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Sumario CASCOS HISTORICOS Actuación administrativa en los centros históricos: su efecto en la ciudadanía Fernández-Coronado, Serra Yo/di, Mollá Beneyto Aproximación sociológica a la rehabilitación de cascos históricos Miguel A. Gil Zafra Estudio del casco histórico de Mérida (Yucatán): la formación de la sociedad colonial en Hispanoamérica Antonio Aledo Tur La imagen de la ciudad: prestigio e identidad urbana en Valencia (1350-1480) Amadeo Serra ARTICULO S La antropología urbana en España: evolución, problemas teórico-metodológicos y perspectivas de futuro Emma A1artín Díaz ¿Urbanismo sostenible en una sociedad de riesgo? Un discurso conceptual On-Kwok Lai Towards a theory of urban sustainability C. O'Connell y S. Ó Tttama LIBROS Revista de Estudios Urbanos 2 1995 Primavera

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Sumario

PRESENTACIO~

CASCOS HISTORICOS Actuación administrativa en los centros históricos: su efecto en la ciudadanía

Fernández-Coronado, Serra Yo/di, Mollá Beneyto

Aproximación sociológica a la rehabilitación de cascos históricos

Miguel A. Gil Zafra

Estudio del casco histórico de Mérida (Yucatán): la formación de la sociedad colonial en Hispanoamérica

Antonio Aledo Tur

La imagen de la ciudad: prestigio e identidad urbana en Valencia (1350-1480) Amadeo Serra

ARTICULO S

La antropología urbana en España: evolución, problemas teórico-metodológicos y perspectivas de futuro Emma A1artín Díaz

¿Urbanismo sostenible en una sociedad de riesgo? Un discurso conceptual On-Kwok Lai

Towards a theory of urban sustainability

C. O'Connell y S. Ó Tttama

LIBROS

Revista de Estudios Urbanos

n° 2 1995

Primavera

Sociedad Urbana

Revista de estudios urbanos

SOCIEDAD URBANA Revista de Estudios urbanos es una revista semestral dirigida a universidades, organismos nacionales e internacionales, profesionales y personas interesadas en el estudio de lo urbano. Su temática abarca distintos aspectos y perspectivas que contribuyen al análisis y al entendimiento de la dimensión urbana de nuestra sociedad.

DIRECCION: Emilio M. Martínez Tomás Mazón Antonio Aledo

CONSEJO ASESOR: Benjamín Oltra Gianfranco Bettin Alfonso de Esteban José María Tortosa Juan Monreal Juan Salcedo Jaime Martín Moreno Antonio Alaminos Eduardo Ruiz Abellán J. R. Navarro Vera Jay D. Edwards

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Solicitar las normas de colaboración a la dirección de la revista. Los artículos, recensiones· y libros deben enviarse, igualmente, a la dirección de Sociedad Urbana

Sociedad Urbana agradece a Ma Angeles Casado Díez su colaboración en los trabajos de edición de este segundo número.

Sociedad Urbana, Revista de estudios urbanos se edita en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Alicante con la ayuda de la Fundación Cultural CAM.

ISSN: 1135-044X. Imprime: Imprenta GAMMA Depósito Legal: A-1030-1994 Diseño de cubierta y logo: Elena Jorge y Emilio Martínez.

PRESENTACION

ARTICULO S

Actuación administrativa en centros históricos: su efecto en la ciudadanía, R. Fernández-Colorado, l. Serra Yoldi, D. Mollá Beneyto .... ....................................... 3

Aproximación sociológica a la rehabilitación de los cascos históricos, Miguel A. Gil Zafra .......................................................... 23

Estudio del casco histórico de Mérida (Yucatán): la formación de la sociedad colonial en Hipanoamérica, Antonio Aledo Tur, ........................................................... 51

La imagen de la ciudad: prestigio e identidad urbana en Valencia (1340-1840), Amadeo Serra ........................ 69

Antropología urbana en España: evolución, problemas teórico-metodológicos y perspectivas de fututo, Emma Martín Díaz ........................................................... !61

¿Urbanismo sostenible en una sociedad de riesgo? Un discurso conceptual, On-Kl-vok Lai ................................................................. 101

Towards a theory of urban sustainability, C. O 'Connell y S. ó Tuama .............................................. . 125

LIBROS

1

Estudio del casco histórico de Métida (Yucatán)

MERIDA: EL FUNCIONAMIENTO DE UNA CIUDAD COLONIAL.

La formacion de la sociedad colonial en Hispanoantérica •

Antonio Aledo Tur·

51

RESUMEN: El objetivo de este trabajo es describir el funcionamiento -a nivel socio cultural- de una ciudad colonial hispano-americana y mostrar cómo las relaciones de los tres grupos étnicos que formaban esa cultura -españoles, mestizos e indígenas- se articulaban, distribuían y estructuraban en el medio urbano. Como estudio de caso se presentará la ciudad de Mérida, capital de la península de Yucatán, fundada en 1542 por Francisco de Montejo sobre las ruinas de la ciudad maya de T'ho, y el marco temporal cubrirá los tres primeros siglos de conquista y colonización española.

