memoria sobre las fábricas de los conventos de sto. domingo y san francisco de palma

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Santo Domingo y San Francisco Memoria sobre las fábricas de los conventos de Santo Domingo y San Francisco, de Palma Mi Querido Amigo: Aunque tengo ya en mi poder cuantas noticias pudieron recogerse sobre la fábrica de esta catedral, y aunque he empezado á ordenarlas en una memoria, quiero anticipar á ellas las que tenia anteriormente extendidas para el último de mis apéndices, y quedar del todo desembarazado para continuar un escrito que pide mayor prolijidad y detenimiento. Las que envío ahora se refieren á los monasterios de Santo Domingo y San Francisco, los cuales no entraron en el primer objeto de mis investigaciones; pero habiéndome venido casualmente á las manos algunos apuntamientos acerca de ellas, me pusieron en el empeño de completarlas, y al cabo lo hice hasta donde pude y usted verá en este escrito. Hele dividido en dos partes, como pedía su doble objeto. En la primera hallará usted las notas que tienen al convento de Santo Domingo, y las que al de San Francisco, en la segunda. Acaso ni unas ni otras satisfarán la curiosidad de usted, como no satisfacen la mía; pero ¿qué haremos, cuando los mas interesados en recogerlas se contentan con menos de lo que alcanzamos nosotros? Paciencia, y voy á ellas. Entre los grandes edificios que al arribar al puerto de Palma se descubren á espaldas del coloso de la catedral , llaman principalmente la atención y la vista, por su situación y su bulto, los conventos de Santo Domingo y San Francisco. Su forma exterior nada presenta de regular ni de bello , y aunque el interior de sus templos sea noble y digno de la arquitectura del tiempo en que se levantaron, no hay en ellos cosa de que no se pueda formar idea por otros edificios de la misma edad y gusto. Por esto, sin detenerme en describirlos menudamente, diré solo lo que baste para servir á la historia de la arquitectura y satisfacer la curiosidad de su cronista. Si hemos de creer á los historiadores de la orden de Santo Domingo, su convento es el mas antiguo de Palma, pues que le hacen nacer en los primeros días de la conquista. La devoción del conquistador á esta orden, recién fundada, es tan constante en la historia , como el aprecio que hizo de sus frailes, á quienes, no solo fió la dirección de su

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Jovellanos: "Memoria sobre las fábricas de los conventos de Sto. Domingo y San Francisco de Palma" (1808)

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  • Santo Domingo y San Francisco

    Memoria sobre las fbricas de los conventos de Santo Domingo y San Francisco, de Palma

    Mi Querido Amigo: Aunque tengo ya en mi poder cuantas noticias pudieron recogerse sobre la fbrica de esta catedral, y aunque he empezado ordenarlas en una memoria, quiero anticipar ellas las que tenia anteriormente extendidas para el ltimo de mis apndices, y quedar del todo desembarazado para continuar un escrito que pide mayor prolijidad y detenimiento.

    Las que envo ahora se refieren los monasterios de Santo Domingo y San Francisco, los cuales no entraron en el primer objeto de mis investigaciones; pero habindome venido casualmente las manos algunos apuntamientos acerca de ellas, me pusieron en el empeo de completarlas, y al cabo lo hice hasta donde pude y usted ver en este escrito.

    Hele dividido en dos partes, como peda su doble objeto. En la primera hallar usted las notas que tienen al convento de Santo Domingo, y las que al de San Francisco, en la segunda. Acaso ni unas ni otras satisfarn la curiosidad de usted, como no satisfacen la ma; pero qu haremos, cuando los mas interesados en recogerlas se contentan con menos de lo que alcanzamos nosotros? Paciencia, y voy ellas.

    Entre los grandes edificios que al arribar al puerto de Palma se descubren espaldas del coloso de la catedral , llaman principalmente la atencin y la vista, por su situacin y su bulto, los conventos de Santo Domingo y San Francisco. Su forma exterior nada presenta de regular ni de bello , y aunque el interior de sus templos sea noble y digno de la arquitectura del tiempo en que se levantaron, no hay en ellos cosa de que no se pueda formar idea por otros edificios de la misma edad y gusto. Por esto, sin detenerme en describirlos menudamente, dir solo lo que baste para servir la historia de la arquitectura y satisfacer la curiosidad de su cronista.

    Si hemos de creer los historiadores de la orden de Santo Domingo, su convento es el mas antiguo de Palma, pues que le hacen nacer en los primeros das de la conquista. La devocin del conquistador esta orden, recin fundada, es tan constante en la historia , como el aprecio que hizo de sus frailes, quienes, no solo fi la direccin de su

  • conciencia, sino que los sola llevar consigo en sus expediciones militares, y en ellas valerse de su auxilio y consejo. A la de Mallorca le acompa fray Miguel Fabra, su confesor, y este fray Berenguel de Castelbisbal, que lo fu despus, y ambos contribuyeron no poco con su predicacin animar los trabajos del cerco de la ciudad, como testifica el mismo Rey en su crnica. Al padre Fabra dio adems el honroso encargo de entrar el primero en la ciudad, luego de rendida, con algunos caballeros, para ocupar la ciudadela, llamada Almudaina, y poner buen recaudo los tesoros del rey vencido.

    Aade esto Dameto, tomndolo de la crnica memorias manuscritas de este convento, que en el da siguiente al de la entrada del Rey en la ciudad, el mismo padre Fabra erigi, con su acuerdo, un pequeo oratorio capilla, con advocacin de Nuestra Seora de la Victoria, donde los obispos conquistadores celebraron el santo sacrificio, y en el da despus las exequias de los ilustres caballeros que murieron en la faccin de la Porrasa. Tal supone que fu el origen de este convento. El padre Francisco Diago, sin referir estas menudencias ni citar ninguna autoridad, coincide en la misma opinin, pues supone fundado el convento por el padre Fabra, y fija su principio entre enero de 1230 y octubre del mismo ao, en que aquel religioso dej la isla para seguir al Rey en sus expediciones.

    Con todo, muchas razones me hacen dudar de estos hechos: primera, la confusin en que se hall la ciudad , entrada desde luego saco por los soldados durante los primeros ocho dias, y con tal desenfreno, que el mismo Rey cuenta que algn da se vio desamparado de todos sus domsticos, sin tener qu comer, si no le hubiese convidado su mesa un caballero aragons, llamado D Ladrn. Segunda, que tantos eran los cadveres que cubran, tanta la sangre que inundaba las calles y plazas de la ciudad , que el primer cuidado del Rey, prelados y caballeros fu librarla de aquella infeccin, sacando al campo y quemando indistintamente los cadveres. Tercera, que habindose erigido el primer da de entrada en la ciudad el altar de San Miguel, y celebrdose en l la primera misa, no es verosmil que en medio de tanta confusin se erigiese otro al siguiente da, ni que el Rey y seores se ocupasen en actos, que aunque piadosos, pedan mucha quietud y vagar. Cuarta, que fray Miguel Fabra menos poda atender ellos, cuando tena su cargo la custodia del tesoro de la Almudaina, el cual, en aquel desorden y baranda, corri tanto peligro, que se hubo de trasladar, luego que se pudo, al castillo del Temple para mayor seguridad. Quinta, que el sitio en que estuvo la antigua capilla de la Victoria no fu donado los dominicos hasta dos aos despus, y que en la donacin no se mienta tal capilla. Sexta, que fray Pedro Marsilio, dominicano, que estuvo en Mallorca , donde trat algunos

  • de los que asistieron la conquista, y que trasladando al latin la crnica del Rey, aadi ella cuantas acciones piadosas llegaron su noticia, y sobre todo las que eran favorables y en honor de los frailes predicadores , nada dice de tal capilla, de tales sucesos ni de tal origen de este convento.

    Dicho esto, que importa mas para historia que para nuestro asunto, vamos lo que consta de mas cierto, y es que el rey don Jaime, por privilegio de 21 de mayo de 1231 don la Madre de Dios, santo Domingo y la orden de predicadores, en la plaza mayor de la Almudaina, el terreno que de una parte miraba la ancha calle de Benazet, y de otra la misma Almudaina, y cuyo ngulo afrontaba con las torres del real palacio. Y dice expresamente el instrumento que se conceda aquel terreno ad construendum et aedificandum monasterium, et ecclesiam dicti ordinis Praedicatorum. H aqu pues el verdadero origen de esta fundacin.

    Ayudaron despus ampliamente dotarla y enriquecerla el infante don Pedro de Portugal, siendo ya seor de la isla, por privilegio que otorg en Mallorca 8 de abril de 1236, y el conde de Rosellon, don Nuo Sanz, por otro, cuya fecha no consta, pero que fu confirmado por el conquistador en Barcelona 19 de mayo de 1254. Y como en la donacin del Infante suenen ya casa convento, y prior y frailes residentes en l, no se puede dudar que el primer convento se empez edificar entre los aos 1231 y 1236. La obra continuaba en 1256, como resulta de un testamento otorgado por Bernardo Flix 21 de julio de aquel ao (1), que entre las limosnas que dej para varios edificios piadosos que se levantaban en Palma, fu una de cinco sueldos para la mesa de Santo Domingo, que as se llamaba entonces el lugar do se recogan estas limosnas.

    No s yo s esto se entender de la obra que hoy vemos, pues su principio no consta con bastante claridad. Consta, s, que su actual iglesia empez muchos aos despus , y que su autor la tena tambin su cargo. Juzgar usted si era regular que se empezase trabajar antes en las habitaciones que en ella; yo juzgo que la par.

    La crnica manuscrita del convento y el padre Diago y Dameto asientan que la primera piedra de esta iglesia fu colocada en 17 de diciembre de 1296, y la ltima en 1359 (2). Es edificio de una sola nave, apoyada en altsimas columnas de escaso dimetro. Estas columnas suben arrimadas al muro, y cortando una estrecha faja cornisa, que corre por lo alto de l, se levantan todava recibir en sus capiteles impostas las fajas que se cruzan para sostener la altsima bveda. En los intercolumnios estn los grandes arcos que dan

  • entrada las capillas que hay una y otra parte. La mayor, presbiterio, forma un semicrculo, y es obra de gran majestad y osada, por la mucha altura y bella forma de su bveda. De todo podr usted formar mejor idea por las medidas que traen la crnica citada, y Dameto y Diago, que por no estar de acuerdo entre s copiar segn las hallo. Helas aqu:

    Crnica Dameto Diago

    Largo 284 id 279

    Ancho 138 92 139

    Alto 152 id 198

    La crnica y Dameto dan al frontispicio ciento cincuenta y ocho palmos de ancho, sobre ciento setenta y ocho de alto, lo que advierto para que se conozca que ambos se equivocaron en algunas medidas de la iglesia.

