Montes de Llueva

ESPACIOS NATURALES MÁS SIGNIFICATIVOS EN EL MUNICIPIO: Ría de Rada, encinares de La Muela y La Alcomba, encinares de San Pantaleón de Aras, encinares del río Clarín, encinares de la sierra de Breñas, hayedos de Monte Layal y pico Rodiles.

RUTA QUE TE SUGERIMOS:

PUNTO DE PARTIDA: Pista de Colsedo

PUNTO DE LLEGADA: Pista de Colsedo (vuelta por el mismo camino)

DISTANCIA: 3,4 km ida y vuelta

TIEMPO ESTIMADO: 2 horas

DIFICULTAD: BajaMan

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La mayoría de los montes que se conservan en la zona oriental de Can-tabria son encinares arbustivos, pues los robledales y bosques mixtos fueron eliminados “tiempo ha”. En San Miguel de Aras, en la umbría del monte Llueva, se encuentra sin embargo una masa forestal singular por la enorme mezcla de especies de árboles y arbustos que contiene.

Desde la autovía A-8 salimos en Cicero, tomando la dirección de Co-lindres, donde nos desviamos hacia San Miguel de Aras, pasado Bá-dames. Una vez en el barrio de Llueva, ascendemos la estrecha y tor-tuosa carretera hacia la collada de El Esquilo, que conduce a Matienzo. Tras pasar la cuarta curva a la derecha, vemos una pista asfaltada a la izquierda (el camino de Colsedo) que supone el inicio de nuestro itine-rario, y a escasos metros siguiendo la carretera, un espacio a la izquierda

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Viejas encinas

donde aparcar. A poco del inicio hay unos bellos prados con arbolado diver-so y un par de casonas, muestra de lo que ha sido la campiña de Cantabria antes de la invasión del ladrillo.

Unos treinta metros antes de la se-gunda casa, iniciando una rampa, se abre una pista quizá poco evidente, a la izquierda, que penetra en el bosque. Abundan los avellanos, hay acebos, arces, castaños y cajigas, hasta aquí nada fuera de lo habitual. Pero conti-nuando se nos ofrecen tilos, hayas, encinas, madroños, e incluso el raro roble pubescente (Quercus humilis), que en Cantabria sólo se encuentra en contados parajes calizos de la zona oriental. Esa mezcla de elementos bo-tánicos norteños y mediterráneos tiene su reflejo también en las aves, hallán-dose juntos el camachuelo común, de espléndido plumaje, junto a la curruca cabecinegra, inmigrante recién llegado del sur y ahora muy común en la zona. El lugar es agreste, a la sombra de los montes de La Muela. Vuelan buitres y alimoches, las chovas piquirrojas dejan

oír sus desgarrados reclamos. El mon-te es muy espeso, apenas podremos salir de la pista por la que avanzamos, la cual alberga un tendido eléctrico de alta tensión. Veremos como se abren unos prados muy empinados a la iz-quierda, con vistas a Llueva y al alto de Tocornal. Se ve Laredo en la distancia. Al poco se abren otros claros a la dere-cha, con antiquísimas cabañas en rui-nas, buen lugar para descansar y tener sol y vistas antes del regreso.

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El Playón de Cicero

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ESPACIOS NATURALES MÁS SIGNIFICATIVOS EN EL MUNICIPIO: Entorno de Vidular, El Playón de Cicero (marismas de Santoña), ría de Treto (marismas de Santoña).

RUTA QUE TE SUGERIMOS:

PUNTO DE PARTIDA: El Playón

PUNTO DE LLEGADA: El Playón (recorrido circular)

DISTANCIA: 2,8 km

TIEMPO ESTIMADO: 2 horas

DIFICULTAD: Baja

Las orillas de la bahía de Santoña que pertenecen al municipio de Bár-cena de Cicero, cuentan con la singularidad de sus extensos esteros de limo (conocidos como El Playón), donde la riqueza de invertebrados acuáticos y de algas, favorece la presencia de grandes bandadas de aves acuáticas. Cómodamente instalados en unas pasarelas de made-ra, podemos entretenernos en descubrir e identificar, mediante prismá-ticos, telescopio y guía de identificación de aves, los grupos de ánades de diversas especies, fochas, limícolas, cormoranes, garzas, gaviotas, etc., que bullen ante nosotros, las cuales varían según la época del año y el estado de la marea.