ABSTRACT: The goal of this paper is to describe -in a socio-cultural level- a colonial Hispanic­American city. We will show the relatonships among Spaniard, Creole and indigenous groups and how these relationships were articulated, structured, distributed in the urban enviromnent. As a study case we will analyze the capital ofthe Yucatan península, founded by Francisco de Montejo in 1542 on the Mayan site of T 'Ho. The historical period will englobe the three first centuries of the Spanish conquest and colonization of Hispanic-America.

l. INTRODUCCION

Durante la conquista y colonización de Hispanoamérica, las ciudades

desempeñaron un papel fundamental al actuar como centros organizativos de la

expansión territorial, económica y política en el Nuevo Mundo. El enorme

esfuerzo de la Corona y colonos españoles se concretó en la fundación de cientos

de ciudades a lo largo de toda Hispanoamérica. Estas ciudades son testigos de los

acontecimientos históricos que allí se produjeron y la huella de estos sucesos

quedaron impresos en la forma de las casas y en el trazado de las calles. En las

ciudades quedaron reflejados la lucha del conquistador, la aventura del colono y

Este artículo es parte de la Tesis de Master T11e Spanish Colonization of Yucatan through its Domestic Architecture, investigación financiada por la West Foundation. Louisiana State University, 1991.

Antropólogo. Profesor de Sociedad y Medio Ambiente. Universidad de Alicante.

Sociedad Urbana, n° 2. Primavera, 1995

52 Antonio Aledo Tur

la derrota y explotación de los pueblos americanos. En las antiguas ciudades

españolas se desarrolló una nueva sociedad, a la vez que otras muchas

desaparecían; las ciudades vieron surgir nuevos grupos socio-étnicos -el criollo

y el mestizo- mientras los indios morían por miles debido a las epidemias, las

derrotas militares y al shock que produjo la conquista y el contacto con una

cultura tan diferente. Todos estos cambios quedaron grabados en las ciudades

hispanoamericanas. Una aproximación, desde la antropología a sus centros

históricos, nos ayuda a comprender el desarrollo y evolución de los procesos

sociales y culturales allí acaecidos. El análisis de las casas, de las arquitecturas

domésticas que forman las ciudades, nos permiten adentrarnos en la vida

cotidiana de los actores sociales que llevaron a cabo y que, también, sufrieron

tales procesos históricos.

IL ANÁLISIS ANTROPOLÓGICO DEL ENTORNO CONSTRUIDO

Los estudios denominados de cultura y espacio, poseen una larga tradición

dentro de la ciencia antropológica, sin embargo, en España, la aportación que

desde la antropología se ha realizado a esta materia es. bastante escasa -con las

excepciones de J"L. García (1976) y Sánchez Pérez (1990)-. Este trabajo intenta,

por una parte, mostrar la metodología empleada por los antropólogos en esta clase

de estudios, y como segundo fin, que nunca secundario, continuar en la

profundización de los estudios sobre la etapa de conquista y colonización española

en América, que tras la finalización de los fastos del V Centenario, parecen haber

cesado casi por completo"

Este trabajo parte de una serie de premisas que se exponen a continuación

para un mejor entendimiento del contenido teórico del artículo. El sistema de

espacios socialmente definidos refleja parcialmente la segmentación dinámica de

la sociedad donde se ha diseñado y construido. El entorno edificado y sus usos

sociales son entendidos como un medio de comunicación. Se asume que a través

de este lenguaje tácito, los miembros de la comunidad -y en especial las élites,

que controlan la organización del espacio urbano- intentan transmitir ciertas

normas que regulan las relaciones entre los diferentes grupos socio-culturales que

componen la comunidad.

El trabajo se articula en los siguientes puntos: en primer lugar, se presenta brevemente, desde el punto de vista histórico-geográfico, la península de Yucatán;

Estudio del casco histórico de Mérida (Yucatán) 53

en segundo lugar, se analiza la sociedad criolla yucateca y su triple división

étnica en españoles, mestizos y nativos mayas; en tercer lugar, se describirá la

historia de la ciudad de Mérida (capital de la región) y de su desarrollo urbano

durante los tres primeros siglos de dominación española. Todo ello nos

introducirá en el contexto en el que se desarrolla el núcleo de nuestra exposición1

un análisis de las arquitecturas domésticas de estos tres grupos socio-étnicos y de

los usos sociales del entorno edificado. Se muestra, en definitiva, cómo los

espacios domésticos eran vividos y experimentados de manera diferente por

indios, mestizos y españoles. Por último, se describe cómo las relaciones

interétnicas, los procesos de formación de la cultura criolla y el mestizaje se

desarrollaban en el espacio urbano, y cómo éste se articulaba como un elemento

más de expresión de la hegemonía de la élite blanca en el poder.

111. CONTEXTO HISTÓRICO-GEOGRÁFICO

La península de Yucatán está formada en la actualidad por los estados

mejicanos de Campeche, Yucatán y el territorio de Quintana Roo, más Belice y

el Petén guatemalteco. La península de Yucatán es una gran roca calcárea y plana

situada en el sureste de Méjico. Geológicamente se formó en el Cuaternario por

la deposición de millones de conchas procedentes del antiguo mar que cubría la

Península. Excepto en las tierras adyacentes a la cordillera Puuc, que se levantan

en la parte noroccidental de la península, el suelo es muy delgado y la dura roca

caliza aparece rápidamente en la superficie, por lo que las tareas agrícolas

requieren gran esfuerzo. La península de Yucatán está rodeada por el Golfo de

Méjico, el Mar Caribe y una densa jungla tropical, que ha mantenido a esta

región relativamente aislada hasta fechas recientes.

La historia de Yucatán anterior a la conquista española es enormemente

rica como muestran los yacimientos mayas de Chichén Itza, Tulum, Tekax, etc,

Sociedad Urbana, n° 2. Primavera, 1995

54 Antonio Aledo Tur

pero como otras regiones centro y sudamericanas se encontraban en un estado de

profunda desorganización interna a la llegada de los conquistadores españoles1•

La conquista de Yucatán fue una larga y penosa tarea. A Francisco

Hernández de Córdoba se le acredita el descubrimiento de la región en 1517.

