oficios en el recuerdo. los toneleros

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Oficios en el recuerdo: los toneleros.José Puche Forte.Revista de Estudios Yeclanos. Yakka Nº 3 (1991). Yecla, 1991. ISSN. 1130-3581. pp. 81-96.

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OFICIOS EN EL RECUERDO: LOS TONELEROSJos Puche FortePRESENTACIN.Tratar el oficio de los toneleros en un pueblo como Yecla, en donde abunda el buen vino, es una obligacin. Tambin encierra un cierto encanto, pero a la vez requiere una gran responsabilidad, ya que es uno de los oficios artesanos de los ms complicados que existen, en el que hay una gran cantidad de detalles que no pueden ser pasados por alto. Es este un oficio en donde el ojo juega un papel primordial, ya que muchas de las medidas hay que calcularlas por medio de un gran conocimiento del oficio, sin que figuren reglas ni plantillas que te puedan dar una referencia exacta. De ah, aquella vieja frase, tan popularmente conocida, "A ojo de buen cubero". Por otra parte, los toneleros deban de conocer muy bien la madera que empleaban, pues era muy importante el grado de humedad de sta, la direccin de sus vetas, el tipo de madera ms idnea segn la vasija, etc., ya que al construir stas, se deba tener muy en cuenta que algunas de ellas deban de almacenar en su interior grandes cantidades de lquido, de cuyo ajuste hermtico y calidad de la madera dependa en gran parte el xito o el ms rotundo fracaso. Eran estas razones ms que suficientes a la hora de aprender el oficio de una forma correcta. El aprendizaje era largo y concienzudo; se necesitaban de cuatro a seis aos para llegar a ser un gran oficial. Algunos de los toneleros dicen que hasta nueve o diez aos no se consegua un perfecto dominio. Haba que ser muy despierto para este trabajo, y tener una gran pericia, y para ello, pasar por un largo, y a la vez, duro aprendizaje. Es muy curioso conocer el proceso de montaje empleado en los diferentes tipos de vasijas, algunas de ellas de gran capacidad. Muchas de las cuales, a pesar de haber pasado por ellas ms de cien aos, siguen en plena utilidad. Tambin dentro de esta variedad de envases, haban diferentes procesos de construccin, los cuales deban de ser conocidos a la perfeccin por el 81 tonelero. Para adentrarnos en este maravilloso y rudo oficio, en el que muchos de sus trabajos se realizaban en plena calle, al igual que otros oficios artesanos, o en las bodegas, ya fuera, en el pueblo o en el trmino rural, o en aquel pequeo taller. Se hace necesario conocer un poco, aunque sea de una forma rpida, su historia. A MODO DE PEQUEA HISTORIA. Parece ser que los barriles ya se mencionan en el Antiguo Testamento. Hacia el ao 160 de nuestra era, los romanos conocen, por su contacto con los celtas, el barril de madera para guardar vino, aunque como se

sabe, en el mundo griego y romano, el vino se transportaba y conservaba en nforas y vasijas de barro, y as se sigui haciendo durante siglos. Tambin se emplearon las pieles de algunos animales correctamente curtidas y preparadas para este fin. Durante la Alta Edad Media, estos envases de madera fueron muy empleados en los pases nrdicos, pero es durante la poca del Renacimiento cuando el empleo de vasijas de madera adquiere un gran esplendor, y en demanda de este consumo se funda el gremio de los barrileros. En un libro de las profesiones, ilustrado por Jost Amman y editado en Alemania en el ao 1568, aparece, entre otras muchas, la de barrilero. Aqu, en Espaa, este oficio de los toneleros alcanza una gran fuerza durante los siglos XVIII y XIX. En cuanto a nuestro pueblo, que es lo que nos ocupa, por ms que he mirado en todas las fuentes escritas, no he logrado encontrar en la relacin de oficios de diferentes pocas, el de los toneleros (1). Este slo aparece en una lista de profesiones censadas en el ao 1915 en la que se anotan ocho toneleros (2). En la "Memoria de Apuntes para la Historia de Yecla", de Pascual Gimnez Rubio, en un censo sacado el 14 de mayo de 1861. A pesar de que es bastante completo, no aparece el oficio de tonelero (3). Sacando una conclusin de estos dos censos, se puede decir, sin temor a equivocarnos en mucho, que los primeros toneleros aparecen en Yecla a finales del siglo XIX, ms concretamente en la dcada de los ochenta. No ocurre as con el oficio de los boteros, que ya aparecen en nuestro pueblo en un documento fechado en el ao 1660 (4). Aparte de todo lo expuesto, y para concretar ms, se puede decir que a lo largo de nuestra historia, el vino se transportaba en pellejos y se guardaba tambin en ellos, en algunos casos, aunque la gran mayora se conservaba en tinajas de barro hasta principios de 1700. A partir de esta poca, empiezan a emplearse grandes tinajas de barro, enterradas en su mayor parte en el suelo de bodegas subterrneas. La parte superior de stas las cubren unos alargados pollos de obra de unos sesenta centmetros de altura, en el que forman fila las tinajas, que dejan ver por encima de stos los ribetes de sus bocas. An quedan algunas de estas bodegas de mediados y ltimos del siglo XVIII, que nos dan fe y prueba de ello; unas estn en las grandes casas rurales y otras dentro del casco urbano. En la Casa Marta, finca de este trmino, se conserva una de estas caractersticas bodegas, con un pollo lateral compuesto por seis tinajas que llevan grabado, en el borde de sus bocas la cantidad de lquido en arrobas que caben en cada una de ellas. La mayor de stas, tiene una cabida de ciento tres arrobas y la ms pequea, setenta y dos. De las bodegas de este tipo que nos quedan en el pueblo, la ms representativa se encuentra en la Casa Municipal de Cultura, antes 82

Palacio de los Ortega, cuyas tinajas tienen u n a m a y o r capacidad q u e las m e n c i o n a d a s a n t e r i o r m e n t e . H a y o t r a s b o d e g a s d e este tipo d e n t r o d e l a poblacin, p e r o d e m e n o r importancia.

