ofensiva nº 2
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Segundo número de Ofensiva, el boletín del PCPE y los CJC de Aragón.TRANSCRIPT
¿Por qué el comunismo es un tabú en los medios?
Es fácil, somos una amenaza para el capitalismo.
Los comunistas y nuestros medios de información Ahora es el momento de construir nuestros medios de comunicación, libres y sin intereses económicos. Se cumplen cien años del nacimiento de Miguel Hernández, poeta comunista que murió en las cárceles franquistas en 1942. Todos los medios se han hecho eco de los numerosos homenajes rendi‐dos al Miguel Hernández poeta, pero nadie ha hablado del Miguel Hernández comunista, el que con sus versos arengaba a las tropas republica‐nas a continuar la lucha en el frente. Pero estos homenajes existen, y han sido silenciados. Siguiendo la misma línea, el 27 de octubre se inau‐guró el monumento a los fusilados en las tapias del cementerio de Torrero, en Zaragoza. Las autorida‐des presentes en el acto acudieron en la línea elec‐toralista de “hacerse la foto” con los ciudadanos y luego marcharse cómodamente sentados en sus cochazos. Sonaron mucho las palabras “perdón”, “reconciliación”, “democracia”, “libertad”, “memo‐ria”… Se recordó a republicanos, socialistas y anar‐quistas, pero ni una sola mención a los comunistas. ¿Acaso ellos no derramaron sangre y murieron por librar a la clase trabajadora española del yugo de la explotación y el fascismo? Estos luchadores existen, y han sido olvidados. En otro orden de cosas podemos hablar de las acu‐saciones vertidas en los medios de información ca‐pitalistas hacia Cuba y Corea del Norte, países cuya Revolución hace frente a los bloqueos internaciona‐les y a la injerencia externa. No sólo a ellos, sino también a todos aquellos pueblos que intentan libe‐rarse del orden mundial imperialista, organizándose y luchando por sus derechos. Estos pueblos, estas revoluciones, existen, y han sido criminalizadas. Evidentemente, en la era de la comunicación, lo que no se nombra no existe, y lo que se demoniza no se quita en años el sambenito. ¿Por qué es el
comunismo un tabú en los medios? ¿Por qué si se habla de él se hace en términos de criminalización? La respuesta es clara: somos una amenaza seria para el capitalismo, nuestro proyecto puede des‐moronar el actual estado de las cosas. Es por eso
que los comunistas debemos em‐plear todos los medios a nuestro alcance para hacernos oír, desde Internet hasta la prensa escrita, pasando por radios libres, pegadas de carteles, mesas informativas,
panfletos… Y, sobre todo, nuestra prioridad absolu‐ta debe ser el contacto directo con los trabajadores y las trabajadoras, en los centros de trabajo y de estudio, en la calle. Y el Ofensiva es un gran medio para contar la realidad de la clase trabajadora y las causas de lo que ocurre día a día en sus vidas.
Índice:
- Editorial ................................. Página 1 - La amenaza Fascista ............... Páginas 2 y 3 - Saint Gobain ........................... Página 4 - Que leer .................................. Página 5 - Que ver ................................... Página 6 - Del PCE al PCPE ...................... Página 7 - Hoy como ayer, Revolución .... Página 8
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UNIDAD Y LUCHA OBRERA CONTRA LA AMENAZA FASCISTA La estrategia de la clase capitalista respecto a la lucha antifascista es clara: nos hacen creer que el fascismo y la lucha contra el fascismo forman parte del pasado y que los ataques nazi‐fascistas que se siguen dando en la actualidad no son más que pele‐as callejeras. Pero nada más lejos de la realidad, el fascismo se difunde a través de los medios de co‐municación, se extiende por nuestros barrios y se muestra “tal cual es” en los centros de trabajo y estudio.
