n kohan - a proposito de mario roberto santucho y la tradición guevarista

Upload: federico-flaco

Post on 12-Oct-2015

10 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 1

    Che Guevara el sujeto y el poder

    Nstor Kohan

    INDICE

    Primera parte

    Por qu el Che?

    El Che Guevara y la filosofa de la praxis

    Por la revolucin mundial (Un comentario al Mensaje a los pueblos del mundo a

    travs de la Tricontinental)

    Otro mundo es posible...con la revolucin socialista (El internacionalismo del

    Che)

    Marx y la discusin sobre la enajenacin en la bsqueda filosfica del Che

    El humanismo guevarista y el posmodernismo (El sujeto y el poder)

    Estmulos morales y materiales en el marxismo de Guevara

    Sobre los estudios de filosofa (acerca de la carta del Che a Armando Hart Dvalos

    de 1965)

    Sobre la crtica de la economa poltica (acerca de las Notas del Che sobre el

    Manual de Economa Poltica de la Academia de Ciencias de la URSS, Praga,

    1966)

    Ni bronce ni mrmol

    Segunda parte

    La palabra y la accin (Entrevista a Paco Ignacio Taibo II, bigrafo del Che)

    Foquismo? (A propsito de Mario Roberto Santucho y la tradicin guevarista)

    Pensamiento Crtico (La revolucin en la cultura y la cultura de la revolucin

    cubana)

    El hombre sin el mito (A propsito de Ernesto Guevara, tambin conocido como

    el Che de Paco Ignacio Taibo II)

    Palabras ardientes (A propsito de la compilacin La Revolucin, escritos

    esenciales de Ernesto Che Guevara)

    Tiempo de revolucin (A propsito de Pombo, un hombre de la guerrilla del Che

    de Harry Villegas Tamayo)

    Pensar la revolucin (Entrevista a Fernando Martnez Heredia)

    Confesiones de invierno (A propsito de Alabados sean nuestros seores. Una

    educacin poltica de Rgis Debray)

    Las enseanzas del Che (Entrevista a Harry Villegas Tamayo Pombo)

    Che Guevara. El sujeto y el poder 2

    Para Gabriela, por el amor y la paciencia

    Nota introductoria

    Che Guevara, el sujeto y el poder agrupa un conjunto de ensayos, clases, artculos,

    entrevistas y reseas bibliogrficas que giran invariablemente en torno al pensamiento, la vida, la obra y la prctica poltica del gran revolucionario argentino, cubano, latinoamericano y mundial. Algunos textos aparecieron publicados en forma aislada en peridicos argentinos, en revistas mexicanas o cubanas. Las clases aqu incluidas (aunque fueron posteriormente corregidas y reelaboradas) formaron inicialmente parte de la Ctedra Libre Ernesto Che Guevara que coordino (junto con Claudia Korol) en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo. Mi agradecimiento para Pablo Kilberg y Delia Matute por haberlas desgrabado. Mi reconocimiento para Luciano lzaga por haberlas trabajado en el sitio de internet Rebelin. Algunas entrevistas y ensayos son completamente inditos. Uno de los artculos fue publicado -sin firma- en el peridico Madres de Plaza de Mayo. Al comienzo de cada texto se indica el origen del mismo. Para los antecedentes latinoamericanos del pensamiento del Che y la influencia de la revolucin cubana en la cultura poltica argentina remitimos a nuestro De Ingenieros al Che. Ensayos sobre el marxismo argentino y latinoamericano (Buenos Aires, Biblos, 2000. Prlogo de Michael Lwy. Reeditado en Cuba: La Habana, Centro de Investigacin Juan Marinello, 2003. Prlogo Armando Hart Dvalos).

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 108

    Foquismo?

    (A propsito de Mario Roberto Santucho y la tradicin guevarista49)

    La clase de hoy, que es tambin un modo de expresar nuestro homenaje cuando se cumplen 26 aos de su asesinato50, contribuyendo a los muchos homenajes y recordatorios que se realizarn, se propone tratar de analizar los ncleos centrales del pensamiento terico y poltico de Mario Roberto Santucho (1936-1976) y su relacin con el Che Guevara.

    Para no quedarnos en un mito. Porque as como la derecha intenta convertir a nuestros mejores compaeros en mitos como pretendieron hacer con el Che- tambin con Santucho sucede algo anlogo. Aunque seguramente no al mismo modo del Che porque nadie usara remeras con la cara de Robi [sobrenombre de Santucho]...ya que Santucho sigue siendo un personaje endemoniado para la sociedad oficial argentina. Pero a su modo, la derecha ha construido el mito de Santucho..., el tira-tiros..., el tira-bombas..., y entonces a veces los sectores populares, para contrarrestar y responder a esa visin macartista y oficial, terminan aceptando y reivindicando esa misma imagen de Santucho, aunque invertida, sin atender al conjunto de su obra, su pensamiento poltico y de su personalidad.

    Para la cultura oficial argentina, el slo hecho de mencionar o escribir el nombre de Santucho constituy durante dcadas un pecado imperdonable. Santucho fue en los labios del poder el sinnimo de todo aquello que, en tiempos del general Videla, se pretendi aniquilar y, durante las dos dcadas siguientes, extirpar de la memoria popular.

    En los relatos ensaysticos y periodsticos posteriores a la dictadura militar, su corriente poltica fue estigmatizada y satanizada hasta el hasto. Aunque esa demonizacin de la izquierda revolucionaria apuntaba contra el conjunto de la generacin de los 60 y 70, los idelogos del poder se ensaaron con la figura de Santucho. Se lo convirti en un fantasma monstruoso y maldito.

    Sometiendo a discusin esos relatos apologticos y oficiales, no podemos analizar su pensamiento sin antes dejar bien en claro que esa generacin, la generacin de Robi Santucho y sus compaeros y compaeras, no se lanz a la insurgencia y a la lucha armada ni arriesg su vida porque le surgi repentinamente un delirio mesinico -como nos dice hoy toda la derecha-, ni tampoco porque era foquista como nos sugiere alguna parte de la izquierda-, sino porque haba realizado un meditado anlisis previo de la historia social del continente y de sus condiciones polticas. La lucha poltico-militar de la corriente de Santucho no fue ni irracional ni demencial ni responda a un deseo de adrenalina. No eran jvenes dementes y aventureros ansiosos por vivir peripecias extraas o extravagantes. Exista en

    49 El siguiente texto fue elaborado a partir de una clase pblica de homenaje a Mario Roberto Santucho realizada el 19 de julio de 2002 en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, a 26 aos de su asesinato. 50 El lunes 19 de julio de 1976, en tiempos del general Videla, una patrulla del Ejrcito argentino al mando del capitn Juan Carlos Leonetti irrumpi en el departamento del barrio de Villa Martelli [Capital Federal] donde estaba escondida parte de la direccin de la insurgencia argentina: Mario Roberto Santucho, Liliana Delfino (compaera de Santucho), Ana Mara Lanzillotto (compaera de Domingo Menna, embarazada de ocho meses), Benito Urteaga y su hijo Jos, de dos aos. Santucho intent defenderse con un arma que, cuando haba estado en Chile, le haba regalado Salvador Allende. Los dos dirigentes guevaristas -Santucho y Urteaga- fueron asesinados inmediatamente (hasta el momento no se conoce qu sucedi con los cadveres, aunque se presume que fueron enterrados clandestinamente en el cuartel militar de Campo de Mayo [provincia de Buenos Aires]). Las dos mujeres fueron secuestradas, trasladadas al campo de concentracin del Ejrcito en Campo de mayo, torturadas y asesinadas. Esa misma noche Santucho iba a viajar hacia La Habana. El hijo de Urteaga fue entregado a la familia paterna. Jams se supo el destino del beb que esperaba Ana Lanzillotto.

    Che Guevara. El sujeto y el poder 109

    ellos y ellas un tipo de anlisis especficamente poltico, sustentado en una elaborada reflexin sociolgica e historiogrfica sobre las contradicciones del capitalismo argentino y la impotencia histrica de sus clases sociales dirigentes y dominantes para emancipar el pas. A contramano de lo que sugieren los relatos del poder y los politiclogos adscriptos a la teora socialdemcrata de la transicin a la democracia (que satanizaron a la insurgencia guevarista responsabilizndola, incluso, por el golpe de 1976), en la tradicin marxista la lucha poltico-militar en la que Santucho entreg su vida ha sido siempre prolongacin de un pensamiento poltico y de una lucha poltica, y no al revs. Robi lo tena muy presente.

    Luego de aos y aos de propaganda burguesa que intent demonizar a estos revolucionarios, remarcar ese tipo de pensamiento especficamente poltico resulta hoy impostergable.

