Ña catita

32
Ña Catita Manuel Ascensio Segura Cuatro actos Adaptación Grado y sección: S4C Profesor: Merino Cava Carlos Integrantes:

Upload: roger-juan-vera-gutierrez

Post on 21-Dec-2015

48 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Obra para teatro de Manuel Ascencio S.

TRANSCRIPT

Page 1: Ña Catita

Ña CatitaManuel Ascensio Segura

Cuatro actosAdaptación

Grado y sección: S4C

Profesor: Merino Cava Carlos

Integrantes:

Chuy Zhou Alejandro 08 Correa Correa Melissa 09 Dios Villanueva Ulises 13 Haro Bello Alexandria 16 Peña Gonzales Nicoll 23 Vera Escudero Camila 34

2015

Page 2: Ña Catita

PERSONAJES

Ña Catita Doña Rufina Doña Juliana Mercedes Don Jesús Don Alejo Don Manuel Don Juan Criado

La escena es en Lima, en casa de don Jesús. Sala decentemente amueblada, con puertas al fondo y laterales.

Page 3: Ña Catita

ACTO PRIMERO

ESCENA 1JESÚS Y RUFINA

JESÚS.- ¿Te has vuelto loca? ¿Cómo quieres imponer matrimonio en esta época? ¿Sabes siquiera quién es él?RUFINA.- Es un elegante hombre que ama mucho a Juliana. ¿Acaso necesito más?JESÚS.- ¿Cómo va a amar a quien no conoce? Ese tipo es un hablador y creído, en toda Lima se habla de él de esa manera.RUFINA.- ¡Eso son mentiras!, eres muy fácil de engañar. A parte, seguro lo acusas porque quieres a mi Juliana con Manuel.JESÚS.- No es eso mujer. Esa decisión no nos incumbe. Juliana y Manuel se aman, y yo a él respeto tanto como a su padre. Si se casaran sería muy feliz.RUFINA.- ¡No lo permitiré! Mi hija se casará con alguien que la haga resaltar en sociedad. Y nos dé a nosotros lo que nos falta.JESÚS.- ¿Qué es lo que estás diciendo? ¿Estás loca cierto?RUFINA.- Yo sé lo que hablo y pienso. Sé qué es mejor para cada quien.JESÚS.- No puedes imponerte así. Juliana se negará.RUFINA.- No lo hará, yo soy su madre y me obedecerá.JESÚS.- ¿Acaso no recuerdas cuándo yo te enamoraba?RUFINA.- ¿Por qué mencionarlo ahora?JESÚS.- Porque sí que has cambiado, tú en ese entonces era de las chicas que buscaba el amor, y yo supe enamorarte. De igual manera va nuestra hija con Manuel. ¿No quieres dejarla ser feliz? RUFINA.- Muy feliz fui yo…JESÚS.- ¿Qué estás hablando?RUFINA.- ¡Nada de importancia! Juliana se casará con Alejo y punto.JESÚS.- Me niego a aceptarlo.RUFINA.- Él la ama.JESÚS.- ¡Mentira! Ni Juliana, ni yo, aceptaremos eso.

ESCENA 2MENCIONADOS Y ALEJO

ALEJO.- Veamos quién está por acá.RUFINA.- ¡Alejo!JESÚS.- (¡Desgraciado!)RUFINA.- (¡Cállate!) (En voz baja a Jesús)ALEJO.- ¡Hola! Caballero, dama.JESÚS.- ¡Creído…!RUFINA.- ¡Silencio!ALEJO.- ¿Está todo bien?RUFINA.- Claro que sí.Solo que mi esposo se siente… un poco mal.ALEJO.- Ya veo, ¿cómo está usted?RUFINA.- Un poco irritada.JESÚS.- (¡Sí que lo noto!)RUFINA.- (Pronto lo notarás más.)ALEJO.- ¿Y usted, caballero?

Page 4: Ña Catita

JESÚS.- Bastante soportable. (En voz baja) Hasta que usted llegó.ALEJO.- ¡¿Disculpe?!JESÚS.- ¡Que yo ya me voy!RUFINA.- ¡Dios!

ESCENA 3DOÑA RUFINA Y DON ALEJO

ALEJO.- ¿Mal día?RUFINA.- ¡Mal año!, hace tiempo está insoportable; nada se puede hacer ya con él.ALEJO.- Ya veo, mas todos tenemos nuestros momentos. Cambiando de tema, ¿Juliana está por acá?RUFINA.- Sí, por ahí debe de andar paseando.ALEJO.- ¡Seguro hermosa como siempre!RUFINA.- No tiene que mentir.ALEJO.- ¡No lo hago!RUFINA.- Gracias.ALEJO.- A usted.ALEJO.- ¿Y qué hace Juliana?RUFINA.- No lo sé, estará en la sala. Voy a llamarla… ¡Juliana!ALEJO.- Mejor no, yo ya me voy.RUFINA.- ¿Tan rápido?ALEJO.- Tengo asuntos por resolver, ¡pero volveré!RUFINA.- Pero esta niña debe estar por acá…ALEJO.- Normal, más tarde me presentaré.

ESCENA 4RUFINA, JULIANA Y ALEJO

JULIANA.- Mami. ¿Usted me llamó?RUFINA.- ¡Hasta que apareces! Te llamé, porque Alejo preguntó por ti.JULIANA.- ¿Por mí?RUFINA.- ¿Hay alguien más acaso?JULIANA.- Nadie me avisó.RUFINA.- (Mira con desaprobación) Escucha, el señor Alejo dice que te ama y…ALEJO.- ¡Oh! No hay hombre que haya amado más que yo.JULIANA.- (¿Y a este qué le pasa?)RUFINA.- Responde apropiadamente.ALEJO.- No se preocupe, su sonrojo lo dice todo.RUFINA.- ¡Ay!, esta niña. ¡No sé qué hacer!, es una antisocial en todo el sentido de la palabra.ALEJO.- ¡Dama, no tiene que preocuparse! Yo haré que lea a grandes autores clásicos, para que así sea educada.RUFINA.- Muy bien. Y en canto y baile…ALEJO.- Yo me encargaré. No hay mejor voz que la mía. Escuche usted, hermosa dama.(Cantando) Quando sono solo sogno all'orizzonte e mancan le parole, si lo so che non c'è luce in una stanza quando manca il sole, se non ci sei tu con me, con me.RUFINA.- Bien, perfecto.JULIANA.- (¡Arruinó por completo la canción!)

Page 5: Ña Catita

ALEJO.- Veo que le gustó, encantado entono uno más. (Queriendo cantar) Ei move y...RUFINA.- ¡No es necesario!ALEJO.- Y paraliciti…RUFINA.- Basta.JULIANA.- (Mejor cantan los loros.)RUFINA.- Julieta será feliz de aprender tantas cosas.ALEJO.- Yo seré el más feliz. Pero tengo que retirarme a comprar algunas cosas.RUFINA.- Pero hoy no abren las tiendas.ALEJO.- Es algo… ¡que me enviaron!JULIANA.- Adiós.RUFINA.- ¡Niña!ALEJO.- Dama, tengo el honor…RUFINA.- ¿Hasta luego?ALEJO.- Sí, hasta luego.RUFINA.- ¿Lo espero?ALEJO.- Volveré pronto.

ESCENA 5RUFINA Y JULIANA

RUFINA.- ¡Es el hombre perfecto! Ideal para ti, Julianita. No como el vago de Manuel. Hay claras diferencias. Con Alejo brillarás y serás la envidia de todo el pueblo, con el otro solo recibirás pena ajena. Tienes que centrarte y aceptar lo que te digo.

JULIANA.- (Con ninguno, para que dejen de molestar.) (Sale rápido dejando a Rufina.)

