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APORTES CIENTÍFICOS DESDE HUMANIDADES 11 TOMO II II Jornadas Latinoamericanas de Humanidades y Ciencias Sociales XI Jornadas de Ciencia y Tecnología de la Facultad de Humanidades Repensar las humanidades, compromisos y desafíos
PANEL: LAS INSTITUCIONES Y LAS VIOLENCIAS…“EN CLAVE DE
GERUNDIO”
CAMBURSANO, Susana Celina
PEREZ, Adriana Encarnación
TOLEDO, Beatriz
PANEL: LAS INSTITUCIONES Y LAS VIOLENCIAS…“EN CLAVE DE
GERUNDIO”
CAMBURSANO, Susana Celina
PEREZ, Adriana Encarnación
TOLEDO, Beatriz
Esta instancia colectiva propone acercar ideas, abrir el debate sobre problemáticas
que invaden espacios próximos con una doble imposición: perplejidad, paralización,
impotencia, o negación, indiferencia, omnipotencia, que convocan expresiones
extranjerizantes indicativas de impericia: bullying, moobing, grooming. El “ing”,
gerundio en inglés es una conjugación verbal indefinida, “algo en movimiento, que
está siendo, en devenir “. Esto desnuda el problema aproximando interrogantes ¿De
qué hablamos? ¿Son formatos de violencia? ¿Cómo intervienen las instituciones?
…y lo prominente ¿Qué hacer…? Definiremos acotadamente los términos, el
entrelazamiento se construirá colectivamente. La violencia es envolvente, tiene un
efecto poderoso, devastador y doloroso sobre un otro desvalido, frágil, sin defensas
ni respuestas. Es compleja, multifacética y, además, vincular. Las instituciones,
escuela, trabajo, familia, mediatizan sujeto / sociedad, son textura de subjetividades /
vínculos y se van a ofrecer privilegiadamente para su emergencia, si las dinámicas
institucionales lo propician. En el bullying, fenómeno grupal emergente en la
escuela, se juegan roles básicos: agresor, agredido y espectadores, sin ellos el
efecto dominar/ someter, carecería de sentido. El grooming vehiculiza las redes
sociales para captar especialmente adolescentes/jóvenes, con fines aviesos. En el
moobing las víctimas son, frecuentemente, adultos; finalidad y escenario, pasa a
ser laboral, cambian y el sufrimiento connota diferencias .Lo expuesto es una pieza
de una sociedad en crisis, “desrreferencializada”, anómica, con leyes de convivencia
en derrumbe, donde la tecnología no se exime de responsabilidades. La clave
estriba en sostener las diferencias, discurrir, aportar ideas, buscar soluciones
conjuntas. Comunicar, socializar son pistas relevantes…somos seres parlantes y
gregarios.
Palabras Clave: bullying - grooming - instituciones - moobing - violencia
“Quien pierde dinero, pierde algo Quien pierde salud, pierde algo más importante
Pero quien pierde su paz interior lo ha perdido todo “ Refrán Hindú
Al inicio…presentamos la problemática
El tema de la violencia nos interpela, interroga nuestros fantasmas más
remotos y nos sumerge en los abismos de lo más enigmático, oscuro y misterioso
del ser humano. El hombre es él y sus paradojas; así es capaz de los actos más
sublimes, del compromiso más descarnado, de una entrega sin límites, pero también
potencialmente puede cometer las peores atrocidades, disparar sus instintos más
bajos sembrando a su alrededor el desconcierto, el pánico, el dolor y la muerte.
¿Qué será lo que detona uno u otro? ¿Qué será lo que vehiculiza el pasaje al acto,
obviando la mediación del pensamiento?