    Esta es la razn por la que, en las lneas que siguen, nos interesa analizar las categoras polticas que estructuraron la visin social del mundo de Robi y cmo stas fueron transformndose a lo largo del tiempo... porque nadie nace marxista, ni socialista, ni comunista, ni revolucionario, sino que se va construyendo como tal. Por eso nos interesa discutir la conformacin del pensamiento real de Santucho. Antes de abordar directamente nuestro tema conviene realizar una mnima aclaracin. La relacin de Santucho con el guevarismo en general, y con Ernesto Guevara en particular, no es una relacin directa, en el sentido que Santucho nunca conoci personalmente al Che. Nosotros ponemos el nfasis en una relacin poltica y en la continuidad de una lnea ideolgica, no en la cuestin biogrfica de si convers o tom caf con el Che. Porque en el mismo sentido, a Marx, Lenin no lo vio nunca, Gramsci tampoco. Jams se sentaron a tomar cerveza con Marx, ni con Engels. Fidel Castro nunca comparti una velada con Jos Mart. Sin embargo, pocos pondran en discusin que entre ellos existe una estrecha ligazn. En el caso de la relacin de Santucho con el Che sucede lo mismo, a nivel biogrfico quizs nunca se cruzaron pero hay una trayectoria poltico-ideolgica marcadamente comn...

    Una de las hiptesis de trabajo que se podran plantear es que Santucho forma parte del marxismo latinoamericano. Es parte de su historia, de una historia que no nace en los aos 60 sino que es muy anterior. Eso se nota en la primera formacin ideolgica de Robi.

    Entre los muchos hermanos de la familia Santucho, uno de ellos, Amlcar, era del Partido Comunista (PCA) argentino. Otro de ellos, que tuvo mucha ms influencia sobre Roberto, Francisco Ren, era indigenista, aprista, seguidor del APRA [Alianza Popular Revolucionaria Americana, organizacin poltica peruana surgida en la dcada de 1920 que sigue existiendo en la actualidad].

    Francisco Ren diriga una librera en la provincia de Santiago del Estero y publicaba una revista llamada Dimensin. Este hermano de Robi estaba muy influido por la ideologa de Vctor Ral Haya de La Torre, en sus comienzos.

    Segn los parmetros de esta cosmovisin inicial compartida por Mario Roberto y Francisco Ren, que luego entra en crisis a partir del cruce con la organizacin Palabra Obrera, nuestro continente era denominado Indoamrica y no Latinoamrica. En una aclaracin al pie que figura en un texto de 1959, titulado Integracin de Amrica Latina, Francisco Ren sealaba que: Preferimos indoamericano a latinoamericano o hispanoamericano, por las mismas razones aducidas por los apristas peruanos

    generalizadores del trmino. Creemos como ellos que as se define mejor una peculiaridad

    que hoy se da en el hemisferio51. De este modo, el primer gua intelectual de Mario Roberto Santucho sigue casi al pie

    de la letra a los discpulos de Haya de La Torre. Su razonamiento es el siguiente: el 51 Cfr. Francisco Ren Santucho: Integracin de Amrica Latina. Santiago del Estero, Cuadernos Dimensin, 1959.

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 110

    componente fundamental de este continente es indgena, por lo tanto vamos a referirnos siempre a Indoamrica. De ah que la primera organizacin poltica en la que participan estos hermanos (Francisco Ren y Mario Roberto) se llama Frente Revolucionario Indoamericanista Popular (FRIP). Francisco Ren es el hermano que ms influencia tiene sobre Roberto.

    Esta tradicin de pensamiento indoamericanista tambin est presente en otros revolucionarios latinoamericanos de aquella poca. El indoamericanismo se plante principalmente a nivel historiogrfico, es decir, a la hora de explicarse la propia historia de nuestra Amrica, como la llamaba Jos Mart.

    Tratando de ver qu herramientas utilizaban a nivel historiogrfico para explicarse la historia de Indoamrica, uno encuentra que, adems de los textos de Haya de La Torre, tambin utilizaban los libros de Juan Jos Hernndez Arregui, un escritor del interior de nuestro pas, un hombre muy erudito.

    Hernndez Arregui tena una hiptesis muy fuerte: era muy crtico de la ciudad de Buenos Aires. Sostena que Buenos Aires, la capital de la Argentina, era una ciudad-puerto de espaldas al pas y de cara a Europa, en cambio el interior era explotado, el interior... era Indoamrica. Buenos Aires pertenece a Europa. Aunque, a diferencia de Haya de la Torre, Hernndez Arregui era muy hispanista, l defenda mucho la herencia espaola en nuestra historia (esa era una diferencia importante con los indoamericanistas...) por oposicin a la historiografa liberal que era ms anglfila.

    En los orgenes del FRIP encontramos esta idea de que Buenos Aires est de espaldas al pas. No se dice que es una ciudad burguesa pero se tiende a pensar de este modo..., y tambin nos encontramos con la idea que la vanguardia revolucionaria de la clase trabajadora se encuentra en el noroeste Argentino.

    En esos primeros documentos del FRIP de inicios de los 60 y en esa primera formacin ideolgica tambin se utilizaban categoras de Silvio Frondizi, un socilogo e historiador que al igual que el anterior era crtico del tipo de desarrollo del capitalismo argentino. Pero a diferencia de Hernndez Arregui, Silvio Frondizi no era peronista ni nacionalista. Cuestionaba muy duramente la supuesta progresividad de la burguesa nacional y en consecuencia del peronismo.

    Silvio Frondizi52 no slo aportaba sus anlisis sociolgicos a los ojos de estos jvenes con inquietudes revolucionarias y contestatarias. Tambin les proporcionaba una pista importante para descifrar la revolucin cubana, a la cual Frondizi adhera en forma entusiasta ya que la haba conocido de primera mano.

    Las tratativas para que Silvio Frondizi pudiera viajar a Cuba estuvieron a cargo de Ricardo Napur (militante de origen peruano, radicado en Argentina, del grupo Movimiento de Izquierda Revolucionaria-MIR Praxis, liderado por Silvio Frondizi). En Buenos Aires, Napur vena formando parte del Comit de apoyo al Movimiento 26 de julio que se gest en 1956. Cuando triunfa la revolucin, viaja inmediatamente a La Habana (8 de enero de 1959) junto a la madre del Che y a numerosos residentes cubanos en la Argentina. Segn el testimonio posterior de Napur, en esos meses Guevara plantea que se necesitan intelectuales para discutir con el movimiento estudiantil cubano. Napur sugiere el nombre de Silvio Frondizi. ste viaja a La Habana invitado por el Che y tiene con l varias entrevistas, tras las cuales Guevara le sugiere que permanezca en Cuba trabajando en la esfera de la cultura y la

    52 Conviene no confundir a Silvio Frondizi, marxista revolucionario, con su hermano Arturo Frondizi, presidente argentino (1958-1962) y hombre de derecha, proimperialista, defensor de los capitales norteamericanos en la Argentina, que culmin su carrera poltica defendiendo a los sectores ms reaccionarios de las Fuerzas Armadas. Tampoco con su otro hermano, Risieri Frondizi, rector de la Universidad de Buenos Aires y clebre filsofo que no tuvo una gran participacin poltica como sus otros dos hermanos.

    Che Guevara. El sujeto y el poder 111

    ideologa. Silvio Frondizi decide volver para Argentina pero ofrece su colaboracin proponiendo una editorial vinculada a la revolucin cubana con sede en Montevideo. A su regreso, redacta y publica en Uruguay La revolucin cubana. Su significacin histrica (diciembre de 1960). En este texto, Silvio Frondizi propone una interpretacin del proceso revolucionario cubano sumamente diferente al que luego consagrarn los partidos comunistas latinoamericanos vinculados a la Unin Sovitica.

    Su libro se abre planteando que La revolucin cubana ha destruido definitivamente el esquema reformista y, ms concretamente, el esquema reaccionario del determinismo, casi

    fatalismo geopoltico [...] y se cierra sosteniendo la misma idea: La revolucin cubana tiene como significacin histrica fundamental, la de haber roto definitivamente con el

    esquema reformista, y en particular con el estpido determinismo, casi fatalismo

    geopoltico. Al mismo tiempo, en este primer balance de la revolucin, Frondizi formula uno de los primeros diagnsticos (antes que Fidel declarara pblicamente el carcter socialista de la revolucin) del proceso cubano en trminos de revolucin ininterrumpida y permanente: Empez, como ya lo dijimos, con caracteres pequeo-burgueses de frente nacional, sin discriminaciones de ninguna clase; su meta fue al comienzo el derrocamiento

    de la dictadura de Batista. Bien pronto se transform en una lucha antimperialista, con un

    frente ms restringido, para concluir en una accin en profundidad en contra de

    determinados sectores de la burguesa nacional; es decir empieza a colocarse en los

    umbrales del socialismo53. En ese mismo libro, Frondizi vaticina que, en el orden interno, se plantea una disyuntiva: o la revolucin cubana se industrializa o se detiene (abrindose, entonces, el peligro para su burocratizacin). De igual manera, propone que el mejor modo de frenar la ofensiva imperialista consiste en internacionalizar la revolucin cubana. Todo este tipo de observaciones y sugerencias giran en torno a la polmica del autor frente a las posiciones de los partidos comunistas tradicionales a los que califica de reformistas y etapistas y, por eso mismo, opositores a la internacionalizacin de la revolucin cubana. El balance de Frondizi no era ingenuo ni improvisado. Se asentaba en un extenso estudio previo sobre las condiciones del capitalismo latinoamericano en tiempos de integracin mundial imperialista bajo la hegemona del imperialismo norteamericano. Esa investigacin previa la haba publicado pocos aos antes en La realidad argentina. Ensayo de interpretacin sociolgica (en dos tomos, Tomo I: 1955 y Tomo II: 1956) donde formulaba la hiptesis del agotamiento histrico del intento de las burguesas nacionales latinoamericanas de desarrollar un capitalismo autnomo. Como ejemplo puntual, en este texto Frondizi analiza el fenmeno peronista, ensayo frustrado de realizar bajo una forma poltica bonapartista- la revolucin democrtico-burguesa en Argentina. De all, Silvio Frondizi infera que el carcter de la revolucin argentina y latinoamericana no poda ser otro que el de una revolucin antimperialista y socialista (como fases de un mismo proceso ininterrumpido). Es por ello que cuando viaja a Cuba se encuentra con la confirmacin del diagnstico que l mismo haba vaticinado y propuesto pocos aos antes. Probablemente, esa sea una de las razones principales por las que Frondizi defiende con tanto ahnco la revolucin cubana en su libro de 1960.

