de dominio de individuos sobre individuos, sostenido mediante la legtima violencia.

Tal dominio tiene su fundamento en tres justificaciones internas concretas: la legitimidad del perdurable ayer, lavalidezde un hbito cuyos comienzos se pierden en los tiempos, y la orientacin del individuo, por costumbre, hacia su respeto [] Segundo, la facultad de la gracia (carisma) personal y extraordinaria [] Por ltimo, una legitimidad apoyada en una base legal, que da por cierta la validez de preceptos legales en razn de su competencia objetiva[2].Por otra parte, al tratar el concepto de Estado moderno, que surge a partir del momento en que el prncipe procede a la expropiacin de titulares privados de poder administrativo que tiene junto a l, Weber seala que es una unidad de dominacin de ndole institucional, cuyos fines, con xito en los resultados, han sido monopolizar, como medio de dominacin, la legtima violencia fsica dentro de su territorio, para lo cual ha reunido todos los elementos materiales a disposicin de su dirigente, expropiando a todos los funcionarios estamentales que por derecho propio disponan de ellos y substituyndolos con sus propias superioridades jerrquicas[3].

Al continuar este proceso poltico, fue que surgieron los polticos profesionales, aquellos que no deseaban gobernar en calidad de caudillos carismticos, sino actuar al servicio de jefes polticos, no slo a los prncipes, sino tambin a otros poderes, y es que es posible ejercer influjo en la distribucin del poder entre las diferentes configuraciones polticas y dentro de cada una de stas, tanto en calidad de poltico ocasional como de profesin ejercida secundaria o primordialmente, tal como ocurren en el terreno de la economa.

Hay dos formas para hacer de la poltica una profesin, segn Weber: vivir para la poltica o vivir de la poltica [] Aquel que vive para la poltica hace de ello su vida en el sentido ntimo o se solaza simplemente en el ejercicio del poder que conserva, o mantiene su equilibrio y la tranquilidad en su conciencia por haber dado un sentido a su vida al haberla puesto al servicio de algo. Entre vivir para y vivir de la poltica existe una diferencia, ya que el individuo que vive de la poltica se coloca en un nivel mucho ms burdo, es en el nivel econmico[4]. Quien vive de la poltica como profesin, sta es su fuente de ingresos; quien vive para la poltica se encuentra en un nivel ms alto.

Despus de hacer un recorrido general por las diferentes formas de Estado surgidas en Europa principalmente a lo largo de la historia, Weber comienza a hablar del Estado constitucional, reinstaurando la democracia, haciendo del demagogo la figura clsica del poltico de Occidente. La demagogia moderna se vale asimismo del discurso; pero aun cuando abusa de l en cantidades abrumadoras [] se sirve de la palabra impresa como instrumento permanente. Es la actualidad, el publicista poltico y en especial el periodista son los representantes ms notables de la figura del demagogo[5]. Sin embargo, en el Estado moderno, en el caso del periodista, ste tiene menor influencia, comparndolo con el magnate capitalista de la prensa.

Por otro lado, Weber expresa que los interesados en la vida poltica se hacen de adeptos cercanos que proporcionen medios econmicos y aseguren la conquista de los votos en la lucha poltica. Los polticos profesionales tratan de conseguir el poder mediante el vulgar y pacfico reclutamiento del partido en el trfico electoral.

Ms adelante, el socilogo alemn establece tres cualidades de mayor importancia para un poltico: pasin, sentido de responsabilidad y mesura. Con respecto a la pasin, sta se trata de un romanticismo de lo intelectivamente atractivo, que gira en el vaci y carece del menor sentido de responsabilidad objetiva. La pasin no hace poltico al hombre si no se entrega a una causa y no se vale de la responsabilidad para dicha causa, como luz que gue la accin. Para ello es necesario tener aptitud para dejar que la realidad penetre en uno, sin que deje de mantenerse retirado no pierda la entereza. En otras palabras, es indispensable conservar la distancia con los hombres y las cosas. La poltica se lleva con la cabeza y no con otras partes del cuerpo o del espritu[6].