Las bodegas del ltimo tercio del siglo XIX, ya estn provistas de vasijas de madera, compuestas en su mayor parte por toneles de una capacidad de unas sesenta arrobas cada uno por trmino medio, y de dos a cuatro conos de cien a doscientas arrobas. Algunos de ellos se encuentran alojados en un habitculo aparte, preparado para este fin. Hay algunos de estos conos que albergan en su interior, de trescientas a quinientas arrobas, cuyo lugar de emplazamiento se encuentra a mayor profundidad que el piso de estas bodegas subterrneas, debiendo bajar cuatro o cinco escalones para acceder a ellos. A principios del siglo XX se empiezan a construir bodegas situadas en planta baja, al fondo del corral. Esta, por lo general, es de uso de los pequeos agricultores que pisan all su cosecha. En su interior albergan de cuatro a cinco toneles de unas cincuenta arrobas y de unos tres conos, que oscilan entre cien y ciento cincuenta. No hay que olvidar las grandes bodegas de uso comercial, de las cuales algunas datan de ltimos del siglo XIX, pero la mayora son de principios de este siglo. Sus naves albergan gran cantidad de vasijas de madera, que guardan en su interior el rico caldo yeclano. Muchas de estas bodegas proporcionaban trabajo durante temporadas a algunos toneleros. Para concretar, podemos decir que desde finales del siglo XVIII hasta 1950, tuvo lugar una gran demanda de vasijas de madera en nuestro pueblo, que fueron cumplidamente realizadas por los toneleros yeclanos. TALLERES. El primer tonelero con nombre y apellidos que he podido encontrar en Yecla, es Pedro Chinchilla Muoz, que aparece all por el ao 1915, montando un pequeo taller situado en lo que hoy es la calle del Literato Azorn, frente a la bodega de los Petronilos, que hace esquina, trabajando para muchas de las bodegas yeclanas. Por el ao 1920 cambia el taller a otro local de mayor amplitud, situado en la calle de las Fbricas, frente al antiguo taller, hoy desaparecido, de Ernesto Cano. En este local trabajan con l varios oficiales, entre ellos Carmelo Puche, Jos Ramn..., Andrs Lid, Blas, "el Fideo", Toni..., Paco "Sanes", Jos Muoz, Jos Moragn, y tambin Francisco, Remigio y Pedro Chinchilla Ibez, hijos de Pedro Chinchilla Muoz. Todos ellos, en distintas pocas, formaron parte de este taller, que al final qued a cargo de Pedro Chinchilla Ibez, hasta que cerr sus puertas en 1960. Pedro entr a trabajar con su padre a la edad de quince aos en 1945. En la actualidad, an hace pequeas vasijas de encargo.

En el ao 1940, aparece otro pequeo taller de tipo familiar, situado en la calle Corredera, 21. Aunque hacan vasijas de encargo, se dedicaban por lo general a la reparacin de toneles y conos. En este taller trabajaron Julio Moragn Cerezo, que mayormente ejerca el oficio de carpintero, y sus hijos Manuel, Antonio y Jos Moragn Garrido, junto a otros oficiales ajenos a la familia, como Juan Ros y Cristbal "el Chato", que trabajaron all de forma temporera. Estos hijos de Julio y algunos otros, aprendieron el oficio de tonelero de un tal Antonio, apodado "el Moreno", que era oriundo de Villena y que trabaj como encargado en la fbrica de Pascual Garca (calle de las Fbricas), en cuya bodega se hacan gran cantidad de vasijas destinadas a la misma y se atendan algunos encargos. Tambin haba algunos carpinteros que, debido a su habilidad y a un pequeo conocimiento del oficio de tonelero, reparaban alguno que otro tonel, componiendo generalmente sus fondos, ya que el poner duelas nuevas era un trabajo ms complicado y era realizado por el tonelero. Entre stos, por citar alguno, estaban: Pedro Chinchilla Marco, Tortosa, Julio Moragn, y otros. HERRAMIENTAS. Al ser el trabajo de los toneleros uno de los muchos que componen el amplio ramo de los oficios de la madera, es lgico que algunas de sus herramientas sean las mismas que las empleadas por carpinteros y aperadores, tales como las azuelas, serruchos, cepillos, cuchillas de estirar, compases y otros, aunque parte de estas herramientas tenan algunas diferencias. A fin de poder concretar ms a fondo, quedan expuestas de una forma ms o menos minuciosa. Dentro de la variedad de herramientas usadas por los toneleros, haba algunas antiguas, cuyo uso era casi nulo. Una de ellas era la picaza. Esta tena forma de hacha; su hoja, de unos 26 centmetros, tena el filo a una sola cara y era algo curvada de forma. Su mango de madera meda sobre 40 centmetros de longitud. Con

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esta herramienta se labraban las duelas despuntndolas en los extremos para darles forma. Exista otra herramienta parecida llamada doladera, pero al parecer se empleaba poco por estos contornos. Las azuelas (hachuelas) era una de las herramientas ms empleadas. Las haba de varias clases, pero en este oficio, por lo general se empleaban tres tipos: dos de ellas eran planas, una compuesta de mango corriente, y otra cuyo mango llevaba un hueco o asa para poder meter los dedos. Su ancha hoja era de 9 a 10 centmetros de ancha, con filo a una sola cara, generalmente en la parte interna. La hoja tena forma de pala y acabada en un pequeo vstago. Su longitud total estaba entre 19 y 21 centmetros, y se sujetaba por medio de una argolla o abrazadera de hierro al mango de madera, de 23 centmetros el ms pequeo, y de unos 33 el ms largo. El aprieto o fijamiento de la hoja con el mango se haca por mediacin de una cua de madera. Se empleaba para "descotar" los fondos de las vasijas y formar los pintos.

La escocia es otra de las herramientas. Tiene forma de cepillo, con un saliente lateral de madera que queda al lado de la cuchilla y hace de tope o soporte formando escuadra con la base. Con este cepillo se terminaban los pintos de los fondos. El soporte del cepillo hace tope con las testas a trabajar, consiguiendo un rebajo igualado en toda la circunferencia del fondo. Tambin se empleaba un cepillo de forma redondeada de unos 18 centmetros de longitud por unos 5 de anchura; el filo de su hoja era curvado y se le conoca como cepillo redondo. Se empleaba para darle una pequea curva al interior de las duelas, usando un cepillo de tipo corriente para planear la parte exterior de stas.

La otra azuela era de hoja c u r v a d a y se la conoca c o m o azuela de "voltear". La a n c h u r a de la hoja p o r la p a r t e del filo tena sobre 19 centmetros y u n a longitud d e 25. E l m a n g o d e m a d e r a era d e u n o s 2 6 centmetros de largo. Se e m p l e a b a m a y o r m e n t e p a r a trabajar las testas de la m a d e r a y t a m b i n p a r a las d u e l a s .

El garseador era una de las herramientas ms curiosas y representativas de esta profesin. Estaba compuesta por una tabla o soporte de madera, de forma semicircular, que iba acoplado a un mango perpendicular a ste. En el mango se sujetaba una cuchilla en uno de sus extremos y el soporte se poda desplazar a voluntad a lo largo del mango, graduando la distancia entre soporte y cuchilla. Se empleaba para hacer los garses o rebajos acanalados de las duelas. Haba garseadores de dos tipos. Uno ms pequeo y simple, empleado en la barrilera de pequeo tamao. Su mango de madera era de forma cuadrada. Por l se desplazaba el soporte y se fijaba la separacin entre ste y la cuchilla por medio de una cua, tambin de madera. El otro era de mayor tamao y su construccin era ms sofisticada y slida. Sus cuchillas se sujetaban entre dos piezas de madera y se graduaba con el soporte, por mediacin de dos esprragos o tornillos que se fijaban en la medida deseada por medio de dos palomillas. Uno de stos iba sujeto al mango de madera que facilitaba su manejo. Se empleaba para hacer los garses en toneles, conos y vasijas de gran tamao. Sus medidas quedan anotadas en el dibujo que lo representa. Para hacer los garses en las duelas de los grandes 84

correcta para el ajuste de unas con otras. El amador es un instrumento de hierro, de unos 42 centmetros de longitud, que forma en uno de sus extremos una horquilla compuesta de dos dedos o pas dobladas en ngulo recto; en el otro extremo termina en punta. Como su nombre indica, se empleaba para meter en las juntas de duelas y frentes, tiras de anea para ajusfar al mximo unas tablas con otras.