Estamos en tiempos de crisis capitalista. Es ahora cuando la contradicción existente entre el desarro‐llo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción bajo el modo de producción capitalista, se muestra con total crudeza. En esta coyuntura, los intereses de la clase obrera y los intereses de la clase capitalista o burguesía chocan más que nunca y surgen los conflictos de clase.
La clase capitalista pretende recuperar lo más pron‐to posible la tasa de ganancia que estaba obtenien‐do hasta el estallido de la crisis económica. Para ello, reduce y/o reubica gastos sociales y recorta los derechos laborales de la clase obrera. Su objetivo: por un lado, destruir fuerza de trabajo, por otro, reducir los derechos de los trabajadores y las traba‐jadoras, para reducir así los costes de explotación.
La clase obrera, obviamente, no está dispuesta a aceptar estas medidas, que promueven su despido y extreman su explotación. Por este motivo, los trabajadores y las trabajadoras toman conciencia y se movilizan. La cantidad de trabajadores implica‐dos y el grado de su implicación en la lucha, depen‐de del trabajo formativo y de agitación de las orga‐nizaciones obreras políticas y sindicales que lo re‐presentan. De este hecho es bien consciente la cla‐se capitalista, que dirige grandes esfuerzos en des‐truir las organizaciones políticas y sindicales comba‐tivas a través de estrategias de carácter policial (es‐pionaje, detenciones, infiltraciones, etc.) e ideológi‐co (difusión del reformismo, criminalización del comunismo, etc.).
Y es que, para que los conflictos de intereses entre obreros/as y capitalistas no tomen relevancia, la clase capitalista ha de justificar sus despóticas me‐
didas. Esto lo hace a través de una idea, la del “Pac‐to Social”, que defiende la conciliación de intereses entre obreros/as y capitalistas.
Para inculcar a la clase obrera esta falsa idea, la clase capitalista actúa de forma estratégica. A través de los grandes medios de comunicación, ar‐gumenta una y otra vez la legitimidad del “Pacto Social” y niega la pervivencia de la lucha de clases. Simultáneamente, invade ideológicamente las or‐ganizaciones obreras, buscando la pérdida de su combatividad y su aceptación del “Pacto Social”.
Así es como los capitalistas aniquilan los sindicatos de clase y los partidos comunistas. Así es como des‐arman los argumentos de los trabajadores y las tra‐bajadoras, que viven el conflicto de intereses “clase obrera versus clase capitalista”, la lucha de clases, a pie de curro.
¿Y tan importante es para la clase capitalista el “Pacto Social”? Sí, lo es. La burguesía no podría aplicar, pacíficamente, medidas anti‐obreras como la reforma laboral o el recorte de las pensiones sin la inculcación al Pueblo obrero de la idea de “Pacto Social”.
Sin el “Pacto Social”, la burguesía se vería obligada a ceder a los intereses de la clase obrera, lo cual
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El carácter nacionalista del fascismo tiene como prin‐cipal objetivo justificar la conciliación de clases
pondría en riesgo su existencia parasitaria. Eviden‐temente, esto es algo que no está dispuesta a hacer. Antes de desaparecer, es capaz de ejercer de forma extrema su poder, incluso vulnerando las normas “democráticas” que ella misma había apro‐bado en tiempos de “Pacto Social”.
Es en esta necesidad de represión extrema por par‐te de la clase capitalista hacia la clase obrera donde surge el fascis‐mo.
El fascismo es una expresión más de dictadura capitalista. En el fascismo, el poder represivo del estado es asumido, igual que bajo la democracia parlamentaria, por la clase capi‐talista. La diferencia entre las dos formas dictatoria‐les capitalistas, radica en que la primera, la demo‐cracia parlamentaria, es aplicada por la burguesía cuando la clase obrera no lucha de forma activa por sus intereses, mientras que la segunda, el fascismo, es aplicada por la burguesía en momentos de ex‐trema necesidad y peligro, que se producen cuando la clase obrera lucha activamente por la revolución socialista.