    En esta obra y la del actual convento trabajaba un insigne arquitecto, entrado ya el siglo XIV, sin que me atreva yo asegurar que l solo la empez y acab, puesto que entre el principio y fin de la iglesia mediaron sesenta y tres aos. Lo que consta es que en una y otra obra trabajaba por aquel tiempo Jacobo Jaime Fabra, vecino de Mallorca, segn una escritura que otorg en 1317, en que se cita otra anterior, y se supone ya trabajada mucha parte de las obras puestas su cargo. Por lo cual el autor de la Crnica le nombra como al nico autor de la iglesia.

    En la citada escritura se refiere que hallndose Jaime Fabra dirigiendo las obras de este convento en 1317, y teniendo que pasar Barcelona, adonde el rey de Aragn y el obispo de aquella ciudad le llamaron, los frailes de Santo Domingo exigieron que antes de partir se obligase volver para continuarlas y concluirlas. Con este motivo en 6 de junio de aquel ao se otorg la escritura que va indicada, en la cual los contratantes se refieren otra antes otorgada con el prior fray Arnaldo Burguet, sin expresar su fecha. Se halla en las memorias del convento que este padre Burguet fu prior en l por los aos 1313 y 14, y en este, segn Diago, fu nombrado provincial de Aragn por el captulo general de Lrida, bien que consta por otra parte que en el ao de 1307 se hallaba ya en Mallorca enseando la lengua arbiga, como es de ver en la crnica del dicho padre Diago.

    Como quiera que sea, en la escritura de 1317 se obliga Jaime Fabra al superior fray Pedro Alegre y los religiosos de Santo Domingo de Mallorca que cada y cuando fuere por ellos requerido, volver desde Barcelona , adonde va para hacer dirigir ciertas obras, ruego del

  • muy alto y seor rey de Aragn y del venerable obispo de aquella ciudad; abandonando cualesquiera otros encargos negocios en que se hallara ocupado, salvo legtimo impedimento, y que entonces continuar y concluir todas las obras del convento que tena estipuladas con el venerable fray Arnaldo Burguet, antes prior, todo bajo la pena de cincuenta libras de reales menudos de Mallorca, y de fianza que por l dio y otorg Mam Peris, vecino de esta ciudad, obligndose de mancomn con Fabra al cumplimiento del contrato. Pas esta escritura ante Jaime Rausin, y de ella d testimonio el notario Pedro de Cardona en 10 de febrero de 1318, como usted ver en una copia al fin de este apndice.

    El cronista del convento, viendo que en la escritura se obligan de mancomn Fabra y Peris, tuvo entrambos por arquitectos, y supone que el segundo ayud al primero en las obras; pero la simple vista de las clusulas de la escritura descubre su equivocacin, y hace ver que Maim no intervino en ella con otra personalidad que la de fiador de Fabra. De este Maim Peris, que deba ser hombre acaudalado, hallar usted memoria en el padre Pascual, la pg. 161 de su disertacin sobre la aguja nutica.

    Otra equivocacin del cronista es asegurar que la escritura de contrata se otorg en Barcelona y firm presencia del Rey y del Obispo; cosa que no conviene al instrumento de que hablamos, aunque pudo verificarse en el otorgado con el prior Burguet, que no he podido adquirir.

    Pero dejemos por un rato la obra de Santo Domingo de Palma para seguir Fabra, y tratar de las que le esperaban en Barcelona, que sin duda eran de mucha consideracin , cuando para ellas le llamaban no menos que el Rey y el obispo de all.

    Empeado yo en esta indagacin, logr descubrir una noticia, en que acaso usted y yo nos habremos dado de hocicos. Redcese que algunos aos despus del tiempo de que habernos hablado, Jaime Fabra se hallaba en Barcelona dirigiendo las obras de aquella catedral, pues que en calidad de arquitecto asisti en 1339 a la traslacin de las reliquias de la virgen y mrtir santa Eulalia, barcelonesa, y su colocacin en una preciosa urna, que para ella se haba fabricado. De la belleza de esta urna y de sus ricas entalladuras y ornatos hace alguna indicacin el cronista Diago, por lo cual es de creer que Fabra la hubiese ejecutado, y que para esta obra le hubiesen llamado Barcelona el Rey y el Obispo; que pues se le nombra como arquitecto en el acta de traslacin de las reliquias, no es creble que debiese otro ttulo tan distinguida memoria. Hllase esta

  • noticia en la Espaa sagrada del M. Florez, y como supongo que usted la habr ledo all, he aqu por qu le digo que nos habremos encontrado en ella.

    Pero qu sera si por medio de ella hubisemos dado con el autor de la insignecatedral de Barcelona? Yo tengo para m que lo fu Jaime Fabra, por lo menos en la mayor parte. Fundme en que esta iglesia se empez fabricar en 1299 bajo los auspicios de don Jaime II de Aragn (3). Pocos aos despus vemos Fabra en Mallorca , trabajando en la insigne obra de Santo Domingo, que empezara en 1296. Vrnosle luego llamado Barcelona por el Rey y el Obispo, y en 1317, para obras importantes que se hacan all, y sin duda en la iglesia catedral , pues que le llamaban su fundador y su prelado. Vrnosle, en fin, asistir en 1339 la traslacin de las reliquias de la santa Patrona, como arquitecto de la iglesia. Y no creeremos que lo haba sido desde su principio? Yo conjeturo, segn mi costumbre; la decisin sea de usted.

    Volviendo ahora Santo Domingo de Palma, la obra de su iglesia, que segn la expresin del cronista del convento, es una de las mas acabadas de Espaa, pareci tan alta y atrevida, que dio ocasin una de aquellas tradiciones vulgares, que tan fcilmente traga la ignorancia en cosas que estn fuera de sus alcances. No la callar por condescendencia con el escritor, que refirindose antiguas memorias del convento, dice estar notado en ellas que puesta ya la clave del arco toral, en que, segn l, descansan otros ocho muy delgados, y temiendo el maestro que quitados los andamios se viniese la obra tierra, parti para Barcelona, dejando aquel encargo y peligro uno de sus esclavos, con promesa de la libertad si la obra se mantuviese, como mantuvo y mantiene. Esto dice; por m, plura transcribo quam credo.

    Aunque se dice arriba que la obra de la iglesia qued concluida en 1359, no lo entienda usted al pi de la letra, porque consta que hay en ella obras ejecutadas despus. No lo entienda, primero en cuanto su pavimento, que aun no estaba concludo en 1362, como resulta del testamento del clebre cardenal Nicols Rosell, hijo de esta ciudad y de este convento. Otorgle en Perpian 12 de marzo de aquel ao, y en l, entre otros legados, dej cierta suma para este objeto; sin lo cual, dice el cronista Diago, dej al convento de Mallorca con que aderezar el suelo de su iglesia.

    Enfermo ya este cardenal, volvi morir en su patria, donde fu enterrado, sin que yo pueda asegurar si descansan en ella sus cenizas, porque hallo en este punto muy ambiguas las noticias del

  • padre Diago. Dej (dice, tratando del testamento)su cuerpo en Santa Catalina mrtir de Barcelona, en un tmulo que ya tena labrado para s en medio del coro, mandando juntamente que se labrasen otros dos hermanos y principales en la.capilla mayor para las infantas doa Mara y doa Leonor (de quienes fuera tutor), hijas del rey de Aragn don Jaime II, que ya estaban en la misma capilla enterradas. Pero luego refiriendo la muerte del cardenal en Mallorca, Muri (dice) 23 de marzo de 1362, como lo escribe el maestro fray Jaime Domingo, y fue puesto su cuerpo en un tmulo encima de la puerta principal de la iglesia. Si fu no trasladado a Barcelona, no es del presente asunto. ralo, s, hacer algn obsequio la memoria de un ilustre mallorqun, hijo de este convento, y tan recomendable por su piedad y sabidura, como por su inclinacin la arquitectura (4).

    Tampoco es de contar entre las obras antiguas de esta iglesia la gran capilla de Nuestra Seora del Rosario; obra que se puede decir adyacente ella, pues que tiene su entrada principal por defuera. Ya don Vicente Mut dio noticia de haberse empezado en 1480; pero yo copiar por mas exacta la que da el mismo fray Francisco Diago al cap. 43 del lib. II de su Crnica. Hablando all del venerable fray Alonso de Castro, dice: Por ser este buen padre muy devoto del santo rosario, emprendi la fbrica de la capilla del Rosario, de este convento, que tiene dentro de s otras cuatro, para que sin salir de ella se puedan hacer las estaciones y ganar las indulgencias. Dile principio en el ao 1480, y para acabarla predicaba mucho, as en la ciudad como en la isla, y en bajando del plpito tomaba un plato en la mano y pedia limosna. Acabla en el de 1517. Como de estos prodigios debe la arquitectura los que saben promover la devocin de los pueblos.

    La que levant esta obra, la fu poco poco adornando, y me aseguran que en sus retablos hubo bellsimos cuadros. Hzolos desaparecer el mal gusto en una remodernacion que la entrada del ltimo siglo hizo en esta capilla fray Alberto Burgui, religioso de la misma casa, el cual las bellas pinturas que all haba sustituy los feos retablos que se ven hoy, llenos de garambainas y relumbrones, segn la moda de aquel tiempo. El tal fray Burgu es tambin contado entre los poetas mallorquines; pero si sus versos eran del mismo gusto que sus esculturas, mal ao para unos y otros (5).

