pablo trapero en clase ejecutiva julio 2015

8

Upload: andrea-del-rio

Post on 23-Jul-2016

216 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

El más taquillero de los directores argentinos de la nueva generación estrena El clan, su primer thriller, basado en los crímenes de la familia Puccio. Su visión del cine militante versus el partidario. Y el desafío de producir películas en el país.

TRANSCRIPT

Page 1: Pablo Trapero en Clase Ejecutiva JULIO 2015

nota de tapa trapero.qxd 23/07/2015 06:51 p.m. Page 16

Page 2: Pablo Trapero en Clase Ejecutiva JULIO 2015

TRAPEROPABLO

CLASE <1177

VUELVE AL CINE CON EL CLAN, SU PRIMER

THRILLER BASADO EN HECHOS REALES.

REFERENTE DEL NUEVO CINE ARGENTINO,

QUE IMPREGNÓ LAS PANTALLAS LOCALES CON

SU MIRADA SOCIAL CRÍTICA EN LOS ‘90, SE

CONVIRTIÓ EN UN CINEASTA CON LAS CIFRAS

DE ESPECTADORES, EL FAVOR DE LA CRÍTICA Y

LOS PREMIOS INTERNACIONALES DIGNOS DE

UN DIRECTOR MAINSTREAM. EL DESAFÍO DE

FILMAR LA HISTORIA DE LOS PUCCIO COMO

METÁFORA DE LOS VICIOS PRIVADOS Y LOS

MALES PÚBLICOS DE UNA DEMOCRACIA

TODAVÍA JOVEN. Y SU VISIÓN DE LA DICOTOMÍA

PELÍCULAS MILITANTES VERSUS PARTIDARIAS.

Txt: Andrea del Rio

Entrevista: Andrea del Rio y Karina Crulcich

Phs: Antonio Pinta

El cine es político: puede provocarcambios. Pero no me gusta quebaje una idea”

nota de tapa trapero.qxd 23/07/2015 04:40 p.m. Page 17

Page 3: Pablo Trapero en Clase Ejecutiva JULIO 2015

E1188> CLASE

Entre Rulo, un operador de maquinaria pesada que selas rebusca en la Argentina fracturada del fin de laconvertibilidad y la flexibilidad laboral, y Arquímedes,un contador de clase media acomodada de San Isidroque en los ‘80 lideró una banda familiar que secuestróy asesinó a empresarios de su entorno, caben todas lasastillas de los sueños rotos de la historia reciente delpaís. También, entre Mundo grúa (1999) y El clan(con fecha de estreno para el próximo 13 de agosto)puede rastrearse la obsesión del director Pablo Traperopor dar cuenta de las gestas privadas que florecen en elfango de las deudas públicas de la democracia. PorqueEl bonaerense (2002), Familia rodante (2004), Nacidoy criado (2006), Leonera (2008), Carancho (2010) yElefante blanco (2012) configuran una suerte deexploración cinematográfica de los mecanismos devigilancia y castigo que imperan en las instituciones—las fuerzas de seguridad, la cárcel, la Justicia, loshospitales públicos, la Iglesia, la familia— bajo elcomún denominador del disciplinamiento, según lospostulados de la Teoría del Control del sociólogoMichael Foucault. Pero no se trata de ejercicios teó-ricos, sino de una filmografía tan comprometida consu época como arraigada en la idiosincrasia vernácu-la. En sus primeros títulos, apeló a un registro semi-documental basado en actuaciones naturalistas(muchos de sus protagonistas de entonces eran acto-res amateurs e incluso sus familiares) pero, con elbeneplácito de una taquilla que nunca le fue esquiva,se radicalizó discursiva y estéticamente, al tiempoque sumó a una figura convocante como RicardoDarín como guiño a la categoría mainstream quecobró el corpus de su obra. La excepcionalidad del éxito de Trapero radica enque sus crudos retratos del espanto cotidiano natura-lizado, lejos de confinarlo al circuito de culto quefatiga el cine social de autor, lo posicionaron comouno de los pocos exponentes del Nuevo CineArgentino —movimiento que, desde los albores dela década del ‘90, abrevó en la marginalidad comosujeto cinematográfico y en la factura independientecomo declaración de principios— que bate récordsde espectadores locales, cosecha premios en los prin-cipales festivales del mundo y se estrena en las gran-des plazas internacionales. Así, en los escasos peroprolíficos 13 años que mediaron entre Mundo grúa,que convocó a 60 mil personas (un hito para unaópera prima) y Elefante blanco, que fue vista por 757mil, Trapero acumuló otros lauros que lo conviertenen un caso único. A saber: es uno de los dos argenti-nos que presentaron cinco de sus películas en elFestival de Cannes; en 2014 fue el primer latinoame-ricano en presidir el jurado de Un certain regard,sección paralela a la competencia oficial por la Palmade Oro, que premia filmes “alternativos, originales ydiferentes”; a fines de junio fue distinguido comoChevallier L’Ordre des Arts et des Lettres por elMinisterio de Cultura de Francia, en reconocimientoa la buena recepción de sus trabajos entre el público

