Índice - ministerio de desarrollo social y familia · 2014. 3. 7. · iii. uso de economías de...
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ÍNDICE
I. Presentación de la Comisión 3 II. Resumen de acuerdos a la fecha 5
1. Acuerdos sobre la medición de pobreza por ingresos 5 2. Acuerdos sobre la medición de pobreza multidimensional 6
III. Introducción 8 1. Por qué medir pobreza 8 2. Cómo se mide oficialmente la pobreza en Chile 9
IV. Avances de la Comisión en la medición de pobreza por ingresos 11 1. Línea de la pobreza 12
1.1. Sobre la Canasta Básica de Alimentos 12 i. Revisión del método de la Canasta Básica de Alimentos 12
ii. Construcción de la Canasta Básica de Alimentos 13 1.2. Consideración de bienes y servicios no alimentarios 16 1.3. Otras consideraciones para la línea de pobreza 16
i. Diferenciación territorial 16 ii. Uso de escalas de equivalencia 17
iii. Uso de economías de escala 17 iv. Cambios en el perfil de la pobreza al introducir estas consideraciones17
2. Medición de los ingresos 18 2.1. Fuente de información 18 2.2. Componentes del ingreso 18
i. Ingresos líquidos versus ingresos brutos 18 ii. Pagos en especies 19
iii. Subsidios monetarios 19 iv. Transferencias no monetarias 20 v. Alquiler imputado 21
2.3. Períodos de referencia 22 2.4. Ajustes de ingresos 22
V. Avances de la Comisión en la propuesta de medición de pobreza multidimensional 25
1. Definición de la medición de pobreza multidimensional 26 1.1. Elección de dimensiones 26 1.2. Elección de indicadores y umbrales 26 1.3. Fuente de información 27
2. Relación entre la medición multidimensional y la medida de pobreza por ingresos28
VI. Próximos pasos 29
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I. PRESENTACIÓN DE LA COMISIÓN
La pobreza es un fenómeno complejo que afecta el desarrollo de las capacidades de las
personas. A pesar de los avances que han existido en materia de disminución de la pobreza
en Chile, ésta sigue siendo un problema importante en nuestro país. Visibilizar la pobreza y
hacerla objeto de la política pública requiere, en primera instancia, poder cuantificarla y
caracterizarla.
Con este propósito, se presenta a continuación el primer informe que da cuenta del avance
del trabajo que está realizando la “Comisión Asesora Presidencial de Expertos para la
Actualización de la Línea de la Pobreza y la Pobreza Extrema”1, en adelante “la Comisión”.
Ésta tiene como función principal asesorar al Presidente de la República en la revisión de
todos los aspectos relacionados con la medición de la pobreza y de la pobreza extrema, así
como plantear propuestas al respecto.
La Comisión fue constituida por el Presidente de la República el 13 de diciembre del año
2012 y desde esa fecha ha trabajado continuamente en el mandato entregado.
La Comisión está presidida por Rodrigo Jordan, e integrada por M. Soledad Arellano, Benito
Baranda, Cristián del Campo SJ, Luis Larraín, Osvaldo Larrañaga, Andrea Repetto, Jorge
Rodríguez, Claudio Sapelli y Susana Tonda. La Comisión ha contado con el apoyo de una
secretaría ejecutiva y un equipo técnico que han colaborado en las múltiples tareas que se
han llevado a cabo.
Los objetivos que esta Comisión se ha planteado son:
Actualizar la medición de la pobreza por ingresos para tener una medida acorde a la
realidad de las familias chilenas. Esto implica actualizar la canasta de necesidades
básicas a los nuevos patrones de consumo; definir las líneas de pobreza, pobreza
extrema y vulnerabilidad; proponer una metodología de ajuste en el tiempo; y
definir cuál es el concepto de ingresos que debe ser considerado para la medición de
la pobreza.
Proponer una medición multidimensional de pobreza que incorpore un concepto
más amplio de carencias, y que complemente la medición de pobreza por ingresos.
Proponer mejoras a la institucionalidad de la medición de pobreza.
1 Decreto 18 “Crea Comisión Asesora Presidencial de Expertos para la Actualización de la Línea de la Pobreza y de la Pobreza Extrema”, publicado el día 22 de enero de 2013. Disponible en: http://bcn.cl/17qmd
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La Comisión se encuentra trabajando para entregar una propuesta final durante el segundo
semestre del año 2013, fecha condicional a la entrega por parte del Instituto Nacional de
Estadísticas (INE) de los antecedentes requeridos por esta Comisión.
La Comisión ha tenido una forma de trabajo participativa que ha incluido la realización de
diversas instancias de audiencias públicas y la revisión de documentos enviados por
organizaciones y ciudadanos interesados en aportar desde sus perspectivas a la medición
de pobreza. Asimismo, la Comisión espera realizar nuevas audiencias y seguir recibiendo
aportes de la ciudadanía hasta julio del presente año.
Es el espíritu de esta Comisión que la medición de pobreza que se implemente a partir de su
propuesta sea comprensible, transparente y replicable por la ciudadanía, a la vez que sirva
para el diseño de políticas públicas más efectivas.
Este documento se organiza en cinco capítulos. En el capítulo a continuación se presenta un
resumen de las principales propuestas de la Comisión a la fecha. Luego, el siguiente capítulo
contiene una reflexión sobre los objetivos de medir pobreza y una descripción de la forma
en que se mide oficialmente en Chile. Posteriormente, se describe la discusión sobre
medición de pobreza por ingresos y los avances de la Comisión en este ámbito. Luego se
presenta la discusión de la Comisión en torno a la medición de pobreza multidimensional.
Por último, se describen los temas que abordará la Comisión en el trabajo que sigue a este
informe. Las propuestas en torno a la línea de vulnerabilidad y las de la institucionalidad de
la medición de la pobreza serán incluidas en el informe final de la Comisión.
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II. RESUMEN DE ACUERDOS A LA FECHA
1. Acuerdos sobre la medición de pobreza por ingresos
i. La Comisión propone continuar con la medición de la pobreza por ingresos
utilizando el marco conceptual de la Canasta de Satisfacción de Necesidades Básicas.
Sin embargo, se considera necesario realizar una actualización y un
perfeccionamiento de aspectos relevantes de dicha medición.
ii. La Comisión considera que, dado el nivel de desarrollo alcanzado por el país,
establecer como umbral para la medición de la pobreza el establecido por el Banco
Mundial, de US$1,25 o US$2 al día, sería muy poco exigente. Por otro lado, una
medida de pobreza relativa, como la utilizada por la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que establece un umbral de 50% o
60% del ingreso mediano, podría ocultar el problema pendiente que tiene Chile en
materia de carencias y esconder las necesidades de los grupos más vulnerables. El
método propuesto para Chile se ubica en un lugar intermedio en cuanto es absoluto
al anclarse en la satisfacción de las necesidades básicas, pero que actualiza la canasta
según evolucionan las preferencias de consumo de la población.
iii. La Comisión acuerda proponer tres líneas de pobreza por ingresos: pobreza extrema,
pobreza y vulnerabilidad. En cuanto a la línea de pobreza extrema, se acuerda que
exista una línea, pero no necesariamente estará constituida sólo por las necesidades
alimentarias.
iv. Para esta actualización de la medida de pobreza por ingresos la Comisión propone
usar los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) 2012 que levantó el
Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y cuyos resultados estarían disponibles a
partir de agosto del 2013.
v. La Comisión está estudiando la diferenciación urbana/rural de la medición actual y
se pronunciará sobre la manera en que ésta debe ser tratada en la medición
actualizada. Asimismo, se pronunciará respecto de otras diferencias territoriales.
