participación - derecho penal

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FACULTAD DE DERECHO ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS INVESTIGACIÓN: PARTICIPACIÓN – COMPLICIDAD E INSTIGACIÓN CURSO : DERECHO PENAL II DOCENTE : SALDAÑA MONZON, LUIS AUTORES : 1. Fernández Flores, Dante 2. Montero Adanaqué, Edgar 3. Pena Serrano, Briana 4. Revoredo Alfaro, Renato 5. Torres de Rivero, Manuel Trujillo, 2015 - I CICLO: III

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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

INVESTIGACIÓN: PARTICIPACIÓN – COMPLICIDAD E INSTIGACIÓN

CURSO : DERECHO PENAL II

DOCENTE : SALDAÑA MONZON, LUIS

AUTORES :

1. Fernández Flores, Dante2. Montero Adanaqué, Edgar 3. Pena Serrano, Briana4. Revoredo Alfaro, Renato 5. Torres de Rivero, Manuel

Trujillo, 2015 - I

CICLO: III

DEDICATORIA

Esta monografía la dedicamos a Dios, porque nos ha permitido seguir adelante

guiándonos en los momentos difíciles que se nos ha presentado en el transcurso

de nuestra vida.  

A nuestros padres y familiares que siempre están preocupándose por el bienestar

de cada uno de nosotros y por su interminable apoyo en todo momento de nuestra

vida, por sus enseñanzas, consejos y por su eterna paciencia y perdón antes

nuestros errores.

A nuestro profesor Luis Saldaña Monzon, que durante este tiempo nos ha

brindado un apoyo mutuo e incondicional brindándonos una educación de calidad,

así como también brindándonos la confianza necesaria para seguir adelante como

futuros profesionales.

AGRADECIMIENTO

A Dios, ser maravilloso que nos dio las fuerzas para seguir adelante y de esa

manera poder culminar con nuestro trabajo.

A nuestra familia por nunca dejarnos solos a pesar de los obstáculos que se

pueden presentar y por estar siempre a lado de nosotros en cada momento de

nuestra vida.

También expresamos nuestro agradecimiento a la biblioteca de la Universidad

Privada Antenor Orrego por abrirnos sus puertas para obtener la información

necesaria para nuestro trabajo.

ÍNDICE

DEDICATORIA

AGRADECIMIENTO

PRESENTACIÓN

INTRODUCCIÓN

CAPITULO I: MARCO TEÓRICO

I. PARTICIPACIÓN:

I.1. DEFINICIÓN

- EL PRINCIPIO DE ACCESORIEDAD DE LA PARTICIPACIÓN.

I.2. PARTICIPACIÓN EN LA PARTICIPACIÓN

I.3. CARACTERÍSTICAS DE LA PARTICIPACIÓN

I.4. FUNDAMENTOS DE LA PUNIBILIDAD DEL PARTÍCIPE

I.5. TEORÍAS RESPECTO A LA PUNICIÓN DE LA PARTICIPACIÓN.

TEORÍA DE LA PARTICIPACIÓN EN LA CULPABILIDAD O DE LA

CULPABILIDAD DE LA PARTICIPACIÓN.

TEORÍA PURA DE LA CAUSACIÓN.

TEORÍA DE LA PARTICIPACIÓN EN LO INJUSTO O EN LO ILÍCITO.

TEORÍA DE LA PARTICIPACIÓN COMO UN ATAQUE ACCESORIO

AL BIEN JURÍDICO TUTELADO.

I.6. ELEMENTOS DE LA PARTICIPACIÓN

I.7. FORMAS DE PARTICIPACIÓN

I.8. PRINCIPIOS ELEMENTALES DE LA PARTICIPACIÓ

PRINCIPIO DE CONVERGENCIA.

PRINCIPIO DE EXTERIORIDAD.

PRINCIPIO DE COMUNICABILIDAD.

II. INSTIGACIÓN

II.1. DEFINICIÓN

II.2. CARACTERÍSTICAS

II.3. REQUISITOS

II.4. MEDIOS DE LA INSTIGACIÓN

II.5. MOMENTOS DE LA INSTIGACIÓN

II.6. ACCIÓN DOLOSA DEL INSTIGADO

II.7. EJECUCIÓN DOLOSA DEL INSTIGADO

II.8. INSTIGACIÓN INCUMPLIDA

II.9. TRATAMIENTO LEGAL

II.10. LA INSTIGACIÓN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

III. COMPLICIDAD

III.1. DEFINICIÓN DE COMPLICIDAD

III.2. MOMENTO DE LA COMPLICIDAD

III.3. DIFERENCIA CON EL DELITO DE ENCUBRIMIENTO..

III.4. TIPOS DE COMPLICIDAD

- COMPLICIDAD PRIMARIA O NECESARIA

- COMPLICIDAD SECUNDARIA O NO NECESARIA

III.5. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN EN LA COMPLICIDAD

III.6. INCOMUNICABILIDAD DE LAS CIRCUNSTANCIAS

III.7. TRATAMIENTO LEGAL

CAPÍTULO II: CONCLUSIONES

CAPÍTULO III: BIBLIOGRAFÍAS Y LINCOGRAFÍAS

CAPÍTULO IV: ANEXOS

PRESENTACIÓN

El tema a tratar por nuestro grupo en esta ocasión es el de la participación

centrándonos específicamente en la complicidad e instigación, es necesario

recalcar que dentro de nuestro código penal estos temas se encuentran en el

Capítulo IV artículo 24 y articulo 25 respectivamente.

Normalmente los tipos contenidos en el derecho penal se refieren a la realización

del delito por persona única. Sin embargo, cada tipo de la Parte Especial aparece

complementado por las prescripciones contenidas en la Parte General y que

extienden la pena a casos en que el delito es obra de más de una persona.

Se puede manejar un concepto amplio de participación, por el cual participan o

"toman parte" en el hecho los que son autores como los que ayudan a los autores.

La teoría de la participación tiene dos posibilidades teóricas: o bien diferencia

distintas formas según la importancia de la participación, de tal manera que

distingue entre la realización del papel principal (autor) y la ejecución de papeles

accesorios (cómplices o cooperadores) o bien renuncia a tales diferencias a favor

de un concepto unificado de autor.

Es necesario además mencionar que participación es el hecho delictivo realizado

por un conjunto de personas a las cuales se les impondrá la pena en función del

modo de intervención en la comisión del delito.

El comportamiento del partícipe depende del hecho principal el cual pertenece al

autor, y por lo tanto su infracción no es autónoma. El tipo del partícipe depende del

tipo principal que se le atribuye al autor.

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene la finalidad de dar a conocer al estudiante de derecho

todo lo relacionado a la participación basándonos principalmente en la complicidad

e instigación.

Es necesario mencionar que no todos los intervinientes en un hecho delictivo

responderán como tal, sino que algunos serán considerados partícipes, en función

de su grado de participación en los hechos

Participación significa intervención en hecho "ajeno" En concreto, existe

participación cuando se interviene en el hecho antijurídico de un autor. Se habla

entonces de aportaciones dependientes, accesorias. La participación es, en

efecto, secundaria o accesoria en cuanto que depende de la autoría. Esto significa

que para ser partícipe se precisa un hecho ajeno, y el hecho implica un agente-

autor.

La complicidad es una forma de participación que se encuentra establecida en el

Art. 25, C.P. En principio, la contribución anterior o simultánea a la realización del

delito es común en toda clase de complicidad; lo que destaca es su mínimo

soporte material, permitiendo que la pena sea inevitablemente inferior a la que

merezcan los autores del delito. En consecuencia, el cómplice ayuda o coopera,

en forma auxiliar o secundaria a la ejecución, a diferencia de los coautores que

ejecutan directamente el delito.

La instigación estriba en que el instigador hace surgir en otra persona llamado

instigado la idea de perpetrar un delito, aún más y esto es lo relevante quien

decide y domina la realización del hecho es precisamente el instigado y, por tanto,

éste es verdaderamente el autor.