galo; y la edición 2015 del Festival Internacional deCine de Cartagena, el más antiguo del continente, lededicó una retrospectiva en virtud de “su aporte a lacinematografía latinoamericana”. Y justo en ese punto del recorrido donde cualquierotro hubiera echado raíces —financiamiento, recau-dación y prestigio no son hadas que visiten regularni simultáneamente a la especie filmmaker—,Trapero patea los barrotes de la jaula de oro. Su nueva película es un thriller, género que nuncaantes había abordado. Su nueva película está prota-gonizada por Guillermo Francella y Peter Lanzani,un actor popular oscarizado (El secreto de sus ojos) yun joven talento en alza (producto de la factoría CrisMorena, promete ser la revelación teatral del añocon Equus, que consagrara a Miguel Ángel Solá en1976), fórmula que nunca antes había probado. Sunueva película es una coproducción entre su compa-ñía (Matanza Cine), Telefé y Telefónica Studios, másel combo Kramer & Sigman Films y El Deseo (dePedro y Agustín Almodóvar) —que estuvo detrás deRelatos salvajes, de Damián Szifron—, y será distri-buida internacionalmente por 20th Century Fox,una alianza de grandes popes de la industria sinparangón en su carrera. Su nueva película explicitaque está “basada en un hecho real”, aclaración queen absoluto necesitó hacer antes, porque ningúnotro de sus relatos había corrido tanto riesgo de serjuzgado como inverosímil. Su nueva película es Elclan. Y demuestra que, acaso, el kilómetro cero deesa frase trillada que indica que “la realidad supera ala ficción” estuvo en la casona de Martín y Omar al500, en San Isidro, donde el 23 de agosto de 1985fue capturada una familia de clase media acomodada—papá contador, mamá docente, 3 varones rugbiers,2 hijas con inquietudes artísticas— que, duranteaños, había sido el azote de amigos y conocidos aquienes secuestraban y torturaban (primero en unbaño del primer piso del hogar, luego en un sótanoconstruido ad hoc en ese mismo predio) para luegocobrar millonarios rescates... Y asesinarlos. Desdeentonces, los Puccio se convirtieron en uno de loscasos más espeluznantes de la crónica policial. A 30 años de su detención, Trapero concreta unproyecto al que le venía dando vueltas desde su pasopor la Universidad del Cine. Nacido en 1971, fuetestigo de la explosión mediática del caso. Y nunca leperdió pisada, atraído por desentrañar los mecanis-mos ocultos de la relación entre Arquímedes, líderde la banda, y su hijo favorito Alejandro, wing delClub Atlético San Isidro (CASI) e integrante de LosPumas, que oficiaba de entregador. Otro eje lo des-veló todos estos años que invirtió en investigar (para lo cual entrevistó a familiares de los secuestra-dos, a periodistas que siguieron el caso, a los juecesintervinientes Alberto Piotti y María Romilda Servinide Cubría): la trama de encubrimiento cívico-militarque amparó un accionar delictivo que se quiso hacerpasar como emprendimiento privado cuando, en ver-

nota de tapa trapero.qxd 23/07/2015 04:41 p.m. Page 18

Page 4: Pablo Trapero en Clase Ejecutiva JULIO 2015

dad, formaba parte de una práctica que involucrabaa miembros de los servicios de inteligencia, las fuer-zas armadas y organizaciones paramilitares entre1982 y 1985, esa zona gris entre la dictadura debi-litada y la democracia incipiente. ¿Por qué ahora: lo apuró el 30º aniversario ofinalmente encontró las respuestas que buscaba?Hace mucho tiempo que quería hacer esta película,

