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Original - ¿Es el test de pronación máxima fiable? Jonatan García Campos, Francisco Monzó Pérez, Roberto Pascual Gutiérrez, Fernando Martínez Merino, Dionisio Martos Medina, Luis Miguel Martí Martínez. - Diseño de las osteotomías digitales incompletas. Técnicas O.D.I. Eduardo Nieto García, Leonor Ramírez Andrés, Elena Nieto González. - Ansiedad postquirúrgica en cirugía podológica. Nuria Espada Martin, Dolors Arxé Planella, Silvia Edo Izquierdo, Jordi Fernández Castro. Revisi n de Conjunto - Calzado inestable y presión plantar. Revisión de la literatura y estudio con encuesta en una muestra de la ciudad de Valencia. Jaime Gascó López de Lacalle, Cecili Macián Romero, Ana Isabel Soler Forés. Formaci n Continuada - Revisión de la medición goniométrica del tobillo. Roberto Jiménez Leal, Agustín Iglesias Cegrí. Caso Cl nico - Tumoración ósea en el primer metatarsiano. Manuel Pardo Ríos, Catalina María Pérez Sánchez, María Pérez-Pujol Castiñeiras, Julián García Carrasco, Miguel Alcaraz Baños, Laura Segura Carreras, Lara Esteve Alvarado, Óscar Hernández Espallardo. - Cirugía Paliativa para el tratamiento de un pie neuro- pático: artrodesis de un primer dedo en hiperextensión como consecuencia de un mal perforante plantar. Pedro Montaño Jiménez, Manuel Coheña Jiménez, Jaime García París, Ángela Mª Rodríguez Mena. publicación bimestral 4ª EPOCA. VOL. XXIII. Nº 1 ENERO-FEBRERO 2012

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Original- ¿Es el test de pronación máxima fiable?Jonatan García Campos, Francisco Monzó Pérez, Roberto Pascual Gutiérrez, Fernando Martínez Merino, Dionisio Martos Medina, Luis Miguel Martí Martínez.

- Diseño de las osteotomías digitales incompletas. Técnicas O.D.I.Eduardo Nieto García, Leonor Ramírez Andrés, Elena Nieto González.

- Ansiedad postquirúrgica en cirugía podológica.Nuria Espada Martin, Dolors Arxé Planella, Silvia Edo Izquierdo, Jordi Fernández Castro.

Revisi— n de Conjunto- Calzado inestable y presión plantar. Revisión de laliteratura y estudio con encuesta en una muestrade la ciudad de Valencia.Jaime Gascó López de Lacalle, Cecili Macián Romero,Ana Isabel Soler Forés.

Formaci— n Continuada- Revisión de la medición goniométrica del tobillo.Roberto Jiménez Leal, Agustín Iglesias Cegrí.

Caso Cl’ nico- Tumoración ósea en el primer metatarsiano.Manuel Pardo Ríos, Catalina María Pérez Sánchez, María Pérez-Pujol Castiñeiras, Julián García Carrasco, Miguel Alcaraz Baños, Laura Segura Carreras, Lara Esteve Alvarado, Óscar Hernández Espallardo.

- Cirugía Paliativa para el tratamiento de un pie neuro-pático: artrodesis de un primer dedo en hiperextensión como consecuencia de un mal perforante plantar.Pedro Montaño Jiménez, Manuel Coheña Jiménez, Jaime García París,Ángela Mª Rodríguez Mena.

publicación bimestral4ª EPOCA. VOL. XXIII. Nº 1 ENERO-FEBRERO 2012

Revista Española

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de Podología2010; XXI (2) : 1 - 36 xxxxxxxxxxxx

R E V I S T A E S P A Ñ O L A

D E P O D O L O G Í AConsejo General

de Colegios Oficiales de Podólogos

La redacción no se hace responsable del contenido de los artícu-los publicados en la Revista Española de Podología, de los cua-les se responsabilizan directamente los autores que los firman. La redacción se reserva el derecho de reimprimir los originales ya publicados, bien en la propia R.E.P. o en otras publicaciones de su incumbencia. Queda prohibido la reproducción total o parcial de los trabajos publicados, aún citando su procedencia, sin expresa autorización de los autores y la Redacción.

Director: Virginia Novel i Martí

Subdirector: Manuel Meneses Garde

Redactor Jefe: Elvira Bonilla Toyos

Tesorero: José Andreu Medina

Secretario: José Manuel Ogalla Rodríguez

Vocales: Jorge Barnés Andreu José García Mostazo

Comisión Científica: José Ramos Galván Sonia Hidalgo Ruiz Julia Janeiro Arocas Ricardo Becerro de Bengoa Carolina Padrós Sánchez Manuel Meneses Garde

Redacción: San Bernardo, 74 28015 Madrid Telf.: 91 531 50 44 Fax: 91 523 31 49 E-mail: [email protected]

Diseño, maquetación e impresión: Ocean Color

Depósito legal: CA 331-2011 ISSN - 0210-1238 Nº de SVR-215

Indexada en: IME (Índice Médico Español) IBECS (Índice Bibliográfico en Ciencias de la Salud) LATINDEX

Revista Española

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de Podología

Estimados/as compañeros/as,Iniciamos este año 2012 con el deseo de que sea un año próspero para todos tanto a nivel personal como profesional. Como os adelantábamos en la editorial anterior de esta Revista, el Consejo General, una vez valorados los puntos fuertes

y débiles de nuestra profesión en base al Estudio Socio- Profesional de la Podología en nuestro país que llevamos a cabo durante el año 2010, detectamos la necesidad conjuntamente con la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, de organizar el Seminario Científico Prospectivo: Desarrollo Socio-Profesional en Podología 2010-2015 que se celebró el pasado mes de diciembre en Madrid y en el que participaron los Presidentes de los Colegios Profesionales y seis profesionales de reconocida trayectoria profesional, con la finalidad de establecer líneas de trabajo y diseñar e implementar estrategias de actuación y nuevas metodologías para fortalecer la imagen de la Podología, tanto desde el Consejo General como desde los Colegios Profesionales.

Este Seminario fue coordinado por las Doctoras Dª Carmen Gallardo Pino y Dª Carmen Gaona Pisonero, Profesoras de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, además de contar con la colaboración de otros profesores de dicha Universidad que coordinaron los grupos de trabajo.

La metodología de trabajo llevada a cabo fue la siguiente: se crearon in situ y de manera aleatoria cuatro grupos formados por los Presidentes de los Colegios y un grupo formado por la Presidenta del Consejo junto con los expertos que participaron en el Seminario.

Los temas tratados fueron: formación, imagen de la podología y metas a seguir, clientes, estrategias de marketing. A cada grupo se le asigno un tema en exclusiva y cada uno de los grupos analizó la situación actual, y elaboró propuestas sobre el tema asignado. El grupo de expertos trabajo en todos los temas antes mencionados.

Posteriormente un portavoz de cada grupo expuso las conclusiones de cada grupo de trabajo al resto de los participantes y se intercambiaron y debatieron opiniones. El formato de trabajo favoreció la participación y debate por parte de todos los asistentes.

Se elaboraron diferentes propuestas de actuación por parte de los Presidentes de los Colegios, así como por el Grupo de Expertos para llegar a unas conclusiones finales.

Las propuestas de actuación que se sugirieron con más insistencia por los asistentes se pueden resumir en la necesidad de crear y consolidar un Corporativismo Profesional en la Podología Española que mejore la imagen del podólogo y de la podología, difundir la importancia y facilitar la formación continuada acreditada entre los podólogos, adecuar las acciones de los Colegios Profesionales al nuevo tejido social de los mismos en el cual existen un alto índice de jóvenes colegiados, trabajar en el logro de especialidades y la incorporación de la Podología en el Sistema Nacional de Salud y el acercamiento institucional de los Colegios Profesionales con Universidades, Sociedades Científicas … así como con otras Profesiones e Instituciones Sanitarias.

En la próxima editorial comentaremos las estrategias de trabajo establecidas en este sentido.Por otro lado comentaros que en la página web del Consejo General www.cgcop.es en el apartado de circulares, hemos

puesto a vuestra disposición diversos informes elaborados por la Asesoría Jurídica de este Consejo General sobre los cambios normativos y el calendario fiscal del año 2012 tras la publicación del Real Decreto Ley 20/2011, de 31 de diciembre, de Medidas Urgentes en materia laboral, económica y tributaria. Estos dos informes han sido remitidos también a todos los Colegios Profesionales para que transmitan la información a sus colegiados.

Por último, aprovechamos para comentaros que en las páginas interiores de esta Revista podréis consultar información relativa al 43 Congreso de Nacional de Podología que tendrá lugar en Valladolid, los días 5, 6 y 7 de octubre de 2012. Así como que próximamente estará disponible la página web del Congreso www.congresopodologia.com

Como siempre, este Consejo General está a vuestra disposición.

Un abrazo,Virginia Novel i Martí

Presidente

INTRODUCCIÓNEn la actualidad la sociedad demanda cada vez más

profesionales de la salud altamente cualificados en sus res-

pectivos campos de actuación, exigiendo una atención de calidad. Para ello la podología necesita de un cambio hacia la medicina basada en la evidencia o lo que es lo mismo las Ciencias de la Salud Basada en la Evidencia (CSBE) o en nuestro caso de la Podología Basada en la Evidencia (PBE), que a su vez, proviene de la practica de la medicina basada

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¿ES EL TEST DE PRONACIÓN MÁXIMA FIABLE?original

Jonatan García Campos1, Francisco Monzó Pérez1, Roberto Pascual Gutiérrez1, Fer-

nando Martínez Merino2, Dionisio Martos Medina3, Luis Miguel Martí Martínez1.

1. Facultad de Medicina, Universidad Miguel Hernández, San Juan de Alicante

(Alicante).

2. Práctica Privada. Berja (Almería).

3. Práctica Privada. Beas de Segura (Jaén).

CORRESPONDENCIAJonathan García Campos Facultad de Medicina.

Universidad Miguel Hernández.Ctra. Nacional, N-332 s/n.

03553 San Juan de Alicante. Alicantee-mail: [email protected]

RESUMENObjetivo: se realiza un estudio piloto, con el obje-

tivo de conocer la fiabilidad tanto intra como interob-servador que presenta el test de pronación máxima.

Material y Métodos: se evaluaron mediante un es-tudio transversal descriptivo de concordancia intra e interobservador prospectivo simple, 17 sujetos vo-luntarios elegidos al azar. La medición en cada uno de los sujetos fue realizada en dos ocasiones por cada uno de los clínicos, con un goniómetro de dos brazos. Se consideró los resultados como máxima-mente pronado o no máximamente pronado. El aná-lisis estadístico de los datos fue realizado mediante el programa Excel. El análisis de los datos se realizó mediante el índice Kappa.

Resultados: los valores de interobservador para la primera medición son de 0,042 en el pie derecho, y de 0,282 en el pie izquierdo, y de 0,179 en el pie derecho, y 0,521 en el pie izquierdo, para la segunda medición. Los valores para la fiabilidad intraobserva-dor son de 0,521 en el pie derecho, y de 0,042 en el pie izquierdo, para el Clínico 1 y de 0,883 en el pie derecho, y 0,761en el pie izquierdo, para el Clínico 2.

Conclusiones: a la hora de realizar una explora-ción biomecánica a un paciente donde se realice el test de pronación máxima, los resultados de este deben interpretarse con cautela, debido principal-mente a los bajos valores obtenidos en casi todos los resultados al estudiar la fiabilidad inter e intraobser-vador, hasta que se dispongan mejores estudios.

PALABRAS CLAVETest de Pronación Máxima. Fiabilidad interobser-

vador. Fiabilidad Intraobservador.

ABSTRACTObjective: we performed a pilot study, in order to

meet both intra and interobserver reliability of the maximum pronation test.

Material and Methods: were evaluated by a des-criptive study of a prospective intra and interobser-ver concordance simple, of 17 subjects randomly selected volunteers. The measurement in each of the subjects was performed twice by each of the clinicians, with a two-arm goniometer. Results were considered as maximally pronated or not maximally pronated. Statistical analysis of data was performed using the Excel program. The data analysis was per-formed using the Kappa index.

Results: the interobserver values for the first mea-surement is of 0.042 on the right foot, and 0.282 in the left foot and 0.179 on the right foot, and 0.521 in the left foot for the second measurement. The values for intraobserver reliability are 0.521 on the right foot, and 0.042 in the left foot, for the first clinician, and 0.883 on the right foot and left foot 0.761, for the second clinician 2.

Conclusions: when you perform a biomechanical examination of a patients where do the maximum pronation test, the results of this should be interpre-ted with caution, mainly due to the low values obtai-ned in almost all the results to study the inter and intraobserver reliability, until better studies are avai-lable.

KEY WORDSMaximum Pronation Test. Interobserver reliabili-

ty. Intraobserver reliability.

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en la evidencia, definida como el uso racional de la mejor evidencia posible, según la experiencia clínica y el conoci-miento de las preferencias del paciente y para recomendar el tratamiento correcto, al tiempo correcto para el paciente indicado1-5. Para recomendar un tratamiento basado en la evidencia, se precisan de unos métodos diagnósticos váli-dos y fiables, ya que de estos dependerá la reducción del grado de incertidumbre que acecha al clínico.

La fiabilidad hace referencia a la precisión que presen-ta una medición para obtener los mismos o similares re-sultados. Así cuanta menor variabilidad se obtenga en sus resultados al repetir dicha medición está será más fiable6. Podemos hablar de dos tipos de fiabilidad; a) la fiabilidad intraobservador, la cual hace referencia al grado de consis-tencia de un observador consigo mismo al leer o interpretar un resultado6. Es decir, al realizar una medición determina-da a un mismo sujeto en dos tiempos diferentes se obtienen resultados idénticos o similares7, y b) la fiabilidad interob-servador, donde se valora el grado de consistencia entre dos observadores independientes sobre una medición realizada en un mismo paciente6. Es decir, al realizar una medición determinada a un mismo sujeto por clínicos diferentes, es-tos obtienen resultados idénticos o similares.

Hoy en día conocemos la fiabilidad de numerosos test clínicos utilizados en podología8, 9, aunque desgraciadamen-te todavía utilizamos algunos sin conocer cuán fiable son, como por ejemplo el test de pronación máxima. Este test, fue descrito por primera vez por el Dr. Kirby y el Dr. Green en 199210. Se utiliza para determinar si la articulación subas-tragalina de los pies se encuentran en posición de máxima pronación10. Determinando que la articulación subastraga-lina del paciente se encuentra en su máxima capacidad de pronación, es decir, en pronación máxima, si tras la realiza-ción de está maniobra el calcáneo no puede evertir más de 2º grados, mientras que si el paciente presenta unos valores igual o superior a los 2º-5º de eversión del calcáneo significa que el paciente no se encuentra en posición de pronación máxima10, 11.

Se realiza un estudio piloto, con el objetivo de conocer la fiabilidad tanto intra como interobservador que presenta el test de pronación máxima.

MATERIAL Y MÉTODOSSujetos

Se evaluaron mediante un estudio transversal descrip-tivo de concordancia intra e interobservador prospectivo simple 17 sujetos (34 pies) voluntarios (11 mujeres y 6 va-rones) elegidos al azar, con edades comprendidas entre los 21 y los 46 años, para la selección de los sujetos se utilizó un muestreo no probabilístico mediante la colaboración de voluntarios pertenecientes a la Comunidad Universitaria de la diplomatura de podología de la Universidad Miguel Her-nández (se aceptaron familiares y conocidos de los alum-nos). Los criterios de inclusión fueron ser mayor de edad, no padecer enfermedad sistémica aguda con repercusión en el pie en el momento del estudio. No fue excluido ningún sujeto. Todos los sujetos participantes, fueron informados debidamente de las características y desarrollo del estudio, dando su aprobación y firmando el correspondiente consen-timiento informado.

Clínicos o ExaminadoresSe evalúa simultáneamente la concordancia intra e inte-

robservador de dos podólogos con experiencia ≥ 9 años de experiencia. La medición en cada uno de los sujetos fue rea-lizada en dos ocasiones por cada uno de los clínicos, para una parte de la muestra la medición se realizó con al menos 48 horas de separación, sin embargo esta condición no se mantuvo con toda la muestra, realizando las dos medicio-nes con un espacio entre ambas de aproximadamente unos 15 minutos. La medición se realiza con un goniómetro de dos brazos.

Protocolo de evaluaciónTodos los sujetos participantes, fueron informados de-

bidamente de las características y desarrollo del estudio, dando su aprobación y firmando el correspondiente con-sentimiento informado.

Posteriormente se realizó una revisión de la descripción original del test de pronación máxima, entre los clínicos participantes en el estudio, mediante la lectura y comenta-rio de la maniobra. La descripción de la maniobra, así como la asunción de valores normales es la siguiente10, 11.

El paciente ha de colocarse en bipedestación con su propio ángulo de marcha y base de sustentación (estos pue-de determinarse mediante la exploración de la marcha), en posición relajada, se ha de marcar la bisección del calcáneo según describe Root12, el clínico ha de observar que el pa-ciente no contraiga ningún músculo de la extremidad infe-rior, teniendo especial cuidado con el músculo tibial poste-rior. En esta posición y totalmente relajado, el paciente ha de intentar elevar las caras laterales del antepié tanto como le sea posible, con la precaución de no flexionar las rodillas. Si se realiza de forma correcta, el paciente utilizará el mús-culo peroneo lateral corto para realizar un movimiento de pronación en la articulación subastragalina. A continuación, medimos tras realizar el movimiento, mediante goniómetro, los grados de movimiento que posee el paciente desde la posición relajada del calcáneo en apoyo, hasta la posición de máxima pronación.

Si tras la realización de está maniobra el calcáneo no puede evertir más de 2º grados, el paciente se encontrará en una pronación máxima de la articulación subastragalina (resultado positivo), mientras que si el paciente presenta unos valores igual o superior a los 2º-5º de eversión del cal-cáneo significa que el paciente no se encuentra en posición de pronación máxima (resultado negativo).

Una vez normalizada la técnica de medición, la realiza-ción de la medición se realizó cegando tanto a los clínicos como a los sujetos, sin embargo, esta situación no se man-tuvo durante todo el estudio, estando parte de la muestra sin cegar. A los sujetos que se tomaron las muestras de forma cegada, se les colocaba en bipedestación sobre una plataforma elevada del suelo, su identidad era protegida mediante una pantalla que tan solo dejaba a descubierto las piernas del sujeto, así mismo, las mediciones siempre eran supervisadas por un tercer podólogo, el cual garantiza-ba que ambos, sujetos y clínicos permanecieran cegado. Los clínicos realizaban la maniobra en ambos pies, mediante un goniómetro tradicional, colocando el brazo fijo paralelo a la superficie del piso del banco de marcha, y el eje móvil en la línea que representa la bisección del calcáneo. La realiza-ción y registro de la maniobra era de forma independiente por parte de los clínicos, es decir, no se permitía la presen-cia del otro clínico, garantizando que ninguno de los clíni-cos conocía los valores de las mediciones, esta situación se mantuvo durante todo el estudio.

