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MESA NACIONAL DE INCIDENCIA “POR EL DERECHO A LA VERDAD, LA JUSTICIA Y LA REPARACIÓN CON PERSPECTIVA DE GÉNERO” DOCUMENTO PÚBLICO No. 2 “TREGUA INCIERTA” BOGOTÁ-COLOMBIA AGOSTO 2006

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MESA NACIONAL DE INCIDENCIA“POR EL DERECHO A LA VERDAD, LA JUSTICIA Y LA

REPARACIÓN CON PERSPECTIVA DE GÉNERO”

DOCUMENTO PÚBLICO No. 2“TREGUA INCIERTA”

BOGOTÁ-COLOMBIAAGOSTO 2006

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ALIANZA INICIATIVA DE MUJERES COLOMBIANAS POR LA PAZ - IMP:Asociación Colombiana de Familiares de Miembros de la Fuerza Pública Retenidos y Liberados por los Grupos

Guerrilleros ASFAMIPAZ. Asociación de Mujeres por la Paz y la Defensa de los Derechos de la Mujer Colombiana,ASODEMUC. Asociación de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de Colombia, ANMUCIC. Asociación de

Mujeres de Quibdo,ASOMUQUIB. Corporación Ofelia Uribe. Central Unitaria de Trabajadores CUT.-Departamento de La Mujer. (Boyacá, Casanare y Caquetá). Mujeres Indígenas. Colectivo Huitaca. Oye Mujer.

Red de Mujeres Región Caribe. Red Nacional de Iniciativas Ciudadanas por la Paz y Contra la Guerra, REDEPAZ.Liga de Mujeres Desplazadas. Casa de la Mujer Trabajadora – CUT. Red Nacional de Mujeres Afrocolombianas.

Sindicato Nacional de Trabajadoras al Cuidado de la Infancia en Hogares de Bienestar, SINTRACIHOBI.Fundación para la Educación Popular, FUNCOOP.

Mesa Nacional de Incidencia“Por el Derecho a la Verdad, la Justicia y la Reparación con Perspectiva de Género”

Coordinación Nacional: Patricia Buriticá - Rocío Pineda - Audes Jiménez - Gladys Stella Macias.

Agradecimientos

Comité de elaboración de este documento:* Elaboración final del documento:

Rocío Pineda - Patricia Buriticá - Elizabeth Quiñónez* Elaboración de los informes regionales:

Lina Alzate – Antioquia - Audes Jiménez - Caribe - Gladys Stella Macías –Santander* Compilación y recolección de información:

Diana María Salcedo López

Colaboradoras en documentación de casos e investigación de campo:Ángela Salazar – Urabá-

María de los Ángeles Barrera (Oriente Antioqueño) - Jessica Sánchez (Santander)Johanna Cabeza (Santander) - Rosario Montoya (Caribe) - Rocío Payares (Caribe)

Corrección de EstiloFabio Fandiño Pinilla

Diseño y DiagramaciónRosa Clemencia Rojas Garzón - Luis Alfredo Avendaño Rubio

PortadaPintura “El Guernica” - Pablo Picasso

IlustracionesDetalles de la obra de Pablo Picasso

Mandalas

ImpresiónMedios Gráficos

ALIANZA INICIATIVA DE MUJERES COLOMBIANAS POR LA PAZ - IMPwww.mujeresporlapaz.org - [email protected]

PBX 2448900Bogotá - Colombia

Agosto - 2006

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CONTENIDO

Una sentencia esperada

Desarme-Desmovilización- Reincorporación: Triada por verificar2.1 Desmovilizaciones Colectivas2.2 Desmovilizaciones individuales “entre fuegos”2.3 “De las armas a la civilidad”: Las desmovilizadas2.4 “Caras y sellos”

Tortuoso Camino hacia la Reincorporación3.1 Problemas y dificultades3.2 Acerca de las mujeres3.3 “De regreso a casa”3.4 S.O.S: Una Política de Estado

Experiencias Regionales4.1 Santanderes

4.1.1 Bloques desmovilizados4.1.2 Proceso de desmovilización4.1.3 Experiencia de reincorporación4.1.4 Aumenta la delincuencia4.1.5 Las desmovilizaciones desde la mirada de las víctimas4.1.6 Las desmovilizaciones desde la mirada de las mujeres

CAPÍTULO1CAPÍTULO2CAPÍTULO3CAPÍTULO4

CONTENIDO

PAG.

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2020212324

2525252626272829

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CAPÍTULO5CAPÍTULO6

4.2 Antioquia4.2.1 En el nivel departamental4.2.2 Puntos de quiebre4.2.3 Afectaciones a las Mujeres4.2.4 Relaciones de poder4.2.5 Estructuras simbólicas

4.3 Región Caribe4.3.1. Impactos del proceso de desmovilización4.3.2. Retroceso en los procesos de organización social4.3.3 Resultados de la Mesa Regional de Incidencia4.3.4. Relación con autoridades4.3.5 El derecho de las víctimas a la verdad, la justicia y

la reparación no es negociable4.3.6 Documentación de casos en esta Región:

4.4 En las Ciudades

169 Casos Documentados

Recomendaciones y Propuestas6.1 Al Gobierno Nacional6.2 A la CNRR

Acuerdo Humanitario

¿Y la Casa de Paz?

EPILOGO

BIBLIOGRAFIA

CAPÍTULO7

303031333438404041414344

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ECIMIEAGRADNTO AGECIMIEAGRAD

Agradecemos de manera especial a las mujeressobrevivientes, quienes superando toda clase de temores yresistencias, se han atrevido a hablar y a exponer sus casos,con la esperanza de ser emuladas por otras mujeres yhombres, como una contribución a la búsqueda de la Verdady a la no repetición de los hechos.

Igualmente a las organizaciones de mujeres, organizacionesmixtas y a las feministas que conforman la Alianza Iniciativade Mujeres Colombianas por la Paz - IMP, quienesreconociendo el rol trascendental de las mujeres en laconstrucción de la paz, trascienden los miedos, las dudas,los señalamientos y las intimidaciones, manteniendo elempeño en la difícil tarea de contribuir a la consecución dela paz con Justicia de Género.

Un reconocimiento especial a las coordinadoras de las “MesasRegionales de Incidencia por el Derecho a la Verdad, laJusticia y la Reparación con Perspectiva de Género”, porsu compromiso y responsabilidad en la delicada misión dedar cumplimiento a la tarea emprendida. Del mismo modo,a todas las responsables políticas de IMP en las diferentesregiones, departamentos y municipios.

Muchas gracias, a la directora de la Agencia Sueca deCooperación (ASDI), Elizabeth Hellsten, por todo su apoyoy solidaridad. A ella deseamos “buen viento y buena mar”en la nueva misión que emprende, ahora donde la guerra hadesplegado sus alas para cubrir con manto de muerte ydestrucción otro lugar del planeta, ante el asombro y repudiomundial de millones de seres humanos opuestos a la violenciade las armas para la de solución de los conflictos.

AGRADECIMIENTOS

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TACIÓNPRESENPRESEN

TACIÓNPRESEN

La Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz -IMPentrega a la opinión pública el Segundo Informe de la “MesaNacional de Incidencia por el Derecho a la Verdad, la Justiciay la Reparación con Perspectiva de Genero”, cuyo contenidose refiere al proceso de negociación entre el GobiernoNacional y las Autodefensas Unidas de Colombia. Igualmente,contiene una opinión general sobre el Acuerdo Humanitariopara la liberación de las personas privadas de la libertad ysu punto de vista sobre de la “Casa de Paz”, escenario deconversaciones entre el Gobierno Nacional y el ELN y, entreéste y diversos sectores de la sociedad civil, la comunidadinternacional, comunidad política y autoridades territoriales.

Este informe ha sido elaborado, entre otros hechos, en elmarco de las últimas desmovilizaciones de las AUC, lareelección presidencial, la integración plena de la ComisiónNacional de Reparación y Reconciliación - CNRR con lapresencia de dos integrantes de organizaciones de víctimasy el fallo de la Corte Constitucional sobre la Ley de Justiciay Paz. Sobre esto último cabe mencionar el escandalosorechazo a este fallo por parte de los voceros de las AUC y eldebate sobre el decreto reglamentario; el control, por partede las Fuerza Pública de la zona de ubicación de Santa fede Ralito y la creación de “Villa Esperanza”, en las cercaníasde Medellín el pasado 13 de Julio1, por parte de loscomandan-tes desmovilizados. Atodo lo anterior se suma elestablecimi-ento de la Alta Consejería Presidencial para la

PRESENTACIÓN

1 Según Comunicado de Salvatore Mancuso, allí se proponen coordinarlas acciones de reincorporación a la vida civil e intercambiar opinionescon la sociedad civil.

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Reinserción y los cuestionamientos alproceso de desmovilización y reinserciónpor parte de amplios sectores de la sociedadcivil y la reclusión, por primera vez, devarios comandantes desmovilizados, comorespuesta del Gobierno Nacional, a “exigen-cias de credibilidad” del proceso. Estamedida ha sido avalada por amplios sectoresdel país, quienes insisten en la necesidadde dar aplicación de manera inmediata a laley, para que estos criminales se sometan ala justicia de una vez por todas y se formuleuna Política Pública para la Reincorporacióna la Vida Civil, con participación de lasociedad civil, que reo-riente todos losvacíos y problemas encontrados desde elinicio de las desmovilizaciones.

Estos hechos son observados conescepticismo por amplios sectores de lasociedad que dudan de la aplicación prácticade la Ley de Justicia y paz, mientras otroslo validan solicitando un tratamientointensivo que redireccione el proceso y sele inyecte la presencia legítima del Estadoen los territorios antes ocupados por losparamilitares.

El aumento de las acciones delincuencialesy la conformación de nuevos grupos armadosque presionan y ejercen control local,preocupan tanto a las autoridades te-rritoriales como a las comunidades. Todasellas reclaman la pronta aplicación de laLey de Justicia y Paz para que se reconozcaa las víctimas el derecho a la Verdad, laJusticia, la Reparación y la garantía de NoRepetición. Igualmente, piden al GobiernoNacional la formulación de una Política deEstado para la Reincorporación a la VidaCivil, que asegure el retorno a la civilidadde todos los hombres y las mujeresexcombatientes, evitando así nuevas fasesde violencia posiblemente más letales quelas anteriores.

Este informe es el resultado de un trabajoconstante y persistente para que la voz delas mujeres sea escuchada y tenida encuenta en las mesas de diálogo y nego-ciación, (Resolución 1325 de las NacionesUnidas), y para que como mujeres-victimasse les garantice el acceso a sus derechos,evitando reproducir las discriminaciones yexclusiones a las que están expuestas por sucondición de género, tal como ha ocurridoen procesos de paz de otros países y losque se han dado con anterioridad en el país.

El trabajo prioriza las observaciones alproceso de Desarme, Desmovilización yReincorporación a la Vida Civil de las AUC,a partir de los análisis realizados por lasintegrantes de la Alianza Iniciativa deMujeres Colombianas por la Paz. Si elconflicto armado interno impacta la vidafemenina de manera diferencial, es obvioque este proceso afecta de modo distinto ydesigual la vida de las mujeres: en suexperiencia individual, familiar y comu-nitaria; en sus organizaciones sociales ysobre todo a las mujeres víctimas. Porsupuesto, para el caso de las mujeresdesmovilizadas esta vivencia tienerepercusiones y significaciones muy distin-tas a las de sus compañeros varones.

La violencia sobre las mujeres y las niñas yla violación de sus derechos tienenexpresiones diferentes, caracterizadas engeneral por la utilización del cuerpo feme-nino como botín de guerra, la pérdida deseres queridos, el desplazamiento y despojode sus bienes, el enorme esfuerzo ysufrimiento para sobrellevar y aliviar lasconsecuencias de la guerra y emprender lareconstrucción de los vínculos familiares ysociales. Desde la Justicia de Género,entendida en la doble dimensión deredistribución y reconocimiento, esnecesaria la resignificación de estas

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realidades como prerrequisito en lareestructuración de su posición en lascomunidades y en la vida familiar.

El documento “tregua Incierta”, estáorganizado así:

El primer capítulo, introduce algunos ele-mentos con relación a la Sentencia C-370/2006 y un breve asomo a las implicacionespara la aplicación de la Ley de Justicia yPaz.

El segundo y tercer capítulo, se refieren aobservaciones generales sobre el procesode Desarme, Desmovilización y Reincorpo-ración llevado a cabo hasta el presente, suimpacto en las mujeres, en sus organiza-ciones y en las comunidades receptoras, asícomo las expectativas familiares y algunasconsideraciones sobre las mujeresdesmovilizadas.

En el cuarto capítulo se presentan lasobservaciones en tres regiones del país: RegiónCaribe, el Catatumbo y Antioquia. Gracias alcompromiso de las coordinadoras de las “Mesas

Regionales de Incidencia”, se reporta demanera detallada el impacto local de las“desmovilizaciones y la reincorporación” ylas perspectivas actuales senti-das en dichosterritorios. Así mismo se presentan en titulares,dos experiencias de atención en ciudadescapitales receptoras de un alto número depoblación desmovilizada.

El capítulo cinco contempla la docu-mentación de 169 casos de mujeres sobre-vivientes y sus percepciones, respecto alderecho a la Verdad, la Justicia y la Repa-ración, información que propicia una mejorcomprensión de su situación como sobre-vivientes en el marco del conflicto armadointerno y del reto que representa el acom-pañamiento y asesoría para hacer efectivosestos derechos. En el capítulo seis se hacenunas nuevas recomendaciones y propuestasde éste Segundo Documento.

Finalmente, el capítulo siete se refiere a laposición de la Alianza Iniciativa de MujeresColombianas por la Paz, frente al AcuerdoHumanitario y a las conversaciones con elEjército de Liberación Nacional - ELN.

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UNA SENTENCIAESPERADA

na vez conocida la Sentencia C-370/2006, de la CorteConstitucional, corresponde a las autoridadescompetentes garantizar la aplicación efectiva de la Leyde Justicia y Paz, que garantice a las víctimas el derechoa la Verdad, la Justicia, la Reparación y la No Repetición.Tanto las personas sobrevivientes como el conjunto dela sociedad exigen y esperan el desmonte real y efectivoen lo militar, lo político lo económico y lo social delfenómeno paramilitar, que lleve a la des-paramilitarización de la sociedad colombiana y quesupere de una vez por todas, la ambigüedad y lacontradictoria actuación del Gobierno Nacional.

El fallo de la Corte Constitucional brinda nuevosinstrumentos para la aplicación estricta de Ley de Justiciay Paz, que aún, en su carácter de “ley transicional parcial,incompleta2”, debe llevar a investigar, enjuiciar ycondenar a quienes han sido responsables de gravesviolaciones a los Derechos Humanos de mujeres yhombres, de niños y niñas. Así mismo debe conducir agarantizar la reparación integral y evitar la repeticiónde estos crímenes atroces.

La Sentencia C-370/2006 modifica aspectosfundamentales de la Ley 975/2005, entre otros:

1 Declara Inexequible el Artículo 71, que le dabacarácter de delito político al paramilitarismo.

UNA SENTENCIAESPERADA

2 Uprimy, R; Botero,C y otros. ¿Justicia Transicional sin transición?Ediciones Antropos. Bogota. Junio 2006

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2 Declara Inexequible el artículo 31,que permitía la reducción de la penaalternativa en aras del tiempo depermanencia de los desmovilizadosen la Zona de Ubicación.

3 Obliga a quien se desmoviliza apresentar una “versión completa yveraz” de los hechos, para accedera los beneficios estipulados.

4 Obliga a los victimarios a responder,con todos los bienes obtenidos demanera lícita o ilícita, por lareparación de las víctimas.

5 Compromete a todos los miembrosdel grupo en proceso dedesmovilización a respondersolidariamente por la reparación delas víctimas, cuyos victimarios seande su grupo y no puedan serindividualizados.

6 Amplia -asunto fundamental para IMP-la condición de victima, a familiaresen primero y segundo grado deconsaguinidad y primero civil, lo quepermite a las demás victimassobrevivientes, reclamar Justicia,Verdad, Reparación y garantía de No-Repetición, sin que el vínculo familiarsea un impedimento para ello.

7 Modifica el Artículo 37, al establecerla participación de las víctimasdesde el inicio del proceso penal yen todas las etapas del mismo.

8 Garantiza el respeto por el procesometodológico en el proceso judicial.

Con esta sentencia, la Corte Constitucionalentrega instrumentos de decisiónimportantes para el desmonte del fenómenodel paramilitarismo. El reto, entonces, espara las autoridades, a quienes correspondehacer la Ley efectiva; para la sociedad en

su conjunto; y para las víctimas en particular,quienes deberán estar alertas para que losvictimarios cumplan con todo lo estipuladoen la ley. Es importante resaltar una de lasdefiniciones de la Corte, que dice: “lacondena del desmovilizado con base en laspenas de la normatividad penal ordinariapermite que, en el evento en que éste nocumpla los requisitos exigidos para accederal beneficio de la pena reducida, así comopara mantenerlo aún después de concedidala libertad a prueba, la pena principal podráserle efectivamente aplicada”. Además,para que los desmovilizados puedan accedera los “generosos beneficios” otorgados,tienen que cumplir con TODOS y CADA UNOde los requisitos allí previstos”3.

La Sentencia C-370/2006 de la CorteConstitucional constituye una respuestatrascendental a las demandas deorganizaciones de derechos humanos,organizaciones de paz, personas naturalesy comunidad internacional preocupadas porla impunidad a que daba lugar la Ley 975/2005. A nuestro modo de ver, la SentenciaC-370/2006, constituye un “aporte” en labalanza del difícil equilibrio entre justiciay paz, “el cual no se alcanza si una de esasexigencias es privilegiada de maneraabsoluta por la otra”4 Reconocemos quetodavía se requieren mecanismos expeditospara garantizar la adecuada representacióny participación de las víctimas. Para el casode las mujeres, estos mecanismos debentener en cuenta sus condiciones ynecesidades específicas, para evitar que,debido al desconocimiento, la invisibilidad,la falta de recursos y los temores del caso,o un tratamiento discriminatorio, sedesincentive su participación en todo elproceso.

