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Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre Y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén. Oración del Año de la Misericordia

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Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo,

y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero;

a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura;hizo llorar a Pedro luego de la traición,

y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.

Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana:

¡Si conocieras el don de Dios!

Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia

sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea

el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.

Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran

en la ignorancia o en el error:haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta

esperado, amado y perdonado por Dios.

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unciónpara que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor

y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad

a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia,a ti que vives y reinas con el Padre

Y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Oración del Año de la Misericordia

Introducción

Decreto por el Año de la Misericordia

Subsidio de Catequesis - ¿Qué es el Jubileo de la Misericordia? ....................

- Lema. Oración. Logo .............................................

- ¿Qué signos acompañarán el Jubileo? ...................

- Las indulgencias ......................................................

Subsidio de Liturgia - Celebración Eucarística con Bendición

y envío de Servidores de la Misericordia ..............

- Celebración de la Misericordia ..............................

- Celebración Penitencial ........................................

- Preparación Espiritual para una peregrinación .....

- Vía Crucis .................................................................

Subsidio de Animación Bíblica - Ejercicios de Lectio Divina para Objetivo Gral. ....

- Ejercicios de Lectio Divina para Objetivo Nº 1 .....

- Ejercicios de Lectio Divina para Objetivo Nº 2 ......

- Ejercicios de Lectio Divina para Objetivo Nº 3 .......

- Ejercicios de Lectio Divina para Objetivo Nº 4 .......

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INDICE

Dame una gran fe en tipara que tus palabras sean para mí otras tantas luces que me guíenhacia ti por el camino de la justicia y de la verdad.

Habla señor que yo te escucho y deseoponer en práctica tu doctrina, por que tus palabrasson para mí, vida, gozo, paz y felicidad.

Háblame Señor tu eres mi Señor y mi maestro y no escucharé a nadie sino a ti. Amén.

Proclamación: Lc 7, 36-50

Lectura: ¿Qué dice?ü ¿Cuántos personajes aparecen en la primera parte del texto?ü ¿Cuáles son los aspectos más destacados de los personajes del relato?ü ¿Qué hace Jesús al comienzo? ¿Cómo reacciona Simón el fariseo?ü ¿Qué hace la mujer pecadora?ü ¿Qué es lo que Jesús destaca de la mujer?ü ¿Qué piensan los otros invitados?ü ¿Qué nos narra la parte final del texto?

Meditación: ¿Qué nos dice?ü ¿Tenemos la apertura de Jesús para acercarnos a “pecadores” como la mujer de este texto, o

a los “soberbios” y falsamente seguros de sí mismo como Simón el fariseo?ü ¿Tenemos pre-juicios con las personas como los tiene Simón con la mujer pecadora y con el

mismo Jesús?ü Ante nuestro propio pecado: ¿nos acercamos a Jesús como esta mujer o caemos en la

tentación de alejarnos más de Dios?ü ¿Somos capaces de “dolernos” y “llorar” por nuestros pecados?ü ¿Encontramos en Dios al primero y al principal que puede darnos la paz?

Oración: El frasco de perfume concentraba la vida de pecado de esta mujer. Ella no tiró su perfume de pecado a la basura. Rompió el frasco de perfume y lo ofreció a Jesús que la había perdonado. Lo que significaba pecado, se transformó en signo del amor, de agradecimiento por haber sido perdonada de sus pecados.

Nuestro pecado puede ser la causa de nuestra salvación. Por eso, no tires tu perfume de pecado, ofrécelo y conságralo a Jesús…

Compromiso: Ofrezco en la semana al Señor un gesto concreto que me cueste realizar. 45

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INTRODUCCION

LUIS ALBERTO FERNANDEZOBISPO DE RAFAELA

VISTO:Que El Papa Francisco, mediante la Bula MisericordiaeVultus, ha convocado al

Jubileo extraordinario de la Misericordia que se abrirá el 08 de diciembre de 2015, solemnidad de la Inmaculada Concepción,

Que en la ocasión el Santo Padre abrirá la “Puerta Santa de la Misericordia” en la Basílica de San Pedro,

Que el año jubilar concluirá en la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016, y

CONSIDERANDO:Que nuestra diócesis es territorialmente extensa, y que este acontecimiento deberá

impregnar y fortalecer el camino pastoral ordinario de la misma, sin superponer actividades, sino,

Que lo propuesto por el Santo Padre nos ayudará a profundizar la vivencia de los objetivos diocesanos;

Que el Santo Padre establece la apertura de la Puerta Santa en la Catedral de Roma (la Basílica de San Juan de Letrán) el domingo III de Adviento (13 de diciembre de 2015) y sucesivamente en las otras basílicas papales; 1

Queridos hermanos:

Queremos acercarles este subsidio pastoral que contiene en primer lugar, el Decreto de nuestro obispo diocesano que nos señala el camino para vivir el Año Santo de la Misericordia; también algunas propuestas de catequesis, liturgia y animación bíblica de la pastoral, que pueden ayudarnos en las distintas ocasiones e iniciativas de nuestras comunidades. A aquellas parroquias en las que haya apertura de Puerta Santa, se les hace llegar además una guía para dicha celebración.

Como nos recuerda Monseñor Luis la celebración especial de este Jubileo es un acontecimiento extraordinario, pero debe impregnar el camino pastoral ordinario de nuestra diócesis, especialmente el señalado por los objetivos diocesanos, fruto de la última Asamblea.

Con el deseo de que podamos aprovechar este aporte, y que nuestra vida pueda colmarse de Misericordia, los saludo cordialmente en el Señor.

P. Alejandro Mugna

Oración:ü Agradécele al Señor su amor, su perdón y su misericordia hacia todos los seres. Agradécele

que Él te busque siempre.ü Pídele al Señor luz para conocerle y reconocer qué rincones de tu existencia necesitan una

conversión-transformación.ü Acoge al Señor, que HOY se hospeda en tu casa, con alegría y dejando que Él obre en ti su

salvación.ü Pídele al Señor que te ayude a ser agente de salvación para pobres, marginados,

despreciados, necesitados...ü Termina orando, despacio, el Salmo 145/144.

Te ensalzaré, Señor, que me buscas siempre. Bendeciré tu Nombre por siempre jamás.Días tras día, a cada instante, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás.

Tú eres clemente y misericordioso, no te irritas y eres rico en amor.Tú eres bueno con todos, eres cariñoso con todas tus criaturas.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que hablen de tus maravillas.

Tú eres fiel a tus palabras, bondadoso en todo cuanto haces.Tú sostienes a los que van a caer

y enderezas y levantas a los que ya se doblan.

Compromiso: Rezar especialmente por la conversión de un familiar o amigo y tener un gesto concreto de misericordia con él.

La pecadora perdonada

Oración:Señor Jesús abre mis ojos y mis oídos a tu palabra.que lea y escuche yo tu voz y medite tus enseñanzas,despierta mi alma y mi inteligenciapara que tu palabra penetre en mi corazóny pueda yo saborearla y comprenderla.44

Que al mismo tiempo establece que “en cada Iglesia Particular, en la Catedral que es la Iglesia Madre para todos los fieles, se abra por todo el año santo una idéntica puerta de la Misericordia” (MV 3);

Que a juicio del Obispo de cada lugar, podrá abrirse también la Puerta de la Misericordia en santuarios o en otras iglesias de significado especial;

Que el año jubilar constituye un tiempo fuerte para experimentar la Misericordia en la vida personal de cada fiel, y en la vida de la Iglesia toda, para ser a la vez “Misericordiosos como el Padre”(cfr. MV 6-13);

Que “el Jubileo lleva también consigo la referencia a la indulgencia. En el año santo de la Misericordia ella adquiere una relevancia particular” (MV 22);

Que en este Año Santo adquieren una gran importancia algunos actos de Fe como el Sacramento de la Reconciliación, la peregrinación, la meditación de la Palabra de Dios, la adoración Eucarística, la oración a la Santísima Virgen María, los santos y beatos; y de una manera especial la práctica de las obras de misericordia espirituales y corporales;

POR LAS PRESENTES LETRAS DISPONGO

1º) Que la apertura de la Puerta Santa de la Misericordia será en las siguientes fechasy lugares:Sábado 12 de diciembre de 2015· Capilla Inmaculado Corazón de María Frontera (Misioneras de la Caridad);

Domingo 13 de diciembre de 2015· Iglesia Catedral “San Rafael” Rafaela· Parroquia “San Carlos Borromeo” Sunchales· Parroquia “San Cristóbal” San Cristóbal· Parroquia “Nuestra Señora del Carmen” Ceres· Parroquia “Nuestra Señora de la Merced” Tostado

2º) Que la peregrinación a estos lugares mencionados y también, al Santuario diocesano “Nuestra Señora del Milagro”, en Saguier; a la Abadía Benedictina “Nuestra Señora de la Esperanza”, en Lehmann; y al oratorio “Nuestra Señora de Itatí”, en Capivara; sea ocasión para alcanzar Indulgencias, siempre que los fieles participen en ellos de una celebración sagrada, o se recojan durante un tiempo de meditación y concluyan con el rezo del Padre Nuestro, la invocación a la Santísima Virgen María, o a los patronos del lugar, y/o de manera especial a los santos y beatos considerados apóstoles de la Misericordia: Santa Faustina Kowalska, San Juan María Vianney, San Luis Orione, Santa María Josefa Rossello, Beata Teresa de Calcuta y Beato José Gabriel del Rosario Brochero;

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La conversión de Zaqueo

Oración inicial:

Señor, estamos aquí, reunidos en tu nombre, para escuchar tu Palabra de vidaen nuestra realidad de todos los días y en la realidad de la Biblia,Queremos que tu Espíritu nos ilumine y guíe para que tu voz no nos pase desapercibida,para que resuene con fuerza y capte nuestro corazón, para que rumiemos con ganas lo que hoy nos dices para que encontremos sabor a tu Buena Noticia.Que la escucha de tu Palabra nos desvele un poco más, a través de la reflexión, el diálogo y el silencio, y que nos ayude a verte en la realidad cotidiana,para que podamos vivir, todos los días, con la esperanza y la alegría firme de tenerte a nuestro lado. AMEN

Proclamación: Lc 19, 1-10

Lectura: ¿Qué dice?ü ¿Quién es Zaqueo? ¿Cómo aparece caracterizado?ü¿Qué impide a Zaqueo encontrarse personalmente con Jesús?üFíjate detenidamente en el texto: ¿Quién busca a quién?

Meditación: ¿Qué nos dice?Zaqueo, pequeño de estatura, nos muestra su disponibilidad para acoger a Jesús:ü¿Qué hacemos nosotros para demostrar nuestra disponibilidad para recibir la salvación de Dios?ü¿Nos acercamos al Señor? ¿Nos sentimos atraídos por Él?