    Habra que esforzarse demasiado para no detectar y no reconocer la presencia de todo este cmulo de lecturas en el pensamiento poltico maduro de Robi Santucho y el modo como l y sus compaeros visualizaban la estrategia continental de la revolucin cubana de la que se sentan vitalmente parte.

    53 Cfr.Silvio Frondizi: La revolucin cubana. Su significacin histrica. Montevideo, Editorial Ciencias Polticas, 1960. Los prrafos citados en pp.16 y 149. El testimonio de Ricardo Napur sobre el viaje de Frondizi a La Habana, en entrevista a Napur realizada y publicada por Herramienta N4, Buenos Aires, 1997.

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 112

    El FRIP se unifica alrededor del ao 1965 con un grupo poltico trotskista que se llama Palabra Obrera, encabezado por Hugo Miguel Bressano, seudnimo de Nahuel Moreno. Esta agrupacin perteneca a la Cuarta Internacional. Ah nace el PRT como organizacin, y a partir de ese momento en los escritos de Santucho y en su ideologa hay un cambio, se produce una transformacin. La Cuarta Internacional tena en aquella poca como principal dirigente y terico al belga Ernest Mandel, el clebre economista que haba participado en la polmica cubana de 1963-64. En aquellos momentos Moreno estaba unido con Mandel, despus rompen entre s en una dura polmica.

    Entonces, a la hora de explicarse cmo ha sido nuestro continente, cmo ha sido la Argentina, cmo ha funcionado el capitalismo en nuestra sociedad, tambin se produce un cambio en los escritos y en la ideologa de Santucho. Aparece la presencia de otro historiador, que era un militante orgnico de Palabra Obrera vinculado a Moreno: Milcades Pea.

    Cuando produjo su obra historiogrfica, Pea era muy joven (se suicid cuando tena tan slo 32 aos). La mayor parte de sus trabajos que en su conjunto conformaban una Historia del pueblo argentino fue publicada pstumamente. Su produccin resulta muy distinta de la historiografa tradicional. Tanto de la corriente liberal burguesa (Bartolom Mitre, Vicente Fidel Lpez) como tambin de la historiografa oficial del Partido Comunista (Leonardo Paso) o del peronismo de izquierda (Rodolfo Puiggrs). En los escritos tericos de Pea, la revolucin cubana jugaba el papel de una corroboracin emprica que le resultaba til para cuestionar aquel etapismo historiogrfico que se esforzaba por inventar en sus relatos del pasado una supuesta Amrica Latina colonial bajo dominio espaol y portugus- de tipo feudal para, de este modo, rechazar en el futuro la pertinencia de la revolucin socialista. En este sentido, Pea sealaba que: Baste decir que la conocida teora sobre el carcter feudal de la colonizacin sirvi durante largo tiempo a los moscovitas criollos

    como teln de fondo para afirmar que la Argentina muestra an hoy en su estructura

    rasgos inconfundiblemente feudales [Puiggrs, Colonia, 23] y para enrollar la madeja

    de una fantasmagrica revolucin antifeudal que abrira el camino a una supuesta

    etapa capitalista. Atados a sus dogmas y compromisos polticos y frenados por su propia

    incapacidad, los tericos comunistas posteriores a Puiggrs usan su definicin de la colonia

    como sociedad feudal slo para oponerse al socialismo en la Argentina de hoy, puesto que

    significara proponernos hoy tareas histricas inexistentes [Paso, Colonia, 9] [...]. Resulta ms que sugerente prestar atencin al cierre que Pea utiliza para toda esta impugnacin. All remata sosteniendo que: Y esto fue escrito cuatro aos despus de la revolucin cubana!54.

    Si bien se form polticamente al lado de Nahuel Moreno, Pea rompe con la organizacin morenista entre 1958 y 1959. En su posterior distanciamiento ideolgico con la tctica del entrismo en el peronismo propugnada por Moreno, la revolucin cubana jugar un lugar central. Puede corroborarse la profundidad de esa ruptura en sus 16 tesis sobre Cuba

    55. A los ojos de Pea, la revolucin cubana haba hecho pedazos el dogma

    stalinista de la revolucin por etapas junto con la doctrina de que ciertos pases especialmente los latinoamericanos- estaban inmaduros para el socialismo. Al mismo tiempo, Pea conclua que las enseanzas de la revolucin cubana exigan dar una batalla ideolgica por la conciencia socialista de los trabajadores argentinos, dada la impotencia 54 Cfr. Milcades Pea: Antes de mayo. Formas sociales del transplante espaol al nuevo mundo. Buenos Aires, Fichas, 1973.p.45. La primera versin de este texto data probablemente de la segunda mitad de la dcada del 50. Aunque nunca lleg a preparar sus textos de Historia del pueblo argentino para su edicin definitiva (pues se suicid en diciembre de 1965), Pea volvi sobre aquellos manuscritos durante los 60. La referencia a la revolucin cubana pertenece a este perodo. 55 Cfr.Jos Goln [seudnimo de Milcades Pea]: 16 tesis sobre Cuba. En Revista de Liberacin N3, 1964.

    Che Guevara. El sujeto y el poder 113

    poltica de la denominada burguesa nacional para emancipar a los pueblos latinoamericanos. De all Pea deduca la inviabilidad del entrismo (lnea poltica de Moreno) o del seguidismo (lnea poltica de Puiggrs) al peronismo. No se poda identificar de manera mecnica y ahistrica al castrismo y al guevarismo con... el peronismo.

    A partir de las tesis historiogrficas de Milcades Pea y apoyndose en los anlisis sociolgicos de Silvio Frondizi, Santucho comienza a plantear que la burguesa nacional argentina no puede encabezar los cambios necesarios para emancipar nuestro pas.

    Ese tipo de caracterizacin se basaba en la teora del desarrollo desigual de Lenin y en la teora del desarrollo desigual y combinado de Trotsky. Pero, cuando haca referencia a la seudoindustrializacin de nuestro pas, Santucho le agregaba un matiz especfico referido a la Argentina. De dnde adoptaba esa visin tan crtica de los industriales argentinos? Nuevamente, de las tesis sociolgicas de Silvio Frondizi y de las historiogrficas de Milcades Pea.

    Ya en tiempos del FRIP (antes del cruce con Moreno), combinando la teora del imperialismo de Lenin con la visin de Frondizi y Pea, las tesis polticas del grupo liderado por los hermanos Francisco Ren y Mario Roberto Santucho sostenan que La Repblica Argentina es un pas semicolonial seudoindustrializado. Esta era justamente la opinin de Frondizi y Pea.

    En el captulo Expansin industrial, imperialismo y burguesa nacional de su libro La realidad argentina, Silvio Frondizi afirmaba que: [...] lo que caracteriza al imperialismo actual es la exportacin de capitales para la industrializacin o mejor dicho

    seudoindustrializacin de los pases atrasados. Lo fundamentaba del siguiente modo: Mientras la industria ligera necesitaba mercados para la produccin de artculos de

    consumo, la industria pesada necesita tambin mercados, pero para su produccin de

    herramientas. Estos mercados reemplazan a los de artculos de consumo. A contramano del esquema etapista de la izquierda tradicional que cuestionaba al imperialismo y a los propietarios terratenientes locales para defender una supuesta progresividad de los propietarios industriales, de este anlisis Frondizi deduca la unidad, no identidad, entre imperialismo y burguesa nacional y entre burguesa nacional y terrateniente.

    Al publicar en 1956 La realidad argentina, Silvio Frondizi aclaraba: En la redaccin de este captulo [Expansin industrial, imperialismo y burguesa nacional] hemos recibido valiosa ayuda de Milcades Pea, que prepara un volumen sobre el problema.