Por ltimo, la poltica cosiste en una prolongada y ardua lucha contra tenaces resistencias para vencer, requiriendo al mismo tiempo, pasin y mesura. Es del todo cierto que en este mundo no se llega jams a los posible si no se intenta repetidamente lo imposible; pero para realizar esta tarea es indispensable armarse de fuerza de voluntad que les permita soportar la destruccin de todas las esperanzas, si no quieren mostrarse incapaces de realizar, inclusive, todo lo que an es posible. nicamente quien est seguro de no doblegarse cuando, desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado necio o demasiado abyecto para aquello que l est ofrecindole; nicamente quien, ante todas las adversidades, es capaz de oponer un sin embargo; nicamente un hombre constituido de esta suerte podr demostrar su vocacin para la poltica[7].

Anlisis del libro "El poltico y el cientfico" de Max Weber

Podemos afirmar, que el libro de Weber no es una gran presentacin de su sistema e ideas, pero si puede servir para comprender parcialmente su manera de razonar, que es en definitiva, la herramienta que utiliza para estructurar toda su obra y retrica. Sin duda es la introduccin de Aron, la que otorga un valor aadido al libro y su discurso. No solo es un apndice que expone con sagaz habilidad la problemtica universal de lo que Weber plantea, sino que es tambin un anlisis acertado de la obra de Weber, que con un acusado sentido de su persona y obra, dilucida los mayores problemas que el libro, dentro de su diatriba, plantea.

El sistemtico examen al que Aron somete al socilogo, exime nicamente las discrepancias subjetivas forjadas de una visin circunstancial de su poca. El peculiar contexto en el que Weber vive, ha influenciado en gran parte de su obra, y su la frase de: ustedes esperan que les hable de... pone en evidencia una situacin muy especial de relevancia, especialmente poltica, que condiciona toda la conferencia. La especial caracterstica del libro, es decir, su condicin de pltica, no permite mas profundidad que la de la retrica coloquial, que no es poca, pero que no alcanza las virtudes de la introspeccin literaria.

Weber plantea en un libro de dos partes, una divisin de su discurso basada en una dicotoma dependiendo de la vocacin. La poltica, o la cientfica. Ambas igualmente legtimas y en funcin de una diferencia en los tipos y personalidades.

Respecto a las caractersticas de la parte poltica del libro, es importante destacar ciertos elementos. La desmitificacin y desacralizacin de las realidades se completa y potencia en esta nueva era de la burocracia impersonal y especializada. La legitimidad pasa por tres caminos bien definidos: La costumbre, el carisma y la legalidad(razn) Weber afirma que a lo largo de la historia, se pueden suceder estas formas de sometimiento voluntario, aceptando combinaciones ms o menos frecuentes entre ellas.

El estado es otro de los puntos que toca en profundidad, ahondando en la problemtica actual. Como si de una empresa se tratase, el autor afirma que el estado, no es ms que una organizacin que posee el ms alto grado de poder: la coaccin fsica. Est violencia legtima, es la que diferencia la estructura gubernamental de cualquier otro grupsculo, pues tiene la exclusiva de este recurso, para la defensa de sus intereses econmicos y de pervivencia. El funcionariado, como la mayor lacra de la poca de Weber, supone una negativa pero indispensable condicin de las sociedades modernas.

La despersonalizacin de un trato realizado por unos tcnicos carentes de capacidad de liderazgo, le lleva a realizar una sntesis de las cualidades indispensables del poltico profesional, el de vocacin. Pasin, responsabilidad y mesura, son las condiciones que el funcionariado no posee y hecha de menos en un paladn que lidere a los ciudadanos y no solo al estado.

Por ltimo dentro de este apartado, mencionar los dos tipos de tica que deben combinarse en el poltico. Por un lado la tica de la conviccin, en que el ideal siempre presente obliga a actuar de una forma determinada atendiendo a los fines prioritarios. En la tica de la responsabilidad por otra parte, observamos a un poltico prctico, conocedor de que las acciones ideales pueden no conducir a unos objetivos deseados, y en atencin a esto, prefiere adentrarse por caminos que aseguren la vigencia de la finalidad.

