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Voces: ACTO ADMINISTRATIVO ~ AUDITOR INTERNO ~ CAUSA DEL ACTO ADMINISTRATIVO ~ CONSTITUCION NACIONAL ~ CONSTITUCIONALIDAD ~ DECRETO REGLAMENTARIO ~ DICTAMEN JURIDICO PREVIO ~ EMPLEADO PUBLICO ~ EMPLEO PUBLICO ~ ESTABILIDAD DEL EMPLEADO PUBLICO ~ FUNDAMENTO DEL ACTO ADMINISTRATIVO ~ LEY DE EDUCACION SUPERIOR ~ PROCESO ORDINARIO ~ RECURSO DE APELACION ~ SINDICATURA GENERAL DE LA NACION ~ UNIVERSIDAD NACIONAL Tribunal: Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia(CFedComodoroRivadavia) Fecha: 21/08/2008 Partes: Padin, Carlos Eduardo c. Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco Publicado en: LLPatagonia 2008 (octubre), 483 Cita Online: AR/JUR/7259/2008 Hechos: Un auditor interno entabló una demanda contra una universidad nacional a fin de que se declare la nulidad de la resolución rectoral que lo removió de su cargo, reincorporándolo al mismo. Apelada la sentencia de grado que admitió la acción, la Cámara resolvió confirmarla. Sumarios: 1. Resulta procedente la demanda incoada por un auditor interno contra una universidad nacional a fin de que se declare la nulidad de la resolución rectoral que lo removió de su cargo, reincorporándolo al mismo, en tanto el acto administrativo cuestionado adoleció de vicios en la causa, en la motivación y carecía del dictamen jurídico previo. 2. Si la cuestión sometida a conocimiento de la alzada con motivo del remedio instituido por el art. 32 de la ley 24.521 de Educación Superior (Adla, LII-D, 4002) resulta de un limitado marco cognoscitivo, nada impide el posterior juicio de conocimiento donde la amplitud de debate es mayor, pudiendo el actor agotar la totalidad de las facetas involucradas en el conflicto. 3. Corresponde confirmar la sentencia de grado que declaró la inconstitucionalidad del art. 5° del Decreto 971/93 del Poder Ejecutivo Nacional en cuanto establece que el auditor interno no gozará de estabilidad en el cargo y podrá ser removido por resolución de la autoridad máxima de la jurisdicción o entidad, en tanto el recurrente no rebatió los argumentos de la resolución en cuanto expresó que la ley 24.156 (Adla, LII-D, 4002) no alude al carácter transitorio o de inestabilidad en la función por parte del auditor, y que la norma reglamentaria impugnada contraría el espíritu de la referida ley que le sirve de fuente e inspiración. Texto Completo: 2ª Instancia.— Comodoro Rivadavia, agosto 21 de 2008. ¿Es justa la sentencia apelada? El doctor Suárez dijo: I. La sentencia definitiva de primera instancia obrante a fs. 506/530 resuelve —en lo principal que aquí decide— hacer lugar a la demanda incoada por Carlos Eduardo Padin contra la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (U.N.P.S.J.B.), declarando la nulidad de la resolución rectoral N° 001/2001, de la resolución N° 004/2001 del Consejo Superior de la Universidad y de la sentencia interlocutoria N° 793/02 dictada por esta Cámara con fecha 23/10/02 en los autos "Padin, Carlos Eduardo s/Recurso de Apelación - Medida Cautelar" que tramitaran antes esta alzada bajo el N° 13.980; dispone la reincorporación del actor al cargo de titular de la Unidad de Auditoría Interna de la U.N.P.S.J.B., declara la inconstitucionalidad del art. 5° del Decreto Nacional N° 971/93 disponiendo que el actor Carlos Eduardo Padin gozará en el cargo de Auditor Interno de la estabilidad propia consagrada en la Constitución Nacional para el empleado público de conformidad con el art. 14 bis; condena en costas a la demandada y regula los honorarios profesionales de los Dres. M. A. M., C. A. L. y N. A. S., en forma conjunta y en calidad de letrados patrocinantes del actor en la suma de $ 12.000. A fs. 555 la demandada apela la sentencia definitiva en todas sus partes, como así también los honorarios regulados a favor de los letrados patrocinantes del actor por considerarlos altos, concediéndose el recurso libremente a fs. 556. Corrido el traslado de ley comparece a contestarlo el actor a fs. 613/643. A fs. 676/677vta. evacua vista el Sr. Fiscal General, quedando las presentes en estado de ser resueltas. II. Tres son los agravios que esgrime la apelante en su escrito de fundamentación de fs. 597/610. a) En primer lugar, sostiene que el juzgador le estaba vedado pronunciarse nuevamente en el tema propuesto por el actor, pues omite considerar que mediaba cosa juzgada y que resultaba incompetente en razón de la materia. © Thomson La Ley 1

