núm 32. madrid 20 de noviembre de 1883» año vii ¥is0s

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Núm 32. Madrid 20 de Noviembre de 1883» Año VII ¥IS0S haga, den ME DICINA, FARMACIA, CIRUJIA, VETERINARIA, HIGIENE PÜBUCA Y CIENCIAS NATURALES SE PUBLICAN LOS DIAS 10, 20 Y 30. E,n J S ^ l ^ A i! Afición en toda España 6 pesetas, de Enero á Enero, cualquiera que sea la fecha en que ^Lvl^ f ^ 6 lo publicado hasta el dia en que se efectúa. Los que ya son suscritores ó se suscriban, pue- "l^^L1! lndlspensa?e ^ jPr^men¿0S de Terapéutica, Materia Médica y Farmacoloqta de los medicamentos ^ fi de P^110^ tom9 voluminoso con mil quinientas páginas, y vendemos á 20 pesetas 3 TAI S^Sf/n irf nii?^0' V'l la mi ad del ^ed0' ó sea 10 Pesetas y una Pai'a remifion certificada, y por tanto, ¡aobrl fos Súm 6 botica ^ 8186 certlflca- Diríjanse para todo á D. Pablo Fernandez Izquieráo, Madrid, Ponte- DIRECTOR Y PROPIETARIO D. PABLO FERNANDEZ IZODIERDO.-lICÉNCIADO EN FARMACIA Y EX-DIPOTADO A CÓRTES IMPORTANTE. A pesar de que ha espirado el término que dimos á los que no han pagado su abono para tener opción al libro de la Exposición, prorogamos el derecho hasta fin de Noviembre. Son muchos los que van pagando la suscricion de 1884 y hay más de quinientos que no han abonado la del año actual, seguramente por olvido, y les «recordamos» que el que no pague en Noviembre pierde el derecho al libro. Se ha puesto á la venta en la botica del Sr. Fer- nandez Izquierdo el «Aceite de hígados frescos de Raya Clavata L.», premiado con Medalla de bronce y elaborado por el Farmacéutico de Tazones (As- turias), D. Celestino Martínez, siendo el gran reme- dio de la miseria fisiológica, escrófulas y escrofu- lismo, tumores de los huesos, raquitis y tisis pul- monar, debilidad perlas diátesis, usado con éxito y comprobadas sus virtudes por los Médicos de la costa Cantábrica. Está en frascos de 250 gramos, á tres pesetas. También ha llegado de Noruega la gran remesa de aceite de hígado bacalao natural oscuro, á do- ce reales botella de cuartillo y medio. El aceite de hígado de bacalao ferruginoso, á veinte reales frasco. El aceite hígado de lija, de Bermeo, á cua- tro pesetas frasco. Todo, únicamente, en la botica de la calle de Pontejos, núm. 6. AVISOS jNTIMOS. ACTUALIDADES. Estamos de regreso del más desgraciado de los viajes. Cuando el 28 del pasado salíamos de Madrid y llegába- mos á Calzada de Oropesa, pueblo natal, aún pudimos contemplar agonizante á nuestra madre, y una semana de horrible sufrimiento al verla en el lecho de la muerte, sin encontrar remedio, y una última hora sin perder el más mínimo detalle de aquella terrible escena hasta ver- la espirar, nos dejó sin sentido al pió del cadáver de la que nos había dado la existencia. Todos los hermanos, los mejores amigos, los sacerdo- tes y los médicos, rodeaban á la enferma espirante, y en el mismo sitio donde nacimos, en la misma habitación donde vimos la primera luz, se acabó la vida que m á s ansiábamos prolongar, y nos sacaron de allí con el cora- zón destrozado y con el alma inundada de la mayor de las penas que pueden sufrirse en el mundo de los vivos. Acabó, pues, la primera época de nuestra vida; aque- lla en que tenemos séres que ejercen sobre nosotros la autoridad indiscutible, á la vez que soportable; que nos aconsejan lo que nos conviene; que nos guían por el me- jor camino y que velan por nosotros, sin que el cansan- cio les rinda ni el enemigo les sorprenda ni seduzca. Feliz el que tiene madre y puede dormirse descuidado, y desdichado el que carece de perpótuo vigilante. De hoy más nuestra vida carece del guía y del defen- sor; somos solos en el mundo y necesitamos precavernos en el Océano social, donde ántes vivíamos confiados. En tan supremos instantes nos hemos visto rodeados de dia y de noche de aquellos amigos que sufren cuando sufrimos, y ayudan al que ven cansado por la continua labor y agobiado por la amargura sin esperanza de horas mejores. Después de la catástrofe* las almas nobles procuraron el posible consuelo y trataban de amenguar la pena, y de todas partes acudieron á sentir á nuestro lado, y los que no pudieron personarse, nos han escrito tomando parti- cipación en el duelo; y siéndonos imposible, ni devolver la visita á los comarcanos, ni contestar á los miles de cartas que hemos recibido, lo hacemos hoy desde las mo- destas columnas de nuestro periódico, agradeciendo á to- dos tanta muesira de cariño, tanta consideración y tan- tos y tan variados consuelos, ofrecióndolesi á m á s d i

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Page 1: Núm 32. Madrid 20 de Noviembre de 1883» Año VII ¥IS0S

Núm 32. Madrid 20 de Noviembre de 1883» A ñ o V I I

¥IS0S haga, den

ME D I C I N A , FARMACIA, C I R U J I A , VETERINARIA, HIGIENE P Ü B U C A Y CIENCIAS N A T U R A L E S S E P U B L I C A N LOS DIAS 10, 20 Y 30.

E,n J S ^ l ^ A i ! A f i c i ó n en toda E s p a ñ a 6 pesetas, de Enero á Enero, cualquiera que sea l a fecha en que ^ L v l ^ f ^ 6 lo publicado hasta el dia en que se e f e c t ú a . Los que ya son suscritores ó se suscriban, pue-" l ^ ^ L 1 ! lndlspensa?e ^ j P r ^ m e n ¿ 0 S de Te rapéu t i c a , M a t e r i a M é d i c a y Farmacoloqta de los medicamentos

^ fi de P ^ 1 1 0 ^ tom9 voluminoso con m i l quinientas p á g i n a s , y vendemos á 20 pesetas 3 T A I S ^ S f / n i r f n i i ? ^ 0 ' V ' l l a mi ad del ^ e d 0 ' ó sea 10 Pesetas y una Pai'a r emi f ion certificada, y por tanto, ¡ a o b r l fos S ú m 6 botica ^ 8186 certlflca- D i r í j a n s e pa ra todo á D . Pablo Fernandez I z q u i e r á o , M a d r i d , Ponte-

D I R E C T O R Y P R O P I E T A R I O

D. PABLO FERNANDEZ IZODIERDO.-lICÉNCIADO EN FARMACIA Y EX-DIPOTADO A CÓRTES

I M P O R T A N T E . A pesar de que ha espirado el término que dimos

á los que no han pagado su abono para tener opción al libro de la Exposic ión, prorogamos el derecho hasta fin de Noviembre.

Son muchos los que van pagando la suscricion de 1884 y hay más de quinientos que no han abonado la del año actual, seguramente por olvido, y les «recordamos» que el que no pague en Noviembre pierde el derecho al l ibro.

Se ha puesto á la venta en la botica del Sr . F e r ­nandez Izquierdo el «Aceite de h í g a d o s frescos de R a y a Clavata L.», premiado con Medalla de bronce y elaborado por el Farmacéut ico de Tazones (As­turias), D. Celestino Martínez, siendo el gran reme­dio de la miseria fisiológica, escrófulas y escrofu-lismo, tumores de los huesos, raquitis y tisis pul­monar, debilidad per las diátesis , usado con éx i to y comprobadas sus virtudes por los Médicos de la costa Cantábrica. Está en frascos de 250 gramos, á tres pesetas.

También ha llegado de Noruega la gran remesa de aceite de h ígado bacalao natural oscuro, á do­ce reales botella de cuartillo y medio. E l aceite de h ígado de bacalao ferruginoso, á veinte reales frasco. E l aceite h í g a d o de lija, de Bermeo, á cua­tro pesetas frasco. Todo, únicamente, en la botica de la calle de Pontejos, núm. 6.

AVISOS jNTIMOS. A C T U A L I D A D E S .

Estamos de regreso del m á s desgraciado de los viajes. Cuando el 28 del pasado s a l í a m o s de Madr id y l l e g á b a ­

mos á Calzada de Oropesa, pueblo nata l , a ú n pudimos contemplar agonizante á nuestra madre, y una semana de hor r ib le sufr imiento a l ver la en el lecho de la muerte , s in encont rar remedio, y una ú l t i m a hora sin perder el m á s m í n i m o detalle de aquella terr ib le escena hasta ve r ­la espirar , nos dejó s in sentido a l pió del c a d á v e r de la que nos h a b í a dado la existencia.

Todos los hermanos, los mejores amigos, los sacerdo­tes y los m é d i c o s , rodeaban á l a enferma espirante, y en el mismo sit io donde nacimos, en la misma h a b i t a c i ó n donde vimos la p r imera luz, se a c a b ó la vida que m á s a n s i á b a m o s prolongar , y nos sacaron de a l l í con el cora­zón destrozado y con el a lma inundada de l a mayor de las penas que pueden sufrirse en el mundo de los vivos.

A c a b ó , pues, la p r imera é p o c a de nuest ra vida; aque­l l a en que tenemos s é r e s que ejercen sobre nosotros la autor idad indiscutible, á la vez que soportable; que nos aconsejan lo que nos conviene; que nos g u í a n por el me­j o r camino y que velan por nosotros, sin que el cansan­cio les r i nda n i el enemigo les sorprenda n i seduzca.

Feliz el que tiene madre y puede dormirse descuidado, y desdichado el que carece de p e r p ó t u o v ig i lan te .

De hoy m á s nuestra vida carece del g u í a y del defen­sor; somos solos en el mundo y necesitamos precavernos en el O c é a n o social, donde á n t e s v i v í a m o s confiados.

En tan supremos instantes nos hemos visto rodeados de dia y de noche de aquellos amigos que sufren cuando sufrimos, y ayudan a l que ven cansado por la continua labor y agobiado por la amargura sin esperanza de horas mejores.

D e s p u é s de la ca tás t rofe* las a lmas nobles procuraron el posible consuelo y t ra taban de amenguar la pena, y de todas par tes acudieron á sentir á nuestro lado, y los que no pudieron personarse, nos han escrito tomando p a r t i ­c i p a c i ó n en el duelo; y s i é n d o n o s imposible, n i devolver la v i s i t a á los comarcanos, n i contestar á los miles de car tas que hemos recibido, lo hacemos hoy desde las mo­destas columnas de nuestro per iód ico , agradeciendo á t o ­dos tanta mues i ra de c a r i ñ o , t an ta c o n s i d e r a c i ó n y t a n ­tos y tan variados consuelos, ofrecióndoles i á m á s d i

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498 LOS AVISOS.—PONTEJOS, 65 MADRID.

nuestra inmensa g ra t i tud , el corresponderles en casos a n á l o g o s .

Pa ra m i t i g a r la pena, para conseguir una especie de anestesia, no nos queda ot ro recurso que trabajar sin des­canso en los asuntos per iod í s t i cos , unas veces en pro de la ciencia, nuestra segunda madre, y otras en pro de los profesores de la ciencia de curar , ú n i c o s hijos que tene­mos, y seguir honrando á la pat r ia , mejorando nuestro balneario y desarrollando las industrias a g r í c o l a s ; y a s í , embriagados en l a cont inua y var iada tarea, nos sor­p r e n d e r á la muerte y perpetuaremos mejor l a memor ia de nuestros padres.

Adelante, pues, en nuestra segunda época , pues los placeres de l a i lusión los tenemos agotados, y só lo el p la ­cer de l a v i r t u d y de la beneficencia puede endulzar las horas amargas de que disponemos hasta la muerte .

* * Por l a Di recc ión general de Sanidad se ha ordenado l a

clausura de las escuelas p ú b l i c a s en muchos pueblos de la provincia de Albacete, Badajoz, C á c e r e s y otras, en vista del incremento que en ellas toman la epidemia va ­riolosa, toda vez que no se ha l la muy extendida la v a c u ­n a c i ó n , la cual se recomienda con toda eficacia.

* * D. Francisco Carrasco, F a r m a c é u t i c o de Navas de

San Juan, nos indica que tan pronto como se lo permi tan sus ocupaciones, c o n t e s t a r á á los a r t í c u l o s que sobre Las igualas ha publicado el Sr. P é r e z del Mol ino .

* * Muchos son los suscritores que se han adherido a l

pensamiento de publicar l a Biblioteca m é d i c o - f a r m a c é u t i ­ca, y creemos que ha de l legar a l n ú m e r o necesario para que podamos real izar el proyecto. E l precio de suscricion es de 40 reales los de Madr id y 46 reales los de provincias; pero estas cantidades son por l a Biblioteca ú n i c a m e n t e , teniendo que satisfacer, a d e m á s , el importe de la suscr i ­cion de Los Avisos . Hacemos esta a c l a r a c i ó n por h a b é r ­noslo preguntado a l g ú n suscr i tor .

En el p r imer n ú m e r o de Diciembre daremos cuenta á nuestros abonados del resultado de l a a d h e s i ó n y de si llevamos á cabo nuestro pensamiento. Entre tanto se r e ­ciben adhesiones dir igidas a l director, D. Federico G ó m e z de la Mata , Corredera Baja, 27, 3.° derecha, M a d r i d .

En San Fernando se ha descubierto t r i ch ina en las carnes de cerdo.

Así lo dice un p e r i ó d i c o . • * *

L a epidemia co lé r i ca en Egipto ha decrecido notable­mente. Los casos^son cada vez m á s raros.

* * H a fallecido en Cuba el Médico mayor del Cuerpo de

Sanidad mi l i t a r , D . Luis A m o r ó s .

* * Se ha encargado de l a i n specc ión del Hospi ta l general

de Madr id , el diputado provincia l D . Cánd ido Pelaez Vera .

* * Acaba.de l legar á Bilbao una mujer- t igre, na tu ra l del

Paraguay, que es un verdadero f enómeno de la na tura le­za, pues a d e m á s de l levar en todo el cuerpo las manchas naturales propias del t igre, tiene en todo lo la rgo de la

espina dorsal una abundante y espesa melena, asombro de los m á s renombrados C a t e d r á t i c o s de His tor ia N a t u ­r a l . Pero lo m á s r a ro del caso es que esta mujer, de edad de 17 a ñ o s , e s t á dotada de una indiscutible belleza y de una regularidad de formas de la cual no se puede formar idea sino con el o r i g i n a l á la v i s t a .

Así lo dice un per iód ico b i l b a í n o . *

* * El gobernador de Madr id , Sr. Agui l e ra , ha ordenado

que un delegado de pol ic ía y un profesor de veterinaria , g i ren una visi ta á los mataderos de carnes de los pueblos l imí t ro fes cou objeto de inspeccionar las mismas, á la vez que denunciar las que clandestinamente se sacrifiquen.

* * *

Por l a Direcc ión general de Beneficencia y Sanidad se van á proveer 17 plazas de practicantes de l a clase de su­pernumerarios de medicina, y dos de l a misma clase de farmacia, para atender al servicio de los establecimien­tos de beneficencia general que dependen de dicho centro.

El ayuntamiento de Reus ha celebrado una s e s i ó n ex­t raord inar ia conmemorat iva con el só lo objeto de descu­b r i r la l áp ida dedicada a l i lus t re méd ico legista D. Pedro Mata .

* * Con objeto de fomentar el cul t ivo de la adormidera en

E s p a ñ a y consiguiente e x t r a c c i ó n del ópio, se ha a u t o r i ­zado, por rea l ó r d e n del minister io de la Guerra fecha 6 del actual , a l laboratorio centra l de Sanidad m i l i t a r , para que, á contar desde el mes de Julio p r ó x i m o , ad­quiera directamente de los cosecheros e s p a ñ o l e s todo el ópio que necesite para el servicio del e jé rc i to .