CAPÍTULO I: MARCO TEÓRICO

La participación criminal es una categoría dogmática que estudia el problema de

aquellos que, tomando parte de un delito, no realizan acción típica. Por lo tanto, la

participación alcanza a los “instigadores” y a los “cómplices” porque las acciones

de los partícipes contribuyen a la realización del delito que comete el autor, pero

no son acciones típicas en el sentido de que realizan por si solas la acción descrita

en el tipo: determinar a A a matar a B (instigar) no es matar a B; prestar ayuda a C

para que robe no es robar, sino cooperar en un robo (complicidad)

De modo general, si son varias las personas que intervienen en la comisión de un

delito, solo es autor el que realiza el tipo, no invocándose tal categoría a otros

(participes) que también intervinieron en la comisión de ese delito, unas veces sin

tener relación directa con la ejecución del hecho en si mismo como el caso del

instigador debido a que el autor a la comisión del delito, otras veces colaborando

de alguna manera, material o intelectualmente, con el autor, caso de los

cómplices. Así el legislador amplia la punibilidad no solo de los partícipes

(instigadores y cómplices), sino también en los casos de autoría mediata y

coautoría.

La participación en sentido estricto solo abarca a la instigación y la complicidad.

I. PARTICIPACIÓN:

I.1. DEFINICIÓN

“Son partícipes las personas que en forma libre contribuyen a ejecutar el acto

punible, prestando al autor una ayuda o auxilio doloso o determinando a otro

dolosamente realizar la conducta antijurídica. En su sentido más lógico, “participar

equivale a colaborar, intervenir, compartir, lo cual supone la existencia de un acto

principal al cual se accede; de esta manera, si bien el partícipe no realiza por sí

mismo el tipo, su punición se sustenta en una extensión del ámbito de la

responsabilidad a quien en forma dolosa establece una condición para el hecho

criminoso o lo ha instigado; por esto la responsabilidad de la participación está

supeditada a que se realice por lo menos en grado de tentativa de un tipo principal

ejecutado por otro en forma antijurídica.

El participe no es autor, pues su comportamiento no desarrolla la conducta

prevista en el tipo, y sólo accede a ella por vía indirecta, esto es, vinculando su

conducta dolosa a la acción del autor principal; mientras el autor guía y dirige la

acción típica, el participe accede su comportamiento al injusto principal, por tanto,

la acción del cómplice en si misma considerada no es la acción punible descrita en

el tipo; por ello se dice que realiza un comportamiento accesorio de la autoría”.1

La participación en un forma accesoria de responsabilidad pues requiere

necesariamente de la conducta típica e injusta del autor principal, dado que el

comportamiento del partícipe no se subsume por sí mismo en el tipo penal; para

que el determinador sea punible se requiere que el determinado haya realizado la

acción típica e injusta por lo menos en grado de tentativa; así mismo, el cómplice

es punible si prestó ayuda en un acto punible ajeno; dada la accesoriedad de la

participación, esta se presenta cuando el hecho principal podría ejecutarse sin la

intervención del participe y siempre y cuando que el hecho sea por lo menos un

acto típico y antijurídico doloso.

Así, pues, luego de consumado el delito, no es posible participación; de esta

manera, el encubrimiento personal y la receptación quedan por fuera de la

participación, siendo formas autónomas de tipicidad, puesto que ya no se puede

incidir en la comisión del hecho o motivar al autor.

La participación en el delito ajeno puede ser mediante dos clases de actos:

a) Instigando a otro a cometer el injusto penal, o sea, creando el dolo en otro

para que realice el delito.

b) Por medio de actos de auxilio o complicidad, esto es, prestando al autor

una ayuda dolosa para la comisión del injusto; la complicidad, según la

1 GÓMEZ LÓPEZ, Jesús Orlando. Tratado de Derecho Penal (La Tipicidad, Tomo III). Editorial Doctrina y Ley LTDA. Pág.: 1027-1028 (2005). Bogotá-Colombia.

importancia de la colaboración o ayuda, se califica como necesaria y no

necesaria.

Se entiende por participación el hecho delictivo realizado por un conjunto de

personas a las cuales se les impondrá la pena en función del modo de

intervención en la comisión del delito.

El comportamiento del partícipe depende del hecho principal el cual pertenece al

autor, y por lo tanto su infracción no es autónoma. El tipo del partícipe depende del

tipo principal que se le atribuye al autor

La participación, en el Derecho Penal, es la cooperación dolosa en un delito

doloso ajeno. De esta definición se desprende, por un lado, la necesidad de la

existencia como presupuesto esencial de un hecho ajeno a cuya realización el

partícipe contribuye. Este presupuesto conduce al principio supremo de la teoría

de la participación:

EL PRINCIPIO DE ACCESORIEDAD DE LA PARTICIPACIÓN.

Este principio nos dice que para que exista un partícipe es necesario que exista un

autor, es decir, el autor es el principal y el partícipe el accesorio. Es por ello que la

punibilidad del partícipe es accesoria a la conducta del autor, puesto que en la

conducta del autor deben concurrir determinados elementos del delito para que

pueda ser castigado el partícipe.

Significa que la participación es accesoria respecto del hecho del autor. Este

principio se clasifica en distintos niveles: accesoriedad mínima, máxima o limitada.

En primer lugar está la accesoriedad máxima, según la cual solo es punible

el partícipe si el autor actuó típica, antijurídica y culpablemente.

En segundo lugar está la accesoriedad mínima según la cual es punible la

participación en el caso en que el autor haya actuado típicamente y a pesar

de que su conducta esté amparada por una causa de justificación, es decir

que para que sea punible la conducta basta que el autor realice una acción

típica.

En tercer lugar está el principio de accesoriedad limitada. Es el que mayor

acogida tiene entre la doctrina y la jurisprudencia. Establece que la

participación es accesoria respecto del hecho del autor el cual basta con

que sea antijurídico.

Esta participación es la participación en su forma dolosa. Esta participación exige

que el partícipe debe conocer y querer su participación en la realización de un

hecho típico y antijurídico de otra persona ( según la teoría de accesoriedad que

se mantenga) , el cual es el autor. La participación solo es punible en esta forma,

en la dolosa. Esto no quiere decir que una participación imprudente en un hecho

delictivo, doloso o imprudente, ajeno, no pueda ser constitutiva de autoría de un

delito imprudente. Y, esto es así, porque en los delitos imprudentes la autoría se

fundamenta tanto por la infracción del deber de cuidado, como por el dominio

objetivo de la acción imprudente que se realiza. Si se dan ambos requisitos habrá

autoría, pero no si falta uno de ellos. Si falta alguno de ellos no se pude

fundamentar la autoría del resultado que se produzca.

“La accesoriedad de la participación significa que debe existir un comportamiento

principal punible al cual se accede; ahora bien ¿Qué nivel requiere alcanzar el

hecho principal para que se pueda hablar de participación punible? Sobre este

punto se han planteado tres tesis: la accesoriedad mínima, media y extrema. La

accesoriedad mínima requiere que el acto principal sea al menos típico, por tanto

el autor principal debió objetivamente realizar la hipótesis de un tipo legal; la

accesoriedad limitada o media exige que la acción principal sea típica y

antijurídica, en tanto que la accesoriedad extrema exige la existencia de un delito,

esto es que el acto principal sea típico, antijurídico y culpable; y aún puede

concebirse una accesoriedad superextrema que condicionaría la participación a

que el acto principal además de reunir la tres características del delito, sea

también punible”.2

2 GÓMEZ LÓPEZ, Jesús Orlando. Tratado de Derecho Penal (La Tipicidad, Tomo III). Editorial Doctrina y Ley LTDA. Pág.: 1035-1037 (2005). Bogotá-Colombia.