Nuestra comunidad:ü¿Cómo acoge a las personas despreciadas y marginadas? ¿Somos capaces de percibir los

problemas de las personas y de prestarles atención, como lo hizo Jesús?ü¿Cómo percibimos que la salvación entra hoy en nuestra casa y en nuestra comunidad? üLa ternura acogedora de Jesús produce un cambio total en la vida de Zaqueo. La ternura Acogedora de nuestra comunidad ¿está provocando algún cambio en el barrio? ¿Cuál? 43

3

3º) Que además, se podrán obtener Indulgencias:· En las celebraciones Eucarísticas que presida el Obispo diocesano cada vez que

visite una comunidad de la Diócesis y los fieles se encuentren con él;

También desde las primeras vísperas de las siguientes celebraciones:· En la solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe· En la Natividad del Señor · En Pascua de Resurrección, 27 de marzo de 2016· En Corpus Christi, 29 de mayo de 2016· En las fiestas patronales de cada comunidad.

En cuanto a los fieles que por enfermedad o causa justa no puedan salir de sus casas o del lugar donde se encuentren, podrán obtener la indulgencia cada vez que, unidos en el espíritu y en el pensamiento, reciban las palabras del Santo Padre y de los obispos diocesanos a través de los medios de comunicación.

De la misma manera, cada vez que participen de la celebración eucarística a través de la radio o televisión, siempre que lo hagan con espíritu de conversión y deseo firme de vivir la reconciliación con Dios y los hermanos. En particular:

· Los enfermos, cada vez que reciban la Sagrada Eucaristía a través de los ministros de la comunión que los visitan. Así también los adictos que se recuperan del flagelo de las drogas en sus momentos de adoración al Santísimo.

· Los privados de libertad, cada vez que crucen la puerta de sus celdas, visiten la capilla, participen de alguna celebración de la fe o sean visitados por los agentes de pastoral.

4º) Que en cada caso se deberán observar las condiciones establecidas por el derecho eclesial para obtener este beneficio espiritual, es decir: la confesión Sacramental, la comunión Eucarística y la oración por el Sumo Pontífice.

5º) Recomiendo finalmente el uso creativo y fervoroso de los subsidios de Catequesis, de Liturgia y de Pastoral, brindados por lasrespectivas áreas, y que se anexan a este decreto con la finalidad de profundizar la vivencia de las obras de misericordia,el tiempo litúrgico de Cuaresma, el Sacramento de la Reconciliación, la adoración al Santísimo Sacramento, y otras sugerencias.

Dado en Rafaela, Sede episcopal, el primero de noviembre del año del Señor Dos mil quince, Solemnidad de todos los Santos

Oración:Te damos gracias, Señor, por tu infinita misericordia y porque junto con San Pablo podemos decir que en Tí vivimos, nos movemos y existimos.Ayúdanos a entender las características particulares de las distintas comunidades para poder llegar a ellas con la Buena Nueva. Que el altar al dios desconocido del que hablaba Pablo sea también hoy el testigo mudo de tantas necesidades que el hombre de hoy no alcanza a satisfacer. Danos luz para poder dar las respuestas adecuadas según el Santo Evangelio, y anunciar que con Tu Muerte y Resurrección abrazaste a todos los hombres en un reinado que no conoce otro poder que el de la Verdad y del Amor.Señor Jesucristo, Hijo del Padre, manda ahora tu Santo Espíritu sobre la tierra. Haz que pueda habitar en el corazón de todos los pueblos, para que sean preservados de la corrupción, de las calamidades y de la guerra. Que Nuestra Señora de Todos los Pueblos, la Santísima Virgen María, sea siempre nuestra Abogada. Amén.

Compromiso:Seguros de que cuando queremos algo lo podemos alcanzar, pedimos a María que nos ayude a asumir el compromiso cristiano de anunciar con alegría el Evangelio a través de alguna tarea pastoral en mi comunidad parroquial (pensar concretamente en qué me puedo ofrecer en función de mis dones, de mi tiempo, de mi trabajo)

Objetivo Específico Nº 4

Nos dice nuestro Obispo: “Si miramos con los ojos de Dios nuestra realidad ... No podemos más que dar gracias a Dios porque el evangelio late escondido en cada acción generosa, en cada opción por la vida, en cada intento de crecimiento, en cada anhelo de vivir mejor. Hay una búsqueda de Dios, un Dios que da vida, que protege, que consuela y da paz ... Es verdad que esta búsqueda no siempre acierta el camino mejor para llegar a la comunión plena con el Dios misericordioso manifestado en Jesucristo, pero la búsqueda está, el deseo existe, y puede ser el comienzo de un proceso que la comunidad cristiana debe reconocer y acompañar”.

Convencidos de ésto, nos propusimos “generar una Iglesia de puertas y corazones abiertos, para que los que buscan a Dios (conscientes o no) encuentren lugar en ella”.

Les proponemos acompañar este proceso orando por las distintas realidades de

Nuestras comunidades.

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¿Qué es el Jubileo

de la Misericordia?

¿Qué es el Jubileo

de la Misericordia?

“Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre. Es por esto que he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes” MV 3.

“El Año Santo se abrirá el 8 de diciembre de 2015, solemnidad de la Inmaculada Concepción. Esta fiesta litúrgica indica el modo de obrar de Dios desde los albores de nuestra historia. Después del pecado de Adán y Eva, Dios no quiso dejar la humanidad en soledad y a merced del mal.Por esto pensó y quiso a María santa e inmaculada en el amor (cfrEf1,4), para que fuese la Madre del Redentor del hombre. Ante la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona” MV3.

“El Año jubilar se concluirá en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que derrame su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro” MV 5.4

Discurso de San Pablo en el areópago

El Areópago, tribunal supremo de la antigua Atenas, está situado al oeste de la Acrópolis o ciudad alta con función defensiva (en donde entre otros monumentos figura el conocido Partenón).

En la actualidad, una placa de bronce recuerda el discurso del apóstol Pablo. Si bien no es posible afirmar que haya hablado ante el tribunal del Areópago, sí sabemos por el

texto que estuvo presente Dionisio, el juez del tribunal del Areópago (Hch. 17,34)

Oración inicial: Invocamos al Espíritu con esta u otra oración que conozcamos:

Ven Espíritu Santo; llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía tu Espíritu, para darnos nueva vida.Y renovarás la faz de la tierra.

Dios, que iluminas los corazones de tus fieles con las luces del Espíritu Santo; danos gustar de todo lo recto según el mismo Espíritu, y gozar para siempre de sus consuelos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

Proclamación: Hch 17, 22-34

Lectura: ¿Qué dice?

ü¿Dónde se encuentra San Pablo? ü¿Cuál es su anuncio?ü¿Qué reacciones tiene la gente? Descríbelasü¿Qué se dice en 17, 33?

Meditación: ¿Qué nos dice?

ü ¿Qué valores encontramos en el discurso misionero de San Pablo?ü En nuestro mundo multicultural y multirreligioso ¿tiene actualidad? ¿Cómo lo podemos aplicar en

nuestra vida, comunidad, relaciones?ü ¿Qué imagen tenemos HOY de Dios?ü ¿Con qué reacciones de quienes lo escuchaban nos identificamos más? ¿Por qué?ü Como Pablo, frente a las contrariedades: ¿seguimos nuestro camino de la mano de Cristo? 41

SUBSIDIO CATEQUESIS

Oración. Lema.Logo.

Señor Jesucristo,

tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo,y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero;a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura;hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana:¡Si conocieras el don de Dios!Tú eres el rostro visible del Padre invisible,del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia:haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidadpara que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error:haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unciónpara que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señory tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobresproclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia,a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Oración. Lema.Logo.

“Misericordiosos como el Padre es el “lema” del Año Santo. En la misericordia tenemos la prueba de cómo Dios ama. Él da todo de sí mismo, por siempre, gratuitamente y sin pedir nada a cambio. Viene en nuestra ayuda cuando lo invocamos. Es bello que la oración cotidiana de la Iglesia inicie con estas palabras: « Dios mío, ven en mi auxilio; Señor, date prisa en socorrerme » (Sal 70,2). El auxilio que invocamos es ya el primer paso de la misericordia de Dios hacia nosotros. Él viene a salvarnos de la condición de debilidad en la que vivimos. Y su auxilio consiste en permitirnos captar su presencia y cercanía. Día tras día, tocados por su compasión, también nosotros llegaremos a ser

compasivos con todos”. MV 14 5

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

Proclamación: 1 Cor 9, 16-23

Lectura: ¿Qué dice?

ü ¿Por qué San Pablo siente la necesidad de anunciar el Evangelio?ü ¿Qué recompensa recibe al predicar la Buena Noticia? ¿Por qué lo hace?ü Puntualiza a qué sectores de la sociedad trataba de llegar con su anuncio (¿cómo Pablo lo va

relacionando, desde su corazón, con su propia vida?)

Meditación: ¿Qué nos dice?

ü ¿Nuestras comunidades tienen el celo apostólico de San Pablo? Realiza una comparación entre el apostolado de San Pablo y el nuestro.ü ¿A qué nos estimula la fuerza de Pablo? Su alegría en el anuncio de la Buena Noticia, ¿en qué

tareas nos ayuda?ü ¿A qué sectores de nuestras comunidades aún nos hace falta llegar? ¿De qué modo podemos

hacerlo?

Oración:

Te alabamos Señor porque nos has confiado la misión del anuncio de la Buena Noticia. Jesús, inúndanos del fervor apostólico de San Pablo.Te damos gracias por aquellos que evidencian un verdadero compromiso cristiano.Te pedimos que hagas de nuestra comunidad un espacio abierto para que pueda anunciar gozosamente el Evangelio sin discriminar a nadie.María, Arca de la Alianza entre Dios y los hombres, impulsa y guía nuestro compromiso cristiano, para que con nuestro testimonio llegue a todos la alegría del Evangelio.

Compromiso: Asumimos el compromiso cristiano del anuncio a:

………. (pensar, dentro de mi círculo de amistades, quién/es más lo necesita/n). .…….... (Pensar, dentro de mi comunidad, quién/es más lo necesita/n).40

¿Qué signosacompañarán

el Jubileo de la Misericordia?

¿Qué signosacompañarán

el Jubileo de la Misericordia?

1) Apertura de la puerta Santa:“En la fiesta de la Inmaculada Concepción tendré la alegría de abrir la Puerta Santa. En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza”. MV3

2) La Peregrinación: “La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada”. MV 14

3) La Cuaresma del Año Jubilar:“La Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios”. MV 17

4) 24 horas para el Señor: “a celebrarse durante el viernes y sábado que anteceden el IV domingo de Cuaresma. Muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior” MV 17.

6

Oración: Llenos de confianza en el Señor Jesús invoquémosle diciendo: “Escúchanos, Señor”üPor los sacerdotes y ministros de la Iglesia, para que con su palabra y su ejemplo edifiquen tu

pueblo santo. Oremos…üPor todos los jóvenes, para que puedan abrir su corazón a tu Palabra y puedan seguirte con

alegría. Oremos…üPor los que trabajan al servicio de los demás, para que no se dejen vencer por el desaliento

ante la incomprensión de los hombres. Oremos…üSe pueden añadir intenciones libres…üPadrenuestro…

Compromiso: Rezar por los jóvenes de la comunidad, para que puedan poner sus virtudes y talentos al servicio de los hermanos.

Objetivo Específico Nº 3

Como comunidad diocesana y seguros de que “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre” deseamos que muchos puedan encontrarse con Jesús, conscientes de que todos “tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia (…) fuente de alegría, de serenidad y de paz” (MV 1-2).

