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Alfa Omega Los curas de pueblo Los curas de pueblo Nº 387/29-I-2004 SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN EDIC. NACIONAL

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Alfa Omega

Los curasde puebloLos curasde pueblo

Nº 387/29-I-2004 SEMANARIO CATÓLICO DE INFORMACIÓN EDIC. NACIONAL

SUMARIO

Etapa II - Número 387Edición Nacional

Edita:

Fundación San Agustín.Arzobispado de Madrid

Delegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz

Redacción: Calle de la Pasa, 3.

28005 Madrid.

Téls: 913651813/913667864

Fax: 913651188

Dirección de Internet:http://www.alfayomega.es

E-Mail: [email protected]

Director: Miguel Ángel Velasco Puente

Redactor Jefe: José Francisco Serrano Oceja

Director de Arte: Francisco Flores Domínguez

Redactores: Anabel Llamas Palacios,

Ricardo Benjumea Vega,

Juan Luis Vázquez,

Carmen María Imbert Paredes,

Jesús Colina Díez (Roma)

Secretaría de Redacción:Rut de los Silos Antón

Documentación:María Pazos Carretero

Elena de la Cueva Terrer

Internet: Beatriz Jaso Ollo

-Imprime y Distribuye: Diario ABC, S.L.-

Depósito legal: M-41.048-1995.

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2024-0801-18-3300023515

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...y además

8 La foto

9 Criterios

10 Cartas

11 Ver, oír y contarlo

Aquí y ahora

12 El cardenal Rouco, en Aquisgrán:

Jesucristo, fuente

de esperanza para Europa.

13 Ante el Día del Enfermo:

Cristo sufre con nosotros

Iglesia en Madrid

12 El cardenal Rouco, en Aquisgrán:

Jesucristo, fuente

de esperanza para Europa.

13 La voz del cardenal arzobispo

14 Testimonio

15 El Día del Señor

16-17 Raíces

De la tradición, a la vanguardia

18 España

Campaña 2004-2006 de Manos Unidas

Mundo

20 Entrevista con el cardena arzobispo

de La Habana.

21 Aznar, con el Papa: Algo más que

una despedida

22-23 La vida

24-25 El pequealfa

Desde la fe

27 El católico Sherlock Holmes.

28 Para leer.

29 Libros.

30 Televisión.

Con ojos de mujer.

31 No es verdad.

32 Contraportada

Sacerdotes «todo-terreno».Desde el pueblo.¿Cómo ser, hoy, curas rurales?

3-7

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MonseñorAntonio

Cañizares, en el Club Siglo XXI:

La Iglesia anteEuropa

Sobre los Consejospastoralesdiocesanos y parroquiales: La Iglesia es jerárquica

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De una navegación sin rumbo fijo na-ció una idea. En Internet, los forosde opinión proliferan y versan acer-

ca de los temas más sorprendentes, y uno,por casualidad, se puede ver inmerso en unaconversación virtual sobre los curas rurales.Posiblemente, con la misma facilidad conla que podía haberse tratado de lo bien que secome en Asturias. La mayoría de los tertu-lianos virtuales no tienen una opinión muyfavorable sobre ellos. Sin embargo, llamala atención la respuesta de un desconocidoque, de repente, escribe: «Hacen de albañi-les, enfermeros, belenistas, consejeros, cro-nistas, restauradores, asistentes, animado-res culturales etc. Párrocos de todo ese sec-tor de la población (básicamente mayor) queno se plantea abandonar los remotos hori-zontes que han acompañado su existir. Miexperiencia de cruzarme y charlar con lossacerdotes rurales es bella, y el recuerdo queconservo de ellos es de cultura, entrega yserenidad».

Entonces surge la idea, formulada en va-rias preguntas: ¿cómo son hoy los sacerdo-tes rurales? ¿Cómo viven? ¿Cómo cambianjunto a sus pueblos cambiantes? ¿Se sien-ten ellos tan abandonados como se sientenlos habitantes del mundo rural? ¿Necesitanapoyo? ¿Se les está dando ese apoyo? ¿Cam-biarían su modo de vida por el de la ciudad?¿Cómo han cambiado los sacerdotes en lospueblos, de hace 50 años a esta parte? ¿Ycómo ha cambiado la manera en que los per-ciben sus pueblos? Lo cierto es que no setrata de una realidad sencilla, ni fácil de ex-plicar en unos cuantos párrafos apretados,sobre todo porque no existe sólo una reali-dad, sino que cada pueblo tiene la suya pro-pia, aunque se pueden trazar unas líneas ge-nerales.

Los pueblos hoy sufren los mismos cam-bios que sufren las ciudades. También en lospueblos se han modificado los valores den-tro de la familia, de las relaciones entre laspersonas, el trabajo, etc. Según un informede Cáritas del año 2001, la emigración rural,que ha sido siempre selectiva, ha tenido co-mo consecuencia la masculinización de es-te medio, ya que los auténticos protagonis-tas del éxodo han sido los jóvenes y las mu-jeres. Es un fenómeno de soltería casi obli-gada, lo que ha producido un descenso aúnmás notable de los nacimientos. El mediorural ha acusado también su envejecimiento.Según Cáritas, en el año 1998, en los muni-cipios de menos de 2.000 habitantes de Cas-tilla y León, el este de Galicia, Aragón y elnorte de Castilla-La Mancha, el 40% de lapoblación tiene más de 65 años. En provin-cias como Teruel, en los pueblos de menosde 500 habitantes, ya no hay ningún naci-miento ni ningún matrimonio. Es la puerta deentrada al despoblamiento progresivo demuchas zonas rurales. Si la densidad mediade población en España es de 79 habitantespor kilómetro cuadrado, hay más del 25%del territorio nacional que no llega a los 10habitantes.

En el citado informe, Cáritas, que lleva acabo una gran labor en el mundo rural, es-pecialmente con los mayores, los excluidos

Sacerdotes todo-terreno

Aun sin haber una pastoral rural nacional, aun sin contar con estudios,estadísticas, cifras o una base documental, hemos querido hacer un reportajesobre los curas de pueblo. Quizá para hacernos eco de ese olvido que afecta asacerdotes repartidos por todas las provincias, en pueblos más o menos grandes,responsables de varias parroquias, no siempre activas, no siempre animadas eilusionadas. Pero ellos, los sacerdotes, hablan de una opción por lo rural, de unahumanidad en los pueblos que gratifica su permanencia en ellos, y de unosproblemas para los que hay que buscar soluciones

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y las minorías, afirma que «todo ello va ge-nerando un sentimiento de desesperanza,apatía e inmovilismo entre la población ru-ral, que afecta tanto a las personas más vul-nerables como a los grupos y asociacionespresentes». Pero, a pesar de los datos, exis-te también una opción por lo rural. Desdelos años 60, el Movimiento Rural Cristia-no, de Acción Católica, funciona como elúnico organismo de la Iglesia preocupadopor el bienestar de los católicos en el mundorural, así como por sus sacerdotes, religiososy religiosas. Sus miembros, unos 3.000 mi-litantes repartidos por 30 diócesis españo-las, se forman para evangelizar, ser sujetosactivos en un mundo que ha apartado a Diosde su camino.

«La fe del cristiano rural tiene que en-carnarse en la vida, para mejorar y evange-lizar a las personas, las estructuras. Trans-formar la economía, la cultura, la política,el estilo de vida de las gentes rurales, segúnJesucristo y el Evangelio». Son palabras delConsiliario general del Movimiento RuralCristiano, el padre Julio Calvo, que mani-

fiesta con su propia vida esa opción por lo ru-ral que debe ser necesaria para convertirse enun párroco de pueblo: «Hay bastantes, aun-que no puedo decir muchos, curas jóvenes ymayores que hemos optado conscientemen-te, responsablemente, por trabajar en el mun-do rural, y somos sacerdotes ilusionados,agradecidos a Dios, a la Iglesia y al mismomundo rural, porque en nuestra vida hemosllegado a descubrir el privilegio que suponevivir y trabajar a nivel pastoral en él. Lle-gar a descubrir esto, supone también habertenido una educación pastoral, pedagógica,una manera de leer el Evangelio, de leer larealidad rural y de las gentes. Todos éstosson los medios que nosotros, los curas ru-rales que vivimos organizados en el Movi-miento Rural Cristiano, tenemos a nuestro al-cance. Aquí hemos aprendido a ser curas ru-rales, con la incapacidad de perder la ilu-sión. Somos curas rurales colmados en estemundo rural, a pesar del despoblamiento,de la carencia de medios de formación, de vi-da y de trabajo que existen en el mundo ur-bano».

El consiliario del Movimiento RuralCristiano afirma que hoy, dada la difícil re-alidad de muchos pueblos, es necesario te-ner una formación y un acompañamientoconstante: «Vivir como sacerdote en un pue-blo supone una mística, una espiritualidad,una formación no sólo teológica, sino tam-bién sociológica, pedagógica..., y son ca-rencias que posiblemente muchos herma-nos míos, probablemente valiosísimos, notienen a su alcance. Si yo encontré estosmedios, fue porque me acerqué al Movi-miento Rural Cristiano, verdadero tesorode Dios».

Ciertamente, así como existe a nivel na-cional una pastoral para sordos, del circo,de los gitanos, obrera, etc., no existe unapastoral rural nacional que se encargue deestudiar los problemas más acuciantes conlos que, día a día, luchan sacerdotes encar-gados de atender pastoralmente a una me-dia de tres pueblos, o de proporcionarles in-formación, medios o ayuda, si bien es cier-to que esta tarea la lleva a cabo cada dióce-sis, en particular.

Problemas nuevos

Los sacerdotes rurales se enfrentan agrandes cambios a los que tienen que ofrecerrespuestas. El sacerdote don Julio Calvo ex-plica que «el principal problema hoy de lossacerdotes en el mundo rural es que éste hacambiado, y a la Iglesia y al cura se nos plan-tean unas preguntas y problemas nuevos. Loque no podemos hacer es responder a lasnuevas problemáticas con instrumentos yherramientas viejos y superados, reducir eltrabajo pastoral a un trabajo estrictamenteritual y celebrativo, sino que tengo que darrespuesta al hombre, a la mujer que estánen este mundo bombardeados por la televi-sión, por la economía, la política, la culturaalienante, deshumanizadora... Tengo que do-tarme de un instrumental nuevo, como es elanálisis de la realidad, la revisión de vida,una nueva espiritualidad, una nueva ecle-siología, que los laicos sean protagonistasde su propia evangelización, y la del pue-blo».

Sin embargo, ¿cómo ser sacerdote en unpueblo donde muchos jóvenes no acuden amisa, no tienen ilusión por participar en lascatequesis, o en reuniones de grupos...?¿Pueblos secularizados, cada vez más en-vejecidos? Todas estas preguntas son situa-ciones reales a las que se enfrentan muchossacerdotes. En algunos también cabe la de-cepción, y quizá eso repercute aún más en laapatía de las poblaciones. El consiliario delMovimiento Rural Cristiano apuesta por laformación del laicado: «A mí no me preo-cupa que haya un sacerdote para varios pue-blos. Quisiera que hubiera muchos sacerdo-tes sabios y santos en el mundo rural, perohoy la evangelización del mundo rural, o laharán los laicos, o no se hará. Ése es el pro-blema principal: que el mundo rural seaevangelizado. En los pueblos más pequeñosy envejecidos, hay que recordar que una delas grandes tareas que hoy tenemos los cris-tianos, en el mundo rural, es acompañar abien morir a muchos pueblos y ancianos.Cerrarles los ojos y, cuando no quede ya na-die en el pueblo, yo, cura, me tendré que ir elúltimo. Y habré cumplido una gran misión».

A. Llamas Palacios

«Vivir comosacerdote en un pueblosupone una mística, unaespiritualidad, una formación no sóloteológica, sino también sociológica,pedagógica...»

A esta viejaestampa ha sustituído el cura en moto,o en coche, de puebloen pueblo

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Encuesta a cinco sacerdotes rurales:

Desde el puebloLeón, Extremadura, Cantabria y Madrid. Regiones distintas entre sí, experiencias diversas con puntos en común. Éstas son las preguntas que Alfa y Omega ha hecho a cinco curas de pueblo: ¿Cómo es su jornada ministerial en las diferentes parroquias que atiende? ¿Qué es lo más gratificante de su labor pastoral? ¿Qué es lo más duro?

Don Samuel González, Cantabria:

«Aquí estoy,dispuesto a lo que haga falta»

Atiende a cuatro pueblos: Somo, Loredo,Suesa y Langre

En la jornada diaria, divido un poco laoración personal y el trabajo. Comienzo

levantándome temprano, y tengo un buenrato de oración, luego hago labor de despa-cho, de visitas a las personas, a enfermos, agente mayor, y luego, por la tarde, en un díalaborable, pues está la celebración de la Eu-caristía, la catequesis… En el verano, estazona se llena de turistas y la vida cambiapor completo. Hay que acogerlos, y el tra-bajo es tanto que tienes que celebrar a diariola Eucaristía en varias ocasiones...

Llevo muy poquito tiempo aquí, sólo seismeses, pero ya veo que el tema de los jóve-nes está muy difícil. Yo no estaba acostum-brado a esta zona de costa y de veraneo(siempre he sido párroco rural, pero de otraszonas), y veo que esta zona es más indivi-dualista, la gente va más a lo suyo, y no fun-ciona como comunidad. Hay jóvenes, sobretodo en verano, pero tenemos un trabajomuy difícil a realizar, y estoy dándole vuel-tas a ver cómo lo hago, porque tengo expe-riencia de otros lugares, donde ha salido fe-nomenal a base de asociaciones, campa-mentos, catequesis desde que son pequeñi-tos hasta más de los 22 ó 23 años… Pero nohay que perder la esperanza nunca.

Lo más bonito es, aparte de que meencanta la zona rural y el trabajo en los pue-blos no muy grandes, el contacto con laspersonas, estar cerca de ellos, y cómo esecontacto puede revigorizar su fe.

Lo más duro para mí es el cómo en-trar a los jóvenes. Cómo entusiasmar, có-mo hacer para que se enamoren del Señor,para que vivan la fe… Lo más duro es ver alos jóvenes como ovejas sin pastor, sin rum-bo, sin darle un sentido a su vida, dejándosellevar por cualquier moda, sin criterio… Esoes lo más duro para mí. Quiero recalcar queaquí soy plenamente feliz. Soy plenamentefeliz aquí, y donde he estado siempre. Dis-puesto a lo que haga falta…, y a pedirle alSeñor: «Señor, más, más, más…»

Don Martín Ordás, León:

«A veces noto la incomprensión de las gentes»Atiende a tres parroquias leonesas: Toralde los Guzmanes, donde reside, Villademorde la Vega y San Millán de los Caballeros

Mi tarea es la atención pastoral, desdela Liturgia, las catequesis, formación

cristiana de adultos, la atención a la comu-nidad contemplativa del monasterio de Je-rónimas, en Toral, y también a la comuni-dad rural de carmelitas de santa JoaquinaBedruna, en Villademor…, que participanmucho en la formación cristiana de los adul-tos y de los niños. Tengo que estar pendien-

te del campo espiritual, además de la vidade las personas: visitas a la gente enferma, alos mayores... La convivencia con los sa-cerdotes es buena. Hay un buen nivel de tra-bajo y entendimiento con los compañeros. Elnúcleo principal es la gente mayor, aunquetambién hay gente joven, pero está más ale-jada de la práctica religiosa. Exclusivamen-te para ellos no hay nada, aparte de los cur-sillos prematrimoniales, o las entrevistaspersonales, cuando vienen a pedir algún sa-cramento. En ese sentido no estamos muycontentos, porque después de la Confirma-ción no continúan con su formación. Tene-mos que cuidar ese campo, porque si no, vaa quedar ahí una gran laguna generacional.

Lo más bonito de la vida de un curade pueblo es amar a la gente, estar cerca deella, amar a la Iglesia y sentirte cerca de es-ta Iglesia local. Creo que tiene muchas com-pensaciones.

Veo incomprensiones, juicios ligeros aveces, en momentos en que la gente olvidaque tienes una entrega de años, que es unaentrega a tiempo pleno, con toda generosi-dad, que no buscas ninguna compensaciónmaterial, pero que también tienes tus fallosy tus debilidades.

Don Samuel González con dos feligreses, en CantabriaEl sacerdote don Martín

Ordás, en la iglesia de Toral de

los Guzmanes

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tudiamos, preparamos las reuniones…Siempre hemos intentado crear cauces enlas parroquias. Tenemos grupos de Cári-tas, catequistas, visitadores de enfermos,Movimiento Rural Cristiano de jóvenesy mayores, y la JEC de estudiantes, co-fradías…, porque si queremos que la gen-te participe y se involucre en la Iglesia,tenemos que darle vías para poder parti-cipar… Luego, por las tardes, normal-mente salimos a los pueblos, y atendemoslas reuniones y los grupos.

En Miajadas tenemos también el Mo-vimiento Junior, de Acción Católica. Nor-malmente, intentamos que perseveren losadolescentes y los jóvenes cuando termi-nan la preparación a la Confirmación.Luego hay también grupos de novios, gru-pos de misioneros para el tercer mundo(estuvimos este verano en El Salvador).También dedicamos tiempo a estar con lagente, en los lugares del pueblo, los ba-res…

Yo creo que una de las cosas quecontemplamos mucho es que el mundorural, aunque en estos momentos entradentro del ranking de la pobreza, al no te-ner todos los servicios, tiene una huma-nidad que se sigue conservando: las rela-ciones humanas, el acopañamiento de losvecinos, la vivencia de la fiesta... Creoque hay signos solidarios muy interesan-tes en los pueblos. Estos valores frente aser un simple número en la ciudad… esmejor.

Queremos que la Iglesia conecte conlos problemas de la gente. Cómo ir dandoun sentido de justicia, de solidaridad conlos otros...

Lo más duro, para mí, es estar edu-cando, trabajando con las personas y quese tengan que ir por falta de trabajo. Escomo si estuvieras empezando continua-mente. Otro aspecto es que también a lospueblos ha llegado esta secularización,la falta de sentido cristiano de la vida… Yes descorazonador que, en los pueblos,el sentido de fe y de Iglesia esté ya pin-tando poco, porque hay otros valores delmundo materialista, que se están impo-niendo.

Don José Carlos González,Sierra de Madrid:

«El trato con lagente es muydistinto»Atiende a Bustarviejo y Valdemanco

Normalmente, las mañanas las dedico aestar en la Facultad (soy capellán de la

Facultad de Filosofía), excepto dos, que es-toy solamente en el pueblo, en Bustarviejo,porque además hay una residencia de an-cianos, y celebramos la Eucaristía allí conellos. Después, aprovecho también para vi-sitar a enfermos. Por las tardes, tenemos enBustarviejo la celebración de la Eucaristíay el despacho parroquial. También aprove-cho para estudiar, leer y rezar.

Los fines de semana son más complica-dos, porque son pueblos de aluvión y se du-plica la población. Tenemos las catequesis decomunión, de Confirmación, postcomunión,Vida Ascendente y un grupo sinodal. En Val-demanco hay catequesis de Primera Comu-nión, y van todos los niños del pueblo a la ca-tequesis; es una cosa muy bonita. Tambiénhay un grupo de jóvenes, 4 chicas. De vez encuando, organizamos actividades, siemprehay una excursión para las familias de la pa-rroquia; y luego están las cofradías de SanIsidro, de la Virgen del Carmen…

El índice de presencia de la gente es bas-tante bajo en las misas.

Como pastor, es una experiencia muyrica, porque conoces a todo el mundo, paralo bueno y para lo malo: ya sabes quiénesson, sabes por quién hablas…, y tambiénsufres más por las personas, te gustaría lle-gar a todos, y a veces cuesta, ves a gente queno conoce a Cristo, y te gustaría… No sé,es como si en Madrid uno se conformaracon lo que hay, pero aquí lo vives todo máscerca.

Es verdad que estar en un pueblo esmás enriquecedor que estar en la capital,

aunque un poco pobre, porque el trato con lagente no es el que uno está acostumbrado: eltrato personal es distinto, no están acostum-brados a la dirección espiritual con el sa-cerdote…

Don Enrique Gómez, Extremadura:

«Queremos que lagente se involucre y participe en la Iglesia»Con otros compañeros lleva Miajadas, Cam-polugar, Pizarro, Palazuelo, Torniscal, Ca-sar de Miajadas (Cáceres)

Por la mañana hacemos oración duran-te una hora y media más o menos, es-

Don José CarlosGonzález,

en su parroquiade Bustarviejo

Unos jóvenes delpueblo extremeño

de Miajadas junto al sacerdote

don EnriqueGómez

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Don Acacio Pastrana, León:

«Creo que no hayun planteamientoserio para lapastoral rural»Atiende a tres pueblos: Carrizo de la Rive-ra, La Milla del Río, y Villarotel

Por las mañanas hago oración y laboresde despacho, que siempre hay que hacer.