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Voces: ACTO ADMINISTRATIVO ~ AUDITOR INTERNO ~ CAUSA DEL ACTO ADMINISTRATIVO ~CONSTITUCION NACIONAL ~ CONSTITUCIONALIDAD ~ DECRETO REGLAMENTARIO ~DICTAMEN JURIDICO PREVIO ~ EMPLEADO PUBLICO ~ EMPLEO PUBLICO ~ ESTABILIDAD DELEMPLEADO PUBLICO ~ FUNDAMENTO DEL ACTO ADMINISTRATIVO ~ LEY DE EDUCACIONSUPERIOR ~ PROCESO ORDINARIO ~ RECURSO DE APELACION ~ SINDICATURA GENERAL DELA NACION ~ UNIVERSIDAD NACIONALTribunal: Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia(CFedComodoroRivadavia)Fecha: 21/08/2008Partes: Padin, Carlos Eduardo c. Universidad Nacional de la Patagonia San Juan BoscoPublicado en: LLPatagonia 2008 (octubre), 483Cita Online: AR/JUR/7259/2008

Hechos:Un auditor interno entabló una demanda contra una universidad nacional a fin de que se declare la nulidad

de la resolución rectoral que lo removió de su cargo, reincorporándolo al mismo. Apelada la sentencia de gradoque admitió la acción, la Cámara resolvió confirmarla.

Sumarios:1. Resulta procedente la demanda incoada por un auditor interno contra una universidad nacional a fin de que sedeclare la nulidad de la resolución rectoral que lo removió de su cargo, reincorporándolo al mismo, en tanto elacto administrativo cuestionado adoleció de vicios en la causa, en la motivación y carecía del dictamen jurídicoprevio.2. Si la cuestión sometida a conocimiento de la alzada con motivo del remedio instituido por el art. 32 de la ley24.521 de Educación Superior (Adla, LII-D, 4002) resulta de un limitado marco cognoscitivo, nada impide elposterior juicio de conocimiento donde la amplitud de debate es mayor, pudiendo el actor agotar la totalidad delas facetas involucradas en el conflicto.3. Corresponde confirmar la sentencia de grado que declaró la inconstitucionalidad del art. 5° del Decreto971/93 del Poder Ejecutivo Nacional en cuanto establece que el auditor interno no gozará de estabilidad en elcargo y podrá ser removido por resolución de la autoridad máxima de la jurisdicción o entidad, en tanto elrecurrente no rebatió los argumentos de la resolución en cuanto expresó que la ley 24.156 (Adla, LII-D, 4002)no alude al carácter transitorio o de inestabilidad en la función por parte del auditor, y que la normareglamentaria impugnada contraría el espíritu de la referida ley que le sirve de fuente e inspiración.

Texto Completo:

2ª Instancia.— Comodoro Rivadavia, agosto 21 de 2008.

¿Es justa la sentencia apelada?

El doctor Suárez dijo:

I. La sentencia definitiva de primera instancia obrante a fs. 506/530 resuelve —en lo principal que aquídecide— hacer lugar a la demanda incoada por Carlos Eduardo Padin contra la Universidad Nacional de laPatagonia San Juan Bosco (U.N.P.S.J.B.), declarando la nulidad de la resolución rectoral N° 001/2001, de laresolución N° 004/2001 del Consejo Superior de la Universidad y de la sentencia interlocutoria N° 793/02dictada por esta Cámara con fecha 23/10/02 en los autos "Padin, Carlos Eduardo s/Recurso de Apelación -Medida Cautelar" que tramitaran antes esta alzada bajo el N° 13.980; dispone la reincorporación del actor alcargo de titular de la Unidad de Auditoría Interna de la U.N.P.S.J.B., declara la inconstitucionalidad del art. 5°del Decreto Nacional N° 971/93 disponiendo que el actor Carlos Eduardo Padin gozará en el cargo de AuditorInterno de la estabilidad propia consagrada en la Constitución Nacional para el empleado público deconformidad con el art. 14 bis; condena en costas a la demandada y regula los honorarios profesionales de losDres. M. A. M., C. A. L. y N. A. S., en forma conjunta y en calidad de letrados patrocinantes del actor en lasuma de $ 12.000.