Queremos comprometernos en el anuncio valiente a nuestros hermanos de un Cristo actual, vivo y presente, tal como nuestra sociedad necesita.

Para ello pedimos la luz del Espíritu Santo y rezamos en nuestras comunidades las lecturas que se proponen a continuación con el deseo de poder contagiar a todos la alegría y la belleza de la fe, buscando los medios adecuados y oportunos para que, quienes nos rodean descubran la belleza de una fe viva y visible y busquen a Dios, rico en misericordia, que siempre viene a nuestro encuentro.

Amor a la Buena NoticiaOración inicial:

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre,

Si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento. 39

¿Qué signosacompañarán

el Jubileo de la Misericordia?

¿Qué signosacompañarán

el Jubileo de la Misericordia?

“Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos.

No podemos escapar a las palabras del Señor y en base a ellas seremos juzgados: si dimos de comer al hambriento y de beber al sediento. Si acogimos al extranjero y vestimos al desnudo. Si dedicamos tiempo para acompañar al que estaba enfermo o prisionero (cfr Mt 25,31-45). Igualmente se nos preguntará si ayudamos a superar la duda, que hace caer en el miedo y en ocasiones es fuente de soledad; si fuimos capaces de vencer la ignorancia en la que viven millones de personas, sobre todo los niños privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de la pobreza; si fuimos capaces de ser cercanos a quien estaba solo y afligido; si perdonamos a quien nos ofendió y rechazamos cualquier forma de rencor o de odio que conduce a la violencia; si tuvimos paciencia siguiendo el ejemplo de Dios que es tan paciente con nosotros; finalmente, si encomendamos al Señor en la oración a nuestros hermanos y hermanas. En cada uno de estos “más pequeños” está presente Cristo mismo. Su carne se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga ... para que nosotros los reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado. No olvidemos las palabras de san Juan de la Cruz: « En el ocaso de nuestras vidas, seremos juzgados En el amor ». MV 15 7

Comportamiento pastoral

Oración:

Bendito Espíritu de Sabiduría, ayúdame a buscar a Dios. Que sea el centro de mi vida, orientada hacia El para que reine en mi alma el amor y la armonía.

Bendito Espíritu de Entendimiento, guíame para que yo conozca y ame las verdades de la fe y las haga verdades de mi vida.

Bendito Espíritu de Consejo, ilumíname y guíame en todos mis caminos, para que yo pueda siempre conocer y hacer tu santa voluntad. Hazme prudente y audaz.

Bendito Espíritu de Fortaleza, vigoriza mi alma en tiempo de prueba y adversidad. Dame lealtad y confianza.

Bendito Espíritu de Ciencia, ayúdame a distinguir entre el bien y el mal. Enséñame a proceder con rectitud en la presencia de Dios. Dame clara visión y decisión firme.

Bendito Espíritu de Piedad, toma posesión de mi corazón, inclínalo a creer con sinceridad en Ti, a amarte santamente, para que con toda mi alma pueda buscarte a Ti, Dios Mío, que eres mi Padre.

Bendito Espíritu de Santo Temor, penetra en lo más íntimo de mi corazón para que yo pueda siempre recodar tu presencia. Hazme huir del pecado

Y concédeme profundo respeto para con Dios y ante los demás.

Proclamación: 1 Tim 4, 12 5, 2

Lectura: ¿Qué dice?

ü¿Qué le pide Pablo a Timoteo?ü¿Que debe hace hasta su llegada?ü¿Sobre qué cosas debe reflexionar y vigilar? ü¿Qué consejos le da Pablo sobre el trato que debe dar a los miembros de la comunidad?

Meditación: ¿Qué nos dice?

ü¿Veo la edad juvenil como impedimento para realizar una tarea o tener una Responsabilidad pastoral? ¿O confío en ellos y los animo?

ü¿Me siento llamado a ser voz de Dios para mis hermanos?üEn mi comunidad/en la sociedad¿encuentran los jóvenes la acogida necesaria para

integrarse? ¿Pueden desarrollar sus talentos con el apoyo de los demás?

38

Las Indulgencias

Las Indulgencias

El Jubileo lleva también consigo la referencia a la indulgencia. En el Año Santo de la Misericordia ella adquiere una relevancia particular. El perdón de Dios por nuestros pecados no conoce límites. En la muerte y resurrección de Jesucristo, Dios hace evidente este amor que es capaz incluso de destruir el pecado de los hombres. Dejarse reconciliar con Dios es posible por medio del misterio pascual y de la mediación de la Iglesia. Así entonces, Dios está siempre disponible al perdón y nunca se cansa de ofrecerlo de manera siempre nueva e inesperada. Todos nosotros, sin embargo, vivimos la experiencia del pecado. Sabemos que estamos llamados a la perfección, pero sentimos fuerte el peso del pecado. Mientras percibimos la potencia de la gracia que nos transforma, experimentamos también la fuerza del pecado que nos condiciona. No obstante el perdón, llevamos en nuestra vida las contradicciones que son consecuencia de nuestros pecados. En el sacramento de la Reconciliación Dios perdona los pecados, que realmente quedan cancelados; y sin embargo, la huella negativa que los pecados dejan en nuestros comportamientos y en nuestros pensamientos permanece. La misericordia de Dios es incluso más fuerte que esto. Ella se transforma en indulgencia del Padre que a través de la Esposa de Cristo alcanza al pecador perdonado y lo libera de todo residuo, consecuencia del pecado, habilitándolo a obrar con caridad, a crecer en el amor más bien que a recaer en el pecado.La Iglesia vive la comunión de los Santos. En la Eucaristía esta comunión, que es don de Dios, actúa como unión espiritual que nos une a los creyentes con los Santos y los Beatos cuyo número es incalculable (cfr Ap 7,4). Su santidad viene en ayuda de nuestra fragilidad, y así la Madre Iglesia es capaz con su oración y su vida de ir al encuentro de la debilidad de unos con la santidad de otros. Vivir entonces la indulgencia en el Año Santo significa acercarse a la misericordia del Padre con la certeza que su perdón se extiende sobre toda la vida del creyente. Indulgencia es experimentar la santidad de la Iglesia que participa a todos de los beneficios de la redención de Cristo, para que el perdón sea extendido hasta las extremas consecuencias a la cual llega el amor de Dios. MV 22

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Meditación: ¿Qué nos dice?ü¿Somos conscientes de que el Señor nos conoce, sabe de nuestras capacidades y nos invita

a trabajar para Él?ü¿Ponemos excusas en nuestra respuesta? ¿Cuáles? ü¿Reconocemos que en nuestra tarea Él nos acompaña y nos da la fuerza para realizarla? ü¿Abrimos nuestro corazón a Dios y nos disponemos a seguirlo? üEn nuestras comunidades ¿ponemos al servicio nuestros talentos? ¿nos sentimos valorados

en nuestras tareas pastorales?ü¿Valoro el trabajo de los jóvenes, los motivo para que continúen con alegría y anuncien a

Jesucristo?

Oración: Rezamos juntos con el Salmo 139.

Señor, tú me sondeas y me conoces, tú sabes si me siento o me levanto; de lejos percibes lo que pienso, te das cuenta si camino o si descanso, y todos mis pasos te son familiares. Antes que la palabra esté en mi lengua, tú, Señor, la conoces plenamente; me rodeas por detrás y por delante y tienes puesta tu mano sobre mí; una ciencia tan admirable me sobrepasa: es tan alta que no puedo alcanzarla. ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu? ¿A dónde huiré de tu presencia? Si subo al cielo, allí estás tú; si me tiendo en el Abismo, estás presente. Si tomara las alas de la aurora y fuera a habitar en los confines del mar, también allí me llevaría tu mano y me sostendría tu derecha… Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre: te doy gracias porque fui formado de manera tan admirable. ¡Qué maravillosas son tus obras! … ¡Qué difíciles son para mí tus designios! ¡Y qué inmenso, Dios mío, es el conjunto de ellos! Si me pongo a contarlos, son más que la arena; y si terminara de hacerlo, aún entonces seguiría a tu lado.

Jesús, Tú eres el Enviado del Padre. ¡Bendito Seas! Qué tu Espíritu nos ilumine para estar atentos al llamado y disponibles para la tarea a la que nos invitas.

Que sepamos imitar la respuesta de los que nos precedieron. AMEN

Compromiso/accion: Me comprometo a rezar por los jóvenes de mi comunidad, para que descubran el Llamado de Dios en sus vidas.

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CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA CON BENDICIÓN Y ENVÍO DE SERVIDORES DE LA MISERICORDIA

3 DE ABRIL, IIº DOMINGO DE PASCUA[Para que lo realice cualquier comunidad que lo desee y vea conveniente]

Esta bendición se sugiere para el II Domingo de Pascua, llamado también “Domingo de la Divina Misericordia”. En esta celebración serán enviados los miembros de distintas instituciones de la comunidad eclesial que se abocan a las diversas obras de misericordia: voluntarios de Cáritas, miembros de pastoral de la salud, ministros de la comunión, miembros de pastoral penitenciaria, y de otras instituciones que se dediquen a alguna de las obras de misericordia.

Entrada - Ingreso con el cirio pascualMonición: ¡Cristo ha resucitado! La fiesta de la Pascua se prolonga en nuestra vida de amor. Cristo está vivo en medio de sus hermanos y nos envía como el Padre lo envió. Comenzamos la celebración cantando.

Ingresa el cirio pascual encendido, acompañado de otras luces portadas por representantes de distintos grupos que expresan la caridad eclesial. El cirio se coloca en su lugar, mientras las demás luces pueden quedar a su alrededor o bien delante del altar.

Señal de la cruzSaludo inicialQueridos hermanos, el Dios de la vida, que nos manifiesta su misericordia en Cristo resucitado, esté con todos ustedes.R.: Y con tu espíritu

Acto Penitencial Se sugiere la aspersión con el agua en memoria de nuestro Bautismo

Liturgia de la PalabraMonición: La vida de los primeros cristianos nos llama la atención. Son una invitación a vivir en comunión.

Primera Lectura Hch. 5, 12-16Salmo Sal.117, 2-4. 22-27aSegunda Lectura Apoc.1, 9-11a. 12-13. 17-19

Monición: Cristo resucitado es quien nos inspira confianza y nos da su paz. Él nos Regala su misericordia y nos envía a compartirla. Recibámoslo con alegría. 9

Objetivo Específico Nº 2

El Papa Francisco pedía en la JMJ de Brasil que demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, que los ayudemos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor, porque son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad.

En nuestra Diócesis, nuestro Obispo Luis, en su mensaje con motivo de la Asamblea Diocesana, nos invita a no olvidarnos que son muchos los jóvenes que se solidarizan frente a los males del mundo y que son “callejeros de la fe”; felices de llevar a Jesucristo a cada rincón de la tierra, porque ellos quieren ser protagonistas del cambio. Por ello, como Iglesia diocesana, nos propone: “valorar, respetar y fomentar las cualidades, potencialidades y virtudes de los jóvenes, para que sean protagonistas de sus propias vidas, en la Iglesia y en la comunidad” (Objetivo específico2).