Se realizaron dos sesiones de mediciones. En la prime-ra sesión se informaba a cada sujeto de en qué consistía el estudio, se valoraban los criterios de inclusión y se pro-cedía a la firma del consentimiento de participación en el estudio, acto seguido se rellenaba la hoja de recogida de datos registrado la edad, número de calzado, peso, altura e IMC, y se realizaba la primera medición por los dos clínicos por separado. En la segunda sesión se registraba la segunda medición por ambos clínicos nuevamente por separado. Las sesiones fueron realizadas por la tarde, aproximadamente en el mismo horario.

ESTRATEGIA DE ANÁLISISEl análisis estadístico de los datos fue realizado me-

diante el programa Excel. Se mide el grado de acuerdo entre varios métodos o evaluadores que clasifican al paciente (o en nuestro caso el resultado de una observación) según una serie de posibilidades (categorías) mutuamente excluyen-tes. La variable estudiada es cualitativa dicotómica (dos po-sibilidades), en este caso la maniobra clínica, requería que

los clínicos clasificaran los pies como pies máximamente pronados y pies no máximamente pronados. Según esta cla-sificación los resultados producidos fueron dicotómicos (Sí o No). El análisis de los datos se realizó mediante el índice Kappa.

RESULTADOSPara la interpretación de los resultados, se toma como

referencia la categorización de valores propuesta por Landis y Koch13; < 0 Pobre; 0-0.20 Leve; 0.21-0.40 Baja; 0.41-0.60 Moderada; 0.61-0.80 Buena; 0.81-1.0 Casi perfecta. En la ta-bla I podemos observar los resultados para la concordancia entre clínicos, y en la tabla II se muestran los resultados para la concordancia intraobservador.

DISCUSIÓNExisten numerosos artículos donde se estudian distin-

tas maniobras clínicas relacionadas con la práctica podo-lógica8, 9, 14-17, en conocimiento de los autores nunca se ha estudiado la fiabilidad del test de pronación máxima. Re-cordando la clasificación que realizan Landis y Koch13, para la valoración de la fiabilidad los valores < 0 representan una fiabilidad pobre; entre 0-0.20 Leve; de 0.21-0.40 Baja; de 0.41-0.60 Moderada; de 0.61-0.80 Buena; y de 0.81-1.0 Casi perfecta (muy buena), pocas de las maniobras estudiadas presentan una fiabilidad “buena”. En nuestro estudio ob-servamos unos valores para la fiabilidad interobservador de 0,042 en el pie derecho, y de 0,282 en el pie izquierdo, para la primera medición y de 0,179 en el pie derecho, y 0,521 en el pie izquierdo, para la segunda medición. Y unos valores para la fiabilidad intraobservador de 0,521 en el pie derecho,

y de 0,042 en el pie izquierdo, para el Clínico 1 y de 0,883 en el pie derecho, y 0,761en el pie izquierdo, para el Clínico 2. A la vista de estos resultados preliminares, los autores decidieron no prolongar la prueba piloto del estudio, ya que los resultados mostraban una fiabilidad interobservador del test bastante baja, mientras que la fiabilidad intraobserva-dor en uno de los clínicos era también baja, mientras que en el otro clínico esta mejoraba considerablemente obtenien-do unos resultados bastantes buenos.

Curiosamente, los resultados de mayor fiabilidad in-traobservador coincidían con el clínico de mayor experien-cia profesional, Noakes y Payne en 20039, estudiaron la fiabi-lidad del test de resistencia a la supinación, y los resultados intraobservador fueron mejores para los clínicos con expe-riencia.

A la vista de los resultados preliminares, se decidió no prolongar el estudio, aunque el tamaño de la muestra puede considerarse una limitación del estudio. Otras limitaciones y sesgos son la inexistencia de clínicos sin experiencia, así como la estratificación de la muestra ampliando tanto a ni-ños y jóvenes, como a ancianos, o el uso de un goniómetro en vez un goniómetro digital, el cual puede ser bastante más preciso en su lectura. En la recogida de datos, debería de haber obtenido varias mediciones de la misma persona ob-teniendo la media. Además, se debería de haber mantenido una separación entre mediciones de al menos 48 horas de separación en toda la muestra, así como haber mantenido cegado en todo momento a toda la muestra y clínicos. Por otro lado, ha de tenerse en cuenta, que la primera vez que se describe la maniobra es en niños, por lo que sería interesan-te, estudiar la concordancia que presenta en este colectivo, lo cual puede ser una propuesta de futuro. Siendo también interesante el estudio del test en adolescentes y ancianos, así como en determinadas patologías como es el pie plano infantil (recordemos que es la patología donde se describe el test).

Se ha de tener también en cuenta que los valores de fia-bilidad intraobservador en uno de los clínicos presentan un buen resultado, por lo que se podría deducir que es nece-sario una curva de aprendizaje, mejorando la fiabilidad del test conforme el clínico la va repitiendo, aunque esto sería otra hipótesis. Así, ante los resultados obtenidos, y con las limitaciones y sesgos del estudio, a la hora de utilizar este test sus resultados deben de interpretarse con cautela, has-ta que aparezcan estudios futuros más exhaustivos.

CONCLUSIONESA la hora de realizar una exploración biomecánica a un

paciente donde se realice el test de pronación máxima, los resultados de este deben interpretarse con cautela, debido principalmente a los bajos valores obtenidos en casi todos los resultados al estudiar la fiabilidad inter e intraobserva-dor, hasta que se dispongan mejores estudios.

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PIE DERECHO PIE IZQUIERDO

Medición 1Índice Kappa 0,042 0,282

Grado de acuerdo Insignificante Bajo

Medición 2Índice Kappa 0,179 0,521

Grado de acuerdo Insignificante Moderado

Tabla I. Concordancia entre clínicos.

PIE DERECHO PIE IZQUIERDO

Clínico 1Índice Kappa 0,521 0,042

Grado de acuerdo Moderado Insignificante

Clínico 2Índice Kappa 0,883 0,761

Grado de acuerdo Muy bueno Bueno

Tabla II. Concordancia intra clínico.

Revista Española

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de Podología2012; XXIII (1) : 6 - 8 Jonatan García Campos

DISEÑO DE LAS OSTEOTOMÍAS DIGITALES INCOMPLETAS.TÉCNICAS O.D.I.

original

Eduardo Nieto García1, Leonor Ramírez Andrés2, Elena Nieto González3.

1. Podólogo. Miembro de Honor de AEMIS, Miembro de AECP. Professor de la AAFAS.

2. Podólogo. Miembro de AEMIS y AECP. Professor de la AAFAS.

3. Podólogo. Miembro AEMIS. Postgrado en Cirugía MIS. Fellow de la AAFAS.

CORRESPONDENCIA

Clínica Podológica E. NietoJorge Vigón 27. 1 Izda

26003 Logroñ[email protected]

INTRODUCCIÓNLas técnicas de Cirugía de Mínima Incisión, apli-

cadas en el pie, han evolucionado en los últimos tiempos de manera notable ofreciéndonos una serie de procedimientos quirúrgicos cuya asociación nos proporciona una eficaz corrección de las patologías podológicas.

El grupo más importante de acciones quirúrgicas MIS, lo componen las OSTEOTOMIAS, principalmen-te las TÉCNICAS ODI, cuyo objetivo es modificar la desalineación que sufre un segmento óseo sobre sus tres ejes.

Las alteraciones en la posición de los dedos ge-neran un proceso de acomodación de sus elementos anatómicos provocando un cambio en su estructura y en su funcionamiento, cuando ésta se mantiene en el tiempo.

La adaptación de las estructuras musculares, tendinosas y capsulares, van a generar un cambio de

presiones sobre las superficies óseas, creando nuevas fuerzas de tracción y distracción sobre el hueso.

Según las leyes de Wolf y de Jores1 sobre la trans-formación del tejido óseo cuando éste es sometido a presiones defectuosas continuas, se va a producir un aumento de la cantidad de hueso depositado en las zonas de exceso de trabajo y una reabsorción en las

zonas ausentes de estrés.De esta manera el segmen-

to óseo, va adquiriendo una for-ma trapezoidal contribuyendo a fijar la deformidad.

Este signo es fácilmente de-tectable en las falanges medias de los dedos, visible al realizar una radiografía D-P, cuando la desviación es lateral o medial.

La aplicación de las osteo-tomías realizadas con cirugía MIS, nos devolverán la proporción entre las corticales del segmento óseo y el resto de técnicas el equilibrio funcional.

RESUMENTomando como referencia el estudio esta-

dístico realizado, proponemos la utilización de las Técnicas de Osteotomías Digitales Incom-pletas (Técnicas ODI) para las correcciones quirúrgicas de los dedos, ya que estás cumplen los fundamentos de osificación y fijación mejor que el resto de las osteotomías descritas.

Mostramos en este trabajo su diseño y forma de ejecución en función de la patología digital.

PALABRAS CLAVEOsteotomía incompleta, osteotomía comple-

ta, falange, bisagra, vendajes, osificación, fija-ción de las osteotomías, correcciones digitales, cirugía MIS.

ABSTRACTAfter doing a statistic study, we propose the

use of the incomplete osteotomies (IDO tech-niques) to correct in a surgical way digit defor-mities. These kinds of osteotomies have a bet-ter fixation and quicker consolidation than the classical complete osteotomies that have been usually applied.

In this work we show how to design IDO os-teotomies and the way of execution depending on digit deformities.

KEY WORDSIncomplete osteotomy, complete osteotomy,

phalanx, hinge, bandages, consolidation. osteo-tomy fixation, digit correction, Minimal Incision Surgery (MIS).

Foto 1: Aspecto Trapezoidal FM 4º dedo.

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Algunas de las osteotomías que practicamos en Cirugía de Mínima Incisión son completas, y se reali-zan en el interior de las cápsulas articulares. El diseño espacial de las mismas, en DDPP2, junto con la inte-gridad de la cápsula, que actúa como un elemento “extra” de fijación y contención, proporcionarán una gran estabilidad correctora3.Unido al refuerzo externo que además aportan los vendajes evitarán el despla-zamiento de las mismas, obteniendo unos buenos re-sultados de consolidación ósea.

Sin embargo las osteotomías completas que se ejecutan extracapsularmente están expuestas a tener una mayor movilidad interfragmentaria lo que pue-de determinar desplazamientos indeseados con la formación de callos óseos hipertróficos e incluso no unión.

De todas las osteotomías que practicamos en los segmentos óseos del pie y localizadas fuera de las cápsulas articulares, merece especial atención la que se realiza en la falange proximal del primer dedo (Técnica Akin). El diseño de este procedimiento es di-ferente al resto, al conservar la cortical lateral de la falange.

La cortical que queda intacta, nos proporciona una mayor estabilidad de los fragmentos evitando su desplazamiento y aportando un mayor contacto de sus superficies, lo que hace que el proceso de conso-lidación ósea sea más rápido.

Basándonos en el mejor comportamiento posto-peratorio de esta técnica, en los trabajos publica-dos por J.A. Teatino Peña4, 5 ,6 ,7, 8 y por los anteriores estudios de las osteotomías incompletas de Clínica podológica E. Nieto9 hemos trasladado este diseño y ejecución al resto de las correcciones que practica-mos en las falanges de los dedos del pie, agrupán-dolas bajo el nombre TÉCNICAS ODI (Osteotomías Digitales Incompletas).

TÉCNICAS ODI (Osteotomías Digitales Incompletas)

Definimos como TÉCNICAS ODI, el conjunto de

Osteotomías Incompletas realizadas en las falanges de los dedos, cuyo objetivo es la alineación de los segmentos óseos sobre sus tres ejes anatómicos (Sa-gital, Transverso, Frontal)9, 10.

La técnica consiste en realizar un corte en el hue-so en forma de cuña preservando una porción de cor-tical que ejerza la función de bisagra. La integridad cortical en este punto nos evita los desplazamientos fragmentarios permitiendo cambiar la angulación del segmento óseo9.

Cada deformidad digital es diferente; el número y la orientación espacial de las osteotomías necesarias para su corrección vendrán determinados por la po-sición de cada falange, los reajustes de acomodación que sufren los elementos anatómicos tendinosos y capsulares y el grado de afectación articular.

En ocasiones las técnicas ODI deben combinarse con procedimientos MIS de partes blandas para obte-ner una adecuada corrección posicional de los dedos.

Proceso óptimo de consolidación de las osteotomías

Una vez ejecutadas las osteotomías completas o incompletas, se ponen en marcha los mecanismos biológicos de reparación y remodelación, sucedién-

dose las fases propias de la consolidación ósea: fase de lesión, desasimilativa o de hematoma, callo blan-do, callo duro y remodelación.

Una buena osificación debe cumplir la ley de Wolf, de la reconstrucción o de la transformación del teji-do óseo, enunciada de la siguiente manera: El incre-mento de presión en el esqueleto óseo produce una intensificación en la remodelación Haversiana a favor de la actividad osteoblástica, resultando una cortical y trabéculas óseas más gruesas produciendo una re-orientación de las mismas1.

Para que ésta ley se cumpla y las etapas de conso-lidación se desarrollen con normalidad deben concu-rrir una serie de condiciones en el foco de osteotomía quirúrgica11:

• Irrigaciónsanguíneasuficientedelfocodefractura.• Estabilidadmecánica para evitar la lesión de

yemas vasculares neoformadas. • Entorno anatómico estable y no dañado que

proporcionará estabilidad interfragmentaria y mayor nivel tisular de oxígeno.

• Contactocorticalconcortical.• Evitarespaciointerfragmentario.

Fundamentos de la fijación de las osteotomías

Basamos los fundamentos de fijación de las osteo-tomías en cirugía de mínima incisión en tres factores:

1. Fijación extrínseca: Es aquella que depende de las estructuras anatómicas perilesionales.

• Las partes blandas adyacentes a las osteoto-mías realizadas con cirugía de mínima incisión no resultan lesionadas (“Las técnicas de cirugía de mínima incisión no han provocado ningún daño relevante en las estructuras anatómi-cas…”)3 por lo que servirán de mecanismo de contención de las osteotomías, generando a su vez, menor inflamación postoperatoria.

• Al realizar unaosteotomía seproducede for-ma refleja una contractura musculotendinosa de los tejidos periféricos, ayudando a inmovi-lizar el foco de fractura12. “These structures, …, contract and stabilize the osteotomy site. This contractura of the soft-tissue structures is ca-lled intrinsic fixation”.

2. Fijación intrínseca: dependerá del diseño es-pacial y de la localización de la osteotomía.

En caso de que las osteotomías se realicen in-tracapsularmente, la movilidad vendrá limitada por la integridad de la cápsula articular2, 3 (por ejemplo en caso de la osteotomía Reverdin-Is-ham: “minimal fixation is required because the porcedure is intracapsular and compressed by the retrograde force of the hallux”).

Si son extracapsulares los factores que deter-minen la no movilidad serán varios:

• ElóptimodiseñodelasTécnicasODI(Incom-pletas) que favorece el realineado de las es-tructuras óseas sobre una directriz anatómica. “Wedge osteotomy is an osteotomy procedure where a wedge is performed in the diaphysis or metaphysis whereby a cortical or periosteal hinge is conserved…”13.

• La integridad de una porción de cortical queproporciona mayor contacto interfragmentario, disminuyendo la probabilidad de movimiento y mejorando el proceso de consolidación9.

• La realización de osteotomías en zona extra-capsular, aumenta la resistencia a las fuerzas

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de torsión y doblamiento (AECP)14.3. Fijación externa o ferulizaciones también lla-

mada “external splinting”: Es aquella produci-da desde el exterior gracias a los vendajes fun-cionales y a la zapatilla postquirúrgica y cuyos objetivos serán:

• Mantener el contacto de las superficies inter-fragmentarias favoreciendo la formación de los puentes óseos para la consolidación. Según Mc Kibbin (1978) el callo reactivo de los extremos fractuarios sólo se produce si existe un buen contacto entre ellos15.

• Producir un cambio de vectores de fuerzas,conservando la nueva posición del segmento y proporcionando contacto entre las superficies fragmentarias16.

• Provocarunacompresióncontinuasobrelaos-teotomía favoreciendo la osificación tal como enuncia Wolf en su ley de presión1. Las partes óseas sometidas a presión experimentan un es-tímulo que produce su crecimiento.

• Estabilizarlossegmentosdelazonaquirúrgicaen la posición adecuada, proporcionando tam-bién una barrera estéril13.

Consolidación de las osteotomías incompletasen la cirugía de mínima insición

Las osteotomías realizadas con cirugía de mínima incisión y en especial las técnicas ODI, cumplen la to-talidad de las premisas de la Ley de presión de Wolf1 para una óptima consolidación ósea.

La ejecución de las osteotomías incompletas sin lesión anatómica periférica, se adaptan a los criterios de fijación intrínseca y extrínseca. Con las técnicas de vendaje correctas, se cumplirá también el criterio de fijación externa.

Por tanto, las técnicas ODI respetan todos los fundamentos de las fijaciones de las osteotomías, proporcionando el medio adecuado para que se pro-duzca una rápida y buena consolidación, creando un tejido óseo adecuado y funcional.

Diseño y ejecución de las Técnicas ODI

Las Técnicas ODI se realizan mediante cuñas co-rrectoras, cuya apertura se localiza en el lado opuesto a la deformidad dejando intacta la porción de cortical contraria a la misma, pero lo suficientemente debili-tada para permitir su cierre, aportando un adecuado contacto de los fragmentos resultantes y evitando su desplazamiento.

Si no existiera afectación articular, ejecutaremos osteotomías en la falange proximal, en la falange me-dia o combinación de ambas para obtener una bue-na realineación y si fuera preciso, técnicas de partes blandas. Mientras que en caso de afectación articular (con artrodesis o limitación de la movilidad), reali-zaremos osteotomías digitales incompletas triples o las combinaremos con otras técnicas de cirugía MIS como partes blandas, Stoe, artroplastias, artrodesis…

La localización de las mismas en las falanges será:• En la falange proximal las ODI se realizarán

a nivel metafisario bien proximal o distal (en caso de realizar triples osteotomías). Esto es debido al mayor porcentaje de cortical a este nivel que permite una mayor flexibilidad y por tanto un elevado porcentaje de éxito de la téc-nica manteniendo una bisagra intacta17.

• En la falangemedia, lasosteotomíassereali-zarán a nivel diafisario central debido al escaso tamaño de éstas (aunque lo ideal sería realizar-las metafisariamente). Debemos prestar espe-cial cuidado en su ejecución en esta localiza-ción por el gran riesgo de crear una osteotomía completa intraoperatoriamente.