Cicero tiene salida desde la autovía A-8. Cruzamos el pueblo, y a es-casos metros antes del desvío a Santoña tomamos a la derecha la carretera que nos conduce al barrio de Sollagua. Ignoramos las cinco

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Laguna con carrizos

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primeras entradas a la izquierda, hasta encontrar la que nos conduce hasta El Playón de Cicero. Desde allí podemos seguir a pie por la ribera hacia el nor-te, algo menos de un kilómetro, hasta una punta que nos acerca a la llamada Canal de Escalante. Esta ría, por tener aguas más profundas, alberga espe-cies de aves diferentes a las vistas en El Playón, como los zampullines cuelline-gro y cuellirrojo. En la orilla de enfrente tenemos a la vista el convento de San Sebastián de Hano, entre espeso arbo-lado, a los pies del cónico Montehano. Continuando a nuestra izquierda por los diques que permitieron ganar los prados a la marisma, pasamos por zo-nas encharcadas y pequeñas lagunas cuajadas de juncos y carrizos. De nue-

vo seremos sorprendidos por el repen-tino vuelo de especies diferentes, tales como agachadizas o cercetas. Esos prados encharcados por aguas dulces constituyen un microhábitat distinto, que suma riqueza al ya de por sí fér-til estuario. De no volver por el mismo camino, un par de pistas entre prados y casas dispersas nos acercan al punto de partida.

Si nuestra motivación principal para esta visita a El Playón de Cicero es la observación de aves, debemos ir pre-ferentemente entre septiembre y mar-zo, teniendo en cuenta que el peor día del invierno, con un frío temporal del norte, puede ser el mejor para ello.

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ESPACIOS NATURALES MÁS SIGNIFICATIVOS EN EL MUNICIPIO: Montehano, campiña de Baranda y La Lastra, ría de Escalante, encinar de Portillo.

RUTA QUE TE SUGERIMOS:

PUNTO DE PARTIDA: Aparcamiento del convento de Montehano

PUNTO DE LLEGADA: Cima de Montehano (vuelta por el mismo camino)

DISTANCIA: 1,1 km

TIEMPO ESTIMADO: 1 hora

DIFICULTAD: Media / Baja

En el entorno plano de las marismas de Santoña destaca el singular re-lieve cónico de Montehano, un pináculo calizo de 187 metros de altura cubierto por espesa vegetación. Este tipo de formación geológica es frecuente en esta parte del Cantábrico, pero en pocos casos como en Montehano encontramos una tan perfecta geometría, y esa forma de destacar aislado en el llano terreno peri-marismeño. A Montehano llega-mos desde la autovía A-8, saliendo en Cicero con dirección a Santoña.

Su aspecto más natural, más bello, lo tiene desde la campiña de Es-calante y Argoños, al quedar oculta la enorme cicatriz de sus canteras. Sin embargo, el camino para acceder a su cima se toma precisamente entre la cantera y las instalaciones de machaqueo de la piedra. Aquí el sendero es de mayor pendiente, que luego se va suavizando mientras recorre el encinar y eucaliptal que cubre el borde superior de la cantera.

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Montehano

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Donde la espesura de la vegetación lo permite, se tienen espléndidas pano-rámicas de la marisma y la campiña circundante. A las encinas, las acom-pañan su cortejo de arbustos de hoja perenne, tales como el aladierno, los labiérnagos y el madroño. Pero también se intercalan algunos robles, avellanos y acebos. Sería deseable eliminar los eucaliptos que cubren la mayor parte, con lo que el matorral mediterráneo se recuperaría con rapidez.

