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Suecia

No a la ViolenciaSuecia - Treinta Años de la Abolición del Castigo Físico

Oficina del Gobierno de Suecia

© Oficinas del Gobierno de Suecia y Save the Children Suecia 2009

Autor: Cecilia Modig

Grupo de referencia: Staffan Janson, Profesor de Pediatría Social en las Universidades de Karlstad y Orebro

Bodil Langberg, Secretario General de la Fundación Sueca Bienestar de la Infancia

Traducción: Greg McIvor, Diseño: Svensk Information, Ilustración: María Kask, Impresión: Edición 2009 S2009.030

Nota del editor

El uso de un lenguaje que no discrimine ni marque diferencias negativas entre hombres y mujeres o niños y niñas es una de las preocupaciones de Save the Children Suecia. Sin embargo, aún no hay un acuerdo lingüístico formal sobre cómo hacerlo.

Con el propósito de evitar la sobrecarga de texto al determinar la existencia de ambos sexos en la lengua española (por ejemplo: “los niños, las niñas, los y las adolescentes”), en esta publicación se ha optado por utilizar el masculino genérico en la mayoría de los casos, es decir: “los niños”, sobreentendiéndose que todas las menciones representan a ambos géneros.

3No a la Violencia – Suecia: Treinta Años de la Abolición del Castigo Físico

Nada me afecta tan profundamente como la violencia contra los niños. Afortunada-mente no estoy solo en esto: muchos de nosotros sentimos repugnancia y rabia al leer o escuchar acerca del abuso de menores. Pegarle a un niño es una traición. Es tam-bién emplear mal la responsabilidad como adultos y la ventaja física – la ventaja física que tenemos para proteger a nuestros niños, pero que se utiliza para hacerles daño.

Cuando un niño es golpeado, los golpes se graban en la piel y el alma. La ma-yoría de los niños se recuperan rápidamente de sus lesiones, pero en algunos casos las heridas nunca se curan y las cicatrices quedan para siempre.

En el pasado no era nada raro que los padres utilizaran el castigo corporal para disciplinar a sus hijos. Muchos de nosotros hemos visto la escena en la película Fanny y Alexander de Ingmar Bergman, donde Alexander es castigado por su padrastro – una perturbadora y brutal escena que es difícil mirar hacia otro lado. Esta retrata una realidad que muchos niños experimentaron en el pasado.

La violencia inflingida a los niños por los adultos sigue siendo un problema, pero hoy en día menos niños están sometidos a la clase de tratamiento que se ve en la película. El apoyo al castigo corporal por parte de los padres ha disminuido de poco más del 50 por ciento a apenas el 10 por ciento desde 1960. El número de niños en edad pre-escolar que ha recibido su palmazo se ha reducido del 90 por ciento a un 10 por ciento en el mismo período de tiempo. Pero ni un solo niño debería tener que sufrir la violencia o tratos humillantes y degradantes por parte de los adultos.

Hemos llegado hasta aquí, gracias a la legislación, la publicidad y a campañas de sensibilización. El 1ro de Julio de 2009, Suecia cumplirá 30 años de prohibi-ción del castigo físico. Suecia fue el primer país en el mundo en introducir una legislación de esta clase. Tres décadas después, es tiempo de revisar su impacto y explicar los resultados.

No fue difícil decir sí cuando Save the Children Suecia consultó al Ministerio de Salud y Asuntos Sociales, si nos gustaría participar en la elaboración de este Boletín. Espero que éste refleje un panorama de la legislación sueca, los esfuerzos realizados para lograrlo y el impacto que ha tenido. Por último, pero no menos importante, espero que éste inspire esfuerzos similares en otros países, al mismo tiempo nos recuerda lo fundamental sobre los derechos del niño que se basa en la legislación, y recordemos que el éxito no está garantizado para siempre.

Göran Hägglund

Ministro de Salud y Asuntos Sociales

4 No a la Violencia – Suecia: Treinta Años de la Abolición del Castigo Físico

AprobaciónEste folleto fue escrito por Save the Children Suecia en cooperación con el Ministerio Sueco de Salud y Asuntos Sociales. Se incluye el aporte de mu-chas personas que trabajan fuertemente para combatir todas las formas de violencia y trato emocional abusivo contra los niños en Suecia y en el extran-jero. Alcanzar resultados concretos requiere de esfuerzos en muchos frentes. Investigación y análisis son importantes para el seguimiento de la evolución y saber qué acciones son necesarias. Tenemos que escuchar a los mismos ni-ños, hablar con ellos y defender su derecho a crecer sin violencia. El 30avo. Aniversario de la prohibición de todas las formas de violencia y de trato de-gradante contra los niños en Suecia, nos recuerda lo que la legislación y cam-pañas de sensibilización pueden logar – y lo importante que es seguir traba-jando juntos para redoblar nuestros esfuerzos para proteger el derecho del niño a la libertad de la violencia y el abuso emocional.

Staffan Janson

Profesor de Pediatría SocialUniversidades de Karlstad y Orebro

Bodil Langberg

Secretario GeneralFundación del Bienestar del Niño-Suecia

Cecilia Abrahamsson

PresidentaRed para la Convención sobre los Derechos del Niño

Mats Aguren

Secretario GeneralFundación Mundial de la Infancia

Goran Harnesk

Secretario GeneralBRIS (Derechos de los Niños en la Sociedad)

