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MÓDULO 4
ASPECTOS PSICOSOCIALES DE LA EPILEPSIA
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ASPECTOS PSICOSOCIALES
DE LA EPILEPSIA Por: Paloma Sotomayor
NEUROVIDA Quito
MODULO 4 ASPECTOS NEUROPSICOLOGICOS Y PSICOSOCIALES DE LA EPILEPSIA
Psic. Paloma Sotomayor S.
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ASPECTOS NEUROPSICOLOGICOS DE LA EPILEPSIA
El papel del neuropsicólogo en las unidades de neurología cognitiva es
cada vez más importante, en la medida que el estudio
neuropsicológico de enfermedades neurológicas contribuye en el
diagnóstico, pronóstico y tratamiento de dichas enfermedades. Esto es
especialmente cierto para la Epilepsia. Así, en los últimos años, el
campo de la Neuropsicología clínica ha crecido enormemente,
posicionándose como fundamental en el estudio de ciertas patologías
neurológicas, aportando y complementando a otras técnicas
diagnósticas.
La evaluación neuropsicológica (EN) aporta en la asociación de
funciones a determinadas áreas cerebrales, y en términos social y
funcionalmente relevantes.
Entre las funciones más importantes de la EN encontramos [1]:
- Control de los efectos de la cirugía sobre las funciones
neuropsicológicas de los pacientes, estableciendo líneas base y
comparándolas con el funcionamiento postquirúrgico.
- Determinación de la evolución de los pacientes a través del
seguimiento.
- Colaboración en la localización del daño estructural y funcional
en el tejido cerebral.
- Determinación de la lateralización y localización de las áreas
cerebrales disfuncionales.
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- Establecimiento de pronósticos en términos de probabilidades en
base a la historia clínica y función neuropsicológica previa a la
intervención de cada paciente.
- Indagación de manifestaciones neuropsicológicas de la epilepsia,
mecanismos de la función cerebral y las características
prequirúrgicas asociadas a resultados positivos.
- Predicción de consecuencias postquirúrgicas.
1. Déficits neuropsicológicos y lateralización
1.1 Déficits neuropsicológicos
Campos Castelló [3] afirma que el paciente con epilepsia tiene tres
veces mayor riesgo de presentar problemas que afecten su
funcionamiento cognitivo y otros problemas mentales, con un 25% de
epilépticos reportando la sensación de tener alterado su
funcionamiento cognitivo, especialmente el lenguaje, memoria y
atención.
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Existen variables que pueden
influir en el rendimiento
neuropsicológico de sujetos con
epilepsia (Tabla 1): Es ya
conocido que mientras más
temprana la aparición de las
crisis, más frecuentes y más
generalizadas; peor el
rendimiento neurocognitivo.
Los déficits neuropsicológicos en
la epilepsia del lóbulo temporal
(ELT) han sido los más
estudiados, determinándose un
patrón difuso de afectación
cognitiva que incluye dificultades
de memoria, coeficiente
intelectual, funciones ejecutivas,
lenguaje, habilidades
sensoriomotoras, etc. [4]
En niños, se han observado
dificultades de aprendizaje hasta
en un 30% de pacientes, con una mayor tendencia de dificultades de
lectura en varones, y de aritmética en niñas. Un 14% de niños
epilépticos presentan retraso mental, con mayor frecuencia en ciertos
tipos de epilepsia [5]. En un estudio holandés realizado por Oostrom et
al [6], se encuentra que, en condiciones similares de inteligencia y
educación, 51% de pacientes epilépticos requiere de apoyo
Tabla 1. Campos Castelló et al 2004 [3]
Campos Castelló et al 2004 [3]
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psicopedagógico, mostrando problemas cognitivos y conductuales,
planteando así la importancia de las adversidades contextuales como
factor de riesgo para el aciente epiléptico.
Actualmente se relacionan los déficits neuropsicológicos
encontrados en la epilepsia del lóbulo temporal con anormalidades
estructurales y metabólicas evidenciadas a través de diversas técnicas
de estudio [4]. Así, se establecen 26 regiones significativamente
reducidas en volumen en pacientes con ELT (Figura 1).
Figura 1. Hermann et al 2009 [4]
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Existen características neuropsicológicas específicas relacionadas con
el foco epiléptico [7]:
- Epilepsia del lóbulo frontal: déficits en habilidades de
planificación, memoria de trabajo, control de impulsos, atención,
coordinación motriz, flexibilidad mental, habilidad de resolución
de problemas y organización visoespacial. En algunos casos
puede presentarse un síndrome frontal con cambios
conductuales (agresividad, conductas inadecuadas, cambios
afectivos y de personalidad).