pero sentía que tenía que esperar un momento par-ticular. En general, no es que termino una y empie-zo a pensar en la siguiente, sino que hay un proce-so que ocupa más tiempo entre un estreno y elarranque de la siguiente. El mejor ejemplo esFamilia rodante, que fue mi tercer largometrajepero el primer guión que empecé a escribir en laépoca en que estudiaba cine. El clan era una pelícu-la que quería hacer desde hace mucho. En lo per-sonal, el caso me atrajo, como a la mayoría de lagente que lo siguió en ese momento, aunque elinterés creció con el tiempo, porque en el ‘85 eraadolescente y, especialmente, porque las noticias delcaso empezaron mucho más tarde, cuando seempezó a saber todo lo que había pasado, ya quedurante muchos años hubo incredulidad de losmedios, incluso sobre que ellos hubieran sido losverdaderos responsables. Fue un caso alucinanteque seguí por curiosidad personal. Y empecé a tra-bajarla ya cuando estaba haciendo Leonera: recolec-té información, leí y escribí algunas cosas. Decidíque iba a hacerla después de Elefante blanco, peroen el medio me invitaron a hacer una película enIndia, un proyecto muy grande que me llevó dosaños de viajes y preparación pero finalmente no sehizo. En ese momento decidí retomarla: sentí queera muy bueno todo lo que había pasado conElefante blanco, una película muy contemporánea ycon una inmediatez vigente, para ir a lo opuesto: auna historia de época, basada en un hecho real, endonde los nombres de los personajes son los nom-bres de las personas. ¿Cómo fue filmar, por primera vez, una historiasobre los victimarios, y no sobre las víctimas del sistema?Es una película que tiene muchas maneras de servista... Por un lado, y principalmente, está la histo-ria de la familia, pero más todavía la relación entreArquímedes y Alejandro: siento que en cualquierlugar del mundo la gente va a poder llegar a la his-toria a través de ese vínculo, porque en sí es muydifícil identificarse con lo que hacían, es muy difícilcreer que tuvieran esa doble vida tan extrema. PeroEl clan propone acercarse a una comprensión a tra-vés de los elementos que, como espectadores, tene-mos más cercanos: al fin de cuentas, todos somoshijos de alguien y tuvimos algún tipo de vínculoque nos puede ayudar a entender esa relación... Esees el corazón de la película. Por otro lado, está loque hizo que este caso policial sea tan famoso: ladualidad, la fachada tras la que escondían ese nego-cio familiar pero también la época en la cual pasó.Es muy sintomático cuándo lo hacían y cuándo losatraparon en relación a lo que pasaba en el país enese momento. Eso está muy presente en la película. Es su debut en una película de época, quereconstruye minuciosamente el período 1982-1985. Además, entrevistó a Piotti y Servini deCubría, dos de los jueces que tuvieron la causa,a peritos y familiares de los secuestrados. ¿Sesintió limitado por el mandato de verosimilitud,

"ES MUYSINTOMÁTICOCUÁNDO LOS

PUCCIO HACÍAN LO QUE HACÍAN Y CUÁNDO LOS ATRAPARON"

CLASE <1199

nota de tapa trapero.qxd 23/07/2015 04:41 p.m. Page 19

Page 5: Pablo Trapero en Clase Ejecutiva JULIO 2015

al encarar una historia basada en hechos tan rea-les como recientes?Encarar este caso real me obligó a repensar unamanera de escritura, porque si bien está basado enun hecho real, es una interpretación: yo no estabacon Arquímedes escuchando cómo hablaba conAlex pero, excepto esa intimidad, tuve mucho rigorcon todos los sucesos históricos que se dieron enesas fechas para mostrar cómo se interrelacionabancon la vida que la familia llevaba fuera de la casa. Eltrabajo de investigación fue bastante largo... Hablécon muchos jueces, porque no había una causa uni-ficada: hubo casos que muchos años después empe-zaron a identificar como que tenían a los mismosresponsables... Hay una frase en la película, basadaen esas charlas, que señala que nadie que viviera enesa casa podía desconocer lo que sucedía, por eltipo de arquitectura y su lógica de funcionamiento.Me documenté con peritos y policías para recons-truir esa vivienda con mucho rigor. También fui-mos al CASI, buscamos a periodistas que cubrieronel caso y a familiares de las víctimas... Mucha genteno quería hablar (NdE: Alejandro falleció en 2008,su hermano Daniel está prófugo y Arquímedes murióen libertad en 2013). Pero conversar con toda lagente que se animó a contarnos cosas fue un proce-so largo previo a la escritura. Y encarar el guióntambién fue intenso, porque tiene un peso distintoque los personajes lleven los nombres reales. Poreso la propuesta de la película no es lineal, sino consaltos temporales: la idea es que el público sea partede esa investigación que encaramos, donde losdatos van llegando de a partes.¿Cuál es su primer recuerdo del caso Puccio?Más que un recuerdo es la imagen de una familiaque secuestraba a gente en su casa. Porque en esosprimeros años de la década del ‘80 se sabía demuchos secuestros realizados por la mano de obradesocupada que hacía sus negocios privados. Peroque fuera una familia que tenía gente retenida en elbaño era muy fuerte. Y además algunos de sus hijoseran chiquitos... Eso, tan extremo, es lo que másrecuerdo. También me impactó que sucediera enSan Isidro, porque las noticias de crímenes que vie-nen de esos barrios son de otro estilo. Lo curiosoes que sus propios vecinos al principio se resistían acreerlo: era más fácil leer que algún conocido habíacaído por un negocio financiero que por tener a untipo encerrado en el baño o en el sótano.Hasta ahora, su filmografía le mostraba a laclase media ciertas realidades que, quizás, sonlejanas a su día a día. Pero esta película apuntaal monstruo que habita al otro lado de lamedianera, quizás bajo el mismo techo...Sí, porque la película habla de la hipocresía, al finde cuentas. Y la hipocresía parece que siempre es deotro. Cuando hablás del Proceso, parece que losmilitares llegaron en un ovni. Y no: eso llegó porun montón de cosas de las que todos los adultosque habitaron este país, en ese momento, de algunamanera fueron cómplices. Es invitar, también, ahacer una reflexión sobre qué nivel de responsabili-