Anna Hagg-Sjoquist

Secretaria GeneralPlan Suecia

Véronique Lonnerblad

Secretaria GeneralUNICEF Suecia

Fredrik Malmberg

Defensor de los Niños


Europa avanza hacia la prohibición totaldel castigo físico contra los niños

La mayoría de los Estados miembros del Consejo de Europa se han compro-metido a poner fin a todos los castigos físicos contra los niños. El ejemplo de algunos países, entre ellos Suecia, demostró que la prohibi-ción del abuso infantil, incluso dentro de las familias, fue significativo. Lo importante fue que sus posiciones fueron confirmadas por la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas. Este tratado estipula que los gobiernos deben tomar medidas legislativas y de otra índole para pro-teger al niño contra toda forma de violencia física o violencia mental, mien-tras estén al cuidado del padre(s), del tutor(es) o de cualquier otra persona. Se tiene que subrayar una y otra vez que este no es un juego de quien pier-de o gana entre padres e hijos. La Convención de las Naciones Unidas es muy familiar-amigable, hace hincapié en la absoluta importancia de un buen am-biente familiar y la necesidad, en algunos casos, del apoyo de la comunidad para padres en crisis. La violencia contra los niños es un reflejo de la desinte-gración de la familia y hace un llamado a la protección de la vida, el bienestar y la dignidad del niño. Esta es una de las principales razones por la cual la prevención de la violencia doméstica contra los niños es reconocida hoy en día como un asunto de derechos humanos. El propósito de la prohibición del castigo físico a los niños es precisamente la prevención. La idea es fomentar un cambio de actitudes y prácticas y pro-mover métodos no violentos para la crianza de los hijos. Un mensaje sin am-bigüedades de lo que es inaceptable es muy importante. Los adultos respon-sables de niños confunden muchas veces el cómo manejar situaciones difíciles. La línea debe simplemente establecerse entre la violencia física o psicológica de un lado y la no violencia por el otro lado.

El problema es profundo y serio. Como parte de la vida cotidiana, los niños en toda Europa y en el mundo siguen siendo castigados, abofeteados, golpea-dos, sacudidos, pateados, estrujados, apuñeteados, azotados con varas, cintu-rones de seguridad, con el pretexto de “disciplina”, principalmente por los adultos que están a su cargo. Como el médico polaco, escritor y pedagogo Janusz Korczak dijo una vez: “Hay muchas cosas terribles en el mundo, pero lo peor es cuando un niño tiene miedo de su padre, madre o profesor”.


Esta violencia puede ser un acto deliberado de castigo o solo la reacción im-pulsiva de un padre o maestro irritado. Ambos casos constituyen una viola-ción de los derechos humanos. El respeto a la dignidad humana y el derecho a la integridad física son principios universales. Pero a pesar de esto, la acep-tación social y jurídica de los adultos de golpear a los niños y de infligir otros tratos humillantes continúa. El invento de conceptos tales como “castigo razonable” y “castigo permiti-do por la ley” surge de la percepción de que los niños son propiedad de los padres. Tales “derechos” están basados en el poder del más fuerte sobre el más débil y se sostuvo por medio de la violencia y la humillación. La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa llamó en 2004 a una prohibición en toda Europa del castigo físico. Afirmó que “cualquier castigo físico a los niños constituye una violación de su derecho fundamental a la dignidad humana y la integridad física. El hecho de que el castigo corporal es aún legal en algunos estados miembros también viola su derecho fundamen-tal a la misma protección legal de los adultos. Golpear a un ser humano está prohibido en la sociedad europea y los niños son seres humanos. La acepta-ción social y jurídica del castigo físico a los niños debe terminar”. Por supuesto, la eliminación del castigo físico requiere más que una refor-ma legal. La educación pública sostenida, y la concientización sobre la ley y del derecho del niño a la protección son necesarias, juntamente con una pro-moción positiva de relaciones no violentas con los niños. El programa “Cons-truir una Europa para y con los niños” del Consejo de Europa, está promo-viendo la abolición del castigo físico mediante una ley de reforma, la promoción de métodos positivos de crianza y esfuerzos de concientización que puedan cambiar las actitudes y comportamientos públicos. Los niños han tenido que esperar más tiempo para obtener la misma pro-tección jurídica de agresiones deliberadas – una protección que el resto de no-sotros damos por hecho. Es impresionante que los niños, cuyo estado de desa-rrollo mental y físico sabemos los hace particularmente vulnerables al daño físico y psicológico, hayan sido quienes tuvieran menos protección contra las agresiones a sus frágiles cuerpos, mentes y dignidad. Desafiar la aceptación legal y social de la violencia ha sido una parte fundamental de la lucha de las mujeres por la igualdad. Lo mismo se aplica para los niños:


No puede haber un reflejo más simbólico del persistente bajo estatus de propiedad de los niños, que la asunción de los adultos de su “derecho” e in-cluso el “deber” a golpear a los niños.

Thomas Hammarberg

Comisionado para los Derechos HumanosConsejo de Europa


“Con respeto a su personae individualidad”1

En el 2009 se cumplen 30 años desde que Suecia estableció la prohibición de todas las formas de trato violento y abuso emocional a los niños. De este modo, Suecia se convirtió en el primer país del mundo en prohibir la violen-cia como método de crianza de los hijos. Muchos países han seguido nuestro ejemplo, y en Marzo del 2009, un total de 24 países tienen leyes que prohí-ben todo castigo físico en el hogar.

La abolición del castigo físico, juntamente con el debate que la precedió y las campañas de publicidad que siguieron, tuvieron un impacto importante en la vida de los niños. Al igual que los adultos, los niños en Suecia tienen derecho a la integridad y protección contra la violencia y otros tratos humi-llantes. Desde que se estableció la legislación, ésta atrajo la atención interna-cional. El 30avo aniversario es una oportunidad para mirar hacia el pasado y ver lo que la legislación ha significado para Suecia y para el mundo.

El Camino de Suecia hacia la prohibición del castigo físico El punto de vista de que los padres tienen el derecho e incluso el deber de castigar físicamente a sus hijos tiene raíces históricas en la mayoría de los países y culturas. Al mismo tiempo, a través de la historia, un número de grandes pensadores han adoptado una postura en contra de la violencia y el trato emocional abusivo hacia a los niños. Uno de ellos fue el Sr. Janusz Kor-czak, un pediatra, judío-polaco, educador y autor de libros para niños. En su libro “El Derecho del Niño al Respeto”, publicado en 1925, escribió:

¿“En qué circunstancias extraordinarias podría alguien atreverse a empu-jar, golpear o tirar a un adulto? Sin embargo, es considerado una rutina e inofensivo el dar un golpe o agarrar por el brazo a un niño. El sentimiento de impotencia crea respeto por el poder. No solo los adultos, pero cualquiera que

1 Código de los Niños y Padres, capítulo 1, sección 6


sea mayor y más fuerte puede demostrar en forma cruel su descontento, reafirmar sus palabras con la fuerza, demandar obediencia y abusar de un niño, sin ser castigado. Hemos sentado un ejemplo que fomenta el des-precio por el débil. Esta es una mala crianza y sienta un mal precedente”.