En la segunda parte, la vocacin cientfica, se revela trascendental para el desarrollo de la humanidad. Comenzando con una comparativa de los procesos de seleccin de los cientficos/ maestros en los diferentes pases. La incompetencia derivada del favoritismo o el desconocimiento dejan breves espacios para que los verdaderos sabios puedan abordar algunas investigaciones. Cardinal resulta otra reflexin; el conocimiento no implica la capacidad de transmisin. Lo que significa que las crticas a profesores de estos niveles, no son en ningn caso una repulsa hacia su persona, ni un desmerecimiento de sus capacidades en la materia, sino una afirmacin de su incapacidad para instruir.

La vocacin necesaria es de una intensidad inusitada, pues, las horas de tedio metdico pueden resultar tremendamente agotadoras, para al final, conseguir una pequea aportacin, eso si, atemporal. La responsabilidad del maestro y la insalvable distancia con la religin, se tocan a grandes rasgos, planteando una mesurada pero estable postura de todo lo que la ciencia y sus frutos nos puede aportar. Pues el dominio de la naturaleza y no a mera tcnica est en el fondo de una vocacin profunda, asentada en las firmes bases de la conviccin.

Resumen:La introduccin del libro que tenemos entre manos no puede dejar indiferente a nadie. Raymond Aron reflexiona, a travs de su genuina retrica, sobre los aspectos ms trascendentales del libro, aportando una perspectiva objetiva ms acusada, junto a un anlisis crtico del sistema seudo filosfico que Max Weber utiliza. La ciencia de la cultura, como deca Weber, ana toda una serie de conceptos y significados que en ultima instancia aluden a la manera de vivir y la jerarqua de valores. La accin poltica por el contrario, se entendera como el esfuerzo en pro de esos valores, de promocin de una forma de vida que alude a la propia comunidad y al propio ser.

Aron, en un afn por conectar con la actualidad, transpola la concepcin filosfica con la existencialista, y explica la presencia de una relacin directa entre el conocimiento de uno mismo y el de los dems, entre los hombres desaparecidos y la situacin actual. Quiz, uno de los conceptos ms interesantes que plantea, consista, en la captacin autentica del abismal espritu de una poca y de los seres desaparecidos que en ella se desarrollaron. La experimentacin aparece como nica fuente de comprensin autntica, confrontable a los sentimientos que hoy se despiertan en los vivos. La imposibilidad de las ciencias para abarcar toda la realidad, y la pluralidad de los valores, son las concepciones que hacen verdaderamente necesario el estudio de todo lo que se nos plantea.

En este sentido, son las perspectivas globales las que determinan todo un sistema de valores, que predisponen a tomar, una eleccin clara de los fines y de sus respectivos medios. A travs de anlisis precisos, Aron desmitifica las prfidas concepciones que por doquier se imponen. Respecto a la coaccin de doctrinas predeterminadas por tiranas, por ejemplo, que como grandes sntesis religiosas intentan consolidarse. Plantea comparaciones esclarecedoras para demostrar, el amplio margen de error existente entre el ideal y la praxis, especialmente gratificante en su actual aplicacin respecto a los sistemas polticos que se nos aparecen.

La mitologa se impone como estructura inconsciente de anlisis histrico, ante las similitudes existentes entre los personajes histricos y los maniquesmos que en las leyendas surgen. La historia incita, como dice Aron, a la mitologa por su estructura misma; y por el papel sustancial que las voluntades humanas juegan. Es en este tipo de reflexiones donde admiramos la basta capacidad de un pensador asiduo a un arte tan antiguo como el hombre, es tambin donde existe una mayor evidencia de una profunda intuicin que le permite ahondar en las races y abismos ms oscuros. Sin embargo, siempre intenta mantener cierta trascendentalidad, siempre en la bsqueda de cierta dosis de poetizacin, tras una ciencia histrica que no erradique el misterio de los conjuntos supraindividuales.