Por accesoriedad limitada se entiende aquella concepción que hace depender la

responsabilidad del partícipe de la realización por parte del autor de un hecho

típico y antijurídico. Por tanto, si el autor principal realiza un hecho permitido por el

Derecho aunque sea típico (Vg.: matar a otra persona en legítima defensa) la

contribución del partícipe al hecho (proporcionando, p.ej., el arma homicida) es

impune. La teoría de la accesoriedad limitada de la participación se explica porque

si en el caso de que la conducta del autor, que es la conducta principal, eximimos

a éste de responsabilidad penal en base a que se ha ajustado a Derecho, no

podemos incriminar la conducta del partícipe, que no es la conducta principal,

porque ha contribuido a la realización de un hecho permitido por el Derecho.

Además, para que la participación sea punible, el partícipe tiene que realizar la

contribución a la comisión del hecho delictivo realizado por el autor, con

conocimiento y voluntad de auxiliar a éste en la ejecución.

EJEMPLO:

Francisco (35) tiene las intenciones de otorgar un obsequio a su enamorada con

motivo del día de San Valentín que ya se acerca, necesitando dinero para ello. El

viernes último en circunstancias que un compañero de trabajo suyo llamado

Ricardo (32) esperaba un taxi en el frontis de su casa para ir a trabajar como

vigilante de una conocida discoteca de la ciudad. Francisco se percata que un

billete de 200 nuevos soles sobresalía del bolsillo posterior izquierdo del pantalón

de su compañero, logrando sustraerlo sin que su titular se diera cuenta segundos

después de haber recibido ayuda por MIGUEL para realizar el hurto (42) – otro

amigo de Francisco- que en ese momento lo acompañaba

o Según lo establecido en la accesoriedad mínima el partícipe solo será

punible si el autor realizó un hecho típico, en este caso Francisco sí realiza

un hecho típico ya que la conducta realizada por éste se subsume en un

tipo penal que es el articulo 185 (hurto simple) además tanto Francisco

como Miguel saben y son conscientes de lo que están realizando (dolo).

o Según lo establecido en la accesoriedad media el partícipe será punible si

el autor realiza un hecho típico y antijurídico a la vez, para ello es necesario

mencionar que la tipicidad de la conducta constituye un indicio de

antijuricidad porque el comportamiento que encaja ya en un tipo penal es

contrario al Derecho al suponer la violación de una norma penal, pero este

indicio no es suficiente para afirmar definitivamente la ilicitud del acto

humano, es necesario confirmarlo mediante un juicio de antijuricidad. Es

por ello que todo hecho típico es antijurídico siempre y cuando no concurra

ninguna causa de justificación. En el caso propuesto Francisco no está

autorizado para realizar el hurto es decir que Francisco no conto con

ninguna causa de justificación al momento de realizar el hecho.

o Según lo establecido en la accesoriedad máxima será punible el partícipe si

el autor actuó típica, antijurídica y culpablemente. Como ya hemos podido

darnos cuenta la conducta de Francisco es típica y antijurídica pero falta

analizar si además es culpable, para ello es necesario mencionar que será

culpable aquella persona que habiendo podido comportarse arreglo a

derecho, no lo ha hecho a pesar de haber sido accesible al mensaje

normativo. Además la culpabilidad del autor requiere la verificación de tres

situaciones:

- Capacidad de culpabilidad: En el caso planteado Francisco es mayor de

edad y además tiene lucidez mental.

- Conocimiento de la ilicitud de su acto: Francisco conoce el significado ilícito

del hecho realizado (hurto).

- Juicio de Reprochabilidad: En el caso planteado a Francisco se le puede

exigir una conducta distinta a la realizada.

Por lo tanto llegamos a la conclusión que Francisco sí es culpable en relación

al hecho que cometió.

I.2. PARTICIPACIÓN EN LA PARTICIPACIÓN

“Los partícipes pueden presentarse en formas singular o plural, o sea, varios

instigadores o varios cómplices. La cooperación con el instigador (A, anima a B,

para que acepte la instigación de C) es una forma de instigación, así como el

cómplice del cómplice es una forma de complicidad.”3

I.3. CARACTERÍSTICAS DE LA PARTICIPACIÓN

La participación es por esencia concurso en un comportamiento punible ajeno; el

cómplice coopera, el instigador induce a otro a realizar la acción punible, y, de

esta manera, no ejecutando el delito mismo, no tiene dominio ni control en la

producción del hecho, pero colabora en el injusto cometido por el autor. Lo anterior

hace que la participación esté revestid de especiales características que la

diferencian de la coautoría.

Las características de la participación en cualquiera de sus formas están bien

definidas en la doctrina:

1. Es en esencia una conducta ACCESORIA a la del autor; la acción del

participe es necesariamente dolosa y la acción principal del autor debe ser

un acto típico doloso y antijurídico (la culpabilidad es un elemento

individual).

2. Para que la participación sea punible, el acto principal debe quedar a lo

menos en grado de TENTATIVA, pues la participación lo es en un injusto

típico ajeno; si el hecho principal no alcanzó el grado de tentativa, la

participación también queda impune.

3. Es una ACCIÓN DOLOSA EN HECHO PRINCIPAL DOLOSO, pues no

existe participación CULPOSA; por tal motivo, el partícipe tiene que conocer

que presta su concurso un hecho típico doloso de otro y actuar en forma

voluntaria; por tanto, la ausencia de dolo en el aporte, el error invencible

sobre el carácter típico del acto principal o sobre su condición dolosa,

excluyen la participación.

3 GÓMEZ LÓPEZ, Jesús Orlando. Tratado de Derecho Penal (La Tipicidad, Tomo III). Editorial Doctrina y Ley LTDA. Pág.: 1045-1047 (2005). Bogotá-Colombia.

I.4. FUNDAMENTOS DE LA PUNIBILIDAD DEL PARTÍCIPE

“Dado que el partícipe no realiza la acción punible, el fundamento de su punición

se debe motivar en forma diferente al autor, habiéndose presentado básicamente

dos teorías para explicarla:

El partícipe es punible por cuanto corrompe al autor, conduciéndolo a

cometer el delito, ello supone que el autor principal típico, antijurídico y

culpable, de donde restaría que no se explicaría la punición de la

participación cuando el autor principal resulta inculpable.

La teoría de significación del aporte ve el fundamento en la importancia o

significación del aporte al resultado típico, por lo mismo sería suficiente que

el acto principal sea típico.

Una tercera posición ve el fundamento de la punición de la participación en

que su acción se ha contribuido dolosamente a ejecutar un injusto penal,

por lo mismo basta para la participación que el acto principal se típico y

antijurídico, de donde se infiere que el partícipe es punible por haber

contribuido significativamente en la producción de un injusto penal”.4

I.5. TEORÍAS RESPECTO A LA PUNICIÓN DE LA PARTICIPACIÓN.

“Para fundamentar la punibilidad de la participación existen diversas teorías, que

desarrollaremos a continuación:

TEORÍA DE LA PARTICIPACIÓN EN LA CULPABILIDAD O DE LA

CULPABILIDAD DE LA PARTICIPACIÓN.

En esta teoría es básica la culpabilidad de los intervinientes, ya que la medida de

la culpabilidad del partícipe estaría en función a la de la culpabilidad del autor.

TEORÍA PURA DE LA CAUSACIÓN.

4 SANCIANETTI, Marcelo. Teoría del Delito y Disvalor de la acción. Editorial Hammurabi SRL. Pág.: 631 (2001). Argentina – Buenos Aires.

Esta teoría parte del aporte causal que realiza el partícipe para la producción del

resultado; advirtiéndose la causalidad entre el acto de participación y la conducta

principal del autor.

Siguiendo a esta teoría, corresponde atenuar la responsabilidad del partícipe, ya

que no participa directamente en la realización del hecho delictivo.

La observación que se plantea a esta teoría es que cualquier hecho que

establezca una relación causal entre el partícipe y el autor puede determinar la

punibilidad del partícipe.