conos, se utilizaba el guillame, cepillo estrecho; herramienta sta, muy conocida por carpinteros y ebanistas, con la nica diferencia que el filo de su cuchilla era de forma curva, con el fin de que en el garse o canal pudiera ajusfar bien el pinto del fondo. Dentro de la serie de cepillos de gran tamao que el tonelero usaba, estaba el garlopn, herramienta parecida a la garlopa, pero de mayor tamao. Este llevaba un par de asas para poder ser manejado por dos personas. Se utilizaba para hacer la tirada en los cantos de las grandes duelas, en especial en las de conos de gran capacidad. El semn o simn era otra de las herramientas caractersticas del oficio. En otros lugares se la conoca con el nombre de paloma. Era de una forma muy parecida a la garlopa, de algo ms de un metro de longitud por diez centmetros de grueso en cada una de sus caras. Esta se colocaba de forma invertida, con la cuchilla hacia arriba, apoyada en dos banquillos, procurando que tuviera una cierta inclinacin para facilitar el deslizamiento de las duelas por encima de su superficie (a modo de cepilladora). Aqu se le daba a las duelas la inclinacin 85

El tirafondo era otro de los tiles empleado por el tonelero. Consista en un trozo de pletina de hierro doblada en una de sus puntas, taladrada su superficie con una serie de agujeros a lo largo de sta. En estos agujeros se meta la punta del aneador para palanquear los fondos cuando haba que colocarlos en los toneles y

barriles. Su longitud era de unos 40 centmetros. El calafate era una de las herramientas ms conocidas en el instrumental de los toneleros. Consista en una especie de atajadera, algo curvada de forma, de unos 13 centmetros de largo. Se empleaba para desmontar las cubiertas y fondos de las vasijas que se tenan que reparar; tambin serva para recalcar papel de estraza o anea en las grietas cuando por stas haba escape de lquido, ya fuera en duelas, garseso fondos.

Para trabajar los aros, poner remaches y muchos otros usos, el tonelero dispona de un martillo de tipo corriente, algo curvado, cuyo mango vena a tener sobre los 28 centmetros de largo. Haba otras herramientas cuyo uso exclusivo era colocar los aros en las vasijas a la hora de montarlas y darles la presin necesaria. Una de ellas era el chazo. Tena la forma de una atajadera cuyo extremo formaba una especia de pala, con un canal a lo largo del canto. En ella se acoplaba el aro para ser golpeado, dando con el martillo en el otro extremo o cabeza. Su longitud era de unos 12 centmetros. Se empleaba principalmente en los toneles. El martillo sentador tena el mismo cometido que el chazo, pero se empleaba de manera especial para presionar los aros de las grandes vasijas, mayormente en los conos. Su mango tena unos 30 centmetros o ms, y en un extremo de su pesada maza terminaba de forma estrecha, con un canal igual que el chazo, en la cual se acoplaba el aro.

Para montar y unir los aros o ceos de hierro que llevaban los toneles y conos, se empleaba la bigornia. Consista en una barra de hierro de forma cuadrada, de 1,10 centmetros de larga. En uno de sus extremos acababa en punta para ser clavada en tierra; en el otro extremo tena un plano o soporte algo curvado, con dos agujeros en sus puntas. Serva para apoyar el ceo, hacer en l los agujeros y poner los remaches. Tambin se empleaban dos punteros, uno de punta redonda para taladrar los ceos o aros de sujeccin, y el otro para aplastar las puntas de los remaches una vez colocados. Este llevaba un hueco en su punta. La longitud de estos punteros era de unos doce centmetros.

Las barrenas tambin formaban p a r t e del herramental de los toneleros. Las haba de varias medidas, todas ellas de puo. Las ms delgadas se empleaban para redondear los agujeros cuando haba que poner algn espiche (pieza redonda de madera de forma cnica) o tapn, para evitar el escape del vino en las vasijas. Las pipas y toneles, llevaban en la parte inferior de uno de sus frentes un agujero en el que se colocaba el uso o la jeta (grifo de madera). Este taladro tena forma cnica. Para ello se empleaba una barrena de la misma forma, la cual tena dientes, al igual que la escofina de los carpinteros, tambin se gastaba para hacer los agujero de los espiches a fin de buscar para stos el mejor ajuste. Para hacer las bocas de llenado en los toneles se empleaba una barrena capaz de hacer un agujero de 5 centmetros de dimetro. Esta dispona, aparte de su 86

punta, de unas cuchillas colocadas de tal forma para que la madera no se abriese al ser taladrada. Su longitud era de unos 28 centmetros. El comps era otra de las herramientas necesarias dentro de la tonelera, ya fuera para marcar fondos y frentes, o para tomar puntos de referencia necesarios para calcular los crculos u valos de diferentes medidas. Unos eran grandes y de madera, otros de mediano tamao, hechos en hierro. El banco empleado por los toneleros yeclanos era el mismo que emplean carpinteros y ebanistas, con la excepcin de uno que dispona de dos prensas o mordazas, una en cada extremo, y que serva mayormente para trabajar duelas de gran tamao. Algunas de stas eran tan largas, que en ocasiones se necesitaban dos bancos para poderlas manejar convenientemente. Ha quedado explicado, con ms o menos detalle, el muestrario de herramientas usadas por estos artesanos, pero al igual que ocurre en cada una de las profesiones, segn la tcnica que cada uno empleaba de forma muy particular, dispona de plantillas y otros tiles que le daban carcter a su trabajo de un modo muy personal, siguiendo la enseanza de aquel viejo refrn que dice, "cada maestrico tiene su librico".Serruchos, sierras, e s c u a d r a s , falsas e s c u a d r a s , etc., e r a n h e r r a m i e n t a s corrientes en carpintera, t a m bin u s a d a s p o r los toneleros.

MATERIALES. La materia prima ms gastada por los toneleros era la madera. Las utilizaba de varias clases; cada una de ellas iba en consonancia con la vasija que deba de fabricar. En los grandes talleres artesanales dedicados a la tonelera, la madera se gastaba en troncos y eran los mismos toneleros los que sacaban de ellos, con un gran conocimiento en el cortado, las duelas y dems tablas necesarias para hacer fondos y frentes. Tambin empleaban diferentes procedimientos para el secado de este material y conocan muchos otros secretos que la madera encierra. Pero todo lo expuesto es a modo de curiosidad, ya que en Yecla no haba grandes industrias. Es por ello que los pocos toneleros que en nuestro pueblo trabajaban, se abastecan de maderas de importacin, las cuales venan ya preparadas en tabletas o tablones de diferentes largos y gruesos, adaptados a las medidas de los diferentes envases que el tonelero deba de realizar. Lo que s conoca bien este artesano, era el sentido de las vetas de la madera, saba de qu modo deba de domarla para preparar las duelas, por supuesto, el grado de humedad que sta tena, y otras muchas cosas que era indispensable saber para construir buenas y fuertes vasijas. La mejor de las maderas empleadas en tonelera era el roble americano; era tambin la ms cara. Generalmente, se gastaba para toneles de 100 arrobas (unos

Aparte de las herramientas, haba otros utensilios que servan de apoyo para poder realizar el trabajo con comodidad; uno de ellos se conoca con el nombre de mochuelo, pero en Yecla casi no lleg a utilizarse. Puede que lo hicieran los toneleros antiguos, ya que algunos an recuerdan haberlo visto abandonado en algn rincn del taller, pero no llegaron a emplearlo. Era el mochuelo una especie de pequeo banco que dispona de un cepo o mordaza llamado barlete para sujetar las piezas que haba que trabajar. La presin de stas se lograba por medio de un pedal que era accionado con los pies. Los haba de dos tipos: uno ms pequeo para trabajar de pie, y el otro de mayor tamao para poder hacerlo sentado. Es una pena que en Yecla no se haya conservado ninguno de ellos.

