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NADALICH, Gilberto Ricardo. El “Gringo” Nadalich, nació en Barros Pazos, zona rural de Reconquista, provincia de Santa Fe, el 17 de junio de 1939. Tenía 7 hermanos. Imposibilitados sus padres por problemas económicos de enviarlo a la escuela secundaria, debió optar por la “educación a distancia”, aprendiendo contabilidad por correo. Agricultor en el campo y repartidor de leche en el pueblo. Dirigente del Movimiento Rural Católico, dependiente de la Acción Católica. Por su actividad en el mismo, tiene oportunidad de conocer la propuesta para América Latina en educación, del brasileño Paulo Freire. Militante y organizador de las Ligas Agrarias lucha permanentemente contra los monopolios, la oligarquía agropecuaria y sus capangas, la policía provincial. Al profundizar su compromiso, pasa a la clandestinidad y asume la lucha armada. Con 28 años de edad, se casa con la “Pola” (Blanca Rosa Ruíz), diez años más joven, con la cual tiene dos hijos. Al primero lo bautizarán Fernando, en homenaje a su amigo Fernando Vaca Narvaja cuadro político y militar de la organización Montoneros. Para alimentarse, trabajarán duro en un criadero de pollos. Con su mujer y otros compañeros van a Ezeiza, el 20 de junio de 1973, con motivo del regreso definitivo de Perón a nuestra patria. En el viaje de vuelta lo meten en cana en la Banda del Río Salí, pero la denuncia de la Juventud Peronista, de algunos partidos políticos y de sectores sociales progresistas obligan a liberarlo. Un conocido represor, Albornoz, lo saca de prisión a las dos de la mañana y le dice: “Yo te tengo unas ganas y no me voy a morir sin tenerte en mis manos. Ahora no puedo tocarte un pelo. Cuando fui a buscarte te saqué algo tuyo que es tu Biblia (Nadalich la había traído de un viaje a El Vaticano). Ya que tanto vos lees la Biblia –lo desafía el represor- vamos ya a hacer un contrapunto a ver quien sabe más sobre el tema”. Y allí estuvieron, versículo va, versículo viene, hasta que los sorprendió el amanecer. Era obvio que Nadalich y su familia no podían quedarse en Tucumán y parten para Orán, Salta, donde siguen su militancia y ahora, para sobrevivir dignamente, emprenden el cultivo de papas, en una finca perteneciente a Montoneros. Luego deciden

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NADALICH, Gilberto Ricardo . El “Gringo” Nadalich, nació en Barros Pazos, zona rural de Reconquista, provincia de Santa Fe, el 17 de junio de 1939. Tenía 7 hermanos. Imposibilitados sus padres por problemas económicos de enviarlo a la escuela secundaria, debió optar por la “educación a distancia”, aprendiendo contabilidad por correo. Agricultor en el campo y repartidor de leche en el pueblo. Dirigente del Movimiento Rural Católico, dependiente de la Acción Católica. Por su actividad en el mismo, tiene oportunidad de conocer la propuesta para América Latina en educación, del brasileño Paulo Freire. Militante y organizador de las Ligas Agrarias lucha permanentemente contra los monopolios, la oligarquía agropecuaria y sus capangas, la policía provincial. Al profundizar su compromiso, pasa a la clandestinidad y asume la lucha armada. Con 28 años de edad, se casa con la “Pola” (Blanca Rosa Ruíz), diez años más joven, con la cual tiene dos hijos. Al primero lo bautizarán Fernando, en homenaje a su amigo Fernando Vaca Narvaja cuadro político y militar de la organización Montoneros. Para alimentarse, trabajarán duro en un criadero de pollos. Con su mujer y otros compañeros van a Ezeiza, el 20 de junio de 1973, con motivo del regreso definitivo de Perón a nuestra patria. En el viaje de vuelta lo meten en cana en la Banda del Río Salí, pero la denuncia de la Juventud Peronista, de algunos partidos políticos y de sectores sociales progresistas obligan a liberarlo. Un conocido represor, Albornoz, lo saca de prisión a las dos de la mañana y le dice: “Yo te tengo unas ganas y no me voy a morir sin tenerte en mis manos. Ahora no puedo tocarte un pelo. Cuando fui a buscarte te saqué algo tuyo que es tu Biblia (Nadalich la había traído de un viaje a El Vaticano). Ya que tanto vos lees la Biblia –lo desafía el represor- vamos ya a hacer un contrapunto a ver quien sabe más sobre el tema”. Y allí estuvieron, versículo va, versículo viene, hasta que los sorprendió el amanecer. Era obvio que Nadalich y su familia no podían quedarse en Tucumán y parten para Orán, Salta, donde siguen su militancia y ahora, para sobrevivir dignamente, emprenden el cultivo de papas, en una finca perteneciente a Montoneros. Luego deciden

instalarse en la ciudad de Corrientes, donde él trabaja en un reparto de sodas y bebidas en tanto trata de reorganizar la resistencia a los milicos y al gobierno títere de Isabel Martínez. Allí, en ese destino, lo sorprende la dictadura militar de Videla, Massera y Agosti. Sigue luchando. No vuelve de una reunión, en octubre de 1976; se presume que cayó combatiendo por los disparos y rotura de parabrisas que luego se encontraron en su camioneta de reparto, secuestrada y estacionada frente a la Jefatura de Policía. El lugar de encuentro fue en una capilla en construcción (la de San Pablo), donde se reunieron con la anuencia del cura párroco. Cuenta su compañera que antes de salir para aquella cita fatal, el “Gringo” le dijo: “Voy y vuelvo enseguida”. Y antes de salir le dio un beso a sus criaturas dormidas y le dijo, en forma premonitaria a su pareja: “Pensar que no los voy a ver crecer...”.

NADRA, Jorge Raúl. “Coqui”. “Turquito”. Peronista militante en la UES en la escuela superior de Comercio “”Manuel Belgrano” de Córdoba. Al terminar la secundaria consiguió laburo en la Legislatura provincial donde se lo consideraba uno de los mejores taquígrafos. Ingresó a la Facultad de Medicina sumándose a la JUP. En la madrugada del 3 de julio de 1976, a la edad de 22 años se lo llevaron y nunca más se supo de él. También hicieron desaparecer a su tío, que le prestaba una casa para reuniones políticas donde se seguían los lineamientos de Montoneros.

NAHS, Carmen Liliana. Su abuelo (Wilhelm Kurt Nahs) había nacido en 1909 en Hannover, Alemania. Carmen Liliana Nahs de Bruzzone. Hizo su escuela primaria en la Escuela General José de San Martín y la secundaria en el comercial Juana del Pino de Rivadavia. Ingresó a la Facultad de Derecho de la UNL en 1973. Militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Hizo trabajo barrial en “Villa Hipódromo”, Rosario, un lugar en que se sentía muy a gusto. Fue detenida en dos oportunidades. Militante montonera, junto a su compañero de vida y militancia Gustavo Bruzzone (ver su registro). Tenía 23 años, seguía estudiando y trabajaba de “babysitter”. Secuestrada-desaparecida en Rosario, el 8 de agosto de 1977. Fue vista con vida en el CCD “Quinta de Funes” antes de su asesinato. En mayo de 2006, cumplidos ya los 30 años del golpe cívico-militar más cruento de nuestra historia, los estudiantes, docentes y profesionales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, reafirmando el compromiso asumido en defensa del Estado de Derecho con justicia y libertad, homenajearon a Carmen Liliana y otros ex estudiantes de esa alta casa de estudios, asesinados.