Pero tuvieron que pasar diez años hasta que se iniciase la conquista y

colonización del territorio, _cuyo derecho de conquista obtuvo Don Francisco de

Montejo, noble salmantino que había luchado con Cortés en la conquista del

imperio azteca. La resistencia que opusieron los mayas liderados por sus chilams

(sacerdotes mayas) fue muy dura. Se necesitaron tres campañas para conquistar

el territorio, que no fue definitivamente pacificado hasta 1545. En parte, la falta

de decisión de la Corona en apoyar la definitiva conquista de Yucatán fue debida

a que la Península es un territorio pobre, carente de metales preciosos y con una

agricultura que, como ya ha sido indicado~ es poco productiva.

De acuerdo con el historiador y demógrafo Peter Boyd-Bowman la

mayoría de los primeros colonos españoles procedían de la provincia de Sevilla,

también había un importante contingente de extremeños y, acompañando al

Adelantado Montejo, vinieron algunos salmantinos.

Estos primeros colonos llegaron a Yucatán, no con el afán de enriquecerse

rápidamente, sino con el propósito de establecerse, sabedores que su vida sería

dura debido a las dificultades que presentaba la península. Algunos intentaron

crear pequeñas industrias? como fue el caso del propio Adelantado, quién instaló

el primer ingenio azucarero, pero la mayoría de estos esfuerzos fracasaron. Los

colonos vieron en la explotación de la tierra la única fuente de riquezas y en el

indígena su única fuerza de trabajo.

Como en toda Hispanoamérica la fundación de ciudades fue el centro del

plan de conquista y colonización del territorio. Los conquistadores españoles, al

mando de la familia Montejo, fundaron cuatro ciudades en Yucatán: Campeche

en 1541, Mérida en enero de 1542~ Valladolid en 1543 y, algo más tarde,

1 La ciudad de Mayapán era el centro de un gobierno centralizado que regía el sistema político, tributario y mercantil que existía en el territorio maya hasta la segunda mitad del siglo XV, cuando fue destruido por una rebelión (Barrera-Rubio, 1983:9). El historiador americano Ralph Roys describe la situación política que los espaiioles encontraron a su llegada a Yucatán de la siguiente manera: "Hacia la mitad del siglo XV había ocurrido una gran revolución que terminó con el gobierno centralizado existente y la destrucción de su capital Mayapán. La región se encontraba rota en pequeños estados independientes9 en lucha constante unos contra otros (Roys~ 1974:22). A pesar de la caída de la liga de Mayapán. continuó existiendo una importante vida comercial incluyendo el comercio a larga distancia) que se mantuvo hasta la llegada de los conquistadores españoles.

Estudio del casco histórico de Méridtt (Yucatán) 55

Salamanca de Bacalar, en el extremo más oriental de la península, fundación que

no prosperó. Por la pobreza del territorio, la emigración de colonos nunca fue muy

numerosa. En los primeros momentos de la conquista no se superaron los 150

colonos, repartidos en las cuatro ciudades fundadas. Los españoles vivían en las

ciudades, y desde el comienzo de la conquista, apareció un fuerte deseo de hacer

de las ciudades el centro físico y administrativo de la colonia2•

Como señala la historiadora Marta Hunt (1974), bajo las corrientes

económicas y sociales de Mérida hubo siempre una base estable que daba

coherencia y dirección a todas las partes de la sociedad colonial. Esta base estaba

asentada en la institución de la encomienda. La encomienda era una institución

legal por la que el encomendero (el conquistador-colono español) recibía de la

corona el derecho a percibir una serie de tributos de un número determinados de

indios y, a cambio, debía cuidar por el bienestar físico y espiritual de sus

encomendados3• La precaria situación económica que los colonos sufrieron

durante los primeros· momentos de la colonia mejoró hacia la mitad del siglo

XVII, momento en el que se produjo la transición a una economía de mercado.

Alrededor de 1650 aparecieron las primeras estancias y haciendas cerealísticas y

ganaderas. Al mismo tiempo que esto sucedía en el campo, en las ciudades se

experimentó un notable crecimiento demográfico4•

2 A los colonos se les tenía terminantemente prohibido residir en las villas de indios. La intención de esta prohibición era proteger al indio de los abusos de los colonos, aunque también puede ser entendido como un medio de segregación étnica.

3 La encomienda en Yucatán perduró hasta bien entrado el siglo XVII, a diferencia de lo que pasó en otras regiones de la colonia en donde fue sustituida por otros medios de explotación de la población indígena tales como el repartimiento. La razón de la extraordinaria longevidad de la institución de la encomienda en Yucatán fue que los colonos españoles se excusaban en la pobreza del territorio para seguir viviendo a expensas del trabajo de los indios. El tributo se hacía en forma de especies tales como maíz, algodón, miel, cerdos y gallinas.

4 La ciudad de Mérida que contaba a principios del siglo XVII con 1.500 habitantes terminó el siglo con una población cercana a los 5.000 habitantes (Patch 1967:17).

Sociedad Urbana, n° 2. Primavera, 1995

56 Antonio Aledo Tu,.

IV. LA SOCIEDAD COLONIAL

La sociedad colonial yucateca estaba fuertemente estratificada en tres

grupos socio-étnicos: blancos (españoles y criollos), mestizos e indios mayas.