vi. La Comisión acordó introducir escalas de equivalencia y economías de escala en el
cálculo de la pobreza. Se ha revisado las utilizadas en distintos países y está
pendiente la definición de la metodología específica que se propondrá para Chile.
vii. La Comisión propone seguir usando la Encuesta de Caracterización Socioeconómica
Nacional (CASEN) para la medición de pobreza por ingresos debido a que es la
encuesta más completa en cuanto a la recolección de los ingresos y a su
representatividad. Sin embargo, la Comisión plantea que es posible introducir
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algunas modificaciones con el objeto de capturar mejor la incidencia y los diversos
aspectos de la pobreza.
viii. En cuanto a los ingresos considerados para la medición de pobreza, la Comisión
propone no innovar en las partidas de ingresos que se utilizan, si bien está
analizando la pertinencia de incluir dentro de los ingresos el valor monetario de las
transferencias alimentarias.
ix. La Comisión propone incluir el alquiler imputado en el cálculo del ingreso de quienes
no pagan por usar la vivienda, propietarios con y sin deuda, así como de quienes
tienen viviendas cedidas o en usufructo.
x. En relación al valor reportado de los subsidios, la Comisión propone mantener la
corrección al valor administrativo en los casos en que el monto del subsidio es fijo y
extender la corrección a aquellos casos en que el monto del subsidio es variable pero
que depende de las características del beneficiario que son verificables en la
encuesta.
xi. La Comisión acordó que el período de referencia para la medición de ingresos
debiera ser el de los ingresos del último año. Sin embargo, dado que la recordación
es defectuosa, la metodología de recolección de dicha información deberá considerar
estas limitaciones.
xii. La Comisión está revisando detalladamente el ajuste de los ingresos reportados en la
Encuesta CASEN a las Cuentas Nacionales, sobre el que planteará una
recomendación en el informe final. En caso de que se decida ajustar, la Comisión
acordó que la metodología utilizada debe ser conocida y transparente, quedando
disponibles los datos de la Encuesta CASEN con y sin ajustes. Adicionalmente, se
acordó que se establezca un criterio consistente sobre el ajuste a los ingresos y los
subsidios, es decir, si los ingresos se ajustan por subreporte, también se debieran
ajustar los subsidios por ese motivo.
2. Acuerdos sobre la medición de pobreza multidimensional
i. La Comisión considera necesario ampliar la medición de la pobreza en Chile a
dimensiones adicionales a los ingresos, complementando la medida existente.
ii. Preliminarmente, las dimensiones que la Comisión recomienda considerar son:
salud, educación, vivienda y entorno. Este último se refiere a la disponibilidad de
servicios públicos y bienes ambientales en el barrio o localidad de residencia de la
persona, pudiendo también incluir el acceso a redes de apoyo.
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iii. La Comisión considera recomendable centrarse en indicadores que midan el acceso a
los recursos en las distintas dimensiones, incorporando en lo posible la calidad de
dicho acceso.
iv. La Comisión establece que los indicadores deben proceder de una misma base de
datos y la Encuesta Casen representa hoy la mejor fuente de información para
realizar estas mediciones, siendo necesario agregar algunas preguntas en versiones
futuras para obtener una medición más completa de pobreza multidimensional.
v. La elección de los umbrales para cada indicador requiere establecer los mínimos
necesarios que permitan obtener niveles de logros que la sociedad considere básicos
en cada uno de ellos y en cada una de las dimensiones consideradas. La Comisión
planteará en su informe final una recomendación al respecto. No obstante, los
umbrales de cada indicador se deben revisar con periodicidad, para que reflejen lo
que la sociedad considera como condición mínima de satisfacción para cada uno de
ellos.
vi. La Comisión recomienda no reunir en un sólo indicador consolidado la medición de
pobreza por ingresos y la medición de carencias en otras dimensiones, sino que
analizarlas como medidas complementarias.
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III. INTRODUCCIÓN
1. Por qué medir pobreza
La pobreza es un fenómeno complejo que determina fuertemente las posibilidades que
personas y familias tienen para desarrollar sus capacidades e integrarse a la sociedad. Este
fenómeno no es inherente al ser humano, sino propio de las condiciones que enfrenta y que
impiden un desarrollo pleno. Toda sociedad que comprenda las limitaciones que la pobreza
impone sobre las aspiraciones, necesidades y derechos que todos los hombres y mujeres
poseen, debe focalizar sus esfuerzos en aquellas acciones que aseguren oportunidades para
que todos puedan desarrollarse libre y plenamente, y así contribuir al progreso del país.
Visibilizar el problema de la pobreza y hacerlo objeto de la acción de la política pública
requiere, primeramente, poder cuantificarlo y caracterizarlo. Así, la medición de la pobreza
cumple el propósito de orientar las políticas sociales, entregando información valiosa sobre
el nivel de desarrollo alcanzado, constituyendo un referente tan importante como lo son la
medición del crecimiento y de la producción de un país. Prácticamente todos los países
tienen medidas oficiales de pobreza y desigualdad, así como numerosas instituciones
incluyen indicadores de bienestar en sus mediciones habituales.
Definir lo que se entiende por pobreza no es una tarea fácil. Se trata de una problemática
compleja que se expresa en diversas dimensiones de la vida de las personas y obedece a
numerosas causas. Tradicionalmente, se ha vinculado el concepto de pobreza a la carencia
de bienes y servicios que son básicos para la vida humana; es decir, un ser humano es
considerado pobre en la medida que no alcanza a satisfacer sus necesidades vitales. Dado
esto, se ha tendido a medir pobreza por medio de la capacidad económica (ingresos o
gastos) de los individuos, pues representa el poder de compra sobre los bienes y servicios
que permitirían a las personas satisfacer dichas necesidades.
La medida tradicional compara los ingresos de los hogares con un punto de referencia o
umbral, que es la línea de pobreza. Esta medición admite variantes absolutas y relativas,
objetivas y subjetivas.
Entre las ventajas de medir la pobreza a través de los ingresos, está el hecho de ser una
medición simplificada de un fenómeno multivariable. Utilizar una única variable disminuye
la complejidad que involucra tener que establecer múltiples dimensiones para medir
bienestar. Por ello, entre otras razones, las medidas de pobreza por ingresos son
ampliamente usadas en el mundo.
Sin embargo, la realidad muestra que las familias enfrentan privaciones en diversas
dimensiones de sus vidas, más allá del ingreso. En tal sentido, la medición exclusiva de
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pobreza por medio del ingreso no es suficientemente amplia para abarcar todos los
aspectos de la misma y por ello han cobrado relevancia las mediciones de pobreza
multidimensional.
2. Cómo se mide oficialmente la pobreza en Chile
La medida de pobreza oficial utilizada en Chile se obtiene por medio del citado método de
ingresos. Este método, al igual que el método directo o de necesidades básicas insatisfechas,
mide pobreza e indigencia en términos absolutos. Esto es, los límites entre quiénes son
calificados como en situación de pobreza o de pobreza extrema y quiénes no lo son, se
definen en relación a mínimos de satisfacción de necesidades básicas, en el caso de la
pobreza, o de necesidades alimentarias, en el caso de la pobreza extrema.2
La medición de pobreza fue determinada a partir de una canasta básica de alimentos con
información de 1987-1988 y actualizada en el tiempo según la variación del nivel de
precios.
La línea de indigencia o pobreza extrema se estableció en base al costo de la canasta básica
de alimentos, considerando como referente los patrones de consumo del grupo de la
población que con los menores ingresos lograba satisfacer los requerimientos calóricos
recomendados.3 Por su parte, la línea de pobreza, que agrega a lo anterior el costo de
satisfacción de las necesidades no alimentarias, se obtuvo multiplicando por dos el valor de
la canasta alimentaria. El valor de este coeficiente, conocido también como coeficiente de
Orshansky4, corresponde al gasto total en consumo realizado por las familias consideradas
como referentes en el gasto de alimentos, usando la información citada de 1987-1988.