NARDONE, Ana María. “Dina”. Entrerriana de Concepción del Uruguay, estudiante de 5° Año de Medicina en la UBA, secuestrada junto a su novio Francisco Mirabelli -Montonero- el 10 de noviembre de 1978. Vivía en el pensionado universitario “El Centavo” de la calle Juncal N° 1264 de esta Capital. Ambos fueron vistos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) antes de sus muertes; ella con signos de haber padecido severas torturas. Marisa Sadi en su libro “Montoneros. La resistencia después del final” cuenta que Ana María era hija de un miembro de una fuerza de seguridad e iba a ser liberada, pero que cuando se lo dijeron a ella prefirió quedarse con su novio neuquino que ya estaba condenado y seguir así su misma suerte.

NARIO, Enrique Daniel. 21 años. Militante de JUP en Mar del Plata. Allí fue secuestrado el mismo día que su compañera Liliana Graciela Pachano (ver su registro), el 21 de abril de 1976, en tanto estaba sentado en el local “Bar Musical”. Su cuerpo acribillado a balazos y con signos de torturas fue encontrado tiempo más tarde en las playas de la zona. En el libro “Luna Roja. Desaparecidos de las playas marplatenses” de Carlos Bozzi, puede leerse al respecto: “El juez penal no informó a la familia sobre el hallazgo de la infortunada pareja y menos aún al Juzgado Federal en el cual tramitaba el recurso de habeas hábeas presentado por Alejandra Sorolla de Nario. En el Juzgado Federal tampoco mostraron mucho interés en profundizar toda investigación acerca de la suerte corrida por ambos jóvenes”.

NAVAJAS JÁUREGUI, Eduardo Enrique . “Manopla” para sus amigos. Jugador del “La Plata Rugby Club”. Militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros. Haciendo el servicio militar obligatorio en el Regimiento de Infantería Mecanizada 7, de La Plata, debió interrumpirlo abruptamente, ante el riesgo de ser descubierto. Murió a la edad de 20 años enfrentando la represión en el conurbano bonaerense. Ocurrió el 12 de julio de 1976. Su compañera, Roxana Teresa Claros, también está muerta. (Ver su registro).

NAVAJAS JÁUREGUI, María Victoria . Hermana de Eduardo Enrique. También militante de Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros. Allanado su domicilio en julio de 1976, debió mudarse con su compañero a Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires y pasar a la clandestinidad.

Junto a él precisamente, Gustavo Ogando, fue secuestrada-desaparecida, el 13 de mayo de 1977 en esa localidad sureña bonaerense. La casa fue tiroteada debido a la resistencia que se presentó desde su interior. De allí fue sacada con vida, pero nunca más apareció. Tenía 22 años y se había casado con Ogando en marzo de 1976.

NAVARES, Salvador. Don Salvador Navares era campesino arrendatario en Villa Muñecas, un suburbio de Tucumán capital. De su quinta vivía y comercializaba: aves de corral, citrus y hortalizas. El motivo de tener agua fresca a mano fue la causa de que muchos pibes luego de jugar al fútbol por la zona y con el fin de volver “presentables” a sus hogares le pidieran permiso para higienizarse y saciar su sed. Los chicos crecieron y las charlas futbolísticas post-partido comenzaron a entremezclarse con comentarios sobre la realidad política y social del país, ante la atenta mirada de Don Salvador que aportaba lo suyo a las informales reuniones, recordando su niñez sacrificada en el surco de la caña y sus manos pequeñitas de entonces llenas de espinas y su cara cuarteada por las heladas. Además se definía como peronista, porque como bien recordaba “fue la única vez que al trabajador se le reconocían en la práctica sus derechos”, para agregar: “leyes había desde el tiempo de los socialistas, y muy buenas, sólo que los ricos no le daban bolilla”. Para los ’70, algunos de los muchachitos visitantes militaban en Juventud Peronista (JP) y realizaban un muy serio y organizado trabajo social en los barrios. “El Viejo” Navares de narrador pasó a ser oyente de sueños y proyectos que nunca había ni siquiera imaginado. “¡Así deben ser los jóvenes, carajo!”, decía con entusiasmo. Pero claro, luego de la “primavera camporista” todo comenzó a oscurecerse y complicarse. El 1° de mayo de

1974 lo siguió por televisión y la retirada de los muchachos de la Plaza de Mayo la tomó como su propia derrota e indignado se le escuchó decir: “¡Viejo de Mierda, mostró la hilacha de milico!”, en referencia al general Perón. Pero dos meses más tarde con su deceso, lloró como millones de argentinos y le regaló al tres veces ex presidente constitucional –como gesto póstumo- un piadoso silencio. Se vino la represión, la Triple A, el comando Nacionalista del Norte y el comando Libertadores de América; en una palabra la derecha militar y policial asesina. Su campito fue refugio obligado de muchos jóvenes que pasaban a la clandestinidad y además ámbito de reunión de oficiales montoneros “enfierrados” hasta los dientes por si las moscas..... En tanto afuera de la casa, Don Salvador hacía como que seguía la rutina diaria, sembrando, regando y podando cuando en realidad se mantenía atento por si caían moros en la costa. Hasta que un día la desgracia. Una mañana del ’75, en pleno “Operativo Independencia” arribó al lugar un Unimog militar con soldados armados y un oficial a cargo que pregunto por Salvador Navares. Resistió su arresto como pudo y hasta se le enfrentó al teniente que lo buscaba: “Y a vos, mocoso e’mierda, no te rompo la cabeza con la pala, porque después ustedes han de matarla a mi pobre mujer, que para eso son buenos cobardes y asesinos...!” Lo cagaron a patadas y a piñas y hasta ligó algún culatazo. Se lo llevaron sangrando, pero ni así paraba de putearlos. Nadie sabía a donde estaba y los “muchachos” de la “Orga” obviamente dejaron de frecuentar el lugar, lamentando la suerte corrida por “El Viejo” y presumiendo que iba a “cantar” lo que supiera. Pasaron los días y nada. Ni detenciones, ni búsquedas, ni seguimientos de gente que él conociera. Es más, nadie fue ni siquiera molestado. Todos pensaron que con sus setenta y pico de años, Don Salvador, luego de la golpiza, quizás ni había llegado con vida al inevitable “interrogatorio” militar. Pasó el tiempo y no hubo novedades. Hasta su “viejita” y compañera de toda al vida, resignada, mandó a celebrar misa de difuntos. Tuvo que pasar un año para que Don Salvador Navares, así con todas las letras, apareciese devuelta por su pago: desaliñado, más flaco, en condiciones físicas deplorables. No sabía a donde lo habían llevado encapuchado, presumía que a un lugar a campo abierto, por el olor a trébol que aspiraba y se dio cuenta que allí había mucha gente secuestrada como él, en muy malas condiciones físicas, pero no podía decir de quienes se trataba ya que no los dejaban hablar y en vez de nombre y apellido cada uno tenía un número. Pasó por golpes, azotes, palazos en las plantas de los pies, picana y hasta mordeduras de perros. Pero no dijo ni “a”; silencio absoluto. “Estos hijo’eputa conmigo se cagan”, se repitió más de una vez como manera de no caer, de darse fuerzas, de no quebrarse. Así fue que lo largaron, volvió a su pago y vivió un año más. Luego se lo llevó la muerte quizá por una inmensa

tristeza que se alojó en su corazón al ver como entregaban la patria los dictadores. Pasaron 25 años y la casa donde vivía “El Viejo”, fue demolida por los nuevos propietarios de la quinta, quienes con sorpresa vieron aparecer en recovecos impensados, “embutes” prolijamente hechos e intactos. Hoy en sus pagos tucumanos, una Unidad Básica Peronista lleva el nombre de Salvador Navares.