El grupo socio-étnico privilegiado era el formado por los criollos

(descendientes de españoles nacidos en el Nuevo Mundo) y por españoles

(aquellos que procedían directamente de España y que en su mayoría poseían

algún cargo de carácter burocrático-administrativo). En la cúspide de este grupo

estaban los encomenderos y sus descendientes, grupo que fue capaz de

monopolizar todas las fuentes de riqueza y poder durante el período colonial a

través de una inteligente política matrimonial profundamente endógamica, con la

única excepción de alianzas con las figuras más importantes de la administración

colonial. Por debajo de esta élite se encontraba una clase media de pequeños

comerciantes y cargos medios de la burocracia colonial, conocida como las

buenas familias. Vistos desde fuera, ambos colectivos formaban un grupo cerrado

y homogéneo que, incluso después de la independencia y la revolución, han sido

capaces de mantenerse en la cima de la estructura socio-económica de Yucatán.

Los indígenas mayas formaban la base de la pirámide social de la colonia.

No es sólo una metáfora, el trabajo de los indios y su tributo a través del sistema

de encomiendas, fue la principal fuente de ingresos de los blancos hasta bien

entrado el siglo XVIII. A diferencia de lo que ocurrió en otras regiones

hispanoamericanas, el proceso de aculturación de los indígenas fue lento y

dificultoso. La resistencia a la colonización española fue, pasado los primeros

momentos de la conquista? en general pacífica pero no menos activa5• Una gran

parte de los indígenas abandonaron sus tierras y marcharon al interior de la selva,

diseminándose por lo que es actualmente el Territorio de Quintana Rooo El resto

soportó con el característico estoicismo maya la dominación y explotación

española. Sobre este punto hay que señalar que tanto los colonos como la corona

española mostraron escaso interés en ~'españolizar" a los indígenas. Su objetivo

primordial residía en los ingresos que podían obtener del trabajo indígena en las

5 En 1546, los mayas dirigidos por sus chilams realizaron un último intento de expulsar a los españoles de sus territorios. El ataque fue conocido como la "Gran Revuelta Maya". En realidad, en el ataque no murieron más que unos pocos españoles que fueron apresados en los primeros momentos de la revuelta. pero el miedo que ocasionó entre los españoles duró siglos. Finalizado el período de dominación española, los mayas intentaron de nuevo expulsar a los blancos de la Península. Esta vez la guerra. conocida como la "Guerra de Castas", sí fue verdaderamente sangrienta y todavía se pueden ver en algunas iglesias los efectos del levantamiento indígena.

Estudio del casco histó1ico de Métidtt (Yuctttán) 57

encomiendas y creyeron que para ello lo más eficaz era mantener, en lo posible,

la estructura interna maya. El historiador americano Robert Patch señala que a

pesar de la conquista "permaneció un núcleo maya muy sólido en Yucatán. La

resistencia tomó forma de no-cooperación y el apego a las formas de expresión

cultural tradicionales" (Patch, 1976: 183).

Sólo la iglesia católica, por medio de las órdenes franciscanas y,

posteriormente, los jesuitas, desarrolló una política de aculturación de la

población maya. Especial atención recibieron los hijos de los batab Gefes de

poblados) quienes fueron llevados a la Universidad de Mérida, fundada en el siglo

XVI, en un intento de aculturación de las élites indígenas.

Se ha dejado de una forma premeditada al grupo mestizo para el final de

este apartado porque los mestizos fueron y son un grupo enormemente peculiar

y difícil de categorizar. En primer lugar, hay que señalar que el término mestizo

no denota características raciales de por sí, mestizo es ante todo un término

eminentemente cultural (Hunt 1974:98). Era mestizo quien se comportaba, vivía

y vestía como mestizo. Los mestizos, producto de las relaciones entre españoles

e indias, crecieron en número rápidamente. A finales del siglo XIX formaban el

60% de la población de la ciudad de Mérida y su número no ha dejado de crecer.

A pesar de ser una mayoría de la población yucateca, su posición, incluso

en la actualidad, es ambigua. El antropólogo americano Robert Redfield señaló,

en 1940, que los blancos e indígenas opinaban que los mestizos representaban un

problema porque no eran fáciles de situar, simplemente no deberían estar allí,

debiendo existir sólo los dos extremos del continuo socio-étnico blancos e indios.

Su posición intermedia y ambigua se verá reflejada claramente en su arquitectura

doméstica. Sus casas son una extraña mezcla de choza maya y casa de colono,

con usos sociales del espacio altamente confusos.

V. LA CIUDAD DE MÉRIDA

Si entendemos el entorno edificado como un reflejo o como una forma de

interpretación y comunicación de las estructuras sociales de las comunidades que

lo diseñan, construyen y habitan, es posible estudiar las relaciones entre los

Sociedad Urbana, n ° 2. Primavera, 1995

58 Antonio Aledo Tur

diferentes grupos, el carácter dialéctico de éstas y su forma vivencia! de

interrelación por medio del análisis de los espacios urbanos y domésticos. La

ciudad de Mérida, durante la etapa colonial, nos puede servir corno laboratorio

para este ensayo.

Corno la mayoría de las nuevas fundaciones españolas en Hispanoamérica,

la ciudad de Mérida sufrió dos traslados hasta su definitivo establecimiento sobre

las ruinas de la ciudad maya de T 'ho o Ichcanziho, como también era conocida.