dad tenés sobre eso que pasa al lado: por supuestoque lo que hacían los Puccio puertas adentro erauna responsabilidad suya, pero eso además sucedíaen un contexto. Entonces, lo que propone la pelícu-la es preguntarse: “¿Y vos qué estabas haciendo?”.¿Es una pregunta que sigue siendo válida a 32años de la vuelta de la democracia?Una de las cosas que más me atrae es cómo se va aparar el público a mirar la película, porque están losque vivieron el caso pero también muchos chicosque no saben bien cuándo llegó la democracia por-que nacieron en ella. Por momentos, me pregunta-ba si teníamos que poner la fecha de referencia dealgunos hechos de contexto, porque para mí esobvio cuándo asumió Alfonsín. Pero, hablando conadolescentes, está la fantasía de que la democraciallegó en el ‘83... Y no llegó ahí: se votó en octubrey él asumió en diciembre, así que realmente la

empezamos a vivir en el ‘84. De 1 a 10, ¿cuánto influyó el contexto para quelos Puccio cometieran ese tipo de delitos?Diría que 9. Desde luego que ellos fueron respon-sables en un 100 % de sus decisiones, pero lo quehacían podía tener ese grado de impunidad porquehabía un esquema que los protegía. Cuando esatrama comenzó a resquebrajarse, se les acabó. Enesa época lo vivimos con la caída de la banda deAníbal Gordon (NdE: Ex SIDE y líder de la bandaparapolicial Alianza Anticomunista Argentina,conocida como Triple A), entre muchos otros casos.Todavía se sigue arrastrando un lastre de complici-dades que siguen siendo políticas, como se vio enlas noticias que fueron saliendo mientras hacíamosla película: todo lo que se habla de los servicios deInteligencia no es algo que se terminó en el ‘85, nien el ‘84 ni en el ‘83 y medio...Si su conclusión es que no eran cuentapropistasdel secuestro extorsivo, ¿por qué no profundizóen esa cadena de complicidad que integraban?Porque la película no es sobre el sistema sino sobrela familia. La película se llama El clan, no se llamaLa transición, donde uno podría haber narrado esemomento político. Se centra en ellos, y a travéssuyo es que uno puede ver ese trasfondo. El públi-co hará su propio análisis, saldrá, se pondrá a inves-tigar y va a descubrir miles de cosas. Por ejemplo,que Arquímedes tuvo una vida política muy convul-sionada desde muy joven, fue de Tacuara y de laTriple A, fue correo diplomático en la época dePerón, estuvo preso por una causa de contrabandode armas a través del servicio diplomático. Hay unaserie de historias que la película puede contar, perolo interesante es que siempre se ve que Arquímedesestuvo en ese límite entre lo legal e ilegal. ¿Quién protegía a los Puccio?El hecho de hacer la película me generó un mon-tón de preguntas... Se insinúa que a Arquímedesalguien lo protegía, pero no queda bien en claroquién. En un momento, Aníbal Gordon le dice:“Vos sos bueno dando servicio de hotelería”, quees como en la jerga se alude a quienes ‘hospedan’ alos que otros secuestran. Ahí hay un indicio de quealgo más pasaba, porque ese sótano era una especiede cárcel en alquiler. Incluso la película se centra enlos cuatro casos por los que fueron juzgados (NdE:Ricardo Manoukian, Eduardo Aulet y EmilioNaum, asesinados; y Nélida Bollini de Prado, resca-tada por la Policía), pero hay muchos otros en losque se sospecha que participaron, no como autoresmateriales del secuestro sino por haberlos manteni-do en cautiverio... Una de las preguntas sin res-puesta es cuál era el verdadero objetivo. Y, además,está el tema de con quién tenían que compartir laplata que cobraban, porque no es que cobraban losmillones y aparecían con un auto importado... Almismo tiempo, Arquímedes tuvo muchos privile-gios hasta que murió y eso, para los que conocen elsistema, no es gratis: los privilegios a los que acce-dió durante 25 años de estar en prisión salenmucho dinero. Alguien lo tuvo que pagar: ¿fueron