NAVARRO, Héctor René. Fue secuestrado el 13 de mayo de 1976 en el departamento de Av. del Libertador 1274, 4ºE, de nuestra Capital Federal. Luego, su cuerpo sin vida apareció en la ribera del Río de la Plata, a la altura de Ezpeleta, partido de Quilmes, provincia de Buenos Aires, el 27 de ese mismo mes y año. “El Negro” Navarro, proveniendo del Integralismo universitario y de la Juventud Peronista en ese orden, es el primero que se incorpora a Montoneros en la provincia del Chaco en 1971 y será uno de sus jefes conjuntamente con Jaime Dri y el “Negro” Tapia. Él era un referente natural para sus compañeros. Sostenía que dicha provincia, al carecer de grandes concentraciones urbanas, debía ser zona de apoyo logístico de las organizaciones armadas. Dicha teoría pudo ser llevada a la práctica cuando ocurrieron los sucesos de La Calera y los servicios de inteligencia comenzaron a saber los nombres de los montoneros participantes de la toma. Algunos de ellos recibieron refugio y cobertura en la provincia chaqueña, entre otros, Mariano Pujadas luego asesinado en la “Masacre de Trelew” de agosto de 1972.

NAVARRO, José Sabino. Nacido el 11 de diciembre de 1942. Correntino de nacimiento. Peronista desde chiquito como su padre, que era analfabeto. Cuenta Rafael Bielsa que ambos “en la amanecida del 10 de junio de 1956 hurgan en los basurales humeantes de José León Suárez a la búsqueda de un fusilado peronista que viva”. Su madre, gravemente enferma con anterioridad, pudo recuperarse gracias a los cuidados brindados por Evita a través de la Fundación que llevaba su nombre. Con doce años se traslada con su familia a Buenos Aires y debido a la situación económica paupérrima que atraviesen debe salir a trabajar, por lo que no puede terminar el secundario. En 1959 conoce a su mujer en la “Algodonera Textil” en el ámbito de trabajo compartido, con la que luego tiene dos hijos. En 1962 cumple con el servicio militar obligatorio y recibe instrucción militar. Al año siguiente, con la baja en su poder, ingresa a trabajar en la fábrica de tractores Deutz Cantábrica (DECA) siendo integrante de su comisión interna. En un principio hace causa común con la lista del secretario general del sindicato de mecánicos (SMATA), “el gordo” José Rodríguez, pero luego visualiza la traición de este tipo de dirigentes con las bases que representan y pasa a ser su adversario. Rodríguez no para hasta hacerlo echar de la fábrica y del gremio, pero quienes conocen el entramado de esta historia, dicen que el burócrata sindical no se la llevó de arriba, y aseguran que el propio Sabino le pegó una paliza de aquellas. Navarro visualiza muy claramente las limitaciones de la lucha sindical para un cambio de estructuras como él plantea y busca nuevos horizontes. Por un lado se relaciona con la “Agrupación Peronista Lealtad y Lucha” de Córdoba y por otro con la gente porteña de la revista “Cristianismo y Revolución”. Fue dirigente de la Juventud Obrera Católica (JOC). Para ese entonces vivía en una casilla prefabricada en San Miguel, provincia de Buenos Aires y trabajaba en un taller metalúrgico de Colegiales lo que lo obligaba prácticamente a vivir viajando. En agosto de 1968 participa del 1º Congreso

del Peronismo Revolucionario y en enero del año siguiente, concurre al plenario peronista de Pajas Blancas, Córdoba. Está entre los fundadores de la organización Montoneros y será su jefe luego de la muerte de Abal Medina y Ramus (Septiembre de 1970. Pizzería “La Rueda”. Sabino Navarro zafa atravesando limpita una gran ventana de vidrio que da a la calle). De ese período de clandestinidad y persecuciones, su mujer María recuerda haber entrado con su pequeño hijo a un bar a tomar algo fresco. Allí había un televisor prendido para esparcimiento de los parroquianos y de pronto aparece la figura de Sabino en la pantalla, buscado por la Policía Federal. El niño conmocionado le dice a María a los gritos: “Mamá ahí está Papá”. La madre no sabía a donde meterse y huyó despavorida con su pequeño hijo del bar. En julio de 1971 Navarro es sancionado con una despromoción y enviado a Córdoba. Dicha decisión tiene que ver con su labia y su pinta, aunque parezca mentira. Es que a las mujeres no les resultaba indiferente ese rudo trabajador metalúrgico con ciertos aires a Emiliano Zapata. Por lo que el “Negro Sabino” tenía una amante llamada Mirta Silvia Silecki de 25 años de edad, ajena a la militancia y el ámbito político. Una fría noche de junio de 1971 estaban los dos en el interior de su Peugeot 404 rojo (¡bien semáforo! ¡bien botonazo! ese auto), en la puerta de la casa de ella, Bermejo 560, en Villa Ballester, San Martín, provincia de Buenos Aires. De la nada salen un par de policías –un cabo y un agente- con el ánimo de identificarlos. Él estaba buscado. Dijo que tenía sus documentos en un maletín guardado en el baúl del auto y hacia allí se dirigió. Sacó el maletín pero también un 38 largo con el que apuntó a los canas. Estos se resistieron y uno se abalanzó sobre él, lo esquivó, y ultimó a ambos. Los desarmó, les sacó inclusive una metralleta que había en el patrullero, subió a su coche y se fue. Este hecho, luego apareció contado en una revista montonera de la Juventud Peronista, pero nada se dijo en el relato de la mujer que lo acompañaba; según ese relato, todo lo acontecido, le había ocurrido a él sólo. Es que resultaba muy difícil de explicar para la moral montonera y “cristianuchi” de la época, que el “Hombre Nuevo”, el “Guerrillero Heroico”, se encamara con otra mujer que no era su esposa. Por esa razón apareció en Córdoba como dije antes y se hace cargo de dicha Regional. La muerte, también femenina, lo atrapa y no lo deja ir en esa provincia, por las sierras de Alta Gracia, en la localidad de Agua Negra. El 22 de julio de 1971 lo sorprenden tratando de “hacerse” de un par de automóviles en Río Cuarto, con tres compañeros más. Los necesitaban para un operativo. Comienza una persecución implacable de la policía provincial que lo hiere en el hombro, en una pierna y lo acorrala mal herido, en la zona serrana. Antes de morir desangrado, tiene tiempo para ordenar a un compañero suyo (Jorge Alberto Cottone) que se escabulla, como éste no quiere dejarlo solo, le ordena:

“Yo soy el Jefe y ordeno que usted se salva”. Ya antes de Sabino, en un cerco en la ruta, muere un compañero que iba con él, “El Negro” Díaz, delegado ferroviario de esa ciudad riocuartense y cae detenido luego, Cecilio Manuel Salguero. Los “cumpas” montoneros de la provincia, están al tanto de lo que ocurre, porque tienen infiltrado en la policía a un compañero de ellos, que era chofer del comando radioeléctrico y les pasaba entonces los datos paso a paso de lo que iba sucediendo. Pero la zona estaba cercada y no pueden hacer nada para rescatarlo, sin poner en peligro la vida de otros militantes. Navarro fallece el 28 de julio de 1971 a la edad de 29 años. Las batidas en la zona, primero policiales y luego militares, con la ayuda de un baqueano, al fin encuentran su cadáver en una cueva, recostado en unas piedras y sosteniendo una pistola amartillada. Era para entonces el 27 de agosto. El jefe del operativo policial ordena que se le corten sus manos para que pueda ser identificado. Numerosas Unidades Básicas peronistas en todo el país llevarán su nombre como homenaje, entre esa fecha y 1975. Inclusive el conjunto folclórico “Huerque Mapu”, le brinda un tema en la cantata montonera estrenada el 28 de diciembre de 1973 en el Luna Park, que en una de sus coplas –letra de Alberto Molinas Benuzzi- dice: “Los engañamos hermano, ellos creen que te tienen y sólo guardan tu cuerpo, sin las manos, que siguen armadas en los brazos de tu pueblo montonero”. Sus restos enterrados como “N.N.” en el cementerio de San Vicente, fueron recuperados por la organización guerrillera peronista –por gestión de Arnaldo Lizaso- y llevados al de Olivos, el domingo 11 de agosto de 1974 en el marco de una multitudinaria manifestación popular.

NEGRO, Raquel Carolina Ángela. “Coca” para la familia y “La Muda” para los amigos. “María” para la militancia. Nació en Santa Fe en el barrio Sur, el 26 de abril de 1949. Estudió en la Escuela Normal su secundario y luego para Asistente Social; como tal trabajó en el Servicio Social Escolar, dependiente del Consejo General de Educación. Fue profesora de práctica en la Escuela de Servicio Social, conocedora de las problemáticas sociales por haber “pateado” los barrios hasta los límites donde la pobreza era extrema. En 1973 se desempeña como Asistente Social en la Secretaría de Cultura y Acción Social de la Municipalidad de Santa Fe. Militó en los barrios Santa Rosa, Villa del Parque y Alto Verde entre otros. En el primero de esos barrios con otros compañeros fundó la Unidad Básica “Carlos Olmedo” y organizó el Movimiento Villero Peronista (MVP). Integró el grupo original de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en aquella provincia. Se sumó a Montoneros y brindó su aporte fundamental a la Agrupación Evita de la Rama Femenina (Regional Santa Fe). Secuestrada el 2 de enero de 1978 en la tienda “Los Gallegos” de Mar del Plata con Valenzuela. Estuvo casada con Marcelino Alvarez a quien amó muchó (ver su registro). Enviudó y siguió militando. Consultar registro del militante montonero Edgard Tulio Valenzuela, su segundo esposo, para saber sobre su caída. Con cada uno de ellos tuvo un hijo; Edgar y Sebastián, respectivamente. Secuestrada y embarazada de 7 meses de mellizos, al final fue asesinada en la Quinta de Funes que era un CCD. De esos mellizos, uno apareció con vida y del otro no se sabe. El 23 de diciembre de 2008, Sabrina Gullino tuvo la confirmación oficial de que sus padres fueron Raquel y Tulio. Sabrina cuenta que su madre les dejó un casete grabado con sollozos de Sebas (Sebastián) y en donde canta canciones y lee poemas sobre la liberación de los pueblos. La abogada Oberlín le dijo a los jueces sobre el calvario de Raquel Negro: “En estas circunstancias, en las cuales cualquier mujer atraviesa por un momento especial tanto respecto a las modificaciones físicas como emocionales, Raquel fue sometida a múltiples situaciones de degradación, como el resto de sus compañeros y compañeras de cuativerio, pero con el agravante de que su estado la colocaba en un lugar de muchísima más vulnerabilidad. El tribunal pudo ver los lugares en los cuales permaneció detenida y hacerse una idea de las horrendas condiciones en las que vivieron los detenidos, donde permanecieron tabicados, sin camas, en el suelo y haciendo sus necesidades en un balde”. Tenía 28 años. Entregó su vida conscientemente para salvar de un atentado a la Conducción Nacional de Montoneros. Francisco Klaric, la recuerda a ella y a otros compañeros, en la condena a sus verdugos, a través de un poema que concluye así: “Castigo eterno que llevarán a la letrina que les toque en el infierno, los tétricos

muertos vivos que quisieron hacerlos desaparecer y en el mismo acto los nacieron...”.

NELL, José Luis. Nacido en 1940. Siendo joven, con 16 años, milita en la organización derechista Tacuara y luego será uno de los integrantes de la misma que lleva a cabo una importante escisión, al reivindicar la opción de un peronismo nacional, popular y revolucionario. Se conforma así en 1962, el Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara (MNRT), siendo él uno de sus líderes indiscutidos. Un año más tarde toma parte del asalto al Policlínico Bancario que deja una importante suma a la nueva organización, pero es detectado y detenido. Su audacia a toda prueba lo lleva a escaparse de los tribunales argentinos en 1964 y a refugiarse en Uruguay, para luego seguir camino hacia Cuba y China. Al volver a nuestro continente será instructor militar de los Tupamaros en la vecina orilla. Nuevamente detenido en 1972, se escapa con un centenar de “tupas” de la cárcel de máxima peligrosidad de Punta Carretas, donde hoy, la prisión ha sido reemplazada por un exclusivo “shopping”. Cuentan, los que descubrieron luego el túnel que facilitó la huida de 108 Tupamaros, que entre las pintadas registradas en el lugar, de “gaste” a los verdugos, de crítica a los militares orientales y de vivas a la organización guerrillera uruguaya y a Artigas, había una que los descolocó: con aerosol azul alguien habia escrito y subrayado, “¡Perón Vuelve!”. Obviamente su autor era José Luis Nell. Una vez a salvo, regresa a la Argentina y se incorpora a Montoneros (con el nombre de Raúl). Forma pareja con Lucía Cullen (ver su registro). Los hechos del frustrado recibimiento a Perón en Ezeiza, el 20 de junio de 1973, lo dejan postrado en una silla de ruedas al recibir un disparo que le afecta la cabeza y su sistema nervioso, cuando estaba al frente de la

Columna Sur de aquella organización guerrillera. Un compañero suyo, “Beto” Simona (ver su registro), lo salva de morir allí mismo, cuando baja de un tiro a un capitán fascista retirado del Ejército de apellido Chavarri, que estaba por asesinarlo. Su accidente motivó que la “Orga” dispusiera su envio a Cuba para una operación pero él se opuso. Del mismo modo cuando le pidieron su arma se negó y les dijo:”yo sigo siendo un oficial montonero, con plenas facultades, el arma no me la sacan” y con esa arma más tarde, puso fin a su vida. Irrecuperable en su salud y con el único fin de no depender de nadie, José Luis Nell decide quitarse la vida con la ayuda de su gran amigo Envar “Cacho” El Kadri que lo asiste en lo que puede. Se suicidó en septiembre de 1974.