    En la sacrista de esta iglesia existen dos hermosas piezas, que merecen alguna memoria en la historia de las artes. La una un facistol de bronce, que se dice construido en Gnova y es obra del siglo XIV. Frmale una columna octgona, partida por fajitas horizontales, y apoyada en una gran base pedestal de forma piramidal y tambin

  • octgona, esculpida con hermosos dibujos del gusto de aquella edad. Sostinenle cuatro leones, y tiene en los frentes principales los blasones del dedicante. Sobre la columna est asentada la figura de un unicornio, la cual forma el atril del facistol. Al presente se halla esta pieza sin uso y arrinconada en la sacrista; pero conserva la memoria del bienhechor que la coste, entallada en una cinta, que manera de orla gira en tomo de la base con esta inscripcin: Aquest facistol his a dad Nandreu Sescala onor de Deo de Sant Domingo, en remisi de sos pecats fo l'any M.CCC.LXXXIV. (Ha dado este facistol Andrs de Escala, en honor de Dios y de Santo Domingo.para remision de sus pecados. Fu en el ao 1384.)

    Parece que este Andrs era hijo de otro de su mismo nombre, fallecido en octubre de 1346, y cuya memoria erigi su generoso hijo el sepulcro que hoy se ve ante la capilla de Santo Toms de esta iglesia.

    La otra pieza es mas moderna y pertenece un ilustre escritor mallorqun, llamado Juan Valero (6), de quien hablan con mucho encarecimiento sus paisanos Mut y Pascual. Redcese un busto que representa este insigne varn sobre una columna de mrmol blanco , en cuyo plinto se lee: Testa Joannis Valerii. Pegada la misma columna resalta en lo alto de ella una lpida, en que se lee la siguiente memoria: Qui primam quotidie missam celebraturus est, qualibet feria quarta, pro anima honorabilis Simonae Sala, uxoris primae honorabilis Joannis Valerii, Alfonsi, excelsi regis secretarii, celebrare teneatur cum absolutione super ejus tumulum, apud majus altare facienda: 1481 (7).

    Aqu me atrevo dar usted una conjetura que puede ser probable, y fu causa de que me detuviese algn tanto en estas noticias. Redcese que el busto de Juan Valero puede ser obra del famoso Guillermo Sagrera, pues que habiendo sido secretario de Alfonso V, y residiendo, como yo creo, en Npoles cuando Sagrera estaba all dirigiendo la obra del Castell-novo, es en gran manera verosmil que el secretario prefiriese su paisano otros artistas del pas para confiarle su retrato, as como el Monarca le prefiri para aquella hermosa fortaleza.

    Saliendo ahora de la iglesia, poco me queda que decir de la restante obra del convento. El mas pequeo de sus claustros, que yo creo coetneo la obra de la iglesia, tiene algo de caprichoso en su apariencia, pues las columnas aisladas, sobre que cargan sus arcos punteados, son elptico-octgonas. Parceme que Fabra no les dio esta forma por mero capricho, sino para aumentar la luz de los arcos,

  • dejando entre ellos el dimetro menor de la elipse, y dando al mismo tiempo mayor esbelteza y elegancia las columnas.

    El otro claustro es muy grande y sencillo, y sus arcos, tambin punteados, solo apoyan sobre estribos lisos y sin adorno alguno. En l se ve una riqusima ventana, que da luz al capitulo, pieza grande y hermosa. Otra pieza que le precede, y es como su antecmara antecaptulo, presenta una de aquellas travesuras del arte con que solan entretenerse los antiguos arquitectos, ostentando en ellas su ingenio, como los poetas en sus acrsticos y laberintos. Es un paralelgramo, de la mitad de cuyos ngulos arrancan cuatro arcos, que vienen posar en una sola columna, colocada en el centro. Pero esta columna se apoya sobre una tabla mesa redonda de piedra, que est al ras del plano, y sube de una especie de pozo abierto en l. Esta base mesa carga en unos cuantos pilarcillos, que la sostienen en torno, de forma que la columna, cargada de tan enorme peso, parece cargar sobre vano, aunque en realidad no es as, porque en el centro hay otro pilar falsa base, que sube del fondo del pozo, perpendicular al fuste de la columna, y es el que verdaderamente la sostiene.

    Y h aqu cuanto por informe ajeno y diligencia propia puedo decir usted de las obras de Santo Domingo, y con lo que debe usted contentarse mientras paso tratar de las de San Francisco.

    En la historia de la fbrica de San Francisco me ocupar mas la discusin que el nmero de las noticias, pues que son mas las dudosas que las ciertas. No hay que extraarlo, si es que esta comunidad, como dicen, no conserva un solo papel de sus primeros tiempos, y que cuantos tena (que no seran pocos, puesto que sus rentas eran muchas) fueron arrebatados y llevados por los frailes claustrales cuando su expulsin. Acaso por esto se ha recurrido la tradicin para llenar los vacos de la historia, y h aqui el origen de la incertidumbre, que yo procurar disipar como pueda, para no dar usted cosa que su buena crtica deseche.

    No consta que los franciscanos hubiesen venido a la conquista de Mallorca, aunque fray Jaime Soliveretas, que puede ser contado entre sus cronistas, no solo afirma, bien que sin autoridad, que asistieron ella dos frailes de su orden , sino que por una razn de

  • analoga cree que fueron fray Iluminado y fray Pedro Sude, que acompaaron al rey don Jaime en la conquista de Valencia.

    Mas cierto parece el que residan ya aqu en 1232, al tiempo que se autorizaba el repartimiento de las tierras, que public Dameto traducido, el cual, segn la copia que poseo en lengua vulgar, tomada de los manuscritos del padre fray Cayetano de Mallorca, dice as: tem: es hort qui est dit Riat Abboadille -Abnasac, la'hon son los frares menors. (tem : el huerto que es llamado Riat Abboadille-Abnazac, all do estn los frailes menores.)

    Pero el establecimiento de la comunidad no se puede colocar antes del ao 1238, pues que entonces fu cuando el rey don Jaime concedi la orden de San Francisco sitio para fundar convento dentro de lu ciudad, segn dice Dameto, aunque sin citar, como fuera de desear, el lugar y data del privilegio.

    En este sitio, que es el que hoy habitan las monjas de Santa Margarita, cerca del muro, edificaron los franciscanos, segn se cuenta, un gracioso convento, do residieron hasta que adquiriendo por cambio el de las monjas, fueron trasladados l, y en l se construy el que ocupan actualmente.

    El padre Soliveretas, quien cito con preferencia, porque extract con bastante diligencia en sus tablas manuscritas cuanto dijeron los cronistas de la orden y cuanto hall en la tradicin sobre nuestro asunto, supone que sus frailes obtuvieron este sitio de don Jaime II, y que tomaron posesin de l en 26 de diciembre de 1277; pero mi ver se equivoca en uno y otro. En el primero, porque consta expresamente que le adquirieron por ttulo particular, esto es, por el cambio que doa Berenguela, priora de Santa Margarita, con sus monjas, y el guardin y frailes de San Francisco otorgaron de un monasterio por otro; y lo segundo, porque el rey don Jaime no hizo mas que loar y confirmar este cambio, por el privilegio de 20 de diciembre de 1278, que public Dameto, y no es creble que en aquellos tiempos la posesin del sitio precediese la confirmacin del contrato.

    No extrao yo que para solemnizar con un prodigio la fundacin del nuevo convento se mezclase en su historia un cuento, que el mismo privilegio desmiente, porque es harto ordinario aun en reinos, ciudades y familias ilustres la pretensin de ennoblecer su origen con tradiciones fabulosas. El privilegio citado prueba que este hecho no precedi milagro alguno, ni hallo para qu, pues que provino de un cambio de conventos, en el cual, como en todo contrato, se combin

  • la conveniencia recproca de las partes, y el haber sido las monjas las que pidieron la confirmacin del cambio basta para asegurar que no fueron perjudicadas en l.

    La traslacion de los frailes al convento de las monjas se hizo, segn mi fray Jaime, en 1. de julio de 1279, procesionalmente y con asistencia del obispo don Pedro Morey de Muredine. Hecha que fu, pensaron luego en levantar un nuevo convento, porque probablemente se hallaran estrechos en el que las monjas ocuparan. Con esto el rey don Jaime, para sealar su devocin esta orden, y su ternura al hijo primognito de su nombre, que ya entonces entrara, muy luego entr en ella, coloc por sus manos la primera piedra para la nueva iglesia en 31 de enero de 1281, con asistencia del mismo prelado y del guardin y custodio del convento, fray Pedro Villarrasa y fray Ramn Tortosa, y con gran solemnidad y concurso de gente. Cinco aos despus se empez edificar el convento, y las vastas ideas con que se emprendi esta obra se infieren de haber dado su planta, lo que llaman dormitorio, doscientos setenta y dos pes de largo, y aun nada le sobra para cenlo cincuenta y cuatro religiosos que le habitan (8).

    Bien quisiera decir usted quin fu el primer autor de estas obras; pero solo puedo contentarle con noticias, que sobre vagas, me parecen poco seguras. Tratando de ellas el padre fray Jos Hebrera, uno de los cronistas de la orden, dice : Determin el Rey el sitio para la fundacin dentro de la ciudad, y busc fuera de su reino arquitectos de gran fama, para que vistas muchas plantas y diseos, se eligiese el mejor y mas suntuoso. Desde luego se engaa el padre Hebrera en la primera, porque el rey que entendi en el sitio para edificar dentro de la ciudad no fu el que concurri la fbrica del convento, y porque el cambio hecho con las monjas de Santa Margarita prueba que la conveniencia particular, y no la eleccin del Soberano, determin su ltima situacin. Lo segundo es inverismil, porque habiendo entonces en Mallorca buenos y aun bonsimos arquitectos, como prueban las obras coetneas, no es de creer que don Jaime II buscase en lejanas tierras lo que tena dentro de casa.

    Como quiera que sea, en 1317 iba tan adelante la obra del claustro iglesia, que segn el padre Soliveretas, el da del santo Patriarca, 4 de octubre de aquel ao, se traslad el culto, y se celebraron por primera vez los divinos oficios en la parte concluida del nuevo templo. Y pues que hasta este mismo ao habia estado aqu dirigiendo las obras de Santo Domingo el arquitecto mallorqun Jaime Fabra, como tengo dicho usted, si quisiere creer que dirigi tambin las de San Francisco, cralo enhorabuena, porque los edificios no lo resisten, siendo diferentes en la idea, pero no en el gusto.