A fs. 555 la demandada apela la sentencia definitiva en todas sus partes, como así también los honorariosregulados a favor de los letrados patrocinantes del actor por considerarlos altos, concediéndose el recursolibremente a fs. 556. Corrido el traslado de ley comparece a contestarlo el actor a fs. 613/643.

A fs. 676/677vta. evacua vista el Sr. Fiscal General, quedando las presentes en estado de ser resueltas.

II. Tres son los agravios que esgrime la apelante en su escrito de fundamentación de fs. 597/610.

a) En primer lugar, sostiene que el juzgador le estaba vedado pronunciarse nuevamente en el tema propuestopor el actor, pues omite considerar que mediaba cosa juzgada y que resultaba incompetente en razón de lamateria.

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Cita en apoyatura el art. 347 in fine del CPCCN en cuanto dispone que la cosa juzgada podrá ser declaradade oficio en cualquier estado de la causa. Al respecto agrega que en el caso media identidad de sujetos, objeto ycausa; y que la circunstancia de que su representada haya quedado rebelde no obstaba al rechazo de la acción,pues la existencia de cosa juzgada no solo quedó evidenciada en el objeto de la demanda y documentaciónacompañada, sino que dicho extremo fue puesto de relieve por el Rector al absolver posiciones a fs. 430/434.

Argumentaba además, que el art. 32 de la Ley de Educación Superior establece que las resoluciones quedictan las Universidades Nacionales sólo serán recurribles ante la Cámara Federal de Apelaciones concompetencia en el lugar donde tiene su sede principal la institución universitaria.

Que el estatuto de la Universidad, prevé un régimen recursivo administrativo previo a la instancia judicialrespecto de las resoluciones del Rector ante el Consejo Superior (art. 48 inc. 1), que esa instancia judicial esrevisada única y exclusivamente por la Cámara Federal de Apelaciones.

Concluye así que mediante la resolución del Consejo Superior N° 4/2001 quedó agotada la víaadministrativa y que la sentencia dictada por esta cámara en la causa N° 13.980 lo ha sido en el marco de unproceso judicial, en consecuencia, no puede sostenerse como lo hace el juez que la actuación de la CámaraFederal agote la vía administrativa pues se está en presencia de una sentencia y no de un acto administrativo.

b) En segundo lugar se agravia —para el supuesto que se considere que no existe cosa juzgada niincompetencia— en cuanto se acoge favorablemente la demanda, revocando las resoluciones cuestionadas sinsuficientes fundamentos jurídicos.

Entiende que la presunción de legitimidad de los actos administrativos imponía al juez un examen rigurosode los antecedentes de la causa y pruebas producidas, concluyendo que no se ha hecho mérito de una sola deellas, ni tampoco de la absolución del Rector que introducía la cuestión de la cosa juzgada.

Que afirmar que las verdaderas motivaciones de la resolución rectoral que dispusieron la remoción delAuditor no son las invocadas en el acto administrativo impugnado, responde a la voluntad del juzgador. Señalaal respecto, que por ley 24.156 los órganos de control interno dependen jerárquicamente de la autoridad superiorde cada organismo, quien tiene a su cargo la implementación de un adecuado y eficaz sistema de control. Quecomo consecuencia de ese mandato dicha autoridad está facultada para realizar todos los cambios que estimeconvenientes para un más eficiente cumplimiento de las tareas de control, entre ellos el del profesional que sedesempeña como auditor.

Agrega, que no es facultad de los jueces cuestionar las motivaciones del acto, pues ello implicaría avanzarsobre la zona de reserva del poder administrador, sino simplemente constatar su existencia.

Transcribe párrafos de la sentencia de grado para concluir que de los mismos emerge con claridad ladiscrepancia del juez con la política legislativa que existe en la ley 24.156 y que esa falta de coincidencia entraen el terreno de su opinión como ciudadano, excediendo su función de órgano del Estado.

Que el estudio del argumento esgrimido por el accionante en cuanto a que el bajo rendimiento de su funciónobedecía a factores externos a su propio rendimiento correspondía al Rector y no al Juez, pues se trata dedecisiones tomadas en el ámbito propio de la zona de reserva de la Administración Pública.

Cita jurisprudencia.

c) Por último cuestiona la declaración de inconstitucionalidad del art. 5to. del Decreto Nacional 971/93.