3 Idem.pág.213

4 Uprimy, R; Botero,C y otros. ¿Justicia Transicional sin transición? Ediciones Antropos. Bogota. Junio 2006

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Por su parte, la Corte Interamericana deDerechos Humanos, en pronunciamiento del1° de Agosto del 2006, declara “…en la etapainicial resulta crucial que el marco normativoy su interpretación por parte de la CorteConstitucional sean respetados a cabalidadpor las entidades encargadas de suimplementación -la Unidad de Justicia y Paz,los tribunales de Justicia y Paz, el MinisterioPúblico y la Comisión Nacional de Repara-ción y Reconciliación- a fin de que los bene-ficios penales otorgados a los desmovilizadosno constituyan una mera concesión gratuitade justicia, sino que cumplan con elobjetivo genuino de operar como incentivopara la paz, la búsqueda de la verdad y ladebida reparación a las víctimas delconflicto”.

A su vez, la Comisión Nacional deReparación y Reconciliación, reafirma en talsentido, la importancia de acoger comomarco jurídico para el desarrollo de susfunciones, el Bloque de Constitucionalidad,que integra y armoniza la normatividadnacional e internacional en materia deverdad, justicia y reparación.

Con estos antecedentes, la vigilancia delreconocimiento del derecho a la Verdad, laJusticia y la Reparación y la garantía de NoRepetición, nos impone, especialmente, conlas mujeres, un compromiso ético-político.Si bien son los hombres, en su mayoría, lasvíctimas directas, las mujeres son las mayoressobrevivientes5, a quienes corresponde ladura tarea de lograr el reconocimiento deestos derechos. Son variados los ejemplosde mujeres que en el ámbito individual, oa través de sus organizaciones y grupos,trabajan día tras día para conseguir elregreso de sus familiares privados de lalibertad, en la búsqueda de la Verdad y la

Justicia para sus familiares asesinados, enla denuncia de la desaparición forzada y lainformación sobre sus seres queridos, en laprotección de sus hijos e hijas menores paraimpedir su reclutamiento por los ejércitosilegales, al tiempo que participan enprocesos de reconstrucción de MemoriaColectiva como un remedio contra elOlvido, para que el manto de la impunidadno deje sombra en sus cuerpos.

Atreverse a hablar, a reconocer los delitosde los que han sido víctimas, a expresar elsufrimiento y esfuerzos a los que han estadosometidas y a vencer el miedo, ladesconfianza y el escepticismo, hacen partede una historia que requiere de acompa-ñamiento continuo, máxime cuando losfactores de riesgo no han desaparecido desus comunidades.

La ausencia de una perspectiva de géneroen los procesos de paz y en los procesospenales puede parecer insignificante, peroen la práctica, los intereses de las mujerespueden caer hechos pedazos, sino seincorporan las diferencias. Omitir ladiscriminación de las mujeres y las seriasinequidades a las que están expuestas enestos procesos, llevados a cabo sin ningúnenfoque de género, étnico y territorial,puede conducir a la generación de nuevosproblemas de exclusión y violencia degénero, tales como pérdida del patrimoniode las viudas, deterioro de las condicioneseconómicas, sociales y familiares de lasdesplazadas, vejaciones a las familiares delos secuestrados, desaparecidos y detenidospolíticos y violación de sus derechossexuales y reproductivos. Es preciso que lasautoridades –retomando el compromisoadquirido con la resolución 1325 del Consejode Seguridad de Naciones Unidas- tomen

5 Según múltiples estudios y estadísticas, los hombres son las mayoritarias victimas directas de homicidios,masacres, secuestros, desapariciones, mientras las mujeres les sobreviven

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los estudios y las denuncias sobre la violenciade género que han padecido y padecen lasmujeres y las niñas en medio del conflictoarmado interno, para que las promesas deVerdad, Justicia, Reparación y garantía deNo-Repetición, sean realidad.

Es necesaria la esperanza y la persistencia,que desde una propuesta feminista-antimilitarista, insiste en la importancia dela negociación política con todos los actoresarmados involucrados, incluso con quienesnunca han hecho parte de procesos denegociación en otros momentos, pero queactúan detrás de bambalinas. Como diceVincent Fisas, la exclusión de uno solo unode ellos, puede significar una nueva etapade conflicto. La incorporación de laperspectiva de género en estos procesos,más allá de tener en cuenta las diferencias,significa una redimensionamiento políticode las relaciones existentes entre “género,violencia y conflicto armado”, quedesestructuren los roles tradicionales degénero, que han servido a la reproducciónde la violencia y la guerra, pudiendo asícontribuir efectivamente a la construcciónde una paz sostenible.

Finalmente, podemos decir que la sentenciade la Corte Constitucional brindainstrumentos que amplían la protección delderecho a la Verdad, la Justicia, la

Reparación y la garantía de No Repetición,pero es necesaria la vigilancia de losorganismos competentes, la sociedad civil,de la comunidad internacional, para evitarque las “prácticas invisibles” de poder yamedrentamiento en las regiones deinfluencia de estos grupos, impidan lapresencia del Estado Social de Derecho enestos territorios. El papel de los jueces, delos organismos de control y de la fuerzapública, actuando con legitimidad, debe, porsupuesto, tener el continuo acompañamientoy la protección de las víctimas, lo que resultaimprescindible. Así mismo, se requiere deestrategias de atención integral para lareintegración de los excombatientes y lasexcombatientes a sus comunidades y a susnúcleos familiares, que prevengan suvinculación a antiguas o nuevas redes dedelincuencia. De lo contrario, todos losesfuerzos que se hagan podrán dilapidarseen el camino de nuevas atrocidades. El retoentonces, es para todos y para todas: lasautoridades legítimas, sociedad civil,comunidad internacional y las víctimas. Esnecesario que los autores y responsables degraves crímenes, suficientemente conocidos,asuman su responsabilidad sobre los hechos,y aprovechen la oportunidad que les brindauna sociedad, cansada de la guerra pero quese yergue indómita para impedir los perdonesamnésicos y el olvido de las atrocidadescometidas.

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DESARME - DESMOVILIZACIÓN -REINCORPORACIÓN:Triada por Verificar

e considera la desmovilización como la fase siguientea un proceso de desarme, que debe conducir a lareintegración a la vida civil de quienes han se hanlevantado en armas. El proceso implica una tríada defases consecutivas, cada una de las cuales comporta suspropias especificidades. Poco conocemos de lasparticularidades del desarme de los bloques losparamilitares. Quedan en el aire muchas preguntas porresponder: ¿El desmantelamiento es total, parcial? ¿Seha dado el relevo de las funciones de los comandantes?¿Se han desactivado las estructuras de mando? ¿Dónde,cómo? ¿Se han entregado todas armas? ¿Se han desarmadotodos los combatientes? ¿Quedan retaguardias que puedenactivarse en cualquier momento?

2.1. Desmovilizaciones Colectivas:

Aún sin responder a éstos interrogantes y a punto deculminar las desmovilizaciones colectivas realizadas entreel 2003 y el 2006, los informes dan cuenta de ladesmovilización de 35 Bloques, con un total de 30.4226

personas desmovilizadas. Se presume que se handesmovilizado los bloques más grandes y con máscapacidad armamentística. Se han reubicado en 31departamentos del país. El 70% se encuentra en 5departamentos: Antioquia (32%), Córdoba (14%), Cesar

DESARME - DESMOVILIZACIÓN -REINCORPORACIÓN:Triada por Verificar

6 A esta cifra es necesario sumarle la última desmovilización de alias“el alemán” con 745 hombres del ‘frente Norte-Medio Salaquí’, queactuaban en las cuencas de los ríos Salaquí, Truandó y Domingodó,en Chocó. Periódico El Tiempo Agosto 15 de 2006 ‘El Alemán’ dio suúltima orden.

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(10.5%), Magdalena (8.6%) y Santander(4.8%). Los desmovilizados se encuentranen 606 municipios. El 76% de esta poblaciónestá ubicada en 50 municipios, que hanrecibido al menos a 100 beneficiarios cadauno. Se destacan Medellín (13.1%), Montería(6.5%), Valledupar (5.7%), Santa Marta (4.4%),Barranquilla (3.4%), Caucasia (2.9%) yTierralta (2.2%)7. Tanto en las reuniones deSanta Fe de Ralito, como en los actos deentrega de armas y desmovilizaciones,vimos algunas combatientes entregando susarmas, sin intuir que el camino emprendidosería bien distinto para ellas.

Una “avalancha humana” llega a unaslocalidades cuyas autoridades, comunidadesy familiares carecen de la preparaciónadecuada, a pesar de que la información yconcertación con las autoridades civiles ylas comunidades receptoras se considera unaprecondición necesaria, ya que, finalmente,los desmovilizados, un 77%8, buscan allí tejersus redes familiares y sociales. Elincumplimiento de esta precondición, seevidencia en las dificultades que hoyenfrentan las municipalidades para llevar acabo un verdadero proceso dereincorporación a la civilidad. El procesode desmovilización pensado y llevado a cabodesde una posición centralista y excluyente,conlleva un déficit consensual que desconocelas múltiples dimensiones de esta clase deprocesos, no escucha los llamados a laparticipación de la sociedad civil y de lasautoridades territoriales. Ahora, son éstasprecisamente, quienes enfrentan lasconsecuencias de decisiones a espaldas dela comunidad en general. La historia de lospactos entre elites que desconocen en todosentido a las víctimas, que vuelven yreacomodan los hilos para mantener el poder

y apropiarse de los recursos, se puedenconvertir en hechos fallidos sobre los quees necesario estar alertas. Para fortuna dela humanidad y del país, las condiciones demayor conocimiento y exigencia de respetoa Derechos Humanos, la existencia de cortesinternacionales, en especial de la CortePenal Internacional, son realidadesesperanzadoras para que la historia novuelva a repetirse.

Por otro lado, el desarme y la desmovili-zación fueron decisiones impuestas por loscomandantes a sus tropas, con las conse-cuencias que traen la falta de motivación,interés y compromiso de cambio de unoscombatientes y unas combatientesacostumbrados al delito, la imposición dela fuerza, el control territorial y expuestos,de manera permanente, a la violencia entanto perpetradores. Pudo más el afán deregistrar ceremonias de entrega de armas,que el interés colectivo de desmantelar elparamilitarismo, cuyas cadenas de mandoy estructuras civiles de apoyo perviven. Sibien, es notoria y digna de resaltar ladisminución de los homicidios en lasregiones donde antes actuaban losparamilitares, es también claro que vivimosuna especie de “Tregua Incierta”, donde elcontrol territorial, y social por parte deestos grupos se mantiene. Al igual que losvínculos con la delincuencia organizada, elaprovisionamiento de armas permanece, lainfluencia en muchos de los gobiernosterritoriales y el control de negocios ilícitos,es evidente ante propios y extraños.

De ahí que para las comunidades y lasmujeres, donde se encuentran las redesprimarias receptoras, la presencia dejóvenes “desarmados y desmovilizados”,

7 Información obtenida en el Foro Semana: Reinserción y Ciudades Marzo 28 – 29 de 2006.

8 Op.cit. pag.331

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constituye un nuevo ingrediente de temory desestabilización. Lo propio ocurre en lasfamilias de las mujeres y hombresexcombatientes y con víctimas de susdelitos, obligadas a convivir con ellos sinque medie ningún compromiso con elesclarecimiento de los crímenes, ni muestrenarrepentimiento o interés por el retorno ala civilidad, pagando sus deudas con lajusticia y la sociedad.

2.2 Desmovilizaciones individuales“entre fuegos”

Otra cosa ocurre con aquellas y aquelloscombatientes que deciden individualmen-te abandonar las filas, convirtiéndose ennuevos enemigos de sus antiguos compa-ñeros, quedando entre varios fuegos queaumentan su vulnerabilidad. A la fecha sehan desmovilizado 8.000 combatientes demanera individual, de las cuales el 13% sonmujeres, según información del Programade Atención Humanitaria al Desmovilizado(Pahd). Durante mayo de 2006 se entregaronvoluntariamente 85 miembros de la FARC,72 de las autodefensas y 16 del ELN. Dentrode este grupo, 21 son menores de edad y13 son mujeres, es decir, el 6%. De acuerdoal informe, el departamento con mayornúmero de entregas registradas fue Antioquiacon 42 desmovilizados, seguido de Caquetácon 19, Santander con 14, Bolívar con 11 yArauca, Casanare y Meta con 10, cada uno.Las demás se reportan en cifras menores enotras regiones del país9.

La desmovilización individual registraproblemas similares a los de la desmoviliza-ción colectiva, salvo contadas excepciones.Son excombatientes expuestos a laprecariedad de un programa, que les trata

como iguales, a pesar de sus diferencias degénero, étnicas, de territorio, edad,orientación sexual, dado que, el programaadolece de acciones positivas para suscondiciones específicas. Se desconocennecesidades derivadas de situaciones, comoen el caso de las mujeres, víctimas algunasdesde niñas del reclutamiento, muchasveces secuestradas y abusadas. El grupoincluye, pues, compañeras, esposas odependientes, quienes ejercieron trabajosde limpieza, cocina, logística; o quienessimplemente por carecer de armamento,son invisibles a la hora de un proceso deDesmovilización, Desarme y Reinserción,DDR.

Los referentes de afectividad y de sentidode pertenencia, construidos en los gruposarmados, constituyen en la mayoría de loscasos, una de las mayores sensaciones depérdida que viven tanto mujeres comohombres excombatientes, máxime cuandola exigencia de la entrega de armas lesconvierte no solo en desertores, sino enobjetivos militares de sus antiguoscompañeros. En las desmovilizacionesmasivas, la dispersión del colectivo que lesbrindaba seguridad y afecto, esa especiede “familia” que suplía, en algunos casos,sus necesidades económicas y afectivas,constituye una de las crisis que debenafrontar los excombatientes, especialmentejóvenes y menores que vivieron allí suadolescencia y parte de su juventud.

2.3 “De las armas a la civilividad”:Las desmovilizadas.

Según el SAME (Sistema de Atención,Monitoreo y Evaluación), el 6% del total dequienes se desmovilizaron colectivamente

9Ministerio de defensa, en http://www.mindefensa.gov.co

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son mujeres; su promedio de edad estáentre 28 y 30 años; el 46% de ellas estáncasadas o viven en unión libre; el 6,8% sonanalfabetas y el 45% ha tenido unaescolaridad baja. En un buen número decasos, por lo menos un miembro de sufamilia hacía parte del grupo armado.

Según la Oficina de la Alta Comisionada deNaciones Unidas para los Derechos Humanos,las mujeres constituyen uno de los gruposmás vulnerables, tanto desde que seincorporan a las filas en calidad decombatientes o de redes de apoyo, comocuando hacen ya parte de los procesos dedesmovilización. En todos estos espacios,son víctimas de diversos delitos,especialmente de carácter sexual, por partede sus compañeros y comandantes, a quienesdeben demostrar con “creces” sucompromiso con el grupo. El silenciamientode los ultrajes a los que se ven sometidas ylos niveles de esclavitud por su condiciónde género, han sido invisibles en el procesode DDR. De ahí entonces que los programasde reincorporación a la civilidad, subvalorenlas necesidades específicas inherentes enese paso de mujeres combatientes a mujeresciviles.

“Al desconocer la especificidad de suexperiencia, se las coloca en francadesventaja frente a excombatientesvarones, en materia de los beneficiosotorgados por los programas de desmovili-zación y las posibilidades reales dereinmersión social, económica y política”10,lo que les trae a ellas costos personales muyaltos en la vivencia de estos procesos,máxime cuando la gran mayoría han sidovinculadas muy jóvenes o aún sin cumplir la

mayoría de edad. La negación de laexperiencia de las mujeres como guerreras,que en alguna medida va en contravía de la“naturalización” pacífica de la mujer,conduce a la sociedad a negar esta realidady, por tanto, a desconocer que lasexcombatientes requieren de programasespecíficos de desmovilización y dereincorporación a la vida civil.

El tránsito a la civilidad de las mujerestiene, además de los asuntos comunes conlos varones, otras dificultades. Para muchasde ellas el pertenecer a un grupo de combateles ha significado también el alcance deciertas libertades, que tienen miedo deperder, en el retorno a los roles tradicionalesde sumisión en la civilidad.

Por su condición de combatientes, lasmujeres desmovilizadas sufren el rechazoy estigma social, padecen dificultadesespeciales para el establecimiento derelaciones de pareja y el reencuentro fa-miliar, lo mismo que para acceder almercado laboral. Por otra parte, sedesconocen los efectos que sobre ellastienen, la continua exposición a la violenciacomo perpetradoras y victimarias. De otraparte, como se sabe, muchas de las mujeresexcombatientes han estado vinculadas atareas de logística, lo que las faculta paraaportar en el proceso de desmantelamientode las redes de aprovisionamiento, deconsecución, distribución y transporte dearmas.

Según datos del PAHD11, en relación a lasmujeres desmovilizadas individualmente,provenientes de todos los grupos armadosilegales entre el 2004 y el 2005, tenemos: Al

10 Londoño, Luz Maria. Fernández, Johana. “Mujeres No Contadas”. La Carreta Editores EU-INER/UdeA.Medellín. 2006

11 Programa de Atención Humanitaria al Desmovilizado del Ministerio de Defensa

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momento de desmovilizarse el 64%, teníanentre 18 años y 22 años; muy pocas habíanterminado el bachillerato y la mayoríahabían llegado a un alto grado analfabetismofuncional; el 57% eran solteras y el 38%conformaban uniones libres. El 62% de ellasingresaron a las filas armadas con 18 años omenos. De ellas, el 33% lo hizo antes de los15 años. Un 34% había permanecido entre 4y 10 años en el grupo armado. Esta situaciónamerita un programa que debe ir más alláde unos meses de capacitación y de pagomensual. La transformación de estas jóvenesy estos jóvenes, acostumbrados a laviolencia, en mujeres y hombresrespetuosos de la civilidad, es el mayor retoque enfrenta este proceso.