TEORÍA DE LA PARTICIPACIÓN EN LO INJUSTO O EN LO ILÍCITO.

En la doctrina nacional esta es la teoría dominante. Según esta teoría la

participación consiste en la violación de la prohibición de impulsar o apoyar otro

hecho prohibido. Tal prohibición está contenida en las disposiciones particulares

de la participación y no en las normas de la parte especial. La participación está

dirigida a la lesión del mismo bien jurídico que el hecho principal.

Es también entendida como la aplicación del principio de accesoriedad en la

participación, ya que la intervención del partícipe es dependiente de la del autor,

señor del hecho, por ende, su intervención es accesoria a la intervención principal

llevada a cabo por el autor, pero, a partir de su intervención delictiva pasa a ser

partícipe de un solo injusto jurídico-penalmente desvalorado.

TEORÍA DE LA PARTICIPACIÓN COMO UN ATAQUE ACCESORIO

AL BIEN JURÍDICO TUTELADO.

Según esta teoría, la participación se constituye en una causación accesoria que

no puede ser separada del injusto del hecho principal, pero al mismo tiempo

implica un ataque autónomo al bien jurídico protegido.” 5

I.6. ELEMENTOS DE LA PARTICIPACIÓN

Para que se dé la participación es necesario que concurran dos elementos: el

elemento objetivo representado por la conducta de cooperación y el elemento

5 PRÍNCIPE TRUJILLO, Hugo. Autoría y Participación. Editorial Caballero Bustamante. Pág.: 59-61 (2010). Lima.

subjetivo, el acuerdo de voluntades entre el autor y los partícipes, que supone la

concurrencia del dolo del participe.

El sujeto debe actuar conciencia y voluntad de cooperar en la conducta típica y

antijurídica llevada a cabo por el autor.

El elemento objetivo, la cooperación, se da cuando la conducta del partícipe

supone una condición para la realización de la acción típica y antijurídica por parte

del autor. La cooperación exige que la conducta sea, al menos, una condición de

la forma concreta de realización de la conducta delictiva.

I.7. FORMAS DE PARTICIPACIÓN

No solo se establece una sanción al autor, sino que también se reprimen a las

personas que intervienen sin tener relación directa con la ejecución del hecho en

sí mismo, nos referimos al instigador y al cómplice.

El participe es quien concurre a la perpetración de un delito desplegando una

actividad distinta de la de autor principal.

El instigador es aquella persona que tiene la intención de convencer a otro para

que cometa un delito determinado y concreto.

I.8. PRINCIPIOS ELEMENTALES DE LA PARTICIPACIÓN

PRINCIPIO DE CONVERGENCIA.

Según este principio, es importante para la punibilidad de la participación el

acuerdo de voluntades, el cual puede ser tácito o, incluso, oculto.

PRINCIPIO DE EXTERIORIDAD.

De acuerdo a este principio, “para considerar al partícipe susceptible de sanción,

el hecho principal debe haber alcanzado una determinada etapa delictiva, en el

grado de tentativa, es decir, se haya dado principio a la ejecución del hecho

principal.”

PRINCIPIO DE COMUNICABILIDAD.

Este principio se encuentra regulado en el Artículo 26° de nuestro Código Penal y

establece que las circunstancias y cualidades personales de algún o algunos de

los partícipes no se comunica a los demás partícipes.

II. INSTIGACIÓN

II.1. DEFINICIÓN

a.- Instigar es crear dolosamente en otro la afectiva voluntad de realizar una

acción punible, de tal manera que instigador e instigado actúan con dolo; por su

parte MAURACH define la instigación como: “la dolosa incitación a un sujeto al

hecho punible que dolosamente comete”. Luego la instigación requiere que tanto

la acción del incitador, como la del instigado sean dolosas, esto es, que el primero

sabe que su acción tiende a persuadir a otro a la comisión de un acto punible,

mientras que el segundo conoce que se le propone o incita a realizar una acción

punible injusta y quiere realizarla lo anterior explica que no se conciba instigación

por culpa, ni instigación en hecho culposo.

b.- El hecho instigado debe ser un delito doloso y el dolo del determinador debe

estar encaminado a cometer el tipo por medio del instigado; no es instigador el

“AGENTE PROVOCADOR”, o sea, el que sólo pretende que el sujeto quiera

intentar el hecho para capturarlo o procurarse pruebas en su contra, pues le falta

el dolo propio del autor.

c.- La acción del instigador por sí misma no realiza el tipo, sino que es un labor

final orientada a que otro se decida al delito; de allí que quien realiza el tipo es el

instigado, quien es el verdadero autor; hay un solo hecho con dos sujetos

responsables: el determinador y el autor material, es decir, el instigado, que se

responde del mismo delito, salvo cuando el hecho cometido rebasa la instigación,

pues en esta hipótesis el instigador responde hasta donde alcanza su dolo; pero si

el instigado cometió un delito menor, o el hecho quedó en grado de tentativa, el

instigador responde por ese mismo hecho. Las dos acciones son diferentes, pero

ligadas al mismo fenómeno.

“La instigación se basa en que el instigador hace surgir en otra persona -llamado

instigado la idea de perpetrar un delito, aún más y esto es lo relevante quien

decide y domina la realización del hecho es precisamente el instigado y, por tanto,

éste es verdaderamente el autor.

La inducción se caracteriza porque el inductor hace surgir en otras personas

(inducido) la idea de cometer un delito; pero quien decide y domina la realización

del mismo es el inducido, porque, de lo contrario, el inductor seria el verdadero

autor mediato (algunas veces se plantean casos límites con respecto a la

inducción de menores, enfermos mentales, etc.)

Determinar o inducir a otro a la comisión del hecho punible significa que el

instigado debe haber formado su voluntad de realización del hecho como

consecuencia directa de la acción del instigador. La instigación a un delito que el

autor ya decidido cometer es por lo tanto imposible. En tal caso delito que el autor

ya decidió cometer es por lo tanto imposible. La instigación a un solo queda por

analizar si puede tratarse de una tentativa punible de instigación”. 6

Esta caracterización es notable, porque de lo contrario, el instigador aparecería

como autor mediato. El autor en este caso el instigado es el responsable de la

realización típica del hecho, tanto es así, que si no se da inicio a la ejecución del

delito, no se daría el comienzo de la ejecución típica.

El Art. 24 C.P. regla que define la instigación en su redacción no es afortunada

cuando grafica: es instigador quien "determina a otro a cometer el hecho”, según

lo establecido en el presente artículo. En puridad de verdad no se trata de

"determinar a otro", cosa que sí ocurre con la autoría mediata. Aquí, la figura de la

instigación exige solamente hacer surgir la determinación delictiva en alguien, que

no es lo mismo que "determinar a otro". En síntesis, el protagonista principal es el

6 GÓMEZ LÓPEZ, Jesús Orlando. Tratado de Derecho Penal (La Tipicidad, Tomo III). Editorial Doctrina y Ley LTDA. Pág.: 1049-1050 (2005). Bogotá-Colombia.

instigado -autor-, y al instigador le alcanza el castigo en tanto que la conducta del

instigado se subsuma en cualquiera de los tipos legales.

Como bien sostiene FRAGOSO, se ejecuta la instigación a través del mandato, la

persuasión, el consejo, la orden, la amenaza e, inclusive, la aparente disuasión.

Evidentemente, el inductor debe actuar intencionalmente, a fin de lograr el hecho

delictivo. La instigación culposa no es punible. La instigación puede ser expresa o

también tácita. En efecto, Pedro es instigador tácito al entregar a Manuel el

pañuelo que Juan había obsequiado a María para que crea que lo engaña con

Manuel y, consecuencialmente, resuelva dar muerte al traidor. Finalmente, no

habrá instigación si el ejecutor material estaba con anterioridad, decidido acometer

el delito; pero, sí habrá instigación si el ejecutor tenía la idea vaga e imprecisa de

la comisión del hecho delictivo. Todo lo anteriormente expuesto justifica que la ley

equipare la pena del instigador a la del autor.