Por las tardes, dos días a la semana, voy a laformación permanente en León, y al movi-miento HOAC; también visito a las familiasy a los enfermos; después, un día a la sema-na, voy a la parroquia del pueblo más pe-queño, además del domingo, y casi todos losdías voy a la otra. Tenemos un coro, que co-ordino, y tengo reuniones con catequistas yConsejos parroquiales, para coordinar y pro-gramar actividades. También está la pasto-ral de calle: hablar con la gente, tomarte uncafé con ella... Pienso que hay que estar contodo el mundo, vengan o no a la iglesia, pres-tar un servicio de escucha, de entrega…

Creo que no hay un planteamiento seriode una pastoral de conjunto para cumplirobjetivos, especialización… Aunque últi-mamente parece que se quiere hacer algo.Nos están haciendo una encuesta para verla situación que tienes, si estás contento don-de estás, con los compañeros, si querríascambiar, que nos manda el Vicario General,porque al obispo le interesa conocer la si-tuación.

Yo siempre he estado en parroquias ru-rales, y lo estoy por opción. Intento, sobre to-do, que haya presencia testimonial, y coor-dinar un poco una pastoral a través de Con-sejos, que los seglares tomen iniciativas. Enesta coordinación de los grupos, también in-tento que la promoción cristiana tenga unpoco más de compromiso social, pues estámuy centrada hacia dentro: cultos, sacra-mentos, y una fe privada, personalista… Yocreo que la fe tiene que ir tomando un com-promiso transformador de la realidad en losdistintos ambientes: evangelizar la familia,

el trabajo, la cultura, la política, las estruc-turas de la sociedad. Intento llevar una pas-toral de alejados, de jóvenes…Yo querríaque funcionara una pastoral juvenil, pero nose puede estar en todo. Hay jóvenes que co-laboran, pero las reuniones y todo esto estánmuy paradas. En general, como tal, no es-tán organizados. Habría que ir buscando unaespiritualidad de comunión y corresponsa-bilidad, más que de ir caminando cada unopor libre.

Lo mejor es que puedes estar muy cer-ca de la gente, llegar a conocerles, que tepuedan comentar cualquier problema… Concercanía. Y estar en la realidad, con los pro-blemas de la gente… Para mí, eso es lo me-jor de la opción por lo rural.

Lo difícil es cambiar la mentalidad delas gentes, que salgan de sus tradiciones, susestructuras cristianas de antes, pues sueleser gente mayor, y desde ahí lo difícil está eniniciar una pastoral cristiana, con un com-promiso transformador, que se sientan pro-tagonistas de un proceso de renovación…La gente está muy desmotivada para el cam-bio y el compromiso, especialmente los jó-venes.

¿Cómo ser, hoy, curas rurales?

No es nada fácil ser cura rural hoy y aquí, en nuestromundo rural. Muy complejo, y muy hermoso; muy

humano y muy evangélico; muy pequeño y muy grandea la vez... Muy antiguo y muy nuevo. En él los curasrurales nos sentimos como envueltos en un montón decambios y carencias, de retos y posibilidades.Gustosamente, intentamos ser un todo-terreno.

Necesitamos estudiar y leer mucho. Necesitamos serhombres de Dios, de fe rotunda y con la radicalidadmística del Evangelio de Jesús de Nazaret. Nuestrapastoral rural no puede ser la de siempre, laconvencional, ha de ser una pastoral rural misionera yque, como tal, devuelva el protagonismo eclesial a loslaicos y busque la salvación integral del mundo rural.

Gracias a Dios, el mundo rural no está amurallado nicerrado; influenciado por los grandes medios decomunicación y los grandes movimientos migratorios,es un mundo abierto y en permanentes cambiosculturales, económicos, sociales, políticos y hastareligiosos... Mas el mundo rural está envuelto por elgran torbellino de este neocapitalismo deshumanizadoy deshumanizante... Es un torbellino que exige a laspersonas hacerle frente desde una cultura personalista,desde una conciencia personal y crítica, rural ysolidaria, y desde una fe encarnada y comprometida enla vida y con la vida.

¿Cómo podemos los curas rurales responder hoy aestos nuevos desafíos, a la nueva problemática denuestro mundo rural, a las preguntas, a las necesidades,a las esperanzas, carencias y angustias de la personarural? ¿Con respuestas a preguntas que nadie se hace?¿Con una espiritualidad al margen de los auténticosapuros o trances que sufren nuestras gentes rurales?¿Con unos organigramas, parroquiales o arciprestales,de espaldas a los acontecimientos, trabajos y luchasexistentes diariamente en la vida de los pueblos?¿Puede hoy un cura solo, aislado en uno o muchospueblos, evangelizar, construir comunidad cristiana yedificar el reino de Dios?... Son preguntas que me hanido surgiendo a lo largo y ancho de mi trabajo diario...Son preguntas que me retan y piden respuestasconcretas, mucho estudio y reflexión, mucho trato conJesucristo, Buen Pastor, mucha oración y un contactopersonal y de servicio, encarnación y solidaridad conlas gentes, la vida y el pueblo.

Los cristianos del mundo rural encontraron lasolución hace cincuenta años en la Acción Católica.Para muchas personas inquietas y que han sabidosuperar la referida alergia a lo organizativo, elMovimiento Rural Cristiano, de Acción Católica, hasupuesto ir descubriendo progresivamente, y siempredentro de un proceso educativo, personal ycomunitario, las claves, las opciones, los métodos, loscontenidos pedagógicos y de fe, la mística y los caminosnuevos, las acciones y los compromisos que nos hanayudado a crecer en conocimientos, a mejorarpermanentemente nuestras actitudes personales ycomunitarias, y a vivir comprometidos, curas y laicos,felices y seguros, en un mundo rural cambiante, nuevo,problematizado, y también abandonado incluso portodas las instituciones presentes en el mismo. Igual quees justo agradecer a Dios el grandioso regalo delMovimiento Rural Cristiano, de Acción Católica,también es justísimo agradecer a esta organización de laIglesia lo que, ha aportado durante cincuenta años almundo rural de España. Otro día lo podríamos contar;por hoy basta.

Julio Calvo Consiliario general

del Movimiento Rural CristianoDon Acacio Pastrana, a la izquierda, junto a algunos vecinos de Carrizo de la Rivera. Al fondo, la iglesia parroquial

LA FOTOΩΩ8

29-I-2004AA

ientras mecomplazcopor la co-laboraciónsincera y

leal entre la Iglesia y las Au-toridades al servicio de los es-pañoles, desde el respeto y laindependencia, le agradezcosu visita y renuevo mis votospor el progreso espiritual ymaterial de los españoles, porsu convivencia pacífica enconcordia y libertad, a la vezque invoco del Altísimo todaclase de bendiciones sobrelos amadísimos hijos e hijasde España»: así le dijo el Papaal Presidente del Gobierno deEspaña, don José María Az-nar, en la audiencia que leconcedió el pasado día 23 de enero. Fue calificada comoconversación muy cordial. El Papa y el Presidente habla-ron de Europa, y el Santo Padre «ha apreciado la posicióndel Presidente de Gobierno español, en particular sobre elreconocimiento de las raíces históricas cristianas de Europa».Juan Pablo II recibió después a la esposa y a los hijos del Pre-sidente del Gobierno, y en las palabras que dirigió al se-

ñor Aznar recordó su 5º Viaje apostólico a España: «Me-morable ocasión en la que pude constatar, una vez más,las profundas raíces cristianas del pueblo español y el di-namismo de la Iglesia en su noble país. Estas dos cualidadeshan marcado los momentos más brillantes de su historia,y con ellas, las nuevas generaciones podrán encaminarse ha-cia un futuro cada vez más prometedor».

«M

Desde el respeto y la independencia

Aguaen

Marteotografía tomada por lasonda europea Mars Ex-press, en la que se ve elcauce de un antiguo ríoen el polo sur de aquel

planeta, donde la nave europea hadetectado hielo en abundancia.

F

CRITERIOS 29-I-2004 ΩΩ9 AA

Alguien a quien seguir

Mi parroquia es unaparroquia como las demás.

Todas se parecen. Ayer mismo,le decía al señor cura deNorefontes que el bien y el maldeben hallarse equilibrados, o, silo prefería, superpuestos uno yotro sin mezclarse, como doslíquidos de distinta densidad. Aloír mis razones, el señor cura deNorefontes se echó a reír. Es unbuen sacerdote, muy benévolo,muy paternal. Sus ocurrenciasprovocan la hilaridad, y él sueleacompañarlas con una miradaque quiere ser viva y que, en elfondo, es tan marchita, tanfatigada, que al verla, me danganas de llorar.

Mi parroquia se hallaconsumida por el aburrimiento;ésa es la palabra exacta. ¡Comotantas otras parroquias! El tediolo devora todo ante nuestra vista.La idea se me ocurrió ayer, en lacarretera. Bajo la llovizna, elpobre pueblo tenía el aspecto deestar tendido allá, en la hierba,chorreante, como un animalagotado. ¡Qué pequeño es unpueblo! Y aquél constituía,precisamente, mi parroquia. Erami parroquia, pero yo no podíahacer nada por ella, y lacontemplaba tristemente, viendocómo se hundía en la noche,cómo desaparecía... Dentro dealgunos instantes dejaría deverla. Jamás había sentido tancruelmente su soledad y la míapropia. Sin saber por qué, penséen aquel ganado que oía mugir aveces entre la niebla y que elvaquerillo, al volver de laescuela, conducía entre lospastos mojados, al establocaliente... También el puebloparecía aguardar, después detantas otras noches transcurridasentre el lodo, a alguien a quienseguir hasta algún improbable einimaginable albergue... Lospueblos no se levantanobedientes a la voz de cualquiervaquerillo, como el ganado. ¡Noimporta! Ayer noche, creo que siun santo lo hubiera llamado...Antes, una tradición secularobligaba a que un sermón noacabara jamás sin una prudentealusión –convencida, es verdad,pero prudente– a la inminentepersecución y a la sangre de losmártires. Tales predicciones sonen la actualidad mucho másraras. Probablemente porque suamenaza es menos incierta.

Georges Bernanosde Diario de un cura rural

uando era párroco en Bresse, en ciertaocasión, en que casi todos mis colegashabían caído enfermos, tuve que hacergrandes caminatas, durante las cualesoraba al buen Dios, y, creedme, que eltiempo se me hacía corto. Hay personasque se sumergen totalmente en la ora-ción, como los peces en el agua, porqueestán totalmente entregadas al buenDios. Su corazón no está dividido.

¡Cuánto amo a estas almas generosas! Nosotros,por el contrario, ¡cuántas veces venimos a la igle-sia sin saber lo que hemos de hacer o pedir! Y, sinembargo, cuando vamos a casa de cualquier per-sona, sabemos muy bien para qué vamos. Hay al-gunos que incluso parece como si le dijeran albuen Dios: Sólo dos palabras, para deshacerme deti… Muchas veces pienso que, cuando venimosa adorar al Señor, obtendríamos todo lo que le pe-dimos si se lo pidiéramos con una fe muy viva yun corazón muy puro»: así decía a los feligreses deArs su santo párroco Juan María Vianney, el pobrey sencillo cura de pueblo a quien llegaron a acu-dir multitud de personas de todas partes de Fran-cia y de toda clase y condición, por la sencilla, yal mismo tiempo la más grande, razón de encon-trarse con el buen Dios. Es decir, con la fuentemisma, inagotable, de la vida y de la felicidadplena.

Este recordatorio histórico, de hace algo más desiglo y medio, es en realidad el reclamo más vivoy actual que se nos puede ofrecer a los hombres y

mujeres ya inmersos en el tercermilenio, como a los de todo tiem-po y lugar, para, precisamente,alcanzar esa felicidad infinita cu-yo anhelo insobornable nos cons-tituye. De absolutamente im-prescindibles son calificadas lasrebajas en los spots publicitariosque, durante la cuesta de enero,vienen marcando la pauta a la su-frida economía doméstica. Nocabe duda que son de agradecer,pero tales rebajas no pueden darmás que felicidades rebajadas.Como la samaritana que iba al

pozo de Sicar tenía que volver a por agua, una yotra vez, así tienen que repetirse las idas y venidasen busca de rebajas, que al igual que el agua delpozo se agotan, como todo en la vida…, mientrasno se encuentre al Único que nos da el Agua vivaque salta hasta la vida eterna, el Tesoro del buenDios, lo único verdaderamente imprescindible, yque, suicidamente, la cultura dominante, esa mis-ma que predica la imprescindibilidad de lo efí-mero, trata de marginar o de ignorar, cuando no deatacar y destruir.

La Humanidad de hoy, no menos, ciertamente,que la de dos siglos atrás, está necesitada, con lamás acuciante de las urgencias, de ese Tesoro que,como dice el salmista, vale más que la vida, jus-to porque sin Él la vida ni es, ni tiene sentido al-guno. El mundo lo juzga inalcanzable, pero dis-frazando tal juicio –si es que no cae en la deses-peración– con el sarcasmo de atribuir su nombreInfinito a ridículos ídolos de barro, a cualquiercosa que pasa y muere. Entre tanto, el Tesoro inal-canzable, que ya hace veinte siglos que nos al-canzó, se nos da, paradójicamente, en frágiles va-sijas de barro –¿de qué sirven las de oro sin máscontenido que la nada?–, y esta fragilidad, lejos dedisminuir su valor, lo acerca al alcance de todas laseconomías, hasta de las absolutamente inexisten-tes. Basta con acogerlo. Él se entrega a todos, sinrebajas de ningún género, a través de sus minis-tros, disponibles en las catedrales de las grandesciudades como en la sencilla iglesia de la más pe-queña de las aldeas. Quizás allí ni haya siquieraagua corriente y falte casi de todo, pero en esas va-sijas de barro que son las manos del cura del pue-blo se halla el Tesoro que da la vida eterna. Y conÉl, por añadidura, la posibilidad real de que la vi-da presente deje de estar sometida a las efímerasrebajas de desecho y recupere su verdad, su bieny su belleza.

Si, al igual que los fieles venidos de todas par-tes a la pequeña iglesia de Ars, que salían de suspuertas con una alegría sin rebaja alguna, la delbuen Dios, los hombres y mujeres de hoy, agol-pados en masa a las puertas de las rebajas, vol-vemos los pasos a esas vasijas de barro, tenemostambién al alcance de la mano, ¡basta con exten-derla!, esa misma alegría del verdadero Tesoro.

«C

El Tesoro, en vasijasde barro

CARTASΩΩ10

29-I-2004AA

Cariño y verdad

Quisiera aclarar, en primer lugar, que los medios de co-municación son un vehículo de información; depende

de quién dé esa información, si es veraz o no, el hecho de

que influya positiva o negativamente en el juicio que se for-men los destinatarios. Estoy muy de acuerdo en que mu-chas veces esa información no es veraz, y eso hace muchodaño a las familias de los deficientes psíquicos, porque losengañan y, como consecuencia, los padres pueden obrarcon mayor margen de error hacia las decisiones que tomensobre sus hijos. Esto también es válido para los padres queno tienen hijos deficientes psíquicos.

Aconsejaría a don Pedro Serrano que leyera con dete-nimiento las tres primeras preguntas y respuestas del artí-culo publicado en Alfa y Omega, de fecha 8 de enero de2004. Si hay algo que se desprenda de ellas, es la consi-deración de la dignidad humana del deficiente psíquico, fa-cilitársela, respetarla, así como motivar a los padres a quesean un ejemplo para sus hijos. La tercera pregunta está des-tinada a manifestar lo que los deficientes mentales debenaprender, como toda persona, precisamente para formarparte de una familia, de un entorno de amistad, educativo,y de la sociedad en general, y se confirma, y es verdad,que esa capacidad de adaptación al ambiente se consi-gue con la educación, fundamentalmente con la educaciónfamiliar.

Hasta aquí, puedo decirle a don Pedro Serrano que no hacaptado, y sí ha emitido juicios infundados en todo su pri-mer párrafo. Es claro, desgraciadamente, que la deficien-cia intelectiva no es una enfermedad curable, y que la ca-pacidad de comprensión de estas personas es limitada, aun-que vuelvo a decir que hay que estudiar a cada persona in-dividualmente para aconsejarle qué, cómo y cuándo hacer.Y esa tarea corresponde a la familia y a todos aquellos quenos dedicamos a asesorar a los padres. Y difícilmente po-dremos asesorar si huimos de la verdad para decirles loque ellos querrían oír, y lo que a nosotros nos resulta difícildecir.

No es fácil tener un hijo deficiente mental, ni aceptarlo,ni educarlo, ni prepararlo para la vida..., y eso son palabrasde los padres –cerca de 40.000 familias del mundo entero es-tán en nuestra base de datos–, que evidentemente sufren, ya quiénes hay que apoyar –y vuelvo a repetirme– «con ca-riño y con verdad, es decir, con guante de seda y mano dehierro».

En cuanto al trabajo profesional, sigo afirmando quedeben realizar tareas manuales, y sigo afirmando que no to-dos –hay que estudiar caso por caso– deben trabajar enuna empresa normal. Los buenos médicos hablan de en-fermos, no de enfermedades; nosotros procuramos aseso-rar a cada familia, estudiando su contexto y las capacida-des de la familia y del deficiente psíquico. Procuramos noactuar de oído, sino con datos fehacientes. Si ustedes lo ha-cen…

Toda persona, y también los deficientes psíquicos, sonsusceptibles de derechos y deberes, por ello hablamos deprepararles para la vida. Pero, desgraciadamente, no soncapaces de afrontar todas las dificultades con las que sepueden encontrar, y obviar esto constituye una insensatez,tanto si lo hace una persona individualmente, como si lohace un gran colectivo. El hecho de que podamos hacerlotodo, o casi todo, no implica que debamos hacerlo. Podemostirarnos de cabeza a un pozo, pero es una insensatez. De ahí,que debamos estudiar las capacidades de cada individuodeficiente mental, para poder aconsejar a la familia, y a élmismo, qué debe hacer

El gran problema de la sociedad actual es que los indi-viduos piensan, o al menos una gran mayoría, que todo loque se puede hacer, se debe hacer. O lo que es lo mismo,que si muchos opinan que algo es estupendo, ese algo es es-tupendo verdaderamente. Volvemos al tema de la verdad: no-sotros podemos engañar a los padres, pero no debemos,luego no lo hacemos.

María Teresa VázquezVicepresidente de CEFAES

Una mirada que cree en las capacidades

Afortunadamente, las personas con discapacidad intelectual y sus familias encuentran ca-da vez mayor eco y presencia en los medios de comunicación, más allá de momentos con-

cretos como ha sido la celebración del Año Europeo de las Personas con Discapacidad. Porello luchamos en FEAPS, organización que agrupa a más de 235.000 socios, la mayoría padresy madres de personas con discapacidad intelectual, y cuya misión es mejorar la calidad de vi-da de las personas con discapacidad intelectual y sus familias. Pero a veces la imagen trans-mitida es impropia, anclando en la sociedad una actitud de compasión mal entendida, desobreprotección inadecuada o de infravaloración. Y esto, en mi opinión, ocurre con el textovertido en la entrevista realizada a doña María Teresa Vázquez, directora de CEFAES, dentrode su sección En portada (8-1-04). La consideración que se expresa de las capacidades de laspersonas con discapacidad intelectual, y de las actitudes y actos de sus familias, nos retrotraea épocas en las que, utilizando el símil del despotismo ilustrado, se hacía todo para las personascon discapacidad, pero sin contar con ellas. En los últimos años hemos aprendido otra mira-da hacia estas personas y hacia sus familias, una mirada que cree en las capacidades y no só-lo en las limitaciones, que cree en los derechos frente a la caridad, que cree que cada perso-na con discapacidad intelectual tiene derecho a una ciudadanía plena, y tiene derecho a unainclusión real en la sociedad. Es imposible aceptar desde esta mirada que un niño con dis-capacidad intelectual sólo puede estar hasta los siete años en integración escolar, y es, cuan-do menos, técnicamente impropio decir que el deficiente mental (sic), a partir de esa edad, sequeda en una inteligencia de los sentidos. Es aberrante decir que se tienen dudas de que unapersona con discapacidad intelectual pueda trabajar en una empresa normal. Es imposible acep-tar la idea de que los padres han de tragarse (sic) el pildorazo de que su hijo va a ser deficientesiempre. Recuerdo un gran doctor que comentaba: «Yo solía decir a los padres: Lo lamento,ha tenido un hijo deficiente; hasta que un día un padre me dijo: Usted limítese a darme la in-formación, ya veremos nosotros si lo lamentamos o no». Esta anécdota nos informa de la in-conveniencia a veces de hablar desde las tribunas de la ciencia en vez de hacerlo desde la are-na de la relación y de la comprensión.