Entre las aves que habitan esta espe-sura, y que serán más fácilmente oídas que vistas, se encuentran el chochín, el petirrojo, el reyezuelo listado, el arren-dajo, la curruca capirotada y la curru-ca cabecinegra. Además, la colina es patrullada por el halcón peregrino, y son frecuentes las bandadas de aves acuáticas que la bordean entre los lu-gares de comedero y sesteadero que ocupan en las marismas. Cerca de la cima existen ruinas de baterías y trin-cheras de la guerra civil, y coronando el monte, las ruinas de la torre del siglo XIII y la cruz de hierro que rememora

aquella otra de madera, que los pobla-dores del entorno festejaban el día 14 de septiembre. Al pie del monte y en el borde de la marisma, al otro lado de la carretera, se encuentra el convento de San Sebastián de Hano, cuya estructu-ra actual data del siglo XVII, aunque se erige sobre los restos de otro anterior.

Convento de Montehano

Marisma de Argoños

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ESPACIOS NATURALES MÁS SIGNIFICATIVOS EN EL MUNICIPIO: Ría de Argoños (marismas de Santoña), monte El Brusco, campiña de Cerecedas.

RUTA QUE TE SUGERIMOS:

PUNTO DE PARTIDA: Molino de Jado

PUNTO DE LLEGADA: Molino de Jado (recorrido en lazo)

DISTANCIA: 1,5 km

TIEMPO ESTIMADO: 1 hora y 30 min.

DIFICULTAD: Baja

Proponemos un recorrido circular en la ribera de la marisma de Argo-ños, que se encuentra integrada en la Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Para llegar a Argoños, abandonamos la autovía A-8 de Santander a Bilbao en Gama, donde tomamos la di-rección de Santoña. Hemos de acercarnos hasta el barrio de Ancillo, donde se encuentra el molino de Jado, rehabilitado como centro de interpretación de la marisma, y del modo de vida de sus habitantes. Además, se muestra su funcionamiento siempre que la marea lo per-mite, para lo cual puede concertarse una visita por teléfono. Cerca de él se ven las ruinas de otros dos molinos de marea, junto con las de-rruidas escolleras que cerraban sus respectivos embalses. El lugar esta dotado de aparcamiento, y de una zona ajardinada en una pequeña península, en la que se han realzado las especies de árboles y arbus-tos propias de los “mazos” calizos de esta costa, como la encina, el

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Molino en ruinas

laurel y el aladierno. Desde este punto se tienen buenas vistas sobre esa par-te de la marisma, pudiéndose observar diferentes especies de aves acuáticas como garceta común, espátula, cor-morán grande, andarríos chico, zarapi-tos real y trinador, archibebes claros y comunes, etc. Conviene llevar al efec-to unos prismáticos y una guía para la identificación de aves.

La ensenada donde se sitúa el moli-no es también un embarcadero desde tiempo inmemorial por lo que, pasada la escollera en dirección al pueblo, te-nemos dos bonitas muestras de casas

marineras. Rodeamos un entrante de la marisma, que constituye el embalse que surte de agua al molino de Jado, encon-trando a nuestro paso el viejo lavadero y la ermita de San Esteban. También una bolera donde se practica la modalidad del “pasabolo losa”, de gran arraigo en los pueblos de Trasmiera.

Finalmente podemos alargar nuestro paseo por una pista que discurre por los prados, no lejos de la orilla, con ex-celentes vistas sobre la marisma.

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OSCormorán grande

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ESPACIOS NATURALES MÁS SIGNIFICATIVOS EN EL MUNICIPIO: Marisma de Santoña, monte Buciero, dunas de Berria.

RUTA QUE TE SUGERIMOS:

PUNTO DE PARTIDA: Fuerte de San Martín

PUNTO DE LLEGADA: Fuerte de San Martín (recorrido circular)

DISTANCIA: 6,5 km

TIEMPO ESTIMADO: 2 horas y 30 min.