Tanto el costo de la canasta como el coeficiente de Orshansky toman valores distintos para
la población urbana y rural.
La medida de pobreza en Chile se calcula utilizando los datos de ingresos capturados a
través de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN).5 Los ingresos
de los hogares se comparan con las líneas establecidas de pobreza y pobreza extrema (o
2 Para más información ver página oficial del Ministerio de Desarrollo Social en que se describe la medición. http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/casen_def_pobreza.php 3 Las recomendaciones sobre requerimientos calóricos provienen de la Reunión Consultiva Conjunta FAO/OMS/UNU de 1981 y son los que CEPAL ha utilizado desde esa fecha hasta la actualidad. 4 En honor a la economista Mollie Orshansky quien en la década del 60 lo determinó para los Estados Unidos, y que desde entonces forma parte de la medición oficial de pobreza de ese país. 5 Hasta el año 2000 la encuesta CASEN se realizó cada 2 años; entre 2000 y 2009, cada 3; y la última encuesta disponible se levantó el año 2011. Más información sobre la Encuesta CASEN se puede encontrar en www.ministeriodesarrollosocial.gob.cl
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indigencia), para determinar el porcentaje de la población que, de acuerdo a los datos de la
Encuesta CASEN, se encontraría en situación de pobreza y pobreza extrema.6
6 Corresponden a los ingresos autónomos generados por el hogar, más las transferencias monetarias recibidas del Estado y la imputación de un valor por concepto de arriendo en el caso de los hogares propietarios de la vivienda que ocupan. De este modo, el ingreso considerado para efectos del cálculo de pobreza es el ingreso total per cápita del hogar.
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IV. AVANCES DE LA COMISIÓN EN LA MEDICIÓN DE POBREZA POR INGRESOS
En Chile, desde hace un par de décadas, se ha definido como “en situación de indigencia o
pobreza extrema” a las personas que no cuentan con el ingreso diario per cápita que les
permita adquirir los bienes para satisfacer sus necesidades básicas alimentarias, definidas
por una canasta básica alimentaria (CBA). A su vez, se ha definido como “en situación de
pobreza” a las personas que están bajo el umbral de ingreso diario per cápita de dos veces
el necesario para adquirir la CBA, puesto que el grupo de referencia destinaba el 50% de su
ingreso a alimentación.
La Comisión propone continuar con la medición de la pobreza por ingresos e incorporar
medidas de carencias en otras dimensiones que serán desarrolladas en el capítulo V.
En lo que respecta a la medición de pobreza por ingresos, y después de analizar diversas
metodologías, se optó por mantener el marco conceptual utilizado actualmente, basado en
la metodología de la canasta de necesidades básicas y proponer una actualización y el
perfeccionamiento de aspectos relevantes del mismo. La Comisión considera que no existen
razones fundamentales para desviarse de la metodología que se ha venido utilizando en
Chile por más de 20 años.
El método propuesto para Chile se ubica en un lugar intermedio entre aquellos utilizados
por organismos internacionales como, por ejemplo, el Banco Mundial y la OCDE. El Banco
Mundial utiliza un enfoque absoluto (establece como línea de pobreza un monto en dinero
fijo) mientras que el de la OCDE es relativo (establece como línea de pobreza un porcentaje
de la mediana de ingresos). El método propuesto por la Comisión, que consiste en utilizar la
canasta básica y actualizarla periódicamente es un método que es absoluto en tanto se ancla
en la satisfacción de las necesidades básicas, pero que a la vez es relativo en tanto que se
actualiza la canasta según evolucionan las preferencias de la población.
La medida que establece el Banco Mundial es especialmente útil para la comparación
internacional. Esta medida consiste en fijar una cantidad determinada de dinero que podría
considerarse un mínimo para vivir, de US$1,25 o US$2 al día.7 La Comisión considera que,
dado el nivel de desarrollo alcanzado por el país, establecer como oficial esta medida sería
muy poco exigente.
7 Ver datos de pobreza para distintos países calculados por el Banco Mundial en: http://povertydata.worldbank.org/poverty/home/
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Por otro lado, la OCDE utiliza medidas de pobreza relativa que se definen como el 50% o
60% del ingreso mediano.8 Estas medidas están relacionadas con la distribución del ingreso
ya que sólo hay avances en reducción de pobreza cuando hay menor desigualdad, y el
crecimiento con distribución constante no reduce la pobreza así definida. Si bien ésta es la
medida que utiliza la OCDE, la Comisión considera que optar por esta medida como la forma
oficial de medir pobreza en Chile escondería el problema pendiente que tiene el país en
materia de carencias de los grupos más vulnerables.
La Comisión propone entonces, como medida de pobreza por ingresos, continuar con la
metodología de determinar los umbrales, o líneas de pobreza, según el ingreso necesario
para satisfacer las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias que permitan tener
vida digna, con las actualizaciones y mejoras que se estiman necesarias y que se presentan
más adelante.
Cabe mencionar que algunos países utilizan el gasto en consumo en vez del ingreso para
medir pobreza. Existen beneficios y costos asociados a la medición de gastos versus
ingresos, lo que explica que no haya una modalidad dominante en la práctica internacional
de medición de la pobreza. La propuesta de la Comisión es mantener el foco en el ingreso,
por razones de comparación histórica y porque no hay ventajas absolutas en la alternativa
del gasto una vez que la medición del ingreso está referida a un período de tiempo que sea
suficientemente largo para aislar fluctuaciones de corto plazo que no reflejan la verdadera
capacidad económica del hogar.
1. Línea de la pobreza
1.1. Sobre la Canasta Básica de Alimentos
i. Revisión del método de la Canasta Básica de Alimentos
En Chile tanto la línea utilizada para medir indigencia o pobreza extrema como la
utilizada para medir pobreza se basan en el valor monetario de una canasta de
alimentos, que cumple con las calorías necesarias que debe ingerir un individuo
promedio para llevar una vida saludable –con multiplicadores de uno y dos
respectivamente para valorar el ingreso mínimo necesario correspondiente–.
La canasta utilizada actualmente para estos efectos en el país fue determinada por la
Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en 1990 a partir de la información
proporcionada por la IV Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF), levantada por el
INE en el Gran Santiago entre diciembre de 1987 y noviembre de 1988. Esta canasta
8 Ver comparación de pobreza para países de la OCDE. Income Distribution and Poverty at the OECD. http://stats.oecd.org/Index.aspx?DataSetCode=POVERTY
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fue construida luego de analizar el gasto en bienes alimentarios de un grupo de
referencia, identificado como aquel primer quintil móvil de hogares (ordenados por
ingreso per cápita) cuyo consumo calórico aparente promedio por persona se
ubicaba por encima del requerimiento promedio normativo de calorías (2.176
kilocalorías por persona al día en las áreas urbanas). Dicha canasta de alimentos
solamente ha experimentado pequeñas variaciones de reemplazo de productos para
los que el INE ha dejado de medir sus precios debidos a que ya casi no se consumen,
por ejemplo, el “sucedáneo del café” y el “aceite suelto”. Más allá de eso, su
composición no ha sido modificada. Esta canasta es valorizada en cada oportunidad
en que se estima la medida oficial de pobreza, ocupando para ello la variación en los
precios reportados por el INE.