A lo largo del desarrollo,más allá de una acotada descripción,nos vamos a
ocupar ycentrar en lo vincular dado que la violencia es básica y centralmente una
problemática de ese orden. La violencia emerge cuando el instinto mortífero innato y
natural en el hombre se desprende del instinto de vida tomando su propio cauce y
dando rienda suelta a su montante destructivo. “Así como la sociedad es la
resultante de un complejo de individualidades... la vida es la resultante de un
entramado de pulsiones, Thanatos y Eros trascienden la propia vida para comenzar
a tejer desde la temprana infancia los lazos sociales de afecto y hostilidad que pasan
a formar parte de la vida familiar y social “1 . El hombre es naturalmente agresivo
pero la violencia es vincular.Es por ello que emerge en los lugares donde se
presentifican las relaciones humanas, donde los sujetos interactúan unos con otros.
“Una casa vacía, una escuela deshabitada no son escenarios de violencia “(Imberti,
2001:93).
Se trata de una patología, una atrofia , una per-version2 del vínculo donde el
otro , en una posición inferiorizada y de desamparo , aparece deprivado , denostado
, despojado de sus derechos y condición de ser humano , objeto de la apropiación
del otro , sometido a sus deseos y destino de su patología. Además aniquilado en
toda posibilidad de representación: de su cuerpo, de su historia y de su existencia
misma como sujeto. Se da un fracaso en la función de investir al otro como
semejante, amigo, par, para tornarlo como enemigo e indigno de un vínculo
amoroso.
La psicoanalista Jessica Benjamín (1996) realiza un análisis de la lógica de la
dominación desde una perspectiva intra e intersubjetiva, como proceso de ida y
vuelta que involucra sometedor / sometido .Se sostiene en el concepto de Winnicott
sobre el reconocimiento mutuo3como paradigma para detener el ciclo de la
dominación y superar la relación sujeto- objeto, de complementariedad.
Además la violencia reviste como característica una continuidad, una persistencia,
estar sostenida en el tiempo, esto como forma de desgastar al otro, horadarlo,
demolerlo física y psicológicamente. Siempre conlleva dolor y su prolongación en el
tiempo genera nuevos y constantes sufrimientos.
Asimismo hablar de violencia supone, tácitamente, incluir, incorporar el poder
y los mecanismos usados para lograr la sujeción del otro, desconociendo su
alteridad, e instalando la creencia de lo “natural “de la misma.” Poder y violencia
integran una diada presente en la historia de los seres humanos“(Imberti, 2001:97).
La violencia es una categoría macro, instalada y generalizada socialmente, una
problemática de nuestra época, envolvente, viscosa y corrosiva, que atraviesa todas
las instancias de la vida social. Se podría aseverar que “…la vamos naturalizando y
aceptando como una especie de sida social” (Garay, 2001: 5).
Pero en lo cotidiano hablamos de violencias, en plural, dado que se presentan
en diferentes formatos, contenidos y sentidos, pero además van mutando en sus
contextos y modos de aparición, es por ello que hacemos referencia a “en clave de
gerundio”, porque están siendo, en proceso de devenir, en vías de transformación.
Parafraseando a Paulo Freire (1992) la verdadera realidad no es la que es, sino la
que puja por ser.
Las instituciones componen un escenario que visibiliza complejidad y
heterogeneidad, como características que ostentan singularidades en relación con
un momento histórico enmarcado en procesos sociales-culturales-económicos
surcados por cambios acelerados, procesos globales, era de comunicaciones y
redes sociales. El efecto de atravesamiento provoca cambios en los escenarios
institucionales y se imprimen nuevas dinámicas institucionales-organizativas. En tal
sentido estas dinámicas nos aproximan a la comprensión de su entramado
atravesado por el contexto, en el cual los sujetos asumen posiciones diferentes
revelándonos modos de funcionamiento institucional que develan situaciones,
discursos, momentos, que dan cuenta de interacciones y relaciones en las que se
advierte la presencia de la violencia como una realidad multiforme, con aristas
diversas y cambiante que tiene repercusiones en la vida institucional.