ESCENA 6RUFINA Y ÑA CATITA

CATITA.- Gracias.RUFINA.- ¡Oh! ¡Ña Catita!CATITA.- ¡Déjame que vengo muerta! ¡Ay Jesús!RUFINA.- ¿Cómo estás?CATITA.- ¡Con un dolor de cabeza que no veo!RUFINA.- Haz estado metida hasta ahora en la iglesia.CATITA.- ¿Qué quiere, hijita, que haga? ¡El Señor me da paciencia!RUFINA.- Pero si está usted así...CATITA.- Y con la boca muy seca, y el estómago en un hilo.RUFINA.- ¡Válgame Dios! También llega usted tan tarde. No importa porque en la alacena hay alguna cosa. Creo que la cocinera guardó un poco de caldo. Sí… que lo caliente. ¡Manuela!CATITA.- Dios te lo pague, mamita. Pero escucha; mejor sería un poco de chocolate, porque hoy creo que son épocas de ayuno...RUFINA.- Mandaremos a comprarlo...CATITA.- No; no, deja; tomaré cualquier cosa. No te molestes…RUFINA.- ¡No es molestia!CATITA.- ¿Y cómo va por acá?RUFINA.- Siempre, Ña Catita, en guerra.CATITA.- ¿Con que no hay forma que entre tu marido en razón?RUFINA.- Cada día está más terco; no hay que tocar otra tecla sino matarlo o dejarlo. Ahora he tenido una pelea con él, pero para nada. ¡Si es más duro que una roca!CATITA.- ¡Qué trabajo! ¡Cómo siento lo que este hombre te atormenta! ¡Ay!RUFINA.- ¿Qué es eso? ¿Te duele la cabeza?

Page 6: Ña Catita

CATITA.- No es cosa, hijita. Esas beatas, que son unas sinvergüenzas, son las que me han de quitar la vida. ¡Ay, qué gente! ¿Con que tu marido te trata como una negra? ¡Qué desgracia!RUFINA.- Ña Catita, cada día más me arrepiento haberme unido con él.CATITA.- No hay mal que por bien no venga.RUFINA.- Yo sola tengo la culpa. No faltó quién me advirtiera el mal genio que tenía; pero yo, una niña inexperta, cerré los ojos y me casé.CATITA.- Pero hablando de otra cosa. ¿Sabías que Malena peleó ayer con su marido? Lo puso como nuevo hija ¡Serrano, había de ser! Daba compasión el verla.RUFINA.- ¡Qué desvergüenza!CATITA.- Pero ya se ve; si tiene también tan poca cautela. Recibir visitas cuando su marido sale. Y agradézcanmelo a mí, y a una buena chica que fuimos las que intercedimos para que en paz se pusieran... Pero, hija, que por ti, Esto no se sepa.RUFINA.- ¡Cómo, Ña Catita!CATITA.- ¡Ay, hija! Yo no quiero que me metan en cuentos. ¡Pobre de mí!RUFINA.- No soy de esas.CATITA.- Pero, volviendo a tu marido, ¿Así que es una completa mula?RUFINA.- Le digo a usted, Ña Catita, que estoy pasando las penas del infierno con ese hombre.CATITA.- Yo, mamita, nada valgo. Solo conozco en Lima a poquita gente que, de la misma manera que tú, me dan un bocado y ropa, porque me aprecian. ¡Soy tan pobre...! Ya lo ves... Si alguien me hiciera el favor de prestarme una moneda, un alma del purgatorio me sacara con su amabilidad. RUFINA.- Tenga usted. CATITA.- ¡Dios te haga santa! ¡Dios te dé su gloria eterna! ¡Ojalá tuviera la fortuna de tu comadre Teresa, que se sacó la lotería!RUFINA.- ¿Pero qué me cuentas?CATITA.- Así dicen. Y dime, si así no fuera, ¿de dónde hubiera sacado para comprar finas medias, pañuelos y pulseras... para ir al Callao, cuando no ha tenido nunca ni para la renta?RUFINA.- Claro está. Pues yo me alegro Que tenga tanta fortuna. Con eso me pagará veinte soles que me debe.CATITA.- Cóbrale. ¿Ya no están ustedes dos peleadas?RUFINA.- Sí, pero eso no opone a que cancele sus deudas.CATITA.- ¡Qué mal!, pero vamos a esto, ¿y Julianita qué cara pone a estas cosas? Por supuesto que se inclina al chico y...RUFINA.- Ni lo piensa: es muy caprichosa. Y como aquel otro chico ha logrado engañarla con sus quejas. Hace poco estuvo aquí don Alejo para hablar con ella. ¡Y la hubieras visto!, ¡con que palabras tan secas le contestó! Casi, casi me caigo de rabia e impresión. Me puse colorada de la vergüenza. Y él que tiene tanta caballerosidad.CATITA.- Déjele libre.RUFINA.- ¿Cómo así?CATITA.- No haga nada, Alejo es un partido que así nomás no se encuentra. Los hombres, hoy en el día, no se casan tan a secas, buscan solo conveniencia. A menos que un extranjero... ¡Esos, sí, tienen plata!RUFINA.- Mírela usted; aquí viene.CATITA.- ¡Lo que se pierde!

ESCENA 7CATITA, RUFINA Y JULIANA

JULIANA.- ¿Me llamabas mamá?RUFINA.- ¿Dónde estabas, muchacha? ¡Lo has hecho terrible contestándole así a Alejo!JULIANA.- Si no me dijera amor, dejaría De mostrarle mi enojo.CATITA.- Habla con más respeto de un sujeto tan virtuoso, que dentro de poco será tu marido.

Page 7: Ña Catita

JULIANA.- ¿Mi marido?RUFINA.- ¡Sí, señor! ¡No empieces a fastidiarme!JULIANA.- Alguien a quien no amo, Nunca podré casarme.RUFINA.- ¿La oye usted? Me está provocando esta insolente.JULIANA.- Discúlpame mamá, pero voy a hablarte francamente. Pretendes casarme con un hombre que no quiero, y porque a ello me rehúso me tratas mal. ¿Acaso no puedo protestar de la gran injusticia que cometes sobre mí? El lazo del matrimonio no dura dos o tres días; deben tener conexión, los que se unen con él; si en uno y en el otro el amor no existe, será tener a toda hora en la garganta una soga. Razona sobre esto; compadécete de mí, para que cuando me veas llorando no te arrepientas de tus cóleras maternales, y sufras tú también. Aún hay tiempo; con sinceridad te lo digo, con semejante marido yo no puedo ser feliz. No lo amo, mamá, no lo amo; perdóname que te hable así, pero casándome con él solo seré infeliz.RUFINA.- ¡Qué tal, pues! ¡Cuánto sabía! ¡Si me ha dejado pasmada!CATITA.- ¡Ave María!RUFINA.- ¡Estás bien aconsejada!CATITA.- Mira, el amor es un niño que desagrada y fastidia a quien no lo tiene. Y si ahora a Alejo lo ves con indiferencia, ya cambiaras de opinión tratándolo con frecuencia.RUFINA.- Sobre todo, Ña Catita, ¡qué amor ni qué tonterías!CATITA.- Dice muy bien tu mamita, es mucho cuento la plata.RUFINA.- Y luego, niña, aquel porte tan fino, tan caballero...CATITA.- ¡Ay, hija, y tiene una casa con todo lo necesario! A la suela del zapato muchos quisieran llegarle.JULIANA.- Aún con todo eso, Ese matrimonio terminará mal.RUFINA.- ¡Te casarás o te llevará el demonio! ¡No le pongas mala cara a Alejo sin razones! Y ni se te ocurra escuchar una palabra más de ese muchachito. Dile que nunca vuelva a poner un pie en esta casa.JULIANA.- Pero, mamita...RUFINA.- No pienses burlarte más de mí.JULIANA.- Veré a mi padre...RUFINA.- Tu padre es aquí un cero a la izquierda.JULIANA.- Mamá (Suplicante).RUFINA.- ¡Calla te digo!JULIANA.- ¿Pero por qué...?RUFINA.- Porque lo digo yo, y oye, ¡cuidado conmigo!JULIANA.- (¡Jesús, qué vida! ¡Hasta cuándo!)RUFINA.- ¡Pues no faltaba otra cosa! Vamos, Ña Catita.CATITA.- Vamos.RUFINA.- ¡Mocosa sinvergüenza!CATITA.- ¡Jesús! ¡En qué tiempo estamos!