* * Ha fallecido en Florencia el cé lebre a n a t ó m i c o i t a l i a ­

no Felipe Pac in i .

La Sociedad m é d i c a de Méjico ha reunido un Congre­so de M é d i c o s para determinar las propiedades y los usos del Simaea eidron, su f a r m a c o l o g í a , el a n á l i s i s q u í m i c o y la acc ión fisiológica, demostradas por la experiencia, con objeto de conocer su uso en el t ra tamiento de la fie­bre tifoidea. Dicha Sociedad <ha ofrecido un premio de 12.500 francos al mejor trabajo sobre ese par t icular , y otro del mismo va lor á la mejor obra sobre el empleo del pulque en igual enfermedad.

* * Ha fallecido en M á l a g a D. José Chicote y Gonzá lez ,

F a r m a c é u t i c o de Sanidad m i l i t a r . Damos á su apreciable fami l ia el m á s profundo y s in­

cero p é s a m e .

* * NOTAS DE V I A J E .

V I H .

Oporto 2 de Setiembre de 1883. El Palacio de la Bolsa es, sin duda alguna, el mejor

edificio que tiene Oporto. L a escalera es m a g n í f i c a y sa­lones con pavimentos y muebles luchos con ricas made­ras, formando mosaicos del mayor gusto y m é r i t o . Tiene un sa lón á r a b e que es una verdadera marav i l l a , y es c o ­pia fiel de la A l h a m b r a do Granada. En uno de los salo-

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LOS AVISOS.—PONTBJOS, 6, MADK1D- 499

nes hay varios retratos de los reyes de Por tuga l D . Pe­dro I V y V , D.a M a r í a , D . Fernando y D, Luis .

Aduana,—Este es otro de los edificiosnotables que tiene Oporto. Es suntuoso, y el mejor de este g é n e r o que tiene Por tuga l . Es de una e x t e n s i ó n inmensa, y tiene cuatro pisos. E s t á provisto de buenos aparatos ascensores. S i ­tuado en la margen del Duero, las embarcaciones a t r a ­can jun to á él , y se verifican las operaciones de descarga con toda pront i tud y facilidad. T a m b i é n un r a m a l del fer­r o - c a r r i l une la Aduana con la e s t ac ión de C a m p a n h á .

T a m b i é n es digna de m e n c i ó n la Casa de salud que tiene el Dr . Almeida en la calle de Rosario, n ú m . 5. Tres facultativos asistentes prestan ©l servicio m é d i c o , 3 ' son: los Doctores Almeida ( D . Antonio) , Almeida (D. Augusto) y Guerra .

T a m b i é n son facultativos consultores Pereira, Reis, d 'Andrade Gramaxo , Lopezy Perei ra Pimenta , todosellos profesores reputados.

Este establecimiento, que prueba lo q u é vale la i n i c i a ­t iva pa r t i cu la r , dispone de los medios indispensables para el t ra tamiento de las enfermedades m é d i c o - q u i r ú r g i c a s . En él se reciben enfermos de ambos sexos á cualquier hora del d ía y de la noche.

Los precios de estancia v a r í a n de 1.000 á 3.500 reis dia­rios ( 2 2 á 7 7 reales).

Como ya he dicho en carta anter ior , anejo al Gran Héte l de Oporto existe un Ins t i tu to sanitar io h id ro te ráp ico , con gimnasio y gabinete de electroterapia, que es uno de los mejores montados de Europa.

En el p r imer cuerpo del edificio hay una vasta sala con los aparatos destinados á ejercicios de gimnasia m é ­dica é h i g i é n i c a . Ent re ellos hay dos excelentes m á q u i n a s V i g n a u x .

L a sala de espera de los enfermos es espaciosa, con el pavimento de mosaico, lavabos de m á r m o l y elegantes divanes; e s t á perfectamente vent i lada é i luminada . E n el centro e s t á la puerta que d á acceso a l consultorio m é d i ­co, y á los lados las que conducen á los cuartos de s e ñ o ­ras y caballeros.

E l gabinete de consulta es lujoso, y en otro gabinete contiguo a l despacho e s t á n dispuestas las m á q u i n a s e l éc ­tricas m á s modernas para corrientes de inducc ión y con­tinuas.

En la sala general de duchas funcionan aparatos de todas clases; la de l l u v i a fuerte ó débi l , la dorsal , las con ­c é n t r i c a s , etc., etc., al imentadas con agua caliente ó fr ía , y graduada sogun la ind icac ión t e r a p é u t i c a .

Anejo á este departamento e s t á el de duchas c i r cu l a ­res, ascendentes y descendentes, el de ducha par ie ta l , rec­t a l , vaginal , etc., y alimentados igualmente con agua ca­liente ó fría, conforme á la temperatura que se necesite.

Otra secc ión e s t á destinada á los b a ñ o s de estufa, b a ñ o ruso, trementinado, turco, etc. Este departamento e s t á subdividido en tres: en el p r imero e s t á l a estufa ó caja de sudac ión por aire caliente ó vapor h ú m e d o ; una caldera sól ida y elegante, al imentada por el calor del gas, s u m i ­n is t ra el aire caliente ó el vapor h ú m e d o , s e g ú n las i n d i ­caciones; l a segunda subdiv i s ión e s t á destinada á las aplicaciones consecutivas del agua templada ó fría, ya en forma de i n m e r s i ó n , en una extensa piscina, ya en ducha en forma de l luv ia ó de cuello de cisne; en el tercer com­par t imento hay un lecho para el masaje.

Como se ve por la d e s c r i p c i ó n , es un establecimiento bien montado. La d i recc ión facultat iva la tienen los Doc­tores d 'Almeida Jorge y d 'Almeida B r a n d á o .

F. GÓMEZ DE LA MATA.

M a n i f e s t a c i ó n en honor del Sr . Méndez Alvaro .

El d ía en que se verificó la ses ión inaugura l de la So­ciedad E s p a ñ o l a de Higiene, el Dr . Oslo inició la idea de hacer una m a n i f e s t a c i ó n de c a r i ñ o al Sr. Méndez A l v a r o . Cuantos se enteraron del pensamiento lo aprobaron, y c i ­tando el Dr . Osio á varios individuos á su casa les expuso su idea. En la r e u n i ó n se a m p l i ó el pensamiento y se c o n ­vino que la m a n i f e s t a c i ó n fuera púb l i ca y general , puesto que el Sr. M é n d e z A l v a r o , por los servicios que tiene pres­tados en el r amo sani tar io , es digno de la e s t i m a c i ó n y c a r i ñ o de la sociedad entera. Se a c o r d ó redactar una c i rcular , la cual fué leida y aprobada pocos d í a s d e s p u é s .

L a prensa m é d i c a fué inv i tada por el Sr. Osío á n o m ­bre de la Comis ión in ic iadora , y el 6 del corr iente se reunieron en casa de l acreditado oculista los represen­tantes de todos los pe r iód i cos mód icos de M a d r i d , y si nosotros no asistimos fué porque la i n v i t a c i ó n del s e ñ o r Osío no fué conocida del Sr. G ó m e z de la Ma ta hasta el d í a siguiente, pero en cuanto lo supimos nos apresuramos á enviar nuestra incondicional a d h e s i ó n al decano de la prensa m é d i c a .

L a c i r cu la r que se ha resuelto d i r i g i r como f ó r m u l a de i n v i t a c i ó n es la siguiente:

C i rcu la r .

«Hay varones en t a l extremo fecundos para producir , y su labor es tan út i l á la obra del progreso, que m á s bien parecen los representantes de una in s t i t uc ión ó de una fase h i s t ó r i c a , que los cumplidores de un esfuerzo perso­na l . Cuando las sociedades gozan l a fortuna de contar en su seno algunos de estos s é r e s pr ivi legiados, si ellas sa­ben responder á los e s t í m u l o s y sentimientos de todo pueblo cul to , les aconseja una sana p r e v i s i ó n atenderlos y an imar los en su juventud , porque e n t ó n c e s les br inda el porvenir con grandes conquistas que r ea l i za r ; un e g o í s m o bien entendido escucharlos y obedecerlos en su madurez, cuando depositan entre los d e m á s el fruto de sus cavilaciones y trabajos, y un deber de g r a t i t u d vene­rar los y glor i f icar los cuando, maltrecho ya su cuerpo por los a ñ o s , y su e s p í r i t u , a l par que rendido con el es­fuerzo, santificado por los beneficios que d e r r a m ó , se les ve marchar , con el vaci lante paso de la ancianidad, á la d e s t r u c c i ó n do aquella f rági l mater ia que p a l p i t ó al amor de tan nobles entusiasmos y adoraciones.

»E1 Dr . D . Francisco M é n d e z A l v a r o ha sido uno de ellos: aunque m é n o s popular su nombre que el de otros bienhechores—porque hay obras p r e c i o s í s i m a s j a m á s l lamadas, por su índole , á la resonancia que merecen— sus esfuerzos han sido grandemente ú t i l e s á nuestra pa t r i a . Le debe la sociedad entera una labor de m á s de medio siglo, consagrada á la c r e a c i ó n de numerosos p ro­yectos de ley de Sanidad, en t é r m i n o s de poderse ase­gu ra r que desde hace algunas d é c a d a s no se discute ó aprueba en nuestras C á m a r a s proyecto a lguno de esta índole que no haya brotado de su p luma, no se haya ins ­pirado en sus escritos ó sido convenientemente retocado ó analizado por su grande experiencia; le debe E s p a ñ a la r e p r e s e n t a c i ó n glor iosa en internacionales Congresos de Higiene y Conferencias sani tar ias , la fundac ión de la Sociedad E s p a ñ o l a de Higiene, y profes ión de obras y es­cri tos sueltos que consti tuyen un tesoro nacional de en* s e ñ a n z a en este difícil y por todos conceptos ú t i l í s imo ramo de tratados internacionales; le debe la prensa pe­r i ód i ca un servicio que b a s t a r í a por sí solo para glor i f icar su nombre: el de ser el padre m á s genuino del periodismo m é d i c o e s p a ñ o l ; el que cog ió cuando era sólo un ensayo, y al que d e j a r á teniendo cerca de cien representantes en el campo del trabajo; y le debe, en fin, l a c l a se m ó d i c a

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500 LOS AVISOS.—PONTEJOS, 6, MADRID.

un esfuerzo incesante, monstruoso por lo t i t án ico , para mejorar la en sus intereses, a l iv i a r l a en sus cargas, con­solar la en sus aflicciones, cor reg i r la en sus yerros, aco­m e t i é n d o l o todo con mesura y aplomo en el ju ic io , y con e n e r g í a y valor en la forma, sin deslumbramientos n i halagos, sin e g o í s m o s n i perfidias, sin miedo á la cen­sura de los exaltados n i á los de sc r éd i t o s é injust icias que suelen padecer los que contienen sus pretensiones dentro de los l ími tes de un buen sentido p r á c t i c o y de una experiencia ganada con el amargor de tristes des­e n g a ñ o s .

»E1 Sr. M é n d e z A l v a r o , sin embargo de tan caros ser­vicios á su p á t r i a , es de los que j a m á s han gozado esas recompensas que halagan la a m b i c i ó n del poder, ó que producen los trasportes de la a d m i r a c i ó n , ó las ovaciones y beneficios de un públ ico entusiasmado, ó la sa t i s facc ión de quien contempla su .obra inal terable y pregonadora de la grandeza de su autor, goces que parecen dest ina­dos exclusivamente al pol í t ico, al orador, al d ramaturgo ó a l cul t ivador de las Bellas Ar tes . Sin embargo de ser su obra q u i z á m á s út i l que la de todos é s t o s — p u e s que es de las que se encaminan á detener las epidemias, conju­r a r los males y amor t igua r el dolor—resulta siempre el esfuerzo de ese obrero desconocido, que en el apartado re t i ro de su despacho apura sus m á s nobles facultades y ta l vez realiza los m á s grandes sacrificios por el bienes­tar de sus semejantes.

»No hace muchos a ñ o s que un poderoso pueblo de E u ­ropa honraba á un médico distinguido, el viejo Dr . R o k i -tansky, premiando sus grandes servicios á la humanidad con ovaciones p ü b l i c a s : por esto nosotros, c u á n d o d í a s pasados c o n t e m p l á b a m o s al Presidente de la Sociedad Española de Higiene conjurando los achaques de su an ­cianidad con el entusiasmo j u v e n i l de su esp í r i tu , que no rinde al cansancio n i á los desalientos, nos p a r e c í a que t a m b i é n el viejo M é n d e z A lva ro merece esa corona que no se compra con intereses, sino que se conquista con luengos a ñ o s de trascendentales servicios en provecho de sus semejantes, y deposita la sociedad agraciada so­bre la frente de sus desinteresados bienhechores. Para dar m á s grandioso cumpl imiento á esta m a n i f e s t a c i ó n solicitamos el concurso de V . , cuyo entusiasmo por las glor ias p á t r i a s nos asegura de su a d h e s i ó n á nuestro le­vantado cometido.

))Madrid 3 de Noviembre de 1883.—Gabriel de Ala rcon . — T o m á s de Aranguren .—Alber to Armendariz .—Eduardo de Adaro.—Benito A v i l é s . — M a r i a n o B e l m á s . — M a r i a n o Benavente.—Avelino B e n a v e n t e . — J o s é Cali y Mor ros . -—Vicente Ceballo.—Pedro Calderin.—Manuel Carreras. — Luis Comenge y Ferrer . - C á r l o s M a r í a Cortezo.— Juan Cruz V á z q u e z . — A n g e l Fernandez de Velasco.— J o s é Font y M a r t í . — J o s é Francos.—Manuel M a r í a J o s é de Ca ldo .—Cár los Gondorff.—Fausto G a r a g a r z a . — F é l i x G a r c í a Caba l l e ro .—José G u t i é r r e z de l a Vega.—Modesto M a r t í n e z P a c h e c o . — F e r m í n H e r n á n d e z Iglesias.—Juan de Horma.—Mar iano Herrera .—Manuel Novel la .—Emi­lio N u ñ e z de Couto.—Felipe Olivo.—Manuel Is idro Os ío . —Angel Pu l ido .—José Parada y Santin.—Angel R o d r í ­guez R u b í . — J u a n Ruiz del Cerro.—Jacobo M a r í a Rubio. —Federico R u b i o . — R a m ó n S e r r e t . — J o s é Paez Criado.— Juan Tellez y Vicens —Fél ix Tejada y E s p a ñ a . — E n r i q u e T e o d o r o . — J o s é U s t a r i z . — J o s é Ubeda y Correa!.—Manuel T o l o s a . — C á s t o r I b a ñ e z de Aldeeoa.—Vicente Vignan .— Pedro Izquierdo y Ruiz.—Bruno Saldo.»

Se ha convenido en que los t é r m i n o s fundamentales de la man i f e s t ac ión sea un banque y un á l b u m .

El banquete se c e l e b r a r á el domingo 9 de Diciembre, y la hora y el sitio se a n u n c i a r á oportunamente. L a cuota

s e r á de 25 pesetas, y las tarjetas se p o d r á n adqu i r i r en las l i b r e r í a s de Fé , Córdoba , Moya, M é n d e z y Ruiz; en las farmacias de los Sres. Ruiz del Cerro, A v e - M a r í a , y Medina, Serrano, 36.

T a m b i é n se reciben adhesiones por el correo en la Se­c r e t a r í a de la Sociedad Española de Higiene, Veneras, 5, pr incipal , y el cobro de estas tarjetas se h a r á á d o m i ­c i l io .

El á l b u m c o n t e n d r á la firma de cuantas personas quie­r a n demostrar su c o n s i d e r a c i ó n al Sr. Méndez A l v a r o , y en los puntos indicados anteriormente h a b r á hojas de car tu l ina con las que se f o r m a r á el á l b u m que ha de en­tregarse durante el banquete.

Los s e ñ o r e s profesores de provincias que deseen apa­rezcan sus firmas, pueden r emi t i r l a s á la S e c r e t a r í a de la Sociedad á n t e s del día 4 de Diciembre.