El Adelantado Montejo, el mismo año de su fundación, 1542, y a requerimiento

de los colonos que le acompañaban en la empresa, dividió y repartió el plano de

la ciudad en cuadras siguiendo el tradicional plano ortogonal (la traza hispánica),

dándole a cada colono que le acompañaba una cuadrícula6• Cogolludo describe

la apariencia de la ciudad de Mérida de la siguiente manera: "El aspecto de la

ciudad de Mérida está construido de fonna muy cuidadosa. Las calles son muy largas, rectas y orientadas de este a oeste y norte a sur. En el centro está la plaza principal. .. la catedral está situada en el lado oriental, las casas reales

donde los gobernadores viven al norte, y en el lado sur la casa que el Adelantado Francisco de Montejo se construyó para sl" (Cogolludo 1971 :265).

El estudio de la arquitectura vernácula debe ser hecho desde una

perspectiva holística. Es necesario analizar las casas en un contexto más amplio

para, de esta manera, poder decodificar todos los mensajes que el entorno

edificado transmite. La localización de las casas en la traza proporciona

información sobre la clase social y el grupo étnico de sus habitantes. Durante el

período colonial, el plano de la ciudad desarrolló un continuo étnico-cultural. El

grupo dirigente se concentró en el centro de la ciudad, dentro de la traza,

mientras que fuera de la traza se construían las casas de los mayas. Las casas de

los mestizos se levantaban en medio de estos dos grupos, en reflejo de la posición

intermedia que este grupo ocupaba en la escala étnico-social.

Dentro de la traza hispana todas las casas eran de piedra al estilo español;

en los barrios de indios se levantaban las chozas mayas. En la zona intermedia,

6 Cogolludo. autor del libro L!»s Tres Siglos de Donúnación espatiola en el Yuclttán, describe este momento de la siguiente forma:" Así se iba dando asiento en lo repúblico de Mérida y para mejorarlo, porque los vecinos padecían mucha incomodidad viviendo en casa de ranchería que había tenido de real, juntándose ei cabildo a 29 de diciembre (de 1542) pidieron a Don Francisco de Montejo, que por cuanto querían hacer casas y moradas en que vivir, que su merced les mande dar traza de la ciudad donde edifiquen sin perjuicio. A esto les respondió, que le placía, y sacando un pergamino grande donde traía dibujada la ciudad, firmando de su nombre, se le entregó al cabildo. Venía en el señalado solar a cada uno, puso su nombre en el espacio en blanco, que hacía cada solar, para que por él se rigiesen" (Cogolludo 1971: 187).

Estudio del casco histótico de Métida (Yucatán) 59

como clara expresión de la ambigua naturaleza del grupo mestizo, se mezclaban

casas de piedra con chozas mayas.

La separación-exclusión étnico-espacial de la ciudad de Mérida con

respecto al grupo colonizador estaba regulada por ley para los indios y por la

costumbre para los mestizos. A la cuadrícula del plano se le superponía en

círculos concéntricos tres espacios socio-étnicos: blanco, mestizo y maya. La

frontera simbólica entre la traza "blanca" y la ciudad mestiza e indígena la

constituían unos grandes arcos de estilo mudéjar levantados en los límites de la

traza -se llegaron a edificar hasta seis- que delimitaban no sólo la segregación de

usos socio-étnicos del espacio urbano sino que, también, separaban mundos

culturales totalmente distintos.

De esta manera la ciudad de Mérida se organizó siguiendo el tradicional

plano en cuadrícula tantas veces ensayado por los españoles en Hispanoamérica.

La plaza no era tan sólo el centro físico de la ciudad sino también su centro

simbólico. Los edificios principales de la comunidad fueron construidos en torno

a la plaza central y era allí, junto a la plaza.~ donde los edificios adquirían su

capacidad de emisión simbólica más poderosa. La plaza de Mérida representaba

la cohesión de los cuatro poderes de la colonización española: la Corona estaba

representada por la casa del gobernador, la Iglesia Católica mediante la catedral,

la empresa del conquistador en su palacio renacentista, en tanto que la fuerza de

los primeros colonizadores estaba representada en el edificio del cabildo. La plaza

mostraba física y simbólicamente las potencias de la conquista y el poder

centralista del imperio español.

Si el entorno edificado es expresión de los valores sociales de la

comunidad, a través de la plaza la élite española organizaba su sistema de signos

para expresar su poder político, militar, económico y religioso (Segre, 1975: 125).

La plaza se constituyó en la expresión del sistema de colonización español

representado mediante el lenguaje arquitectónico de sus edificios. Yendo un paso

más lejos en el análisis y si se tiene en cuenta que la mayoría de los edificios

principales de la plaza (catedral y palacio) fueron construidos con mano de obra

maya -quienes por cientos trabajaron para la Iglesia Católica y para los

encomenderos- se descubre la esencia del régimen colonial español, un régimen

basado en la explotación de los mayas por parte de la élite española parasitaria.

Sociedad Urbana, n° 2. Primavera, 1995

60 Antonio Aledo Tur

Una vez descrito el aspecto de la ciudad meridense durante la etapa

colonial en los siguientes apartados estudiaremos cómo el entorno edificado

refleja o interpreta la estructura étnico-social de la colonia mediante la morfología

de las casas y edificios, para concluir con un análisis de los usos sociales del

espacio arquitectónico y cómo el sistema espacial, definido socialmente, refleja

la segmentación de la sociedad colonial hispano-yucateca.