Para el 46 % de ellas, los conflictos familiareslas llevaron a vincularse a los grupos armadosilegales. Llama la atención que el 56% aduceel “resentimiento contra alguna fuerzamilitar” y el 17% esgrimen el reclutamientoforzado12 para su vinculación a estos grupos.

2.4 “Caras y sellos”

Son varias las caras que se le pueden miraral proceso. Para mayor brevedad, nosreferimos solo algunas de ellas.

Motivaciones

Según el programa de “Regreso a laLegalidad”, llevado a cabo por la alcaldíade Medellín, las dos principales razones porlas amenazas contra su vida (25%) y cobrarvenganza (25%). Y las dos principalesrazones por las cuales decidendesmovilizarse son los beneficios que

obtienen (34,58%) y la necesidad de cambio(32,25%)13. También muchos expresandeseos de dejar la guerra. En las mujeres,una de las razones para buscar ladesmovilización es la conformación de unafamilia, derecho pospuesto en las filas deestos grupos armados y a veces por laausencia del compañero, como en el casode las viudas desmovilizadas.

Procedencia

Según los datos entregados por losMinisterios de Defensa y del Interior y deJusticia, aproximadamente el 60% (2.281)de los desmovilizados individuales residenen Bogotá, muchos de ellos con sus núcleosfamiliares, de los cuales el 13% son mujeres.También residen allí 286 desmovilizadoscolectivos y 150 hombres y mujeres menoresde edad (desvinculados) atendidos por elICBF. El SAME encontró que solamente el6.8% son nacidos en esta ciudad; estas cifraspueden leerse en dos sentidos: Primero,significa que provienen de zonas rurales ymerecen por tanto un trato distinto; ysegundo, demuestra que prefieren hacer suproceso de reincorporación en la capital ypasar desapercibidos, evitando un posiblerechazo de su comunidad de origen ymejores oportunidades. También es unamanera de mimetizarse frente a los nuevosenemigos que deben enfrentar.

Perfiles Se desconocen los datos acerca del perfilpsicológico de esta población, lo mismo quelos daños en el cuerpo producidos por lasacciones de guerra. Los registrosperiodísticos sobre la instalación de la Mesa

12 Londoño, Luz Maria. Nieto, Johana Fernanda. “Mujeres No Contadas”. La Carreta Editores EU-Iner.UdeA.Medellín.2006

13 Información obtenida en el Foro Semana: Reinserción y Ciudades Marzo 28 - 29 de 2006, Intervención delSecretario de Gobierno de Medellín, Doctor Alonso Salazar Jaramillo.

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en Santa Fe de Ralito el 1º de Julio del 2005, dieron cuenta de un grupo numeroso dejóvenes con diferentes discapacidades físicas. En cuanto a las condiciones mentales,baste saber que por su condición de victimarios expuestos continuamente a actos deviolencia y barbarie desde temprana edad, requieren de atención especial para latramitación de la culpa, del dolor y todos sus síntomas, de tal manera que eviten losniveles de riesgo y “su efecto disolvente”14 sobre las redes que pueden llegar a acogerlos.

Menores Combatientes

Extrañamente en los procesos de desmovilización de las AUC, aparecen tan solo 212menores de edad registrados, cifra que a todas luces es incompatible con los informes deorganismos internacionales y ONG‘s que hablaban de entre 11.000 y 15.000 menorescombatientes en los grupos armados al margen de la ley. Los menores en la guerra sonconsiderados víctimas del conflicto, el reclutamiento forzado es un delito y su ocultamiento,cuenta lamentablemente con la aquiescencia de las instituciones responsables del proceso.Con ello los menores han sido privados de beneficios, programas y atención que debentener en su calidad de víctimas.

14 Springer, Natalia. Desactivar la Guerra. Ediciones Aguilar. Colombia.2005

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3.1 Problemas y dificultades.

* Falta de Transparencia. Todavía el país desconocecuales son los compromisos que el Gobierno Nacional haestablecido con la comandancia de las AUC, máximecuando con ocasión del fallo de la Corte Constitucional,su vocero principal manifestó un rechazo vehemente yamenazó con un posterior pronunciamiento, una vezconocido el texto completo de la sentencia.Inexplicablemente, los ánimos de los comandantes secalmaron y el esperado pronunciamiento se redujo a larenuncia pública del grupo de abogados asesores,aduciendo imposibilidad de cumplir a cabalidad con sulabor. Las gestiones del Ministro del Interior y de Justiciay del Comisionado de Paz en “Villa Esperanza” al parecersurtieron efecto. Al país le queda la duda cuya evidenciaestá al rojo vivo, con la expedición de un decretoreglamentario16.

* Centralismo y poder. Por otro lado, las autoridadesterritoriales, solo fueron informadas a última hora sobre

TORTUOSO CAMINOHACIA LA INCORPORACIÓN15

TORTUOSO CAMINOHACIA LA INCORPORACIÓN15

15 Presentamos la diferenciación que hace Natalia Springer sobreconceptos utilizados indistintamente. “Reisentar: alude a la accionde reintroducir un elemento independiente en un sistema;Reintegrar: alude a la recomposicion sufrida en un sistema cuandose reensamblan nuevamente todos sus componentes”. Op.Citada.Optamos por el concepto del Diccionario de la Real Academia de laLengua: “Reincorporar: volver a incorporar; agregar o unir a un cuerpopolítico o moral que se había separado de el”.

16 Posiblemente cuando se publique este documento, este decreto yahaya sido expedido

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la desmovilización de tal o cual bloque. Muya su pesar, la solución de los problemasderivados de la improvisación recae ahorasobre sus hombros. Son ellas quienes recibenlos reclamos de las comunidades, las familiasy los mismos desmovilizados. Los alcaldesaducen falta de recursos financieros ypersonal idóneo para atender estapoblación. Algunos consideran que conproyectos productivos el problema quedasolucionado, desconociendo el carácter deatención integral que requiere un programade reincorporación a la vida civil. Todasestas vicisitudes deben resolverse demanera coordinada y cooperante entre elcentro y los territorios y entre éstos y elcentro. Si no se atienden estas demandasde manera inmediata, mañana puede serdemasiado tarde.

* “Un dinerito”. Según el periódico ElTiempo, “2.000 ex paramilitares nomerecían las ayudas que sumaban $716millones al mes”, dado que poseen otrosingresos. “El Gobierno nacional detectó queentre el 5% y el 10% de 21.300 que estabandesmovilizados (al momento de la reseña)tenían ingreso fijo que no ameritaban unaayuda oficial en dinero”17. Por otra parte, ala gran mayoría no les basta la mesadamensual prometida por el GobiernoNacional, y dado que están acostumbradosa ingresos mayores, muchos de ellos sededican a acciones delincuenciales.

* Delincuencia. Los hombres encuentran enla delincuencia común un medio pararesolver sus necesidades económicas y, enmuchos casos, responder a las presionesde sus familias acostumbradas a mesadasmensuales significativas. Las estructurasviolentas de las que hicieron parte, fueron

17 El Tiempo, febrero 15 de 2006. “2.000 ex “paras” no merecían ayudas que sumaban $716 millones al mes”.

18Relatoria. “Encuentro Departamental sobre Reinsercion”. Medellín. Junio 24 de 2006

la mejor escuela para llegar a las bandasdelincuenciales, que ahora aprovechan esterecurso humano ansioso de dinero.

Al respecto, el secretario de Gobierno deMedellín, Alonso Salazar, precisa que se hapresentado un pequeño número dedenuncias contra desmovilizados en esaciudad. “Las denuncias contra losdesmovilizados han disminuido. Sinembargo, hay hechos delictivos recientesen los que aparecen desmovilizadosinvolucrados”. Pero otra cosa dicen lasorganizaciones sociales y las comunidades,quienes desconfían de los datos guberna-mentales. Muchos de ellos mantienen vín-culos con estructuras armadas, vinculadasal negocio del narcotráfico y a la cadena dedelitos relacionados con estas actividades,tales como cobro de vacunas, intimida-ciones, amenazas, secuestros y asesinatos.Según el director de la CorporaciónDemocracia, integrada por desmovilizados,“si los desmovilizados no tienen alternativaproductiva, son mano de obra preparada ybarata para la guerra”18.

La única manera de desestructurar estosaprendizajes es a través de un programaintegral y holístico de reincorporación a lavida civil, de dejación del delito y laviolencia, de apropiación de nuevasconductas ciudadanas para el relaciona-miento familiar-social y procesos devaloración de las mujeres, auto cuidado yde reconstrucción de la autoestima.

3.2 Acerca de las Mujeres.

Los diversos programas de reincorporacióna la vida civil, carecen de un enfoque de

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género que de cuenta de las necesidades eintereses de las mujeres desmovilizadas. Apesar de los datos existentes y perfiles quepodrían identificar parámetros para laconstrucción de políticas que cubran lasnecesidades primordiales en la rein-corporación de las mujeres, los programashasta ahora implementados carecen decualquier diferenciación social, que conllevaa reproducir las discriminaciones porgénero, etnia, orientación sexual yprocedencia territorial a la que se vensometidas.

* Estigma Femenino. El rechazo cultural auna mujer que empuña las armastrasgrediendo el mandato cultural de lareproducción humana y el cuidado de lavida, genera un estigma y rechazocomunitario y familiar, a diferencia de loque sucede con los hombres desmovilizados.

Mientras un hombre que abandona los hijospara ir a la guerra es considerado un héroe,la mujer que actúa igual, es reprochada,sancionada socialmente y, en muchasocasiones, rechazada por sus hijos, aspectofundamental que ha de ser tenido en cuentaen un programa de reincorporación de lasmujeres.

Sin embargo, según Silvia Montañés, de laFundación Paz y Reconciliación, las mujeresdesmovilizadas en Medellín han sido quienesmás fácilmente han accedido a losbeneficios del programa “Regreso a lalegalidad”. Solo una de ellas ha sidojudicializada y se encuentra actualmente enla penitenciaria, otra se encuentra estudi-ando psicología en la Universidad y otrashan accedido a empleos en empresas delSindicato Antioqueño. En mayor o menormedida, todas han asumido papeles deliderazgo comunitario.

*Refugio Comunitario. Otras desmovi-lizadas han encontrado ciertos espacios endonde se han visto acogidas por lacomunidad, tal como lo señaló el diario ElColombiano, en la comuna 8 de Medellín: lacomunidad manifiesta que “es bueno quelas mujeres desmovilizadas tenganparticipación en actividades comunitariasy no sean perseguidas y acosadas por losmuchachos del bloque Metro o de lasbandas, como en el pasado”19.

*Temores, inconformidades e inseguri-dades. Consultadas algunas de ellas, entresus temores más sentidos se puedenidentificar: la violencia intrafamiliar, ladrogadicción y violencia sexual, el rechazofamiliar, el estigma por parte de otrasmujeres y organizaciones de mujeres y lasdificultades para establecer relaciones depareja por sus antecedentes. Mientras quepara los hombres el carácter de combatienterefuerza su virilidad, para las mujeres porel contrario la experiencia armadadesprestigia su feminidad.

Si a esta situación, se agrega la permanenciade otros actores armados no estatales enlas comunidades a donde llegan en busca deapoyo familiar, surgen nuevas inseguridades.Como medida de protección, muchasexcombatientes deciden renunciar a lacondición social de desmovilizada, ocultanesta identidad y se mimetizan en la masahumana, así eso signifique la perdida de losbeneficios establecidos.

* Violencia de Género: La violencia sexualejercida contra ellas, los bajos niveles deautoestima generados en relaciones desumisión y dependencia en el grupo armadoy demás consecuencias derivadas de sucondición de victimarias, constituyenaspectos centrales del proceso de

19El Colombiano, “Comuna 8: la consigna es no matar” 2006

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reintegración a la vida familiar, social ypolítica.

El director del Programa de Reincorporacióna la Vida Civil del Ministerio del Interior y deJusticia, Señor Juan David Ángel, reconocela inexistencia de medidas y consideracionesespecíficas para las mujeres, especialmenteen cuanto a la adaptación que deben tenerpara ejercer, en algunas ocasiones porprimera vez, su nuevo rol de compañera-cónyuge en la vida civil o su maternidad fuerade las zonas de guerra.

Tal como ocurrió en anteriores procesos depaz, el de desmovilización de las AUCcarece de medidas de protección eficaces.Independientemente de los problemas,anomalías e irregularidades señaladas, serepite la historia de desmovilizadosasesinados. Aparte de quienes se vinculan ala delincuencia organizada, o quienes soncooptados por otros grupos ilegales, esfrecuente que se rearmen para protegerse,dando lugar a nuevas cadenas de violencia.Una condición imprescindible de esta clasede procesos, es un ambiente seguro. Sivemos a los excombatientes nuevamentearmados es imposible confiar en un procesode desarme.

3.3 “De regreso a casa”

El regreso de los y las desmovilizados a suslugares de origen y a sus familias, ha traídocambios de especial significado en lasmujeres. De una parte, por temor o poracción directa de los desmovilizados, lasmujeres ven obstaculizado su trabajo yorganización comunitaria. Y, por otro lado,la vida familiar se ve afectada de maneranegativa. La convivencia con personas quede un día para otro dejan las armas sinmediar ningún proceso de cambio, produce

problemas en la convivencia cotidiana dela pareja y demás familiares.

*Violencia Intrafamiliar. El aumento de laviolencia en la familia a partir del regresode los y las desmovilizados, ha ocasionadodenuncias por parte de las comunidades ylas familias de los y las excombatientes.Acostumbrados a ejercer violencia, aimponer su sistema de vida, al control de lavida cotidiana, se encuentran de un día paraotro convivi

endo con una familiaconstituida y en una comunidad civil, sinmediar ninguno proceso de preparación yreparación. Empiezan entonces, a imponersus propias maneras, a desahogar la violenciay las consecuencias de la guerra, lo cualaumenta las violencias de género yespecialmente la violencia doméstica contraotros miembros de la familia y otras formasde violencia contra la comunidad.

Hombres acostumbrados por años a laviolencia, al poder armado, al orden militarcotidiano, a la regulación de la vida socialdonde operan, a la aplicación de su “propiajusticia”, al control de servicios esenciales,a ser tenidos y temidos como símbolos defuerza, deben adoptar un nuevo modo devida, con reglas y normas de autocontrol,respeto y buen trato. Deben, además, asumirde nuevo sus roles de padres, esposos, hijosy hermanos. En la mayoría de casos lasdificultades han surgido a los pocos meses:Incapaces de asumir formas de convivenciapacífica, abandonan nuevamente el hogar. Suscomportamientos han registrado altos nivelesde violencia con el núcleo familiar.

*Acompañamiento sin compañía. ElPrograma de Reincorporación a la Vida Civil,informa que la labor de acompañamiento,orientación y talleres psicosociales tiene unaintensidad de 40 horas y están dirigidos endos sentidos: “reincorporación a la vida civil

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y reincorporación a la vida socio-familiar,permitiendo así una identificación deproblemas que permita hacer diagnósticos”.Es imposible que con 40 horas de atenciónuna persona que lleva hasta 10 o 15 años enla guerra desde temprana edad, puedasentirse preparada para vivir en comunidad,respetando las normas de la convivenciaciudadana.

3.4 S.O.S: Una Política de Estado.

La carencia de una Política Pública Integralde Desarme, Desmovilización yReincorporación a la Civilidad, que integrelas necesidades específicas de losexcombatientes de ambos sexos y dediferente procedencia y condición, muestrahoy los resultados inmediatos de laimprovisación. Vistosas ceremonias deentrega de armas, duplicación de lapoblación desmovilizada prevista y gruposde desmovilizados en los municipios deretorno sin rumbo conocido, dudas acercadel proceso de verificación internacional,desmovilizados asesinados, otrosdelinquiendo o engrosando las filas de otrosgrupos armados y/o como retaguardias,hacen parte del paisaje del proceso de DDRde las AUC. Si a esta situación añadimos lapermanencia de los demás grupos armadosilegales, activos en todo el territorionacional, podemos entonces preguntarnospor el riesgo de que el paramilitarismo semude y reinicie nuevas modalidadesdelictivas aduciendo falta de garantías delEstado. La MAAP-OEA, identificó desde el6° informe 21 nuevos grupos paras entrereductos no desmovilizados, reincidentes ynuevos.Requiere el Gobierno Nacional escuchar lasdiversas voces que se elevan en losdiferentes escenarios nacionales einternacionales y recrear como propósito

nacional la formulación de una PolíticaIntegral de Reincorporación a la Civilidad,con la participación de la sociedad civil,entre ella las víctimas, las autoridadesterritoriales y el acompañamiento de lacomunidad internacional, para evitar así unanueva escalada de violencia deinsospechadas consecuencias. Devolver elproceso que se ha dado, aun con todas lascríticas, dudas y temores, es imposible.

El camino entonces es redireccionar elproceso, garantizando la aplicación de laley y la protección de los derechos de lasvíctimas, desestructurando el paramili-tarismo en todas sus formas y llevando a losdemás actores armados ilegales a mesas dediálogo y negociación, única manera delograr algún día una paz sostenible.

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EXPERIENCIASREGIONALES

or considerar de suma importancia el trabajorealizado por las coordinadoras regionales, decidimosincorporar en el cuerpo de este documento, tres informesque detallan el pensar y sentir de las organizaciones demujeres de IMP, que viven de cerca y cotidianamente laexperiencia de la desmovilización de los diferentesbloques de las AUC.