T a m b i é n se cree que se r e p a r t i r á el d í a del banquete entre los comensales, y d e s p u é s entre todos los firman­tes del á lbum, un impreso de honor con la b iog ra f í a y retrato del i lustre higienista y decano de la prensa m é d i ­ca, una pub l i cac ión de la dedicatoria y todas las firmas y pensamientos notables que el á l b u m contenga.

Sabemos que la Comis ión organizadora recibe d i a r i a ­mente pruebas del aprecio conque se ha recibido la idea, y creemos que la m a n i f e s t a c i ó n s e r á tan grande y en tu­siasta como merece la persona á quien se d i r ige .

A V I S O S C I E N T I F I C O S , E L J E Q U I R I T Y .

I I .

Los bacillus son ci l indr icos , h o m o g é n e o s y opacos; de 0'58 m i l é s i m a s de m i l í m e t r o de d i á m e t r o , y de 2<50 á 4'5 m i l é s i m a s de m i l í m e t r o de longi tud; unos se mueven v i ­vamente en todo el campo del microscopio, otros sólo se retuercen sobre si mismos y muchos no tienen movimien­to. N i Sattler, n i Hilger, han podido sacar n i n g ú n p r i n c i ­pio q u í m i c o de los granos.

Dice Sattler, que una tempera tura de m á s de 36° d i f i ­cu l ta el desarrollo de los bacillus, y mucho mayor le i m ­pide por completo. Si d e s p u é s de enfriada se la somete por a l g ú n tiempo á la temperatura ord inar ia , vuelve á adquir i r toda su v i t a l idad .

Los esporos, excesivamente duros cuando e s t á n secos, soportan un temperamento de 110° durante cinco m i n u ­tos; pero cuando e s t á n h ú m e d o s , con esta temperatura se destruyen en quince segundos. El bacillus necesita mucho aire a tmos fé r i co para crecer y desarrollarse. Se le encuentra en el flujo purulento de la conjunt iva y en las membranas difteriformes de la o f t a l m í a j e q u i r í t i c a , y hasta en el mismo tejido dé la conjunt iva .

Si la infusión se hierve media hora se esteriliza. Si se filtra y expone al a ire una semana y sus bacterias no han adquirido desarrollo suficiente, su ac t iv idad e s t á nota­blemente disminuida.

Obteniendo un l íquido privado por completo de o r g a ­nismos y colocado sobre la conjuntiva p r o v o c ó la o f ta l ­m í a , y esto dice Sattler que fué sin duda por la entrada de los esporos del aire durante la i n s t i l a c i ó n . E n t ó n c e s i n ­y e c t ó bajó la piel, y al nivel del saco conjuntival de unos conejos, los seis l íquidos siguientes;

1. ° Agua destilada, hervida y enfriada. 2. " U n ext rac to de carne peptonizada,

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LOS AVISOS. —POWTEJOS, 6, MADRID. 301

3. ° Bacil lus p e q u e ñ o s y aislados. 4. ° Una infusión de jequi r i ty s in esporos. 5. ° Una infusión de jequi r i ty ord inar ia . 6. ° Baci l lus específ icos y aislados.

Los resultados que obtuvo fueron: una l igera tume­facción local y t empora l en los cuatro pr imeros casos, f o r m a c i ó n de absceso en los dos ú l t i m o s , e n c o n t r á n d o s e en ellos grandes cantidades de bacillus y mater ia ca­seosa.

E l deutocloruro de mercur io , á la dós i s de 1 por 10.000, impide el desarrollo de los bacillus, pero no destruye los esporos, y la o f t a lmía j e q u i r í t í c a se desarrolla. E l t imo l hace e s t é r i l l a infusión á la dós is de 1 por 1,100. E l iodo-formo no tiene acc ión ninguna a n t i s é p t i c a .

E l bacillus ha sido cul t ivado por Sattler en diferentes mezclas, pero las m á s convenientes dice que son: el sue­ro s a n g u í n e o gelatinizado y l a mezcla de carne peptoni-zada y de la gelatina; todos !os bacillus cultivados pro­ducen la o f t a lmía , pero nunca tan intensa como por la infusión fresca. Cult ivando varias generaciones de bac i ­l lus , no se d isminuyen estas propiedades p a t o g é n i c a s .

Inf luye mucho en la mayor ó menor intensidad de la o f t a lmía el aplicar infusiones recientemente preparadas ó de larga fecha. Las primeras tienen m á s act iv idad y su efecto es mucho m á s r á p i d o . T a m b i é n hay predisposi­c ión o r g á n i c a , pues m i é n t r a s unos individuos adquieren la o f t a l m í a á la pr imera ó segunda ap l i cac ión , hay otros que necesitan cuatro, seis ó más aplicaciones. Esto lo he­mos comprobado en la c l í n i c a del Dr. Osío .

Respecto á si en otra infusión fuera de la del j equ i r i t y existen bacillus que tengan las propiedades mor fo lóg icas de la de la semilla b r a s i l e ñ a , Sattler lo niega en absoluto. Ha encontrado un bacil lus semejante en la infusión del g u i ­sante, pero su acción sobre la conjuntiva es diferente. De­duce, sin embargo, que existe eu ella un bacillus ancho, pero inofensivo, el cual, en una infus ión de j e q u i r i t y , puede adqui r i r su nueva propiedad fisiológica, como es el desarrol lar una o f t a l m í a par t icu lar , conservando esta propiedad en generaciones siguientes, a ú n cuando se cul t iven en diferentes medios los bacil lus.

L a exp l icac ión que da Sattler respecto á la c u r a c i ó n de las granulaciones con el j equ i r i ty es la siguiente: «El medio en que vive el microbio del t racoma se vuelve inca­paz de a l imentar le cuando es invadido por los microbios del j equi r i ty ó de l a of ta lmía purulenta, y como conse­cuencia desaparecen las g r a n u l a c i o n e s . » L a t e o r í a es be­l la y aceptable del todo si la patogenia del t racoma es la que dice el autor, y que muchos aceptan. Sin embargo» lo de i n t e r é s para el p r á c t i c o es que es un excelente me­dio para las granulaciones, como veremos m á s adelante-

En un trabajo de los Sres. Corni l y Berlioz, leido á la Academia de Ciencias de P a r í s (1), se encuentran cu r io ­sos experimentos hechos para estudiar la a c c i ó n general del j equ i r i ty sobre el organismo cuando es absorbido.

Se han servido de un l íquido preparado con 500 g r a ­mos de agua perfectamente destilada y 32 gramos con­tundidos, con los cuales se ha hecho la infus ión. El l íqui­do a s í obtenido se ha encerrado en vasijas convenientes cerradas por uata. El l íquido ha permanecido activo du­rante tres semanas.

En la p r imera sé r i e de experimentos inyectaron 1 ó 2 centi l i t ros de esta decocc ión en el tejido celular s u b c u t á ­neo de conejos y conejos de Indias. Todos estos animales han sucumbido en el espacio de 36 á 60 horas d e s p u é s de haber presentado un edema de la piel , los microbios en la cabidad peritoneal, un ligero grado de peritonit is , equi-

; i 1 Sesión do! 17 de Setiembre de -1883.

mosis de la mucosa g á s t r i c a , y una hiper t rof ia muy m a r ­cada, con frecuencia a c o m p a ñ a d a de inf i l t rac ión s a n g u í ­nea, de las placas, intestinales de Peyero. Estas tumefac­ciones de las placas recuerdan las de la fiebre tifoidea humana, que como sabemos, se observan en los animales atacados de enfermedades infecciosas.

A un conejo de Indias se le hizó una inyecc ión bajo l a piel del vientre y fué atacado de un edema inf lamator io de la piel, d e s p u é s de un flemón profundo y de una g a n ­grena superficial seca de la piel de casi toda la pared ab­dominal . E n l a serosidad y en el l íquido puriforme de este fiemon h a b í a g ran cantidad de bacil lus. Los pelos se des­p r e n d í a n muy f á c i l m e n t e , y en la va ina interna de los folículos pilosos h a b í a g r a n n ú m e r o de esporos. Este a n i ­mal ha curado y presenta hoy una c icat r iz muy extensa.

L a inyecc ión de o t r a so luc ión pr ivada de bacterias y filtrada siguiendo el procedimiento de Gautier, no produ­jo n i n g ú n efecto p a t o l ó g i c o .

La inyecc ión s u b c u t á n e a de una so luc ión hecha con el pr inc ip io del j equ i r i ty cristalizado, preparado por el Sr. Chapoteau, no dió n i n g ú n resultado apreciable.

Las bacterias del j equ i r i t y son, pues, el só lo pr incipio act ivo. E n o t r a sé r i e de experimentos que han hecho los mismos Sres. Corni l y Berl ioz, inyectando la so luc ión en la pleura y peritoneo de los conejos, estos animales han muer to á las 34 ó 48 horas do la i nyecc ión . Algunas ho­ras á n t e s de m o r i r el an imal se debili taba, hasta el ex­tremo de no poder tenerse en pié; d e s p u é s sal taba hasta una a l tu ra de 10 á 60 c e n t í m e t r o s , y lanzaba algunos ge­midos á n t e s de m o r i r . E n la autopsia se ha encontrado siempre una i n f l a m a c i ó n intensa de las serosas, las cua­les c o n t e n í a n un l íqu ido turbio por los g lóbu los de p ú s y las bacterias bajo l a forma de bastoncillos y de esporos, y los filamentos ó falsas membranas de f ibr ina , libres ó adheridas á su superficie. Las placas de Peyero estaban generalmente tumefactas, a s í como los g á n g l i o s l infát i ­cos. E l p u l m ó n del lado en que la inyecc ión se h a b í a he­cho, presentaba las lesiones de la c o n g e s t i ó n y de la bronco-pneumonia. T a m b i é n han encontrado en el h í g a ­do interesantes lesiones, causadas por las bacterias.

Las ranas á las cuales se inyec tó la decocción del j e ­qu i r i t y , ya en el saco l infát ico dorsal , ya en el peritoneo, sucumbieron á las 24 ó cuando m á s á las 48 horas, pre­sentando en el tejido celular, en la sangre y en el pe r i to ­neo, una cantidad considerable de bacterias v ivas .

F . GÓMEZ DE LA MATA.

* * Tratamiento del chancro infectante por el hidrato de

d o r a l a l exterior y el bicromato de potasa a l interior.— El D r . R o d r í g u e z G ó n g o r a publica en la Crón ica m é ­d i c o - q u i r ú r g i c a de la Habana un notable caso de c u r a c i ó n del chancro infectante y a m i n o r a c i ó n de los f e n ó m e n o s secundarios, gracias a l empleo de las sustancias que m e n ­cionamos en el ep íg r a f e .

Se t rataba, s e g ú n refiere dicho s e ñ o r , de una meretr iz de 28 á 30 a ñ o s que h a c í a seis d í a s v e n í a padeciendo v a ­rios t rastornos que desde luégo daban la idea de alguna enfermedad del aparato geni ta l ; y a s í era en efecto, pues del reconocimiento r e s u l t ó la existencia de una u l c e r a c i ó n en el cuello de la ma t r i z , en su parte derecha, y algo pos­terior , de un c e n t í m e t r o de d i á m e t r o , algo escavada, de bordes duros y apergaminados, de c o l o r a c i ó n va r ia , pues m i é n t r a s en el centro t e n í a un color sucio de madera vieja, en los bordes d i s m i n u í a el color m á s pá l ido y c i r ­cuido do una aureola rojiza.

Con el fin de disipar las dudas que pudiera tener res ­pecto á d i a g n ó s t i c o , p r a c t i c ó la inocu lac ión en la parte

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502 LOS AVISOS.—PONTEJOS, 6, MADRID.

interna de los muslos, siendo negat ivo el resultado en todas ocasiones.

Obtenida esta seguridad, c o m e n z ó el t ra tamiento ap l i ­cando diariamente sobre la ú l c e r a una so luc ión de h id r a ­to de d o r a l , con lo que desaparecieron los dolores l u m ­bares que suf r ía la enferma; se l impió la ú l c e r a , y al cuar­to d ía c o m e n z ó á iniciarse el trabajo c ica t r ic ia l , que en parte se d e s t r u y ó al d í a octavo, por haber tenido la en­ferma algunas relaciones sexuales; esto no obstante, el d ía v i g é s i m o n o n o era completa la c i ca t r i zac ión , por m á s que por el tacto se apreciaba un núc leo de i n d u r a c i ó n que p e r s i s t í a a ú n el d ía ve in t ic inco.

T r a t á n d o s e del chancro infectante, no tiene g ran i m ­portancia el resultado obtenido; pues, como reconoce el autor del a r t í c u l o , el chancro infectante cura casi siem­pre entregado á sus propias fuerzas, ó con la ap l i cac ión de medios l i g e r í s i m o s , como el agua de ca l ; pero donde hace resaltar el a r t icul i s ta la impor tancia de l a t e r a p é u ­tica, es en lo que se refiere a l t ra tamiento interno, que si siempre es atendible, mucho m á s en el caso presente, por las m a l í s i m a s condiciones de l a enferma.

Fluctuando estuvo el Dr . R o d r í g u e z entre el agente te­r a p é u t i c o que d e b í a emplear, y por ú l t i m o , recordando que Robin, Vicente y Blaschko elogian la acc ión an t i s i f i ­l í t i ca del b icromato po tá s i co , sólo comparable por sus efectos a l mercur io , decidió emplear lo , toda vez que en igua l sentido se expresan el Dr . G ü n t z y nuestro compa­tr iota B a d í a .

Resuelto este punto, lo a d m i n i s t r ó del modo que G ü n t z recomienda para evi tar los efectos tóx icos , exc lu i r prepa­rando diar iamente una poc ión con 3 centigramos de b i ­cromato por 600 gramos de agua para tomar lo en cinco veces, una parte cada cinco horas. A pesar de esta pre­c a u c i ó n , a l quinto d í a del t ra tamiento se presentaron, d e s p u é s de la p r imera dós i s , v ó m i t o y un estado de pos­t r a c i ó n que d u r ó breve rato para reaparecer d e s p u é s de la inges t ión de l a segunda toma.

Insiguiendo en el mismo t ra tamiento , pensó el Dr . Ro­d r í g u e z obviar este inconveniente, y a l efecto p r o p i n ó el medicamento bajo l a forma p i lu la r , asociado a l extrac­to de ópio, formando pildoras que c o n t e n í a n un cent igra­mo del pr incipio activo, y de las cuales daba dos a l d í a , tres horas d e s p u é s de las comidas principales. Los v ó m i ­tos no volvieron á presentarse, y los s í n t o m a s secunda­rios que a l final de la c i ca t r i z ac ión de la ú l c e r a se in ic ia ­ron , cedieron con notable rapidez. No pudo continuarse la o b s e r v a c i ó n por l a ausencia de la enferma, que se pre­sen tó d e s p u é s de algunos meses, aquejando f e n ó m e n o s terciarios, que, como los secundarios, cedieron á mara­v i l l a con el mismo medicamento.

Después de relatar esta o b s e r v a c i ó n , el a r t icu l i s ta se pregunta: «¿debe remos deducir que su acc ión es infer ior , de iguales ó de peores resultados que los conseguidos por los mercur ia les?» lo cua l contesta el mismo señor consi­d e r á n d o l e superior, por no tener l a a c c i ó n a n t i p l á s t i c a de las sales m e r c ú r i c a s , y ceder el v i ruc con facilidad á la sal de potasa.

*** Criaderos de fiebre amari l la .—El D r . Domingo F r e i r é ,

de Río Janeiro, comisionado por el Gobierno Imper i a l para estudiar las causas generales de la fiebre, ha pre­sentado un informe que dice a s í :

«En el d e s e m p e ñ o del cometido que el Gobierno me ha confiado, me he encontrado con varios hechos de grande i n t e r é s para la patogenia y t e r a p é u t i c a de la fiebre ama­r i l l a , y los cuales s e r á n mater ia de otro informe separado a que me d e d i c a r é especialmente. Considero, sin embar­

go, un deber d ivulgar lo m á s pronto posible una c i rcuns­tancia de mucho i n t e r é s para la higiene púb l i c a .