ESCENA 8JULIANA

Pues mi madre se equivoca. Solo loca consentiré esa unión. No me sujetará a tan dura decisión aunque libre me encontrara nunca con él me casaría, pues no lo amo. Antes me iría a un convento, sin el menor sentimiento, si es posible, hasta morir.

ACTO SEGUNDO

Page 8: Ña Catita

ESCENA 1MERCEDES Y JULIANA

MERCEDES.- Juliana, justo ahora se te ocurre decirle que venga, ahora va estar hablando toda la gente.JULIANA.- Si supieras cuanto me molesta esto, mi mamá me quiere casar con un hombre que no quiero y no deseo, es horrible por lo que paso Mercedes, ¿qué haré?MERCEDES.- Habla con tu padre.JULIANA.- ¿Y si también está a favor?MERCEDES.- Inténtalo.JULIANA.- Igual ve a decirle a Manuel que venga, porque mi mamá está enojada.MERCEDES.- Ve tú, es igual.JULIANA.- Si mi mamá estuviera aquí…MERCEDES.- ¡Oh! Ahí llega Manuel, me voy.

ESCENA 2JULIANA Y MANUEL

MANUEL.- ¿Qué tienes?JULIANA.- Nada, pensaba cómo influye, en las personas, el interés.MANUEL.- A mí no me importa el dinero, yo te amo a ti y eso me basta, ¿acaso tú no me amas?JULIANA.- Claro que te amo, sonso.MANUEL.- Entonces a tu lado seré muy feliz.JULIANA.- Pero mi mamá me quiere casar con Alejo.MANUEL.- Eso es injusto, de ninguna forma te casaras con él.JULIANA.- Es verdad, es injusto.MANUEL.- Hay que hablar con tu papá.JULIANA.- Ahora no.

ESCENA 3MENCIONADOS Y JESÚS.

JESÚS.- ¿Qué hacen chicos?MANUEL.- Nada, señor.JESÚS.- Entonces, ven Manuel, necesito hablar contigo.MANUEL.- Enseguida voy.JESÚS.- Mejor espérame, saldré un rato. (Se retira rápidamente.)

ESCENA 4MANUEL, JULIANA, ÑA CATITA Y RUFINA

MANUEL.- Juliana, no debes tener miedo.JULIANA.- Yo no tengo miedo, si no me caso contigo, no me casaré con nadie más y me opondré a lo que diga mi mamá.MANUEL.- Ven, dame un abrazo.RUFINA.- ¡Mira a esos, Ña Catita!JULIANA.- Está ahí mi mamá.MANUEL.- No me importaRUFINA.- Solo míralos a estos, ¡descarados!MANUEL.- Señora...RUFINA.- Vienen acá a faltarme el respeto.

Page 9: Ña Catita

JULIANA.- Mamá…RUFINA.- Cállate, ahora te pego.MANUEL.- Cálmese señora, yo, a su hija, la quiero.RUFINA.- ¡¡Vete de mi casa!!JULIANA.- Podrá intentar matarme, pero con Alejo, no me caso.MANUEL.- No me iré, espero a su esposo.

ESCENA 5MENCIONADOS Y ALEJO

ALEJO.- ¡Esto está que arde!CATITA.- ¡Para!, mira quien viene.RUFINA.- ¡Hola Alejo! (Jala a Juliana y la pone a su costado.)ALEJO.- ¿Incomodo algo?RUFINA.- No, son cosas familiares, nada importate.ALEJO.- Está bien.RUFINA.- Vete adentro, Juliana.JULIANA.- (Se va lento, como queriendo escuchar.)CATITA.- Va a ver más pelea acá.RUFINA.- Alejo, deseo hablar con usted. ¿Podemos pasar?ALEJO.- Como diga.RUFINA.- Bote a Manuel. (En el oído de Ña Catita.)

ESCENA 6MANUEL Y ÑA CATITA

MANUEL.- ¡Esto es intolerable!CATITA.- No lo tomes en serio, te volverás loco.MANUEL.- ¡Esa mujer ya casi lo logra!CATITA.- No te arranques lo cabellos.MANUEL.- No le he pedido consejo.CATITA.- ¡Esta gente de ahora! (Entra a la casa corriendo.)

ESCENA 7MANUEL

Es obvio que su madre me quiere botar para que Juliana se case con ese hombre. Pero sería tonto de su parte creer que me iré sin hacer nada; en especial porque ella a mí me ama. Aun así, necesito saber si su padre nos apoya; estoy seguro que sí, él es un hombre correcto y juicioso. A demás, hace tiempo él sabe que salimos, y sé que desde ese entonces lo aprueba. Espero que su padre vuelva rápido.

ESCENA 8MANUEL Y MERCEDES

MERCEDES.- ¡Manuel!MANUEL.- ¡Alguien me llama!, ¿quién es? ¡Oh!, Mercedes, ¿qué tal?MERCEDES.- Baje la voz.MANUEL.- Nadie escucha. ¿Qué pasa?MERCEDES.- Dice Juliana que no se pelee con Alejo, porque eso causará mayores problemas a su mamá, quien ya está muy enojada. También que vuelva en la noche, y no hable ahora con

Page 10: Ña Catita

su padre, porque podría haber conflictos estando Alejo acá. Eso es todo. ¡Adiós!, váyase rápido.MANUEL.- Está bien, me iré. No quiero hacerme el difícil. Pero dile que luego le diré todo a su padre.MERCEDES.- Está bien.MANUEL.- ¡Gracias Mercedes!, adiós.

ESCENA 9MERCEDES Y ÑA CATITA

CATITA.- ¡Hola!MERCEDES.- (¡Esta chica!)CATITA.- (¡Manuel habló con ella!) Merceditas.MERCEDES.- ¿Qué pasó?CATITA.- ¿Qué hablabas con Manuel?MERCEDES.- Nada, le decía que se vaya.CATITA.- ¡Pobre! Muy mal hecho. ¿Te ha ocasionado algún daño acaso?MERCEDES.- Ninguno. (¡Hipócrita!)CATITA.- Has pecado mujer. Ay. Bueno, dice Rufinita que me hagas chocolate.MERCEDES.- Voy ahora mismo.CATITA.- Porque todavía no almuerzo.MERCEDES.- Está bien.CATITA.- Si no hay, dice que lo compren.MERCEDES.- Como diga.CATITA.- Y espeso.MERCEDES.- Así lo haré. ¿Algo más?CATITA.- Nada. Avanza.

ESCENA 10ÑA CATITA

Todo se va poniendo feo. Me estoy salvando de este problema. Su padre está loco, querer unir a la pobre chica con ese animal. No debe tener ni para comer, ¡y ella que le sonríe y corresponde! ¡Dios!

ESCENA 11ÑA CATITA Y ALEJO

ALEJO.- ¡Dios! ¡Ña Catita!CATITA.- ¡Hola!, ¿cómo va todo?ALEJO.- Bien, si sigue como está, pronto lo lograremos.CATITA.- El plan ha sido complicado.ALEJO.- Está en mal plan conmigo.CATITA.- ¿En serio?ALEJO.- ¡Sí!CATITA.- ¡Pobre muchacha!ALEJO.- Me da pena.CATITA.- ¿Y la madre?ALEJO.- Muy puntual y rígida. En especial con sus propósitos, no dará su brazo a torcer.CATITA.- Pero es por una buena causa.ALEJO.- ¡Por supuesto!CATITA.- Ya sabe, la conciencia.

