montes, pastos y cañadas - los comunales de navarra

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Capítulo 4 Montes, pastos y cañadas: Los comunales de Navarra Belén Arrizabalaga Lizarraga NASERSA

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  • Captulo 4

    Montes, pastos y caadas:Los comunales de Navarra

    Beln Arrizabalaga LizarragaNASERSA

  • 128

    ?Qu son los Comunales de Navarra ?

    Qu superficie ocupan ?

    Dnde estn situados los Montes y pastos comunes ?

    Por qu tienen tanta importancia social y econmica ?

    Cmo se gestionan esas zonas y espacios naturales ?

    Qu usos tienen en la actualidad ?

  • 129

    A lo largo de la historia, Navarra ha sabido conservary mantener una parte importante de su territorio bajodominio pblico. Esto significa que todos los navarrostenemos derecho a su uso y disfrute, y tambin la res-ponsabilidad de su cuidado con el fin de preservar esariqueza para las generaciones futuras.

    El 41% de la superficie total de Navarra son lo quedenominamos montes y pastos Comunales, por esautilizacin que se hace en comn de sus aprovecha-mientos.

    Compartir los pastos, las hierbas del monte, los hele-chales, las leas y la madera fue una costumbre an-cestral entre los habitantes de los valles montaeses.Asimismo, la trashumancia de los pastores con reba-os y ganados entre la montaa y las llanuras de la Ri-bera ha sido una prctica corriente desde la prehistoria.

    Estas costumbres y pactos ancestrales entre vecinos,se convirtieron en leyes escritas durante la EdadMedia. Dichas leyes, con las lgicas adaptaciones ala realidad de cada poca y a los regmenes polti-cos, se han ido transmitiendo de padres a hijos hastala actualidad.

    Gracias a esa manera peculiar de gestionar nuestrosmontes podemos hoy gozar de unos espacios natura-les nicos y emblemticos, donde la fauna y vegeta-cin autctonas conviven en equilibrio con la actividadhumana en sus diversas vertientes: turismo, ganade-ra y aprovechamiento maderero.

    La existencia de estos pastos comunales, adems,est permitiendo la supervivencia de una ganaderaextensiva que nos proporciona alimentos de gran ca-lidad y contribuye a conservar ese paisaje.

  • 130

    Navarra es la nica regin europea que rene en su terri-

    torio tres zonas biogeogrficas distintas: Alpina, Atln-

    tica, y Mediterrnea, lo que le confiere una alta

    biodiversidad y variedad de paisajes. Cuenta por tanto

    con unos espacios singulares, pero tambin su forma de

    gestionarlos es propia y singular, digna de ser estudiada.

    Dichos espacios estn muy ligados a los usos ganaderos,

    como veremos en este captulo.

    El 57% de la superficie de Navarra es forestal y un 39%

    se aprovecha para el cultivo, lo que significa que el 96%

    de su territorio mantiene el carcter rural.

    No solo es importante la extensin sino tambin la varie-

    dad de nuestra riqueza forestal y la calidad de los espa-

    cios que se han preservado. En Navarra se encuentra el

    mayor bosque de hayas de Europa occidental y conta-

    mos con una importante Red de Reservas y Espacios Na-

    turales Protegidos algunos tan emblemticos como

    Urbasa-Anda o las Bardenas Reales. Todos ellos son

    ecosistemas de extraordinario valor natural.

    Seguramente ha influido en su conservacin el hecho de

    que la propiedad de los montes fuera pblica; que no es-

    tuvieran parcelados y repartidos en manos de particulares.

    La gestin privada ha llevado, en otras regiones espao-

    las, a superponer el inters meramente economico y el

    aprovechamiento maderero de los montes por encima de

    otros intereses como pueden ser el ecolgico, pastoril y

    medioambiental.

    Navarra, sin embargo, por su particular historia y su pe-

    culiar organizacin administrativa, ha sido capaz de

    conservar extensos territorios bajo titularidad pblica.

    As, han podido ser gestionados bajo el prisma de un in-

    ters comn y con criterios de sostenibilidad y perdura-

    bilidad a lo largo del tiempo.

    Hoy en da, los terrenos comunales representan el 41%

    de la superficie total de Navarra y ms del 60% del

    monte es de uso pblico. (1) Se trata, por tanto, de una

    propiedad muy extensa. Adems estn repartidos por

    toda nuestra geografa, de norte a sur, formando un aba-

    nico muy amplio tanto en lo ecolgico como en las orde-

    nanzas y formas de gestin, que varan en funcin de la

    situacin geogrfica, la tradicin, la importancia y el im-

    pacto que tiene su uso en el entorno, el grado de impli-

    cacin de las administraciones, el tipo de rgano que lo

    gestione, etc.

    Los montes pblicos continan suministrando unos re-

    cursos fundamentales para la sociedad actual:

    l por el mantenimiento de la biodiversidad y la riqueza

    medioambiental;

    l por los recursos econmicos que aporta en el sector

    primario y en el turstico;

    l por el beneficio que supone para el equilibrio terri-

    torial la fijacin de poblacin en esas reas rurales.

    (1) El Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobiernode Navarra actualiza y mantiene desde 1995 el Mapa de Cultivos y Apro-vechamientos de Navarra a escala 1/25.000 y 1/200.000, de donde pro-ceden estos datos.

    Navarra cuenta con una amplia Red de Espacios Natu-rales Protegidos. El Parque Natural de Bardenas Rea-les fue declarado por la ONU en el ao 2000 ReservaMundial de la Biosfera. Adems, la red est integradapor otros 3 Parques Naturales (64.933 ha), 3 ReservasIntegrales (487 ha), 38 Reservas Naturales (9.178 ha),28 Enclaves Naturales (931 ha), 2 reas Naturales Re-creativas (459 ha), 17 Zonas de Especial Proteccinpara las Aves, tambin llamadas ZEPAS (79.950 ha), y14 reas de Proteccin de la Fauna Silvestre (2.815 ha). Navarra ha propuesto 42 Lugares de Importancia Co-munitaria (LICs) para su integracin en la Red Natura2000, creada por la Unin Europea para la conserva-cin de la diversidad biolgica. Estos 42 espacios su-ponen el 24% del total de su territorio.

    Espacios Naturales Protegidos de Navarra

  • 131La existencia de bienes comunales en Navarra pro-

    viene de pocas muy remotas, de la costumbre que

    haba de compartir tierras de pastos entre los veci-

    nos del lugar y por la necesidad de los pastores de

    trashumar con sus ganados de forma estacional, en

    busca de pastos para alimentarlos.

    Tradicionalmente, los vecinos de los pueblos y valles

    navarros solan unir sus ganados junto con los del con-

    cejo o ayuntamiento, y haba un pastor, vaquero o ca-

    brero que era el encargado de conducir todo el rebao

    o vacada a esos terrenos comunales que se conside-

    raban de uso pblico. As se compartan los pastos y

    se ahorraba mano de obra.

    Los vecinos de otros lugares deban pagar tributos

    a los valles y pueblos por llevar sus ganados a pastar

    a dichos comunales de titularidad pblica. As sur-

    gieron tradiciones ancestrales que an se conservan,

    relativas al usufructo de esos pastizales.

    Inicialmente las normas se aplicaban segn la cos-

    tumbre transmitida de padres a hijos, de forma oral.

    En la Edad Media es cuando empieza a legislarse y

    ponerse por escrito este derecho consuetudinario. En

    el siglo IX ya hay constatacin documental de la exis-

    tencia de privilegios por el uso de pastos.

    En el ao 882, el rey Sancho Garca concedi privile-

    gios de uso de hierbas en las Bardenas a los vecinos

    del Valle de Roncal por su ayuda en la lucha contra

    los musulmanes, siendo este valle el primer congo-

    zante de esas tierras. Pronto se unira el Valle de Sa-

    lazar como congozantes y despus otros municipios,

    con diferentes privilegios y por diferentes motivos.

    Durante la Reconquista, las Bardenas marcaban la

    frontera entre los reinos musulmanes y el reino de

    Pamplona, primero, y de Navarra despus. Hay cons-

    tancia escrita de que la ayuda en las batallas por parte

    de los habitantes de los valles pirenaicos se vio com-

    pensada con la cesin del uso de las llanuras de las

    Bardenas para el pasto de los rebaos de ovejas du-

    rante el invierno.

    Esto prueba que para esa poca ya estaba configu-

    rado y delimitado el territorio de las Bardenas y que el

    mismo ya figuraba como patrimonio real, sujeto a de-

    rechos de uso, tributos y privilegios.

    Origen histrico de losComunales de Navarra

  • 132

    Las Cortes de Navarra de 1743-44 (ley 37) hacen refe-

    rencia en sus textos a dos gneros de tierras que hay en

    este reino, unas que estn dentro de los trminos amo-

    jonados de los lugares y otras que con el nombre de

    montes reales se llaman realengos comunes. Hay que

    distinguir por tanto entre tierras comunales, que son his-

    tricamente patrimonio de los pueblos, y los Montes o

    Comunes reales, que eran dominio de la Corona y des-

    pus pasaron a ser del Estado, hasta que fueron trans-

    feridos a la titularidad de Navarra en el ao 1987.