1.600 litros), aunque tambin se hacan barriles de esta madera y pipas de 600 litros, llamados bocoy. Estos se hacan principalmente de madera de castao. Con el roble se poda hacer todo tipo de vasijas, siempre que as se la encargasen al tonelero, pero muchos no podan permitirse estos lujos, debido a su estrecha economa. Esta madera de roble es la que mejor conserva el vino, dndole a la vez un exquisito sabor. El castao era otra de las maderas a emplear. No era tan buena ni dura como el roble, pero s estaba ms asequible a cualquier economa. Esta madera se gastaba principalmente en barrilera, en hacer medias pipas y en la construccin de cubas. El tipo o clase msempleado de esta madera era el castao cataln. Cuando ste escaseaba, se gastaba el italiano, que era de una calidad ms inferior. Tambin se hacan en madera de castao los conos de menos de 200 arrobas (unos 3.200 litros). El pino ruso (abeto) era la madera ms idnea por sus caractersticas, para construir conos de gran capacidad, pero tambin se empleaba para los pequeos, a partir de 200 arrobas. Como su nobre indica, esta madera se importaba de Rusia, y vena en tablones de unos 6 metros de largo, un grueso de 7 centmetros, y de 20 a 21 de anchura. Recin acabada la guerra civil, era imposible el poder conseguir esta madera, siendo preciso desmontar conos viejos para reparar o hacer los nuevos. Con el roble americano ocurra otro tanto. Es por ello que en esta poca, se hacan muchas vasijas de castao, pues era la madera ms abundante y la que menos costaba conseguir. Los toneleros se abastecan de madera generalmente en Alicante; bien la compraban en el puerto o en los almacenes madereros que all haba, tales como "La Compaa de Maderas" o la de "Prez y Caballero" entre otras, ya que por esta poca no haba almacenes en Yecla. Pasados los aos, se abri el almacn de Ramiro Chinchilla, que abastecera a ebanistas y carpinteros, pero no traa la clase de madera que gastaban los toneleros, a no ser que fuera por encargo. Otras de las materias necesarias para desempear el oficio era el hierro. Se empleaba para hacer los ceos o aros que abrazaban y sostenan las duelas que formaban el cuerpo de la vasija. Haba recipientes empleados para el embalaje y tambin para el transporte de salazones, que llevaban los ceos de madera, pero en Yecla no llegaron a fabricarse. Los flejes para ceos eran de hierro dulce, y venan en rollos de diferentes anchos y grosores. Los ms anchos eran de 7 centmetros y los ms estrechos tenan sobre 2; el grosor oscilaba entre los 7 y los 2 milmetros.

accesorios de la tonelera, como los remaches para unir los aros. Estos eran de cabeza plana. Tambin se empleaban unos clavos o pas de dos puntas para unir las tablas de fondos o frentes, conocidos con el nombre de fitas. Entre las tablas de los frentes, cuando stas se unan, se les ponan tiras de anea para que sus juntas hicieran el mejor ajuste posible. La greda o arcilla, era otro de los elementos empleados para empastar y rellenar los garses y canales en los ajustes del frente. Cuando no haba greda a mano, se haca una pasta o masa con harina de cebada, pues la de trigo escaseaba, tapando con ella las grietas y poros de las vasijas. Los escapes entre duelas se remediaban poniendo papel de estraza entre las juntas, recalcndolo con la ayuda del galafate o calafate; este mismo remedio se empleaba tambin en los frentes. Estos eran generalmente los materiales empleados por los toneleros para el desempeo de su profesin, con los que con habilidad, y a veces mucha paciencia, componan toda una serie de vasijas que llenaban las bodegas yeclanas, y que vamos a pasar a conocer. LAS VASIJAS. Empezaremos por enumerar los diferentes tipos de vasijas de forma curvada, de mayor a menor tamao. De ellas, las ms grandes eran los toneles. Su cabida poda ser de 1.500 a 1.600 litros (de 93 a 100 arrobas). Su altura vena a ser de 1,60 metros, y un fondo que rondaba el 1,50 de dimetro. Es importante conocer que la medida correcta de un tonel debe ser igual en su altura que en el dimetro central en su parte ms panzuda. Segn la vasija, as era el alto y el grosor de sus paredes. Los toneles que llenaban las bodegas caseras eran de 60 a 80 arrobas (960 a 1.280 litros). La vasija que segua en capacidad al tonel era la pipa, conocida mayormente como bocoy; su contenido era de 600 litros. Para su construccin se gastaban tabletas de roble o castao, de algo ms de 1,20 de largo, 4 cms. de grueso, y de 8 a 12 centmetros de ancho. La altura de esta vasija era de 1,20, y su fondo tena algo ms de un metro de dimetro. Se fabricaba tambin la media pipa. Esta se haca de castao o roble. Su capacidad era de unos 300 litros, y su altura vena a tener sobre 1,10; el fondo era de algo ms de 65 centmetros. Otra vasija ms pequea en proporcin, era el barril. El mayor de ellos era de unos 200 litros, su altura de 1,07 metros y unos 55 centmetros de fondo. De esta vasija haba una gran escala de medidas, que oscilaba entre la medida anterior y el ms pequeo, que tena 1 litro de capacidad, que era la vasija ms empleada durante las comidas y meriendas de los agricultores