Page 11: Ña Catita

ALEJO.- Lo sé, lo sé. Es que mi espíritu no es para el matrimonio.CATITA.- Tenga cuidado, Dios mira todo. En especial a esa prójima que se niega. Pronto sacaremos del camino a ese vejete idiota y ese intento de ser humano.ALEJO.- ¿Cómo lo haremos?CATITA.- Algo genial, que los dejará impactados.ALEJO.- Entonces, ¿quedamos?CATITA.- (¡Sonso!) Está claro.ALEJO.- ¿El epílogo está próximo?CATITA.- ¿No acabo de decirlo?

ESCENA 12MENCIONADOS Y RUFINA

RUFINA.- (¿Se habrá ido? ¡Oh!) ¡Alejo!ALEJO.- ¡Rufina!, disculpe usted. En un instante acabo de conversar.RUFINA.- Pero no le estoy pidiendo…ALEJO.- Solo quise saludar a una amiga.RUFINA.- Lo sentí raro, así que vine a ver si se fue ese animal.ALEJO.- Parece que adivinó, que viene a buscarle problemas.

ESCENA 13MENCIONADOS Y MERCEDES

MERCEDES.- El chocolate Ña Catita.RUFINA.- ¿Recién?CATITA.- ¡Al fin! Ya voy. Vamos Merceditas.MERCEDES.- Vamos. (¿Qué ganarán con esto)

ESCENA 14ALEJO Y RUFINA

ALEJO.- ¡Qué amistad!RUFINA.- Gracias.ALEJO.- Mercurio no haría tanto.RUFINA.- ¿Amigo?ALEJO.- Amigo muy cercano, somos como uña y carne.RUFINA.- Ya veo.ALEJO.- Bueno, me retiro.RUFINA.- ¡Adiós!

ESCENA 15RUFINA

¡Ese hombre es tan elegante!, y muy simpático por recalcar. Debe de tener algún defecto, pero todos los seres humanos lo tienen. Deseo que esta boda se haga sí o sí.

ESCENA 16JESÚS Y RUFINA

JESÚS.- ¿Se fue Manuel?RUFINA.- No sé.JESÚS.- Le dije que esperara.

Page 12: Ña Catita

RUFINA.- Es obvio su desinterés.JESÚS.- ¿Cuál es su afán?RUFINA.- Que usted es muy incapaz, debería de verlo.JESÚS.- ¿Podremos tener un día tranquilo? Esto es un infierno.RUFINA.- ¿No quiere problemas?, separe a ese muñeco de mi niña.JESÚS.- No sé a qué se refiere.RUFINA.- Ciego eres ahora.JESÚS.- Creo que debería casarlos mañana mismo en ese caso.RUFINA.- ¿Casarlos? ¡Nunca mientras esté viva!JESÚS.- Pues así pasará.RUFINA.- Sobre mi cadáver.JESÚS.- Solo por unirla a Alejo.RUFINA.- Quien es un hombre respetable.JESÚS.- Es un mentiroso. Él y esa metida que dice ser tu amiga se irán de acá.RUFINA.- ¿Cómo se atreve?, ¡pediré el divorcio entonces!JESÚS.- Está loca.RUFINA.- Hoy mismo. Y me entregará todo. Hasta el último céntimo. Solo me dio desgracias en esta vida.JESÚS.- ¡Para!RUFINA.- ¡No me grites!JESÚS.- ¡Demonios!, ¡con esta ley de ahora!, todos somos iguales.RUFINA.- Sí claro. Siga usted hablando. El Estado no nos escucha, nunca.JESÚS.- ¡Qué sabe usted!RUFINA.- ¡Solo iguales ante la tumba! ¡Ja! ¡Ja!JESÚS.- Retírate, estoy harto de tu comportamiento. Siempre haciendo problemas, ¡qué pensará la gente!RUFINA.- Risa me da.JESÚS.- Ándate a tu cuarto.RUFINA.- Me voy por no incomodarme.

ESCENA 17JESÚS Y MERCEDES

JESÚS.- ¿Te llamé?MERCEDES.- Vengo por el plumero.JESÚS.- ¡Vete!, nos buscas el plumero, ¡buscas el chisme!, para ir a contarlo por allá. Ándate.MERCEDES.- Me voy.

ESCENA 18JESÚS Y CRIADO

JESÚS.- Esta casa es de locos, ¿dónde estará José?, seguro escuchando. ¡Muchacho!CRIADO.- (Entra corriendo.) ¿Qué pasó?JESÚS.- Tengo que darte un mandado, espera. (Se va a una mesa.)CRIADO.- (¿Qué querrá?, esta casa ahora es un infierno, solo basta con ver a los dueños.)JESÚS.- Ve al correo y da esta carta.CRIADO.- ¿Ahora?JESÚS.- Está obvio, ¿no?

ESCENA 19JESÚS

Page 13: Ña Catita

A ver si me responde, ya le mandé muchas cartas y llamé a su móvil. Espero que me dé el préstamo, para poder organizar al cura, el notario y lo demás.

ACTO TERCERO

ESCENA 1JESÚS Y ÑA CATITA

JESÚS.- ¡Cuántos, como yo, las vísceras (Sin ver a Ña Catita; pero esta sí repara en él y se queda oyéndolo.) las tendrán repletas de ácido y sufrirán como yo sólo por tener poco ánimo! Mas yo no soy tan estúpido, ni tengo el alma de sumiso, para que una vieja ideática me vuelva loco o misántropo.CATITA.- Eso es, don Jesús, verídico, porque un marido es la cabeza de su casa...JESÚS.- (¡Vieja hipócrita!)CATITA.- Déjeme.JESÚS.- Déjeme usted con sus cánticos.CATITA.- De otro modo...JESÚS.- Allá a los clérigos.CATITA.- Respete usted el santo hábito.JESÚS.- Respételo usted.CATITA.- ¡Qué hombre!

ESCENA 2JESÚS Y MANUEL

JESÚS.- ¡Ay Rufina, cuán erróneos te van a salir tus cálculos! Si a tu hija pretendes casarla con ese vándalo, ¡dices bien, he sido un títere, un autómata y un bárbaro, pero ya no más! (Entra Manuel.)MANUEL.- Señor...JESÚS.- ¿Me pone en ridículo...? Pues me tendrá pánicoMANUEL.- Permítame usted...JESÚS.- ¡Imbéciles! Verán quien soy…

ESCENA 3MANUEL

Pues estoy fresco ¿qué es esto? Don Jesús también me mira en su casa con mal gesto, y con constante desdén al verme entrar se retira. ¿Entonces por qué ahora poco, si es que yo me equivoco, mostró deseo de hablarme? ¿Sería para tratarme como no lo hiciera un loco? No hay remedio; su mujer lo ha obligado a actuar de esa manera conmigo. ¿Y contra tanto enemigo qué defensa puedo tener?

ESCENA 4MANUEL Y ÑA CATITA

CATITA.- (Ya se fue.) ¿Y tú qué haces aquí?MANUEL.- A ti qué te importa.CATITA.- No te enojes, además me haces recordar a mi difunta hija.MANUEL.- Por dios, ¡¡qué mujer!CATITA.- Sería feliz si viviera mi hija, por eso te ayudo, porque te veo como un hijo.MANUEL.- A la hora que vine acá, todos me incomodan.CATITA.- El amor a Juliana es lo que te incomoda.

Page 14: Ña Catita

MANUEL.- En realidad es todo, por mí me mato.CATITA.- No digas eso, podrías hacer una trampa para ellos.MANUEL.- ¿Cómo?CATITA.- Pueden escaparse mañana en la mañana. No te ofrezco mi casa, porque debo la renta. Pero le diré a una amiga, para que hable con un cura de malambo, para que se casen y ya ustedes busquen por su cuenta.MANUEL.- ¿En serio?CATITA.- ¡Serio!MANUEL.- Gracias, muchas gracias, tome esto para la renta y no quiero un no.CATITA.- ¡Muchas gracias!