4.1 Santanderes

De acuerdo al seguimiento realizado por la Mesa Re-gional, en la primera y segunda fase del proceso dedesmovilización, centraremos nuestro informe final entres aspectos: en primer lugar en el significado delproceso de desmovilización en la región; en segundolugar, las víctimas; y por último, la percepción de lasfrente a la desmovilización

4.1.1 Bloques desmovilizados.

A la fecha se han desmovilizado dos bloques: El BloqueCatatumbo y el Bloque Central Bolívar.

La desmovilización del Bloque Catatumbo se realizó el10 de Diciembre de 2004, cuando 1.425 combatientesentregaron sus armas. El Bloque Central Bolívar sedesmovilizó el 14 de septiembre de 2.005, en elMunicipio de Santa Rosa, Sur de Bolívar, con 4500combatientes.

EXPERIENCIASREGIONALES

P

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4.1.2 Proceso de desmovilización

Según el Centro de Referencia yOportunidades (CRO)20, localizado en laciudad de Cúcuta, son atendidos un totalde 927 desmovilizados distribuidos así:Santander: 386, de los cuales 104 están enBucaramanga, 115 en Barrancabermeja, 2en San Vicente del Chucurí, 8 en el Carmendel Chucurí, 70 en Rionegro, 34 enFloridablanca, 11 en Piedecuesta, 1 en SanGil, 10 en Girón, 4 en Socorro, 1 enBarbosa, 5 en Charalá, 5 en Cimitarra, 3en el Playón, 1 en Landazuri, 1 en Lebrija,1 en Oiba, 2 en Puerto Wilches, 8 en Sabanade Torres.

En Norte de Santander: 541, de los cuales332 están en Cúcuta, 47 en Tibú, 29 en PuertoSantander, 33 en el Zulia, 5 en San Cayetano,1 en Cáchira, 2 en Pamplona, 2 enChinácota, 1 en Chitagá, 25 en los Patios,22 en la Esperanza, 7 en Villa del Rosario,20 en Sardinata y 1 en Salazar.

Esta información carece de datosdesagregados por sexo, edad, etc. Al indagarpor la causa, el director del CRO explicaque el número de mujeres desmovilizadas,es tan poco que no se registra con precisión.Frente al tema del significado de lareinserción para las mujeres, nos remitieronal trabajo que realizan los psicólogos, cuyainformación se encuentra en Bogotá.Podemos deducir entonces, que el programade reinserción nunca incorporó un enfoqueo perspectiva de género.

IMP, a través del proceso de la MESAREGIONAL DE INCIDENCIA, advirtió que la

desmovilización de miles de hombres nogarantizaba el logro de la tranquilidad enla región, porque detectamos fallas en lareinserción que iban desde el incumplimi-ento del pago oportuno de los $358 milpesos, hasta el asesinato dedesmovilizados como viene ocurriendo enCúcuta.

Miles de excombatientes quedaron a laderiva. En Bucaramanga, por ejemplo,donde tienen presencia 1.000 desmovili-zados, el Observatorio de Derechos Huma-nos señala que las actividades ylocalización de los desmovilizados no sonconocidas ni siquiera por las mismasautoridades. En Santander ningúnorganismo sabe cuantos se quedarondefinitivamente en esta zona21.

4.1.3 Experiencia de reincorporación

Como parte del programa de atención a losdesmovilizados en el departamento deSantander, la Gobernación contrató unaasesoría externa para que capacitara a 25hombres desmovilizados en Cooperati-vismo Básico, con el fin de asociarlos paraque desarrollen un proyecto productivo.Asisten entre 20 y 25 hombres de maneramuy irregular, es decir, no van todos los días,alegando que el Gobierno no les ha giradoel dinero para el transporte. Sin embargo,la mayoría de los inscritos viven muy cercadel SENA, lugar donde se dicta el curso. Laconvocatoria a esta capacitación fueexclusivamente para los hombres, porquese buscaba su organización para hacermantenimiento de parques, labor queconsideran exclusivamente masculina.

20 Centro de Referencia y Oportunidades. Informe del Sistema de Acompañamiento Monitoreo y Evaluación – SAME.28 de Febrero de 2.006

21 Vanguardia Liberal. Bucaramanga. Miércoles 29 de Marzo de 2.006. Judicial. “En Santander, nadie sabeen qué andan los reinsertados”.

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Según la contratista, el grupo es muy difícil,sobretodo porque la mayoría de ellos tieneobligaciones familiares y son presionadospor sus esposas para que consigan dinero yles instan a que no vuelvan al curso. Estasituación ha generado ruptura de la unidadfamiliar de los desmovilizados y es una delas mayores preocupaciones manifestadaspor ellos. Por tal motivo, para la últimareunión del curso, la contratista invitará alas esposas de los desmovilizados paramotivarlas acerca de la importancia de esteproceso. Esta obedece al interés personalde los talleristas, quienes los escuchan ycomprenden, ya que el programa, como lohabíamos manifestado en informe anterior,no incluye al grupo familiar.

En el curso analizan las posibles opcionesde asociación y los posibles negocios quepueden llevar a cabo. Luego, pasan al SENAa una segunda etapa, donde recibirán lascapacitaciones y acompañamiento“necesarios” para la implementación delproyecto productivo.

Lo más probable, según la contratista, esque se conforme una entidad sin ánimo delucro que tenga como objeto desarrollarproyectos relacionados con el mante-nimiento de parques y preservación delmedio ambiente en general.

Actualmente el SENA de Bucaramangacapacita en el módulo inicial de 110 horas,aproximadamente a 600 desmovilizadosentre hombres y mujeres. El 90% sonhombres. Ellos llegan directamente graciasal convenio con el Gobierno y el SENA, quereporta al CRO el número inscrito. Luegodel módulo inicial, los desmovilizados

quedan en libertad de solicitar la inscripciónen cualquiera de los programas que ofreceel SENA, como persona natural, no comointegrante del Programa de Reinserción. Lainformación tampoco esta desagregada porsexo, porque, manifiesta la Directora deGrupos Vulnerables, únicamente solicitan asu entidad informes consolidados.

4.1.4 Aumenta la delincuencia

Un hecho grave se presentó el día 4 de abril,cuando en el norte de la ciudad deBucaramanga se dio un enfrentamiento entrepandillas del sector y un grupo de AUC quequiere entrar a controlar el negocio de lasdrogas en la zona. El resultado: un jovenmuerto y dos heridos y el surgimiento deun problema social en la ciudad22. Otrohecho fue denunciado por la Oficina de Pazdel la Gobernación de Santander: un grupode desmovilizados cobra vacuna a losvendedores de minutos de celular en elmunicipio de Lebrija. Otro ejemplo es loque está sucediendo en la zona delCatatumbo, en Norte de Santander, dondelos campesinos han denunciado elsurgimiento de grupos paramilitares queactúan con mayor grado de violencia y deintimidación sobre la población civil.Habitantes de varias veredas del Municipiode Concepción denunciaron la presencia dehombres armados que recorren la zona enmoto, intimidando a los ciudadanos. Estaspersonas han sido identificadas comoantiguos miembros del Bloque Catatumbodesmovilizado hace ocho meses23.

En esta misma zona, tropas de la Brigada 30y Móvil 15 del Ejército desmantelaron varioscomplejos de cocaína cerca de Cúcuta. Los

22 Vanguardia Liberal. Bucaramanga. Miércoles 5 de Abril de 2006. Judicial. “Pandillas se enfrentarían alos paras en el Norte”.

23 Denuncia hecha por el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos en el periódico Portafoliodel Miércoles 29 de Marzo de 2006

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laboratorios supuestamente pertenecían algrupo paramilitar “Águilas Negras”24.

Muchos desmovilizados se dan cuenta quees más fácil y más rentable mantener losnegocios ilícitos, por lo que consideran queel dinero entregado por el Gobierno es unextra25.

De otro lado, la delincuencia común heredóprácticas de las AUC, tales como el cobropor la venta de estupefacientes, vacunas alos tenderos o el control de la vigilancia enlos barrios, sembrando temor en lascomunidades del casco urbano de losmunicipios. En algunas oportunidadescuentan con ayuda de paramilitares-desmovilizados para imponer sus propiasnormas de convivencia como lo hemosampliado en informes anteriores26. Citamosel caso de Chimitá, Santander, donde lapolicía capturó a siete delincuentes quesimulaban a los paramilitares y que en menosde un mes asesinaron a más de diezpersonas. Todos esos crímenes fueroncometidos para sentar precedente,escarmentar o dejar muestra de lo quepodía ocurrir si alguien se les interponía ose les negaba a pagar lo que exigían27.

Estas situaciones nos dan razones parainsistirle al Gobierno sobre la necesidad dereordenar, reorientar y entregar recursospara el proceso de desmovilización de losparamilitares, resolver la situación jurídicay aplicar la Ley de Justicia y Paz, constru-yendo así una verdadera Política deReincorporación a la Vida Civil.

4.1.5 Las desmovilizaciones desde lamirada de las víctimas.

Destacamos una situación que pudiera serpositiva frente al dolor que viven las víctimasen esta región: el alivio que sienten lasmujeres al recuperar los restos de sus seresqueridos y darles sepultura. Es el caso de laseñora Carmen María González, quienrecuperó los restos mortales de su hija LizethOrtega González y su yerno, Ciro AntonioVargas Vergel. Con sus propias manos cavó elsitio donde estaban las osamentas en elcorregimiento de La Gabarra. Allí, en unafosa común, habían sido enterrados por unjoven de la región tras rescatar los cadáveresde las aguas a donde habían sido botados.Este hecho violento registra, además, laforma como los actores armados dan untratamiento diferenciado a las mujeresponiéndolas en situación de degradación eindignidad por su género, pues -según se haconocido- la joven, antes de ser asesinada,fue obligada a caminar en ropa interior porlas calles del pueblo, luego de lo cual su cuerpoy el de su esposo fueron arrojados a un río.

Citamos también el caso de Rosalba AscanioAcosta, quien tenía su finca en San Calixto,Norte de Santander, donde asesinaron a suesposo y la obligaron a salir con sus ochohijos. Ella dice que sólo la deja dormir enpaz el hecho de que su esposo ya descansamuy cerca en el Cementerio Central deCúcuta, luego de que la Fiscalia hace unaño recuperó los restos mortales en la fincay la funeraria municipal le regaló un cofremortuorio para sepultarlo.

24 La opinión. Cúcuta. Sábado 11 de Marzo de 2006. Judicial. “Desmantelados cristalizaderos”.

25 Testimonio de una comunidad donde se encuentran desmovilizados en grupos de vigilancia privada.

26Esta situación es lo que más atemoriza a las mujeres de las comunidades, porque pone en peligro la vidade sus seres queridos.

27Vanguardia Liberal. Bucaramanga. Domingo 12 de Marzo de 2006. Judicial. “Vivían de asesinar”.

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En ambos casos y en otros siete similares,la desmovilización les dio valor a losfamiliares de regresar a la zona, para buscarlos restos de sus seres queridos. Antes no lohacían por el temor que despertaba lapresencia de los paramilitares responsablesde los crímenes en la zona.

En la misma zona del Catatumbo, en laprimera semana de Abril, fueron exhumados39 cuerpos encontrados en sólo dos fosas,hecho sucedido a raíz de la condena que elTribunal Superior de Cundinamarca impusoa la Nación, cuando le ordenó pagar$44.000.000.000 de pesos como indemni-zación a los familiares de las víctimas. Anteeste hecho, la Unidad de Derechos Humanosde la Fiscalía General de la Nación, en asociocon el CTI de Bucaramanga, Cúcuta y Bogotá,montó un campamento en La Gabarra parabuscar fosas. Hasta hoy son muy pocos loscadáveres que se han encontrado28.

Fueron miles los muertos que dejaron loscinco años de ocupación y dominio de lasAUC en esta parte del Catatumbo. Solo muypocos han podido ser sepultados dignamentepor sus familias. Las autoridades señalan quelos muertos dejados por los paras son 5.200,pero los habitantes del lugar aseguran quelas víctimas sobrepasan estas cifras.

Esta situación nos permite ver la necesidadde un programa integral de exhumaciones,para que los familiares puedan acceder a lazona, mediante una estrategia que lespermita recuperar el cuerpo, hacer el dueloy ser acompañados por el Estado junto conla CNRR. Así, la ubicación de los cuerposdeja, y la de ser un hecho aislado y casual,dada la magnitud de esta tragedia, quepadecen los sobrevivientes, en su mayoríamujeres.

La comunidad ha contribuido denunciandodelitos cometidos por las AUC. Tal es casode las 68 denuncias sobre homicidio ydesaparición forzada, recientementeinterpuestas por los habitantes de La Gabarra.

Una preocupación surge de los talleresrealizados con las mujeres víctimas: A ellasles cuesta demostrar su condición devíctimas, cuando quieren acceder a lossubsidios que otorgan a las víctimas delconflicto. Tal es el caso de la señora LuzStella García Villamizar, de Cúcuta,documentado en el proceso de Mesa deIncidencia. A pesar de reunir todos losrequisitos exigidos por la Red de Solidaridad(Acción Social) para certificar que es víctimasobreviviente del asesinato de su esposo,por parte de paramilitares, lleva 44 mesesrecibiendo negativas por parte de estainstitución, alegando que no reúne losrequisitos exigidos por la Ley 418 de 1997,sin explicarle donde está la falla. Este essólo uno de los muchos casos que las mujeresmanifiestan en los encuentros con víctimasen Cúcuta y Barrancabermeja. Sin embargo,una ganancia en el proceso que IMP hapropiciado, ocurre cuando las mujeressobrevivientes acuden a las instituciones adenunciar su caso, averiguar por los casosque aún no tienen respuesta y a buscar elacompañamiento del equipo para indagaren los casos particulares.

4.1.6 Las desmovilizaciones desde lamirada de las mujeres.

Como parte del proceso de Mesa Incidencia,IMP indagó sobre la percepción de las líderescomunitarias en diferentes zonas, frente alo que ha sido la desmovilización en estaregión. Encontramos las siguientesapreciaciones:

28 “La Gabarra, Tierra de nadie” Informe. Diario La Opinión. Cúcuta. Martes, 11 de Abril de 2.006

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·La desmovilización no pasó de ser unanoticia más en los medios decomunicación, porque la realidad local yregional es otra.

·Los desmovilizados están delinquiendo.·Se mantiene el miedo y el temor que haninfundido gracias a su accionar a travésde estos años.

·La vigilancia privada en los barrios esliderada por desmovilizados.

·Han aparecido letreros en muchos barrios,frente a los colegios y han llegado acolegios a estos mismos sitios,amenazando a los jóvenes viciosos.

- Imponen una hora de dormir y adviertena los padres de familia que la vida desus hijos está en riesgo si no cumplen lasórdenes impuestas.

·Se mantiene la persecución y amenazascontra los líderes comunitarios, quieneshan sido coaccionados en la contiendaelectoral.

·Se percibe por parte de las comunidadesla discriminación que sufren losdesmovilizados.

4.2 Antioquia

La Mesa de Incidencia Regional de Antioquiay las Mesas Locales en Medellín, Urabá yOriente, han venido realizando durante elúltimo año una incansable y rigurosa laborde interpelación al proceso desmovilizacióny reincorporación de los grupos deAutodefensa (AUC) desde una perspectivade género.Durante este tiempo se ha recaudadovaliosa información a través de laobservación, análisis, e interpretación desus propias realidades y de sus comunidades.

Hemos realizado un ejercicio de miradaholística, oteando en el mismo lasparticularidades de los contextos locales yregional, así como de la historia social,política, militar y cultural que se teje adiario en nuestro departamento.

Para la Mesa Regional de Incidencia, deAntioquia, es una necesidad apremiante laexégesis de este proceso, obviamente sinperder el sentido de nuestra propiaperspectiva de género, que es en últimas laque nos permite filtrar la informaciónrecolectada y dotarla de un sentido propio.En todo caso, dicha interpretación nopretende en ningún momento serdeterminista sino más bien constructivista,buscando aportar con ello a la discusiónactual frente a este fenómeno.

Igualmente, como una manera de ver elmundo desde su propia pluralidad, paranosotras la voz y percepciones de lasvíctimas ha sido una suerte de guía paratratar de comprender realidades que enocasiones pudieran parecernos confusas.

4.2.1 En el nivel departamental

Datos generales29:

. Número de desmovilizaciones enAntioquia: 11

. Bloques desmovilizados en Antioquia:Cacique Nutibara (Medellín), Banane-ros(Turbo), Suroeste(Ciudad Bolívar),Héroes de Granada (San Roque),Noroccidente (Sopetran); Frentes NordesteAntioqueño, Bajo Cauca y Magdalena MedioDel Bloque Central Bolívar (Remedios),

29 Información obtenida gracias a la colaboración del Doctor Pablo Serna, director del programa de reinsercióndel Ministerio del Interior CRO en Antioquia y a la Doctora Silvia Montañez Coordinador del Programa Paz yReconciliación de la Alcaldía de Medellín. Los datos de Urabá no fue posible obtenerlos con fidelidaddebido entre otras cosas a la falta de colaboración por parte de los funcionarios del Centro de Referenciade Turbo, así como al cambio de director en tres ocasiones durante los últimos tres meses.

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Mineros(Taraza), Autodefensas CampesinasDel Magdalena Medio (Puerto Triunfo),Elmer Cárdenas (dos de sus células en elCorregimiento de El Mello Villavicencio delMunicipio de Necoclí y en El kilómetroCuarenta de la Carretera Panamericana enel Municipio de Turbo).