El carácter nacionalista del fascismo tiene como principal objetivo justificar la conciliación de clases, el “Pacto Social”. Es por ello que todos los naciona‐lismos recurren al argumento de la “unidad nacio‐nal”, que defiende la prevalencia de los intereses nacionales sobre los intereses de clase, tratando de engañar a la clase obrera. Asimismo, utilizan, junto a éste, otros falaces argumentos como la superiori‐dad racial, étnica o religiosa, con similares objeti‐vos. Y es que, precisamente, la demagogia populista es fundamental en el fascismo, llegando incluso a disfrazar de revolucionario y/o socialista a este régimen político cuando, en verdad, detrás de él, como impulsora, está la burguesía más reacciona‐ria. Nuestra tarea como comunistas es alejar la dema‐gogia fascista de la clase obrera. Y la única manera de conseguirlo es a través de la forma‐ción y la agitación de nuestra clase.
Hemos de ser conscientes de que si hacemos bien nuestro trabajo y organi‐zamos a la clase obrera, la represión hacia nosotros y nosotras aumentará. Pero eso no nos debe preocupar. Nues‐tro trabajo debe continuar aún bajo las
más feroces amenazas de la clase capitalista, pues‐to que ello es signo de que suponemos un verdade‐ro problema para la burguesía y que la revolución socialista está cada vez más cerca.
El septiembre pasado pudimos observar estas ame‐nazas con la convocatoria de huelga general. Desde que se anunció, los medios de comunicación capita‐
listas (propagandistas oficiales del sistema) no pararon de criminalizar todo lo relacionado con el ejercicio del derecho de huelga por parte de los trabajadores y las trabajadoras
¡y eso que la clase obrera se encuentra práctica‐mente desorganizada y sin una vanguardia definida!
¡Hemos de combatir su propaganda! Hoy, más que nunca, es necesaria la unidad y organización de las fuerzas obreras y populares de carácter progresista. Nos encontramos en un momento histórico en el que nuestras siglas deben quedar en un segundo plano en pos de la unidad. Pero esto no significa renunciar a nuestro discurso y a nuestras propues‐tas. ¡Todo lo contrario! Solo a través de la unidad seremos capaces de hacer crecer el movimiento obrero y, con él, las siglas del Partido Comunista.
Dejar en segundo plano nuestras siglas significa implicarse en la lucha con otras organizaciones pro‐gresistas que pueden ayudarnos a organizar a la clase obrera y a conquistar derechos democráticos. Con estas organizaciones, hemos de crear y recupe‐rar estructuras organizativas a través de las cuales plantar cara a la reaccionaria clase capitalista. ¡Fun‐demos comités obreros en los centros de trabajo! ¡Pongamos en marcha asambleas en los centros de estudio!
Unidad, organización y lucha obrera contra el capi‐talismo y la demagogia fascista.
Adrian Jota
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LA EMPRESA SAINT GOBAIN CIERRA 70 trabajadores serán despedidos pese a las ganancias de la empresa Saint‐Gobain Solar Control S.L. anuncio el cierre de
su planta en La Almunia de doña Godina el pasado
13 de Octubre para trasladarla a Avilés en Asturias
alegando había tenido una serie de pérdidas estos
últimos años.
La empresa llegó al pueblo en 2003 contando con
unas cuantiosas subvenciones y facilidades gracias
al Ayuntamiento y la DGA ascendiendo a 2,3 millo‐
nes de euros. Parece que solo han ido a aprove‐
charse de las ventajas y cuando se acabara el cho‐
llo, echar el cierre. Ésta empresa prometió en su día
que la planta de La Almunia sería la más innovadora
del grupo contando con técnicos bien preparados
de la Escuela Universitaria Politécnica de La Almu‐
nia (EUPLA). Incluso en llegaron a estar 120 traba‐
jadores en la planta.