- Epilepsia del lóbulo temporal: déficits en habilidades de memoria
y procesamiento de la percepción auditiva y visual. La afectación
se asocia a la localización de la patología, aunque no todos los
estudios alcanzan diferencias estadísticamente significativas para
dichas asociaciones: disminución de habilidades verbales,
desarrollo de la lectura, y memoria verbal, aislamiento y
ansiedad (asociado a patología izquierda), disminución de la
memoria visoespacial, agresividad, problemas de adaptación y
descontrol (asociado a patología derecha).
- Epilepsia del lóbulo parieto-occipital: al ser raras, son menos los
estudios que reportan déficits cognitivos asociados a este tipo de
epilepsia. Se han observado sensaciones subjetivas con auras,
sensaciones parestéticas, apraxia ideomotora y disturbios en la
visión. En algunos individuos, en lugar de observarse déficits
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como consecuencia de las crisis focalizadas en estas áreas, la
activación de dichas áreas para la realización de tareas
específicas puede causar la crisis epiléptica. Este fenómeno se
observa en sujetos que realizan tareas matemáticas y
visoespaciales en las disfunciones parietales, o con el uso de la
televisión o computadora en la epilepsia occipital otosensible.
1.2 Lateralización
En pacientes con lesiones focales, puede evidenciarse un déficit
neuropsicológico selectivo a funciones mediadas por uno u otro
hemisferio. De esta manera, la EN contribuye al estudio de la
afectación funcional del foco epiléptico estudiado. Sin embargo,
muchos pacientes no presentan una lesión focal, o un déficit
neuropsicológico que claramente indique un déficit selectivo. En estos
casos, es importante el estudio de la preservación de funciones
asociadas al foco epiléptico, y los posibles mecanismos de
compensación/sustitución que ejerce el hemisferio contralateral.
La lateralización de funciones neuropsicológicas cobra especial
importancia en el estudio de pacientes candidatos para cirugía de la
epilepsia, en la medida que ayuda a realizar un pronóstico sobre el
costo/beneficio neurocognitivo de dicha cirugía, para cada caso en
particular.
Así, la mayor parte de estudios de lateralización se centra alrededor
de funciones de lenguaje y memoria, a través de una variedad de
pruebas neurocognitivas.
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Una de las técnicas más utilizadas, pero que se considera controversial
con respecto al grado de fiabilidad de sus hallazgos, es el test de
WADA o Prueba del amobarbital intracarotídeo. Existen diversas
formas de aplicación, pero en general, consiste en la aplicación de
pruebas de nominación, comprensión y memoria tras la aplicación del
anestésico, primero al hemisferio no intervenido, y luego al hemisferio
contralateral. El objetivo es la determinación de la dominancia para el
lenguaje y la medición de la función de la memoria en cada hemisferio,
para reducir el riesgo de amnesia postquirúrgica.
Maestú [8] explica que cuando se anestesia el hemisferio contralateral
a la lesión se espera que se produzca una grave afectación de la
memoria provocando una amnesia anterógrada transitoria, mientras
que cuando se anestesia el hemisferio ipsilateral a la lesión se espera
que los efectos sobre la memoria sean mínimos al soportar el lóbulo
temporal contralateral gran parte de esta capacidad. Cuando este
patrón no se cumple existe riesgo de amnesia anterógrada
postquirúrgica, ya que podría significar que el lóbulo temporal
contralateral no soporta las funciones mnésicas y es probable que esté
dañado y/o que el lóbulo temporal ipsilateral a la lesión soporte parte
de la memoria a pesar de estar dañado.
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2. Cirugía de la epilepsia
En la mayor parte de unidades de Cirugía de la Epilepsia a nivel
mundial, se cuenta con neuropsicólogos entrenados específicamente
para la valoración neurocognitiva y los efectos de la cirugía sobre ella,
para estudios de localización del complejo lesivo epileptógeno y
lateralización hemisférica, y para la valoración de los efectos
terapéuticos cada 5 años [3].
La EN contribuye de manera especial al pronóstico de los resultados de
la cirugía de la epilepsia. Así, se describe que [8]:
- Las resecciones del hemisferio dominante para el lenguaje son
las que producen un daño cognitivo más acentuado.