  • En este estado qued la iglesia hasta despus de la mitad del mismo siglo XIV, y adems se hallaba solo cubierta de artesonado; por lo cual el generoso obispo franciscano y mallorqun don Pedro Cima, para completar tan bella obra, emprendi su continuacin y la gran bveda de piedra que hoy la cubre, y coste una y otra, por cuya razn se puso el escudo de sus armas en cinco claves de ella, como se ve en los apuntamientos del laborioso donado Ramon Calafat.

    Mas tratando del autor de estas obras, damos con otra noticia no menos aventurada que las del padre Hebrera. Trela otro analisla franciscano, y tal es, que me di tanto gozo el leerla como enfado al descubrir su incertidumbre. El ilustrsimo Gonzaga, en su Origen del orden serfico, donde trata de la provincia de Mallorca, despus de atribuir al rey don Sancho la fbrica de este convento, que como hemos visto, empez en tiempo de don Jaime II, su padre, y despus de ponderar la grandeza y elegancia de su iglesia, pasa hablar de la obra que se hizo en ella en tiempo del seor Cima, con esta expresin: Caeteri (caeterum) duo fratres uterini, cognomine Asinelli, qui ejus turris Bononiae sub eodem nomine erectae, opisces fuere, extremam hujus ecclesiae partem belgico more construxerunt. Unde in praecipuo hujus loci claustro, lapideo sepulchro aere contexto, eorum corpora recondi meruerunt. Pero la ltima parte de esta iglesia fu construida la manera flamenca, por dos hermanos uterinos, llamados Asiuelli, los mismos que edificaron en Bolonia la torre de su nombre, por lo que merecieron que sus cuerpos fuesen enterrados en lugar principal del claustro, en sepulcro de piedra, cubierto de bronce.

    Ahora pues, quin no se engaara a vista de noticia tan circunstanciada? Ni quin sospechara que un religioso que se puede reputar espaol, pues Gonzaga, aunque nacido en Mantua, tom el hbito hizo sus estudios en Alcal; que fu empleado como embajador por nuestra corte; que con este ttulo y el de general de su orden anduvo mucho tiempo por Italia; y sobre todo, que de ella tuvo pudo tener las mas puntuales y autnticas noticias ; quin, repito, sospechara que con tales seales nos diese noticias tan groseramente equivocadas?

    Pues de este jaez son, amigo mo, las que usted acaba de leer. Despus de mil diligencias, hechas para descubrir el tal sepulcro de piedra, forrado en cobre, en el claustro de San Francisco, salimos con que ni existe, ni existi alli, ni hay en el convento rastro, memoria ni tradicin alguna de tal lpida ni tal cobre ni tales arquitectos, hermanos de vientre; y aada usted esto que de una diligente

  • coleccin de memorias sepulcrales, sacadas de libros autnticos de San Francisco, y protocolos pblicos, por el hermano Ramn Calafat (de quien ya habl usted en otro lugar) resulta que jams fu conocida en aquel claustro sepultura de ningn arquitecto del convento.

    Aada usted tambin que tratando de ver si por la obra de Bolonia, de que habla el cronista Gonzaga, poda yo sacar alguna luz acerca de los arquitectos de San Francisco, he venido descubrir que la torre de Bolonia, llamada de gli Asinelli, fu construida en 1107, esto es, mas de un siglo antes que Mallorca saliese de poder de los moros. Poc lo menos as lo asegura el autor de la descripcin de Italia (9). Y ahora fese usted en noticias de letra de molde, y en ttulos y campanillas de los que escriben imprimen cuanto oyen suean.

    No he dejado yo de sospechar que siendo por aquel tiempo conocido en Catalua el apellido Acinellas Alcinellas, pues le hallo en instrumentos de 1392, pudo llamarse as el arquitecto de nuestra obra, y nacer de esto la equivocacin de Gonzaga; pero lo mas probable es, que pues en tiempo del seor obispo Cima haba en esta varios arquitectos de primera nota, como ver usted en mi apndice de la fbrica de la Seu, fuese alguno de ellos el que trabaj en la de San Francisco.

    Hame ocurrido tambin que lo del sepulcro lapdeo, cubierto de bronce, pudo verificarse en el del seor Cima, que fu enterrado en San Francisco, aunque no en el claustro, sino al pie del altar mayor, como resulta de los apuntamientos del donado Calafat. Mas tampoco podemos aclarar esto, pues que con motivo de cierta cava subterrneo, hecho en el siglo pasado para enterramiento de los frailes, fueron removidos de all los antiguos sepulcros, y entre ellos el de aquel insigne bienhechor de la iglesia. Y lo creer usted? No solo no se repuso la antigua memoria, sino que tampoco se sustituy otra en su lugar, como la piedad y gratitud requeran, y lo que es mas, no se sabe adonde fueron parar sus despojos.

    Acabemos, antes de pasar adelante, desvaneciendo otra patraa, que dieron lugar dos bultos, que manera de cabezas se perciben sobre la clave del arco principal de la iglesia, pues que tambin se deca en el convento que all se haban depositado las cabezas de sus arquitectos. Por fortuna, con motivo de cierta embarradura que se hace actualmente en la bveda de la iglesia, pude yo examinar este punto. Y ayer mismo mi dibujante, embarcado en un cajn aerosttico, subi al altsimo andamio, desde donde observ que lo que all haba

  • eran dos cabezas entalladas en el frente de la clave, las cuales bosquej, y su forma es esta (a).

    De ella infiero yo que la cabeza de la derecha, en que parece alguna forma de cerquillo cerrado, es el retrato del ilustrsimo Cima, que coste la bveda, y la de la izquierda, con barba larga, la del maestro arquitecto que la ejecut, y cuyo nombre yace en el olvido. Alguno ha querido inferir que las tales cabezas representan al rey don Jaime el Segundo y su hijo fray Jaime, pero habindose ejecutado la bveda por otro bienhechor, y siendo obra de los fines del siglo XIV, tngolo por improbable.

    Pero vamos noticias mas ciertas, para que usted no diga que pretendo contentarle con patraas y conjeturas.

    Aunque estaba concludo el cuerpo principal de la iglesia, furonse despus construyendo unas y renovando otras de sus muchas capillas. Una de aquellas, dedicada la Virgen Mara, y llamada tambin del Beato Ramn Vell, merece distinguida memoria en este apndice, as por los objetos que est consagrada, como por el sugeto que la hizo construir.

    El doctor Juan, Pedro Juan Llobet, el mas clebre de los sectarios de Raimundo Lull, y acrrimo defensor y propagador de su doctrina en el siglo XV, fu tambin muy celoso en la preservacin de las cenizas de aquel extraordinario varn, las cuales, al parecer, no estaban tan buen recaudo como la alta opinin de su talento y virtudes merecan. Con este objeto trat de consagrar su memoria una nueva capilla, y consta que se hallaba ya construida en 1448.

    Para evitar equivocaciones, antes de hablar de esta capilla prevendr usted que no es la que hoy tiene el nombre del Beato Ramon Nou (10) y en la que se le da culto, por mas que no fuese este el objeto de su ereccin ni en ella est su sepulcro. De esta ltima, que es harto mas antigua, aunque remodernada, hace el padre Custurer el siguiente elogio. En esta mesma iglesia tiene (R. Lull) su capilla propia y retablo, de hermosa arquitectura, de obra corntica y compuesta, dorada y estofada con relieves, y en ella su altar, en que se dice misa, estatua con rayos y lmpara que arde. Al pi de la estatua se lee esta inscripcin: Beatus Raimundus Lullius, mrtir... El pavimento, los balaustres que la cierran y otros adornos son de piedra fuerte bruida y de varios colores y embutidos. Adrnanla hermosos pinceles de su vida y hechos. Costara la fbrica pasadas de cinco mil libras, segn la deposicin del arquitecto que la fabric, la cual habemos visto firmada en mano.

  • Esto Custurer; pero el buen padre, con el descuido menosprecio de la memoria de los artistas, que por desgracia es demasiado comn, nos call el nombre de este arquitecto, que nos pudo dar en media linea, y hubiera lucido harto mas que otras menudencias, de que estn atestadas sus notas.

    Hecha esta prevencin, volvamos la capilla de Llobet, quien teniendo por objeto el decoro y la seguridad del cuerpo de su maestro, ide tambin este fin la traza de un magnifico monumento, y le empez y continu hasta su muerte. Es todo de piedra de Santa; pero tan singular por su invencin, por su arquitectura y escultura, y por sus muchas y raras alegoras, que merece una menuda descripcin; y yo me detendra hacerla, si no se hubiese tomado ya este trabajo el citado Custurer en sus Disertaciones lulianas, donde adems de interpretar el sentido de las alegoras que contiene, public la traza en una estampa que anda al frente de su libro, y representa fiel, aunque groseramente, el sepulcro, y ella me remito.

    Ahora no cabe duda en que la traza de esta obra, asi como la de la capilla en que est, fu del mismo maestro Llobet, porque as lo asegura un testigo coetneo, conterrneo y de mayor excepcin para el asunto (11)

    Muerto Llobet principios de 1460, el maestro Gabriel Desclapes, su discpulo y sucesor en la enseanza del sistema luliano, cannigo entonces de Barcelona y consejero de don Juan II de Aragn , escribi desde Gerona, donde le hall esta noticia, y con fecha de 24 de mayo de aquel ao, una carta consolatoria sus discpulos de Palma, en la cual, entre otras cosas, les dice: Totes ses obres dirigia fi de aumentar y honrar la doctrina del benaventurat Ramon Lull.- com fael deixeple seu... edific acabadament aquella magnfica capella, en la cual pogues estar transferit lo reverenciable cos del ya dit felicsimo mestre Ramon Lull; y tenia pensat y trassat un singular y bell orden per exornar la sepultura, representant memoria suficient del contingut en aquell, com se veu en los principis all colocats. (Todas sus obras diriga al fin de aumentar y honrar la doctrina del bienaventurado Raimundo Lull, como fiel discpulo suyo... Edific con toda perfeccin aquella magnfica capilla, la cual pudiese ser trasladado el venerable cuerpo del sobredicho felicsimo maestro Raimundo Lull: y tena ideado y trazado un singular y bello diseo para adornar el sepulcro, que representase suficiente memoria de lo contenido en l, como se ve en los principios que estn all colocados.)