    Fue precisamente Pea quien ms desarroll la teora de la seudoindustrializacin argentina. Si bien vena trabajando en esa hiptesis desde la dcada del 50, en un artculo de su revista Fichas de 1964 aclar que: Denominamos al fenmeno seudoindustrializacin, parodia o caricatura de industrializacin [...] Por sobre todo, se realiza sin modificar

    sustancialmente la estructura social del pas, y los desplazamientos a que da lugar dejan en

    pie las antiguas relaciones de propiedad y entre las clases. La seudoindustrializacin no

    subvierte la vieja estructura sino que se inserta en ella56. Entre las caractersticas de la

    seudoindustrializacin, Pea inclua: (a) No aumenta la composicin tcnica del capital social, slo la mano de obra, (b) No se desarrollan las industrias bsicas que producen medios de produccin, ni las fuentes de energa ni los transportes, (c) No aumenta la productividad del trabajo, (d) El incremento de la produccin de artculos de consumo sobrepasa el incremento de la produccin de medios de produccin y (e) La agricultura permanece estancada y no se tecnifica. De estas caractersticas, Pea infera que tanto los propietarios

    56 Cfr. Vctor Testa [seudnimo de Milcades Pea]: Industrializacin, seudoindustrializacin y desarrollo combinado. En Fichas de investigacin econmica y social, Ao I, N1, abril de 1964. p.33-44. Este artculo fue recopilado pstumamente en Milcades Pea: Industrializacin y clases sociales en la Argentina. Bs.As., Hyspamrica, 1986. p.65 y ss.

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 114

    burgueses terratenientes como los industriales argentinos, compartan con el capital financiero el mismo inters en la perpetuacin del atraso del pas. Estos sectores slo permitan el transplante o el injerto de islotes industriales en unas cuantas fbricas manteniendo y reproduciendo la estructura social de conjunto atrasada y subordinada al imperialismo.

    Robi Santucho supo deducir de este tipo de anlisis historiogrfico y sociolgico una consecuencia poltica inequvoca: era inviable luchar en Argentina por la liberacin nacional o por una revolucin democrtico-burguesa, agraria y antiimperialista apoyndose en un frente nacional liderado polticamente por la burguesa local y su brazo armado, las Fuerzas Armadas. En otros trminos: slo se poda llegar a alcanzar la liberacin nacional de la Argentina y su independencia frente al imperialismo si se luchaba al mismo tiempo por la revolucin socialista, cuestionando el orden burgus y sus aparatos de dominacin y coercin. Al igual que Maritegui, Mella y el Che Guevara, Santucho pensaba que antimperialismo y socialismo deban marchar unidos como dos facetas de una misma lucha, no como etapas separadas en el tiempo.

    Aunque para esa poca Silvio Frondizi se haba convertido en un intelectual independiente57 y Milcades Pea ya haba roto amarras con el grupo morenista, el acercamiento con Moreno le permiti a Santucho incursionar y estudiar atentamente toda esta literatura poltica de la nueva izquierda y empaparse de los debates polticos que la acompaaban.

    Qu diferencia haba entre los escritos de Roberto Santucho y los de Milcades Pea? Principalmente que este ltimo Pea mantena un planteo totalmente impregnado por el antiperonismo, ya que propona la tesis de que Pern era un agente ingls.

    El PRT adopta cierto tipo de explicaciones de Pea, pero no acepta completamente esa visin ya que en un folleto del PRT -El peronismo, ayer y hoy [Ediciones El Combatiente, agosto de 1971]- se plantea que se incorpora la tesis de Pea, pero sin caer... en el gorilismo de izquierda.

    En los escritos del PRT emerge tambin la presencia de otra historiografa. Y esto s llama poderosamente la atencin. Es la historiografa liberal de Bartolom Mitre. Por qu llama la atencin? Pues porque la ptica de Mitre constituye la versin oficial de la historia argentina, la que todava hoy se ensea en las escuelas. Pero qu adoptaban los militantes guevaristas de esta historiografa tradicional?

    Algo que, paradjicamente, resulta muy interesante: cmo estos historiadores burgueses reaccionarios (principalmente Mitre, aunque tambin deberamos agregar a Vicente Fidel Lpez, en el siglo XIX y Ricardo Levene en la primera mitad del siglo XX) describen la campaa del Ejrcito de San Martn, cmo describen... la guerra de guerrillas. Ese relato resulta hasta muy entusiasmante. Cuando ellos hablan del Ejrcito de los Andes, cuando San Martn enva a organizar una guerra de guerrillas en la retaguardia espaola en el Per, era muy atractivo para esta izquierda revolucionaria que se planteaba continuar la lucha inicial de San Martn y Bolvar..., y sobre todo el papel jugado en la lucha guerrillera contra los colonialistas espaoles por Martn Miguel de Gemes, Juana Azurduy, y otros revolucionarios nuestros de principios del siglo XIX. Seguramente estos historiadores

    57 El viejo Silvio Frondizi, cuyos escritos sociolgicos tanta influencia tuvieron en el pensamiento poltico de Santucho y sus compaeros, termina durante su vejez (primera mitad de los aos 70) militando codo a codo junto a los jvenes guevaristas. An en la poca ms sangrienta y represiva de la Argentina. Por eso no slo dirige Nuevo Hombre, el peridico del Frente Antimperialista por el Socialismo (FAS) vinculado al PRT, sino que tambin defiende como abogado a los presos polticos y a los guerrilleros. Todo eso le vale el odio sanguinario de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), organizacin terrorista paramilitar de extrema derecha que lo secuestra y lo asesina por la espalda en 1974 acusndolo de comunista y bolchevique, fundador del ERP e infiltrador de ideas comunistas en nuestra juventud.

    Che Guevara. El sujeto y el poder 115

    burgueses, de tradicin liberal, todava en el siglo XIX se podan dar el lujo de alabar aquellas campaas militares independientistas porque la tarea por delante que esta burguesa tena entonces segunda mitad del siglo XIX - era legitimar la construccin de un Estado-nacin y construir los relatos fundantes de un origen heroico. Luego, en el siglo XX, sobre todo en su segunda mitad, ante le emergencia de una izquierda revolucionaria que se planteaba en primera instancia la lucha por el poder, ya no podan darse ese lujo...

    Pero Santucho y los guevaristas argentinos supieron leer bien, leer entre lneas, en esa historiografa burguesa, en esa historiografa tradicional y reaccionaria y encontrar los relatos de aquel primer Ejrcito continental de San Martn y sus compaeros.

    Segn recuerda Pombo [Harry Villegas Tamayo, sobreviviente de la guerrilla del Che en Bolivia, hoy general de brigada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba], que luch junto al Che en Cuba, en el Congo y en Bolivia, Guevara tambin le daba para leer a sus compaeros, a sus combatientes internacionalistas de Bolivia, los relatos de las guerras independientistas sobre Juana Azurduy y sus guerrilleros. Tambin en esta opcin historiogrfica Santucho fue un guevarista consecuente. Otra fuente ideolgica de la que se nutri Santucho fue Lenin. Como era obvio, ya habiendo cortado amarras definitivamente con Haya de La Torre, Santucho empieza a ensayar una lectura mucho ms leninista, ms clsica, si se quiere, sobre el papel de Amrica Latina. La crtica explcita contra Haya de la Torre ya la formula Francisco Ren Santucho en su trabajo Lucha de los pueblos indoamericanos58. All se plantea que los aciertos iniciales del APRA: se ven traicionados ahora por la debilidad de su propio lder que ha entrado en compromisos con regmenes reformistas cmplices del imperialismo. A partir de esa ruptura con el populismo aprista se abre en el horizonte ideolgico de Robi la posibilidad de apropiarse de la tradicin terico-poltica de Lenin.

    Lenin escribi en 1916 El imperialismo, etapa superior del capitalismo, una obra hoy considerada clsica en la materia. All escribe sobre nosotros, sobre la Argentina. Dice textualmente: No slo existen los dos grupos fundamentales de pases los que poseen colonias y las colonias --, sino tambin, es caracterstico de la poca, las formas variadas de pases dependientes que, desde un punto de vista formal, son polticamente independientes,

    pero que en realidad se hallan envueltos en las redes de la dependencia financiera y

    diplomtica. A una de estas formas de dependencia, la semicolonia, ya nos hemos referido.

    Un ejemplo de otra forma lo proporciona la Argentina [...] No es difcil imaginar qu slidos vnculos establece el capital financiero y su fiel amiga, la diplomacia de Inglaterra con

    la burguesa argentina, con los crculos que controlan toda la vida econmica y poltica de

    ese pas. En qu se basaba Lenin para proporcionar semejante descripcin y explicacin de la

    Argentina? Pues una de sus tesis principales sostena que el desarrollo del capitalismo mundial nunca es chato, ni plano, ni liso ni homogneo. Los pases y sociedades capitalistas no estn en el mismo rango ni son equiparables entre s, como hoy sostiene errneamente, por ejemplo, Toni Negri en su Imperio cuando plantea que entre Estados Unidos y Brasil, la India e Inglaterra... slo hay diferencias de grado. Por el contrario, Lenin tena la hiptesis de que el capitalismo a nivel mundial se expanda en forma asimtrica, segn un desarrollo desigual que generaba pases y sociedades metropolitanas y dependientes, cuyas diferencias no slo son de grado es decir: cuantitativas, mayor o menor cantidad de capitalismo y desarrollo sino que son diferencias cualitativas.