VI. LA ARQUITECTURA DOl\'IÉSTICA HISPANO-YUCATECA

Cada grupo socio-étnico habitaba un tipo de casa. Los blancos vivían en

torno a la plaza central. Sus casas eran de piedra y argamasa, de techo plano,

siendo las más importantes de dos pisos. Las casas estaban organizadas en torno

a un patio central con uno, dos y hasta tres corredores arcados, a los que se

accedía a través de un amplio zaguán. Las habitaciones de la fachada principal

estaban dedicadas a sala, comedor y gabinete -habitación que aparece en el siglo

XVIII. En uno de los laterales se encontraban los dormitorios utilizados por los

propietarios. En el jirón de habitaciones situado en el extremo opuesto a la

entrada se encontraban las cocinas9 la despensa y los alojamientos para los

criados, y detrás, las bodegas y las cuadras. Si la casa tenía dos pisos, el primer

piso se utilizaba para almacén y otros servicios, y los dueños habitaban el piso

superior.

Las casas de las familias más ricas tenían una entrada en piedra labrada,

aunque la sobriedad era característica esencial de las casas coloniales yucatecas.

Tan sólo rompían la monotonía de las fachadas exteriores unas pocas ventanas

alargadas protegidas con guardapolvos, muy frecuentes en toda la España sur y

en muchos lugares de Hispanoamérica. Las casas de los blancos de menor

importancia social eran más pequeñas aunque todas mantenían este esquema9

diferenciándose únicamente por el menor número de habitaciones.

La Casa de Montejo, como es conocido el palacio del Adelantado, fue

construida al poco de finalizar la conquista, durante la década de 1540. Su planta

tiene forma de "L", con dos galerías en torno al patio central. Posee una portada

de estilo Renacentista con elementos platerescos. Es un edificio de planta baja,

excepto en la ya mencionada portada que posee un segundo piso. El palacio de

Montejo sirvió de modelo al resto de las casas de notables durante todo el período

colonial hasta el final del siglo XVIII~ cuando la influencia francesa transformó

Estudio del casco hist6rico de Mérida (Yucatán) 61

por completo la tradición arquitectónica hispano-yucateca. El resto de la fachada

principal fue reformada en el siglo pasado al estilo francés-imperio7•

VII. LA ARQUITECTURA DEL GRUPO MESTIZO

Los mestizos formaron un grupo de artesanos y pequeños comerciantes

que se encargaban de cubrir las necesidades de las ciudades blancas. Los mestizos

vivían, de acuerdo a sus posibilidades, en casas de estilo español o en chozas

mayas. Se emplearon también como sirvientes de los españoles y criollos y

construyeron sus casas en el borde mismo de la traza. Señala el arquitecto

yucateco Raúl Ancona que los mestizos consiguieron desarrollar hacia la mitad

de siglo XVII su propia tradición arquitectónica -partiendo del modelo de la casa

colonial española. Yucatán en este período experimentó profundas

transformaciones demográficas (notable crecimiento de la población de las

ciudades), económicas (aparición de la economía de mercado y el desarrollo de

la estancias y haciendas cerealísticas y ganaderas en el campo), sociales y

culturales (desarrollo de la etnia mestiza).

Como consecuencia de todo lo expuesto, surgió la tradición arquitectónica

mestiza en la ciudad de Mérida. Las casas de esta tradición eran más estrechas

que las casas de los blancos y, aunque poseían un patio, las habitaciones no se

distribuían en torno a éste. No tenían zaguán, de forma que la entrada era directa

a la sala o al taller. Estas casas solían tener dos habitaciones de fondo. El primer

jirón de habitaciones constituía el área de trabajo mientras que la familia utilizaba

las habitaciones más interiores para usos domésticos.

7 Yucatán experimentó durante el siglo XIX una importante expansión económica gracias a la producción y comercio del henequén. El henequén es una fibra que se obtiene de la pita con la que se fabricaban cuerdas enormemente resistentes. Se establecieron importantes lazos no sólo económicos sino también culturales con Europa, especialmente con Francia. Los hijos de los ricos hacendados yucatecos eran enviados a estudiar a Francia. Estos trajeron al volver las modas francesas, el estilo de los edificios, su forma exterior e incluso cambiaron su tradicional planta en "L" por completo. Ejemplo de estas intensas relaciones fue la retorma de la fachada del edificio más importante de Yucatán, el Palacio de los Montejo. Los tradicionales guardapolvos de las ventanas fueron reconstruidos a imitación del más puro estilo imperio.

Sociedad Urbana, n° 2. Primavera, 1995

62 Antonio Aledo Tur

El hecho de que este tipo de casas sólo apareciera en la ciudad de Mérida,

y no en otras ciudades de Yucatán, tales como Valladolid o lzamal, parece indicar

que Mérida fue la única ciudad capaz, por su tamaño, de crear la demanda

suficiente para que un importante número de mestizos construyeran sus casas

alrededor de la traza hispana. Esta nueva tradición surgió para dar respuesta a las

nuevas demandas sociales y económicas que el grupo mestizo adquirió en su

desarrollo en torno a la ciudad de Mérida.

VIII~ LA ARQUITECTURA VERNÁCULA MAYA

En cuanto a la tradición arquitectónica vernácula de la población maya~

permaneció estable sin transformaciones acusadaso El superficial proceso de

aculturación que la población indígena yucateca experimentó durante el período

colonial se refleja claramente en el entorno arquitectónico. Sus chozas

rectangulares, con techado de guano y de una o dos habitaciones no se vio

alterada durante la etapa colonial. En la actualidad el proceso de modernización

que está acaeciendo en la península, centrado en la ciudad de Mérida (con más

de un millón de habitantes) y el "resort" turístico de Cancún, está ocasionando

tal impacto que pone en grave peligro la supervivencia de la cultura maya. La

arquitectura vernácula maya está siendo sustituida por casas de bloques de

concreto, y se está produciendo lo que R. Jaulin (1971) ha calificado de etnocidio

cultural, al estar alterando no sólo la tradición arquitectónica nativa sino todo el

complejo de relaciones socio-culturales que entorno a la construcción de la choza

maya se conformaban.