En el afn que le caracteriza, presenta los temores que pueden surgir ante un discernimiento, que resulta incmodo e incluso peligroso, en el mbito poltico. Aron rechaza este temor argumentando en favor de la democracia y su absoluta proclamacin de una secularizacin absoluta y asentimental. La vertiente cientfica de la introduccin, nos desvela las consecuencias directas del carcter positivo y su dispersin en todas las facetas humanas, para desencantar, como asegura Aron, la naturaleza y el hombre. Polticamente, la praxis suscita toda una serie de indagaciones, a favor de una lgica de la actuacin que permita sobreponerse a una negativa aparicin de consecuencias y distinguir con claridad los beneficios del futuro.

Respecto al autor del escrito, Aron contempla psicolgicamente a un Weber desencantado a la par que anhelante de una espiritualidad abocada a la extincin junto a la religin que la inspir. Kantiano por antonomasia, Weber desliga en pro de la accin poltica, la moral formal y las exigencias de la accin. Como socilogo, vea en los movimientos de pueblos y masas, una superposicin de sistemas de valores ambiguos, donde podan imperar o fracasar segn variasen sus aplicaciones directas. La guerra de los dioses a la que hace referencia, no es otra cosa que los choques entre concepciones del mundo, de la cultura, de la poltica, etc. en sus mayores intentos de abarcar y asentarse. Inseparable de una filosofa, las aportaciones autnticas de su descripcin del hombre, no dejan de llevarnos al lmite del conocimiento, de la ciencia y de la accin.

El libr est dividido en dos partes bien diferenciadas. Por un lado La poltica como vocacin, y por el otro, La ciencia como vocacin. En ambas, lejos de adentrarse en la problemtica contempornea, pretende constantemente, alcanzar una abstraccin asentada sobre sus teoras, que perduren con el paso del tiempo. A modo de conferencia presenta un libro moderadamente ameno y con grandes dosis de su innegable elocuencia. Posiblemente como toda exposicin oral, la densidad conceptual est lejos de ser la apropiada para comprender su pensamiento y menos an al hombre. Pese a las limitaciones formales de la obra, puede funcionar en todo caso, como introduccin al pensamiento y vocabulario bsico que la comprensin de un estudio posterior requiere.

En La poltica como vocacin, indaga sobre los conceptos de la poltica en sus ms amplias vertientes comenzando por las definiciones bsicas. La poltica como accin de un gobierno es, en esencia, el tema al que constantemente apunta. Iniciando por lo primordial; la legitimidad en la que se asienta una dominacin estatal, puede basarse principalmente en la costumbre, el carisma y la legalidad. Como costumbre, entendemos la inmemorial validez de unos principios provenientes de antao. Como carisma imagina una gracia personal, que condiciona una entrega absoluta de la confianza, asentada en las cualidades genuinas de un caudillo. Por ltimo, como legalidad concibe la creencia en la validez de las pautas legales objetivas, creadas sobre normas racionales de autoridad.

Toda empresa de dominacin que requiera de una administracin permanente necesita, segn Weber, una doble vertiente de actividad humana. Por un lado exige una obediencia hacia los poseedores del poder legtimo, y por otro el poder de manipular ocasionalmente los bienes necesarios, y los medios materiales que se requieran. Weber manifiesta continuamente su intencin de atenerse a las pautas meramente conceptuales; lo que no supone una exclusin de la experiencia en su discurso, pues se asienta constantemente en ejemplos reales de su poca o pretritas.

Como definicin conceptual, la del estado moderno resulta especialmente esclarecedora; asociacin de dominacin con carcter institucional que ha tratado con xito de monopolizar dentro de un territorio la violencia fsica legtima como medio de dominacin, y que a este fin ha reunido todos los medios materiales en mano de su dirigente, y ha expropiado a todos los funcionarios estamentales que antes disponan de ellos por derecho propio, sustituyndolos con sus propias jerarquas supremas.