- Los pacientes que muestran funciones mnésicas preservadas
antes de la cirugía son los que peor pronóstico tienen ya que
presentarán mayor deterioro como consecuencia.
- Los pacientes que tienen un CI prequirúrgico mas alto pueden
verlo reducido tras la intervención.
- Así, el perfil del paciente epiléptico fármacorresistente con peor
pronóstico en la lobectomía temporal será aquel que presenta un
CI alto y mantenga las funciones mnésicas verbales preservadas.
Así, la información detallada sobre el perfil neurocognitivo del paciente
que brinda la EN será crucial en el proceso de toma de decisiones para
candidatos a la cirugía de la epilepsia. Campo [9] señala que los
factores que se relacionan con un mejor resultados de la cirugía son la
evidencia neuropsicológica de disfunción lateralizada, disfunción
neuropsicológica restringida al lóbulo temporal, deterioro
neuropsicológico leve y problemas psicosociales y emocionales escasos.
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3. Farmacología: Efectos secundarios
Aunque no se pone en discusión los enormes beneficios de los
fármacos antiepilépticos (FAE) sobre el manejo de crisis y, por
consiguiente, el mejoramiento de la calidad de vida del paciente, es
importante tomar en cuenta los efectos secundarios sobre la cognición
que pueden tener algunos FAE, especialmente al momento de
seleccionar el fármaco más adecuado para el paciente, tomando en
cuenta su edad y nivel de desempeño cognitivo (educativo o
profesional).
Así, los efectos dependen del fármaco, dosis utilizada y asociaciones
entre fármacos.
En general se encuentra en la literatura que el fenobarbital y la
fenitoína se encuentran entre los más dañinos, mientras que la
carbamacepina y el ácido valproico tienen menos efectos secundarios
(Tabla 2).
Tabla 2: Campos Castelló et al 2004 [3]
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Entre los principales FAE, podemos destacar [3]:
- Fenobarbital (PB): efectos negativos sobre la atención,
concentración y coordinación visomotora, disminución de los
puntajes del CI, alteraciones conductuales como hiperactividad,
irritabilidad, excitación, agresividad, insomnio de conciliación,
etc.
- Primidona (PRM): efectos negativos sobre tests
perceptivomotores, mayor depresión.
- Fenitoína (PHT): efectos negativos sobre el rendimiento escolar,
depresión, memoria verbal y visual, concentración, velocidad
mental y motora.
- Carbamacepina (CBZ): efectos negativos sobre la velocidad y
eficacia mental, somnolencia, agitación y ansiedad.
- Valproato sódico (VPA): reducción del tiempo de reacción,
mejora en el rendimiento escolar, menoscabo sobre la toma de
decisiones.
Campos Castelló [3] destaca los resultados más concluyentes en
investigaciones respecto a los efectos de los FAE:
- Coordinación manual: afectada por PHT, CBZ y VPA.
- Atención y concentración: afectada por PHT, no afectada por
CBZ ni VPA.
- Agilidad mental: afectada por benzodiacepinas y barbitúricos, no
afectada por PHT, CBZ ni VPA.
- Destrezas de aprendizaje: afectadas por PHT y benzodiacepinas.
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Es importante tomar en cuenta los efectos secundarios de los FAE,
especialmente en niños, dado que los déficits cognitivos influirán no
solo en el rendimiento académico del niño, sino en su adaptación
psicosocial.
Se aconseja no prescribir tratamientos cuando no sea indispensable,
utilizar monoterapia, seleccionar fármacos con menor toxicidad,
controlar las dosis, controlar periódicamente al paciente, estar alerta
sobre posibles interacciones con otros fármacos y suprimir fármacos
de manera lenta [3].
LECTURA COMPLEMENTARIA
Orozco-Giménez, C., Verdejo-García, A. et al. Neuropsicología clínica
en la cirugía de la epilepsia del lóbulo temporal. REV NEUROL 2002; 35:
1116-35.
EJERCICIOS PRACTICOS
1. ESTUDIO DE CASO
Un hombre de 33 años que presenta crisis farmacorresistentes.