NEUHAUS, Beatríz Haydée. “Valentina”. 24 años. Nacida en Buenos Aires, el 28 de febrero de 1952. Esposa de Juan Francisco Martinis. Ambos militantes montoneros, fueron secuestrados-desaparecidos el 16 de marzo de 1976 en la localidad de Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires, por personal militar. Beatríz estaba embarazada de 4 meses. La criatura nunca apareció.

NEUMANN, Máximo . En 1960 en Rosario, durante una manifestación prohibida conmemorando un nuevo aniversario del 17 de octubre, en la esquina de Entre Ríos y Córdoba, la represión mató a este dirigente metalúrgico, recuerda el “Colorado” Héctor Quagliaro en su libro de memorias publicado en 2006 por el periodista Hugo Alberto Ojeda.

NICOLAU, Miguel Angel . Sacerdote salesiano tercermundista, nacido en General Pico, La Pampa, el 14 de diciembre de 1941. Recibió los hábitos en una ceremonia religiosa que llevó adelante el Obispo Carlos Ponce de León, luego asesinado por los militares “procesistas”. Miguel Angel desempeñó su ministerio sacerdotal en San Nicolás –donde trabajó con los pescadores de Puerto Aragón- y en Rosario. Conocedor de 5 idiomas que hablaba a la perfección (castellano, inglés, francés, italiano y latín) dio clases de Historia a estudiantes secundarios en el Colegio San José de la congregación de Don Bosco, además de extender su tarea pastoral a las villas de emergencia rosarinas, a las que concurría con muchos de esos pibes, con el único fin de

hacer el bien. Tuvo serios enfrentamientos ideológicos con sus pares salesianos por lo que él denominaba “falta de compromiso evangélico”. La jerarquía eclesiástica le prohibió dar misa en la Parroquia. Fue estudiante de la carrera de Psicología en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) donde se incorporó a la militancia ne la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Estuvo ligado a la experiencia montonera y al gremialismo docente. Fue secuestrado-desaparecido a la edad de 36 años cuando fuerzas militares lo arrancaron de la pensión en donde vivía, en enero de 1977. Murió en la tortura.

NIEMAL, Jorge Alberto . Militante de Juventud Trabajadora Peronista (JTP) y Montoneros en la zona de Munro, partido de Vicente López, en la provincia de Buenos Aires. Secuestrado-desaparecido el 26 de abril de 1976. Tenía 32 años. Igual suerte corrió su compañera María Rosa Mora (ver su registro). En un homenaje que le hicieron en abril de 2006 junto a su compañero de militancia Oscar Alejandro Lagrotta, a ambos, se los recuerda como “Compañeros que dejaron la vida en esa lucha irrenunciable por la dignidad de esta Patria tan querida. Porque ellos querían la felicidad de nuestro Pueblo, que hoy sufre las consecuencias que todas esas vidas quisieron evitar. Compañeros queridos, la lucha hoy continúa, nosotros la llevamos adelante con la emoción de ustedes en nuestro corazón y con el patriotismo en nuestro ser”.

NIESICH, Irma Inés . “Pequi”. Esposa de Víctor Fernández Palmeiro, uno de los referentes del Ejército Revolucionario del Pueblo-22 de Agosto (ERP-22). Comenzó su militancia en 1966 en la Federación Juvenil Comunista (FJC) en el Dock Sud. En 1967 rompe con la FJC e ingresa en el Partido Comunista Revolucionario (PCR) hasta 1970 cuando empieza a militar en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). En septiembre de 1971 es detenida hasta febrero de 1972. En 1973 su esposo la integra al ERP-22 donde realiza tareas político-militares hasta 1974 donde es detenida, saliendo con opción a Perú para reingresar a la Argentina un año más tarde vía Paraguay con su nuevo compañero Roberto “Tito” Zaldarriaga. No realiza actividad política relevante hasta 1978 en que toma contactos con Montoneros y comienza a militar de vuelta y a trabajar en la confección de documentos en la Secretaría Política de Capital con el grado de aspirante. Se la llevaron el 14 de junio de 1978 a las 20 hs.de su domicilio de la calle Ibarrola 5471.

NIETO, Carmen. Militante justicialista. A la edad de 30 años fue secuestrada-desaparecida en Salta, el 1 de junio de 1977. Por su caso están siendo procesados dos ex policías: Víctor Hugo Vitte y Raúl Toledano.

NIKLISON, María Alejandra . Conocida como Mercedes y/o Mecha. Nacida en Santa Fe en 1948. Terminó su secundario con las monjas Adoratrices y había sido educada para casarse con alguien “respetable”, para tener hijos y hacer considerable fortuna dentro de los canones de una “sociedad occidental y cristiana”. Pero ella optó por un futuro sin injusticias, con posibilidades reales para todos por igual, en el marco de una ética cristiana del Tercer Mundo. Descubrió el peronismo. Su primera pareja fue el “Vasco” Irribarren un muchacho de campo que había ido a estudiar a Santa Fe y al que ella, quiso más como amigo y compañero de militancia que como pareja. Al poco tiempo se disolvió el vínculo. En el exilio se enamoraría de quien fue el padre de su hija y con quien construyó una pareja y militaría a su lado hasta su muerte (“El Negro” Gerardo Romero). Niklison fue detenida como montonera por el copamiento de San Jerónimo Norte, Santa Fe, el 1° de junio de 1971. Logra la opción para salir del país; pasando por el Perú de Velasco Alvarado y luego por el Chile de Salvador Allende. La muerte de Mariano Pujadas en la Masacre de Trelew (22-8-72) la llenó de dolor ya que a él, lo quería como a un hermano. Después de Chile vive una hermosa experiencia de varios meses en la Cuba socialista de Fidel. Regresa a la Argentina para el “Luche y Vuelve” que depositará al “Tío” Cámpora en la Presidencia de la Nación. La “orga” la destina a Tucumán. Primero su militancia política en la zona Sur: Simoca, Bella Vista, Manantial, San Pablo en donde era como una mosca en la leche pero al revés: con su pelo rubio, ojos celestes y su piel blanca andando por los

ingenios, las colonias o los pueblos del azúcar, como así también caminando la larga y conflictiva huelga azucarera que no solo paralizó la provincia sino que se extendió también a Salta y Jujuy. Luego tuvo nuevas funciones ligadas más a la logística, funcionando en San Miguel, ciudad capital. Su empeño, su voluntad y su capacidad organizadora le permitieron hacer un enorme aporte a la Regional (Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero) en la parte de Prensa y sobre todo en el Servicio de Documentación. El ya mencionado Gerardo Romero compañero de vida y militancia, aporta; “Día tras día fue militante consecuente, combatiente montonera, madre hasta la ternura infinita, esposa compañera amiga fiel y confidente, hija y hermana sensible, nostálgica, extrañadora, intransigente a la traición pero comprensiva del límite y debilidad humana (…) Continuó hasta el final a pesar de que veía las consecuencias de las políticas erróneas, de las debilidades ideológicas, de las mezquindades de algunos compañeros, del centralismo organizativo y el verticalismo en las decisiones (…) como así también de la subestimación del poder del enemigo. Eligió seguir porque siempre tuvo esperanza, porque creyó que era posible revertir los errores y que la lucha política hacia adentro tenía el mismo valor que hacia afuera y que no era sólo el derecho sino la obligación de cada militante ya que éste sueño había sido construido por todos y hasta el momento era el proyecto revolucionario más viable que se había cosntruido en la historia de nuestra patria”. María Alejandra Niklison, como oficial montonera, cae en combate junto a otros compañeros, el 20 de mayo de 1976 en la casa de la calle Azcuénaga 1816 de la ciudad de Tucumán.