En punto a este agravio manifiesta que resulta de entera aplicación la doctrina de la Corte citada al momentode resolverse el recurso directo ante esta alzada que rea "El voluntario sometimiento, sin reservas expresas, a unrégimen jurídico, importa un inequívoco acatamiento que determina la improcedencia de su impugnaciónposterior, con base constitucional" (CSJN "Ana María Filgueira de Alvarez c. Nación Argentina Ministerio deEconomía), pues le está vedado a quien ha realizado actos de acatamiento de un régimen jurídico plantear a suconveniencia y antojo la inconstitucionalidad de un régimen jurídico al que voluntariamente se sometió.

Continúa diciendo, que la Constitución Nacional bajo ningún aspecto consagra la estabilidad de losmiembros de los mecanismos de contralor del Estado. Que las tareas de Auditoría y la función técnica de quiéndesempeña esas tareas están garantizadas por la ley 24.156 y normas que la reglamenten, no siendo un mandatoconstitucional la inamovilidad en el cargo. Que el texto legal —que el decreto cuestionado reglamenta—reconoce que tanto el nombramiento como la remoción dependen de la autoridad superior.

III. A fs. 613/643 obra contestación de traslado del actor.

a) En relación al primero de los agravios esgrimidos por la apelante, sostiene que la oportunidad procesalpara oponer la cuestión ha precluido, que si bien fue planteado por la demandada, no fue tratado por su

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exclusiva responsabilidad pues nada le impedía constituirse en parte —valga señalar que a fs. 368 se tuvo porno contestada la demanda respecto de la Universidad y a fs. 373 se declaró su rebeldía—.

Que la alegada identidad de sujetos y objeto entre la presente demanda y el recurso de alzada esconsecuencia natural de la vía recursiva y el posterior reclamo judicial.

Que no existe cosa juzgada toda vez que por la vía del recurso directo se decidió de manera acotada a laimpugnación, no se abrió a prueba el recurso ni se examinó la falsedad de los hechos como sí se hizo en elproceso de jurisdicción plena.

b) Referente a la nulidad acogida favorablemente por el sentenciante argumenta que la presunción delegitimidad de que gozan los actos administrativos impugnados, está destinada a dotar de estabilidad a losmismos. Agregando que tal presunción puede ser destruida —como en el caso— por la vía judicial.

Hace referencia a las pruebas producidas para concluir que de ellas surge ostensible la arbitrariedad de lasresoluciones administrativas impugnadas.

Respecto a la invasión —que alega la demandada— a la zona de reserva de la administración y a losargumentos de mérito, oportunidad y conveniencia, sostiene que la discrecionalidad de la administración nuncajustifica la arbitrariedad. Que ha quedado demostrado que el acto de remoción se funda en documentosinexistentes, que se ha desviado la interpretación de los antecedentes reales y por los resultados posterioresevidenciados en la prueba.

Que tampoco obsta a la revisión judicial de los actos administrativos de la autonomía universitariaconsagrada en la Constitución desde 1994 pues así lo ha expresado la Corte Suprema. Cita jurisprudencia delMáximo Tribunal.

c) En cuanto al último de los agravios esgrimidos por el apelante, responde el actor que la inestabilidad delauditor interno es inconstitucional por colisionar con la Convención Interamericana contra la Corrupción. Citaen su defensa los fallos de la Corte "Madorrán" y "Ruiz" que declaran la inconstitucionalidad de normasadministrativas que privan de estabilidad a empleados públicos.

IV. Por una cuestión metodológica, analizaré en primer lugar el agravio referente a la cuestión de cosajuzgada.

Cabe examinar primeramente si la vía del recurso previsto en el art. 32 de la ley 24.521 impediría a quienhace uso de ella acceder a la jurisdicción plena mediante un juicio de conocimiento. En el caso, si el recurso dealzada interpuesto ante esta Cámara por el actor Carlos Eduardo Padin en fecha 29/05/2001 y resuelto mediantesentencia interlocutoria N° 793/2002 el 23/10/2002 hace cosa juzgada.

El recurso de apelación contemplado en el art. 32 de la ley de Educación Superior está previsto para laimpugnación de las resoluciones definitivas de las instituciones universitarias nacionales con fundamento en lainterpretación de las leyes de la Nación, los Estatutos y demás normas internas, ante la Cámara Federal deApelaciones con competencia en el lugar donde tiene su sede principal la universidad.

Trátase en la especie de un recurso especial, de una vía de impugnación directa prevista para determinadassituaciones, pues fue concebido por el legislador como una limitada vía examinadora de puro derecho, sinpermitir discusiones o análisis de tipo fáctico. La revisión judicial que se ejerce a través de él es limitada.