Este trabajo se ajusta, en su desarrollo, a los siguientes momentos expositivos:
se plantean en primer término consideraciones en torno a Dinámicas institucionales
claves para pensar las configuraciones actuales de violencia, para luego enlazar con
un entramado complejo: dinámicas institucionales y Violencia escolar. Se induce a
continuidad: El bullying… ¿Un fracaso en la convivencia escolar?, El ciber acoso….
¿Una construcción tecnológica? y El moobing como padecimiento laboral, en tanto
prácticas vigentes como formatos actuales de la violencia. Finalmente se plantea la
posibilidad, el anhelo y la utopía del cambio apelando a palabras que evocan un
compromiso.
1. Dinámicas institucionales claves para pensar las configuraciones
actuales de violencia.
Las instituciones educativas, conforman una de las instituciones de la
sociedad que describe un complejo escenario, en el cual las dinámicas
institucionales revelan particularidad, comportamientos asumidos, procesos y
prácticas, desde los cuales intentamos acercarnos al análisis de la violencia escolar.
En tal sentido, comprendemos las dinámicas instituciones en el marco de una
concepción de institución, resultante de una construcción social y de una historia
particular, según Lidia Fernández ([1994] 2001). Al mismo tiempo adherimos al
significado de Dinámicas Institucionales otorgado en primer lugar por José Bleger
(1986) y luego por Lidia Fernández (1994).
Dicha referencia permite entender y definir las dinámicas institucionales y su
modo particular de configuración en el ámbito de las instituciones educativas, de
esta manera queda planteado el modo en que las concebimos en este trabajo. Así,
las dinámicas institucionales:
Constituyen un fenómeno que se compone de decisiones político-organizativas
y/o académicas que conforman marcos posibles de actuación, tanto de prácticas
como de modos de pensar.
Se sitúan en la dimensión espacio-tiempo y se construyen en una trama
compuesta por discursos, eventos, momentos e instancias que se comportan
como marcos reguladores (reglamentaciones vigentes o normas tácitas).
Se construyen y configuran desde múltiples dimensiones y no permanecen
inmutables sino que sufren modificaciones, transformaciones y cambios, dada su
inscripción en un determinado contexto histórico, político, social y cultural.
Este modo de entender las dinámicas institucionales, son las claves desde,
las cuales las leeremos en las instituciones educativas, en la que se va
desencadenando un nuevo escenario, por las particulares características que
asumen los procesos de transformación sociales, culturales, políticas y educativas
en las escuelas. La multiplicidad de factores y procesos que van desde aspectos
normativos a demandas, exigencias, requerimientos, procesos y lógicas políticas,
culturales y sociales, que atraviesan y configuran de modo diferentes las dinámicas
institucionales, ponen en cuestión los formatos tradicionales de las escuelas,
generan nuevas y variadas significaciones socio-institucionales y convocan
interrogantes sobre el sentido de la institución educativa.
2. Un entramado complejo: dinámicas institucionales y Violencia escolar.
Lo expresado invita a continuar avanzando en un esfuerzo por amarrar esta
trama compleja de las dinámicas institucionales que se despliegan en el escenario
actual de las escuelas, a partir de cuyas claves buscamos leer la violencia escolar,
fenómeno que, si bien involucra más de una causa y de una explicación, podemos
plantear algunas relaciones, sin ánimo de reducir el debate.
Decíamos que las dinámicas institucionales conforman marcos regulatorios,
ahora bien, las situaciones de violencia escolar nos advierten de algunas cuestiones,
siguiendo a Noel (2009): existe cierta incapacidad de los mecanismos tradicionales
de regulación de autoridad para mediar en las relaciones entre pares, alumnos-
docentes, agregamos la relación entre docentes -docentes y autoridades.
En esta línea de trabajo, Miguez (2009), revela que la trasgresión de la reglas
vulnera las normas interna de la institución, agregándose a ello la inconsistencia y
falta de claridad en su aplicación. Según Noel (2009), esto daría cuenta de un débil
reconocimiento tanto de la misma norma, como del sujeto que la aplica, lo que
puede llevar a que se diluya su sentido y contribuya a su no cumplimiento.