Haba otros materiales que formaban parte de los

yeclanos. El uso de utensilios de cristal, tales como el porrn y la catalana, y tambin la bota, desplazaron este pequeo recipiente, que era una verdadera joya de la artesana tonelera. Haba otro tipo de toneles de forma ovalada, los cuales eran muy difciles de hacer. Eran propios de los aguadores, ya que debido a su forma achatada se acoplaban bien al carro y repartan agua por toda la poblacin. Tambin eran idneas estas vasijas para cargarlas en las bolsas de los grandes carros que se dedicaban al transporte, y para ocupar huecos en la carga de camiones. En este apartado hay que mencionar tambin el barril para cerveza, que tena unos 60 centmetros de altura. El grosor de sus duelas era de 3 a 3,5 centmetros, igual que el de los frentes, y estaban hechos de madera de roble. Llevaba cuatro aros de 7 centmetros de anchura, dos en cada extremo, a fin de soportar la presin del gas que la cerveza tiene. En Yecla casi no se fabricaba este tipo de barril. Tenan fama los fabricados en Monvar por un yeclano afincado en Valencia, llamado Juanito. Los toneles por lo general llevaban ocho aros, cuatro en cada parte, dejando libres de herrajes el tercio central de la vasija a fin de poderla maniobrar con ms soltura y facilidad en el traslado y hacer ms cmoda su carga. De no estar estas vasijas construidas de esta forma; su duracin poda ser mnima. Los toneles se colocaban en toneleras, compuestas por pilares a ambos lados de las bodegas; sobre stos se apoyaban unos palos obrados que servan de soporte a los toneles. Cada vasija se apoyaba en dos toneleras, una a cada extremo. Existan tambin unos banquillos de forma curvada con tres patas, para poder colocar los toneles de forma individual. Otra de las vasijas necesarias en cualquier bodega eran las cubas. Su forma era troncocnica, parecida a un tonel que lo hubiesen cortado por el centro; las haba de varios tamaos. Por lo general, se hacan de pino ruso. Venan a tener de 40 a 50 centmetros de altura. El grueso de sus paredes era de 2 a 3 centmetros, y su cabida, desde 200 la mayor, pasando por 150 y 100 litros, que era la cuba a emplear en las bodegas caseras, hasta la ms pequea, que era de unos 50 litros. Haba otra cuba de tamao ms reducido, conocida con el nombre de gaveta. Tena una altura de unos 15 20 centmetros, y su pared un grosor de centmetro y medio; su capacidad era menor de 50 litros. Ha quedado dicho todo lo correspondiente a los toneles y dems vasijas de forma curvada, incluyendo 89

las cubas. Pasemos ahora a conocer los conos, que era otra de las vasijas muy comn en nuestras bodegas. Empezaremos por las de menor tamao, que tenan una capacidad de 100, 150 y 200 arrobas, y una altura de 1,30 a 1,60 metros. Su estructura se sujetaba por ocho aros. Estas vasijas eran el tipo ms corriente en cualquier bodega de tipo medio del agricultor yeclano. Los conos de esta capacidad se hacan de madera de castao generalmente, aunque tambin las haba de pino ruso. Estas vasijas se mantenan sobre cuatro pequeos pilares de unos 40 a 50 centmetros de altura, sobre los que descansaba la solera o fondo del cono.

Haba tambin conos de menos de 100 arrobas. Casi siempre eran de encargo, y al igual que ocurra con los toneles, podan llegar a ser hasta de un litro, y tambin se empleaban para beber vino durante las comidas. Otras de estas vasijas eran de 300, 500 y hasta de 1.000 arrobas. Casi todas estaban calculadas para los huecos o departamentos de algunas bodegas. Su tamao y altura dependa siempre de estas cavidades. Estos conos se preparaban en el taller y se montaban en la misma bodega, en su lugar definitivo. Casi todas estas vasijas se hacan de pino ruso, sobre todo las de 500 arrobas hacia arriba. Tambin se hacan conos de mayor tamao. Estos eran encargados para las grandes bodegas de tipo comercial. Algunos de ellos an se conservan en buen estado, a pesar de ser vasijas que contienen en su interior 42.000 litros (unas 2.625 arrobas). Estos grandes conos van montados sobre siete pilares colocados de esta forma: dos, tres y dos. Los conos ms grandes que se han llegado a fabricar han sido de 60.000 litros (unas 3.750 arrobas). La medida correcta de un cono debe ser la de su base igual a su altura, aunque a veces estas medidas varan algo debido al espacio en donde deba ser aco-

piado. Los conos de pequeo tamao, hasta de 200 arrobas, a veces se montaban en el taller y se llevaban armados a la bodega, transportndolos en un carro, contando siempre con que la puerta de sta diera las medidas precisas, pero por lo general, en una mayora de casos, estas vasijas se montaban en el lugar que deban de ocupar.

los que componan el fondo o base del cono. Estos tablones no iban cogidos a los de la solera, ni clavados a ella. Los conos ms pequeos que se mantenan sobre cuatro pilares, montaban sobre dos soleras de 3 a 4 centmetros de grueso. El grosor de las soleras era el mismo que el del resto de los tablones que componan la vasija. Las maderas del fondo iban ensambladas unas con otras por medio de tarugos o espigas de 16 milmetros de grosor; las tablas ms largas llevaban cinco o ms de stas, las ms cortas, dos. Un fondo poda llegar a tener hasta 18 20 tablones, dependiendo de lo grande que fuese la vasija y de la anchura de stos. Los dos tablones ms cortos que formaban cada una de las orillas, reciban el nombre de penales, y los que les seguan (los segundos), contrapenales; el resto formaba el cuerpo central. Una vez montado el fondo encima de los pilares, se marcaba con un comps y se cortaba, dndole siempre algunos milmetros ms, para que el ajuste fuera lo ms perfecto posible. Hay que dar por entendido que en el proceso de montaje de una vasija, no estaba permitido el uso de colas ni pegamento alguno. La unin se consegua nicamente por la presin de los ceos o aros. Cuando el fondo ya estaba cortado, se le haca el pinto. Consista en rebajar las dos caras de l en unos 2,5 3 centmetros alrededor del fondo, en forma achaflanada. Este trabajo se comenzaba con la bazuela de voltear y con la plana, y se acababa alisndolo con la escocia, hasta lograr un perfecto ajuste con los garses de las duelas. Las tablas que componan el fondo, llevaban entre sus juntas tiras de anea, y cuando en los cantos haba repelos, se pegaba sobre ellos papel de estraza, procurando siempre que el ajuste fuera completo. Los garses de las duelas o tablas de aro, como tambin se llamaban, se marcaban con la falsa escuadra, pues se deba de tener en cuenta la inclinacin de stas con respecto al fondo. El garse o canal se haca con el guillame. El tope de ste quedaba redondeado para hacer un mejor ajuste con el fondo. El calado de este canal era de unos 2,5 centmetros y su anchura vena a ser la misma. La tirada de los cantos de las duelas se haca con el garlopn, ajustndolas una por una. Haba veces que, debido a la longitud de los tablones (unos 5 metros), eran necesarios dos bancos para poderlas trabajar, ya que haba que sujetarlas con dos prensas. Las testas de las barras de aro iban rectas, no llevaban biselado como las de los toneles, y en sus cantos se les hacan dos o ms agujeros, en los que se introducan tarugos para lograr un buen acoplamiento de una duelas con otras. Cuando las tablas de aro estaban ya preparadas, se empezaba a montar el cono, poniendo la primera de ellas. Para que se mantuviese, se apuntalaba al fondo 90

