oemas de emilio adolfo i.---.lwestphalen · un sencillo y único movimiento pendular marcado por...

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OEMAS DE EMILIO ADOLFO I.---.lWESTPHALEN La palabra se hace en el silencio; en él toma identidad y cuerpo, dentro de él eclosiona su parábola significante. La palabra poética no sólo confirma este hecho sino que constituye su limite extremo, su diseño esencial. Todo lo que no se dijo en un poema fue precisamente el silencio necesario a la viva manifestación de la poesía. El silencio no se queda ahí, sin embargo. Traspone la cadencia de la palabra para invadir el espacio de la escritura, blanco sobre blanco; para hacer (entre palabras, versos, estrofas) audible y visible su sentido. Arcana y perenne armonía de los contra- rios. Es muy probable que al leer un poema estemos midiendo la cantidad y calidad del silencio constituyente que incor- pora, midiendo la onda viva que se arranca a su infinito océano y respirando allí profundamente. El milagro de la palabra es el exorcismo que opera el silencio. Esto, todos los poetas lo han intuido, aunque en diversas accesis, y rendi- mientos ajenos, por lo demás, a la extensión de la obra. Mallarmé, cisne en el lago de los signos, diseñó la más prodigiosa partitura visual del silencio. Rimbaud se hundió definitivamente en él con sus alas mojadas de cosmos. No hay, no puede haber poeta que no se haya detenido a escuchar su canto y esa experiencia es la madre de su ciencia, el velo desgarrado en luz de su conciencia. La obra poética de Emilio Adolfo Westphalen (Las ínsulas extrañas, 1932, y Abolición de la muerte, 1935) traza, con sus dos únicos y breves libros, el círculo tal vez más insólito y resplandeciente de la poesía peruana contemporánea, el círculo más intensamente rotado de silencio. suma de desarrollos tentadores incinerados en su ardoroso y fresco y exacto manantial! Un sencillo y único movimiento pendular marcado por esos dos libros: un compás abierto en el ángulo determinante de dos zonas: la de acá, la del canto; la de más allá, la del silencio marginando y levantando el canto. Entre las sumas y restas de la expresión fueron quedando el testimonio de la penosa marcha del hombre y de su anhelo indestructible (Las ínsulas extrañas) y, luego, la exaltación paradisiaca de su amoroso asedio (Abolición de la muerte). Por sobre la muerte, un total de victoriosa poesía que en su decantado silencio va gestando nuevos vuelos y nuevas iluminaciones. La mañana alza el río la cabellera después la niebla la noche el cielo los ojos me miran los ojos el cielo despertar sin vértebras sin estructura la piel está en su eternidad se suavizá hasta perderse en la memoria existía no existía por el camino de los ojos por el carnina del cielo qué tierno el estío llora en tu boca llueve gozo beatitud el mar acerca su amor teme la rosa el pie la piel el mar aleja su amor el mar cuántas barcas las olas dicen amor la niebla otra vez otra barca los remos el amor no se mueve sabe cerrar los ojos dormir el aire no los ojos la ola alcanza los ojos duermen junto al río la cabellera sin peligro de naufragio en los ojos calma tardanza el cielo o los ojos fuego fuego fuego fuego en el cielo cielo fuego cielo cómo rueda el silencio por sobre el cielo el fuego el amor el silencio qué suplicio baña la frente el silencio detrás de la ausencia mirabas sin fuego es ausencia noche pero los ojos el fuego caricia estás los ojos la boca el fuego nace en los ojos el amor nace en los ojos el cielo el fuego el fuego el amor el silencio De "Las ínsulas extrañas" Te he seguido como nos persiguen los días Con la seguridad de irlos dejando en el camino De algún día repartir sus ramas Por una mañana soleada de poros abiertos Columpiándose de cuerpo a cuerpo • Presentación y selección de Javier Sologuren ..

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OEMASDE

EMILIOADOLFO

I.---.lWESTPHALENLa palabra se hace en el silencio; en él toma identidad ycuerpo, dentro de él eclosiona su parábola significante. Lapalabra poética no sólo confirma este hecho sino queconstituye su limite extremo, su diseño esencial. Todo loque no se dijo en un poema fue precisamente el silencionecesario a la viva manifestación de la poesía. El silencio nose queda ahí, sin embargo. Traspone la cadencia de lapalabra para invadir el espacio de la escritura, blanco sobreblanco; para hacer (entre palabras, versos, estrofas) audible yvisible su sentido. Arcana y perenne armonía de los contra­rios.

