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DESPERTARES Pocha Debir

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DESPERTARES

Pocha Debir

Ruth Patricia Diago Surez(Cartagena, 1956)

Mujer permeada por los ambientes cotidianos con los que convive y que han influido de manera significativa en la creacin de su obra. La poesa se constituye en la alternativa para sobrellevar la vida en comn de la que extrae la mayora de sus versos. Ha participado en diversos talleres de poesa locales, asistido a eventos de ndole literaria y publicado en folletos, peridicos y revistas. Su libro de poemas Los Muebles Hierven acaba de ser publicado por la Fundacin Tecnolgica Antonio de Arvalo. Sus poemarios Despertares, Que Se Vayan Al Carajo y Escobas al suelo se encuentran inditos.

Sbado contrariado

Depender de una llamada para rescatar el sbadoes cuestin de mareas alteradasy enemigos menudos.Aquel amigo lococuya intermitencia de querubn empantanadonos entusiasma de manera momentneapor aquellas pocasen la que la fugacidad de los amantesguarda bajo llave las lucirnagas.Terminamos entonces parapetando el tiempofiando en la tiendaun litro de ron del ms baratocuando gustosos mandaramos el pudor de huelga.

Periferia

El silencio que el viento entorpeceal irrumpir entre los ramajesvagabundo, ldico,la loma dormitando,animal tendidode rostro hacia el universo,una extraa letana musical,el oculto canto del pjaroHamacada y agreste armonaa la enramada intemperie de las horas.

Aspaviento de nen

Un trueno grita en el atardecer prematuroavivan el aire fulgores violetael ambiente despliega su teln oscurecido.Un cuantioso saldo de nubeslucha por acomodarseansias calladas se percibenen el mbito indeciso del temporal.Titubea el tiempose intuye la espera en el polvo de la calle.

Han cantado cual monedaslas nicas gotas sobre el techoestampando en la tierra crteres diminutos de mezquina salpicadura.

La calle quieta

La esquina, gris desierto de concretoque bajo la luz mercurial soportael furor de estampida menudade las serpentinas de arena al asediar la calzada.Se arremolina la basuracascareando, cascareando.Una motocicleta pasa sin distraerla vigilia de las olas.El descuido de una ventanapareciera hacerle coroal llanto de un nio desvelado.Igual que atados fantasmasse sacuden los almendros.Pasos ausentes con perros mudos

La luna fija en su hamaca.

Cursi lugar comn

Una gaseosa, un cigarrillotragando a pequeos sorbos el deseo.Como si temiera agotar la memoriaaspira el humo,el recuerdo reciente de la entregaen aquel lugar de pasorefrend su avaricia de esa pielotorgndole el vrtigopara dejarlo tiritando y vidoigual que un animal herido de muerte.

Ovacin

La ldica incesanteentre el oleaje y la rocaes el aplauso asombradopor el vuelo rasante del alcatraz.

Propuesta X

Qudate a nacer de nuevoen el lugar de la voz que refugia el truenoall donde el tiempo duermegracias al arpegio infinitode la sinfona que logras.Preservado en la confianza del oleajesers situado en un planeta sin arrugasen el que esa foto desahuciadaaprenda las coordenadas vitalesque trazaron tus manos en secreto.

Ecos mojados

El aguacero recoge los sonidosponindolos a cantar a un solo ritmopero el grito del pjaro se revela.

Brinca el agua sobre los charcosvolcando su lenguaje sobre el piso

La gotera despiertaagua-polvo en su secuencia inicialel trueno destiempla las ventanasagazapndose en un lugar al que nadie vuelasolo el graznido metlico del avinpareciera llevarle la contraria.

Un baco de hojas muertas contabiliza las horas

Te reconozco de repenteen todas esas costumbres de la esperaen la mana de preparar el cuerpoy exponerlo igual que el aveal acicalarse sobre el cableado elctrico,incluso cuando el da se cierracon chirrido de bisagras y estruendo de madera.La artrosis se ha encargado del dolor,por tal razn no ardes en un solo punto neural;y es que ese residuo leve que te acercaes de tan veloz disolucinque no alcanza a implicar la piel,convocar la angustiao aquel requerimiento que jams colmastees la contrariedad inconsistente,esa circunstancia inversa que reabsorbe el fuegoque de alguna manera estorbaen concordancia con los accidentes de la acera.

Ajusto los pasos a estos das monocordesmientras avanzo bajo la influencia ilusoriade otro sol mestizo.

Venimos por pares

Cierto marco de madera con alma de vidrio,me ha hecho notar que somos dosno s si al otro le pasa lo mismo ante el doloro las circunstancias que lo desatan.Entonces me desbordo como tubera rotade difcil compostura.Dependo de esos artefactos horrorososcuyos cristales ajustan la realidaddevolvindole nitidez a los objetos.Oscuro como una taza de caf cerrerotengo el aoso iris.Al descender los prpadosobligndome a mirar hacia adentrogiro en mi rbita vacilante, necioen el quehacer intilde un recluso irremediable.

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