En los recursos directos o especiales, la revisión se limita, por lo general a la legalidad del acto cuestionado,y no solo a ello, pues la legalidad debatida es más formal que sustancial. El tribunal no entra a revisar el aciertoo la justicia de la decisión, si el órgano administrativo que dictó el acto lo hizo bien o por el contrario, si hubierasido más apropiada otra solución. Juzga el cumplimiento de los requisitos establecidos por la ley para dictar elacto impugnado (Roberto Enrique Luqui "Revisión judicial de la actividad administrativa", Ed. Astrea, T 2, p.167).

También se ha sostenido que la ley 24.521 debió haber concedido una acción procesal administrativa quetramitara ante los jueces de grado, con plena prueba, pues de lo contrario se embreta a las Cámaras Federales enun procedimiento extraño que lesiona gravemente el debido proceso. En su defecto debió reglamentarse elprocedimiento especial de apelación permitiendo la posibilidad de ofrecer y producir prueba (José Luís Correa,"Recurso de Apelación. Ley 24.521", LA LEY, 1998-F, 306).

Ha dicho la Cámara Nacional Contencioso Administrativa Federal que todo particular que considerevulnerado su derecho por un acto administrativo debe recurrirlo en dicha sede, en uso de las facultades que a talefecto le confiere la ley, y una vez agotada esa vía recursiva, puede accionar en el ámbito judicial. Debeseñalarse que en ese caso no se hace referencia a recursos sino a acciones, desde que no se trata de una simple

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revisión de lo actuado sino de la jurisdicción plena del Tribunal para repasar en todo su alcance y plenitud elacto administrativo cuestionado o impugnado" (CNCont. Adm. Fed., Sala II, "Cervera, Héctor José y otro c.A.N.A", Res. 1203/93).

Así como cuando la intervención de la Cámara se restringe a una simple revisión sin posibilidades plena dedebate y controversia, en recursos directos como apelaciones de lo decidido en sede administrativa, no sesatisface el imperativo constitucional que supone que toda actividad estatal debe esta sujeta a control judicialsuficiente.

De lo dicho puedo concluir entonces, que si la cuestión sometida a conocimiento de la alzada con motivo delremedio instituido por el art. 32 ley 24.521 resulta de un limitado marco cognoscitivo, nada impide el posteriorjuicio de conocimiento donde la amplitud de debate es mayor, pudiendo el actor agotar la totalidad de lasfacetas involucradas en el conflicto.

Del recurso de apelación interpuesto por Padin que tramitara ante esta Cámara bajo el N° 13.980 y quetengo a la vista, surge que ha fs. 41 el actor hizo expresa reserva de acudir a la jurisdicción plena; que no seabrió la causa a prueba y que la resolución recaída se ha limitado a analizar la legalidad del acto impugnado. Eneste orden de ideas, siendo uno de los principios fundamentales garantizar el derecho de las partes, dada lanaturaleza del recurso de alzada, entendiendo que no existe cosa juzgada respecto de las cuestiones traídas aconocimiento de esta alzada.

En consecuencia, atento a la solución arribada respecto de la cosa juzgada, tampoco puede resultarincompetente el Juez de primera instancia de esta ciudad en razón de la materia, pues nada impide que el actormediante la acción ordinaria someta a debate las cuestiones de las que se vio privado en recurso directo.

V. Entrando en el estudio del segundo de los agravios deducidos por la demandada cabe puntualizar losfundamentos dados por el juez en su sentencia.

Manifiesta el a quo que las verdaderas motivaciones del acto administrativo distan de las razones invocadasen la resolución cuestionada, no solo por el tiempo transcurrido desde que fuera elaborado el informe de laSigen —fundamento brindado por el Rector para separar al actor de su cargo—, con lo cual perdiócontemporaneidad como sostén, sino particularmente por la circunstancia que dicho informe cuestionaseriamente la conducta de las autoridades de la Universidad.

Que la decisión ha sido formalmente ajustada al texto legal, la potestad ha sido ejercida en virtud de lasatribuciones legales instituidas en cabeza de la máxima autoridad del ente descentralizado, como reza la ley24.156 y su decreto reglamentario. Que así, pareciera que resulta la atribución de una potestad de naturalezadiscrecional, con lo cual el acto administrativo que designa o remueve no es otra cosa que la decisión libre de laautoridad imbuida de la facultad. Que sin embargo ello no es así, por cuanto el fin de la administración públicay de los actos que emanan de ella, están estrechamente ligados al interés general con lo cual no puede suponerseque la autoridad administrativa pueda decidir una situación conforme a su parecer, sin que ello se ajuste a losobjetivos superiores del Estado.