. Número de personas desmovilizadas enAntioquia: 10.183

. Número de mujeres desmovilizadas entoda Antioquia: 197 aproximadamente30

. Bloques de los cuales proceden: BloqueCacique Nutibara, AutodefensasCampesinas del Magdalena Medio, FrentesNordeste Antioqueño, Bajo Cauca yMagdalena Medio Del Bloque CentralBolívar, Sur de Bolívar, sur del Putumayo,Calima, Héroes de Andaguí, Héroes deGranada, La Mojana, Libertadores del Sur,Mineros, Noroccidente, Pacífico Héroesdel Choco, Suroeste, Elmer Cárdenas,Bananeros, entre otros.

4.2.2 Puntos de quiebre

Según informes de diferentes organismos delEstado uno de los principales avances delproceso de desmovilización y reincor-poración en el departamento de Antioquiaha sido la reducción en los índices deviolencia, manifestado primordialmente enla disminución del número de homicidios,masacres y secuestros, situación que se haevidenciado principalmente en la ciudad deMedellín y el Área Metropolitana.

Dicha reducción se evidencia igualmente enel nivel departamental. En Antioquia el

homicidio decreció en un 20.2%, es decirque en el año 2001 hubo en el departamento8.279 asesinatos y en el 2005 la cifra seredujo a 3.004, siendo el grupo de edadentre 15 y 29 años el más afectado.Análogamente la tendencia de la tasa dehomicidios por cien mil habitantes cayó de151.8 en 2001 a 89.3 en 2003 a 52.1 en 2005.

Entre las causas de dicha reducción secuenta con la diezma del conflicto armadoa raíz de las desmovilizaciones masivas y elconsiguiente proceso de reincorporación.No obstante, en municipios como Turbo,Urabá antioqueño, en el mismo período detiempo, entre enero y abril de los años 2004,2005 y 2006, ha sido este último año el quemayor número de muertes violentas hapresentado: 17 casos en total, de los cuales12 fueron con arma de fuego, 4 con armablanca, y una con arma contundente.

De estos casos, “el mayor número dehomicidios (5) se desconoce el contexto enque se presentaron. Cuatro de las muertesfueron por delincuencia organizada. Lasmuertes por violencia interpersonaligualaron a las asociadas a pandillas. Estaúltima, una categoría nueva de análisisincluida en el Observatorio del Delito,teniendo en cuenta la situación especial quese está dando en el municipio”31.

Solo una de estas muertes está asociada aconflicto armado y una a violenciaintrafamiliar, a diferencia de lo ocurrido enel año 2004, cuando en el mismo período sepresentaron 10 casos de homicidio. Es de

30 La cifra no es exacta debido, entre otras cosas a que durante los procesos de desmovilización no se tuvoen cuenta la categoría de género. Sin Embargo sabemos con exactitud que en Medellín hay 13 mujeresdesmovilizadas, 3 del BCN y 10 del B. Héroes de Granada, en Urabá aproximadamente 100 (según informaciónsuministrada por el doctor Víctor Yépes, ex director del CRO en Turbo) y en el resto de Antioquia hay otras64 mujeres desmovilizadas.

31 Municipio de Turbo, Secretaría de Salud y Bienestar social, Secretaría de Gobierno, Secretaría de Transitoy Transporte. Observatorio del Delito– Boletín 01-2006. Fecha de elaboración Abril 28 de 2006.

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notar que dicho informe carece de unaperspectiva de género lo que nos impidehacer un análisis en términos de afectacióndirecta de las mujeres respecto a estaafectación específica.

Por su parte, en el Municipio de Apartadó lacantidad de homicidios se redujo de 15 en2004 y, 15 en 2005, a 9 en 2006, en el mismoperíodo de tiempo; sin embargo, el númerode suicidios paso de 0 en 2004 a 4 en 200632.Mientras que los homicidios de mujeres de2002 hasta 2004 fueron 5 por año, aumentó a11 en 2005. Se desconocen las cifras para locorrido de 2006, aunque por informacionesde la comunidad sabemos que si se hanpresentado homicidios de mujeres, sin queestos datos hayan sido incorporados al últimoinforme. Por otro lado, continúa siendo elarma de fuego la principal arma utilizada enla comisión de este tipo de delito.

Por otro lado, si bien el último informe dela Personería de Medellín destacó unadisminución significativa en delitos queatentan contra la vida y la libertad, comohomicidio y secuestro extorsivo, en algunaszonas de la ciudad, se presentan otrasperturbaciones como el control ilegal deterritorios por parte de algunosdesmovilizados, acciones de castigo,violencia, intimidación, obstaculización yhostigamiento a miembros de juntas deacciones comunal y administradoras locales,aún con el consentimiento de lascomunidades y la aquiescencia de algunosmiembros de la fuerza pública. Por ello,

líderes de las comunas 1, 4, 5, 7 y 9, quienes,entre otras cosas, vienen participando enel programa de Presupuesto participativo yhan formulado sus quejas ante la Personería,la Secretaría de Desarrollo Social de laalcaldía y ante diversas organizacionessociales y de Derechos Humanos. Pero estasituación se repite en otros municipios yregiones del departamento, segúncomentaron las integrantes de la Mesa deIncidencia.

El desplazamiento forzado intra-urbano,entre otras afectaciones a la población civil,se presenta en los diferentes municipiosdel Area Metropolitana a causa de la acciónde bandas de alto impacto tales como: LaTerraza, Trianas, Mondongueros, Banda deHamilton, y nuevas estructuras que se hanvenido reorganizando luego de lasdesmovilizaciones33. De hecho en Medellínse ha detectado no menos de 35 bandas34

con estructura visible, capacidad operativa,de logística y de movilidad y armamento.

Recuérdese que cuando se dio ladesmovilización del BCN las denunciasapuntaban a que quienes realmente sedesmovilizaban eran miembros de bandasdelincuenciales aludiendo a dinámicasendémicas del conflicto en la ciudad. Siguensiendo las mismas bandas quienes continúanejerciendo presión sobre la ciudadanía einduciendo a un desplazamiento intraurbano, que ya no tiene cabida legal en loscánones de la violencia política del conflictoarmado interno.

32 Información tomada de la Alcaldía de Apartadó, Observatorio del delito en Apartadó 2006

33 En Medellín ha habido una reorganización de Bandas delincuenciales, 15 se han detectado con presenciade desmovilizados de diferentes frentes, 8 desmovilizados del Héroes de Granada, 10 del BCN y 20 sujetosse encuentran detenidos por este delito. Se dice que estos desmovilizados buscan ocupar las cabezas deestos grupos para obtener control territorial de influencia de los bloques desmovilizados, los barrios quemayor problemática presentan en cuanto al tema son Aranjuez, Manrique y Boyacá las Brisas. (Teleantioquiafebrero 2, declaraciones de Alonso Salazar, secretario de Gobierno de la Alcaldía)

34 El Mundo. Suplemento ENFOQUE. Viernes 30 de junio de 2006. P. D 2 y D 3.

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En el mismo informe, la Personería deMedellín señala un aumento en el registrode población desplazada en la ciudad.“Entre los años 2000 y 2005, la agencia delministerio público registró un total de92.066 personas desplazadas, en su mayoríaproveniente del Oriente Antioqueño (29%)y de la región de Urabá (11%). En el 2005la Personería registró 11.625 personasdesplazadas, un 31 % más que en 2004cuando se presentaron 8.881 personas”35.En este punto se debe tener en cuenta quesi bien el Oriente Antioqueño es una de lasregiones del departamento más afectadapor las acciones de la guerrilla de las FARCy el ELN, en regiones como Urabá dondesu presencia es menor, el desplazamientocontinúa.

En el caso específico de Urabá, tambiénreceptora de personas en situación dedesplazamiento, especialmente de zonas deCórdoba (Tierra Alta), Chocó y otrosmunicipios de la subregión, y a pesar delproceso, siguen llegando a Apartadó, Turboy Carepa. De hecho “mensualmente estánllegando a estos tres municipios del ejebananero, mínimo seis familias. El rangode tiempo y la manera como la gente saleya no es la misma”36.

En la actualidad en Urabá, aunque no sepresentan, como en el pasado cercano,desplazamientos masivos, a causa de un actobárbaro, masacre o actos de intimidacióndirecta, la gente se sigue desplazando. Sise contrasta con el retorno, nos encontramosque no existen condiciones para el mismoy, los pocos esfuerzos que existen carecende un real acompañamiento por parte delEstado y los campesinos se encuentran con

que sus parcelas hacen parte ya de algúnmacro cultivo o similar.

4.2.3 Afectaciones a las Mujeres

Las circunstancias mencionadasanteriormente afectan de manera directala vida y formas de relacionarse de lasmujeres de nuestro departamento. Sinembargo, existen otras afectaciones de lasmujeres que históricamente perviven, comolo es la violencia intrafamiliar y el manejoy manipulación de su cuerpo de ellas.

Respecto a violencia intrafamiliar, lasdenuncias de las mujeres de la Mesa Regionalde Incidencia de IMP, y de otrasorganizaciones, aseguran que en generalexiste un aumento en la violencia intrafamiliar en el marco del proceso dereincorporación. Sin embargo resulta difícilde medir ya que “... se continúanpresentado subregistros que dificultan elanálisis. La diferencia de los datos es biendiciente: mientras la tasa de violenciaintrafamiliar por 100.000 habitantes en 2005para Antioquia según el instituto de MedicinaLegal fue de 85.6, según el reporte del ICBFfue de 41.6, y para el sistema de vigilanciaepidemiológica de la Dirección Seccionalde Salud de Antioquia la tasa es de 35.7”37.

Otra causa del subregistro puede referirseespecíficamente a lo que puede estarsucediendo en algunos hogares de los y lasdesmovilizados. La falta de denuncia enestos casos tiene que ver con que este tipode delito puede ser causante de pérdida debeneficios para los mismos, hecho queagrava la situación de las mujeres y de losniños y niñas que pertenecen a estas

35 El Mundo Lunes 1ro de Mayo de 2006 Pág. A6

36 Entrevista realizada a Arles Nova. Coordinador de Opción Legal en Urabá

37 Gobernación de Antioquia. Observatorio de Vida Publicación No 3 – mayo de 2006.

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familias. En este aspecto, el mayor númerode denuncias penales para los mismos tienenque ver con inasistencia alimentaria.

También es preocupante el número demenores de edad que perdieron la vida enel departamento durante los últimos dosmeses de este año como consecuencia dela problemática de violencia intrafamiliar ymaltrato al menor. Seis de ellos en Medellín,y dos en Itagüí38.

Además, la inactividad económica y laboralde los desmovilizados, así como lapermanencia por largos períodos de tiempoen sus hogares, cosa que antes no hacíanregularmente, suscita aumento en losíndices de la violencia intra familiar. De unau otra manera, ellos no están acostumbradosa la convivencia cotidiana pacífica y dentrodel respeto, sin necesidad de acudir a laautoridad impositiva; además las mismastensiones que genera su regreso a lacomunidad39, el aumento de los temores delnúcleo frente a su seguridad, como tambiénel temor y la angustia frente a su actualsituación, son algunas de las causas asociadasa este tipo de violencia.

Otras observaciones realizadas en la comuna1 de Medellín (la Comuna Nororiental conlos macro barrios Popular, Santa Cruz yManrique), por la Mesa de Incidencia, nospermiten atestiguar que los desmovilizadoscontinúan resolviendo problemasparticulares de las comunidades en las cualesresiden, mediando, por ejemplo, enconflictos familiares. Estos hombres

continúan siendo, para las mujeres jóvenesde estas comunidades, el modelo de hombrey guerrero que ellas buscan para superarcarencias afectivas y monetarias. Este tipode fenómeno evidencia una construcciónsocial naturalizada. Este tipo de hechos “sepresentan a un tiempo, en su estadoobjetivo, tanto en las cosas (...), como enel mundo social, y en estado incorporado,en los cuerpos y en los hábitos de sus agentes(sociales), que funcionan como sistemas deesquemas de percepciones, tanto depensamiento como de acción”40.

4.2.4 Relaciones de poder

El Gobieo Nacional ha enfocado susesfuerzos en presentar ante la opiniónpública como un gran éxito el proceso dedesmovilización y reincorporación de lasAUC. Según las versiones oficiales, unos30.000 hombres y mujeres han dejado lasarmas y están en fase de reintegración a lasociedad. No obstante al inicio de esteproceso, se establecía una cifra inferior ala mitad de los combatientes desmo-vilizados.

La explicación que tiene el Gobierno (segúnJuan David Ángel, director del ProgramaNacional de Reincorporación a la Vida Civil)para esta multiplicación de los desmovili-zados, es que se han desmovilizadocombatientes, informantes y los miembrosde las redes de apoyo. De hecho, cuandohemos tenido la oportunidad de entrevistara personas que trabajan o se relacionan condichos desmovilizados, estas manifiestan por

38 El Mundo Lunes 1ro de Mayo de 2006. Pág. A6

39 En diferentes municipios del departamento los reinsertados no tiene buena aceptación por parte de lascomunidades, un ejemplo de ello es el caso de los municipios del oriente cercano, que en repetidos casoshan casi expulsado a los reinsertados que allí vivían por causa del rechazo social explicito, según comentabaen entrevista el doctor Pablo Serna director del programa de reinserción del Ministerio del Interior CRO enAntioquia.

40 BOURDIEU, Pierre. La Dominación Masculina. Barcelona, Anagrama, 2000. pagina 21.

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ejemplo, que las mujeres desmovilizadascumplían principalmente funciones de“moscas”, como se les llama en Urabá. Esdecir, tenían funciones como observadoras,en logística financiera, médicas, prestadorasde primeros auxilios, entre otras, y que portanto el mayor número de las mismas noeran combatientes41. Sin embargo, pese aeste tipo de afirmaciones las cuentasdifícilmente cuadran. Alias ‘Don Berna’ hasido cuestionado por supuestosreclutamientos previos a los desarmes desus bloques: Tolová, Granada y Nutibara. Aúnhoy persisten denuncias de la comunidad(por ejemplo en la comuna 8 en barrios comoCaicedo y la Sierra, entre otros), sobre elhecho de que el reclutamiento se realizópara la desmovilización.

Lo mismo ocurre con el Bloque Mineros,desmovilizado el 20 de enero de 2006 conun componente de 2.790 combatientes. Sinembargo, para el año 200442 las informacionesde inteligencia del ejército hablaban de queeste mismo grupo tenía entre sus filas a sólo500 miembros. Por este hecho concreto elperiódico El Tiempo del 4 de febrero de 2006aseguró que este incremento en el númerode desmovilizados significaría que falló lainteligencia o que los grupos paramilitareshan seguido creciendo durante el procesode paz, o que por el contrario un importanteporcentaje de estos desmovilizados sólo sehan adherido a estas estructuras para recibirlos beneficios que ofrece el gobierno a losmismos.

En el departamento de Antioquia la tareade lograr la plena reinserción se dificultapor diversos motivos ya que se calcula que

este departamento tendrá que acoger a lamitad de todos los desmovilizados de lasAUC, como se afirma en la cartilla sobrereinserción, de “Antioquia se Toma laPalabra”, tema No 7, para el debate demarzo de 2006. Allí se expresa que entrenoviembre de 2003 y marzo de 2006, sehan realizado 32 desmovilizacionescolectivas al nivel nacional por medio delas cuales 23.659 hombres y mujeres haningresado a los programas de reinserción, yque (10.183), es decir el 40% sobre el totalse hallan en Antioquia. Se espera que cuandotodos los bloques de las AUC se hayandesmovilizados el 50% se concentrarán eneste departamento.

Este hecho significa, evidentemente, ungran reto para las administracionesmunicipales y el departamental, debido,entre otras cosas, a que como lo hanmanifestado diferentes fuentes, esteproceso no ha sido producto de un acuerdoincluyente y multidireccional, tendiente acrear y recrear significados establecidospara modificarlos por medio de un procesointerpretativo y simbólico.

Por el contrario, se ha dejado de lado, nosólo a las mismas administraciones,instituciones públicas, a la comunidad engeneral, a las víctimas, sino también a losmismos integrantes rasos de estos gruposarmados, lo que obviamente ha dificultadoel éxito del proceso como tal, al no habersedado un proceso tendiente a subvertir suspropias interpretaciones y significados.

Por otro lado, se encuentran las comunidadesreceptoras que, en un importante número

41Este hecho es de resaltar, dado que a diferencia de los grupos guerrilleros las mujeres en los bloquesde las AUC tienen, pocas posibilidades de ascender dentro de la estructura militar

42El tiempo, sábado 4 de febrero de 2006. Y en http://colombia.indymedia.org/news/2006/06/45050.php Centro de Medios Independientes

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de casos, han tenido que convivir con y sinsu consentimiento con los “ex integrantes”de estos grupos armados que actuaban cercao entre ellas, situación que se dificultateniendo en cuenta la cercanía en términosde relaciones interpersonales que se creanen este marco.

Ahora que, si bien para las mujeres de laMesa de Incidencia en Antioquia el desarmede semejante número de hombres y mujereses considerado como un importante pasopara el logro de la paz en Colombia, éstassostienen que este hecho no basta, ni agotalas posibilidades de una paz sostenible yduradera. De hecho, denuncias hechas porla misma comunidad aseguran que estoschicos y chicas, pese a que en su mayoríamanifiestan conformidad por no estar en elcampo de batalla combatiendo, seencuentran de manera casi imperceptible ala espera de las órdenes de los superiorespara retomar las armas en caso de que elproceso llegase a fracasar. Incluso vale lapregunta sobre su futuro, una vez que cesenbeneficios tales como el subsidioeconómico.

Al respecto, son los hechos ocurridos en latercera semana de junio de este año en lacual se realizó en Copacabana (Antioquia)un encuentro entre el Comisionado de Pazy 38 jefes de las Autodefensas, encuentropropiciado por las críticas de estos últimosrespecto al fallo de la Corte Constitucionalsobre la Ley de Justicia y Paz. Esta es unamuestra de que estos grupos están encapacidad de reconstituirse como estructuramilitar en cualquier momento.