El concepto de poltico profesional se desarrolla partiendo de su origen inicial para concluir en la actualidad observando a un sujeto fielmente asentado sobre las bases de Bismarck y Maquiavelo. La secularizacin masiva, y la burocratizacin general, ha incrementado enormemente el ya de por si creciente nmero de cargos y su apetencia por ellos. Los partidos, participantes exclusivos del poder de coaccin, aparecen como el nico medio eficaz de conseguir un cargo de estas caractersticas. No obstante en la actualidad, afirma Weber, est surgiendo un funcionariado que en oposicin a este, se caracteriza por un alto nivel de intelectualidad especializada y cuyo ms alto valor es la integridad.

Todo parece indicar, que sin la existencia de este funcionariado, el colapso del aparato estatal sera una realidad inequvoca, riesgo que se incrementa ante la tecnificacin del sistema y su creciente influencia en la vertiente econmica, esencial en una sociedad. La necesaria especializacin de un funcionariado forzosamente vitalicio, se adapta ya, a las ineludibles cuestiones tcnicas que surgen en la evolucin inexorable de la sociedad. Una escueta pero concisa perspectiva de la evolucin del aparato burocrtico a lo largo de la historia Europea, nos muestra a unos prncipes incapaces de hacer frente a toda una serie de estamentos, sin la ayuda de un funcionariado sobre el que recaa gran parte del poder que dicho prncipe conseguir ir asumiendo. Los conflictos blicos(profesionalizacin) y el desarrollo de un jurista competente, resultaron a la par esenciales en el progreso de todo el conjunto estatal.

En toda Europa se produjo la pugna por el control, entre la autocracia y el funcionariado profesional. Caracterstica general de la sociologa y particular de Max Weber, la transculturalidad se nos presenta como una virtud de primer orden a la hora de analizar elementos de especial relevancia. En este sentido, la supeditacin tarda o temprana del pensamiento teolgico a la jurdica racional, se cita tanto en la cultura hind, como en la musulmana o en la occidental gracias al influjo del derecho romano. Otro aspecto, al que dedica una extensin considerable, es el de la tipologa de la que surge un poltico profesional. Tradicionalmente cercano al mbito del derecho, Weber plantea como circunstancia esencial, una lgica independencia econmica que otorgue una seguridad suficiente como para resistir los envites del futuro.

La del periodista, es sin embargo una situacin peculiar, pues sin poseer una independencia tal que permita la total despreocupacin, existe una creciente dedicacin a la poltica. La relacin de la poltica con la prensa, necesaria y arriesgada, se nos presenta como un tema trascendente, que podra dar fruto a una reflexin ms detallada. Por otra parte, la empresa poltica queda a sus ojos completamente desmitificada de sus supuestos objetivos histricos, para presentarse como una agrupacin de interesados. De interesados que reclutan, se presentan y trabajan para conseguir su objetivo electoral, econmico y popular. En ocasiones limita su discurso para no descarriarse de las pautas de la conferencia, poniendo as ciertas cotas a su intuicin y retrica natural. Intenta alejarse de la diatriba de los partidos y esquemas de poderes, para ahondar en la problemtica del poltico como persona y ser humano.

Es este sujeto, el que a travs de los rganos que menciona, asciende por las ramas de un sistema y sus pormenores electorales. Originariamente, parece que los partidos, a modo de meros sequitos de un candidato, podan oscilar dependiendo de la condicin de su adalid. Posteriormente como modestos clubes polticos, fueron popularizndose para asumir en sus filas a las clases, primero de la burguesa, y luego del proletariado. En este estadio histrico de la formacin de los partidos, el nico poltico profesional es el periodista, y el nico rgano permanente su peridico. Brevemente despus, la consolidacin de los partidos en manos de los notables que sustentaban su economa, consigui su pleno funcionamiento, manteniendo un esquema empresarial permanente. Resulta lcito, segn el autor, proclamar hoy una dictadura basada en la emotividad de las masas.

La cida crtica en manos de un pensador sagaz, no se limita a lo mencionado, y destaca, especialmente, la hipocresa de un sistema que no rechaza, sino que analiza de forma fra y singular. Vilipendiando sutilmente, define a los partidos modernos, como empresas fuertemente capitalistas, organizadas de arriba abajo y apoyadas en clubs, jerrquicamente organizados, cuya finalidad es la de obtener beneficios econmicos, mediante el dominio poltico de la administracin.