Foto 2: ODI Abierta. En Metáfisis Proximal de FP.

Foto 3: ODI Cerrada. En Metáfisis Proximal de FP.

Foto 4: ODI Abierta. En Metáfisis Distal de FP.

Foto 5: ODI Cerrada. En Metáfisis Distal de FP.

Foto 6: Incisión en FM.

Foto 7: Ejecución ODI en FM.

Es importante señalar que se deben realizar pri-meramente las osteotomías ubicadas proximalmente; mediante una incisión plantar se accede a la metáfi-sis proximal de la falange proximal para su ejecución. Seguidamente en caso de que se precise una triple osteotomía, se ejecuta la osteotomía en la metáfisis distal de la misma falange, haciendo otra incisión dorso lateral y en el extremo distal.

El siguiente paso tras esta(s) primera(s) corrección(es), es valorar la posición en la que que-dan situadas las falanges media y distal. Si no es la correcta, se realiza una segunda o tercera osteotomía incompleta en el segmento medial, mediante una in-cisión dorso lateral.

Y en último lugar, siempre que sean necesarias, se ejecutan las técnicas sobre partes blandas (teno-tomías flexo-extensoras, capsulotomías…). Aunque hemos comprobado la menor necesidad de realizar estos gestos quirúrgicos si seguimos este orden qui-rúrgico, de proximal a distal.

Para poder visualizar la localización, ejecución y eficacia de las Técnicas ODI hemos realizado unos cor-tes anatómicos después de ejecutar una osteotomía de apertura plantar cuyo objetivo es plantarflexionar la falange proximal, combinada con otra de apertura dorsal para dorsiflexionar la falange media. Obsérve-se la alineación final del dedo después de cerrar las osteotomías y sin ningún vendaje ni ferulización ex-terna que mantenga los segmentos en su posición.

Para una mejor comprensión del objetivo correc-tor de las mismas, analizaremos las variantes más frecuentes que nos podemos encontrar en un solo segmento9, clasificándolas en dos apartados:

1. Deformidades puras, cuando la alteración se produce con respecto a un solo eje, la desvia-ción se provoca en un solo plano:1.1. Flexión dorsal: El segmento se desvía hacia dorsal, para su

corrección diseñaremos una cuña de aper-tura plantar, quedando la cortical dorsal

intacta. Al cerrarla podremos plantarflexio-nar el segmento.

1.2. Flexión plantar: Cuando la desalineación se produce hacia

plantar, para dorsiflexionar el segmento, realizaremos una osteotomía incomple-ta con cuña dorsal y bisagra indemne en plantar.

1.3. Segmento en desviación lateral externa. El segmento está desviado hacia lateral

externo (lateral). La ODI se realizará con base interna y vértice externo. Logrando el posicionamiento correcto de la falange (en este caso proximal).

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Foto 10: dedo en garra. Foto 11: Osteotomía FP y FM abiertas.

Foto 12: Osteotomía FP y FM cerradas.

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Foto16. Foto17.

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Foto19. Foto 20.

Foto 21.

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Foto 8: ODI en FM Abierta.

Foto 9: Triple Osteotomía en 2º dedo.

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1.4. Segmento en desviación lateral interna. El segmento tiene una alteración en latera-

lización interna (medial). La osteotomía a ejecutar tendrá base externa manteniendo la cortical interna intacta (abducción).

2. Deformidades combinadas que afectan a más de un eje y determinan alteraciones en varios planos.2.1. Segmento en rotación interna. Cuando un segmento se encuentra en posi-

ción espacial de rotación interna, como en este caso la falange proximal del primer dedo del pie derecho, realizamos una cuña que produzca una rotación externa del mismo.

2.2. Segmento en rotación externa. Si un segmento está rotado externamente,

la cuña se realizará de manera que produz-ca una rotación interna del mismo para conseguir una buena realineación.

2.3. Segmento en supraducción. En caso de que un segmento se encuen-

tre en supraducción (por combinación de deformidades en distintos planos), la cuña será infraductora.

2.4. Segmento en infraducción. El segmento sobre el que realizar ODI está

colocado en infraducción, en este caso el se-gundo dedo. Es necesario que la Osteotomía produzca un movimiento de supraducción.

Todas estas osteotomías incompletas que hemos descrito y sus variantes se ejecutan atendiendo a la teoría de los cuadrantes, que se explica detallada-mente en el artículo “Técnicas ODI en Cirugía de Mí-nima Incisión”9 .

La aplicación de las técnicas ODI, según esta teo-ría, en los segmentos que lo componen y las actua-ciones necesarias sobre partes blandas nos permite conseguir la realineación final del dedo.

ANÁLISIS RETROSPECTIVO DE 73 0

OSTEOTOMIAS DIGITALES INCOMPLETAS A continuación detallamos los datos más rele-

vantes de un estudio retrospectivo de 730 Osteoto-mías Digitales Incompletas, realizadas desde Mayo del 2004 a Mayo de 2009, en 285 intervenciones de Cirugía de Mínima Incisión que han sido ejecutadas por el mismo equipo de trabajo de la clínica podoló-gica E. Nieto.

El protocolo de actuación en este estudio fue co-mún al resto de técnicas quirúrgicas que se realizan en nuestra clínica de acuerdo con los protocolos es-tablecidos:

Estudio preoperatorio, con discusión de los podó-logos, de las técnicas a realizar en el acto quirúrgico y planificación espacial de las ODI.

Valoración postoperatoria inmediata y primera cura generalmente realizada a las 48 horas postinter-vención.

Revisiones frecuentes y controles radiológicos de evolución hasta la fecha de alta.

Con posterioridad se realizan controles con el si-guiente protocolo:

• 6meses.(82.17%)• 1año.(66.24%)• 2años.(51.27%)• Largoplazo(>2años).(36.30%)El resultado de la escala de satisfacción AOFAS

(American Orthopedic Foot & Ankle Society)18 obte-nido de las 285 cirugías es de 92 pts. Habiendo sido valorados según esta escala los parámetros de Dolor 40 pts, Función 45 pts, Alineación pre - post 15 pts.

Del total de las cirugías realizadas, en 217 casos (76.14 %) se ejecutaron ODI combinadas con otrastécnicas de cirugía MIS (cirugía HV, osteotomías me-tatarsales, de base, artroplastias…). En los otros 68 casos, solamente existía patología digital por lo que exclusivamenteserealizarontécnicasODI(23.86%).

Analizando las 730 osteotomías incompletas, que son objeto de este estudio y excluyendo otras técni-cas ejecutadas simultáneamente las ODI practicadas en una sola intervención, varían entre 1 y 10 resultan-do la MEDIA de osteotomías digitales incompletas en cada pie de 2.56.

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La distribución según la localización, se produce de la siguiente manera en 1º dedo (262), 2º (268), 3º (93), 4º (75) y 5º (22); realizándose en la falange proxi-mal, media o ambas.

Un dato realmente relevante es que al invertir el orden de ejecución de las técnicas, haciendo primera-mente las osteotomías proximales y posteriormente las distales, hemos conseguido en muchos casos no tener necesidad de ejecutar tenotomías y capsulec-tomías como técnicas complementarias. Obteniendo unporcentajedel60.14%de loscasos (439)enquelas correcciones obtenidas fueron óptimas, sin nece-sidad de hacer ningún otro procedimiento; frente a un 39.86%(291)enlasquesetuvoquehaceralgúngestoquirúrgico sobre partes blandas.

El proceso de consolidación fue rápido, entre la 1ª y 2ª semana se había producido la fase de consolida-ción primaria. A partir de la tercera semana se puede constatar con control fluoroscópico la dificultad de abrir la cuña de manera forzada, esta maniobra es in-dicativa de que se ha formado el callo blando, siendo el foco de fractura estable.

Desde este momento hasta que desaparece ra-diológicamente la línea de osteotomía, signo de re-construcción completa de las corticales y finalización del proceso de osificación, pasa a una media de 3 - 4 meses.

El grado de corrección obtenido con respecto a la deformidad que se presentaba inicialmente; fue óptimoenel86.85%deloscasos(634),enun11.64%(85)seconsiguióunacorrecciónmediayenun1.51%(11) no se obtuvo la corrección deseada o planteada.

También han sido analizados los porcentajes de efectividad de ejecución de las técnicas, siendo sa-tisfactoriasenel87.81%(641),frenteaun12.19%(89)que las hemos considerado insatisfactorias.

Deeste12.19%,el9.32%(68)esdebidoalarotu-ra intraoperatoria de la osteotomía al ejecutarla y el 2.87%,(21)aunaroturaduranteelperiodopostope-ratorio.

En los casos en que las osteotomías que habían sido diseñadas como incompletas y se rompen in-traoperatoriamente, el procedimiento a seguir será convertirla en completa y seguir el protocolo posto-peratorio de las mismas.

Hay que reseñar que cuanto mayor ha sido nues-tro entrenamiento quirúrgico la rotura de las ODI in-traoperatoriamente ha descendido considerablemen-tesituándoseenelúltimoañodelestudioenel0.4%.

Deestas89(12.19%)osteotomíasquehuboqueejecutarlas intraoperatoriamente como completas o que se rompieron en el postoperatorio, hemos obser-vado las siguientes alteraciones, que se han presen-tado de forma única y en algunos casos combinadas:

• Desplazamientofragmentario:49(6.71%)• Retrasodeconsolidación:63(8.63%)• Calloóseohipertrófico:42(5.75%)• NoUnión:1(0.013%)• Nocorrecciónsatisfactoria:11(1.51%). Común a todas ellas ha sido la aparición de un

proceso inflamatorio mayor y un aumento del dolor postoperatorio hasta la formación del callo primario.

DISCUSIÓNLas osteotomías completas, son una técnica de

cirugía MIS válida y de uso habitual, cuya eficacia está avalada y demostrada por los resultados que se obtie-nen con su aplicación.

Las técnicas ODI, Osteotomías Digitales Incom-pletas, se diferencian de las anteriores por la porción de cortical que se preserva al ejecutarlas, aportando un exclusivo e intrínseco punto de fijación.

Al no haber pérdida de solución de continuidad en la cortical del hueso, se evitan los desplazamien-tos incontrolados de los fragmentos óseos y el acor-tamiento de los mismos.

Al seguir el nuevo orden de ejecución de las téc-nicas, de proximal a distal, en un elevado porcentaje de casos no es necesario actuar sobre las partes blan-das, circunstancia que preserva la buena movilidad del dedo.

Estas características hacen que estas osteotomías se comporten de una mejor manera en su evolución, disminuyendo la incidencia de efectos no deseados.

Por tanto, proponemos como técnica quirúrgica de elección en las patologías digitales las Osteoto-mías Digitales Incompletas.

CONCLUSIONESLas ODI en nuestra práctica quirúrgica son técni-

cas de elección con respecto a otras técnicas digita-les, debido a las ventajas que nos reportan:

• Mejoraspectoestéticoyradiológicofinalalnoproducirse acortamiento digital.

• Disminucióndecallosóseoshipertróficosalnohaber movilidad interfragmentaria.

• Desaparicióndelriesgodenouniones,alhabercontacto continuo de las superficies osteoto-mizadas.

• Seconsigue lacorreccióndeseadasinnecesi-dad de ejecutar técnicas de partes blandas en un elevado porcentaje de casos.

• Mayor facilidadde ejecuciónde los vendajes,ya que su misión será únicamente la de cam-biar y mantener los vectores de fuerzas adecua-dos.

• Esunprocedimientopredecibleyrepetible,porlo que lo podemos aplicar en patologías digita-les similares.

El mayor inconveniente para la obtención de unos adecuados resultados es la dificultad de ejecución de la técnica, que requiere un mayor entrenamiento y aprendizaje.

La destreza y experiencia quirúrgica de quien rea-liza la osteotomía es la garantía de éxito de la técnica.

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ANSIEDAD POSTQUIRÚRGICA EN CIRUGÍA PODOLÓGICAoriginal

Nuria Espada Martín1, Dolors Arxé Planella2, Silvia Edo Izquierdo3, Jordi Fernández Castro4.

1. Podóloga. Estudiante de doctorado en Psicología de la Salut, Universitat Autónoma de

Barcelona.

2. Estudiante de doctorado en Psicología de la Salut, Universitat Autónoma de Barcelona.

Profesora Asociada Podología. Universidad de Barcelona.

3. Catedrática Departamento de psicología básica, evolutiva y de la educación .Universitat Autónoma de Barcelona.

4. Catedrático Departamento de psicología básica, evolutiva y de la educación. Universitat Autónoma de Barcelona.

CORRESPONDENCIA

Nuria Espada Martí[email protected]

RESUMENMarco teórico: la aparición de ansiedad

desde el momento que finaliza la cirugía hasta el momento del alta quirúrgica ha recibido una atención insuficiente en la literatura. Existe una sólida evidencia que demuestra que la percep-ción de control influye en la ansiedad.

Material y Método: la determinación de la ansiedad frente al estrés postquirúrgico se rea-lizó mediante la versión española de la escala estado del cuestionario State-Trait Anxiety In-ventor (STAI (E )). Con el fin de evaluar la per-cepción de control se diseñó un cuestionario propio. El dolor se registró mediante una esca-la análoga visual (VAS) y un registro domicilia-rio de medicación. Los pacientes respondieron el cuestionario a las 48 h de la cirugía, a los 10 días y a las 3 semanas

Resultados: se detectó un nivel de ansiedad moderado y muy variable entre pacientes, no se hallaron diferencias estadísticamente sig-nificativas entre las tres recogidas de datos. Los pacientes que toman más medicación de la pautada fueron los más ansiosos, no los que presentaron más dolor. El hecho de que el pa-ciente se sienta capaz de seguir la pauta de medicación a las 48 horas es un buen indicador de la ansiedad que presentara durante todo el proceso quirúrgico

Conclusión: la ansiedad postquirúrgica, se-gún nuestros datos, existe de forma moderada. Dada la gran variabilidad observada es posible que haya un grupo de pacientes para los que la ansiedad postquirúrgica sea un factor determi-nante en su recuperación. En futuros estudios se debería poder identificar a este grupo de pa-cientes y analizar el impacto de la ansiedad en la recuperación y las repercursiones que de esta se derivan, como un mayor consumo de fármacos.

Relevancia para la práctica clínica: conocer la ansiedad en el proceso postquirúrgico nos ayuda a mejorar la experiencia quirúrgica del paciente y a poder tomar medidas preventivas para reducir la ansiedad a lo largo de la recu-peración.

PALABRAS CLAVEAnsiedad postquirúrgica; Cirugía podológi-

ca; Percepción de control; Proceso postquirúr-gico; Cirugía ambulatoria.

ABSTRACTTheoretical frame: the appearance of the

anxiety from the end of the surgery until they are discharged, has received an insufficient at-tention. Solid evidence in literature shows that the perception of control influences anxiety.

Material and Method: the determination of the anxiety related to postoperative stress was made by the Spanish version of the state scale of the questionnaire State-Trait Anxiety Inven-tor (STAI (E )). To evaluate the perception of control a new questionnaire was designed. The pain was registered through a visual analogue scale (VAS) and a home record of the medica-tion. The patients answered the questionnaire 48 hrs after the surgery, on the 10th day and on the 3rd week.

Results: according to our data there is a moderate level of anxiety and a high variabili-ty between patients , no significant statistic di-fferences where found between the three data collection. The patients taking more medication than the prescribed are the most anxious and not the ones with more pain. The fact that the patient feels able to take medication after 48

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hours was a good indicator of the anxiety that they will experience during the entire surgical process.

Conclusion: the postoperative anxiety, accor-ding to our data, exists in a moderate way. Given the large variability observed it is possible that there is a group of patients for which the posto-perative anxiety is an important factor in their re-covery. In future studies it should be possible to identify this group of patients and to analyze the impact of anxiety in their recovery.

Clinical practice relevance: to know that the existence of psychological factors like the anxie-

ty or the perception of control can influence the postoperative process will helps us to improve the surgical experience and to be able to take pre-ventive measures to reduce the anxiety through the recovery.

KEY WORDSPostoperative anxiety; Podiatric surgery; Per-

ception of control; Outpatient surgery.

INTRODUCCIÓNLa ansiedad es un estado emocional complejo que

tiene como detonantes característicos el desconoci-miento, el temor y la falta de control11,12.Existe una ex-tensa literatura que constata las consecuencias de la ansiedad sobre el organismo20,14,18,3,5. Diferentes estudios sobre ansiedad y cirugía muestran como la ansiedad altera parámetros fisiológicos ( aumenta la tensión ar-terial, produce taquicardia…)8,13. Existe una amplia evi-dencia que permite afirmar que la ansiedad y el estrés prequirúrgicos son comunes en los pacientes que se someten a intervenciones quirúrgicas17,22. Sin embargo, la literatura sobre la ansiedad postquirúrgica en ciru-gías ambulatorias es en general limitada y nula en el campo de la podología, al menos en las bases de datos Medline o Psicoinfo que son las más utilizadas en este campo. Pero se ha podido demostrar la relación entre ansiedad prequirúrgica y dolor posquirúrgico7,16,9,21,9 y se ha sugerido que existe una relación entre la ansiedad prequirúrgica y la recuperación del paciente15,10. La satis-facción del paciente también se ha evaluado en diversas investigaciones pero siempre desde el punto de vista de la ansiedad prequirúrgica16. En cirugía podológica, al tratarse de una cirugía ambulatoria ,el paciente asume más responsabilidad que los pacientes que permanecen hospitalizados (Por ejemplo, han de prepararse y tomar su medicación según la pauta del cirujano, detectar sig-nos de alerta…)22,7. Un alto nivel de ansiedad hace que sea difícil el cumplir las pautas marcadas por el médico y que el paciente coopere menos ya que le cuesta en-tender las instrucciones y puede alterarse su concentra-ción20,9.

Hemos detectado que en los protocolos más utiliza-dos de cirugía podológica1 no se contempla la ansiedad que el paciente puede sufrir durante el proceso quirúr-gico. Desafortunadamente esta importante área ha reci-bido una atención insuficiente tanto en la literatura mé-dica podológica6 como en la práctica profesional diaria.

Teniendo en cuenta que las características de la ciru-gía podológica requieren que el paciente ejerza un grado importante de control sobre el proceso post quirúrgico y que existe una sólida evidencia que demuestra que la percepción de control influye en la ansiedad20,5,4 y dada la falta de estudios sobre esta cuestión; el objetivo de esta investigación es evaluar la ansiedad y la percepción de control postquirúrgicos en pacientes podológicos. Se espera comprobar que:

1) la ansiedad postquirúrgica está relacionada posi-tivamente con el dolor postquirúrgico,

2) la ansiedad postquirúrgica esta relacionada negati-vamente con la recuperación postquirúrgica,

3) la ansiedad postquirúrgica esta relacionada nega-tivamente con la satisfacción del paciente y,

4) el grado de control percibido está relacionado ne-gativamente con el nivel de ansiedad postquirúr-gica.