Algo similar había ocurrido ya en junio de2005, cuando un fiscal de Montería (Córdo-ba) emitió orden de captura contra Diego

Fernando Murillo Bejarano, alias “Don Berna”o “Adolfo Paz”, miembro del Estado MayorNegociador de las AUC, que desencadenóen la ciudad de Medellín un gran paro deltrasporte público, por las intimidaciones degrupos armados cercanos a “Don Berna” –esimportante anotar que para esa época aúnno se había desmovilizado el Bloque Héroesde Granada-.

Además, es evidente que las estructuras depoder de esta organización no se agotaroncon la desmovilización. De hecho, lascadenas de mando continúan intactas. Inclusonos atrevemos a afirmar que los mismos seencuentran en una suerte de acuarte-lamiento.

Otro hecho significativo, respecto a estetema, lo representa lo ocurrido durante losdos últimos meses en la Universidad deAntioquia, por lo cual “el Consejo SuperiorUniversitario [ha expresado] su granpreocupación por las amenazas de las que,por medio de escritos anónimos que hancirculado en las últimas dos semanas, hansido objeto diferentes miembros de lacomunidad universitaria”43. La aparición deamenazas por parte de un grupoautodenominado Autodefensas de laUniversidad de Antioquia, a profesores,estudiantes, trabajadores y jubilados,desembocó en el cierre de la universidadla primera semana de junio y la muerte delprofesor Gustavo Loaiza de Chalarca, de laFacultad Matemáticas y Ciencias Exactas, elpasado 24 de junio (ocurrido a las afuerasde la misma Universidad).

Por todo lo anterior, diferentes sectores dela sociedad civil han asegurado convehemencia que dicho proceso ha sugeridouna reorganización para continuar

43 Pronunciamientos del Consejo Superior Universitario. Comunicado 019 del 24 de mayo de 2006

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delinquiendo, ya que estos actores ahoradesmovilizados siguen teniendo una claraincidencia desde lo político y un control socialreal a partir de la intimidación, aunque no através de las armas como anteriormente lohacían, o por lo menos no en todos los casos.

Sin embargo, es claro que la desmovilizaciónafecta la vida de la región. Es previsible quelos desmovilizados se concentren en unaszonas productivas, como parte de laconsolidación económica de ciertas regiones,retransformándose en una cuadrilla deempleados de la seguridad, legalizada enalgunos casos y no legalizada en otras. Asítambién se transforman en una fuerza políticalegalizada, como ocurrió con la creación dela Corporación Democracia y la CorporaciónUnidos por la Paz, que operan en Medellíncomo un frente político, lo mismo que enotras regiones del departamento.

Un ejemplo de consolidación económica esel barrio Colinas de Enciso, ComunaNororiental de Medellín, en el que eltransporte público es vigilado por algunosdesmovilizados de las AUC, con el fin deque los habitantes del sector sólo hagan usode buses y colectivos que pertenecen a estaorganización, impidiendo a los pasajeroshacer uso de otros colectivos y taxis endeterminadas horas del día, segúnafirmaciones de los habitantes del barrio.“Tu vas a un barrio y te encuentras con quenada ha cambiado en el barrio, los peladossalen a la esquina, y exactamente los mismosque antes estaban con el fierro largo, ahora

están con el fierro pequeño debajo, peroson los que están echando el ojo a ver quehaces”44. Comentarios como el anterior serepiten a diario en los diferentes municipiosdel departamento.

Podemos entonces afirmar que ladesmovilización y la reincorporación a la vidacivil, no ha significado en términos reales unevento grandioso para la sociedad antioqueñaen general. Si bien, delitos graves tales comolos homicidios y las masacres disminuyeron yse respira un ambiente más tranquilo, aún esimposible hablar de un proceso dereincorporación a la civilidad, entendidacomo la aceptación y práctica de las reglasde la civilidad, del respeto a los derechos ylas normas de la convivencia ciudadana quetienen y pueden asumir quienes dejan las armaspara lograr este propósito45.

El camino por recorrer en términos dereincorporación es basto y el empeño delGobierno Nacional todavía es precario. Sibien existen unos beneficios relacionadoscon educación, proyectos productivos ysubsidios económicos, entre otros, estos soninsuficientes. Un ejemplo es el CRO delmunicipio de Turbo, que acoge a todos losreinsertados de Urabá. A la fecha sólo estávinculada una psicóloga encargada de todala parte de atención psicosocial y apenashasta ahora se está tramitando dichoacompañamiento a través de un operadorlocal46. Algo semejante ocurre en el restode Antioquia donde los procesos deresiliencia47 de los reincorporados han

44 Comentario de una mujer de Urabá

45 Cartilla Reinserción, de Antioquia se Toma la Palabra, 7 tema para el debate de Marzo de 2006.

46 El caso de la ciudad de Medellín en es una excepción a nivel nacional, ya que el paz y reconciliación cuentacon por lo menos 87 personas de planta para atender a esta población, a sus núcleos familiares y a lacomunidad.

47 Entendida como la capacidad de una persona o grupo para seguir proyectándose en el futuro a pesar deacontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida difíciles y de traumas a veces graves.http://www.psicologia-positiva.com/resiliencia.html

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avanzado un poco más, gracias alacompañamiento psicosocial del SAME, quese queda corto frente a la magnitud de unproceso de reincorporación a la civilidad.

Tampoco los mismos proyectos productivoshan comenzado a funcionar y los macrocultivos como el de palma africana tienenun tiempo muy amplio entre la siembra y elperíodo de producción. En el corregimientode Nueva Colonia, municipio de Turbo, porejemplo, ya se comenzaron a dictar lascapacitaciones del proyecto de apicultura,tanto a desmovilizados como a personas dela comunidad, pero faltan los recursos delGobierno Nacional para implementar loscriaderos, pese a que hace ya un año ymedio que se dio la primera desmovi-lización en Urabá (25 de noviembre de2004). Por lo demás, estos proyectos debenllenar las necesidades y expectativasespecíficas de esta población.

4.2.5 Estructuras simbólicas

Un proceso de Reincorporación a la VidaCivil, debe ir más allá de los intereses delos desmovilizados o de sus altos mandos.Por el contrario, para lograr una realreconciliación y una paz duradera y soste-nible se requiere de la presencia de la socie-dad civil y de la comunidad internacionalque además de verificar pueda apoyar elproceso técnica y financieramente. Demanera explícita, un requisito fundamentales la participación de las víctimas para lograrcon ello un inter-accionismo simbólico -entendida esta como una teoría psicológicay social, que trata de representar ycomprender el proceso de creación yasignación de significados al mundo de larealidad vivida-.

En algunos casos, muchas de las víctimasestán de acuerdo con el proceso como tal,

puesto que ven en él un avance para la conse-cución de la paz -o por lo menos en el nivelde discusión de los altos circuitos acadé-micos-. No obstante, la disconformidadradica esencialmente en los grandes esfuer-zos que desde el Gobierno Nacional y losgobiernos locales se hacen respecto a losreincorporados, no por el esfuerzo en sí mis-mo, sino por la desatención respectiva quese da a las víctimas y sus problemáticasespecíficas.

En diferentes ocasiones, hemos preguntadoa las víctimas cuánto de verdad, cuánto dejusticia y cuánto de reparación están ellasdispuestas a aceptar de este proceso, y noshemos encontrado con que, si bien laverdad, como política que ayuda al temade la gobernabilidad del estado, la justicia,como estructura de la misma función delestado, y la reparación, como lo personalpara ellas dentro del proceso, es esta últimala de mayor interés para las mismas, no sólodesde el punto de vista económico sinodesde aspectos tales como formas de vida,culturas, entre otras, es decir reparaciónintegral.

La verdad sigue siendo para las víctimas uninstrumento que puede ser utilizado encontra de ellas, y a favor de otros, a su vezque la justicia es percibida más que comoprocesar, juzgar y condenar, comoreconocimiento de los hechos cometidos,sanción pública y social entrelazada conreparación para todas las víctimas enfeedback con procesos de reconciliaciónincluyentes.

Por tal motivo, las expectativas de lasvíctimas frente a la CNRR son grandes. Elproblema con la misma radica en eldesconocimiento de los mecanismos defuncionamiento. En el mismo parangón, seencuentran las Comisiones Regionales de

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Bienes, las cuales han suscitado grandesexpectativas, particularmente en lapoblación víctima del desplazamiento. Dehecho, en regiones como Urabá, diferentesorganizaciones que les agrupan ya hancomenzado a adelantar procesos de alianzaentre las mismas, con el fin de tornarse enuna fuerza política que vele por los interesesde las víctimas frente a estas comisiones.Según lo afirmó Heliodoro Julio, presidenteAsocodea, “las víctimas tienen muchasexpectativas respecto a la comisión conaquello de gestionar la reparación”.

No obstante lo anterior, es importante anotarque todas las víctimas son diferentes, y portanto esperan del proceso resultadosdisímiles en cuanto a sus derechos a laVerdad, a la Justicia y a la Reparación. Peroson de resaltar los esfuerzos subregionalesque están haciendo para organizarse, comoes el caso del Movimiento de Víctimas delOriente Antioqueño, representativo entérminos de su consolidación yretransformación identitaria paraconvertirse en agentes sociales y actoraspolíticas. Aún falta mucho apoyo ycompromiso de diferentes instituciones delsector público, privado y social, así comouna mayor diferenciación y análisis de lasproblemáticas y demandas de las víctimas.

Conclusiones

1 La disminución geométrica demuertes violentas en eldepartamento hacen parecer ante laopinión pública el proceso como unéxito. No obstante, es necesariotener en cuenta otras variables queafectan de manera directa a lascomunidades y especialmente a lasmujeres, tales como el aumento enlos índices de violencia intrafamiliar.En el caso de las mujeres, hay que

profundizar en las repecursiones yafectaciones en las diferentessubregiones, para evitar sudesconocimiento tanto por lasautoridades como por los actores delproceso como tal.

2 La celeridad de los procesos dedesmovilización de las AUC hanimpedido, de alguna manera, unamayor preparación por parte delGobierno Nacional y autoridadeslocales para enfrentar lasconsecuencias sociales, económicasy culturales del mismo, situación quees necesario revertir de manerainmediata.

3 El proceso ha permitido lareorganización del esquema de poderde los grupos desmovilizados y de sucapital humano, lo cual se traduceen afectaciones al colectivo y a lascomunidades receptoras. El esquemasocial de los mismos continúan desdela legalidad con estructuras simbólicassemejantes de relaciones de poderque se tenían desde la ilegalidad. Esdecir, que su actuar y su mentalidad,entendidas como subjetividades,mantienen intactas sus relaciones deautoridad dado que estas permaneceny son persistentes. Y es precisamenteesta dinámica lo que de algunamanera ha impedido eldesbordamiento del proceso.

4 Se ha dado una instrumentalizaciónerrónea al proceso, debido a sucarácter excluyente, de manera muyexplícita en referencia a lasvíctimas, especialmente en términosde reparación y garantía de no-repetición. Existe desorientación ydesconocimiento de lo que este

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proceso les depara, creandoexpectativas poco acordes con larealidad.

4.3 Caribe

Los análisis que la Mesa Regional deIncidencia por el Derecho a la VerdadJusticia y Reparación ha realizado a lo largode este año en torno a las negociacionesdel gobierno con las Autodefensas Unidasde Colombia (AUC) y al proceso dedesmovilización de sus combatientes, hanestado siempre determinados por lascondiciones del entorno, y esto se refiereno sólo a la realidad político social en queestamos inmersas, sino a las limitaciones yfavorabilidades que encontramos a cadapaso en nuestra labor.

La situación social, política y económicade la región Caribe, es válido recordarlo,viene en una caída sostenida en las últimasdécadas. Los índices de pobreza y miseriaaumentaron, la brecha de la desigualdadse amplió y las instituciones públicas hanretrocedido en legitimidad y eficacia pararesolver los problemas más apremiantesde la población. Si bien todo esto es elresultado de la confluencia de diversosfactores, no hay duda que la dinámica delconflicto social y político, así como laconfrontación armada que se escenificaen su territorio, han sido determinantespara esa pérdida de seguridad, degarantías, de calidad de vida y dedeterioro de la situación de los DerechosHumanos.

En este informe regional presentamos unadescripción de los principales impactos delproceso de reinserción de gruposparamilitares, resultado de la Mesa Regionalde Incidencia, en materia de documentaciónde casos y asistencia psicosocial, relación

con autoridades regionales, posición frentea los derechos de las mujeres víctimas yrecomendaciones finales.

4.3.1. Impactos del proceso dedesmovilización

Los últimos datos consolidados sobre actorescausantes de desplazamiento forzado enColombia son los de la Conferencia EpiscopalColombiana, los cuales indican que en laregión Caribe, entre 1998 y 2004, fueronlos grupos paramilitares en un 31.8%,seguidos por la guerrilla, en un 19.8% y porotros actores armados, un 47.4%.

Dada la ausencia de una clara y eficientepolítica de reinserción y la carencia derecursos para atender adecuadamente elproblema, vemos que la aparición ycirculación de la población desmovilizadaha generado un fuerte impacto negativosobre la región, impacto que se evidenciaen las siguientes problemáticas:

Aumento de la delincuencia y la inseguridad,expresada en atracos perpetrados porbandas organizadas, asesinatos, amenazas,asaltos a residencias y negocios, extorsión,etc.

Aparición de nuevas y violentas formas decontrol social, que ahora vemos asociadasa la financiación y/o “legalización” dedineros de los grupos armados ilegales, comoson los préstamos diarios, el control demodos de vestir y costumbres sociales, laformación de grupos de vigilancia privada,y el mototaxismo, que ha disparado tambiénla comisión de delitos y ha agravado el caosurbano.

Se trata de una preocupante afectaciónsobre las mujeres, especialmente lasjóvenes, con embarazos no deseados,

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violencia sexual, abortos, asesinatos yprostitución forzada.

Negligencia en el manejo del tema por partede las autoridades regionales y locales, queamparándose en un supuesto “descono-cimiento”, eluden la responsabilidad deejercer un efectivo control y atención dela población desmovilizada y de su procesode reinserción.

Aumento de una economía perversa,subterránea, que desvirtúa todo indicadory alimenta la violencia social al basarse enactividades ilícitas.

Clima de miedo y zozobra en la ciudadaníay finalmente, como resultado de todo loanterior.

4.3.2. Retroceso en los procesos deorganización social.

* Inserción en espacios sociales. Por otraparte, y con la intención de subrayar unade las situaciones anteriores, este informetambién llama la atención sobre la incursiónde los excombatientes de los gruposparamilitares en los liderazgos sociales,aspecto que es necesario señalar, ya queesta incursión (o “inserción”), si bien seviene dando desde antes de lasdesmovilizaciones, se ha acentuado en losúltimos meses bajo la forma de líderes quese involucran formal o informalmente en lasjuntas de acción comunal, en los frentes deseguridad ciudadana, en las organizacionesno gubernamentales (ONG`s) de despla-zados, de jóvenes, de asociaciones depor-tivas y de desarrollo productivo, así comoen otros espacios de participación social,tanto en áreas rurales como urbanas. Lopreocupante es que en muchos casos esainserción puede tener el propósito deidentificar a otros sectores de la comunidad

como opositores, con las consecuencias quetodos y todas conocemos.

Surgen las preguntas: ¿Qué pasa con lasvíctimas de delitos de los desmovilizados?¿Qué carácter tienen? ¿Siguen siendoconsideradas víctimas del conflicto armadointerno? Si no lo son, entonces ¿cuáles sonsus derechos?

4.3.3 Resultados de la Mesa Regionalde Incidencia

* Evaluación de la condición psicosocial delas mujeres víctimas de la violenciasociopolítica en la región.

El perfil de las víctimas que participaronen las diferentes actividades de atenciónpsicosocial por parte de la Mesa Regionalde Incidencia, corresponde a mujeres quefueron testigos de la muerte de algúnfamiliar, en su mayoría de esposos, padres,hermanos e hijos/as, a manos de los gruposarmados del Estado o al margen de la ley;otras fueron amenazadas y sufrieronpersecución; también hay sobrevivientes demasacres, familiares de desaparecidos/as y,como consecuencia, en su gran mayoríapasaron a ser víctimas del desplazamientoforzado que las obliga a salir desde zonasrurales (donde contaban con las condicionesde vida estables) hacia las principalesciudades y municipios de la región, llegandoa los barrios de invasión en condiciones deextrema pobreza.

Durante esta fase, no se pudo determinarentre estas mujeres algún tipo de violenciasexual, aunque se comentaron hechos en losque otras mujeres fueron violadas y enalgunos casos asesinadas, por lo que puedesuponerse que todavía les dan mayorimportancia a las masacres, a los asesinatos,a las desapariciones y a las amenazas de

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que fueron objeto sus seres queridos,anteponiendo eso a las violaciones que ellasmismas sufrieron; además de que lavergüenza y el temor a ser estigmatizadascomo provocadoras limitan el quereconozcan estos hechos como violatoriosde sus derechos sexuales. Sin embargo, sífue denunciado el control social en algunaszonas y la vinculación de mujeres a laboresdomésticas o para fines sexuales al serviciode estos grupos.

Las edades de estas mujeres oscilan entre los18 y los 60 años de edad y en muchas de loscasos sufrieron cambio en sus roles, pasandode ser amas de casa dedicadas a las laboresdel campo a mujeres cabezas de familia yresponsables del sostenimiento de hijos/as yfamiliares, trabajando extensas jornadas enla venta informal y labores domésticas en casaso en establecimientos, con muy bajaremuneración, insuficiente para satisfacer susnecesidades. En muchos casos las familias sedesarticularon y algunos miembros tomaroncomo rumbo otras ciudades.