NIVOLI, Mario Alberto . Nació el 25 de abril de 1945 en Ucacha, provincia de Córdoba. Casado. Técnico electricista y estudiante. Como militante de

Juventud Peronista (JP) participó y fue uno de los responsables del Operativo de Reconstrucción “Brigadier General Estanislao López” realizado en el Norte de la provincia de Santa Fe, en enero de 1974. Secuestrado en su domicilio de Córdoba, el 14 de febrero de 1977 por personal de la Tercera Sección de Operaciones Especiales (OP3) perteneciente al Destacamento de Inteligencia 141, dependiente del III° Cuerpo de Ejército. Visto con vida en “La Perla” antes de su asesinato. Su hija Soledad tenía tan sólo 4 meses de vida cuando su papá fue “desaparecido”. Sin embargo, con el paso del tiempo llegaron a sus manos un sinfín de diapositivas de paisajes sacadas con la mirada de su progenitor. Con todo ese material fotográfico y emotivo, Soledad decidió confeccionar un pequeño homenaje a su padre; un ensayo documental que se convirtió en muestra y se expuso en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) donde ella da clases y en el Museo de la Memoria de esa misma ciudad, en abril de 2007

NOAILLES, Alberto Teodoro . “Pino”. Natural de Concordia, Entre Ríos. Integrante del Ejercito Revolucionario del Pueblo 22 de Agosto, un desprendimiento del PRT-ERP tradicional, en el año 1973. Ante la polémica por las elecciones presidenciales de ese año y la decisión refractaria de la organización madre para con el peronismo al que seguía considerando populista y contrarevolucionario; estos compañeros del ERP 22 sumaron sus esfuerzos desde la izquierda revolucionaria socialista al proyecto nacional y popular del peronismo combativo, manteniendo charlas y reuniones con Montoneros. Noailles, a la edad de 36 años, fue secuestrado-desaparecido por la fuerza Ejército, en su taller mecánico de chapa y pintura de Amenábar 250, barrio de Palermo. Ocurrió el 15 de octubre de 1976. Un recordatorio a su

memoria en 1999, cita a D. Calmels: “En los años que conocí el espanto, la pérdida de los cuerpos fue lacrada con la espesura de un nombre que borra la anatomía del espacio y del tiempo. Hacer memoria es recordar, el recuerdo funda la memoria y alivia el sueño en la vigilia”. Acoto que, lamentablemente para la armonía familiar, Alberto se llevaba muy mal con su padre, el Teniente Coronel Luis Vicente Noailles, y las discusiones terminaban de forma violenta. Con el regreso de la democracia se juzgó su asesinato y por el mismo y muchos más, fue condenado el Vice Comandante del I Cuerpo de Ejército, general Olivera Rovere.

NOCETTI, Inés. Empleada en un estudio jurídico, 31 años, militante montonera. Ver registro de Selma Ocampo.

NOÉ, Víctor Jacobo. Nacido el 2 de febrero de 1948 en Salta. Concurrió a la escuela primaria “Benjamín Zorrila” de su ciudad natal y la secundaria la hizo en el Colegio Nacional de Salta. Se recibió de abogado en la facultad de Derecho de la UNT. Corrido por la represión se vino para Buenos Aires consiguiendo trabajo en ILVEN. Con 28 años se lo llevaron secuestrado el 26 de octubre de 1976 de adentro de un bar situado en Avenida Corrientes y Pueyredón de Capital Federal. Había militado en la Juventud Peronista salteña ligada a la CGT clasista de dicha provincia.

NOGUEIRA, Graciela Mirta . Nacida en Bánfield, provincia de Buenos Aires, el 1º de noviembre de 1948. Peronista. Montonera. Maestra de discapacitados y profesora de sordomudos, ayudaba en la alfabetización de las personas que habitaban los suburbios más pobres, como es el caso de Villa Sastre, zona de Tarija, en la localidad sureña de Temperley. Compañera de vida y militancia de Guillermo Eduardo Ricny (ver su registro), Fue secuestrada-desaparecida, con éste, el 21 de julio de 1977, en Burzaco, provincia de Buenos Aires. Ambos tenían un hijo de nombre Nahuel.

NOGUER, María Fernanda. María Fernanda Noguer de Villagra. Le decían cariñosamente “Namba”. Católica practicante. Militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) en Zona Norte del Gran Buenos Aires. Secuestrada-desaparecida junto a su hija (luego recuperada) el 3 de junio de 1976 en la rotonda de Acassuso, provincia de Buenos Aires. (Ver al respecto el registro de José Alberto Carballo). Al momento de su detención ilegal, su tío, oficial del Ejército (“Pepe” Noguer), era intendente de facto en San Isidro, el barrio residencial de al lado y su padre –según los conocidos, una muy buena persona- revistaba como Contralmirante de la Marina de Guerra.

NOIA, María Lourdes . María Lourdes Noia de Mezzadra. Nacida en Capital Federal, un 21 de noviembre de 1946. Psicóloga. Peronista y montonera. Para el año ’76 atendía su consultorio y también ejercía como docente en la universidad de Morón. Por su inteligencia y dedicación cursó con anterioridad, todo el secundario, en tres años. O sea que con 16 años ya entraba en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA para cursar la carrera de Psicología.

Comenzó militando en la Federación Juvenil Comunista (FJC), y luego de algunos pasos por otras organizaciones de izquierda más radicalizadas, terminó abrevando en la Juventud Peronista de las Regionales. Desde el Movimiento Villero Peronista (MVP) hizo su aporte militante en la Villa del Bajo Belgrano y también sumó su esfuerzo al Movimiento de Inquilinos Peronistas (MIP). Por último, su actividad sindical en el gremio de docentes lo realizó a través de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Fue secuestrada-desaparecida el 13 de octubre de 1976 en su hogar capitalino de la calle Pavón 2352, 4ª piso, Dto. 15. Fue llevada a la E.S.M.A. lugar donde su marido también fue detenido y pudo escucharla. Permanece desaparecida. Tenía 30 años de edad. En el centenario del Liceo Nº 1 “José Figueroa Alcorta”, el 28-6-2007, fue colocada una placa en su memoria, por ser exalumna de dicho instituto. Y el 27 de marzo de 2010, se descubrió una baldosa en su memoria impuesta por los “Vecinos de (barrio) San Cristóbal contra la Impunidad” en la calle en que perdió su libertad y su vida.