Presentó una crisis febril a los 2 años de edad, pero ninguna otra crisis
hasta la adolescencia. Las crisis actuales eran precedidas por una
“sensación ascendente en el estomago”, seguidas por confusión y
dificultad para hablar. A lo largo de 5 años, el paciente tuvo por lo
menos una crisis parcial compleja al mes, a pesar de probar 10
fármacos antiepilépticos distintos. El paciente era incapaz de operar un
vehículo motorizado y su desempeño laboral era restringido. La RM
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mostró una atrofia hipocampal izquierda. El videomonitoreo durante
las crisis mostró una descarga fronto-temporal izquierda. El paciente
presentó una afasia postictal significativa.
Los estudios neuropsicológicos indicaron:
- Coeficiente Intelectual: CI 90 Promedio
- Atención: atención sostenida, selectiva y velocidad de
procesamiento dentro de lo esperado.
- Lenguaje: No presenta alteraciones en el habla espontánea,
nominación, repetición y comprensión.
- Visoconstrucción: Capacidades visoconstructivas adecuadas para
la copia de figuras complejas.
- Memoria: Afectación de la capacidad del recuerdo libre verbal,
con reducida sensibilidad a claves semánticas para la facilitación
de la evocación. La memoria visual se encuentra preservada.
- Funciones ejecutivas: niveles de razonamiento, flexibilidad
mental, secuenciación motora e inhibición de respuestas
automáticas conservados.
Desarrolle:
a. ¿Cuáles son los indicadores neuropsicológicos que se pueden
asociar con los resultados de la RM y del videomonitoreo?
b. ¿Es este paciente candidato idóneo para una cirugía, desde el
punto de vista neuropsicológico?
c. ¿Cuál sería el pronóstico neurocognitivo del paciente?
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2. DESCRIBA:
a. Enumere las quejas neurocognitivas más frecuentes en los
pacientes que atiende:
- Niños y adolescentes
- Adultos
- Ancianos
b. Como parte de su valoración médica, ¿refiere usted a sus
pacientes a una evaluación neuropsicológica? En caso afirmativo,
enumere las ventajas que esto le brinda. En caso negativo,
explique cómo valora usted la cognición en sus pacientes y si
considera que existe necesidad que dicha evaluación y por qué.
ASPECTOS PSICOLOGICOS DE LA EPILEPSIA
Los aspectos psicológicos de las epilepsias muchas veces pueden
tomar un papel secundario en la atención al paciente, por más que las
investigaciones actuales refieren la importancia de su detección y
tratamiento.
Varios estudios han demostrado que la incidencia de enfermedades
psiquiátricas es mayor en pacientes epilépticos que en otras
enfermedades, y que en la población general. Sin embargo, existe un
vacío asistencial sanitario respecto a los trastornos del estado de
ánimo, que incluye el infradiagnóstico y la falta de servicio psicológicos
apropiados.
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Las alteraciones psicopatológicas perictales han sido bien estudiadas y
descritas. Sin embargo, son las alteraciones psicopatológicas
interictales las que actualmente representan el foco de interés para la
investigación científica.
DeFelipe [13] explica que las manifestaciones psiquiátricas interictales
son alteraciones de personalidad, intelecto, vida emocional y
comportamiento que permanecen estables independientemente de las
crisis epilépticas. Describe asimismo que los factores de riego para
padecer alteraciones psicopatológicas en la epilepsia son los mismos
que se han descrito como factores de riegos neuropsicológicos: edad
de inicio de las crisis, frecuencia y tipo de crisis, medicación, etc.
Martínez [14] agrega factores psicosociales y sociodemográficos.
Es la epilepsia del lóbulo temporal (ELT) la que más frecuentemente se
asocia a la psicopatología. Existe asimismo una alta frecuencia de
miedo y agresión en pacientes con este tipo de epilepsia,
observándose periodos de descontrol y agresividad en pacientes con
ELT fármacorresistentes [13].
2.1 Depresión
La depresión es el trastorno mental más frecuente en la epilepsia, con
un 80% de pacientes informando sentimientos de depresión, y un 40%
padeciendo depresión endógena [13].
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La importancia de detectar y tratar la depresión no solo se relaciona al
sufrimiento y calidad de vida del paciente, sino al alto riesgo de
suicidio asociado (que es 4-5 veces mayor que en la población
general). Sin embargo, existe un infradiagnóstico que llega a cifras
como 68% en episodios depresivos menores, 43% en episodios
depresivos mayores y 38% en pacientes con historia de episodios
depresivos mayores comórbidos [14].