“UN SALTO HACIA ADELANTE”Por Axel Kuschevatzky*

Conozco a Trapero desde la época que hizo Mundo grúa,su primera película, en 1999. Me llama la atención cómoconstruye un universo sólido y mantiene un estilo perso-nal muy marcado y concreto en cada una de sus pelícu-las. Tiene una voz propia muy potente y reconocible quelo define. Como director, tiene mucha conciencia de susobras como un todo: no es alguien que esté preocupadosólo por un aspecto del cine, sino que tiene una miradaglobal. En cuanto a las temáticas, es un tipo con un olfa-to impresionante para encontrar grandes argumentos, lla-mativos, potentes, como fue la cárcel de mujeres enLeonera, el submundo de los abogados truchos deCarancho o la corrupción policial en El bonaerense,temas sobre los cuales no había muchos antecedentesen el cine argentino. Es parte de un movimiento de refun-dación del cine nacional de los años ‘90, momento en elque se cambiaron las reglas de juego y se abrió el cami-no para formas de discurso y narrativas distintas.En cuanto a El clan, cuenta mucho sobre qué pasó en latransición entre el fin de la dictadura y el comienzo de lademocracia, hace un análisis muy interesante. Además,tuvo que pensar cómo eran los personajes de esa fami-lia, qué los llevaba adelante: si bien es fácil en una pelí-cula de género analizar cuáles son los objetivos delhéroe, en El clan eso se dificultó por la oscuridad de losprotagonistas. La película es muy compleja y es un de-safío muy grande. Tal vez el salto hacia adelante deTrapero tiene que ver con hacer cine de género sin aban-donar su estilo personal.

*Director de Telefónica Studios

2200> CLASE

nota de tapa trapero.qxd 23/07/2015 04:43 p.m. Page 20

Page 6: Pablo Trapero en Clase Ejecutiva JULIO 2015

los ahorros de esos años o los favores que le debí-an? Es muy atractivo el caso por lo que habla dela Argentina...Cuando Arquímedes se enteró que iba a filmarla película, quiso que se reunieran, pero murióa los pocos meses. ¿Hubiera sumado algo ver ala bestia a los ojos?Se enteró por los medios de que iba a hacer lapelícula y, en los reportajes, decía: “Que mevenga a ver”. Estaba viajando, con el proyecto dela película en India, y cuando volví había muer-to... No sé si la habría pasado muy bien, pero mehubiera gustado verlo. Lo alucinante de la últimaetapa de entrevistas que dio es que parecía unpobre viejito... Pero cuando hablaba, seguía sien-do tan delirante como antes: nunca reconocióningún crimen y decía que había sido víctima deuna gran confabulación. Hasta el final hablaba, entono mesiánico, de una especie de lucha santa quelo había llevado a mudarse a San Isidro para ven-garse de las clases pudientes. Pero era todo unaensalada: fue Tacuara, después de la Triple A y, enalgún momento, se reivindicó como montonero.Como personaje, muy atractivo. Pero, también,un hombre tenebroso: creo que la película fuepudorosa en relación a la crueldad que tenía.¿Qué le hubiera preguntado: por qué lo hizo oo por qué involucró a sus hijos?Por qué no decía la verdad. ¿Qué era lo que lomovilizaba? Porque su primera víctima fue sufamilia. Hay muchos tipos que tienen una doblevida, de la cual sus seres queridos están ajenos;pero que haya metido a su mujer e hijos e, inclu-so, se los haya llevado puestos, teniendo la posibi-lidad de exculparlos... Al contrario, no hizo nadapara que eso pasara. ¿Y por qué siguió ocultandolos móviles reales? Da la sensación de que teníaque proteger a alguien: se declaraba inocente,pero nunca culpó a nadie. Que formaba parte dela SIDE es sabido. Se fue con un montón desecretos.Su trabajo se inscribía, hasta ahora, en lacorriente de cine social. ¿Siente que ya agotóese espacio discursivo?No me parece que El clan no sea cine social. Esdistinto, en todo caso. Si por social se entiendeque los protagonistas sean de clase baja... No,creo que lo social es más amplio. Por eso, la pelí-cula tiene un punto de vista: esto pasa porque hayuna sociedad que permite que pase. Es simple-mente distinto el grupo de personas que se ven,pero la descripción de cómo las sociedades tienenque ver con eso que sucede, no es tan diferente. Su cine, dado su tono de denuncia, ha sidodefinido como militante. ¿Qué piensa delreciente boom de películas de tono politizado, e incluso partidario? Justamente, haría una diferencia. Muchas vecesme han preguntado si me molesta que digan quehago cine político. Y a mí me parece que es unapregunta que la historia del cine la responde sola:el cine es político por definición. Incluso cuando

CCAARRAANNCCHHOO ((22001100)) // 661155 MMIILL

Una historia de amor y muerte entre un abogadoespecializado en accidentes de tránsito y una médicaemergentóloga. Inspiró un proyecto de ley para protegera las víctimas de estafas por indemnizacionesfraudulentas. Protagonizada por Ricardo Darín, fue elenvío oficial de la Argentina a los Oscar. Fue presentadaen Un certain regard, sección paralela de Cannes.

FFAAMMIILLIIAA RROODDAANNTTEE ((22000044)) // 5555 MMIILL

Cuatro generaciones comparten, en ocasión delcumpleaños 84º de la matriarca, un viaje enmotorhome para asistir al casamiento de unosparientes en el norte argentino. Participó en laselección oficial del Festival de Venecia y obtuvopremio al mejor director y mejor actriz(Graciana Chironi, la abuela de Trapero) en elFestival Internacional de Cine de Gijón.