A lo largo de la historia y en todos los países siempre hay padres que nun-ca considerarían someter a sus hijos por la fuerza física u otra forma de abuso. Los hijos de estos padres, con toda seguridad nunca golpearían a sus hijos. Una de las razones más comunes por la que los padres golpean a sus hijos, es que ellos fueron criados de la misma manera. Romper barreras arraigadas y heredadas, exige persistencia, información y argumentos persuasivos. Dar apo-yo a los padres puede ayudarles a manejar conflictos sin recurrir a la fuerza.

A Suecia le tomó mucho tiempo abolir el castigo físico. El debate que con-dujo a la prohibición refleja el discurso sueco e internacional de hoy en día, que estaba empezando a enfocarse en los derechos de los niños. El concepto de que los niños tienen derechos individuales se articuló en 1923 en una declaración sobre los derechos del niño por la Unión Internacional Save the Children. Un año más tarde la declaración fue adoptada por la Liga de Naciones y llegó a ser conocida como la Declaración de los Derechos del Niño de Ginebra.

Destacando las condiciones de los niños

Nuevos conceptos acerca de los niños y la infancia comenzaron a ganar espa-cio en muchos de los países en la década de 1930, junto con el creciente cono-cimiento entre pediatras, psicólogos y educadores sobre el impacto negativo del castigo físico y el tratamiento emocional abusivo en los niños. En Suecia, una campaña publicitaria informó a los padres en el transcurso de varias déca-das. Esta iniciativa se realizó a través de reuniones, conferencias y presenta-ciones de organizaciones no gubernamentales, asociaciones educativas y per-sonas quienes involucraron a los padres y tutores de niños de todo el país en debates de cómo criar a sus hijos sin violencia. El tema del castigo físico tam-bién fue debatido en la radio y en artículos periodísticos. La iniciativa los hizo conscientes de que los niños que han sido atemorizados, amenazados y gol-peados llevan el daño dentro de ellos hasta la adultez, esa violencia engendra violencia, y que esos niños deben ser tratados con respeto y comprensión si van a convertirse en ciudadanos responsables.


En la década de 1930 un periódico sueco publicó una serie de artículos que destacaban la difícil situación de los niños que eran llevados por el estado a instituciones para ser cuidados y criados debido a su “conducta antisocial” o al abandono. Los artículos revelaron los graves casos de castigo físico sistemático y serios maltratos en las instituciones durante largos períodos de tiempo. Diez años más tarde, las normas que rigen los reformatorios de los niños han cam-biado para incluir una prohibición de todos los métodos de castigo físico.

Después de la Segunda Guerra Mundial el debate se intensificó. En ese momento la familia estaba en el centro del discurso político y las reformas del gobierno. El debate no sólo se enfocó en la violencia y trato emocional abusivo como método de crianza de los hijos. Las condiciones para las familias y los niños y la responsabilidad del gobierno para el bienestar del niño también entraron en la agenda política, con proponentes de la reforma sugiriendo que la violencia y el abuso tuvieron sus raíces de la ignorancia y la pobreza. Los reformistas creían que era obligación de la sociedad crear condiciones razona-bles de vida para todos los niños y garantizar el bienestar de las familias. Se introdujo beneficios para los niños, almuerzos escolares gratuitos, clínicas prenatales, clínicas para niños, asistencia sanitaria en la escuela y se dio infor-mación a los padres sobre temas importantes como la salud en la familia, nu-trición y la crianza de los hijos.

El Castigo físico prohibido en las escuelas

A mediados del siglo 20, las escuelas utilizaron la violencia y la amenaza de violencia en la “educación” como base para promover el aprendizaje, mantener el orden y sancionar las faltas. En 1945, el Parlamento debatió este tema como parte de una moción, proponiendo la abolición del Código del Colegio porque “éste representa un método de crianza ampliamente rechazado por genuinos y profesionales conocimientos educativos y psicólogicos”. En principio, el miem-bro del Parlamento, que propuso la moción recibió el apoyo de muchos colegas que se oponían a los castigos físicos, pero aún algunos de ellos no creían que podría ser abolido por completo, por ser una forma de disciplina. Muchos miembros expresaron su preocupación sobre como los colegios podrían mante-ner el orden si el golpe había sido prohibido, señalando que una mayoría de pa-dres creía que los profesores deberían tener derecho a castigar a los alumnos.


No fue sino hasta 1958, después de numerosos informes y debates parlamen-tarios, que se introdujo en forma general en las escuelas, la prohibición de dar palizas2. El único otro país que estableció esta prohibición fue Noruega, en 19363. Una nueva Carta Sueca de Constitución para las Escuelas estipula en su artículo 54 que:

“El maestro debe promover un ambiente alegre y agradable de trabajo, tratar de ganar la confianza de los alumnos y respetar a los alumnos como personas individuales. El no puede someter al alumno a un castigo físico o a un trato humillante”.

Mientras varios aspectos de la escolarización son temas frecuentes de debate en el Parlamento, la prensa y el público en general; ningún partido político, sindicato de maestros o autoridades del colegio, considerarían proponer el reintroducir la bofetada en las escuelas. Es ampliamente reconocido que el castigo físico dado por los profesores es a la vez ineficaz y una violación de los derechos básicos de los alumnos.

La prohibición del castigo físico en las escuelas precedió a la abolición del golpe por parte de los padres. El mismo modelo existe a nivel mundial hoy en día. Más del 40 por ciento de los niños de todo el mundo están protegidos contra el castigo físico en la escuela, pero sólo 2 a 3 por ciento tienen protec-ción jurídica contra la violencia en la familia.