MATERIALES Y METODOParticipantes

Durante un período de dos meses (Mayo y junio del 2010) se realizó un muestreo no probabilístico acciden-tal para seleccionar a los posibles participantes de nues-tro estudio en la Clínica Universitaria de Podología de la Universidad de Barcelona (Bellvitge, Barcelona).

Los participantes se seleccionaron según los si-guientes criterios de inclusión: firma voluntaria del con-sentimiento informado, edad mayor a 18 años, ASA I-II, ser intervenido a nivel podológico por primera vez, anes-tesia local o regional y paciente consciente. Los criterios de exclusión fueron: tener patología psicológica previa, haber tomado medicación ansiolítica o relajante duran-te el período postoperatorio y la aparición de complica-ciones postquirúrgicas.

La muestra consistió en 17 sujetos. Inicialmente, 27 pacientes fueron incluidos, pero de estos, tres pacientes no quisieron participar en el estudio, dos no completa-ron el estudio por complicaciones postoperatorias, uno no acudió a todas las visitas postquirúrgicas programa-das y en cuatro casos la recogida de datos no se realizó correctamente. Los datos descriptivos de la muestra se encuentran en la tabla 1.

Instrumentos de EvaluaciónLa determinación de la ansiedad frente al estrés

postquirúrgico se realizó mediante el cuestionario Sta-te-Trait Anxiety Inventory ( STAI)19 un cuestionario que comprende dos escalas separadas que miden concep-tos independientes de la ansiedad, como estado y como rasgo. Para el presente estudio se administro la versión española de la escala de ansiedad estado, que consta de 20 ítems a responder en una escala Likert de 4 puntos (donde 0 corresponde a Nada y 3 a Mucho). Este instru-mento presenta un alpha de Crombach entre 0.90 y 0.93 y una fiabilidad por el procedimiento de las dos mitades de 0.94

Con el fin de evaluar la percepción de control y las preocupaciones de los participantes se diseñó un cues-tionario propio. En este instrumento se preguntaba a los sujetos a cerca de su percepción de control en el pro-ceso postquirúrgico. Los tres aspectos sobre los que se preguntó fueron:

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1. ¿ Se siente capaz de realizarse las curas correctamente?2. ¿ Se siente capaz de seguir la pauta de medicación?3. ¿ Se siente capaz de detectar signos de alerta de

posibles complicaciones?También se les preguntó a cerca de sus posibles pre-

ocupaciones, los tres aspectos sobre los que se pregun-to fueron:

1. ¿ le preocupa tener dolor?2. ¿le preocupan los días de baja profesional?3. ¿ le preocupa el resultado de la cirugía?En la última recogida de datos (a las 3 semanas

postoperatorias) se incluyeron dos preguntas de satis-facción: ¿Ha ido todo como usted esperaba? ¿Se siente satisfecho con el resultado? Las respuestas se registra-ban en una escala de 4 puntos que oscilaba entre 0= nada y 4= mucho.

El dolor, como en la mayoría de los estudios consul-tados, fue evaluado con una escala análogo visual (VAS) con puntuaciones de 0 (no dolor) a 10 (dolor extremo)2.

Utilizamos un registro domiciliario para controlar si el paciente necesitaba más medicación de la pautada inicialmente.

Los parámetros fisiológicos, tensión arterial y pulsa-ciones, fueron recogidos con Tensiómetro de brazo M6 – HEM 7001 – E.

ProcedimientoDurante la visita prequirúrgica, aproximadamente 15

días antes de la intervención, se informo a los posibles participantes del estudio y se les invitó a participar. Una

vez firmado el consentimiento informado pasaron a for-mar parte del estudio. La primera visita postquirúrgica se realizo a las 48 horas según el protocolo quirúrgico. Una vez finalizada la primera cura, se administró a los pacientes el cuestionario STAI (E), el cuestionario pro-pio, la VAS y se registraron los parámetros fisiológicos (tensión arterial y pulso). Se explicó al paciente de for-ma detenida y se entregó el registro domiciliario de me-dicación. El mismo procedimiento se siguió en las dos restantes recogidas de datos que se realizaron a los diez días y a las tres semanas. En la última visita variamos el cuestionario propio, prescindimos de las preguntas sobre los recursos de los participantes (¿ Se siente ca-paz...?) y añadimos dos preguntas para valorar la satis-facción del participante con el proceso postquirúrgico.

Una vez los pacientes eran dados de alta, se consul-taban sus historias clínicas con el fin de obtener: datos demográficos (género, edad y situación laboral), tipo de cirugía, estado previo del organismo del participante y nú-mero de días previstos de recuperación por su podólogo.

Diseño y Análisis EstadísticoSe realizó un análisis descriptivo de las variables so-

ciodemográficas y clínicas. Para determinar la relación existente entre ansiedad y dolor (VAS), entre ansiedad y satisfacción, y entre ansiedad y percepción de control se utilizaron correlaciones de Sperarman. Para hallar la relación entre la ansiedad y el registro de medicación y entre ansiedad y recuperación, se utilizó comparación de medias mediante la U Mann-Whitney. Se ha utilizado el paquete estadístico Pass Statistics 17.0.

RESULTADOSLa puntuación media de la ansiedad valorada me-

diante el STAI(E) a las 48 horas fue de 12,3 (DS=7,6), a los 10 días de 9,7(D.S=7,5) y a los tres meses de 9,8 (D.S=77) (Ver Figura 1).No se hallaron con los datos que disponemos diferencias estadísticamente significativas

Variables (n)

SexoMasculino 13

76,5%

Femenino 423,5%

Edad M=52,2 DS=13,9

Situación laboral

Activo 1058,8%

En paro 15,9%

Otros 635,3%

Estadio previodel organismo

ASA I 1694,1%

ASA II 15,9%

Tipo de cirugía

Partes blandas 317,6%

Osteo articular 529,4%

Ungueal 952,9%

Diagnóstico

Onicocriptosis 635,3%

Exostosis subungueal 529,4%

Quiste 15,9%

Exostosis interdigital 211,8%

Dedo en garra 15,9%

Hallux valgus 15,9%

Hallux rigidus 15,9%

Tabla 1. Descripción de la muestra de pacientes.ASA=American Society of Anesthesiologists

Nada Un poco Bastante Mucho

1 ¿Se siente capaz de realizar-se las curas correctamente?

2 ¿Se siente capaz de seguir la pauta de medicación?

3¿Cree que será capaz detectar signos de alerta de posibles complicaciones?

4 ¿Le preocupa tener dolor?

5 ¿Esta preocupado acerca de los días de baja profesional?

6 ¿Le preocupa el resultado de la operación?

Anexo 1: Cuestionario Ad-hoc utilizado en la evaluación de las 48 horas y de los 10 días.

Nada Un poco Bastante Mucho

1 ¿Le preocupa tener dolor?

2 ¿Esta preocupado acerca de los días de baja profesional?

3 ¿Le preocupa el resultado de la operación?

4 ¿Ha ido todo como Uds. esperaba?

5 ¿Se siente satisfecho con el resultado de la operación?

Anexo 2: Cuestionario Ad-hoc utilizado en la evaluación de las 3 semanas.

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entre las tres puntuaciones de ansiedad tomadas a lo largo del periodo postquirúrgico mediante el análisis de Friedman; sin embargo la diferencia entre la ansiedad a las 48 h y a los diez días es de 2,5 puntos (DS=7,9), mientras que la diferencia entre los 10 días y los tres me-ses es de apenas -0,1 (DS=7,2). Por lo tanto se observó un descenso pronunciado entre la ansiedad observada a las 48 horas y la de los diez días mientras que entre los diez días y las tres semanas la ansiedad apenas varió, la disminución de ansiedad entre la primera y la segunda evaluación fue superior de manera estadísticamente sig-nificativa a la disminución de ansiedad entre la segunda y tercera evaluación (p=≤ 0,05).Se halló una correlación significativa entre la ansiedad a las 48 horas y la tensión arterial mínima (r=0,52 p=0,03) y entre la ansiedad a las diez días y la tensión arterial mínima (r=0,58, p=0,02) pero entre la ansiedad a las tres semanas y la tensión arterial mínima no se halló correlación significativa (r=0.14). No se encontró correlación significativa con el resto de parámetros fisiológicos recogidos.

En relación al objetivo de relacionar la ansiedad con el dolor post quirúrgico no se hallaron correlaciones sig-nificativas (Ver tabla 2). La diferencia de ansiedad en el grupo de pacientes que necesitó más medicación de la pautada y en el que no la necesitaron a las 48 horas, fue estadísticamente significativa (p≤=0.01). A los diez días y a las tres semanas esta diferencia no fue esta-dísticamente significativa (Ver tabla 2); Para analizar el segundo objetivo, la relación entre ansiedad y la recu-peración postquirúrgica, se realizó la prueba U Mann-Whitney. La puntuación de ansiedad en el grupo de pa-cientes que necesitó más días de los previstos fue de

13.7 (DS=8.1) y la del grupo que se recuperó en los días previstos fue de 11.11 (DS=7.2) esta diferencia no fue es-tadísticamente significativa.

Con el fin de valorar la relación entre ansiedad y sa-tisfacción se calculó la correlación de Spearman entre la ansiedad y las dos preguntas de satisfacción incluidas en el cuestionario que diseñamos. La ansiedad se co-rrelaciona de forma significativa y negativa con la pre-gunta ¿Se siente satisfecho con el resultado? (r=-0.63, p=0.006) en cambio no correlaciona con ¿ Ha ido todo comoUds.esperaba?(r=0.38,p>0.05).

En relación al último objetivo, el grado de control percibido está relacionado negativamente con el nivel de ansiedad postquirúrgica, la tabla 3 muestra las co-rrelaciones entre la ansiedad y la percepción de control y las preocupaciones de los pacientes. La pregunta ¿ Se siente capaz de seguir la pauta de medicación? realizada a las 48 horas correlaciona con la ansiedad a las 48 horas y con la ansiedad a los 10 días (r=-0.51,p=0.03) y con la ansiedad a las tres semanas (r =-0,53,p=0,03).

DISCUSIÓNEl objetivo de este estudio es evaluar la ansiedad

postquirúrgica y comprobar si se esta ansiedad influye en el proceso postquirúrgico, especialmente en el dolor, la recuperación y la satisfacción del paciente. Los resul-tados con los datos que disponemos muestran que aun-que el grado de ansiedad postquirúrgica no es elevado, esta ansiedad se mantiene durante todo el proceso pos-tquirúrgico. No tenemos constancia de que esto hubiera sido valorado antes en este tipo de cirugías aunque si que es sugerido en estudios como futuras líneas de in-vestigación16. Sorprendentemente, en nuestra muestra, solamente la tensión arterial mínima se relaciona con la ansiedad a las 48 horas y a los diez días pero no a las tres semanas, y el resto de parámetros fisiológicos registrados no guardan relación con la ansiedad. Estos resultados se contradicen con la literatura revisada4, 5.

La ansiedad no correlaciona con el dolor medido a través de VAS, este resultado es contrario al que refieren los trabajos encontrados más afines al nuestro como los que analizan la relación entre ansiedad prequirúrgica y

Tabla 2. Correlaciones entre la puntuación de STAI a las 48 horas, a los 10 días y a las 3semanas y el dolor. Comparación de medias no paramétricas entre la puntuación de STAI a las 48 horas, a los 10 días y a las 3 semanas y el registro de consumo de analgésicos a las 48 horas, a los 10 días y a las 3 semanas.

STAI a las 48 horas

STAI a los 10 días

STAI a las 3 semanas

Dolor r=0,44p=0,07

r=0,20p=0,44

r=0,60p=0,15

Registro de consumo de analgésicos

Consume más medi-cación de la pautada

t=17,6DS=7,42

n=8

t=12,67DS=9,62

n=6

t=22---

n=1

No consu-me más me-dicación de la pautada

t=7,6DS=3,77

n=9

t=8,18DS=6,09

n=11

t=9,06DS=7,22

n=16

p=0,00* p=0,39 p=0,25

Tabla 3. Correlaciones entre la puntuación de STAI a las 48 horas, a los 10 dias y a las 3 semanas, y el cuestionario propio diseñado para evaluar la percepción de control del paciente y las preocupaciones.

STAI a las 48 horas

STAI a los 10 días

STAI a las 3 semanas

¿se siente capaz de realizarse las curas ?

r=-0,61p=0,81

r=-2,54p=0,32 ------

¿se siente capaz de seguir la pauta de medicación ?

r=-0,54p=0,02*

r=-0,46p=0,08 ------

¿se siente capaz de detectar sig-nos y sintomas de alerta?

r=-0,23p=0.37

r=-0.11p=0,67 ------

¿le preocupan los dias de baja profesional?

r=0,49p=0,04*

r=0,49p=0.04*

r=0,384p=0,12

¿le preocupa tener dolor?

r=0,35p=0.1

r=0.65p=0,00*

r=0.55p=0,02*

¿le preocupa el resultado la intervención?

r=0,04p=0,89

r=0,33p=0,19

0.60p=0,01*

*p‹.05

*p‹.01

Figura 1. Evolución de la media de ansiedad durante los tres momentos de recogida de datos.

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dolor postquirúrgico en pacientes de cirugía hospitala-ria13,14; sin embargo la ansiedad si que se relaciona de forma significativa con la necesidad de tomar más me-dicación de la pautada a las 48 horas y se observa una tendencia aunque no significativa a los diez días y a las tres semanas. Según nuestros resultados toman más medicación los pacientes que están más ansiosos, no los que tienen más dolor. Por lo que con los datos que tenemos, el registro domiciliario de consumo de medi-cación va a ser mejor indicador de la ansiedad postqui-rúrgica que la medición del dolor con VAS. Los trabajos más comparables a nuestro estudio miden la relación entre ansiedad prequirúrgica y consumo de analgésicos, llegando a resultados muy diversos y opuestos entre si13. No hemos podido demostrar que exista una rela-ción entre ansiedad postquirúrgica y si han necesitado o no más días de los previstos de recuperación. A nivel de cirugía general hospitalaria y desde el punto de vista de la ansiedad prequirúrgica si que existen estudios que muestran esta relación16, 22.

Los pacientes que se sienten satisfechos con el re-sultado de la intervención tienen poca ansiedad pos-tquirúrgica. Estos resultados van en la línea de los estudios que muestran que la ansiedad prequirúrgica correlaciona con la satisfacción postquirúrgica16,12. Si conseguimos que nuestros pacientes no presenten an-siedad postquirúrgica aumentaremos su satisfacción con el resultado de la cirugía.

Sentirse capaz de seguir la pauta de medicación a las 48 horas esta relacionado con la ansiedad durante todo el proceso quirúrgico (a las 48 horas, a los 10 días y a las 3 semanas). Esta pregunta realizada en la pri-mera recogida de datos, según nuestros resultados, es un buen indicador de la ansiedad postquirúrgica en el mismo momento y en el resto del proceso quirúrgico. Estos resultados van en la línea de que la percepción de control influye en la ansiedad3,23. Conseguir que el pa-ciente se sienta capaz de prepara y tomar su medicación correctamente es importante para disminuir la ansiedad

postquirúrgica.La preocupación por los días de baja profesional

esta relacionada con la ansiedad durante todo el pro-ceso postquirúrgico. Así podríamos decir que este es un buen indicador de la ansiedad postquirúrgica. La pre-ocupación por tener dolor correlaciona con la ansiedad a los diez días y a las tres semanas sin embargo no a las 48 horas.

Una limitación del estudio es el tamaño de la mues-tra y el hecho de que la ansiedad postquirúrgica en este estudio presenta una gran variabilidad. Sin embargo, hemos conseguido tener una muestra bastante homo-génea desde el punto de vista del tipo de cirugía, tipo de anestesia y estado previo del organismo, esto es una limitación en muchos de los estudios consultados16. No existen instrumentos diseñados expresamente para me-dir la ansiedad postquirúrgica y el cuestionario propio que hemos utilizado no ha estado validado previamente, lo que también representa una limitación del estudio. Serian necesarios más estudios en el futuro para evaluar la ansiedad postquirúrgica y como ésta se relaciona con la percepción de control.

Consideramos, en conclusión, que el nivel de ansie-dad medio registrado durante el proceso postquirúrgico es menor que el esperado pero presenta una gran va-riabilidad. Es posible que haya un grupo de pacientes para los que la ansiedad postquirúrgica sea un factor im-portante en su recuperación. Los pacientes que toman más medicación de la pautada son los más ansiosos, no los que presentan más dolor. El registro de medicación domiciliario, en nuestra muestra, es mejor indicador de la ansiedad que el dolor que presenta el paciente. La preocupación a cerca de los días de baja laboral duran-te todas las recogidas de datos esta relacionado con la ansiedad. El hecho de que el paciente se sienta capaz de tomarse la medicación a las 48 horas es un buen in-dicador de la ansiedad que presentara durante todo el proceso quirúrgico.

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(2): 199-205.

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CALZADO INESTABLE Y PRESIÓN PLANTAR.

REVISIÓN DE LA LITERATURA Y ESTUDIO CON ENCUESTA

EN UNA MUESTRA DE LA CIUDAD DE VALENCIAJaime Gascó López de Lacalle1, Cecili Macián Romero2, Ana Isabel Soler Forés3.

1. Diplomado en Podología, Fisioterapia y Enfermería. Doctorando en Enfermería.

Universidad de Valencia.

2. Profesor Colaborador. Director de la Clínica Podològica de la Universitat de València.

3. Diplomada en Podología. Universidad de Valencia.

CORRESPONDENCIAClínica Podològica

de la Universitat de València

RESUMENEn los últimos años, se han diseñado varios cal-

zados inestables como herramientas funcionales o terapéuticas. El principal objetivo del diseño de este calzado es mejorar el equilibrio y reeducar la postura corporal, exponiendo al pie a una ines-tabilidad intrínseca en la suela del calzado. Los patrones de marcha y la distribución de la presión plantar cambian cuando se camina con calzado inestable comparado con un calzado con suela normal. La principal diferencia en los patrones de la marcha es un incremento del movimiento de dorsiflexión en el contacto inicial del pie, seguido de un continuo movimiento de plantaflexión. Dada la escasa literatura científica publicada acerca de este tipo de calzado y de su incidencia en la presión plantar, se plantea realizar este estudio. Los resultados obtenidos en la encuesta de este estudio coinciden en que este tipo de calzado es en general desconocido para la población y muy poco empleado (únicamente un 4 % de los encues-tados). Igualmente resulta interesante remarcar que se desconocen los posibles efectos terapéuti-cos de los mismos, y la aplicación de este calzado para tratar patologías de los pies, rodilla y cadera. Son necesarios más estudios con este tipo de cal-zado para poder determinar las posibles aplica-ciones terapéuticas de los mismos.