En una v is i ta que hice al cementerio de Jurujuha, en el cual se ent ierra á los que mueren en el hospital m a ­r í t i m o de Santa Isabel, r e c o g í á l a profundidad de un pié desde la superfisie del suelo, un p u ñ a d o de t ie r ra de la sepultura de una persona que h a b í a muer to h a c í a un a ñ o de fiebre amar i l l a . Esta t ierra no demostraba en aparien­cia nada de notable en cuanto á su olor y d e m á s c a r a c t é r e s externos; pero al examinar una p e q u e ñ a cant idad con un microscopio de aumento de la magni tud de 740 d i á m e t r o s , tomando las precauciones necesarias para evitar causas de er ror , e n c o n t r ó mir ladas de microbios exactamente idén t i cos á los que he encontrado en los v ó m i t o s , la o r i ­na, la sangre y otros l íquidos o r g á n i c o s de personas a ta ­cadas de fiebre amar i l la ; esto es, celdas del crypto coccus x a n t h e g é n i c u s en varios grados de desarrollo desde el t a m a ñ o de un punto negro, difícil de describir en el c a m ­po del microscopio, hasta el de c o r p ú s c u l o s redondos m á s ó menos grandes, r e f r i n giendo fuertemente la luz y a lgu­nos de ellos de color g r i s , m i é n t r a s otros eran negros ó redondos, de una franja ó aureola de ese color. Muchos de esos organismos h a c í a n movimientos e s p o n t á n e o s . M a ­sas amar i l las , salpicadas de granulaciones; v e í a n s e t a m ­bién masas debidas á la sustancia colorante de las celdas; v e í a n s e a d e m á s puntos enteramente negros, restos de los eriptoeoed.

T a m b i é n o b s e r v é vibriones que se m o v í a n con r a p i ­dez. Estas observaciones, que fueron verificadas en todos sus detalles por mis ayudantes, demuestran que los g é r ­menes de la fiebre a m a r i l l a se p e r p e t ú a n en los cemente­rios, que son como otros tantos criaderos para la prepa­r a c i ó n de nuevas generaciones destinadas á devastar nuestra ciudad.

A l t r a v é s de los pozos de la t i e r ra otros g é r m e n e s se esparcen por la a t m ó s f e r a ; otros son llevados por las l l u ­vias torrenciales, tan frecuentes entre nosotros, á las ca­lles y plazas, y encontrando a l l í medios adecuados para su evoluc ión , dan lugar á la p roducc ión de epidemias en el verano, que es la e s t a c i ó n m á s favorable á su apa r i ­ción y desarrollo. La existencia de los microbios de la fiebre amar i l l a en los cementerios e s t á completamente de acuerdo con las observaciones hechas por Pasteur r e ­la t iva á los de la p ú s t u l a mal igna .

Me permito recomendar el hecho á la a t e n c i ó n de los higienistas. P a r ó c e m e que corno medida provis iona l los actuales cementerios d e b e r í a n trasladarse á lugares tan apartados como fuera posible, y donde los vientos r e i ­nantes no pueden l levar en sus efluvios las distintas se­mi l las del microbio . Como una medida defini t iva y r a d i ­cal , la p r á c t i c a de la c r e m a c i ó n de los c a d á v e r e s seria el medio m á s seguro de e x t i n c i ó n de las epidemias que t o ­dos los a ñ o s asolan con m á s ó m é n o s intensidad nuestros m á s florecientes centros de pob lac ión .

Si cada c a d á v e r es conductor de mil lones de mil lones de organismos productores de la enfermedad, i m a g í n e s e lo que s e r á un cementerio en el cual se fo rman nuevos focos alrededor de cada c a d á v e r . L a i m a g i n a c i ó n no es capaz de concebir el n ú m e r o l i tera lmente infinito de m i ­crobios que se mul t ip l i can en estos nidos, donde en el silencio de la muerte estos mundos de organismo, i n v i s i ­bles a l ojo desnudo, t rabajan incesantemente sin ser aper­cibidos, por l lenar nuevas tumbas de m á s c a d á v e r e s des­tinados á servirles de pasto y para la f a t a l p e r t u r b a c i ó n de su especie .»

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LOS AVISOS.—PONTEJOS, 6, MADRID. 503

Acción ant i f logís t ica de las emisiones s a n g u í n e a s lo­cales.—El D. A . Genzmep (1) ha hecho, en c o l a b o r a c i ó n con M r . N ico l á s , experimentos, con el objeto de invest igar el mecanismo, por el cual las emisiones s a n g u í n e a s locales obran sobre los focos inf lamator ios .

Se determina la i n f l amac ión de la membrana in t e rd i ­g i t a l de la rana, ya t o c á n d o l a con un alf i ler calentado al rojo , ya con el lápiz de n i t ra to a r g é n t i c o . E l microscopio permite seguir los progresos de la i n f l amac ión ; se ve, como todo proceso inf lamatorio, que los g lóbu los blancos se adhieren á las paredes de los vasos; que d e s p u é s que atraviesan esta parad, la corr iente s a n g u í n e a se hace m á s lenta, y por ú l t i m o se detiene. En este momento se apl ica una sanguijuela sobre el anca de la rana, y bien pronto l a corr iente s a n g u í n e a se acelera; los g l ó b u l o s blancos, enteramente estacionados, penetran en l a corriente; el é x t a s i s desaparece r á p i d a m e n t e , y la misma c i r c u l a c i ó n se acelera a l fin del experimento.

Sustituyendo las sanguijuelas por la e sca r i f i cac ión , el resultado fué m é n o s evidente, y el é x t a s i s d e s a p a r e c i ó m é n o s r á p i d a m e n t e .

El autor hace la siguiente conc lus ión : «que l a a c c i ó n an t i f logís t ica de las emisiones s a n g u í n e a s locales es de un ó r d e n puramente mecán ico .»

L a sangre afluye abundantemente h á c i a el punto de ap l i cac ión de la sanguijuela ó de la e sca r i f i cac ión ; la cor­riente aumenta de intensidad en el espacio inflamado que se demigurg i ta ; los g lóbu lo s blancos penetran en la cor ­r iente s a n g u í n e a .

El efecto ant i f logís t ico no depende de la cantidad de sangre e x t r a í d a .

La emi s ión s a n g u í n e a debe hacerse cerca del foco i n ­flamatorio, entre él y el c o r a z ó n derecho.

* * L a electricidad en las a fonías nerviosas.

S e g ú n M r . Desplats, hay muchas a f o n í a s nerviosas que impor t a dis t inguir ; el punto c o m ú n de todas es que no hay lesión; la p a r á l i s i s a c t ú a sobre los tensores de las cuerdas vocales, sobre los constrictores ó sobre los d i l a -tadores de la g lo t i s ; estas son las diferencias.

Comprobada la a fonía y estudiados sus c a r a c t é r e s y origen, es preciso proceder a l e x á m e n l a r i ngoscóp i co para que el d i a g n ó s t i c o de la afonía nerviosa sea exacto. Este e x á m e n r e v e l a r á la in tegr idad de l a mucosa l a r í n ­gea, y los trastornos de la movil idad de las cuerdas v o ­cales.

El Dr . Desplats presenta siete observaciones de a fon ía nerviosa tratadas por la electricidad (2).

En dos casos ha dado resultados inmediatos la faradi-zacion externa, una vez la i n t r a - l a r í n g e a , y tres veces la faradizacion in terna; la g a l v a n i z a c i ó n in terna , con i n ­t e r r u p c i ó n , ha dado los mismos resultados que la fa rad i ­zacion en el otro caso.

Las conclusiones del autor , son las siguientes: 1. ° E l e x á m e n l a r i ngoscóp i co , a l mismo tiempo que

confirma el d i a g n ó s t i c o , deja entrever q u é partes son las atacadas, y q u é e l ec t r i zac ión debe hacerse.

2. ° Cuando se comprueba que la mucosa e s t á intacta, que hay una l igera s e p a r a c i ó n de las cuerdas vocales, y que los c a r t í l a g o s a r i t e n ó i d e s han conservado su m o v i l i ­dad, se puede diagnosticar en su p a r á l i s i s de los m ú s c u ­los c r i c o - t i r ó i d e o s , y r ecur r i r á la faradizacion externa.

3. ° Cuando la mucosa es té intacta; y las cuerdas vo-

H) Centralblatt für med. Wiss, 1882. (2) Desplats Note sur le traücmenl des aplwnics nervcmes par

l'elcclricüe. Par í s , {8812.

cales un poco separadas, y los c a r t í l a g o s a r i t e n ó i d e s i n ­móv i l e s , hay que diagnosticar una p a r á l i s i s de los m ú s c u ­los a r i - a r i t e n ó i d e o s , y apl icar el polo po l i t ivo sobre el t rayecto del recurrente , y el exci tador l a r í n g e o d e t r á s de la l a r inge .

i . ' Cuando por una causa cualquiera no se puede prac -t icar el e x á m e n l a r i n g o s c ó p i c o , se debe r e c u r r i r p r imero á la faradizacion externa. Si no d á resultado, se a p l i ­c a r á e n t ó n c e s el polo positivo sobre el t rayecto de los r e ­currentes, y el excitador se l leva á la parte posterior de la l a r inge , sin preocuparse de atraer las cuerdas vo­cales.

Este medio de e x c i t a c i ó n es suficiente en l a m a y o r í a de los casos.

F . G. M .

Tratamiento local de l a erisipela.—El Dr . Ro th reco­mienda barnizar las partes enfermas cada dos horas con la siguiente mezcla:

Acido fénico ( AA o „„„w,^c. Alcoho l . j a a 2 gramos. Esencia de t rement ina . . . . 4 » T i n t u r a de iodo 2 » Gl icer ina 10 »

Como t ra tamiento interno la quina y la d ig i ta l si hay fiebre.

L a ap l i cac ión del medicamento no causa dolor a l ­guno.

* * E l pensamiento en el eczema.—El D r . Pifford ( E d i m -

burg medical j o u r n a l , Enero, 1883), dice que el pensa­miento (viola t r i co lo r ) , es un remedio soberano para el eczema. Se s i rve del extracto fluido á l a dós i s de 4 á 10 gramos diarios en el adulto en los casos agudos, y de 2 á 8 g ramos en los casos c r ó n i c o s .

Se puede admin i s t r a r el remedio disuelto en agua en una, dos ó tres veces al dia, siempre en ayunas, y si es posible media hora antes de las comidas.

* * Tratamiento de l a hemorragia intestinal tifoidea.— Hé a q u í el m é t o d o que recomienda M o n n i :

1.° Reposo; suspender los purgantes, dar p e q u e ñ o s pedazos de hielo a l enfermo ó l imonada su l fú r i ca helada.

2* Cada dos horas una cucharada de l a siguiente po­c ión :

Jarabe de codeina 100 gramos. T i n t u r a de canela. . . . . . 50 » E x t r a c t o flúido de cornezuelo. . 5 »

Mézc l e se . 3. ° Cataplasmas laudanizadas muy f r ías aplicadas en

el a b d ó m e n y renovadas cada media hora. 4. ° Tres lavativas f r ías diar ias con:

Cocimiento de adormideras. . 300 gramos. Ex t rac to de ra tan ia . . . . . 5 » T i n t u r a de óp io X V gotas.

Mézc lese . 5. ° Sinapismos y fomentos calientes á los miembros

inferiores.

* * L a enfermedad de Addison.—-El profesor S e m i n ó l a ,

de N á p o l e s , considera esta enfermedad como p r i m i t i v a ­mente nerviosa, y que los cambios sobrevenidos en las c á p s u l a s renales tienen un c a r á c t e r secundario por efec-

! to de una afecc ión de las ramas nerviosas de estos ó r -| ganos.

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504 LOS AVISOS.—PONTBJOS, 6, MADRID.

Presenta en apoyo de su op in ión observaciones c l í n i ­cas y m i c r o s c ó p i c a s , y concluye diciendo: «que la e n ­fermedad de A.dd¡son es un d e s ó r d e n sé r io de la n u t r i c i ó n renal , determinada por las alteraciones sucesivas de las funciones del g ran s i m p á t i c o y de los diversos centros nerviosos de la vida o r g á n i c a , tales como los pexos car -diaco, solar, etc .»

Como t ra tamien to aconseja la g a l v a n i z a c i ó n del a b d ó -men y el ejercicio á caballo.

*** L a cauter izac ión del clitoris en l a histeria.—El profe­

sor Friedveich, de Ing la te r ra , en casos rebeldes de h is te­r i a , ha hecho cauterizaciones del c l i t o r i s con e l n i t r a to de plata y ha obtenido saludables resultados.

L a c a u t e r i z a c i ó n debe ser profunda y no superf ic ia l , porque en este ú l t i m o caso se agravan los s í n t o m a s ; el dolor es grande a l pr incipio y la enferma debe permane­cer en el lecho.

Entre los casos citados (1) por el autor encontramos una paraplegia de ano y medio de fecha, una a f o n í a his­t é r i ca de dos a ñ o s , un espasmo tónico de los múscu los es­pinales de siete meses, una p a r á l i s i s de la lengua de cua­t ro meses y muchos casos de convulsiones h i s t é r i c a s graves.

* * L a ignipuntura i n t r o - d é r m i c a para los eczemas inve­

terados de l a c a r a . — M . Chalot ha recurr ido á l a i g n i ­pun tu ra para cu ra r los eczemas rebeldes de la cara . Cuando toda m e d i c a c i ó n ha fracasado, lo mismo el t r a ­tamiento d ie té t i co , que el f a r m a c é u t i c o , que el h i d r o m i -neral, cuando el eczema e s t á en sitios descubiertos y los enfermos se ponen tr istes, el s áb io profesor de Montpe -Uer no vaci la en modificar con el h ie r ro rojo la superficie enferma.

Con p e q u e ñ o s cauterios actuales muy afilados, ó me­jo r con la punta del termo-cauter io de Paquelin, llevado

, al rojo blanco, practica una serie de picaduras separadas y que penetren profundamente hasta el dermis ó el tejido celular s u b c u t á n e o .

De este modo cauteriza en una sola se s ión u n espacio como el que puede ocupar una moneda de veinte reales, pero teniendo cuidado de traspasar siempre de 4 á 5 m i ­l í m e t r o s los l ími tes aparentes del m a l . Las p e q u e ñ a s es­caras se e l iminan dejando una herida simple, cuyas pe­q u e ñ a s cicatrices blanquecinas son inf ini tamente m é n o s desagradables que las superficies costrosas del eczema.

Este procedimiento, que el autor ha empleado ya cua ­t ro veces, le ha dado cuat ro é x i t o s .

AVISOS VARIOS Influencia de l a mús ica en l a salud.

Las relaciones fabulosas acerca de la influencia de la m ú s i c a son tan antiguas como la m ú s i c a misma, pues forman parte de la m i t o l o g í a de muchas naciones.

No colocaremos en esta c a t e g o r í a el efecto que en el rey S a ú l produjo el arpa de David , porque el hecho no tiene nada de i n v e r o s í m i l , y se han reproducido casos a n á l o g o s muchas veces.

Existe una l i t e ra tu ra completa referente á la influencia de la m ú s i c a y á su empleo en la t e r a p é u t i c a .

U n méd ico de P a r í s tuvo la excelente idea de escoger

(I) The Philadeiphia medical rimes, 188.3.

este tema para su discurso del doctorado, r eun iendo todas las observaciones hechas por las personas i n t e l i ­gentes que se han ocupado de esta cues t ión , m á s i m p o r ­tante a ú n q u i z á para los m é d i c o s que p á r a l o s que p r o ­fesan el arte de la m ú s i c a .

E l Sr. Soula—que as í se l l ama el méd ico á que nos r e ­ferimos—ha publicado recientemente su trabajo, el cual puede en pocos instantes dar una idea del estado de la ciencia sobre este asunto, examinado de una manera p r á c t i c a y medicinal .