No se puede decir de forma ms lmpida. No obstante, la situacin est modificndose ante la creciente consolidacin de una forma electiva de funcionarios, basada en pruebas de carcter capacitatorio, lo que conllevar cambios sustanciales. Las opciones de un Weber desencantado en gran parte de la poltica de su poca, quedan reducidas a las de una democracia caudillista con una enorme e inhumana mquina burocrtica, o la dominacin de los polticos profesionales sin vocacin ni cualidades de paladn.

Dichos profesionales, ascienden por encima de la accin habitual del individuo, para situarse en una dimensin de transcendencia mayor, basada en la facultad de poder que les otorga la legitimidad histrica de sus ciudadanos y la conciencia de la regencia de los destinos. Tambin aludiendo al poltico, Weber, propone tres cualidades esenciales: Pasin, responsabilidad y mesura. Pasin, no como excitacin estril, sino como entrega ha una causa. Mesura, como capacidad para permitir una comprensin profunda de los acontecimientos sin perder la calma y serenidad.

El trivial enemigo, que azota a polticos, como una de sus principales adversarios, es la vanidad, fatal oponente de toda causa. No despreciables son tampoco, la tenencia de objetivo, o la asuncin de responsabilidad, a la hora de luchar positivamente por un principio. El anlisis de las formas polticas, le lleva a preguntarse a cerca de la naturaleza de la accin poltica y su funcionamiento. En este sentido, la interrelacin causa-efecto, y el hecho de que la consecuencia raramente se acerca a los objetivos sealados, aparecen como elementos principales. Un punto decisivo dentro de su primera parte, se centra en la orientacin de la tica en sus dos posibilidades de accin.

Por una parte, la tica de la conviccin entendida como la posibilidad de poner en prctica una poltica real basndose en consideraciones abstractas e ideales. Por otra, encontramos la tica de la responsabilidad, concebida como el ejercicio versado en una poltica fundamentada en una percepcin prctica de las acciones, orientadas hacia la finalidad sin moralizar sobre los medios.

Los sujetos inclinados a una aplicacin de conviccin respecto a la poltica, afirma Weber, no comprenden el absurdo universo tico que por doquier reina. La irrupcin en el mundo de la moral, del pecado original, permita cierta legitimacin de la violencia como medio de salvaguarda del alma y la virtud. Desde los inicios del calvinismo, el uso de la fuerza en defensa de la fe estaba ms que justificado, y es que en la dimensin poltica, toda accin est condicionada por el medio exclusivo de que se hace partcipe; la violencia legtima en manos de corporaciones humanas.

Las advertencias entorno a las contradicciones ticas que la poltica plantea, destacan por su peligrosidad a la hora de mantener la entereza propia del poltico en momentos de presin o crisis. Los poderes diablicos que menciona, no tienen otra finalidad que confirmar el riesgo que toda poltica irresponsable y carente de percepcin consecuente puede llegar a tener. No se trata de adquirir una frialdad inhumana, pero si, de saber afrontar el futuro con una capacidad educada para soportar las realidades de la vida. Desde ese punto de vista, las dos ticas mencionadas, no son irreconciliables, sino que tienen que entrar en conjuncin en todo aquel hombre que se precie de tener cualidades y vocacin polticas. La poltica consiste en una tenaz y constante aceptacin de la dureza y esto de la vida, que acompae a la firmeza de un proyecto comn.

En la segunda parte del libro, La ciencia como vocacin, comienza con una reflexin en torno a las posibilidades de acceder a un puesto de investigacin dentro de los sistemas universitarios vigentes. Cotejando principalmente el modelo norteamericano con el Europeo (entendiendo por estos el Francs y el Alemn) Los procesos de seleccin, injustos en muchos casos, e insuficientes en otros, dan paso a la errtica seleccin de un grupsculo parcialmente incompetente. Cuando el nombramiento proviene de esferas polticas o de cualquiera otra influencia, tendr un resultado mediocre y nefasto.

