Emisión: NAVIDAD 2009

Motivos: Uno (1)

Valor facial: $ 5.000 pesos

Cantidad: 60.000 estampillas

Tamaño: 30 x 40 mm.

Presentación: Pliego de seis (6) estampillas

Color: Policromía

Papel: Sopal

Goma: Tropicalizada

Sobres de primer día: 1 motivo, 1.000 unidades numeradas.

Dirección editorial: Marianella Garzón VergaraDirectora de Comunicaciones4-72 La Red Postal de Colombia

Textos boletín informativo:

Monseñor Germán Pinilla Monroy

Diseño y diagramación: Milena María Monguí Estupiñán

Impresión: Offset

Impresor estampilla: ASSENDA S.A.

Impresor piezas parafi latélicas:

JH Impregraf Ltda.

Primer día de circulación: Bogotá D.C., 27 de noviembre de 2009

Especifi caciones técnicas

EMISIÓN POSTAL

N AV I D A D 2 0 0 9

mantener la cohesión social, ciudadanos informados y familias unidas, a través de las cartas y encomiendas que circulan por nuestra red.

Ha sido gratifi cante el camino recorrido en estos pri-meros años, en los que hemos podido atender a los ciudadanos, llevándoles los mensajes esperados, las noticias anheladas, los saludos de sus seres queridos y los recuerdos de quienes los quieren y extrañan.

4-72 La Red Postal de Colombia ha marcado desde sus inicios una senda de crecimiento, y realiza gran-des esfuerzos por hacer del Operador Postal de Co-lombia, una compañía modelo de gestión.

Al culminar un año más de labores, quiero agradecer a todos y cada uno de los ciudadanos, en Colombia y el mundo quienes nos confi aron sus comunicaciones, la posibilidad que nos brindaron de poder servirles, y reiterar que 4-72 seguirá implementando procesos más estratégicos, esquemas productivos y tecnologías de vanguardia, para seguir llegando con efi ciencia, calidad y servicio, al corazón de los colombianos.

Feliz Navidad y que el 2010 siga permitiendo abonar para todos buenas y fructíferas cosechas.

Juan Ernesto Vargas UribePresidenteServicios Postales Nacionales S.A.

Bogotá D.C., 27 de noviembre de 2009

Presentación

UNA INVITACIÓN LIBERADORA

El título de la presentación del boletín informa-tivo que acompaña la emisión “Navidad 2009” fue extractado del texto escrito por Monseñor Germán Pinilla, quien nos ha honrado con la autoría de este documento en el cual ha hecho un bello y muy original relato sobre el verdade-ro sentido de la Navidad.

Cuando hablamos de una “invitación liberadora” nos referimos a la necesidad de encontrar en cada uno de nosotros y en nuestro actuar, razones ge-nerosas y positivas que sumen al esfuerzo colecti-vo de construcción y búsqueda del bien común.

Si se mira este razonamiento desde la óptica del ser humano, las empresas, como organizaciones constituidas por personas, no deben ser ajenas a los buenos propósitos de servicio y cubrimien-to de las necesidades, como objetivo básico que permite el bienestar y desarrollo social.

En este sentido, Servicios Postales Naciona-les S.A., compañía ofi cial de correos del país, que opera bajo la marca 4-72 La Red Postal de Colombia, al celebrar sus 3 años en 2009, ha querido realizar ante todo, una labor que bene-fi cie a la comunidad, buscando llegar siempre al “corazón de Colombia y de los colombianos”, con sistemas de comunicación que permitan

EL SENTIDO DE LA NAVIDAD PARA LOS CREYENTES

Desde el fi nal de noviembre el mundo católico empieza a vivir un tiempo mágico, de poesía, de creatividad, de exaltación ética y mística, de liturgia esplendorosa y de devoción entra-ñable y familiar.

Las ciudades del mundo se iluminan, las familias se agru-pan, los distantes se acercan, el perdón se hace más fácil. Es el Adviento, cuatro semanas de esperanza que preparan la Na-vidad. Es el misterio y la cercanía de Emmanuel que insisten-temente golpea la puerta del corazón humano es el fulgor y el calor del “Dios con nosotros” en la forma de un niño.

El creyente sabe que la palabra de Dios es para creerla y tam-bién para celebrarla e incorporarla a su proyecto de vida.

La Navidad es celebración. Una celebración que la Iglesia du-rante siglos y milenios ha ido profundizando y embelleciendo, buscando el lenguaje para hacerla comprensible a los hombres de todas las épocas.

Es celebración de una de las verdades fundamentales de la fe: la encarnación del hijo de Dios. Un acontecimiento central de la historia de la salvación.

Jesús, a pesar de su condición divina no había hecho alarde de su categoría de Dios.