Tratemos pr imero de la inf luencia de la m ú s i c a en los animales, puesto que l a ta l influencia, puramente mate­r i a l , es c o m ú n á ellos y a l hombre.

Dejemos aparte los p á j a r o s , á los cuales se e n s e ñ a á si lbar trozos de m ú s i c a . E n ello no vemos m á s que una facultad de i m i t a c i ó n . P o d é i s inculcar á un canario las m á s encantadoras m e l o d í a s de Mozar t , y estad seguros de que cuando el mencionado pá j a ro t ra te de enviar f ra­ses galantes á una hembra de su clase, o l v i d a r á c o m ­pletamente los aires musicales que le h a b r é i s e n s e ñ a d o .

Esa i m i t a c i ó n equivale á la de las cotorras y los papa­gayos, cuya cha r l a es sencillamente ruidosa é insopor­table.

Yo admito que l a m ú s i c a pueda causar placer á las a r a ñ a s y á los elefantes, encantar á las serpientes y pro­ducir en los perros el efecto cont rar io , a s í como es t a m ­bién de g r a n u t i l idad en los circos de caballos.

Los á r a b e s dicen que la m ú s i c a hace engordar á los r e b a ñ o s , porque é s t o s se apacientan con m á s ac t iv idad cuando se les a c o m p a ñ a con variados silbidos.

La m ú s i c a empleada para favorecer la d iges t ión , no puede tener o t ro efecto que mantener la serenidad, l a a l e g r í a del á n i m o y ev i ta r las preocupaciones sé rxas .

Es preciso desconfiar de las idiosincrasias y de los medios puramente convencionales. Por ejemplo: en a l ­gunas comarcas, los aldeanos emplean un silbido espe­cia l para hacer beber á los caballos. E n otras partes usan el mismo sistema para o t r a cosa totalmente dis­t in ta . Resulta que esto no es m á s que una advertencia hecha á los animales pa ra que satisfagan una necesidad.

Ob t i énese un efecto m á s musical por medio de la r e -gular izacion de los movimientos debidos al r i tmo , con el auxi l io del encanto me lód i co . En el efecto fisiológico p ro ­ducido por el c o m p á s de baile, el r i t m o es poderosamente secundado por la i m p r e s i ó n placentera causada por la me lod ía . De a h í proviene la influencia de la m ú s i c a en el movimiento de la marcha, en la danza y en todas las fa­t igas provocadas por ejercicios difíciles y penosos.

Con este mot ivo, el Sr, Soula emprende con g ran e n e r g í a la defensa de las m ú s i c a s m i l i t a r e s .

L a c u e s t i ó n importante para la medicina es la inf luen­cia favorable ó desfavorable de la m ú s i c a sobre el sistema nervioso de los enfermos, de suyo impresionables por su estado n o r m a l .

Desde los tiempos antiguos se ha empleado frecuente­mente l a m ú s i c a como medio t e r a p é u t i c o .

«En nuestro siglo—dice Soula—la medicina no se con­tenta con expresiones, f ó r m u l a s , n i se apoya en h i p ó t e s i s y afirmaciones de autenticidad dudosa. Por consiguiente, no puede adoptar las indicaciones que otras veces se han hecho referentes a l empleo de la m ú s i c a para combat i r ciertas dolencias.

Sin embargo, debemos hacer una excepc ión á favor de las enfermedades de los nervios, que puedan ser mo­dificadas con el ejercicio de los sentidos.

El mayor de los absurdos era el proyecto del físico Porta, que vivió en la p r imera mi tad del siglo X V I . Pre-

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LOS AVISOS.—PONTEJOS, 6, MADRID. 505

t e n d í a que se fabricasen instrumentos con la madera de plantas medicinales, y af i rmaba que dichos ins t rumentos p r o d u c i r í a n una m ú s i c a que poseyera las propiedades especiales de las mencionadas p l a n t a s . »

Dodard, en sus memorias de la Academia de Cien­cias, habla de un art is ta dist inguido atacado de una fie­bre violenta que aumentaba de día en d ía ; sobrevino un delir io espantoso con crisis nerviosas, terrores y un i n ­somnio continuo. El enfermo pidió que tocaran jun to á s u lecho ciertas piezas de m ú s i c a . El módico , d e s p u é s de a l ­gunas vacilaciones, cons in t i ó , y tuvo la sa t i s facc ión de ver c ó m o el paciente se iba calmando por momentos: ce­saron las convulsiones, el semblante r e c o b r ó una expre­sión t ranqui la y sonriente, la fiebre cesó m i é n t r a s d u r ó el concierto. Esta o p e r a c i ó n se rep i t ió los d í a s siguientes, y diez d í a s de m ú s i c a bastaron para cura r por completo a l enfermo, sin otra ayuda que la de una s a n g r í a en el pié, hecha dos veces en el curso de la enfermedad.

Desde los tiempos antiguos se ha pretendido infundir valor á los atacados de la peste por medio de l a m ú s i c a ; por eso sin duda recomendaba Galeno la m ú s i c a como a n t í d o t o contra la picadura de los escorpiones y la mor ­dedura de las v í b o r a s . El mismo medio se ha empleado en las operaciones q u i r ú r g i c a s , la hemorragia cerebral, la tisis, la neurosis, la h i p o c o n d r í a y l a me lanco l í a .

No ha sido solamente la m ú s i c a la que ha hecho estos milagros: u n a j ó v e n , atormentada por frecuentes accesos h i s t é r i co s , c u r ó s ú b i t a m e n t e al oir un t i ro de pistola en el i n t é r v a l o de una crisis . U n cirujano de P a r í s d e s p e r t ó del estado l e t á r g i c o en que y a c í a , gracias á un amigo suyo, que, conociendo su decidida afición al juego de los cientos, le g r i t ó al oido: tCatorce, quinta y el punto ,»

Los m é d i c o s e s t á n conformes en considerar la m ú s i ­ca, si no como un medio cura t ivo , como aux i l i a r muy út i l en el t ra tamiento de la e n a j e n a c i ó n mental . Este punto no necesita d i scus ión .

L a ena j enac ión mental se produce por una enfermedad del cerebro que no puede ser curada por la m ú s i c a sola, como no puede serlo una gas t r i t i s . Pero la m ú s i c a puede servir de medio para dis t raer á los enajenados y ejercer una saludable influencia en su sistema nervioso En la locura, como en todas las enfermedades, hay grados d i ­versos, y en un mismo enfermo tiene sus altos y sus ba­jos; en los momentos l úc idos , el enfermo se da cuenta de su s i tuac ión .

He tenido diferentes veces ocas ión de visi tar el m a n i ­comio de Alsacia, y conoc í en él por p r imera vez un cuarteto de Reicha; toqué la parte de ñ a u t a , el m é d i c o del establecimiento i n t e r p r e t ó en el clarinete la del obeo, y otro aficionado tocó el c o r n e t í n y un loco el ba jón á p r i ­mera v is ta .

Se cuenta t a m b i é n de un loco m ú s i c o que de repente se s in t ió acometido de tristeza, creyendo que le perggguía la po l ic ía . El director del establecimiento le i n v i t ó á que to ­mara el v io l in . R e h u s ó el loco; pero se le puso en la a l ­ternat iva da que eligiera entre el v io l in y una ducha, y d e s p u é s de algunas vacilaciones optó por el pr imer par­tido, cobrando ta l afición al instrumento, que lo tocó en los d í a s siguientes, sin que hubiera necesidad de amena­zarle con la ducha.

Antes de Pinel no se h a b í a sospechado la in f luenc ia de la m ú s i c a sobre la e n a j e n a c i ó n menta l . Pinel fué el pr imero que r e c o m e n d ó el t ra tamiento m o r a l para la l o ­cura. Pero donde en realidad sa hicieron los primeros en­sayos del t ra tamiento musical fué en I ta l ia , en los asilos de Aversa y Senavra, donde se obtuvieron é x i t o s muy l i ­sonjeros, atestiguados por dist inguidos alienistas.

He aqu í lo que se dice en una Memor ia leída en el Con­sejo general de los hospitales de P a r í s ;

«En el manicomio de Aversa, cerca de Ñ a p ó l e s , los locos v iveu en comunidad. El manicomio se compone de m ú s i c o s ; cada loco que llega elige su ins t rumento . M a r ­chan al refectorio al son de la m ú s i c a . Todos son m ú s i ­cos antes de ser c o m e n s a l e s . »

He presenciado lo que digo. En 1825 v i s i t é yo la casa de Aversa . E n un cuar to bien amueblado, y cuya vista daba al campo, se hallaba sobre un lecho un hombre á quien h a b í a n puesto una camisa de fuerza.

—Este es nuestro pr imer viol in ,—me dijo el doctor a l oidó;—por desdicha ha sido p resado un acceso que no t a r d a r á en desaparecer; s in embargo, no podré i s o í r l e .

Proseguimos nuestra vis i ta , que t e r m i n ó en la sala de m ú s i c a . E n c o n t r á b a n s e en ella una j ó v e n y dos hombres de edad madura .

—Esos son otros artistas,—dijo el d o c t o r . — ¡ Q u é l á s t i m a que J e r ó n i m o no pueda venir! I n t e n t é m o s l o , no obstante.

Acto continuo fueron en su busca. P r e s e n t ó s e a l fin; sns piernas se doblegaban y su v i s ­

ta p a r e c í a hallarse turbada. Colocóse d e t r á s de la mujer, que estaba sentada ante el piano, y dió comienzo el cuar ­teto. Todo esfuerzo fué i nú t i l .

Las manos del pobre Paganini temblaban, y el arco no podía dar con las cuerdas.

No c o n f i á b a m o s o í r l e , cuando de pronto dió comienzo el solo de v i o l i n . L a mirada del a r t i s ta se m o s t r ó e n t ó n ­eos m á s firme, su brazo m á s dócil , los ojos leyeron las notas, el ins t rumento produjo los sonidos correspondien­tes, y la e jecución fué afinada, si no perfecta.

— ¡Muy bien, J e r ó n i m o , muy b i e n ! - - e x c l a m ó el doctor. —Estoy sumamente satisfecho.

—Me alegro inf in i to . Sacadrne de aqu í , me siento mejor, pero tengo necesidad de descanso.

Briere de Beaumont vis i tó en 1859 el asilo de Senavra, en las inmediaciones de M i l á n .

I n t r o d u j é r o n l e en una espaciosa sala consagrada á los ejercicios musicales, y en la que se hal laban doce l o ­cos entregados á sus preocupaciones ordinarias . Pero á la p r imera s e ñ a l del maestro, á la p r imera ind icac ión de la ba tu ta , los rostros se reanimaron, los ojos se fijaron en las notas, y resonaron en la sala los sonidos produci­dos por la r e u n i ó n de cinco flautas, seis cornetines y c i n ­co trombones.

E r a una orquesta en ex t remo s ingular . Pero, ¡qué diantre! ¡ t r a t á n d o s e de locos!

En el asilo de Mont-de-Vergnes (Vancluse), un M é d i ­co, d e s p u é s de haber vencido no pocas dificultades, l o ­g r ó , merced a l e s t í m u l o y á las lisonjeras palabras p r o ­digadas á los enfermos, organizar coros de 16 á 20 voces, y hacer cantar piezas compuestas de tres partes.

En o t ro asilo, Br iere de Beaumont oyó una orquesta formada por t re in ta ejocutantes, todos ellos ep i l ép t i cos , locos, imbéc i l es , convalecientes, etc.

Estos enfermos h a b í a n aprendido á leer m ú s i c a des­pués de su entrada en el establecimiento, y uno de ellos sólo hac í a dos meses que se dedicaba al estudio del arte .

Los pe r iód icos han dado cuenta de lo que se practica en los manicomios de P a r í s y de sus alrededores. En l a Salpetriere se dan bailes y conciertos á fin de impresio­nar agradablemente á los enfermos. En el Hospicio a l sa -ciano a s i s t í el 15 de Agosto á unos fuegos art if iciales disparados en el patio en presencia de los locos, que acu­dieron á la fiesla, y se por taron como espectadores aten­tos y t ranqui los .

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A pesar del é x i t o de Aversa , no pretendo que se les quiten de las manos las azadas y los ras t r i l los para sus­t i t u i r l o s por violines, flautas ó clarinetes, por m á s que una cosa no deba ser obs t ácu lo para la o t ra .

L a impor tanc ia de la m ú s i c a en el t ra tamiento de la e n a j e n a c i ó n mental es incontestable, y con g r a n verdad te rmina el Sr. Sou!a su Memoria con estas palabras:

«Se ha formado una especie de l iga human i t a r i a para acudir en aux i l i o de los pacientes y proporcionarles go­ces que la naturaleza les ha negado. Deben proseguirse tan nobles esfuerzos, y hacer penetrar la vida al l í donde parece haberse ext inguido; Analmente, debemos hacer de estos asilos casas de refugio llenas de distracciones y de consuelos, y no claustros aislados del mundo y privados de luz, en las paredes de las cuales nos asaltan tentacio­nes de escribir el famoso Laseiate ogni spemnza del Dante.» ,

* * B o l e t í n bibliográfico.

E l eólera y su tratamiento, por D . T . M a r t í n e z Cobos, Médico epidemiologista y ex-pr imer Médico de la a r m a ­da. Madr id , 1883. Precio: una peseta.

* * +

E l p r o t ó x i d o de ázoe {gas hi larante) . L a verdad sobre su empleo eomo el anestésico másHnofensioo en las opera­ciones q u i r ú r g i c a s , por D. Gui l lermo O. T incker , dentista nor te-americano. Este folleto se distr ibuye g r a t u i t a ­mente.

* * Biblioteca económica de la «Revista de Medieina y C i -

ru j í a p r á c t i c a s » . Cuaderno de Octubre. Tres pesetas. E n este cuaderno ha comenzado la pub l i cac ión d é l a

notable obra del Dr . Erichsen, Ciencia y arte de la C i ru j i a . (Octava ed i c ión ) .

Galantemente dedicadas por su autor, el Dr . L . Som-ma, de I t a l i a , hemos recibido las siguientes obras:

Sulfrotere abortivo del virus vaccinieo. Della neeess i t tá d i una r i f o r m a nella terapia delle ma-

lattie dei bambini. Sulla i t t e r iz ia dei neonaii . Su d i una f o r m a morbosa artieolare per sifilide eredi-

t a r i a . S u aleune malat t ie della bocea poco note nella p r i m a

in f anz i a . Contributo al ia pa to logía é terapia del penflgo dei neo-

n a t i . Annunz ia ta d i Napol i (sumario de un t r imes t re del

a ñ o 1874). Clinica p e d i á t r i c a deW ospizio deW Annuneiata d i Na ­

pol i (dos cursos escolares, 1875 j 1876). E l nombre del dist inguido p a i d ó p a t a i ta l iano nos re­

leva de todo elogio. E l Dr . Somma es un especialista conocido de todo el

'•mundo científ ico, y sus trabajos, eminentemente p r á c t i ­cos, e n s e ñ a n mucho.

* * Tratamiento del crup y angina d i f t é r ica , por D. F. G ó ­

mez de la Mala . Cuaderno segundo.

L a sordera y su curac ión , por D. Federico Gómez da la Mata . Obra i lus t rada con grabados. Precio: nueve pose-tas en Madr id y diez fuera. Los suscritores de Los A v i ­

sos la p o d r á n adquir i r por seis y siete pesetas respecti­vamente.

* - . + * E l secreto del cadalso.

Así se t i tu la una n a r r a c i ó n verdaderamente pa lp i t an ­te, de i n t e r é s , que ha publicado en Le F í g a r o el conde de Vil l i e r s de l ' Isle Adam.

T ra t a el a r t í c u l o de l a e jecución efectuada en P a r í s el 9 de Junio de 1864. El sentenciado á muerte era e l doctor Edmond- Des i r é Couty de la Pommerais , convicto de ha­ber envenenado lentamente con d ig i ta l ina á una s e ñ o r a amiga suya, madama de Pauw, con el fin de heredarla.