PROCESOS DE CONSTRUCCIN. Es en este apartado en donde se puede apreciar el mucho conocimiento y habilidad que tenan estos artesanos. La forma de trabajar las piezas, los clculos empleados y otras muchas curiosidades, las iremos descubriendo a lo largo de este proceso de montaje. Empezaremos por explicar la construccin de un cono, ya que al parecer, esta vasija es la menos complicada de montar. Cuando verdaderamente existe esta dificultad es al construir la vasija de gran tamao, que es la que vamos a describir. Pero an as, el tonelero siempre dispona de ideas y de medios para facilitar este complicado y rudo trabajo. Como ha quedado dicho, los grandes conos se preparaban y montaban en la misma bodega. Lo primero que se haca era marcar el fondo. Para ello haba que colocar sobre los pilares tres tablones, llamados comnmente soleras. El ms largo se pona sobre los tres pilares centrales, y los otros dos sobre los pilares de las orillas. Encima de estos tablones, que tenan 7 centmetros de grosor y de 20 a 23 de ancho, se ponan otros tablones cruzados, tambin del mismo recio, que eran

por medio de un listn de madera cogido con dos pas en sus extremos. A continuacin se colocaba la duela siguiente, que se sujetaba al canto de la primera por medio de los tarugos, y al fondo, con el garse. Esta operacin se segua realizando hasta tener las paredes completamente montadas. Es entonces cuando se proceda a poner el primer aro de la parte baja o de faja. Despus se colocaban 4 5 ms para cerrar el cono. Si durante el montaje del cono, se abra o se separaba alguna duela, se pona en la parte superior interna un trozo de madera para aguantar stas por medio de dos pas. Para sujetar unos tablones con otros, tambin se empleaba una cuerda puesta en la parte exterior y cogida en sus extremos con dos tachuelas para mantenerla. Los aros empleados para herrar los conos eran todos de 7 centmetros de ancho. Solamente variaba el grosor de stos. En los conos grandes eran de 7 milmetros, mientras que en los pequeos tenan de 4 a 5. Los ceos se unan por medio de dos remaches; Este trabajo se realizaba en la bigornia. Una vez estaba cerrado el cono, se tomaban con el comps seis puntos de la circunferencia superior. El resultado de esta medida daba la abertura correcta de sus varas para poder trazar la circunferencia de la cubierta superior, dando a sta un margen al cortarla de unos 2 centmetros, para que hiciera ms presin en el ajuste. Para colocar la cubierta superior se deban de aflojar los aros, a fin de que abran algo las tablas que componen la pared del cono, y de esta forma se pueda introducir la cubierta en el canal o garse. Para mantener esta abertura se colocaban unas cuas entre las duelas, por la parte interna, algo ms abajo del garse superior. Estas cuas, adems de separar las tablas, servan de soporte a la cubierta, mientras sta se va encajando en la canal. Cuando queda colocada, se empieza a herrar el cono (colocar los aros). Primeramente, se pone el aro de arriba, llamado de cabeza, y el segundo de abajo o de contrafaja. Seguidamente, se ponen todos los dems, empezando de abajo hacia arriba. Los aros se ajustan al cono con la ayuda del martillo sentador, procurando que no queden muy apretados sino cuajados, ya que al ser montada la vasija en seco, si los aros estn muy apretados, se corre el riesgo de que la vasija se reviente al ser humedecida, ya que es entonces cuando hace el aprieto definitivo. Los grandes conos disponen de dos puertas: una situada en la cubierta, cuyo hueco es de 40x40 centmetros, la cual va reforzada con una barras o travesaos de madera; la otra es de mayor tamao, y est a unos 40 91 centmetros de la base. Tiene una altura de unos 50 centmetros, y una anchura que oscila entre los 25 y los 30. Los conos pequeos slo tienen una puerta en la parte superior, de 40x40 centmetros, y en su parte baja disponen de una tuerca o hembrilla para poner en ella el grifo de vaciado. Cuando el cono ha quedado ya montado y ajustados todos sus aros, hay que quitar las cuas que sirvieron de soporte a la cubierta. Para ello, el operario se introduce en el interior del cono y quita stas con la ayuda de un martillo. Estas cuas, por lo general se vuelven a emplear en el montaje de otras vasijas. Un cono de 40 a 60.000 litros de cabida lleva 16 18 aros, el de 8.000 tiene de 7 a 8; igual los de menor cantidad. En la parte superior van dos aros que se tocan, y reciben el nombre de cabeza y cuello. En la parte inferior son tres los aros, uno junto al otro, los que forman la faja; el segundo de ellos se conoce como contrafaja. El resto de los aros o ceos estn repartidos sobre el espacio que forma el cuerpo de la vasija. La cuba era otro de los recipientes necesarios en cualquier bodega. Su montaje tena una cierta semejanza con el cono, aunque sta era de forma invertida. Al

igual que el cono, tambin se fabricaba con madera de pino ruso. Preparadas las duelas, se proceda al montaje de la siguiente forma: primeramente, se colocaban todas las duelas sobre el aro ms pequeo, que es el que haca presin sobre el fondo. Para realizar esta labor, eran necesarias dos personas. Cerrado el crculo o pared de la vasija, se coloca el aro de arriba que forma la boca, y por ltimo, el central o de cuello. Se hace a continuacin la canal o garse para colocar el fondo con el garseador grande. Se toman los seis puntos de referencia para calcular el fondo, y una vez cortado ste, y hecho el pinto, hay que aflojar los aros de cabeza y cuello para poderlo colocar. Por ltimo, se aprietan los ceos de forma definitiva. Con sto, la cuba queda terminada. Conocido el proceso de montaje del cono y de la cuba, pasemos al de los toneles y dems vasijas de forma curvada. Es distinto en muchos aspectos al del cono y requiere el tener gran habilidad, ya que entraa mucha ms dificultad en su realizacin. La mayor parte de este trabajo se realizaba en plena calle, sobre todo cuando la temperatura era propicia. Esto era motivo de atraccin de algunos curiosos, que no perdan detalle de la labor realizada por el tonelero. Las diferentes fases en el proceso para hacer una vasija curvada eran: cortar, planear, segmentar y montar. Primeramente, se cortaban y labraban las duelas, dndoles la forma correcta. Seguidamente se planeaban sus caras, la interna con el cepillo redondo y la externa con el plano. Por ltimo, se segmentaban, dndole a los cantos de las duelas la tirada correcta por medio del semn. Cuando el material estaba preparado, se proceda al montaje. Para ello, se posaba una duela y se mantena sobre el aro de cabeza o parte superior; aro y duela eran sostenidos por un tonelero, mientras el otro iba colocando las dems duelas al lado de sta, una tras otra, hasta tener cerrado el crculo. Teniendo en cuenta que las maderas que forman la pared del tonel estn sin domar, al quedar colocadas en la vasija, sta queda abierta en la parte inferior. Para la sujeccin de la parte superior, se colocan cuatro aros especiales o de doma, mientras en la parte inferior se aplican dos tornos o gatos de armar, que por medio de un cable de acero abrazan la vasija. Estn colocados uno junto al otro, de forma que las manivelas de aprieto quedan opuestas unas con otras. Estos gatos o tornos deben de ser apretados a la vez, uno por cada persona. Era el torno un utensilio simple (ste no se ha mencionado en el apartado de herramientas, ya que me ha parecido ms correcto dar su explicacin en este proceso de montaje), compuesto por un bastidor de madera, con una de sus barras de base curvada, para poder adaptarse mejor a la forma de la vasija. En el centro lleva un tornillo que hace desplazarse a una

barra movible que va en el centro de dicho bastidor. A sta, va cogido el cable que se tensa o destensa al dar vueltas el tornillo. Para conseguir que las duelas se domen y que ste permanezca de forma definitiva, se pone en el interior de la vasija un fornet (especie de bote con fuego) para que, por medio del fuego, proporcione calor a todas las duelas. Para evitar que se quemen las duelas, se van humedeciendo poco a poco, rodndolas con agua, hasta que la humedad toma cuerpo, y el calor traspase a las duelas saliendo a la parte extreior. Conforme la madera cede, se van apretando los gatos hasta que, por medio de la presin que producen, el tonel queda cerrado. Conseguido sto, se invierte su posicin, quedando los gatos en la parte superior. Se quita uno de ellos y se hierra. Cuando est herrado, se quita el otro gato o torno.