Tomó la condición de esclavo y se presentó desde el principio como un hombre cualquiera (Cfr Fil 2,5-11) por eso su naci-miento no tuvo lo que hoy, se llamaría cubrimiento mediático.

Ni siquiera una sencilla acta ofi cial, se trataba de una pareja de aldeanos de la lejana Galilea a quienes en el desplaza-miento obligatorio exigido por el censo habían sorprendido las

angustias de un alumbramiento en el artifi cio deleznable de un refugio para bestias. Expresar el contraste entre el niño del pesebre señalado por los ángeles a los pastores y la gloria del Mesías anunciado por los profetas, es la tarea del lenguaje litúrgico que va descubriendo el sentido redentor del acontecimiento.

La Iglesia comenzó por escoger y fi jar una fecha simbólica del nacimiento de Jesús: el solsticio de invierno, la noche más larga del año en el hemisferio norte, la del 24 al 25 de diciembre, y a partir de esta fecha organizó el año litúrgico, el calendario y la nueva manera de escribir la historia antes de Cristo y después de Cristo.

Espigando en los textos de la Sagrada Escritura que la Iglesia propone para las cuatro semanas de esperanza (tiempo de ad-viento) se puede ir descubriendo el sentido profundo y fructí-fero que esta celebración navideña puede traer a cada uno de los creyentes que participan en ella y a la comunidad cristiana. Los profetas, especialmente Isaías anunciaban en un lenguaje muy poético el misterioso personaje llamado en hebreo el Me-sías, en griego el Cristo y en español el Ungido y describían también la transformación que produciría en la tierra, y en los pueblos del mundo que lo aceptaran y creyeran en él.

Cómo describen los profetas al Ungido.

Un incansable trabajador por la paz.

Is 2,4” Será el árbitro de las naciones, el juez de pueblos nume-rosos, de las espadas forjarán arados, de las lanzas podaderas”.

Is 9, 3-5 “No alzará la espada pueblo contra pueblo, no se adiestrarán para la guerra. Quebrantaste la vara del opresor, porque un niño nos ha na-cido… para dilatar el principado con una paz sin límites… para sostenerlo con la justicia y el derecho”.

Is 11,6 Habitará el lobo con el cordero, la pantera se acostará con el cabrito.

Será descendiente del Rey David, (hijo de Jesé).

Is 11,1 En aquel día saldrá un renuevo del tronco de Jesé, un vástago fl orecerá de su raíz.

La clásica novena de aguinaldos colombiana retoma este tema en una estrofa de los gozos.

Oh raíz sagradaDe Jesé que en lo altoPresentas al orbe Tu fragante nardoDulcísimo niñoQue has sido llamadoLirio de los vallesBella fl or del campo.

El tiempo del Mesías será una fi esta un banquete y un triunfo sobre el dolor y la muerte.

Is 25, 6-8 “El Señor de los ejércitos prepara para todos los pue-blos en este monte un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos.

Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pue-blos, el paño que tapa todas las naciones.Aniquilará la muerte para siempre.

El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país.

La venida del Mesías hará fecunda la tierra árida.

Is 29,17 “Pronto, muy pronto, el Líbano se convertirá en ver-gel, el vergel parecerá un bosque”.

La recuperación del oído y la vista, simbolismo de la fe.

Is 29,18 “Aquel día oirán los sordos las palabras del libro; sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos de los ciegos.

La libertad y la justicia no son simplemente conquistas so-ciales sino obras y trabajos mesiánicos.

Is 29,19-20 “Los oprimidos volverán a festejar con el Señor y los pobres se alegrarán con el Santo de Israel; porque no que-daron tiranos, se acabaron los cínicos y serán aniquilados los que se desviven por el mal”.

Como canta la novena:¡Del débil auxilio Del doliente amparoConsuelo del triste Luz del desterrado!¡Vida de vidaMi dueño adoradoMi constante amigoMi divino hermano!

La fertilidad y crecimiento de la vida espiritual son signos mesiánicos.

Is 30,23 “Te daré lluvia para la semilla que siembras en el campo y el grano de la cosecha del campo será rico y sustancioso”

Otra imagen típica del adviento es la preparación del ca-mino por donde ha de llegar el Señor.

Is 40,3 “una voz grita: en el desierto prepárenle un camino al Señor; allanen en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que los montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale.

En síntesis, los tiempos mesiánicos descritos como un re-torno del destierro y una recuperación de la patria, son el proyecto de la realización plena de la vida humana.

Is 35,1-10 “el desierto y la tierra reseca se regocijarán, el arenal de alegría fl orecerá…

Fortalezcan las manos débiles, afi rmen las rodillas vaci-lantes, digan a los cobardes: sean fuertes, no teman, ahí está su Dios que trae el desquite; viene en persona los desagraviará y los salvará.

Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abri-rán, saltará como un ciervo el tullido, la lengua del mudo cantará.