Todo sujeto que se sienta atrado por la vida profesin acadmica, debe tener en cuenta que es una tarea en la que la sapiencia es solo una parte ,(y no necesariamente la esencial) puesto que la capacidad de transmitir resulta un factor de primer orden si tenemos en cuenta que la tarea dogmtica est enfocada a la transmisin de conocimiento(no solo datos) lo que nos lleva a comprender que se nos est hablando de una labor en que la entrega debe ser incondicional y completa para con unas mentes que en todo dependen de nuestra capacidad. Cuando se sentencia que un profesor es nefasto, se trata de una manifestacin de su incapacidad acadmica y no de sus conocimientos, aptitudes o calidad como persona.

Desde antao se compaginaban en las universidades, la labor docente con la pura investigacin, y el hecho de que ambas aptitudes se diesen en un solo individuo, era pura casualidad (si es que se daban) Solo mediante una especializacin, carente de la visin global que exige la docencia, se puede acercar un investigador a un momento de los pocos en su vida en que tomar consciencia de que ha alcanzado algo que perdurar como su huella en el tiempo. En este sentido, Weber afirma, que es la pasin y no otra, la cualidad primaria que un cientfico debe poseer para alcanzar el sentimiento de eternidad paciente y observadora que parece indispensable.

La naturaleza profunda del descubrimiento y la inspiracin mgica del hombre, se reflejan en las horas de estudio y asimilacin superadas por una intuicin ajena a toda presin o apremio. La ocurrencia ocasional, no puede sustituir al compromiso constante, pero el trabajo y la pasin, si pueden favorecer la aparicin de la originalidad espontnea. En cualquier caso, la inspiracin no surgira si no se tuviera a la espalda, horas de labor firme ante las preguntas abiertas. A este respecto, la similitud con el campo artstico, parece obligada, pues mientras divergen en multitud de elementos, podemos afirmar que los procesos psicolgicos, si se transpolan.

Ligado con la trascendencia de los anteriores conceptos, llegamos a la cuestin del sentido de la ciencia. La finalidad prctica, solo tiene sentido dentro de un hombre meramente prctico. La intelectualizacin crecientes dentro del marco cientfico, no significan en principio un mayor entendimiento de las condiciones generales de nuestra vida, es decir, el sino de nuestra existencia. El significado de esta maquinaria de raciocinio, no es otro del de que se nos presente un mundo alejado de los imprevistos y de las eventualidades.

Con el monstruoso avance de la ciencia y de los saberes existentes, el hombre queda privado del nico sentido que poda otorgarse a la muerte, la saciedad de lo vivo. Para los jvenes, los intentos de crear abstracciones a las alturas de las circunstancias que un acontecimiento como la muerte merece, lleva sin embargo a una infructuosa prdida. Los instrumentos cientficos como meras extensiones del sentido primitivo del progreso: la experimentacin, no desvela en su fondo, ms que la alejada relacin con Dios de todas estas cavilaciones.

Citando a Tolstoi, La ciencia carece de sentido, pues no tiene respuesta a las nicas cuestiones que nos importan, las de que debemos hacer y como debemos vivir La concepcin de los dioses de Weber, llega en este punto a su clmax, al afirmar que los antiguos mitos deificados, hoy reconvertidos en poderes impersonales, quieren dominar nuestra vida y comenzar as su consabida lucha. Retornando al tema de la docencia de alto nivel, surge la responsabilidad del maestro, como una circunstancia de primer orden que no puede dejar sin reflexionar.

El silencio al que est condenado el oyente en clase, la personalidad imperativa del docente, son factores que no dejan indiferente a la forma de la sociedad que va perfilndose segn progresen estos aspectos. La imparcialidad, la objetividad ms impertrrita debe surgir espontneamente de un sujeto versado en las artes del pensamiento y la libre evolucin de las potencialidades humanas. La discrepancia entre ciencia y religin es insalvable a efectos reales, y la fidelidad a uno mismo, aparece como nica gua en las circunstancias que se nos presentan.