DIFICULTAD: Media / BajaMan

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El monte Buciero, al pie del cual se sitúa Santoña, es un macizo calizo, una península unida al continente por una estrecha franja arenosa don-de se sitúa la playa y las dunas de Berria. Destaca desde la distancia el abrupto monte calizo de 378 metros de altura, cubierto por espeso encinar cantábrico, y desde la costa oriental asombran los verticales acantilados que llegan a superar en algunos puntos los 200 metros de altura. Un recorrido circular a pie de unas tres horas de duración, nos va a permitir conocer y disfrutar lo esencial de este paraje.

Para llegar a Santoña podemos abandonar la autovía A-8 de Bilbao a Santander en Cicero o en Gama. Comenzamos junto al fuerte de San Martín, en el final del paseo marítimo de Santoña. Una escalinata de piedra nos permite acceder a lo alto del fuerte, tomando desde allí la carreterita (y luego pista de piedra) que remonta por encima de los

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Peña de El Fraile

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acantilados hasta el lugar llamado Cua-tro Caminos, desde donde cruzaremos el encinar de este a oeste hasta el pol-vorín de El Helechal, y de allí por el mi-rador de Casablanca hasta el comienzo en San Martín (todo ello indicado sobre el terreno). En el primer tramo pasamos por encima del fuerte de San Carlos, dando vista más adelante a la imponen-te peña de El Fraile, que se eleva desde el mar. Se pasa seguidamente junto a la llamada Casa de La Leña, edificio restaurado que antiguamente sirvió en la recogida de ese combustible. Ya en la encrucijada de Cuatro Caminos, se toma a la izquierda para atravesar a lo largo de 2 kilómetros un verdadero tú-nel abierto en el encinar. Una hora des-pués, ya en el polvorín de El Helechal, se vuelve a San Martín por una peque-ña carretera, teniendo a los pies la villa y las marismas de Santoña.

El encinar cantábrico se desarrolla en las zonas con suelos de menor espesor, quedando para robledales con fresnos los suelos más profundos. Las aves son muy numerosas, desde las fugitivas

currucas cabeci-negras, que hasta hace pocos años no habitaban en el Cantá-brico, a los milanos negros, que anidan en las encinas colgadas en los vertiginosos acantilados. Los mamí-feros resultan muy difíciles de ver, pero no por ello dejan de estar presentes. La noche es testigo de las andanzas de tejones, ginetas y garduñas, así como de varias especies de murciélagos. Las aves marinas, como la gaviota patiama-rilla, patrullan el borde de los acantila-dos. Pero mirando con mayor atención sobre el azul o el gris del mar, veremos cormoranes, alcatraces, pardelas y ban-dadas de ánades y limícolas.

ESPACIOS NATURALES MÁS SIGNIFICATIVOS EN EL MUNICIPIO:Marisma de Victoria, marisma de Joyel, montes Mijedo y El Brusco, prados de Cabanzo, dunas de Joyel y de Ris, dunas de Helgueras, islotes e istmo de Suances.

RUTA QUE TE SUGERIMOS:

PUNTO DE PARTIDA: Paseo de la playa de Tregandín

PUNTO DE LLEGADA: Carretera de Helgueras hacia Argoños (vuelta por el mismo camino)

DISTANCIA: 1,5 km

TIEMPO ESTIMADO: 1 hora y 30 min.

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es Marisma de Victoria

La marisma de Victoria es la laguna litoral del tipo “albufera” mejor conservada en Cantabria, contando con la formación vegetal de carri-zo más extensa de la región. Al igual que la cercana marisma de Joyel, forma parte del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. Es muy diferente de las marismas abiertas con grandes páramos de limo que encontramos en Santoña, porque en Victoria el efecto de la marea es menor, y recibe aportes de agua dulce desde manantiales, pareciendo una laguna interior y no costera. Desde la autovía A-8 de Santander a Bilbao salimos a la altura de Beranga, y ya en Noja pode-mos aparcar junto a las instalaciones deportivas situadas en el paseo de la playa de Tregandín, para caminar hacia el barrio de Helgueras, donde tendremos una primera visión junto al llamado “puente romano”, sobre el canal que comunica la laguna con el mar.