Porque han brotado aguas en el desierto, arroyos en la es-tepa; el arenal será un estanque, lo reseco un manantial.

En el cubil donde se tumbaban los chacales brotarán ca-ñas y juncos.Lo cruzará una calzada que llamarán Vía Sacra.

No pasará por ella el impuro y los inexpertos no se extra-viarán no habrá por allí leones ni se acercarán las bestias feroces, sino que caminarán los redimidos.

Vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolas, gozo y alegría; pena y afl icción se alejarán”.

Esta alegría prometida no es evidentemente ni la di-versión ni el placer carnal.

Is 40,6 “¿qué debo gritar?Toda carne es hierba y su belleza como fl or campestre… se agota la hierba, se marchita la fl or pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre”.

Álvaro Uribe VélezPresidente de la República de Colombia

María del Rosario GuerraMinistra de Tecnologías de la Información

y las Comunicaciones

Junta Directiva Servicios Postales Nacionales S.A.Ramón Angarita Lamk

Rubén Darío Mestizo Reyes Douglas Velásquez Jácome

José Fernando Torres Fernández de Castro

Juan Ernesto Vargas UribePresidente Servicios Postales Nacionales S.A.

Sonia Patricia Cáceres MartínezSecretaria General Servicios Postales Nacionales S.A.

Ana Cristina Ortiz JaramilloV. P. Comercial Servicios Postales Nacionales S.A.

Martha Lucy Giraldo DuqueJefe Nacional de Filatelia Servicios Postales Nacionales S.A.

www.4-72.com.cofi latelia@4-72.com.co

Tel. (571) 4199299 y 4199292 ext. 1505 en Bogotá 01 8000 111 210 a nivel nacional

Fecha de emisión Date d’émissionDate of issue

27 de noviembre de 2009

Boletín informativo No. 16 de 2009

EMISIÓN POSTALN AV I D A D 2 0 0 9

¿Qué se puede aprender en Navidad?

Humildad, llegar a ser un hombre común, mansedumbre, sobriedad, alegría, osadía para cambiar lo injusto y todo bajo el calor del amor y la entrega a los demás.

¡Oh Sapiencia sumaDel Dios soberano,Que a infantil alcance Te rebajas sacro!¡Oh divino niño Ven para enseñarnosLa prudencia que haceVerdaderos sabios!

Ven salvador nuestropor quien suspiramos

Germán Pinilla Monroy

Los textos bíblicos han sido tomados de la edición La Biblia de Nuestro PuebloBiblia del peregrino América Latina Traducción de Luis Alonso SchoekelMacau China (Pastoral Bible Foundation)2007.

La novena es la recta fi nal del tiempo de adviento.

La familia reunida en torno al pesebre entona villancicos sen-cillos y densos a la vez, que los niños ritman con instrumentos elementales muchas veces fabricados por ellos mismos.

Tenemos en Colombia una novena tradicional, compuesta por la madre Soledad religiosa de la Enseñanza cuyas oraciones y “gozos” están en la memoria de todos.

Y este conjunto complementario, familia, novena, villancicos y pesebre tiene la virtud de grabarse en cada corazón y la de producir luz y fuerza en el espíritu, durante toda la vida. Es un hermoso conjunto “audiovisual” en el que todos intervie-nen y participan y todos reciben el fruto de la celebración.

En medio de una sociedad de consumo en la que el dinero go-bierna todo, la diversión adquiere prioridades y dimensiones insospechadas y la violencia destructora esparce el sufrimiento, el sentido de la Navidad para la sociedad creyente es blindaje, es respuesta, es apertura, es una manera distinta y original de construir el futuro.

El mensaje de Jesús desde el pesebre es luz en la oscuridad, es justicia y derecho, es alegría y gozo, no una consigna social revolucionaría sino una invitación liberadora a la conviven-cia de opresores y oprimidos, ambos liberados de sus propias miserias y esclavitudes.

Esto se canta en la novena¡Oh lumbre de oriente,Sol de eternos rayos,Que entre las tinieblasTu esplendor veamos!¡Niño tan preciosoDicha del cristianoLuzca la sonrisa De tus dulces labios!

La Navidad tiene un encanto un magnetismo y una miste-riosa capacidad de penetrar el corazón humano aún el más alejado y endurecido en el pecado.

Así cada año se puede comprobar cómo se cumple la carta de San Pablo a su discípulo Tito.

Tit 2,11-14 “Porque la gracia de Dios que salva todos los hombres se ha manifestado enseñándonos a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos y a vivir en esta vida con sobriedad, justicia y piedad, esperando la promesa dichosa y la manifestación de nuestro gran Dios y nuestro salvador Jesucristo.

Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda iniqui-dad, para adquirir un pueblo purifi cado, dedicado a las buenas obras”.