PALABRAS CLAVEPie, baropodometría, Biofoot ®, presión plan-

tar, calzado inestable, diabetes mellitus.

ABSTRACTIn the last years, several unstable footwear

like functional or therapeutic tools has been de-signed. The main objective of the design of this footwear is to improve the balance and to re-edu-cate the corporal position, exposing on the foot to an intrinsic instability in the sole of the footwear. The gait patrons and the distribution of the plan-tar pressure change when he walks himself with compared unstable footwear with a footwear with normal sole. The main difference in the patterns of the gait is an increase of the movement of dor-siflexión in the initial contact of the foot, followed of a continuous movement of plantaflexión. Given little published scientific literature about this type of footwear and its incidence in the plantar pres-sure, one considers to make this study. The results obtained in the survey of this study agree in which this type of footwear is in general unknown for the population and very little employee (solely a 4% of the polled). Also it turns out interesting to notice that the possible therapeutic effects of such are not known, and the application of this footwear to deal with pathologies the feet, knee and hip. More studies with this type of footwear to be able are necessary to determine the possible therapeutic applications of such.

KEY WORDSFoot, baropodometria, Biofoot ®, pressure

planting, unstable footwear, diabetes mellitus.

revisi— n de conjunto

INTRODUCCIÓN

El conocimiento de las presiones en el pie nor-mal permite comparar los valores de referencia con las presiones de sujetos con patología y comprender la fisiopatología de las alteraciones y deformidades del pie. De este modo también pueden comprobarse tratamientos efectuados, tanto ortésicos, como qui-

rúrgicos o rehabilitadores. El avance de la tecnología informática ha hecho posible el desarrollo de siste-mas que permiten analizar las presiones plantares con el paciente calzado y que interfieren mínimamen-te en la deambulación normal. La baropodometría es un método de exploración de las presiones plantares, mediante el uso de dispositivos electrónicos. La ex-ploración baropodométrica permite conocer la distri-bución de presiones en la huella plantar y cuantificar la transmisión de cargas en el pie1.

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de Podología2012; XXIII (1) : 21 - 26 Jaime Gascó López de Lacalle

Las funciones de las extremidades inferiores y del pie durante la marcha, han sido analizadas des-de diversas perspectivas. En este sentido, el análisis de la evolución y patrón de presión plantar, ha sido empleado para identificar las magnitudes a las cuales están sometidas diferentes zonas anatómicas del pie, ya que la distribución de estas presiones a lo largo del pie, y la progresión del punto de aplicación son facto-res que determinan la aparición de lesiones. Estudios anteriores han evaluado las presiones plantares nor-males y analizado el efecto que el peso, cadencia y/o la edad pudieran tener en las magnitudes de presión, ya que este análisis de la presión plantar es útil en la evaluación del riesgo de ulceración plantar en pacien-tes con neuropatías periféricas que en presencia de deformidades generan hiperpresiones plantares sus-ceptibles de ulceración. Además, estas diferencias en el patrón de presión no son únicamente consecuencia del patrón de marcha, sino que factores como la edad, el calzado o la velocidad de la marcha también son premisas que influyen en el patrón de presión plan-tar2.

En los últimos años, se han diseñado varios cal-zados inestables como herramientas funcionales o terapéuticas. Un ejemplo es el desarrollado por Ma-sai Barefoot Technology ® (MBT), el cuál fue el pri-mer calzado inestable producido y comercializado a gran escala. El principal objetivo del diseño de este calzado es mejorar el equilibrio y reeducar la pos-tura corporal, exponiendo al pie a una inestabilidad intrínseca en la suela del calzado. Esta constante inestabilidad, presumiblemente entrena las peque-ñas unidades miotendinosas y consecuentemente mejora el equilibrio y el control postural. Los calza-dos para andar y para otras actividades que requieren movimiento, se fabrican para aportar estabilidad al usuario. A menudo, usando estos calzados “estables”, los músculos que podrían contribuir a la estabilidad estática y dinámica, pueden debilitarse debido a po-cas solicitudes sobre los mismos. Los dispositivos de entrenamiento inestables son frecuentemente utiliza-dos para compensar los efectos de esta falta de en-trenamiento, mejorando la fuerza y propiocepción en tobillos y rodillas3.

Los patrones de marcha y la distribución de la presión plantar cambian cuando se camina con cal-zado inestable comparado con un calzado con suela normal. La principal diferencia en los patrones de la marcha es un incremento del movimiento de dorsi-flexión en el contacto inicial del pie, seguido de un continuo movimiento de plantaflexión los cuales al-teran la actividad del tibial anterior y de los gemelos durante la marcha4.

Otro aspecto importante es el uso de este calza-do en patologías como la diabetes mellitus. Se han realizado diversos estudios en los que se ha evaluado la incidencia de este calzado en el entrenamiento de las funciones sensoriomotoras y la posible mejoría de las mismas, así como una redistribución de las cargas plantares. Igualmente realizando un entrenamiento durante varias semanas con este calzado en pacien-tes diabéticos, se han observado modificaciones en los patrones de distribución de la presión plantar, ob-servándose disminución de las mismas en las zonas donde se encontraba incrementada y por otro lado un aumento de la presión plantar en zonas donde se encontraba disminuida, observándose efectivamente que si la disminución se producía en la zona del an-tepié podrían estar indicados estos calzados para la

prevención de la aparición de úlceras por presión en pacientes diabéticos5.

Existen numerosas empresas en el mundo que distribuyen este tipo de calzado. Las más conocidas son MBT ®, Skechers ®, Reebok ®, Ryn Footwear ®, Co-gent ®, Joya ® y Z7 ®. Cada fabricante especifica unas características muy particulares de cada uno de los calzados que oferta:

Dada la escasa evidencia científica publicada acerca de este tipo de calzado y de su incidencia en la presión plantar, se plantea realizar este estudio.

Los objetivos del estudio serán: a) Realizar una revisión bibliográfica de la litera-

tura publicada acerca del calzado inestable y la presión plantar.

b) Diseñar una encuesta acerca del conocimiento poblacional sobre el calzado inestable y realizar la misma a una muestra poblacional de la ciu-dad de Valencia.

MATERIAL Y MÉTODOSInicialmente se realizó una búsqueda bibliográfi-

ca en las bases de datos MedLine, Ebsco, ScienceDi-rect, Cochrane y Embase, acotando la búsqueda entre los años 2005 y 2010, y obteniendo una evidencia to-tal de 12 artículos científicos.

Se diseñó y realizó una encuesta dirigida acerca del conocimiento de la población sobre el calzado inestable y sus posibles aplicaciones terapéuticas. La encuesta contó con un total de 12 cuestiones cerra-das, de las cuales 11 presentaron 3 posibles respues-tas (SI/NO/NS-NC) y 1 con una puntuación valorable de 0 a 10 puntos. El número total de sujetos encues-tados fue de n = 100 de una muestra poblacional de la ciudad de Valencia, con una edad media de 49,19 años ± 13,8. Los resultados fueron analizados con el paquete estadístico SPSS 15®, analizándose las me-didas de frecuencia media y moda y obteniendo el porcentaje de las mismas.

MBT®

Resuelve problemas de rodilla y de espalda, alivia la tensión muscular en el cuello y los dolores en general, y es capaz de tonificar los glúteos y la musculatura posterior

SKECHERS® (Shape-up)

Tonifican la musculatura (espalda, abdo-men y gemelos), ayudan a perder peso y mejoran la circulación sanguínea.

REEBOK®(Easy tone)

Calzado inestable diseñado con cáma-ras de aire inspiradas en los balones de equilibrio, ideados para provocar una inestabilidad que tonifique los glúteos y gemelos al caminar con los mismos.

RYN FOOTWEAR®

Mejoran la postura, incrementan la actividad muscular, tonifican el cuerpo ayudando a la quema de calorías, dismi-nuyen el estrés en las articulaciones de rodilla y tobillo, y mejoran la circulación sanguínea.

COGENT® (Doble Rocker Sole)

Mejoran el equilibrio, la marcha, la circu-lación, la flexibilidad y disminuye el estrés en las articulaciones.

JOYA®

Alivian los dolores de espalda y pueden ayudar a combatir los síntomas de la artritis, las hernias discales y la lumbalgia crónica

Z-SEVEN® (Z7)

Simulan el caminar sobre una superficie de adoquines. Dicha inestabilidad per-mitiría una tonificación adicional de las musculaturas cuádriceps y gemelos de un 32%y38%respectivamente.

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RESULTADOS ENCUESTALos resultados obtenidos tras la realización de las

encuestas (n=100) fueron los siguientes:

Estadísticos descriptivos, medidas de frecuenciaLa edad media de la muestra fue de 49,19 años

± 13,64 años (SD). Respecto a la última cuestión de la encuesta “Valore del 0 a 10 la importancia que le otorga al trabajo del Podólogo” la puntuación media fue de 8,30 ± 1,61 siendo la moda de 10 (valor más repetido en la encuesta).

El sexo fue de 42 hombres y 58 mujeres con un por-centajeacumuladodel42%y58%respectivamente.

Cuestión 1Los resultados de la cuestión 1 de la encuesta

“¿Conoce lo que es el calzado de suela inestable o en balancín?”mostraronqueel58%delosencuestadosconocenestetipodecalzadorespectoal42%queNOlo conoce.

Cuestión 2Los resultados de la cuestión 2 de la encuesta

“¿Utiliza o ha utilizado en alguna ocasión este tipo de calzado?”mostraronqueúnicamenteel4%delosen-cuestados utiliza o ha utilizado este tipo de calzado, respectoal96%queafirmaquenuncahautilizadoestetipo de calzado.

Cuestión 3Los resultados de la cuestión 3 de la encuesta “En

caso afirmativo: ¿Considera este tipo de calzado más confortable que el calzado de suela estándar?” mostra-ron que de los 4 sujetos que han utilizado el calzado inestable, 3 de ellos lo consideran más confortable que el calzado de suela estable y sólo 1 de ellos lo conside-ra menos confortable.

Cuestión 4Los resultados de la cuestión 4 “¿Conoce o ha oído

nombrar las marcas MBT ®, Skechers ®, Ryn ®, Co-gent ®, Joya ® y Z7 ®?” muestran que solamente el 36%delossujetosencuestadosconocenohanoídonombrarestasmarcasrespectoal64%queafirmannoconocerlas.

Cuestión 5Los resultados de la cuestión 5 “De las marcas ci-

tadas anteriormente, ¿Con cuál se identifica más?” , de 100 encuestados únicamente respondieron a la pre-gunta 40 sujetos, de los cuales afirmaban conocer con una mayor frecuencia la marca SKECHERS® con un 62,5%defrecuencia,respectoal37,5%delosencues-tados que conocían mejor la marca MBT®.

1.- ¿Conoce lo que es el calzado de suela inestable o en balancín? SI / NO

2.- ¿Utiliza o ha utilizado en alguna ocasión este tipo de calzado? SI / NO

3.- En caso afirmativo ¿Considera este tipo de calzado más confortable que el calzado de suela estándar? SI / NO

4.- ¿Conoce o ha oído nombrar las marcas MBT®, Skechers®, Ryn®, Cogent®, Joya® y Z7®? SI / NO

5.- De las marcas citadas anteriormente ¿Con cuál se identifica más? MBT®, Skechers®, Cogent®, Joya® , Z7®

6.- ¿Es usted diabético? SI / NO

7.- ¿Cree usted que este tipo de calzado estaría indicado para tratar problemas y patologías del pie? SI / NO / NS - NC

8.- ¿Cree usted que este tipo de calzado estaría indicado para tratar problemas y patologías de la rodilla? SI / NO / NS - NC

9.- ¿Cree usted que este tipo de calzado estaría indicado para tratar problemas y patologías de la cadera? SI / NO / NS - NC

10.- ¿Cree usted que este tipo de calzado modifica o es capaz de modificar la distribución de las cargas y presiones en el pie al andar?

SI / NO / NS - NC

11.- ¿Considera usted importante que los problemas y patologías de los pies sean tratados por el Podólogo? SI / NO

12.- Puntúe de 0 a 10 la importancia que le otorga usted al trabajo del Podólogo 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

EdadPUNTUE TRABAJO

PODÓLOGO

N 100 100

Media 49,19 8,30

Moda 46(a) 10

Desv. típ. 13,841 1,617

Sexo Frecuencia Porcentaje

HOMBRE 42 42,0

MUJER 58 58,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje

NO 42 42,0

SI 58 58,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje

NO 96 96,0

SI 4 4,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje % válido

NO 1 1,0 15,0

SI 3 3,0 75,0

Total 4 4,0 100

96 96,0

Total 100 100

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Frecuencia Porcentaje

NO 64 64,0

SI 36 36,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje

MBT 15 37,5

SKECHERS 25 62,5

Total 40 100,0

Cuestión 6Los resultados de la cuestión 6 “¿Es usted diabéti-

co?”muestranqueúnicamente8encuestados(8%)deltotal de la muestra afirmaban padecer esta enferme-dad,respectoal92%queafirmabanqueno.

Cuestión 7Los resultados de la cuestión 7 “¿Cree usted que

este tipo de calzado estaría indicado para tratar proble-masypatologíasdelpie?”muestranqueel66%des-conoce el efecto de este tipo de calzado sobre el pie, el 21%creenquesíquepuedetratarpatologíasdelpieyporelcontrarioel13%opinaqueno.

Cuestión 8Los resultados de la cuestión 8 “¿Cree usted que

este tipo de calzado estaría indicado para tratar pro-blemas y patologías de la rodilla?” muestran que el 67 %desconoceelefectodeestetipodecalzadosobrelarodilla,el21%opinaquesíquepuedentratarpato-logíasdelarodillayel12%creequenotieneningúnefecto terapéutico sobre la rodilla.

Cuestión 9Los resultados de la cuestión 9 “¿Cree usted que

este tipo de calzado estaría indicado para tratar pro-blemas y patologías de la cadera?” muestran que el 69 %desconoceelefectodeestetipodecalzadosobrelacadera,el20%opinaquesíquepuedentratarpatolo-gíasdelacaderayel11%opinaquenotieneningúnefecto terapéutico sobre la cadera.

Cuestión 10Los resultados de la cuestión 10 “¿Cree usted que

este tipo de calzado modifica o es capaz de modificar la distribución de las cargas y presiones en el pie al andar?”muestranqueel53%desconoce losefectosde este tipo de calzado sobre la presión plantar y dis-tribucióndelascargas,el42%creequesíquepodríanmodificar los patrones normales de distribución de las cargasyúnicamenteun5%opinaquenotendríannin-gún efecto sobre la presión plantar.

Cuestión 11Los resultados de la cuestión 11 “¿Considera usted

importante que los problemas y patologías de los pies seantratadosporelPodólogo?”muestranqueel99%de los encuestados coincide en la importancia de que las patologías de los pies sean tratados por un profe-sional como el Podólogo.

Cuestión 12Los resultados de la cuestión 12 “Puntúe de 0 a 10

la importancia que le otorga usted al trabajo del po-dólogo” muestran que la gran mayoría de los sujetos encuestados otorgan la máxima puntuación (10 pun-tos)conun34%defrecuencia,mientrasqueel28%evaluó con 8 puntos. La puntuación media del total de la muestra analizada fue de 8,30 ± 1,61.

DISCUSIÓN (REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA)Chen et al6 analiza el efecto de los cambios en la

actividad sensorial en la distribución de la presión en la superficie plantar del pie durante una marcha nor-mal y corriendo. La muestra fue de n= 10 sujetos (10 hombres) a los cuales se les analizó la presión plantar con un sistema de pedobarografía EMED. La veloci-dad del paso fue de 6 km/h para la marcha normal y de 13 km/h para la carrera. Los resultados mostraron cambios significativos en las zonas donde se incre-mentaba la actividad sensorial, abarcando a todas las zonas del pie durante la carrera. Durante la macha, igualmente se recogieron cambios significativos en las zonas donde se producía una mayor activación sensorial. Este estudio concluye que el diseño de la suela del calzado puede modificar dicha actividad sensorial, provocando cambios en los patrones nor-males de la distribución de las cargas y de la presión plantar.

De todos los estudios revisados, únicamente Nigg et al7, introduce el género como factor importante en la marcha con calzado inestable. En su estudio, analizó la marcha en una muestra de 34 sujetos (17 hombres y 17 mujeres) con el objetivo de comprobar si el género es un factor clave en la distribución de las presiones plantares y en las variables cinéticas y cinemáticas que describen los movimientos de la ex-

Frecuencia Porcentaje

NO 1 1,0

SI 99 99,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje

4 1 1,0

5 8 8,0

6 5 5,0

7 12 12,0

8 28 28,0

9 12 12,0

10 34 34,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje

NO 92 92,0

SI 8 8,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje

NO 13 13,0

SI 21 21,0

NS / NC 66 66,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje

NO 12 12,0

SI 21 21,0

NS / NC 67 67,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje

NO 11 11,0

SI 20 20,0

NS / NC 69 69,0

Total 100 100,0

Frecuencia Porcentaje

NO 5 5,0

SI 42 42,0

NS / NC 53 53,0

Total 100 100,0

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tremidad inferior durante la marcha con calzado de suela inestable. Se instrumentó con una plataforma de fuerzas, y los datos cinéticos fueron registrados mientras los suje-tos caminaban a 5 km/h en un treadmill. Concluyó que el género sí que posee efectos significativos en la función de la extremidad inferior durante la estática a nivel bilateral, y que dichos efectos son más importantes en la mujer que en el hombre. Durante la dinámica, el calzado inestable afectaría a los movimientos cinemáticos de la articulación del tobillo, reduciendo los movimientos articulares (me-nor cadencia). Sugirió que tanto a hombres como mujeres les afecta de manera muy diferente la inestabilidad creada por este tipo de calzado, y ambos deben hallar estrategias diferentes para compensarla.

Bochdansky et al8 analizó la distribución de la pre-sión plantar y la actividad muscular corriendo sobre un treadmill, con pendiente hacia abajo, tanto con calzado inestable como con calzado de suela estable deportiva. La muestra (n) fue únicamente de 6 sujetos (todos ellos hombres), con unas velocidades que aumentaron progre-sivamente (6, 8,10, y 14 km/h) y con un desnivel progresivo del0,8y16%.Lapresiónplantarfueregistradamedianteun sistema de plantillas instrumentadas (Pedar Insoles), y la actividad muscular mediante EMG (Electromiografía). Se tomaron mediciones en los grupos musculares tibial anterior, peroneos, vasto medial del gemelo y glúteo me-dio. Los test se realizaron con calzado inestable MBT® y con calzado deportivo NRS. Se hallaron diferencias signi-ficativas entre el calzado de suela estable y el inestable, siendo en este último mayor el tiempo de contacto en el antepié y talón. La presión plantar máxima se incrementó en el mediopié y disminuyó en el antepié. A nivel mus-cular, únicamente se observaron diferencias significativas en el vasto medial del gemelo. La velocidad y el desnivel mostraron cambios en la distribución de las presiones con un incremento de la presión plantar especialmente en la zona del talón al incrementarse el desnivel. Concluyeron que andar y correr con el calzado inestable conduce a un cambio en la presión a nivel del antepié y talón comparado con el calzado normal.