NORIEGA, Dora Beatríz. “Tucu”. Nació en General San Martín, Chaco, el 13 de noviembre de 1952. Dora fue la segunda y única mujer de un matrimonio de 4 hijos. Fue a la escuela primaria Nº 44 de aquella localidad que la vio nacer. En tercer grado comenzó a vender pastelitos, flanes y alfajores que preparaba su mamá, para ayudarla así, a la economía de la familia. Siguió para bachiller en el colegio “Esteban Echeverría”; alumna brillante, era extrovertida y le gustaban mucho las matemáticas y disfrutaba enseñándoles las mismas a sus amigos. Proveniente del Frente Estudiantil de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en la Facultad de Odontología de Corrientes. Vivía en una pensión de la ciudad junto a un grupo de amigas de la

secundaria. Montonera. La casa de sus padres fue allanada varias veces por la Gendarmería, llevándose todas las fotos y cartas de Dora. En septiembre del ’75 fue a Clorinda a llevarle la noticia a su madre, de que a su hermano Juan Carlos (ver su registro) lo habían asesinado en Tucumán las fuerzas represivas. Luego volvió a Corrientes y desde entonces no tuvo más contacto con su familia. Entre octubre y noviembre de 1976 fue detenida y pasó por el CCD del Regimiento 9 de Infantería “Coronel Pagola”. Desaparecida desde entonces, es posible que haya sido asesinada en la “Masacre de Margarita Belén” el 13 de diciembre de 1976 a la edad de 24 años.

NORIEGA, Jorge Leopoldo. Teniente 1° músico del Ejército Argentino. Peronista. Fusilado en Campo de Mayo, provincia de Buenos Aires, luego del frustrado intento del 9 de junio de 1956 (comandado por el General Juan José Valle), por recuperar la soberanía popular arrebatada por el sangriento golpe militar de Rojas y Aramburu, protagonizado un año antes. Sus restos, desde 1993, descansan en el pueblo natal que lo vio crecer: Ingeniero Luiggi, en la provincia de La Pampa.

NORIEGA, Juan Carlos. “Mojarra”. Chaqueño. Nacido el 13 de noviembre de 1949 en un pueblo llamado General José de San Martín. Tenía 3 hermanos más. Se recibió de bachiller en 1968. Gustaba del básquet e iba mucho al cine. Pero de ningan manera descuidaba sus obligaciones familiares ya que para ayudar al sostén de la casa hacía reparto de pastelitos, flanes y otros productos que hacía su madre. Se fue a Santa Fe a estudiar Ingeniería Química en la Universidad Nacional del Litoral. Para pagarse los estudios en 1975 entró a trabajar en la Legislatura provincial. Se relacionó con el sindicato de la Madera y con otros compañeros de Municipales, empleados públicos, metalúrgicos y telefónicos para conformar la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) de Santa Fe; siendo uno de sus fundadores. Ahondó su compromiso sumándose a Montoneros. Con 26 años fue secuestrado-desaparecido y asesinado en Tucumán el 1º de enero de 1976. Hermano de Dora Beatríz Noriega (ver su registro).

NORIEGA, Mario Alberto . Caso único el del “Patito” Noriega. Su padre, oficial de la Marina de Guerra. Su tío igual, con el agregado de que fue el jefe de la escuadrilla aeronaval que bombardeó Plaza de Mayo el 16 de junio de 1955. Él, estudiante del Liceo Naval, hasta que un día se va del mismo y concluye su bachillerato en una colegio secundario de 12 y 60 (La Plata), en tanto que en dicho lugar comienza a militar en el Movimiento de Acción Secundaria (MAS) de extracción peronista –que ayuda a fundar- y luego tras la fusión, en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Y de allí a la Juventud Peronista (JP) organizando la Unidad Básica “Capuano Martínez”, en la barriada humilde de Tolosa, localidad cercana a La Plata. Luego aumenta su compromiso con la causa popular y pasa a ser un soldado más del Ejército Montonero. El 12 de noviembre de 1975, ya proletarizado –obrero del Astillero Río Santiago- en cumplimiento de una tarea organizativa es interceptado por una “pinza” policial. Armado con una pistola Colt y una granada, logra pasar el cerco y refugiarse en una casa, pero ya estaba herido. Detectado por el enemigo, el “Pato” se resiste durante más de dos horas, causando una baja mortal a sus perseguidores (luego se sabe que es el hijo de un comisario), en tanto que otro de los sitiadores queda parapléjico. Muere cuando se le acaban las municiones. Sus compañeros de militancia, dos meses más tarde hicieron conocer este escrito: “Nos dimos cuenta de la manera más dolorosa, por las lágrimas de tu madre, que el no haber venido a dormir, no era el resultado de un error, sino la respuesta de tu consecuencia revolucionaria. No necesitabas morirte para demostrarlo. Sabíamos que hasta en eso ibas a cumplir. Lo demostrabas todos los días en tu militancia. En no haber aceptado los privilegios de tu clase, por la fábrica donde militabas, en la preocupación por tus errores, en tu rigor en la crítica, en compartir con nosotros tu amistad de veinte años. Vos no aguantabas las cargadas, aunque a veces sin querer te dañábamos. ¡Cuánto te jodíamos con tu paso por el Liceo Naval!, tu edad y tu falta de “calle”; tu cándida honradez te hacía sonrojar y nos terminabas puteando. Ahora nos cuesta imaginarte muerto porque siempre nos estabamos riendo o charlando, hasta de la muerte hablábamos y habíamos elegido la que vos tuviste, peleando. (...) Chau Pato, hasta la victoria”. Los militares marinos nunca le perdonaron “su traición”, aquella de dejarlos, asumir la causa de los desposeídos y pelear junto a estos para cambiar el sistema. Y le pasaron la factura. Cuenta su compañero de militancia Jorge Pastor Asuaje: “Con él y con ´La Negra´ (Dardo Benavidez) los marinos tomaron una represalia inaudita, por lo ridícula; los expulsaron como ex alumnos de la Escuela Naval, una medida que es un monumento al autoritarismo y al absurdo, porque se arrogaron el derecho de decidir la abolición del pasado por decreto. Porque alguien puede ser expulsado como alumno, pero no como ex alumno; porque

es lo mismo que decretar que alguien ya no es ex marido o ex cualquier cosa. Negar eso es negar la existencia misma de alguien, negar los hechos, como si alguien pudiese resolver ‘fulano de tal nunca existió’, simplemente firmando una resolución”.

NOVELLO, Alicia María . Ver registro de su esposo Carlos Alberto Pacino. La casa de ambos fue allanada el 26 de junio de 1978.