    A finales de la Edad Media todo lo relativo a los comu-

    nales estaba ya fijado legalmente, por escrito. La orga-

    nizacin administrativa de los pueblos se rega por los

    Fueros Municipales que contenan las reglas de go-

    bierno, sus relaciones con los reyes y seores, los im-

    puestos y cargas de los vecinos, y los bienes y

    aprovechamientos. Cada pueblo navarro tena su fuero

    especial. Los montes que eran propiedad del rey o rea-

    lengos tenan sus propias leyes, tributos y privilegios.

    A lo largo de los siglos se ha ido forjando de este modo

    un rgimen de funcionamiento peculiar, sobre unas nor-

    mas que han ido evolucionando segn los tiempos y las

    necesidades de los habitantes de la regin, a travs de

    diversos regmenes polticos. Esa realidad cambiante, sin

    embargo, no ha alterado lo que se ha considerado siem-

    pre bsico entre los habitantes de este territorio histrico:

    la titularidad pblica de esos territorios y el uso en bene-

    ficio de todos.

    El rey tena derecho de dominio, pero el uso de losMontes era de todos los vecinos

    Desde los comienzos de la Reconquista, el rey poda

    tener propiedades personales sobre las que ejerca un

    poder de dominaticum (dominio) o regala. El rey de Na-

    varra tena la prerrogativa de cobrar un tributo u obtener

    beneficios a cambio de los usos que hacan los vecinos

    de dichas propiedades.

    De la explotacin de los montes se obtenan dos bienes

    econmicos principales: los pastos y hierbas para el ga-

    nado, y la riqueza forestal (madera y lea). De tal forma

    que se pagaba un tributo por el aprovechamiento del bos-

    que para alimentar el ganado (montazgo) y otro tributo

    distinto por talar los bosques (achera). Los tributos se

    imponan en el ejercicio del regnum o soberana, que

    era una expresin territorial de autoridad y poder. De aqu

    le vino por ejemplo el nombre Quinto Real al conjunto

    de montes y bosques pirenaicos que lindan con el Valle

    Tributo de las Tres vacas

    Es el ms antiguo que permanece vigente en Europa.Algunos historiadores remontan su origen al ao 125 a.C.Todos los aos, el 13 de julio, se renen en el mojn fronte-rizo denominado la Piedra de San Martn (Puerto de Ernaz),los alcaldes del Valle de Roncal (Navarra-Espaa) y Baretous(Bearn - Francia)). Los representantes franceses pagan untributo de tres vacas a sus homnimos navarros por el usode las hierbas del puerto. Antes de la entrega de los ani-males, los bearneses, luciendo la bandera francesa, y losroncaleses, ataviados con los trajes tpicos del valle, sellansimblicamente su compromiso de paz mediante la imposi-cin de unas manos sobre otras y la expresin "pax avant"que todos repiten al unsono. Hoy en da se ha convertido enuna popular fiesta de hermandad entre los valles. Tributo de las tres vacas, en la Piedra de San Martin.

  • de Baztn, Valle de Erro, Esteribar y Francia, al pagarse la

    quinta parte como tributo a los reyes navarros en con-

    cepto de aprovechamiento de pastos y monte (siglo XIII).

    Con la incorporacin del reino de Navarra a la Corona de

    Espaa, la propiedad de esos montes pas a la nueva mo-

    narqua reinante, si bien se mantuvieron los derechos his-

    tricos, usos y aprovechamientos intactos.

    Las leyes de lasCortes de Navarra

    La regulacin de los bienes

    comunales ha sido ejercida

    desde siempre por las Institu-

    ciones propias de Navarra,

    tanto a travs de las Entida-

    des Locales en lo especfico,

    por ordenanza y costumbre,

    como tambin mediante Leyes de las Cortes de Navarra,

    en lo general.

    Entre los hitos ms importantes que hay en el terreno le-

    gislativo podemos destacar las Cortes celebradas en

    Pamplona en 1547, la Novsima Recopilacin de Navarra

    (ao 1735) y las Cortes de los aos 1828-29.

    Las Cortes de Pamplona (s. XVI) hacen la primera men-

    cin de las Sierras de Anda, Enca y Urbasa, diciendo que

    son comunes y libres de tiempo inmemorial.

    La Novsima Recopilacin de Navarra, de 1735, recono-

    ca la existencia de montes reales y recoga derechos y

    leyes pactadas en este sentido por las Cortes navarras.

    En el ttulo 23 de dicha ley se haca referencia expresa, al

    decir que tanto en estos montes como en los dems co-

    munes reales el rey sea servido, que ahora, ni en tiempo

    alguno no haya de hacer, ni haga merced de venta y

    mantenga a los navarros en continuacin de su posesin

    inmemorial de gozar quedando la dicha posesin pri-

    vativa a su favor, sin consideracin de precaria (ley 24 de

    las Cortes de Olite de 1688).

    La Ley Paccionada Navarra del 16 de agosto de 1841

    confirm las facultades reguladoras de Navarra sobre los

    bienes comunales existentes en su territorio, lo que per-

    133

    Pastor en la Bardena.

    El concepto de que los bienes comunales sonde todos sin ser de nadie en particular ha venidoinformando su regulacin, por costumbre en losprimeros tiempos y mediante leyes y ordenanzascuando surgieron los rganos de gobierno ennuestros pueblos. As se dice textualmente enla Ley Foral de Comunales (1986)

    A lo largo de la historia las normas hanevolucionado segn las necesidades,pero sin modificar lo que siempre se haconsiderado bsico: la titularidad pblicade los comunales y el uso en beneficio de todos.

  • 134

    miti a las instituciones forales defender esos bienes

    frente a los intentos privatizadores. Hay que recordar que

    la Ley Paccionada surgi del pacto entre la Dipu-

    tacin Foral y el Gobierno de Espaa, para

    conciliar el mantenimiento del rgimen

    foral navarro de autogobierno con el

    nuevo rgimen liberal, centralista,

    instaurado por la Constitucin es-

    paola de 1837.

    As se fueron perfilando los dere-

    chos de la Corona y de sus sbdi-

    tos respecto a esos montes, que

    pasaron a ser de titularidad del Es-

    tado en 1865, en herencia de los dere-

    chos histricos de dominio que detentaba

    la corona espaola, por la Ley de Desamor-

    tizacin.

    En el ao 1987 estos territorios pa-

    saron finalmente a la titularidad

    de la Comunidad Foral de Nava-

    rra, en aplicacin de la Ley de

    Amejoramiento de 1982.

    El rgimen de Bienes Comunales de

    Navarra actualmente est amparado

    por la Constitucin Espaola de 1978 e

    incorporado a la ley 13/1982, de 10 de

    agosto, de reintegracin y Amejoramiento del Rgi-

    men Foral de Navarra.

    Las desamortizaciones del siglo XIX y las luchas porconservar o vender los bienes comunales

    Desde el punto de vista legislativo, como puede verse, se

    ha respetado la regulacin foral y privativa de los bienes

    comunales navarros. Aunque este largo camino no es-

    tuvo libre de obstculos, en absoluto.

    Siempre ha habido conflictos entre quienes queran con-

    servar esos derechos histricos y los que pretendan cer-

    cenarlos en parte o privatizar completamente el dominio

    de los montes, ponerlos en manos de particulares con di-

    versos argumentos. En la base de esa lucha estaba el

    eterno enfrentamiento entre labradores y pastores. Unos

    defendan la necesidad de labrar los comunales y con-

    vertirlos en campos de cultivo, sin tener en cuenta que

    muchos de esos terrenos estaban dedicados a pas-

    tos por el bajo rendimiento agrcola que daban,

    al ser terrenos marginales situados en ce-

    rros y pendientes. Estos enfrentamien-

    tos cobraron especial relevancia en los

    siglos XIX y principios del XX.

    La doctrina del Liberalismo, impe-

    rante durante el siglo XIX, puso en

    grave riesgo la conservacin de esos

    bienes comunales en manos pbli-

    cas, con sus leyes desamortizadoras.

    El liberalismo era partidario de vender el pa-

    trimonio pblico y dejar la gestin en manos

    privadas, por una falsa idea de infrautili-

    zacin de esos terrenos en manos del

    Estado. Esta ideologa poltica coin-

    cidi con un momento histrico de

    declive general de la ganadera

    frente al aumento de la importancia

    econmica de la agricultura. Al

    contrario de lo que haba ocurrido

    durante la Edad Media y el Siglo de

    Oro espaol, donde las organizaciones

    ganaderas tuvieron una gran predomi-

    nancia econmica y social.

    Los terrenos comunales estaban sometidos en su mayor

    parte a los usos ganaderos (pastizales) y forestales (ma-

    dera y lea). No se podan vender, permutar o transferir

    en forma alguna. La ideologa imperante en el siglo

    XIX consideraba esos usos poco productivos y se em-

    pez a llamar a esas propiedades de manos muer-

    tas, por ese motivo. Se preconiz una poltica de

    expropiacin de dichos terrenos para ponerlos en manos

    de los campesinos y dedicarlos en lo posible al cultivo.