Pero al contrario de lo prometido han ido despi‐
diendo progresivamente a los trabajadores, quitan‐
do primero a los temporales hasta quedar 60 actua‐
les, casi todos fijos. En sus inicios contaba con tres
líneas de producción: transformación, laminación y
capas, de las cuales actualmente queda laminación.
Se han llevado a cabo protestas y huelgas por su
situación en defensa de sus puestos de trabajo,
pero a pesar de ello, la empresa sigue empeñada en
llevar a cabo su plan de cierre y traslado.
Se han llevado a cabo diversas negociaciones, en las
cuales aun no se ha llegado a acuerdo alguno. La
empresa ha ofrecido unas alternativas inaceptables
tales como el traslado de parte de la plantilla para
irse a trabajar a Avilés. No aceptando nada de la
empresa, los trabajadores piden que no se eche el
cierre y continúen en sus puestos de trabajo consi‐
derando que no tienen razón alguna para trasladar‐
se.
Es normal el descontento de los trabajadores y del
pueblo de La Almunia por esta injusta decisión, ya
que la empresa no ha hecho más que quitar faena
liquidando empleo y anunciando su posterior tras‐
lado, finalizando su plan con el cierre total en mar‐
zo‐abril de 2011.
No se puede permitir el cierre de una empresa que
ha declarado 500 millones de beneficios el último
semestre, las razones que alegan son absurdas te‐
niendo en cuenta esto. Si siguen adelante con su
plan de traslado, que devuelvan el dinero público a
la administración. Aprovechándose de la nueva Re‐
forma Laboral lo tienen fácil pero los trabajadores
no se rinden.
¡Solidaridad con los compañeros de Saint Gobain!
Contra el cierre ¡Unidad y lucha!
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¿Qué leer? Libros recomendados para la formación comunista
LA HUELLA DE LA BOTA Joan Cantarero Temas de Hoy, 2010
Este libro ha su‐
puesto y supone
una buena ayuda
para quien quiera
conocer el pano‐
rama de la extre‐
ma derecha fascis‐
ta en España, so‐
bre todo, los de‐
nominados «nue‐
vos movimientos»
que surgen a par‐
tir de los años 90, después de la descomposición
formal de la asociación neonazi CEDADE, que era
hasta entonces la mayor organización nazi de Euro‐
pa y que albergaba a numerosos nazis huidos de la
justicia por sus crímenes y refugiados y protegidos
en la España fascista liderada por Franco.
Joan Cantarero (Valencia, 1964), periodista espe‐
cializado en criminología, decidió realizar este libro,
cuando descubrió, mientras realizaba un exhausto
estudio sobre la prostitución en España (Publicado
como «Los Amos De La Prostitución En España»,
Ediciones B, 2007), infiltrándose aun con su identi‐
dad real en la asociación de proxenetas ANELA, que
la gran parte de la prostitución y sus mafias estaban
ligadas a España 2000, uno de los «nuevos parti‐
dos» de la extrema derecha española. Esto le hizo
investigar más sobre dichos movimientos políticos y
sus raíces.
En el libro se ve y se demuestra el lazo que hay en‐
tre la posiblemente existente organización de aco‐
gida de criminales nazis ODESSA con la posterior
CEDADE (creada en pleno franquismo), grupos cri‐
minales ligados a CEDADE y grupos posteriores has‐
ta llegar a seis partidos fascistas actuales, los cuales
son: MSR, España 2000, Alianza Nacional, Frente
Nacional, Democracia Nacional y MPS (Actualmente
dentro del MSR). Comienza con el carnicero rexista
belga Léon Degrelle (Fundador del partido Cristus
Rex y títere nazi), quien vivió plácidamente en Es‐
paña hasta su muerte (Málaga, 1994) y quien fue
uno de los mayores reorganizadores del neonazis‐
mo en Europa (sólo fue juzgado en persona en 1985
y por unas declaraciones en la revista Tiempo y en
TVE gracias a la denuncia de una superviviente ru‐
mana del holocausto nazi, Violeta Friedman, tenía
sentencia de muerte en Bélgica) y continúa ponien‐
do nombre y apellidos e incluso localización a
miembros de las SS, Gestapo, etc. que vivieron o
siguen viviendo en España, sobre todo en el litoral
Mediterráneo. Pone como ejemplo la localidad va‐
lenciana de Denia y «las casas de los alemanes». Y
todo va enlazándose en el tiempo hasta encontrar‐
nos a personajes tan siniestros como Pedro Varela o
Ernesto Milá, quienes todavía siguen activos en el
neonazismo y a los partidos antes citados, cuyos
jefes y personajes clave también aparecen perfec‐
tamente identificados, así como muchas de sus ac‐
tuales actividades. Y alerta de una cosa: la impuni‐
dad de los criminales nazis en España ha sido un
nido de nuevos seguidores de sus ideas y es algo
que todavía no ha parado.