    Santucho adopta esta tesis de Lenin, y plantea que el desarrollo interno del capitalismo argentino tambin es notoriamente desigual y origina zonas metropolitanas y zonas perifricas y/o dependientes. O sea que no es lo mismo el desarrollo del capitalismo en 58 Cfr. Francisco Ren Santucho: Lucha de los pueblos indoamericanos. En Norte Argentino, 1963.

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 116

    la Mesopotamia que en el Noroeste. As, por ejemplo, en el folleto El proletariado rural detonante de la revolucin argentina59 se sostiene que: El imperialismo, al introducirse como factor estructural en el desarrollo de la economa argentina promoviendo la

    seudoindustrializacin, ha acentuado los desniveles regionales, al desarrollar

    unilateralmente la zona portuaria en detrimento del Interior. Obviamente, este tipo de caracterizacin se basaba en la teora del desarrollo desigual

    de Lenin. As como Lenin defenda la tesis de que la explosin iba a surgir en el eslabn ms

    dbil de la cadena imperialista, Santucho planteaba por analoga que en la revolucin argentina el factor detonante era el proletariado azucarero, ya que el capitalismo del noroeste era de alguna manera el eslabn ms dbil dentro del capitalismo argentino.

    Y tambin, junto a las categoras clsicas de Lenin, en el PRT se adoptaron en determinado momento categoras de Len Trotsky quien, en su Historia de la Revolucin Rusa, plantea una hiptesis que denomina ley del desarrollo desigual y combinado. En qu consiste? Pues en que nunca existen pases y sociedades capitalistas absolutamente homogneos, compactos, con un solo modo de produccin, sino que en realidad hay relaciones sociales de distintos modos de produccin que estn combinadas entre s. Algunas predominan sobre otras, pero estn combinadas. Puntualmente Trotsky sostiene que: Azotados por el ltigo de las necesidades materiales, los pases atrasados vense obligados a avanzar a saltos. De esta ley universal del desarrollo desigual de la cultura se deriva otra

    que, a falta de nombre ms adecuado, calificaremos de ley del desarrollo desigual y

    combinado, aludiendo a la aproximacin de las distintas etapas del camino y a la confusin

    de distintas fases, a la amalgama de formas arcaicas y modernas. Trotsky la denomina ley pero en realidad pensamos nosotros habra que denominarla teora del desarrollo desigual y combinado, ya que conjuga diversas hiptesis sobre el desarrollo histrico.

    Entonces, una vez superada la influencia del APRA y el indigenismo, a los que habra que agregar la influencia inicial de la Reforma Universitaria y de varios intelectuales que realizan conferencias en la librera de Santiago del Estero, dirigida por Francisco Ren en el pensamiento poltico de la direccin del PRT en general y de Mario Roberto Santucho en particular, se conjugan las categoras sociolgicas de Silvio Frondizi, las historiogrficas de Milcades Pea, la teora del marxismo revolucionario clsico de Lenin y Trotsky y, por supuesto, la enorme influencia de la revolucin cubana y de la revolucin vietnamita.

    A todas estas influencias las molde y las amalgam en el caso del PRT el guevarismo y el castrismo y tambin el pensamiento poltico de Ho Chi Minh y Giap.

    En trminos cronolgicos, luego de la ruptura con Nahuel Moreno, se produce la fundacin del ERP [Ejrcito Revolucionario del Pueblo]. En el V Congreso en 1970, donde el PRT se divide en el PRT-La Verdad (encabezado por Moreno) y el PRT-El Combatiente (encabezado por Santucho). Ambos grupos toman el nombre de acuerdo al peridico respectivo.

    Ledo todo este proceso poltico desde una ptica actual, desde nuestros das, y desde la remanida polmica sobre el supuesto foquismo de la izquierda revolucionaria guevarista, resulta sugerente prestarle atencin al documento de la fundacin del ERP. Las posiciones polticas de este documento se nutren de toda la tradicin clsica del marxismo, que a su vez provienen de Clausewitz y de Maquiavelo.

    Porque, a principios del siglo XVI, el terico florentino Nicols Maquiavelo sostena en El prncipe y en los Discursos sobre la primera dcada de Tito Livio que para unificar Italia como una nacin moderna, haba que derrotar el predominio de Roma El Vaticano y tambin haba que terminar con la proliferacin de bandas armadas locales, los clebres 59 Tesis polticas del FRIP, editadas en 1964 en el peridico Norte Argentino.

    Che Guevara. El sujeto y el poder 117

    condottieri [combatientes mercenarios]. Maquiavelo propone la formacin de una fuerza militar republicana completamente subordinada al prncipe, es decir, al poder poltico. Es la poltica, segn Maquiavelo, la que manda sobre lo militar y no al revs!. Ms tarde, a inicios del siglo XIX, el terico prusiano Karl von Clausewitz vuelve a prolongar aquel pensamiento defendiendo que la guerra es la continuacin de la poltica por otros medios (en su libro De la guerra). A inicios del siglo XX, ms precisamente en su exilio suizo durante la primera guerra mundial (entre 1915 y 1916) Lenin, mientras estudia la Ciencia de la Lgica de Hegel, lee y anota detenidamente De la guerra de K.v.Clausewitz.

    Lenin no es el nico marxista en este sentido. Antonio Gramsci, en sus Cuadernos de la crcel, ms precisamente a inicios de la dcada de 1930, redacta Anlisis de situacin y relaciones de fuerza, un pasaje de los Cuadernos de la crcel (cuaderno N13) donde sostiene que la lucha poltico-militar y la guerra constituyen un momento superior de las relaciones de fuerzas polticas, que enfrentan en una situacin revolucionaria a las clases y fuerzas sociales.

    Exactamente lo mismo podra plantearse del pensamiento de Mao Tse Tung, Len Trotsky, Ho Chi Minh, Vo Nguyen Giap y, desde luego, Fidel y el Che.

    Por lo tanto, en toda esta extendida tradicin de pensamiento poltico occidental, que se remonta a la herencia republicana de Maquiavelo y, a travs de la reflexin de Clausewitz, es adoptada por los clsicos del marxismo, la lucha poltico-militar es la prolongacin de la poltica, no al revs!.

    De manera anloga podra recorrerse el extenso itinerario del pensamiento poltico y militar de nuestras guerras de independencia y liberacin latinoamericanas, desde San Martn, Bolvar y Artigas hasta Jos Mart, Sandino y Farabundo Mart.

    Pues bien, en los documentos de la fundacin del ERP tambin aparece en primer plano un anlisis poltico de donde se deduce la necesidad de la lucha poltico-militar y no al revs....

    Despus de aos y aos de propaganda burguesa y del intento de demonizacin de todo este pensamiento poltico, resulta imperioso volver a insistir en esta problemtica.

    Para poder desmontar la estrategia de descalificacin de esa generacin (a la que se le puso un cartelito que deca ms o menos as: Demonios subversivos o tambin Demonios terroristas), tenemos que volver a pensar, detenidamente, estas cuestiones.

    Por ello resulta interesante focalizar la atencin en una parte de esos documentos histricos de fundacin del ERP. Porque los que no vivimos aquella poca nos sorprendemos cuando encontramos all algo completamente inesperado... En esos documentos polticos aparece una crtica muy fuerte contra el foquismo... y contra Rgis Debray.

    Quin es Rgis Debray? Debray era un joven estudiante francs, discpulo del filsofo Louis Althusser, que vino a Latinoamrica y despus escribi un artculo muy largo, en la famosa revista Les Temps Modernes de Jean Paul Sartre: El Castrismo: la larga marcha de Amrica Latina. Entonces, este artculo les gust mucho a los cubanos. Lo invitaron a Cuba, y ah, en la isla, escribe despus un texto que pretende ser algo as como la sntesis terica de la revolucin cubana. Un texto que hoy en da se utiliza para criticar a la revolucin cubana y para denostar todo lo que est asociado al Che Guevara.

    El texto de Debray se titula: Revolucin en la Revolucin?. All Debray realiza una versin totalmente simplificada de la revolucin cubana. Sostiene, entre otras cosas, que en Cuba no hubo casi lucha urbana, que solamente hubo lucha rural, que la ciudad era burguesa mientras que la montaa era proletaria y que, por lo tanto, la revolucin surge de un foco, de un pequeo ncleo aislado. As, de este modo, Debray hace la canonizacin y la codificacin de la revolucin cubana en una receta muy esquemtica que se conoce como la teora del foco. Esta versin de Debray de la revolucin cubana es muy utilizada hoy en da para

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 118

    ridiculizar y fustigar la teora poltica del guevarismo...an cuando el mismo Debray ya no tiene nada que ver con esta tradicin, pues pas a las filas de la socialdemocracia en el mejor de los casos y siendo indulgentes con l... -.

    Es cierto que la temtica del foco est presente en los escritos del Che pero de una manera muy diferente a la receta simplificada que construye Debray. Nosotros creemos que en el Che los trminos foco y catalizador con los que el Che hace referencia a la lucha poltico-militar de la guerrilla, tienen un origen metafrico proveniente de la medicina (la profesin original del Che). El foco remite al...foco infeccioso que se expande en un cuerpo humano. El catalizador, en la qumica, es el nombre de un cuerpo capaz de motivar un cambio, la transformacin cataltica.