1979 – listos para una decisiónA medida que la toma de conciencia y comprensión sobre violencia se desarro-lló, el concepto de infancia y crianza de los hijos cambió gradualmente así como la legislación. Se adoptaron algunos cambios en la ley relacionados con

la familia, que reflejaron un énfasis creciente en el derecho humano a la pro-tección contra la violencia, aún en las relaciones con inherentes diferencias de poder. Por ejemplo, a finales del siglo 19, el derecho de un marido a golpear a su esposa fue abolido, y a principios del siglo 20 el empleador perdió el derecho de golpear a su personal.

Pero todavía en 1920, una ley dio a los padres el pleno derecho de “castigar” a sus hijos. En 1949 una modificación legal cambió este

2 SOU 2001:72, 2001, Barnmisshandel – Att forebygga och atgarda3 Consejo de Europa, 2007, Eliminando el castigo físico - Un derecho humano

imperativo para los niños Europeos.


derecho a utilizar “métodos de crianza” adecuados en un intento de desapare-cer los métodos más fuertes de castigo físico. En 1966, todo lo dicho sobre los derechos de los padres a castigar a sus hijos fue retirado del Código de Niños y Padres y se insertó una referencia en el Código Penal, que imponía sanciones por agresiones contra adultos y niños. La sociedad en ese momento aún no estaba lista para aceptar la prohibición del castigo dado por los padres, pero el debate continuó y en 1977, el gobierno estableció un comité parlamentario para examinar los derechos del niño. En ese momento, el debate púbico había cambiado su enfoque de los derechos de los padres a los derechos del niño.

Muchas personalidades se involucraron en este debate, como la sueca, As-trid Lindgren, la más conocida autora de libros infantiles de Suecia. En 1978, un año antes que Suecia aprobara la legislación contra el golpe, ella recibió el Premio de la Paz del Gremio del Libro Alemán. Su discurso de aceptación fue titulado “No a la violencia” que incluye una historia que le contó una vez una anciana. Como joven madre, la mujer había oído que golpear a un niño durante su crianza era necesario. Un día su hijo hizo algo y pensó, merece que lo castigue, así que ella le dijo al niño que se fuera al bosque a traer una rama de abedul con la que podría golpearlo.

“El niño se ausentó por un largo tiempo y finalmente volvió llorando y dijo: – No he podido encontrar un abedul, pero aquí hay una piedra que me la

puedes tirar. De pronto la madre vio la situación a través de los ojos de su hijo y comenzó a llorar también. El niño debe haber pensado:

– Mi madre quiere dañarme, por lo que bien podría utilizar una pie-dra. Ella lo abrazó y los dos lloraron juntos un rato. Luego ella colocó la piedra en un estante en la cocina, donde se mantuvo como un recordato-rio constante de la promesa que hizo en ese momento para toda la vida: nunca más violencia”.

Aunque en el Código de Niños y Padres ya no se menciona ningún derecho de los padres a infringir castigos físicos, sin embargo, muchos padres creen que la ley los autoriza a golpear a sus hijos. Por lo tanto, es necesario aclarar la ley para garantizar que los niños sean protegidos de la violencia. Debido a que el año 1979 fue asignado como el Año Internacional de los Niños por las Naciones Unidas y fue el año en que Polonia propuso la creación de un fuero internacio-


nal sobre los derechos del niño, la sensibilidad de los miembros del Parlamento por el bienestar de los niños se había incrementado. En este momento, las acti-tudes públicas hacia el castigo físico eran en gran parte negativas.

En Marzo de 1979, el Parlamento votó casi unánimemente a favor de una modificación del Código de Niños y Padres, de manera explícita para la prohi-bición de todas las formas de castigo físico o maltrato y otros tratos de abuso emocional a los niños. El resultado fue de 259 votos a favor, 6 en contra y 3 abstenciones.4 Todos los partidos políticos apoyaron la modificación.

La modificación obtuvo el apoyo mayoritario, pero hubo críticas en el Parla-mento, que predijo que llevaría a un aumento de padres siendo reportados a las autoridades y un gran número de suecos siendo acusados de criminales. Algu-nos críticos afirmaron que la nueva ley se contradice a la fe cristiana. Algunos segmentos de la población también se opusieron a la prohibición, incluso hasta demandaron a la Corte Europea de Derechos Humanos su derogación, afirman-do que ésta violó el derecho al respeto de la vida privada y familiar que establece el artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos.5 Sin embargo, la Comisión Europea de Derechos Humanos desestimó la demanda.6

La votación parlamentaria marcó el final de un proceso y el inicio de otro. La misión ahora era velar porque la nueva legislación logre en realidad los cambios deseados a favor de los niños. El gobierno, para asegurarse puso en marcha una amplia campaña de publicidad a través del Ministerio de Justicia mediante un folleto titulado ¿“Puedes Criar Niños Exitosamente sin Castigos y Golpes?, distribuido a todos los hogares con niños. El folleto fue traducido al alemán, francés, inglés, árabe y varios otros idiomas, mientras que a los padres se les ofreció asesoramiento y apoyo en cómo criar los hijos sin violencia. Las clínicas prenatales se unieron a la campaña para proporcionar apoyo e información a los padres. Información sobre el tema fue impreso en los envases de leche para crear conciencia y debate en las familias. Save the Children Suecia y BRIS, or-ganizaciones de derechos por los niños llevaron a cabo un debate y publicaron afiches para animar al debate y crear conciencia sobre el tema.

4 Ministry of Health and Social Affairs and Ministry for Foreign Affairs, Sweden, 2001. Ending Corporal Punishment- Swedish Experience of Efforts to Prevent All Forms of Violence Against Children – And the Results.

5 It was at the time a two-stage process and it was the Commission which declared the application inadmissible

6 Ewerlof, Sverne, 1999, Barnets basta – om foraldrars och samhallets ansvar


¿Qué dice la ley? En 1979 el Parlamento sueco votó a favor de modificar el Código de los Ni-ños y Padres para incluir la prohibición de castigos físicos y tratos humillan-tes a los niños. Hoy en día, está regulada en el capítulo 6, sección 1 del Có-digo, y dice:

“Los niños tienen derecho a la atención, seguridad y a una buena crian-za. Los niños deben ser tratados con respeto a su persona e individuali-dad y no deben ser sometidos a castigos físicos o cualquier otro trato hu-millante”.