Las dinámicas institucionales expresan a través del discurso institucional
normas, creencias, valores, según Enríquez (1996); sin embargo las tensiones y
conflictos se hacen presentes entre los modelos tradicionales y nuevas opciones lo
cual nos conduce a la pregunta sobre la capacidad socializadora de la institución.
Aporta a este análisis Kornbliht (2008) quien expresa que la “violencia escolar”
expresa nuevas formas de sociabilidad entre pares, habla de la sociedad actual y
pone al descubierto expresiones agresivas que serían una consecuencia de la
imposibilidad de poner en palabras el malestar de los estudiantes , pero también de
los docentes.
Remite ello al valor de la palabra, cuando la palabra se silencia, cuando falta
el dialogo, pierden sentido los procesos de socialización y aparece el lenguaje de la
acción, según Podestá (2001). En esta misma línea Duschatzky asevera que: “la
problemática de la violencia merece ser abordada desde una doble dimensión: como
lenguaje y como fracaso del lenguaje. La violencia como lenguaje nos convoca a
analizarla en sus componentes enunciativos” (1999: 51).
Se pone de relieve que todo acto donde la violencia aparece, tiene como
correlato un discurso encargado de justificar su uso; las instituciones, los docentes
apelan, en algunas ocasiones, a un discurso institucional que alude a un rechazo de
la violencia como, asimismo, al empleo de métodos violentos; pero paradójicamente
en otras circunstancias aparecen miradas y palabras despectivas, discriminadoras
y/o situaciones estimadas como un recurso legítimo de control.
Estos puntos de análisis advierten acerca de la presencia cada vez mayor de
situaciones de violencia en el ámbito educativo que otrora ofrecía cierto marco de
contención, lo cual nos interpela y pone en guardia como actores institucionales.
3. El bullying… ¿Un fracaso en la convivencia escolar?
El acoso escolar o bullying, como se lo nomina en inglés, se traduce como
intimidar, molestar, perturbar y hace referencia a un fenómeno grupal que eclosiona
en el ámbito escolar donde el vínculo se instala entre pares; se juegan básicamente
dos roles preponderantes: agresor, agredido y esto se fortifica, tonifica con el
agregado de un tercer término, los espectadores/observadores que pueden ser
reales o virtuales. En lo personal, el acosador se inviste de superioridad en tanto
advierte y cuenta con el apoyo de otros atacantes pasivos, podríamos incorporar el
refrán popular como grafica de la situación “el que calla , otorga “ ; pero además es
necesario tomar en consideración que el acosado es alguien con escasa capacidad
de defensa y respuesta a las agresiones. Se podría aseverar que la violencia es una
especie de “juego con los límites“donde se generan acciones / situaciones sobre el
otro para ver “hasta donde tolera o soporta, cual su capacidad de resarcimiento “.
La dialéctica dominante es goce/ sufrimiento y poder/dominación.El acosador lo que
quiere percibir y sentir es que el acosado lo esté pasando mal, presenciar y vivenciar
su tormento y la descalificación sostenida de que es objeto.
Cada uno de estos papeles encuadra en un perfil psicológico específico: en el
caso del agresor/agresores responde a rasgos psicopáticos donde impera la
ausencia de empatía , sentimientos culposos y remordimiento, la imposibilidad de
ponerse en el lugar del otro y la utilización prevalente de mecanismos de
manipulación. En relación a su desempeño académico está signado por fracasos,
expulsiones y en términos generales padece problemáticas a nivel de lo afectivo /
vincular. La víctima presenta rasgos acentuados de inseguridad, dependencia, falta
de confianza y autoestima, retraimiento social; los espectadores, subsumidos en
relaciones sociales insatisfactorias, comparten el perfil psicopático del agresor y
cooperan con una conducta pasiva consintiendo, avalando el hostigamiento y , debe
ponerse de resalte, que sin ellos el efecto dominar/ someter, carecería de sentido.