    Pero, ms all de su origen metafrico, est muy claro que en el pensamiento poltico de Guevara la concepcin de la guerrilla est siempre vinculada a la lucha de masas. Concretamente el Che sostiene que: Es importante destacar que la lucha guerrillera es una lucha de masas, es una lucha del pueblo [...] Su gran fuerza radica en la masa de la poblacin60. Ms tarde, el Che vuelve a insistir con este planteo cuando reitera: La guerra de guerrillas es una guerra del pueblo, es una lucha de masas61.

    Pero Guevara no se detiene all. Comentando el libro de Giap Guerra del pueblo, ejrcito del pueblo, el Che destaca una y otra vez un elemento fundamental para la victoria del pueblo vietnamita: las grandes experiencias del partido en la direccin de la lucha armada y la organizacin de las fuerzas armadas revolucionarias [...] Nos narra tambin el

    compaero Vo Nguyen Giap, la estrecha relacin que existe entre el partido y el ejrcito,

    cmo, en esta lucha, el ejrcito no es sino una parte del partido dirigente de la lucha. De este modo, a diferencia de Debray, el Che le otorga un lugar central a la lucha

    poltica, de la cual la lucha armada no es sino su prolongacin sobre otro terreno. All, siempre comentando a Giap, Guevara vuelve a insistir, casi con obsesividad, en que: La lucha de masas fue utilizada durante todo el transcurso de la guerra por el partido

    vietnamita. Fue utilizada, en primer lugar, porque la guerra de guerrillas no es sino una

    expresin de la lucha de masas y no se puede pensar en ella cuando est aislada de su

    medio natural, que es el pueblo.

    De qu modo Debray pudo eludir este tipo de razonamientos centrales y determinantes del pensamiento poltico del Che? Pues construyendo un relato de la revolucin cubana donde desaparecen como por arte de magia las tradiciones polticas previas y toda la lucha poltica anterior de Fidel Castro y sus compaeros.

    Si se vuelven a leer los textos foquistas de Debray treinta aos despus, el lector no encontrar, inexplicablemente, ninguna referencia a la historia poltica cubana anterior ni a la lucha poltica previa que derivan en el inicio de la lucha armada contra Batista. Pareciera que para Debray, observador europeo proveniente del PC francs, recin llegado a Amrica latina en aquella poca fascinado con Cuba y las guerrillas, luego con la socialdemocracia y hoy vaya uno a saber con qu la invasin del Granma y el Ejrcito Rebelde nacen ex nihilo, no como fruto de la radicalizacin poltica de un sector juvenil proveniente del nacionalismo radical y antimperialista latinoamericano y de la propia historia poltica cubana.

    Adems, cuando Debray pretende esquematizar y teorizar la lucha revolucionaria cubana defendiendo a rajatabla la tesis de la inexistencia del partido tiene en mente y est pensando en la ausencia del viejo Partido Socialista Popular (el antiguo PC cubano, smil del PC francs en el que se form Debray) en la primera direccin guerrillera. Un lector actual de

    60 Cfr.Ernesto Che Guevara: La guerra de guerrillas (1960). 61 Cfr.Ernesto Che Guevara: La guerra de guerrillas: un mtodo, artculo publicado en Cuba Socialista, septiembre de 1963.

    Che Guevara. El sujeto y el poder 119

    los escritos de Debray no puede dejar de preguntarse: pero acaso el Movimiento 26 de julio que era quien diriga la lucha armada- no constitua un partido?

    Para Debray las advertencias del Che sobre las luchas de masas y la relevancia de la organizacin poltica eran slo ...detalles insignificantes. No les dio ninguna importancia. Por eso construy una visin caricaturesca de la lucha armada que, lamentable y trgicamente, fue posteriormente atribuida post mortem- al Che...

    Segn recuerda el ya mencionado Pombo [Harry Villegas Tamayo] al Che Guevara no le gust Revolucin en la Revolucin? de Debray. Lo ley cuando estaba en Bolivia (pues se public en 1967) y le hizo comentarios crticos a Debray.

    An cuando nunca sepamos qu le critic puntualmente Guevara al intelectual francs, ya en aquella poca dos militantes cubanos salieron pblicamente a criticar la caricatura foquista de Debray62. Estos dos compaeros cubanos le critican abiertamente a Debray -no ahora, en el siglo XXI, sino en 1968!- el haber simplificado la revolucin cubana, el haberla convertido en una simple teora del foco y el no haber visto en ella que junto a la guerrilla, en las ciudades luchaba la juventud, el movimiento obrero, el movimiento estudiantil, etc. En suma, le cuestionaban -en particular- el total desconocimiento de la lucha urbana y -en general- la total subestimacin de la lucha poltica, base de sustentacin de toda lucha poltico militar. Esta es la principal crtica a la teora del foco realizada en aquella poca por los propios cubanos.

    Por supuesto que, en la derecha, nadie se toma el trabajo de reconstruir todas esas crticas. Simplemente, se entierra rpidamente a los revolucionarios por ser foquistas...

    Entonces, en los documentos de nacimiento del ERP en la Argentina, encontramos una crtica muy inteligente y muy sugerente a Rgis Debray y al foquismo, a la errnea subordinacin de la lucha poltica a la lucha militar. Esta crtica de Santucho pas desapercibida y, todava hoy, se le atribuyen foquismo y/o militarismo como si la decisin de desarrollar en Argentina una lucha poltico-militar y una confrontacin radical contra la dictadura militar hubiese sido en la mente de Santucho y sus compaeros un delirio irracional y mesinico y una subestimacin del anlisis especficamente poltico. Tanto al Che Guevara como a Santucho simpre se los acus de lo mismo: bienintencionados, idealistas y abnegados pero... foquistas y militaristas. Sin embargo, en la propia fundacin del ERP se hace una crtica muy dura al foquismo y se genera una crtica inteligente al militarismo. Porque una de las tesis centrales de Rgis Debray consiste en que no hace falta formar una organizacin poltica, un partido revolucionario. Solamente -plantea Debray-, hay que instalar un foco guerrillero...No hace falta, previamente, la lucha poltica ni la lucha ideolgica, sino tan slo la lucha militar...Eso es el foquismo, eso es el militarismo.

    Incluso, an hoy, se desconoce que ya en 1968 (dos aos antes del lanzamiento del ERP), en el IV Congreso del PRT, se plantea que para el castrismo all Santucho aclara presuroso que: no hacemos distincin alguna entre castrismo y guevarismo, porque la distincin es falsa- lo fundamental de la estrategia remite al carcter de la revolucin socialista y latinoamericana. Junto con el carcter, Santucho defiende la estrategia continental que dimana de la OLAS. A eso se agregara siempre desde su interpretacin del castrismo- la necesidad de desarrollar una revolucin continental a partir de revoluciones nacionales y regionales, mediante la guerra prolongada. Finalmente destaca que all donde no existan fuertes partidos revolucionarios habr que crearlos como fuerzas militares desde el comienzo, ligando todo el tiempo la lucha poltica y la lucha poltico-militar.

    62 Simn Torres y Julio Aronde (posiblemente dos seudnimos de colaboradores del comandante Manuel Pieiro Losada, alias Barbarroja): Debray y la experiencia cubana. En Monthly Review N 55, ao V, octubre de 1968. pp.1-21.

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 120

    Dos aos despus de este anlisis, en 1970, cuando se funda el Ejrcito Revolucionario del Pueblo63, vuelve a plantearse que el eje prioritario siempre debe ser construir una organizacin poltica y desde ah, plantearse la lucha poltico-militar. Pero el eje debe ser la poltica. No puede haber confrontacin poltico-militar ni lucha poltico-militar si no es a partir de un anlisis especficamente poltico. Esta es la tradicin de los clsicos del marxismo que se remonta a Clausewitz y, ms atrs, a los escritos de Nicols Maquiavelo.

    Otra tesis que Santucho le critica a Debray en este documento de 1970 es la supuesta primaca que el francs atribuye al factor geogrfico. Pensar que de la geografa se deduce una estrategia poltica...constituye un enorme error. En realidad no es as..., ni fue as la revolucin cubana ni ninguna revolucin latinoamericana. La geografa no determina la lucha poltica, es un error gravsimo. Cuando uno lo encuentra escrito no sucede nada, pero en poltica ese tipo de errores cuesta la vida de mucha gente, de muchos compaeros valiosos, de muchos revolucionarios.

    Cinco aos ms tarde, en julio de 1975, durante la reunin del Comit Central ampliado del PRT que llevaba por nombre Vietnam liberado Santucho continuaba polemizando, obsesivamente, contra el foquismo al que calificaba como movimiento inmaduro, alejado del leninismo. Los esfuerzos [del foquismo] se realizan en la lucha armada, aislada del movimiento general de las masas. En Argentina, esos eran precisamente los tiempos de las grandes huelgas de las coodinadoras clasistas de masas. Entre los numerosos textos tericos que produce esta corriente ideolgica en los aos 70 merecen citarse otros dos.

    Uno se titula Poder burgus, poder revolucionario64, redactado por Santucho, y el otro es A los pueblos de Amrica Latina65, un documento colectivo firmado por el PRT-ERP en la Argentina, los Tupamaros en Uruguay, el MIR chileno y el ELN boliviano.