Esta ley prohíbe a los padres utilizar la violencia o trato emocional abusivo cuando crían a un niño. Pero esta no impide que los padres restrinjan a sus hijos para evitar se dañen ellos mismos y a otros.

Mientras la prohibición en el Código de los Niños y los Padres no lleva sanciones, las acciones que respondan a los criterios jurídicos de agresión, están sujetos en el capítulo 3, artículo 5 del Código Penal, que establece que una persona que infringe lesión corporal, enfermedad o dolor al otro, o lo hace inútil o deja en un similar estado de indefensión, será condenado por agresión e irá a la prisión por un máximo de dos años o, si el delito es leve, con una multa o pena de prisión de un máximo de seis meses. Si el delito se considera grave, por flagrante agresión es por un mínimo de un año hasta un máximo de diez años, independientemente de si la víctima es un adulto o un niño.

La modificación del Código de Niños y Padres subrayó el hecho de que los niños no están excluidos del derecho a la protección de la violencia que tie-nen todos los seres humanos, y que los padres y los tutores no pueden afirmar legítimamente que el uso de la fuerza es aceptable en la crianza de los hijos.

Es parte del trabajo de los servicios sociales el garantizar que los niños se críen bien y en condiciones seguras. El Servicio Social tiene el mandato de evaluar si un niño necesita protección cuando se recibe un informe de pre-suntos malos tratos. Si tienen pruebas suficientes para creer que el niño está siendo maltratado, están obligados a intervenir para proteger al niño y

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evitar cualquier riesgo de malos tratos en el futuro. Así, un niño puede re-cibir ayuda, a pesar de que una investigación policial no conlleve a un en-juiciamiento.

Cuando se presume que la agresión contra un niño constituye un crimen, la denuncia es investigada por la policía bajo la supervisión de un fiscal. La policía lleva a cabo las entrevistas y el fiscal decide si se procesa a los acusa-dos. Suecia, como en algunos otros países, ha derivado este manejo de casos a “Hogares para Niños”, donde los oficiales de policía, fiscales, servicios so-ciales, los científicos forenses y psicólogos infantiles trabajan en estrecha colaboración. El concepto de Hogares para Niños pone en primer lugar las necesidades del niño, con el objetivo de elevar la calidad de las investigacio-nes y aportar mejores pruebas y una base más sólida para las decisiones. Las diferentes autoridades de vivienda y agencias crean una cadena incorrupti-ble que puede proporcionar a los niños y sus familias, el apoyo que necesitan y al que tienen derecho. Los niños y sus familias pueden necesitar protec-ción, apoyo y asistencia de los servicios sociales y de psiquiatría infantil.

Cualquier persona que trabaje con niños y jóvenes en el sector público o privado, y recibe información sobre un niño que pueda estar necesitando protección, está obligado por ley a informar a los servicios sociales. Aunque la ley sólo se aplica a las personas que trabajan con niños y adolescentes, cualquier persona debe, en virtud del capítulo 14, sección 1, de la Ley de Servicios Sociales, notificar a los servicios sociales si sospechan que un niño está siendo maltratado:

“Cualquier persona que reciba información de un asunto que implique la necesidad de la intervención del comité de bienestar social para la protec-ción de un niño deberá notificar al respectivo comité”.

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¿Cuál ha sido el resultado?En 1981, dos años después de la prohibición del castigo físico –y seguida de una campaña publicitaria sin precedentes– más del 90 por ciento7 de las fa-milias suecas fueron conscientes de que la ley había cambiado. ¿Pero produjo también la campaña cambios en los valores y el comportamiento actual? La Comisión del Gobierno sobre Abuso del Niño8, concluyó en su informe “Agresión a Niños, Prevención y Acción” que la mayoría de los niños en edad preescolar habían sido golpeados por sus padres una vez o varias veces al año en la década de 1960, y que un tercio fue golpeado en forma regular. Las ci-fras de la década de 1970 indican que menos del 50 por ciento de los niños experimentó agresiones en este período. Durante la década de 1980 la cifra cayó como alrededor de un tercio. Después del 2000, los datos proporciona-dos por los padres sugieren que se ha reducido a sólo un pequeño porcentaje. No sólo el número de niños que fueron golpeados disminuyó, sino que los que aún son golpeados lo experimentan con menor frecuencia y sólo en raras ocasiones con algún objeto (1-1,5 por ciento).

No fue sino hasta 1994 que se pidió a los mismos niños expresar con qué frecuencia fueron golpeados en casa. En 1994, el 35 por ciento dijo que había sido golpeado en algún momento durante ese tiempo, y después del 2000 esta cifra ha disminuido considerablemente. Uno de cada diez de los que habían sido golpeados dijeron que fue con regularidad, y el mismo porcenta-je dijo que fue golpeado con objetos. Los escolares nacidos alrededor de 1990 dicen que son castigados con menos frecuencia y con menos fuerza que los niños nacidos en la década pasada.

Entrevistas con los padres en 1980, 2000 y 2006 revelan un fuerte des-censo en las formas más graves de castigos físicos, como puñetazos o el uso de objetos. Esto significa que los castigos fuertes que pueden causar lesiones graves han disminuido considerablemente.9

7 Ewerlot, Sverne, 1999, kBarnets basta – om foraldrars och samhallets ansvar8 SOU 2001:18, 2001, Barn och misshandel – En rapport om kroppslig bestraffning och

Annan misshandel – Sverige vid slutet av 1900-talet.9 JAnson, Langerg, Svensson, 2007, Vald mot barn 2006-2007

No a la Violencia – Suecia: Treinta Años de la Abolición del Castigo Físico


El cuadro muestra una disminución constante tanto en los porcentajes y en el número de padres que recurren al castigo físico como último recurso y que están a favor del castigo físico desde la década de 1960 hasta el 2000. Tam-bién muestra una estrecha brecha entre el número de padres que están a fa-vor del castigo físico y el número que realmente infringe un castigo físico. En la década de 1960, hubo una gran diferencia entre los encuestados que con-sideraban estar en lo correcto y cómo realmente se comportaron: muchos pensaron que fue un error usar el castigo físico, pero lo hicieron de todos modos. Conforme pasaba el tiempo, la gente aprendió nuevos métodos de crianza, adquirir conocimientos y experiencias que les permitió dejar los viejos patrones de conducta. Por cada década que ha pasado, menos niños fueron sometidos a castigos físicos – y más padres dejaron de hacer lo que ellos creían era un error.