Hecha la operacin de doma, se desmonta el tonel: las duelas ya han adquirido su forma definitiva. Si alguna de ellas est defectuosa por tener algn nudo, o su veta est rizada, es casi seguro que se rompi durante el proceso de doma. Siempre hay duelas suel-

tas procedentes de otras domas que se reservan para suplantar las faltas. Si en alguna ocasin no se dispone de ninguna duela domada para reparar un tonel, cosa sta que rara vez ocurra, se preparaba y domaba una de forma individual. Para realizar sto, es necesario sujetar un extremo de la duela, de forma que queda en una posicin ms o menos horizontal y a una cierta distancia del suelo. En el otro extremo se le pone peso y se enciende fuego bajo ella. Por medio del humedecimiento y el calor, se consigue que sta se dome hasta alcanzar la curvatura deseada; el resto lo haca la presin de los aros. Con las duelas ya domadas, el tonel o barril se montaba de forma definitiva con el herraje que deba de llevar. Primeramente, se herraban las cabezas. A cada parte del tonel se le colocaban cuatro aros que reciben el nombre de cabeza, coleto, cuello y barriga.

tonel. Este se pona desde dentro hacia afuera, para lo cual el tonelero se meta en el interior de la vasija. El segundo se fijaba de un lado en la canal del garse y con la ayuda del tirafondo, se haca presin desde dentro hacia afuera. Para ayudarse, se meta el rabo del aneador en los agujeros que el tirafondo llevaba, haciendo con l las veces de palanca. La presin ejercida hacia que el pinto del fondo se fuera introduciendo poco a poco en la canal del garse hasta entrar por completo.

Herrando un tonel (Foto archivo TANI).

Herrando un tonel (Foto archivo TANI).

El tonel, cuando est herrado, se testa, haciendo un chafln en las testas de las duelas con la azuela de voltear. A continuacin se le hacen los garses. Para sacar el dimetro correcto de los frentes, hay que tomar con el comps seis puntos de la circunferencia que forman los extremos de las duelas y darle unos milmetros de ms. Las tablas de los frentes van unidas unas con otras por medio de unas pas con dos puntas, llamadas fitas. Las tablas ms cortas llevan dos, aumentando su nmero cuanto ms largas son stas. Para el ajuste de los frentes con los garses, se le hacen dos chaflanes en el canto con la escocia. El de la parte interior es ms descotado que el de la exterior. Al colocar los fondos haba que aflojar los aros de cabeza, coleto y cuello. Para colocar el primero de los frentes haba que volcar el 93

Puestos los frentes, se apretaban bien los aros con el chazo y el martillo, ya que este tipo de vasijas, al estar humedecidas, la madera no experimentaba reaccin alguna, y por lo tanto no corra el riesgo de que pudiera reventar. Terminada de montar la vasija, se probaba por si tena escape por algn nudo. Casi siempre se evitaba el poner maderas que lo tuvieran, ya que por ellos se poda salir el vino. Si haba escape, se le pona un espiche, consistente en un pequeo tapn de madera de forma cnica que iba metido a presin. Si el escape estaba en el fondo, en las juntas de las duelas o en el garse, se tapaba metiendo un papel de estraza doblado, con la ayuda del calafate.

Cuando se montaba una vasija nueva o se reparaban stas, se dejaban en la calle, en espera de ser recogidas por sus propietarios. Para mantenerlas en

forma, se les echaba algo de agua en el interior y tambin sobre el fondo superior. De esta forma, se evitaba el que se aflojasen las duelas por motivos de calor u otros agentes atmosfricos. Conocido el proceso empleado en hacer vasijas curvadas de tipo corriente, vamos a centrarnos en el tonel de forma ovalada, que segn dicen los entendidos, era una de las piezas ms difciles de la tonelera. Para poder coger la forma correcta de su fondo, se necesitaba tomar ocho puntos de referencia con el comps. Las tiradas de las duelas en los toneles ovalados eran de dos formas, las dos partes laterales llamadas barriga, cuyas duelas llevan menos tirada, y las partes superior e inferior de la vasija, llamadas hombros, las cuales llevan ms tirada, a fin de formar con la mayor exactitud la figura del valo. Los hombros estaban compuestos por 8, 10 12 duelas. Se utilizaban las maderas ms estrechas, quedando las ms anchas para la parte de la barriga. Las tablas se ponan de esta forma para evitar que las canales de los garses la degollaran demasiado. El segmentar o hacer la tirada de estas duelas era lo ms difcil y delicado, ya que para mejor lograr un ajuste entre stas, llevaban algo ms de tirada en los extremos que en el centro. Este era un trabajo hecho a sentimiento, al pasar la duela por el semn. OTROS DATOS Y CURIOSIDADES DEL OFICIO. Hay muchos detalles y ancdotas sobre el oficio de los toneleros. Enumerarlos todos ocupara mucho espacio. Todos ellos resultan interesantes: el tiempo de construccin de una vasija, reparaciones, revisiones, precios, etc. Mencionaremos solamente los ms importantes. Para hacer un bocoy de 600 litros, se necesitaba sobre un da. El cono de 100 a 150 arrobas, que eran los tipos ms corrientes, se llevaban sobre da y medio en su construccin. La elaboracin de una cuba, requera sobre medio da. Para todos estos trabajos era necesaria la participacin de dos personas. En cuanto a precios, all por los aos cincuenta, segn clculos aproximados recordados por los toneleros, un tonel de 60 arrobas, que era uno de los ms fabricados, sola valer sobre las 1.000 ptas. Los conos pequeos, de 100 a 150 arrobas, valan entre las 1.200 y 1.250 ptas. Teniendo en cuenta las caractersticas de la poca, sobre todo a principios de la dcada de los cuarenta, muchos de estos trabajos se cobraban en especie, ya fuera a cambio de harina, aceite, etc. Como dato anecdtico relacionado con los precios, hay que decir que cuando los toneleros iban por los campos reparando los toneles y conos de sus bodegas en la 94

Este tipo de pipa, como se ha dicho, se acoplaba en los huecos de las bolsas de los carros dedicados al transporte de vino, cargando encima de las tablas que cubran las bolsas, una pipa o dos ms; para el arrastre del carro se necesitaban de tres a cuatro muas. Algunos, como el padre de los Saturno y Rafael "el Raspaleo" acostumbraban a transportarlo a la estacin de Caudete.