Es muy probable que al leer un poema estemos midiendola cantidad y calidad del silencio constituyente que incor­pora, midiendo la onda viva que se arranca a su infinitoocéano y respirando allí profundamente. El milagro de lapalabra es el exorcismo que opera el silencio. Esto, todos lospoetas lo han intuido, aunque en diversas accesis, y rendi­mientos ajenos, por lo demás, a la extensión de la obra.Mallarmé, cisne en el lago de los signos, diseñó la másprodigiosa partitura visual del silencio. Rimbaud se hundiódefinitivamente en él con sus alas mojadas de cosmos. Nohay, no puede haber poeta que no se haya detenido aescuchar su canto y esa experiencia es la madre de suciencia, el velo desgarrado en luz de su conciencia.

La obra poética de Emilio Adolfo Westphalen (Las ínsulasextrañas, 1932, y Abolición de la muerte, 1935) traza, consus dos únicos y breves libros, el círculo tal vez más insólitoy resplandeciente de la poesía peruana contemporánea, elcírculo más intensamente rotado de silencio. i~é suma dedesarrollos tentadores incinerados en su ardoroso y fresco yexacto manantial! Un sencillo y único movimiento pendularmarcado por esos dos libros: un compás abierto en el ángulodeterminante de dos zonas: la de acá, la del canto; la de másallá, la del silencio marginando y levantando el canto. Entrelas sumas y restas de la expresión fueron quedando eltestimonio de la penosa marcha del hombre y de su anheloindestructible (Las ínsulas extrañas) y, luego, la exaltaciónparadisiaca de su amoroso asedio (Abolición de la muerte).Por sobre la muerte, un total de victoriosa poesía que en sudecantado silencio va gestando nuevos vuelos y nuevasiluminaciones.

La mañana alza el río la cabelleradespués la niebla la nocheel cielo los ojosme miran los ojos el cielodespertar sin vértebras sin estructurala piel está en su eternidadse suavizá hasta perderse en la memoriaexistía no existíapor el camino de los ojos por el carnina del cieloqué tierno el estío llora en tu bocallueve gozo beatitudel mar acerca su amorteme la rosa el pie la pielel mar aleja su amorel marcuántas barcaslas olas dicen amorla niebla otra vez otra barcalos remos el amor no se muevesabe cerrar los ojos dormir el aire no los ojosla ola alcanza los ojosduermen junto al río la cabellerasin peligro de naufragio en los ojoscalma tardanza el cieloo los ojosfuego fuego fuego fuegoen el cielo cielo fuego cielocómo rueda el silenciopor sobre el cielo el fuego el amor el silencioqué suplicio baña la frente el silenciodetrás de la ausencia mirabas sin fuegoes ausencia nochepero los ojos el fuegocaricia estás los ojos la bocael fuego nace en los ojosel amor nace en los ojos el cielo el fuegoel fuego el amor el silencio

De "Las ínsulas ex trañas"

Te he seguido como nos persiguen los díasCon la seguridad de irlos dejando en el caminoDe algún día repartir sus ramasPor una mañana soleada de poros abiertosColumpiándose de cuerpo a cuerpo

• Presentación y selección de Javier Sologuren

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Te he seguido como a veces perdemos los piesPara que una nueva aurora encienda nuestros labiosy ya nada pueda negarsey ya todo sea un mundo pequeño rodando las escalinatasy ya todo sea una flor doblándose sobre la sangrey los remos hundiéndose más en las aurasPara detener el día y no dejarle pasarTe he seguido como se olvidan los añosCuando la orilla cambia de parecer a cada golpe de vientoy el mar sube más alto que el horizontePara no dejarme pasarTe he seguido escondiéndome tras los bosques y las ciudadesUevando el corazón secreto y el talismán seguroMarchando sobre cada noche con renacidas ramasOfreciéndome a cada ráfaga como la flor se tiende en la ondaO las cabelleras ablandan sus mareasPerdiendo mis pestañas en el sigilo de las alboradasAl levantarse los vien tos y doblegar los árboles y las torresCayéndome de rumor en rumorComo el día soporta nuestros pasosPara después levantarme con el báculo del pastory seguir las riadas que separan siempreLa vid que ya va a caer sobre nuestros hombrosy la llevan cual un junco arrastrado por la corrienteTe he seguido por una sucesión de ocasosPuestos en el muestrario de las tiendasTe he seguido ablandándome de muertePara que no oyeras mis pasosTe he seguido borrándome la miraday callándome como el río al acercarse al abrazoO la luna poniendo sus pies donde no hay respuestay me he callado como si las palabras no me fueran a llenar la viday ya no me quedara más que ofrecerteMe he callado porque el silencio pone más cerca los labiosPorque sólo el silencio sabe detener a la muerte en los umbralesPorque sólo el silencio sabe darse a la muerte sin reservasy así te sigo porque sé que más allá no has de pasary en la esfera enrarecida caen los cuerpos por igualPorque en mí la misma fe has de encontrarQue hace a la noche seguir sin descanso al díaYa que alguna vez le ha de coger y no le dejará de los dientesYa que alguna vez le ha de estrecharComo la muerte estrecha la vidaTe sigo como los fantasmas dejan de serloCon el descanso de verte torre de arenaSensible al menor soplo u oscilación de los planetasPero siempre de pie y nunca más lejosQue al otro lado de la mano