Analiza los presupuestos que hacen a la validez de los actos administrativos. Señala primeramente laausencia de la causa en la resolución rectoral N° 001/2001, ya que el acto administrativo alude al informe de laSIGEN que da cuenta del bajo rendimiento del órgano de control, para el período 1999, apareciendo en formaextemporánea.

El otro requisito que también observa incumplido es el del procedimiento administrativo, pues no se haproducido el dictamen del Asesor Letrado.

Que el acto atacado también carece de motivación dado que se imponía explicitar con elocuencia ycontundencia suficientes las razones por las cuales se arriba a la determinación de excluir al actor de la funciónque venía desempeñando.

Concluye finalmente que el acto se encuentra viciado de nulidad absoluta e insalvable, de conformidad a lonormado en el art. 14 de la ley 19.549. Fundado el vicio en la violación a la finalidad que inspiró su dictado, queesa finalidad distinta a la que alude la mencionada norma se refleja en la intención del Rector de la Universidadde desplazar de la función de Auditor Interno al demandante por cuanto este constituía un obstáculo para susfines. Señala que la denuncia penal realizada por el actor tiene hoy al funcionario procesado por el delito deadministración fraudulenta en perjuicio de la administración pública.

VI. Corresponde examinar si la sentencia apelada constituyó un legítimo control de la legalidad del actoadministrativo cuestionado.

Aunque resulte indudable que la resolución 001/2001 emanada del Rector de la Universidad ha sido dictada

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con base en el ejercicio discrecional de facultades, no puede dejar de cumplir con los requisitos que para eldictado de todo acto administrativo exige la ley 19.549 en especial en lo referente a la causa y la motivación.

Cuanto mayor es la discrecionalidad, mayor es el deber que tiene la Administración de motivar el acto, puesestá obligado a expresar claramente las causales que la llevaron a adoptar esa decisión y el razonamientoseguido. Ello es así, pues la motivación de ellos, es lo que permite al juez determinar si son razonables o no (LALEY, 1984-D, 363).

La motivación debe contener las razones de hecho y de derecho que determinaron el dictado del acto,resultando necesario una relación analítica y circunstanciada de ellos.

En tal sentido, considero que las completas argumentaciones plasmadas en la sentencia de grado recurridaresultan suficientemente claras, despejando toda duda en cuanto a la existencia de vicios en el acto.

Resulta insuficiente motivación del acto la referencia al informe de la SIGEN, pues sabido es que lamotivación debe ser concomitante al acto y como sostiene el a quo en su sentencia, en el caso —con solocomprobar las fechas tanto del mencionado informe como de la resolución impugnada— puede concluirse queresulta extemporánea.

No solo ello, sino que exige también la ley de Procedimientos Administrativos en su art. 7°, inc. d) eldictamen jurídico previo. En el caso, el tenor de la decisión que acarrea el dictado del acto impugnado, requeríasin dudas de dicho dictamen.

Así lo ha entendido la Cámara Nacional Contencioso Administrativo Federal al expresar "Habida cuenta deque el requisito del dictamen jurídico previo resulta de carácter esencial conforme a lo establecido por el art. 7°,inc. d), de la ley 19.549 su virtual ausencia en las particulares circunstancias del sub judice, vicia de nulidadabsoluta el acto administrativo atacado de conformidad con el art. 14 del mismo cuerpo legal (conf. CNCont.Adm. Fed., Sala IV, "Hsien Yuzh S.A.", fallo del 19/11/1999; idem, Sala II,"American Airlines Inc., fallo del4/5/2000).

Atento a lo expresado entiendo que corresponde confirmar la sentencia de grado en cuanto declara lanulidad de la Res. Rectoral 001/2001 y los actos dictados en su consecuencia.

VII. Corresponde abordar a continuación la declaración de inconstitucionalidad del art. 5° del DecretoNacional N° 971/93.

Al respecto sostuvo el a quo que la norma es contraria al derecho marco que la sustenta, por dos razones: a)la ley 24.156 no alude al carácter transitorio o de inestabilidad en la función por parte del auditor interno y b) lanorma reglamentaria contraría el espíritu de la ley que le sirve de fuente e inspiración, cuyo fin es regular laadministración financiera y los sistemas de control del sector público nacional a través de la Sindicatura Generalde la Nación y las Auditorías Internas.