  • Ya ve usted que aquel haber ideado una planta diseo, como traduce Custurer, tratndose de una capilla que estaba ya acabada, y de un monumento empezado construir, basta para mirar al maestro Llobet como su nico arquitecto. Pero adems la misma obra acredita en su forma que solo pudo ser inventada por un lullista, mas atento recomendar en ella el carcter de su doctrina que no el de la arquitectura, de cuyos tipos se apart de propsito, para que la idea fuese tan singular como el objeto que se consagraba. Ni crea usted que un sabio de aquel siglo y escuela se desdease de hacer esta traza, pues que ni entonces era raro el que algunos sabios se diesen al estudio de la arquitectura, ni hay quien ignore que los antiguos lullistas se blasonaban de omnscios, y aseguraban que por medio del arte magna se poda alcanzar la enciclopedia de las ciencias.

    Aunque el maestro Desclapes habla de este monumento como que estaba en sus principios la muerte del doctor Llobet, cree Custurer que su autor dej acabado el primer cuerpo, salvo las siete estatuas, que todava fallan en l. Lo que resta pertenece propiamente al sepulcro, y trabajado aos despus, como iremos viendo.

    Ya dejo dicho que en tiempo de Llobet no estaba buen recaudo el cuerpo de su venerable maestro; pero acabada su capilla en 1448, parece que fu trasladado ella, segn opina Custurer, aunque no consta dnde se coloc, y desde luego no pudo ser ni en la urna destinada para guardarle, ni en el segundo cuerpo que deba contenerla, pues que uno y otro se construy mucho despus.

    Estas obras fueron hechas muchos aos despus, y de ellas dar usted individual noticia, como de cosa mas conducente mi propsito.

    Parece que hacia el ao de 1481 se supo que el cuerpo del venerable Lull se hall fuera del lugar do se le haba depositado, y estaba con poco resguardo y seguridad en la sacrista del convento. Con este motivo los jurados de la ciudad, que siempre contaron las cosas de tan ilustre paisano entre las de pblico inters , trataron mas de propsito de su seguridad y decoro, y fueron sucesivamente tomando varias providencias, en que no me detendr por no interrumpir mi narracin (12).

    Una de ellas, que pertenece ya al ao 1487, fu tratar de la conclusin del sepulcro, construyendo una urna de alabastro (13) para depositar el cuerpo, y una capilla nicho para colocar la urna y coronar la obra.

    Confiaron uno y otro dos hbiles profesores del pas, la urna al presbtero mosenFrancisco Segrera (14), cuyo apellido renueva la

  • memoria de una familia muy ilustre en la historia de las artes mallorqunas, y la parte de arquitectura al honorable Juan Vcens, que segn el distinguido ttulo que le dan los jurados en su acuerdo, no deba ser un artista vulgar.

    El presbtero Segrera fu mas diligente mas apremiado en l ejecucin de su obra, pues que la hermosa urna de alabastro se concluy en la forma que hoy se ve en el monumento, con varias entalladuras y bajos relieves, de que dar razn el padre Custurer, y aunque este jesuta infiera que no est del todo acabada por el rellano que se ve en su remate, y supone destinado para recibir una estatua del hroe, tengo para m que se engaa en su juicio, porque ni es extrao tal remate, ni en l cabra tampoco urna ni estatua que no fuese muy mezquina, y ajena del buen gusto que muestra lo restante de su trabajo.

    El segundo cuerpo, que se encarg al honorable Vcens, se reduce una cosa que yo llamara tico, si plan de tan extraordinario gusto pudiera acomodarse la nomenclatura del arte. Aqu lo llaman capilla, y en efecto se le puede dar este nombre, porque es un nicho bastante alto y fondo, cubierto con una graciosa bovedita formada por cuatro arcos, que partiendo de sns ngulos, suben unirse en una sola clave, segn el gusto ultramarino. Al exterior, que tiene la forma de una alta portada, cubren como cinco partes de sus jambas unas pilastras con cuatro pequeos nichos, abiertos en el frente de cada una, como para colocar ocho estatuitas, y sobre cuyo capitel estn dos animaluchos. A la espalda se descubre el arco, medio cubierto con la cenefa de las cortinas que se le han sobrepuesto para ocultar la urna de alabastro, que sobre un zcalo de vara y media de largo se levanta en lo interior del nicho, y que remata en una pirmide cortada en su pice, que tendr de alto dos palmos. Describir los accesorios de esta obra fuera muy largo. Usted buscar el libro del padre Custurer en la biblioteca de la universidad, donde no puede faltar, pues que rene todos los que fueron de los jesutas de ah. Y al fin, si faltare, veremos cmo formar un rasguo, para que tenga usted idea de este rarsimo monumento.

    Salgamos ya de l para decir usted que mientras se trataba de concluirle, y cuando iba engrandecerse con la insigne capilla del Rosario la obra de Santo Domingo, la de San Francisco, herida por un rayo que cay en ella en el mismo ao de 1480, perda su hermoso frontispicio, con las dos claves de su iglesia que le seguan, las dos primeras de sus inmediatas capillas, y el antiguo coro que las cobijaba. Esta ruina tard mucho en repararse, sin duda porque la guerra encendida de muy atrs entre claustrales y observantes, y que

  • se prolong por el siguiente siglo, quit los primeros la gana de reedificar una obra de cuya posesin teman ser expelidos, como efectivamente lo fueron, por los segundos. Aun estos, establecidos en ella, despus de muchas idas y venidas, en 1567, tardaron todava en poderlo hacer. Por fin hallo que ya se trataba de ello en 1618, en que se acord suprimir una clave con las dos primeras capillas que contena; que en 1621 se acab el nuevo frontispicio, salvo la portada, de que hablar luego, y que entre tanto se trabajaba en la segunda, hoy primera clave, que edific en 1626 el guardin fray Rafael Burguera. El frontispicio actual es de forma muy sencilla y grandiosa, atendida la cual, no tengo duda que se copi de la del antigua. Costeronle la munificencia del seor don Felipe IV y la piedad de la ilustre cofrada do San Jorge y del colegio de mercaderes. De sus autore nada he podido averiguar, si ya no fueron los que poco adelante trabajaron en otra obra, que es aqu muy ponderada.

    Hablo de la cisterna abierta en el claustro grande del convento, y de cuyas aguas no solo bebe la comunidad, sino buena parte de la poblacin vecina. Es notable por su solidez y capacidad, pues tiene cien palmos de fondo, cincuenta de ancho y ochenta y cinco de largo, con su brocal al exterior, bien trabajado, puerta, escalera y dems necesario para su buen uso, limpieza y conservacin. Construyse desde 10 de diciembre de 1635 hasta 1 de agosto de 1638. No se puede determinar quin fuese su autor, porque en los libros de cuentas de la obra suena un gran nmero de oficiales empleados en ella un mismo tiempo. Parece que era el principal Pedro Orrac, pues que se le nombra siempre con alguna preferencia. En el frente del brocal se ven esculpidas las armas del seor obispo franciscano Santander, que gobern esta dicesis desde 1632 hasta 1644, y obtuvo esta distincin por haber costeado gran parte de la obra, y entall su escudo Antonio Boinecor, escultor de Palma.

    Este generoso prelado seal su sepultura, y fu enterrado en la iglesia de que vamos hablando; pero en la devastacin que hizo desaparecer el sepulcro del seor Cima, pereci tambin el de este otro bienhechor del convento. Con todo, la diligencia del donado Calafat debemos la conservacin de la inscripcin, que lo que dice, estuvo grabada en una piedra negra, bajo el ltimo escaln del presbiterio, y era esta: Sepulchrum Ilustrissimi ac Reverendissimi D. D. Fr. Joannis de Santander, ordinis Sancti Francisci. Obiit XXV januarii anni M.DC.XXXXIV.

    Despus de concluida la obra del aljibe, y ya hacia los fines del siglo XVII, se dio principio la magnifica portada principal, obra grande y

  • majestuosa por su altura y ornatos de no mal gusto de arquitectura, aunque afeada con algunos colgajos y moos, pero de muy buena escultura, pues que se ven en ella cuatro grandes estatuas, la de san Jorge en lo mas alto del arco exterior, la de la Virgen Inmaculada , sobre la columna pilastra que divide las dos puertas contenidas en l, y abajo, al uno y otro lado, las de san Francisco y el sutil Escoto; todo ello trabajado con mucha diligencia y buen gusto en la hermosa piedra de Santa.

    Una casualidad indic al autor de esta obra, y le hizo venir Palma para ejecutarla. Hallbase en Mahon, hacia el fin del siglo XVII, un grave religioso de este convento , en ocasin de que arrib aquel puerto el arquitecto escultorFrancisco de Herrera, que volva de hacer sus estudios en Italia. Conocidas por el religioso su profesin y su talento, le propuso esta obra, de que entonces se trataba, como muy propia para emplearlos. Acept Herrera, vino Palma, emprendi la grande obra y la llev al cabo. Como larga que era, se avecind en esta ciudad y la eligi por patria suya (15). A su muerte dej un hijo y discpulo, llamado Gregorio, por cuyo medio se arraig y fructific en Mallorca el buen gusto de su padre. De este Gregorio fu discpulo el escultor don Miguel Toms, alias Mozo, que hoy vive, y quien debo estas noticias, y de don Miguel lo fu su hijo don Francisco Toms, aquel digno artista que acaba Palma de perder, excelente dibujante, y buen escultor en mrmol, de quien ya di usted alguna noticia, que ampliar cuando haya recogido las dems que espero de sus obras.

