nin-revolucion_de_octobre(la revolución de octubre, andreu nin.)

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1 La Batalla, 24 de enero de 1937 Andreu Nin La Revolución de Octubre Por sus orígenes y características, la revolución rusa tiene muchos puntos de coincidencia con la revolución española. Como España, Rusia era un país esencialmente agrario, semifeudal, que, por el carácter incipiente y retrasado de su economía capitalista, no había realizado aún la revolución democráticoburguesa. Por esta circunstancia, los mencheviques y los socialistas revolucionarios afirmaban que puesto que esta revolución no había sido realizada, la clase obrera no podía tornar el poder, sino que debía contribuir a la instauración y consolidación de una república burguesa parlamentaria. Cuando, en febrero de 1917, bajo el impulso arrollador y espontáneo de las masas trabajadoras, se desmoronó todo el edificio de la monarquía zarista, la burguesía consiguió, en el primer momento, encauzar la revolución encuadrándola en el marco de la república democrática. En esa ocasión, la clase capitalista, que había temblado por sus privilegios, halló un auxiliar precioso en los reformistas, los cuales secundaron directa y activamente sus propósitos. Cuando Lenin llegó a Petrogrado, en abril, se vivía en plena euforia democrática. El contagio habíase extendido incluso a los sectores dirigentes del partido bolchevique y al órgano de prensa Pravda, el cual, bajo la dirección de Stalin, preconizaba una política de compromiso y apoyo con respecto al gobierno provisional. Lenin se volvió resueltamente contra esta política y, en sus famosas ”tesis de abril”, preconizó la conquista del poder y la constitución de un gobierno obrero y campesino, basado en los soviets. El gran jefe revolucionario tuvo que vencer no pocas resistencias, pero ganó rápidamente al partido a sus posiciones, lo cual permitió conquistar, a la vez, a la mayoría de la clase obrera y tornar el poder en octubre. Los reformistas de toda laya, apoyados por la burguesía, calificaron a Lenin de agente provocador, de insensato, de ”extremista irresponsable”, le acusaron de estar al servicio del imperialismo alemán, pero Lenin continuó impertérrito por la senda que se había trazado y que condujo al proletariado ruso a una gloriosa victoria. Cuáles fueron las premisas necesarias de esta victoria? Primero. La ruptura completa y total con el reformismo. En este aspecto, Lenin era de una intransigencia feroz. Transigir con el reformismo era transigir con la burguesía y, por tanto, frustrar la revolución. Segundo. Romper con todas las ilusiones democráticas. La república parlamentaria era la dictadura disimulada de la burguesía, la guerra y la esclavitud. Los postulados de la revolución democrática (solución de los problemas de la tierra, de la iglesia, del ejército, de las nacionalidades) no los podía realizar más que la dictadura del proletariado, que era una forma de democracia muy superior a la democracia burguesa. Tercero. Destruir el antiguo mecanismo estatal, sustituyéndolo por los nuevos órganos creados por la revolución misma. De aquí la consigna, ”¡Todo el poder a los soviets!” Cuarto. Descomponer el antiguo ejército, precipitar la paz, por el odio a la guerra, esa guerra que, a pesar de su disfraz democrático, era una guerra imperialista. Quinto. Asegurar la alianza con los campesinos, con la promesa, inmediatamente cumplida, de que obtendrían la tierra que la democracia burguesa no había sabido darle. Sexto. Una política revolucionaria intransigente, completamente clara para las masas.

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    La Batalla, 24 de enero de 1937 Andreu Nin

    La Revolucin de Octubre Por sus orgenes y caractersticas, la revolucin rusa tiene muchos puntos de coincidencia con la revolucin espaola. Como Espaa, Rusia era un pas esencialmente agrario, semifeudal, que, por el carcter incipiente y retrasado de su economa capitalista, no haba realizado an la revolucin democrticoburguesa. Por esta circunstancia, los mencheviques y los socialistas revolucionarios afirmaban que puesto que esta revolucin no haba sido realizada, la clase obrera no poda tornar el poder, sino que deba contribuir a la instauracin y consolidacin de una repblica burguesa parlamentaria. Cuando, en febrero de 1917, bajo el impulso arrollador y espontneo de las masas trabajadoras, se desmoron todo el edificio de la monarqua zarista, la burguesa consigui, en el primer momento, encauzar la revolucin encuadrndola en el marco de la repblica democrtica.