    A ese proceso histrico se le llam desamortizacin.

    Consisti en poner en el mercado, previa expropiacin

    forzosa y mediante una subasta pblica, las tierras y

    bienes que hasta entonces no se podan enajenar, ya

    fueran de la Iglesia, de los municipios o del Estado.

    Esos planes de privatizacin chocaban frontalmente con

    las servidumbres y derechos de aguas, pastos y leas

  • 135

    que esgriman los vecinos que hacan uso de tales te-

    rrenos pblicos. As, durante el siglo XIX y a comienzos

    del XX se sucedieron los enfrentamientos y motivos de

    discordia.

    Las desamortizaciones ms importantes fueron las de

    Juan lvarez Mendizbal ministro de la reina regente

    Mara Cristina de Borbn, en 1836, y la de Pascual Madoz,

    ministro liberal de Hacienda por cierto navarro, en 1855.

    sta ltima que se ejecut con mayor control y fue la que

    alcanz un mayor volumen de tierras y ventas.

    Las instituciones de Navarra elaboraron el Catlogo de

    Montes de Utilidad Pblica, aprobado en 1912, que de-

    claraba tiles un total de 679 montes. De ese modo que-

    daron libres de las leyes desamortizadoras. A la cabeza de

    la lista figuraban los montes considerados del Estado en

    aquel momento, con la nica exclusin de las Bardenas

    Reales que estaban sujetas a sus propias Ordenanzas.

    Sin embargo en lo referente a los comunales de los pue-

    blos, para dar apariencia de cumplimiento de la ley, se

    opt por dejar la decisin de enajenar en manos de los

    ayuntamientos, a cambio de recibir un beneficio, sin di-

    ferenciar tipos de propiedad.

    A consecuencia de esto, durante la Desamortizacin, mu-

    chos pueblos convirtieron sus bienes propios en comu-

    nales para evitar la enajenacin y venta de los mismos.

    En cambio hubo otros que optaron por la venta de todos

    sus bienes, en parte empujados por concejales que te-

    nan afinidad poltica liberal o bien por diversos intereses

    econmicos en juego.

    Coincide que las desamortizaciones se produjeron en un

    momento histrico en el que muchos ayuntamientos na-

    varros se encontraban endeudados o en quiebra. Hay

    que tener en cuenta que hablamos de los aos inmedia-

    tamente posteriores a la Guerra de la Independencia con-

    tra Francia (1808-1814), en la cual la gran mayora de los

    municipios navarros haban tenido que hacer frente a

    unas costossimas contribuciones de guerra. A eso se

    sumaron despus las guerras carlistas, para terminar de

    agravar el problema. Los ejrcitos de uno y otro bando

    exigan a las autoridades municipales la entrega de sumi-

    nistros y de raciones para las tropas, exigencias que es-

    taban por encima de su capacidad econmica y que

    llevaron a muchos pueblos de la Ribera a un gravsimo

    endeudamiento.

    Por eso, aprovechando las leyes desamortizadoras, mu-

    chos ayuntamientos en quiebra tuvieron la tentacin l-

    La Desamortizacin promovida por la LeyMadoz de 1855 suscit una fuerte

    polmica en Navarra y las Vascongadas, que loconsideraron un ataque a su autonoma foral. En Navarra el planteamiento era que dichosbienes eran forales, no del Estado; luego no

    podan ser objeto de enajenacin. Se elabor un Catlogo de Montes de Utilidad

    Pblica para evitar su venta.

  • 136

    gica de sanear su economa mediante la venta o cesin

    de algunos usos y propiedades, sufriendo a veces pre-

    siones importantes para ello. Estos municipios, en su ma-

    yora, estaban ubicados en la Ribera donde se haban

    producido los mayores movimientos de tropas.

    La enajenacin de terrenos comunales cre descontento

    y enfrentamientos entre vecinos en los pueblos afecta-

    dos. De ese descontento surgi posteriormente un mo-

    vimiento social a favor de la recuperacin de esos bienes

    para el patrimonio municipal. Este movimiento se deno-

    min corralicero, ya que tena por objeto recuperar las Co-

    rralizas de la Ribera, nombre que reciban all en general

    los montes comunales.

    Estas luchas campesinas enfrentaban a los ms perjudi-

    cados, que eran los pastores y los agriculto-

    res pobres, con los hacendados ricos de

    los pueblos que haban adquirido

    esas tierras. En esas disputas el

    gran caballo de batalla era el si-

    guiente: se vendi la tierra o

    solamente lo que en aquel en-

    tonces tena un valor real, es

    decir, las hierbas?

    Las corralizas de la Ribera

    Hasta finales del siglo XIX, los munici-

    pios de la mitad sur de Navarra, funda-

    mentalmente los que rodeaban la Bardena y la

    ribera del Ebro, tenan dividido su territorio en dos partes:

    el de propiedad comunal y el de propiedad privada. En el

    Comunal se integraban las tierras que no resultaban aptas

    para el cultivo: los sotos y riberas de los ros, anegables

    en las crecidas, y los cerros y montes del secano. Entre

    ambas zonas estaba situado el regado, con las tierras de

    labor aptas para el cultivo, divididas en parcelas de pro-

    piedad privada.

    As en bastantes localidades de la ribera del Ebro y zona

    media de Navarra, desde Cortes y Corella hasta Cseda y

    Cirauqui, existan terrenos muy extensos de monte dedi-

    cados al sustento y la cra de ganados. Estaban divididos

    por zonas de pastos, cada una con corral para guardar los

    animales (ovejas, cabras, caballos, mulos, etc), de donde

    le viene etimolgicamente el nombre de corraliza.

    Los ayuntamientos arrendaban el aprovechamiento de

    esas corralizas. Una parte del arriendo se reservaba para

    los ganaderos de la localidad y la otra se sacaba a subasta

    pblica. Estos arrendatarios generalmente eran roncale-

    ses y salacencos que bajaban en otoo con su ganado

    hasta la Ribera y Bardenas, donde invernaban.

    Ya en el siglo XVII hay constancia escrita de ayuntamien-

    tos que arrendaban sus pastos. La construccin de co-

    rrales y balsas para abrevar el ganado corra por cuenta

    del municipio, lo mismo que su mantenimiento, y por

    tanto tenan un carcter comunal.

    El proceso desamortizador del siglo XIX cambi

    por completo este panorama, como ya se

    ha dicho. No existi uniformidad en

    este proceso, ni tampoco un criterio

    legal nico. En unos casos se

    transmita la plena propiedad

    mientras que, en otros, el pue-

    blo se reservaba algunos dere-

    chos, como el de caza, lea y el

    de pasto para las ganaderas con-

    cejiles. A pesar de esta diversidad

    en las transmisiones de las corrali-

    zas, ha sido comn escuchar por los

    pueblos que en aquel proceso no se

    vendi la propiedad de las corralizas, sino las

    hierbas y aguas de ellas. Posteriormente, muchas

    localidades intentaron recuperar las corralizas ante los tri-

    bunales. Sin embargo, la prescripcin de los derechos

    por el paso del tiempo as como los cambios de dueos

    sucedidos a lo largo de los aos, dificultaron una solucin

    jurdica a un problema que lleg a tener un profundo ca-

    lado social.

    A finales del siglo XIX y comienzos del XX surgieron mo-

    vimientos populares, impulsados por sociedades obreras

    comuneras, que reivindicaron muy activamente el re-

    torno de comunes y corralizas a los pueblos, y ejercan

    presin para ello en sus propios ayuntamientos. A raz de

    estos movimientos se produjeron pleitos y en algunos

    pueblos se lleg de forma pacfica a convenios con los

  • 137

    corraliceros e incluso a la compra de corralizas por so-

    ciedades de vecinos.

    Pero el conflicto corralicero tambin tuvo episodios san-

    grientos. En 1884, este conflicto dej cuatro muertos

    en Olite. Y en 1914 las movilizaciones reivindicativas en

    Olite y Miranda de Arga se saldaron con tres y cuatro

    asesinados, respectivamente.

    La II Repblica trajo cierta esperanza de arreglo, con la

    promesa de una Ley de Reforma Agraria que abaratara

    las adquisiciones de las corralizas a sus propietarios.

    Sin embargo esta esperanza se trunc con la Guerra

    Civil espaola y el rgimen franquista.

    El advenimiento de la democracia y la Constitucin es-

    paola de 1978 sirvieron para abrir cauces al dilogo,

    establecer una legislacin nueva y poner fin a este con-

    flicto.

    La Ley Foral de Comunales de 1986 supuso una im-

    portante modernizacin normativa que vino a reafirmar

    el carcter social de esos bienes pblicos, al disponer

    que su aprovechamiento y disfrute directo corresponde

    a los vecinos ms desfavorecidos. Tambin abri cau-

    ces para la recuperacin de esos antiguos bienes ena-

    jenados. Consagr la autonoma local, pero bajo la

    vigilancia del Gobierno de Navarra, y dot a las entida-

    des municipales de medios e instrumentos adecuados

    para la defensa y proteccin de los comunales. Derog

    la ley vigente en esa materia que databa de 1828.