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Viniste a posarte sobre una hoja de mi cuerpoGota dulce y pesada como el sol sobre nuestras vidasTrajiste olor de madera y ternura de tallo inclinándosey alto velamen de mar recogiéndose en tu miradaTrajiste paso leve de alba al irsey escandiado incienso de arboledas tremoladas en tus manosBajaste de brisa en brisa como una ola asciende los díasy al fin eras el quedado manantial rodando las floresO las playas encaminándose a una querella sin motivoPor decir si tu mano estuvo armoniosa en el tiempoO si tu corazón era fruta de árbol o de ternuraO el estruendo callado del surtidorO la voz baja de la dicha negándose o aflImándoseEn cada diástole o sístole de permanencia y negaciónViniste a posarte sobre mi copaRoja estrella y gorgorito completoViniste a posarte como la noche llama a sus creaturasO como el brazo termina su círculo y abarca el horario completoO como la tempestad retira los velos de su frentePara mirar el mundo y no equivocar sus remosAl levantar los muros y cerrar las cuevas

Has venido y no se me alcanza qué justeza equivocasPara estarte sin levedad de huida y gravitación de planetaOrlado de madreselvas en la astrología infantilPara estarte como la rosa hundida en los maresO el barco anclado en nuestra concienciaPara estarte sin dar el alto a los minutos subiendo las

jarciasy cayéndose siempre antes de tocar el timbre que llama

a la muertePara estarte sitiada entre son de arpa y río de escaramuzaEntre serpiente de aura y romero de edadesEntre lengua de solsticio y labios de tardada morosidad

acariciandoHas venido como la muerte ha de llegar a nuestros labiosCon la gozosa transparencia de los días sin fanalDe los conciertos de hojas de otoño y aves de veranoCon el contento de decir he llegadoQue se ve en la primavera al poner sus primeras manos sobre las

cosasy anudar la cabellera de las ciudadesy dar vía libre a las aguas y canto libre a las bocasDe la muchacha al levantarse y del campo al recogerseHas venido pesada como el rocío sobre las fIares del jarrónHas venido para borrar tu venidaEstandarte de siglos clavado en nuestro pechoHas venido nariz de mármol

Has venido ojos de diamanteHas venido labios de oro

De "Abolición de la muerte"

MUNDO MAGICO

Tengo que avisarles algo negro y definitivoTodos os estáis volviendo muertosLos muertos la muerte de los ojos blancos las muchachas de los

ojos rojosVolviéndose jóvenes las muchachas las madres y pequeño gran

- cariñoYo estaba escribiendoDije cariñoDije que estaba escribiendo una cartaUna carta una carta infamePero dije cariñoEstoy escribiendo una cartaOtra ha de ser escrita mañanaLa carta intacta la carta infame muerta tambiénEscribo siempre y no he de olvidar tus ojos rojosTus ojos estancados tus ojos rojosEs todo lo que puedo prometerCuando fui a verte tenía un lápiz y escribí sobre tu puertaEsta es la casa de las mujeres que se están volviendo muertasLas mujeres de ios ojos estancados las muchachas de los ojos

rojosMi lápiz era enano y escribía a mi voluntadMi lápiz enano mi adorable lápiz de los ojos blancosPero una vez lo llamé el peor de mis lápicesEl no oyó lo que dije él no supoEl sólo tenía ojos blancosLuego besé sus ojos blancos y él se convirtió en ellay la esposé por sus ojos blancos y tuvimos muchos hijosMis hijos o sus hijosCada uno de ellos tiene un periódico que leerLos periódicos de la muerte que están muertosSólo que ellos no pueden leer _Ellos no tienen ojos ni ojos rojos ni ojos estancados ni ojos

blancosSiempre escribo y digo todos os estáis volviendo muertosPero ella es la angustia y no tiene ojos rojosOjos rojos ojos estancadosOh ella no me gusta

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