Lo expuesto articula una modalidad vincular, circular, agresiva, intencional, un
circuito donde se presentifica una asimetría, un desbalance de poder; se reitera en el
tiempo asumiendo modalidades varias: verbal, psicológica, virtual, física y va
promoviendo un deterioro progresivo en la victima llegando a extremos de mucho
padecimiento y hasta de exterminio personal o grupal. En tal sentido, muchos son
los casos que integran las estadísticas al respecto.
El acoso escolar , como problemática, se distingue de la violencia escolar
dado que esta última es más abarcativa e incluye4: violencia en la escuela (donde
los agentes promotores son los sujetos) contra la escuela (el agente es el contexto)
y violentacion institucional (el agente es la institución); el bullying se instalaría en el
marco de la violencia en la escuela donde los portadores / actores son sujetos con
dificultades a nivel de lo vincular / afectivo que forman parte de su estructura de
personalidad y eligen el escenario escolar como objeto de proyección .
Se sostiene como perspectiva, a ser puesta absolutamente en plano de
discusión, que la vigencia de las normas de convivencia vayan, por su sola
implementación, a resolver el problema; pueden contribuir pero no lo van a
solucionar dado que constituyen o se han erigido en estereotipos, que los niños
recitan, a veces sin comprender sus alcances; no son producto de un proceso de
apropiación e internalización sino más bien de imposición.
La propuesta estaría a favor de la implementación de espacios curriculares
teórico-prácticos para los alumnos, con la confección de actividades programadas
para trabajar valores fundantes para la convivencia escolar: respeto, solidaridad,
compañerismo etc. Asimismo seria valiosa la puesta en práctica de instancias de
debate para directivos, docentes y padres a los efectos de compartir experiencias y
aunar estrategias. Esto en el convencimiento que la única manera de combatir el
maltrato es la cooperación/involucración, aunar voluntades, por parte de todos los
miembros que conforman la comunidad educativa: profesores, directivos, padres y
alumnos.
4. El ciber acoso…. ¿Una construcción tecnológica?
El ciberacoso, grooming5 en inglés, incorpora al escenario un nuevo
personaje, las redes sociales, que son usadas o vehiculizadas como herramientas
para captar, especialmente, adolescentes/jóvenes o niños, con fines aviesos. El
vocablo del habla inglesa se orienta al verbo groom que significa literalmente6
“acercamiento o preparación para un fin determinado… acicalar o cepillar en el caso
de los animales”. Se hace referencia al grooming child, a objeto de diferenciación.
Esto se plantea tal cual reza la acepción etimológica, dado que es parte de un juego
perverso donde se despliegan conductas previas, que perduran por mucho tiempo,
estrategias de persuasión y acercamiento, por parte del depredador, para cooptar la
confianza de la víctima, lograr empatía, de cara a establecer lazos de amistad, con
intenciones aberrantes, con frecuencia peticiones de connotación sexual / abuso
sexual.
En este caso la asimetría no es tan solo de poder sino que se incorpora la
diferencia generacional; la dialéctica se instala como poder/sumisión / seducción y el
vínculo se genera entre adulto/ niño- adolescente. También en este caso, la víctima
porta un perfil psicológico particular: baja autoestima, inseguridad, necesidad de
reconocimiento y contención, suelen ser un componente anexo, las distorsiones en
el esquema corporal que negativizan la imagen del cuerpo propio.
Asimismo, el victimario está investido de un perfil psicopático donde prima
insensibilidad, falta de empatía y consideración por el otro, tomarlo como objeto de
deseo, ausencia de sentimientos culposos, prevalentes conductas de manejo y
manipulación, ausencia de freno inhibitorio, entre otros rasgos descollantes.