Una de las principales críticas que se han hecho a la medición actual de la pobreza, es
que se realiza a partir de una canasta de bienes desactualizada. El uso de una canasta
invariante en el tiempo, si bien favorecería la comparabilidad, no estaría reflejando
los patrones de consumo de las familias chilenas en la actualidad. Dos de los
principales trabajos sobre el tema son el de la Fundación Superación de la Pobreza
(FSP)9 y Larraín10. Este último toma el análisis realizado por la FSP y calcula cuántos
hogares estarían en situación de pobreza usando las líneas sugeridas por dicha
institución. Estos trabajos argumentan que la actual medición no refleja el cambio
que ha existido en los patrones de consumo de la población entre la década del
ochenta y hoy, lo que tampoco sería acorde al camino seguido por los instrumentos
de focalización de la política pública, los que sí se han adaptado a lo largo del tiempo
para reflejar de mejor manera lo que se entiende por vivir en situación de pobreza.
Por último, la mantención de una canasta por más de 20 años, impediría la real
cuantificación y caracterización de las personas en situación de pobreza, pues no
reconoce que las personas no sólo han experimentado cambios en sus necesidades
sino también en la forma de satisfacerlas.
ii. Construcción de la Canasta Básica de Alimentos
a. Fuente de información
La Comisión propone usar los datos de la EPF 2012 que levantó el INE y cuyos
resultados estarían disponibles a partir de agosto de 2013. Si bien a la fecha de este
informe se encuentra disponible la encuesta anterior, la EPF 2007, la Comisión
prefirió esperar a que fueran públicos los datos de la EPF 2012 para poder tener una
medida lo más actualizada posible. Cabe destacar que la EPF es una encuesta que se 9 Fundación Superación de la Pobreza (FSP) (2006): Umbrales Sociales 2006: Una Propuesta para la Futura Política Social. 10 Felipe Larraín: “Cuatro Millones de Pobres en Chile: Actualizando la línea de la Pobreza”. Estudios Públicos 109 (Abril 2008).
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aplica en zonas urbanas, específicamente en las capitales regionales y sus zonas
conurbanas, y que no es representativa a nivel de regiones ni de zonas rurales.
b. Requerimientos calóricos a considerar
La Comisión se encuentra estudiando las últimas recomendaciones de las
organizaciones internacionales en cuanto a qué requerimientos calóricos y cuáles
diferenciaciones se deben utilizar en la actualización de la línea de pobreza.
c. Estrato de referencia alimentario
El grupo de referencia que determina finalmente los componentes de la canasta
básica alimentaria se define ordenando a los hogares según su ingreso o según su
gasto (que puede ser per cápita o usando alguna medida de adultos equivalentes) y
seleccionando a aquel grupo que en promedio primero satisface los requerimientos
calóricos mínimos. Una actualización de la canasta implica determinar nuevamente
cuál es este grupo de referencia.
Se esperaría que con el correr de los años, y considerando el nivel de desarrollo del
país, el grupo de referencia, definido de esta manera, se desplace hacia el extremo
inferior de la distribución de ingresos, sin que esto implique en qué dirección se
moverá el valor de la canasta actualizada.
CEPAL se encuentra trabajando en una actualización de las canastas básicas
alimentarias para los países de América Latina. En esta actualización, CEPAL usa un
procedimiento metodológico algo distinto al anterior, en el que agrupan a los países
de América Latina de acuerdo a un conjunto de características relacionadas con su
desarrollo económico y social, para luego determinar los estratos poblacionales de
referencia de cada país dependiendo del grupo en que éste se ubique. Como
resultado de lo anterior, Chile se situaría en el nivel más bajo de este ordenamiento,
donde el grupo de referencia de menores ingresos que satisface sus requerimientos
calóricos estaría entre el percentil 10 y 30 de la distribución de ingreso per cápita,
más bajo que el determinado en la ocasión anterior (percentiles 40 a 60). La
Comisión, luego de revisar este procedimiento, decidió separarse de lo propuesto
por CEPAL ya que esto introduce un criterio normativo a priori que determina dónde
se ubica el estrato de referencia.
La Comisión propone escoger el estrato de referencia en base a grupos móviles y
elegir a aquel primer grupo que en promedio cumpla con el requisito calórico. Queda
pendiente definir si el grupo de referencia será en base a quintiles o deciles móviles
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o a otra agrupación, decisión que se tomará una vez disponibles los datos de la EPF
2012.
d. Criterios para la selección de satisfactores alimentarios
Para definir los productos que conforman la Canasta Básica de Alimentos es
necesario analizar el gasto en alimentos que efectúan los hogares del estrato de
referencia elegido. Para ello, a partir del listado completo de productos alimentarios
registrado en la EPF se debe realizar una selección de éstos siguiendo criterios
establecidos de frecuencia de consumo, incidencia en el gasto y disponibilidad a lo
largo del año, entre otros. Finalmente es necesario valorizar los productos
seleccionados a los precios de mercado.
Actualmente, la Comisión está trabajando en este proceso en conjunto con una
nutricionista experta en el tema, utilizando la información de la EPF 2007. Este
análisis será revisado y actualizado una vez que los datos de la EPF 2012 estén
disponibles.
e. Ajuste nutricional de la canasta seleccionada
Una vez elegido el grupo de referencia, se debe analizar detalladamente los
alimentos consumidos por este grupo. En esta materia existen dos opciones:
considerar la canasta que efectivamente consumen o hacer modificaciones según
una pauta alimentaria para que no sólo cumpla con los requerimientos calóricos
especificados, sino también con ciertos estándares mínimos en materia de macro y
micronutrientes. Es habitual observar que la dieta de los distintos grupos de la
población puede alejarse bastante de lo que se considera nutricionalmente
saludable. Por ejemplo, se ha observado la presencia de déficits en micronutrientes
específicos, lo que se extiende incluso hasta los estratos de más altos ingresos.
Dado esto, una opción es contemplar la posibilidad de complementar y/o suplir los
alimentos de la canasta inicial del grupo de referencia con productos específicos de
alto contenido en los nutrientes deficitarios, de manera de asegurar que el valor de
la canasta básica de alimentos permita cubrir adecuadamente el conjunto de las
necesidades nutricionales de la población. Alternativamente, es posible optar por
una canasta que cumpla con las necesidades calóricas, sin hacer ajustes por carencia
de nutrientes. Esta opción se justificaría en que interesa una canasta que satisfaga
los requerimientos calóricos, sin importar de qué manera se satisfacen.
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La Comisión se encuentra estudiando si corresponde usar una canasta en base al
consumo efectivo de las familias o si es preferible hacer modificaciones para adecuar
su contenido nutricional a los estándares existentes.
1.2. Consideración de bienes y servicios no alimentarios
Tal como ha sido señalado, en lo que respecta a la medición de pobreza por ingresos, la
Comisión propone continuar con la metodología de determinar los umbrales, o líneas de
pobreza, según el ingreso necesario para satisfacer las necesidades básicas alimentarias y
no alimentarias.
En la metodología que se ha venido utilizando en Chile, el umbral de la línea de indigencia o
pobreza extrema se ha definido considerando sólo necesidades alimentarias. La Comisión
está revisando la forma de estimar la línea de pobreza extrema y se pronunciará sobre la
conveniencia de incluir también necesidades no alimentarias en el cálculo de esta línea.
El componente no alimentario de la línea de pobreza puede estimarse de dos maneras: (1)
asignando un coeficiente o multiplicador a la relación entre el gasto alimentario y no
alimentario de la población (conocido como coeficiente de Orshansky), o (2) determinando
una canasta normativa de bienes y servicios básicos no alimentarios y calculando su valor,
tal como se hace para el componente de alimentación. La primera alternativa es la usada en
la generalidad de las mediciones internacionales oficiales que emplean este método.