Consideró las disposiciones contenidas en los arts. 99, inc. 2° y 75, inc. 32 de la Constitución Nacional y laConvención Interamericana contra la Corrupción —citada por actor— concluyendo que se ha violado elrégimen superior con la implementación del decreto reglamentario que estableció el carácter transitorio einestable del auditor interno, otorgando potestades a la autoridad superior del organismo o entidad auditada porcuanto la reglamentación a más de amansar en la creación del texto normativo ha contrariado el espíritu de lalegislación, que tuvo por fin un sistema de control de la administración pública para lo cual los ejecutores delárea no pueden estar sujetos a la voluntad discrecional del órgano que deben supervisar.

Entrando en estudio de la cuestión planteada, resulta necesario mencionar el marco normativo que rige elcargo de Auditor Interno, creado por Decreto N° 971/93.

La ley 24.156 "Administración Financiera y de los sistemas de control del Sector Público Nacional",establece en su art. 100 que el sistema de control interno queda conformado por la Sindicatura General de laNación y por las unidades de auditoría interna. Estas últimas dependerán jerárquicamente, de la autoridadsuperior de cada organismo.

Atribuye a la UAI el examen posterior de las actividades financieras y administrativas del organismo al cualpertenece, funcionando bajo la supervisión y coordinación técnica de la SIGEN, aunque no dependajerárquicamente de ella, pues no forma parte de la estructura administrativa de ésta sino del organismo en elcual funciona.

El dec. 971/93 crea el cargo de auditor interno determinando que tendrá carácter de extraescalafonario (art.2°); que será designado mediante resolución de la autoridad máxima de la jurisdicción o entidad, previa opinióntécnica de la SIGEN y, en lo que aquí interesa —dado la declaración de inconstitucionalidad por parte del a quo

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y apelada por la demandada— se prescribe en el art. 5° que no gozará de estabilidad en el cargo y podrá serremovido por resolución de la autoridad máxima de la jurisdicción o entidad.

VIII. En esta inteligencia, cabe acotar que el magistrado efectuó un análisis fundamentado del excesoreglamentario de esta disposición y su consecuente inconstitucionalidad; cuyas valoraciones no han sidopuntualmente rebatidas por la apelante.

No puedo dejar de señalar la carga que impone la ley al apelante, de efectuar una crítica concreta y razonadade las partes que considere equivocadas del fallo (art. 265, CPCCN).

En lo que al punto se refiere el escrito de fundamentación, no muestra de manera precisa y determinada elagravio (crítica concreta) como tampoco indica los fundamentos, las bases, las sustanciaciones de por qué seconfigura el mismo (crítica razonada).

Refiriéndose a la crítica concreta y razonada ha dicho la doctrina que ello significa que cabe relacionar elcontenido de la impugnación con la carga que incumbe el apelante de motivar y fundar su queja como actoposterior a la concesión del recurso (Fenochietto Arazi, "Código Procesal Civil y Comercial de la NaciónComentado y Concordado", T. 1, ps. 835 y sigtes.).

En el caso, para decidir del modo indicado precedentemente, efectuó un exhaustivo análisis de la potestadreglamentaria del Poder Ejecutivo y el contexto legal del cual emergía el exceso, configurado este por la ley24.156 y la Convención Interamericana contra la corrupción.

Resulta este el fundamento esencial que llevo al a quo a tomar su decisión y del que a todas luces el libelorecursivo prescinde de refutar; abundando más en opiniones sobre el magistrado, que no atenderé por resultarirrelevantes para la resolución del pleito.

"Para que la expresión de agravios resulte procedente, el litigante debe seleccionar del discurso delmagistrado aquel argumento que constituya la idea dirimente y que forme la base lógica de la decisión, y señalarcual punto del desarrollo argumental ha incurrido en un error en sus referencias fácticas o en su interpretaciónjurídica" (ED 203-462).

"Discutir el criterio judicial sin fundar la oposición o sin dar bases jurídicas a un distinto punto de vista no esexpresar agravios", (citado por Juan Carlos Hitters en su 'Técnica de los recursos ordinarios' Ed. LibreríaEditora Platense, p. 442).

Los argumentos esbozados en el libelo de agravios —en lo que al punto en estudio se refieren— sólomuestran un desacuerdo con la solución del Juzgador, sin hacer notorios los defectos ni desajustes entre loshechos y el derecho, ni el discurso y los presupuestos que lo sustentan, agotándose en el mero descontento.

En lo demás, la consiguiente recepción del régimen de estabilidad propia prevista en el art. 14 bis de la CNse ve reforzado en el presente por los fallos citados por el accionante al contestar los agravios.

En lo demás, la consiguiente recepción del régimen de estabilidad propia prevista en el art. 14 bis de la CNse ve reforzado en el presente por los fallos citados por el accionante al contestar los agravios.