Este cambio se debe probablemente a una serie de factores. La sociedad sueca ha visto muchos cambios en los últimos 40 años. El sistema de bienestar

100

%

1960s 1970s 1980s 1990s 2000s

90

80

70

60

50

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30

20

10

0

Actitud a favor delcastigo físicoUsa el castigo físico

Source: Våld mot barn 2006–2007, The Swedish Child Welfare Foundation and Karlstad University


se ha desarrollado y se ha ganado una mayor igualdad entre los sexos y genera-ciones en Suecia y en los países escandinavos más que en cualquier otra parte del mundo. Se ha incrementado la asistencia de niños a guarderías infantiles fuera del hogar, lo que facilita la detección y la prevención del abuso infantil.

Los casos de sospecha de agresión a niños, denunciados a la policía han aumentado desde principios de 1980, aumentando en un 190 por ciento en-tre 1990 y 1999.10 Los Niños y la Agresión – Un Informe sobre el Castigo Físico y Otros Abusos en Suecia a finales de los 1990. Los opositores a la re-forma de la ley han reivindicado que este aumento de reportes refleja un in-cremento real de las agresiones y el uso de esas cifras sugieren que la prohibi-ción aumenta el castigo físico y abuso infantil. Pero este incremento en el reporte refleja que la tolerancia de las agresiones a los niños ha disminuido, por lo que la gente está más dispuesta a informar a las autoridades sobre los casos sospechosos. La violencia que una vez fue un secreto de familia, es hoy en día más reportada, porque tienen menos probabilidades de excusa o de minimizar los casos de maltrato físico a niños por los padres u otras personas cercanas a ellos.

Contrariamente a lo que los críticos de la ley pronosticaron en 1979 – y contrario a los que los oponentes de hoy sobre la reforma de la ley siguen pronosticando, la proporción de informes que se procesan sobre agresiones no ha aumentado. Esto es en parte, debido al hecho de que es extremada-mente difícil obtener condenas por delitos cometidos dentro de las cuatro paredes de un hogar, donde no hay otros testigos que el autor y el niño. El sistema jurídico no permite una menor carga de la prueba para los casos de agresión contra niños.

Por el hecho de que sólo una pequeña proporción de los informes de agre-sión a un niño llevan a enjuiciamiento, no significa que los niños y los padres no reciben apoyo o protección. Los servicios sociales investigan todas las de-nuncias de maltrato infantil, evalúan la necesidad de apoyo que tiene la fami-lia, la necesidad de protección que tiene el niño, y proporciona una serie de medidas de apoyo y prevención.

10 SOU 200:18, 2001, Barn och misshandel – En rapport om kroppslig bestraffning och Annan misshandel – Sverige vid slutet av 1900-talet.


¿Por qué el castigo físico es un tema tan importante?Infringir castigos físicos a un niño es un acto de violencia, ya sea golpeándolo con la mano o jalándolo del pelo o de las orejas. Incluso cuando el castigo fí-sico no deja marcas visibles, tiene el propósito de asustar a los niños para que obedezcan.

A lo largo de la historia, los niños en todo el mundo han sido sometidos a la violencia como un derecho y parte de su crianza y “por su propio bien”. En un folleto titulado “Aboliendo el Castigo Físico a los Niños – Preguntas y Respuestas”, el Consejo de Europa observa la habilidad aplicada para encon-trar otras palabras para la violencia contra los niños: palmadas, bofetadas, nalgadas y así sucesivamente. Según el Consejo, “Un golpe de cariño” es una contradicción de la peor forma. “El peligro de hacer cualquier conexión entre personas que aman y dañan debería ser obvio”.

La Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas garan-tiza que los niños serán protegidos contra toda forma de violencia, indepen-dientemente de cómo los adultos intenten justificarlo. El artículo 19 de la Convención señala que:

“Los Estados Parte adoptarán todas las medidas legislativas, adminis-trativas, sociales y las medidas educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de violencia física o violencia emocional, lesiones o abusos, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras esté al cuidado del padre(s), tutor legal(s) o cualquier otra persona que está al cuidado de un niño”.

El Comité que monitorea a los países en el cumplimiento de la Convención, ha dejado en claro que la “violencia” incluye el castigo físico, y que todos los países que la han ratificado tienen la obligación de “actuar rápidamente para prohibir y eliminar todos los castigos físicos y otras formas crueles o degra-dantes de castigo a los niños” (Comentario General N° 8).

Los 193 países que han ratificado la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño tienen conocimiento de la responsabilidad que tienen los gobiernos de garantizar los derechos de cada niño dentro de su ju-risdicción. Esta responsabilidad no se detiene en la puerta de entrada de la casa familiar. Aunque la familia es y sigue siendo la unidad más importante para el niño, es también la más peligrosa: la mayoría de los casos de violencia


y abuso hecho a los niños son perpetrados por personas del entorno inmedia-to al niño. Pero la Convención no requiere el castigo de los padres o la apren-sión de los niños. Más bien, reconoce la obligación de los Estados Parte de apoyar a los padres en proporcionar a sus hijos el cuidado que necesitan:

“Los padres, o como sea el caso, tutores legales, tienen la responsabilidad primordial en la crianza y el desarrollo del niño. Los intereses del niño serán su preocupación básica… Con el fin de garantizar y promover los derechos enunciados en la presente Convención, los Estados Parte prestarán la asistencia apropiada a los padres y tutores legales en el desempeño de sus responsabilidades en la crianza de los niños…”.11

En los últimos 50 años, el gobierno sueco ha puesto a consideración de los padres una variedad universal de formas de apoyo, que incluye la generosa licencia para padres, la reducción de días de trabajo para los padres de niños pequeños, seguro de enfermedad para los padres que permanecen en casa y los subsidios de vivienda. En el 2009, el gobierno sueco aprobó una nueva estrategia nacional a largo plazo para proporcionar apoyo y asistencia a los padres. El objetivo es aumentar el número de niños con relaciones positivas con sus padres, creando así un mayor margen para que los niños disfruten de una buena salud y una buena vida. También tienen como objetivo promover la salud y el desarrollo infantil mientras se maximiza la protección contra las enfermedades y problemas sociales.