Uniéndonos a este pedido del Papa y a la propuesta hecha por nuestro Obispo en el Objetivo específico2, para el trienio 2015 2018; queremos asumir nuestro compromiso de alentar a los jóvenes a anunciar la misericordia de Dios, a salir a luchar por los valores del evangelio para llevar un poco de luz al mundo, a ser testigos gozosos del amor de Dios.

Los invitamos a orar con estas lecturas para ayudar a los jóvenes a que no “balconeen la vida” sino que se sientan protagonistas de la misma y sean constructores de una Iglesia más hermosa y de un mundo mejor.

La vocación de Jeremías

Oración:Señor, Vos me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí mismo.

Tu Espíritu empapa todos los momentos de mi vida.Gracias por tu constante y suave invitación a que te deje entrar en mi vida.

Gracias por tu gracia y por tu amor que derramas sobre mí.Perdóname por las veces que he rehusado tu invitación, y me he encerrado lejos de tu amor.

Ayúdame a que en este día venideroconozca tu presencia en mi vida, para que me abra a Vos.

Para que Vos obres en mí, para tu mayor gloria. Amén. (San Ignacio de Loyola)

Proclamación: Jr 1, 4-10

Lectura: ¿Qué dice?

ü¿Quiénes son los personajes del texto? ü¿Qué le dice el Señor a Jeremías? ¿Qué le responde él? ü¿Qué le contesta el Señor? ü¿Qué hace y que le dice luego?

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SUBSIDIO LITURGIA

Evangelio

Oración de los fielesDespués de cada intención, decimos: Escúchanos, Señor.

Que nuestra Iglesia viva un deseo inagotable de brindar misericordia, oremos. Que a través de gestos sencillos, de cercanía y proximidad, seamos una iglesia alegre y

servicial, oremos.Que en la cercanía del bicentenario de nuestra patria estrechemos los lazos de

hermandad, oremos.Que las personas que más sufren, sean confortadas con el amor divino, oremos.Que no nos dejemos atrapar por la indiferencia, que tengamos un corazón sensible,

oremos.

Ofrendas

s ofrendas que acercamos al altar son la mano tendida de la comunidad a los heranos que más sufren.

ComuniónLa tarea misionera nace en el encuentro personal con Cristo. Acudamos a Él,

hecho Pan de Vida, que nos contagia los sentimientos de su corazón.

Bendición y envío

Ahora varios hermanos nuestros serán bendecidos y enviados como servidores de la misericordia, para expresar con sus gestos que la misericordia no es una palabra abstracta, sino un rostro para reconocer, contemplar y servir.Llevarán la cercanía de Dios, en medio de los enfermos, los ancianos, las personas privadas de libertad, las familias que no tienen lo suficiente para vivir dignamente.

Sacerdote: Acérquen

En nombre de la Iglesia, les pregunto: ¿Están dispuestos, en este Jubileo de la misericordia, a comunicar el amor de Dios a través de las obras de misericordia?

Sí, estamos dispuestos.

Jn. 20, 19-31

Se sugiere llevar como ofrendas: alimentos, medicamentos, ropa y otros elementos que la comunidad acerque a sus miembros más necesitados.

Monición: La

Monición:

Después de la oración poscomunión, se invita a pasar adelante, frente al altar, a todos los fieles que van a ser bendecidos y enviados como servidores de la misericordia.

Monición:

Se pueden agregar otras situaciones propias de la comunidad.

se N., y N.O bien, se pueden nombrar los grupos e instituciones a los que pertenecen

R.: 10

Los deberes familiares

En los escritos de Pablo aparecen recomendaciones familiares. Replantear estos códigos desde la fe es lo original en la ética de los colosenses. Se actúa bajo la soberanía del Señor y se vive en todo el amor que perfecciona las relaciones humanas.

Oración:Señor, dame aquel Espíritu que lo escruta todo, lo sugiere todo y lo enseña todo.Tu efusión vivificante será como una nueva creación de corazones transformados, receptiva a la voz que nos viene de nuestro Padre, de una fidelidad espontánea a su Palabra.Y así nos hallarás más fieles, más disponibles y más compañeros. Para servir alegres a tu pueblo sediento de tu reino. (Pedro Arrupe S.J.).-

Proclamación: Col.3, 18 21; 23 - 4,2

Lectura: ¿Qué nos dice?

ü¿A quiénes habla Pablo? ¿qué les recomienda?ü¿A qué los invita y por qué?ü¿Qué le pide a la comunidad colosense?

Meditación: ¿Qué nos dice?

ü¿Reconocemos que nuestro hogar es un espacio especial para el Señor?ü¿Actuamos en él con respeto, humildad, generosidad y entrega?ü¿Encomendamos nuestra familia a Jesús y María, que nos invitan a imitar a la familia de Nazaret?

Compromiso:Rezar por las familias de la comunidad e invitarlas a hacer pequeñas iglesias domésticas, como las llamo San Juan Pablo II.

Oración final:

Te pido señor que inspires todas mis acciones y me asistas con tu ayudaPara que todo lo que piense y realice en este día

Proceda de ti y por ti lo termineAyúdame a ser generoso y compasivo, paciente y servicial. 35

¿Están dispuestos a alimentarse con la oración, la Palabra y la Eucaristía, para que el cansancio no les haga bajar los brazos?

Sí, estamos dispuestos.

Reciban ahora este distintivo, que expresa el compromiso para este año

Sacerdote: Y ahora reciban la bendición, sobre las manos, los labios y el corazón.

Dios y Padre nuestrobendice las manos de tus hijos,para que ellas transmitan el calor, la cercanía y la fraternidad,y para que el trabajo y la entrega en servicio sea alegre y generoso,

Amén.

Señor Jesús, amigo nuestro,bendice sus labios, para que proclamen tu Palabra de consuelo y esperanza,para ser portadores de tu mensaje destinado a todas las personas de esta tierra.

Amén.

Espíritu Santo, Amor de Dios, infunde en los corazones de estos fieles el fuego de tu amor, para que, animados por tu aliento,lleven la alegría de tu presenciaque hace nuevas todas las cosas.

Amén.

Y que la bendición de Dios que es Padre, Hijo y Espíritu SantoDescienda sobre ustedes, sobre todos los aquí reunidosy permanezca para siempre.

Amén.

Diácono o sacerdote:Para anunciar la misericordia de Dios, con los labios y las obras, pueden ir en paz.

Demos gracias a Dios

R.:

Se puede entregar a cada uno una cruz, un distintivo con la imagen de Jesús Misericordioso u otra insignia adecuada. Mientras tanto se canta Si yo no tengo amor, Canto de caridad,Por qué mirar a las nubes u otro canto adecuado.

Los servidores levantan sus manos y el sacerdote las bendice diciendo:

R.:

El sacerdote pide que lleven sus manos a sus labios y dice:

R.:

El sacerdote pide que lleven sus manos a su corazón y dice:

R.:

R.:

R.:

+

11

Oración inicial:Ven a mi, Espíritu Santo,

Espíritu de amor;Haz que mi corazón

Siempre sea capaz de más caridad.Proclamación: Jn. 4,1- 42.

Lectura: ¿Qué dice?

ü¿Hacia dónde se dirigió Jesús? ¿Con quién se encontró? ¿Cuál es el diálogo entre ambos?ü¿Que manifiesta Jesús en los Vers. 16 al 18?ü¿Cómo lo reconoce la samaritana?. ¿Cómo se revela Jesús?ü¿Llegaron los discípulos, que actitud tuvieron?ü¿Qué hizo luego la mujer y cómo respondieron los vecinos?ü¿Qué les ofrecen los discípulos y cómo responde Jesús?ü¿Sobre qué les habla Jesús en los ver. 34 al 38?ü¿Cuál fue la actitud de los samaritanos?

Meditación: ¿Qué nos dice?

ü¿Somos capaces de ver que Jesús, siempre se acerca a nosotros, que sabe todo y nos conoce?ü¿Reconocemos que su agua es manantial para nuestra vida?ü¿Somos verdaderos y auténticos mensajeros de la Buena Noticia de la salvación de Jesús en

nuestra comunidad?ü¿Respondemos a la gracia de Jesús,de salvar a todos los hombres manifestando su

misericordia?

Compromiso:El encuentro con Jesús nos transforma. Recemos por nuestros hermanos que todavía no lo experimentaron.

Oración Final:

Si dejas a Jesucristo ser el Señor de tu vidaSi permites que él sea el salvador de tu historiaSi te postras ante él como el Mesías esperado,¡Jesús vuelve a nacer en ti! ¡Eres su mensajero!

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CELEBRACIÓN DE LA MISERICORDIA

Celebrar la misericordia es buscar el momento y el espacio adecuado para hacer memoria del amor de Dios manifestado en Cristo y cercano a nosotros a lo largo de nuestra propia historia; celebrar la misericordia nos ayuda a renovar el compromiso que como Iglesia tenemos: ser el rostro visible de la misericordia divina; celebrar la misericordia nos invita a prestarle voz a quienes están sedientos de misericordia. Celebremos la misericordia de Dios, cantando.

libertad, don de Dios para sus hijos. Haciendo memoria de ese gesto de misericordia, el pueblo alzaba la cabeza cada día para mirar el horizonte y no dejar de caminar hacia la tierra que Dios le había preparado. También nosotros hagamos memoria hoy del gesto de misericordia que el Señor tuvo con nosotros y que nos ha liberado.

Por tu Misericordia nos enviaste a Jesús, tu Hijo, como el buen samaritano para nuestras vidas; él se anonadó, se hizo servidor, y pasando como uno de tantos se rebajó hasta la muerte y una muerte de cruz. Pusiste tu corazón en nuestra miseria y en tu Hijo te acercaste a quienes sufrimos en el cuerpo y en el espíritu, para curar nuestras heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza

Tu misericordia nos lavó en el bautismo y nos hizo tus hijos, nos hizo morir al pecado y nacer a una vida nueva. Tu misericordia nos visitó sanando nuestra herida Profunda y regalándonos la vestimenta blanca de los redimidos.

Esta celebración no es propiamente una celebración penitencial, ya que propone hacer memoria de la misericordia en la vida personal, reconocer que esa es la misión de la Iglesia, y pedir por quienes están sedientos de misericordia. Aun así, si se ve conveniente, se podría asociar a un momento penitencial o a las confesiones comunitarias.

Se debe introducir la celebración, explicando su finalidad:

Monición:

Se entona algún canto adecuado.Señal de la cruz.

1° Momento: Acción de gracias por la Misericordia

Monición: El Pueblo de Dios aprendió a caminar en el desierto, renovando la memoria de la

Se recibe la Palabra con algún canto adecuado.Se proclama el Evangelio: Lc 10, 29 37 (Parábola del buen samaritano)Se deja unos instantes de silencio o con música instrumental.

Aclamaciones

Monición: Hagamos memoria agradecida de los gestos de misericordia que desde nuestro bautismo el Señor ha tenido con nosotros, y bendigamos a Dios por ellos.

A continuación, se canta o recita la antífona El amor de Dios permanece para siempre, que se repite después de cada intervención.