Landry et al9, evaluó la actividad muscular de ciertos músculos extrínsecos del pie mientras los sujetos perma-necían de pie con calzado inestable. La muestra fue de (n) 28 sujetos (19 mujeres y 9 hombres). El objetivo del estudio fue evaluar la actividad muscular de un grupo de pequeños músculos extrínsecos del pie empleando EMG, mientras se permanece de pie con calzado de suela ines-table y con calzado normal. El estudio se dividió en dos fases, con una primera visita pre-acomodativa donde un fi-sioterapeuta instruyó a los sujetos de cómo tienen que ca-minar con el calzado inestable, para poder caminar 1 hora al día con ellos y gradualmente ir incrementando hasta po-der llevarlos durante 8 horas al día. Posteriormente una se-gunda fase de estudio a las 6 semanas post-acomodación donde se volverían a realizar los registros. Los autores concluyeron tras el estudio que las condiciones inestables del calzado pueden incrementar la actividad muscular de ciertos músculos extrínsecos del pie. Los incrementos en la actividad muscular mientras se permanece de pie con calzado inestable comparado con calzado normal, persis-ten después de 6 semanas. Los autores opinan que el efec-to del entrenamiento con el calzado inestable en los mús-culos extrínsecos sería menor durante la marcha y carrera que permaneciendo en estática, basado todo ello en el diseño de la suela del calzado. Igualmente permanecer de pie con este calzado inestable demostró gran control pos-tural durante las fases de pre y post-acomodación. Mien-tras la actividad del músculo flexor digital largo, peroneos y musculatura del compartimento anterior permaneció incrementada después de las 6 semanas, el balanceo pos-tural disminuyó entre las visitas para el calzado inestable únicamente. Esto implica que la coordinación muscular podría haber mejorado para reducir el balanceo postural.

Maetzler et al10, analizó un total de 68 sujetos divididos en 3 grupos. Un grupo 1 con 23 sujetos sin diabetes, un grupo 2 con 24 sujetos con diabetes mellitus tipo 2 y un

grupo 3 con 21 sujetos con diabetes mellitus tipo 2 pero es un grupo control de no intervención. Se analizaron 7 zonas del pie y las presiones plantares fueron medidas con un sistema de plantillas instrumentadas. Igualmente se midió la actividad muscular con EMG de superficie. Se tomaron registros al inicio del estudio y a las 6 semanas del ini-cio del mismo. Durante estas 6 semanas, los grupos 1 y 2 llevaron el calzado inestable durante al menos 4 horas al día. En los resultados del estudio no se encontraron grandes cambios en el “timing” de los músculos analiza-dos. La verticalización de la postura corporal al llevar el calzado de suela inestable, es responsable de los cambios en la distribución de la presión plantar. En algunos casos, la reducción de la presión en la zona del antepié es bien recibida en pacientes diabéticos.

En otro estudio analizado, Ramstrand et al11 evaluó los efectos del calzado inestable sobre el equilibrio en muje-res de 50 años de edad. El objetivo del estudio fue evaluar los efectos del calzado inestable en la postura estática, di-námica y funcional en un grupo de mujeres no activas de 50 años de edad. La muestra fue de n= 31, divida en dos grupos. Un grupo estudio de 20 mujeres y un grupo con-trol de 11 mujeres. El estudio consistió en 3 sesiones de pruebas para cada sujeto, con un mínimo de 4 semanas de diferencia entre ellas. En el grupo intervención los sujetos llevaron calzado MBT® durante sus AVD (actividades de la vida diaria) el máximo tiempo posible (sin especificar cuánto), en el grupo control los sujetos realizaron sus AVD normales sin calzado inestable. Concluyeron tras el estu-dio que el calzado MBT® tenía efectos positivos como he-rramienta de entrenamiento para determinados aspectos de la postura/equilibrio en mujeres de 50 años. Concreta-mente, los resultados del estudio sugirieron que aspectos dinámicos del equilibrio como por ejemplo permanecer en una superficie inestable y responder a ella externamente para mantener la postura, pueden ser mejorados por el uso prolongado del calzado MBT®.

Nigg et al12, analiza una muestra de n= 8 sujetos (5 hombres y 3 mujeres) durante 2 pruebas. Una prueba ini-cial que consistió en permanecer de pie registrándose 3 ciclos de 10 segundos cada una, y una segunda prueba consistente en caminar 10 vueltas con MBT® y 10 vuel-tas con calzado normal (Adidas® SuperNova running) a una velocidad de 5 km/h. Previamente a la realización de las pruebas y de los registros, un fisioterapeuta instruyó a los sujetos acerca del uso de este calzado y llevaron los mismos durante 9,5 horas diarias durante 2 semanas. Los registros se realizaron tras las 2 semanas de adaptación al calzado inestable. Los objetivos del estudio fueron identi-ficar la excursión del centro de fuerzas mientras se perma-nece en estática para demostrar evidencias en la estabili-dad corporal, cuantificar diferencias electromiográficas en la actividad muscular tanto en estática como en dinámica, cuantificar las diferencias a nivel de movilidad articular en tobillo, rodilla y cadera y describir cambios cinéticos y ci-nemáticos durante el uso del calzado inestable y del cal-zado de suela estable. El estudio concluyó que el calzado inestable produce cambios en las características cinéticas, cinemáticas y en la EMG y dichos cambios parecen benefi-ciosos para el aparato locomotor.

Otro estudio importante es de los autores Stewart et al13, en donde realizan un estudio comparativo entre cal-zado inestable y calzado deportivo de suela estable, ana-lizando en ambos los parámetros de presiones plantares. La muestra del estudio fue (n) 10 sujetos (4 hombres y 6 mujeres), y hubieron dos grupos de estudio. Un grupo intervención donde se analizó la presión plantar con cal-zado MBT® y un grupo control donde se analizaron las presiones plantares con calzado deportivo estándar. Se instrumentó la presión plantar con un sistema PEDAR-X. Los participantes fueron instruidos por un instructor de la empresa MBT®, que diseñó un corto y dinámico programa de ejercicios para entrenar la estabilidad con este tipo de calzado. Los registros fueron tomados durante 3 ciclos de prueba en la plataforma de marcha. Se registraron 4 áreas del pie (dedos, antepié, mediopié y retropié). Para cada

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área se midió la presión media (Kpa), la presión media so-bre todas las zonas (Kpa) y la presión máxima (Kpa). Los resultados del estudio mostraron que la mayor reducción de la presión plantar con el calzado MBT® se obtenía en elmediopié,conunareduccióndel44%enestáticaydel15%endinámica.Enlazonadelretropiéigualmentetam-bién se disminuía la presión plantar con una reducción del 21%enestáticaydel11%endinámica.Los resultadosobtenidos en el estudio sugieren que el calzado MBT® podrían emplearse en pies planos, en pacientes con obe-sidad y en personas de edad avanzada que presentan una reducción importante de la almohadilla grasa. Igualmen-te lo recomiendan para pacientes con fascitis plantar. En el caso de los pacientes diabéticos, los autores sugieren que si la úlcera se encuentra presente en el retropié podría usarse este calzado inestable para reducir la presión plan-tar de la zona afectada.

CONCLUSIONESExisten numerosas empresas que comercializan este

tipo de calzado inestable o en balancín, y son muchos los modelos que actualmente se pueden encontrar en el mer-cado. Los fabricantes coinciden entre ellos respecto a los supuestos benefi cios que producen sus productos en el or-ganismo, pero son muy escasos los estudios científi cos pu-blicados sobre los mismos. Más concretamente respecto al calzado inestable y la presión plantar, existe poca litera-tura científi ca publicada y los artículos que se encuentran publicados presentan una muestra de sujetos pequeña poco signifi cativa o los autores no coinciden entre ellos en las conclusiones de sus estudios. Existe controversia acerca de los resultados obtenidos respecto a la posible aplicación de este tipo de calzado en patologías del pie como por ejemplo la diabetes mellitus. Mientras que unos artículos concluyen que la presión plantar se disminuye en el antepié con estos dispositivos (aplicable así a pacientes diabéticos con úlceras en la zona del antepié), otros auto-res discrepan y comentan que disminuye la presión plantar en el mediopié o retropié recomendando este tipo de cal-zado para patologías como la fascitis plantar. Del mismo modo son necesarios estudios más completos, duraderos en el tiempo y con mayor signifi catividad (meta-análisis). Donde sí coinciden la gran mayoría de los autores, es en el entrenamiento sensorio-motor que provoca este calzado sobre el organismo, teniendo el cuerpo que estabilizarse y equilibrarse ante el desequilibrio/inestabilidad provocada por el calzado. Consideran este entrenamiento sensorio-motriz positivo para mejorar el balance postural.

Los resultados obtenidos en la encuesta de este es-tudio coinciden en que este tipo de calzado es en gene-ral desconocido para la población y muy poco empleado (únicamenteun4%de losencuestados). Igualmente re-sulta interesante remarcar que se desconocen los posibles efectos terapéuticos de los mismos, y la aplicación de este calzado para tratar patologías de los pies, rodilla y cadera.

Respecto al conocimiento de las marcas, los encuestados coinciden en señalar a MBT ® y Skechers ®, siendo esta última (Skechers®) la más conocida de las dos, posible-mente debido al menor coste económico de las mismas respecto a la otra marca.

En cuanto a las presiones plantares, la gran mayoría de los encuestados desconocen si este calzado ejerce algún efec-toocambiosobrelamisma(53%),perohayunimportanteporcentajedeencuestados(42%)quesícreenquepuedenmodifi car la distribución de las cargas y la presión plantar.

Del mismo modo, sería interesante analizar otras varia-bles como las cinemáticas, entre ellas la cadencia o el tiem-po de apoyo, para poder evaluar posibles benefi cios (acortar el paso y disminuir la fatiga). Por lo tanto, son necesarios más estudios para poder determinar las posibles aplicacio-nes terapéuticas de los mismos.

Es por ello que dada la necesidad de estudios objeti-vos sobre este tipo de calzado, nuestro grupo de investi-gación está elaborando una segunda fase derivada de este estudio, donde se someterá a una (n) de 40 sujetos a las siguientes pruebas:

- Se instrumentará a los sujetos con un sistema de pedobarografía Biofoot IBV®, donde cada plantilla estuvo confi gurada por 60/70 cerámicas piezoeléc-tricas (según el tamaño del pié), registrando la pre-sión plantar durante 5 segundos, en varios pasos y ambas piernas, y con una frecuencia de muestreo de 265 Hz.

- Con el fi n de evitar infl uencias por el tipo de cal-zado en el registro de la presión plantar, todos los sujetos realizarán el estudio con el mismo calzado, tanto para el calzado de suela estable como inesta-ble. La prueba consistirá en un calentamiento pre-vio de 5 minutos marcha, tras los cuales el sujeto caminará durante un periodo de tiempo (por defi nir) a una determinada velocidad (por defi nir), al mismo tiempo que se le registrará la presión plantar. Todos los sujetos realizarán esta secuencia dos veces: con calzado “estable” y con calzado “inestable”, rando-mizándose en el orden de los sujetos. El control de la velocidad de la marcha se realizó mediante el em-pleo de una cinta rodante o “treadmill”.

- Mediante el propio software del equipo de pedo-barografía, se seleccionarán 2 pasos en cada pierna para su análisis (descartándose siempre los prime-ros y últimos pasos), de los cuales se exportaron las variables: a) Presión media en cada zona: defi nida como la media de los valores máximos de cada sen-sor que confi guraban una zona (expresada en Kilo-pascales (Kpa), y posteriormente normalizada con el peso de cada sujeto (kpa/kg)).

- Mediante el paquete estadístico SPSS 15 ® se rea-lizará el test Kolmogorov-Smirnov, el cual deter-minará la normalidad en las variables analizadas. Posteriormente se realizarán la pruebas estadísticas (según cumplan o no la normalidad). Las pruebas estadísticas determinarán las diferencias signifi cati-vas con una p < 0.05.

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de Podología2012; XXIII (1) : 21 - 26 Jaime Gascó López de Lacalle

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Material e información para uso exclusivo del profesional de la salud.

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REVISIÓN DE LA MEDICIÓN GONIOMÉTRICA DEL TOBILLO

Roberto Jiménez Leal1, Agustín Iglesias Cegrí2.

1. Profesor de Ortopodología I Universidad Alfonso X El Sabio. Jefe de Servicio

de Técnicas Ortopédicas Orthopie-Cpsalud.

2. Profesor Ortopodología II Universidad Alfonso X El Sabio.

CORRESPONDENCIARoberto Jiménez Leal

Clínica del Pie Gómez MayaPuerto de Porzuna, 7

Madrid 28031. [email protected]

RESUMENEste artículo revisa la literatura existente

acerca del rango de movimiento de la dorsi-flexión y flexión plantar del tobillo. La articula-ción del tobillo o tibiotarsiana es una tróclea, lo que significa que prácticamente posee un único grado de movimiento. Nuestro objetivo con este trabajo es tratar de aclarar la movilidad del tobillo durante la marcha. Sobre la base de la literatura actual, la capacidad de respuesta del tobillo medida requiere de más estudios con distintas poblaciones de pacientes.

PALABRAS CLAVETobillo, Rango articular, Flexión dorsal.

ABSTRACTThis article reviews the literature surroun-

ding the existing range-of-motion measurement related to ankle dorsiflexion and plantarflexion. The ankle joint is a trochlea, which means that practically has only a single grade of movement. Our goal with this paper is to clarify the ankle motion during gait. On the basis of the current literature, the responsiveness of the ankle joint requires further studies using different patient populations.

KEY WORDSAnkle, Joint range, Dorsiflexion.

formaci— n continuada

INTRODUCCIÓNEl movimiento esencial que acontece en la arti-

culación del tobillo es la flexoextensión el cual tiene lugar alrededor del eje transversal conocido como eje bimaleolar9.

Para valorar la flexoextensión del tobillo partimos de la posición neutra, la cual logramos cuando el pla-no de la planta del pie se encuentra perpendicular al eje de la pierna. A partir de esta posición, la flexión del tobillo se define como el movimiento que aproxi-ma el dorso del pie a la cara anterior de la pierna, también llamada flexión dorsal o dorsiflexión. El ran-go de movimiento articular de flexión dorsal es de en-tre 20o y 30o con una amplitud mínima necesaria para la marcha de 10o. A la inversa, la extensión del tobillo se define como el movimiento que aleja el dorso del pie de la cara anterior o ventral de la pierna, también se denomina flexión plantar o plantarflexión. El rango de movimiento articular de flexión plantar es de entre

40o y 50o con una amplitud mínima necesaria para rea-lizar una marcha fisiológica de 20o1, 9 (Figura 1).

Figura 1. Movimientos de flexión dorsal y plantar del tobillo.

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GENERALIDADESEl papel del tobillo es esencial para la progresión

del paso y absorción del impacto en la fase de apoyo, además facilita el avance del miembro durante la os-cilación. En el transcurso de un ciclo de marcha com-pleto, el tobillo presenta dos trayectorias de flexión plantar y dos de flexión dorsal, alternativamente (Murray et al., 1964; Wright et al., 1964; Sutherland, 1966; Kadaba et al., 1989). Durante la fase de apoyo que tieneunaduracióndel 60%delpaso seprodu-cen sucesivamente, una flexión plantar, una dorsal y una plantar, mientras que en la fase de oscilación que ocupael40%restante,tansóloseregistraunaflexióndorsal8, 14 (Figura 2).

La medición de la flexión dorsal del tobillo es una determinación común en nuestro medio de trabajo a través de diferentes procedimientos, habiéndose detectado una frecuente limitación de su valor en la población7.

Una de las peculiaridades de la unión entre la pierna y el pie es la transferencia de las fuerzas ver-ticales de soporte del cuerpo a un sistema de apoyo horizontal. Las articulaciones tibioastragalina y su-bastragalina realizan esta función14.

La articulación del tobillo o tibiotarsiana es una tróclea, lo que significa que prácticamente posee un único grado de libertad de movimiento. Esta tróclea astragalina es ligeramente más ancha anterior que posteriormente (Figura 3)12.

Esta articulación condiciona los movimientos de la pierna en relación al pie en el plano sagital5. El pre-dominio de la extensión sobre la flexión es fácilmente comprensible al observar el tamaño mayor de la polea astragalina en su región distal en comparación con la proximal, siéndole por tanto más difícil penetrar en la mortaja en el movimiento de flexión dorsal9.

ANÁLISIS DEL MOVIMIENTO DE

FLEXO-EXTENSIÓN DEL TOBILLOLa posición de referencia o neutra es aquella en

la que la planta del pie es perpendicular al eje de la pierna (Figura 4A)9. A partir de esta posición la flexión dorsal del tobillo se define como el movimiento que aproxima el dorso del pie a la cara anterior de la pierna (Figura 4B). Por el contrario la extensión de la articulación tibiotarsiana aleja el dorso del pie de la cara anterior o ventral de la pierna, este movimiento también se denomina flexión plantar (Figura 4C). La amplitud de la extensión o flexión plantar es mayor que la de la flexión dorsal5, 11.

No se trata de movimientos puros, aunque sí pre-dominantes9. Durante la máxima flexión dorsal las articulaciones del tarso añaden algunos grados si se acompaña de pronación subtalar y por tanto abduc-ción y flexión dorsal de la articulación mediotarsiana, por lo cual debemos mantener neutra la articulación subtalar para que la medición de la flexión dorsal del tobillo sea objetiva5.

No obstante el pie se abduce según se dorsiflexio-na la articulación del tobillo y se adduce cuando se plantarflexiona. Este movimiento que se realiza en el plano transverso del pie tiene un efecto amortiguador sobre las rotaciones en el plano transverso de la pier-na asociadas a la deambulación12.

BIOMECÁNICA DEL TOBILLO DURANTE

LA MARCHAEl eje de movimiento del tobillo es oblicuo entre

8-10o respecto al plano transverso con vértice externo, y 20o con respecto al plano sagital manifestando rota-ción externa de la marcha (Figura 5)9, 11.

Figura 2. Cinemática del tobillo en el plano sagital. Los trazos discontinuos representan las bandas de dispersión (desviación estándar).