Como no existen consensos similares a los existentes en materia nutricional en los
requerimientos de educación, vestuario, comunicaciones, transporte, recreación,
equipamiento del hogar, entre otros, el definir una canasta de bienes y servicios no
alimentarios requiere de una gran cantidad de decisiones normativas. Tomando esto en
consideración, la Comisión propone establecer un valor para esta canasta por la vía de un
multiplicador (o coeficiente de Orshansky) basado en los gastos observados.
La Comisión se encuentra evaluando si el multiplicador se establecerá en base al consumo
del estrato de referencia alimentario y propondrá la forma en que éste se debe actualizar en
el tiempo.
1.3. Otras consideraciones para la línea de pobreza
i. Diferenciación territorial
En Chile la medición de pobreza ha distinguido tradicionalmente las zonas urbanas y
rurales, variando los valores tanto de la línea de pobreza como de pobreza extrema
para la población urbana y rural. El que estas líneas sean menores en las zonas
rurales, respecto de las urbanas es un aspecto cuestionado en la actualidad.
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Específicamente, la canasta básica de alimentos rural equivale al 77% de la urbana y
el multiplicador utilizado para los bienes no alimenticios es 1,75, en lugar del
multiplicador igual a 2 utilizado para zonas urbanas.
La Comisión está estudiando el tema y se pronunciará sobre la distinción entre zonas
urbanas y rurales, así como sobre la pertinencia de otras diferencias territoriales.
ii. Uso de escalas de equivalencia
La forma actual de medir pobreza en Chile no introduce escalas de equivalencia. En
otras palabras, al estimar el umbral en términos de ingresos per cápita se está
implícitamente definiendo una escala en la que todos los miembros del hogar (sean
estos niños, adultos o adultos mayores) “pesan” lo mismo en sus necesidades de
consumo.
La Comisión acordó introducir escalas de equivalencia en el cálculo de la pobreza. Se
han revisado las escalas utilizadas en distintos países y está pendiente la definición
de la metodología específica que se propondrá para Chile.
iii. Uso de economías de escala
La medición actual de pobreza en Chile tampoco considera economías de escala,
cuyo planteamiento central es que al disminuir el tamaño del hogar, los costos per
cápita para mantener el mismo nivel de bienestar aumentan. Esto ocurre debido a
que a medida que disminuyen los integrantes de un hogar se tiende a aumentar el
gasto per cápita en algunos bienes y servicios, como en el caso de los
electrodomésticos y la vivienda.
La Comisión propone ajustar en base a esta consideración y se encuentra estudiando
cuál debiera ser la metodología a implementar.
iv. Cambios en el perfil de la pobreza al introducir estas consideraciones
Debido a los cambios que la Comisión ha decidido incluir en esta actualización de la
medición de pobreza, es posible anticipar que no sólo cambiará el valor de la línea,
sino que también las características de los hogares que son definidos como pobres.
Por ejemplo, al introducir escalas de equivalencia es posible que la incidencia de la
pobreza en los hogares con adultos mayores aumente, comparado con la situación
actual. Un análisis más detallado de estas variaciones se desarrollará una vez
estimadas las nuevas líneas de pobreza.
18
2. Medición de los ingresos
2.1. Fuente de información
La Comisión analizó diferentes fuentes de información para medir ingresos, especialmente
la EPF y la Encuesta CASEN.
La alternativa de utilizar la EPF fue descartada pues se consideró que, dado que su foco es
recolectar detalladamente el consumo de las familias, no es una encuesta diseñada con el fin
de capturar ingresos, por lo tanto, tampoco lo es su diseño muestral.
Dado que la Comisión propone continuar con la medición de pobreza por ingresos, propone
seguir usando la Encuesta CASEN debido a que es la encuesta más completa en cuanto a la
recolección de los ingresos y a su representatividad (nacional y regional y a nivel
urbano/rural). Sin embargo, la Comisión plantea que es posible introducir algunas
modificaciones con el objeto de capturar mejor la incidencia y los diversos aspectos de la
pobreza. En todo caso, no es necesario incorporar todos los cambios para la próxima
versión de la encuesta, pues se está consciente de las restricciones que imponen los plazos
de su implementación.
2.2. Componentes del ingreso
En la actual medición oficial de pobreza por ingresos se construyen diversas partidas de
ingresos del hogar. Las más relevantes son: el ingreso autónomo, que agrega los ingresos
del trabajo más los ingresos de la propiedad. El ingreso monetario se construye sumando al
ingreso autónomo el valor de los subsidios monetarios. Finalmente, el ingreso total del
hogar incluye, además del ingreso monetario, el alquiler imputado.11 La estimación de la
incidencia de la pobreza y de la pobreza extrema se realiza contrastando el ingreso total per
cápita del hogar con la línea de la pobreza y de la pobreza extrema, respectivamente.
La Comisión propone no innovar en las partidas de ingresos que se utilizan. En forma
adicional, la Comisión está evaluando la pertinencia de incluir dentro de los ingresos totales
el valor monetario de las transferencias alimentarias y hacer algunas modificaciones
referentes a la estimación del alquiler imputado.
i. Ingresos líquidos versus ingresos brutos
Respecto de los ingresos del trabajo (un componente del ingreso autónomo), la
Comisión recomienda mantener la práctica actual de utilizar los ingresos líquidos y no
11 Para más detalles, ver el Manual del Investigador en el siguiente link (ver páginas 72 a 77). http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/layout/doc/casen/Manual%20del%20Investigador_revision_27sep12_final.pdf.
19
los ingresos brutos para la medición, por representar de mejor manera el ingreso que la
familia dispone para consumir.
ii. Pagos en especies
La Comisión propone mantener la práctica actual de incluir dentro de la partida de
ingresos del trabajo el valor monetario (autoreportado) de las remuneraciones en
especies que reciben los trabajadores por parte de sus empleadores12, y por concepto de
retiro de productos13 que realizan los empleadores y los trabajadores independientes o
por cuenta propia, ya sea por concepto de remuneración en especie o de retiro.
iii. Subsidios monetarios
Respecto de los subsidios monetarios, en la Encuesta CASEN las personas declaran si
reciben el subsidio y, en tal caso, qué monto reciben. En el caso de los subsidios que son
de monto fijo (como es el caso del SUF y del Subsidio por Discapacidad Mental, por
ejemplo), el monto que se considera en el cálculo de los ingresos totales corresponde al
valor administrativo del beneficio, aun cuando la persona haya reportado un monto
distinto. La Comisión propone mantener esta práctica para aquellos casos en que el
monto del subsidio es fijo y extenderla también a aquellos casos en que el monto del
subsidio es variable pero depende de las características del beneficiario que son
verificables en la encuesta. De todas formas, esta corrección aplicaría sólo en aquellos
casos en que la persona ha declarado recibir el respectivo beneficio.
Actualmente todas las partidas de ingresos, con excepción de los subsidios monetarios,
se ajustan a las Cuentas Nacionales del Banco Central. Este ajuste permite corregir por el
subreporte en las declaraciones de ingresos que hacen los encuestados. A pesar de ello,
la práctica actual no considera ajuste de los subsidios por subreporte en cuanto a
cobertura. Esto es, a pesar de que en muchos casos el número de personas que declara
recibir un determinado subsidio es considerablemente menor que el dato
administrativo, en el cálculo de los ingresos totales del hogar no se considera ninguna
corrección por ese motivo.14 La Comisión acordó que se establezca un criterio
consistente para efectuar ajuste por subreporte, es decir, si los ingresos se ajustan por
subreporte a las Cuentas Nacionales, los subsidios también se deben ajustar por ese
motivo.
12 Incluye alimentos y bebidas, vales de alimentación, vivienda o alojamiento, auto, transporte, estacionamiento, teléfono, vestimenta, guardería o sala cuna, leña o combustible, y bienes o servicios producidos por el empleador (pregunta y5 del Cuestionario Casen 2011). 13 Pregunta y8 del Cuestionario Casen 2011. 14 Por ejemplo, para el caso del Subsidio Único Familiar (SUF) los datos administrativos indican más de 2 millones de beneficiarios, mientras que en Casen esta cifra es de 840 mil personas.