    A comienzos del siglo XX, los montes de titularidad delEstado en el antiguo Reino de Navarra, eran diez: losmontes de Azcoa, La Cuestin, Quinto Real, Erreguerenay Legua Acotada, en la Merindad de Sangesa; los mon-tes Sierra de Urbasa, Anda y La Planilla, en la Merindadde Estella; el monte Aralar, en la Merindad de Pamplona,y las Bardenas Reales, con un rgimen especial, en laMerindad de Tudela. Posteriormente, en 1923 y comoconsecuencia de una permuta con el valle de Erro, elmonte Txangoa pas a ser tambin de titularidad estatal.

    Con excepcin del monte Azcoa, que sigui su propioproceso por separado, y de las Bardenas Reales, todoslos dems montes incluidos en esta lista (tambin en elCatlogo de Montes de Utilidad Pblica de Navarra) fue-ron transferidos a la Comunidad Foral por el Real De-creto de 1987.

    Cada uno de esos montes ha tenido su propia historiaparticular que no vamos a analizar con detalle, en cuantoa los avatares sufridos a lo largo de los siglos.

    No obstante, lo que s puede decirse de todos ellos y elmotivo por el que an se conservan como Montes co-munales o pblicos, es por el sentimiento comn e his-trico que ha existido en todos los navarros de que a laCorona (y al Estado despus) corresponda no un ttulo depropiedad sino los derechos de dominio originario, quellevaban implcitos en s el respeto a un uso consuetudi-nario por parte de todos.

    Los antiguos Montesdel Estado

    Urbasa, Balcn de Pilatos.

  • Sorprende la gran diversidad que hay tanto en cuanto a

    las caractersticas ecolgicas y aprovechamientos como

    en las formas de gestin de los montes y pastos comu-

    nales de Navarra, que varan en funcin de la situacin

    geogrfica, la tradicin, la importancia y el impacto que

    tiene su uso en el entorno, el grado de implicacin de las

    administraciones, el tipo de rgano de gestin, etc.

    En la sociedad agraria tradicional, los montes comunales

    constituan para los habitantes de los pueblos el principal

    mbito de abastecimiento de un conjunto de recursos ne-

    cesarios para la vida y la actividad diaria. Les proporcio-

    naba lea para cocinar y calentarse, madera, helecho,

    pastos para alimentar el ganado, carbn, caza, parcelas

    para el cultivo, etc.

    Todava hoy siguen generando estos aprovechamientos,

    tiles para los vecinos. Adems han surgido nuevas for-

    mas de uso de esos montes pblicos, en el mbito de

    una nueva sociedad urbana. As, se han convertido en

    reas de esparcimiento y ocio al aire libre muy importan-

    tes, con un gran atractivo para el turismo en nuestra re-

    gin, tambin en escuelas de la naturaleza para las

    nuevas generaciones. Sin olvidar los beneficios me-

    dioambientales que nos proporcionan, como pulmn na-

    tural y base de unos ecosistemas ricos y variados.

    Algunos de estos aprovechamientos han ido cayendo en

    desuso, durante los ltimos cincuenta aos, por los cam-

    bios socioeconmicos que ha habido. En cambio otros

    se han potenciado mucho ms, hasta convertirse en

    motor importante de nuestras economas rurales.

    Los helechales, por ejemplo, tenan gran interspara los ganaderos en el pasado, que usaban el helecho

    seco y la hojarasca como cama para el ganado, en las

    cuadras y establos. Antao se reservaban zonas de

    monte sin pastar, solo para poder obtener este producto

    y se sancionaban las cortas y daos. En la actualidad,

    con el tipo de instalaciones ganaderas que hay de suelos

    emparrillados, apenas se hace uso de estos helechales y

    en las granjas que todava usan cama, se ha sustituido el

    helecho por paja de cereal que se obtiene de forma ms

    mecanizada.

    La lea contina siendo hoy en da un producto condemanda entre los vecinos de los pueblos de la Montaa.

    Usos actuales de los Montesy Espacios naturales

    138

  • 139

    La recogida de lea como combustible para los hogares

    cumple otros dos fines ms: por un lado limpia los mon-

    tes de matorrales y lea seca, para evitar incendios, y en

    segundo lugar ayuda a regenerar el bosque. Este apro-

    vechamiento era importantsimo en el pasado, cuando las

    familias no disponan de otro combustible para cocinar y

    calentar sus viviendas. En la actualidad, aunque ha de-

    cado bastante su prctica por la existencia del gas y el

    gasleo de calefaccin, en muchos pueblos pirenaicos y

    de la zona Noroccidental se siguen sorteando lotes de

    lea entre las familias.

    No hace falta subrayar la gran importancia econ-mica que tiene el aprovechamiento forestal y maderero.Ha sido el motivo principal de la reivindicacin histrica

    de Navarra frente al Estado por recuperar la gestin de

    estos montes y comunes.

    El turismo de naturaleza y ocio constituye unaforma de aprovechamiento muy reciente de nuestros

    montes, nacida de esta sociedad industrializada y urba-

    nita. No por ello se trata de un asunto menor. Al contra-

    rio, el turismo de naturaleza genera importantes ingresos

    y se ha convertido en una actividad muy interesante,

    digna de tener en cuenta, para el sostenimiento de la eco-

    noma de muchos pueblos navarros. Navarra vende cul-

    tura y tradiciones, y sobre todo vende paisaje.

    Hoy en da el atractivo de nuestros espacios naturales es

    innegable para quienes viven inmersos en la sociedad ur-

    bana, cada vez ms alejada de la naturaleza. De hecho

    constituyen uno de los motivos por el que nos visitan mu-

    chos turistas forneos. Adems, genera lugares de ocio

    y esparcimiento para la propia sociedad navarra. Sus sen-

    deros, pistas y caminos no solo sirven para transportar

    madera y ganado, tambin son rutas idneas para la ac-

    tividad deportiva. En torno a la mayora de estas zonas se

    han abierto Centros de Interpretacin de la naturaleza,

    como actividad didctica, que ayudan a conservar y trans-

    mitir unos conocimientos y una cultura ancestrales.

    Los Pastos comunales y praderas siguen teniendohoy, como ayer, una importancia fundamental para el ali-

    mento del ganado. Junto con el maderero, es de hecho

    uno de los aprovechamientos de los montes ms rele-

    vantes econmicamente y muy interesante desde el

    punto de vista ambiental. Disponer de unos buenos pas-

    tos y praderas para alimentar el ganado, y que sean ba-

    ratos, puede suponer la diferencia entre la supervivencia

    y la ruina de una explotacin ganadera familiar. Los mon-

    tes comunales ofrecen un alimento de calidad que evita

    la compra de piensos en determinadas pocas del ao,

    abaratando los costes de produccin. A cambio, la ga-

    nadera aporta un beneficio indudable ya que el pastoreo

    contribuye a limpiar de maleza los montes.

  • 140 Como ya se ha sealado, el 57% del territorio nava-rro es forestal, si bien en esa superficie hay quedistinguir entre las reas forestales arboladas y lasno arboladas, donde se incluyen los helechales, pas-tizales, caadas y zonas de matorrales.

    Los pastizales ocupan una superficie de 37.447 ha,es decir el 6% del territorio de Navarra, y son losque tienen mayor vocacin ganadera.

    Se considera pastizal de alta montaa a la vegeta-cin herbcea natural que crece en Navarra a partirde los 900-1.000 m de altitud. Est constituida pordiversas especies adaptadas y tienen un aprovecha-miento extensivo nicamente en el perodo estival.Se ubican en las zonas ms altas de la mitad nortey son las que constituyen la mayor parte de los pas-tos comunales. Podemos citar como ms importan-tes los rasos de las Sierras de Aralar, Urbasa yAndia, y toda la franja de montes pirenaicos, desdeQuinto Real hasta Larra, pasando por Sorogain, Asto-bizkar, Ori, Abodi, Txamantxoia, Lakora, Lakartxela,etc. Estos pastos no se agostan en verano, dada la

    altura y la suavidad de su clima, y desde muy anti-guo han sido utilizados en comn por los ganaderosque dejan pastar en esos puertos el ganado desde laprimavera hasta finales de otoo.

    Por debajo de los 900 m de altitud, se habla senci-llamente de pastos o pastizales. Por lo generalestn ubicados en cerros, montes y llanuras ridasde secano, en la zona media y sur de Navarra. Enocasiones estn situados junto a parcelas dedicadasal cultivo de secano. El ganado pastorea en esaszonas de monte y en los restos de cosecha o rastro-jos que quedan en las parcelas de cultivo. LasBardenas Reales constituyen el ejemplo mscaracterstico.

