modelos clásicos: autobianchi a112 abarth

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Modelos clásicos Autobianchi A112 ABARTH

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Modelos clásicos: Autobianchi A112 Abarth http://www.lapicaduradelescorpion.es

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Modelos clásicosAutobianchiA112ABARTH

El amor de Carlo Abarth y su marca por los coches pequeños es algo que remonta a su propia esencia genética. Por eso, cuan-

do Abarth&Co cambió de manos para pasar a ser una compañía propiedad de Fiat, su primer gran proyecto de coche de calle fue un modelo fiel al principio de pequeño, deportivo, picante, y económico también.

El coche del que te estamos hablando, el pro-tagonista de este artículo, no es otro que el Autobianchi Abarth 112, nacido en 1972, justo un año después del cambio de propiedad de

Abarth&Co.

Pero como todo vehículo nuevo, su gestación venía de lejos. Todo se remonta a finales de los años sesenta. La venta de deportivos utilitarios de Carlo Abarth estaba sufriendo, y yendo poco a poco hacia abajo. Aunque la marca ganaba muchas carreras todavía, los 1000TC y 1000TCR empezaban a tener problemas para colocarse entre los clientes.

Además, el Mini Cooper y el Cooper S daban mucha guerra en los concesionarios, gracias

De izquierda a derecha: Primer prototipo con 108 caballos. Segundo pro-totipo, con 74 caballos, tercer prototipo con 64 caballos

a una configuración de motor delantero y tracción delantera que dejaba un habitáculo mucho más usable, al tiempo que su tarifa de precio lo hacía muy interesante.

Autobianchi lanzaba justo en ese momento la respuesta al Mini normal. La compañía, parti-cipada desde 1955 por Pirelli y el Grupo Fiat, presentaba en 1969 su respuesta bajo el nom-bre de Autobianchi A112.

El pequeño automóvil se conformaba a partir de la misma plataforma del Fiat 127 (que saldría dos años después), y se configuraba como un coche de motor delantero transversal y tracción delantera, ligero, sencillo, económico, pero con claro diseño italiano. En cierto modo, se presen-taba como una variante más “chic” que el 127 que saldría después.

Carlo giró rápidamente su vista hacia el peque-ño Autobianchi, y vio en él la oportunidad que necesitaba para dar sucesión a su estirpe de

los 850 TC y 1000TC. Entre que se planteaba el proyecto y no, decidió adquirir un montón de carrocerías “en blanco” a la Fiat para poder se-guir ensamblando modelos derivados del 600, que iba a dejar de fabricarse para 1970.

Para 1971 Carlo ya tenía claro lo que quería ha-cer con el A112. Ordenó a su equipo coger una unidad del pequeño utilitario, e instalarle entre sus ruedas delanteras el motor del 1000TCR, directamente sin cambio alguno, más que la lógica adaptación a la caja de cambios transver-sal necesaria para la tracción delantera.

El aparato lucía genial. En forma de prototipo, el coche era de color blanco, con unos aletines rojos resaltados, para dar hueco a unas llantas Cromadora con gomas anchas. La suspensión estaba claramente rebajada, y se podía leer en los laterales la inscripción ABARTH en unas bandas rojas. El motor instalado, con doble carburador Webber de tiro directo vertical, componentes en magnesio, y una potencia de

nada menos que 108 caballos. Era un auténtico misil, sobre todo si tenemos en cuenta que sólo pesaba unos 690 caballos (6,4 kg/CV).

Era la respuesta que Carlo quería para el Mini. Pero curiosamente, ese mismo 1971 entraba Fiat en escena, al comprar Abarth&Co. de las manos de Carlo.

Esto hacía que se tuviera que replantear todo el proyecto. A la dirección de la Fiat le parecía una buena idea desarrollar el A112 Abarth, pero tras evaluar el prototipo existente, lo conside-

raron “una bestia”, demasiado para los clientes “normales”. Se procedió por tanto a probar una segunda versión, motorizada con un bloque también de flujo cruzado con cámara hemiesfé-rica y 74 caballos que se consideró demasiado cara, y una con cámara de combustión normal (no radial de flujo cruzado) que se quedaba en 64 caballos.

Finalmente, tras el análisis de costes y demás de la Fiat, se decidió optar por una versión con 58 caballos. ¿Por qué reducir tanto la potencia? Fiat quería comercializar el coche en los conce-

Modelo definitivo, aspecto exterior, habitáculo y mecánica

sionarios Autobianchi ya existentes, y eso, para ellos, exigía contar con fiabilidad “a prueba de bombas”, lo que les invitó a optar por el motor menos apretado.

Esta especificación de motor contaba con 982 centímetros cúbicos, alimentados por un carbu-rador Weber de doble cuerpo 32 DMTR. Ade-más, estéticamente se decidía pintar el capó en color negro mate para evitar reflejos (algo que veríamos después aplicado al 124 Spider Abar-th, y ahora en el Punto Evo como claro guiño a ambos). El motor venía de la serie Fiat 100G, el

mismo bloque del Fiat 600, vamos.