20
iv. Transferencias no monetarias
La Comisión analizó la conveniencia de incluir en la medición de los ingresos totales las
transferencias no monetarias que entrega el Estado. Si bien respecto de algunas
transferencias específicas aún no hay acuerdo, la Comisión acordó que se requiere
mantener consistencia entre lo que se incluye en el cálculo de los ingresos totales y lo
que se incluye dentro de los gastos considerados para fijar la línea de pobreza. Es decir,
si una determinada transferencia no se incluye dentro de los ingresos de las familias,
tampoco debe ser considerada dentro de los gastos en los que deben incurrir, lo que
debiera, a su vez, reflejarse en el coeficiente de Orshansky.
Las transferencias no monetarias, tales como educación y salud, no se han incluido
históricamente en el cálculo de la pobreza en Chile, como tampoco en mediciones
internacionales. La Comisión propone mantener este criterio, haciendo ver que,
consistente con el criterio mencionado anteriormente, se debe velar porque los gastos
respectivos, tampoco estén considerados al momento de estimar la línea.
La Comisión considera aplicar el mismo criterio de excluir del cálculo de los ingresos
totales del hogar otras transferencias en especies que entrega el Estado, tales como
ajuares a recién nacidos, ayudas técnicas para discapacidad, útiles escolares,
computadores, etc. y, recomienda, velar porque se preserve el criterio de consistencia
La Comisión, en cambio, está considerando el incluir las transferencias alimentarias
debido a que éstas representan un ahorro en consumo de un bien necesario. Estas
transferencias deben además estar incluidas en la canasta de necesidades que se utilice
para definir la línea de la pobreza porque se trata de calorías que efectivamente
consumen los hogares. Específicamente, se estudia incluir dentro de los ingresos totales
el valor de los beneficios entregados a través de los siguientes programas: Programa
Alimentación Escolar (PAE), Programa Nacional de Alimentación Complementaria
(PNAC), Programa de Alimentación Complementaria del Adulto Mayor (PACAM) y las
Becas de Alimentación para Educación Superior (BAES). Se acuerda que, en caso de
incluir estas transferencias dentro de la medición de los ingresos, éstas se valorizarán
de acuerdo a sus respectivos costos de producción. Asimismo, la Comisión plantea que,
si bien la actual Encuesta CASEN recoge información de sus respectivos beneficiarios,
será necesario introducir modificaciones para mejorar su captura.
21
v. Alquiler imputado
El alquiler imputado corresponde a un monto que se suma a los ingresos de las familias
para medir pobreza y pobreza extrema. La justificación de esta imputación nace de la
concepción de que la realidad económica que enfrentan dos familias de similar
condición, una propietaria de su vivienda y otra arrendataria de la misma, es distinta.
Actualmente, el alquiler imputado se aplica a los hogares que no pagan arriendo por ser
propietarios de la vivienda que ocupan, sin distinguir si la vivienda está pagada o
pagándose. Sin embargo, no se imputa alquiler si se considera que la tenencia es
precaria, lo que incluye aquellos casos en que se ocupa una vivienda cedida o a quienes
tienen el usufructo (uso y goce) de ella, como tampoco si es una situación de ocupación
irregular (de hecho).
La Comisión propone incluir el alquiler imputado en el cálculo del ingreso de quienes no
pagan por usar la vivienda, propietarios con y sin deuda, así como a quienes tienen
viviendas cedidas o en usufructo. La Comisión propone no tratar de manera diferente
los casos en que la tenencia se define como precaria, pues ello resultaría en un
tratamiento asimétrico con el que se aplica a los ingresos laborales cuando estos son
precarios.
Respecto del valor a imputar por concepto de alquiler, la opción ideal sería contar con
datos administrativos. 15 Sin embargo, esto no es posible pues no existen datos oficiales
del valor de arriendo de las viviendas, sobre todo en la parte inferior de la distribución
del ingreso. Dado esto, se hace necesario recurrir a otro mecanismo de estimación.
Algunos de los mecanismos de estimación del alquiler imputado que se pueden utilizar
son: autoreporte, precios hedónicos, estratificación y costo alternativo. En Chile el
método usado históricamente es el autoreporte, utilizando para ello una pregunta de la
Encuesta CASEN que se refiere a cuánto se paga de arriendo en este sector por viviendas
similares a la suya.16
15 La Unión Europea realiza una estimación en base a la metodología de estratificación. Esto consiste en separar las viviendas en estratos similares (por ejemplo: número de piezas, metros cuadrados, etc.) y a estos grupos se les imputa el valor de mercado real de las viviendas. Para más información ver “The Comparability of Imputed Rent” (2010) y “Household Budget Survey (HBS) in the EU” (2003). 16 Ésta corresponde a la pregunta de la Encuesta CASEN 2011 para construir el arriendo imputado. Esta pregunta ha cambiado en el tiempo, hasta el 2009 la pregunta fue la misma con algunas pequeñas variantes en el fraseo: ¿Cuánto paga de arriendo? O ¿si usted tuviera que pagar arriendo por esta vivienda, cuánto le costaría el arriendo mensual? Desde 2011 es: ¿Cuánto se paga de arriendo en este sector por viviendas similares a la suya? La diferencia es que antes se preguntaba cuánto debería pagar por la vivienda propia, y desde 2011 se pregunta por viviendas similares a la propia con el objetivo de facilitar la comprensión del encuestado y no exigirle situarse en una situación hipotética.
22
En el caso de los arrendatarios que reciben subsidio de arriendo, estos ingresos deben
recibir el mismo tratamiento que el que se da a los subsidios monetarios, es decir, ser
considerados dentro del ingreso total del hogar.
2.3. Períodos de referencia
La Comisión acordó que el período de referencia para la medición de ingresos debe ser el de
los ingresos del último año. Existe evidencia que indica que la recordación para dicho
período es baja y que al preguntar una vez por los ingresos hacia atrás de todos los meses
del año no se obtiene un buen dato, especialmente en el caso chileno en que las personas
están acostumbradas a hacer referencia al ingreso mensual a diferencia de lo que ocurre en
muchos países desarrollados en los que se hace referencia al ingreso anual. En
consecuencia, es necesario que la metodología de recolección de información considere el
problema de la recordación cuando se pregunta por plazos largos.
2.4. Ajustes de ingresos
La metodología actual de medición de pobreza por ingresos realiza dos ajustes a los
ingresos reportados por las personas encuestadas: corrección por no respuesta y ajuste a
las Cuentas Nacionales.
La corrección por no respuesta corresponde a la imputación del valor de los ingresos
cuando la persona declara recibirlos, pero no declara un monto. Esto se hace para el ingreso
del trabajo, las pensiones y para quienes tienen una vivienda propia y no declaran el monto
de renta presunta (que luego se imputa como alquiler). En esta etapa también se corrige el
monto de los subsidios monetarios de monto fijo declarados, si es que el valor reportado
difiere del valor administrativo. La Comisión recomienda mantener la corrección por no
respuesta.
En cuanto al ajuste por Cuentas Nacionales, la decisión de ajustar los datos de ingresos de la
Encuesta CASEN a las Cuentas Nacionales tiene dos etapas: decidir si realizar el ajuste y
decidir la metodología para realizar dicho ajuste. El supuesto implícito es que las Cuentas
Nacionales serían de mayor calidad y por ello más confiables en sus datos de ingresos que
los capturados en las encuestas de hogares.