Pedro Serrano PiedecasasPresidente de FEAPS

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido

Con motivo de la publicación, el 8 de enero, «En portada», de un reportaje en el que abor-damos el tema de la discapacidad, hemos recibido la carta de Pedro Serrano, de la FE-APS, a la que María Teresa Vázquez, de la CEFAES, responde:

Aquilino Duque escribe, en su entrañable libro Cró-nicas anacrónicas, que, «según T.S. Eliot, cuantomás industrializado esté un país, con mayor facili-

dad florecerá en él una filosofía materialista y tanto másletal será esa filosofía…, (pues) la tendencia del indus-trialismo ilimitado es crear conjuntos de mujeres y dehombres –de todas clases– desligados de la tradición, ale-jados de la religión y expuestos a la sugestión en masa: enotras palabras, una chusma. Y una chusma no va ser me-nos chusma por bien comida, bien vestida, bien alojada ybien disciplinada que esté. Eliot escribía esto en 1939,cuando aún no había estallado la guerra mundial, que pue-de decirse que fue una consecuencia de ese estado de co-sas, pues la ruptura con la tradición y la religión y la su-gestión de las masas eran cosas que tenían en común am-bos bandos en liza. El desenlace de la guerra no podía,pues, poner fin a ese estado de cosas; ganara quien gana-ra, el único vencedor sólo podía ser el Anticristo de Nietzs-che, como vio muy bien Benedetto Croce. Luego vino laera de los milagros económicos, y fue lo espiritual y lotrascendente pasando a un segundo plano, de suerte que, alproducirse la subversión de valores de los años sesenta, ala taumaturgia materialista no le costó ningún trabajo ex-plotar y domesticar la subversión. Y nada más lógico quela devaluación materialista del milagro haga a la chusmaperder la fe en los milagros económicos».

El Mundo

Francisca Sauquillo inaugura este retablo periodísti-co sobre lo acontecido en Bombay, con su colaboraciónLas lecciones del Foro Social Mundial de Bombay, publi-cada en El Mundo el pasado 22 de enero. Señalaba: «El mi-litarismo y la petición de una desmilitarización de las re-laciones internacionales han sido temas que han acapara-do la atención de numerosos asistentes y sobre los se quehan organizado diversos debates. A lo largo de todo el Fo-ro se ha resaltado la necesidad de organizar un movimientoantibelicista que, por un lado, recoja las inquietudes de-mostradas en las masivas manifestaciones que se celebra-ron en todo el mundo el 15 de febrero del pasado año, yque, por otro, se constituya como única superpotencia ca-paz de enfrentarse a la hiperpotencia político-militar deEstados Unidos. Desde este entorno se apuesta, cada vezmás, por un contrapoder constituido por una emergenteopinión pública de vanguardia.

Millones de seres humanos buscan hoy en vano accesoa los recursos. Es un derecho que se les debe reconocer yconceder. Millones de niños y niñas, adolescentes y adul-tos necesitan acceder a la educación y la salud, y participar,según las fórmulas consensuadas, en la formulación delas políticas públicas que determinan su destino. Esto noocurre en muchas partes del mundo. El cambio social en es-te sentido es una de las apuestas del Foro Social Mundial.

En concreto, el Comité Organizador y la opinión ma-yoritaria de los delegados puso énfasis en la necesidad deese cambio buscando nuevas estrategias para la construc-ción de una nueva economía, cuyos dividendos deben serampliamente distribuidos y repartidos en la sociedad. Enesta tarea, la sensibilización desde los medios de comuni-cación es imprescindible. Pero éstos deben enmendarseprofundamente para ser útiles al servicio de estos cam-bios. En efecto, los medios de comunicación fueron muycriticados en algunos seminarios durante el Foro por ser-vir de apoyo al gran capital financiero y convertirse eninstrumentos del neoliberalismo».

ABC

Valentí Puig reflexionaba, el viernes 23 de enero, en eldiario ABC, En el limbo de Bombay: «La generación quetutela la izquierda mundial creyó, en mayo de 1968, que la

última vía y la única esperanza para la Humanidad era que la imaginación tomaseel poder. Esa generación venía después de la que había practicado durante varios ve-ranos el colectivismo en un kibbutz, y sólo tangencialmente había pasado por la fie-bre de la autogestión a la yugoslava. Procedían de las utopías, hoy suplantadas enparte por la biotecnología y la virtualidad. Habían interlineado sus sueños en los ma-nifiestos del situacionismo y del paraíso verde. Hoy gestionan como pueden cuan-do gobiernan, a veces se mesan las sienes plateadas invocando lo que fueron, ysobrecargan su sistema cardiovascular pensando en lo que son. Por una parte, no sincierto cinismo nostálgico, ya recelan de la imaginación, y, por otra, confían levementeen que Lula logre la cuadratura del círculo porque tiene carisma, aunque en el fon-do saben que los perfiles carismáticos zozobran como cualquiera en los arrecifes delFondo Monetario Internacional».

Y de los Altermundialistas escribió Jean-François Revel, en el citado diariodel grupo Vocento, el pasado lunes, así: «En la medida en que las tienen, sus ideasson simplistas y repetitivas. ¿Cuáles son? En primer lugar, aquélla según la cual, acausa de la libertad para los intercambios internacionales, los países pobres sevuelven cada vez más pobres. Sin embargo, lo cierto es justo lo contrario, como de-muestra cualquier análisis serio de las cifras económicas de mitad del siglo pasado.En el año 2000, dos economistas del Banco Mundial, David Dollar y Aart Krav, pu-blicaron un informe minucioso y muy documentado sobre la evolución de 125 países desde 1960. Establecieron que el porcentaje del crecimiento del PIB en lospaíses más pobres era el mismo que el de los llamados países emergentes y de lospaíses más desarrollados. En los países menos desarrollados, la renta media, la po-blación y la esperanza de vida aumentaron. Durante este mismo período, en la In-dia, la producción de artículos alimenticios se multiplicó por 10, y la poblaciónsólo por cuatro. En Iberoamérica, con excepción de Cuba, la renta per cápita seduplicó, lo que sitúa a México, por ejemplo, al nivel medio en que se encontraba Eu-ropa Occidental entre 1950 y 1960. La única parte del mundo que se ha beneficia-do muy poco de este aumento de los ingresos es, claramente, el África subsahariana.Pero las causas de este estancamiento o retroceso han sido a menudo analizadas porlos especialistas, y son más políticas que económicas. Es el desbarajus-te y la co-rrupción de los Gobiernos y las incesantes guerras entre tribus o naciones lo que haarruinado a países antaño tan prósperos como Uganda o Zimbawe. Desde las de-claraciones de independencia, África ha recibido más ayudas internacionales, bi-laterales o multilaterales que Iberoamérica o el sureste asiático. De hecho, los diri-gentes africanos han tomado conciencia de sus errores del pasado, y apuestan másque nunca por la libertad de comercio para enderezar sus economías».

José Francisco [email protected]

VER, OÍR Y CONTARLO 29-I-2004 ΩΩ11 AA

Retablo de Bombay

AQUÍ Y AHORAΩΩ12

29-I-2004AA

Celebramos de nuevo la Fiesta del granemperador Carlos: Rey de los Fran-cos Pater Europae, como lo honra-

ron sus contemporáneos. Nosotros coinci-dimos con la devoción que le tributa, hacemás de un milenio, un pueblo cristiano, queha visto en él a uno de los grandes de la Igle-sia, a un santo. Los signos de los tiempos in-dican un significado cada vez más relevantede su figura histórica para el presente y elfuturo de Europa. Nuestra tarea es iluminarfielmente, a la luz de la Palabra de Dios, es-tos signos de la voluntad divina, e interpre-tarlos correctamente: tarea de la Iglesia par-ticular de Aquisgrán, pero también tarea detoda la Iglesia, especialmente de la Iglesiaen Europa.

Nos encontramos inmersos en un debatede amplias consecuencias sobre los elemen-tos políticos básicos y los fundamentos es-pirituales de una Constitución europea yaplaneada y que pronto saldrá a la luz. Lamención o no de las raíces cristianas de Eu-ropa en su Preámbulo es uno de los puntosmás apasionadamente discutidos. Es algo

más que una mera cuestión retórica o un for-mulismo jurídico, como si el silencio sobreeste punto no afectase presuntamente a losvalores éticos de los derechos fundamenta-les –especialmente el valor del derecho fun-damental de libertad religiosa–. Lo que estáen juego, en realidad, es la imagen de laorientación espiritual, lo decisivo simbóli-camente en la conformación actual de laUnión Europea, la cual se amplía a una con-cepción global que abarca a todos los pue-blos históricos de Europa.

Relacionado con ello está una pregunta,que los cristianos europeos no pueden ob-viar, sobre el actual pulso moral y religioso deEuropa. Los obispos europeos asumieron es-te desafío histórico, de un modo valiente yclarividente, en la segunda Asamblea del Sí-nodo para Europa en vísperas del gran Jubi-leo del año 2000. Resumieron su respuesta enuna palabra clave: El Evangelio de la espe-ranza. Constataron que Jesucristo está vivoen su Iglesia, permanece y permanecerá vivo,y que, por ello, ha de ser considerado la fuen-te de la esperanza para Europa.

Por otra parte, al atardecer del último díadel año pasado, con la apertura solemne de laPuerta Santo en la basílica del Apóstol San-tiago el Mayor (Patrono de España), co-menzó un nuevo Año Santo en Santiago deCompostela. El inicio de este Año SantoCompostelano llama de nuevo la atenciónde un público cada vez más amplio, que entodos los países europeos se interesa cadavez más atentamente por la experiencia pe-regrinante del Camino medieval de Santiago.«Europa se formó peregrinando», dice unafamosa palabra de Goethe. Verdaderamente,Europa, en su vivacidad interior y en su fuer-za creativa, volverá a resultar atractiva –enprimer lugar para los propios hijos y pue-blos, pero luego también para sus relacio-nes con las otras culturas y comunidades dela tierra– si aprende a peregrinar cristiana-mente, si se convierte y hace memoria delos orígenes de su identidad primera.

Urge superar el relativismo

En la actual Europa necesitamos urgen-temente volvernos de nuevo hacia la Sabi-duría. Es posible alcanzar aquel tipo de in-teligencia de la realidad profunda del hom-bre y del mundo, el único que puede intro-ducirnos en aquel saber pleno de la verdadque nos sane y libere. Si se pierde el miedoa la verdad –últimamente a la verdad deDios–, si se supera la cobardía para plante-arse la seriedad de la vida y de la muerte,entonces comienza a brillar para nosotrosla verdad: la verdad de Dios y de su Leysanta. Los ciudadanos de Europa, de la nue-va sociedad europea, necesitan el coraje es-piritual y moral de superar cuanto antes lamoda del relativismo y del escepticismometafísico y estético. Sólo así se abrirá unespacio humanamente verdadero y fecun-do para el conjunto del diálogo europeo, enel cual no tenga la última palabra el poder,sino el auténtico bien y salvación del hom-bre; dicho de otro modo, donde reine la ver-dad.

Para alimentar a Europa con el pan de lainteligencia y con el agua de la sabiduría,¿puede alguien imaginarse en serio otro ca-mino que el de la plena confesión de Jesu-cristo? Los arquitectos espirituales de la na-ciente Europa habían puesto bien los funda-mentos en el paso hacia el segundo mileniode nuestra era, y no el último Carlomagno.Las piedras cristianas con que se edificó sucultura, desde el llamado Renacimiento ca-rolingio, resistieron a todas las corrienteshistóricas hasta hoy, y además creativamen-te. Ni siquiera los nuevos modelos secula-rizados que la llamada Ilustración desarrollópara la comprensión del mundo y del hom-bre, de Dios y de la sociedad, pudieron negarhonestamente sus huellas cristianas. El hu-manismo moderno europeo –con sus con-ceptos clave de la dignidad de la personahumana y sus derechos fundamentales– sealimentó siempre de nuevo de la inspiraciónde la imagen cristiana del hombre y de susfuentes espirituales, la fe en Jesucristo, la feque busca inteligencia, una fe que ni temeni recela de la razón.

Y como entonces, en aquella hora del na-cimiento de la Europa latina imperial, a laconstrucción política y constitucional de lafutura nueva Europa tiene que ofrecérselela contribución decisiva de los cristianos: lacontribución de su fe en el Señor Jesucristo.

Cristo, esperanza para Europa

El cardenal Antonio María Rouco Varela ha presidido, en este Año JubilarCompostelano, la celebración, en Aquisgrán, de la Fiesta de Carlomagno. Ha sidoel año en el que le ha sido otorgado, con carácter extraordinario, al Papa JuanPablo II el Premio Carlomagno, en reconocimiento a su excepcional servicio aEuropa. El cardenal arzobispo de Madrid, en la homilía de la misa, dijo:

Catedral de Aquisgrán

AQUÍ Y AHORA 29-I-2004 ΩΩ13 AA

El sufrimiento humano encuentra su sig-nificado más profundo y su valor salvíficoen la muerte y resurrección del Redentor.En el Gólgota. Él cargó las culpas de todacriatura humana. Cristo sufre con nosotros,dándonos la posibilidad de compartir conÉl nuestros padecimientos. Unido al sufri-miento de Cristo, el sufrimiento humano setransforma en medio de salvación. El do-lor, si es acogido con fe, se convierte enpuerta para entrar en el misterio del sufri-miento redentor del Señor. Un sufrimientoque no puede quitar la paz y la felicidad,porque está iluminado por el fulgor de laresurrección.

A los pies de la Cruz, María sufre en si-lencio, partícipe de especialísimo modo delos padecimientos del Hijo, constituida ma-dre de la Humanidad, disponible a interce-der para que toda persona obtenga la sal-vación

La enfermedad y la muerte permanece-rán en la existencia terrena, pero han per-dido su sentido negativo. A la luz de la fe, lamuerte del cuerpo, vencida por la de Cristo,se vuelve pasaje obligado a la plenitud de lavida inmortal.

Nuestro tiempo ha dado grandes pasosen el conocimiento científico de la vida,don fundamental de Dios del que nosotrossomos los administradores. La vida debeser acogida, respetada y defendida desdesu inicio hasta su ocaso natural. Con ellahay que tutelar a la familia, cuna de todavida naciente. Hoy se habla, corriente-mente, de ingeniería genética para indicarlas extraordinarias posibilidades que ofre-ce la ciencia para intervenir en los oríge-nes mismos de la vida. Se debe estimulartodo auténtico progreso en este campo,siempre que respete los derechos y la dig-nidad de la persona desde su concepción.En efecto, nadie puede arrogarse la facultadde destruir o de manipular en forma indis-criminada la vida del ser humano. Es tareaespecífica de los agentes en el campo de lapastoral de la salud sensibilizar a quienestrabajan en este delicado sector, a fin deque se sientan siempre comprometidos en elservicio a la vida.

Con ocasión de la Jornada Mundial delEnfermo, deseo agradecer a todos los agen-tes de la pastoral de la salud, especialmen-te a los obispos que en las diversas Confe-rencias Episcopales se ocupan de este sec-tor, a los capellanes, a los párrocos y a losdemás sacerdotes comprometidos en esteámbito, a las Órdenes y a las congregacio-nes religiosas, a los voluntarios y a los que,frente a los sufrimientos, al dolor y a lamuerte, no se cansan de ofrecer un testi-monio coherente de la muerte y resurrec-ción del Señor. Deseo extender mi recono-cimiento a los agentes sanitarios, al perso-nal médico y paramédico, a los investiga-dores, especialmente a los que tratan deencontrar nuevos fármacos, y a los que seocupan de la producción de medicamentosaccesibles también a los menos favoreci-dos. A todos confío a la Santísima Virgen,

venerada en el santuario de Lourdes en suInmaculada Concepción. Ella ayude a ca-da cristiano a dar testimonio de que la úni-ca respuesta auténtica al dolor, al sufri-miento y a la muerte es Cristo, nuestro Se-ñor, muerto y resucitado por nosotros.

Juan Pablo II

La Jornada Mundial del Enfermo, estavez, asume particular significado. Secelebrará en Lourdes, Francia, locali-

dad donde la Virgen se apareció el 11 de fe-brero de 1858 y que, desde entonces, es me-ta de innumerables peregrinaciones. En esaregión montañosa, la Virgen ha querido ma-nifestar su amor materno, especialmente,hacia los que sufren y los enfermos. Desdeentonces, no deja de manifestar su presenciacon constante solicitud.

Se ha elegido este santuario porque, en elaño 2004, se conmemora el 150 aniversariode la proclamación del dogma de la Inma-culada Concepción. En Lourdes, dijo María,hablando en el dialecto del lugar: «Que soyera Immaculada Councepciou».

El dogma de la Inmaculada Concepciónnos introduce en el corazón del misterio dela Creación y de la Redención. Dios quisodonar abundantemente la vida a la criaturahumana, mas condicionó esta iniciativa auna respuesta libre y amorosa de parte deella. Al rechazar este don con la desobe-diencia que condujo al pecado, el hombreinterrumpió trágicamente el diálogo vitalcon el Creador. Sólo María de Nazaret, enprevisión de los méritos de Cristo, fue con-cebida inmune de la culpa original y total-mente abierta al designio de Dios, de modoque el Padre celestial ha realizado en ellael proyecto que tenía para con los hombres.

El sí de María, en nombre de la Huma-nidad, reabre al mundo las puertas del Pa-raíso. Aquí está la clave de lectura de la His-toria. Si Jesús es el manantial de la vida quevence a la muerte, María es la madre solícitaque sale al encuentro de las expectativas desus hijos, obteniendo para ellos la salud delalma y del cuerpo. Éste es el mensaje que elsantuario de Lourdes propone constante-mente a los devotos y peregrinos. Éste estambién el significado de las curacionescorporales y espirituales que se verificanen la gruta de Massabielle.

Significado del sufrimiento

Desde el día de su aparición a Bernardi-ta Soubirous, María ha sanado en ese lugardolores y enfermedades, y ha restituido amuchos de sus hijos incluso la salud delcuerpo. Pero prodigios mucho más sor-prendentes ha obrado en lo íntimo de loscreyentes, abriéndoles su ánimo al encuen-tro con su hijo Jesús, verdadera respuestaa las expectativas más profundas del cora-zón humano. El Espíritu Santo, que la cubriócon su sombra en el momento de la encar-nación del Verbo, transforma el ánimo delos innumerables enfermos que a Ella acu-den. Aun cuando no obtengan el don de lasalud corporal, pueden recibir siempre otrobien mucho más importante: la conversióndel corazón, fuente de paz y de gozo interior.

En la Carta apostólica Salvifici dolorissubrayé que el sufrimiento pertenece al acon-tecer histórico del hombre, que debe apren-der a aceptarlo y trascenderlo. Pero ¿cómo lologrará sino mediante la cruz de Cristo?

Mensaje del Papa Juan Pablo II para la Jornada Mundial del Enfermo

«Cristo sufre con nosotros»

IGLESIA EN MADRIDΩΩ12

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Celebramos de nuevo la Fiesta del granemperador Carlos: Rey de los Fran-cos Pater Europae, como lo honra-

ron sus contemporáneos. Nosotros coinci-dimos con la devoción que le tributa, hacemás de un milenio, un pueblo cristiano, queha visto en él a uno de los grandes de la Igle-sia, a un santo. Los signos de los tiempos in-dican un significado cada vez más relevantede su figura histórica para el presente y elfuturo de Europa. Nuestra tarea es iluminarfielmente, a la luz de la Palabra de Dios, es-tos signos de la voluntad divina, e interpre-tarlos correctamente: tarea de la Iglesia par-ticular de Aquisgrán, pero también tarea detoda la Iglesia, especialmente de la Iglesiaen Europa.

Nos encontramos inmersos en un debatede amplias consecuencias sobre los elemen-tos políticos básicos y los fundamentos es-pirituales de una Constitución europea yaplaneada y que pronto saldrá a la luz. Lamención o no de las raíces cristianas de Eu-ropa en su Preámbulo es uno de los puntosmás apasionadamente discutidos. Es algo

más que una mera cuestión retórica o un for-mulismo jurídico, como si el silencio sobreeste punto no afectase presuntamente a losvalores éticos de los derechos fundamenta-les –especialmente el valor del derecho fun-damental de libertad religiosa–. Lo que estáen juego, en realidad, es la imagen de laorientación espiritual, lo decisivo simbóli-camente en la conformación actual de laUnión Europea, la cual se amplía a una con-cepción global que abarca a todos los pue-blos históricos de Europa.

Relacionado con ello está una pregunta,que los cristianos europeos no pueden ob-viar, sobre el actual pulso moral y religioso deEuropa. Los obispos europeos asumieron es-te desafío histórico, de un modo valiente yclarividente, en la segunda Asamblea del Sí-nodo para Europa en vísperas del gran Jubi-leo del año 2000. Resumieron su respuesta enuna palabra clave: El Evangelio de la espe-ranza. Constataron que Jesucristo está vivoen su Iglesia, permanece y permanecerá vivo,y que, por ello, ha de ser considerado la fuen-te de la esperanza para Europa.

Por otra parte, al atardecer del último díadel año pasado, con la apertura solemne de laPuerta Santo en la basílica del Apóstol San-tiago el Mayor (Patrono de España), co-menzó un nuevo Año Santo en Santiago deCompostela. El inicio de este Año SantoCompostelano llama de nuevo la atenciónde un público cada vez más amplio, que entodos los países europeos se interesa cadavez más atentamente por la experiencia pe-regrinante del Camino medieval de Santiago.«Europa se formó peregrinando», dice unafamosa palabra de Goethe. Verdaderamente,Europa, en su vivacidad interior y en su fuer-za creativa, volverá a resultar atractiva –enprimer lugar para los propios hijos y pue-blos, pero luego también para sus relacio-nes con las otras culturas y comunidades dela tierra– si aprende a peregrinar cristiana-mente, si se convierte y hace memoria delos orígenes de su identidad primera.