    Mientras se trabajaba en reconstruir la parte arruinada del templo, no se descuidaban los prelados de mejorar y enriquecer su ornato interior. Ya en los principios del siglo, desechado el primer retablo de la capilla mayor, que era muy viejo y humilde, se haba construido el actual, para el que trabaj la bella estatua principal del santo Patriarca el mejor escultor que produjo Mallorca, Jaime Blanquer. Las dems estatuas fueron hechas despus por un hbil aficionado la escultura, el caballero don Jernimo Berard, que se ocupaba mucho en ella. Debe exceptuarse la del venerable maestro Raimundo Lull, pues que fu costeada por Baltasar Contest, sndico del convento, que falleci en1613, y en su testamento dej sesenta libras para esto fin. La de san Jorge fu acabada por el presbtero don Gabriel Coll, otro aficionado la escultura, que trabajaba con mucho crdito en barro y cera. El cronista don Ventura Serra, cuyos apuntamientos debo estas ltimas noticias, dice, hablando de las estatuas, que las vaci don Juan de Aragn, lo que me hace creer que sean de estuco de cartn. Las dems obras de otras capillas no entran en mi plan.

  • Pero el mismo cronista, loando la magnificencia de esta iglesia, aade: Aunque en estos ltimos tiempos se ha gastado mucho en afearla con obras y adornos de muy mal gusto. Tiene mucha razn, si como creo, alude un gran zcalo de mrmoles, que se sobrepuso por todo el interior del templo hacia la mitad del siglo pasado, sobre el cual se levantan entre los arcos de las capillas ciertos pilastrones de madera estriados y marmoleados al gusto moderno, y sin razn ni oficio alguno conocido, pues que nada carga sobre ellos, ni siquiera igualan en altura los ya dichos arcos. Y si esta deformacin aade usted un blanqueo con fajas de pintura y colorines, con que se van embadurnando actualmente todas las paredes y bvedas de este hermoso templo, hallar que nada han dejado de hacer los frailes modernos para desterrar de l su venerable antigua forma, cumpliendo la letra lo que tantas veces resuena en su coro : Recedant vetera, nova sint omnia.

    Notas

    (1) Por este testamento consta que en aquella poca se construan en Palma, adems de la obra de Santo Domingo, la de los conventos de San Francisco y Santa Margarita, de la parroquia de San Miguel, y de los hospitales de San Andrs, la Magdalena y San Antonio. Creemos que estuviese ya la grande iglesia de Santa Eulalia, que se emprendi desde luego y continu con ardor a devocin de los conquistadores catalanes, y ya en 2 de diciembre de 1279 se celebraron en ella las cortes del reino para el reconocimiento de su feudo al rey de Aragn, como se puede ver en Dameto. De otras muchas obras consta por otros documentos, que acreditan que la ltima mitad del siglo XIII forma la poca mas rica, si no la mas gloriosa, de la arquitectura mallorquna.

    (2) Tres escritores trabajaron en recoger las memorias del convento de Santo Domingo de Palma. El primero, fray N. Flux, viva fines del siglo XVI, y trabaj, de orden de sus superiores, un grueso tomo en 4., que mas que historia, se reduce apuntamientos sueltos, sin orden y en borrador. A fines del siguiente siglo continu el mismo trabajo el padre fray Vicente Pons, de quien existe en el convento un tomo en folio, que perecer si no se dan priesa copiarle, porque su tinta, cargada de caparrosa, le va corroyendo por instantes. A mitad

  • del siglo pasado continu la misma materia fray Toms Febrer, maestro que era de retrica; pero esta obra manifiesta el mal gusto de su tiempo y el malsimo de su autor.

    (3) Vase Feliu, en los Anales de Catalua, lib. XII, cap. 6. En este ao (de 1299), dice, se dio principio, por las kalendas de mayo, la suntuosa fbrica de la catedral de Barcelona; fbrica que permanece, por el natural afecto y devocin del Rey, concluyndose en 1430 por el patriarca de Jerusalen y obispo de Barcelona, don Francisco Climent.

    (4) Fray Nicols Rosell naci en Mallorca el 3 de noviembre de 1314, tom el hbito en este convento de Santo Domingo en 1326, siendo de poco mas de doce aos, hizo aqu sus estudios. Muy aprovechado en ellos, ense la filosofa y teologa en Lrida y Barcelona, y la orden premi su virtud y sus letras, nombrndole provincial de Aragn en el capitulo, de 1350, y en el mismo ao el papa Clemente VI le nombr inquisidor general de la misma corona. Tuvo gran cabida con el rey don Pedro IV, y aun he ledo en los apuntamientos del don Jernimo Alemany que fu su confesor. Fu tambin tutor de las infantas doa Leonor y doa Mara, hijas de don Jaime II, y ejecutor de sus testamentos, con cuya representacin fund el convento de dominicas de Barcelona, llamado antes de San Pedro Mrtir, y hoy de Monte-Sion. A ruegos del mismo don Pedro IV, el papa Inocencio VI le elev cardenal, con el titulo de San Sixto, en 1356, y fu el primero de aquella corona que obtuvo esta dignidad, segn prueba Diago. Dcese que escribi unos Comentarios sobre san Mateo y un tratado sobre el instituto dominicano, acerca de lo cual se puede ver don Nicols Antonio. Hallndose en Perpian adoleci y otorg su testamento; pero con deseo de recobrar la salud, se hizo traer Mallorca, donde falleci y fu enterrado, como se dice en el texto.

    (5) Despus de escrito este apndice, he podido ver una historia de Mallorca, que se halla manuscrita entre los apuntamientos del cronista don Buenaventura Serra, en la que entre otras noticias de la fbrica de Santo Domingo, se halla, en cuanto la capilla de nuestra Seora del Rosario, lo siguiente: Pero es menester confesarlo: despus que se quiso renovar, cubriendo sus paredes, bvedas y capillas con maderas y adornos de moda, siguiendo los mas extraos pensamientos ideas que puedan imaginarse, sealadamente en sus ventanones, donde en lugar de grifos se representaron los papas que concedieron privilegios indulgencias al santsimo rosario, con unas cartulas, que parece estn vibrando excomuniones en lugar de conceder indulgencias. Pero mas que todo, en el retablo de nuestra Seora, que no es fcil de

  • adivinar lo mucho que ha perdido de la augusta majestad y respeto que infunda su fbrica antigua. Fu el autor fray Alberto Burgui, religioso lego y escultor, hombre ciertamente original, que si bien manifest en estas otras obras que ejecut su buen deseo, acredit el mal gusto de que estaba dotado para las ideas y obras de escultura, siguindole muchos que en las obras que ejecutan dejarn un testimonio irrefragable la posteridad del mal gusto de este siglo y de lo poco que alcanzaba en su arte. Quisiera omitirlo; pero est tambin demasiado visible la mquina de cosas que ide y ejecut el mismo autor para adorno del rgano que se hizo nuevamente en dicha iglesia, que por lo que mira lo esencial de voces instrumentos y registros, es la admiracin de los inteligentes, en que acredit sumamente su habilidad el artfice, que fu don Jorge Bosch, actualmente empleado en la corte, con mucho aplauso, en componer los de la real capilla de su majestad, y llamado, segn tengo entendido, para componer los de Crdoba y otros de Espaa.

    (6) Este docto caballero fu secretario de los reyes don Alfonso V, llamado el Sabio, y don Juan II de Aragon.y mereci tal confianza estos soberanos, que segn refiere en su historia manuscrita el caballero Fortuny, consta de privilegios que conserva su familia, que le daban firmas en blanco para que arreglase y expidiese segn su buen juicio algunos negocios. Los tallistas se glorian de contarle en su gremio por no s qu comentario que Mut y Pascual dicen haber escrito sobre las obras del venerable maestro, y Pascual habla de otra que se conserva en esta ciudad, intitulada Summae veritatis Rosarium. Yo tengo mucha duda en que esta obra sea del secretario del rey don Alfonso, porque el padre Pascual dice que est dedicada al rey don Fernando el Catlico, que fu acabada en el ao de 1500, expresando el autor que entonces tena sesenta aos. Luego naciera en 1440. y la muerte del rey don Alfonso V, acaecida en 1458, solo tendra diez y ocho aos. Quin , pues, creer que antes de tan tierna edad hubiese sido ya secretario de tan sabio Rey y merecido tan extraordinarias confianzas? Juzgo pues que el Rosario ser obra de otro sabio mallorqun del mismo nombre y apellido. Y ste tambin pudo ser el comentador de Lull.

    (7) Acabo tambin de ver en los manuscritos del doctor Serra que en la misma sacrista, en que est el busto de Juan Valero, se halla un precioso crucifijo de marfil, de mano de Juan Antonio Oms, clebre escultor mallorqun, que es muy digno de ser observado y admirado por el primor de su hechura.

    (8) He hallado en el Memoriale Provinciae Majoricarum que este gran dormitorio fu empezado en abril de 1286 por el guardin fray Pedro

  • Cuadrs; mas parece que entonces se le dio un solo alto, y que visto el grande aumento que tom la comunidad en el restablecimiento de la observancia, el guardin fray Juan Bautista Mestre hizo edificar los otros dos que hoy se ven, y en ellos otras setenta celdas.

    (9) El autor de la Descripcin de Italia, artculo Bolonia, dice lo siguiente: En una plazuela que est a la mitad de la calle Mayor se ven dos torres de ladrillo, la una llamada de gli Assinelli y construida en 1107, que sin la cpula, tiene de alto trescientos siete pies de Pars, y la otra Garisanda, que solo tiene ciento cuarenta y cuatro y medio pies de altura. Est medio inclinada, como la de Pisa. La primera tiene solo tres medios pies de inclinacin, la otra ocho pies y dos pulgadas. Sobre este texto, que es algo confuso, debo advertir: primero, que segn su autor, ambas torres tomaron su nombre de los arquitectos que las fabricaron; segundo, que el paralelo de la inclinacin de la torre Garisanda parece mas bien referirse a la de gli Assinelli, que alli se cita tambin para indicar la inclinacin, y no el grado de ella; tercero, que si esto no es asi, el autor se desmiente a si mismo, pues que al artculo Pisa dice que el desnivel de esta torre es de quince pies sobre ciento ochenta y ocho de altura; cuarto, que adonde el autor dice que la torre Garisanda solo tiene tres medios pies de inclinacin, parece que quiso decir tres y medio pies.