Figura 3. Detalle de la tróclea astragalina.

Figura 4. A. Posición neutra B. Flexión dorsal C. Flexión plantar.

Figura 5. Eje mecánico del tobillo.

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de Podología2012; XXIII (1) : 30 - 32 Roberto Jiménez Leal

El resultado de esta doble oblicuidad del eje del tobillo es un movimiento biplanar. De tal forma que la plantarflexión va acompañada con un leve movimien-to de inversión y la dorsiflexión incluye un discreto movimiento de eversión. El movimiento de supina-ción/pronación es clínicamente insignificante12.

La movilidad del tobillo se considera esencial para realizar adecuadamente la marcha6,16. Dicha mo-vilidad depende de factores internos como la geo-metría de las superficies articulares, las estructuras músculo-tendinosas, la cápsula articular; y de facto-res externos como el tipo de actividad en la vida dia-ria, el uso de zapatos con tacón alto y la posición de descanso en la cama2.

El valor normal de la flexión dorsal del tobillo mínima necesaria para la realización de una marcha normal es de 10o3,13,17 Esta dorsiflexión se realiza in-mediatamente antes de elevar el talón del suelo en el intervalo en el que se pasa del periodo de apoyo medio al de despegue digital4,6,10.

Los 10o de flexión dorsal del rango de movimiento del tobillo se necesitan cuando la rodilla está exten-dida. En ese instante la pierna se inclina hacia delan-te de manera que ésta y el pie forman un ángulo de 80o (Figura 6). Así pues una articulación de un tobillo con una biomecánica normal necesita esos 10o de flexión dorsal cuando la articulación subastragalina está en posición neutra y la rodilla se mantiene en extensión10,11,12.

CONCLUSIONESNumerosos estudios realizados en diferentes po-

blaciones demuestran que el valor de referencia fisio-lógico de 10o de flexión dorsal de tobillo no se alcanza habitualmente15.

Su medición es frecuente en nuestro medio de tra-bajo, siendo necesaria para realizar diagnósticos de disfunciones y compensaciones patológicas. Existen diferentes técnicas utilizadas a lo largo de la histo-ria para medir este parámetro, habiéndose detectado una falta de protocolización en el uso de éstos. Uno de los objetivos de este trabajo es el de profundizar en los conocimientos sobre la medición del movi-miento de flexión dorsal del tobillo para, posterior-mente, estimar la fiabilidad de los métodos utilizados en nuestro medio7,16.

AGRADECIMIENTOSAl profesor y compañero D. José Luis Moreno de

la Fuente, Jefe de Estudios del Título de Grado de la Universidad Alfonso X El Sabio de Madrid, por sus consejos que tan útiles han sido para la orientación y desarrollo del presente artículo.

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Figura 6. Flexión dorsal del tobillo durante la marcha.

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TUMORACIÓN ÓSEA EN EL PRIMER METATARSIANO.

A PROPÓSITO DE UN CASO

caso cl’ nico

Manuel Pardo Ríos1, Catalina María Pérez Sánchez2, María Pérez-Pujol Casti-

ñeiras2, Julián García Carrasco3, Miguel Alcaraz Baños4, Laura Segura Carreras2,

Lara Esteve Alvarado2, Óscar Hernández Espallardo2.

1. Diplomado en Podología, DUE, Diplomado en Antropología. Master en

Envejecimiento. Profesor Facultad de Enfermería de la UCAM.

2. DUE.

3. Diplomado en Podología, DUE, Diplomado en Antropología. Postgrado en

Cirugía Podológica.

4. Profesor Titular de Universidad. Facultad de Enfermería de la U.M.

CORRESPONDENCIAManuel Pardo Ríos

Facultad de Enfermería. Universidad Católica

San Antonio de Murcia.Campus de Los Jerónimos s/n.

Guadalupe, Murcia [email protected]

RESUMENEl cáncer se define como crecimiento des-

controlado de un grupo de células. La determi-nación, por lo tanto, de un tumor maligno tie-ne que venir confirmada histológicamente. Los pilares básicos del diagnóstico del cáncer son: Anamnesis y exploración física, pruebas de la-boratorio, pruebas de imagen y pruebas anato-mopatológicas.

En el siguiente artículo se muestra el caso de un varón con antecedentes de adenocarci-noma y cuyo motivo de consulta fue dolor en la zona metatarsal del pie derecho. El paciente lleva 6 meses con este dolor y tumefacción que lo atribuye a un traumatismo en esa localiza-ción producido por un golpe con una puerta.

En la exploración se aprecia inflamación de la zona con palpación dolorosa y una infla-mación difusa. Se le solicita una radiografía simple en la que se observa una fractura pa-tológica del primer metatarsiano con una des-trucción de la cortical externa y reacción pe-rióstica; además hay un aumento de las partes blandas. Como conclusión de la radiografía se sugiere una afectación por un proceso agresivo (metástasis y/o osteomielitis como primeras po-sibilidades).

Como conclusión resaltar que, en ocasiones, alguna sintomatología leve puede provocarnos que infravaloremos lesiones o patologías muy graves, sobre todo en pacientes con anteceden-tes de patología oncológica.

PALABRAS CLAVECáncer, metástasis, bone.

ABSTRACTCancer is defined as uncontrolled growth of

a group of cells. The determination, therefore, a malignant tumour has to come histologically confirmed. The diagnosis of cancer are based on: history, physical examination, laboratory testing, imaging and pathological tests.

The following article shows the case of a man with a history of adenocarcinoma, whose reason for consultation was pain in the meta-tarsal area of the right foot. The patient takes 6 moths with this pain and swelling that attribu-ted to trauma at that location caused by a blow with a door.

The examination shows swelling of the area with tenderness and a diffuse swelling painful. Prompted a radiograph in which there is a pa-thological fracture of the first metatarsal with cortical destruction and periosteal reaction out-side, plus there is an increases in soft tissue. At the conclusion of the radiograph suggests an involvement of an aggressive (metastasis and/or osteomyelitis as first choices).

In conclusion note that sometimes mild symptoms can cause serious disease injuries, especially in patients with a history of cancer.

KEY WORDSCancer, metastases, bone.

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de Podología2012; XXIII (1) : 33 - 35 Manuel Pardo Ríos

INTRODUCCIÓNEl cáncer se define como crecimiento descontro-

lado de un grupo de células. La determinación, por lo tanto, de un tumor maligno tiene que venir confir-mada histológicamente. Puede ser Cáncer de Origen Desconocido (COD), circunstancia que se da cuando no es evidente el origen primario después de realizar la historia clínica, exploración física y estudios com-plementarios básicos. Para confirmar un diagnostico de cáncer, debe realizarse un amplio abanico de prue-bas diagnosticas y exploraciones.

Los pilares básicos del diagnóstico del cáncer son: • Anamnesisyexploraciónfísica(síntomas,hábi-

tos tóxicos, antecedentes familiares y persona-les).

• Pruebasdelaboratorio(hemograma,bioquími-ca, orina y heces).

• Pruebasdeimagen(radiografíasimpleyTAC).• Pruebasanatomopatológicas.La recogida de muestras tumorales es muy impor-

tante para el diagnóstico a nivel celular: Las técnicas más habituales son: biopsia y PAAF (punción-aspira-ción-aguja-fina). Posteriormente se pueden realizar estudios anatomopatológicos, ya sean convenciona-les o especiales, como por ejemplo:

• Microscopio óptico: que permite diferenciaradenocarcinoma, carcinoma escamoso y neo-plasias malignas.

• Técnicas inmunohistoquimica, por medio detinción de inmunoperoxidasa.

• Microscopioelectrónico:utilizadonormalmen-te cuando las pruebas anteriores nos da un re-sultado equívoco o insuficiente.

• Estudios citogénicos y de biologíamolecular,que nos proporciona información de tumores con marcadores genéticos específicos.

Cuando hemos realizado el estudio completo, po-demos plantearnos localizar y determinar el tumor primario. También debe de determinarse si existe me-tástasis y cuál es su localización1, diagnostico histoló-gico y situación clínica del paciente.

La metástasis es la parte más destructiva del cán-cer, alrededor del 90% de los pacientes con cáncermueren por metástasis. Según la hipótesis de “Ste-phen Paget”2; la desimanación del cáncer no es un pro-ceso aleatorio, debe haber afinidad entre las células tumorales y el tejido diana3. Está produce una inca-pacidad para reparar los daños del ADN y causar cam-bios en las características fenotípicas y funcionales.

Una célula tumoral es capaz de destruir la barrera de la membrana basal y endotelio linfático y sanguí-neo, con su posterior desimanación a tejidos distan-tes. Para que se produzca una metástasis ósea, una célula tumoral, debe dirigirse y atravesar la pared y situarse en la matriz de una superficie ósea.

Basta con que las células tumorales queden in-movilizadas y crezcan en el órgano diana, para agregar derivados plaquetarios y poder producir un tumor se-cundario4,5. Según estudios realizados en EEUU más de 350.00 personas mueren al año por metástasis óseas6. Algunos estudios señalan que entre los tipos de tumores con mayor capacidad de metástasis en te-jido óseo se encuentran en mieloma múltiple, mama y próstata.

Para que el tratamiento del cáncer tenga éxito deben eliminarse todas las células cancerosas, tanto

en localización primaria como en áreas de extensión locorregional o metástasis en otras regiones del or-ganismo. Las principales modalidades terapéuticas son la cirugía y radioterapia (enfermedad local o lo-corregional) y quimioterapia (localizaciones sistémi-cas). Otros métodos importantes que cabe citar son; la hormonoterapia, inmunoterapia y termoterapia. La politerapia combina ventajas de cada una de las mo-dalidades anteriores.

CASO CLÍNICOLos antecedentes personales del paciente son:

paciente fumador (20 cigarrillos día durante más de 10 años). No presenta alergias a medicamentos, no es hipertenso, ni diabético. Hace dos años fue diagnos-ticado de un adenocarcinoma de ampolla rectal (pT3 pN2 M0, estadio C2). Fue intervenido quirúrgicamen-te y recibió quimioterapia coadyuvante con 6 ciclos de 5FU y AF (esquema Clínica de Mayo). En los dos últi-mosciclosdequimioterapiaseredujoun20%lado-sis por aparición de mucositis. Posteriormente se le administró radioterapia coadyuvante. Las revisiones muestran un TAC y marcadores tumorales normales.

El motivo de consulta fue un fuerte dolor en la zona metatarsal del pie derecho. El paciente lleva 6 meses con este dolor y tumefacción que lo atribuye a un traumatismo en esa localización producido por un golpe con una puerta durante una mudanza.

En la exploración se ve una ligera inflamación de la zona con palpación dolorosa. Se aprecia una infla-mación difusa; no hay enrojecimiento cutáneo, ni hi-pertermia en la zona de la lesión. El paciente realiza una ligera marcha antiálgica.

Ante el origen traumático de la lesión de decide realizar una radiografía simple para valorar el estado de la zona metatarsal. En colaboración con el equipo de oncología que trataba al paciente se solicitan la realización de pruebas complementarias para descar-tar una “poco probable” metástasis o un tumor secun-dario.

RESULTADOSSe le solicita una radiografía simple en la que se

observa una fractura patológica del primer metatar-siano con una destrucción de la cortical externa y reacción perióstica; además hay un aumento de las partes blandas. Como conclusión de la radiografía se sugiere una afectación por un proceso agresivo (me-

tástasis y/o osteomieli-tis como primeras posi-bilidades) (Ver figura 1).

En la Gammagra-fía ósea se aprecia un aumento moderado de captación de carácter focal en tarso derecho, sugestivo de patología ósea inflamatoria acti-va en ese nivel. Hipe-ractividad heterogénea en L5, con mayor fo-calización en pedículo izquierdo, y en hombro

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Fig 1. Radiografía dorso-plantar del pie derecho.

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derecho, sugestivas gammagráficamente de patología ósea inflamatoria-degenerativa (Ver figura 2).

Inmediatamente se decide realizar un TAC (Tomo-grafía Axial Computerizada) del pie derecho donde se aprecia una destrucción del 1º metatarsiano, con pa-trón permeativo en la superficie articular de la prime-ra cuña, asociado a una gran masa de partes blandas, compatible con origen neoplásico (Ver figura 3).

Finalmente se decide realizar una biopsia guiada por TAC de la lesión donde se encuentra metástasis de adenocarcinoma moderadamente diferenciado de

origen intestinal (CK 7 -, CK 20 +). Se confirma por tanto una metástasis ósea (en pie derecho), con un aumento considerable del tamaño hasta unos 10 cm de longitud por los que se decide comenzar un nuevo tratamiento de quimioterapia y radioterapia coadyu-vante en la zona metatarsal (Ver figura 4-6).

CONCLUSIONESLas principales conclusiones de este caso son:• Unabuenahistoriaclínicaes importantepara

todos los pacientes, pero aún más en aquellos que han sufrido enfermedades importantes (patología oncológica, vascular, etc.).

• Enestospacientesesmuyimportantelareali-zación de pruebas diagnósticas que confirmen el diagnóstico.

• Laestrechayrápidacolaboraciónentreprofe-sionales mejora el tratamiento recibido por el paciente.

• Enocasiones,algunasintomatologíalevepue-de provocarnos que infravaloremos lesiones o patologías muy graves.

Fig 2. Gammagrafía ósea.

Fig 3. TAC (Tomografía Axial Computerizada) del pie derecho.

Fig 4. Imagen dorsal de ambos pies. Fig 5. Imagen frontal del pie derecho.

Fig 6. Imagen lateral del pie derecho.

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CIRUGÍA PALIATIVA PARA EL TRATAMIENTO DE UN PIE NEUROPÁTICO: ARTRODESIS DE UN PRIMER DEDOEN HIPEREXTENSIÓN COMO CONSECUENCIA DE UN MAL PERFORANTE PLANTAR

caso cl’ nico

Pedro Montaño Jiménez¹, Manuel Coheña Jiménez², Jaime García París³, Ángela

Mª Rodríguez Mena³.

1. Profesor colaborador. Departamento Podología. Universidad de Sevilla.

2. Diplomado en Podología. Diplomado en Enfermería. Colaborador Clínico.

Universidad de Sevilla.

3. Diplomado en Podología. Colaborador Clínico. Universidad de Sevilla.

CORRESPONDENCIAPedro Montaño

Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología.

C/ Avicena, s/n. 41009 SEVILLA

RESUMENEn este caso pretendemos dar a conocer

una patología poco frecuente en la consulta po-dológica, como es la neuropatía etílica, no por ello menos importante. Como todos sabemos, es de gran importancia la sensibilidad en el pie para un correcto funcionamiento del mismo, cuando está se ve afectada, el trofismo muscu-lar y cutáneo también se ven alterados.

La paciente de nuestro caso presenta en la exploración ortopodológica un pie cavo varo con antepié valgo y el primer radio plan-tarflexionado. Tras un mal perforante plantar de larga evolución en la cara plantar del primer metatarsiano, se degeneró el tendón flexor pro-pio del primer dedo ocasionando un desequili-brio muscular y con ello, una posición de hipe-rextensión de la 1ª AMTF.

La deformidad requería una solución quirúrgica inmediata, debido a la dificultad para usar un calzado habitual, y por presentar el desequilibrio muscular que podrían crear nuevas alteraciones en el pie. Tras realizar el protocolo quirúrgico a la paciente y ser apta para la cirugía, se optó por una artrodesis de la 1ª AMTF, dado que, este procedimiento es el único capaz de alargar el radio funcionalmente.

PALABRAS CLAVEPie neuropático, mal perforante plantar, ar-

trodesis de la 1ª AMTF.

ABSTRACTIn this case we intend to present a rare con-

dition in podiatric consultation, such as alco-holic neuropathy, no less important. As we all know, is of great importance to sensation in the foot for proper functioning, when affected, the muscular and cutaneous trophism are also al-tered.

The patient in our case presents an exploration ortopodológica cavus varus with fo-refoot valgus and first ray plantarflexion. After a long perforating plantar evolution in the plantar aspect of first metatarsal flexor tendon dege-nerated own first finger causing a muscle imba-lance and thus a position of hyperextension of the 1st MTPJ.

The deformity required an immediate surgical solution because of the difficulty using a regular shoe, and muscle imbalance present which could create further changes in the foot. After performing the surgical protocol to the pa-tient and be fit for surgery, we opted for a fusion of the 1st MTPJ, as this procedure is the only one capable of extending the functional radio.

KEY WORDSNeuropathic foot, wrong perforating plantar,

arthrodesis of the 1st MTPJ.

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CIRUGÍA PALIATIVA PARA EL TRATAMIENTO DE UN PIE NEUROPÁTICO: ARTRODESIS DE UN PRIMER DEDOEN HIPEREXTENSIÓN COMO CONSECUENCIA DE UN MAL PERFORANTE PLANTAR

caso cl’ nicoINTRODUCCIÓN

Podemos diferenciar dos tipos de neuropatías de las que vamos a hablar a continuación:

1. La neuropatía sensitiva suele ser bilateral, distal, simétrica, lenta y progresiva. Presenta calambres que se agravan por la noche, pares-tesias y dolor que en ocasiones es muy intenso y se acompaña de hiperestesias, hasta el pun-to de que el paciente no tolera el roce de las sábanas. La pérdida de la sensibilidad vibrato-ria es uno de los síntomas más precoces. Hay una disminución o abolición de la sensibilidad propioceptiva. La hipoestesia permite que se produzcan lesiones que son advertidas tardía-mente por los pacientes.

2. La neuropatía motora causa atrofia e hipotro-fia muscular, fundamentalmente de los interó-seos y lumbricales. Esto produce una modifica-ción de los puntos de apoyo del pie generando hiperqueratosis, luxaciones articulares y defor-maciones del pie, como es el caso de nuestra paciente. En la exploración del paciente se observa la imposibilidad de separar los dedos entre sí (signo del abanico patológico), y la dis-minución o ausencia de los reflejos osteotendi-nosos, especialmente los aquilianos.

Los efectos de la ingesta excesiva de alcohol so-bre el sistema nervioso (SN) son múltiples pues, ade-más del efecto tóxico directo que el etanol tiene sobre el SN, en el alcoholismo crónico se asocian con gran frecuencia otros procesos que, en definitiva, son los causantes de los trastornos neurológicos más comu-nes asociados a esta adicción, así como una mayor incidencia de diversas enfermedades neurológicas. Así, en el alcoholismo encontramos:

- Deficiencias nutricionales.- Afectación de órganos cuya patología repercute

secundariamente sobre el SN (cirrosis hepática fundamentalmente).

- Posible existencia de tóxicos contaminantes en las bebidas alcohólicas.

- Alta incidencia de traumatismos craneales, a veces no bien documentados, que provocan he-matomassubdurales;dehecho,el50%deellosestá asociado a alcoholismo.