ESCENA 5MENCIONADOS Y JULIANA

JULIANA.- (¡Qué veo!)MANUEL.- ¡Juliana!JULIANA.- (Me voy.)MANUEL.- ¿También me miras mal?JULIANA.- (No entiendo, ¿habla con Ña Catita?)ÑA CATITA.- Acércate, Juliana, yo ya me voy. (Se aleja.)JULIANA.- Estoy bien.

ESCENA 6MANUEL Y JULIANA

JULIANA.- ¿Qué hablabas con Ña Catita? ¿No ves que es una mala persona?MANUEL.- Hasta hace un rato pensaba igual, pero he visto el ángel interior de ella.JULIANA.- ¡No dejes que te engañe!MANUEL.- No, tengo mis razones para pensar así.JULIANA.- No la conoces bien.MANUEL.- Hablemos de otro tema, ¿me buscabas a mí o a quién?JULIANA.- A mi padre, para hablarle de nuestra relación y nos apoye.MANUEL.- No hubieras logrado nada, él está en contra.JULIANA.- ¿Por qué dices eso?MANUEL.- Hace un rato me trató mal y se fue sin hablarme, furioso.JULIANA.- Mi mamá lo ha convencido.MANUEL.- Eso parece.JULIANA.- ¡Todos están contra nosotros!MANUEL.- Nuestro amor vencerá todo, no importa más. Huyamos Juliana, vámonos de acá.JULIANA.- ¿Huir? Me niego.MANUEL.- Entonces huiré solo, y nunca te volveré a ver.JULIANA.- ¡Dios Mío!MANUEL.- Y acabaré con mi existencia en algún lugar remoto, maldiciendo tu ingratitud y abandono. Adiós para siempre.JULIANA.- Calla. Espera.MANUEL.- Déjame. Hice mal al decirte.JULIANA.- ¡Escucha! ¡Iré contigo! Huiremos juntos.MANUEL.- ¡Mi hermosa amada!, esta misma noche salimos de acá. Solo porque es necesario para poder ser felices.JULIANA.- Pero, oye…MANUEL.- A las siete, todo ya.JULIANA.- Oigo pasos. Vete. A las siete nos vemos.MANUEL.- No lo olvides, ¡adiós!

Page 15: Ña Catita

JULIANA.- ¡Alejo! Qué bueno que llegas, mas yo ya me voy, ¡adiós!

ESCENA 7ALEJO, RUFINA Y ÑA CATITA

ALEJO.- Se nota el amor que se profesan, lamentablemente esto se va a volver un enredo. ¡Y no es que sea cruel o algo!, ¿quién no revolvería todo el mundo solo por ganar?RUFINA.- ¡José!ALEJO.- ¡Ahí está la madre! Hablo con ella y me largo.CATITA.- No lo pienses mucho.RUFINA.- ¡Oh! mi amigo: casualmente, le iba a mandar un recado.ALEJO.- Pues aquí estoy. ¿Qué se le ofrece?RUFINA.- Muy bien. Tenemos un plan, ¡adivina!ALEJO.- ¿Yo...? ¿Cómo?, ¿cómo quiere usted que adivine?RUFINA.- Bueno, ¡vamos a mudarnos!ALEJO.- ¿En serio? Bueno, muy bueno. ¡Excelente!RUFINA.- ¿Qué le parece?ALEJO.- ¡Bravo!, ¡bravísimo!CATITA. Pues, si es la mejor opción...ALEJO.- Hace meses que tenía una idea idéntica, porque hablando francamente, esta casa es muy débil.RUFINA.- Eso es lo de menos.CATITA.- Cierto está muy indecente.ALEJO.- ¿Ah? ¡Si viera usted la mía!

ESCENA 8MENCIONADOS Y JOSÉ

JOSÉ.- Señora, ¿me llamaba?RUFINA.- ¡Hace rato!, ay, ¡esta gente!ALEJO.- Perdida está.RUFINA.- No hay freno que la sujete.ALEJO.- Mis tres criados, son muy capaces, y si es necesario haré que aquí se presenten.RUFINA.- No es necesario.ALEJO.- Saben de infinitos quehaceres.RUFINA.- Gracias, pero no. Volviendo a nuestro plan, me gustaría que tenga la bondadde ir ahora a ver unos departamentos que hay vacías por el centro y que me mande la llave con él.ALEJO.- Le sigo.RUFINA.- Nos interesa que esto se haga en lo más breve posible, en la noche duermo allá.ALEJO.- ¿Esta noche? CATITA.- Así es.ALEJO.- ¿Quiere usted que la empapele y la pinte?RUFINA.- Nada de eso. Pero ya pasa el tiempo, vaya.ALEJO.- Voy enseguida. ¿Cueste lo que cueste?RUFINA.- En nada dude. El negocio es que a las siete estemos todos por allá.CATITA.- Sin que lo sepa el viejo de tu marido.ALEJO.- Ya entiendo. (¡Magnífico, sorprendente!)RUFINA.- Ña Catita, dele usted las señas, por si se pierde.CATITA.- Pues, señor...ALEJO.- ¡Vamos!

Page 16: Ña Catita

CATITA.- Va directo por el Puente hasta llegar a la Capillita, y después, voltea a la mano derecha, toma un callejón que hay enfrente; se pasa una tiendecita, y luego... ¿No me comprende?ALEJO.- ¡Oh! sí, ¡cómo no!CATITA.- En la puerta hay papel.ALEJO.- Perfectamente.RUFINA.- ¿Ya se ubica?ALEJO.- Claro como el agua. Adiós. (¡Esta vieja es una viciosa!)RUFINA.- Ve con el señor.JOSÉ.- Le sigo.RUFINA.- ¡Ah! Alejo, oiga usted; ¿podrá volver para acompañarnos?ALEJO.- No hay ningún inconveniente. A las siete estoy aquí.RUFINA.- No falte usted.ALEJO.- ¡Nunca!RUFINA.- Para que nos lleve a su Julieta y a mí...ALEJO.- Por supuesto.

ESCENA 9RUFINA Y ÑA CATITA

CATITA.- ¡Qué señor tan buen cristiano, tan político y cumplido!RUFINA.- ¡Y mi marido piensa que es un mal hombre! ¡Si será bruto como una roca!CATITA.- Ya sabe, a nosotras nos toca enseñar al que no sabe.RUFINA.- Le digo a usted, Ña Catita, que no puede haberme dado mejor consejo.CATITA.- Yo hago cuanto puedo, hija, por tu bien.RUFINA.- Gracias, y a desesperado mal, desesperado remedio.CATITA.- El hombre pone, y Dios, hijita, dispone.RUFINA.- ¿Ah?CATITA.- Yo no quisiera meterme en sus asuntos. ¡Pero, niña, qué rabieta le va a dar a tu marido cuando vea que te has ido de la casa!RUFINA.- Créame usted que no veo la hora que llegue.CATITA.- Con calma todo se alcanza; y encomiéndate al Señor.RUFINA.- Así sea, Ña Catita, me sobra dolor.CATITA.- Voy a encomendarle esta obra a mi madre Santa Rita.RUFINA.- ¡Julieta! ¡Dios me haga paciente! (Llamando).CATITA.- Y me dé su gloria a mí. ¡Ay, Dios mío, que dolor en la barriga!RUFINA.- ¿Qué tiene usted?CATITA.- La fatiga. Ya sabe, no almorcé nada. ¡Jesús, qué retortijones!RUFINA.- Ya la comida no tarda. ¡Julieta! ¿Qué estará haciendo esta muchacha?CATITA.- ¡Ay, si estoy muerta!RUFINA.- ¡Julieta!JULIANA.- Allá voy.RUFINA.- Mire usted, si estaba oyendo.

ESCENA 10MENCIONADOS Y JULIANA

JULIANA.- Mamita...RUFINA.- Te haces que no oyes.JULIANA.- (¡Qué querrá!)RUFINA.- Mira, es preciso que todos vivamos en paz, tu padre y yo queremos eso. ¿Me oyes?JULIANA.- Estoy oyendo mamá.