    (10) La capilla llamada hoy del Beato Ramon Nou no tom, a lo que yo creo, este nombre hasta la entrada del siglo XVII. El que antes tena, y se le da en varios testamentos, reconocidos por el donado Ramon Calafat, de los aos 1375, 1426 y 1480, era de San Macas San Matas. Y como los otorgantes de dichos testamentos, y que tenan alli su enterramiento, sean del apellido Br, y las armas de esta familia se vean en la primera y mas antigua clave de esta capilla, sospecho que su patronato perteneciese aquella familia que hoy se halla confundida en la de Contestl, como indica el mismo Calafat. Segn ste, en 1600 se ahond extendi esta capilla por el doctor Bartolom Lull, cannigo de la santa iglesia (y fundador del colegio de la Sapiencia para estudianles lullistas), dndole una clave mas, en la cual puso las armas de los Lulls, as como en el nuevo retablo, que hizo construir particularmente, dedicado al Beato Ramn Lull, el cual, con otros accesorios, se acab en 1611. Esta ampliacin es la obra que tanto pondera Custurer por su hermosura y riqueza; y es la que desde entonces se conoce con el titulo del Beato Ramn Nou , en que se cambi el de San Matas, y probablemente se llam nueva para distinguirla de la capilla de Llobet, que desde entonces tambin se empez llamar del Beato Ramn Vell. De todo lo cual se colige que el culto particular que se da en la capilla nueva Raimundo Lull se debe la devocin del cannigo Lull, y no tiene mas antigedad

  • que los principios del siglo XVII, poca en que con tanto ardor se promova la causa de la beatificacin de nuestro venerable. Debo prevenir tambin que el retablo de esta capilla, tan ponderado por el padre Custurer, pudo merecer sus elogios en el tiempo en que fu construido; pero sus columnas espirales del segundo cuerpo, su cornisamento, interrumpido con entradas y salidas, sus conchas y adornos caprichosos de tarjetones y otras zarandajas, que anuncian ya la decadencia de la escultura y arquitectura de retablos hacia el gusto riberesco, no pueden merecerlos en nuestra poca. As, podr usted verlo en las Actas de los santos, al tomo IV del mes de junio, donde estn las del venerable Lull, y en stas los dibujos de sus sepulcros y del retablo de que vamos hablando, con otros pertenecientes su vida.

    (11) El doctor don Pedro Juan Llobet, presbtero y natural de Catalua, pas en Mallorca la mayor parte de su larga vida, primero retirado en los valles y en el monte de Randa, cuyo eremitorio repar, y luego enseando la doctrina de Lull, ya en este eremitorio,y ya en la ciudad de Palma. La capilla y sepulcro que aqu edific no fueron el nico ni el mejor monumento que levant la memoria de su maestro; pues mientras construa aquellas obras, difunda con tanto celo su doctrina entre sus compatriotas, que con justa razn le deben mirar como el fundador de esta enseanza en Mallorca. Porque si bien hay indicios de que muchas personas la estudiaban aqu desde antiguo, no consta que antes del tiempo de Llobet hubiese ni ctedra establecida, ni maestro autorizado para leerla; as como la hubo en Catalua, donde se ley y cultiv con ardor por todo el siglo XIV y XV. Tampoco consta cundo el maestro Llobet empez sus lecturas en la ciudad; pero pues que en 1448 se hallaba ya concluida la capilla que l mismo habia trazado y edificado en honor de Lull, y que en el privilegio que obtuvo en el siguiente ao se dice que de muchos aos antes se haba ocupado en aquella enseanza, no sera mucho suponer que la hubiese abierto entre los de 1430 y 1440.

    Comoquiera que sea, durante esta enseanza hubo de sufrir el doctor Llobet algunas fuertes contradicciones en Mallorca, las cuales Custurer y Pascual indican , aunque no las declaran. Fatigado de ellas, acudi implorar la proteccin del seor don Alfonso V de Aragn , que entonces se hallaba en Npoles, y este soberano, por su privilegio, dado en Castel-novo de aquella ciudad, 26 de octubre de 1449, autoriz al doctor Juan Llobet para que se mantuviese y continuase en la lectura de su ctedra, tomndole, as l como los que sustituyese, y los que le sucediesen en la enseanza , bajo su real amparo y proteccin. Con esta salvaguardia continu con tanto celo su enseanza, que la fama de su escuela cundi por todas

  • partes, constando, por la carta del doctor Desclapes, su discpulo, que acudan or sus lecciones muchos sugetos. no solo del continente de Espaa, sino de Italia y Francia. De aqu es que se le debe mirar tambin al maestro Llobet como el mayor propagador del lullismo, pues que el crdito y favor que logr esta escuela en la corte de los seores Reyes Catlicos se debe, as la fama de su sabidura, como los clebres discpulos Claps, Dagu, Cabaspre, Dezcos, Pax, Caldentey y otros de su escuela. Pero mientras el maestro Llobet la acreditaba con sus trabajos literarios, no se descuidaba de ennoblecerla con las obras que haba ideado y emprendido en honor de su maestro, puesto que la capilla de que hablamos en el texto se concluy por junio de 1448, y la parte del sepulcro que edific, que segn Custurer es el primer cuerpo, esto es, la mayor y mas principal del monumento, se debe suponer construida en el tiempo que corri hasta su muerte. Verificse sta en Palma el 9 de mayo de 1460 con general sentimiento, pero sealadamente de los lullistas, que vean extinguida tan brillante lumbrera y fallecido tan valiente mantenedor de su escuela. Buscaron pues algn consuelo honrando y perpetuando su memoria, y el magistrado de la ciudad, que siempre aparece al frente de este partido, solicit que se le diese sepultura en la catedral y en la capilla del ngel Custodio. Hicironsele all grandes exequias, en las cuales predic sus honras un religioso lullista, y muy nombrado en la historia de la guerra que por este tiempo arda entreclaustrales y observantes, y en la que el poder de los primeros fu al fin vencido por la constante proteccin que el magistrado y el lullismo dieron los segundos. Consta esto de uno de los anales de la sacrista de la Seu, en que se lee esta memoria:

    Diumenge 11 de may soterram mestre Joan Llobel, lo lulliste, preyca mestre Joan Llobet, frare de ta observancia. (Domingo 11 de mayo dimos sepultura al maestro Joan Llobet, el lullista, y predic el maestro Juan Llobet, fraile de la observancia.)

    No contento con este honor el partido lullista, erigi despus la memoria de tan insigne varn un monumento mas durable en el hermoso sepulcro de mrmol que hoy se ve en la misma capilla, y cuya forma me hace creer que fu construido en el mismo tiempo y por la misma mano que el de una clebre herona del lullismo, la ilustre seora doa Beatriz de Pinos, que en su testamento dej la mitad de sus cuantiosos bienes para aumentar la dotacin de las ctedras de esta escuela. En uno y otro sepulcro grabaron los lullistas dos epitafios, que copiar la par uno de otro, pues que no es justo separar en esta nota la memoria de dos personajes que su escuela quiso que estuviese siempre unida en aquel lugar. Dicen pues asi:

  • Terrea Joannis tenet hic lapis ossa Lupeti, Ante mira Lulli nodosaque enigmata solvit.

    Hac eadem, monstrante polo, christumque, deumque, Atque docens conceptam ullo sine crimine matrem.

    Fuit ad extremum solvens quodcumque tributum Quem nos, superi, nit fam coelestibus ullis

    Debentem scimus. Tua numina sancta praecamur, 0 Pater Omnipotens, cum sanctis vivat. Amen

    Dura colit aethereae, sedes Pinosa Beatrix, Hoc habet in tumulo membra, soluta breve, Francisco teneris Pinoso nupserat annis,

    Debet uterque uni nobile nomen Ago, Ille ubi decessit sacris pia pectora votis

    Haec dicat adque animum conciliare Deo. Juverat inque ariem Lulli studiosa Ramundi:

    Casta voluptatum dum fugit omne genus, Iam gravis huc patriis tandem concessit ab oris,

    Nec mora, supremos explicuitque dies. Pars una ex opibus nostros respexit egentes,

    Et cessit luliis altera pars studiis. Si meruit coelos aequum quid laudibus addo,

    Piramide, et longo carmine digna fuit.

    Oblit namque secunda et vicesima novembris die, anno salutis humanae quadringentesimo octuagesimo quarto supra millesimum

    Si usted quisiese noticias mas abundantes del doctor Llobet, acuda al examen de la crisis del reverendsimo padre don Antonio Raimundo Pascual, donde podra satisfacer su deseo, al tomo I, disertacin 3., prrafo 5.

    (12) Con ocasin de las tenaces disputas y contradicciones que ocurrieron por todo el siglo XVII, as sobre el culto como sobre la doctrina del venerable Raimundo Lull, acordaron los magnficos jurados de Mallorca que se trabajasen de propsito los diferentes puntos controvertidos, en una obra que reuniese y ordenase todos los fundamentos de autoridad y razn que favorecan la memoria de tan sabio y piadoso varn. Dieron en consecuencia este encargo al docto padre Jaime Custurer, de la compaa de Jess, que la desempea en dos muy eruditas disertaciones, en la primera de las cuales, dividida en seis captulos, trat de probar el culto inmemorial dado Raimundo en Mallorca, y en la segunda, dividida en diez, la pureza y ortodoxia de su doctrina. Esta obra, que forma un volumen de mas de setecientas pginas en 4. se imprimi en Mallorca en el ao de 1700, nombre

  • de los jurados del reino, que la dedicaron al seor don Carlos II. Creyendo pues haber triunfado con esto de toda contradiccin, solicitaron, y obtuvieron despus de los padres llamados Bolandistas, que diesen lugar en las actas de los santos al venerable Lull, y en efecto sus actas, escritas por el padre Juan Bautista Soller, fueron publicadas, primero en el tomo IV del mes de junio de aquella grande obra, y separadamente en un volumen en folio, que en 1708 dedic los jurados de Mallorca. A estas obras pues deber usted ocurrir: la de Custurer, para ver la menuda descripcin que hace del sepulcro ideado por Llobet, y la de Soller para ver, as su estampa, que es mas exacta y completa, como la del retablo que hizo de la capilla del venerable Ramon Nou, que aquel describi tambin, pero no public, y que prueba bien claramente la poca que pertenece.

    (13) Haba pensado yo dar usted noticia de las traslaciones que sufri el cuerpo del venerable Raimundo Lull; pero la materia es tan oscura, y al mismo.tiempo tan curiosa, que no pudiendo acomodarla a los limites de una nota, me propongo tratarla en una memoria separada, que escribir cuando otro objeto mas agradable no llame mi atencin [Se ignora si la escribi, en tal caso, se ha perdido].