Como sobrevivientes que han estado expuestasa este tipo de violencia, las mujeresexperimentan un gran dolor frente al recuerdo,como si el hecho fuera reciente; con lasensación de no haber recuperado latranquilidad a pesar del tiempo. También vivenla desesperanza ante el presente y futuro desus vidas y la de sus familias debido al impactocausado por la pérdida de sus seres queridos,la impotencia por las dificultades y sufrimientosque les toca vivir y por la falta de justiciapercibida durante las desmovilizaciones de lasAUC. Al respecto ellas señalan que ven mayoresgarantías para los victimarios que para lasvíctimas, restringiendo las necesidades dereparación para ellas.

La mayoría de ellas terminan buscandorespuestas mágico-religiosas, por lo que se

observa un bloqueo y una desorientaciónfrente a la situación. Se sienten culpablespor haber hecho o dejado de hacer algo yestar en vida en vez de sus familiares.Sienten miedo frecuentemente y desconfíande personas y situaciones nuevas,presentándose en algunos casos temores depersecución, los cuales son más agudos paralos casos de mujeres que han sidoamenazadas.

Presentan algunas alteraciones fisiológicasy se sienten más propensas a padecercefaleas, cansancio físico y mental; sufrentrastornos del sueño e hipersensibilidad aruidos y estímulos estresores. Es frecuenteel llanto y presentan temblores y sudoraciónante el relato o algo que recuerde loshechos. Algunas tienen baja autoestima ypoca tolerancia a la frustración. Seidentifica un aumento en los conflictosfamiliares y problemas de pareja, dadas lascondiciones de hacinamiento, desempleo yabuso de alcohol y droga que se suman, todolo cual surge como consecuencia de sudesplazamiento.

Esto se refleja en el deterioro de la calidadde vida y en especial de su salud mental yla de sus familias, ya que las “experienciastraumáticas constituyen una amenaza parasu integridad” (C. Beristain) pero estas nohan sido elaboradas aún, presentándose enellas duelos inconclusos o congelados quereavivan con frecuencia los mismossentimientos y pensamientos y limitan lasposibilidades para su recuperación yreadaptación, restringiendo el desarrollo denuevos proyectos de vida. Por lo tanto, suscondiciones están asociadas a algunostrastornos del estado del ánimo, como eltrastorno distímico, aunque en algunos pocoscasos se presenta el Episodio DepresivoMayor (EDM). También se identificantrastornos de ansiedad, específicamente

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relacionado con el estrés postraumático yel estrés agudo, sin que en la mayoría delos casos hayan recibido algún tipo deatención profesional y especializada.

A pesar de que la condición de estasmujeres es crítica, también cuentan conalgunos factores protectores que minimizanel impacto emocional y les permite unasobre vivencia, en un estado de aparentetranquilidad en el que la estabilidad tienemejores posibilidades de alcanzarse deacuerdo a las redes de apoyo familiares,comunitarias e institucionales con quecuenten. En ese sentido, la Mesa deIncidencia de la Región Caribe promueveactividades psicosociales de integraciónentre estas mujeres, actos simbólicos parala recuperación de la Memoria Histórica,atención psicológica individual y familiary otras actividades para elempoderamiento como foros temáticos yarticulación a actividades organizativas demujeres como la Red de Mujeres del Caribeen la que participan actualmente de algunasde ellas y con la que se quiere dar unaresignificación a sus afectaciones,brindando posibilidades de que de víctimaspasen a ser actoras políticas, de maneraque sean ellas quienes desde su condiciónde mujeres participen en la exigibilidadde sus derechos.

En conclusión, es necesario visibilizar estetipo de afectación en las víctimas,especialmente en las mujeres, sobretodoporque es frecuente que al hablar de laspérdidas sufridas por la violenciasociopolítica en Colombia, se haga mayorénfasis en determinar los costos materialesde los familiares muertos y desaparecidos,así como de las propiedades (inmuebles,tierras, ganado etc.), mientras se descuidael valor moral y simbólico que posee “ladignidad personal, el sentido de la vida, el

equilibrio emocional, la identidad e historiapersonal y cultural” (Castaño, Bertha; 1994).

Por lo anterior, se hace necesario ampliar suconcepto además de dar luces a la CNRR sobrelas condiciones que también deben repararse,ya que más que dinero, para que se alcanceuna reconciliación las mujeres víctimas piden“saber qué pasó con los cuerpos… por qué losmataron… por qué tenían que pagar ellos porlos problemas de otras personas… para poderdescansar ellas” (expresiones textuales). Esdecir, que frente a esta afectación se requieregarantizarles como mínimo la verdad de loque pasó con sus muertos y generar políticas,no sólo servicios que atiendan su recuperaciónpsicosocial, que restituyan los derechos demanera integral, lo cual está lejos de lo quese ha alcanzado hasta ahora con elcumplimiento de la Ley de Justicia y Paz,identificada desde la región como una ley parala impunidad.

4.3.4. Relación con autoridades

En el curso del trabajo, la Mesa Regional deIncidencia de la Región Caribe, ha sostenidoconversaciones en diversas oportunidades -entrevistas o encuentros- con autoridadesmunicipales, distritales y departamentales enrelación al tema de la población desmovilizadaque está llegando a esta sección del país.

En el caso concreto de Barranquilla, seacudió a la Secretaría del Interior y deGobierno para conocer la situación,encontrando que existe muchaimprovisación, tanto distrital comodepartamental, y falta de dominio del tema.Pese a esto (o precisamente debido a esto)se les propuso conformar una mesa detrabajo interinstitucional que permitieraevaluar y hacer seguimiento al proceso dedesmovilización, propuesta que fue acogidaen principio pero sin operacionalizar

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distinción entre las acciones de exigibilidadde los derechos que asisten a las víctimasdel conflicto armado, y la posiblenegociación de tales derechos, que, talcomo lo prevén los estándaresinternacionales aplicables a Colombia, serefieren fundamentalmente a la Verdad, laJusticia y la Reparación. No es nada pacíficala discusión cuando se habla de estosderechos y se aspira a la no-repetición delos hechos, en particular cuando las víctimasestán en circunstancias adversas.

Las voces que proclaman el olvido paralograr la reconciliación están equivocadas;pueden tener argumentos ideológicos opolíticos, pero no morales, ya que no sepuede decidir sobre aquello a lo que no setiene derecho sin el consentimiento yparticipación de su titular. El dolor de lasvíctimas, el olvido y la memoria constituyenderechos inalienables y solo a ellascorresponde administrarlos. Es inconcebiblehablar de qué tanto las mujeres estándispuestas a negociar en el tema de Verdad,Justicia y Reparación, cuando esto es underecho de las víctimas, por lo que y sonellas las que deciden qué tanta verdadquieren escuchar y qué tanto quieren quese les repare para lograr unos mínimos dereconciliación, dejando claro que nunca,nunca, van a olvidar. No existen fórmulasmágicas para superar la humillación, lapersecución y la degradación del serhumano. Toda sociedad que pretendaalcanzar una verdadera reconciliación debeentenderlo así.

Dado que el dolor por la pérdida de un serquerido es insuperable, es necesario decidirsobre la responsabilidad penal de quienesquebrantaron gravemente los límites de todanorma. De lo contrario se estaríacontribuyendo a que estas conductas nocorregidas ni sancionadas queden en la

debido, por una parte, a la crisis políticaque afectó a la administración Distrital, conlos consecuentes cambios en las posicionesde responsabilidad del gabinete, y por otraa la coyuntura electoral, ya que las ONG‘s ylos sectores sociales que harían parte deesta mesa querían evitar la utilización deese espacio con fines politiqueros.

Para el caso de Córdoba, se realizó undiagnóstico de las instancias y organismosexistentes en el departamento para la atencióndel problema, encontrando que la intervenciónestatal e internacional se encuentra focalizadaen la atención a la población en situación dedesplazamiento. Entidades como Acción Socialcuentan con mecanismos de coordinación yoperación interinstitucional como los ComitésMunicipales y Departamentales de Atención aPoblación Desplazada, Mesas Temáticas deTrabajo Departamental como las de AsistenciaHumanitaria, Estabilización Socio Económica,Prevención y Protección, y de Fortalecimientode Organizaciones de Población Desplazada.Así mismo, se trabaja en la atenciónhumanitaria directa, Programa Batuta,retornos, reubicaciones, vivienda,infraestructura escolar, gestión comunitaria,victimas de la violencia y Familias en Acción,entre otros.

Por su parte, la alcaldía de Montería seremite a las acciones destinadas a atenderla problemática del desplazamientocontempladas en el Plan de DesarrolloMunicipal entre ellas el Plan de Retorno,pero no ofrece mayor información sobre losmecanismos de atención y seguimiento alas personas desmovilizadas.

4.3.5 El derecho de las víctimas a laverdad, la justicia y la reparación noes negociable.

Frente a este tema es necesario hacer una

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impunidad, aunque revestida de aparentelegalidad, como se ha pretendido con la Leyde Justicia y Paz, y esto sólo traería másodio, sed de venganza y la no-superaciónde la violencia.

El derecho a la verdad permite a la sociedadtener acceso a información esencial paradesarrollar un sistema democrático y a lavez facilita una forma eficaz de reparacióna las víctimas y a sus familiares. Debido aque hablar de los traumas ayuda a lasvíctimas, se hace necesario impedir que porvergüenza, miedo o desconfianza callenaquello que casi las destruyó. Esto nocontribuye a que se resuelva su condición,pero no podemos aceptar que losperpetradores de gravísimos crímenesqueden impunes para volver a iniciar unnuevo accionar que supone pérdida envidas, materiales y destrucción de valoresbásicos de la democracia.

Está demostrado históricamente que cuandolos violadores de los Derechos Humanosestán relacionados con el poder político,económico, y militar, se induce una especiede sentimiento nacionalista alrededor de lajusticia, lo cual les permite crearse unblindaje que obviamente los ampara,evitando que se les investigue yperpetuando obviamente, la impunidad. Deallí que haya casos en los que no se puedehacer uso de las normas del derechointerno, pues estas están hechas “a lamedida” para impedir la Verdad y la Justicia,contribuyendo a crear un clima de miedo ydesconfianza frente al sistema.

Entonces aparecen en escenario las grandesbatallas de los juristas defensores deDerechos Humanos, que intentan tumbar lasleyes que conducen a la impunidadramplona; aparecen los pronunciamientos dela comunidad internacional en materia de

respeto a las normas o estándaresinternacionales de derecho y las honorablescortes tratan de ser justas con las víctimas,todo ello sin la participación real y lavisibilizaciòn de las víctimas sobrevivientes,que son manipuladas y utilizadaspolíticamente en aras de la reconciliación.

La situación de las víctimas es devulnerabilidad y temor; son personas llenasde rabia, casi siempre solas y desamparadas,y que no entienden cómo se puede lograr lapaz sobre miles de cadáveres ydesaparecidos. Por eso es importante unproceso donde las víctimas seanprotagonistas de sus luchas, que sean ellaslas protagonistas de su historia, como hemosvisto en otros países del continente. Todoesto con ocasión del pronunciamiento de laCorte Constitucional frente a la Ley deJusticia y Paz, que protege los derechos delas víctimas y de la sociedad en general y elcual señaló un camino con menos obstáculoshacia la reconciliación. Sin embargo, dejaun sabor agridulce la anhelada participaciónde las víctimas en todas las etapas delproceso: se ampliaron los procesos para ladocumentación de casos, sin que por ellose garantice que éstas puedan ejercer esederecho, ya que carecen de las condicionesmateriales que efectivamente lo permitan.Esto sin mencionar que viven sitiadas porel miedo, especialmente las mujeres, queno están dispuestas a perder a ningún otromiembro de su familia y que están rodeadas,tanto en el campo como en la ciudad, deese grave flagelo que son las AUC, fuerzasaparentemente desmovilizadas pero conmayor control social, político y económicoque nunca.

Es así como en nuestra opinión, el acceso outilización de estas disposiciones por partede las víctimas sobrevivientes exige unaserie de condiciones tales como:

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1 Un mínimo nivel de empoderamientoque les permita intervenir comosujetas de derecho y actoras delproceso.

2 Una organización que las respaldeante las autoridades y posiblescontrapartes.

3 Un abogado o abogada que brinde suasesoría permanente.

4 Recursos económicos para llevar acabo los trámites y recolección dedocumentos.

5 Recursos económicos y/o logísticosque le faciliten a la (s) víctima (s) enun momento dado trasladarse con sufamilia (si la hay) a un sitio seguro.

Esto, repetimos, en cuanto a la exigibilidadde los derechos, la cual reconocemos esindispensable para avanzar en los procesosde Verdad, Justicia y Reparación. Noobstante, estos derechos son innegociables,en tanto existen unos estándaresdesarrolladas por el derecho internacionaly por que como señala una mujer victima:“El perdón es a título personal de cada unade las víctimas sobrevivientes, que va adepender de la relación de afectividad,grados de relación de consaguinidad, dañospsicológicos, económicos, sociales,colectivos. También es posible cuando losbárbaros genocidas muestran suarrepentimiento y tienen gestos de reparary contar la verdad; no se pueden dejar losfallos jurídicos a la interpretación de losresponsables, las víctimas deciden siperdonan, el olvido es imposible, el dolorestá dentro de ellas para siempre, todos losdías y para siempre. La lucha que lasvictimas hacemos es sin odio, sin revancha,buscamos caminos, buscamos paz, buscamos

verdad, buscamos justicia, no podemoshablar de reconciliarnos porque no hemoshecho nada, no hemos ofendido a nadie.”

4.3.6 Documentación de casos en estaRegión

En el proceso adelantado desde la Mesa deIncidencia desde enero de 2005 a abril del2006 se realizó acompañamiento a 147 casos.Entre estos casos, se evidencian ciertosaspectos de la vida de las mujeres quemerecen ser resaltados:

La mayor cantidad de mujeres quedocumentaron su caso –el 44.66%, 67 mujeres-están entre los 22 y 35 años de edad, el 36 %-54 mujeres- entre 36 y 45 años, el 17.33% -26 mujeres- entre 46 y 64 años, solo tresmujeres de las atendidas no permitieron quese identificara su edad -2%-.

En cuanto a los niveles de escolaridad, seregistra un alto índice de analfabetismo, yaque 45 de estas mujeres -30% del total delas mujeres- no saben ni leer ni escribir. Seregistró que 79 mujeres (52.66%) cursaronla primaria completa. Sólo 20 mujeres(13.33%) tuvieron acceso a la secundaria, yen los niveles técnicos se registran 5 mujeres(3.33%).

Las principales infracciones al DIH:

Mediante la documentación de casos en laRegión Caribe, se pudo establecer cualesson los delitos que más frecuentemente secometen contra el DIH, lo que arrojó comoresultado que el 40.66% es decir 61 de losdelitos denunciados están relacionados conel Desplazamiento Forzado, el 32% conamenazas de muerte, el 16.66%, es decir25 de los casos registrados. Estánrelacionados con el trato humillante ydegradante (ultraje, insultos, intento de

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48 Medios para la paz, Foro “Medios de comunicación y cobertura del proceso de negociaciones congrupos de autodefensas” Periodista Pilar Ruiz.

violación), los homicidios fueron registradosen el 7.33% del total de los casos, en donde4 fueron a mujeres y 7 a hombres, asímismo, se denunciaron en un 3.33% es deciren 5 casos, los castigos colectivos(Amarrados en medio del monte y sometidosa las inclemencias del clima).

Violaciones a los derechos humanosregistradas:

En los casos documentados en la regiónCaribe se conoció que en el 74% de ellos(111 casos), las víctimas perdieron susbienes muebles e inmuebles a causa deldesplazamiento forzado; el 25% de los casospresentaron violaciones al derecho a la libremovilidad (16.66%); en 6 de los casosrecogidos, se dieron detenciones arbitrariasy en 3 de ellos ejecuciones extrajudiciales;y en 5 de los casos se trató de desaparecidosque posteriormente fueron encontradosasesinados.

Autores responsables:

Autodefensa / paramilitares: 68 (45.33%)Guerrilla: 47 (31.33%)Ejercito: 14 (9.33%)Otros: 21 (14%)

Familias afectadas por violencia sociopolítica, por departamentos de origen:

Bolívar: 38 25.33%Sucre: 27 18.00%Magdalena: 18 12.%Cesar: 15 10%Córdoba: 14 9.33%Guajira: 14 9.33%Otros: 24 16.01%

De estas familias, 143 pusieron la denunciade su situación ante las personeríasmunicipales y distritales, lo cual las ayudó atener su registro o avales como desplaza-das forzadas, lo cual indica que un 95.33%tendría derecho a los subsidios del Estado.

4.4 En las Ciudades

Por considerar importante las experienciasy los esfuerzos que algunas autoridadesterritoriales vienen implementando paraatender a la población desmovilizada,presentamos los aspectos más relevantes dedichas experiencias.

Medellín

Implementa el Programa de Reincor-poración, el cual cuenta con cuatro líneasprincipales dirigidas a:

1) Buscar vinculación laboral para losdesmovilizados.

2) Trabajar en la relación comunidad–reinsertados.

3) Reparar a la comunidad.4) Propiciar un cambio cultural en la

comunidad receptora y recibida48.

El proceso de desmovilización ha incididodirectamente la disminución radical de latasa de homicidios que paso de 167homicidios por 100.000 habitantes en el 2001a 33 homicidios en el 2006.

“El retorno a la legalidad” constituye unprograma dirigido a establecer procesos deinterlocución entre los desmovilizados y lasvíctimas. Con ellas se viene trabajando unproceso de recuperación de la memoria. Es

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Instancia Tipo de Convenio Número de Personas Vinculadas

Cupos escolares, Kits académicos

Programas productivos

Contratación

Contratación

Formación y capacitación entemas ambientales

Capacitación en temas de saludsexual y reproductiva

Acuerdo para la construcción deuna propuesta piloto en materia

de vivienda dirigida a lapoblación reincorporada

Capacitación

Secretaría de Educación

Convenio de Secretariade Gobierno y SENA-

Fondo Emprender

Misión Bogotá

Secretaría de Tránsito

Jardín Botánico

DABS

Metrovivienda

Programasde fortalecimiento delsujeto social y cultural

500 desmovilizados

192 reincorporados

30 desmovilizados

75 desmovilizados por 6 meses

100 desmovilizados

100 desmovilizados

Todavía no se ha puesto en marcha

Artes plásticas a 80 reincorporadosy en producción de radio y

televisión a 60.