Para ser un libro que no surge de las organizaciones
antifascistas, el hecho de que no caiga en afirma‐
ciones baratas, tenga un análisis bastante claro y
documentado y que no haya sensacionalismo,
además de que diga su nombre y apellidos, no es‐
condido bajo un apodo de un personaje colectivo,
que lo mismo un día es antifascista como otro día
parece el que más al hablar de los «palestinos y sus
lazos internacionales», ha hecho que este libro haya
sido bien acogido por los antifascistas y haya tenido
muy buena respuesta. Realmente, como inicio para
el estudio de este tipo de gente, es una lectura más
que recomendable.
Salva Perugorria
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¿Qué ver? Películas para hacerte pensar y reflexionar
DESNUDO ENTRE LOBOS (Nackt unter Wölfen), de Frank Beyer, 1963, estudios DEFA, RDA
Basada en la novela autobiográfica del mismo nom‐
bre del escritor antifascista y camarada comunista
Bruno Apitz (28 de abril de 1900 – 7 de abril de
1979, quien aparece también en la película realizan‐
do un papel secundario, de hombre mayor), Desnu‐
do Entre Lobos, nos muestra el horror del campo de
concentración nazi de Buchenwald, y sus últimos
días, además adentrándose en la resistencia interna
y colectiva (incluso armada) que tenía el antifascis‐
mo dentro del campo. Una organización casi perfec‐
ta, que les hizo sobrevivir a una gran parte a todo
aquello hasta el día que tuvo que acabar todo. A su
vez, en la película se ve otro hecho que fue real y
que hila toda la trama: como varios prisioneros del
campo, Apitz incluido, ocultaron durante días,
jugándose más aún la vida, hasta el día de la libera‐
ción del campo a un pequeño niño judío (quien en la
vida real es Stefan Jerzy Zweig) al que salvaron de
una muerte inminente y todo lo que hacen para ello.
Como buena obra de los por desgracia, olvidados
estudios DEFA, reactivadores del cine alemán des‐
pués de la guerra, con la maravillosa e inolvidable
«Los Asesinos Están Entre Nosotros» (Die Morder
Sind Unter Uns), la obra tiene distintos protagonistas
que trabajan de forma colectiva y muestra hasta la
raíz la organización que había de criminalidad por
parte de los nazis en el campo a la vez que la organi‐
zación de solidaridad, ayuda colectiva y resistencia
casi heroica que realizaron los prisioneros de los
campos en una dificultad tan extrema, ya que mu‐
chos murieron ahí como animales, incluidos muchos
camaradas del KPD, como por ejemplo . La técnica
es de la mejor de la época y los actores, comenzan‐
do por el actor Erwin Geschonneck (elegido por el
mismo Apitz), uno de los mejores actores alemanes
de la historia, quien nos daría otro gran papel en la
también película antifascista Jacob El Mentiroso (Ja‐
kob der Lügner), de 1974 también del mismo
director, hacen un papel realmente impresionan‐
te y muestran el nivel de cine y cultura que tenía
la RDA en esos años. Grabada en blanco y negro
(el color todavía no era muy común), la película
tiene un ambiente tenso y realista que hace que
el espectador no deje de verla hasta el último de
sus minutos. Acompaña también a esa tensión la
magnífica banda sonora y el interés que demues‐
tra la película y que ocurrió en la vida real: la
unión y solidaridad tanto entre los prisioneros
organizados como con el niño salvado, era por
cuestión de clase, solidaridad obrera, por encima
de religiones o nacionalidades.