    Que encontramos en estos documentos a nivel terico y poltico? Nuevamente, an a riesgo de repetir..., nos encontramos con un anlisis centralmente poltico. A partir de ah se plantea la lucha revolucionaria continental..., no eran tira-tiros irracionales ni locos aventureros!. Se plantea una visin de cmo funciona el sistema de dominacin poltica de las clases opresoras en Amrica Latina y se analiza tambin qu sucede en el seno del campo popular y sobre todo, en la conciencia poltica de las clases subalternas y explotadas. El anlisis poltico condensado en Poder burgus, poder revolucionario se estructura a partir de una metfora espacial que dibuja qu pasa arriba y qu sucede mientras tanto abajo. La reflexin de Santucho gira alrededor de un anlisis poltico del arriba y del abajo o, en otros trminos, de las clases dominantes y de las clases subalternas.

    Para analizar a las clases dominantes aparece en los escritos de Santucho la categora de bonapartismo. Esta es una tesis suya muy fuerte. Segn l, la historia argentina se mueve con un movimiento pendular entre dos formas polticas de dominacin burguesa: o la repblica parlamentaria o el bonapartismo militar.

    No casualmente, diez aos antes que Santucho, en Guerra de guerrillas: un mtodo (1963), el Che Guevara haba planteado que: Hoy por hoy, se ve en Amrica un estado de equilibrio inestable entre la dictadura oligrquica y la presin popular. La denominamos

    con la palabra oligrquica pretendiendo definir la alianza reaccionaria entre las burguesas

    de cada pas y sus clases de terratenientes [...] Hay que violentar el equilibrio dictadura

    oligrquica-presin popular.

    63 Resoluciones del V Congreso del PRT. Fundacin del ERP (29 y 30 de julio de 1970). 64 Ediciones El Combatiente, 23 de agosto de 1974. 65 Publicado en Che Guevara N1, Revista de la Junta de Coordinacin Revolucionaria (JCR), noviembre de 1974.

    Che Guevara. El sujeto y el poder 121

    Cabe aclarar que cuando el Che emplea la expresin dictadura oligrquica, como l mismo afirma, no est pensando en una dictadura de los terratenientes y propietarios agrarios tradicionales a la que habra que oponer una lucha democrtica o un frente nacional modernizador incluyendo dentro del mismo no slo a los obreros, campesinos y capas medias empobrecidas sino tambin a la denominada burguesa nacional. De ningn modo. El Che es bien claro. Lo que existe en Amrica Latina es una alianza objetiva entre los terratenientes tradicionales y las burguesas modernizadoras. La oposicin no pasa entonces por oponer artificialmente tradicin versus modernidad, terratenientes versus burguesa industrial, oligarqua versus frente nacional. Su planteo es muy claro: No hay ms cambios que hacer; o revolucin socialista o caricatura de revolucin.

    El Che atribuye tanta importancia al anlisis del equilibrio inestable entre ambos polos pendulares (la dictadura oligrquica, basada en la alianza de terratenientes y burgueses nacionales, por un lado, y la presin popular, por el otro) como Santucho al estudio de las dos formas polticas alternativas de dominacin de la burguesa argentina.

    Ni Guevara ni Santucho plantean como consigna: democracia o dictadura. La alternativa consiste en continuar bajo dominacin burguesa en sus diferentes formas o la revolucin socialista. Por ello, en Guerra de guerrillas: un mtodo, el Che alertaba que: No debemos admitir que la palabra democracia, utilizada en forma apologtica para

    representar la dictadura de las clases explotadoras, pierda su profundidad de concepto y

    adquiera el de ciertas libertades ms o menos ptimas dadas al ciudadano. Luchar

    solamente por conseguir la restauracin de cierta legalidad burguesa sin plantearse, en cambio, el problema del poder revolucionario, es luchar por retornar a cierto orden

    dictatorial preestablecido por las clases sociales dominantes: es, en todo caso, luchar por el

    establecimiento de unos grilletes que tengan en su punta una bola menos pesada para el presidiario.

    Intentando ser consecuente con este tipo de planteos radicales, cuando Santucho se propone explicar las diversas formas polticas de dominacin que, en forma pendular, emplea la clase dominante argentina, su formulacin especfica es: o repblica parlamentaria (que no equivale a democracia..., como aclara el Che) o bonapartismo militar.

    En dnde se inspir Santucho para formular esta hiptesis? Obviamente su inspiracin inmediata es el Che Guevara. Ahora bien, su formulacin ms general, la extrae de un libro de Carlos Marx. Marx escribi entre diciembre de 1851 y marzo de 1852 El 18 Brumario de Luis Bonaparte.

    All Marx propone una hiptesis poltica: en Francia, luego de la derrota de la revolucin de 1848, un dictador encabeza un golpe de Estado y permanece dos dcadas al frente del gobierno francs. Este dictador era un personaje secundario rodeado de lmpenes que gracias al liderazgo del Ejrcito se convierte en determinado momento de Francia en una especie de rbitro de los conflictos sociales. Una especie de juez equidistante, que viene a solucionar y a moderar los conflictos. Entonces, como este personaje que Marx detestaba se llamaba Luis Bonaparte (sobrino de Napolen) la tradicin marxista, empezando por Marx y de ah en adelante, convirti en categora terica ese anlisis poltico y lo transform en el concepto de bonapartismo.

    En su anlisis de Luis Bonaparte y de la situacin francesa de aquel perodo, Marx plantea elementos fundamentales de su teora poltica. All sugiere que la lucha de clases nunca se produce entre clases homogneas, como por momentos sugiere El Manifiesto del Partido Comunista (1848). En realidad, en una formacin social concreta, las clases se fraccionan en la lucha, se realizan alianzas entre ellas y se establecen formas de representacin poltica cambiantes segn la coyuntura.

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 122

    Por otra parte, en El 18 Brumario Marx plantea que la mejor forma de dominacin poltica de la burguesa, la ms eficaz, es la repblica parlamentaria. Para Marx repblica parlamentaria no es sinnimo de democracia, como sugiere la filosofa poltica del liberalismo. La repblica parlamentaria no garantiza la libertad sino que constituye una forma de dominacin. A diferencia de la monarqua o de la dictadura militar (donde un solo sector de la burguesa domina) en la repblica parlamentaria es el conjunto de la burguesa el que ejerce su dominio a travs del Estado y sus instituciones representativas. Segn Marx, la repblica parlamentaria lica los intereses particulares de las distintas fracciones de la burguesa, alcanzando una especie de promedio de todos los intereses de la clase dominante en su conjunto y, de este modo, logra una dominacin poltica general, esto es: annima, impersonal y burocrtica.

    En El 18 Brumario Marx tambin agrega que cuando la situacin poltica se desborda por la indisciplina y la rebelin popular, la vieja maquinaria republicana (con sus partidos, su Parlamento, sus jueces, su prensa independiente; en suma: con todas sus instituciones) ya no alcanza para mantener la dominacin. En esos momentos de crisis aguda, los viejos partidos polticos de la burguesa ya no representan a esa clase social. Quedan como flotando en el aire y girando en el vaco. Entonces emerge otro tipo de liderazgo poltico para representar a la clase dominante: la burguesa deja de estar representada por los liberales, los constitucionalistas o los republicanos y pasa a estar representada por el Ejrcito y las Fuerzas Armadas que, de este modo, se constituyen en El Partido del Orden. El Ejrcito entonces aparece en la arena poltica como si...fuera a equilibrar la situacin catastrfica, pero en realidad...viene a garantizar la reproduccin de la dominacin poltica de la burguesa.

    Mario Roberto Santucho se apropia lcidamente de este anlisis poltico de Marx y trata de utilizarlo para comprender la compleja historia poltica de nuestro pas y tambin la situacin argentina de los aos 70.

    Conviene destacar el modo cmo Santucho analiza a ese gran protagonista de nuestra historia poltica: las Fuerzas Armadas. Cmo visualiza Robi a las Fuerzas Armadas? Pues sostiene que son un Partido Militar. Esto resulta sumamente importante. En ningn momento Santucho sostiene que son simplemente un grupo de bandoleros adictos a las balas o mercenarios sin ideologa. De ninguna manera. En la ptica del PRT, las Fuerzas Armadas son... un partido poltico. Un partido que viene a reemplazar al clsico -por definicin- partido poltico burgus. Esta es una hiptesis sociolgica e historiogrfica sumamente importante para comprender la ptica poltica de Santucho.

    Roberto Santucho se hace cargo de esa hiptesis y plantea que en la Argentina las Fuerzas Armadas vienen a reemplazar ese partido burgus ausente, porque el partido burgus en Argentina no puede dar cuenta de la situacin poltica. Entonces Robi que inicialmente est pensando en el papel jugado por la dictadura militar del general Ongana [dictador que lidera el golpe de Estado de 1966] - prolonga el alcance de esa hiptesis y tambin analiza al peronismo como bonapartismo.