LLEEOONNEERRAA ((22000088)) // 113300 MMIILL

Una reflexión sobre los desafíos de la maternidad dentrodel sistema penitenciario, que impulsó cambios en lalegislación vigente en la Argentina. Nominada a la Palmade Oro en Cannes, fue elegida por la Academia de lasArtes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina comorepresentante nacional en los Oscar, además de arrasaren los festivales de La Habana, México y Lima.

EELL BBOONNAAEERREENNSSEE ((22000022)) // 222211 MMIILL

Acusado injustamente de un intento de robo, unhumilde cerrajero de pueblo se convierte enaspirante a agente de la Policía de la provinciade Buenos Aires. Premio de la críticainternacional en el Festival de Chicago y mejorpelícula iberoamericana en Guadalajara.

EELLEEFFAANNTTEE BBLLAANNCCOO ((22001122)) // 775577 MMIILL

Dos curas villeros y una asistente social se enfrentana la violencia cotidiana que impera en Ciudad Oculta,concretamente en el esqueleto de un mega hospitalnunca inaugurado y ocupado por familias trabajadorasy también delincuentes. Compitió en la sección Uncertain regard del Festival de Cannes. Fue la películaargentina más taquillera del año.

NNAACCIIDDOO YY CCRRIIAADDOO ((22000066)) // 2266 MMIILL

Cuando un profesional de clase media vequebrada su plácida vida familiar, decideautoexiliarse en un paraje patagónicoremoto,para expiar culpas en una rutina detrabajo embrutecedora. Mejor película ydirector en el Festival de Cine de Gramado.

EELL CCLLAANN ((22001155)) // SSEE EESSTTRREENNAA EELL 1133 DDEE AAGGOOSSTTOO

Detrás de la fachada de una típica familia del tradicionalbarrio de San Isidro se oculta una siniestra bandadedicada al secuestro y asesinato de empresarios,liderada por el pater familias y su hijo, un rugbier en alza.Basada en la historia real de la familia Puccio.

*Cifras de espectadores, gentileza www.ultracine.com.

TRAPEROXTRAPERO

MMUUNNDDOO GGRRÚÚAA ((11999999)) 6655 MMIILL EESSPPEECCTTAADDOORREESS

Rulo, un operador de grúas de 50 años, carga condignidad el peso de una vida con demasiadossinsabores y algunos fugaces momentos degloria. Premio al mejor director en Bafici (BuenosAires Festival Internacional de Cine), especial deljurado (La Habana) y mejor película (Toulouse yRóterdam).

CLASE <2211

nota de tapa trapero.qxd 23/07/2015 04:44 p.m. Page 21

Page 7: Pablo Trapero en Clase Ejecutiva JULIO 2015

una película pretende no decir nada, está dandouna visión del mundo. Entonces, la pretensión deque una película sea apolítica habla de una manerade ver el mundo. El cine es un hecho político: estáen la calle, cuenta una historia, la gente la ve. Nopuede cambiar las cosas, pero puede provocar cam-bios (NdE: Tras Leonera, se aprobó la prisión domi-ciliaria para madres; Carancho motivó la sanción deun proyecto de ley que protege a las víctimas de acci-dentes de tránsito de los abogados carroñeros; yElefante blanco inspiró el Plan Nacional deAbordaje Integral, de asistencia a barrios, parajes ypueblos carecientes).¿Y qué rol le cabe a filmes como NéstorKirchner, de Paula de Luque? En la historia siempre hubo cine militante, que esun cine al servicio de una idea. Yo no creo en eso.Fijate en las películas de la vanguardia rusa, quecontaban la Revolución: si las ves ahora, se queda-ron sin valor estético. Asociadas con un pensamien-to de la época, tienen más valor como documentoque como un hecho estético que es primero, yantes que nada, una película. El cine es un hechoestético, y eso da una visión política de las cosas.Pero no lo pienso al revés: las películas al revés meaburren, porque prefiero tener una discusión políti-ca en una mesa e intercambiar ideas. No me gustael cine que viene a enseñarme qué tengo que pen-sar y decidir, eso no es natural en el cine. El cinetiene mucha capacidad de transmitir ideas, de ayu-dar a que las cosas salgan a la luz, a que se generendebates e intercambios... Pero no creo en su capa-cidad de adoctrinamiento. Hubo mucho cineargentino en la década del ‘70 que permitió docu-mentar esa época: era muy militante y registrócosas que nadie podía ver de otro modo. Pero a míme gusta un cine que dialogue con el espectador,no que baje una idea. Sino, las películas se vuelvenmuy esquemáticas, muy aburridas, muy pedagógi-cas. Y no me siento cómodo con eso, ni comoespectador ni como realizador. Es una manera quetengo de ver las cosas: mis ideas son mías. Una particularidad de esta década es la políticade subsidios direccionada a ciertos proyectosaudiovisuales. ¿Cómo ve a la industria hoy?Hay varias cuestiones para responder... Por ejem-plo, la Ley de Cine es una normativa inédita quetenemos mucha suerte de tener y que salió, curio-samente, en la época del expresidente CarlosMenem, es decir, en una etapa en donde todas lasleyes iban al revés. ¿Qué es lo atractivo? Que cual-quier película tiene que dejar un fondo: no es quela señora que está en su casa tiene que pagar unimpuesto que va al cine, sino que lo genera la pro-pia industria. Y está bien que exista, porque el cinemaneja unos costos enormes y, en general, todoslos países que tienen una producción cinematográ-fica que no es deliberadamente comercial, como enlos Estados Unidos, tienen una industria saludableporque hay una ayuda de este estilo. En laArgentina hay mucha gente queriendo hacer bue-