El estudio de la resolución de los trastornos afectivos tras la cirugía de
la epilepsia es controvertido, con autores que reportan mejorías tras la
intervención, y a su vez autores que reportan un empeoramiento. Lo
cierto es que se han determinado factores que pueden considerarse
como predictores de un mejor ajuste social postquirúrgico, entre ellos
el control de las crisis, la psicopatología preoperatoria leve, el soporte
familiar y sociolaboral, el nivel educativo y la edad. Existe un estudio
que reporta que 53% de pacientes que realizan una consulta médica
tras la lobulectomía temporal, lo hacen por un trastorno psiquiátrico
[14].
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Los factores que influyen en la aparición de la depresión en la epilepsia
se describen a continuación (Tabla 3):
Asimismo, tanto en la aparición como en
la evolución del trastorno depresivo
influyen la estabilidad emocional y
familiar, la existencia de relaciones
sociales, las estrategias de afrontamiento
adecuadas, la percepción no estigmática
de la enfermedad y el ejercicio físico
[14].
Mula [15] plantea que los pacientes
epilépticos con depresión comórbida
tienen más probabilidad de experimentar
los efectos secundarios de las FAE, son
más frecuentemente refractarios a la
mediación y tiene un peor resultado tras
las cirugía.
Se considera que existe una relación bidireccional entre la epilepsia y
depresión, que no implica causalidad, pero que sugiere que comparten
mecanismos patogénicos, con la presencia de un desorden facilitando
potencialmente la aparición del otro. [15]
En cuanto a la elección de FAE, conviene estudiar los efectos
psicotrópicos que estos tienen, considerando cuidadosamente el
estado afectivo del paciente al momento de elegir el fármaco
antiepiléptico
Tabla 3: Mula et al 2009 [15]
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4):
2.2 Ansiedad
Los trastornos por ansiedad constituyen el segundo grupo más
frecuente de trastornos del estado de ánimo en pacientes epilépticos.
López [17] refiere que entre un 10% al 25% de pacientes epilépticos
presenta ansiedad interictal, siendo más severa en paciente con
epilepsias focales.
Las manifestaciones clínicas más usuales de los trastornos de
ansiedad son los desordenes de pánico, el trastorno de ansiedad
generalizada y el desorden obsesivo-compulsivo [17].
En un estudio realizado en México (2008) se observan las siguientes
manifestaciones ansiosas en un grupo de 196 pacientes epilépticos:
Tabla 4: Mula et al 2009 [15]
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Es importante notar que la ansiedad tiene una fuerte manifestación
somática, expresándose así como síntomas cardiovasculares,
gastrointestinales, sensitivos, genitourinarios y musculares, además de
la evidente sintomatología sobre el estado de ánimo (humor ansioso,
miedos, tensión).
Además, cabe recalcar que muchas veces la depresión y ansiedad se
presentan como comórbidas, lo cual conlleva a la importancia del
conocimiento de la sintomatología de ambas condiciones y su rápida
detección y tratamiento.
Cobra importancia entonces el buen manejo diagnóstico del médico
tratante, la correcta elección farmacológica, tanto de FAE como de
psicofármacos, y la disponibilidad de servicios psicoterapéuticos que
brinden terapia de apoyo individual, y la terapia grupal para brindar el
apoyo social que requiere el paciente.
Tabla 5: López 2008 [17]
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LECTURA COMPLEMENTARIA
Barry, J., Ettinger, A. et al. Consensus statement: The evaluation of
people with epilepsy and affective disorders. Epilepsy & Behavior 13
(2008), S1-S29.
EJERCICIOS PRACTICOS
1. DESCRIBA:
¿Cuáles son las quejas afectivas que usualmente observa en su
práctica médica?
- Niños y adolescentes
- Adultos
- Ancianos
2. OBSERVE:
Realice una observación de sus pacientes por una semana y
complete la siguiente tabla, siguiendo el ejemplo:
Ejemplo: Número total de pacientes atendidos: n=5
Diagnóstico neurológico
Síntomas depresivos
Síntomas ansiosos
¿Ha recibido un diagnostico de Trastorno del
Estado de Ánimo?
¿Ha recibido tratamiento
psico
farmacológico?
Numero % Numero % Numero % Numero % Numero %
Epilepsia lóbulo temporal (5)
100% Tristeza (3)
Apatía (2)
60%
40%
Humor ansioso (4)
Sudoración de manos (1)
80%
20%
Si (1)
No (4)
20%
80%
Si (1)
No (4)
20%
80%
Elabore una reflexión respecto de sus hallazgos.