Urge superar el relativismo

En la actual Europa necesitamos urgen-temente volvernos de nuevo hacia la Sabi-duría. Es posible alcanzar aquel tipo de in-teligencia de la realidad profunda del hom-bre y del mundo, el único que puede intro-ducirnos en aquel saber pleno de la verdadque nos sane y libere. Si se pierde el miedoa la verdad –últimamente a la verdad deDios–, si se supera la cobardía para plante-arse la seriedad de la vida y de la muerte,entonces comienza a brillar para nosotrosla verdad: la verdad de Dios y de su Leysanta. Los ciudadanos de Europa, de la nue-va sociedad europea, necesitan el coraje es-piritual y moral de superar cuanto antes lamoda del relativismo y del escepticismometafísico y estético. Sólo así se abrirá unespacio humanamente verdadero y fecun-do para el conjunto del diálogo europeo, enel cual no tenga la última palabra el poder,sino el auténtico bien y salvación del hom-bre; dicho de otro modo, donde reine la ver-dad.

Para alimentar a Europa con el pan de lainteligencia y con el agua de la sabiduría,¿puede alguien imaginarse en serio otro ca-mino que el de la plena confesión de Jesu-cristo? Los arquitectos espirituales de la na-ciente Europa habían puesto bien los funda-mentos en el paso hacia el segundo mileniode nuestra era, y no el último Carlomagno.Las piedras cristianas con que se edificó sucultura, desde el llamado Renacimiento ca-rolingio, resistieron a todas las corrienteshistóricas hasta hoy, y además creativamen-te. Ni siquiera los nuevos modelos secula-rizados que la llamada Ilustración desarrollópara la comprensión del mundo y del hom-bre, de Dios y de la sociedad, pudieron negarhonestamente sus huellas cristianas. El hu-manismo moderno europeo –con sus con-ceptos clave de la dignidad de la personahumana y sus derechos fundamentales– sealimentó siempre de nuevo de la inspiraciónde la imagen cristiana del hombre y de susfuentes espirituales, la fe en Jesucristo, la feque busca inteligencia, una fe que ni temeni recela de la razón.

Y como entonces, en aquella hora del na-cimiento de la Europa latina imperial, a laconstrucción política y constitucional de lafutura nueva Europa tiene que ofrecérselela contribución decisiva de los cristianos: lacontribución de su fe en el Señor Jesucristo.

Cristo, esperanza para Europa

El cardenal Antonio María Rouco Varela ha presidido, en este Año JubilarCompostelano, la celebración, en Aquisgrán, de la Fiesta de Carlomagno. Ha sidoel año en el que le ha sido otorgado, con carácter extraordinario, al Papa JuanPablo II el Premio Carlomagno, en reconocimiento a su excepcional servicio aEuropa. El cardenal arzobispo de Madrid, en la homilía de la misa, dijo:

Catedral de Aquisgrán

IGLESIA EN MADRID 29-I-2004 ΩΩ13 AA

De nuevo la Iglesia se reúne en oraciónjunto con hermanos de otras Iglesias yComunidades eclesiales en torno a la

fiesta de la Conversión de San Pablo, pidien-do la unidad de los cristianos querida y su-plicada ardientemente por Jesús al Padre: «Tepido que todos sean uno. Padre, lo mismoque tú estás en mí y yo en ti, que tambiénellos estén unidos a nosotros; de este modo, elmundo podrá creer que tú me has enviado».

La urgencia de la unidad visible, deseaday mandada por el Señor para su Iglesia, ad-quiere en la Europa que camina a fórmulasde unidad política cada vez más plena, cuan-titativamente y cualitativamente vista, unagravedad singular. En la Exhortación post-sinodal Ecclesia in Europa, Juan Pablo II,haciéndose eco de las reflexiones de losobispos europeos en la segunda Asambleaespecial del Sínodo, nos planteaba con to-da crudeza la necesidad de «una conversiónen el campo ecuménico», para que sea máscreíble la evangelización y la contribución delos cristianos a la unidad de Europa. Y pre-cisaba cómo debe de entenderse y de reali-zarse esta llamada a un nuevo empeño ycompromiso eclesial en el camino ecumé-nico, emprendido sobre todo después del

Concilio Vaticano II: «como un ir juntos ha-cia Cristo».

Europa ha sido el campo cultural y espi-ritual donde se han sembrado las semillasmás graves de las discordias y de las ruptu-ras de la unidad de la Iglesia en el segundomilenio de la era cristiana, en gran medidaporque se había perdido o debilitado la mi-rada hacia Cristo, el Cabeza y Señor de laIglesia, el Salvador. Europa –todas las Igle-sias y las Comunidades eclesiales en Euro-pa– tiene, por ello, hoy, la intransferible res-ponsabilidad de ir por delante en la recupe-ración de la plena unidad perdida. ¿Y co-mo? Volviendo a dirigir la mirada interior yexterior de sus hijos y de sus hijas a Jesu-cristo, el Redentor del hombre. Lo que equi-vale a proponerles, como objetivo inexcu-sable y alcanzable, «la búsqueda apasionadade la Verdad», y a animarles a seguirla sindesmayo, con esperanza. Con la esperanzapuesta en un renovado encuentro con Él ycon su Evangelio.

Toda vacilación o recorte en la plena pro-fesión de fe en el Señor Jesús, y todo debi-litamiento en la experiencia viva del amora Él, en la vida sacramental y en la concien-cia personal y comunitaria de los cristianos,

minan por dentro toda ilusión y acción ecu-ménicas. Y, por el contrario, todo renovadodescubrimiento de su Misterio salvador losconduce a encontrarse de nuevo plenamen-te unidos en la riqueza total e íntegra de losdones institucionales y carismáticos con losque el Señor ha dotado a su Iglesia dentrode la comunión visible e invisible, animadapor su Espíritu, de la cual Él es la Cabeza.

El nervio espiritual verdadero

En la vuelta de la fe, de la esperanza y dela caridad de los cristianos a la plenitud delmisterio de Cristo se encuentra el nervio es-piritual y pastoralmente verdadero de unaauténtica conversión en el campo ecuméni-co, como la pide el Papa y como nos la exi-gen a los cristianos europeos los signos de lostiempos. ¿Es que no está esperando una mul-titud cada vez más numerosa de conciuda-danos nuestros, en toda la geografía euro-pea, que alguien les anuncie verazmente elmensaje de la esperanza? ¿Y dónde se en-cuentra éste sino en Nuestro Señor Jesu-cristo, el vencedor del pecado y de la muer-te, el Señor de la Gloria? ¿Y no consiste enel anuncio completo de su Evangelio? Eu-ropa espera de la Iglesia y de todos los cris-tianos el testimonio auténtico –el ofrecidoen comunión, en la comunión del amor deCristo– del Evangelio de la esperanza. Espor aquí, por la sincera toma de concienciade nuestras gravísimas responsabilidadesevangelizadoras, por donde se abrirán más ymás las puertas de la anhelada unidad paratodos los cristianos en Europa. Y, sin duda al-guna, en todo el mundo.

Hay que continuar, pues, con determina-ción, el diálogo entablado entre nosotros,los cristianos y las Iglesias y Comunidadeseclesiales de Europa, en los distintos camposde los intercambios ecuménicos a lo largode las últimas décadas del siglo XX. Hayque hacerlo sin rendirse ante dificultades ycansancios. «¡No podemos detenernos nivolver atrás! (...), porque la estima recípro-ca, la búsqueda de la verdad, la colabora-ción en la caridad y, sobre todo, el ecume-nismo de la santidad, con la ayuda de Dios,no dejarán de producir sus frutos».

¡Quiera la Virgen Santísima, nuestra Ma-dre, la Madre de la Iglesia, Virgen de La Al-mudena, acompañarnos y ayudarnos con suintercesión y cercanía maternal para que se-pamos vivir en Madrid esa necesidad de laconversión en el campo ecuménico que nospide el Papa! Con una especial sensibilidady delicadeza fraternal para con los herma-nos de las Iglesias ortodoxas que han venidohasta nosotros, buscando nuevos horizontespara sus vidas y la de sus familias, prove-nientes del centro, este y sur de Europa. Elitinerario sinodal, elegido por la Iglesia enMadrid para trasmitir con nueva frescura lafe en Jesucristo, va en la buena direcciónecuménica, en la que debe alumbrar tam-bién la esperanza.

.+ Antonio Mª Rouco Varela

La voz del cardenal arzobispo

La urgencia de la unidad

Trípticodel siglo X: ver-

dadera obramaestra

conservada en una pequeñacapilla de piedra

de Adishi(en el Cáucaso);

es mostradopor su guardián

Una nueva llamada a la conversión en el campo ecuménico: éste es el título de la Exhortación pastoral de nuestro cardenal arzobispo, con motivo del Octavario de oración por la unidad de los cristianos-2004. Dice:

TESTIMONIOΩΩ14

29-I-2004AA

Amí me gusta el calor, y siempre heagradecido al Señor el haberme he-cho vivir en Quelimane, un lugar muy

cálido y húmedo. Este año, sin embargo, elcalor, literalmente, me ha destrozado, lo queno me había pasado nunca. Además, duran-te varias noches, he tenido fiebre, acompa-ñada de una tos seca, insistente; la posibili-dad de dejar pendientes algunas operacio-nes me preocupaba, especialmente cuando,a los pocos días, me marchaba de vacacionesa Italia. Al llegar a mi país, mis amigos y fa-miliares me dijeron que tenía mal aspecto, yque debía hacerme un examen. Cuando elmédico que me atendió me comunicó los re-sultados, me dijo, con un cierto embargo,

que era portador del virus del sida. Me que-dé sin palabras. Confieso que no experi-menté ninguna emoción en particular, ni si-quiera me desanimé. Como médico, muchasveces he tenido que comunicar a mis pa-cientes que eran seropositivos, lo que era undeber muy duro para mí. A veces me imagi-naba que estaba en su lugar, y ese pensa-miento me causaba una cierta angustia; metranquilizaba diciéndome que no estaba en-fermo, y que esos eran sólo fantasmas men-tales. ¡Pero la verdad es que ahora era yo elpaciente! Sin embargo, no sentí esa angustia,ni tampoco rebelión ni miedo. En mi interior,todo permanecía igual y todo había cam-biado, cambiado para siempre.

Considerando que el 20% de mis pa-cientes son seropositivos y que, como cual-quier cirujano, corro el riesgo de herirme,las ocasiones de contagiarme no eran pocas.Reconozco que la gracia de Dios me habíaayudado a acoger con serenidad la noticia;por otro lado, creo que parte de mi tran-quilidad derivaba del hecho de que existenfármacos altamente eficaces, con lo que laesperanza de vida era buena. Debería to-mar un cocktail de tres fármacos, en dosdosis, una por la mañana y otra por la no-che. Gracias a esto, los virus en circulaciónquedan reducidos a un número insignifi-cante, mientras que los linfocitos, fabrica-dos por el cuerpo en una cantidad mayorde la que son destruidos, comenzarían aaumentar. La esperanza de poder convivircon la enfermedad durante un largo tiempome consolaba. Sin embargo, el pensamientode que esta esperanza radicaba en el solohecho de que era italiano, y de que así po-dría acceder a la medicación, me atormen-taba. Pero, ¿y mis pacientes mozambique-ños? ¿Por qué no podían tener ellos la mis-ma esperanza? ¿Por qué no podían tenertambién acceso a la terapia? Sentía que de-bía empeñarme en hacer que otros hom-bres y mujeres –al menos, los habitantesde Quelimane– pudiesen tener la mismaesperanza de vida que yo.

Había oído que la Comunidad de SanEgidio estaba iniciando una experiencia pi-loto en Mozambique, con el objetivo deofrecer gratuitamente a los africanos en-fermos de sida el mismo tratamiento dis-ponible en las naciones ricas. Decidí ir aRoma a hablar con el responsable del pro-yecto; el encuentro fue muy positivo, y vol-ví a casa lleno de esperanza: había encon-trado el modo de poder comenzar en mihospital de Quelimane una terapia antirre-troviral eficaz… y gratuita. Volví a Mo-zambique cinco meses después de la fechaprevista para mi regreso, sin miedo, y rea-nudé mi trabajo en el hospital. ¡Estoy con-tentísimo! He decidido no esconder a nadiemi enfermedad; ahora, todos saben que elpadre Marchesini, el doctor del hospital,es seropositivo, está haciendo la terapia,está vivo, está bien y continúa trabajando.Dentro de pocos días, también sabrán que laterapia está ya disponible para todos losenfermos, que ya no habrá necesidad de es-conderse, o de negarse a hacerse la prue-ba por miedo a saber. Son ya muchas laspersonas que se han acercado a mí para ha-blar, para recibir consuelo y ser encamina-das hacia la terapia.

Aquí finaliza mi historia, pero mi aven-tura interior continúa en compañía de unamultitud de enfermos de Mozambique. Nopuedo más que agradecer al Señor el haber-los conocido, y haber conducido las cosasde modo que la semilla de la esperanza pu-diese, en un breve espacio de tiempo, trans-formarse en una gran árbol; un árbol queofrece sus frutos a todos aquellos que lo ne-cesitan.

Aldo Marchesinien Nigrizia

Misionero y enfermo de sida

El padre Aldo Marchesini, misionero dehoniano y médico, se contagió de sidaejerciendo su vocación en el hospital de Quelimane, en Mozambique. A semejanza de Cristo, lleva sobre su cuerpo las dolencias de aquellos a los queestá dedicando toda su vida. La revista Nigrizia ha publicado un testimonio suyo, del que hacemos un extracto:

EL DÍA DEL SEÑOR 29-I-2004 ΩΩ15 AA

El evangelio de este domingo prosigue y concluyela lectura de la visita a Nazaret, que es una síntesis,en forma dramática, de la incomprensión con que

fueron recibidas la doctrina y las obras de Jesús en su tie-rra. En este fragmento, el Señor declaró que el futurode las profecías era ya Presencia de su persona. Procla-mó abierto el hoy de la Redención. Cristo es la respuestaactual a la Esperanza de los hombres. Quien está cons-ciente de tener a Cristo, goza en plenitud la realidad desu hoy, sin nostalgias caducas, sin refugios en utopías.

Podemos decir que, de manera análoga, las reaccio-nes de los presentes en la sinagoga preludian y sintetizanlas varias y sucesivas actitudes con que el pueblo de Is-rael acogió el mensaje del Mesías. En la sinagoga deNazaret se dieron tres reacciones: una de admiración;otra de menosprecio y crítica; la última, de odio mortal.Ya el anciano Simeón, cuando María y José le presen-taron en el Templo, les dijo que ese Niño estaba desti-nado a ser como una bandera discutida.

Unos «se admiraban de las palabras de gracia quesalían de sus labios». El pueblo sencillo, los de buencorazón, los de alma transparente, reciben la palabra deCristo con aquel amor inteligente que sabe admirar.Entienden que sus palabras dan sentido pleno a la vidahumana y llevan a la vida eterna.

Otros «decían: ¿No es éste el hijo de José?» El evan-gelista señala este motivo de crítica o menosprecio con-tra Jesús. Era hijo de un artesano y se esperaba un Me-sías más glorioso. El realismo de la Encarnación siem-pre ha hecho más difícil la fe para quienes ignoran lahumildad del espíritu. Al final del fragmento evangéli-co se lee que «lo empujaron fuera del pueblo… con in-tención de despeñarlo». En aquel alboroto de Nazaret,san Lucas ve prefigurado el testimonio de la muerte vic-timal con que el Mesías de los Pobres sellará su misión.Pero termina con un rasgo de victoria: abriéndose pasoa través de los agresores, Jesús avanzaba. Quiere de-cir: su Presencia, su Evangelio, su Iglesia, siguió y se-guirá su camino.

Profeta no es el que anuncia el futuro, sino el quehabla en nombre de Dios, el que ayuda a los demás ainterpretar la Historia desde los ojos de Dios. Por el

Bautismo hemos recibido el don profético, así como elsacerdotal y real. También a nosotros nos ha tocado sercristianos en nuestra tierra en tiempos difíciles. Todocristiano que quiera dar testimonio claro de su fe y de suestilo evangélico de vida, que con frecuencia va abier-tamente en contra de los diversos idearios que se predi-can en este mundo, ya sabe cuál puede ser su destino. En-contrará oposición o persecución, más o menos explícita,a veces en forma de indiferencia o de desautorizaciónirónica. Pero también a nosotros nos dice el Señor, co-mo a Jeremías: «No tengas miedo…, diles lo que yo temando…; yo estoy contigo».

+ Lluís Martínez Sistacharzobispo de Tarragona

Este sacrosanto Concilio, que tiene presentes los gozos de la vida sacerdotal, no puede tampoco pasar por alto las dificultades que en lascircunstancias actuales sufren los presbíteros. Sabe también hasta qué punto se transforman las condiciones económicas y sociales y hasta las

costumbres de los hombres, y cómo cambia en la estimación de los hombres la jerarquía de valores. De ahí que los ministros de la Iglesia y a veces losmismos fieles se sienten en este mundo como ajenos al mundo, buscando ansiosamente con qué medios y palabras adecuadas puedan comunicarsecon él. Porque los nuevos obstáculos que se oponen a la fe, la aparente esterilidad del trabajo realizado, no menos que la amarga soledad quepadecen, los pueden poner en peligro de que se depriman de ánimo. Recuerden los presbíteros que no están nunca solos en la ejecución de sutrabajo, sino unidos a la virtud omnipotente de Dios; y, creyendo en Cristo, que los llamó a participar de su sacerdocio, conságrense con todaconfianza a su ministerio, sabiendo que Dios es poderoso para aumentar en ellos la caridad. Recuerden también que tienen por compañeros a sushermanos en el sacerdocio y aun a los fieles de todo el mundo. El dispensador de los misterios de Dios puede compararse a un hombre que siembraen su campo, del que dijo el Señor: Y ya duerma o vele, noche y día, el grano germina y crece sin que él lo advierta. Por lo demás, el Señor Jesús, quedijo: Tened confianza, yo he vencido al mundo, no prometió por estas palabras a su Iglesia una victoria completa en el tiempo presente. Sin embargo,se alegra el sacrosanto Concilio de que la tierra sobre que cayó la semilla del Evangelio fructifica ahora en muchos lugares bajo la guía del Espíritu delSeñor, que llena el orbe de la tierra y ha excitado en los corazones de muchos sacerdotes y fieles un espíritu verdaderamente misionero.

Decreto Presbyterorum ordinis, 22

Esto ha dicho el Concilio

IV Domingo del Tiempo ordinario

«Lo empujaron fuera del pueblo» Evangelio

En aquel tiempo, comenzó Jesús adecir en la sinagoga: «Hoy se cum-

ple esta Escritura que acabáis de oír». Y todos le expresaban su aprobación

y se admiraban de las palabras de gra-cia que salían de sus labios. Y decían: -«¿No es éste el hijo de José?»

Y Jesús les dijo: «Sin duda me re-citaréis aquel refrán: Médico, cúrate ati mismo: haz también aquí en tu tierralo que hemos oído que has hecho enCafarnaúm».

Y añadió: «Os aseguro que ningúnprofeta es bien mirado en su tierra. Osgarantizo que en Israel había muchasviudas en tiempos de Elías, cuando es-tuvo cerrado el cielo tres años y seismeses y hubo una gran hambre en todoel país; sin embargo, a ninguna de ellasfue enviado Elías más que a una viudade Sarepta, en el territorio de Sidón. Ymuchos leprosos había en Israel entiempos del profeta Eliseo, sin embar-go, ninguno de ellos fue curado másque Naamán, el sirio».

Al oír esto, todos en la sinagoga sepusieron furiosos y, levantándose, loempujaron fuera del pueblo hasta unbarranco del monte en donde se alzabasu pueblo, con intención de despeñarlo.Pero Jesús se abrió paso entre ellos yse alejaba.