Sin ánimo de una visión apocalíptica, lo expuesto que se ha transformado en
un estigma de la época actual, integra una sociedad en crisis, “desrreferencializada”,
anómica, con límites laxos, con leyes de convivencia en derrumbe, donde la
tecnología no es ingenua ni se exime de responsabilidades. En tal sentido podemos
hacer mención a la Internet profunda7o Internet invisible , en inglés: Deep web,
Invisible Web, Dark Web o Hidden Web, que está referida aspectos oscuros de la
web, desconocidos para el común de los usuarios ; es decir remite a todo el
contenido que no integra el Internet superficial compatible con las páginas indexadas
por las redes de los motores tradicionales de búsqueda . Podemos hablar de cinco
niveles en la web, comparable a la figura de un iceberg; solo tenemos acceso a la
punta del iceberg, un 20%, es decir lo más superficial; lo más profundo, un 80%
aproximadamente, está oculto y allí yacen las perversiones y patologías más
oscuras: necrofagia, pedofilia, canibalismo, trata de personas, trata de órganos etc.
por mencionar algunas; allí se encuentran redes a las cuales el común de la gente
no tiene acceso, solo ciertos expertos.
Las Agencias Gubernamentales han calificado a la Internet Profunda como un
refugio para la delincuencia debido al contenido ilícito que se encuentra en ella. Esto
da cuenta de la tecnología en su versión más amplia y oculta, desconocida para la
mayoría de los usuarios, lo cual además de ser tenido en cuenta debe ser motivo de
preocupación.
5. El moobing como padecimiento laboral
El trabajo, una de las necesidades vitales del sujeto, funciona como
organizador de la cotidianeidad y estructurante de la subjetividad. Así instalado , el
rol que cumple se inviste fuertemente y, en ese contexto de significancia, plantear el
malestar, padecimiento, sufrimiento, acoso y otras tantas adjetivaciones a el ligadas,
cobra una importancia desmedida tornándose objeto de preocupación.
Esto supone recuperar el lugar del trabajo, lo cual remite no sólo a la
búsqueda de la subsistencia sino que, además, es una forma de elaborar y sostener
la autoestima, el sentido de la vida, la posibilidad de proyectarse e instalarse con
vistas a un futuro, un soporte de inscripción en la estructura social y, en definitiva,
constituye un cimiento de la salud mental, entendida como vicisitud, alternancia,
devenir, búsqueda de equilibrio.
Sigmund Freud, desde una simplicidad sorprendente, emplaza un concepto
de salud mental, al cual adherimos, que instala un panorama de las acciones
humanas, desde una perspectiva existencial: la salud mental se nutre de las
capacidades de amar, trabajar, sonreír8. Amar implica establecer un lazo
afectivo/libidinal con otros hacia quienes dirigimos nuestro interés. Trabajar impone
un hacer que vincula al individuo a la realidad, es imposible hacer en el mundo de la
fantasía. Sonreír supone liberarse de tensiones, padecimientos, no dejarse abatir por
el sufrimiento.
Desde la mirada de Freud, entonces, la salud mental supone establecer
vínculos con otros producir algo en el mundo, conforme al principio de realidad y
sentirse en armonía con uno mismo y con los demás. Este logro, a pesar de la
sencillez de su formulación, es muy costoso en torno a su concreción, es por ello
que hablamos de la salud mental ligada a un proceso de búsqueda de equilibrio y no
a un logro acabado o a una categoría absoluta.
¿Cuál es nuestra argumentación? El hombre alberga una complejidad, una
intrínseca contradicción que debe integrarse y desintegrarse en acciones que el
sujeto debe desplegar: capacidades, en tanto alusión a lo ontológico, derechos, lo
que le pertenece, por lo cual debe luchar, y lo que debe finalmente ganar. Supone
ejercicio de resistencias, disposición permanente a recomenzar.
