no pierdas tu paladar

IGLESIA DE CRISTO EBENEZER NEW YORK. “Prosperados por la Palabra”

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No pierdas tu

Paladar

Pastor: Henry Calix. Viernes 22 Marzo 2013

JOB 12:11 No distingue el oído las palabras como el paladar cuando prueba la comida.

Cuando Job dice eso Job se está tratando de preguntar que si el oído, no distingue las palabras como el paladar cuando prueba la comida. Me llamaba la atención cuando estaba leyendo esto porque la Biblia nos enseña que la oveja tiene su paladar en el oído. Pero nosotros como humanos, nuestro paladar está en la boca. Pero aquel que es oveja de Dios, que tiene Pastor, no un Pastor aquí en la tierra, sino que le estoy hablando del capítulo de Salmos en donde dice: “Jehová es mi Pastor”, y la Biblia nos dice que las ovejas escuchan la voz de su Pastor y le sigue. Lo que esto nos quiere decir es que el paladar de la oveja está en su oído.

Es por eso que Job se pregunta ¿Acaso no se pueden distinguir las palabras en el oído como cuando se prueba la comida? Esto me llamaba la atención porque yo decía ¡Señor, realmente la escritura nos enseña que la oveja tiene que tener un paladar! , yo quiero ministrarle hoy en su corazón que no pierda el paladar.

¿Alguna vez usted, hermano, ha perdido su paladar por alguna enfermedad? Se pierde por enfermedad y, a veces, por tomar




medicinas. Pero aquí Job nos está enseñando que la oveja puede llegar a perder el paladar.

Entonces, yo digo, Señor, cuando perdemos el paladar? hay que investigar las enfermedades que le pueden dar a uno, humanamente hablando para que uno, pierda el paladar. Porque la Biblia nos enseña que todo lo que es el Antiguo Testamento, es hombre y figura de nuevo; y también que todas las cosas que suceden en la tierra son reflejo del Mundo Espiritual.

Entonces hay enfermedades del gusto a nivel espiritual. En el mundo espiritual, la oveja que llega a perder el gusto, viene a traer un peligro porque ya no sabe lo que prueba.

Estudiando la palabra, dice en Job 34:3 El oído pone a prueba las palabras que oye, igual que la boca distingue los sabores.

Job estaba dejando claro que el oído es nuestro paladar para poder distinguir las palabras. La Biblia nos enseña que la fe viene por el oír, por escuchar palabra de Dios.

Esto me da a entender algo, hermano, que cuando comenzamos a estudiar la escritura, nos damos cuenta que María murmuro a causa de lo que escucho. Ella escucho que Moisés dijo que iba a tomar una mujer cusita y al no tener un buen paladar en su oído María tomo una mala decisión al murmurar contra su autoridad, recordemos que esto es un desorden el sentido del gusto ósea en el sentido de oír lo que realmente debería haber oído.

Sabe por qué? Porque ella dijo, cómo es posible que siendo él sacerdote, profeta, nuestro libertador, se case con una mujer




Cusita se dice que era de color, ella nunca logro escuchar ni entender el propósito, cuando estamos enfermos, perdemos el sabor el paladar para comernos algo como el espíritu quiere que lo debamos comer.

Al profeta, Dios le dijo ve y toma una mujer prostituta, tómala y rescátala. La Biblia dice que él la tomo y la mujer se fue. Y el Señor le dice: “vuélvela a tomar”, y se le vuelve a ir y el Señor le vuelve a decir que la vuelva a tomar, y así sucede tres veces. Por último el Señor le dice: “vuélvela a tomar y así como has tomado a esta mujer así tomare a mi pueblo de Israel, varias veces adulterado pero varias veces la perdonare”. Eran tratos.

Entonces, lo que le quiero decir yo es, que para que nosotros podamos entender bien las ordenes de Dios, tenemos que tener bien nuestro paladar. Porque si usted tiene mal su paladar, no el de la boca, sino el del oído, va a creer escuchar algo que Dios le dijo y Dios no se lo dijo. Va a creer que Dios le está diciendo ve a la derecha cuando Dios realmente le está diciendo ve a la izquierda.