Lucas 4, 21-30

Monte, a las afueras de Nazaret, lugar de la escena evangélica

ambio de siglo 1881-1925 comprende losaños previos a las vanguardias, durante lascuales el arte español se debatió entre locosmopolita y lo castizo, con algunos ade-lantados que preconizaron lo que luego se-ría el arte de vanguardia. Son años plaga-dos de acontecimientos políticos y socialesdecisivos, tanto en España como en Europa,que hicieron mella en la sensibilidad de losartistas que desarrollaron su actividad enese período. Las cuarenta y una obras quecomponen la exposición –sus autores sonHermen Anglada-Camarasa, Santiago Ru-siñol, Darío de Regoyos, Isidre Nonell, Fran-cisco Iturrino, Juan de Echevarría, IgnacioZuloaga, Eduardo Chicharro, Julio Rome-ro de Torres, Nicanor Piñole, Valentín y Ra-món de Zubiaurre, Daniel Vázquez Díaz,Joaquim Sunyer, Joaquin Torres-García, Ju-lio González y José Gutiérrez Solana– re-flejan el inicio de la modernización de lapintura y de la escultura en España. Sus tra-

RAÍCESΩΩ16

29-I-2004AA

Exposición Cambio de siglo 1881-1925, en Segovia

De la tradición, a la vanguardia

La exposición itinerante Arte para un siglopretende hacer un recorrido por el arteespañol del último siglo, a través de cuatromuestras que corresponden a diferentesperíodos artísticos: Cambio de siglo 1881-1925; Vanguardias 1925-1939; Figuraciones1945-1975; y Arte nuevo 1975-2000. En lasobras expuestas, procedentes de los fondosdel Centro de Arte Reina Sofía, se encuentranrepresentados los grandes nombres de laHistoria del Arte en España de los últimoscien años. La primera de dichas exposiciones,después de recorrer en los últimos añosdiferentes lugares de la geografía española,tiene lugar del 15 de enero al 8 de febrero enel Torreón de Lozoya, en Segovia

C

El Cristo de la Sangre, de Ignacio Zuloaga (1911) Azorín, de Juan de Echevarría (1922)

Primavera, de Nicanor Piñole (1924)

zos testimonian las transformaciones plás-ticas que surgen en el contexto del moder-nismo, del simbolismo y del expresionismo,estilos dominantes en Europa.

En cuanto a la escultura, el cambio de si-glo supone la ruptura con el academicismodecimonónico y la incursión en el simbolis-mo y el clasicismo –de la mano de los es-cultores Mateo Inurria, Julio Antonio y Emi-

lio de Madariaga–, así como en el neocu-bismo de Daniel González o Mateo Her-nández, o el expresionismo de Victorio Ma-cho y Emiliano Barral.

Como afirma doña Belén Galán, conser-vadora de pintura del Centro de Arte ReinaSofía, en el Catálogo que recoge la exposi-ción, «el trabajo de estos artistas refleja unalejamiento gradual de la cultura folklórica

española, así como de la representación es-trictamente realista del paisaje, a favor deuna estética renovadora que enlaza ya conlos estilos dominantes en Europa». Sin duda,la exposición que durante estos días tienelugar en Segovia permitirá una visión globalsobre este interesante período de transición.

Juan Luis Vázquez

RAÍCES 29-I-2004 ΩΩ17 AA

La recolección de las manzanas,

de Julio González(1920);

a la izquierda:Dolor,

de EduardoChicharro (1912)

La tertulia delCafé de Pombo,de José GutiérrezSolana (1920)

concreta en El futuro del mundo, un com-promiso de todos.

El mensaje de Manos Unidas es muy cla-ro. Lejos de intentar demonizar la globali-zación, esta asociación ha querido aprove-char las oportunidades que ofrece este nuevofenómeno de origen económico. Para ello,hace un llamamiento a la conciencia de todos:«el mundo no termina en los confines de lacasa o del trabajo» de cada uno, y «nadie tie-ne derecho a sentirse ajeno al drama que vi-ve el planeta». Llamar la atención de las per-sonas del primer mundo y conseguir que par-ticipen en la ayuda al desarrollo es la formade globalizar la solidaridad y llevarla hastadonde esa palabra sólo suena a explotaciónlaboral, pobreza y degradación social.

En su afán por alcanzar metas específicas,Manos Unidas ha centrado la Campaña delaño 2004 en tres de los países menos favo-recidos. El primero es Bolivia, sumido en lapobreza a pesar de las ingentes riquezas na-turales que alberga, sobre todo gas y mine-rales. La permanente corrupción de los Go-biernos bolivianos hace que el reparto de laayuda del exterior se dificulte considerable-mente. Bolivia es un claro representante de laglobalización donde la explotación de los re-cursos está en manos de las grandes multi-nacionales. Otro de los países sobre los queva a incidir especialmente la Campaña esCamboya. En este Estado del sureste asiáti-co, a la pobreza se unen las mutilaciones porminas antipersonales, la explotación sexual yel sida y la malaria, que están diezmando a lapoblación. El tercer país al que irán destina-das las ayudas prioritarias es Congo, que trasaños de guerra civil ahora sufre revueltas lo-cales motivadas, en gran parte, por el con-trol de los recursos.

Manos Unidas es consciente de que larueda de la economía mundial ya está giran-do y es muy difícil hacerla parar. Por eso só-lo pretende introducir cambios que permi-tan humanizar el proceso, devolver al indi-viduo su dignidad y convertirlo en una parteimportante de las empresas. Como afirmóJuan Pablo II en una ocasión, lo malo de laglobalización es no poder participar en ella.En su encíclica Sollicitudo rei socialis, el Pa-pa reseña que «los hombres se dan cuentade que tienen un destino común que cons-truir juntos». Manos Unidas recuerda a to-dos los cristianos que «Dios nos habla hoysobre lo que estamos haciendo con la Tierrade todos, sobre cómo estamos cumpliendocon el deber de cuidar, en el presente y en elfuturo, a toda la familia humana». Humani-zar la globalización está en manos de todos,de las empresas, que deben convertirse engrandes comunidades humanas, y de cadapersona, que debe plantearse si realmente elmundo acaba en la puerta de su casa.

María Altaba

ESPAÑAΩΩ18

29-I-2004AA

Campaña 2004-2006

Manos Unidas quiereglobalizar la solidaridad

Si la lucha contra elterrorismo internacionalfue capaz de movilizar a toda la Humanidad, ¿por qué no puede ocurrirlo mismo con lasolidaridad hacia los másdesfavorecidos? Ése es el objetivo quepretende alcanzar ManosUnidas con su campañapara el próximo trienio:que la solidaridad se suba en el carro de la globalización yaproveche sus mayoresbeneficios. Quieren convencer a la población de que el futuro del mundo es un compromiso de todos

Globalización. Hace veinte años estetérmino empezaba a ser utilizado enlas más prestigiosas escuelas de ne-

gocios londinenses. Hoy, el concepto se haextendido tanto que todo el mundo tiene unaidea aproximada de su significado. Las fron-teras económicas han desaparecido, el mer-cado ya no se circunscribe a un solo Esta-do y la producción de cada país compite enigualdad de condiciones con la del resto delmundo, lo que deja a las naciones subdesa-rrolladas a merced de la inversión extranje-ra. El capital procedente del reducido pri-mer mundo busca la mano de obra barata yuna normativa suficientemente laxa en ma-terias laborales y medioambientales que con-vierta en rentable trasladar un negocio has-ta el otro lado del planeta. Es cierto que laglobalización ha llevado el dinero del norteal sur, pero de la mano del dinero también hallegado la pobreza y, sobre todo, la acen-tuación de una marcada brecha entre pobresy ricos.

Sin embargo, no todo ha sido perjudi-cial en ese proceso de globalización. Porejemplo, el aumento de los ataques terroris-

tas y en especial los atentados del 11 de sep-tiembre de 2001 pusieron de manifiesto quela Humanidad era capaz de movilizarse enun acto de solidaridad para con los afectadospor esta catástrofe. Todos los Estados le-vantaron la voz para condenar los actos deviolencia injustificada contra inocentes. Ade-más, las muestras de dolor de la población serepitieron por todo el Planeta. Desde el pue-blo más perdido de la selva africana hastaSan Pedro del Vaticano, se repitieron las mi-sas por las almas de las víctimas.

Una vez pasado el primer momento dedolor, los gobernantes demostraron que po-dían ponerse de acuerdo para tomar impor-tantes medidas para controlar futuros ata-ques. Si se pudo lograr una coordinación ycooperación casi absolutas en el seno de Na-ciones Unidas sobre el terrorismo, ¿por quéno se puede hacer lo mismo para luchar con-tra la desigualdad en el mundo?

Ésa es la pregunta que se hace la aso-ciación de la Iglesia católica Manos Unidasal presentar la Campaña para los próximostres años, que lleva el lema Hagamos delmundo la Tierra de todos, y que este año se

ESPAÑA 29–I–2004 ΩΩ19 AA

reconoció que «se nos plantea la tarea depreguntarnos por aquello que pueda garan-tizar el futuro, y por aquello que sea capaz demantener la identidad interna de Europa através de los cambios históricos; por aquelloque hoy y mañana promete mantener la dig-nidad humana y una existencia conforme aella». Y subrayó: «La edificación de la casacomún de la nueva Europa, su integracióno la verdadera unidad entre sus pueblos, pa-ra ser algo más que una quimera o algo másque un conjunto de relaciones empíricas, hade construirse sobre la búsqueda de la verdadde la persona, único fundamento posible pa-ra el respeto a la identidad y derechos de lospueblos».

«La unidad y la convivencia –continuó–sólo serán posibles si surge, en el horizontepresente de la historia europea, un sujeto so-cial capaz de construirlas pacientemente,porque su experiencia de vida y su respues-ta a los interrogantes fundamentales delhombre le hacen capaz de amar a toda per-sona humana en tanto que persona, partíci-pe del mismo misterio y de la misma voca-ción, por encima de cualquier otra determi-nación de raza, cultura y religión, pueblo,clase social o adscripción política».

Aquí es donde, según don Antonio Ca-ñizares, «radica una cuestión fundamentalde supervivencia de Europa. Desde aquí seentiende el porqué de la insistencia en lasraíces espirituales, inseparables de la fe cris-tiana, de Europa y de su identidad. En esto sejuega su ser o no ser».

«Europa –añadió– necesita un inmensoesfuerzo de construcción cultural y social.La Iglesia es consciente de que una Europacon una crisis de identidad caminaría sinrumbo hacia su propia destrucción. Por esoafirma el Papa que, en el proceso de trans-formación que está viviendo, Europa estállamada, ante todo, a reencontrar su verda-dera identidad. En el proceso de integra-

ción del Continente, es de importancia ca-pital tener en cuenta que la unión no ten-drá solidez si queda reducida sólo a la di-mensión geográfica y económica, pues hade consistir ante todo en una concordia so-bre los valores que se exprese en el Dere-cho y en la vida».

La democracia, patrimonio preciado deEuropa como ordenamiento de la sociedad yexpresión en su realidad más genuina delalma europea, –añadió– se asienta y funda-menta en unos valores fundamentales e in-soslayables, sin los cuales no habrá demo-cracia o se la pondrá en serio peligro. Unaauténtica democracia es posible solamenteen un Estado de Derecho y sobre la base deuna recta comprensión de la persona huma-na. No puede haber democracia sin dedica-ción al bien común, y sin respeto a los de-rechos de los demás y de todos, y sin sensi-bilidad para las necesidades de los otros.Eso significa que la democracia, más queningún otro sistema social y político, tienenecesidad de una sólida base moral». Conpalabras de Juan Pablo II, concluyó que, «sino existe una verdad última, que guía yorienta la acción política, entonces las ideasy las convicciones humanas pueden ser ins-trumentalizadas fácilmente para fines de po-der. Una democracia sin valores se convier-te con facilidad en un totalitarismo visible oencubierto».

Bien podemos decir que quien lucha porEuropa lucha por la democracia, pero bajo elindisoluble vínculo de la fundamentacióndel Derecho sobre normas morales incon-dicionales».

En la cena-coloquio, tras la conferencia,monseñor Cañizares respondió a una de lasmuchas preguntas que se le formularon «quela unidad de España es un bien moral, nosólo político y que sería pertinente una ilu-minación al respecto por parte de los obis-pos».

Monseñor Antonio Cañizares, arzo-bispo de Toledo, Primado de Es-paña, siguiendo muy de cerca el

magisterio de Juan Pablo II, a quien consi-dera como uno de los padres de la nueva Eu-ropa, ha hablado en el Club Siglo XXI sobreLa Iglesia ante Europa. Asistieron numero-sas personalidades de la vida pública espa-ñola, así como de los ámbitos de la cultura yde la Iglesia: el ministro de Interior, donÁngel Acebes, quien presentó al conferen-ciante, y los ministros de Justicia, don JoséMaría Michavilla, y de Trabajo y AsuntosSociales, don Eduardo Zaplana. Tambiénasistió el Presidente de Castilla-La Mancha,don José Bono, así como la Delegada delGobierno en dicha Comunidad, doña En-carnación Naharro, y el Delegado del Go-bierno en Valencia, don Juan Cotino».

Monseñor Cañizares definió a Europapor su unidad cultural, por su ser aconteci-miento espiritual, cuna de las ideas de per-sona, verdad y libertad. «Europa –dijo– ha-ce referencia a una tradición viva que per-manece e incluye la filosofía griega, el De-recho romano y el cristianismo». Explicóque «Europa tiene necesidad de reconocersu propia historia, sin la cual no puede iden-tificarse a sí misma, ni lograr su integracióny construcción de su unidad en la diversi-dad. En esta historia, que es parte integran-te, indispensable, de la idea y de la identidadde Europa, el cristianismo ha estado siemprepresente. No resulta, pues, exagerado decir,con palabras de De Gasperi, que la matrizde la civilización contemporánea se hallaen el cristianismo».

A este propósito el arzobispo de Toledoafirmó que «estas afirmaciones no son pre-tensiones vaticanistas ni reminiscencias deuna situación medieval, ni anhelo de ningúnpasado confesional, intento de dominio ecle-siástico de la sociedad europea; que nadieinterprete ahí la menor reivindicación de unaespecie de monopolio, ni pretenda adivinarintenciones ocultas, inexistentes, clericaleso teocráticas, que serían, además, perfecta-mente utópicas». No habría que confundirtampoco laicidad legítima y laicismo.

Ante el momento europeo que vivimos,

El arzobispo de Toledo, en el Club Siglo XXI:

La Iglesia ante Europa

Monseñor AntonioCañizares durantesu conferencia; a

la izquierda,momentos de su

presentación

MUNDOΩΩ20

29-I-2004AA

Cuatro años después de que, en un ges-to histórico, Juan Pablo II visitara laCuba de Fidel Castro, la situación en la

isla no ha mejorado demasiado, y el aisla-miento comercial y político dificulta aún máslas posibilidades de escapar de la espiral de lapobreza. Así lo explica el cardenal Jaime Or-tega y Alamino, arzobispo de La Habana, enuna entrevista publicada por Korazym y querecoge la agencia Zenit.

«La Iglesia cubana siempre ha dicho, des-pués de 1969, que el embargo no es la solu-ción. Las medidas económicas contra el paíssólo crean aislamiento, porque el Gobiernose hace más rígido e intransigente», explica elcardenal, que reconoce el temor que le pro-duce la reacción de la Unión Europea a losúltimos actos de represión castrista hace al-gunos meses. Desde Bruselas, se amenazócon dureza a Cuba con excluirla de los lla-mados Acuerdos de Cotonú, tratados econó-micos preferenciales entre las Comunidadeseuropeas y sus antiguas colonias, que favo-recerían considerablemente la situación delos cubanos.

Aun así, el cardenal Ortega tiene espe-ranza, porque, «tras la visita del Papa, la Igle-sia está en crecimiento». De hecho, se estáproduciendo un fenómeno llamativo: «He-mos realizado una encuesta sobre quién asis-te a nuestras iglesias –explica–, y se ha reve-lado que el 55% ha regresado después de 10años, y otro 20%, después de cinco. Muchosse han acercado tras años de compromisosideológicos con la revolución».

Este retorno a la Iglesia «es, sin duda, fru-to del vacío. La gente hoy busca un sentido ala vida, especialmente los jóvenes». Son elloslos que sufren con más dureza la situación,«la juventud no tiene esperanzas. Es un fe-nómeno, sin duda general, que involucra aotros países, pero en Cuba no existe ningunaadhesión entusiasta a la vida social y política»,dice el cardenal, que reconoce que esa «falta

de esperanza puede echarse sobre nosotroscomo una influencia maléfica, un tipo de de-presión». Pero él tiene la receta: «En Cubahoy hay que vivir por la fe, y éste es un men-saje que sirve también para nosotros».

Indudablemente, la figura de Juan Pablo IIy su visita en 1998 han tenido especial re-percusión sobre los cristianos de la isla.«Cuando leí la encíclica del Papa Dives inmisericordia, comprendí inmediatamente queel autor venía de un país que había experi-mentado las consecuencias del bloqueo so-cialista». Ese aislamiento se traduce en que,«en Cuba ya no hay escuela católica, no po-demos enseñar en la escuela pública, no te-nemos acceso a la prensa», explica el carde-nal Ortega, que ironiza con los problemas decomunicación: «Es paradójico, una Carta pas-toral nuestra es más conocida en el extranje-ro que en el país. Así que el Gobierno nosacusa de hablar para el exterior». Bajo estapresión, no es de extrañar que, «para muchos,la única opción interesante, el sueño más im-portante de la vida es dejar el país», pero elproblema es que «la emigración masiva es lamayor amenaza para nuestro futuro», advierteel cardenal.

Aun así, la Iglesia sigue manteniéndosefirme en su postura dialogante, a pesar de queno ha obtenido ninguna respuesta del Go-bierno castrista, «fuera del reconocimientode la Navidad como día festivo». Cuando elrégimen cubano inició un proceso contra ca-si un centenar de personas vinculadas al Pro-yecto Varela, un proyecto de democratiza-ción que lidera el católico Oswaldo Payá, «elcardenal Angelo Sodano dijo que la Iglesiasigue creyendo en el diálogo, aunque parez-ca difícil o imposible» Sin perder la esperan-za, el arzobispo de La Habana recuerda que«el único camino de la Iglesia para afrontarlos problemas es el diálogo».

M.A.

Entrevista con el cardenal Jaime Ortega y Alamino, arzobispo de La Habana

«El embargo a Cuba no es la solución»

Oprimidos por el régimencastrista, los católicos cubanosmantienen aún la esperanza de que el diálogo, que el Papaabrió con Fidel Castro en suvisita a la isla, logre avanzar. Por ahora, la Iglesia, que veaumentar el número de fieles en busca de sentido, lamenta, a la vez, la falta de libertad La archidiócesis de Santiago de Cuba celebra

su bicentenario

La segunda ciudad más importante de Cuba está de enhorabuena, porque su archidiócesiscumple ya doscientos años. Con motivo de esta celebración, el Papa ha querido unirse a los

fieles de Santiago de Cuba y, a través del cardenal Angelo Sodano, les ha hecho llegar un Mensajeen el que anima a la archidiócesis a «favorecer, mediante la formación cívica y religiosa, laeducación integral de cuantos se acercan a la Iglesia con ansias de crecer en humanidad». En lamisa que se celebró en la catedral de la ciudad, monseñor Pedro Meurice Estiu, arzobispo deSantiago de Cuba, recordó que, en un momenento tan solemne, había que destacar que «lahistoria de la Iglesia no es sólo la historia de sus cardenales, ni de sus obispos, ni de sussacerdotes: es la historia del pueblo de Dios». Para Juan Pablo II, es en los fieles en quienes reposael futuro de la isla, oprimida por el castrismo. Por eso el Santo Padre lanzó una invitación para«formar a los laicos en la doctrina social de la Iglesia», para que de esa manera, sobre la base de«la libertad, la justicia, la verdad y el amor», se logre «la promoción humana y la asistencia socialde los más necesitados», como explicaba el Papa en su Mensaje.

Portada del últimonúmero

de la revistade la archidiócesis

de La Habana.

El encuentro entre Su Santidad Juan PabloII y el Presidente del Gobierno español,don José María Aznar, sirvió para que el

Santo Padre constatara «la colaboración sin-cera y leal entre la Iglesia y las autoridades alservicio de los españoles, desde el respeto yla independencia».

La audiencia, que tuvo lugar en el Vaticanoel pasado viernes, se convirtió en algo másque una despedida por parte del Jefe del Go-bierno. El Papa aprovechó para exponer, tan-to en la conversación privada, que duró algomás de quince minutos, como en el encuen-tro público, en el que participó la familia Az-nar y algunos de sus colaboradores, algunasde sus más personales inquietudes por el pre-sente de España y de Europa.

Tras recordar los encuentros que durante elejercicio de la presidencia del Gobierno por par-te de don José María Aznar ha mantenido con él–el último en su quinto Viaje apostólico a Es-paña, a inicios del pasado mes de mayo–, elobispo de Roma constató «las profundas raícescristianas del pueblo español y el dinamismode la Iglesia en su noble país. Esas dos cualida-des han marcado los momentos mas brillantes desu historia, y con ellas las nuevas generacionespodrán encaminarse hacia un futuro cada vezmás prometedor». El discurso, pronunciado enespañol, lo concluyó así el Santo Padre: «Mien-tras me complazco por la colaboración sincera yleal entre la Iglesia y las autoridades al serviciode los españoles, desde el respeto y la indepen-dencia, le agradezco su visita y renuevo mis vo-tos por el progreso espiritual y material de los es-pañoles, por su convivencia pacífica en con-cordia y libertad, a la vez que invoco del Altísi-mo toda clase de bendiciones sobre losamadísimos hijos e hijas de España».