.R/

R/12

Meditación: ¿qué nos dice?ü¿Con qué actitudes nos reflejamos más? ¿En qué situaciones nos identificamos más con una u

otra manera de proceder?ü¿Nos animamos a ser una iglesia misericordiosa, que acoge y perdona a todos? ¿O preferimos

ser una iglesia cerrada y pequeña, en la cual nos sintamos más seguros?

Oración: Padre bueno, gracias por el don de mis hermanos. Son un signo de tu cariño. Ayúdame a amarlos así como tú los amas. Jesús, hermano mayor, ruega al Padre por ellos. Consérvanos unidos. No permitas que ninguno de nosotros pierda el tesoro de la fe. Aleja de nosotros el peligro del odio, la indiferencia y el egoísmo. Ayúdanos a construir una fraternidad que anticipe aquí en la tierra la que perfeccionarás para siempre allá en el cielo. María, Madre nuestra, conserva tus hijos siempre unidos como hermanos. Así sea.

Compromiso:Pensar en algún miembro de la comunidad a quien quizás juzgue por sus actitudes y no me acerque tanto. Agradecerle a Dios por su presencia en la comunidad y ver el modo de acercarme más a él.

Objetivo Específico Nº 1

Esta porción del pueblo de Dios, reunida en la Asamblea Diocesana, fijó objetivos para el trienio 2015 2018. La familia, pequeña iglesia doméstica, tuvo un trato especial.

La diócesis de Rafaela, iglesia en salida (como lo pide Francisco) servidora, quiere salir y “acompañar las nuevas realidades familiares promoviendo el diálogo, recuperando valores cristianos, viviendo la fe en el amor a Cristo y en los hermanos” (Obj. Esp. 1). Les compartimos lecturas y lectio divina para orar con la Palabra.

El encuentro de Jesús con la Samaritana

En el evangelio de Juan, esta narración es una historia de la conversión del pueblo más que de la mujer. Jesús le anuncia que Él es el nuevo templo de Dios y que el culto que debe brindársele debe ser adoración en espíritu y en verdad.

La samaritana, que por no ser de raza judía es despreciada, reconoce que Jesús es el Mesías, Él se lo revela directamente.

Esta mujer pecadora se convierte en apóstol y mensajera de la Buena Noticia para su gente ya que Jesús es el salvador del mundo, y no sólo de los judíos.

33

Tu misericordia nos acarició en las personas que pusiste a nuestro lado, en las palabras y gestos de tantos que nos mostraron tu rostro de bondad y nos hicieron gustar de tu amor. Tu misericordia nos hizo crecer en gracia y nos visitó en las pruebas, donde siempre una mano amiga nos sostuvo con tu amor. R/

Tu misericordia nos ha reconciliado, y transformó el dolor de nuestro pecado en la alegría de sentirnos perdonados. Cuando hemos caído, y nos hemos alejado, tu misericordia no nos abandonó.Te mostraste compasivo, lento al enojo y rico en piedad. Tu misericordia nos ha devuelto la dignidad de ser tus hijos cada vez que, arrepentidos, hemos vuelto a tu casa, Padre, con la nostalgia del abrazo y el deseo del perdón. R/

Fue tu misericordia la que nos ha llamado a ser discípulos de tu Hijo, fijando tu mirada paternal no en nuestros méritos, sino en tu sueño sobre nosotros, en lo que esperabas de nuestra pobreza. Por tu misericordia hemos caminado y seguimos avanzando por la senda de tus mandamientos, por el desierto y por las quebradas oscuras. Es tu misericordia de Pastor Bueno la que nos asegura cada paso y nos sostiene, la que nos corrige en los desvíos y nos tranquiliza en las angustias y dificultades. R/

Miramos nuestra vida y no encontramos sino Misericordia, Padre, una permanente oleada de bondad y de perdón, de amor y de comunión, que nos lleva a cantarte y alabarte. Es grande tu Misericordia, que ella continúe visitándonos hoy y siempre. Que tu Misericordia descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que tenemos en ti. R/

Monición: Que nuestro corazón y nuestra mente se unan a lo que nuestros labios cantan, para que la alabanza del Pueblo de Israel se actualice ahora nuestra agradecida memoria

Se canta el salmo 135.Breve silencio.

2° Momento: Pedimos por la Iglesia, rostro visible de la Misericordia de Dios

Monición: Hemos sido sanados por la Misericordia de Dios, y por ella el Señor nos hizo miembros de su Cuerpo. Miremos ahora a nuestra Madre la Iglesia, llamada a ser el rostro visible del amor del Padre, y pidamos por cada uno de los que formamos este Cuerpo.

Alguien, desde un lugar adecuado, lee el siguiente texto:

De la Bula Misericrodiae Vultus, del Papa Francisco«La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes; nada En su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia. 13

Meditación: ¿qué nos dice?ü¿Son nuestras comunidades abiertas y receptivas a cualquier persona que se acerque a ella?ü Comparar las actitudes enumeradas con nuestras actitudes como comunidad cristiana.ü¿Nos conformamos con los que somos y con lo que tenemos?ü¿Experimentamos y manifestamos la alegría de ser una comunidad en salida y de recibir a

nuevas personas que se suman a ella, sin discriminar a ninguna?

Oración:üDar gracias a Dios por aquellas personas que se incorporaron recientemente a la comunidad.üPedir por las personas que se han alejado.üPedir por personas que, viviendo cerca de nosotros, nunca han formado parte de la

comunidad.

Compromiso:Qué alegría sería para el Señor y para la Iglesia que ...(pensar cada uno en una persona concreta) se acerque a Él. Rezar por ello y ver cómo puedo ir a buscarlo/a.

El padre misericordioso

Oración inicial:Divino Padre Eterno, en nombre de Jesucristo,

y por la intercesión de la Santísima Siempre Virgen María,envía a mi corazón El Espíritu Santo.

Ven, Espíritu Santo, a mi corazón y santifícalo.Ven, Padre de los pobres, y alíviame.

Ven, autor de todo bien, y consuélame.Ven, luz de las mentes e ilumíname.

Ven, dulce huésped de los corazones, y no te apartes de mí.Ven, Espíritu Santo, y renuévame. Amén

Proclamación: Lc 15,11-32

Lectura: ¿qué dice?ü Describir las actitudes: - Del hijo menor - Del hijo mayor - Del padre.ü Describir las actitudes de Dios reflejadas en las actitudes del padre.32

La credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo. La Iglesia «vive un deseo inagotable de brindar misericordia». Tal vez por mucho tiempo nos hemos olvidado de indicar y de andar por la vía de la misericordia. Por una parte, la tentación de pretender siempre y solamente justicia ha hecho olvidar que ella es el primer paso, necesario e indispensable; la Iglesia no obstante necesita ir más lejos para alcanzar una meta más alta y más significativa. Por otra parte, es triste constatar cómo la experiencia del perdón en nuestra cultura se desvanece cada vez más. Incluso la palabra misma en algunos momentos parece evaporarse. Sin el testimonio del perdón, sin embargo, queda solo una vida infecunda y estéril, como si se viviese en un desierto desolado. Ha llegado de nuevo para la Iglesia el tiempo de encargarse del anuncio alegre del perdón. Es el tiempo de retornar a lo esencial para hacernos cargo de las debilidades y dificultades de nuestros hermanos. El perdón es una fuerza que resucita a una vida nueva e infunde el valor para mirar el futuro con esperanza…La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona. La Esposa de Cristo hace suyo el comportamiento del Hijo de Dios que sale a encontrar a todos, sin excluir ninguno. En nuestro tiempo, en el que la Iglesia está comprometida en la nueva evangelización, el tema de la misericordia exige ser propuesto una vez más con nuevo entusiasmo y con una renovada acción pastoral. Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre.La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia.».

Monición: Preguntémonos: ¿Cómo miembro de esta Iglesia, en qué podría manifestar a los hombres la misericordia de Dios? ¿Con qué gestos, decisiones y acciones, podría ser el rostro visible de la misericordia ofrecida a todo hombre y mujer que se encuentra al borde del camino?

Después de unos minutos de silencio, se canta Canto de caridado algún canto similar.

Monición: Puestos de pie, miremos ahora a la Iglesia samaritana, y pidamos por ella, elevando al Señor nuestras peticiones y cantando

(Se recita la oración oficial del Jubileo de la Misericordia)

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.14

Misericordia, alegría y comunión. Tres notas que encontramos unidas en esta bellísima página del evangelio, tres notas que describen el ser y el obrar de Dios con nosotros.

En nuestro objetivo general para el presente trienio pastoral, nuestro Obispo nos propone «Anunciar como Iglesia servidora, la alegría del evangelio y la ternura del Dios misericordioso, viviendo en comunión y haciéndonos cercanos a todos, especialmente a los pobres y olvidados, para que resplandezca Jesucristo, plenitud de vida, y nos llene de ardor y entusiasmo para vencer el temor, la tristeza y la corrupción, trabajando por una patria más justa y reconciliada».

Los invitamos entonces a rezar con estas lecturas y con este objetivo.

La oveja perdida y la moneda perdida

Oración inicial:Invocamos al Espíritu con esta u otra oración que conozcamos:

Espíritu Santo, eres el alma de mi alma, te adoro humildemente.Ilumíname, fortifícame, guíame, consuélame.Y en cuanto corresponde al plan eterno Padre Dios revélame tus deseos.Dame a conocer lo que el Amor eterno desea en mí.Dame a conocer lo que debo realizar.Dame a conocer lo que debo sufrir.Dame a conocer lo que con silenciosa modestia y en oración, debo aceptar.Sí, Espíritu Santo, dame a conocer tu voluntad y la voluntad del Padre.Pues toda mi vida no quiero ser otra cosa que un perpetuo Sí a los deseos y al querer del eterno Padre Dios.

Proclamación: Lc 15,1-10.

Lectura: ¿qué dice?

ü¿Cuál es la situación que motiva la parábola?

ü Enumerar actitudes del hombre que pierde la oveja y de la mujer que pierde la moneda.

ü¿Se conforman con lo que les queda?ü¿Se conforman con buscar y encontrar o hacen algo más?ü¿Sobre qué punto de la parábola hace incapié Jesús al aplicarla a la relación

De Dios con los hombres?31

Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

3° Momento: Somos el abrazo del Padre para quien espera misericordia

Monición: La conciencia que tiene la Iglesia de ser llamada a presentarse como el rostro de la misericordia del Padre, se vive y se ofrece no por las palabras, sino «con obras y de verdad», en los gestos de cada cristiano, de cada uno de nosotros. Por eso, pensemos un instante en nuestra comunidad, y en los que en ella son los más desprotegidos, los más descuidados, los que bien en la periferia, aquellos a quienes no siempre llegamos, a quienes debemos el abrazo que les haga experimentar la misericordia de Dios.

Se hace un instante de silencio. Luego se prosigue:

Con rostros y nombres concretos en el corazón, expresemos en el gesto del abrazo nuestro compromiso de caridad y misericordia.

Todos intercambian el abrazo.Padre Nuestro.Bendición final.Canto de despedida.

15

INTRODUCCIÓN GENERAL

Queridos hermanos y hermanas de nuestra diócesis de Rafaela.Desde hace ya unos años, desde el equipo de animación bíblica de la pastoral intentamos

acompañar nuestro caminar diocesano iluminándolo desde la Palabra de Dios. Es ésta una de las tareas que nos compete.