La demanda del coche resultó bestial, muy por encima de lo esperado. Entre todo el éxi-to, empezaron a escucharse peticiones por un modelo más potente que el conocido como 58 HP. Entre tanto, los motores se fabricaban en las instalaciones de Corso Marche de Abarth, y de hecho, sería el primer modelo comercializado directamente por la red comercial de Fiat de los fabricados en la planta del escorpión (lo que a su vez significaría el abandono de muchos de los importadores originales de Abarth instantá-neamente, como los Juncosa).

Abarth ofrecía además equipamiento para competición directamente desde fábrica, tales como kits con jaula de protección ante vuelcos, y otros componentes.

Curisamente, a la pregunta de si existió alguna vez un Fiat 127 desarrollado por Abarth (permí-taseme el breve inciso), siempre se dice que no, pero lo cierto es que Abarth ofrecía el mismo kit de motor y carburación para el 127, que a fin de cuentas era primo hermano del A112. Eso sí, Abarth nunca llegaría a desarrollar un 127 al completo, a diferencial del Autobianchi, que contaba con un paquete pensado al detalle, de la suspensión, a los colectores y tramos finales de escape.

Pero volviendo sobre la historia del A112, llegó 1974. En el intento de conseguir mayor po-tencia sin comprometer la fiabilidad, el motor 100G se había re-cubicado hasta los 1050 centí-metros cúbicos, y se había buscado la fiabilidad absoluta.

El coche se lanzaba en 1975, con un diámetro por carrera de 67,2x74 milímetros, 70 caballos a 6.600 vueltas y un nuevo carburador Weber de doble cuerpo DMTR. El coche seguía conser-vando el resto de sus atributos, con suspensión McPherson delante, y un ballestón transversal en el eje trasero, así como la misma caja de cua-tro velocidades manual.

Con sólo 135 milímetros de ancho en las ruedas delanteras, el coche perdía tracción fácilmente ante fuertes aceleraciones, pero era tremenda-mente ágil, con sus 3,23 metros de longitud. El coche se homologaba según normas FIA el 1 de octubre de ese mismo 1975, tras alcanzar la cifra de 5.000 unidades producidas.

Para 1977 sucedería otro de los grandes “mo-mentos” de la vida del A112, y es que se daría comienzo al Trofeo de rallyes. El coche ya tenía experiencia y éxitos deportivos desde 1972, un año después de su lanzamiento, pero en 1976, un visionario importador francés de la marca decidía promover un “desafío” en el Rally de Montecarlo, y convencía a 14 clientes para par-ticipar en el rally. Ante semejante éxito, la pro-pia Fiat decidiría iniciar el Trofeo, con más de 100 equipos conformándolo, todos equipados con el A112 en versión 70 HP. Muchos de los mejores pilotos de la siguiente década, desde Olivier Panis hasta Attilio Bettega, pasarían por el volante de un A112.

En el mismo 1977, Fiat participaría además con un esfuerzo oficial con Autobianchi en el Rally de Monte Carlo, con dos unidades homolo-gadas como Grupo 2, y evolucionadas con 90

caballos, con dos carburadores Webber hori-zontales, caja de cambios Colotti y diferencial autoblocante. La suspensión delantera se ar-ticulaba en rótulas unibal y una estabilizadora modificada para conseguir mayor tracción.

En 1980 Abarth se decidía además a homologar una evolución con una caja de cambios de cin-co relaciones desarrollada por Osella (de Osella y sus raices y evoluciones hasta la actual Toro Rosso te hablaremos otro día en otro artículo). Para dar cabida a esta caja de cambios, Abarth tuvo que modificar el vano motor, para darle más espacio.

Con el coche modificado ya desarrollado y ho-mologado, el importador francés volvió a hacer de las suyas y convención a los de Corso Mar-che para que probaran a instalar una mecánica de 1300 centímetros cúbicos, sacada de un Fiat 128. El coche se terminaría de montar, y pro-metía mucho, pero se quedaría en un proyecto que no llegaría a más.

Durante los siguientes años, hasta la desapari-ción del A112 Abarth, el coche iría decayendo en sus ventas, pero hasta día de hoy se siguen viendo en rallyes (ahora de clásicos) y siguen causando admiración allá por donde pasan.

El coche dejaría de venderse en 1984, cuando Autobianchi lo sustituía por el Y10, y Corso Marche dejaba entonces, y ya para siempre, de fabricar motores para coches de calle. Luego vendrían muchos otros proyectos para Abarth, y muchos cambios de identidad. Pero algo del ADN de este precioso A112 siempre estará ahí, oculto en modelos como el Abarth 500.

Bruno Saby con el A112 Abarth oficial en el Montecarlo de 1977