El diagnóstico del que se parte es que los agregados de ingresos corrientes provenientes de
encuestas de hogares entregan cifras inferiores a las calculadas en el sistema de Cuentas
Nacionales17. Algunas de las principales razones que pueden explicar esta discrepancia son:
17 Ver “La Medición de los Ingresos en la encuesta CASEN 2011-R2”, CEPAL, 2012.
23
a) Truncamiento: la muestra encuestada puede no ser representativa en los extremos de la
distribución de ingresos. En otras palabras, si la muestra de hogares encuestados no incluye
a aquellas familias de mayores ingresos, ya sea porque no están incluidas en la muestra
original o porque estas familias no responden la encuesta, y éstas concentran un porcentaje
relevante de los ingresos totales del país, entonces el total de ingresos de los hogares en
base a la encuesta necesariamente subestimará el total de ingresos del país.
b) Subreporte: las encuestas de hogares poseen sesgos que tienden a subestimar los
ingresos y beneficios.
El ajustar o no los ingresos a las Cuentas Nacionales es un tema ampliamente debatido en la
literatura y se pueden encontrar argumentos tanto a favor como en contra de hacerlo. Una
justificación para realizar el ajuste es que las encuestas de hogares tienen sesgos conocidos
que generalmente subestiman los ingresos y las transferencias gubernamentales, lo que
sobreestima la pobreza, lo que a su vez afectaría el diseño de las políticas públicas. Otros
argumentos utilizados son que estos ajustes tienden a producir cifras más estables en el
tiempo y que es el único sistema que permite realizar un ajuste con cierto grado de
consistencia.
Algunas de las razones presentes en la literatura para justificar no hacer el ajuste a Cuentas
Nacionales son: que no está comprobada la superioridad de Cuentas Nacionales respecto de
las encuestas de hogares; que no es evidente que los conceptos de ingreso sean
comparables entre las encuestas de hogares y las Cuentas Nacionales; que realizar el ajuste
tiene un efecto en distribución del ingreso pues omite el problema de truncamiento; y, por
último, que el ajuste aplicado al alquiler imputado resulta en valores de arriendo muy bajos
respecto de lo que se observa en el mercado.
El procedimiento que históricamente ha realizado CEPAL consiste en reescalar cinco
partidas de ingresos para que los datos proyectados en la Encuesta CASEN coincidan con los
datos de las Cuentas Nacionales. Estas partidas son: Salarios y sueldos, Ingreso de
empleadores y trabajadores independientes, Beneficios de seguridad social, Alquiler
imputado e Ingresos de propiedad (rentas, intereses, dividendos).
El ajuste realizado asume que la subdeclaración es la misma a través de la distribución de
cada componente de ingresos por lo que aplica un coeficiente único a cada partida, sin
importar el nivel de ingresos.18
18 Para una descripción más completa sobre los supuestos el ajuste por Cuentas Nacionales, ver pág. 48 en “The impact of income adjustments in the Casen Survey on the measurement of inequality in Chile” Bravo y Valderrama (2011) Estudios de Economía. Vol. 38 - Nº1
24
Organismos internacionales, como la OCDE, recomiendan no ajustar a Cuentas Nacionales,
pero es relevante considerar que la OCDE utiliza una medida de pobreza relativa en que el
ajuste no necesariamente afecta a la medición de la pobreza en la medida en que los
subreportes tengan una incidencia similar a lo largo de la distribución del ingreso.
La Comisión se encuentra estudiando si para Chile corresponde o no seguir realizando este
ajuste a Cuentas Nacionales y, en caso de recomendar ajustar, cuál sería la metodología que
correspondería utilizar. En este último caso la Comisión considera necesario:
- Cuantificar el efecto de un eventual truncamiento en la muestra y en la medición de
ingresos.
- Ajustar los ingresos al nivel de las Cuentas Nacionales y no como sucede actualmente en
que se ajusta al empalme –en base a tasas de cambio-, lo que hace que exista una brecha
importante entre los ingresos capturados por la Encuesta CASEN ajustada y las Cuentas
Nacionales.
- Analizar las implicancias que tiene la nueva metodología de Cuentas Nacionales que
utiliza precios encadenados.
Realizar estos cambios implicaría con una alta probabilidad una modificación de algunos de
los factores de ajuste que se han venido utilizando.
La Comisión definió que en caso que se realice un ajuste de ingresos a las Cuentas
Nacionales la metodología utilizada debe ser conocida, transparente y replicable, debiendo
quedar a disposición del público los datos de la Encuesta CASEN con y sin ajustes.19
19 Las bases de datos de la Encuesta CASEN con y sin ajuste a Cuentas Nacionales se encuentran en: http://observatorio.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/casen/casen_usuarios.php
25
V. AVANCES DE LA COMISIÓN EN LA PROPUESTA DE MEDICIÓN DE POBREZA
MULTIDIMENSIONAL
La medición tradicional de la pobreza en Chile se ha realizado en base a ingresos, reflejando
el rol predominante que juega el ingreso como medio de compra de los bienes y servicios
que cubren la mayor parte de las necesidades básicas. Sin embargo, el ingreso no cubre
todas las necesidades materiales. Dimensiones esenciales del bienestar tienden a quedar
fuera del rango de cobertura de los ingresos. Ello responde a la sustitución del mercado por
otros mecanismos en la provisión de este tipo de servicios, de modo de garantizar su más
amplio acceso.
La medición de pobreza en dimensiones distintas al ingreso entrega una visión más
completa respecto de las condiciones de vida de la población. Así, permite conocer, por
ejemplo, qué porcentaje de hogares satisface todas las necesidades básicas; quiénes son las
personas que cuentan con los ingresos mínimos pero que no superan los umbrales en otras
dimensiones, tales como educación, salud y vivienda, entre otras. Asimismo, la medición de
los avances en dimensiones que se relacionan con la provisión pública de servicios sociales
contribuye a la rendición de cuentas de la política social, a la pertinencia de los programas
sociales y a su mayor eficacia.
Por las razones antes citadas, la Comisión considera necesario que a modo de complemento
de la medida tradicional se amplíe la medición de la pobreza a dimensiones adicionales a
los ingresos. Otros países de la región, como México y Colombia, ya han incorporado
medidas de pobreza multidimensional en sus mediciones oficiales. Éste también ha sido el
caso de estudios comparativos internacionales, como el Índice de Pobreza Multidimensional
que se calcula para 105 países en el Informe de Desarrollo Humano 2010 del PNUD.20
Al igual que en la medición de pobreza por ingresos, la medición de la pobreza
multidimensional requiere resolver los problemas de identificación y agregación; esto es,
una regla para conocer cuándo un hogar es pobre, y un procedimiento para agregar la
información individual y conocer la magnitud de la pobreza a nivel de país, región u otro
nivel de agregación. La Comisión no ha tomado aún una postura respecto a si presentará las
privaciones en cada uno de los indicadores correspondientes a las distintas dimensiones, o
si definirá además un indicador sintético de pobreza multidimensional. Al respecto,
entregará la recomendación en su informe final.
En cualquiera de los dos casos, se requiere definir las dimensiones relevantes del bienestar
de las personas a considerar en la medición de la pobreza multidimensional, los indicadores
20 "Informe de Desarrollo Humano Mundial del 2010. La Verdadera Riqueza de las Naciones: Camino al Desarrollo Humano" publicado por el Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD) 2010.
26
a usar para medir privaciones en cada una de las dimensiones y los umbrales que definen
las situaciones de privación en cada indicador.
Cabe notar que el desarrollo teórico y la aplicación empírica de medidas de pobreza
multidimensional son relativamente recientes, por lo que aún no existe un consenso amplio
sobre la metodología a utilizar. Es así como en los últimos diez años se han propuesto por
parte de autores e instituciones diversas medidas de pobreza multidimensional, las cuales
difieren en la manera específica que responden a las preguntas de identificación y
agregación.