    En torno a estos pastos de uso estacional seconstruyeron chozas y refugios para los pastores yel ganado, y se trazaron vas y caminos decomunicacin que sirvieron tambin como enlaceentre los pueblos, de norte a sur y del este al oeste.Las vas ms importantes se denominaroncaadas.

    Datos actuales msrelevantes

  • En una poca en la que tanto se habla dela sostenibilidad medioambiental y de lamultifuncionalidad de la actividad agraria, los

    sistemas ganaderos que utilizan estas gran-

    des reas de pastos en comn constituyen

    un modelo de eficiencia en el aprovecha-

    miento de recursos propios y de sostenibili-

    dad econmica, social y ambiental.

    63%0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%37%

    Forestal arboladoForestal no arbolado

    Helechal4%Pastizal

    6%

    Matorral27%

    Pastizal

    Pastizal dealta montaa

    Caadas

    Espartal

    Carrizal yjuncal

    Superficie forestal Superficie de pastizales

    19.884,5 ha

    12.850,4 ha

    2.058,9 ha

    1.994,0 ha

    659,6 ha

    Rebao transitando por una caada.

    Distribucin de las superficies y usos forestales en Navarra

  • Cuando la zona de pasto pertenece a un nico trmino

    municipal, el uso y disfrute corresponde a sus vecinos,

    pudiendo tambin existir acuerdos faceros (2) con otros

    municipios.

    Puede darse el caso de que el rea de pastos se encuen-

    tre enmarcada en dos o ms trminos municipales. En

    ese caso la gestin la lleva a cabo una entidad pastoril

    (unin, mancomunidad).

    Un tercer supuesto es el de aquellos territorios que, sin

    pertenecer a un trmino municipal concreto (Bardenas

    Reales, Aralar), su uso y disfrute corresponde por tradi-

    cin a distintos Municipios y otros entes, y la gestin

    de sus recursos se regula desde Juntas integradas por

    estas entidades.

    Por ltimo, cuando el territorio es propiedad del Go-

    bierno de Navarra, caso de Urbasa-Anda, el derecho de

    uso es de todos los vecinos de la Comunidad y la regula-

    cin de su disfrute corresponde al propio Gobierno Foral.

    El marco normativo bsico que regula en Navarra los

    aprovechamientos de los bienes comunales, y entre ellos

    los pastos en comn, es la Ley Foral 6/1990 de Adminis-

    tracin Local. Dentro de este marco, cada rgano de

    gestin puede recoger las particularidades o las costum-

    bres locales de uso en una Ordenanza especfica. Hay

    ordenanzas muy antiguas, que provienen de la poca me-

    dieval y todava siguen vigentes, como las que regulan los

    pastos del Valle de Roncal o las de la Sierra de Aralar.

    La implicacin por parte de las administraciones o del

    rgano representativo condiciona en gran medida la

    gestin de estos territorios. As, en aquellas zonas

    donde la actividad ganadera tiene mayor peso econmico

    y social y los sistemas ganaderos son ms dependientes

    de estos recursos, las Entidades locales y los rganos de

    Gestin de los Pastos Comunales de Navarra

    142

    Existe una casustica muy variada en la gestinde las diferentes reas de pastos en comn de

    Navarra.

    (2) Facera: figura de derecho privado que consiste en el disfrutecompartido de cierta heredad por varios municipios, de igual o distinta pro-vincia, comunidad o pas.

  • gestin son ms sensibles a sus problemas y se implican

    ms en la gestin y mejora de estos recursos. En gene-

    ral estas reas son las de gestin ms directa, con mejo-

    res dotaciones de infraestructuras ganaderas y mayor

    seguimiento del estado de los pastos (con planes de ma-

    nejo anuales), del ganado (identificacin, estado sanita-

    rio, accidentes) y de las infraestructuras. En contrapartida

    o como consecuencia de ello, son los que exigen mayo-

    res tasas por el uso de los recursos pasccolas.

    La figura de guardero es una pieza clave en

    la gestin de los pastos. El personal y la dedicacin de-

    penden de la extensin del rea y la importancia econ-

    mica y social que tenga su uso. Suelen depender del

    rgano de gestin, y las funciones que realizan son prin-

    cipalmente la vigilancia y mantenimiento de las infraes-

    tructuras, el control documental del ganado que accede,

    el seguimiento de las actuaciones de manejo y mejora de

    los pastos, la vigilancia del estado sanitario y de acciden-

    tes del ganado y el control del acceso del ganado a zonas

    reforestadas.

    Las grandes reas de pastos comunales no se utilizan de

    forma continua durante todo el ao, sino en determina-

    das pocas, para evitar el sobrepastoreo y permitir la re-

    generacin vegetal. Las pocas en las que se mantienen

    cerrados al ganado, se denominan vedas. Las pocas de

    uso dependen de la climatologa de la zona, de que sea

    benigna, y tambin de la produccin de hierba.

    De acuerdo con estas premisas, existen en Navarra pe-

    riodos de veda al uso pasccola en estaciones opuestas,

    segn las diferentes reas de pastos. Hay zonas abier-

    tas durante la invernada, es decir en otoo-invierno, y

    otras abiertas durante la primavera y verano.

    Las Bardenas Reales, que estn situadas en el rea me-

    diterrnea, cuentan con un clima semirido, excesiva-

    mente caluroso y seco en verano pero hmedo y suave

    durante el invierno. La mitad de su territorio es tierra de

    labor en manejo de ao y vez. La suma de estos fac-

    tores lo convierte en un territorio idneo para la alimentar

    a los rebaos en el invierno. As, la temporada de pas-

    tos comienza el 18 de Septiembre y finaliza

    el 24 de Junio.

    En cambio en los pastos pirenaicos como Sorogain, las

    fechas de acceso son en torno al mes de Mayo, con el

    buen tiempo, y se utilizan los pastos hasta Noviembre

    que es la poca en la que comienzan las heladas y neva-

    das invernales. El rea pirenaica tiene un clima subalpino,

    de veranos suaves e inviernos muy fros, y su vegetacin

    consiste en pastos herbceos.

    La existencia de estas marcadas diferencias ecolgicas y

    de uso, y la distancia relativamente corta que hay entre las

    reas del norte y sur de la regin es lo que ha fomentado

    la trashumancia con el ganado de unos pastizales a otros,

    desde la antigedad. Esta prctica ha tenido una gran im-

    plantacin en otras pocas. En la actualidad son pocos

    los ganaderos que utilizan las caadas y hacen trashu-

    mancia, aunque esta costumbre se sigue manteniendo.

    La conduccin diaria del ganado, dentro de un valle o

    rea de pastos, sigue siendo una prctica habitual entre

    los pastores trashumantes de los valles pirenaicos que

    Uso estacional y pocas de veda

    143

  • 144

    suben desde los pueblos cercanos hasta Puerto Grande,

    Abodi o Sorogain, y tambin en el el valle del Ebro

    donde los ganaderos de la Ribera llevan sus rebaos a

    las Bardenas. Ese pastoreo diario no lo practican en

    cambio los ganaderos estantes usuarios de los pastos

    del rea atlntica, que acostumbran a dejar el ganado

    dentro de prados cercados da y noche, sin la presencia

    continua del pastor.

    El nmero de rebaos y cabezas que acuden a los pas-

    tos comunales, tanto en la Montaa como en las Bar-

    denas, ha descendido mucho en los ltimos aos

    respecto a pocas pasadas, fundamentalmente por el

    cambio de manejo de las explotaciones. La tendencia

    ha sido hacia una mayor estabulacin de los rebaos

    con sistemas de alimentacin y productos que se faci-

    litan en las propias naves o en zonas de pastos cerca-

    nas a las instalaciones.

    Las especies domsticas que valorizan los recursos

    pasccolas pertenecen hoy en da, en su mayora, a razas

    autctonas (pirenaica y betizu en vacuno, latxa y

    navarra en ovino y jaca y burguete en caballar). Es

    importante resaltarlo porque pone de relieve el mximo

    aprovechamiento de recursos que hacen estas razas as

    como su ligazn a nuestros ecosistemas naturales, a

    cuyo equilibrio contribuyen.

    Al margen de esta actividad tradicional, ya se ha hablado

    de otros usos de los montes (caza, turismo, etc) que res-

    ponden a la demanda actual y a las exigencias de una

    sociedad cada vez ms urbana que utiliza esos recursos

    para su ocio. Es importante armonizar todas estas de-

    mandas y hacer un uso respetuoso y racional de los

    espacios naturales, para evitar el deterioro de los mon-

    tes y pastizales debido a la utilizacin masiva para di-

    versos fines.

    Hay normativas encaminadas en esa direccin, aplicables

    a todos los usuarios. En todos los montes y pastos co-

    munales est prohibido, por ejemplo, circular con veh-

    culos de cualquier tipo fuera de las pistas marcadas, para

    preservar el medio natural.

    Algunos de los nuevos usos tursticos y de ocio han pro-

    vocado, debido a la masificacin, algunas alteraciones en

    la prctica de los aprovechamientos del monte, que es-

    taban regulados por costumbres y ordenanzas milenarias.