Podemos afirmar en el caso del art. 24 de nuestro texto punitivo la importancia que

tiene el estudio de la instigación, la correcta adopción que hace nuestro

ordenamiento positivo del verbo rector escogido para tipificarla (determinar).

Estudiosos como Mariano JIMENEZ HUERTA estiman que los términos

provocación, excitación, instigación, determinación e inducción, tienen parecida

significación gramatical que pueden emplearse en el lenguaje jurídico como

sinónimos, a pesar de ser ello cierto creemos nosotros que es necesario hacer

algunas salvedades por razones de precisión de la ley que puede derivar algunos

beneficios.

Así de la comparación de los citados términos en el diccionario de la Real

Academia Española, vemos las siguientes significaciones: “provocar (excitar,

inducir a uno a que ejecute una cosa); “excitar” (mover, estimular, provocar,

inspirar algún sentimiento, pasión o movimiento); “instigar” (incitar, provocar,

inducir a uno que haga una cosa); determinar(hacer tomar una resolución); inducir

(instigar, persuadir, mover a uno). De todos ellos el único termino que traduce la

auténtica naturaleza de la instigación, es el de determinar.

Además es necesario mencionar que en el artículo 24º señala "determinar a otro",

pero no dice la forma en que esto se puede hacer, por lo que pueden presentarse,

a nuestro entender, dos casos:

Cuando el instigador lo hace mediante palabras, es decir lo convence con ciertos

argumentos.

Cuando el instigador directamente utiliza una amenaza física por ejemplo: con una

arma; o moral por ejemplo: un despido de trabajo. Lo que se debe examinar en

general es la sujeción de la voluntad del instigado.

En conclusión, no habrá instigación si el ejecutor material estaba con anterioridad,

decidido a cometer el delito "omnímodo facturus"; pero si habrá instigación si el

ejecutor tenía la idea vaga e imprecisa de la comisión del hecho delictivo. Todo lo

anteriormente expuesto justifica que la ley equipare la pena del instigador al la del

autor.

Finalmente podemos afirmar que la instigación vendría a ser: aquella acción

dolosa mediante la cual se determina a otra persona a cometer un determinado

hecho punible.

II.2. CARACTERÍSTICAS

“Actuación dolosa del instigador y del autor material, el primero crea el dolo

en el otro, lo corrompe por cualquier medio.

La instigación debe ser respecto de un delito determinado y cierto.

El instigado debe ser determinado o determinable; instigar aun público no

es instigación genérica, pero puede ser delito de instigación especial si es

público.

La instigación debe ser eficaz, y el hecho principal debe quedar al menos

en grado de tentativa; la instigación inidónea o fallida no es punible; no es

punible la tentativa de instigación, pero sí la instigación que queda en grado

de tentativa. En caso de desistimiento, el del autor principal no beneficia al

instigado que no desistió oportuna y eficazmente”. 7

II.3. REQUISITOS

1. El instigador no tiene el dominio del hecho. El provoca dolosamente al autor

para que dé comienzo a la ejecución del delito. El autor es el que posee el

dominio del hecho.

2. Debe ser concreta y específicamente orientada a un hecho delictivo

específico, y no a cualquiera o a delinquir en general.

3. La instigación debe ser determinante, es decir, la decisión de actuar de una

parte del sujeto ha debido nacer a consecuencia de la instigación. Por lo

tanto, la instigación se cortaría si el sujeto que actúa toma conciencia cabal

de lo que realizaría; en otras palabras, no se puede instigar a quien ya ha

tomado la decisión de cometer un delito.

4. Determinación del autor del delito, quiere decir que la instigación tiene que

ser abierta, clara y no encubierta ni insidiosa, y también que ha de haber

una relación personal entre el instigador y el instigado, sin que sea óbice

que el instigador actué valiéndose de una persona interpuesta, por lo que

se comprende también el instigación en cadena, siendo indiferente el

número de personas intermedias.

5. La instigación debe ser eficaz, es decir, que la instigación se castiga

siempre y cuando el sujeto instigado comience la ejecución del delito. El

comienzo de la ejecución del delito opera como una condición objetiva de

punibilidad respecto de la responsabilidad del instigador.

6. La instigación siempre es dolosa. Así, el profesor Von Liszt "El dolo del

instigador reside en la conciencia de que, por la manifestación de voluntad

propia, se suscita en el inducido la resolución de cometer un acto punible

determinado. El instigador debe concebir, pues esta acción como un acto

que tiene que ser cometido por el autor". No existe la instigación.

7 GÓMEZ LÓPEZ, Jesús Orlando. Teoría del delito. Ediciones Doctrina y ley LTDA. Pág.: 1220 (2003). Colombia.

II.4. MEDIOS DE LA INSTIGACIÓN

Si bien la instigación consiste en determinar a otro a cometer un hecho punible,

esta determinación se puede presentar de diversas formas para cada caso

concreto.

“Entre los mecanismos por los cuales se concretiza la instigación tenemos, por

ejemplo, al pago (sicarios), ofrecimiento de ventajas, apuestas, consejos, la

persuasión indicando los provechos que pueden obtener por la comisión de un

hecho punible, exigencias, aprovechamiento de los sentimientos que lo vinculan al

instigado. Pero también puede recurrir a la violencia, a la amenaza o al abuso de

autoridad. Sin embargo, en estos casos, es necesario verificar que estos medios

no sean de tal intensidad que transformen al tercero en el intermediario material

de la autoría mediata. Para ello, el autor no debe perder el dominio del hecho.

Sea cual fuere el mecanismo utilizado para la instigación, en todos los casos debe

existir una concreta influencia psíquica o psicológica. No basta con crear un

contexto para que otro se decida a cometer el delito o que el inductor haya tenido

que vencer una determinada resistencia por parte del autor”. 8

II.5. MOMENTOS DE LA INSTIGACIÓN

Obviamente, instigación consiste en determinar a otro a cometer un delito, ésta se

ejecutará siempre antes de la ejecución del hecho punible.

“Sin perjuicio de ello, esto no implica negar su concurrencia en el momento de los

hechos. En ese sentido, el instigado no es sólo el autor originariamente indiferente

u opuesto al acto, sino que también puede serlo aquel que tiene la disposición

general a cometer delitos de determinada especie, siempre que la decisión al

hecho concreto provenga de la influencia de instigador. En este caso, el instigador

puede estar presente en el lugar de los hechos, pero para ser considerado como

tal su influencia debe tener lugar en instantes previos a la comisión del hecho

8 PRÍNCIPE TRUJILLO, Hugo. Autoría y Participación. Editorial Caballero Bustamante. Pág.: 63 (2010). Lima.

delictivo. Por lógica, es imposible que se presente un caso de instigación posterior

al hecho punible”.9

II.6. ACCIÓN DOLOSA DEL INSTIGADO

“El instigador ha de realizar un comportamiento doloso, teniendo a crear el

dolo en el otro, de tal manera que por lo menos intente su ejecución; así, el

inductor motiva y corrompe por cualquier medio la voluntad del inducido; si

los medios para determinar la voluntad del otro son la fuerza física, la

amenaza o la coacción, no se trata de instigación sino de autoría mediata.

En la determinación instigador e instigado obran con dolo; es decir, existe

un acuerdo de voluntades, en donde cada cual sabe lo que hace y quiere

libremente realizarlo; si el instigado obró sin libertad, coaccionado,

engañado o coaccionado, no tiene el control de la acción y, por tanto, no es

ni autor ni instigado, sino un instrumento, presentándose un supuesto de

autoría mediata”.10

La acción del instigador debe ser DOLOSA. Esto es, el inductor debe obrar

en forma voluntaria y libre, sabiendo y queriendo lo que hace, finalidad

consumativa, por eso el inductor procura persuadir, motivar por medios

sicológicos la voluntad de otro, bien puede ser por la oferta o por la entrega

de un precio o recompensa, resaltando la conveniencia del hecho, o los

riesgos que la no comisión ocasiona; en fin, por cualquier modo idóneo para

crear el dolo en el otro. Si el agente motivador no obra dolosamente, no hay

instigación; por lo tanto, no es aceptable la instigación por imprudencia.