Oficina de política públicade mujer y género y pro-grama de reinsertados

Acervo para realizar talleresde sensibilización y

definición de necesidadesprioritarias con reinsertadas

Se realizará en el IIsemestre de 2006.

Datos: Programa de Atención Complementaria a la Población Reincorporada con presencia en Bogotá, D.C.

de anotar que un equipo multidisciplinarioes el encargado de llevar a cabo las diversasacciones que posibilitan un seguimiento,según las autoridades locales, de todos ycada uno de los desmovilizados. Sinembargo, como se verá mas adelante en elinforme de la Mesa Regional de Incidencia,los temores y dudas persisten en lapoblación medellinense.

Bogotá D.C.

Desarrolla el Programa de AtenciónComplementaria a la Población Reincorporadaubicada en Bogotá, el cual se puso en marchaen marzo de 2005.

El Distrito cobija un porcentaje de estapoblación de la siguiente forma:

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169 CASOSDOCUMENTADOS169 CASOSDOCUMENTADOS

urante la segunda fase de la “Mesa Nacional deIncidencia por el Derecho a la Verdad, la Justicia y laReparación con Perspectiva de Género”, se documentaron169 casos de mujeres víctimas. Estos, corresponden agraves violaciones de derechos humanos, cuyostestimonios son posibles gracias al trabajo deacompañamiento y empoderamiento de las MesasRegionales de Incidencia. Hoy las mujeres víctimas, sesienten con capacidad de hablar y actúan comociudadanas sobrevivientes, lo que hace que el atreversea hablar y vencer toda clase de temores, constituya ungran avance en el proceso de ciudadanía femenina.

* Casos denunciados. El 56% de los casos registradosfueron denunciados ante la Fiscalía, mientras el 44%restante, se abstuvieron de hacerlo, por temor a lasrepresalias y a las amenazas por parte de los victimarios.En algunos casos por simple desconocimiento eignorancia.

* Victimarios: El actor más denunciado son las AUC, conun registro de 27 casos, mientras las FARC sonculpabilizadas en 11 de los casos registrados. Esta relaciónpuede estar directamente relacionada con el momentojurídico, dada la oportunidad que encuentran las mujerespara denunciar estos delitos a partir de la aplicación dela Ley de Justicia y Paz.

* Tipificación: El 55% de los delitos registrados estántipificados como Homicidio, siendo el desplazamiento yla pérdida de bienes materiales las consecuencias másfrecuentes.

D

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* Derechos sexuales y reproductivos: Losdelitos sexuales perpetrados por los actoresarmados siguen cubiertos por el manto delsilencio. Las mujeres optan por denunciarlos delitos cometidos contra sus cónyuges,hijos o hijas, hermanos y demás familiarescuando son asesinados, masacrados, desa-parecidos, desplazados o amenazados, mien-tras que la violación a su dignidad, integri-dad y libertad es callada: violaciones y abu-sos sexuales, abortos forzados, embarazosforzados, esclavitud sexual y trabajos forza-dos, delitos que permanecen invisibles, apesar de los estudios, las campañas educati-vas y las denuncias que permanentementerealizan las organizaciones de mujeres a lolargo y ancho del país.

* Pérdida de los bienes: El 80% de lasmujeres señalan la pérdida de sus tierras yenseres. Un 15% informa haber perdidovehículos (carro, moto, buses, etc.) y tansolo un 5% no ha tenido afectaciones en susbienes materiales. Estas cifras evidencianel estado de mayor indefensión de lasmujeres luego de la pérdida de su cónyuge.Más aún, cuando asumen la responsabilidadeconómica de sus hogares.

* Otros Indicadores: Del total de los casosdocumentados, el 80% responde a delitosdenunciados por las esposas o compañeraspermanentes de las víctimas, el 20% restantecorresponde a denuncias hechas por elasesinato o desaparición de hijos. El 80% delas mujeres son madres cabeza de familia ytienen a cargo un promedio de 2 hijos,aunque también encontramos casos en loscuales tienen a su cargo 6 ó 7 hijos. El 30%

de ellas tienes a otros familiares bajo suresponsabilidad (sus padres, sobrinos, etc.).Los casos documentados durante el añoanterior y éste, fueron entregados a la UnidadNacional de Fiscalía para Justicia y Paz, encabeza de Director General, el Fiscal, LuisGonzález. Este, a su vez, los ha notificadoante las Fiscalías Regionales para que haganparte del proceso de investigación yjuzgamiento de los acusados. La AlianzaIniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz,está comprometida con el seguimiento a loscasos y el acompañamiento a estassobrevivientes.

De otro lado, cabe reseñar, que las muje-resentrevistadas, admiten la urgencia de unareparación, por los hechos criminalescometidos contra ellas y sus familias. Lamayoría tiene expectativas de unaindemnización que les permita, dado elnúmero de hijas e hijos a cargo, proveerlosde educación, alimentación y salud. Asímismo las mujeres que han perdido susbienes desean ser compensadas con otrosbienes “(…) Lo que quiero de reparación esuna casa digna y estudio para mis hijos (…)”.

En el tema de la reparación simbólica, lasmujeres tienen dos expresiones muy comunespara abordar el tema “(…) Que hagan unmonumento en el parque principal con losnombres de quienes murieron” “(…) que losculpables paguen por lo que nos hicieron”;esto demuestra que las mujeres quieren creeren la justicia. Creer en ella, significa ver alos perpetradores cumpliendo una condenajusta por los crímenes cometidos y los dañosocasionados.

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RECOMENDACIONESY PROPUESTASRECOMENDACIONESY PROPUESTAS

as mujeres constituyen el núcleo mayoritario devíctimas sobrevivientes del conflicto armado interno ylas principales victimas de la violencia sexual, razón porla cual la Alianza IMP considera urgente que se acojan lassiguientes recomendaciones:

* El Estado debe intensificar los esfuerzos para preveniry reducir los factores de poder que propician la violaciónde los Derechos Humanos, en especial los de las mujeres.

*Las necesidades e intereses de las mujeres debenincorporarse, a través de mecanismos efectivos deJusticia de Género, en los procesos diálogo y negociaciónde la paz, con todos los actores armados ilegales, talcomo lo ordenan la Resolución 1325 del Consejo deSeguridad de Naciones Unidas sobre la “Mujer, la Paz y laSeguridad” y la Plataforma de Acción de Beijing.

* Atendiendo a la importancia de la participación de lasmujeres en la prevención de los conflictos, las mesas denegociación de la paz y el posconflicto y valorando losavances en las recomendaciones del Documento PúblicoNo.1 de la Mesa Nacional de Incidencia, insistimos en lanecesidad de que sean tenidas en cuenta dentro de unproceso de interlocución propio del ejerciciodemocrático.

* Nos reiteramos en las recomendaciones contenidas endicho documento y agregamos otras a ser adoptadasdentro del marco de definiciones de políticas públicas.

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6.1 Al Gobierno Nacional.

1. Acatar y respetar el fallo de la CorteConstitucional. Disponer los mecanismosnecesarios para la aplicación rigurosa de laLey de Justicia y Paz, por parte de lasautoridades competentes, de tal manera quese garantice el derecho de la victimas a laVerdad, la Justicia, la Reparación y laGarantía de No Repetición.

2. Impulsar y legitimar la creación deveedurías ciudadanas como mecanismo departicipación de la ciudadanía en losprocesos de Desarme, Desmovilización yReincorporación (DDR).

3. Establecer garantías de seguridad yacompañamiento por parte de lasinstituciones públicas a quienes les competeesta función, para la adecuada participaciónde las víctimas en los diferentes procesosjurídicos que se avecinan.

4. Adoptar las medidas necesarias paraasegurar la capacitación de losoperadores judiciales en todo lorelacionado con la investigación de loscrímenes sexuales y la violencia de géneroejercida sobre las mujeres y las niñas porlos actores armados.

5. Extender el Mandato de la Oficina dela Alta Comisionada de Naciones Unidaspara los Derechos Humanos, sin ningúncondicionamiento.

6. Dado el nombramiento de una Consejeríapara la Reinserción, formular e implementaruna Política Pública para los procesos deDesarme, Desmovilización y Reincor-poración a la Civilidad que incorpore laequidad de género y a las mujeres que

estableciendo los correctivos necesarios a lasgraves deficiencias denunciadas en esteinforme, por otros sectores de la sociedadcivil y la Comunidad Internacional y garanticesu sostenibilidad y viabilidad.

7. Destinación de los recursos necesariosen el presupuesto nacional para elcumplimiento de las obligaciones del Estadoen materia de Verdad, Justicia y Reparación,en la cual se tenga prioridad sobre laformación a las entidades competentes enmateria de justicia de género.

8. Información transparente y oportunasobre los procesos en los que se aplique laLey 975, las demandas a la misma, los fallosde la Corte Constitucional y las ejecutoriasde la CNRR a las comunidades receptorasde población desmovilizada, a las diversasinstituciones, organizaciones de derechoshumanos, organizaciones de paz y otrasorganizaciones de la sociedad civil.

6.2 A la CNRR.1. Impulsar la creación de comisionesextrajudiciales de la verdad en el ámbitolocal que interlocuten con la CNRR.

2. Diseñar mecanismos de acompa-ñamiento y protección a las víctimas, conequidad de género para las mujeres,relacionados con la participación en losprocesos jurídicos y articulados alcumplimiento de las funciones de la CNRR.

3. Promover y acompañar las orga-nizaciones de víctimas y su participaciónen movimientos sociales.

4. Establecer mecanismos de informacióny atención a las víctimas

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AcuerdoHumanitarioAcuerdoHumanitario

valamos la iniciativa de la presidenta del Congresode la República, Dilián Francisca Toro, al tomar lainiciativa de crear una comisión, cuyo propósito esimpulsar el Acuerdo Humanitario para la liberación delos policías, los militares y civiles privados de la libertaddesde hace varios años.

En desarrollo de la “Operación Sirirí por los AcuerdosHumanitarios” que llevamos a cabo hace más de 2 años,recolectamos 100.000 firmas de ciudadanos y ciudadanasde diferentes lugares del país. En el marco del III Plenariode la Constituyente Emancipatoria de Mujeres, las firmasfueron entregadas al Sr. Excanciller Augusto RamírezOcampo, miembro de la Comisión Nacional deConciliación, para que, por su intermedio, fueran llevadasal Gobierno Nacional y a las FARC.

De esta manera continuamos acompañando a las familiasque con justeza reclaman el retorno a casa de sus seresqueridos.

Consideramos un equívoco humanitario y una obstinaciónpolítica, recurrir al Acuerdo Humanitario como unaestrategia de guerra, cuando, precisamente, fueestablecido por el Derecho Internacional Humanitario,como actos de “humanidad” para aliviar los horrores dela guerra.

El carácter estrictamente HUMANITARIO, de los acuerdosespeciales contemplados en el DIH, debe ser preservadode las ambiciones de poder, fuerza y aniquilamiento del

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enemigo propios de los “juegos de la guerra”. Los acuerdos humanitarios solo buscandisminuir el dolor y los daños ocasionados al fragor de la lucha armada. Están dirigidos ala protección de la población civil y de la “población especialmente protegida”. Por esodeben estar despojados de condicionamientos y de ambiciones de derrotar al enemigo.

En la lógica patriarcal del vencido-vencedor, nadie ha ganado con la tragedia que vivensecuestrados y familias. Por el contrario, todos hemos perdido. Con el Acuerdo Humanitariotodos ganaríamos: las familias, los secuestrados, el Gobierno Nacional, la sociedad en suconjunto y hasta las mismas FARC.

¿Y la Casa de Paz?

Podemos entender la complejidad de unanegociación de paz y los “tempos” de lamisma. Lo que es incomprensible son lasrazones para que un proceso de diálogo ynegociación ELN - Gobierno Nacional, estéestancado. Es necesario un salto que conduzcade manera rápida y segura a una mesa denegociación. Las variadas visitas a la Casa dePaz, son una muestra del interés crecientede múltiples sectores y la esperanza de unapaz menos lejana.

Como ciudadanas organizadas e interesadasen la construcción de la paz, aspiramos aser partícipes, como sociedad civil, de un

proceso que también nos atañe a lasmujeres.

Los procesos de paz excluyentes, firmadospor elites masculinas, solo producen una pazefímera y están llamados a fracasar comolo demuestra la historia. Una paz duraderay sostenible, más allá del silenciamiento delos fusiles, requiere del compromiso delconjunto de la sociedad.

Invitamos a los protagonistas de “Casa dePaz”, a sus visitantes y al gobierno a dejarla dilectancia de una vez por todas y“sentarse a manteles” lo más pronto posible.

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GO EPEPILOILOGOGO EPEPILO

EPÍLOGO

os últimos acontecimientos nos sorprendieron mientrasdábamos los toques finales a este documento, dejándonosmás preguntas que respuestas, más temores que esperanzas.Es difícil saber a cabalidad que ha pasado con la “supuestacaptura” de la comandancia de las AUC. Parece más unaescena fílmica que una acción contundente y ejemplarizantede la justicia.

Optamos por aceptar que el hecho puede obedecer apresiones del Gobierno de EEUU, más que a una verdaderadecisión de las autoridades por enrutar este proceso por lavía de la Verdad, la Justicia y la Reparación. Hemos sidotestigas cotidianas de shows mediáticos, cada vez que losex comandantes de las AUC, quieren ser noticia y chantajear,en cierta medida al país, con su retorno a la clandestinidadsi sus exigencias son desoídas.

Si en verdad su compromiso con la paz fuera tan ciertocomo lo anuncian, deberían aceptar su reclusión en losestablecimientos penitenciarios disponibles, en vez de andarde compras o dando conferencias o desacatando fallosconstitucionales, sin mostrar los más leves signos dearrepentimiento.

Por el contrario sus presentaciones continuas en los mediosmasivos de comunicación los han llevado a “farandulizar”una realidad oprobiosa y trágica.

Es indispensable que el conjunto de la sociedad les coloqueen el lugar que eligieron ocupar en la historia del país:“perpetradores de crímenes de guerra y de lesa humanidad”,

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GO EPEPILOILOGOGO EPEPILOhistoria, que solo podrán superar cuando sean castigados real y simbólicamente de manera

ejemplar y den muestras evidentes de un verdadero arrepentimiento, una de cuyasprincipales señales fundamentales es la “confesión de sus delitos”. La verdad, es elprimer peaje que la sociedad les exige. Y si lo cancelan con todas las de ley, de seguro lamayoría de la población estará dispuesta a aceptar la aplicación de esta “ley transicional”que aspira a encontrar el mejor equilibrio entre justicia y paz.

La posibilidad de construir una sociedad con justicia de género, es decir firmementearraigada en el respeto a las mujeres y a los mismo varones amantes de la paz, tienecomo pre-requisito la reparación material y simbólica de la dignidad de ellas, vulneradaen miles de hechos violentos.

Solamente si partimos de reconocer y potenciar como sujetos de derechos a las mujeresofendidas en esta guerra, puede el país aspirar a una paz justa y sostenible, que refundeel pacto de convivencia entre las mujeres y los hombres.

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CARTILLA REINSERCIÓN de “Antioquia sé Toma la Palabra”, 7 tema para el debate de Marzo de 2006

CENTRO DE REFERENCIA Y OPORTUNIDADES. Informe del Sistema de Acompañamiento Monitoreo y EvaluaciónSAME. 28 de Febrero de 2.006

DIARIO LA OPINIÓN “La Gabarra, Tierra de nadie” Informe. Cúcuta. Martes, 11 de abril de 2.006

FORO SEMANA: Reinserción y Ciudades Marzo 28 – 29 de 2006, Intervención del Secretario de Gobierno deMedellín, Doctor Alonso Salazar Jaramillo

LONDOÑO, Luz Maria. Fernández, Johana. “Mujeres No Contadas”. La Carreta Editores EU-INER/UdeA.Medellín. 2006

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MEDIOS PARA LA PAZ, Foro “Medios de comunicación y cobertura del proceso de negociaciones con gruposde autodefensas” Periodista Pilar Ruiz.

MEMORIAS FORO SEMANA: Reinserción y Ciudades Marzo 28 – 29 de 2006

OBSERVATORIO DE VIDA, Gobernación de Antioquia. Publicación No 3 – mayo de 2006.

OBSERVATORIO DEL DELITO, Municipio de Turbo, Secretaría de Salud y Bienestar social, Secretaría de Gobierno,Secretaría de Transito y Transporte; Boletín 01-2006.

PERIÓDICO EL TIEMPO:• El número de paramilitares desmovilizados llegará a 26 mil, el doble de lo que esperaba el Gobierno. 4 de

febrero de 2006.• “2.000 ex “paras” no merecían ayudas que sumaban $716 millones al mes”. 15 de febrero de 2006.• ‘El Alemán’ dio su última orden. Agosto 15 de 2006

PERIÓDICO EL MUNDO:• Lunes 1ro de Mayo de 2006 Pág. A6• Suplemento ENFOQUE. Viernes 30 de junio de 2006. P. D 2 y D 3.PERIÓDICO EL COLOMBIANO, “Comuna 8:

la consigna es no matar” 2006

PERIÓDICO PORTAFOLIO del miércoles 29 de marzo de 2.006

PERIÓDICO VANGUARDIA LIBERAL, Bucaramanga. Miércoles 29 de Marzo de 2.006. Judicial. “En Santander,nadie sabe en qué andan los reinsertados”.

PRONUNCIAMIENTO CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS, sobre la Sentencia de la CorteConstitucional C-370/2006.

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BibliografiaBibliografía

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