El sufrimiento es un matiz de la afectividad que es parte constitutiva del ser
humano ,nos acompaña desde nuestro nacimiento, es reflejo de la incompletud y
anterior al hecho de trabajar. Es un estado que genera una vivencia, una reflexión
del sujeto sobre sí y que puede acompañar a la persona durante el proceso de
trabajo, tornándose sufrimiento laboral. Se genera cuando la organización y
condiciones de trabajo obturan realizar tareas, resolver problemas, no existe la
colaboración, el reconocimiento. ”La problemática del sufrimiento se instaura cuando
no hay lugar para el juego metaforizado del deseo en la actividad concepción”
(Dejours, 1988)
El sufrimiento psíquico provocado por situaciones laborales no desemboca,
necesariamente, en enfermedad mental; desde el psicoanálisis la conceptualización
de los procesos y mecanismos defensivos, permite comprender como el individuo
procura mantener su equilibrio psíquico. No obstante, cuando los efectos patógenos
de un trabajo frustran sistemáticamente la satisfacción del deseo, el sufrimiento
psíquico se torna en enfermedad mental y, con frecuencia, realiza virajes hacia la
enfermedad física. Así podemos considerar, a modo ejemplificatorio, la alta tasa de
ausentismo y licencias médicas, en diferentes áreas laborales, que “hablan”
claramente y por si solas de la magnitud de la problemática enunciada.
Toda tarea o actividad en el mundo del trabajo, implica una inversión , un
costo, afectivo , emocional y físico , dado que siempre existe la incertidumbre , la
carga de duda , respecto a los logros y resultados, el miedo al fracaso y a la
ineptitud para el desempeño laboral exitoso. Por tal razón el eje de esta
problemática lo constituye la necesidad de dar o encontrar un sentido al trabajo,
cuestión que no es sencilla ni automática, sino resultado de la movilización de los
recursos o potencialidades psíquicas cognitivas y afectivas a disponibilidad del
sujeto y de la ayuda que recibe del colectivo laboral y del contexto institucional en
que desarrolla su actividad. En esta instancia recuperamos y reforzamos el trabajo
como principal vector de la identidad personal y laboral.
Finalmente, el trabajo, la profesión, cualquiera sea, conforman una autentica
construcción con múltiples aristas y significados que lo invisten de complejidad y, en
tanto es así, convocan ser pensados desde la interdisciplina, complejidad y
multirreferencialidad, reafirmando con Dejours (1988) que el trabajo es parte de
nuestra identidad, no existe trabajo neutral para nuestra salud, la empeora o mejora
y ésta es una cuestión insoslayable que amerita ser puesta en valor.
Un cierre que es apertura
Al cierre, y como una forma de concluir, formulamos tres tips que serían como
emblemáticos en el tratamiento de la temática:
Preocupación: implica poner la vista en el tema, no naturalizar ni pasar por alto.
Somos responsables por acción u omisión. El primer paso para solucionar el
problema es reconocer su existencia, problematizarlo y ponerlo en cuestión. El
proceso seria reconocer, prever, reparar, en esa secuencia.
Prevención: estar alerta a las señales, actuar antes que las cosas se revistan de
mayor gravedad. A modo de ejemplificación: en el caso de los docentes, priorizar el
respeto, no permitir torpezas, insultos etc., en el marco de la convivencia escolar,
comportamientos que se constituyen en antesala de la violencia. En cuanto a los
padres, estar atentos a los cambios de comportamiento en niños y adolescentes
que, en la mayoría de los casos, constituyen indicadores. Algunos de los más
importantes son: retraimiento, aislamiento, incomunicación, agresividad. En el caso
de los adultos: malestar, apatía, perdida de
interés, trastornos psicosomáticos etc.