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Carrizales

Dado que la mayor parte de su ribera se encuentra cubierta por espesa ve-getación, la cual protege de molestias innecesarias a las aves acuáticas, se ha habilitado un camino con traviesas de madera por el lado este, junto a la carretera que enlaza el mencionado barrio de Helgueras con la carretera de Argoños. Caminando por él, pueden observarse las aves con ayuda de unos prismáticos. La riqueza biológica de la marisma de Victoria hace que se con-greguen numerosas especies en toda época, entre las que podemos ver a la garza real, la garceta común, la espátu-la, el ánsar común, el cormorán grande,

y otras de gran porte. De manera singu-lar, este enclave resulta atractivo para algunas especies raras en el ámbito del Cantábrico, como la garza imperial y el misterioso avetorillo. Muchas otras es-pecies podrían citarse, pero bástenos aquí subrayar esa peculiaridad de la marisma como colector de ejemplares poco comunes.

Desde el camino mencionado se ac-cede a un molino de mareas, que se encuentra rehabilitado como centro de interpretación, y desde el cual se orga-nizan también actividades de observa-ción de las aves.

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Zampullín común

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Marisma de Joyel y molino de Santa Olaja

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ESPACIOS NATURALES MÁS SIGNIFICATIVOS EN EL MUNICIPIO: Marisma de Joyel, ría de Castellano, ría de Quejo, acantilados de Quejo, sistema dunar de La Arena, monte Cincho, monte Don Juan.

RUTA QUE TE SUGERIMOS:

PUNTO DE PARTIDA: Molino de Santa Olaja

PUNTO DE LLEGADA: Molino de Santa Olaja

DISTANCIA: 0,7 km hasta el molino de Santa Olaja y otro tanto hasta la Casa de Las Mareas

TIEMPO ESTIMADO: 1 hora y 30 min.

DIFICULTAD: Baja

Una red de caminos y pasarelas de madera permiten recorrer este es-pacio natural, integrado en Parque Natural de las Marismas de Santo-ña, Victoria y Joyel. Para comenzar, existe un aparcamiento junto a la carretera entre Isla y Soano (Arnuero), a donde llegamos desde Beran-ga (autovía A-8 de Santander a Bilbao). Mediante paneles informativos se muestra como conectar con el rehabilitado molino de Santa Olaja, y con la Casa de las Mareas en Soano, futuro centro de interpretación y acogida de visitantes, y lugar donde se explican los elementos ambien-tales y culturales de este espacio natural.

Ya en el propio aparcamiento tenemos un primer panorama de la ma-risma desde un mirador elevado, resultando sorprendente la diversi-dad y en ocasiones la abundancia de especies de aves acuáticas, que puede encontrarse sobre la lámina de agua salobre que se extiende

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Cisnes en la marisma de Joyel

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ante nosotros. Según el estado de la marea y la época del año, tendremos a la vista bandadas de ánade azulón, ánade rabudo, pato cuchara, porrón común, zampullín común, etc. Algunas especies seleccionan con preferencia este lugar entre los diversos ambientes del Parque Natural, como las fochas y el ánade friso. Más adelante, desde el dique del molino, podremos ver espe-cies de pequeñas zancudas que habi-tan sobre el limo, como archibebes y andarríos, así como garcetas, cormo-ranes, etc.

Los pasos habilitados, nos aproximan al largo dique del molino de marea por un paraje sorprendente, donde los carrizales y junqueras de la marisma, se entremezclan con arbustos me-diterráneos como labiérnagos, ma-droños y olivos silvestres,

que aquí se desarrollan a merced de la suave climatología y el sustrato rocoso de piedra caliza.

El molino de Santa Olaja resulta espec-tacular por sus dimensiones y por las del espacio que en su tiempo se em-balsó para su funcionamiento. Exce-lente es también el trabajo de restaura-ción realizado, desde las ruinas en que se encontraba. Puede concertarse por teléfono una visita y participar en su funcionamiento, al tiempo que nos in-forman sobre todo lo que rodeó a esta actividad tan importante tiempo atrás, por medio de un audiovisual y ambien-tación escenográfica.