Page 17: Ña Catita

RUFINA.- Tú te has opuesto a mí. Yo no te quiero hacer algún mal, yo deseo tu bien, y trabajaré día y noche sin cesar por eso.CATITA.- Amor de madre... ¡no hay en el mundo otro igual!RUFINA.- Las mujeres no distinguen el bien del mal a tu edad, y una carita bonita y dos o tres cualidades más las vuelven presumidas.CATITA.- Todo aquí acaba, solo Dios es eterno.RUFINA.- Sin pensar que un accidente, el más leve, puede de un momento a otro...CATITA.- Es decir, en un tris-tras.RUFINA.- Convertir a alguien hermoso en un desastre.CATITA.- De tierra somos, y en tierra nos hemos de transformar.RUFINA.- Los hombres, hoy en día, están muy corrompidos, principalmente los chicos.CATITA.- No era así en mi tiempo, ¡ah!RUFINA.- Mucho más en nuestra tierra, que hay cierta cantidad de mujeres que los manejan como desean.CATITA.- ¡Pobres! ¡Dios las compadezca! ¡Quién sabe por qué lo harán!JULIANA.- (Ya sé por dónde van).RUFINA.- Por eso, hija, es necesario que no insistas más. Poco esfuerzo bastaría para que se desvanezca ese amor fugaz que haría tu desgracia por toda una eternidad.JULIANA.- ¡Oh! ¡Nunca, señora, nunca! ¿Olvidarlo yo? Jamás.RUFINA.- ¿Qué es lo que dices?CATITA.- Hijita, Dios no permite que hables así a tus padres. "Honra a tu padre madre".JULIANA.- Eso es cierto, Ña Catita. Pero Dios tampoco querrá que por capricho se me vaya a forzar.RUFINA.- ¡Véala usted! CATITA.- ¡Jesús! Mientras más se vive más se aprende y se oye más. ¡Qué chicas las de este tiempo tan alzadas!RUFINA.- ¡Si me da gana de hacerla por pedazos!CATITA.- Por Dios, Rufinita, haz que se confiese esta niña.RUFINA.- ¡Soy la mujer más fatal!CATITA.- Es un cargo de conciencia dejarla así... a su suerte.RUFINA.- Dice usted bien, Ña Catita; así es, se confesará. Ya tú puedes ir haciendo el examen general.CATITA.- Nuestra alma es antes que todo.RUFINA.- ¡Oiga!CATITA.- Eso sí, el sujeto es muy buen chico, muy formal. ¡Si vieras cómo se ve! ¡Qué linda ropa le ha puesto! Mucho gusto da el verlos como se quieren. Dios los tenga siempre en paz.RUFINA.- ¡Ay, Ña Catita, esta hija me la dieron por mis pecados!CATITA.- No te aflijas. Dios querrá que todo se arregle hoy mismo poniendo en obra el plan. Si tú gustas le hablaré a mi padre espiritual y mañana tempranito la llevo a confesarse.JULIANA.- (¡Vieja maldita!)RUFINA.- ¡Anda, indigna, que me las has de pagar todas juntas! Vete adentro y no salgas de allá hasta que yo te lo mande... Yo te compondré, ¡animal! ¡Vete a tu cuarto, te digo!JULIANA.- (Tengo que aguantar un poco más).

ESCENA 11RUFINA Y ÑA CATITA

RUFINA.- ¿No le digo a usted? Si es hueca.CATITA.- Ya ves, todas somos frágiles y podemos tropezar. Como estemos revestidas de esta mala carne... ¡Ay!RUFINA.- ¿Qué le ha dado a usted?CATITA.- No es nada. ¡Jesús, qué debilidad! ¡Estos ayunos me matan!

Page 18: Ña Catita

RUFINA.- ¿Apetece usted tomar alguna cosa?CATITA.- Un traguito de jugo.RUFINA.- Bueno.CATITA.- ¡Ah! (Eructa). ¡Qué bien me dice mi padre! ¡Yo no debo ayunar!RUFINA.- ¿Pero, por qué ayuna usted?CATITA.- ¡Ay hija! Mientras nos da fuerzas el cielo es necesario ser severo.RUFINA.- Voy a mandar que le traigan el jugo.CATITA.- Y un pan.RUFINA.- ¡Mercedes!CATITA.- Deja...RUFINA.- ¡Mercedes!CATITA.- Que no lo traigan acá, que lo pongan allá adentro.RUFINA.- ¡Válgame Dios! ¡Este mal la atormenta a usted!CATITA.- No, pues, sino como está ahora en creciente la luna... y el tiempo que está fatal... y como me voy a volver a enfermar...

ESCENA 12MENCIONADOS Y MERCEDES

MERCEDES.- ¿Qué manda usted?RUFINA.- Ven acá.MERCEDES.- ¿Qué cosa?RUFINA.- Toma las llaves y saca ahora un pan de la alacena y un poco de jugo, y ponlo todo ahí encima. Escucha...MERCEDES.- (¡Qué vieja tan...!).RUFINA.- Es necesario que sepas que nos vamos a mudar.MERCEDES.- Muy bien, señora, ¿y adónde?RUFINA.- Eso después lo sabrás. Por ahora lo que importa es que trates de arreglar lo que haya por ahí tirado; porque todo lo demás lo haré yo con Ña Catita.MERCEDES.- Le sigo.RUFINA.- Oye, Mercedes, cuidado no le vayas a contar nada de lo que te he dicho a la niña.MERCEDES.- Está bien.RUFINA.- ¡Ah!MERCEDES.- (¡Esta es otra!).RUFINA.- Ni al señor. Porque si no, ya verás.

ESCENA 13RUFINA y ÑA CATITA

CATITA.- Me parece bien que tomes medidas para ocultar a tu hija y a tu marido de que te vas a mudar; porque si llegan a darse cuenta...RUFINA.- No hay miedo, no lo sabrán.CATITA.- Una mujer no se debe dejar nunca gobernar por su marido o sus hijos. Porque ellos ven en nosotros suavidad y después habrá mucho trabajo. Y no es porque me falte quien me haga algún gesto, ni me diga esto y el otro, y aquello y de más allá...RUFINA.- ¿Pero quién dice tal cosa?CATITA.- Porque, aunque parezca mal que lo diga, cierto chico, muy formal, a donde quiera que voy me sigue; pero yo... ¡Jesús me libre de una tentación casual! No es tampoco que yo sea muy vieja, porque no me acuerdo, quizá tú te acordarás.RUFINA.- ¿Yo? Muy poco...CATITA.- ¡Miren qué tal!RUFINA.- Tengo una idea remota.

Page 19: Ña Catita

CATITA.- Pues creía...RUFINA.- Usted tendrá a la fecha, Ña Catita sus cincuenta a más tirar.CATITA.- No tengo sino noventa.RUFINA.- Pues bien, entonces serán treinta y tantos, ¿no, es así?CATITA.- Un siglo.RUFINA.- Pero...CATITA.- No le importa a nadie averiguarme la edad. Tengo la que represento... la que se me antoja... ¿estás?RUFINA.- No se pique usted. Mi objeto no ha sido herirla.CATITA.- ¡Ajá! Cambiemos de tema; no me quiero incomodar.RUFINA.- (¡Como se hace la chiquilla... y hasta podría ser mi abuela!).CATITA.-¡Qué maldita enfermedad!RUFINA.- ¡Válgame Dios!CATITA.- ¡Qué trabajo!RUFINA.- Ña Catita, mire usted... mi marido...CATITA.- Y viene acá.RUFINA.- Ya llega...CATITA.- Disimulemos…

ESCENA 14MENCIONADOS Y JESÚS

JESÚS.- (¡Qué par!)CATITA.- ¡Silencio!RUFINA.- ¡Qué gestos pone!JESÚS.- (¡Hablando de mí estarán!).RUFINA.- Repárelo usted, va ardiendo.RUFINA.- Se le conoce en la cara. ¡Qué tal si él adivinara que de él estamos hablando!CATITA.- ¿No nos saca, hija, ventaja? Para mí no se descuida. Tanta ida y tanta venida.RUFINA.- Deseche usted ese presagio.CATITA.- Ahí lo verás: juzga mal y acertarás.