¿Cómo criar a los hijos sin pegarles? No hay método único para criar a los hijos, porque todos los niños son dife-rentes y tienen diferentes necesidades. El gobierno sueco no dice a los padres cómo deben interactuar con los hijos. Los padres o tutores legales son res-ponsables de los niños y son una fuente importante de apoyo para ellos.

El artículo 5 de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Uni-das, establece la importancia que tienen los estados de garantizar que los padres deben dar “dirección y orientación apropiada” en el ejercicio de los derechos del niño reconocidos en la presente Convención. “El artículo 18 establece que los padres deben poner en primer lugar los intereses del niño.

11 Convención sobre los Derechos del Niño, Naciones Unidas, Artículo 18


La crianza sin violencia no significa que los niños son libres de hacer lo que quieran. Los niños dependen del apoyo y la orientación de los padres. Con el fin de convertirse en personas independientes, necesitan tanto de la libertad como de los límites.

Durante el debate posterior a la Segunda Guerra Mundial, sobre los métodos de crianza de los hijos, una objeción contra los defensores de la crianza de los hijos sin violencia era que ese tipo de crianza de los hijos equivaldría a abandonar a los niños y dejar que ellos se manejen por su cuenta. Durante un debate por la radio en 1946, le preguntaron al pediatra y reformador pedagogo, Sr. Gustav Jonsson, si por ejemplo, él permitiría que su hijo clavara un clavo en su piano, él contestó que no permitiría que esto sucediera. Según el Sr. Jonsson, ese sería un ejemplo de una completa percepción errónea de lo que se conoce como la educa-ción libre, para muchos referida como una crianza no adecuada. Explicó que este no era el sentido de las nuevas ideas, el sentido es que hay diferentes mane-ras de decir no.

Cualquiera que afirme que una crianza libre de violencia y amenazas no es una crianza, no puede referirse a la reforma de los pedagogos de la década de 1940, ni a la Convención sobre los Derechos del Niño.

La crianza de los hijos sin conflictos no existe y no hay padres perfectos. Se trata de desarrollar una relación mutuamente respetuosa. En la fuerte, pero delicada relación entre el niño y sus padres, ambas partes están a veces cansados, enojados o decepcionados. Usted discute y hace las paces. Es res-ponsabilidad del adulto de enseñar al niño cómo resolver conflictos sin el uso de la violencia, amenaza o intimidación.

Es responsabilidad de los gobiernos crear las condiciones necesarias para la no violencia y prácticas abusivas de crianza de los hijos, así como de pro-veer a los padres el apoyo y la ayuda que necesitan para tener la energía y tiempo para ser buenos modelos para sus hijos.

Las personas que están de acuerdo con el castigo físico como una forma de crianza de los hijos, a veces dicen que golpearlos es una forma rápida y efi-


ciente para que los niños hagan lo que los adultos quieren. Pero el derecho a la integridad –el respeto de los derechos humanos– se aplica tanto a niños como a adultos. Todos los niños tienen el derecho fundamental de estar li-bres de violencia y de maltrato emocional.

¿Se ha incrementado la delincuencia juvenil?Muchos adultos creían (y algunos lo siguen creyendo) que la delincuencia juvenil puede ser combatida mediante el uso de la fuerza. Incluso, algunas veces dicen que los jóvenes suecos se han visto involucrados en más proble-mas desde que se prohibió el castigo físico.

El Consejo Nacional Sueco para la Prevención del Delito (Brá) mantiene una estrecha vigilancia en la delincuencia juvenil como parte de su rol en la elaboración de estadísticas y distribución de información sobre la delincuen-cia y prevención del delito. El Consejo informa que las cifras disponibles muestran una disminución de la delincuencia que ha permanecido relativa-mente constante12. La gran mayoría de los jóvenes que cometen un delito en Suecia no terminan convirtiéndose en delincuentes habituales. El pequeño grupo que lo hace son responsables de una gran parte de los delitos.

En otro reporte13, el Consejo examina la investigación sobre los factores de riesgo que conducen a la criminalidad. Estos factores incluyen los trastor-nos de conducta y atención graves en los niños. La personalidad y los patro-nes de comportamiento de un niño se desarrollan en una interacción cons-tante entre la genética y factores de su entorno. La capacidad de los padres de proporcionar una buena asistencia es crucial para el desarrollo del niño. Si los padres tienen dificultades en desarrollar fuertes relaciones emocionales con el niño o son violentos con el niño, esto aumenta el riesgo del niño, desa-rrollando graves problemas psicosociales, lo que a su vez aumenta el riesgo de que el niño se vea involucrado en actividades criminales en un futuro.

La actividad criminal entre los jóvenes y la vulnerabilidad de los jóvenes a la delincuencia son temas de constante debate en Suecia, como en muchos

12 Bra (Swedish National Council for Crime Prevention), 2008, Brottsutvecklingen – Sverige fram till 2007

13 Bra. 2001:15, Kriminell utveckling – tidiga riskfaktorer och forebyggande insatser


otros países. No hay ninguna información sobre la investiga-ción que diga que la criminalidad vaya en aumento entre los jóvenes, pero queremos hacer todo lo posible para evitar que eso suceda. Identificar factores de riesgo y mejorar las medidas de prevención es una importante tarea para los investigadores, autori-dades gubernamentales y los políticos.