    Hay que reflexionar detenidamente sobre esta diferencia: sostener que el peronismo es bonapartismo (el peronismo histrico de 1945 en adelante..., no el de Menem), es algo muy diferente a lo que planteaba, por ejemplo, Victorio Codovilla [lder histrico del Partido Comunista Argentino desde 1928 hasta su muerte en 1970]. Codovilla, en un folleto famoso del ao 1946 titulado Batir al Nazi-Peronismo, sostena que: el peronismo es fascismo.

    Robi Santucho tiene una visin un poco distinta, mucho ms matizada, por eso no cae en ese gorilismo de izquierda, pero... tampoco acepta las posiciones de Rodolfo Puiggrs [historiador comunista que se hace peronista en la segunda mitad de los aos 40 y que luego se convertir en uno de los principales intelectuales de la izquierda peronista durante los 60

    Che Guevara. El sujeto y el poder 123

    y 70], o de Abelardo Ramos [uno de los principales intelectuales -de origen trotskista- que adhieren al peronismo constituyendo la corriente poltica e historiogrfica autobautizada como izquierda nacional], y otros. Qu decan Puiggrs, Ramos, Hernndez Arregui y otros ensayistas peronistas? Pues que el peronismo es LA Revolucin (con maysculas) en la Argentina. Segn el anlisis de Santucho...el peronismo no es ni revolucin, ni nazismo, sino... bonapartismo. Es decir: una figura militar fuerte, que aparece como rbitro entre las clases sociales y que viene a poner orden...aunque, siempre en ltima instancia, termina poniendo orden...para el mismo lado. Para la derecha, para la burguesa, para el statu quo.

    Antonio Gramsci, que en principio no aparece explcitamente presente en estos anlisis polticos de Santucho, para explicar los mismos fenmenos de crisis econmica y poltica (englobados bajo el concepto de crisis orgnica), pensando en situaciones donde las clases sociales se separan de sus viejos partidos polticos y a la burguesa comienza a representarla el Partido Militar, utilizaba una categora emparentada con la de bonapartismo. Gramsci empleaba el concepto de cesarismo.

    En Marx la categora de bonapartismo siempre tiene un contenido negativo. Para Gramsci, en cambio, puede haber un cesarismo progresivo o regresivo, segn contribuya a hacer avanzar o no a los sectores populares en las relaciones de fuerzas. A diferencia de Marx, Len Trotsky, en su exilio mexicano de fines de los aos 30, utiliza en el mismo horizonte de Antonio Gramsci esta visin donde puede haber un bonapartismo progresivo o regresivo, segn contribuya o no a la lucha de clases. Explcitamente Trotsky utiliza la categora de bonapartismo progresivo para referirse al gobierno populista de Lzaro Crdenas, ya que a pesar de ser un gobierno burgus, para enfrentar al imperialismo y nacionalizar el petrleo mexicano, Crdenas se apoya en los sectores populares y en la clase obrera mexicana. Abelardo Ramos apela a este anlisis de Trotsky para caracterizar como bonapartismo al peronismo en un sentido positivo y apologtico, mientras que Silvio Frondizi mucho ms afn al anlisis de Marx emplea el trmino en su significado negativo, para cuestionar el carcter supuestamente progresista de la burguesa nacional argentina y del peronismo.

    Mario Roberto Santucho utiliza la categora de bonapartismo en la misma perspectiva de Silvio Frondizi, con un fuerte contenido crtico, y recurriendo a un tipo de anlisis poltico que bebe directamente en El 18 Brumario. Pero no slo lo emplea para explicar la aparicin del peronismo histrico el del primer peronismo de la dcada del 40 sino tambin para describir la emergencia recurrente de los militares argentinos a lo largo de toda nuestra historia como el Partido del Orden, en tanto Partido Militar, es decir, en tanto autntico partido poltico de la burguesa argentina.

    Todo esto, en cuanto al anlisis de Santucho sobre qu sucede con el bloque poltico y social de los de arriba, de las clases dominantes...

    Ahora bien, qu ocurre con los de abajo? Al observar el capitalismo argentino desde abajo, desde sus clases explotadas, Robi recorre la historia de los trabajadores y plantea los orgenes del movimiento obrero clasista en nuestro pas, identificando tres corrientes: (a) el anarquismo, que fue la ms importante, (b) el socialismo y (c) el comunismo. Santucho y el PRT se hacen cargo de la tradicin comunista. Es decir que Robi reivindica al comunismo hasta un determinado perodo de la historia, a partir de ah el comunismo pierde la hegemona sobre el movimiento obrero local, desdibuja su poltica revolucionaria, diluye su clasismo y aparece en el seno de las clases subalternas el peronismo.

    Entonces, a partir de ah, Santucho sostiene cules seran los dos principales desafos del movimiento popular:

  • Che Guevara. El sujeto y el poder 124

    a) Por un lado, el populismo. Santucho tambin lo denomina nacionalismo burgus, que consiste en confundir a toda la Nacin como si fuera parte del pueblo, meter a la burguesa nacional como parte del pueblo, y pensar que el enemigo est solo fuera del pas. El principal exponente del populismo, dentro del campo popular y progresista, eran en su opinin de aquel momento, los Montoneros.

    b) Por otro lado, el reformismo. Robi lo encuentra y lo identifica principalmente en el Partido Comunista.

    Este tipo de anlisis no qued reducido a una radiografa fija de la sociedad argentina. No era una tesis acadmica, sino la base de sustentacin de la actividad militante de su corriente poltica.

    Luego de la ruptura, primero con la corriente de Nahuel Moreno, y ms tarde con la IV Internacional, Santucho intenta profundizar su perspectiva poltica guevarista.

    En su Mensaje a los pueblos del mundo a travs de la Tricontinental, el Che Guevara haba reclamado: Es el camino de Vietnam, es el camino que deben seguir los pueblos, es el camino que seguir Amrica, con la caracterstica especial de que los grupos

    en armas pudieran formar algo as como Juntas de Coordinacin para hacer ms difcil la

    tarea represiva del imperialismo yanqui y facilitar la propia causa. Siguiendo puntualmente ese consejo poltico del Che, a fines de 1973 el PRT-ERP de la Argentina, el MIR de Chile, el ELN de Bolivia y el MLN-Tupamaros de Uruguay comienzan a trabajar en una organizacin en comn que los agrupe. A comienzos de 1974 lanzan pblicamente la Junta de Coordinacin Revolucionaria (JCR), nucleamiento guevarista internacionalista del Cono sur latinoamericano que se propona luchar por la revolucin continental. Ya desde su nacimiento, nos encontramos con el planteo poltico segn el cual estas cuatro organizaciones planteaban que nos une la comprensin de que no hay otra estrategia viable en Amrica latina que la estrategia de la guerra revolucionaria. Que esa guerra

    revolucionaria es un completo proceso de luchas de masas, armado y no armado, pacfico y

    violento, donde todas las formas de lucha se desarrollan armnicamente convergiendo en

    torno al eje de la lucha armada. En el primer documento conjunto que publican, las cuatro organizaciones trazan una

    breve y apretada sntesis histrica de las luchas populares y del marxismo en Amrica Latina66. En ella sealan que el comunismo, el socialismo y el anarquismo de las primeras dcadas del siglo XX, junto con las luchas antimperialistas como la de Sandino en Nicaragua y la insurreccin del Partido Comunista de El Salvador de 1932, conformaron un formidable auge de masas que puso en jaque la dominacin neocolonial homogeneizada por el

    imperialismo yanqui, enemigo nmero uno de todos los pueblos del mundo. Durante las dcadas siguientes, segn este relato, en la mayora del partidos

    comunistas latinoamericanos termin predominando el reformismo mientras las burguesas nacionales apelaban ideolgicamente al nacionalismo burgus para estabilizar el sistema neutralizando el descontento de las masas. A lo largo de todo ese perodo, los sectores populares perdieron fuerza e iniciativa en la lucha de clases continental hasta que, a partir de la revolucin cubana, los pueblos del continente vieron fortalecida su fe revolucionaria e iniciaron una nueva y profunda movilizacin de conjunto.

    En este tipo de lectura de la historia de Amrica Latina (donde el peronismo es analizado crticamente porque combina el antimperialismo verbal con la mentada tercera posicin y el truco de presentarse como bomberos del incendio revolucionario una obvia alusin al papel asumido por el general Pern a su regreso del exilio espaol para frenar a la insurgencia y a la radicalizacin masiva de la juventud argentina se deja

    66 Cfr. A los pueblos de Amrica Latina. Publicado en Che Guevara N1, Revista de la Junta de Coordinacin Revolucionaria (JCR), noviembre de 1974.

    Che Guevara. El sujeto y el poder 125

    escuchar el eco del pensamiento poltico que Santucho vena promoviendo al interior de la izquierda argentina.

    Si bien la revolucin cubana cal hondo y penetr en el corazn mismo del conjunto de la izquierda argentina (en todas sus vertientes y en la mayora de los intelectuales crticos), la corriente poltica de la nueva izquierda guevarista liderada por Mario Roberto Santucho represent uno de los intentos ms radicales y profundos por actualizar en nuestro pas la tradicin latinoamericana del marxismo revolucionario, representado en los aos 20 por Maritegui y Mella y en los 60 por el Che Guevara.