P u s i é r o n s e vanamente en juego las influencias de que d i spon ía por su posic ión social el Dr . L a Pommerais para obtener el indulto, y cuatro d í a s á n t e s de ser g u i l l o t i n a ­do se presente en la celda del preso el famoso cirujano Armaud Velpeau y tuvo con él un s i n g u l a r í s i m o d i á l o g o .

E l recien llegado se c e r c i o r ó de la excepcional sangre fría de su c r i m i n a l colega, y pasó d e s p u é s á t r a t a r con el mismo de las observaciones obtenidas por la ciencia en los decapitados.

El D r . L a Pommerais formuló él mismo su parecer en estos t é r m i n o s :

—Los ó r g a n o s de la memor ia y de la voluntad (si en el hombre e s t á n circunscritos á los mismos lóbulos que el perro, v . g r . ) , esos ó r g a n o s , dec í a , «la cuchi l la a l caer los r e s p e t a . »

A c u é r d e s e V . de l a cabeza de aquel mar inero que en la c l ín ica de Brest , «ho ra y c u a r t o » d e s p u é s de la deca­p i t ac ión , p a r t i ó por medio con un movimiento de m a n d í ­bu la s ,—«ta l vez» voluntar io ,—un lápiz que t e n í a en la boca.

No acudiendo, entre m i l , á otro ejemplo, el caso es sa­ber si fué el «yo» de aquel hombre el que i m p r e s i o n ó ios m ú s c u l o s de aquella cabeza « e x a n g ü e » . ¿Quién puede sa­berlo? Yo , s in duda, á n t e s de ocho d ías , lo h a b r é sabido.-, y olvidado.

—De V , depende, qu izá , el que la humanidad adquiera para siempre idea fija sobre este a s u n t o — r e s p o n d i ó l en ­tamente el D r . Velpeau, fijando los ojos en los de su i n ­ter locutor .—Y, hablemos francamente, para esto he ve­nido. '

E n t ó n c e s el s áb io Médico , con algunos circunloquios y detenidas explicaciones, no sin manifestar recelo de que La Pommerais no se prestara á realizar el experimento que, á nombre de una c o m i s i ó n de profesores eminen tes de la Facul tad, le v e n í a á proponer, le a s e g u r ó , con la misma gravedad y sangre fría con que h a b í a hablado hasta e n t ó n c e s , que de ja r í a un nombre cuya g lo r i a c i en ­tífica b o r r a r í a para siempre el recuerdo de su flaqueza social.

— ¡ A h í — m u r m u r ó L a Pommerais , l ívido, pero con la sonrisa de un hombre r e sue ! to :—¡ah , empiezo á compren­der! Verdaderamente, s e g ú n Michelot refiere, los sup l i ­cios nos revelaron el f enómeno de l a d iges t ión .—¿Y de q u é clase ha de ser el experimento? ¿ S a c u d i d a s g a l v á n i ­cas? ¿ I n c i t a c i o n e s del ci l iario? ¿ Inyecc iones de sangre ar­t e r i a l ?—¡Nada de esto es concluyentel

—Ocioso es decir—repuso Velpeau—que una vez ter­minada l a t r is te ceremonia, los restos de V . d e s c a n s a r á n en paz bajo t i e r r a y que no los t o c a r á escalpelo alguno. ¡No! Pero al caer la cuchi l la e s t a r ó yo al l í , frente á usted y jun to al aparato. Apenas caiga la cabeza de V . , p a s a r á de manos del verdugo á las m í a s . E n t ó n c e s — c o m o el ex ­perimento ha de resul tar definitivo y eér io por su misma sencillez—le g r i t a r é yo á V . al oido: «Sr . Couty de La Pommera i s , en recuerdo de lo que hemos convenido en

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LOS AVISOS.—PCMTEJOS, 6, MADRID. 507

vida, ¿puede V , «en este m o m e n t o » bajar «tres veces se­guidas» el p á r p a d o del ojo derecho y tener enterameme abierto el otro?» Si «en aquel m o m e n t o » , y cualesquiera que sean las d e m á s contracciones del rostro, puede usted con ese tr iple g u i ñ o darme á entender que me ha oido us­ted y me ha entendido el hecho b a s t a r á para i luminar la ciencia y t ras tornar nuestras convicciones. Yo , por lo d e m á s , io c o n t a r ó de modo que para lo futuro deje usted m á s bien la memoria de un h é r o e que la de un c r i m i n a l .

A l oir esto, el aludido q u e d ó a t ó n i t o y como petr i f ica­do; h a b l ó , en fin, dudando de la posibilidad del hecho, pe­ro dic iéndole a l doctor Velpeau que volviese el d ía mismo de la e jecuc ión . Llegó é s t e , y a l presentarse, s e g ú n lo convenido, el doctor La Pommerais , que estaba m u y p á ­lido, pero sereno, hablando con el c a p e l l á n , le dijo:

—He trabajado en el asunto. M i r e usted. Y durante la lectura de la sentencia tuvo cerrado el

p á r p a d o derecho, mirando fijamente con el ojo izquierdo al terr ible cirujano.

Velpeau se inc l inó profundamente y c a m b i ó un r á p i d o signo de intel igencia con el verdugo, que a c o m p a ñ a d o de sus ayudantes acababa de en t ra r .

Como muestra de la fortaleza de á n i m o del condenado, refiere el narrador de esta espantable h i s tor ia que a l cor­tarle el pelo no se n o t ó el f e n ó m e n o usual, que consiste en que «los cabellos encanecen visiblemente á medida que pasan las t i je ras .»

A l sal ir de l a pr is ión. L a Pommerais le dijo á Velpeau en voz baja:

— ¡ H a s t a ahora mismo—-y ad iós ! L l egó el tremendo instante . Era a l amanecer; h a b í a

un g e n t í o enorme en la plaza de la Roquete, donde se a l ­za el pa t íbu lo . Sobre é s t e descansaban, en oscuro, el sen­tenciado, el c a p e l l á n , el verdugo, sus ayudantes y el doctor.

A l sonar la p r imera campanada de l a hora que no ha­b ía de oir t e rminar , La Pommerais vió enfrente al s ingu­lar experimentador que, con una mano en el aparato de la gui l lo t ina , lo observaba. R e c o g i ó s e durante un segun­do y c e r r ó los ojos.

De pronto j u g ó el mecanismo, p a s ó el resplandor de la cuchi l la y s a c u d i ó un choque terr ible la plataforma. Los caballos de los soldados que cercaban el pa t í bu lo se en­cabri taron al aspirar el olor e l éc t r i co de la sangre, y a l eco, v ibrante a ú n , de la sacudida, y la cabeza ensangren­tada de la v í c t i m a palpitaba entre las manos impasibles del cirujano, i n u n d á n d o l e dedos, mangas y ropa, de rojas oleadas.

Velpeau se incl inó, s in perder momento, h á c i a aquel la cabeza, de una b lancura horr ib le , y a r t i c u l ó en el oido derecho la pregunta convenida.

Con ser tan impasible aquel hombre, como era, no pudo evitar un extremecimiento de pavor frío: «el p á r p a ­do derecho se bajaba; el ojo izquierdo, abierto completa­mente, le m i r a b a . »

—En nombre de Dios y de nuestro ser, dos veces m á s ese m o v i m i e n t o , — g r i t ó .

Las p e s t a ñ a s , como cediendo á un esfuerzo in ter ior , se separaron, pero el p á r p a d a ya no se a lzó . E l rostro q u e d á b a s e r a p i d í s i m a m e n t e helado, inmóvi l , r í g i d o . Todo h a b í a acabado.

E l doctor Velpeau e n t r e g ó a l ejecutor la cabeza del muerto, que a q u é l , s e g ú n costumbre, colocó en el cesto, entre las piernas del tronco, ya frío.

Nikelado.—Añadiendo ác ido benzoico á la so luc ión a l ­calina de la sal de n íke l , la adherencia de este metal sobre

el objeto que se quiere recubr i r , es tenaz, persistente y de b r i l lo m e t á l i c o . L a p r o p o r c i ó n de ác ido benzó ico es de uno á ocho gramos por l i t ro de so luc ión , pudiendo aquél reemplazarse por una de sus sales, el benzoato de n íke l , por ejemplo.

Para un b a ñ o de cuatro á cinco l i t ros , pueden emplear­se las siguientes fó rmulas :

Sulfato de n íke l 124 gramos. Ci t ra to de n í k e l 94 — Acido benzó ico 31 —

Pro toc lo ru ro de n í k e l . Ci t ra to de n í k e l . . . . Acetato de n í k e l . . . Fosfato de n í k e l . . . Acido b e n z ó i c o . . . .

gramos.

Sulfato de n í k e l . Ci t ra to de n í k e l . . Benzoato de n íke l . Acido b e n z ó i c o . .

62 62 62 62 31

93 gramos. 93 — 31 —

A n é c d o t a s .

U n o de los d i sc ípu los de Esquirol p e d í a á é s t e que í e s e ñ a l a r a un cr i ter io fijo para d i s t ingu i r el l í m i t e que se­para la r a z ó n de la locura. A l d ía siguiente Esquirol i n ­v i tó á comer á su d isc ípulo y á dos individuos m á s ; uno correcto en su apariencia y en su lenguaje, el otro muy locuaz, e n g r e í d o de s í mismo y de su porvenir . T e r m i n a ­da la comida, quedaron solos maestro y d i s c ípu lo , y el maestro le dijo: Usted ha comido con un loco y un i n ­dividuo sano; ¿puede usted contestarse á la pregunta que me hizo ayer?—¡Oh! el problema no es difícil, c o n t e s t ó el d i sc ípu lo ; el hombre sano era el dis t inguido, el correcto en su lenguaje; el otro es un tonto que ha debido ser en­cerrado en una casa de locos. Su equ ivocac ión es g r a n ­d í s i m a , c o n t e s t ó Esquirol ; el que V . toma por s áb io se cree el Padre de Dios, y afecta en sus maneras las r e ­servas y la dignidad que cree pertenecer á su pos ic ión; es, en una palabra , un enfermo de Charenton. El otro jóven que V . ha tomado por un tonto es uno de los m á s i lustres autores franceses, es M . deBalzac.

* * Hace 50 a ñ o s no eran tan numerosos como lo son hoy

los procedimientos para operar la catarata . Tan sólo h a b í a cuat ro: el abaisement, adoptado por Dupuyt ren ; la ea?íraccíon, adoptada por Roux ; la rec l inac ión y la dis~ cis ión.

Cierto d í a se p r e s e n t ó una anciana en casa del s e ñ o r L is f ranc á que le operase los ojos. Este cirujano la exa­m i n ó atentamente, y le p r e g u n t ó si h a b í a sufrido muchas operaciones.

— D o s — c o n t e s t ó l e la anciana. —¿Y p o d r é i s d e c i r m e — a ñ a d i ó L i s f r a n c — q u é procedi­

mientos se han ensayado? | Perfectamente, caballero; Dupuyt ren me o p e r ó por

amusement y Roux por d i s t r acc ión . •—Entónces—dijo Lisfranc—puesto que el amusement j

la d i s t r acc ión no han dado resultados, voy á operaros por linelinaeionlW

U n caballero l l ama en casa de su módico , que acaba de ceder su clientela á una doctora.

— ¡ P r o n t o — g r i t a á la criada—rogad a l doctor que venga á m i casal

—Es imposible en este momento, caballero. —Es que m i mujer e s t á de parto. —¡Y el doctor t a m b i é n ! — r e p l i c a la muchacha.

Dió un loco en la s ingular m a n í a de no querer a l imen­tarse por creerse difunto No sabiendo el méd ico á q u é recurso apelar, se vistió con una morta ja , m e t i é n d o s e en la h a b i t a c i ó n del enajenado. Sorprendido é s t e por ta l v i ­sita, p r e g u n t ó a l instante:

—¿Quién eres? —Un difunto que viene á hablar contigo un rato, como

c o m p a ñ e r o s que somos.

Page 12: Núm 32. Madrid 20 de Noviembre de 1883» Año VII ¥IS0S

508 LOS AVISOS.—PONTE JOS, tf, MADRID.

Contento el loco porque le s iguieran la corriente, con­v e r s ó animadamente con el doctor, el cual, al poco ra to , l l amó y pidió de comer.

Admirado el demente, le dijo: —Pues q u é ¿comen los muertos? — ¡Ya lo creo! ¿No comen los vivos para no dejar de ser

vivos? —Es cierto. —Pues t a m b i é n comen los difuntos para no dejar de

ser difuntos. —¡Cal la! ¡Pues es verdad! dijo asombrado por t a l razo­

namiento el loco; comeremos e n t ó n c e s , y gracias por el aviso; pues si me descuido dejo de ser difunto

V A C A N T E S .

Se hal la vacante la plaza de Médico-Ci ru jano t i tu la r de esta v i l l a , dotada anualmente con 997 pesetas, pagadas por t r imestres vencidos, por la asistencia á 80 familias pobres.

Los que deseen obtener dicha plaza, doctores ó l icen­ciados en Medicina y ( i r u j í a , con ocho a ñ o s por lo m é n o s de p r á c t i c a , d i r i g i r á n á esta a l c a l d í a sus solicitudes hasta el d ía 20 del presente, en cuyo d í a se p r o v e e r á la plaza.

Paracuellos dé Jarama, 1.° de Noviembre de 1883. —Hago saber; que por renuncia del que l a d e s e m p e ñ a ­

ba, se ha l la vacante la plaza de facultat ivo t i t u l a r de esta v i l l a , dotada con el sueldo anual de 3.100 pesetas, pagadas de los fondos municipales por mensualidades vencidas.

Y habiendo la c o r p o r a c i ó n de m i presidencia acorda­do se provea en propiedad, se publica esta vacante para que dentro del t é r m i n o de t re in ta d í a s , contados desde el en que aparezca inserto este anuncio en el Bole t ín ofleial y Gaceta de M a d r i d , presenten los aspirantes sus sol ic i ­tudes en la S e c r e t a r í a de esta Municipal idad, a c o m p a ñ a ­das de los documentos necesarios.

Y para que llegue á conocimiento de todos, se fija el presente en Velez Benaudalla, á 31 de Octubre de 1883.

—Por haber espirado el contra to que h a b í a con el M é ­dico-Cirujano t i tu la r de esta vi l la , se halla vacante l a plaza que d e s e m p e ñ a b a , dotada con el haber anual de 750 pesetas, pagadas de los fondos municipales por t r imes­tres vencidos, por la asistencia á los vecinos pobres de esta pob lac ión .

En su v i r t u d , y con el fin de proveer dicha plaza con sujeción al reglamento de 24 de Octubre de 1873, los sol i ­citantes, dentro del t é r m i n o de t re in ta d í a s , p r e s e n t a r á n sus solicitudes documentadas en esta S e c r e t a r í a .

Hoya Gonzalo 2 de Noviembre de 1883. —Se ha l la vacante la plaza de Médico t i tu la r de esta

v i l l a , dotada con el sueldo anual de 625 pesetas, pagadas de los fondos municipales por tr imestres vencidos, por la asistencia facultat iva á 60 familias pobres que anualmen­te se d e s i g n a r á n , los acogidos en el hospital , los e x p ó s i ­tos y los enfermos pobres t r a n s e ú n t e s . L a d u r a c i ó n de{ contra to s e r á diez a ñ o s .

l o s aspirantes á dicha plaza d i r i g i r á n sus solicitudes documentadas á esta Alca ld ía en el t é r m i n o de quince d í a s .

Benabarre 28 de Octubre de 1883. —La de Médico-Ci ru jano de Traspinedo (Valladolid) .

D o t a c i ó n 500 pesetas por la asistencia á 30 familias po­bres. Las solicitudes hasta el 24 de Noviembre.