Este encanto y magnetismo contagioso de la Navidad logra que al lado y bajo la inspiración del culto publico y ofi cial de la Igle-sia o sea la sagrada liturgia, surjan en todas las culturas y países muchas y bellas tradiciones populares que enriquecen y dan re-novado vigor a la celebración del misterio de la Encarnación.

Niños, jóvenes y viejos perciben la irradiación de este misterio; los mueve a unos la curiosidad, a otros su actividad y creati-vidad y a otros la nostalgia y el cuestionamiento de la propia vida y la de la sociedad en que viven.

Lo cierto es que ante Jesús el Mesías no se puede permanecer indiferente (Cfr Lc 2, 35) en la cultura de Hispanoamérica hay elementos estupendos que enriquecen el sentido de la cele-bración navideña: la novena de aguinaldos y el pesebre, genial invento de San Francisco de Asís.

Artistas pintores escultores y músicos en todas las épocas han producido obras maestras de todos los escenarios y personajes de esta historia sagrada pero la sabiduría de la Iglesia nos enseña que para descubrir el sentido, la trascendencia, el misterio y la efi cacia actual de “celebrar” los relatos del Nuevo Testamento, es necesario, antes, recorrer las páginas proféticas del Antiguo Testamento, desentrañar sus simbolismos, empaparse del pen-samiento del pueblo de Israel para experimentar también aho-ra la tensión entre nuestras angustias y miserias y la esperanza del Mesías, el Cristo, el Ungido.

El comienzo de la carta a los Hebreos refuerza esta refl exión.

Hebr 1,1-3 “En el pasado muchas veces y de muchas formas habló Dios a nuestros padres por medio de los profetas en esta etapa fi nal nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien nombró heredero de todo, y por quien creó el universo. Él es refl ejo de su gloria, la imagen misma de lo que Dios es y man-tiene el universo con su palabra poderosa.

La novena lo expresa bellamente

¡Espejo sin mancha,Santo de los santosSin igual imagenDel Dios soberano!¡Borra nuestras culpasSalva al desterradoY en forma de niño,Da al misero amparo!

El tiempo del adviento es una preparación y una celebración de estos relatos. La corona de adviento con sus cuatro cirios que se consumen domingo a domingo acentúan e impulsan la esperanza de los creyentes, ciertamente Cristo, Mesías, es la respuesta a todo lo que ellos sueñan y anhelan. El frágil niño del pesebre en brazos de María con José, el varón justo es la imagen del Dios invisible, el poder del amor del Dios omnipotente y misericordioso.

En los tiempos mesiánicos se aprende el secreto de la eterna juventud o aún mejor el secreto de amar y valo-rar la propia edad.

Is 40,28-31 “¿acaso no lo sabes, es que no lo has oído? El Señor es un Dios eterno…No se cansa, no se fatiga, es insondable su inteligencia.

Él da fuerza al cansado, acrecienta el vigor del inválido; se cansan los muchachos, se fatigan; los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse”

El triunfo del Mesías, no será militar ni violento.

Is 56,1 “Así dice el Señor: guarden el derecho practiquen la justicia, que mi salvación está para llegar y se va a re-velar mi victoria”.

El Mesías, será el mismo Dios fuerte de Israel.

Is 40,9-10 “Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala no temas, dí a las ciudades de Judá: aquí está su Dios”.

Miren, el Señor llega con poder, y su brazo manda.

En los gozos se encuentra este pensamiento¡Oh Adonaí potenteQue a Moisés hablandoDe Israel al puebloDiste los mandatos!¡Ah ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débilmuestre fuerte brazo!

Los profetas no solamente proclaman las intenciones y las ac-titudes del Mesías sino también ofrecen detalles precisos de las circunstancias de la salvación.

El nacimiento virginal de Jesús

Is 7,14 “Miren la Virgen está encinta y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre “Dios con nosotros”

Como proclaman los gozos

¡Rey de las nacionesEmmanuel preclaro De Israel anheloPastor del rebaño!¡Niño que apacientascon suave cayadoya la oveja ariscaya el cordero manso!

El sitio exacto del nacimiento

Miq 5,1 “Tú, Belén de Efrata pequeña entre las aldeas de Judá; de ti sacaré el que ha de ser jefe de Israel”.

Los villancicos cantan:Vamos pastores vamos,Vamos a BelénA ver en aquel NiñoLa gloria del Edén

Cuando, después de la resurrección de Cristo, se escribió el Nuevo Testamento, los evangelistas Mateo y Lucas, en sus pri-meros capítulos dejaron el núcleo central de la celebración de la Navidad: en los relatos de la anunciación, el nacimiento, la visita de los pastores guiados por los ángeles y la de los magos guiados por la estrella; la actitud del Rey Herodes y la huída a Egipto.