ESCENA 15RUFINA, ÑA CATITA Y MERCEDES

MERCEDES.- Ya está.RUFINA.- Vamos adentro.CATITA.- Vamos pues.MERCEDES.- (¡Qué tragona!).CATITA.- (Se agacha a recoger dos pajitas).MERCEDES.- (¿Qué va a agarrar?)RUFINA.- ¿Algo ha perdido?MERCEDES.- (¡Avestruz!)CATITA.- Nada... que aquí hay una cruz. No la vayan a pisar.

ACTO CUARTO

ESCENA 1JULIANA Y MERCEDES

JULIANA.- ¿Que estará pasando, Mercedes?, ¿por qué mudarse ahora?

Page 20: Ña Catita

MERCEDES.- Mira, entre las dos, Rufina hace eso por Manuel y tú, quiere apartarlos. Yo ya me cansé de ella, pero no me voy porque pasaría hambre.JULIANA.- ¿Mi padre está?MERDES.- No, ha salido.JULIANA.- ¿Y sabes que hace mi mamá?MERCEDS.- Anda con la maldita y chismosa de Ña Catita.JULIANA.- Ni te imaginas cómo me siento ahora, solo voy a esperar mi cita.MERCEDES.- Ya pasará, ¿cuál cita? Tenga cuidado con su madre.JULIANA.- No me importa, hoy de esta casa me salgo.MERCEDES.- Avisa si quieres ayuda.

ESCENA 2MENCIONADOS Y ÑA CATITA

ÑA CATITA.- ¿Por qué está la sala oscura?; ¡qué ociosa la gente! Mercedes, te llama Rufinita.MERCEDES.- Ya voy señorita. (¡Qué pesada!)

ESCENA 3JULIANA Y ÑA CATITA

ÑA CATITA.- ¡Nada esta ordenado! Despilfarro de casa. ¿Qué haces acá Juliana?JULIANA.- Nada (¡Qué molestosa!)ÑA CATITA.- ¿Por qué siempre estás enojada conmigo?, si yo solo quiero tu bien y me doy cuenta la presión que hay en ti, seguro es porque nadie la mira y esta así, ¿me equivoco?JULIANA.- Así será, Ña Catita.ÑA CATITA.- Tu madre me comienza a molestar, el muchacho que elegiste es lindo… Bueno, ya me tengo que ir.JULIANA.- (Ya vete vieja maldita).ÑA CATITA.- Hablando del rey de roma…

ESCENA 4MENCIONADOS Y MANUEL

MANUEL.- Juliana…JULIANA.- Manuel…MANUEL.- Vámonos ya.ÑA CATITA.- Pero...MANUEL.- Ahora no estoy de humor.ÑA CATITA.- ¿Por qué andas siempre molesto?; no te expongas ahora, mejor después.JULIANA.- ¿No puede ser mañana?MANUEL.- No, mi tía está que nos espera en la puerta.ÑA CATITA.- Reflexiona Juliana.JULIANA.- Tengo miedo, no sé el porqué.ÑA CATITA.- (A ver si los entretengo). Julianita, haces bien.

ESCENA 5MENCIONADOS Y MERCEDES

MERCEDES.- Aquí viene la señora, ¿ya es hora?ÑA CATITA.- Ve adentro, Juliana.JULIANA.- Cállate.MERCEDES.- Hay que cargarla. (Agarra a Ña Catita por los hombros y la jala.)

Page 21: Ña Catita

ÑA CATITA.- ¿A dónde me llevan?MERCEDES.- Al infierno.RUFINA.- ¡Juliana!JULIANA.- ¡Mi madre, vamos!MANUEL.- Escóndete.

ESCENA 6MENCIONADOS Y JESÚS

JULIANA.- ¡Mi padre!JESÚS.- ¿Por qué hay tanto escándalo?MANUEL.- Señor...JESÚS.- ¡Qué atrevimiento!, ¿y tú que haces aquí?ÑA CATITA.- Rezando.JESÚS.- ¿Tu madre?JULIANA.- Adentro.JESÚS.- ¡Rufina!, ¡demonio!

ESCENA 7MENCIONADOS Y RUFINA

RUFINA.- ¿Qué es esto?, ¿dónde hay un palo?MANUEL.- Señora…RUFINA.- ¿Y tú qué haces aquí?JULIANA.- Nada.JESÚS.- Mucho cuidas a tu hija.RUFINA.- No te dije que no salgas de tu cuarto.JESÚS.- Si estuvieras más atenta, sabrías que acabo de atraparlos escapando.RUFINA.- ¿Con este?, ¿y tú que hacías ahí?JESÚS.- Ayudando.RUFINA.- Tenías que ser tú, siempre trayendo problemas.JESÚS.- Mi paciencia contigo se acaba Rufina, y tú, Manuel, tenías mi afecto pero ahora ya no, te invito a que te retires. (Pasan hombres con muebles)

ESCENA 8MENCIONADOS Y JOSÉ

JOSÉ.- Permiso señor.JESÚS.- Quédese ahí.RUFINA.- Sigan ustedes.JESÚS.- He dicho alto, ¿qué pasa en esta casa? ¿Qué es esto?RUFINA.- Que estoy harta de todo y me separaré de ti.JESÚS.- Que cólera me das, quiero…MERCEDES.- (¡Malo!)JESÚS.- Estas mujeres, tales para cuales. ¿Y ustedes qué hacen aquí? Váyanse.RUFINA.- Ni que tú fueras un ángel, esperen...JESÚS.- Váyanse

ESCENA 9JESÚS, RUFINA, MANUEL, JULIANA, ÑA CATITA Y MERCEDES

JESÚS.- ¡Qué escandalo!, ¡qué dirá ahora la gente!

Page 22: Ña Catita

RUFINA.- Usted me trata mal, porque no tengo ningún pariente hombre.JESÚS.- Así es.RUFINA.- Ya lo ves Ña Catita.ÑA CATITA.- No me meto en asuntos de pareja.RUFINA.- ¿Por qué me habré casado con tremendo desgraciado?JESÚS.- Opino lo mismo.ÑA CATITA.- (Voy por mi pañuelo.)

ESCENA 10JESÚS, RUFINA, MANUEL, JULIANA Y MERCEDES

RUFINA.- ¡Qué bruto!JESÚS.- Y tú que eres sabia.JULIANA.- Mamá…RUFINA.- No lo puedes ver, ¡cómo odio a este muchacho!MANUEL.- Señora...

ESCENA 11MENCIONADOS Y ALEJO

ALEJO.- Señores...RUFINA.- A buen tiempo, Alejo. Venga usted.ALEJO.- ¿De qué se trata?JULIANA.- (Es verdad, llega a buen tiempo).ALEJO.- ¿Se necesita mi voto sobre algún vestido nuevo? No, pues ese que usted lleva le viene pintado al cuerpo. Solo que el color es bajo, y el monillo un poco estrecho. ¿Y sabe usted por qué?RUFINA.- Escúcheme usted...ALEJO.- En que lo han cortado al hilo en vez de cortarlo al sesgo.RUFINA.- Pero oiga usted...ALEJO.- Si ese traje lo hubiera hecho una modista francesa, nadie le pondría un pero. Desengáñese usted... en Lima no harán nunca nada bueno. Por eso es que a mí me visten solo extranjeros.RUFINA.- Pero oiga usted, Alejo...JESÚS.- Escuche...ALEJO.- Las botas el alemán; las camisas...JESÚS.- Vamos a esto. Aquí no se trata ahora de camisas ni chalecos, se trata...ALEJO.- ¿Sobre el peinado?RUFINA.- No es eso.ALEJO.- ¡Eh, bien! Pues el de Julieta está tocante en extremo. Si no fuera porque tiene... ¡ah! consiste en el cabello.JESÚS.- Para de retratos y atiéndeme, caballero. Te digo que no se trata de retratos ni embelecos, sino de que eres es un pillo, un bribón, un embustero, que ha logrado encantar con mil mentiras y enredos a esta mujer ignorante.RUFINA.- No me insulte usted.JESÚS.- ¡Silencio! Y perturbado la tranquilidad de mi casa...ALEJO.- ¡Jesús!JESÚS.- Mas no será por más tiempo. ¡Vaya! Lárguese.RUFINA.- No se irá.JESÚS.- ¡Fuera! Antes que...RUFINA.- Lo veremos.JESÚS.- Y usted cállese, señora, no me amenace. Aún soy tu marido y usaré mis derechos.