Comunicación: la palabra ante todo, verba non res; invertimos la frase en latín res
non verba que significa hechos no palabras; lo que se quiere trasmitir es que lo que
se habla, lo que se pone en palabras es más difícil que se transforme en una
actuación. La violencia es la experiencia subjetiva que se precipita cuando la palabra
cae, cuando se inviste de impotencia. Así, el insulto, la injuria son el preludio de la
violencia. De ahí la importancia de construir un vínculo de confianza como
anticipatorio y, asimismo, vehículo de la comunicación
La propuesta es trabajar en la sensibilización de este padecimiento social que
corroe, mina, disgrega y causa estragos sobre quien se lo aplica, rescatando valores
tradicionales que anidan básicamente en la convivencia y la socialización. Solo
identificándonos con el otro y su sufrimiento, podemos salir del circuito de la
violencia, identificación necesaria para la construcción de lazos solidarios
posibilitadores de nuevas subjetividades.
Además es imperativo tener como lema que es un tema de especialistas, que
convoca la complejidad, multirreferencialidad e interdisciplina como posicionamiento
epistemológico, dado que los caminos de la simplificación no resultan suficientes. En
tal sentido, no existen recetas, ni fórmulas mágicas, si modos de aproximación o
estrategias de resolución para lo cual es menester la existencia de profesionales con
una formación específica y consolidada.
Al momento, la prevención resulta ser la estrategia más valiosa y efectiva. Asimismo
el debate y la socialización coadyuvan , en tanto no hace mucho tiempo atrás, de
estos temas no se hablaba, estaban vedados,su silenciamiento era la norma ; no se
re-velaban y por tanto no se de-velaban.
El espíritu de esta instancia es compartir este espacio para posibilitar
acercarnos, con las limitaciones que reconocemos por la complejidad del tema, para
visibilizar algunas de las caracterizaciones de producción que delatan la singular
trama de las dinámicas institucionales, que despliegan formas diversas de
comportamiento, entre ellos la violencia como prevalente , que revelan el
funcionamiento de las instituciones atravesadas por un contexto socio-histórico
cultural y político particular que conflictua y tensiona valores, modos, normas y
conductas .
Es por ello que el hecho de estar reunidos hoy ocupándonos y
preocupándonos por el tema representa un avance significativo y, asimismo, resulta
proactivo en el abordaje de la problemática motivo de esta instancia de exposición…
Es por ello que, a modo de cierre, la frase de Eduardo Galeano nos parece
ajustada a nuestro planteo ya que, de otro modo, la utopía del cambio perdería su
sentido:"El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla,
a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de
imaginarlo. Pero está visto que no hay desgracia sin gracia, ni cara que no tenga su
contracara, ni desaliento que no busque aliento”. Esta en cada uno de nosotros
perseguir estas utopías…
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3Winnicott hace referencia a la paradoja del reconocimiento mutuo: el bebe se reconoce a sí mismo
en tanto reconoce a la madre como diferente. Es decir solo existe reconocimiento de sí cuando se
reconoce al otro externo, separado y equivalente de subjetividad, es decir como un igual. 4 Esta categorización es tomada de Garay Lucia y se expone en Violencia en las escuelas. Fracaso
Educativo (2001), p. 36. 5 Es llamativo el fenómeno de extranjerización, esto es el uso de palabras procedentes de otras
lenguas para hacer mención o referencia a problemáticas identificadas como propias. ¿Sera que no
las aceptamos como tales? Lo ponemos en clave de interrogación. 6www.lanacion.com.ar
7 www.es.wikipedia.org/wiki/internet-profunda
8Es una frase muchas veces citada, atribuida a Sigmund Freud, pero sin que se remita a un lugar
concreto de sus obras completas. Resulta, pues, curioso que una de las citas más famosas de Freud
sea apócrifa. La única pista sobre el origen de esta cita de Freud es la referencia que de ella hace
Erik Erikson (Infancia y sociedad, 1950), sin mencionar la fuente escrita, aunque posteriormente
indicó que la había escuchado en Viena, como atribuida a Freud, y que le había impresionado mucho.