    (14) Aunque las noticias relativas esta obra se hallan en las disertaciones del padre Custurer, como es posible que usted no las tenga la mano, copiar aqu las que son mas del caso y tambin mas autnticas.

    Da 23 de octubre de 1487. El dia y ao sobredichos fueron firmadas por los magnficos jurados del presente reiuo por una parte, y el discreto mosenFrancisco Segrera, presbtero, por otra, los captulos del tenor siguiente : Captulos hechos y firmados entre los magnficos jurados de una parte, y el discreto mosen Francisco Segrera por la otra parte, sobre una urna de alabastro, que el dicho Segrera ha de hacer para poner el cuerpo del reverendo maestro Raimundo Lulio en la iglesia de San Francisco; y primeramente los magnficos jurados han de dar al sobredicho mosen Segrera el alabastro para hacer dicha urna, el cual han de hacer llevar su casa gastos de los magnficos jurados; y por cuanto se duda que el alabastro baste para la urna y las armas que se han de hacer ah, si es menester una pieza de piedra de Santa para hacer las armas, los magnficos jurados la pagaran, etc. (No public mas Custurer.)

    Pero en el acta final de los jurados hay noticia mas puntual de este encargo, y al mismo tiempo de las providencias que tomaron para la seguridad del cuerpo de su insigne ciudadano.

  • Para hacer el honor que se debe (dice el testamento) al cuerpo de aquel venerable y de santa vida, el maestro Raimundo Lulio, habemos deliberado se haga una urna de alabastro en la iglesia de San Francisco, en que estn aquellos huesos, dignos de veneracin. La cual urna sepulcro ha de labrar mosen Francisco Segrera, presbtero. Habmosle ofrecido cuarenta y seis libras para que la haga conforme al diseo que ha hecho, segn podrn ver vuestras magnificencias en la capitulacin firmada entre l y nosotros. Ha de estar acabada la obra dentro de los seis meses primero venientes. As, srvanse vuestras magnificencias estar la mira sobre dicho mosen Segrera para que est acabada la obra en el tiempo que ha prometido, antes si puede ser. Ha recibido de Mosen Compa, por las hechuras, nueve libras y diez sueldos. Agora estn dichos huesos en una caja que habernos comprado, con dos llaves, las cuales han sido dadas y encomendadas al jurado ciudadano mas antiguo. Habernos encargado la obra al honorable Juan Vicente, que tiene el diseo; y as, pedirnle por ella, que l dar razn.

    Tambin proponemos vuestras magnificencias, como no ignoran, que en esta ciudad est el cuerpo del reverendo bienaventurado maestro Raimundo Lulio, en el monasterio de los frailes menores de dicha ciudad, en el cual se hizo se dio principio un suntuoso sepulcro, que convendra se acabase, porque no tiene la perfeccin debida, por ser su cuerpo tan digno de veneracin como es, y tambin por ser hijo de la tierra; por tanto representamos vuestra sabidura sea de su agrado determinar se haga para esto la limosna que les parecer

    (15) Como la enseanza que estableci en Palma el arquitecto escultorFrancisco Herrera forma una poca sealada en la historia de las artes mallorqunas, justo es que yo rena en esta nota las noticias que pude adquirir acerca de ella. Hasta ahora no me ha sido posible descubrir la patria de este artista, aunque el anciano escultor Miguel Toms, su nieto en el arte, asegura que era vizcano. Mas como semejante dictado se d vulgarmente todos los naturales del pas vascongado, no es fcil determinar cul de las tres provincias pertenezca. En la duda demos el mejor derecho al seoro de Vizcaya, mientras yo trato de descubrir su partida de entierro, y por ella su testamento, y por.este, noticias mas claras de su patria, padres y descendencia.

    Aunque tampoco consta el ao de la venida de Herrera Mallorca, se puede determinar entre los aos 1680 y 1690, en fe de una memoria sacada delMemoriale provinciae Majoricensis, que dej escrita fray Andrs Noguera, y se conserva manuscrita en el convento de Jess,

  • extramuros de esta ciudad, en que dice: Anno Domni 1699, die vero 5 decembris, exiit minister provincialis electus A. R. P. F. Joseph Palou, lector jubilatus, S. 0ficii qualificator, et ex-defmitor. Ejus cura, ostium ecclesiae S. Francisci civilitatis, fuit constructum, cum suis statuis, et reliquis scullis (as dice), cum esset ejusdem conventus guardianus. Si pues se haba concluido en el guardianato del padre Palou una obra tan rica de arquitectura y escultura, y esto antes del ao 1699, fcil es de creer que su nico autor hubiese venido aqu muchos aos antes.

    Yo no he visto obra alguna de la mano de Francisco Herrera; pero con referencia al informe de algunos artistas y a la opinin pblica, se puede asegurar que era artista de mucho mrito, pues que sus obras son generalmente estimadas, y de algunas, por ejemplo, las efigies de san Antonio y san Martin en las capillas de estos ttulos de la catedral, se hace particular ponderacin. De estas y dems obras pondr al fin lista separada, as como de las de sus discpulos.

    De Francisco Herrera fu hijo Gregorio, que estudi el dibujo con su padre, ejercit la escultura y la pintura, y era, segn la expresin de uno de sus mejores discpulos, artista de excelentes principios. Ninguna obra suya es conocida en esta ciudad, pues que casi trabaj siempre para las villas, sin que yo haya podido descubrir de sus obras mas que las que usted ver en la lista de abajo.

    De este Gregorio fu discpulo el escultor don Miguel Toms, que hoy vive y acaso es octogenario. De algunos borrones j dibujos suyos que he visto, infiero sus buenos, principios, y de esto, que sus obras, que tampoco conozco, tendrn igual mrito. L lista dir usted cules y cuntas son, y por ellas ver que se ejercit mucho en trabajar as en piedras como en madera; lo que supone gran facilidad en el manejo del cincel.

    Don Francisco Toms naci en Palma el 26 de febrero de 1762, y fu bautizado el mismo da en la parroquia de Santa Eulalia. Fueron sus padres el escultor Miguel Tomas y Antonina Rotger, y destinndole aquel al ejercicio de su profesin, empez muy temprano ensearle el dibujo, en cuyo estudio le detuvo por tiempo de cuatro aos.Viendo sus grandes progresos, le ejercit despus por espacio de otros cuatro en modelar figuras en barro, y con esto pudo ejecutar por s solo algunas figuras de escultura, siendo la primera que trabaj un Jess nio, por encargo del caballero don Antonio Fcrr, regidor de esta ciudad, y sucesivamente hizo otras diferentes, cuya lista, formada por su mismo padre, pondr al fin.

  • Deseoso Toms de distinguirse entre los artistas de su patria, de extender sus talentos y acreditarlos fuera de ella, se aplic trabajar en piedra; y habiendo vencido las dificultades que presenta esta materia, se anim a emprender alguna obra que pudiese ser aprobada por los buenos conocedores. En consecuencia hizo en marmol un busto de Julio Csar, y le llev y present a la academia de San Carlos de Valencia, la cual apreciando justamente el talento acreditado en aquella obra, premi a Toms con el ttulo de acadmico de mrito, y con la estimacin que de l hicieron los mas distinguidos individuos del mismo cuerpo. Desde Valencia pas la corte, ansiando ver los grandes modelos de las artes que en ella y sitios reales se conservan , y despus de satisfecho este deseo, volviendo por Valencia, fu admirablemente retratado all por su amigo, el distinguido pintor don Vicente Lpez.

    Restituido su patria, se dedic con nuevo ardor al ejercicio de su arte, no menos que al servicio del pblico, en la escuela de dibujo, que con tanto celo habia fundado y con tanto provecho de su comun sostiene la Sociedad Mallorquna, entre cuyos primeros alumnos se haba alistado, donde haba obtenido el premio de dibujo, y entre cuyos maestros tuvo luego distinguido lugar, habindosele nombrado segundo director del dibujo y primero de la escultura, cargos que desempe, con tanto celo como inteligencia, por tiempo de diez aos.

    Parece que Toms no viva sino para su profesin, creciendo en l mas y mas cada da el ansia de conocer sus teoras; lo que le llevaba leer cuanto se haba escrito de bueno sobre las bellas artes, y juntar y recoger cuanto su raudal permita, de estampas, dibujos y pinturas, con una generosidad poco comn. Y como la instruccin que por este medio adquira, unida a una conducta decorosa y urbana, hiciese su trato y su conversacin muy agradables a los aficionados inteligentes, obtuvo fcilmente el aprecio y aun la amistad de aquellos caballeros de este pas que mas se distinguen en instruccin y amor a las artes.

    En los ltimos aos de su vida, con ocasin de tratar al cartujo fray Manuel Bayeu, que vino desde Aragn pintar las bvedas de la nueva jglesia de la Cartuja deValldemusa, se dedic con ardor la pintura, en la cual, a lo que se puede inferir de su aplicacin, de su destreza y gusto en el dibujo, y de la gracia que manifiestan algunos ensayos y copias que trabaj, habra hecho grandes progresos si la muerte no le arrebatase en la mitad de su carrera. Falleci de pulmona el 1 de abril del ao pasado 1807, en la edad de cuarenta y cinco aos, y fu enterrado en la parroquia de San Nicols. Haba

  • contrado matrimonio en 1781 con Juana Lliteras. con quien vivi no bien avenido, y en quien no tuvo hijos. Fuera de matrimonio, dej una nia, por nombre Mara Magdalena, que hoy se cra expensas de los amigos de su padre. El excelente retrato de Toms, citado arriba, con algunos de sus dibujos y ensayos de pintura, lo recogi a su muerte un ilustre amigo de las bellas artes, que le honrara en vida con su amistad.

    La real sociedad econmica de Amigos del pas de Mallorca honr tambin la muerte de este digno artista, que se alistaba entre sus socios de mrito, en el peridico que con titulo de Semanario publica todos los sbados, y en el del 11 de abril de 1807, con un breve, pero justo elogio de su talento y celo pblico, y con la manifestacin del sentimiento de su prdida.