Acaso Dios no trato con el faraón varias veces? Y el Señor le decía: “faraón deja ir a mi pueblo libre”, y el faraón entendía la palabra de Dios, le decía que si. Pero cuando dejaba ir al pueblo se arrepentía, entonces el paladar del faraón no era tan bueno, no retenía el sabor de la palabra de Dios, rápido se olvidaba a lo que sabia el rhema de parte de Dios.

Yo logro entender que el alimento sólido es el que le tiene que gustar a la oveja comer, buscar comerlo, aunque es gradual pero se debe buscar, se debe desear. Dice la Biblia que llega Pablo a




cierto lugar, a una iglesia, y les dice que viene a enseñarles, pero ustedes a estas alturas con la doctrina que les he dado, con lo que les he ministrado ya deberían de ser maestros. Ya no deberían de anhelar la leche espiritual, deberían de anhelar el alimento sólido. Esta iglesia había perdido el paladar, se había acostumbrado a que su paladar solo tomara leche, quedarse como niños espirituales, con las palabras de arrepentimiento de obras muertas, con rudimentos del principio, no deseaban avanzar para alimentarse con un alimento que fuera de acuerdo a su tiempo de madurez. No puede un hombre de 30 años seguir tomando biberón, eso es anti-normal, tiene un problema con su palabra.

Entonces, la oveja que no logra desarrollar su paladar se va a acostumbrar siempre a la misma leche. Que le estén enseñando lo mismo, que le estén diciendo lo mismo, eso es porque se ha perdido el gusto, el paladar del oído se ha perdido. Nosotros como pastores debemos enseñarle a la oveja a amar la palabra y nosotros mismos ser amadores de ella y buscar siempre el ir ministrando cada vez mas doctrina, mas conocimiento, alimento solido a la oveja, alimentándola de acuerdo a su crecimiento, y se le debe dejar saber a usted, para que usted no se quede un bebe espiritual y que eso dificulte la libertad de ministrarle conocimiento espiritual que es necesario para una verdadera prosperidad.

Esta enfermedad es terrible porque hay gran parte de la iglesia lo tiene. Viene la oveja a donde el pastor a pedir consejo, pero luego va y le pregunta a otro y al otro. Y aunque el pastor ya le dijo ve a la derecha, y el hermano al que le pidió el consejo




también le dijo, ve a la derecha. Pero la oveja se va y le pregunta a otro. Sabe por qué pasa eso, porque ha perdido el paladar. Porque quiere escuchar el consejo que él quiere recibir, no el que Dios le quiere dar. Cuando la oveja pierde su paladar, rechaza el consejo, pide pero lo rechaza al no ir de acuerdo a su pensamiento.

Cuando la oveja ha perdido el paladar dice: Pastor, “Jehová es mi pastor, él me guía” entonces espera saltar la cerca. Yo trato con Dios porque él me guía, y él me habla, él me ministra. Pero, así no trabaja Dios. Alguna vez Dios le hablo directo al pueblo de Israel?. No, lo hacía a través de Moisés. Cuando María y Aarón se pusieron a decir que eran profetas y que ellos mismo podían hablar con Dios, les dio lepra. Habían perdido el gusto, porque la oveja que desarrolla el paladar en su oído sabe y conoce su posición en Dios.

Entonces, lo que Job nos está diciendo es que tenemos que aprender a distinguir lo que escucha nuestro oído. Porque el que no sabe distinguir los sabores en su oído, no sabrá discernir las palabras y el consejo que le están dando, se sentirá ofendido al ser disciplinado en vez de ver que realmente lo necesitaba para poder ordenarse. Hay alimentos que ayudan y hay alimentos que afectan. Uno se puede enfermar por una mala comida, Así mismo la palabra.

No podemos decir, palabra es palabra. No, porque hay palabra que ayuda y palabra que mata. Yo no le digo a nadie que no puede escuchar a otro, lo que le digo es que tenga cuidado con lo que escucha.




Habían unos que decían: “Pastor, hay una hermana que es profeta, pero profeta, y Dios la usa. Vende cuadros, los dibuja y son cuadros ungidos. Y dice que el que tiene problemas en el matrimonio compra un cuadro lo lleva y lo pone en la recamara de su casa y se van los problemas”. Y la gente los compra.

