mi carolina

2
Mi Carolina: desde que me anunciaste que estabas esperando un hijo, mi corazón y mi cabeza ha comenzado a agitarse, pero no me había puesto en serio - hasta ahora- a escribirte algunas palabritas mias. Creo que no es porque la emoción es tan intensa que no puedo concentrarme, sino porque no he tenido palabras para decirte. Se que mi alegría y mi gozo no tiene límites, pero no es una emoción como, por ejemplo, la que sentirías tú oyendo a Presuntos Implicados en un concierto multitudinario donde tu con toda la muchedumbre y con los brazos levantados, cantan junto con los intérpretes, lo que te gusta: te pones arrozuda, sientes un nudo en la garganta por la emoción inmediata que se agolpa a punto de brotar - y lo más probable es que brota en forma de llanto - "¡lloramos tan rico!"- . Tampoco siento mariposas en el estómago ni nada de eso. A lo mejor al regresar y verte, me ocurran algunas de estas sensaciones, no lo puedo negar. Pero por ahora, a decir verdad, no son esa mi forma de sentir la que tengo: pero por tal razón pienso que la dicha es más profunda. Es la misma emoción honda de recordar cada instante de mi vida lo afortunado que ha sido el ser yo partícipe directo de que tú existas. Cuando ustedes mis hijas, estaban por nacer y en los momentos inmediatamente después a que nacieran, todos me preguntaban si estaba emocionado, entendiendo por eso algo asi como si se me preguntara por esas sensaciones que te acabo de describir. Y yo realmente no sentía nada de eso, pero no por eso podía decir que no sentía nada ni que no estuviera emocionado y feliz. A alguien, recién nacida Ángela María, le decía que la experiencia de la paternidad ( diferente, creo, de la de la maternidad) era que la paternidad es algo que hay que aprender en mucho mayor grado que la maternidad, comenzando porque es el testimonio de la madre de que ese hijo es de uno el que le da la certeza de la paternidad. La paternidad es ante todo la confianza casi imperceptible pero firme en aquella palabra de la persona que amamos que nos dice algo asi como " espero un hijo y es tuyo". Sí, el hecho de llevar en el vientre a la criatura, cambia todo el asunto de lo que se siente o se vive. De esto ya debe estar notificado tu Paulo, que, como siempre ha sucedido, confía sin ninguna sombra en tu testimonio. Claro que a Paulo lo percibo con una emoción que no puede contener, a tal grado que su nombre virtual lo ha completado con el de "cuidado bb a bordo”; como quien dice, por estos tiempos es su apellido. Desde el principio has dicho que tienes un frijolito que te crece en tu barriguita. Me acuerdo que cuando yo estaba en el colegio hacíamos un experimento que se repetía incansablemente cada que había que estudiar alguna ciencia natural, y era el del fríjolito. Meter en una especie de tubo de ensayo un fríjol envuelto en un algodón humedecido. Se trataba de ver cada día el milagro de germinación de ese frijolito. Yo me acuerdo de haber estado con ansiedad infinita pendiente de mantener húmedo el algodón para que el fríjol no muriera en su proceso de desarrollo embrionario. Espero que el algodón de tu vientre se mantenga húmedo del amor de ti y de Paulo para que crezca bien ese frijolito.

Upload: roromero

Post on 03-Oct-2015

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Mi Carolina:

Mi Carolina:

desde que me anunciaste que estabas esperando un hijo, mi corazn y mi cabezaha comenzado aagitarse, pero no me haba puesto en serio -hasta ahora- a escribirte algunas palabritas mias. Creo que no es porque la emocin es tan intensa que no puedo concentrarme, sino porque no he tenido palabras para decirte. Se que mi alegra y mi gozo no tiene lmites, pero no es una emocin como, por ejemplo, la que sentiras t oyendo a Presuntos Implicados en un concierto multitudinario donde tu con toda la muchedumbre y con los brazos levantados, cantan junto con los intrpretes, lo que te gusta: te pones arrozuda, sientes un nudo en la garganta por la emocin inmediata que se agolpa a punto de brotar - y lo ms probable es que brota en forma dellanto - "lloramos tan rico!"- . Tampoco siento mariposas en el estmago ni nada de eso. A lo mejor al regresar y verte, me ocurran algunas de estas sensaciones, no lo puedo negar. Pero por ahora, a decir verdad, no son esa mi forma de sentir la que tengo: pero por tal razn pienso que la dicha es ms profunda. Es la misma emocin honda de recordar cada instante de mi vida lo afortunado que ha sido el ser yo partcipe directode que t existas.Cuando ustedesmis hijas, estaban por nacer y en los momentos inmediatamente despus a que nacieran, todosme preguntaban si estaba emocionado, entendiendo por eso algo asi como si se me preguntara por esas sensaciones que te acabo de describir. Y yo realmente no senta nada de eso, perono por eso poda decir que no senta nada nique no estuviera emocionado y feliz. A alguien, recin nacida ngela Mara, le deca que la experiencia de la paternidad ( diferente, creo, de la de la maternidad) era que la paternidad es algo que hay que aprender en mucho mayor grado que la maternidad, comenzando porque es el testimonio dela madre de que ese hijo es de uno el que le da la certeza de la paternidad. La paternidad es ante todo la confianza casi imperceptible pero firme en aquella palabra de la persona que amamos que nos dice algo asi como " espero un hijo y es tuyo".S, elhecho de llevar en el vientre a la criatura, cambia todo el asunto de lo que se siente o se vive. De esto ya debe estar notificadotu Paulo, que, como siempre ha sucedido, confa sin ninguna sombra en tu testimonio.Claro que a Paulo lo percibo con una emocin que no puede contener, a tal grado que su nombre virtual lo ha completado con el de "cuidado bb a bordo; como quien dice, por estos tiemposes su apellido.

Desde el principio has dicho que tienes un frijolito que te crece en tu barriguita. Me acuerdo que cuando yo estaba en el colegio hacamos un experimento que se repeta incansablemente cada que haba que estudiar alguna ciencia natural, y era el del frjolito. Meter en una especie de tubo de ensayo un frjol envuelto en un algodn humedecido. Se trataba de ver cada da el milagro de germinacin de ese frijolito. Yo me acuerdo de haber estado con ansiedad infinita pendiente de mantener hmedo el algodn para que el frjol no muriera en su proceso de desarrollo embrionario. Espero que el algodn de tu vientre se mantenga hmedo del amor de ti y de Paulo para que crezca bien ese frijolito.

Un hijo...es la fiesta de la vida, de la alegra por la vida, cosa tan desterrada de nuestro mundo actual. Es preciso en este punto, luchar arduamente contra la corriente, pues el mundo no quiere ltimamente la vida, ni se alegra por ella. Los dolores y las molestias, los sinsabores que te sobrevienen y te sobrevendrn bien valen la pena ante el milagro de la vida. te lo digo yo que no hago sino pensar y asombrarme como algo siempre nuevocada minuto de mi vida el milagro de la vida de ustedes mis hijas;y hay que mantenerse alerta para tener siempre en el corazn esa sensacin de milagro, de asombro sobre lo que es nico como es la vida. Para eso creo que se necesita ante todo, mucha gracia de Dios, dador primordial de la vidaLos bessimos de siempre de tu pap