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ASPECTOS PSICOSOCIALES DE LA EPILEPSIA
Actualmente se pone más énfasis en el estudio de las variables
psicosociales que influyen en la calidad de vida del paciente epiléptico,
considerando que inciden directa e indirectamente sobre el tratamiento
de la enfermedad [13].
Existe estigmatización de la enfermedad, rechazo social y laboral que
conlleva sufrimiento psíquico individual y familiar.
3.1 Calidad de vida
La calidad de vida es definida por la Organización Mundial de la Salud
como la percepción de un individuo sobre su posición en la vida en el
contexto de su sistema cultural y de valores, expectativas, estándares
y preocupaciones. Así, implica aspectos de salud física, mental y
relaciones sociales [19].
DeFelipe [13] la define como el estado global de bienestar que se
centra en áreas como: síntomas, función física, actividades
sociolaborales, función social, emociones, cognición, sueño/reposo,
energía/vitalidad, percepciones de salud y satisfacción vital general.
En pacientes epilépticos se debe considerar que la calidad de vida se
ve disminuida socialmente, debido a frecuentes insultos y rechazos
que conllevan a una falta de desarrollo social básico en la mayoría de
casos, presentándose como dificultades para establecer relaciones
sociales. Esto, a su vez, puede mermar la autoestima del sujeto,
llevándolo hacia el retraimiento y sobredependencia familiar. Todo esto
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23
se considera un freno en el desarrollo afectivo del paciente,
presentado inmadurez psicológica y desarrollo emocional con
correspondiente a la edad del paciente [13].
Además, debe considerarse la estrecha relación entre el estado de
ánimo y la calidad de vida, tomando en cuenta que algunos autores
refieren que los problemas del estado de ánimo son los predictores
más sólidos para la calidad de vida en pacientes epilépticos [19].
3.2 Grupos etáreos
a) Niñez
En la afectación de la calidad de vida del niño epiléptico, confluyen
aspectos sobre el manejo de la enfermedad por parte del propio
paciente, con aspectos del manejo por parte de la familia. Así, en
estos casos será importante trabajar tanto con el paciente como con
sus padres.
En cuanto a las características propias del niño epiléptico, Austin [20]
reporta que los niños con una actitud más negativa sobre su
enfermedad, presentan un peor manejo y adaptación a ella. Así, las
preocupaciones, la autoeficacia frente al manejo de crisis, y factores
de habilidades sociales representan focos especialmente importantes
para el tratamiento psicológico en estos pacientes.
Por otro lado, Oostrom [21] refiere que las variables familiares
implicadas con la evolución del niño epiléptico incluyen la adaptación
familiar a la enfermedad (principalmente en los primeros meses
después del diagnóstico), y la ansiedad familiar, especialmente la
materna.
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24
Shore [22] explica que recibir un diagnóstico de epilepsia precipita una
crisis familiar caracterizada por altos niveles de ansiedad, que puede
resultar en una posterior sobreprotección y alteraciones en la disciplina
del niño. En su estudio encuentra que los padres manifiestan alta
necesidad de información hasta 2 años después de haber recibido el
diagnóstico, y que esta necesidad informativa se relaciona
directamente con la preocupación familiar, que a su vez incide en el
manejo que el propio niño tiene sobre su enfermedad.
Resulta interesante analizar los resultados de dicha investigación,
donde podemos comparar las necesidades de los padres y de los niños
a los 3, 6, 12 y 24 meses tras recibir el diagnóstico de epilepsia:
Tabla 6 Shore 2009 [22]
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25
Así, podemos ver que la necesidad de información por parte de los
padres, específicamente en relación a las posibles causas de la
enfermedad de su hijo, es la que se mantiene hasta dos años después
de haber recibido el diagnóstico. Asimismo, la necesidad de discutir
sus miedos acerca del futuro de sus hijos se mantiene con el paso del
tiempo como una de las mayores necesidades que expresan, a pesar
de que otras necesidades se aminoran.
En cuanto a los niños, las necesidades iniciales se relacionan con las
estrategias que necesitan para mantenerse seguros durante una crisis,
para luego trasladarse a la duda sobre las causas de su propia
enfermedad hacia los 2 años del diagnóstico, lo cual probablemente se
relaciona con la preocupación que manifiestan sus padres respecto a
este mismo punto. Por otro lado, las necesidades de apoyo de los
niños epilépticos se centran en cómo hablar sobre su condición con
otros niños, hasta 2 años tras el diagnóstico.