NOVILLO, Jorge Horacio . “Leche” (por leche hervida; ya que era muy calentón). “Ignacio”. Oriundo de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe. Buen atleta en 400 y 800 metros llanos. Era un tipo flaco, con mucha capacidad intelectual. Para 5º año se le despiertan dos grandes pasiones: la Merceología

(materia que tenía que ver con la Química) y la Política. Militante de Juventud Universitaria Peronista (JUP) en la Facultad de Ingeniería Química de Santa Fe (establecimiento al que ingresó en 1971), donde hoy en día hay una placa en su memoria. Oficial Montonero. Secuestrado en la zona de Arroyito, el 28 de febrero de 1977 junto a sus hermanos Alejandro Luis y Carlos. Él fue el único que no volvió con vida. Daniel su amigo, lo recuerda de una forma muy sentida: “Jorge, amigo, compañero, hermano, lo mejor que me dejaste es tu compromiso con la vida, con la gente, esa caricia en el alma que me acompañará toda la vida, porque fuiste incondicional e integro, con tu ideal, con tu necesidad de cambios e igualdad”. Su madre, María Juana Saade de Novillo, militante, participó activamente en los años ’60 y ’70 en el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE) y en el trabajo social barrial. Fallecerá en 1988 de un cáncer de pulmón. El papá del “Leche”, Jorge Oscar Novillo, cuando desaparecieron a su hijo, al año nomás, se murió de un infarto mesentérico, destruido por la pérdida sufrida.

NUGHES, Juan Angel. “Luis”. Era un pibe de 14 años que militaba en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). El 11 de agosto de 1976 fue secuestrado por una patota militar en una calle de la ciudad de Alberdi, provincia de Tucumán. Cuando salía del colegio secundario en una bicicleta que llevaba como distintivo un banderín de la Juventud Peronista (JP). Buscaban a su padre militante peronista. Por eso se lo llevaron a él, para torturarlo y que diga donde se escondía su progenitor. La familia, alertada, pudo escapar y marchar hacia el exilio en Suiza. Un par de horas más tarde llegaron los militares con Juan Angel pero no encontraron a nadie y entonces rompieron todo, se fueron y luego asesinaron al muchachito. Eso fue once

meses más tarde, cuando lo “trasladaron” en septiembre de 1977 del campo de concentración “Ingenio Nueva Baviera” donde estaba cautivo. A un mes de ser secuestrado, su padre Raúl Nughes no sabía si lo iba a volver a ver con vida (como lamentablemente no pudo ser) y desesperado le escribió: “Hijo: tarde en tarde, cuando el cielo se engalana de nubes pasajeras, miro el hueco infinito azul que nos separa y en vuelo imaginario te rescato, de esos locos homicidas de mi patria / ‘Yoni’ ¿Cómo describirte? Yo no puedo; solo los que te conocieron dirán de tu pureza y de tu encanto; o acaso tus verdugos, al herir y desangrar tus carnes, les brindes rosas perfumadas con tu sangre...”.

NUÑEZ, Félix Edgardo. “Pomo”. Nacido en Lanús, provincia de Buenos Aires el 29 de enero de 1958. No terminó el secundario. Su último lugar de trabajo fue en Avellaneda, en la empresa “Alrod”, contratista de “Gurmendi S.A.”Dejemos que su amigo Mauro Cejas, nos cuente sobre Nuñez. “En el barrio Los Generales, Lechuga, Pomo y yo, conformábamos el trío Lemapo. Eramos la vagancia de la cuadra. Manifestábamos nuestra rebeldía a través del pelo largo y escuchando a Pescado Rabioso. No militábamos activamente pero sí participábamos en las movilizaciones convocadas por Montoneros y también discutíamos políticamente. Sin un compromiso absoluto nos movilizamos a Ezeiza, por la Masacre de Trelew, cuando murió Perón (…) En los ’70 el libro de cabecera de nuestra generación era ‘Los caminos a Katmandú’. Por eso Pomo fue en busca del Katmandú de América. Viajó en el año ’78 a las ruinas de Machu Pichu. Allí conoció gente de la Agrupación Tupac Amaru y comenzó a militar en Montoneros. Al tiempo Sara enganchó al Dere en Lomas. Nos empezamos a conectar nuevamente y a activar. El último operativo militar lo hace Pomo con Dere durante el año 1978. En un

principio estaba planeado que el Dere saliera conmigo y la Tato con Pomo; pero como el Dere era una garantía, porque tenía experiencia militar, le pedí que saliera con Pomo, ya que este participaba por primera vez. La misión consistía en poner unos explosivos en la ventana de un coronel en Bánfield. Se produjo un tiroteo y ellos escaparon en un taxi. Previamente le dijeron al chofer que pertenecían al Ejército Montonero y que los sacase de allí. El taxista aceptó. A eso de las dos de la mañana, llega Pomo a la casa de Quique, en el barrio Nocito. Por una cuestión de seguridad, la Tato, Sara y yo levantamos esa casa. Tato y Sara se instalaron en la casa de ésta última, en el barrio Los Generales. Pomo se queda en su casa, en la calle Lavalle y Constancio Vigil 1294 del mismo barrio y allí la policía lo va a buscar”. Ocurrió el 21 de diciembre de 1978. “Pomo” tenía 20 años de edad y sigue desaparecido.

NUÑEZ, María del Carmen. Nacida en Saladillo, provincia de Buenos Aires, el 10 de mayo de 1944. La “China” María del Carmen Nuñez era la compañera de Carlos Lizaso y cayó con él al resistir el secuestro de una patota naval el 26 de abril de 1976 en el Café de los Angelitos, de Rivadavia y Rincón de nuestra ciudad, donde hay actualmente una placa que los recuerda. Fue vista con vida en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) antes de su asesinato. Militante de Juventud Peronista y montonera, era el “alma mater” de la Unidad Básica “Combatientes Peronistas” (Munro-provincia de Buenos Aires), poseedora de una energía y decisión admirables para llevar adelante el trabajo militante cotidiano en el barrio.

NUÑEZ, Norma Ada. “Nosotros éramos un grupo de jóvenes que participábamos en la Unidad Básica “Enrique Grynberg” de la calle Calandria y Santa Ana; formábamos parte de la Juventud Peronista. Conocí a Norma en el barrio, compartíamos el mismo lugar de militancia. Luego del golpe la seguí viendo por un tiempo más. Para esa época se había ocultado en una pensión, en la zona de Burzaco” comenta Fernando Schell. Norma Ada Nuñez, vivía en la calle Churrinche al 3900 en el barrio San José de Temperley, provincia de Buenos Aires, pero trabajaba en Capital. Sus amigos y compañeros le decían “Chabela”. Con 24 años fue secuestrada-desaparecida en un día impreciso del mes de noviembre de 1977. Fue vista en los CCD Pozo de Quilmes y Puesto Vasco antes de su asesinato.

NUÑEZ, Roque. Nacido el 16 de agosto de 1911. Peronista hasta la médula. Padre de María del Carmen Nuñez de Lizaso, la “China” (ver registro anterior). Secuestrado-desaparecido por la Marina a la edad de 64 años, el 21 de abril de 1976, a las 4 de la madrugada, en su domicilio de José Mármol 3555, Florida, provincia de Buenos Aires.

NUÑEZ, Roque Miguel. Nacido el 24 de marzo de 1946. Hermano de María del Carmen Nuñez de Lizaso y peronista revolucionario como ella. Secuestrado-desaparecido el 23 de abril de 1976 –dos días después que su padre- en horas de la tarde, de su domicilio sito en José Mármol 3555, Florida, provincia de Buenos Aires.

NUÑEZ, Segundo Severino. “Joaquín”. Militante montonero. Secuestrado el 18 de diciembre de 1976. Asesinado por la dictadura militar. El II° Cuerpo de Ejército justifica su muerte aduciendo falsamente que era uno de los que quería tomar por asalto la comisaría de Iberlucea a 26 km. de Rosario.