A partir de la última asamblea diocana y el posterior mensaje al pueblo de Dios de nuestro Obispo, orientados por un objetivo general y cuatro objetivos específicos, hemos comenzado un nuevo trienio en nuestro caminar eclesial.

Providencialmente, el inicio de este trienio coincide con el Año de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco, bajo el lema “misericordiosos como el Padre”. En su carta de convocatoria, el Papa nos dice que “para ser capaces de misericordia debemos en primer lugar colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios” (M.V.13).

Con este material que compartimos, entonces, lo que pretendemos es invitarlos a ponernos a la escucha de la Palabra, que nos habla de misericordia, y, desde esa Palabra, rezar y reflexionar con nuestros objetivos diocesanos.

Que María, que “custodió en su corazón la divina misericordia” (M.V. 24) nos acompañe y guíe siempre con su protección.

En el capítulo quince de San Lucas, corazón de su evangelio, hallamos las así llamadas «parábolas de la misericordia»: la de la oveja perdida (vv. 4-7), la de la moneda perdida (vv. 8-10) y la del padre misericordioso (vv. 11-32).

Con dichas parábolas, Jesús intenta dar respuesta a la murmuración de publicanos y fariseos que, cuestionando su obrar decían: «Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos» (v. 2).

En las tres parábolas, es claramente importante también la dimensión de la alegría que se comparte: «alégrense conmigo, porque encontré la oveja (la moneda) que se ma había perdido» dirán los protagonistas de las dos primeras (vv. 6.9).

En la parábola del padre misericordioso, esta dimensión de alegría compartida se muestra con particular expresividad en la fiesta a la cual el padre convoca diciendo «comamos y

festejemos» (v.23) para insistir luego a su hijo mayor: «Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a a vida, estaba perdido y ha sido encontrado» (31-32).

SUBSIDIO ANIMACION BIBLICA DE LA PASTORAL

Objetivo General

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CELEBRACIÓN PENITENCIAL

La Iglesia, consciente de que Dios quiere "que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (cf. 1 Tim 2, 4), intenta acercar a todos sus hijos al encuentro con el Padre de todos, siempre dispuesto al perdón.«La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al don de sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia» (MV 12)Como toda madre, la Iglesia sufre por aquellos hijos que no pueden celebrar el sacramento de la reconciliación, e intenta acompañar su realidad. Por este motivo, en el Jubileo de la Misericordia, puede pensarse algún momento en que se brinde un espacio celebrativo, abierto a toda la comunidad, pero pensado especialmente para quienes no pueden recibir la absolución. Experimentar la misericordia de Dios tiene su punto cumbre en la celebración sacramental, pero hasta llegar a ello, existen otros modos también celebrativos que pueden redescubrirse en este tiempo de gracia. La presente celebración penitencial no incluye confesión sacramental de los pecados. Es más bien una propuesta que intenta celebrar la misericordia de Dios, acercando al fiel a la experiencia eclesial de la comunión. Por ello mismo, se tratará que en su preparación y desarrollo se vea con claridad a la iglesia toda celebrando, participando y haciendo participar, a través de los diversos ministerios y de la acogida cordial.Con el ágape fraterno se intenta brindar una experiencia similar a la de las primeras comunidades, donde la vida de las mismas comenzaba y continuaba más allá de la celebración propiamente dicha, y en ella encontraba su fuente.La celebración será presidida por un sacerdote o un diácono. En las comunidades donde no cuenten con su presencia, la animación de la celebración puede realizarla un ministro extraordinario de la comunión, un catequista u otro agente de pastoral, designado por el párroco.

Celebración penitencial en el contexto de un Ágape fraterno.a) Primer momento: en el salón parroquial, tener preparado agua caliente, termos, mates, pan casero, torta asada, masitas, etc. Sería bueno que varios miembros de la comunidad estén preparados para ir recibiendo fraternamente a quienes se acercan, les den una cálida acogida y loa inviten a integrarse a quienes ya estén dentro, presentándolos, compartiendo la comida y la bebida. Este momento puede acompañarse también con música y canto. Luego de compartir un momento fraterno donde todos experimenten la cercanía de la Iglesia y se sientan parte de la comunidad, se invita a todos a pasar al templo, preparado para la ocasión. Este momento puede durar de 20 a 30 minutos.

b) Segundo momento: en el templo, tener preparado el cirio pascual, velas, calderillo e hisopo y el ministerio de música. Además, para la ornamentación, afiches, imágenes y frases que expresen la misericordia de Dios. Este momento puede durar aproximadamente 30 minutos.

Si se cree conveniente, el ágape fraterno puede pensarse como posterior a la celebración, teniendo cuidado de asegurar el carácter fraterno y cálido de la bienvenida, previa a la celebración propiamente dicha.

Esquema de la celebración en el templo Señal de la cruz Saludo

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12°Estación:“Perdonar las ofensas”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Es lo más difícil. Somos tan propensos a la venganza y el resentimiento… Por eso Jesús nos dio un ejemplo maravilloso. Esta es una de las obras de misericordia que más nos asemeja a Jesús.El perdón de las ofensas deviene la expresión más evidente del amor misericordioso y para nosotros, cristianos, es un imperativo del que no podemos prescindir. ¡Cómo es difícil muchas veces perdonar! Y, sin embargo, el perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón.Perdona, aunque la ofensa te duela mucho. Perdona hasta setenta veces siete.Perdona, si puedes, hasta olvidar.Perdona y ama.Y perdónate también a ti mismo.

13°Estación:“Soportar con paciencia las personas molestas”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Damos por supuesto que todos tenemos flaquezas.La convivencia es fuente de alegría y enriquecimiento, pero es también nos visitan el cansancio, la intolerancia y la impaciencia que hacen difícil la fraternidad.Lleva con paciencia las flaquezas del prójimo, y las tuyas, esto te ayudará a crecer en el amor y la misericordia. Así como Dios, tiene paciencia infinita con nosotros.

14°Estación: “Rogar a Dios por los vivos y por los difuntos”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Rezar no es una rutina. Rezar es amor. Cuando rezas por alguien te solidarizas con él, lo quieres como a ti mismo. No rezas para ablandar el corazón de Dios, sino para agrandar el tuyo.Rezar es llenar tu corazón de nombres.Rezar por los demás te hace bien a ti mismo, porque te ayuda a amar y te compromete para hacer realidad, en la medida de tus fuerzas, aquello que pides.

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Memoria del bautismo

El día de nuestro bautismo recibimos por primera vez el perdón de Dios, su cercanía y su misericordia. Hoy queremos hacer memoria de ese acontecimiento salvador que marcó para siempre nuestra vida.

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a

Reflexión.

Gesto de la luz y aclamaciones

El día del bautismo, nuestros padres y padrinos recibieron por nosotros la luz de Cristo para que sea Él quien ilumine toda situación y todo acontecimiento. Hoy queremos renovar ese gesto pidiéndole a Jesús que acompañe nuestra vida, nuestra familia y nuestra historia.

Ministro:

El ministro rocía con agua bendecida a la asamblea, mientras se canta algún canto bautismal. Luego de rociar al pueblo con el agua bendita, dice:

la vida eterna.R.: Amén

Oración inicialDios nuestro, que manifiestas tu podersobre todo en la misericordia y el perdón,derrama sin cesar tu gracia sobre nosotros,para que, deseando tus promesas,nos hagas participar de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo…R.: Amén

Proclamación del Evangelio (Lc 15, 11-32: El Padre misericordioso)Monición: Preparemos nuestros corazonespara escuchar la Palabra del Señor. Ella nos dispondrá a la experiencia del perdón y de la paz.

Ya que la celebración no prevé confesiones, sería bueno que la misma reflexión ayude a tomar conciencia de la propia miseria, de la necesidad de arrepentimiento, y de la infinita misericordia de Dios que se nos ofrece siempre y por diversos caminos. Como alternativa, se puede pensar en un momento de examen de conciencia, acompañado con cantos adecuados. En este caso, se puede tomar alguno de los modelos de exámenes de conciencia que aparecen en el Ritual de la Penitencia.Luego de la reflexión, se invita a todos a orar en silencio y a responder así a la Palabra de Dios.

Ministro:

Todos se acercan al cirio pascual, encienden la vela que tienen en sus manos y regresan a sus lugares. Mientras tanto, puede entonarse algún canto adecuado. Cuando todos están de regreso en sus lugares, se invita a invocar la misericordia de Dios manifestada En Cristo Jesús, respondiendo a cada aclamación: Acuérdate de tu misericordia, Señor

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Miremos en esta estación especialmente a María, que al pie de la cruz y partida por el dolor nos acogió a todos como hijos suyos e intercede ante su hijo por nuestras necesidades.

8° Estación:“Dar consejo al que lo necesita”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Esta es la primera obra de Misericordia Espiritual, tan importante como las corporales que acabamos de reflexionar.Da un consejo, pero cuando el otro te lo pida o lo quiera o de verdad lo necesite. Da un consejo, pero siempre que estés tú dispuesto a recibirlo.Un buen consejo, una palabra orientadora, puede ser luz en la noche, puede ahorrar muchos tropiezos y caídas.

9° Estación: “Enseñar al que no sabe”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Es una bonita obra de misericordia, pero a veces nos encariñamos tanto con ella que queremos dar lecciones a todo el mundo. Esta misericordia debemos practicarla con moderación y mucha humildad.A veces es preferible dejarse enseñar. Esto también es obra de misericordia: saber escuchar y agradecer lo que aprendes. Todos necesitamos aprender unos de otros, incluso el profesor del alumno, y el padre del hijo, y el empresario del obrero. Enseña, sí, al que no sabe, pero sin humillarlo, sino dignificándolo. Enséñale a saber. No es necesario decirlo, para que sea obra de misericordia se necesita una condición: la gratuidad.

10° Estación:“Corregir al que se equivoca”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” También la corrección fraterna es una obra de misericordia, pero cuando se hace desde la humildad y desde el amor. Desde la humildad, reconociendo que también nosotros nos equivocamos. No queramos sacar la paja en el ojo ajeno, sin darnos cuenta de nuestra viga.Desde el amor, no para herir al hermano sino para salvarlo. Y hacerlo además cariñosa, delicada y amorosamente.

11° Estación:“Consolar al triste”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Son muchas las personas que sufren, a veces por cosas pequeñas. A veces basta una palabra, una sonrisa, una explicación, un desahogo, un gesto de cariño.El que consuela se parece a Dios, que se dedica a enjugar las lágrimas de todos los rostros.

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Tú, que viniste al mundo para salvarnos. Tú, que eres el camino que nos conduce al Padre. Tú, que eres la resurrección y la vida. Tú, que llevaste a la cruz nuestros pecados. Tú, que nos invitas a una sincera conversión. Tú, que conoces nuestros pensamientos. Tú, que creas en nosotros un corazón nuevo. Tú, que perdonas mucho a quien mucho ama. Tú, que nos devuelves la alegría de la salvación. Tú, que confiaste a la Iglesia el signo de tu perdón. Tú, que nos abrazas en tu misericordia.