«¡Qué alegría volver a verle de nuevo!»,le dijo el Papa, al recibir al Presidente, a quien

recibió en la biblioteca privada. «La alegríaes mía», le respondió Aznar. El director de laOficina de Información de la Santa Sede, ca-lificó la conversación como «muy cordial».El coloquio –añadió el portavoz vaticano– «seextendió después a los temas de la situación ac-tual del mundo, sobre todo en el área medite-rránea y en Oriente Medio».

Tras ver al Papa, el Presidente Aznar fuerecibido por el Secretario de Estado, el carde-nal Angelo Sodano, quien aprovechó la oca-sión para imponer las insignias de Dama dela Orden de Pío IX a la señora doña Ana Bo-tella, «en reconocimiento de sus iniciativasasistenciales y sociales», según aclaró en elcomunicado oficial posterior.

Jesús Colina. Roma

29-I-2004 ΩΩAAMUNDO

ΩΩ21 AA

Habla el Papa

El celibato

El celibato es la dimensiónesencial de la vida sacerdotal; sin

embargo, en el mundo actual, lacuestión del celibato eclesiástico, yde la castidad que de él se deriva,sigue siendo, con frecuencia, tantopara jóvenes como para otros fieles,una piedra de tropiezo, objeto denumerosas incomprensiones en laopinión pública; es un concepto amenudo mal interpretado y quedemasiadas veces se considera unobstáculo al servicio.

La castidad en el celibato tieneun valor esencial. Constituye unaclave importante para la vidaespiritual de los sacerdotes, para sucompromiso en la misión y para suadecuada relación pastoral con losfieles, que no debe basarse enaspectos afectivos, sino en laresponsabilidad de su ministerio.

Uno de los peligros que entrañala sociedad moderna para unsacerdote es el de descuidar su vidaespiritual o permitir que se debilite.Cuanto más dura es la carga, másimportante es estar cerca del Señor,para encontrar en Él la gracianecesaria para el servicio pastoral ysu acogida por los fieles. Lossacerdotes deben tener una vidacomunitaria activa y robusta paraayudarse unos a otros en suministerio y en la resolución de losproblemas. La participación en unaasociación sacerdotal supone unaayuda preciosa.

Así, los sacerdotes deben servigilantes ante las seducciones delmundo y a hacer regularmente unexamen de conciencia para vivir demanera cada vez más profunda lafidelidad a su compromiso, que lesasemeja a Cristo, casto ycompletamente entregado al Padre.Toda actitud que va contra estaenseñanza constituye para lacomunidad cristiana y para todos loshombres un antitestimonio.

(26-I-2004)

Algo más que una despedida

El Papa Juan Pablo II, en la audiencia concedida a don José María Aznar el viernes pasado, constató la colaboración entre la Iglesia y el Estado, «desde el respeto y la independencia», y destacó la herencia cristiana

de España que ha marcado «los momentos mas brillantes de su historia»

El Papa, Premio Carlomagno

El Papa Juan Pablo II recibirá, en Roma, el Premio Internacional Carlomagno extraordinario, concarácter único, «por su actuación y contribución ejemplar al proceso de unificación europea»,

informó este jueves el jurado que imparte el galardón en la ciudad alemana de Aquisgrán. El director dela Oficina de Prensa de la Santa Sede, don Joaquín Navarro-Valls, ha anunciado que «la ciudad deAquisgrán ha otorgado a Su Santidad Juan Pablo II, el Premio Internacional Carlomagno, enreconocimiento a su compromiso personal y al de la Santa Sede en favor de la unidad de los pueblos deEuropa sobre la base de los valores enraizados en la naturaleza del ser humano y promovidoseficazmente por el cristianismo».

El Premio Internacional Carlomagno, considerado uno de los galardones europeos más importantes, esentregado anualmente desde hace más de medio siglo, a personalidades e instituciones implicadas en elproceso de integración europea. Este año, sin embargo, es impartido por primera vez en la Historia concarácter extraordinario. El alcalde de Aquisgrán afirmó que «el Papa es una personalidad única; estepremio extraordinario no lo habríamos concedido a ninguna otra personalidad. El Papa envía al mundoel mensaje de que pueblos y culturas pueden convivir entre ellas sin que ningún Estado tenga querenunciar a su verdad».

Un momento del encuentro

del Papa con José María

Aznar

La valentía de la paz

«El mundo no vive momentos de tranquilidad. Endemasiados lugares, los gritos de los inocentes

nos revelan que existen guerras y violencias,injusticias o explotaciones de unos hombres sobreotros, que tratan de ser justificadas muchas veces poregoísmos vacíos de humanidad. Tampoco en nuestrapatria faltan motivos para cierta incertidumbre,generados por la ausencia de la cultura de la vida...No es posible la paz si no existe un respeto esenciala la dignidad de cada persona, de toda persona»:esto ha dicho monseñor Francisco Pérez González,arzobispo castrense de España, en la homilía de lacelebración de la Jornada de la Paz 2004, que tuvolugar en la iglesia catedral de las Fuerzas Armadas,en Madrid. «Hay que educar para la paz–concluyó– y comprometerse con la causa de lapaz, ser valientes para construir esta paz».

La enseñanza religiosa, discriminada

Los obispos del sur de España, tras una reunión celebrada en Córdoba, han hecho pública unaNota en la que reprochan a la Junta de Andalucía su política en materia educativa. Considera

que el Gobierno andaluz margina los centros de enseñanza religiosa en «ayudas y dotaciones,tanto para los alumnos como para los propios centros, y en las prestaciones necesarias para laintegración educativa, con lo que la enseñanza religiosa resulta discriminada».

Jornadas educativo-pastorales

La Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE) ha organizado sus XIII Jornadaseducativo-pastorales en diversos puntos de la geografía española, y con la participación de

unos 8.500 educadores. La primera cita ha sido en Madrid, del 23 al 25 de enero, y hanparticipado como ponentes don Javier Martínez Cortés, doña Carmen Pellicer, don José LuisCorzo, don José Luis Cortés y don Jorge Sans Vila.

Nº 200 de Actualidad catequética

La revista AC, que edita el Secretariado Nacional deCatequesis, bajo la dirección de don Juan Ignacio

Rodríguez Trillo, ha llegado a su número 200. Esto suponeuna andadura de más de 40 años al servicio de lacatequesis en España, desde el año 1960, en que la revistasalió a la luz; supone, asimismo, la alegría de la fidelidad ala cita con los lectores año tras año. Este número 200recorre la fecunda historia de estos 40 años, y reproducelos artículos más significativos de cada época; tambiénrecuerda a las personas que han hecho posible tan singulartrayectoria. ¡Nuestra más sincera enhorabuena! Ha editadoigualmente una reproducción en facsímil del número 1 deBoletín Nacional de Información Catequística,correspondiente a enero-febrero de 1960.

La sub-Comisión episcopal de Catequesis celebrará losdías del 3 al 6 de febrero, en la Casa de Ejercicios LaAnunciación (calle Arturo Soria, 228, en Madrid), las 37Jornadas Nacionales de Delegados diocesanos deCatequesis. Bajo el lema Continuar juntos el camino de laesperanza, en estas Jornadas se afrontarán los retos y lasprioridades de nuestra catequesis hoy.

Enseñanza y Religión

La legitimidad de la enseñanza de la asignatura de Religión en la escuela es el argumento deEnseñanza de la Religión y Ley de Calidad, de don Carlos Esteban Garcés, que será presentado

el próximo miércoles, 4 de febrero, a las 19 h., en el Seminario de Madrid (calle SanBuenaventura, 9). En este acto intervendrán, además del autor, monseñor Fidel Herráez, obispoauxiliar de Madrid; don Alfredo Mayorga, Presidente del Consejo Escolar del Estado; el padreManuel de Castro, Secretario General de la FERE; la hermana María Rosa de la Cierva, Secretariade la Provincia Eclesiástica de Madrid; y don Avelino Revilla, Delegado de Enseñanza de ladiócesis madrileña.

LA VIDAΩΩ22

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NombresEl Papa Juan Pablo II ha otorgado el título de Prelado

de Honor al sacerdote madrileño don Manuel Ma-ría Gutiérrez Alvarez-Ossorio, párroco de la pa-rroquia del Santísimo Cristo de la Salud, dondeayer, día 28 de enero, le fue entregado por el car-denal arzobispo de Madrid. Asimismo, el Papa haconcedido la Medalla Pro Ecclesia et Pontífice adon Juan Bautista Ripollés Sánz, que ha dedica-do toda su vida a la enseñanza, como maestro y endiversos encargos y servicios pastorales en la dió-cesis de Madrid. El cardenal Antonio María RoucoVarela le impondrá dicha Medalla en la parroquiade Nuestra Señora de Moratalaz.

El padre jesuita Germán Arana, director espiritual delCollegio del Gesú, de Roma, ha dirigido los Ejer-cicios espirituales en los que han participado elcardenal Rouco, el Nuncio de Su Santidad en Es-paña, y 45 arzobispos y obispos de toda España.

Por vez primera, el Gobierno de Pekín ha aceptado elnombramiento hecho por el Papa Juan Pablo II enla persona de monseñor Feng Xinmao, como obis-po auxiliar de una diócesis del sur de China. Es elprimer obispo chino que ha estudiado en Occi-dente, concretamente en la Universidad Católica deLovaina, Bélgica. Su ordenación episcopal tuvolugar el pasado 6 de enero y estaban presentes másde mil quinientos fieles católicos.

El hombre, entre el átomo y las galaxias será el título ge-neral del ciclo de conferencias que, organizadopor la Asociación de Universitarias Españolas(ADUE), pronunciará el profesor Manuel MaríaCarreira, jesuita, profesor de Astrofísica en la uni-versidad norteamericana de John Carrol, Cleve-land, los días 4, 11, 18 y 25 de febrero y 3 y 10 demarzo próximos. Estos miércoles culturales se ce-lebran en el Salón del Centro de Estudios ADUE(calle Alfonso XI, 4, de Madrid) de 19 a 20 horas.

La Santa Sede ha anunciado la designación del arzo-bispo español monseñor Ramiro Moliner Inglés,como nuevo Nuncio Apostólico en Etiopía y Gibuti.Tiene 62 años y hasta ahora era Nuncio en Gua-temala. Es aragonés.

El cardenal Lustiger, arzobispo de París, ha interveni-do en el debate sobre la ley que regulará los signosreligiosos en Francia y, en declaraciones a RadioFrance Inter, ha pedido que el Estado «no se metaen cuestiones religiosas y no confunda el estatutode las religiones con el mantenimiento del ordenpúblico». Si el velo es un signo político de una or-ganización islamista que, para el Gobierno, haamenazado la seguridad de la república, que asu-ma sus responsabilidades, pero que no se meta encuestiones religiosas. El arzobispo de París reco-noce que este debate ha despertado «una agresi-vidad anti-religiosa que sorprende completamen-te a los ambientes católicos».

Ha fallecido en Madrid, a los 71 años de edad, donCarlos Plaza Escarpa, Tesorero Nacional de la Aso-ciación Católica de Propagandistas y miembro delos Patronatos de la Fundación Universitaria San Pa-blo-CEU y de sus universidades. Había nacido enGuadalajara en 1932, y se formó como sociólogoen el Instituto Social León XIII. Fue colaboradordirector de don Ángel Herrera Oria. Era propa-gandista desde 1964. Descanse en Paz.

Monseñor Francisco Javier Ciuraneta, obispo de Lé-rida, ha presidido una reunión conjunta de las co-misiones jurídica e histórica del proceso de beati-ficación de sacerdotes y seglares mártires, en aque-lla diócesis, durante la guerra civil española (1936-1939). 17 laicos han sido incorporados a la relaciónde 138 sacerdotes, en una lista aún abierta, segúninforma Cataluña Cristiana.

LA VIDA 29-I-2004 ΩΩ23 AA

Libros

El Embajador de España don José AntonioVaca de Osma es un autor cuyos frutos his-

tóricos no son descono-cidos para los lectores deAlfa y Omega. Espasaacaba de editar otro librosuyo, el dedicado a losGrandes reyes españolesde la Edad Media: deCovadonga, a Sancho IIIel Mayor, Alfonso VI, Fer-nando III el Santo, Alfon-so X el Sabio... No pasade puntillas sobre perso-najes tan claves en la his-

toria de España, aunque no fueran reyes, co-mo el Cid, o don Álvaro de Luna. Parte deuna idea muy clara y definida de España, con-vencido de que conocer su pasado es indis-pensable para los que hoy vivimos y paraconstruir el futuro. Bien expresiva de ello es ladedicatoria del libro: «A mis nietos, Alfonso,Jaime e Iñigo, para que conozcan, amen y de-fiendan siempre a su patria, que es España».Para afirmar la realidad y el sentido de Espa-ña, va a la Edad Media, donde entiende queestá la explicación más clara de la manera deser, de la evolución, de la estructura, de lasdivisiones, semejanzas y relaciones que hoyconstituyen nuestro ser como nación. Y se de-tiene en los Reyes Católicos, a los que ya hadedicado otro de sus más prestigiosos libros.

La fuerte personalidad polifacética de la vi-da y actividad del Obispo de la Eucaristía,

don Manuel González,puede condensarse enesta frase: «Se nos mues-tra como un perfecto tes-tigo de Jesucristo, comoun acabado modelo deheroica fe eucarística».Eucaristizar fue un neo-logismo empleado pordon Manuel con el quequería significar la acciónde volver a un pueblo lo-co de amor por el cora-

zón eucarístico de Jesús. Así vivió él en buenamedida: eucaristizado, y por eso, hoy, susobras completas siguen siendo un mensajeprofético que habla a las nuevas generacio-nes cristianas de modo suave e infatigable-mente persuasivo y eucarísticamente irresisti-ble. Otro obispo, don Rafael Palmero, de ladiócesis de Palencia, ha querido recordar enestas sencillas, pero muy intensas, páginas,que acaba de editar Ciudad Nueva, la incon-mensurable figura de don Manuel como sa-cerdote, catequista, obispo de Málaga y dePalencia, y fundador de las Misioneras Euca-rísticas de Nazaret. Fue beatificado en Romapor Juan Pablo II en abril de 2001. Desde es-tas páginas ayuda a saber creer y vivir el mis-terio eucarístico, conocer y amar al corazón deJesús, saber estar a la sombra de su miseri-cordia, y tener a María por madre, saber orar,y vivir el Evangelio y la liturgia, valorar el sa-cerdocio, ser apóstol y catequista, vivir enpaz, estar alegre y amar a los demás.

M.A.V.WWWW WWWW WWWWLa comunidad de oración Ultreia et Suseia, que desde la parroquia de Santa María de Alacoque

ejerce su carsima en busca de la comunión eclesial, ha creado una página web que sirve co-mo punto de encuentro, reflexión e información de sus actividades, además de incluir el Evan-gelio del día y varios documentos eclesiales.

http://es.groups.yahoo.com/group/jesusentrehermanos/

La dirección de la semana

El chiste de la semanaEl humor de Ramón

Hoy, en el Foro Juan Pablo II

La valoración moral delterrorismo: sus causas y

consecuencias: éste es el título dela conferencia que pronuncia estatarde, a las 20 horas, en el ForoJuan Pablo II, de la madrileñaparroquia de la Concepción deNuestra Señora (calle Goya 26), elarzobispo de Toledo y Primado deEspaña, monseñor AntonioCañizares Llovera. El acto serápresentado por el doctor donPablo Domínguez, Decano de laFacultad de Teología San Dámaso,de Madrid.

EL PEQUEALFAΩΩ24

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Texto: A. Llamas Palacios. Ilustraciones: Elena de la Cueva

Historias de la Biblia

LLooss ccaannttooss ddee IIssaaííaass

En el último Pequealfa veíamos cómo habían sido loscomienzos del profeta Isaías, que anunciaba coninsistencia la llegada del Mesías a la tierra.

Pero en el libro de Isaías no sólo se habla delnacimiento del Salvador, sino de la

liberación del pueblo de Israel de sus

opresores, y del amor tangrande que Dios siente por su pueblo: «Consolad, consolad ami pueblo, dice vuestro Dios; hablad al corazón de Jerusalén

y gritadle que se cumplió su servidumbre, está pagada suculpa, que ha recibido por manos de Yavé el doble por todossus pecados. (…) Ahora, pues, así dice Yavé, que te creó,Jacob; que te formó, Israel: No temas, porque yo te herescatado, yo te llamé por tu nombre y tú me perteneces.Porque, si atraviesas las aguas, yo estaré contigo: si por losríos, no te anegarás. Si pasas por el fuego, no te quemarás, lasllamas no te consumirán. Porque yo soy Yavé, tu Dios».

Uno de los pasajes más importantes de Isaías, al mismotiempo que lleno de belleza, pues está escrito en formapoética, son los Cánticos del Siervo de Yavé, que hablan dela salvación que Dios iba a traer a su pueblo, y a todas lasnaciones, a través de Su Siervo, el Mesías que habría desufrir y entregar su vida por los hombres. Con elsufrimiento de la deportación en Babilonia, Dios enseñó alos israelitas a reconocer sus pecados, y que el dolor eracamino de redención. Así se anuncia al futuro Mesías bajola figura del Siervo doliente de Yavé. Puede decirse queestos Cánticos del Siervo son una profecía de lossufrimientos del Mesías. De modo impresionante, Isaías

predice y describe, casi 600 años antes, la pasión deJesucristo: «Despreciado y abandonado de los hombres,

varón de dolores y familiarizado con el sufrimiento, y comouno ante el cual se oculta el rostro, menospreciado, sin que letengamos en cuenta. Pero fue él ciertamente quien soportónuestros sufrimientos, y cargó con nuestros dolores, mientrasque nosotros le tuvimos por castigado, herido por Dios yhumillado. (…) Soportó el castigo que nos trae la paz, en susllagas hemos sido curados. (...) Maltratado, mas él se sometió,no abrió la boca, como cordero llevado al matadero. Fuearrebatado por un juicio inicuo, sin que nadie defendiera sucausa...»

Corría el mes de agosto del año1947, en las cercanías del Mar

Muerto. Tres pastores se hallaban cui-dando de sus ovejas, cuando una seextravió. Un pastor, llamado Muham-mad, se fue a buscarla y, agotado, sesentó a la entrada de una de las mu-chas pequeñas cuevas que hay en lazona. Por casualidad, tiró una pie-dra hacia su interior, y cuál no seríasu sorpresa que oyó un ruido de ob-jetos de barro rotos. Nunca se hu-biera imaginado que ése sería el co-mienzo de una revolución en la lite-ratura, la papirología y los estudiosbíblicos. Aquel pastor encontró enel interior de la cueva un total deocho vasijas que contenían rollos depergaminos.

Una vez conocido este descubri-miento, comenzaron en la zona di-ferentes excavaciones, hallándoselos restos del que, a partir de enton-ces, se hiciera famoso monasterio de

Qumrán. Allí había estado asentadauna comunidad de judíos: los ese-nios, que pudieron estar relaciona-dos con san Juan Bautista. Se encon-

traron varias cuevas más que escon-dían rollos similares. Los manuscritosde mayor importancia fueron dos ro-llos del profeta Isaías, que ayudaron

a fijar el texto del Antiguo Testamen-to. También se encontraron manus-critos pertenecientes a la citada co-munidad.

Pero aquí no acababan todas lassorpresas: en el año 1972, el padrejesuita O’Callaghan, experto papi-rólogo, se fijó en un pequeño frag-mento de manuscrito de los encon-trados en Qumrán. Después de es-tudiarlo concienzudamente, el pa-dre O’Callaghan no se lo podíacreer: las palabras griegas del frag-mento encajaban únicamente conun pasaje del evangelio según SanMarcos (6, 52-53). Los expertos hanpodido fechar el papiro: del siglo Iy anterior al año 50, con lo cual, es-te descubrimiento viene a confirmarque los evangelios se escribieron mu-cho antes de lo que suele afirmarse,fortaleciéndose así su valor de do-cumentos históricos de primer or-den.

Entre los rollos, se encontraban pergaminos del libro del profeta Isaías

EEll aassoommbbrroossoo ddeessccuubbrriimmiieennttoo ddee QQuummrráánn

EL PEQUEALFA 29-I-2004 ΩΩ25 AA

Pasatiempo:Encuentra las trece capitales europeas escondidas

Con motivo de la Jornada dela Infancia Misionera, el Va-ticano ha querido recordar

a tantos y tantos niños, de rostrosdesconocidos, que no pueden vi-vir una infancia feliz y digna.Mientras en Occidente los niñoshan podido disfrutar de los ReyesMagos, de la vuelta al cole, delcariño de sus familias…, en las zo-nas más pobres del mundo, unagran mayoría de niños como vo-sotros viven situaciones terribles,que les marcarán durante toda suvida. Cada noche, en el mundo,200 millones de niños menores de5 años se acuestan con calambresen el estómago por del hambre;en 23 países del mundo un 30%de niños están desnutridos; 121millones de niños no pueden asis-tir a la escuela, bien porque en suspaíses todavía no es obligatoria,o no es gratuita, o tienen que tra-bajar para sacar adelante a su fa-milia (una situación que afecta es-pecialmente a las niñas); unos300.000 chicos y chicas menoresde 18 años están implicados enconflictos armados, guerras olvidadas, muy bienconocidas por los Gobiernos de los países desa-rrollados que hacen caso omiso de estas situa-ciones. Según UNICEF, cada año, más de 1 millónde niños son vendidos en el mundo como escla-vos, para la prostitución o para el tráfico de ór-

ganos vitales. Las cantidades de dinero que mue-ve este tráfico de seres humanos son inmensas:tan grandes que podrían ayudar a paliar muchí-simos problemas de hambre y pobreza en el mun-do entero. Pero las voces de los pequeños escla-vos son silenciadas simplemente porque son pe-

queños, indefensos, y desconocidos. Son los ni-ños que no conocemos: niños que no pasean pornuestras calles, ni salen por la televisión prota-gonizando series de éxito. Sin embargo, son niñoscomo vosotros, aunque estén lejos y no los co-nozcamos.