El camino a seguirEl cambio de actitud entre los padres suecos alejados de la violencia se deriva de una combinación de la legislación y las campañas de información pública. En la mayoría de los casos los padres protegen a sus hijos. Pero cuando no lo hacen, es vital que las diversas autoridades incluidas las escuelas y jardines de infancia, servicios sociales, la policía y la sociedad civil, colaboren eficazmen-te para garantizar el derecho a la protección del niño.

Se llevan a cabo encuestas periódicas para vigilar las tendencias de la vio-lencia contra los niños en Suecia. Estas juegan un papel importante que lle-varán a tomar decisiones para tomar acciones necesarias. La labor de lucha contra la violencia hacia los niños nunca se termina: medidas de prevención y los esfuerzos para mejorar la protección jurídica de la niñez, y rehabilitar y proteger a los niños víctimas de la violencia nunca puede parar.

Los principales logros de los esfuerzos de Suecia se produjeron cuando los padres dejaron el castigo como un método de crianza de los hijos y descu-brieron métodos alternativos para resolver conflictos con sus hijos. El mayor apoyo a los padres y mejoras en las condiciones de vida en las familias tam-bién fueron un papel importante. Sin embargo, algunos padres están en ma-yor riesgo que otros de cometer actos de violencia contra sus hijos. Algunos se vuelven violentos porque se sienten solos, desesperados, agotados e inde-fensos – o por vivir bajo las presiones financieras u otras presiones. El mayor riesgo de violencia física contra los niños se da cuando el hombre es violento con su pareja. En estos casos, los niños suelen sufrir doblemente la violencia, ya que ellos mismos son víctimas de la violencia y testigos de la violencia ha-cia otros. Sin embargo, es importante recordar que estamos hablando de un mayor riesgo, y no de un resultado predeterminado.


Lo que los estudios suecos a nivel nacional han probado sobre el abuso infantil es que la mayoría de los padres que fueron castigados han sido capa-ces de romper este patrón. Sin embargo, el dar apoyo y respaldo a los padres más vulnerables es una tarea importante del gobierno.14

Responsibilidad compartidaNingún país en el mundo, sin importar cuán próspero y desarrollado sea, puede con facilidad asegurar el derecho que tienen los niños a vivir con segu-ridad, sin violencia y sin abuso. Hacer de esta visión una realidad, exige dedi-cación y coraje de todos los adultos que están cerca de los niños – padres, maestros, vecinos, familiares, amigos y otros.

En la cobertura que hicieron los medios de comunicación en Suecia por el 30avo aniversario de la abolición del castigo físico en Suecia, hay una serie de artículos que destacan el valor moral necesario para combatir la violencia con-tra los niños. En el artículo sobre personas que han tenido la valentía de inter-venir, Johanna, de 18 años de edad, explica lo que le ocurrió cuando ella estaba caminando y escuchó gritos en un jardín cuando un padre golpeaba a su hijo.

“Ella dijo, el hombre era probablemente tres veces más grande que yo, pero me apresuré y fui directo al lugar. Después de unos momentos el pa-dre empujó fuera al niño, de unos nueve años de edad.–Es contra la ley hacer lo que está usted está haciendo, dijo Johanna.El hombre le dijo que no se metiera en los asuntos de otras personas. Cas-tigar a los niños era necesario, añadió:–Usted no tiene hijos por lo que no tiene derecho a decirme cómo criar a mis hijos.Johanna respondió que no había pasado mucho tiempo de cuando había sido una niña. –Mis padres no me pegaron y yo no salí tan mal.Entonces le dijo al hombre que tenía un hermoso hijo y que tenía que ser un padre modelo para él.El padre se calmó.–Sé que está mal, dijo. Pero a veces es tan difícil”.

14 Janson, Langberg, Svensson, 2007, Vald mot barn 2006–2007

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Han pasado tres años desde aquél día de verano. Johanna tiene ahora 21 años y no pensaría dos veces antes de hacer lo mismo otra vez. Ella está orgullosa del hecho de que no solamente llamó la atención a aquél hombre, pero trató de hablar con él de una manera calmada – y que el niño vio que ella reaccionó15.

Una sociedad civil pendiente de la niñez; y un estado que apoya y ayuda a los padres, y defiende los derechos de los niños en la ley, son pre requisitos para el ejercicio de la tarea que nunca termina, proteger los derechos de to-dos los niños a crecer sin nunca tener que experimentar violencia física o mental.

15 Aftonbladet, 8 april 2009, Hjaltarna som aldrigtvekar


Bibliografía

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• ConsejodeEuropa,2007,AbolicióndelCastigoCorporal–derechoimperativodelosderechos humanos para los niños de Europa, 2° edición

• Consejo de Europa, 2007, Crianza de losHijos en la EuropaContemporánea.Unenfoque positivo.

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• SOU2001:18,Barnochmisshandel–EnRapportomkropsligbestraffningochannanmisshandel I Sverige vid slutet av 1900 – talet (scientific report prepared for the Committee on Chid Abuse and related issues), Ministry of Health and Social Affairs.

• SOU 2001: 72, Barnmisshandel – Att forebygga och atgarda (scientific report),Ministry of Health and Social Affairs.


– Por supuesto. Nuestro profeta Mahoma es nuestro modelo de vida y él nunca pegó a nadie, ni niño ni adulto. El profeta Mahoma nos enseñó que por siete años debemos de jugar con nuestros hijos. Por siete años debemos enseñar a nuestros hijos. Y por siete años debemos ser su amigo y compañero. Abdallah Salah,Presidente de la Asociación Islámica en Estocolmo

– Usar la violencia contra los niños es impensable para un cristiano. Jesús da una severa advertencia a cualquiera que dañe a un niño y también dice algo acerca de los niños: “El que recibe en mi nombre a un niño, me recibe a mí.”Sven-Bernhard FastSecretario General del Concilio Cristiano de Suecia

– Ninguna ley de la religión judía decreta el castigo físico de los niños. Es lógico que los judíos modernos repudien todo trato degradante de los niños.Morton NarroweGran Rabino Emérito

¿Puedo ser un buen Musulmán/Cristiano/Judío en un país donde se prohíbe el castigo físico?

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