En efecto, "Madorrán" no solo ha reiterado el carácter operativo de la "estabilidad del empleado público"señalando que la reglamentación no puede alterarlo a fin de no admitir resultados inadmisibles como que laConstitución Nacional "no resulta más que un promisorio conjunto de sabios consejos" (considerando 10)fulminando de invalidez a cualquier fuente jurídica de la que provenga, incluyendo no solo la legislativa y delPoder Ejecutivo, sino también la surgida de la autonomía colectiva (CTT).

Por último, en relación a la doctrina de los actos propios, no obstante la cita del sentenciante que sostieneuna errónea interpretación de la Corte Suprema de los alcances del sometimiento, aprecio que la valoración delmagistrado se adecua a dichos parámetros.

Puesto que el Alto Tribunal ha limitado su aplicación "Empero, la aplicación de este enunciado de caráctergeneral, no puede soslayar precisiones o matices, como las señaladas por este Tribunal en el caso "Cubas" alponderar la situación de quien se encontraba obligatoriamente comprendido en el ámbito personal de aplicaciónde determinado régimen jurídico. En tal oportunidad, la Corte puso de manifiesto que quien se encuentra en esasituación, "al invocar determinados preceptos no renuncia tácitamente al derecho de impugnar aquellos otrosque se le opongan y que conceptúe contrarios a la Constitución o leyes nacionales o reglamento puedencontener preceptos nulos que no invalidan el resto del Estatuto ni inhabilitan a los interesados para amparar enestos sus pretensiones salvo que entre unos y otros existan interdependencia o solidaridad inexcusables (Fallos175:262,267)" (Llosco Raúl c. Irmi S.A. CSJN 12/06/07 El Dial AA3E03)

Surgiendo los matices de las remisiones efectuadas por la Ministro Highton a Fallo 310:1431, 321:2086 y

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311:1132).

Las circunstancias de tratarse de una prestación alimentaria, en el régimen de adhesión y que la únicaimpugnación de dicho régimen se sustenta en la invocación de un específica cláusula constitucional enprotección de ese derecho, no revela una actividad incompatible al incoar esta pretensión judicial en ese aspecto.

"Así, la doctrina del "voluntario sometimiento" —sin reservas expresas— a un régimen jurídico, no tendríaya cabida según los terminantes fundamentos de la Corte federal. No cabe inferir "acatamientos", de ningunaespecie (ni aún por aceptación expresa del agente) a un sistema declarado inconstitucional de modo indubitable"(María C. Hockel "El empleado público y la protección constitucional a su estabilidad. A propósito de los fallos"Madorran" y "Ruiz", DT, 2007-A-557).

No puede desatenderse otro aspecto del fallo del Alto Tribunal ajeno a la gravitación sobre el régimen deltrabajador público, cual es la aplicación del principio pro homine en mérito a lo contemplado en el Pacto deDerechos Económicos, Sociales y Culturales y demás documentos que cita, determinando "que el intérpretedebe escoger dentro de lo que la norma posibilita, el resultado que proteja en mayor medida a la personahumana" (considerando 8° de "Madorrán").

Conforme lo expresado, concluyo que corresponde rechazar el agravio tratado.

IX. En orden a los honorarios regulados y que fueran motivo de agravio de la accionada, los mismos seajustan a las pautas específicas del art. 6° incisos b, c, d y f de la ley 21.839, considerando que para ladeterminación de los mismos, deben tenerse un conjunto de pautas relativas a la naturaleza y complejidad delasunto, calidad, eficacia y extensión del trabajo, que deben ser evaluados con un razonado margen dediscrecionalidad, por lo que propongo su confirmación.

Estableciendo los correspondientes a esta Alzada en un 25% de lo regulado en la instancia inferior (art. 14ley 21.839).

Por lo expuesto propongo al acuerdo: confirmar la sentencia de grado con costas a la vencida (art. 68CPCCN)

Así voto.

Los doctores Raso y de Merlo adhieren al voto precedente.

En virtud del resultado que instruye el Acuerdo que antecede, el Tribunal resuelve: 1) Confirmar lasentencia de primera instancia de fs. 506/530 en todo cuanto ha sido materia de apelación. 2) Costas a lavencida (art. 68, CPCCN). 3) Regular los honorarios de los profesionales intervinientes —por su actuación en2da. Instancia— en un 25% de lo regulado en la instancia inferior (art. 14, ley 21.839). Regístrese, notifíquese ydevuélvase.— Aldo E. Suárez.— Hugo R. Raso.— Liliana J. de Merlo.

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