poca de la postguerra, haba veces que el trabajo se haca a cambio de comida. El tonelero acostumbraba a repasar los toneles y conos de las bodegas todos los aos, siempre que se le avisara. Era tal su habilidad, que con slo pegar con los nudillos en las diferentes partes de una vasija, por su sonido saba si sta estaba en condiciones, reparndola en caso de rotura o escape. En algunas bodegas existen toneles que llevan en sus frentes una tabla o dos barras cruzadas perpendicularmente y que van sujetas al frentepor medio de tornillos. Segn los toneleros, era solamente un adorno, ya que si las barras del frente cedan, de nada servan estos refuerzos. Los ceos tambin se deterioraban, muchas de las veces como consecuencia de llenar demasiado el tonel, y caer el vino sobrante en repetidas ocasiones, llegando a oxidarlo, siendo necesario el cambiarlos por otros nuevos. Tambin ocurra el que algn aro se abriera por la parte de la unin, y entonces era necesario asegurarlo poniendo en ste ms remaches. En cuanto al transporte y traslado de un lugar a otro, las vasijas ms idneas eran los toneles, pipas y barriles, ya que su forma curvada estaba pensada para este fin. El tercio central de estas vasijas estaba desprovisto de aros, precisamente para facilitar su manejo. Este tipo de vasijas se llenaban tumbadas, y para tapar su boca se les pona un tapn cnico de madera, colocando entre ste y el tonel un trozo de arpillera. Una vez tapado y recalcado, se cortaba el sobrante con la azuela, hasta dejarlo enrrasado a las duelas, a fin de que stos rodaran mejor al cambiarlos de lugar. Estos tapones se hacan en el torno, y los haba de tres tamaos: para la pipa, la media pipa y el barril. Para subir en los camiones los toneles, se empleaban unas rampas de madera y eran necesarias, tres personas para poderlos manejar. Una vez cargadas las pipas, se ponan plantadas para el transporte. Slo en los carretones iban tumbadas. Para subirlas a stos, se pasaban unas cadenas por los extremos de las duelas. Por medio del movimiento de unos engranajes accionados por una manivela, las cadenas se tensaban, asegurando la carga a la altura deseada. Otra de las cosas a tener en cuenta, era la limpieza de las vasijas para su conservacin. Se haca poco antes de la vendimia, a fin de tener preparados los recipientes para recibir el nuevo mosto. Los conos se limpiaban con una manguera, restregando el agua con escobn o cepillo. Este trabajo de limpieza y ameracin tambin se haca rociando de agua sus paredes con el calabazn y un cubo. Para hacer este trabajo haba que introducirse en el cono. A los toneles se les echaban varios cubos de agua en el interior, movindolos para que se limpiaran bien por todas partes. Cuando las vasijas estaban lim95

pias, se proceda a la desinfeccin por medio de torcas de azufre, que se colocaban encendidas en un bote en los conos, y en el tonel se introduca la mecha encendida de forma invertida. Las vasijas se tapaban para que no se escaparan las emanaciones del azufre, permaneciendo las mechas encendidas mientras en el interior del recipiente quedaba oxgeno. El anhdrido carbnico, llamado popularmente tufo, que se produca en el interior de las vasijas. Debido a la fermentacin y al estar las vasijas cerradas, era una de las cosas ms temidas, ya que era causante de intoxicaciones, y en algunas ocasiones, de muerte por asfixia a la hora de proceder a su limpieza. Antes de entrar en un cono, haba que asegurarse bien de que no haba tufo. Para comprobarlo, se meta un candil, o simplemente se tiraba un papel encendido en su interior; si la llama se apagaba, era m u y peligroso aventurarse: haba que ventilar bien la vasija durante varios das hasta que quedara en condiciones. En ocasiones, se meta en ellas un ventilador para abreviar el tiempo. Dentro de la limpieza de las vasijas, tambin estaba el picado del trtaro, que se adhera a sus paredes. Esta labor de limpieza se realizaba cada ocho, diez o doce aos. Para poderlo sacar del interior de los toneles, haba que quitar uno de sus frentes, labor sta que haca el tonelero. El producto, por lo general, lo recogan los de las pastas, hombres dedicados a sacar de las bodegas el trtaro y las pastas o heces del vino, producto que despus de un proceso de secado lo vendan a las industrias qumicas. El tonelero realizaba en ocasiones este trabajo de rascar el trtaro de las vasijas, para quedarse con l, ya que este producto estaba bien pagado. De un tonel corriente podan salir de 10 a 12 kilos, y ste se pagaba, por los aos cuarenta, a 3,50 4 ptas./ kilo. Cuando juntaban 30 40 kilos, lo vendan, sacndole un beneficio. En cuanto a las vasijas que hacen poca, las ms antiguas se encuentran en las bodegas de Antonio Candela, El Conde, Los Petronilos, Castao y en otras muchas, incluyendo la Cooperativa, cuyas vasijas son algo ms modernas, y fueron montadas en los aos sesenta por un tal Darvi, afincado en Villena, el cual aparece en las fotografas montando toneles. Los conos de pequeo tamao, a veces se hacan en tandas de 10 12, ponindolos en la calle como reclamo. An se recuerdan algunas de estas vasijas para reparar, las cuales estaban en la placeta de la calle del Olivo, lugar en el que las dejaban los del taller de los Moragones o en la Corredera, y por supuesto, en la calle de las Fbricas, que era donde tena el taller Pedro Chinchilla. Hoy da, an se fabrican vasijas en serie de

pequeo tamao, y otras por encargo, con buenos resultados, pero no en Yecla. Aqu, el nico artesano que an las fbrica, y muy bien por cierto, es el mencionado Pedro Chinchilla. Pequeos barriles hechos por encargo, que son la nostalgia de este oficio, que l se resiste a que se pierda. Para concluir, decir que los toneleros, aparte de ser uno de los oficios maravillosos dentro de esa artesana desaparecida, era un trabajo rudo, tan duro, que a veces, a los que no estaban muy curtidos, se les hinchaban las manos, sobre todo cuando se ponan los ceos en las vasijas a base de golpes de chazo y martillo, tenindose que echar aceite para poder quitarse la inflamacin. Se podran decir tantas cosas de los toneleros, estos hombres que saban calcular por medio de operaciones matemticas qu proporciones deban tener los toneles para que en ellos cupiese el lquido deseado, segn fuera la curvatura de sus duelas. Poder explicarlo sera complicado y extenso. Por otra parte, haba herramientas que en Yecla se estilaban poco, como el garrote o perro, empleado para introducir los ltimos aros de los extremos de un tonel, o la cuchilla de estirar, que era suplantada por la azuela y el cepillo. Debemos de sentir una gran admiracin y respeto por estos artesanos que en Yecla hicieron posible que este oficio de la tonelera an lo podamos admirar en las vasijas, que en la penumbra y silencio de muchas bodegas, guardan el exquisito "nctar de los dioses", salido de la madre Naturaleza, para mejorarlo y darle prestigio a nuestro pueblo.

Un sincero recuerdo a todos ellos, a la memoria de los que un da fueron maestros artesanos, y mi agradecimiento personal a Pedro Chinchilla Ibez, gran conocedor del oficio, por su amabilidad y paciencia en aportarme los conocimientos necesarios. Y a Jos y Antonio Moragn Garrido, por su ayuda y asesoramiento. Gracias a todos ellos, podemos rescatar del olvido otro de los muchos oficios artesanos perdidos en el recuerdo. YECLA, 3 DE ENERO DE 1991.

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