Entonces, lo que yo le estoy diciendo es que su paladar está mal porque la Biblia nos dice que no podemos poner imágenes de adoración, y eso es idolatría, porque lo único que va a corregir nuestro matrimonio, no es un pedazo de yeso, ni ninguna pintura, sino la obediencia a la palabra de Dios. Si usted obedece la palabra de Dios El lo bendecirá en su matrimonio, pero si usted le desobedece no lo bendecirá. Se tragan la doctrina de la prosperidad diciéndole que todo es dinero cuando realmente la escritura nos habla de otro tipo de prosperidad, mas que dinero es una vida personal espiritual enriquecida, pero como se esta enfermo del paladar en el oído, del sentido del gusto, la oveja esta mas enfocada de ver su prosperidad en sus manos materialmente mas que prosperar su alma, todo lo demás es añadidura.

Si hacemos lo que Dios no dice: el marido ame a su mujer, la mujer agrade a su marido, los hijos obedecen, los hijos se sujetan a sus padres y los padres instruyen y corrigen a sus hijos. Simple y sencillo. Nos ahorraríamos intercesión de estar orando y orando para arreglar nuestro matrimonio si aprendiéramos a hacer lo que la escritura dice, no estoy diciendo que no debamos interceder, si no que hay cosas se descomponen por nuestra mala nutrición pero para eso tenemos que tener bien nuestro paladar. La




mayoría de los problemas que tenemos es por no tener bien nuestro paladar.

Por qué no prosperamos? Sencillo!! Pastor yo diezmo, yo ofrendo, voy a la iglesia. Mi pregunta es cómo es su administración? Compra lo necesario o malgasta el dinero. Dios no lo va a prosperar de esa manera. La gente ve el diezmo como una puerta solo para ser enriquecido, solo escucha la parte de ser fiel al entregarlo, pero se olvida que se le ha enseñado que una buena administración es necesaria para que la prosperidad que nos de Dios económicamente o espiritualmente no sea malgastada. Use su don, use su dinero ordenadamente. Un ejemplo, la Biblia dice que hay de aquel que ve al pobre, al necesitado y al menesteroso y no le auxilia. El rico tenia su corazón en las riquezas podía ofrendar y diezmar, pero la limosna no era un rhema para el.

Si usted ve pobres y necesitados y le cuesta soltar un par de zapatos teniendo 50, Dios se lo va a demandar. Nos pasa esto porque tenemos mal nuestro paladar. Si usted fue prosperado materialmente después de no tener nada, Dios lo hizo para que se acuerde del necesitado y lo pueda auxiliar, nunca olvide de donde lo hizo crecer Dios, le dio una empresa para que se acuerde cuando no tenia nada y andaba deseoso de trabajo y cuando mire a alguien desempleado le pueda favorecer usted a el.

Veamos algo mas que nos dice la escritura….

En 2 Reyes 4:39 dice: “Entonces uno de ellos salió al campo a recoger hierbas y encontró una viña silvestre y de ella




recogió una falda llena de calabazas silvestres, y vino y las corto en pedazos en la olla de potaje, porque no sabía lo que eran”.

La Biblia dice cuando venga a mi pueblo, se sentara a la mesa y comerá mi pan. Entonces en la iglesia se está comiendo el pan de Dios.

2 Reyes 4:40 Después se sirvió de comer a los profetas, y al empezar a comer el guisado, ellos gritaron: ¡Profeta, este guisado esta envenenado! Y ya no lo comieron. 41 pero Eliseo ordeno: Tráiganme un poco de harina. Y echando un poco de harina dentro de la olla, ordeno: ¡Ahora sírvanle de comer a la gente! Y la gente comió, y ya no había nada de malo en la olla.

El profeta le dijo a su siervo que fuera a buscar comida para los otros profetas y vino él y fue a buscarla al campo, o sea al mundo. Le iba a dar de comer a los profetas las cosas del mundo fue al campo a buscar el alimento.

Cuando tenemos mal el paladar, queremos alimentar al pueblo con cosas del mundo. Los músicos para que la gente se sienta animada busca ritmos del mundo, y eso es buscar los vegetales del campo para que los siervos coman. Cuando usted está cantando, usted está comiendo, su espíritu esta adorando.