El hecho instigado debe ser un injusto típico, o sea, una conducta lesiva de

bienes tutelados por la ley y contraria al ordenamiento jurídica

9 PRÍNCIPE TRUJILLO, Hugo. Autoría y Participación. Editorial Caballero Bustamante. Pág.: 64-65 (2010). Lima.10 GÓMEZ LÓPEZ, Jesús Orlando. Tratado de Derecho Penal (La Tipicidad, Tomo III). Editorial Doctrina y Ley LTDA. Pág.: 1054 (2005). Bogotá-Colombia.

La instigación debe ser eficaz y determinante. Eficaz significa tanto como

efectiva, esto es, no sólo que resulte idónea para persuadir al autor, sino

que verdad mueva la voluntad del instigado.

Los medios de que se sirve el instigador sólo pueden ser mecanismos

sociológicos o persuasión que motiven al aún no decidido a realizar con

dominio del hecho una acción típicamente antijurídica.

II.7. EJECUCIÓN DOLOSA DEL INSTIGADO

La participación por instigación sólo es punible en la medida en que el instigado,

además de aceptar la incitación, por lo menos, comience a ejecutar el hecho

punible propuesto, pues la incitación fallida no es punible por falta de afectación al

bien jurídico. De esta manera, la acción del instigado debe constituir, además de

una voluntaria aceptación, una TENTATIVA O UN DELITO CONSUMADO, pero,

como ya se ha dicho, para la instigación es suficiente con que el hecho instigado

sea un acto típico y antijurídico, sin que sea necesario que el autor principal sea

también culpable.

II.8. INSTIGACIÓN INCUMPLIDA

“Queda dicho que en la instigación, el hecho al que se induce, debe ser

consumado o, por lo menos, tentado. La instigación no aceptada no es punible.

Cuando se produce una instigación, pueden suceder las siguientes hipótesis:

Que el instigado acepte la propuesta e inicia el proceso ejecutivo del delito.

Que el instigado rechace las sugerencias del instigador; y.

Que la propuesta sea aceptada por el instigado pero que en su

materialización no se concreta por cualquier razón.

En la primera hipótesis hay instigación (en el respectivo proceso ejecutivo del

delito no debe confundirse tentativa de instigación que no existe, es imposible con

la instigación de un delito que es interrumpido en grado de tentativa); en la

segunda hipótesis el núcleo del tipo delictivo (determinar) no se configura, siendo

impune la hipótesis prevista; en la tercera hipótesis también falta el elemento

objetivo pues no se concreta la materialización de los hechos por cualquier

circunstancia ajena a los intervinientes en el acuerdo, la ley no reprime la simple

acción instigante sin éxito”. 11

II.9. TRATAMIENTO LEGAL

“La pena del instigador, conforme el Art. 24º, dice El que, dolosamente, determina

a otro a cometer el hecho punible será reprimido con la pena que corresponda al

autor la última parte -que corresponde al autor- , esto no quiere decir que va a

recibir exactamente la misma pena que el autor, sino que la pena que le

corresponde será determinada dentro del marco de la pena del delito que ha

realizado el autor como se puede dar en el caso; si el autor es sentenciado por

robo a 5 años de pena privativa de libertad, no quiere decir que el instigador va a

recibir la misma pena, sino que se le impondrá una sanción entre los 3 y 8 años de

pena privativa de libertad, porque este el marco de la pena que dispone el Código

Penal por el delito de robo [Art. 188]. Esto es lógico, dado que la pena debe ir en

función del aporte que ha generado cada uno de los sujetos que han intervenido

para la realización del delito”. 12

II.10. LA INSTIGACIÓN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

- CASO DEL BAGUAZO

- CAMPAÑA: “ CHAPA TU CHORO Y DÉJALO PARALÍTICO”

III. COMPLICIDAD

III.1. DEFINICIÓN DE COMPLICIDAD

“VILLAVICENCIO sostiene lo siguiente: Cómplice es el que dolosamente colabora

con otro para la realización de un delito doloso. La complicidad, al igual que la

11 EZAINE CHÁVEZ, Amado. El proceso ejecutivo del delito- Autoría y Participación. Ediciones Jurídicas Lambayecanas. Pág.: 233-234(1997). Perú-Lima.12 PRÍNCIPE TRUJILLO, Hugo. Autoría y Participación. Editorial Caballero Bustamante. Pág.: 70 (2010). Lima.

instigación, constituye una forma de participación en sentido estricto, por lo que las

reglas que sobre ella establece el artículo 25 del Código Penal constituyen una

ampliación del tipo implica una extensión de la pena .

En este caso, podemos apreciar que se define la complicidad como la

colaboración dolosa en un delito doloso; por tanto, se advierte que se restringe la

aplicación de la complicidad sólo para el caso de la comisión de delitos dolosos. Si

bien, nuestro Código Penal exige que la intervención del cómplice tenga un

carácter doloso, esto no sucede en el nivel subjetivo del delito cometido por el

autor; puesto que la norma sólo habla del hecho punible “a secas”, dejando abierta

la posibilidad, teóricamente, de incluir a hechos punibles tanto dolosos como

imprudentes”. 13

La complicidad es una forma de participación que se encuentra establecida en el

Art. 25, C.P. En principio, la contribución anterior o simultánea a la realización del

delito es común en toda clase de complicidad; lo que destaca es su mínimo

soporte material, permitiendo que la pena sea inevitablemente inferior a la que

merezcan los autores del delito. En consecuencia, el cómplice ayuda o coopera,

en forma auxiliar o secundaria a la ejecución, a diferencia de los coautores que

ejecutan directamente el delito.

Estos actos de cooperación son variados: pueden ser materiales o intelectuales;

entre los primeros encontramos, por ejemplo, facilitar medios, vigilancia, supresión

de la capacidad defensiva de la víctima; entre los intelectuales, informales o

consejos sobre disposiciones, personas, momentos favorables, etc.

La complicidad es la libre y dolosa cooperación en el delito doloso de otro,

concurriendo a la realización el hecho y desplegando una actividad distinta de la

del autor principal, pero que depende de esta, pues para que la complicidad sea

punible el hecho principal debe quedar en grado de tentativa. El cómplice

cualquiera que sea su forma no tiene el dominio final del acto, esto es no está en

él producir o detener la consumación del injusto penal.

13 PRÍNCIPE TRUJILLO, Hugo. Autoría y Participación. Editorial Caballero Bustamante. Pág.: 70-71 (2010). Lima.

Para nosotros, no es admisible la complicidad por negligencia. En todos los casos

debe ser dolosa como se desprende del art. 25 del C.P. En consecuencia, sólo

será cómplice el que ayuda o coopera en la ejecución delictiva en forma

consciente y voluntaria. Por ejemplo, si Juan presta a Pedro su revólver sin saber

que con él matará a otra persona, Juan no podrá ser penado como cómplice.

Un problema que con frecuencia se discute en la doctrina se encuentra en saber si

es posible una complicidad intencional para un delito por negligencia. La respuesta

más frecuente prefiere ubicar con mayor exactitud este caso, como autoría

mediata, de esto se desprende que la complicidad sólo es posible en la comisión

de un delito intencional.

III.2. MOMENTO DE LA COMPLICIDAD

Dentro de la estructura del iter criminis, el aporte para la complicidad puede

presentarse desde los actos preparatorios hasta el momento de la consumación.