Este estudio ilustra las continuas necesidades de guía e información
que sufren el niño epiléptico y sus padres, planteando así la necesidad
de brindar una guía adecuada al paciente y su familia, que no se limite
al momento del diagnóstico, sino que sea objetivo de seguimiento a lo
largo de los años que atendemos a dichos pacientes.
b) Adolescencia
Artigas [23] explica que la adolescencia es un período especialmente
difícil para pacientes epilépticos, considerando las repercusiones de
conducta, aprendizaje y responsabilidad sobre la propia enfermedad
que implica recibir este diagnóstico, en interacción con un período que
de por sí es de cambios, rebeldía, búsqueda de identidad, etc.
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26
Describe así:
- Implicaciones psicológicas:
Especialmente importante es
el proceso de duelo, como
parte de la aceptación y
adaptación a la enfermedad.
Durante este proceso el
adolescente requiere de guía
y apoyo, comprensión de la
familia y un espacio para su
expresión emocional,
especialmente durante la fase
de ira (ya que se relaciona
estrechamente con la
irregularidad o abandono del
tratamiento).
La familia debe cuidar no
propiciar una marcada
dependencia familiar, al
controlar la tendencia hacia
la sobreprotección del
paciente. Además, es una
etapa en la que se debe
estimular la autoconfianza y
autonomía del adolescente.
- Implicaciones sociales:
Tabla 7. Artigas 1999 [23]
Tabla 8. Artigas 1999 [23]
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27
En la búsqueda de identidad del adolescente, las limitaciones que
implica la epilepsia representan un obstáculo particularmente difícil de
manejar. La tabla 8 presenta las limitaciones sociales que vive un
adolescente epiléptico. Artigas explica que el adolescente puede
debatirse entre la marginación social (al no poder vivir las mismas
experiencias que sus pares), y la rebeldía que lo llevará a trasgredir
las limitaciones médicas impuestas.
Es necesario entonces que el seguimiento psicológico del paciente
adolescente sea un objetivo del médico tratante, brindando la
posibilidad al paciente de resolver sus dudas respecto a la enfermedad,
y expresar su conflictiva actual, ensayando posibles mecanismos de
resolución, especialmente en el ámbito social.
c) Adultez
Las principales quejas psicosociales del adulto con epilepsia se
relacionan con dificultades laborales y sociales, especialmente en
pacientes con crisis frecuentes [24]. Así, los índices de desempleo y
subempleo entre la población epiléptica son más elevados, y los
índices de matrimonios e inclusión social son más bajos que en la
población general [25]. Cuando el paciente sufre de trastornos del
estado de ánimo comórbidos, la percepción sobre su propia
discapacidad puede ser más negativa [24], llegando hasta un 63.5%
de pacientes epilépticos que se consideran discapacitados, en algunas
comunidades [26]. Esto afecta su capacidad de manejar con éxito la
enfermedad.
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28
El efecto sobre las relaciones sociales es importante. Reisinger [26]
reporta un estudio en el que 41% de pacientes afirmó que la
enfermedad afectaba su vida social, y hasta 50% reportó sufrir
estigmatización a causa de la enfermedad.
Un estudio realizado en el (2008) [25] señala que el éxito de la cirugía
de la epilepsia no depende únicamente del control de las crisis, sino
que es un constructo mucho más complejo que incluye el nivel de
adaptación psicosocial del paciente. Así, algunos autores sugieren que,
aunque las crisis sean controladas, el hecho que el paciente continúe
sufriendo de depresión, ansiedad y estigmatización social puede
mermar en su mejoría tras la cirugía.
Existe además el “peso de la normalidad” (burden of normality),
descrito por algunos autores, en el cual los pacientes epilépticos que
han controlado las crisis, describen un rango de problemas
psicosociales que resultan directamente del hecho de ya no sufrir crisis
epilépticas. Estos problemas se relacionan con el hecho de que el
paciente crónicamente enfermo se encuentra, de un momento a otro,
“sano”, y no ha aprendido cómo manejarse en la sociedad sin la
consideración de estar enfermo. De un momento a otro, las exigencias
del medio se agudizan y el paciente sufre de problemas para adaptarse
a esta nueva situación de vida. Además, aunque las crisis
desaparezcan, no se puede esperar que las mermas psicosociales que
el paciente ha sufrido por años, desaparezcan de un momento a otro.