Todos los profetas estaban a punto de morir porque fueron a buscar el alimento al campo. Hoy en Dia la iglesia al no tener paladar se muere porque tienen su oído más enfocado en las cosas del mundo. Espigan en el mundo y no en el reino de Dios. Ahora si nos damos cuenta hay iglesias emergentes, Cristotecas,




hasta a salido algo que le llaman Cabaret Apostólico, vergüenza debería darnos como pueblo de Dios, la iglesia se babilonisa cuando pierde el sentido del gusto, ya no distingue entre lo santo y lo profano.

Nosotros deberíamos de comer sal, porque la palabra dice que bienaventurado aquel que este sediento y tenga hambre. Nosotros debemos estar sedientos y hambrientos de la palabra, ser amadores de la palabra para que podamos aprender a discernir y tener vida, debería atarla a su cuello a su dedo para que usted y yo podamos sujetarnos a ella. Allí recordaremos que Dios rechaza al pueblo que no le importa lo que come, contar sentir su estomago lleno, hablando espiritualmente. Todas las comidas llenan, pero no todas son saludables.

Pero cuando el pueblo está mal del paladar, pueden pasar días, meses y el pueblo no agarra la palabra. Entonces como va a prosperar.

El Señor mostraba hoy que hay cargas en el pueblo, pero como no van a haber cargas si no tienen palabra, no hay sed en su oído en un lengua en su paladar para comer la palabra, en ella somos reposados.

Dios es tan bueno, que dice, yo voy a usar a mi pueblo y le voy a dar dones. Pero no buscan de la palabra. Hay una enfermedad que se llama ageusia, que es la pérdida total del gusto. La iglesia puede tener ageusia, perdió totalmente el gusto por la palabra.

Si usted ya lleva dos semanas sin tocar la escritura, ni abrirla, ni leerla, solamente en su teléfono para escucharla, eso no es




investigar hermano. La tecnología es hermosa pero que eso no nos quite de ser buscadores de los tesoros.

Espigar es que usted agarra la Biblia y comienza a buscar donde leer y dice, voy a leer Corintios, eso es espigar. El pueblo se ha acostumbrado con la tecnología, baja la Biblia en el teléfono y solo la escucha. Eso se llama ageusia, ha perdido el paladar. La Biblia dice, escudriña este libro y que nunca se aparte de ti. De dia y de noche, medita en él y escucha mis palabras.

A Juan le dijeron escucha y escribe. Eso quiere decir, que Dios quiere que usted escuche la palabra como lo está haciendo hoy porque se está alimentando, pero también tiene que espigarla. Pero cuando usted lo pierde es porque tiene ageusia.

Ya no sabemos lo que necesitamos comer y lo estamos descuidando. No podemos, nosotros, ser una iglesia enferma, entonces tenemos que decirle al Señor que nos de sal para que nos de sed de escudriñar y deseo de leer y nuestro paladar quiera comer más y más de su palabra para que lo podamos hacer todo el tiempo. Pero el pueblo se acostumbra a que el pastor le enseñara algo el martes, pero hay que acostumbrarse a investigar.

Génesis 25:34 Entonces Jacob le dio a Esaú pan y guiso de lentejas. Cuando Esaú terminó de comer y beber, se levanto y se fue, sin dar ninguna importancia a sus derechos de hijo mayor.

Aquí Esaú desprecio su primogenitura, por un plato de lentejas. Es como en el pueblo, la iglesia, si hay un partido de futbol,




muchos prefieren ir al partido que ir a la iglesia, desprecian la bendición.

Es como si usted, va camino a su casa, y el Señor le habla, porque usted no necesita ser profeta para que el Señor le hable. El le dice que al llegar usted tiene que orar, pero usted llega se entretiene, enciende la televisión y ve que viene una película que ya días quería ver, entonces está entre la película y la oración, pero usted decide, película. Usted tiene ageusia. Ha perdido el sentido total del gusto, hermano, que menosprecie lo bueno por algo que no vale la pena.

Otro ejemplo, si usted ha recibido la palabra, ha escuchado profecía, sale de la iglesia bendecido, pero al salir llama al hermano para contarle un chisme, ha perdido el gusto, porque el único que puede escuchar lo que está sucediendo en la iglesia es el pastor. Porque la Biblia lo permite, la palabra dice, si alguno de vosotros mira a algún hermano que anda desordenadamente, ve y dile al pastor.