nas películas, y estas ayudas colaboran para queexistan; pero también hay gente que lucra demanera deshonesta, que inventa proyectos detrásde los cuales no hay necesariamente una ambiciónestética. Son cuestiones que, para mí, no tienennada que ver con el mundo del cine.¿La estrategia de exhibición de las películas nacionales es el eslabón más débil de la cadena?La cuota pantalla está bien y ayuda a que al cineargentino le vaya bien. Pero es lógico que no todasse puedan estrenar de la misma manera, influyen lasfechas y las salas disponibles... No es lo mismo eltipo de suerte que va a tener en las salas El clanque la que tuvo El bonaerense, para comparar mispropias películas. Y si eso lo trasladás al conjunto,con las 100 películas en promedio que se hacen alaño en el país, seguramente va a haber muchas que,por más ayudas que tengan, no podrán encontrarsu público. Ese es el debate más importante que seviene: cómo se ven las películas. Para mí, el cine esel lugar ideal, porque me formé así. No sé qué va a

pasar en 15 años, porque ya hoy podemos ver unapelícula en un teléfono. Personalmente, es algo queme resulta muy difícil, pero tengo que decir que hevisto películas en un avión y las he disfrutadomuchísimo, sin ser pantallas descomunales... En su faceta de emprendedor, al frente de la productora Matanza Cine, ¿cómo decide en quéproyectos invertir?Mi olfato como director no siempre va igual que elde productor. Como director, tiene que ser algoque esté muy seguro de que lo voy a poder conti-nuar saludablemente, porque una historia se cons-truye a lo largo de varios años y se vuelve tu vidacotidiana durante mucho tiempo. Como productores distinto, porque no estás tan involucrado emo-cionalmente, entonces podés dar un pasito hacia lomás frío y así es más fácil hacer ciertos análisis.Pero, al fin de cuentas, la elección de los proyectoses intuitiva: si hubiera una fórmula que repitieras,que siempre las viera el público y tuvieran buenascríticas, no habría ninguna película mala. Lo fasci-nante de hacer cine es que no hay una receta y,aunque parezca un lugar común, cada película esempezar un poco de vuelta. Claro que la experien-cia te ayuda en un montón de cosas, pero el con-texto cambia siempre y te podés volver más conser-vador en ciertas decisiones...Desde 2002, la empresa que fundó con sumujer, la actriz Martina Gusmán, atravesóvarios ciclos económicos...Y sobrevive.¿Qué dificultades se mantienen y cuáles se fueron resolviendo?La dificultad que sigue existiendo, y que curiosa-mente es parte de aquello con lo que tiene queaprender a convivir quien filme en cualquier partedel mundo, es que el cine no es como otro tipo deindustria, donde hacés un cálculo de la inflaciónsuponiendo que puedas trabajar sobre bases sólidasy proyectables en el tiempo. Si a la gente no legustó la película no va, seas una mega productora ouna que recién empieza. Ese vértigo, ese salto alvacío, es natural en el hacer cine. Ahora, en un paíslatinoamericano, donde nos pasan las cosas que nospasan, eso es todavía un poco más extremo. ¡Peronadie te obliga a hacer películas! De hecho, muypoca gente llega al cine para hacer un negocio.Están los inversores, pero es otra cosa: puedenponer plata en una película, en la soja, en un edifi-cio o en lo que le piensen que les va a dar dinero.El productor de una película, en cambio, es quiengenera y administra los recursos para que la películaexista. Y tenés que tener unos nervios acordes...Todos los directores que admiro, mis modelos(NdE: Federico Fellini, Charles Chaplin) son losque siempre estuvieron cerca de la producción.Dirigir no es “acción, corte”, sino todas las decisio-nes que tomás desde el día uno, en que ponés enmarcha distintos tipos de recursos. Los más fácilesde medir son los económicos, pero los que no sepueden presupuestar son los emocionales.◆