- Mayor frecuencia de hemorragias subaracnoi-deas e intraparenquimatosas, en general de tipo lobar, cuyo riesgo aumenta en relación di-recta con la cantidad de etanol ingerida. Si bien el consumo leve de alcohol parece disminuir la incidencia de accidente vascular cerebral, el consumo severo aumenta hasta 2,5 veces el riesgo de padecerlo.

- Mayor incidencia de procesos infecciosos. Si-tuación etiológica tan compleja hace que en el alcoholismo sea difícil deslindar las lesiones atribuibles directamente al efecto del etanol de la patología asociada y secundaria. A todo esto debemos sumar el hecho de que en mismo en-fermo coinciden con cierta frecuencia diversos tipos de patología asociada con el alcoholismo.

- Por otro lado, está perfectamente probado el efecto teratogénico del alcohol, responsable del síndrome alcohólico fetal.

La neuropatía etílica es una de las formas más frecuentes de polineuropatía. Estudios electromio-gráficos revelananomalíasenel93%de losalcohó-

licos, aunque muchos de ellos estén asintomáticos, a pesar de mostrar signos clínicos de neuropatía. Usualmente ocurre en el contexto de alcoholismo cró-nico, en general severo; se desarrolla insidiosamente y cursa como una neuropatía sensitivomotora distal y simétrica. A veces hay disfonía por afectación vagal, así como síntomas autonómicos, aunque éstos sue-len ser raros, aparte de la anhidrosis distal en los pies.

Desde el punto de vista neuropatológico la primera lesión que se evidenció fue desmielinización segmen-taria. Luego se encontró degeneración axonal, demos-trándose que la desmielinización segmentaria era con-secuencia de un proceso degenerativo axonal distal.

Existen pocos datos con respecto a la neuropatía autónoma alcohólica. Muestreos con tests para la de-tección de alteraciones funcionales vegetativos (sim-páticas y parasimpáticas) evidencian una proporción variable de alteraciones, sobre todo en los grupos de más edad, en mujeres y cuando existe enfermedad he-pática establecida, así como un aumento de la morta-lidad en los pacientes con neuropatía vagal. Los estu-dios morfológicos en el vago en alcohólicos crónicos son escasos. Un estudio morfométrico demuestra en todos los casos estudiados una disminución significa-tiva de la densidad de fibras mielínicas en la parte dis-tal del nervio y degeneración axonal compatible con neuropatía retrógrada, previamente descrita.

Finalmente, el mal perforante plantar, es una complicación frecuente que consiste en una ulcera-ción crónica, tórpida, de bordes netos, a veces pro-funda e indolora, que asienta habitualmente en los puntos de apoyo. Es producida por la presión reitera-da durante la marcha en las zonas hipoestésicas y de mal trofismo, que puede conducir a la infección del tejido subcutáneo.

PRESENTACIÓN DEL CASOEl caso que presentamos es una mujer de 53 años

de edad, hipertensa, fumadora y con una neuropatía etílica, está en tratamiento con gammapentina 600mg c/8h y tramadol 50 mg c/8h como analgésicos para el dolor neuropático periférico.

La paciente alega que en el 2009 le diagnostica-ron un heloma bajo la cabeza del primer metatarsia-no, tras varias visitas al podólogo, éste se ulcera y tarda un año aproximado en cicatrizar. Durante este periodo, se produce una degeneración del tendón del flexor propio del primer dedo ocasionando un des-equilibrio muscular que consecuentemente se tradu-ce en una posición de hiperextensión del mismo. (fig 1 y 2). A continuación de este mal perforante plantar, y debido al mal apoyo que presentaba el pie se produce una segunda ulcera bajo la cabeza del 2º y 3º meta-tarsiano. Tras 3 meses de evolución consigue cerrar-se. A primeros del 2011 es derivada por el servicio de “Pie de riesgo” de la Universidad de Sevilla al servicio de “Cirugía podológica”. Y es entonces cuando se le plantea una solución quirúrgica definitiva.

En cuanto a la exploración preoperatoria realizada, encontramos que el pie sano presenta un pie cavo varo con antepié valgo, una FD limitada de la ATPA, primer radio PF y todos los dedos en garra incluso el primero. El pie afecto es exactamente igual exceptuando que el primer dedo se encuentra en hiperextensión.

Se solicitó analítica completa (Hemograma, bio-química y tiempos de coagulación) obteniéndose unos

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resultados con patrón de normalidad. La exploración vascular es óptima, con un índice tobillo-brazo de 1.1 y no presenta alergias a medicamentos ni anestésicos.

En el estudio radiológico, podemos observar que en la radiografía dorsoplantar existen una serie de fragmentos óseos consecuentes a la osteomielitis que se formó durante el periodo de la úlcera. Por otra parte, en la radiografía lateral apreciamos como la fa-lange se encuentra situada encima del metatarsiano generándose así un desgaste óseo en zona dorsal de la cabeza del mismo. (fig 3 y 4)

Para mejorar la funcionalidad del pie y conseguir que la paciente lograra calzarse, la única técnica qui-rúrgica posible fue la artrodesis de la AMTF. Como ya todos sabemos, la artrodesis consiste en la fijación de dos fragmentos óseos anclando la articulación, des-pués del procedimiento no habrá movilidad articular pero eso es exactamente lo que queremos conseguir porque la articulación anterior estaba totalmente de-generada. La osteotomía se realizó con unos 10 gra-dos de inclinación para permitir la propulsión.

En la revisión literaria realizada, podemos encon-trar que la artrodesis se está usando como tratamien-to de las iatrogenias quirúrgicas u otros procesos de degeneración en los que el primer metatarsiano se ve acortado. Esta técnica es de gran utilidad para resol-ver de forma definitiva la deformidad del primer radio, el cual se consigue alargar funcionalmente.

PROCEDIMIENTO QUIRÚRGICO• Se comienza realizando el bloqueo troncular

delprimerradioconmepivacaínaal2%yBeta-metasona, a dosis de 13.34 ml y 1.66 ml respec-tivamente. (fig 5) Seguido del lavado quirúrgico de la zona a intervenir con povidona yodada y aclarado con alcohol. Pintamos la zona a inter-venir y proseguimos con la isquemia suprama-leolar gracias al manguito neumático, como todos sabemos a unos 100 mm Hg por encima de la presión arterial sistólica de la paciente.

• Acontinuacióndiseñamosuna incisión longi-tudinal y dorsal sobre el primer radio y comen-zamos con la disección de los planos profun-dos. (fig 6) Un acto importante a destacar es la tenotomía en Z del extensor propio del primer dedo, clampándolo proximalmente con un mosquito para suturarlo posteriormente. (fig 7) A posteriori, realizamos la apertura longitudi-

nal de la cápsula y la liberación de los fragmen-tos óseos y adherencias existentes. (fig 8 y 9)

• Parahacerlaartrodesisreseccionamoslacarillaarticular de la base de la falange proximal del primer dedo y realizamos la osteotomía de la cabeza metatarsal a unos 10-15º de inclinación aproximadamente. (fig 10 y 11) Después coloca-mos las agujas K para asegurar la fijación que queremos conseguir (fig 12) y sujetamos ambos

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Figura 3.

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fragmentos óseos mediante tornillo canula-do de 22 mm de dorsal a plantar y de distal a proximal, previo avellanado del hueso. (fig 13) La aguja que se introduce para la colocación del tornillo, se retira. Mientras que la otra se man-tiene para estabilizar la osteotomía ya que la calidad ósea no era muy buena y los segmentos no eran del todo congruentes. Para terminar re-modelamos los picos óseos dorsales y laterales de la cabeza del metatarsiano con fresa de hue-so y lavamos con suero fisiológico. (fig 14)

• Finalmentesuturamoslacápsulaarticularconpuntos simples reabsorbibles 3/0, el tendón extensor propio del primer dedo con sutura re-absorbible 2/0. (fig 15) y la piel con una conti-nua de peletero de monofilamento 4/0. (fig 16) Curamos con povidona yodada, colocamos un apósito absorbente no adherente, gasas y un vendaje semicompresivo. También se realiza una radiografia postoperatotia para comprobar el sistema de fijación. (fig 17)

• Post-operatorioinmediato:Selerecomiendare-poso relativo, realizando pequeños paseos cada dos horas aproximadamente, colocar la pierna en alto y siempre usar el zapato post-quirúrgico. Continuará con el tratamiento antibiótico (amoxi-cilina 500mg cada 8 horas durante los próximos 7 días) y antiinflamatorios cada 12 horas pudiéndo-los intercalar con analgésicos si se precisa.

• Curas:- 1ª semana: la herida presentaba buen as-

pecto y coloración, seca y sin derrame.- 2ª semana: se procedió a la retirada de pun-

tos los puntos de sutura. (fig 18)- 4ª semana: se retiró la aguja k dado que la

fijación interna iba a permanecer.- 5ª semana: se recomendó que dejará de usar

el calzado posquirúrgico y se le tomaron los moldes para instaurarle el tratamiento orto-podológico en la próxima semana. (fig 19)

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EVOLUCIÓNLas ortesis plantares estaban compuestas de un

refuerzo de resina con varias capas en la zona del arco longitudinal interno para controlar la pronación y un alargo funcional del primer radio para elevarle el plano de trabajo al mismo y ayudarlo a propulsar. La cubierta se escogió de Rovalfoam para marcar la sobrecarga metatarsal existente y descargarla selecti-vamente en revisiones posteriores. En la entrega de plantillas se retocó la zona distal para que se pudiera calzar sin tener problemas de espacio por los dedos en garra. (fig 18)

Durante los primeros meses la paciente se adaptó correctamente al nuevo estatus de su pie. Tras 6 me-ses de evolución está muy satisfecha con el resultado de la cirugía y está a la espera de proseguir intervi-niéndose el resto de deformidades del mismo pie

CONCLUSIÓNEn algunos casos la cirugía paliativa va a ser el

tratamiento de elección para frenar el estado de la patología base y evitar una progresión más desfavo-rable.

La cirugía paliativa puede presentar un cierto ni-vel de complejidad superior al habitual pero si se de-sarrolla en condiciones óptimas el resultado puede ser muy positivo.

Gracias al tratamiento quirúrgico hemos con-seguido solucionar parcialmente la patología que presentamos en este caso. Poco a poco, la pacien-te deberá de tratarse el resto de las deformidades y adaptarse a una nueva morfología podal.

El tratamiento integral en podología ha mejorado la situación global de la paciente y cubierto por com-pleto todas sus necesidades.

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La Revista Española de Podología es la comu-nicación oficial del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos y da la bienvenida a los tra-bajos siempre que tengan relación con todos los aspectos relacionados con la Podología. Incluye de forma regular artículos originales, revisiones, artículos de formación continuada, casos clínicos, editoriales científicas. En ocasiones se publicarán los trabajos presentados en los Congresos.

Todo manuscrito no elaborado de acuerdo con las instrucciones posteriores será devuelto pen-diente de conformidad.

Cuando entregue un artículo, por favor esté se-guro que los siguientes aspectos están incluidos:

I. Una carta de transmisión a la Revista, firmada por todos los autores, en la cual deben ase-gurar que el artículo es original, que no está bajo consideración de otra revista, y que este material no ha sido publicado anteriormente. Este cometido es para hacer efectivo solo en el caso que tal trabajo sea publicado en la Re-vista Española de Podología. Si hay más de un autor relacionado con este manuscrito, deben hacer constar que “Todos los autores han leído y aprobado el manuscrito final”.

II. Un disquete o CD. Que contenga, el manuscrito y todas las fotos, figuras y tablas.

III. El manuscrito original y dos manuscritos dupli-cados completos con ilustraciones. El proceso editorial no puede empezar si no han sido re-cibidos.

Realización del manuscrito

Los manuscritos deben ser mecanografiados a doble espacio y márgenes anchos, escritos por una sola cara en hojas de tamaño DIN A4. Cada página debe estar numerada en el ángulo superior dere-cho. Las instrucciones específicas en relación con las diferentes presentaciones están expuestas más adelante. Todas las presentaciones deben conte-ner lo siguiente:

1. La primera página debe contener el título del manuscrito en (inglés y español), los nombres y dos apellidos de todos los autores en orden correcto, el estatus académico, afiliación, te-léfono, fax y dirección electrónica (e-mail) del primer autor para su correspondencia.

2. En la segunda página figurarán por este or-den: título del trabajo en español, y en inglés y resumen del mismo en español y en inglés. El resumen, máximo de 300 palabras, incluirá

la intencionalidad del trabajo, resultados más destacados y principales conclusiones, expues-tos de tal forma que pueda ser comprendido sin necesidad de recurrir a la lectura completa del artículo. Al pie de cada resumen se especi-ficarán de tres a seis palabras claves (español e inglés) para la elaboración del índice de la Re-vista.

3. Estructura del Texto: variará según la sección a que se destine.

a. Originales. Constará de una introducción que presenta el

problema que guía el estudio y objetivo del es-tudio; una sección de metodología y materiales utilizados en el trabajo, sus características, cri-terios de selección y técnicas empleadas; una sección de resultados, en las que se relata no interpretan, las observaciones efectuadas y una discusión en donde los autores expondrán sus opiniones sobre la base de los resultados obte-nidos por otros autores en publicaciones simi-lares.

b. Revisiones de conjunto. El texto se dividirá en todos aquellos apartados

que el autor considere necesario para una per-fecta comprensión del tema tratado.

c. Formación continuada. Lecciones para la formación en temas, funda-

mentalmente de aspectos básicos en relación con nuestra especialidad o afines.

d. Casos clínicos. Los artículos, sobre casos clínicos deben ofre-

cer información que no haya sido anteriormen-te publicada. Incluirá una introducción que consiste en una argumentación clínica sobre el caso, o el actual diagnóstico. Debe presentarse el problema que conlleva la utilización del caso especifico, su estudio, evaluación y diagnóstico así como la razón o razones por las que estos procedimientos utilizados son más útiles que cualquier otro proceso, procedimiento o diag-nóstico.

e. Editoriales científicas. Máximo 2 folios.4. Bibliografía. Se presentará en hojas aparte, con las mismas

normas mecanográficas antes expuestas. Se dispondrá según el orden de aparición en el texto, con la correspondiente numeración co-rrelativa, o bien reseñando por orden alfabético los distintos artículos manejados en la confec-ción del trabajo y especificando en el texto la numeración correspondiente. En el texto del artículo constará siempre la numeración de la cita en número entre paréntesis, vaya o no vaya

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acompañado del nombre de los autores; cuan-do se mencione a éstos, si se trata de un traba-jo realizado por dos, se mencionará a ambos, y si son más de dos, se citará el primero seguido de la abreviatura “et al.”. Las citas bibliográficas se expondrán del modo siguiente:

a. número de orden; b. Apellidos e inicial del nombre de todos los autores del artículo; c. Título del trabajo en lengua original; d. Título abreviado de la revista, según el World Medical Periodical, año de publicación; y e. Número de volumen y página inicial y final del trabajo ci-tado, todo ello con la puntuación del siguiente ejemplo:

1. Maestro Perdices A., Mazas Artasona L. La to-mografía computerizada en el estudio del pie. REP 2003; vol. XIV: 14-25.

Si se trata de citar un libro, se hará con el si-guiente orden: apellidos e inicial del nombre de los autores, título en la lengua original, ciu-dad, editorial, año de la edición y página inicial y final a la que se hace referencia. Ejemplo: 1. Herranz Armillo JL. Actualización de las Epilep-sias. Barcelona. Ed. Edide; 1994; 49- 83.

5. Iconografía.Las ilustraciones deben ser imágenes electró-

nicas, o dibujos originales y/o tablas. Cuando se presentan fotografías o radiografías, es preferible que las imágenes sean electrónicas y que se in-cluyan las copias impresas. Si no es posible pre-sentar imágenes electrónicas, entonces se pueden usar impresos satinados de buena calidad. En el anverso de cada ilustración, indicar el número de esta ilustración, marcar claramente rotulado el tí-tulo del trabajo (nunca los nombres de los autores ni el de la institución). Enviar impresos sin pegar. Dibujos, tablas, y la escritura de los impresos nor-malmente deberían presentarse en negro, utilizar negro sobre fondo blanco. Hacer la escritura de los impresos suficientemente grande como para ser leída cuando los dibujos sean reducidos de tama-ño. Especificar fechas o iniciales en las páginas, no en las fotos, dibujos, etc. Cuando las ilustraciones han sido publicadas en otro lugar, el autor debe incluir una carta del propietario original de los de-rechos de autor, concediendo el permiso de reim-primir esa ilustración. Dar la completa información sobre la publicación anterior, incluyendo la página específica en la que aparecía la ilustración. Todas las ilustraciones, tablas y gráficos deben ser cita-dos en el texto. Explicar lo que muestra cada una de las ilustraciones, más que definirlas simple-mente. Definir todas las flechas y otros indicadores del estilo que aparezcan en la ilustración. Si una

ilustración es de un paciente que es identificado como un número de caso en el texto o la tabla, in-cluir ese número de caso en el texto.

Autoría

Debe ser claramente percibido que cada autor ha participado en el diseño del estudio, ha contri-buido a la compilación de datos, ha participado en escribir el manuscrito, y asume toda la responsa-bilidad del contenido de dicho manuscrito. Nor-malmente, no deberían ser presentados en lista más de seis autores. Aquellos que han colaborado individualmente en solo uno de los apartados del manuscrito o en solo algunos casos deberían ser nombrados en nota a pie de página. Los trabajo enviados a la Revista Española de Podología que-darán en propiedad de la Revista y su reimpresión posterior precisará de la autorización de la misma.

Proceso de aceptación de los manus-critos

Los manuscritos serán registrados con un nú-mero de referencia, a partir del cual los autores podrán obtener información sobre el estado del proceso de revisión, que sigue las siguientes fases:

a. Revisión Editorial: El equipo editorial revisa todos los trabajos, y si cumplen las normas de remisión del manuscrito, lo envían a dos miem-bros del comité científico para su valoración.

b. Revisión Científica: Los miembros del comité científico hacen una valoración del manuscri-to. La exclusión de un trabajo no implica for-zosamente que no presente suficiente calidad, sino que puede deberse a que su temática no se ajusta al ámbito de la publicación.

c. Aceptación o rechazo del manuscrito: A través de los informes realizados por el comité cien-tífico, la redacción de la Revista establece la decisión de publicar o no el trabajo, pudiendo solicitar a los autores la aclaración de algunos puntos o la modificación de diferentes aspec-tos del manuscrito.

Una vez el manuscrito final haya sido aceptado, los autores recibirán una notificación de la acepta-ción del mismo.

Envío de los trabajos:

Los artículos se enviarán al Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos. Revista Españo-la de Podología. C/ San Bernardo, 74 Bajo Dcha. 28015 Madrid.

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