[25]
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29
Un manejo positivo de la epilepsia requiere de conductas de
automanejo exitosas, que incluyen la adherencia a la medicación, el
manejo del estrés y buenos hábitos de sueño [26]. Considerando que
los cuadros depresivos afectan la eficacia del sujeto para manejar la
enfermedad, y considerando que las limitaciones psicosociales a su vez
son causantes de cuadros depresivos, queda clara la importancia de
manejar tanto los aspectos emocionales del paciente, como los
psicosociales. En ese sentido, es necesario brindar al paciente una guía
adecuada que incluya información acerca de la enfermedad, enseñanza
de estrategias sociales, seguimiento continuo, y control de aspectos
psicológicos.
LECTURA COMPLEMENTARIA
Tanriverdi, T., Poulin, N. et al. Psychosocial outcome after
extratemporal epilepsy surgery: A prospective clinical study. Turkish
Neurosurgery 2008, Col: 18, No: 2, 114-124.
EJERCICIOS PRACTICOS
1. DESARROLLE:
Realice una reflexión desde el punto de vista psicosocial sobre
algún caso en particular que Ud. atienda, describiendo el vacio
asistencial sanitario observado según DeFelipe [13], siguiendo el
siguiente ejemplo, y proponiendo estrategias de manejo
multidisciplinario.
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“Un paciente operado de cirugía de epilepsia fármacorresistente
puede salir del hospital sin las crisis epilépticas persistentes que
padecía durante tantos años, puede encontrarse físicamente
muy bien en un corto periodo, pero deja el hospital sin saber
orientarse en la ciudad porque siempre ha ido acompañado de su
madre, a pesar de tener 39 años; tampoco ha aprendido cómo
relacionarse con las personas de su entorno y explica que es
como ‘volver a nacer’. Si tiene suerte, le instauran un
tratamiento psiquiátrico con un antidepresivo para que mejore
su estado de ánimo, pero nadie le enseña estrategias para
afrontar su nueva situación vital ni para elaborar el duelo que
supone tantos años de vivencia de la enfermedad, ni recibe
tampoco una rehabilitación neuropsicológica del déficit cognitivo
postquirúrgico que facilite una mayor adaptación a su entorno,
con todos los problemas que implica dicho déficit en la calidad de
vida”.
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CONCLUSIONES
El desarrollo, las lecturas complementarias y los ejercicios prácticos
del módulo 4 tienen como objetivo llevar a los participantes a
reflexionar sobre aspectos que pueden parecer secundarios en el
tratamiento de las epilepsias, pero que cada vez se consideran más
importantes en el marco de una atención integral del paciente. Así,
aspectos cognitivos, emocionales y psicosociales no deben dejarse de
lado como parte de la valoración inicial del pacientes, y más adelante,
como parte del seguimiento del caso, tomando en cuenta la influencia
que tienen sobre el compromiso con el tratamiento, el manejo de las
crisis y, en general, el pronóstico del caso. Es importante enfatizar
entonces, la inclusión del neuropsicólogo, especialmente en el campo
de las epilepsias, dado que es el profesional que está preparado para
valorar los aspectos cognitivos, emocionales y psicosociales a
profundidad, y contribuir con una mayor riqueza diagnóstica,
especificidad del tratamiento no farmacológico y seguimiento de
paciente y sus familiares.
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INSTRUMENTOS DE UTILIDAD
Neurological Disorders Depression Inventory for Epilepsy (NDDI-E) Screening Tool
http://www.epilepsyfoundation.org/about/related/mood/nddietool.cfm
Quality of life in epilepsy QOLIE
http://www.epilepsy.com/pdfs/qolie_31.pdf
Quality of life in epilepsy for Adolescents QOLIE-AD-48
http://www.epilepsy.com/pdfs/qolie_ad_48.pdf
Epilepsy Self Management Scale ESMS
http://www.sph.emory.edu/ManagingEpilepsyWell/documents/instruments/Epilepsy%20
Self%20Mangement-Scale%20and%20Description.pdf
Epilepsy self-Efficacy Scales ESES
http://www.sph.emory.edu/ManagingEpilepsyWell/documents/instruments/Epilepsy%20
Self-Efficacy%20Scale%20and%20Description.pdf
Epilepsy Stigma Scale
http://www.sph.emory.edu/ManagingEpilepsyWell/documents/instruments/Epilepsy%20
Stigma%20Scale%20and%20Description.pdf
[Escribir texto]
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