UUnnaa rraaddiioo aayyuuddaa

aa llaa ccoommuunniiddaadd

mmaallggaacchhee

Desde hace seis años funciona en Fianarantsoa, a400 km de Antananarivo (Madagascar), Radio

Mampita, un medio de comunicación gracias al cualla población rural de la zona ha podido mejorar sucalidad de vida y conocer sus derechos yobligaciones. Radio Mampita tiene 35corresponsales en los 33 pueblos que abarca, y susoyentes pueden escuchar programas sobreagricultura, medio ambiente, cultura, salud,juventud, música, comercio, seguridad rural, etc…La originalidad de esta radio reside en que suelaboración es comunitaria, porque, además de loscorresponsales, también participan 210agrupaciones de campesinos, y en cada pueblo haybuzones para recoger la opinión de los oyentes. Asíla programación se va desarrollando en función delas necesidades. Antes de que naciera RadioMampita no existía en la zona ningún otro medio decomunicación, y, en tan poco tiempo, los habitantesde la zona han podido comprobar las ventajas deestos medios, cuando son bien utilizados: poco apoco han ido tomando conciencia de cómo mejorarsus condiciones de trabajo, gracias a lacomunicación entre técnicos y campesinos; se hanmejorado las técnicas agrícolas y se ha aumentado laproducción.

E B R U S E L A S

B D M A D R I D A

L O N D R E S P N

G S E E O S B R R

B E R L I N O A E

R S S R O M A G B

G O A N E I V A C

R P N I L B U D E

V A R S O V I A W

LLooss nniiññooss qquuee nnoo ccoonnoocceemmooss

Solución:

Roma, Lisboa, Berlín, Bruselas, Varsovia,Londres, Madrid, Berna, Praga, Oslo,

París, Viena, Dublín

El Santo Padre, en la audiencia a losmiembros de la Congregación para elClero, refiriéndose a los Consejos pas-

torales diocesanos y parroquiales, ha seña-lado que «tales estructuras deben ser actua-lizadas en sus acciones y en sus estatutos,salvaguardando siempre una relación equi-librada entre el papel de los laicos y el quepropiamente compete al ordinario diocesa-no o al párroco. Los legítimos pastores, en elejercicio de su oficio, no deben ser consi-derados nunca como simples ejecutores dedecisiones que se derivan de opiniones sur-gidas por mayoría en la asamblea eclesial. Laestructura de la Iglesia no puede ser conce-bida siguiendo modelos políticos simple-mente humanos. Su constitución jerárquicase fundamenta en la voluntad de Cristo y,como tal, forma parte del depósito de la fe,que debe ser conservado y transmitido in-tegralmente a través de los siglos».

Frente a las voces que pretenden crearuna oposición artificial entre la jerarquía ylos fieles laicos –olvidando que la mismajerarquía es en sí misma carismática, portener su origen en Cristo y ser transmitidapor tradición apostólica–, el cardenal Darío

Castrillón Hoyos, Prefecto de la Congrega-ción para el Clero, ha afirmado que «la co-laboración de los laicos, a través de los Con-sejos pastorales diocesanos y parroquiales,es una expresión de la comunión eclesial y unmodo de participar en la responsabilidad dela Iglesia, pero el carisma de gobierno paradiscernir el camino de la comunidad es ta-rea exclusiva del obispo, o del párroco en laparroquia. Estamos, por lo tanto, unidos en lallamada que Dios ha hecho a todos; estamosunidos en el Bautismo todos los miembrosde la Iglesia. Existe una igualdad básica: lla-mados a ser hijos de Dios».

Durante los trabajos de este dicasterio–afirmó el cardenal Castrillón Hoyos– «he-mos constatado que estos organismos re-presentan una gran riqueza por la partici-pación que en ellos tienen los laicos, queayudan a los pastores a ver la realidad hu-mana, la realidad del mundo. Sin em-bargo, tenemos experiencia de que, a me-nudo, se habla en nombre del Espíritu, perono pocas veces también en nombre del es-píritu malo, y es el Papa, para la Iglesia uni-versal, y los obispos, para las Iglesias loca-les, quienes deben realizar este discerni-miento. He aquí por qué es distinto el modode participar en la responsabilidad de laIglesia: los fieles lo hacen con la fuerza delBautismo y de la Confirmación, porque tam-bién en ellos está presente el Espíritu San-to, pero el carisma de gobierno –qué se pue-de mantener como cierto para toda la co-munidad y, por lo tanto, gobernar para en-caminar a toda la comunidad– es tareaexclusiva del obispo. Es justamente en esteterreno donde se encuentran problemas, por-que no faltan Consejos que querrían tener elpoder de gobierno y, por lo tanto, dominar laparroquia o la Iglesia, y esto no es, obvia-mente, aceptado por la Iglesia».

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«No se puede confundir la estructura de la Iglesia con modelos políticos humanos;su constitución jerárquica es voluntad de Cristo»: tal ha sido la afirmación delPapa Juan Pablo II ante los miembros de la Congregación para el Clero, reunidosrecientemente en Asamblea Plenaria para estudiar la implantación de losorganismos consultivos de la Iglesia, nacidos tras el Concilio Vaticano II, a losveinte años de su implantación

Sobre los Consejos Pastorales diocesanos y parroquiales

«La Iglesia es jerárquica»

La tiranía del consenso

La autoridad está presente en todos los ámbitos de la vida social, desde la familiahasta el trabajo. Sin embargo, la tiranía del consenso parece querer entrar con

fuerza en la Iglesia. Este fenómeno, producto del relativismo cultural dominante,va acompañado, en lo que atañe a la Iglesia, de una voluntad de coacción paraque sea lo que no es; curiosamente, aquellos que luchan contra el autoritarismoque –según ellos– está presente en la Iglesia, pretenden imponer su postura delmismo modo que critican, es decir, autoritariamente. Quieren imponer lademocracia en la Iglesia, pero, con toda seguridad, si se celebrara un referéndumacerca del modelo de Iglesia que desean los fieles, saldría elegido el que llevafuncionando ya dos mil años. Porque, en realidad, imponer un sistemademocrático sólo sería la primera excusa para imponer otras desviaciones de tipodoctrinal o moral. En definitiva, lo que está en juego es querer que la Iglesia seacomo cada uno quiera, en vez de como la ha querido Cristo. Y es que la Iglesia nose pertenece. El Papa ha hablado, citando a san Pablo, del depósito de la fe; nadie,ni fuera ni dentro de la Iglesia, puede atentar contra ese depósito, ni pretender quela Iglesia navegue al viento de las modas sociales, pues se traicionaría a sí misma.Afirma san Vicente de Lerins: «Pero, ¿qué es un depósito? Es lo que te ha sidoconfiado, no encontrado por ti; no eres tú quien lo ha iniciado, sino que eres sudiscípulo. Lo que te ha sido confiado es lo que debes custodiar junto a ti ytransmitir. Has recibido oro; devuelve, pues, oro».

Juan Luis Vázquez

Entrega de las llaves a san Pedro, de VicenzoCatena

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es, ciertamente, su ilimitada ambición, almismo tiempo que una peligrosa superva-loración de su inteligencia; pero hay tam-bién –o, quizás, sobre todo– una profundased de verdad y de realidad, del todo idénti-ca a aquella que pone en marcha los pies delos apóstoles cuando, en la mañana de Pas-cua, se precipitan al sepulcro (una cámaracerrada –icono clásico de las novelas poli-cíacas– en la que, en vez de un muerto, se en-cuentra un viviente) para comprobar la re-surrección de Cristo».

En definitiva –y paradójicamente–, es elpropio positivismo de Sherlock el que dapie a una lectura cristiana de sus aventuras:

la meticulosa adhe-sión a los hechos, laaplicación de la ló-gica y del métododeductivo, junto auna pasión fiel porla realidad consti-tuyen el más robus-to antídoto contra elpresunto ateísmodel inquilino de Ba-ker Street. Frente alcaso Cristo –insi-núan los autores dellibro–, Holmes ha-bría pretendido, almenos, constatarlos hechos, sin fiar-

se de las hipótesis desmitificadoras de teó-logos al estilo Bultmann. «Sherlock Holmesha aprendido las severas y honestas leyesde la realidad, y es esta escuela de investi-gación la que al final le salva, amarrándoleen el realismo cristiano contra la tentación deuna espiritualidad gnóstica».

Sin embargo, ¿cómo escapar del riesgoopuesto: el racionalismo agnóstico? «Conla dimensión del misterio –responden losautores–, que subyace en toda la saga deldetective inglés». Holmes no es sólo unamáquina deductiva, sino que muestra un re-currente lado oscuro: sus mismas crisis de-presivas, el recurso a la droga, o ciertas di-vagaciones inútiles, como la contemplaciónde una rosa en medio de un interrogatorio,muestran su tentativa de evitar la pregunta depreguntas: aquella que versa sobre el senti-do de la vida.

Es aquí donde aparece la presencia clan-destina de Dios en las páginas del masón yespiritista Conan Doyle. En cuanto al resto–escriben Gnocchi y Palmaro–, «es mejorfiarse de un racionalista que se toma en se-rio la razón, que de un creyente que no setoma en serio el misterio». Así, en El pro-

blema final, Sherlock Holmes se conviertenada menos que en la víctima de un sacrifi-cio salvífico por el mundo, precipitándosejunto a Moriarty por la cascada suiza del ríoReichenbach. Un par de años más tarde pu-do volver a la vida gracias al furor de loslectores. «De este modo, Holmes reproduceel mismo modelo que Cristo», afirman losautores –resurrección incluida–.

Roberto Berettaen Avvenire

Número 221 de Baker Street, Londres;domicilio del perspicaz detectiveSherlock Holmes, un cocainómano

racionalista, hijo de un autor espiritista y,por añadidura, masón. En este caso, el fielWatson no podrá escuchar el acostumbrado¡Elemental!; el asunto es, cuando menos,sobrenatural: Holmes afronta el caso Dios.

Soprannaturale, Watson! (¡Sobrenatu-ral, querido Watson!) es el título del últimolibro del periodista Alessandro Gnocchi yel filósofo Mario Palmaro, que realizan unalectura evangélica de los grandes clásicospopulares –sus dos últimos libros están de-dicados al entrañable Don Camilo y a Pino-cho–. Pero si encon-trar vínculos cristia-nos en la saga de DonCamilo es plausible,y de la fábula de Pi-nocho existen inter-pretaciones teológi-cas, hallar cualquierinterés religioso –o,más bien, católico ro-mano– en el flemáti-co detective es ungran desafío; aunqueel católico GilbertKeith Chesterton, enun artículo de 1903,reproducido al prin-cipio del libro, de-fiende a su colega Arthur Conan Doyle sos-teniendo que sus historias son «indiscuti-blemente superiores y moralmente más be-neficiosas que muchas contribuciones de lafilosofía moderna».

Nicodemo, la Magdalena junto al sepul-cro, la parábola de los lirios del campo y ladel reino dividido en sí mismo: he aquí losretazos evangélicos que Gnocchi y Palmarohan encontrado en cinco relatos protagoni-zados por Sherlock Holmes, desde El intér-prete griego a El problema final. En todosellos han buscado indicios de espiritualidadalrededor de las volutas de humo de la pipade Holmes, hasta dar con un arriesgado pa-ralelismo entre el personaje de Arthur ConanDoyle y Cristo (así como entre Satanás y elenemigo acérrimo de Sherlock, el profesorMoriarty). Todo empieza con la compara-ción entre el encuentro nocturno de Jesús yNicodemo, y un diálogo entre Holmes y elHermano Mycroft: en ambos casos, los pro-tagonistas discurren acerca de la verdad, noimporta si se trata de la fe o de los particu-lares de una investigación policial. «Lo quehace correr a Sherlock Holmes de un ladoa otro de Londres –escribe Mario Palmaro–

El católicoSherlock Holmes

Una lectura religiosa del famoso investigador creado por Arthur Conan Doyle,que al final sacrifica su vida para salvar el mundo del satánico profesor

Moriarty, es el argumento del libro Soprannaturale, Watson! (¡Sobrenatural,querido Watson!) El diario Avvenire se ha acercado en sus páginas

a esta novedad editorial:

«Holmes posee unaprofunda sed de verdad,idéntica a aquella quepone en marcha los piesde los apóstoles cuando,en la mañana de Pascua,se precipitan al sepulcropara comprobarla resurrecciónde Cristo»

Arthur Conan Doyle

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Sale a la luz una nue-va edición, revisada

y aumentada, de Anto-logía de textos ( Edicio-nes Palabra), de Fran-cisco Fernández-Carva-jal, con el subtítulo Parahacer oración y para lapredicación: una inte-resante colección de ci-tas de autores clásicosy modernos sobre los te-mas más diversos.

Colección de citas

Dominique Lapierre,autor de La ciudad

de la alegría y de otrosmuchos éxitos, narra enLuna de miel alrededordel mundo (Ediciones B)la extraordinaria aven-tura que vivió en su ju-ventud junto a su mujernada más contraer ma-trimonio. Un ameno re-corrido que le toma elpulso al siglo XX.

Dominique Lapierre

Con el título El Rena-cimiento del Hu-

manismo (Biblioteca deAutores Cristianos), En-rique González aboga,frente a la decadenciacultural actual, por la re-novación de muchosconceptos filosóficosque, creados para en-tender las cosas, aplica-dos al hombre acabanpor cosificarle.

Un nuevo Humanismo

La evolución de laIglesia en España, tras

el final de la segundaguerra mundial, es elcontenido de De la vic-toria, al Concordato(editorial Laertes), de Pa-blo Martín de Santa Ola-lla. Interesante para co-nocer –lo que no siem-pre significa compartir–la visión de una parte dela realidad histórica.

Iglesia en España

La editorial LibrosLi-bres publica Entre tú

y yo, de José María Con-treras, un libro sobre larelación de pareja, que,con un estilo directo ycercano, invita a abor-dar con inteligencia es-ta vital dimensión delser humano. Los temasabordados: el noviazgo,la comunicación, lascrisis, la convivencia...

Relación de pareja

«En mayor o menorgrado, todos tene-

mos que aprender aconciliar nuestra mise-ria con la grandeza quesupone ser hijos deDios; la humildad, bienentendida, los compagi-na»: son unas palabrasdel prólogo de La auto-estima del cristiano (edi-torial Belacqua), del sa-cerdote Michel Esparza.

Psicología

El libro Evangelio2004, editado en Edi-

besa por José AntonioMartínez Puche, llevaya distribuidos más de600.000 ejemplares. Enformato de bolsillo, con-tiene el texto del Evan-gelio de cada día delaño, así como una refe-rencia al resto de lectu-ras, el santoral del día yuna pequeña oración.

Evangelio 2004

¡Feliz Navidad!Cuentos de ayer y

de hoy (Logos), escritopor Marcelino de An-drés, es una colecciónde narraciones cortas al-rededor del aconteci-miento de la Natividaddel Señor. Ambientadashace dos mil años, asícomo en la actualidad,harán las delicias demayores y pequeños.

Cuentos de Navidad

Janine Hourcade, au-ditora en el Sínodo de

los Obispos de 1994, esla autora de Una voca-ción femenina recupe-rada (Ediciones Secreta-riado Trinitario), en laque profundiza en losfundamentos bíblicos,históricos, litúrgicos ycanónicos del Orden delas Vírgenes Consagra-das.

Vírgenes consagradas

La Diputación Provin-cial de Toledo y Edi-

ciones Escurialenseseditan San Alonso deOrozco, un toledanouniversal, del agustinopadre Miguel Ángel Or-casitas. Se trata de unaatractiva biografía, cui-dadosamente ilustrada,sobre este santo del si-glo XVI, canonizado ha-ce apenas dos años.

San Alonso de Orozco

Con las alas del alma(Ediciones San Pío

X) es el título del librode poemas de José LuisRozalén. Su dedicato-ria: «A todos aquellosque creen que la poe-sía, nacida de los máspuro del corazón y lamente, eleva el almahumana hasta las regio-nes más luminosas de lavida».

Poesía

El sacerdote SantiagoMartínez Álvarez es

el autor del poemarioVe & Vi (Los amores deun cura), en el que en-garza «la belleza de losideales humanos y delas verdades trascen-dentales, con el amorcomo tema de fondo,fruto del misterio». Másinformación: Tel. 926212 288.

El amor, fruto del misterio

Para leer

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Punto de vista

Fe, certeza y tolerancia

Vivimos en una época marcada por elrelativismo. El reconocimiento de

verdades o de valores absolutos escontemplado muchas veces con recelo.Cada vez que expresamos una convicciónfirme nos sentimos inclinados, casiinstintivamente, a matizarla con untranquilizador para mí, según mi opinión, ami parecer. Nada nos asusta tanto como darla impresión de intolerantes. Ahora bien, siel relativismo es presupuesto necesario dela tolerancia, al cristiano se le plantea unadrástica alternativa: o es cristiano, o estolerante; sin que pueda ser, hablando conpropiedad, ambas cosas a la vez. La fecristiana implica la aceptaciónincondicional de verdades absolutas.

No faltan quienes personalmente sedistancian de lo que califican como una fede seguridades; prefieren decir: «En miopinión, Jesús es el Hijo de Dios; lo es paramí, pero no puedo asegurar queobjetivamente, en sí, lo sea». Esta posturaparece muy razonable; pero, ¿es sosteniblepor parte de un creyente?; ¿cabe uncristianismo relativista?; ¿es posible creersin certeza?

«La fe exige la certeza –escribía,haciendo suya una afirmación constante dela tradición cristiana, el cardenalNewman–; si la religión ha de consistir enverdadera devoción y no ha de ser un merosentimentalismo, si ha de constituir elprincipio supremo de nuestra vida,necesitamos una aprehensión real y unaintuición habitual de los objetos de laRevelación, que no es otra cosa quecerteza». Es decir, si la fe nos comprometepersonalmente hasta el punto de estardispuestos a dejarlo todo y a entregar, sifuese necesario, la propia vida antes querenegar de ella, la fe conlleva la certeza, laseguridad plena de que lo creído esverdadero, absolutamente verdadero.

¿Cómo, entonces, compaginar fe ytolerancia? No desde la aceptación delrelativismo como paradigma válido en elámbito del conocimiento religioso, sinodesde la consideración de que Jesucristo, elObjeto de la fe, es la Verdad, y solicitanuestra adhesión libre y responsable. Elcristiano es tolerante no porque dude delcontenido de su fe –sabe de quién se hafiado–, sino porque es consciente de que suverdad no es suya, no le pertenece: es unaVerdad regalada, de la que no es dueño,sino siervo. Es una Verdad que se desvelasuavemente al que la busca con humildad,que sabe esperar con infinita paciencia yque se atestigua con la indulgente firmezade un amor que prefiere el silencio de laCruz antes que cualquier palabra decoacción.

Guillermo Juan Morado

L I B R O S

El olvido por parte de la filosofía, y también de la teología, de la pretensión de sín-tesis en la unidad –que no es, ni mucho menos, unicidad ni univocidad– haacarreado una especie de desasimiento de las explicaciones completas, holísti-

cas, de la naturaleza de las cosas y de la naturaleza de las realidades reveladas. Esapérdida, que lo es de hombres capaces de desarrollar una potencia explicativa de loscontenidos de la fe, más allá de respuestas inmediatas a problemas mediatos y me-diatizados, es y supone uno de los más elementales síntomas de la menguada cre-dibilidad de la teología. Decía el padre Ramón Orlandis, jesuita, que «todo hombre,en cuanto hombre, tiene invencible apetencia de síntesis, de unidad íntima».