Page 23: Ña Catita

RUFINA.- ¿Y qué hará usted?JESÚS.- ¡Basta, basta! Vete.ALEJO.- Entonces me insulta usted como a un negro. ¡Cuidado! Porque, amigo, yo por menos planto cuatro golpes.JESÚS.- Pues bien...MANUEL.- Señor Jesús...JESÚS.- Yo no tengo a nadie miedo.ALEJO.- ¡Eh, bien! Entonces, las armas... la hora... el puñal, el veneno, el florete, la pistola, todo es para mí lo moderado. Pero le prevengo a usted que en esta última poseo una destreza admirable. Capaz soy de darle a un pelo a cien varas de distancia, y partirlo medio a medio. Con que, vamos.RUFINA.- ¡Por la Virgen! Cálmense usted, Alejo.ALEJO.- No tengo nada… ¡Oh! No, nada. Estoy sereno. Un par de pinchazos basta... después... nos abrazaremos...JESÚS.- Escuche usted; si no calla y se va, luego lo agarro a usted del cuello y lo estrello contra el techo.ALEJO.- ¡A ver!JESÚS.- ¡Espérese!MANUEL.- Señor, deje usted...JESÚS.- ¡Cangrejo!MANUEL.- Y usted váyase...

ESCENA 12MENCIONADOS Y JOSÉ

JOSÉ.- Señor, afuera hay un caballero que desea hablar con usted.JESÚS.- Dile que estoy ocupado.JOSÉ.- Pero señor, me ha encargado que diga a usted que lo vea ahora mismo, que es urgente.MERCEDES.- (A buena hora).JESÚS.- Que entre.JOSÉ.- Bien. ALEJO.- (¿Quién será con tanta prisa?)JULIANA.- (¿Quién será?)JESÚS.- (¿Qué querrán ahora conmigo?)

ESCENA 13JESÚS, ALEJO, MANUEL, RUFINA, JULIANA, MERCEDES Y JUAN

JUAN.- Señor Jesús...JESÚS.- ¡Oh, amigo! ¿Tanto bueno por acá? ¿Cuándo ha sido la llegada?JUAN.- En este mismo momento.ALEJO.- (¿No es este Juan Sarmiento?)JUAN.- Y he querido, antes de nada, entregar a usted esta carta, que, al pasar por Ayacucho, me la encargó, pero mucho, nuestro amigo Luis Marta.JESÚS.- ¡Luis! Traiga usted.RUFINA.- (¿Qué harán?).JESÚS.- ¡Qué veo! ¡Gracias a Dios!ALEJO.- ¿Qué tratarán ahí los dos?RUFINA.- No sé.JESÚS.- Pasa Juan.JUAN.- Señoras...RUFINA Y JULIANA.- Caballero.

Page 24: Ña Catita

JESÚS.- (Al fin y al cabo don Luis se acordó que era mortal).JUAN.- Señores... ¡Oh qué feliz casualidad...! ¡Alejo! Mi amigo...ALEJO.- (¿Qué irá a decir?).JUAN.- Me ha ahorrado usted el trabajo de buscarlo. Tengo aquí una carta de su esposa...TODOS.- ¡De su esposa!JUAN.- Que con mil encargos me la entregó, cuando del Cuzco salí.RUFINA.- ¡Cómo! ¿El señor no es soltero?JUAN.- No, señora.JESÚS.- Pues no podía usted traernos una nueva más feliz.RUFINA.- ¿Es posible Alejo? ¿Habrá sido usted tan malvado para tratar de engañarnos...?ALEJO.- ¿Y usted lo cree...? Fue un desliz ese que tuve en el Cuzco...JUAN.- ¡Alejo!RUFINA.- Pero el señor…ALEJO.- ¿Qué hombre en la edad juvenil se ve libre?JUAN.- ¡Alejo!MERCEDES.- (¡Canalla!)JUAN.- ¿Cómo así puede usted en mi presencia con tal descaro mentir?JESÚS.- ¿Qué ha de ocurrir? ¡Nada! Sino que el señor tenía ya dado el sí para contraer nuevas nupcias, con nada menos que mi hija, que es esa que ve usted allí, y mi mujer, la madrina.JUAN.- ¿Qué dice usted?JESÚS.- Pero en fin era muy santo, Juan, muy piadoso...JUAN.- ¡Eso es muy vil!JESÚS.- ¡Es un disparate! ¿Quién dijo eso?RUFINA.- (¡Qué mujer tan infeliz!). ¡Cómo está en gracia de Dios!ALEJO.- ¡Basta de mentiras!JUAN.- (¡Canalla!)JESÚS.- ¡Y basta de hablarme a mí!ALEJO.- Espero que usted en el campo se sepa también batir... no digo más; hasta luego...JESÚS.- Vamos, lárguense de aquí.ALEJO.- Señoritas...JESÚS.- ¡Largo!

ESCENA 14JESÚS, MANUEL, JUAN, RUFINA, JULIANA Y MERCEDES

JUAN.- ¡Qué maldad!JESÚS.- Pudo ser peor.JUAN.- Es un mal hombre.JESÚS.- Él no tiene toda la culpa, esta mujer también, que lo atrajo. ¡Infortunio a mi vida!RUFINA.- ¡No sé qué me sucedió!

ESCENA 15MENCIONADOS Y ÑA CATITA

ÑA CATITA.- Me perdí lo mejor.JESÚS.- Juan, ella fue la bocona.ÑA CATITA.- Me voy, ¡hasta mañana!JULIANA.- ¡Maldita!JESÚS.- ¡En su vida vuelva por acá!, sino le daré una buena paliza. ¡Váyase!ÑA CATITA.- ¡Lo que faltaba!JESÚS.- ¡Silencio! ¡Apure!ÑA CATITA.- ¡Ja!, yo no necesito de ti ni de tu familia.

Page 25: Ña Catita

JUAN.- Retírese.ÑA CATITA.- Me voy, pero no porque me lo pidan.

ESCENA 16JESÚS, JUAN, MANUEL, RUFINA, JULIANA Y MERCEDES

JUAN.- ¡Si es una arpía!MANUEL.- Señor…JESÚS.- ¡A un lado! Rufina, toma lo que Luis me envía y largo de acá, yo viviré por mi cuenta igual.RUFINA.- (¡Dios!, ¿qué hago?)JUAN.- Piénselo bien.JESÚS.- Ya sufrí demasiado.JUAN.- La herida es reciente, espere un poco a que se cure.JESÚS.- No es la primera vez.JULIANA.- Papá…JESÚS.- Que se aleje ya que lo desea.RUFINA.- (¡Ay Señor!) (Rompe en llanto.)JUAN.- Señora, ¿por qué llora ahora?RUFINA.- Necesito hacerlo.JULIANA.- Mamá…RUFINA.- ¡Ay hijita!, ¿Qué hubiera sido de ti? (La abraza)MANUEL.- ¡Señor!JULIANA.- ¡Padre!JESÚS.- Está bien, todo al olvido. Abrazo todos. (Manuel, Juliana y Rufina se acercan.)RUFINA.- Siempre a tu lado.JESÚS.- No recordemos el pasado.MERCEDES.- (¡Más les vale que no sean solo promesas de enamorados!)