Por desgracia es una película muy difícil de con‐
seguir, pero que se encuentra remasterizada con
subtítulos en inglés y es posible conseguirla utili‐
zando las redes de archivos de internet.
Salva Perugorria
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Del PCE al PCPE Capitulo II La apoteosis del eurocomunismo. La política de Reconciliación Nacional, urdida de espaldas a la militancia comunista y al pueblo espa‐ñol por Santiago Carrillo y su camarilla de renega‐dos, fue el preludio del eurocomunismo. Supuso el asombro y la decepción de muchos miles de vete‐ranos y combatientes por la libertad y la justicia social que abandonaron la militancia y la lucha con‐secuente por la libertad, la democracia y la emanci‐pación de la clase trabajadora ante tamaño desa‐fuero político y moral. Semejante táctica política significaba tirar por tierra ingentes y dramáticos esfuerzos y sacrificios del bando republicano y revo‐lucionario, un asombro para extraños y una humi‐llación para propios, para quienes habían dado to‐do, su vida y su libertad, por la República de los trabajadores y por el socialismo. Debido a esta infame iniciativa de la Dirección del PCE, la organización resultó diezmada de los más valiosos y experimentados del gran plantel de vete‐ranos y militantes que nutrían las filas del PCE, a pesar de los riesgos y la salvaje represión franquis‐ta. La camarilla carrillista, refugiada y engolfada en Francia, se debió sentir entonces con vía libre para proseguir con su siniestro empeño de destruir uno de los partidos comunistas más prestigiosos y fir‐mes del mundo. Tras dos décadas de gestación de lo que finalmente se consagró como el eurocomunismo, que, como no podía ser de otra manera degeneró en antisovie‐tismo, sobrevino la celebración del VIII Congreso del PCE. Un congreso que significó la apoteosis del eu‐rocomunismo, una pseudoideología y un disparate antisoviético, que, como podemos contemplar es‐tupefactos, ahora ha supuesto la práctica ruina ide‐ológica y política, y hasta la práctica desaparición, de numerosos partidos comunistas de Europa y Latinoamérica, principalmente. El VIII Congreso del PCE, celebrado en Lyon (Fran‐cia) en el verano de 1972 fue maquinado grosera‐mente por Santiago Carrillo y su camarilla de arri‐bistas y lapidadores del Partido. Fue desarrollado en dos partes: primero una con los delegados exi‐liados y residentes en el extranjero, principalmente en Francia y otra más tarde con los delegados del interior, todo con el fin de evitar las tensiones in‐ternas y el que los militantes del interior pudiéra‐mos conocer de primera mano las opiniones y posi‐
ciones ideológicas y políticas contrarias a Carrillo y su camarilla, oposición encabezada por Enrique Líster y Eduardo García, entre otros muchos. En la primera reunión, tras ser expuesto muy cautelosa‐mente el orden del día, Enrique Líster y una docena de delegados manifestaron su desacuerdo y aban‐donaron erróneamente el Congreso, en lugar de participar y presentar batalla contra el eurocomu‐nismo y el antisovietismo de la camarilla carrillista. Deberían entonces haber planteado la necesidad de la escisión, en caso necesario de acuerdo con la concepción leninista, como forma extrema de salvar el partido de la degeneración oportunista y refor‐mista. De manera cautelosa y engañosa, el proyecto de manifiesto‐programa que la Dirección carrillista presentó al pleno para su consideración y resolu‐ción contenía ya sus propios rasgos de oportunis‐mo, reformismo y electoralismo en la perspectiva de una supuesta democracia burguesa. Esto pro‐vocó no pocas críticas y enmiendas por parte de los delegados que habíamos llegado clandestinamente desde el interior de España, hasta el punto de que Carrillo y maniobró hábilmente para que una comi‐sión de recopilación de enmiendas, encabezada por Manuel Azcarate, se encargara de realizar la redac‐ción final, escamoteando e ignorando así el sector de la mayoría de los delegados. Añadir que Manuel Azcarate, íntimo colaborador de Santiago Carrillo y destacado antisoviético, era un topo de la CIA en el PCE, según manifiestan las de‐claraciones de un destacado agente de la CIA, de‐sertor de las minas y refugiado en Holanda.