—Dos plazas de profesor c l ín ico de la Facultad de Me­dicina de la Universidad de Granada, dotadas cada una con 1.500 pesetas, las cuales han de proveerse por oposi­ción en la forma prevenida en la real orden de 6 de Octu­bre de 1852, entre los e s p a ñ o l e s , Doctores ó Licenciados en Medicina y Ciruj ía y de buena conducta rel igiosa y mora l . Los ejercicios s e r á n dos: consistiendo el pr imero en la expos ic ión de l a his tor ia m é d i c a completa de un en­fermo, y el segundo en pract icar una o p e r a c i ó n en el ca­d á v e r . Las instancias se p r e s e n t a r á n en la S e c r e t a r í a ge­neral de aquella Univers idad hasta las cuatro do la tarde del 6 de Diciembre.

—La de Médico-Ci ru jano de Roquetas. Do tac ión 975 pe­setas por la asistencia á las famil ias pobres. Las solici tu­des hasta el 27 de Noviembre.

—La de Médico-Ci ru jano de Terrinches (Ciudad-Real). Dotac ión 500 pesetas por la asistencia á unas 50 familias pobres. Las igualas con los vecinos pudientes se ca lcu­lan en unas 1.600 pesetas. Las solicitudes hasta el 29 de Noviembre.

—La de Méd i co -C i ru j an o de M a t a de A r m u ñ a (Sala­manca). Dotac ión 200 pesetas por la asistencia á 15 f a m i ­l ias pobres. Las solicitudes hasta el 15 de Noviembre.

—La de M é d i c o - C i r u j a n o de V i ü a f u e r t e s , Burgos, del ayuntamiento de Vi l lagomez (Burgos). Dotac ión 25 pese-

! tas por la asistencia á las famil ias pobres y 120 fanegas i de t r igo y casa para v i v i r por la asistencia á los vecinos | pudientes. Las solicitudes hasta el 20 de Noviembre a l

alcalde D. An to l in L ó p e z .

SBOOIOlSr DE ANUNCIOS POCION RECONSTITUYENTE

DE

ACEITE HIGADO BACALAO preparada por el

Doctor Font y M a r t i .

Hacer desaparecer los inconvenientes de la administración del «Aceite de higa -do de bacalao,» ha sido el objeto de esla breparacion, habiéndolo conseguido de tal modo, que sin perder ninguna de sns propiedades se hace tolerable hasta por ios estómagos más delicados, reuniendo la ventaja de poderlo asociar, no sólo á uno de los mejores compuestos de hierro qua es sin dada algnna al «K duro-ferro­so,» sino también á la «quina» y al «!ac-to~fosfatode cal, creosota, bromuro y io-dnro potásico, etc.» Precio: con «hierro y quino,» 4é rs.; con «lacto-fosfato de cal» 20 rs., con creosota 20 rs., bromuro.

| BOTICA. Í So vende ó arrienda una oficina de i farmacia en Arjona, provincia de Jaén, i por tener dos su dueño. Pormenores, don i Bartolomé Sepíz, médico de dicho punto.

MÉDICO. I Se halla vacante la plaza de Médico-j Cirujano de Rapariegos, provincia de Sc-j govía, que dista una hora de la. estación i de Arévalo, dotada con la asignación de i mi l quinientas pesetas, cobrando desde I 4.° del actual al 30 de Setiembre de cada

nn año, y pagadas en dos plazo.', Marzo y Setiembre, casa grátis, combustible del país, por asistir á sesenta familias y los partos a p a ñ e , pudiendo hacer igualas on las poblaciones inmediatas. Solicitudes hasta el 28 del actual á D. Federico Rome­ro en dicho pueblo.

BUENA PROPORCION. Se vende una botica sola en un pueblo

de la costa cantábiica, que despacha m'is de treinta mil reales. Da razón D. P. Fer­nandez Izquierdo, Pontejos, íi, botica, Madrid.

V E N T A de una oficina de Farmacia en el pueblo de Renedo de Piélagos, provincia de San­tander. Dará razón dé las condiciones el farmacéutico de dicho pueblo.

REGENTE. Se necesita un regente para una far­

macia. Dará razón Doña Dolores Puig, provincia de Ciudad-Real, Yiilanueva de la Fuente. *

TOPICO ROMEO. El único que positivamente cura en

dos horas los

A l e j a n d r i n a s v e r m í f u g a s

de Pérez del Molino, Torrelacega, Premia­do en la Exponte ion farmacéutica.

Cada una se vende á rea l y se remiten por el correo seis alejandrinas por ocho reales.

y evita la formación de ulceraciones pe­ligrosas, ü reales frasco en todas las far­macias y droguerías de Espuña.

Depositarios en Madrid: Sres Hijos de Ulzunum, Fernandez Izquierdo y Mel­chor García. A los Sres. Farmacéuticos se hace el descuento de 2 rs. on cada frasco.

Page 13: Núm 32. Madrid 20 de Noviembre de 1883» Año VII ¥IS0S

LOb A V I S O S . - P O N T E J O S , 6, MADRID. 509

DEPOSITO DE C í m S DE CARTON Y ¡VIftDERft P A R A F A R M A C I A S .

JOSE CANTO Y VÍLAPLANA.

Precio de las cajas de cartón.

Série A para pildoras. Clase ordinaria del 1 al 5, 1 peseta el 100. Série B para pildoras. . . números 1 al 6

Clase ordinaria el -100 pías. Medio fina Filete fino Filete oro

-1,50 2 » 2,70 4 »

-MO 4.50 2 » 3,50

i,20 1,70 2,20

1,25 1,9-0 2,50 4,50

1,60 2,20 2,70 4,70

1,75 2 50 3,20 5,20

2 » 2,75 3,50 5,60

Série E y F para papeles.

Clase ordinaria el 100 pías. Medio fina. . . . . . . Filete fino. Filete oro

números 1 al 6

2,75 3,50 4 » 5 »

1.

2 » 2,50 2,-60 3 »

2.

2,25 2,90 3,20

3.

2,50 3,25 4 » 4,50

4.

3 » 4 » 4,50 5 i

3,50 4,50 5,25 6 »

7 »

Esta casa tiene además un completo surtido de cajas de cartón y madera de dis­tintas forinas y tamaños; depósito de Agua de Azahar y de rosas, tapones de corcho de todos tamaños de 3 á 50 pesetas el millar. Se facilita á los Sres. Farmacéuticos de lac fábricas de los Sres. O. Guignard y S. Neveu, y A. B. Clarin, de París, cuantos productos químicos, específicos y accesorios de farmacias necesiten.

22, PASEO DEL PRADO, 22, MADRID.

Diarrea, disenteria, curadas por las p i l ­doras de Arándano.—Siendo ya tan cono-sidos los resultados de estas pildoras por la mayor parte de los profesores de Medi­cina, nos limitamos á recordarles que en los casos de diarrea aguda ó crónica en que no hayan obtenido resultado con el cocimiento blanco,, diascordio, etc., no

olviden nuestra preparación con la que basta dos ó tres dias de tratamiento y do tres á cinco pildoras dianas, para obte­ner una curacian completa. Caja 14 rs.; ge remite por correo por 2 reales más, di rigiéndose á su autor, Ruda, 14, Madrid, farmacia de Pérez Negro ó Izquierdo, Pontejos, (».

COMPENDIO de Historia da las Ciencias médicas ex­tractado de las obras de Rencuard, Her­nández Morejon, Hoefer y Cap, por el Dr. L. A. para la asignatura del doctorado de medicina y farmacia. Sa vende á 3 pe­setas y so remite certificado por 14 reales, y a los suscritores de Los Avisos 6 rs. y se remite por 8 rs. Madrid, Pontejos, 6, botica.

E L QUE NECESITE de un profesor veterinario para el des­empeño de dicho cargo en una yeguada ó bien para regentar en un establecimiento de Veterinaria en cualquier punto de la Penínsala, puede diiigirse á D Fernando de Castro, profesor de cirugía, por Saha-gua de Campos (provincia de Palencia), en Arenillas da Valderaduey, el cual dará razón mandando un franco para contestar.

MTIM BALSÁMICA PRODIGIOSA INVENTADA POR

JOSÉ MARÍA DÍAZ Registrador de la propiedad jubilado, vecino

de Puente del Arzobispo, provincia de To­ledo.

Frasco do 30 gramos 10 reales, y de 60 gramos 20 reales - j^Sste especifico, probado en multitud de casos en los anos que hace se descubrió, es un soberano antipútrido, cicatrizante y poderoso sedante, conteniendo pronta­mente las hemorragias.

i B A J E A S , E L I X I R Y J A R A B E DB

ierro del DrRabuteau Laureado del Instituto de Fmücla

Los numerosos estudios hechos por los sabios más distinguidos de nuestra época, dejaron comprobado que las Preparac iones de H i e r r o del Dr R a b u -teau son superiores á todos los d e m á s F e r r u ­ginosos, para el tratamiento de las siguientes en­fermedades: la Clorosis, Anemia, Colores, Pál idos , Pérd idas , Debilidad, Estenuacion, Convalescencia, De­bilidad de los niños, y para todas aquellas que recono­cen por causa el empobrecimiento de la sangre.

L a s G r a j e a s del D*1 R a b u t e a u no ennegrecen los dientes, son de fácil digestión aún para los estó­magos mas débiles, no causan constipaciones: se tomarán 2 Grajeas por la mañana y por la noche al principio de la comida.

E l E l i x i r del D r R a b u t e a u se recomienda á las personas cuyas funciones digestivas tienen necesidad de ser restablecidas ó estimuladas: Una cepita lico­rera por la mañana y por la noche, después de cada comida.

J a r a b e del D r R a b u t e a u : Especialmente desti­nado para los niños.

E l tratamiento ferruginoso por medio de las G r a ­jeas del Dr R a b u t e a u es muy económico : casi no ocasiona gasto.

En PARIS, CLIN 4 C", ^ S i 1 y en todas las farmacias.

CAPSULAS Y GRAJEAS De Bromuro de Alcanfor

Del Doctor C l i n LAUREADO DE LA FACULTAD DE PARIS

( P R E M I O M O N T Y O N )

Estas preparaciones se hallan indicadas cuando se desea producir una sedación enérjica sobre el sistema circulatorio y sobretodo en el sistema nervioso cerebro espinal.

Constituyen un antiespasmódico y un hypnótico de los mas eficaces. (Gazette des HopitauxJ.

Las C á p s u l a s y las G r a j e a s del Dr Glin,de Bro­muro de Alcanfor, se emplean en las Enfermedades nerviosas, del Cerebro, las afecciones del Corazón y de las Fias respiratorias y en los siguientes casos: Asma, Insomnio, Tos nerviosa. Pasmos, Palpitaciones, Tos ferina. Epilepsia, Histeria, Convulsiones, Vértigos, Aturdimiento, Alucinaciones, Jaqueca, Enfermedades de la vejiga y de las Fias urinarias y para calmar las oscitaciones de cualquiera clase.

Estas son las C á p s u l a s y G r a j e a s del D r C l i n , de Bromuro de Alcanfor, que han sido esperimentadas en los HospitalesdeParis. {Union Medícale).

Las C á p s u l a s del D ' C l i n encierran 0.20 cent. Las G r a j e s a del D ' C l i n — 0.10 —

Bromuro de Alcanfor.

NOTA. — Las C á p s u l a s del D ' C l in , son de cascara muy delgada de Gluten, se deshacen muy rápidamente en el estómcf^o, deben ser empleadas sobretodo en un tratamicnio largo y cuando sea conveniente administrar el Bromuro de Alcanfor ú dósi.t elevada.

En PARIS, CLIN & C'*, y en todas las farmacias.

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510 LOS AVISOS.—PONTBJOS, O í MADRID.

R O T U L A T A F A R M A C E U T I C A C I E N T I F I C A por D . Ricardo Torres Valle, premia­

da con medalla de plata en la Expo­sición F a r m a c é u t i c a Nacional de 1882, y por los i lustrados Colegios de M a d r i d y Barcelona.

Adoptada ya nuestra rotúlate por la generalidad de los farmacéuticos españo­les, abrigamos la creencia de que muy pronto ha de sustituir por completo á las usadas hasta ahora en nuestras oficinas, que no responden á ninguna necesidad práctica.

Consta iíe 800 etiquetas con rótulo y 400 en blanco, conteniendo en cada una de ellas el nombre de la sustancia, fór­mula química, procedencia, modus fa -ciendi de las preparaciones simples, si­nonimia, acción terapéutica, uso, precio y alguna otra observación digna de tener­se en cuenta. Las sustancias peligrosas llevan además un distintivo en sitio bien visible de la etiqueta, é indicación de la dósis máxima cuando se emplean al inte­rior.

Para más detalles, véase el prospecto y pídanse muestras.

Deseando que á pesar de sus condi­ciones excepcionales, resulte aún más económica que las que actualmente se usan, hemos fijado los siguientes precios:

En negro, 20 pesetas. En negro y oro, 27'50. En oro, azul, rojo y negro,'32'5a.

Cualquiera de las tres clases, perfecta­mente charolada, aumenta 2'50 pesetas.

Todo podido ha de ir precisamente acompañado de su importe en libranzas del Giro Mutuo, con exclusión de toda cla­se de sellos, y se remiten certificados, pari evitar extravíos, cargando una peseta má« para los gastos.

Los pedidos se dirigirán á la Oficina de Farmacia del autor. Abada, 22, Madrid, siendo servidos á vuelta de correo.

VACUNA INMEJORABLE del Instituto de vacunación directa de

l a ternera, dirigido por l ) . Gerónimo Balaguer, calle de las Hileras, n ú ­mero 8, bajo. Reformado con arreglo á los ade­

lantos científicos, cuenta ya una lar­ga existencia.

Venta de vacuna de ternera: Por un tubo 4 pesetas, por un cristal 10 reales; por 2 rs, más se remite por el correo y por 4 rs. más se remite certificado desde 1 á 6 tubos ó cris­tales por D. Pablo Fernandez Iz-qui-ordo, Madrid, Ponteaos, 6, bo­tica.

LA B0URB0ULEÍ (Puy-de-nónae) F R A N C I A .

kGDi IINÍRAL, MiraMIKNTl BC0N8IIIIITIHIS (Clorurada sódica, bicarbonatada, arunieal]

t milligr. de ineniato de Mía, por litro) (De medio Taso & tres rasos al cUa\

durante 6 antas da las comidas. Regenera los niños endebles y laal

(personas áehniladas.Afecciones de 2a] wíel y vias respiratorias. Empleo/ /usual como bebida ó gargarismos,'

JKMOFDLASf FIEBRES «TERMITEIITE

Madrid, por mayor, Agencia Franco-hispano portuguesa, Sordo, 31. Pormenor S, Ocaña, Ga roerá, Ortega, y botica Ma­yor, 93.

I Á T M E T T E - P E B H E T Pepsina Vegetal sacana m Carica Papaya

E n f e r m e d a d e s del e s t ó m a g o , G a s t r i t i s , G a s t r a l g i a s , Diarreas ¡ c r ó n i c a s , V ó m i t o s de los n i ñ o s , A n e m i a , G l ó r o s i s , etc.

Tomar, d e s p u é s de cada comida, un S E L L O M E D I C I N A L 6 un» cucharada grande de V I N O , J A R A B E , ó E L I X I R .

Yenti por mayon, T R O U E T T E - P E R R E T , 163 y 165, Rae Saiat-AntoiM, PARIS \ IXI6IR El SELLO BEL GOBIERNO FRANCÉS. — Deposito en todas las Fonnacias.

PILDORAS CONTRA U

E P I L E P S I A , llamada vulgarmente mal de San Pau,

Una de las enfermedades de más fu­nestos accidentes y que afligen con fre­cuencia á la humanidad, es la epilepsia.

En todos los países y en todos los tem­peramentos menudean los casos de enfer­medades nerviosas; y la que nos ocupa es bastante común.

La larga lista de medicamentos que se han preconizado y abandonado sucesiva­mente, es la patente muestra de la impo­tencia terapéutica de la mayor parte de ellos. Una experiencia de más de 18 años, me permite asegurar, empero, los buenos efectos que he obtenido con el uso de las PILDORAS, que multitud de personas suma­mente agradecidas nae han ensalzado é instigado á hacerlas más públicas para servir de alivio á aquellos que, en la con­vicción de haberlo apurado todo, ven fa­llidas sus más halagüeñas esperanzas de curación.