    Las preocupaciones medioambientales y el respeto hacia

    los sistemas de explotacin ganadera tradicionales est

    llevando, en algunos casos, a realizar estudios de con-

    junto en las grandes reas de Pastos en Comn para su

    reordenacin y adecuacin a las necesidades actuales de

    forma que se puedan equilibrar los usos tradicionales con

    las nuevas demandas.

  • 145

    Principales reas de PastosComunales de Navarra:

    Dada la importancia ganadera, econmica ymedioambiental de estos territorios, pasamosa analizar algunas de las grandes reas depastos comunales y el uso ganadero que se leda en la actualidad.

    1. Bardenas Reales

    Estn situadas al sureste de la Comunidad Foral.Es el rea ms extensa, con una superficie total de41.770 hectreas.

    2.Urbasa-Anda-Lkiz

    Situadas al oeste, entre la Navarra atlntica y la me-diterrnea, estas sierras tienen una superficie totalde 24.754 ha y una altitud media de 900-1.000 m.

    3.Sierra de Aralar

    Se localiza en la zona noroccidental de Navarra,justo en la muga con el Pas Vasco (Guipzcoa).Ocupa una superficie de 2.181 hectreas (208 km2)

    4 - 5 Montes de Baztn

    Estn situados al norte de Navarra, en la zonaAtlntica. Tiene una superficie de unas 6.848 ha.

    6.Alduides-Quinto Real

    - Sorogain

    Este conjunto est situado al norte de Navarra.Cuenta con una superficie total de unas 4.700 ha.

    7 - 8 - 9 - 10Puertos

    pirenaicos

    Estn dispersos en pleno Pirineo, a gran altitud(entre 1.000 -1.800 m), en la frontera con Francia.Lindan con los valles de Azkoa, Salazar y Roncal,respectivamente.

    1

    2

    36

    4

    75

    89 10

  • Las Bardenas Reales constituyen nuestra rea comunalms extensa y conforman un paisaje de orografa muysingular.

    Su historia es muy antigua. La primera constatacin

    escrita sobre la concesin de privilegios data del ao

    882, cuando el Rey Sancho Garca concede derechos

    de pasto al Valle del Roncal, como contraprestacin por

    la colaboracin de sus habitantes en la lucha contra los

    musulmanes. En los mapas y documentos de la Edad

    Media este territorio estaba perfectamente identifi-

    cado, figurando como patrimonio del Rey por derecho

    de conquista.

    En el ao 1705, el rey Felipe V concedi, mediante Real

    Cdula, la cesin del goce a perpetuidad y en exclusiva

    de las Bardenas Reales a las veintids entidades con-

    gozantes en aquella fecha, a cambio de la cantidad de

    doce mil reales de ocho.

    Antao pastaban en las Bardenas ganados diversos:

    146

    Las Bardenas Reales estn situadas al sureste de laComunidad Foral. Fue declarado Parque Natural en1999 y Reserva de la Biosfera desde el ao 2000.Ocupa una superficie total de 41.770 hectreas.

    Histricamente ha sido el destino principal para elpastoreo de invierno de los rebaos trashumantesde los valles pirenaicos, siendo el final y punto departida de una importante caada que an recorrede norte a sur la geografa navarra, la famosa Ca-ada de los Roncaleses.

    Se caracteriza por su clima rido, con una tempera-tura media anual de 14C y una precipitacin mediaanual de 344 mm. Su orografa es plana con multi-tud de cerros o cabezos que sobresalen por encimadel llano y que presentan unas formas esculturalesdebido a la erosin del viento y el agua.

    El 50% de su superficie es tierra arable que se de-dica a cultivos extensivos de secano y el 46% sonzonas de pastos.

  • 147ovino y caprino fundamental-

    mente, pero tambin vacuno y caba-

    llar. De hecho, hasta comienzos del

    siglo XX, la ganadera ha sido el

    aprovechamiento ms importante

    de este territorio. A comienzos

    de la Edad Moderna podan uti-

    lizar la Bardena, de forma tras-

    humante, hasta 300.000

    ovejas y cabras. Hacia me-

    diados del siglo XIX esta cifra

    se haba reducido ya a la mitad

    y se citan tambin algo menos

    de dos mil cabezas de vacuno.

    A comienzos del siglo XX, la ganade-

    ra va cediendo terreno y privilegios en

    favor de la agricultura, con el descenso de la

    trashumancia y los cambios en los sistemas ganaderos.

    En la actualidad, el aprovechamiento ganadero se en-

    cuentra supeditado y depende totalmente del agrcola, si

    bien la presencia de ganado sigue siendo relevante. El

    territorio est ordenado por distritos agrcolas y gana-

    deros, con unos usos muy bien delimitados.

    En el ao 2007 utilizaron sus

    pastos un total de 104 explotacio-

    nes con 114.326 cabezas de ovino

    (de raza Navarra). En 2008, fue-

    ron 95 explotaciones con

    110.420 cabezas. Existe una

    limitacin de 1.000 cabezas

    de ovino por rebao. Tam-

    bin los utilizan 3 explota-

    ciones de vacuno bravo;

    este tipo de ganadera ha

    estado presente de forma

    tradicional en las llanuras

    bardeneras.

    Hay pocas de aprovechamiento y

    otras de veda. Los pastos se suelen

    aprovechar desde mediados de septiembre

    hasta el junio del ao siguiente. Durante el verano la

    zona est vedada para el ganado.

    Aparte de los usos ganadero y agrcola, las Bardenas

    Reales se han convertido hoy en da en un foco de atrac-

    cin turstica importante.

    Las Ordenanzas que rigen en lasBardenas datan del ao 1820, conreformas posteriores. Los 22 representantes de losentes congozantes forman laJunta General. La Comisin oJunta Permanente es el rganode administracin ordinaria y estcompuesto por siete Vocales, queson elegidos por la Junta General.De entre ellos se elige alPresidente, que desarrolla lasatribuciones propias de losalcaldes de los municipios opresidentes de lasmancomunidades.

    Las entidades congozantesde las Bardenas reales son:Arguedas, Buuel, Cabanillas,Cadreita, Caparroso, Carcas-tillo, Corella, Cortes, Falces,Funes, Fustiana, Marcilla,Mlida, Milagro, Peralta, San-tacara, Tudela, Valtierra,Valle del Roncal, Valle delSalazar y Villafranca, y elMonasterio de la Oliva.Todos ellos ostentan elmismo derecho dentro de laComunidad, lo que se tra-duce en un solo voto porcada congozante con inde-pendencia del nmero devecinos que representan.

    Monumento al pastor tras-humante en Bardenas.

  • 148

    Urbasa-Anda y Lquiz

    Los Parques Naturales de Urbasa - Anda y Lquiz se en-cuentran situados en la Navarra Media Occidental. Son maci-zos Krsticos de paredes monumentales y cortes escarpados.

    Las sierras de Urbasa y Anda conforman una gran mesetade suaves ondulaciones, que est dividida por una profundagrieta o pasillo. Hacen frontera entre la zona Cantbrica yTierra Estella, formando una barrera climtica entre la NavarraAtlntica y la Mediterrnea. Ello les confiere unas caracters-ticas ambientales de transicin, idneas para el desarrollo deuna vegetacin rica y variada. Otra de las caractersticas de este Parque Natural es la au-sencia de ros. El terreno calizo deja que el agua se filtre ydiscurra bajo tierra por numerosas simas y grietas.Aproximadamente el 53% de su superficie est dedicado alpastoreo, son las zonas denominadas rasos de Urbasa yAnda y las de arbolado claro.

    El Parque Natural Urbasa-Anda incluye cuatro zonas:

    Sierra de Urbasa: 11.399 ha. Sierra de Anda: 4.700 ha. Monte Limitaciones de las Amscoas: 5.190 ha. Reserva Natural del Nacedero del Ro Urederra: 119 ha

    La sierra de Lquiz se extiende paralela a Urbasa, al sur,desde el corredor alavs de San Vicente de Arana y SantaCruz de Campezo hasta los valles de Alln y Metauten, conuna longitud de unos 22 km y una superficie de 3.346,7hectreas. Constituye el flanco meridional del valle deAmscoa. Tiene forma alargada y un carcter menos marcado que elde Urbasa, con 4 acuferos principales y amplios pastos.

    Localizacin

  • 149

    Urbasa-Anda son los Montes comunales de Navarra por

    excelencia. Por derecho ancestral, todo ciudadano na-

    varro puede utilizar estos pastos sin pagar canon alguno.

    Desde tiempo inmemorial, el ganado domstico los ha

    utilizado intensamente como base alimenticia en la

    poca estival. Con la suma de todos estos factores el

    conjunto de estos macizos ha desarrollado unas adapta-

    ciones pasccolas extraordinarias de alto valor ecolgico,

    paisajstico y econmico.

    Actualmente, utilizan estos pastos alrededor de 285 ex-plotaciones ganaderas.