Cuando la oveja hace cosas que son malas y cree que son buenas ha perdido el gusto. No nos dejemos engañar por nuestra alma, creyendo que estamos haciendo algo bueno y realmente es malo. Porque no hay que despreciar las bendiciones espirituales por lo profano. Yo voy al gimnacio buscando la intención de bajar de peso, mi amada la pastora ya lleva mas de 50 libras perdidas, pero ella puso atención a las recomendaciones del entrenador como debería llevar su dieta, pero yo no lo he hecho de la manera que me recomendaron, hay ageusia en mi paladar en mi oído, porque escuche, se lo que debo hacer pero no me da gusto




no le siento sabor a las palabras del entrenador, y apenas he perdido menos de 10 libras. Así es en lo espiritual, usted va a dejar lo santo lo sagrado, lo que el espíritu, la palabra predicada, los consejos espirituales de su autoridad le a entregado los va a rechazar porque sabrán amargo para usted y tomara otro que no le edificaran y que no son de Dios y eso le sabrá a miel.

Levítico 10:9 “Cuando tu o tus hijos tengan que entrar en la tienda del encuentro, no deberán beber vino ni bebidas fermentadas, no sea que mueran. Es una ley permanente, que pasara de padres a hijos, 10 para que puedan distinguir entre lo sagrado y lo profano, y entre lo puro y lo impuro”.

No saben distinguir entre lo bueno y lo profano, cuando la oveja no ha aprendido a perdonar, es porque está enferma, el gusto lo ha perdido. Porque el paladar esta en nuestro oído, y la Biblia dice que si tu hermano te ofendiera, lo perdonaras 70 veces siete. Lo que el Señor estaba diciendo es que lo vamos a perdonar hasta que el hermano fuese perfecto, porque siete es un número de perfección.

Si usted no sabe perdonar es porque en la olla de donde usted está comiendo hay muerte. Cuando usted no tiene la capacidad de perdonar a su hermano es porque ha perdido el gusto. Hay que saberse alimentar.

Hay que perdonarse porque la Biblia nos enseña que uno de los mandamientos que Dios nos ha dado es que aprendamos a perdonar.




Lucas 6:16 A Judas hijo de Jacob y a Judas Iscariote que también llego a ser el traidor.

Judas era el administrador del ministerio del Señor y lo traiciono. El era el que recogía las ofrendas. El Señor confió en que él iba a administrar bien el dinero, pero eran dos monedas para él y una para el Señor. Se robaba el dinero del Señor, con el se compro un terreno, era un traidor no solamente porque lo entrego sino que desde antes le estaba robando. Tenía un problema de ageusia.

Según Judas el Señor no se daba cuenta, pero él sabía lo que Judas estaba haciendo, solo que estaba dejando que se condenara.

En Malaquías también el Señor pregunta si su pueblo le está robando y este le dice que no, que ofrenda, que diezma. Pero el Señor les responde que con lo que nadie quiere, con lo que les sobra.

Por ejemplo, si tenían una cría de ovejas, había 100, pero le daban al Señor las 10 más feas. Le entregaban al Señor lo peor, entonces ahí decía El que le habían robado. Es donde se ha perdido el sabor.

Pero no podemos hablar solamente de dinero, también podemos hablar de la adoración, de venir a congregarse. Acaso no le pasa al pueblo que está en la iglesia pero su mente está en otro lado. Están cantando pero están pensando en cosas de la casa.




Entonces le está dando mal su tiempo al Señor. Muchas veces nosotros también le robamos.

Yo le estoy diciendo, devuélvase su sabor, su paladar, que su oído “coma” la palabra y no la deje caer. No hay que despreciar el momento de lo santo por lo profano. Hay que desarrollar nuestro oído.

No hay que gozarse más en lo profano, que en la casa de Dios.

En este año de la prosperidad Dios nos ha enviado a que prosperemos, pero es necesario que nuestro oído se desarrolle y que nos enfoquemos más en las cosas espirituales que en las cosas del mundo. Ya es tiempo que nuestro oído pueda traer sobre nosotros esa libertad para prosperar, que podamos degustar bien las cosas espirituales. Que al momento de tener que tomar decisiones espirituales sepamos tomarlas bien. Que podamos festejar una fiesta delante de Dios.

Hermanos, reprendamos el espíritu de ageusia en nuestra vida y en nuestros oídos para que podamos degustar la palabra espiritual. Para buscar el Reino ante todas las cosas.

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