IXQ EL ENTORNO EDIFICADO Y SUS USOS SOCIALES

En el este apartado se mostrará como el entorno edificado refleja parte del

sistema de postulados culturales compartidos por los miembros de una

comunidad. El entorno construido y los usos sociales que en él se llevan a cabo

son entendidos como instrumentos de comunicacióno Los antropólogos asumen

que, a través de este lenguaje tácito~ los miembros de la comunidad intentan

transmitir parte del código normativo que regulan las relaciones entre los

Estudio del casco histórico de Mérida (Yucatán) 63

diferentes grupos sociales y culturales que forman una comunidad (Rapoport,

1977; Hubka, 1986; Glassie, 1987).

Como en la mayoría de las culturas las clases más elevadas utilizaban el

espacio de una forma más jerarquizada que los estratos inferiores de la sociedad.

Mediante la división social de los espacios, las actividades que allí se realizaban

también eran estratificadas y organizadas.

En las casas de los blancos más ricos, los lugares simbólicamente más

formales eran la sala y la capilla donde se llevaban a cabo los eventos sociales

más importantes. La sala era usada en muy raras ocasiones, la mayoría del año

estaba cerrada y sólo se abría para recibir a los invitados más importantes, en

días señalados tales como la celebración de la Navidad o el santo del propietario.

Durante estas importantes ocasiones, todos los atributos de estatus y posición eran

exhibidos, y los grandes ventanales se mantenían abiertos para que desde la calle

se viera la riqueza de los propietarios en un ritual social que T. Veblen calificaría

de consumición exhibicionista u ostentosa.

La capilla era el otro lugar de la casa cargado de valor simbólico, no tanto

por lo religioso en sí, sino por lo que de rito social tienen las ceremonias. Tan

sólo unas pocas familias meridenses poseían su propia capilla. Esta se solía situar

al final de uno de los corredores, de manera que la familia propietaria asistía a

la ceremonia religiosa dentro de la habitación y los sirvientes atendían la

ceremonia desde el corredor, en una estricta y simbólica separación de espacios.

Estos dos espacios de uso altamente ritual, sala y capilla, eran señalados

semánticamente al recibir la jambas de las puertas una decoración especial.

Al descender en la escala social, estos espacios dedicados exclusivamente

a las actos sociales desaparecían. Las actividades sociales de carácter no-formal

se realizaban en los corredores en torno al patio: las comidas diarias, el juego de

los niños, el cotilleo de los sirvientes, o el descanso después de las comidas. Al

llegar el atardecer se abandonaba el interior de las casas y se salía a la calle

participando de la vida pública -tal como sigue sucediendo en la actualidad en las

ciudades menores de Yucatán. Era muy corriente entre las clases populares sacar

las sillas a la calle sobre la pared y formar una pequeña tertulia con los vecinos,

aprovechando que en la umbría de las calles la temperatura era algo más fresca

Sociedad Urbana, n° 2. Primavera, 1995

64 Antonio Aledo Tur

que en el interior de las casas. En los días de fiesta, las familias solían pasear por

la plaza junto a la iglesia y encontrarse con amigos y familiares.

Las casas establecen la separación física entre el grupo doméstico y el

resto de la sociedad. Los edificios actúan como instrumentos que segmentan la

sociedad en series de categorías y en unidades individuales. En el Yucatán

colonial, los miembros de las clases privilegiadas estaban completamente

separados del resto de la sociedad. Este hecho quedaba reflejado simbólicamente

en la disposición arquitectónica de sus viviendas por la aparición de un espacio

de transición entre la esfera pública y la esfera privada-doméstica que constituía

el zaguán. Este espacio semi-público estaba dedicado a levantar una separación

entre los espacios públicos y privados. Significativamente el zaguán no aparece

en las casas habitadas por miembros pertenecientes a estratos sociales inferiores

en las que la entrada a la vivienda era directa. Por supuesto, además de las causas

socio-simbólicas que motivaron la construcción del zaguán no se puede olvidar

que sólo los miembros de las clases sociales más altas podían afrontar el gasto de

construir este tipo de espacios que si bien funcionalmente se podían considerar

superfluos, poseían~ sin embargo, un alto valor simbólico.

X~ EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LA CULTURA CRIOLLA Y EL

MESTIZAJE A TRAVÉS DEL ESTUDIO DEL ENTORNO EDIFICADO

Una vez descritas las tres tradiciones arquitectónicas del Yucatán colonial

pasaremos a estudiar el proceso de formación de la cultura criolla yucateca y

cómo ésta tiene su claro reflejo en el entorno edificado. El proceso de

criolización estaba mediatizado en Yucatán por los procesos socio-culturales de

aculturación y sincretismo, por el mestizaje, y por último, por el aislamiento

geográfico y político de la colonia. Se comprobará cómo el mencionado proceso

de criolización fue un fenómeno específicamente urbano y reducido, en gran

parte, al ámbito femenino. El estudio de la arquitectura mestiza nos abrirá nuevos

canales de comprensión de su particularismo cultural, y finalmente,

comprobaremos que la separación étnico-cultural entre españoles y mayas fue tan

intensa que sus respectivas tradiciones arquitectónicas no permitieron ninguna

clase de préstamo entre ellas, De esta manera~ el entorno edificado expresa

plásticamente las profundas barreras que separaban a ambas culturas (Aledo,

1991).