El esfuerzo en el sentido de la necesaria y prudente apología, que no es fun-damentalismo sino fundamentación, requiere una visión de conjunto que la teo-logía clásica ha producido y que la teología contemporánea, en algunas ocasio-nes, ha olvidado. Llamamos Teólogos, con mayúscula, a aquellas personas capaces

de proponer un sistema explicativo e interpretativo de las verdades de fe, y de presentarlo como res-puesta a las necesidades de los hombres. Si algo nos ha enseñado la primera teología es el corpussobre el que se sustenta, en un esfuerzo no sólo de salir al paso de las desviaciones en la doctrina,que nos legó el Señor de la Historia, sino de la pretensión de ruptura de la unidad de esa doctrina,de la verdad sinfónica. El profesor Francisco Canals Vidal es un discípulo dilecto de la escuelatomista de Barcelona. En esta ocasión, se adentra en el estudio de los primeros Concilios con la fi-nalidad de mostrar las raíces de la evolución dogmática en el contexto de la comprensión de las ver-dades de fe. Se desgranan, en estas páginas, no sólo los principios de la evolución del dogma católico,universal, sino el contexto político, cultural y social en el que se desarrollaron los siete primeros con-cilios; un proceso no ajeno a las polémicas que hoy están en el tapete de la teología y de la pasto-ral de la Iglesia, que son analizadas, escrutadas y sobrepasadas en unas jugosísimas notas a pie depágina, a modo de comentarios de actualidad. Si bien es cierto que el libro tiene su origen en unasconferencias impartidas a seminaristas en Iberoamérica, no desmerece el trabajo de transcripcióny estilo que han presentado el autor y sus colaboradores.

Una vez más, el profesor Canals demuestra varias cuestiones: que la presentación y expresión dela dogmática cristiana es posible sin las claudicaciones a métodos filosóficos y teológicos que no sa-len de la frontera; que la filosofía tomista, en el más puro y amplio sentido de la palabra, ofrece lossuficientes rudimentos para un desarrollo de la ciencia teológica, incluso de la historia de la Teolo-gía dogmática; que el problema de la teología hoy es, en muchas ocasiones, el problema de la filo-sofía; y que el diálogo con la cultura requiere un trabajo y un esfuerzo, por parte de los católicos, queva más allá de las bambalinas de la publicística. No quisisera concluir esta reseña sin ofrecer al lec-tor la referencia del sustrato del pensamiento del profesor Canals, invitándole a que visite la páginaweb: http://www.riial.org/stda/parasintesis.htm, en donde encontrará al más puro profesor Canals.

José Francisco Serrano

La síntesis de la fe, en los primeros ConciliosTítulo: Los siete primeros concilios. La formulación de la ortodoxia católicaAutor: Francisco Canals VidalEditorial: Editorial Scire

Glosa la delicadeza y la finura de Leticia Soberón, facultades de su alma que to-man cuerpo en el principio de la carnalidad, la palabra, las 63 catequesis que

Juan Pablo II pronunció desde el 5 de septiembre de 1979 al 6 de mayo de 1981.Mucho se habla de la educación sentimental en una cultura que exalta el cuerpo has-ta límites insospechados, como forma de arrinconar y despreciar la totalidad de lapersona, como nueva manifestación de un mazdeísmo retrógrado. No es sólo la in-fausta utilización que se hace del don de Dios que se manifiesta en la carnalidad,sino la grosera hipocresía de una estética personal y social que centra la atenciónde lo que es la persona y de lo que significa en la apariencia. Lejos nos queda el con-cepto y la imagen de la sofrosine griega. La autora de estas páginas invita al lec-tor a un ejercicio en el que se conjuga el silencio y la palabra para contemplar unprincipio demasiadas veces olvidado: por la encarnación, el cuerpo del hombre y

de la mujer adquiere una dignidad perdida. Se podría decir que entra en la teología por la puerta prin-cipal que es Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre.

J. F. S.

El amor se hace cuerpoTítulo: Perlas. Teología del cuerpo en Juan Pablo IIAutor: Leticia SoberónEditorial: Edimurtra

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Gentes

Televisión Con ojos de mujer

Hechos y valores

La mentalidad positivista ha calado tan profundamente en nuestrasmentes que somos incapaces de advertirlo, y aquí reside el principal

peligro. La verdad sólo puede estar en lo que es susceptible de medida,en hechos empíricamente demostrables. La verdad, desde este paradig-ma, no puede afectar en nada al ámbito de los valores, que pertenecen alprivado recinto de lo subjetivo. Esta esquizofrenia entre los hechos ylos valores, que algunos autores han señalado como «la característicadefinitoria de nuestra sociedad actual», tiene consecuencias que ya es-tamos lamentando.

Si en el ámbito de los valores, que es el de la moral, nada se puede de-cir acerca de la verdad, entonces categorías como bueno-malo, bello-feo, justo-injusto, valiente-cobarde, etc., pierden todo su sentido. Cadacual se convierte en el artífice de esos conceptos que encajan ad hoc enel marco de referencia del sujeto. Por ejemplo, resulta asombrosa la es-tética de lo feo que nos rodea.

Mi madre gastaba horas, cuando eramos pequeños, zurciéndonos unpantalón para que no se nos viera el roto; ahora, el roto está de moda(si Beckham lleva unos vaqueros rajados, no hay duda). Pero es que,hace unos años –tampoco tantos–, se sabía lo que estaba bien y lo que es-taba mal. No se trata de tener nostalgia del pasado, pero –como decía Os-car Wilde– «aquellos para quienes el presente lo constituyen las cosas pre-sentes no conocen nada del tiempo en que viven». La homosexualidad esotro ejemplo del triste divorcio entre hechos y valores; algunas campa-ñas quieren convencernos de que la homosexualidad es buena (Lewis di-ría que, cuando no se puede convencer, siempre se puede coaccionar). Lasubjetividad ha creado incluso un día del orgullo gay. Nadie ha sentidola necesidad de crear un día del orgullo heterosexual, porque lo que es-tá bien está bien, y es fácilmente reconocible, sin que ninguna campañapublicitaria tenga que divulgarlo.

En fin, ¡ojalá que el hecho y el valor se reconcilien, porque de este di-vorcio hay demasiados hijos pagando las consecuencias!

Dora Rivas

Santiago Arellano, Director del InstitutoNacional de Evaluacióny Calidad del SistemaEducativo

Josefina Molina, realizadora de televisión

Ana García Siñeriz, presentadora de televisión

Sexo

Así, en soledad, como una bandera en la luna, como una gaviota picando la are-na de la playa cuando todos se han ido. Sexo. Me lo dices o me lo cuentas es un

programa que se pasa por Telemadrid y ETB, que presenta la sexóloga Lorena Ber-dún, y que tiene como cometido enseñar al espectador toda la cacharrería, imagi-nería, excesos, nomenclatura, funciones, disfunciones y excentricidades del im-pulso sexual. El tono del programa es tan afable como una charla de amigos decolegio sobre una excursión a la laguna de Peñalara. La presentadora es tan natu-ral que saca partido de sus errores a trompicón de risas, y eso le hace extrañamen-te ingenua.

La pega del programa atañe al planteamiento global del mismo. Me explico: siuno quiere redactar un manual sobre el mundo del ajedrez (las jugadas más im-portantes, las lecciones preliminares, etc.), no puede dedicar todo el libro a mono-grafiar la figura del peón. El lector se quedará insatisfecho y podrá reclamar a la edi-torial que el autor no le ha llegado a contar ni la mitad de la mitad de lo que es el aje-drez. Sólo sabrá que existen peones de marfil, que los hay de coleccionista, que mu-chos escritores guardan en sus casas peones trabajados en lejanas tierras..., pero saldrádel libro sin saber hacer siquiera la apertura tradicional de peón cuatro rey. Lore-na habla del sexo como Platón habla del amor en El Banquete. Dice Octavio Paz que,para Platón, el amor no es propiamente una relación, sino una aventura solitaria. «Alleer ciertas frases –dice– es imposible no pensar, a pesar de la sublimidad de los con-ceptos, en un Don Juan filosófico». Y es que el sexo de Lorena, aunque lo puedandisfrutar al tiempo tropecientos mil, es un ente autónomo que se exprime y delque, incluso compartido, queda sólo un poso de soledades. Y eso es porque esta pre-sentadora considera el sexo un complemento de la planta de juguetería de una gransuperficie, que debería estar al lado de un barquito de piratas: Lo importante esque lo pases bien. Y el sexo, no podemos olvidarlo, es un instinto fortísimo que ne-cesita encontrar un cauce que lo atempere y, al tiempo, lo dignifique. Qué razón te-nía Woody Allen en una de sus películas cuando escucha, de labios de una amiga,que su novio había defecado encima de ella sólo por el hecho de sentir placer, a loque el director de Manhattan contesta: «Dios mío, qué extraño es el mundo delsexo». Extraño, porque puede dar lugar a toda clase de apetitos que incluso lle-guen a lesionar a otra persona.

El verdadero amor, si confluimos en una definición exigente del ser humano, con-siste en la transformación del apetito de posesión en entrega. Sólo así el sexo revelaa la persona, y eso exige la incondicionalidad de la fidelidad, la exclusividad e in-timidad de un vínculo que no se marchite. Así el sexo se deshiela, sonríe, no seesclerotiza. Después de ver el programa de Lorena dan ganas de abrir todas lasventanas para que se oxigene la atmósfera enrarecida del salón.

Javier Alonso Sandoica

Las consecuencias culturales de la modernidadhan sido el absurdo de la vida, el vacío existen-cial, el tedio, la tristeza y la desesperación. Noenseñar a los seres humanos lo que la Huma-nidad sabe de religión es ponerse a viajar sinque sepas si vas o vienes, sin guía que te indiquedónde te encuentras o dónde quieres ir. Nuestracivilización –que sabe que una cultura sin Diosconduce a la humillación, el desprecio y lamuerte– se empecina en los mismos tropiezos.

Es urgentísimo regenerar la televisión, porque aten-ta contra la salud mental de los españoles: la cruel-dad, la chabacanería, la falta de respeto, los aten-tados contra el idioma. Necesitamos una televi-sión que respete los valores de la Constitución, y noestos programas que atentan contra la dignidad ymanipulan la verdad. Esta televisión es tóxica pa-ra niños, adolescentes y adultos, y creo que la so-ciedad lo pagará caro.

Cuando sabes que esperas tu primer hijo, sientesuna enorme alegría secreta. Me miraba en el es-pejo y me veía igual, pero sabía que todo iba acambiar. No soy capaz de definir lo que significala maternidad; sólo sé que es cierto lo que diceuna copla: «Te quiero más que a mi vida», peroaplicado a mis hijos.

DESDE LA FE 29-I-2004 ΩΩ31 AA

No es verdad

La sucesión de acontecimientos que,mientras escribo estas líneas, está teniendolugar en Cataluña, no hace más queconfirmar, lamentablemente, algo que nopor previsible es menos triste. El viejo ysapientísimo aforismo de que nadie da loque no tiene era fácil de aplicar; y loshechos, que han ido mucho más allá de loque el sentido común más elemental podíaprever, no hacen más que ratificarlo.Mientras escribo, todavía no ha dimitido elseñor Carod-Rovira, aunque todo pareceindicar que no tardará en hacerlo; pero lacuestión es que, con la dimisión desemejante irresponsable, no basta. Elproblema va mucho más allá. Era de esperar,y se agradece, que el señor RodríguezZapatero, Secretario General del PartidoSocialista, haya visto con claridad –con todala claridad que unas vísperas electoralesaconsejan– qué es lo que tenía que hacer ydecir; pero el problema, insisto, va muchomás allá: porque está muy bien exigir ladimisión del señor Carod-Rovira, pero no seentiende por qué no tiene que dimitir elseñor Maragall; si lo sabía, porque lo sabía,y si no lo sabía, porque no lo sabía. Aquíresulta que unos ciudadanos saben dóndeestán unos asesinos con los que van a hablary, en lugar de ir a denunciarlo a la policía oal juzgado de guardia, lo que hacen es ir anegociar con ellos. ¿Pero es que estamostodos locos? ¿O es que el mundo se havuelto del revés? A estas alturas, que yosepa, ningún fiscal ha llamado a capítulo aestos señores, cuando los interlocutoresasesinos ya podían estar en la cárcel, que essu sitio. Y aún hay más, porque resulta queel señor Rodríguez Zapatero dijo, no hacemucho –las hemerotecas son muy útiles–,que Madrid y Barcelona iban a ser el test dela buena gobernación socialista en España;lo de Madrid, ya vimos cómo acabó, y lo deBarcelona ya lo estamos viendo.

Mientras escribo, todo lo que le heescuchado decir al señor Carod-Rovira, antelos solícitos micrófonos de la Ser, ha sido:

«¿Cómo voy a dimitir por defender unasituación de paz?» ¡¿Una situación de paz?!¿De qué paz? ¿Para quién? ¿Para él, para suhermano y para los etarras? ¿Qué idea de paztiene este sujeto? ¿Y cómo es posible queunos ciudadanos con sentido común le voten?No es fácil encontrar la palabra adecuada,porque ni irresponsabilidad ni ineptitud, nimalevolencia, ni ninguna otra parecidasirven. Se quedan cortas. Y, a todo esto, lacúpula del poder judicial enzarzada entrifulcas verbeneras, con lo que, a ríorevuelto, ganancia de pescadores; es decir,los delincuentes de toda calaña, frotándoselas manos de gusto, porque aquí, no pasanada. ¿Dónde queda la dignidad y la decenciapersonal e institucional en toda esta especiede concurso de botarates? Generalizarsiempre es injusto, pero el hecho es que lascabezas más lúcidas empiezan a preguntarsesi no será verdad que cada pueblo tiene lo quese merece. Nos reímos porque los jóvenesingleses, según la encuesta de moda de últimahora, han elegido como personaje másadmirable a Beckham, seguido de Brad Pitt,con Tony Blair en el puesto nº 60 yJesucristo en el 123, junto a Bush. Sería derisa si no fuera de pena, claro; pero resultaque, en una reciente gala de televisión, para laconcesión de unos premios, los premiadosson Crónicas marcianas y bazofiasparecidas; ¿y luego nos extrañamos de quepasen las cosas que están pasando? El hechode que sea noticia en nuestros periódicos queel Presidente de los religiosos españolesconsidere discutible el celibato sacerdotal,indica que se trata de una anormalidad,porque, si eso fuera lo normal, no seríanoticia. Lo normal es que un religioso, y unPresidente de los religiosos, más, piense queel celibato sigue siendo un don precioso de laIglesia, como acaba de decir, otra vez más, elPapa. Lo estridente, lo noticiable, lollamativo, lo raro, lo de aurora boreal, es lootro. Como en el caso de Carod...

Gonzalo de Berceo

Punto de vista

Hermanitas de Jesús,50 años tejiendofraternidad en España

Madrid, Málaga, Valverde del Fresno(Extremadura)... han sido escenarios de

celebraciones en los últimos meses del añopasado, con motivo de los 50 años de lapresencia de las Hermanitas de Jesús en España,una de las ramas de la familia espiritual quefundó, en 1939, la Hermanita Magdeleine,siguiendo las huellas de la espiritualidad deCarlos de Foucauld.

Han sido celebraciones sencillas y discretas,llenas de alegría y agradecimiento, que hanreunido a personas muy cercanas a laFraternidad por motivos de amistad, vecindad,trabajo, y también por compartir la mismaespiritualidad del hermano Carlos.

La llegada de las Hermanitas de Jesús a laEspaña de los años cincuenta, instaladas en losbarrios más pobres y marginales de Madrid,Málaga, Sestao (Vizcaya), Guadalupe (Cáceres),Barcelona..., y viviendo de los trabajos máshumildes, fue el descubrimiento de unaespiritualidad nueva para muchos cristianos ycristianas de ámbitos tan diversos como elmundo obrero, intelectuales, o seminaristas ysacerdotes.

Contemplación, silencio, desierto,universalidad, sencillez, pobreza, gratuidad,acogida..., no fueron entonces, ni son hoy,palabras vacías, sino algunos de los rasgos de laespiritualidad del Hermano Carlos, que seperciben en los diferentes grupos que forman suamplia familia espiritual, tanto de religiosos yreligiosas, como de seglares y sacerdotes.

En concreto, las Hermanitas de Jesús vivensu vocación contemplativa no en el claustro deun monasterio, sino compartiendo lascondiciones de vida y de trabajo, los ambientesy las amistades y hasta el tipo de vida de lospobres. Ser pobres con los pobres y vivir comolos pobres, con una amistad gratuita hacia lospobres, son señas de su identidad.

Fieles a su vocación, las Hermanitas de Jesúshan vivido las celebraciones de los 50 años depresencia de la Fraternidad en España en unclima de sencillez y discreción.

Hoy somos muchas las personas quesentimos la espiritualidad del Hermano Carlosde Foucauld, y que con alegría decimos a lasHermanitas de Jesús: ¡Felicidades! Y, gracias,por vuestro testimonio.

Félix García Olano

Mingote, en ABC

l arte: Cuando los pensadores de la postmodernidad confiesan «lamuerte o el crepúsculo del arte», porque la estética se aplica a unproceso efímero y ya no se apoya en el ser sino en los cambios ace-lerados y en el vacío, la Iglesia en Castilla y León tiene que «levan-tar algo para mostrarlo», y en esta mostración artística hay todo unmundo de creencias, de arte y de sentido.

La cultura: En el momento histórico en que se extiende por Oc-cidente la cultura del bienestar, confundida con el goce inmediato delconsumo y la sucesiva y seductora constelación de elementos frí-volos, la exposición es un signo claro de que la Iglesia quiere resta-blecer o, en su caso, intensificar el diálogo fe-cultura, porque elEvangelio tiene mucho que aportar.

El hombre: En el tiempo en que la conciencia de la dignidad per-sonal va perdiendo claridad en el hombre moderno, porque se pasaprogresivamente, en un reduccionismo antropológico, a consideraral hombre como una cosa más que termina en un complejo robot, Las

Edades del Hombre, recordando el origen de la persona humana y mi-rando a Cristo resucitado, le devuleven al hombre su estima y una fir-me esperanza.

La sociedad: Consecuentemente, cuando la sociedad pierdeideales para vivir y superarse, porque está continuamente asediadapor el reclamo del consumo y de una vida materialista, la exposiciónnos recuerda el perfil del pueblo castellano-leonés en el pasado, detan hondas raíces cristianas, porque el arte no es un monólogo del ar-tista en su aislamiento, sino el cauce interpretativo de los valores yde las creencias colectivas, el núcleo simbólico del alma de un pue-blo.

La Historia: Dicen los pensadores actuales que se está per-diendo la memoria del pasado y por eso llega la crisis. Se habla de laexperiencia de fin de la historia. La exposición nos trae, no sólo lamemoria de nuestra identidad colectiva, sino también de la Historiacomo historia de salvación, como realidad presente y esperanza deun futuro asegurado en la promesa.

Las imágenes: Imagen es comunicación. Ante el consumo develoces imágenes que el hombre ingiere con lo que ahora se llama unapercepción distraída, que debilita por sobredosis su capacidad re-flexiva, el icono es una imagen estable que invita a la contemplaciónserena y a asomarse al interior de uno mismo, al fondo de la propiaconciencia; constituye, en expresión de San Gregorio Magno, la Bi-blia de los pobres, el medio de comunicación en la fe con el mundode la trascendencia.

Lo minúsculo: Ante la fiebre del tener en una sociedad montadaen cadena cerrada (producir para consumir y consumir para produ-cir), para un progreso sinsentido, recordar, en una sala sencilla de laexposición con Santa Teresa de Jesús: «Quien a Dios tiene, nada lefalta: sólo Dios basta», mostrándole la sobriedad de lo imprescindible,es ayudar al hombre a curarse de esa fiebre sin que deponga su am-bición de Infinito.

La verdad: La verdad parece haberse roto como un jarrón. Es-tá en todas partes y en ninguna. Su fragmentación aparente contagiaescepticismo y decepción por doquier. El hombre, además, miente.¿Quién recompondrá el jarrón? ¿Quién encontrará la verdad com-pleta? ¿Quién se atreverá a decirla con todas sus consecuencias? Laexposición nos habla de Cristo, que es la Verdad, en todas las sa-las. Ya no estamos en la noche, porque ha venido la luz a este mun-do. En el Juicio final llega la apoteosis definitiva de esa Verdad quepermanecerá eternamente.

María y la mujer: «¡Mujer!», la llamó Jesús en dos momentosde su vida: antes de llegar su hora, en Caná, y en el momento enque esa hora llegaba en el Calvario. María recorre la exposición,pero se encuentra sobre todo en el capítulo del dolor y la sonrisa.Cristo es el varón de dolores y ella, la Madre que sonríe garanti-zando la misericordia y la salvación. A la mujer se le confía espe-cialmente al hombre, la vida y la paz del mundo, escribe, con el Va-ticano II, el Papa en su carta apostólica Mulieris dignitatem.

Cristo: Cristo es el protagonista. Imagen cumplida de Dios, enel cual el hombre encuentra su propia imagen y en comunión con Él,la capacidad de convertirse en hombre nuevo. Cristo, poema del Padre,figura y esplendor de substancia, pero hermano nuestro. Toda la ex-posición es una Cristofanía plástica y, por eso, una invitación a la be-lleza, la esperanza y la vida. La vida cristiana es un festín, ya en lahistoria, pero en la espera estimulante del banquete prometido en el Rei-no de los Cielos.

+ José Delicado Baeza

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Alfa y Omega agradece la especial colaboración de:

Diálogo: diez palabras-guíaEl arzobispo de Valladolid, monseñor Delicado Baeza, apuntó diez palabras-guía para aunar cultura y fe, con motivo dela inauguración de Las Edades del Hombre en Valladolid, en 1988. El último número de Altar Mayor recoge este texto:

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