Te damos gracias, Señor Jesucristo,porque eres rico en misericordiay porque, en tu gran amor, nos devuelves la alegría de ser perdonados.Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos.

Amén

Padrenuestro

El abrazo del Padre misericordioso.

Jesús dejó en el corazón de su Iglesia el abrazo del Padre, para que ella madre de todos lo ofrezca a quienes buscan caminos de reconciliación. Como signo del perdón ofrecido por Dios y su Iglesia, démonos el abrazo que nos recuerde el amor del Padre misericordioso.

Oración final

Dios y Padre bueno, escucha las súplicas de estos hijos tuyos, que confían en tu misericordia Y desean servirte con sinceridad.

Ministro:

Con las velas encendidas, renovando la alegría de ser hijos de Dios,la comunidad reza la oración que Cristo enseñó a sus apóstoles. Luego, se invita a apagar las velas.

Ministro:

El ministro toma la iniciativa y regala el abrazo, gesto de reconciliación con el Padre y entre los hermanos. Mientras tanto, es conveniente que se cante algún canto apropiado, referido al gesto, o bien algún salmo.

Ministro:

R.:

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4° Estación:“Acoger al forastero”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Hoy no es fácil abrir la puerta de la casa, cada vez más defendida. Son muchos los peregrinos que llaman a nuestra puerta: mendigos, transeúntes, extranjeros, refugiados, drogadictos… Toda una herida abierta, que exige soluciones no sólo personales sino estructurales.A veces ese visitante tal vez no es tan desconocido, pero en nuestro corazón, se encuentra en un lugar oscuro, olvidado. Acoge al que llama a la puerta de tu casa, pero no sólo materialmente sino cordialmente. Todo el que se acerca a ti es un peregrino, que a lo mejor sólo te pide una palabra, una sonrisa o una escucha.

5° Estación:“Asistir a los enfermos”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” No es una visita desde lejos, una visita por cumplir. Es más bien algo que significa cercanía y compasión.Una visita que suponga comunicación, ayuda, cuidado, ternura, consuelo, confianza…Los enfermos son miembros del cuerpo doliente de Cristo.Hay muchas clases de enfermedades y de enfermos. No están sólo en los hospitales; los hay también en casa, en el trabajo y en la calle. Todos tenemos alguna enfermedad o alguna dolencia.Por eso tenemos que tratarnos comprensiva y compasivamente, reconociendo al mismo Jesús en cada uno de aquellos a quienes nos debemos en caridad.

6° Estación:“Visitar a los presos”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” No está en nuestras manos sacar a los presos de la cárcel; pero sí podemos aliviar y orientar a todos los que están privados de la libertad. No podemos quitar las esposas de las muñecas, pero sí podemos quitar las cadenas del alma.

Hay muchas cárceles y esclavitudes íntimas. Es tarea nuestra, es obra de misericordia, liberar a todos los cautivos: desde el preso al drogadicto, desde el avaro al consumista, desde el lujurioso al hedonista, desde el fanático a quien se siente esclavo de su imagen...

7° Estación:“Enterrar a los muertos”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Envuelve a los difuntos en la oración esperanzada, en el amor y el agradecimiento. Es la misericordia la que nos hace honrar a quienes ya partieron a la casa del Padre con la esperanza de la resurrección. Además, la muerte de un ser querido deja casi siempre heridas profundas, mucho dolor. Es una obra de misericordia estar cerca de los que sufren por estas muertes.Cuando damos el pésame o “acompañamos en el sentimiento”, que no sea Una rutina o una palabra vacía. 27

Concédeles que, con un corazón reconciliado,sean instrumento de tu amory caminen seguros hacia tu encuentro.Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Memoria de María, Madre de la Misericordia

Miremos a María Virgen, la madre con ojos de misericordia, y pidamos que interceda por nosotros y nos conduzca siempre a su Hijo Jesucristo, el Señor.

Bendición y envío.

Ministro:

Todos cantan o recitan Salve, Regina

Luego del envío, puede concluirse el momento con un canto

PREPARACIÓN ESPIRITUAL PARA UNA PEREGRINACIÓN

Contemplar la Misericordia de Dios«Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados no obstante el límite de nuestro pecado» (MV, 2)«Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. “Dios es amor” (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona y ofrece gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión» (MV, 8)

Peregrinar hacia la Misericordia de Dios

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sobre las obras de Misericordia Espirituales y Corporales que nuestro Papa Francisco nos exhorta a practicar en este año jubilar. El camino de la cruz que Jesucristo vivió, lo continúa recorriendo en la persona de tantos hermanos en quienes debemos reconocerlo.

Rezamos el Pésame.

La peregrinación es un signo muy importante en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada.

1° Estación:“Dar de comer al hambriento” “Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Es necesario hacernos pan y pan partido, como hizo nuestro Señor Jesucristo. El pan es fraternidad y es vida. El pan partido y compartido es amor. Jesús nos dice “porque estuve hambriento y me dieron de comer” con esta certeza practiquemos la asistencia a quien se presenta en nuestra vida, sepamos divisar el rostro de Jesús en esta necesidad. Es importante en primer lugar, llenar sus estómagos hambrientos. Pero luego, llenar sus almas con el pan de la Palabra de Dios y el Pan de Vida que es la Sagrada Comunión.

2° Estación:“Dar de beber al sediento”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Dar un vaso de agua es fácil y es bonito, también es necesario, pero saciar otra sed más profunda es difícil. Saciar la sed definitivamente es imposible.Pero alguien puede hacer brotar en las entrañas una fuente de agua viva, gozosa, inagotable. Tú puedes ayudar a hacer posible el milagro del agua.

3° Estación: “Vestir al desnudo”“Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz Cristo redimiste al mundo” Tal vez en el lugar donde vives, puedes colaborar para que alguna persona que se presenta en tu vida no pase frío. O pueda estar mejor vestida, pero también debemos ahondar nuestra reflexión en otro tipo de vestiduras, que es necesario poner: la vestidura del honor, del respeto, de la protección. Siempre tendrás que cubrir la desnudez del prójimo con el manto de la caridad.También debemos tener en cuenta que esta obra de Misericordia implica el contrario: nunca desnudar al vestido, quitando al hermano aquello que le pertenece. Dice San Agustín: “Si, pues, ha de ir al fuego eterno aquel a quien le diga: estuve desnudo y no me vestiste, ¿qué lugar tendrá en el fuego eterno aquel a quien le diga: estaba vestido y tú me desnudaste?”26

VÍA CRUCIS

Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret.Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Misericordia es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Es la vía que une a Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados no obstante el límite de nuestro pecado.Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre.

«Él Señor libera a los cautivos, abre los ojos de los ciegos y levanta al caído; el Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; el Señor ama a los justos y

entorpece el camino de los malvados» (Sal. 146,7-9)

Con esta premisa, “ser instrumentos de Misericordia”, en este tiempo de Cuaresma recorreremos las estaciones de este vía Crucis tratando de reflexionar

Algunas notas que se deben tener en cuenta a la hora de preparar el viacrucis:· Como la propuesta es tomar las obras de misericordia como eje de la oración y la reflexión,

para la parada en el camino de la cruz pueden tomarse los cuadros tradicionales del via crucis del templo, o bien, preparar un camino diverso, con imágenes o signos que refieran a las obras de misericordia. Entrando a estos enlaces se pueden encontrar algunas ideas:

http://www.samuelmiranda.com.mx/llasobrasdemisericordia.html

http://ensueno30.webnode.es/news/obras-de-misericordia/

http://aprendemosencatequesis.blogspot.com.ar/2013/04/recursos-catequesis-obras-de.html

· Entre estación y estación, cada comunidad buscará el modo mejor de orar: silencio, canto, oraciones conocidas (Padre Nuestro, Ave María, Gloria, etc.)

· Las estaciones no tienen texto bíblico explícito, por lo que puede agregarse si así se ve conveniente alguna cita bíblica, especialmente sálmica.

· Como las estaciones propuestas aquí no son las tradicionales, sino preparadas especialmente para este año jubilar, sería bueno que esta opción se realice sólo una o dos veces durante la cuaresma, sin dejar de lado el Vía Crucis tradicional, tan querido por el pueblo cristiano.

Introducción

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Pongámonos en marcha, peregrinando nuestro corazón al encuentro de Dios, descubriendo el sentido espiritual que deben tener nuestras peregrinaciones.

¿Qué significa peregrinar? «Peregrinar es expresión de un pueblo en marcha, de metas soñadas, propósitos decididos. Peregrinar es salir de un lugar o de una situación y recomponer esquemas mentales. La meta es más religiosa que geográfica. El peregrino experimenta con frecuencia una evolución interior, sale de su ritmo habitual, se toma tiempo, sufre no pocas veces las incomodidades del camino, rompe con algo, se abre a horizontes nuevos, se reencuentra consigo mismo de ser posible ayudado por celebraciones de oración, penitencia y Eucaristía y orienta su vida de cara a los valores que busca en la meta propuesta. No es huida, sino búsqueda, con ida y vuelta. Un tiempo hasta psicológicamente enriquecedor y liberador, que permite tantas veces reorientar la propia vida. El caminar es una expresión de que viajamos con esperanza, con los pies en el hoy y aquí convencidos de la presencia de Cristo en medio de nosotros, compañero de camino, como en Emaús: CRISTO ES EL CAMINO» (José Aldazábal, “Gestos y símbolos”)Peregrinar es un hecho comunitario, ya que no peregrinamos solos, sino con otros, por otros y para otros. Siempre en nuestras peregrinaciones aparecen rostros: de los que van al lado nuestro, de los que cayeron y necesitan nuestra mano para levantarse, de los que disminuyeron el paso, pero igual siguen caminando, de los que desearon pero no pudieron caminar, de aquellos que se quedaron en la partida y no se animaron a continuar y sobre todo de aquellos que necesitan escuchar ese anuncio movilizador y convocante que es CRISTO para ponerse en camino. Y muchas veces, peregrinar significa simplemente acompañar desde el silencio y la discreción a aquel hermano que atravesado por el dolor camina también a nuestro lado. «La peregrinación es un signo peculiar en el Año Santo, porque es imagen del camino que cada persona realiza en su existencia. La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada. También para llegar a la Puerta Santa en Roma y en cualquier otro lugar, cada uno deberá realizar, de acuerdo con las propias fuerzas, una peregrinación. Esto será un signo del hecho que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio. La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros» (MV, 14)

Etapas espirituales«El Señor Jesús indica las etapas de la peregrinación mediante la cual es posible alcanzar esta meta: “No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de sus vestidos. Porque serán medidos con la medida que midan” (Lc 6,37-38). Dice, ante todo, no juzgar y no condenar. Si no se quiere incurrir en el juicio de Dios, nadie puede convertirse en el juez del propio hermano. Los hombres ciertamente con sus juicios se detienen en la superficie, mientras el Padre mira el interior. ¡Cuánto mal hacen las palabras cuando están motivadas por sentimientos de celos y envidia! Hablar mal del propio hermano en su ausencia equivale a exponerlo al descrédito, a comprometer su reputación y a dejarlo a merced del chisme. No juzgar y no condenar Significa, en positivo, saber percibir lo que de bueno hay en cada persona y no permitir que deba sufrir por nuestro juicio parcial y por nuestra presunción de saberlo todo. 20

La primera verdad de la Iglesia es el amor de Cristo. De este amor, que llega hasta el perdón y al donde sí, la Iglesia se hace sierva y mediadora ante los hombres. Por tanto, donde la Iglesia esté presente, allí debe ser evidente la misericordia del Padre. En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia» (MV, 12)

Para reflexionar en familiaVolver desde lo cotidiano…Volver al sacramento de la reconciliación…Volver a participar de la Eucaristía del domingo…Volver a alimentarnos con la Palabra de Dios…Volver a la catequesis familiar…Volver a bendecir la mesa…Volver a rezar en familia…Volver a servir en la parroquia…

Pensando en la peregrinación…¿De dónde partimos? ¿De qué situación personal, familiar, comunitaria?¿Hacia dónde vamos? ¿Qué buscamos, soñamos o pedimos?¿Qué llevamos en el camino? ¿Qué rostros, historias, anhelos queremos llevar a Dios?