    En esa ocasin, la clase capitalista, que haba temblado por sus privilegios, hall un auxiliar precioso en los reformistas, los cuales secundaron directa y activamente sus propsitos.

    Cuando Lenin lleg a Petrogrado, en abril, se viva en plena euforia democrtica. El contagio habase extendido incluso a los sectores dirigentes del partido bolchevique y al rgano de prensa Pravda, el cual, bajo la direccin de Stalin, preconizaba una poltica de compromiso y apoyo con respecto al gobierno provisional. Lenin se volvi resueltamente contra esta poltica y, en sus famosas tesis de abril, preconiz la conquista del poder y la constitucin de un gobierno obrero y campesino, basado en los soviets. El gran jefe revolucionario tuvo que vencer no pocas resistencias, pero gan rpidamente al partido a sus posiciones, lo cual permiti conquistar, a la vez, a la mayora de la clase obrera y tornar el poder en octubre. Los reformistas de toda laya, apoyados por la burguesa, calificaron a Lenin de agente provocador, de insensato, de extremista irresponsable, le acusaron de estar al servicio del imperialismo alemn, pero Lenin continu impertrrito por la senda que se haba trazado y que condujo al proletariado ruso a una gloriosa victoria. Cules fueron las premisas necesarias de esta victoria?

    Primero. La ruptura completa y total con el reformismo. En este aspecto, Lenin era de una intransigencia feroz. Transigir con el reformismo era transigir con la burguesa y, por tanto, frustrar la revolucin.

    Segundo. Romper con todas las ilusiones democrticas. La repblica parlamentaria era la dictadura disimulada de la burguesa, la guerra y la esclavitud. Los postulados de la revolucin democrtica (solucin de los problemas de la tierra, de la iglesia, del ejrcito, de las nacionalidades) no los poda realizar ms que la dictadura del proletariado, que era una forma de democracia muy superior a la democracia burguesa.

    Tercero. Destruir el antiguo mecanismo estatal, sustituyndolo por los nuevos rganos creados por la revolucin misma. De aqu la consigna, Todo el poder a los soviets!

    Cuarto. Descomponer el antiguo ejrcito, precipitar la paz, por el odio a la guerra, esa guerra que, a pesar de su disfraz democrtico, era una guerra imperialista.

    Quinto. Asegurar la alianza con los campesinos, con la promesa, inmediatamente cumplida, de que obtendran la tierra que la democracia burguesa no haba sabido darle.

    Sexto. Una poltica revolucionaria intransigente, completamente clara para las masas.

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    Qu sorprendente analoga con el momento histrico que estamos viviendo en nuestro pas! Como en 1917 en Rusia, no faltan aqu mencheviques y socialistas revolucionarios que pretenden contener el curso de la revolucin, desviarla en beneficio de la burguesa; como all, los que sostienen la posicin revolucionaria y plantean claramente a las masas el problema del poder, son acusados de agentes provocadores. La historia se repite, y en Espaa, como en Rusia en 1917, para que la revolucin proletaria triunfe, para que el fascismo no vuelva jams a levantar la cabeza, es preciso romper radicalmente con el reformismo y el socialpatriotismo que cubre su averiada mercanca con el nombre de Lenin , no permitir ni un paso atrs, forjar un potente ejrcito rojo, no dejarse yugular por la repblica burguesa, crear una fuerza armada al servicio de la clase obrera, disolver el parlamento e instituir un gobierno obrero y campesino, apoyado en los comits de fbrica, las organizaciones campesinas y los combatientes.

    Este es, a grandes rasgos, el programa del POUM, que desempea, actualmente, en nuestro pas, el mismo papel que desempeara en Rusia el partido bolchevique. Afortunadamente, no hay duda ni vacilaciones en nuestro partido sobre el carcter de la actual revolucin y la misin de la clase trabajadora. Aleccionados por la experiencia positiva de la revolucin rusa y por la experiencia negativa del reformismo, trabajaremos incansablemente para salvar a nuestro proletariado del peligro reformista, que le amenaza con la derrota, y conducirlo por la senda de la revolucin socialista a la instauracin de un gobierno obrero y campesino, que ser el gobierno de la victoria definitiva sobre el fascismo y sobre la burguesa.

    Y al obrar as, permaneceremos fieles a la doctrina y el ejemplo de Lenin, el revolucionario genial, cuya muerte conmemoramos hoy, y de quien hemos heredado el odio al capitalismo y la fe indestructuble en los destinos de la clase obrera.

    La Revolucin de Octubre