Por muy arraigado que esté, por muy crónico que sea el padecimiento, puedo afirmar que bastan dos cajas para que desaparezca completamente, procurando evitar las causas predisponentes, como son el cansancio, las incomodidadej, los sustos, que con su persistente acción po­drían atenuar la notoria y benéfica de mi verdadero específico.

Con uno de sus componentes, según expresión de algunos facultativos, basta­ría para que los pacientes notaran posi­tiva mejoría; y el conjunto de ellos debi­damente combinados, logra una curación real que no consigue cuanto con más ó ménos pompa háse aconsejado hasta el dia. Acudid, pues, los que sufráis tal en­fermedad y encontrareis lo que deseáis, alivio notabilísimo, cuando no curación completa.

(7sos.—Tómese cuatro pildoras por la mañana en el intervalo de dos horas.

Precio de cada caja, 20 reales; y se re­miten por el correo certificadas por 4 reales más. Por mayor al autor D, Pedro Tarda, Cenia; Fernandez Izquierdo, Pon-tejos 6, botica, Madrid; Barcelona, Geno­va; Tortosa, Querol; Amposta, Escriba; Ulídecona, Salomón; Mataré, Vilardell.

PILDORAS OTHISTER1CAS. El histerismo que tan variadas formas

reviste, que tan á menudo es el escollo del médico y la desesperación de la pa­ciente, que frustra la mejores y más ali­ñadas medicaciones, poniendo en relieve la impotencia de la medicina en inmen­sidad d'e ocasiones, encuentra en no me­nor número de casos un verdadero y po­

sitivo específico en nuestras pildoras, que de tiempo inmemorial venimos usando siempre con éxito tan satisfactorio como creciente. Las llamaradas de calor, que tanto molestan á las enfermas que recor­riendo la superficie del cuerpo y la cara especialmente, revelan los trastornos de la inervación, vaso motriz, constituyendo una de las formas más comunes do la afecion, desaparecen con el uso de las pildoras antihistéricas del número 1: ó igualmente las formas convulsivas con ó sin bolo histérico que simulan ataques epilépticos y de índole distinta, ceden también como por encanto con el uso me­tódico de un par de cajas de las pildoras núm. 2.

P A S T I L L A S P E C T O R A L E S B A L S A M I C A S

D E P A N T I C O S A contra T O S E S y afecciones de

P E C H O y G A R G A N T A , Depósito general en España, Rios Her­

manos, Farmacia Central de Aragón, Za­ragoza, Coso, 33.

Caja 3 pesetas. En Madrid, Farmacias do D. Pablo Fernandez Izquierdo, Ponte-jos, 6. —D, José María Moreno, Mayor, 93. — D . Manuel Arribas, Jacometrezo, 32 y Ortega, León 13.

CONTRA CALENTORAS SIN RIVAL ó febrífugo infalible de Fernandez.

Cuartanas, tercianas y cotidia­nas, intermitentes rebeldes y benig­nas, curadas con las famosís imas y extraordinariamente eficaces PÍLDOBAS FEBRÍFUGO INFALIBLES de Fernandez Izquierdo, Madrid, ca­lle de Pontejos, n ú m . 6, y J. Fer­nandez, Calzada de Oropesa (To­ledo). Se toman trabajando y mo­jándose y comiendo, y el enfermo se repone pronto de las perdidas fuerzas, adquiriendo enseguida apetito. Cajas de 81 pildoras para rebeldes, 24 rs., y de 40 pildoras para benignas, 12 rs., y por 2 rea­les m á s se remiten desde Madrid por el autor. Se venden en todas las principales boticas y drogue­rías de España , pero asegurarse de la procedencia, y cuando haya duda, pedir dirctamento á los au­tores, quienes, de doce cajas en adelante, hacen notable rebaja y las remiten por correo. No tienen r iva l estas pildoras, conocidas y apreciadas en todo el mundo.

• • • • • • • • • • • • • • • • 8

Page 15: Núm 32. Madrid 20 de Noviembre de 1883» Año VII ¥IS0S

LOS AVISOS.—PONTE JOS, 6, MADMÜ. 511

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-B¡OS osn jo noo cpiA e| x? o^atiA ueq ouanui v\ gp 'sBjjañd se] B sopBooioo sonm ep pepmijui •saoijqiKOi sef ep B)9|dui00 UOTS -indxa «i vivá usoouoo 9s sop -Bjedajd SOJUKÍVO B eip Ao\\ sois -edns 'oíugtattoipaui {ap «peoga IB¡ «qanad sasera sojautrid sosi soi ^ SBpipuadxo s^feo OOQ

•vaoi-SHOiHawoi-vi p tioo

sosm m aa soidvaivs n

Medícameato qae cura la perineuraonia apizoótioa ea el ganado vacuno y se usa con éxito en toda España. Precio 7 pese­tas la botella. En San Vicente la Barquera su autor D. Maximino Rincón: Xorrela-vega, Pérez del Molino; Bilbao, Orive; Poles, Caviedes; Madrid, Fernandez I z ­quierdo, Pontajes, 6, botica. Se hace des­cuento á los farmacéuticos.

DEL

ILUSTRE COLEGIO D E FARMACÉUTICOS DE MADRID

para la tasación de medicamentos

Véndese esta obra, que for­ma un cuaderno en 4.° prolon­gado, á DIEZ reales ejemplar en esta Cdrte, y á DOCE si se ha de remitir certificada por el correo. Los que deseen además Tabla suelta para colocarla en cuadro, pueden adquirirla por UN reaL

Los pedidos se dirigirán, acompañados del importe, al Colegio de Farmacéuticos, calle de Santa Clara, 2, duplicado, bajo; á la portería de la Facul­tad de Farmacia: á esta redac­ción ó á las de la Farmacia Española y Semanario Farma­céutico', á las droguerías de U l -zurrun. Angulo y Compañía, 6 i la de los hijos de Ulzurrun, y por último, á la sucursal de VI, Casademunt, Bola, 12.

P O L V O S m i H E M O R R O I D A L E S del

DOCTOR FORGALLA preparados por el Dr. Vivas, Cort-Real, 17,

Gerona.— Caja •l'í rs., se remite certifica, da por 16 rs. Cada caja contiene 14 papeles, de los

que se toman uno por mañana y otro por tarde en cuanto se siente malestar, un pe­queño dolor en el ano ó aparezca alguna almorrana Están muy probados.

En Madrid, Pontejos, 6, botica.

" ü ñ s ü Í n t o d e l m i l a g r o DEL LD0 DOMINGO FKEIXINET.

De ut i l idad reconocida por la expe­riencia desde tiempo inmemorial para la curación radical de diviesos carbun clos, pús tu las malignas, pa ró t idas , tumores de las mamas, panadizos, abee-sos. cáncer, escrófulas, tumores l in fá t i ­cos, acuosos ó serosos, tumores s a n g u í ­neos, tumores enquistados ó lupias, heridas incisas. Ulceras, t iña , sarna, almorranas j sabañones ulcerados, et­cétera, de la farmacia de I ) . Domingo Freixinet y Berra, en Borja, provincia de Zaragoza, y en la de D, Pablo Fernandez Izquierdo, Madrid, á 2 reales bote pe­queño , 4 reales bote mediano y 8 reales bote grande E s t á de venta en ias p r i n ­cipales farmacias de España .

Su autor lo remite por correo á cualquier punto de España y extranjero.

- P K A C T I C a ~ Se necesita un dependiente en la far­

macia de D. Francisco Hernández, en Aguilar, provincia de Córdoba.

NEURALGIAS Pildoras del Dr Moussette

D e A C O N I TI NA y QUINIUM

Las P i l d o r a s de l D r Moussette calman ó curan la Jaqueca, la Ciática y las Neuralgias aún las más

rebeldes y que han resistido á otros tratamientos.

« L a acción sedativa que estas Pildoras ejercen en el aparato circulatorio sanguíneo, por el interme­diario de los nervios vaso-motores, indica su empleo en las Neuralgias de los trigéminos, Neuralgias conges­tivas, las afecciones reumatismales, dolorosas é infla­matorias. •»

E l primer día se tomaran 3 P i ldoras Moussette, 1 por la m a ñ a n a , 1 al mediodía y 1 por la noche.

E l segundo día, si no hubiere bastante alivio, se tomarán 4 P i ldoras Moussette : 2 por la mañana . 1 al medioda y 1 en la noche.

E l tercer dia, si fuere aún necesario elevar la dosis, se to rmarán 6 P i ldoras Moussette, 2 por la mañana , 2 al mediodía y 2 en la noche.

Para evitar las íalsificacíones exíjase las V e r d a ­deras P i ldoras Moussette de C L I N & O .

PARIS, CLIN & C>*, y en todas la$ Farmacias.

D E S A L I C I L A T O D E S O S A

D e l D o c t o r C l i n Laureado de la Facultad de P a r í s

( P R E M I O M O N T Y O N )

La S o l u c i ó n del D*" C l i n , de Sal ic i la to de Sosa, posee una eficacia incontestable en las Afecciones Reumáticas agudas y crónicas, en los Reumas que pro­vienen de la Gota, en los Dolores Articulares y Muscu­lares, y en fin siempre cuando se desea calmar los sufrimientos determinados por la diátesis reumática .

Para obtener todos los buenos efectos que debe procucir el Sa l ic i lato de Sosa es condición indis­pensable el tener un medicamento puro en lo abso­luto, inalterable, y de una dósís de todo rigor exacta. — La S o l u c i ó n del Dr C l i n , siempre idént ica en su composición y de un sabor agradable, permite admi­nistrar fácilmen te el Sa l ic i la to de Sosa , asi como de variarla dosis según las indicaciones que se presentan.

Esta solución, muy exactamente dosada, contiene :

2 gramos dr Salicilato de Sosa por cucharada común. 0,50centigr. — — por cucharada chica.

La S o l u c i ó n del D r C l i n se toma pura ó en un poco de agua al principio de la comida.

Se o b t e n d r á toda g a r a n t í a exigiendo l a firma de C l i n & C1», y en c a d a irasco l a Maraca de F á b r i c a que l l e v a L A M E D A L L A del P R E M I O de M O N T Y O N .

PARIS, CUS 4 C'" y en todas las Farmacias.

Page 16: Núm 32. Madrid 20 de Noviembre de 1883» Año VII ¥IS0S

512 LOS AVISOS.—PONTEJOS, 6, MADRID.

E S P A R A D R A P O S . R O L L O D E UN METRO POR 20 CENTÍMETROS.

Esparadrapo aglutinante común . . . . Id. de pez de Borgoña Id. de tapsia Id. confortativo de Vigo Id. id. id. y mercurio Id . de cantáridas . Id. de cicuta Id. de contraroturas . Id. estomaticon • . Id. de jabón Id. de ranas simple . Id. id. con mercurio Id. de sebo anodino Id. de diaquilon gomado Id. do belladona Id, estibiado (en sustitución de la pomada).

Rollo.

4 reales •7 » 7 8 9 8 8 9 8 8 8

10

i\2 Rollo.

21

EMPLASTOS.

1 kilo. Ii2 kilo.

10 16 20 16 20 28 16 16 20 14 14 16 16 14 16

6 9

11 8

11 16 9 9

12 8 8 9 9 8 9

Papel de tapsia, cantáridas y pez de Borgofia, al precio de los esparadrapos. Papel Fayard y Blayn perfeccionado, 4 rs . caja grande. Moscas de Milán, 4 rs. caja. Farmacia de A . Garci-Nuño, Sur, 2, Madrid.

SE VENDE LA BOTICA PARTIDO DE Birbadillo del Pez (Búrgos.) Dirigirs «

á D. Laureano Blanco, Médico de Salas de losInfantes.

p r a c t i c a n t e : . Se necesita uno de esmerada práctica

y buenos informes; será preftíñdo el que haya prácticado en capital de provincia, y dé buenas referencias de las últimas farmacias donde estuvo. Dirigirse con condiciones á D. Eduardo P. del Molino, farmacéutico, Torrelavega, (provincia de Santander).

" POLVOS ANTIGASTRALGICOS DE ROMEO,

contra las afecciones dolorosas del estó­mago, acedías, digestiones difíciles, vó­mitos, eructos, inapetencia, debilidad, etc.

8 pesetas paquete en todas las Farma­cias. Los señores farmacéuticos y drogue­ros dirigirán los pedidos á D, Melchor Gar­cía, Tetuan, 15, Madrid, y obtendrán el descuento de 5 reales en cada paquete.

GRAN CASA INDUSTRIAL DE

M O D E S T O C A S A D E M U N T D E B A R C E L O N A .

PREMIADA CON M E D A L L A DE ORO E N L A E X P O S I C I O N FARMACÉUTICA NACIONAL DE 1882.

Unica en España para la completa instalación y provisión de farmacias y laboratorios quími­co-farmacéuticos.

Vean los clientes de su sucursal en Madrid, calle de la Bola, 12, bajo, el nuevo y abundante surtido de grandes aparatos, alambiques, hornillos de muchas formas y para diferentes usos, boti­quines, pildoreros, baños-ruarías, prensas, soportes, peroles, esparadraperos, granataríos comple­tamente nuevos y otros muchos objetos para uso de la farmacia.

Visitando dicha sucursal les llamará también la atención el muestrario moderno de botámen y frasquería. con la nueva decoración tan celebrada y premiada ya en las dos Exposiciones que

ha expuesto, no solamente por su mérito, sino porque resulta más barata que la antigua. Y por último, véanse los nuevos presupuestos para farmacias desde 1.500 reales para arriba.

Sucursal: 12,—Bola, 12, bajos.—Madrid.

L A M E D I C A C I O N F O S F O R E A DEL DOCTOR POQUET.

J A R A B E D E F O S F A T O D E C A L G E L A T 1 S 0 S 0 , Aprobado por la Real Academia de Medici­na de Barcelona, por el ilustre Colegio de

Farmacéuticos y por la Academia Médico-Farmacéutica

Este nuevo jarabe es consiJerado por muchos médicos como e! mcdicamenfo más potente para curar la tisis, raquitis­mo, escrofulismo, debilidad, ünf'atismo y varias afecciones del pecho. Sustituyo al nceile de bacalao, y según dictamen déla Academia Médico-Farmacéutica, i «empla­za con ventaja á las soluciones de bifos-falo y clorhidro-fosfato de cal por lo de­fectuoso de tolerarle los niños y personas

débiles. Por indicación de varios faculta­tivos hemos preparado los siguientes jara­bes compuestos:

Jarabe de ácido fénico y fosfate de cal gelatinoso.

Jarabe de arseniato de sosa y fosfato de cal gelatinoso.

Jarabe de brea y fosfato de cal gelati­noso.

Jarabe de bálsamo de Tolú y fostato de cal gelatinoso.

Jarabe deeorlezas de naranjas amar­gas y fosfato de cal gelatinoso.

Jarabe de digital purpúrea y fosfato de cal gelatinoso.

Jt.rabe de morfina y fosfato do cal ge­latinoso.

Jarabe de proloyoduro de hierro y fos­fato de cal gelatinoso.

Jarabe de fosfato de cal, id. Jarabe de quina ferrugitioso y fosfato

de cal gelatinoso. Jarabe de savia de pino y fosfato de

cal gelatinoso. Jarabe de creosota de haya y fosfato

de cal gelatinoso. Jarabe de rábano yodado y fosfato de

cal gelatinoso. Jarabe de sub-nitrato de bismuto y

fosfato de cal gelatinoso. Jarabe de subnitrato da bismuto, co^

deina y fosfato de cal gelatinoso. Venta tn Madrid: Moreno Wiquel, Aro-

nal, 2, y Cambio Mutuo Español. En Bar-celorja: Dr. Poquet, Asalto, 28; y Sociedad Farmacéutica Española, Tallers, 22. Im portantes descuentos al por mayor.

Madirid; 1883.—Imprenta de Gregorio Juste, eslíe de Pizarro, 15, l?ajo.