Estudio del casco histórico de Mélida (Yucatán) 65

La cultura criolla yucateca fue resultado de la mezcla de la cultura

española con la nuevas condiciones materiales y culturales que los colonos

encontraron en Yucatán. Con el paso del tiempo, los criollos se mezclaron más

y más con la población india, a tal extremo que en la actualidad es difícil

encontrar un fenotipo europeo puro excepto en los estratos más altos de la

sociedad urbana yucateca. El mestizaje, a través de uniones legales u otras formas

no reconocidas socialmente, entre españoles e indígenas mayas, fue, como en

toda Hispanoamérica, muy intenso.

Como ya ha sido indicado, la mujer desarrolló un papel fundamental en

la transmisión de rasgos culturales entre ambos grupos. Ya fuese a través de sus

esposas mayas o de las "yayas" -criadas mayas que se encargaban de cuidar a los

niños pequeños- la educación de los niños solía recaer en manos de mayas. Así,

procesos tan fundamentales de transmisión cultural como la educación y

enculturación -en los primeros años de infancia- tenían lugar en una esfera

doméstica de características socio-culturales esencialmente femeninas y mayas.

En relación a lo anterior, es altamente significativo que el entorno

edificado mostrara elementos mayas en los lugares tradicionalmente femeninos.

En muchas casas españolas se construían en el patio chozas mayas que

funcionaban como cocinas y en todas ellas se utilizaba la mano y el metate, instrumentos para desgranar y moler el maíz, alimento fundamental en la dieta

yuca teca.

Este fenómeno no es exclusivo de la colonización de Yucatán. Que el

proceso de criolización tuvo lugar con mayor efectividad en la esfera femenina

que en la masculina -esta última caracterizada por mostrar un mayor

conservadurismo cultural, es decir mayor resistencia al cambio- ha sido

refrendado para otras colonias españolas por los arqueólogos americanos

Kathleem Deagan (1983) y Charles R. Ewen (1991) quienes durante sus

excavaciones en San Agustín (Florida) y Haití respectivamente, encontraron en

torno al área de las cocinas los mayores rasgos de sincretismo e intercambio

cultural.

Por lo que hace al grupo mestizo, tanto el análisis de su arquitectura

vernácula como un estudio de sus presentes usos de los espacios domésticos

indican que este grupo vivía en un inestable equilibrio entre dos mundos,

Sociedad Urbana, n° 2. Primavera, 1995

66 Antonio Aledo Tur

compartiendo rasgos y características de la cultura maya y española pero de una

forma mal definida y altamente confusa. Dependiendo de su capacidad económica

vivían en una choza maya o una casa de estilo español. Su comportamiento era

una mezcla de usos y costumbres mayas y españolas. En las casas de mestizos

visitadas durante mi trabajo de campo en las ciudades de Valladolid e Izamal,

pude comprobar como esa tensión dialéctica todavía se refleja en el espacio

arquitectónico. Por ejemplo, aunque las casas tenían varías habitaciones, sus

habitantes tan sólo ocupaban una, dejando las demás completamente abandonadas:

el aspecto físico de los patios parecía más maya que español. No tenían ningún

orden geométrico y los animales domésticos caminaban libremente alrededor y

por el interior de las casas. Visitando sus casas, se percibe la existencia de algo

perdido o incompleto. Se puede afirmar que el grupo mestizo se convierte en un

intento irresoluto de combinar la cultura española y la maya, y sus casas resultan

un reflejo de ello.

Por último, queda hacer referencia a la arquitectura vernácula maya. La

supervivencia de su arquitectura tradicional refleja la pervivencia de, al menos,

los núcleos fundamentales de su cultura hasta bien entrado el siglo XX8• Si se

entiende la arquitectura como un sistema codificado de comunicación, se puede

establecer cierto paralelismo entre la persistencia de la lengua maya y la choza

maya en el hinterland yucateco. Hoy en día todavía muchos campesinos mayas

que viven en el interior de la espesa jungla tropical, siguen manteniendo su

lengua, la maya. Del mismo modo, sus casas siguen siendo la tradicional choza

m~ya, y para su construcción utilizan la misma técnica y los mismos materiales

que utilizaban sus ancestros. Lengua y arquitectura se convierten en instrumentos

de resistencia pasiva al proceso de colonización y conquista cultural española. Así

pues, lenguaje y arquitectura reflejan la profunda división socio-étnica que existía

en el Yucatán colonial. A pesar de los intentos de aculturación de las autoridades

españolas, los indios mayas supieron mantener sus núcleos culturales básicos,

corno demuestra el hecho de que mantuvieron intacta su tradición vernácula~

arquitectónica durante todo el período colonial.

8 Las chozas mayas reflejan íambién la perfecta adaptación de esta cultura a su entorno ambiental. Su techado de palma de guano. al hincharse con la lluvia se hace prácticamente impermeable, y durante la temporada seca. sus hojas se encojen permitiendo cierta ventilación del interior.

Estudio del casco histórico de Méricla (Yucatán) 67

XI. CONCLUSIÓN

Este artículo ha tratado de mostrar la capacidad que poseen los cascos

históricos para contener, mantener y transmitir datos para la interpretación

histórica. La pervivencia material del urbanismo y de la arquitectura nos permiten

adentrarnos en la comprensión de los acontecimientos que se desarrollaron dentro

y fuera de las ciudades, tanto a nivel de los grandes procesos sociales y culturales

-en este caso la aparición de la cultura criolla o la explotación de la población

nativa- como de la historia interna, de la vida doméstica de los seres humanos

que, en definitiva, fueron quienes vivieron la historia.

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