1. Definición de la medición de pobreza multidimensional
Esta Comisión se ha planteado como objetivo proponer una medida en base a las opiniones
expresadas por organizaciones sociales en las audiencias realizadas, el juicio de expertos,
las mejores prácticas internacionales y los antecedentes recopilados en el documento
“Voces de los Pobres” de la Fundación Superación de la Pobreza21.
1.1. Elección de dimensiones
Se debe tener presente que las dimensiones a considerar deben ser constituyentes
esenciales del bienestar material, de modo que privaciones en ellas representen amenazas
sustantivas a la calidad de vida de las personas. Asimismo, el acceso a estas dimensiones
debe realizarse a través de bienes y servicios que mayoritariamente no se adquieren con
ingresos en los mercados, puesto que de otra forma las privaciones en ellas serían
manifestaciones de la falta de ingresos ya consideradas por la medida tradicional de
pobreza.
Existen al menos cuatro dimensiones que esta Comisión ha identificado como necesarias de
ser incluidas en la medida ampliada de pobreza. Estas son: salud, educación, vivienda y
entorno. Este último se refiere a la existencia de servicios públicos y bienes ambientales en
el barrio o localidad de residencia de la persona, pudiendo también incluir el acceso a redes
de apoyo. El listado de dimensiones no es definitivo y podría ser modificado en la propuesta
final de la Comisión.
1.2. Elección de indicadores y umbrales
Los indicadores a considerar al interior de cada dimensión pueden referirse a accesos a los
recursos que posibilitan obtener logros o pueden referirse a los logros o resultados finales
en sí mismos. Por ejemplo, en la dimensión de salud existen indicadores de acceso a
21 Fundación Superación de la Pobreza (2011): Voces de la Pobreza. http://www.superacionpobreza.cl/descarga-archivo/libro_voces_final.pdf
27
recursos (como el acceso a los servicios médicos) e indicadores de resultados (como la
buena o mala salud que tienen las personas). La Comisión considera que el acceso a los
recursos es más relevante en una medida de pobreza que los resultados finales. Así, un
individuo se considera en privación cuando no puede acceder a servicios médicos cuando
los necesita. En cambio, la mala salud puede deberse a falta de acceso a recursos, pero
también a decisiones personales en cuanto a estilos de vida, o a predisposiciones genéticas.
Es evidente que el bienestar definitivo de las personas depende de los resultados finales
(tener buena o mala salud), pero es la privación en el acceso al recurso el indicador más
relevante para una medida de carencia material, como es la pobreza.
Ahora bien, la medición debe incorporar el atributo de la calidad, pues por ejemplo, no
basta con acceder a servicios de salud, sino que la atención entregada debe ser de calidad
para que sea efectiva para quien la necesita.
En cuanto a los umbrales, ellos definen las privaciones a nivel de cada indicador, tal como la
línea de pobreza define privación en la medición de pobreza por ingresos. La elección de los
umbrales requiere establecer los mínimos necesarios que permitan obtener niveles de
logros que la sociedad considere como básicos en cada uno de los indicadores en cada una
de las dimensiones consideradas. Por ejemplo, el egreso de la educación media es un nivel
mínimo en la dimensión de educación en el Chile actual, sujeto a que también se cumpla el
requerimiento de la calidad. Pero hay que notar que los umbrales no son invariantes en el
tiempo. Décadas atrás se hubiera considerado como un umbral mínimo de escolaridad el
egreso de la enseñanza básica, pero hoy eso es insuficiente como capital educativo para
desenvolverse adecuadamente en nuestra sociedad. Así, los umbrales de cada indicador
deben revisarse con periodicidad, para que reflejen lo que la sociedad establece como
condición mínima de logro en cada uno de ellos.
1.3. Fuente de información
La información que se usa en una medición de pobreza multidimensional debe proceder de
una misma base de datos, puesto que de esta forma se pueden realizar los cruces entre
dimensiones y eventualmente adicionarlas para obtener indicadores agregados de pobreza.
Las encuestas de hogares multitópico, como la Encuesta CASEN, representan la mejor
fuente de información para realizar estas mediciones. Ello en tanto contienen información
de todos los miembros de una muestra representativa de hogares, incluyendo datos de
ingresos, educación, salud, vivienda y otras dimensiones de interés. De tal manera, la
Comisión considera que la Encuesta CASEN contiene la mayor parte de la información
requerida para el cálculo de la medida de pobreza multidimensional para Chile, siendo
necesario agregar algunas preguntas en versiones futuras para obtener una medida más
completa de pobreza multidimensional. Asimismo, es posible complementar con datos
28
administrativos o georeferenciados la información de los hogares provista por la Encuesta
CASEN (por ejemplo, a cada hogar se le puede asociar la distancia a los servicios públicos
más cercanos).
2. Relación entre la medición multidimensional y la medida de pobreza por ingresos
Finalmente, cabe establecer cuál será la relación entre la medida de pobreza de ingresos y
la medición de pobreza multidimensional. La Comisión ha establecido que no corresponde
reunirlas en un sólo indicador consolidado, en el sentido que el ingreso sea sólo una de las
dimensiones de la medida ampliada. Esta recomendación se justifica en que la Comisión
considera que el ingreso tiene una relevancia y lugar especial puesto que su carencia
constituye la expresión más dramática de la pobreza y amenaza la sobrevivencia diaria. A
ello se suma que la pobreza por ingresos es una medida bien consolidada en la teoría y en la
práctica, mientras que la medida multidimensional es un trabajo aún en progreso.
Dicho lo anterior, la Comisión tiene pendiente establecer la relación específica que debiera
tener la medición de pobreza por ingresos y la medición multidimensional. A modo de
ejemplo, cabe señalar que en Colombia se presentan como dos mediciones por separado,
mientras que en México se establecen distintas categorías de hogares según la intersección
que existe entre las privaciones de ingreso y las demás dimensiones.
29
VI. PRÓXIMOS PASOS
Respecto de la pobreza por ingresos la Comisión espera recibir los datos de la Encuesta EPF
2012, a ser provistos por el INE, para analizarlos y construir la canasta actualizada de
necesidades básicas alimentarias. Asimismo, una vez disponible la información se calculará
el umbral de ingresos requerido para satisfacer las necesidades no alimentarias, obteniendo
así la línea de pobreza por ingresos. La Comisión deberá establecer cómo se definirán las
líneas de pobreza extrema y de vulnerabilidad.
Como parte del perfeccionamiento de la medición de pobreza por ingresos se definirán
escalas de equivalencia, economías de escala, entre otros aspectos relevantes de dicha
medición.
En cuanto a los ingresos que son considerados para la medición de pobreza, la Comisión se
pronunciará sobre la pertinencia de continuar con el ajuste a Cuentas Nacionales y cuál
debería ser la metodología a aplicar.
En relación a la propuesta de pobreza multidimensional, se requiere definir cuáles son las
dimensiones relevantes del bienestar que se considerarán, los indicadores para medir
privaciones en cada una de las dimensiones y los umbrales que definen las situaciones de
privación en cada indicador. Finalmente, se decidirá si se presentará como una medida
desagregada de carencias en distintas dimensiones o si se definirá además un indicador
sintético de pobreza multidimensional.
A su vez la Comisión presentará una propuesta del marco institucional que debería tener la
medición de pobreza, así como la actualización de la línea de pobreza en el tiempo y
recomendaciones de perfeccionamiento, entre otros.
Durante este proceso la Comisión continuará con la metodología de trabajo que ha llevado a
cabo desde sus inicios, abierta a recibir aportes de la ciudadanía mediante audiencias
públicas y la revisión de documentos.