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Sin embargo, esto no es todavía suficiente para manifestar la misericordia. Jesús pide también perdonar y dar. Ser instrumentos del perdón, porque hemos sido los primeros en haberlo recibido de Dios. Ser generosos con todos sabiendo que también Dios dispensa sobre nosotros su benevolencia con magnanimidad.Así entonces, misericordiosos como el Padre es el “lema” del Año Santo. En la misericordia tenemos la prueba de cómo Dios ama. Él da todo sí mismo, por siempre, gratuitamente y sin pedir nada a cambio. Viene en nuestra ayuda cuando lo invocamos. Es bello que la oración cotidiana de la Iglesia inicie con estas palabras: “Dios mío, ven en mi auxilio; Señor, date prisa en socorrerme” (Sal 70,2). El auxilio que invocamos es ya el primer paso de la misericordia de Dios hacia nosotros. Él viene a salvarnos de la condición de debilidad en la que vivimos. Y su auxilio consiste en permitirnos captar su presencia y cercanía. Día tras día, tocados por su compasión, también nosotros llegaremos a ser compasivos con todos» (MV, 14)

La Palabra de Dios ilumina nuestro caminoLa parábola del hijo pródigo (Lc 15, 11-32)

El hijo menor se marchaPodríamos preguntarnos qué puede significar el hecho de que un hijo reclame la herencia en vida del padre. Una petición así significaría que su padre muriera. Es una forma de decir “Padre, no puedo esperar a que mueras”. Así pues, la marcha del hijo es un acto mucho más ofensivo de lo que puede parecer en una primera lectura. Supone rechazar el hogar en el que el hijo nació y fue alimentado y es una ruptura con la tradición más preciosa mantenida cuidadosamente por la gran comunidad de la que él formaba parte. Cuando Lucas dice “se marchó a un país lejano” quiere indicar mucho más que el deseo de un hombre por ver el mundo. Es una traición a los valores de la familia y la comunidad. El “país lejano” es el mundo en el que se ignora todo lo que en casa se considera sagrado. Soy el hijo pródigo cada vez que busco el amor incondicional donde no puede hallarse. ¿Por qué sigo ignorando el lugar del amor verdadero y me empeño en buscarlo en otra parte? ¿Por qué sigo marchándome del hogar donde soy tratado como hijo de Dios, al amado de mi Padre?Dios nunca ha retirado sus manos, nunca ha negado su bendición, jamás dejó de considerar a su hijo el Amado. Pero el Padre no podía obligarle a que se quedara en casa. No podía forzar su amor. Tenía que dejarle marcharse en libertad. Pero continúa esperándolo con los brazos abiertos, preparado para recibirlo y susurrarle al oído: “Tú eres mi hijo amado, en quien me complazco”

El regreso del hijo menor¿Qué le ocurrió al hijo en aquel país lejano? Aparte de todas las consecuencias físicas y psíquicas, ¿cuáles fueron las consecuencias más internas de la marcha del hijo? La secuencia de acontecimientos es predecible. Cuanto más me alejo del lugar donde habita Dios, menos soy capaz de oír la voz que me llama “mi hijo amado”, y cuanto menos oigo esta voz, más me enredo en las manipulaciones y juegos del poder del mundo. Dejó su casa lleno de orgullo y dinero y vuelve sin nada: dinero, salud, honor, dignidad, reputación, paz interior, alegría… lo ha despilfarrado todo. Y aunque lo hubiera perdido todo seguía siendo el hijo de su padre.

(Reflexiones y meditaciones de “El regreso del hijo pródigo” de Hernri J. Nouwen)

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Y aunque está rebosante de la alegría por su hijo menor no se olvida del mayor. Su corazón no está divido. Su reacción libre y espontánea ante el regreso de su hijo menor no implica comparación alguna con su hijo mayor. Todo lo contrario, desea ardientemente que participe de su alegría. Su corazón sale al encuentro de sus dos hijos, quiere a los dos, espera verlos juntos como hermanos alrededor de la misma mesa, quiere que sientan que, aunque diferentes, pertenecen a la misma casa y son hijos del mismo padre.

Un padre que se alegra y nos invita a compartir esa alegríaDios se alegra. No porque se hayan solucionado los problemas del mundo, no porque se hayan acabado la tristeza y el sufrimiento humano, no porque miles de personas se hayan convertido y estén ahora dándole gracias por su bondad. No. Dios se alegra porque uno de sus hijos que se había perdido ha sido encontrado. A lo que estoy llamado es a unirme a esa alegría. Es la alegría de Dios, no la alegría que ofrece el mundo. Es la alegría que viene de ver al hijo caminar hacia casa en medio de toda destrucción, de la desolación y la angustia del mundo. Es una alegría oculta, discreta. No estamos tan acostumbrados a alegrarnos de las cosas pequeñas. De alguna forma, nos hemos acostumbrado a vivir con la tristeza y nuestros ojos ya no están sensibilizados para ver la alegría ni los oídos para oír la dicha que pertenece a Dios, y que se encuentra en los rincones escondidos del mundo. No tenemos que esperar a que todo vaya bien, sino que podemos celebrar cada pequeño indicio que nos dice que el reino está cerca.

Convertirse en el padreLa forma a la que estamos llamados los seres humanos, es la forma como Dios ama. Estamos llamados a amar al prójimo con el mismo amor generoso del padre. La misericordia con la que se nos ama no está basada en la competitividad. Si vamos a ser recibidos no sólo por Dios sino como Dios, tenemos que llegar a ser como el Padre celestial y el contemplar el mundo con sus ojos.Para descubrir por mí mismo la paternidad espiritual y la autoridad misericordiosa que le pertenece, tengo que dejar que el hijo menor rebelde y el hijo mayor resentido salten a la plataforma para recibir el amor incondicional y misericordioso que me ofrece el Padre y descubrir allí la llamada a “ser acogida” como mi Padre “es acogida”.Entonces los dos hijos que están dentro de mí pueden transformarse poco a poco en el padre misericordioso. Esta transformación me lleva a que se cumpla el deseo más profundo de mi corazón intranquilo. Porque, ¿puede haber alegría más grande que tender mis brazos y dejar que mis manos toquen los hombros de mis hijos recién llegados, en un gesto de bendición?

PEREGRINAR COMO IGLESIA A LA CASA DEL PADRE…«La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del Evangelio, que por su medio debe alcanzar la mente y el corazón de toda persona. La Esposa de Cristo hace suyo el comportamiento del Hijo de Dios que sale a encontrar a todos, sin excluir ninguno. En nuestro tiempo, en el que la Iglesia está comprometida en la nueva evangelización, el tema de la misericordia exige ser propuesto una vez más con nuevo entusiasmo y con una renovada acción pastoral. Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre.

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El significado de la vuelta del hijo menor está expresado en las palabras: “Padre…, ya no merezco llamarme hijo tuyo”. El regreso del hijo menor se produce en el preciso momento en que éste reclama su vínculo filial. De hecho, la pérdida de todo fue lo que llevó al fondo de su identidad.

El largo camino a casaEl camino a casa es largo y difícil. El regreso del hijo pródigo está lleno de ambigüedades. Está viajando por el camino correcto, pero ¡qué confusión! Sabe que todavía es el hijo pero se dice a si mismo que ha perdido la dignidad de ser llamado “hijo” y se prepara para aceptar la condición de “jornalero” y así poder al menos sobrevivir. Hay arrepentimiento, pero no un arrepentimiento a la luz de un Dios que perdona.Uno de los grandes retos de la vida espiritual es recibir el perdón de Dios. Pero ¿quiero realmente que Dios me devuelva la responsabilidad de hijo? ¿Realmente deseo que se me perdone totalmente y que me sea posible vivir de otra forma? ¿Deseo romper con mi tan arraigada rebelión contra Dios y rendirme a su amor tan absoluto que puede hacer que surja una persona nueva?Recibir el perdón implica voluntad de dejar a Dios ser Dios y de dejarle hacer todo el trabajo de sanación, restauración y renovación de mi persona. Siempre que intento hacer yo solo parte del trabajo, termino conformándome con soluciones del tipo “convertirme en jornalero”.La Bienaventuranzas muestran el camino más simple para llegar a casa. Y por esa ruta descubriré las alegrías de la segunda infancia: comodidad, misericordia, e incluso una visión más clara de Dios.Y cuando llegue a casa y sienta el abrazo de mi Padre, veré que no sólo he de reclamar el cielo, sino que la tierra también será mi herencia, un lugar donde puedo vivir en libertad sin obsesiones ni coacciones.

El hijo mayor se marchaEl hijo mayor que se quedó en casa también se perdió. Aparentemente hizo todo lo que un buen hijo debe hacer, pero interiormente se fue lejos de su padre. Trabajaba muy duro todos los días pero cada vez era más desgraciado y menos libre. El extravío del hijo mayor es mucho más difícil de identificar. Aparentemente no tenía fallos, pero cuando vio la alegría de su padre por la vuelta del hermano menor, un poder oscuro salió a la luz. Muy a menudo hacemos este tipo de planteos: ¿por qué la gente no me da las gracias, no me invita, no se divierte conmigo, no me agasaja, y sin embargo prestan atención a los que viven frívolamente?Podríamos preguntarnos también ¿Qué le ocurrió al hijo mayor al final? ¿Se dejó convencer por su padre? ¿Abrazó y le dio la bienvenida a su hermano? ¿Desea el hijo mayor que él también es un pecador necesitado de perdón? ¿Desea reconocer que no es mejor que su hermano?¿Puede el hijo mayor que está en mi interior volver a casa? ¿Cómo puedo volver cuando estoy perdido por el rencor, los celos, cuando estoy prisionero de la obediencia y del deber, vividos como una esclavitud?Sólo puedo ser curado desde arriba, desde donde Dios actúa. Lo que para mí es imposible, es posible para Dios. La conversión es posible.

El padreEl padre estuvo siempre esperando el regreso de su hijo. Le da la bienvenida a casa. Y lo abraza. Un abrazo lleno de amor, ternura, misericordia y perdón. Pecado y perdón se abrazan. Lo divino y lo humano se hacen uno. El fuego del amor que se ha fortalecido a través de los sufrimientos de tantos años, arde en el corazón del padre y lo cubre de besos. Le organiza una fiesta.

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