“Ahora bien, el aporte también puede presentarse luego de la consumación del

hecho; pero, para que dicho aporte sea considerado dentro de la complicidad, éste

debe producirse como parte de una promesa previa hecha al autor.

Según la Ejecutoria Suprema del 16 de abril de 1999 en el recurso de Nulidad

N°1150-98-LIMA se establece: Los supuestos de complicidad implican un aporte

de colaboración antes o en la ejecución misma del ilícito, más no así un acto

realizado con posterioridad a la consumación de dicho delito, como ocurre en el

presente caso, puesto que el precitado encausado al recibir el mencionado cheque

y pretender cobrarlo interviene en los hechos después de la consumación del

delito contra el patrimonio –extorsión- ejecutado por sus coencausados, y

concretado con la entrega del cheque y una letra de cambio por parte del

agraviado; que siendo esto, así procede su absolución de la acusación fiscal en

cuanto a este extremo se refiere, en aplicación de lo dispuesto en el numeral 284

del Código de procedimientos Personales “. 14

14 EZAINE CHÁVEZ, Amado. El proceso ejecutivo del delito- Autoría y Participación. Ediciones Jurídicas Lambayecanas. Pág.: 235-236 (1997). Perú-Lima.

III.3. DIFERENCIA CON EL DELITO DE ENCUBRIMIENTO.

Queda claro que siendo la complicidad un aporte a la comisión del hecho punible

sin configurar la ejecución de algún comportamiento descrito en el verbo rector del

tipo penal, estamos hablando de un aporte cometido antes o durante la ejecución

del hecho delictivo.

Sin embargo, para la impunidad del delito cometido, se puede producir un aporte

luego de consumado el delito, aporte que puede producirse con previa promesa

pactada con el autor o coautores, o de manera espontánea. Si se produce una

colaboración sin promesa anterior, estaríamos frente a un claro caso de

encubrimiento.

III.4. TIPOS DE COMPLICIDAD

Nuestro Código penal, cuando hace referencia a la Complicidad en su Artículo 25°,

establece que existen dos tipos de aportes del cómplice: uno, sin el cual no se

hubiere perpetrado el hecho punible; y el otro, hecho de cualquier otro modo.”

- COMPLICIDAD PRIMARIA O NECESARIA

El cómplice primario o el cooperador necesario es el que en la etapa de la

preparación o ejecución del hecho aporta al hecho principal una contribución sin la

cual el delito no hubiere podido cometerse. El elemento que caracteriza a esta

forma de complicidad es la intensidad objetiva de su aporte al delito: sin este

aporte, el hecho no habría podido cometerse de la forma en que se lo hizo. Con lo

cual no estamos de acuerdo con aquellos autores que sostienen que este aporte,

para ser cómplice primario, debió hacerse sólo en la etapa de preparación, ya que

de lo contrario, si toma parte en la ejecución del hecho, sería un autor. Desde

nuestra perspectiva, se es autor sólo si se tiene el dominio del hecho, tanto desde

el punto de vista objetivo como subjetivo.

En España, al cómplice primario se le conoce como “cooperador necesario”, es el

que en la etapa de preparación del hecho principal aporta al mismo una

contribución sin la cual el delito no se hubiera podido cometer.

Existen dos elementos que caracterizan esta forma de complicidad:

1. La intensidad objetiva de su aporte al delito: sin él el hecho no hubiera

podido cometerse.

2. El momento en que realiza el aporte: quien pone una condición sin la cual el

delito no hubiera podido cometerse solo será cómplice si no toma parte en

la ejecución, sino solo en la preparación del hecho. Si intervino en la

ejecución seria coautor pues con un aporte decisivo hubiera tenido el

dominio del hecho. Ejemplo: El gerente de un banco que brinda a los

autores antes de la ejecución la clave de la cerradura del tesoro que estos

utilizaran en la ejecución del asalto, es cómplice primario. Si en cambio, el

gerente concurre con los autores a la ejecución del hecho y abre el tesoro,

aprovechando su conocimiento de la clave, será el coautor.

Como ejemplo, se tiene la Ejecutoria Suprema del 31 de marzo de 1998 en el

Expediente N°590-1998-LIMA se establece: “La conducta delictiva del acusado es

la de cómplice primario del delito de violación sexual de persona en estado de

inconsciencia, por haber posibilitado con su actitud el hecho delictivo, al hacer

ingerir a la menor agraviada un somnífero a fin de que se duerma y sea violada

por sus coacusados”.

- COMPLICIDAD SECUNDARIA O NO NECESARIA

El cómplice secundario es quien ha prestado una colaboración que no es

indispensable para la comisión del delito. En cuanto al momento del aporte, en

este caso, no hay dudas, puede darse tanto en la etapa de preparación como en la

de ejecución. Lo que determina la complicidad es la promesa anterior. Si esta

promesa no tuvo incidencia en el hecho no habrá complicidad, pero si la tuvo,

habrá complicidad inclusive si luego no se cumple. Quien promete asegurar y

guardar el botín a quienes han decidido un robo es cómplice secundario si los

autores han contado con esa ayuda para la comisión del hecho, aun cuando el

hecho quede en tentativa y no haya luego botín a asegurar y por lo tanto falte la

posibilidad de cumplir la promesa.

“Cuando la contribución del individuo es indistinta, es decir, no es indispensable.

Aquí encontramos el típico caso del sujeto que actúa de campana. Este grado de

participación tiene menor incidencia, por tal motivo la doctrina sanciona con menor

pena. Los sujetos que intervienen no tienen el dominio del hecho y su

comportamiento es tan poco importante que, de faltar su aportación, el delito se

habría cometido igualmente. Los actos o medios de colaboración son indiferentes,

pero deben darse antes o simultáneamente con el delito. Si son anteriores, para

ser materia de juicio tiene que haberse realizado o intentado el delito.

La única distinción que corresponde hacer entre los cómplices es relativa a su

aporte al hecho principal, y al momento de la participación, que son presupuestos

para determinar la pena aplicable. El concepto de complicidad es uno solo”. 15

Si el cómplice primario es aquel partícipe que realiza un aporte esencial para la

comisión del hecho punible, el cómplice secundario, por ende, ejecuta un aporte

no esencial; es decir, que es un aporte que resulta prescindible dentro de la

distribución de tareas concretas en la comisión del hecho punible, sin el cual, el

tipo penal se habría perfeccionado sin mayores contratiempos.

Sin embargo, cabe la pregunta: ¿qué es lo indispensable y qué no lo es? Para

responder esta pregunta, sólo nos queda atender cada caso en concreto, ya que

legalmente es difícil establecer taxativamente estas diferencias.

Según la Ejecutoria Suprema del 13 de enero de 1999 en el Expediente N°3312-

99-LIMA se establece: “ El cómplice secundario es aquel que otorga un aporte no

indispensable para la realización del delito, cuya actividad se encuentra en

dependencia con relación a la del autor, por lo que es indiferente la etapa de su

participación, pero siempre antes de la consumación”.

Como ejemplo, se tiene la Ejecutoria Suprema del 02 de abril del 2001 en el

recurso de Nulidad N°373-2001-LIMA se establece: “La conducta del encausado

es la de un “campana” en estricto, esto es, la de la persona que a sabiendas

15 GÓMEZ LÓPEZ, Jesús Orlando. Teoría del delito. Ediciones Doctrina y ley LTDA. Pág.: 1225(2003). Colombia.

colabora en la perpetración de un delito y se encarga de vigilar la eventual

presencia de terceras personas que obstaculizan la comisión del delito y ante ese

caso avisa a los ejecutores criminales para que tomen las precauciones en el caso

amerita, sin tener intervención directa en la realización; en consecuencia, no

habiendo participado en la ejecución del robo, su actuación carece del dominio del

hecho, constituyendo su participación un simple acto de colaboración dolosa, que

se adecua dentro de los alcances de la complicidad secundaria”.

