pauta nº2

Las mariposas levantaron el vuelo Las mariposas levantaron el vuelo y dejaron atrás sus alfileres y dejaron atrás sus alfileres

con una gota de sangrecon una gota de sangre

Mis pasos sonaron y resonaron Mis pasos sonaron y resonaron en el largo y estrecho pasilloen el largo y estrecho pasillo

con voz y estruendo de soledadcon voz y estruendo de soledad

La mujer del cutis blanco acarició con la yema de su índice,sus obscuros y marcados pómulos tan fríos, tan ceniza,tan inmensa noche se me juntó, que tuve miedo.

La mujer del cutis blanco acarició con la yema de su índice,sus obscuros y marcados pómulos tan fríos, tan ceniza,tan inmensa noche se me juntó, que tuve miedo.

Y escuché unas campanadas lejanas, perdidas, muy lejanas,azules de crepúsculo.

Y escuché unas campanadas lejanas, perdidas, muy lejanas,azules de crepúsculo.

Y me vi en el espejo reflejado con tintes metálicos, desnudo hasta el cuello,carente de todo lo que me pedía

Abrí la manoy de ella escapó una mariposa.De mis ojos, de mi boca,de mis gestos, de mis pensamientosbrotaban pequeñas y blancas mariposas.

Y me vi en el espejo reflejado con tintes metálicos, desnudo hasta el cuello,carente de todo lo que me pedía

Abrí la manoy de ella escapó una mariposa.De mis ojos, de mi boca,de mis gestos, de mis pensamientosbrotaban pequeñas y blancas mariposas.

Me sentí de papeladentro solo habían dejado polvo

polvo que iba perdiendoa cada paso que daba.

El pájaro cantóy las rosas, que eran todas secas,

fueron deshojándoseal leve soplo del aire.

Me sentí de papeladentro solo habían dejado polvo

polvo que iba perdiendoa cada paso que daba.

El pájaro cantóy las rosas, que eran todas secas,

fueron deshojándoseal leve soplo del aire.

Las estrellas se habían marchadoy yo displicente, me apoyaba en el troncode un viejo árbol seco y muertoque mostraba sus socavadas raícesque mostraba sus huesosinexorablemente roído por las termitas.

Tragué saliva.....

No había nada más y... no había nada más

NADA!

Las estrellas se habían marchadoy yo displicente, me apoyaba en el troncode un viejo árbol seco y muertoque mostraba sus socavadas raícesque mostraba sus huesosinexorablemente roído por las termitas.

Tragué saliva.....

No había nada más y... no había nada más

NADA!

Ramon (1962)Ramon (1962)