Miguel Galindo
Continuará en el próximo Ofensiva.
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Hoy como ayer, Revolución Reseñas sobre la historia del socialismo
21 Aniversario de la caída del Muro de Resistencia Antifascista La caída del muro de Berlín supuso el inicio de la perdida de los derechos de toda la clase trabajadora. Normalmente cuando se nos
habla del muro de Berlín (O “mu‐
ro de resistencia antifascista”
como se denominaba en la Re‐
pública Democrática Alemana,
RDA) se nos bombardea conti‐
nuamente con que el muro sepa‐
ro a millones de familia “que
intentaban huir del bloque socia‐
lista de la Europa del Este”, que
este fue un atentado en toda
regla contra la dignidad humana
y las libertades individuales etc.
El triunfo del despiadado sistema
capitalista sobre el bloque socia‐
lista fraguó en 1989, año en que
el muro fue derribado. Los que
anteriormente apoyaron a los
nazis como a las demás dictadu‐
ras fascistas y los más despiada‐
dos capitalistas estaban de en‐
horabuena, ¡el socialismo había
caído en la Europa del Este!
Pero y yo pregunto ahora; ¿de
verdad supuso la caída del muro
un avance en el progreso social?
¿De verdad triunfo la democra‐
cia? Más bien diríamos que no.
La caída del mu‐
ro supuso la
entrada de la
“economía de
mercado” en la
Europa del Este,
la cual trajo con‐
sigo innumera‐
bles y brutales
recortes de derechos laborales,
sociales y políticos que sufrieron
los antiguos trabajadores de los
estados socialistas. La mayoría
de las empresas y fabricas que
pasaron a manos del estado en
el sistema socialista, repartiendo
así el trabajo equitativamente
entre la población, desaparecie‐
ron, siendo privatizadas por
grandes empresas capitalistas, lo
que conllevó a engrosar las listas
de desempleo y dejar en la calle
a millones de trabajadores.
Los sistemas socialistas implan‐
taron una sanidad gratuita para
toda la población, hecho que
desapareció con la entrada del
capitalismo en los antiguos paí‐
ses del bloque del Este, haciendo
que aun hoy en muchos aspec‐
tos, la sanidad sea un servicio
totalmente inaccesible para los
ciudadanos.
El sistema socialista llevado a
cabo en los países de la Europa
del Este no fue algo perfecto,
jamás hemos dicho que se trate
de algo así, pero podemos afir‐
mar claramente que las condi‐
ciones sociales, políticas y labo‐
rales eran enormemente mejo‐
res para la mayoría de la pobla‐
ción, sino no hay más que ver las
oleadas de personas de la Euro‐
pa del Este que se ven obligadas
a marcharse a otros países para
poder sobrevivir en pleno siste‐
ma capitalista.
Gonzalo Peña
OFENSIVA Maquetación: Carlos Martínez
Edita: PCPE en Aragón y CJC de Aragón Redacción:Miguel Galindo, Gonzalo Peña, Adrián Jota, Claudia Lorente, Salva Perugorría, Arturo Montesinos
Contacto: [email protected] [email protected] Web: www.comunistasdearagon.org