Desde el punto de vista del momento del aporte de estos cómplices solo cabe

señalar que puede darse tanto en la etapa de la preparación como en la etapa de

la ejecución. No hay como se dijo una complicidad posterior a la consumación, ni

siquiera cuando se cumple una promesa anterior al delito: lo que determina la

complicidad es la promesa anterior. Si esta promesa no tuvo incidencia en el

hecho no habrá complicidad, pero si la tuvo habrá complicidad aun cuando luego

no se la cumpla. El que promete asegurar y guardar el botín a quienes han

decidido un robo es cómplice si los autores han contado con esa ayuda para la

comisión del hecho, aun cuando el hecho quede en tentativa y no haya luego botín

asegurar y por tanto falte la posibilidad de cumplir la promesa.

III.5. TENTATIVA Y CONSUMACIÓN EN LA COMPLICIDAD

“Para analizar la punibilidad del aporte del cómplice, ya sea, primario o

secundario, es necesario esclarecer si dicho aporte se da en grado de tentativa o

es consumado. En el caso de que el aporte se haya consumado, evidentemente,

estamos ante un caso que merece represión penal. Sin embargo, si el auxilio o la

asistencia sólo se quedaron en grado de tentativa, estos no pueden ser punibles”. 16

III.6. INCOMUNICABILIDAD DE LAS CIRCUNSTANCIAS

Esta figura la encontramos en nuestra legislación dentro del Código Penal, de la

siguiente manera:

16 PRÍNCIPE TRUJILLO, Hugo. Autoría y Participación. Editorial Caballero Bustamante. Pág.: 75-76 (2010). Lima.

Artículo 26°.- Incomunicabilidad en las circunstancias de participación

“Las circunstancias y cualidades que afecten la responsabilidad de algunos de los

autores y partícipes no modifican las de los otros autores o partícipes del mismo

hecho punible.”

Según este artículo, se tiene que una vez establecida la subsunción de un hecho a

un determinado delito con sus agravantes y atenuantes, al pasar a realizar el juicio

de imputación de los autores y partícipes, éste se realiza de manera individual y

por separado, ya que las circunstancias y cualidades de cada uno no son

transmisibles a los otros autores o partícipes en el delito analizado.

De esta manera, pese a que dos sujetos puedan haber realizado un hecho similar

en la comisión de un delito, esto no significa que serán merecedores de la misma

pena. Como ejemplo de su aplicación, tenemos la Ejecutoria Suprema del 10 de

junio de 2004 en el expediente N° 346-2004-CUSCO que establece:” El procesado

quien conducía un vehículo simulando ser taxista, ofrece sus servicios al

agraviado, en el trayecto el procesado para bruscamente e ingresaron al vehículo

sus coprocesados que les venían siguiendo en una mototaxi, reduciendo al

agraviado: uno de los encausados cogió del cuello fuertemente al agraviado, lo

que le produjo la muerte por asfixia, mientras que los demás procesados le

sustrajeron sus pertenencias personales y dinero en efectivo, luego de lo cual

dejaron el cuerpo a un lado de la vía.

Los hechos descritos no configuran delito de secuestro, previsto en el artículo 152,

ya que la finalidad de dicho ilícito es impedir por ilícita causa que el secuestrado

use su libertad de locomoción o limite ésta al radio determinado por el

secuestrador, elementos constitutivos que no se dan en el presente caso,

configurando los hechos el delito de homicidio calificado y robo agravado; que el

ejecutor material fue quien cogió el cuello al agraviado causándole la muerte,

hecho que no puede imputarse a los coprocesados, al no haberse acreditado que

su comisión estaba prevista en el plan común delictivo”.

III.7. TRATAMIENTO LEGAL

“El Código Penal, en su Art. 25 primer párrafo, puntualiza: los cómplices primarios

serán sancionados como si fueran autores. Lo cual nos da a saber que, tanto el

autor como los cómplices primarios, tendrán el mismo tratamiento legal (lo cual no

significa que tendrán la misma pena), es decir que al cómplice primario no le

corresponde tener el mismo quantum de pena que del autor, sino que tan solo le

es aplicable el mismo rango de la pena establecido en el tipo legal del Código

Penal.

En materia de la complicidad secundaria, en el segundo párrafo del artículo 25 del

Código Penal se establece que a los que, de cualquier otro modo, hubieran

dolosamente prestado asistencia, se les disminuirá prudencialmente la pena". 17

CAPÍTULO II: CONCLUSIONES

Son partícipes las personas que en forma libre contribuyen a ejecutar el

acto punible, prestando al autor una ayuda o auxilio doloso o determinando

a otro dolosamente realizar la conducta antijurídica.

Para que se dé la participación es necesario que concurran dos elementos:

el elemento objetivo representado por la conducta de cooperación y el

elemento subjetivo, el acuerdo de voluntades entre el autor y los partícipes,

que supone la concurrencia del dolo del participe.

17 PRÍNCIPE TRUJILLO, Hugo. Autoría y Participación. Editorial Caballero Bustamante. Pág.: 78 (2010). Lima.

No solo se establece una sanción al autor, sino que también se reprimen a

las personas que intervienen sin tener relación directa con la ejecución del

hecho en sí mismo, nos referimos al instigador y al cómplice.

El instigador puede estar presente en el lugar de los hechos, pero para ser

considerado como tal su influencia debe tener lugar en instantes previos a

la comisión del hecho delictivo.

La instigación es aquella acción dolosa mediante la cual se determina a otra

persona a cometer un determinado hecho punible.

En base a nuestra propia legislación, podemos tentar una definición, según

la cual la complicidad vendría a ser: aquella acción dolosa mediante la cual

se presta auxilio o asistencia para la realización de un determinado hecho

punible.

El cómplice ayuda o coopera, en forma auxiliar o secundaria a la ejecución,

a diferencia de los coautores que ejecutan directamente el delito.

El cómplice primario o el cooperador necesario es el que en la etapa de la

preparación o ejecución del hecho aporta al hecho principal una

contribución sin la cual el delito no hubiere podido cometerse.

El cómplice secundario es quien ha prestado una colaboración que no es

indispensable para la comisión del delito. En cuanto al momento del aporte,

en este caso, no hay dudas, puede darse tanto en la etapa de preparación

como en la de ejecución. Lo que determina la complicidad es la promesa

anterior.

CAPÍTULO III: BIBLIOGRAFÍAS Y LINCOGRAFÍAS

MUÑOZ CONDE, Francisco “Derecho Penal”, Parte General, Editorial Tirant

Lo Blanch. Cuarta Edición. P. 99 – 101 (2000) Barcelona

BACIGALUPO, Enrique (1984), Manual de Derecho penal (Parte general),

Temis, ANUD, Bogotá.

ZAFFARONI, Eugenio Raúl (1990), Manual de Derecho penal, Parte

general, Ediciones Jurídicas, Lima.

MUÑOS CONDE, Francisco (1984), Teoría general del delito, Temis,

Bogotá.

PRÍNCIPE TRUJILLO, Hugo. Autoría y Participación. Editorial Caballero

Bustamante. Pág.: 59-78 (2010). Lima.

GÓMEZ LÓPEZ, Jesús Orlando. Tratado de Derecho Penal (La Tipicidad,

Tomo III). Editorial Doctrina y Ley LTDA. Pág.: 1027-1068 (2005). Bogotá-

Colombia.

SANCIANETTI, Marcelo. Teoría del Delito y Disvalor de la acción. Editorial

Hammurabi SRL. Pág.: 631-637(2001). Argentina – Buenos Aires.

EZAINE CHÁVEZ, Amado. El proceso ejecutivo del delito- Autoría y

Participación. Ediciones Jurídicas Lambayecanas. Pág.: 233-238(1997).

Perú-Lima.

GÓMEZ LÓPEZ, Jesús Orlando. Teoría del delito. Ediciones Doctrina y ley

LTDA. Pág.: 1220-1227(2003). Colombia.

CAPÍTULO IV: ANEXOS