    El ganado que utiliza los pastos de Urbasa-Anda procede

    en su mayor parte de los municipios prximos, situados al

    norte y sur de las Sierras. Generalmente son profesionales

    del sector con dedicacin exclusiva a vacuno u ovino o ex-

    plotaciones mixtas de vacuno-caballar. El ganadero sube

    y baja sus animales andando a comienzos y final de tem-

    porada, y los visita casi a diario para ver su estado.

    El uso ms intenso se produce durante el verano, sobre

    todo durante el mes de julio, con presencia de unas 6.300

    cabezas de ganado en Urbasa y 7.700 cabezas de ganado

    en Anda. En conjunto, la carga ganadera est adecuada

    a la superficie de pastos . Los rebaos de ovino son los

    ms numerosos y en el ao 1998 sumaron ms de 46.000

    cabezas pastando en el conjunto de estos pastizales.

    La actividad ganadera permite el mantenimiento de los

    caminos y vas pecuarias, y es lo que hace posible hoy en

    da la existencia de multitud de paseos naturalsticos por

    la zona. La afluencia turstica es importante desde co-

    mienzos de primavera hasta finales del otoo y en la ac-

    tualidad est regulada, para prevenir afecciones serias al

    medio ambiente y tambin por el detrimento que se

    puede causar en la calidad de los pastos.

    Es importante sealar la existencia de productos alimen-

    ticios de calidad ligados por nombre y tradicin a esas

    zonas como el queso de Urbasa.

    El conjunto de Urbasa y Anda, junto con el monte Limitaciones y el nacedero del ro Urederra, fueron declarados Parque na-tural en 1997. Previamente, en 1996 se haba aprobado el Plan de Ordenacin de los Recursos Naturales de Urbasa y Andia.

    En virtud de sus valores naturales, forma parte de Natura 2000. Cuenta con un Centro de Informacin turstica y un rea deInterpretacin de la Naturaleza en la llamada Borda de Severino.

    llPamplona

    PAS VASCO

    NAVARRA

    Vista panormica desde el Balcn de Pilatos en la Sierra de Urbasa.

  • 150

    Entre los meses de mayo y noviembre, la Sierra deAralar se convierte en una gran zona de pastosabierta para el ganado. En esa poca de mejor cli-matologa, resulta fcil encontrar yeguas y caballos,vacas con sus terneros y rebaos de ovejas disemi-nados por las campas herbosas de altura.Alrededor de 65 explotaciones de las localidades li-mtrofes hacen uso de los pastos actualmente.

    Aralar se encuentra ubicado en la zona norocci-dental de Navarra, dentro de la Comarca Agraria I.

    Es un extenso macizo krstico que compartenNavarra (dos tercios) y Guipzcoa (un tercio) ypresenta un relieve accidentado de valles,bosques de hayas, prados y cimas, salpicado desimas y cuevas.

    Tiene un clima muy hmedo y la nieve lo cubredurante el invierno. La temperatura media anuales de 11,3 C y la precipitacin media anual1.399 mm. Alcanza su mayor altura en la cimadel Irumugarrieta (1.431 m).

    Ocupa una superficie de 2.181 hectreas (208km2) donde se mezclan roquedos, simas, haye-dos frondosos y pastizales siempre verdes, queconforman una sierra singular.

  • 151

    El nmero de cabezas ha descendido algo enlos ltimos aos. Alrededor de 7.800 cabezas deovino, unas 600 cabezas de ganado caballar yunas 300 cabezas de vacuno pastan anualmente. El mayor descenso se ha notando en el ganadovacuno; de 507 animales que entraron en la sie-rra en el ao 2006 se ha pasado a 259 en el 2009.

    El rgano de gestin de estos montes es la Uninde Aralar - Aralarko Elkartea, una Mancomunidadformada desde el siglo XIV por los 19 municipiosnavarros que se benefician de los aprovechamien-tos vecinales de los pastos, bosques y caza delRealengo de Aralar. Estos municipios son, pororden alfabtico, los siguientes: Arbizu, Arribe,Arruazu, Atallu, Azcrate, Betelu, Echarri-Aranaz,Ganza, Inza, Iraeta, Lacunza, Lizarraga, Lizarraga-bengoa, Razquin, Torrano, Unanua, Uztegui, Villa-nueva de Araquil, Ybar,

    Estos montes estn estrechamente ligados a la historia de Navarra, como marco de innumerables luchas fronte-rizas, y son tambin el escenario de muchas leyendas. El caminante puede encontrar abundantes dlmenesdiseminados entre los bosques de hayas y las campas de hierba, como testimonio de la remota presencia humana. En una de sus cimas est situado el famoso santuario romnico de San Miguel in Excelsis (s. X), que conmemorasu leyenda ms famosa, la de Teodosio de Goi que venci al dragn con el auxilio de este arcngel.

  • 152

    Estos pastos estn situados en el Pirineo navarro, enlos puertos de montaa, collados y vertientes despe-jadas, a una altura sobre el nivel del mar que oscilaentre los 800 y los 1.800 m de altitud.

    Desde pocas muy remotas, los pastores y ganade-ros suben a esos pastos para alimentar a su ganadoen la temporada estival, ya que el clima suave yhmedo permite mantener la hierba fresca y verdeen los prados durante los meses del verano.

    La temperatura media en los meses ms calurososdel ao suele ser de unos 15 C y alcanzan unaprecipitacin media anual de hasta 2.000 mm.

    Los pastizales estn situados por lo general en lassolanas y cuentan con pendientes pronunciadas.

    ll PamplonaARAGN

    LOCALIZACIN

  • Puerto Grande de Roncal

    Se enclava dentro del tr-mino municipal de Isaba,en su parte ms septen-trional y abarca una su-perficie global de 600hectreas. El lmite sep-tentrional corre a lolargo de las cumbres pi-renaicas que son fronte-rizas con Francia, en una

    longitud de 6,5 km,siendo el monte Lkora

    (1843 m) su mayor cota. Se rige segn las Ordenanzas

    del Valle de Roncal, que sonmuy antiguas. Los pastos son com-

    partidos por ganaderos franceses y ve-cinos de ese valle navarro. Alrededor de 5.000 ovejas, unas 500 vacasy 80 caballos utilizan los pastos de estepuerto de montaa cada ao.

    Monte Azkoa

    El Monte Comn de la Aezkoa seubica en el cuadrante nordestede Navarra, en la ComarcaAgraria II (Pirineos). Incluyelos trminos de: Nabala(libre), Azpegui, Idopil,Sobar, Orin, Mendigar,Iron (Sariozar libre), Egur-giro y Abodi (libre). Se tratade un territorio de 6.406,3ha, incluido en su prctica to-talidad en el LIC Roncesvalles-Selva de Irati, que albergahbitats considerados como prio-ritarios o de inters comunitario.Constituye una facera internacionalcuyos pastos han sido utilizados durante si-glos por una importante cabaa ganadera proce-dente tanto del propio valle como de Francia. Elnmero de ganaderos que llevan sus rebaos a pastares de unos 61 aezkoanos y 50 franceses (ao 2006).

    153

    Los rganos que administranestos pastos pirenaicos son lasJuntas de los Vallescorrespondientes y lo hacensegn unas Ordenanzas que seremontan en la mayora de loscasos hasta la poca medieval,con revisiones posteriores.

    Normalmente se paga un canon deacceso a los puertos, por cabeza deganado. Durante los meses de pastoreo,los animales permanecen sueltos day noche en la montaa, donde losganaderos los visitanregularmente para comprobarsu estado.

    Barrera o paso cana-diense que evita la salida

    del ganado.

    Abodi

    La Sierra de Abodi est si-tuada al norte del municipio

    de Ochagava dentro del LIC Roncesvalles-

    Selva de Irati. Cuenta con una superficie de

    1.210 ha (segn las nuevas ordenanzas de 1976), de las

    que el 86% son pastos.Se rige segn las Ordenanzas del Va-

    lle de Salazar y los pastos son utilizadospor los vecinos de ese valle navarro.

    El tipo de ganado que los utilizaes mayoritariamente vacuno de

    raza pirenaica, ganado caba-llar de raza Burguete y el ga-

    nado ovino de razaNavarra.

    Anualmente suben a estepuerto alrededor de

    13.000 ovejas, 600 vacaspirenaicas y unos 170

    caballos

  • El Lugar de Inters Comunitario (LIC) Monte Alduideest situado al norte de Navarra, en la transicinbiogeogrfica entre la regin atlntica y la alpina.Se extiende por las estribaciones ms occidentalesde la cadena pirenaica, desde Auritz/Burguete hastael extremo oriental de Baztn. Comprende unasuperficie de 9.028,6 ha de los trminos muni-cipales de Luzaide/Valcarlos, Auritz-Burguete,Valle de Erro, Esteribar y Baztn. Aproxima-damente el 93% es de propiedad comunal.

    Hay casi 1.000 m de desnivel entre losfondos de valle y los montes demayor altura. La altitud oscila entrelos 525 m en el lmite con Urepel(Francia) y los 1.458 m en la cimadel monte Adi.El clima de la zona es de tipo atln-tico montano. Se caracteriza por tenerprecipitaciones abundantes, suaves tem-peraturas estivales y nieve prolongada ensus cumbres.