2222> CLASE

CINE PARA REFLEXIONARPor Fernando Pino Solanas*

Trapero es un muchacho talentoso. Entre sus películas,recuerdo con cariño Mundo grúa, en donde vi una acti-tud noble de retrato de personaje y de la temática. En elcine social, lo importante es que los personajes vivanpor sí mismos y que no sean piezas colocadas paraexpresar ideas. Por esta razón, el mejor género para tra-tar un gran problema social es el documental, o mejordicho el ensayo, en donde el autor da su opinión y salea buscar a los personajes en las calles, a descubrir hero-ínas y héroes en la vida real. No me interesa un docu-mental que sólo hable de los problemas: me interesaver a la mujer o al hombre real en todos los lugares,incluso en su casa, porque ningún ser humano vive unasola trama. Hay que diferenciar en grandes categorías:está el cine dramático, de la dramaturgia, heredero delteatro o la novelística, que es el cine de ficción; pero silo que querés es denunciar, tenés que apelar al ensayo,y ahí no pondría a una gran estrella a protagonizarlo. Poreso, a Elefante blanco la veo como una película dedemostración: un retrato de la villa, lleno de efectisimoy golpes bajos, montado en un personaje que tiene cier-tos antecedentes. No le creo nada a ese cine: si una fic-ción tiene un trasfondo social, prefiero que la ficción sehaga notar a que pretenda ser la expresión de una rea-lidad. El cine social es creado y visto para aprender,conocer y reflexionar.

*Cineasta y senador nacional por Proyecto Sur

nota de tapa trapero.qxd 23/07/2015 04:45 p.m. Page 22

Page 8: Pablo Trapero en Clase Ejecutiva JULIO 2015

CLASE <2233

EL MISTERIO CONTINÚAPor Rodolfo Palacios*

“Este país es una fábrica de asesinos”, dijo una vez lacélebre envenenadora Yiya Murano. Más allá de los ante-cedentes de quien la pronunció, la frase podría servir paraplantear un interrogante: ¿cada época del país fabricó suspropios asesinos? De ser así, y si la historia argentinapudiera explicarse sólo a través de sus crímenes, no seríadesacertado decir que el clan Puccio nació y creció graciasa la dictadura. Aunque nunca se supo si la banda contócon complicidad política, militar o policial, ArquímedesPuccio siempre estuvo cerca del poder. Fue diplomático enla primera presidencia de Perón (trabajó en Madrid y fuedetenido en un vuelo hacia la Argentina por contrabandode armas), años más tarde fue funcionario municipal por-teño y tuvo vínculos con bandas parapoliciales. No dudóen involucrar a su familia en un negocio que llamó “unaindustria sin chimeneas”. Los secuestros fueron el delitode moda en la era posdictadura. Su hijo Alejandro, estre-lla de rugby del CASI y wing de Los Pumas, le sirvió por dosmotivos: para que la familia pudiera ser reconocida en SanIsidro y como carnada de las víctimas, en general empre-sarios de la zona que lo conocían. Además, no eran unabanda de improvisados: el lugarteniente de Puccio era elcoronel retirado Rodolfo Franco, que perteneció a laCaballería y en 1956 participó en los intentos de la res-tauración peronista que encabezó el general Juan JoséValle; al igual que Puccio, militó en la organización dederecha Tacuara y pasó por la Triple A. Otro de los miem-bros, Guillermo Fernández Laborda, fue integrante delServicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea.Hay algo en el caso que lo hace único en el mundo:secuestraban conocidos y los mantenían cautivos en elsótano o en la bañera del primer piso de la casa familiar.Es probable que nunca se sepa qué pasó ahí. Quizá esemisterio sea el que genera fascinación por esta historia.Esa ‘casa del mal’ fue la prisión de Ricardo Manoukian,Eduardo Aulet y Nélida Bollini de Prado, la única que fuerescatada con vida, el 23 de agosto de 1985. A EmilioNaum lo mataron porque se resistió.Nunca se descubrió el destino del botín de los rescates.Ni el monto. Se habla de u$s 2 millones. Puccio queríamucho más que dinero: lo enloquecía el poder. Y el goceera perfecto si lo acompañaba de sus juegos perversos.Como su abuelo había sido un mafioso de Sicilia, hizo unpacto de sangre con sus subordinados y los obligó a com-prometerse a matar por ‘la familia’. En esos rituales,nunca imaginó que su ambición de psicópata terminaríapor devorarlo.Lo llamativo del caso (para que 30 años después se hagauna ficción televisiva, una película y, en mi caso, escriba unlibro) es que sigue habiendo misterio: no se sabe quéhicieron con la plata ni qué tipo de impunidad o apoyopolítico tenían en ese momento. Tampoco se sabe quépasó puertas adentro, porque ni su esposa ni sus hijasnunca fueron condenadas ya que no hubo pruebas de quesupieran lo que hacían los varones. Y el hecho de quehayan sido una familia de clase media acomodada de SanIsidro, con un hijo estrella del rugby, lo hace atractivo.

*Periodista, autor de El clan Puccio. La historia definitiva(Planeta, 2015)

nota de tapa trapero.qxd 23/07/2015 04:46 p.m. Page 23