    Los valores medios anuales varan mucho segn laaltitud: entre 12 C-18 C de temperatura mediaanual, y entre 1.600 y 2.000 mm de pluviometra.

    154

    Dentro del conjunto denominado LICMonte Alduide hay dos reas deMontes comunales que tienen granimportancia, por su extensin, historiay usos. Son:

    l Quinto Reall Sorogain

    Entrada a los pastos.

  • Baztn

    El valle de Baztn cuenta ademscon otros pastos comunales de

    importancia: estn situados enel puerto de Belate - rdiz y enAritzakun.

    El LIC de Aritzakun/Urrit-zate, situado en la fronteracon Francia, tiene una su-perficie de 5.826,5 ha, en sumayora comunal. En su inte-

    rior se encuentra localizado elcomunal cercado de Lizartzu.

    Los recursos de estos montesson aprovechados actualmente

    mediante pastoreo extensivo conganado procedente del propio Valle.

    rdiz (470,2 ha) y Belate (552 ha), estn localiza-dos en la parte sur del Municipio. Existen dos po-cas de aprovechamiento: una en verano, paravacuno; y otra en invierno, para ovino y equino.

    Sorogain

    Se rige por la Ordenanza de aprove-chamiento comunal del Valle deErro y el rgano de gestin es elayuntamiento del propio valle.Ocupa una superficie de 707hectreas.

    En los aos 2004 y 2005 en-traron 20 y 21 ganaderos, 8de ellos forneos. En 2008entraron 15 ganaderos delvalle y ninguno forneo.

    En cuanto al nmero total decabezas, en los ltimos aos seha notado un descenso de ganadoen los pastos. El nmero de ovinos(raza latxa) ha bajado entre 2006 y 2008de 2.900 a 1.479; el nmero de vacas (pire-naicas) ha aumentado ligeramente de 548 a 616y el nmero de cabezas de caballar (raza Bur-guete) se mantiene en torno a 130-140 ejempla-res por ao.

    155

    Quinto Real es un inmenso bosque decasi 6.000 hectreas, que rodea lasilueta del monte Adi, dondepredominan las hayas quecomparten el paisaje concastaos, robles y alisedas a lolargo de los ros. En la Edad Media era uno de losMontes Reales., de ah provienesu nombre. La quinta era en elmedievo (siglo XIII) la parte que sepagaba a los reyes navarros enconcepto de aprovechamiento de pastosy montes de su propiedad. Alberga una fauna y flora muy ricas,entre las que podemos destacar lapresencia de ciervos, corzos,jabales, palomas, halconesperegrinos y buitres leonados.El ro Arga nace de la unin desus innumerables torrentes.

    Quinto Real

    El comunal de Quinto Realcomprende una superficie de

    2.570.16 ha. Un 53% se usacomo pastizal y el 47% res-

    tante, tiene uso forestal.Est gestionado por la man-comunidad de Quinto Real,

    rgano constitudo por elValle de Erro y el Valle de Baz-tn que comparten la propie-

    dad. La mancomunidad seocupa de la gestin de bosques,pastos, cotos, guardero, infraes-

    tructuras, accesos... Los pastos dealtura se aprovechan en general de

    mayo a septiembre. Los fondosde los valles, hasta noviembre.

    En virtud de un TratadoInternacional de 1856, la

    vertiente septentrional deeste comunal es de goce ex-

    clusivo y perpetuo de losvecinos de Baigorri (Fran-

    cia) que pagan un canonanual por ese uso.

    Yeguas en Sorogain

    Vacas en los pastosboscosos.

    Quinto Real.

  • 156

    Las caadas

    Los movimientos de ganado, en sus distintas varian-tes, como la trashumancia o la trasterminancia , ori-gin unas vas de paso de uso pblico, protegidas porlas leyes generales, que se denominaron caadas.

    En la actualidad, se siguen conservando comopatrimonio pblico de todos los navarros. Tras unaetapa de olvido, en la que estuvieron a punto de desa-parecer, en las dcadas de 1980 y 1990 el GobiernoForal procedi al amojonamiento y delimitacin deesas vas as como a su sealizacin, para mante-nerlas abiertas. Est prohibida la ocupacin de lascaadas por parte de particulares para su propio be-neficio, bien para el cultivo, para la construccin, etc.

    Proporcionan un gran nmero de beneficios ambien-tales, socioculturales y territoriales, tales como elmantenimiento de la biodiversidad, la prevencin delos incendios forestales, la conservacin de ecosiste-mas de gran valor y el mantenimiento de los pueblos.

    Hoy en da, alrededor de un 20% de la red se utilizaan como va para el paso del ganado.

    El conjunto de la red de caadas se ha convertidoadems en un recurso turstico-deportivo de primerorden. Se usan como vas verdes y espacios deocio, para hacer senderismo y favorecer el contactodel hombre con la naturaleza .

    l Las caadas de Navarra son actualmenteun Bien cultural y un patrimoniopaisajstico que debemos conservar.

    l Son autnticos corredores ecolgicos.

    l Constituyen el testimonio y legado de unpasado histrico no tan lejano.

  • 157

    La red de caadas reales une Navarra de norte asur y del este al oeste, con sus ramales ytraviesas. Las vas ms importantes fueron siete:la clebre Caada de los Roncaleses (1), queparte desde los Valles de Belagua y Salazar, enlos Pirineos Occidentales, y baja hasta lasBardenas; la Caada entre Milagro y Azcoa (2);la que une Tauste con la Sierra de Urbasa-Anda(3); la de Murillo el Fruto-Salazar (4); la que vade Corella a Ejea Santa Margarita (5), pasandopor Tudela; la que une Imas con Irache (Estella)(6) y finalmente la Caada Real de lasProvincias (7), que sale del Valle de Salazar ymuere en Areso, en el lmite con Guipzcoa.

    Vista area de la Caada Reala su paso por Castillonuevo.

    l Caadas Reales: son las vas pecuarias ms rele-vantes de Navarra. Unen zonas de pastos estivalescon zonas de pastoreo de invernada y su anchuramxima es de ochenta metros.

    l Travesas y ramales: Son vas secundarias, de 40y 30 m de anchura respectivamente.

    saba que...La Caada Real de Las Provincias tiene unalongitud de 52,5 kilmetros y transcurre porlos trminos municipales de Noin, Cendeade Galar, Pamplona, Barain, Berriozar,Berrioplano, Cendea de Iza, Juslapea, Imotz,Basaburua, Larraun y Areso. Es una de lasvas pecuarias ms antiguas de Navarra.Tambin se denomina Caada de los Toros,al haberse utilizado durante siglos como rutatrashumante de los toros que, procedentesdel sur de Navarra, amenizaban las fiestaspopulares de la zona norte y Guipzcoa.

    La Caada Real de Las Provincias tiene unalongitud de 52,5 kilmetros y transcurre porlos trminos municipales de Noin, Cendeade Galar, Pamplona, Barain, Berriozar,Berrioplano, Cendea de Iza, Juslapea, Imotz,Basaburua, Larraun y Areso. Es una de lasvas pecuarias ms antiguas de Navarra.Tambin se denomina Caada de los Toros,al haberse utilizado durante siglos como rutatrashumante de los toros que, procedentesdel sur de Navarra, amenizaban las fiestaspopulares de la zona norte y Guipzcoa.

    136

    42

    5

    7

    Caadas RealesTraviesas, pasadasy ramales.

  • IMGENES CEDIDAS POR:ITG GANADEROGOBIERNO DE NAVARRA Desarrollo Rural y Medio AmbienteGOBIERNO DE NAVARRA Archivo de Turismo Reyno de Navarra

    (Fotgrafos: Patxi Uriz, Larrin&Pimoulier, J. Ederra, Carmen Vila)ICAN (Instituto de Calidad Alimentaria de Navarra)Angel M Eugui PaterninFrancisco Javier Otazu VidartJos Miguel de Andrs SolaM Jos Armendriz Prez de Ciriza

    Junto a su innegable valor ecolgico y medioambiental,

    los montes comunales de Navarra aportan un indudable

    valor socioeconmico.

    Fomentan el desarrollo de la ganadera extensiva gracias

    a sus pastos herbceos, arbustivos y con arbolado.

    As, el uso pasccola de estos territorios ha permitido el

    desarrollo de explotaciones ganaderas locales que pro-

    ducen alimentos de calidad; generan actividad econ-

    mica y asientan a la poblacin en el medio rural.

    Los ganaderos conforman el paisaje con su actividad y

    gestionan el territorio de manera sostenible cada vez ms

    apreciadas por la sociedad; aprovechan unos recursos

    (pastos) que de otra forma se perderan, y mantienen una

    cultura propia (usos, costumbres, industrias, artesana,

    tradiciones, megalitos, arquitectura, etc) de un altsimo

    valor etnogrfico y tambin turstico.

    La Ganadera en Navarra

    Valle de Belagua.