poder judicial del estado supremo … · cuarto del ramo penal de esta ciudad capital, por el...
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PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
SEGUNDA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
1270-2014 07 siete de Enero del 2015 dos mil quince
San Luís Potosí, S.L.P., a 07 siete de Enero del 2015 dos mil quince.
V I S T O, para resolver el Toca número 1270-14, relativo al recurso de apelación interpuesto
por el SENTENCIADO ELIMINADO, en contra de la Sentencia Condenatoria, dictada por el C. Juez
Cuarto del Ramo Penal de esta Ciudad Capital, por el delito de ROBO, con fecha 21 veintiuno de
Agosto del 2014 dos mil catorce, dentro de los autos del proceso penal número 126/2014; y
R E S U L T A N D O :
1.- Los puntos resolutivos de la resolución recurrida de fecha 21 veintiuno de Agosto del
2014 dos mil catorce, son:- “...PRIMERO.- Este Juzgado es competente para conocer y resolver la
presente causa. SEGUNDO.- ELIMINADO, en el presente proceso, es penalmente responsable en
la comisión del injusto de ROBO, cometido en perjuicio del patrimonio de ELIMINADO.
TERCERO.- Por su probada responsabilidad en la comisión del injusto de ROBO, se impone a
ELIMINADO, la pena privativa de libertad agravada, consistente en 06 SEIS MESES DE PRISIÓN y
SANCIÓN PECUNIARIA por la suma de $3,188.50 (TRES MIL CIENTO OCHENTA Y OCHO PESOS
50/100 MONEDA NACIONAL), equivalente a 50 cincuenta días de salario mínima vigente el
momento de los hechos (18 dieciocho de Junio de 2014 dos mil catorce), que el en área
geográfica “B”, es a razón de $63.77 (SESENTA Y TRES PESOS 77/100 MONEDA NACIONAL).
Pena privativa de libertad que deberá de compurgar el sentenciado en el establecimiento
destinado para ello por el Ejecutivo del Estado, y bajo la vigilancia del Juez de Ejecución; en
tanto que la Pecuniaria que deberá enterar ante la oficina de Consignaciones y Garantías
dependiente de la Secretaría Ejecutiva de Administración del Consejo de la Judicatura del Poder
Judicial del Estado para su control y conocimiento, asimismo ante este Juzgado deberá enterar
el recibo correspondiente. CUARTO.- Se concede al sentenciado ELIMINADO, el beneficio de la
SUSPENSIÓN CONDICIONAL mediante la garantía por la cantidad de $2,000.00 (DOS MIL PESOS
00/100 MONEDA NACIONAL), en cualquiera de las formas previstas por la Ley, quien a efecto de
gozar del mismo previamente deberá dar cumplimiento a todas y cada uno de las exigencias
aludidas en el considerando y apartado respectivo. QUINTO.- Se concede al sentenciado
ELIMINADO, el beneficio de la SUSTITUCIÓN DE LA PEN por SANCIÓN PECUNIARIA, en términos
del considerando Séptimo de la presente resolución. SEXTO.- En virtud de las consideraciones
realizadas en el considerando Octavo de la presente sentencia, no se condena a ELIMINADO del
pago de la reparación del daño proveniente del injusto a favor de ELIMINADO. SÉPTIMO.- Se
suspende en sus derechos políticos y civiles al sentenciado ELIMINADO, por las razones y en los
términos asentados en el considerando respectivo. OCTAVO.- Amonéstese al sentenciado
ELIMINADO, en los términos de Ley. NOVENO.- Notifíquese personalmente a las partes,
hágaseles saber el derecho y término de 5 cinco días que la Ley le concede para apelar en la
presente Resolución, si con la misma no fueren conformes. Debiendo además de notificar el
contenido de la presente resolución a la parte ofendida, a fin de salvaguardar sus derechos
contenidos en el artículo 20 apartado B) del (sic) la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en relación con el diverso 179 del Código de Procedimientos Penales vigente en el
Estado…”.
2.- Inconforme con la anterior resolución, el SENTENCIADO ELIMINADO, interpusieron
recurso de apelación, mismo que previa su calificación se declaró legalmente admitido en ambos
efectos.
3.- Se pusieron los autos a la vista de los apelantes por el término de tres días para que
promoviesen las pruebas que estimaren procedentes, las que no fueron presentadas según certificación
con fecha 05 cinco de Noviembre del 2014 dos mil catorce. Por auto de fecha dictado en la misma
fecha, se ordenó notificar en forma personal a las partes, el día y la hora de la Audiencia de Vista.
4.- A las 10:20 diez horas con veinte minutos del día 02 dos de Diciembre del 2014 dos mil
catorce, se llevó a efecto la Audiencia de Vista, prevista por el artículo 382 de la Ley Adjetiva Penal
vigente en el Estado; la Secretaria de Acuerdos dio cuenta que a la audiencia no compareció
personalmente el sentenciado ELIMINADO, solamente lo hizo su Defensora Pública Penal Adscrita, a
quien se le tiene por recibido escrito en el que formula agravios a favor de su defenso.
5.- Declarado visto el asunto, se procede a pronunciar la correspondiente resolución.
C O N S I D E R A N D O :
PRIMERO:- Esta Sala Colegiada es competente para conocer y resolver el presente recurso,
de acuerdo con los artículos 116°, fracción III de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, artículos 90°, tercer párrafo y 91°, fracción I de la Constitución Particular del Estado,
artículos 3° y 4°, fracción I y 25, fracción I de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, así como
artículos 1° y 5° del Código Penal en vigor en la fecha de los hechos denunciados; 9° y 3° Transitorio
del Código Penal en vigente; y, 17 del Código de Procedimientos Penales del Estado.
SEGUNDO:- Esta Segunda Instancia, atento a lo previsto por los artículos 361 y 362 del
Código de Procedimientos Penales en vigor, tiene por objeto examinar si en la resolución recurrida no
se aplicó la ley correspondiente o si se aplicó ésta inexactamente, sí se violaron los principios
reguladores de la valoración de la prueba, si se alteraron los hechos o no se fundó o motivó
correctamente, conforme a los agravios que se formulen, o en su defecto, suplirlos en beneficio del
encausado; resultando aplicable en este caso, la tesis visible en la página 59 del Semanario Judicial de
la Federación, Sala Auxiliar, Séptima Parte, volumen 44 que a la letra dice:- “APELACIÓN.
FUNCIONES DEL TRIBUNAL DE ALZADA. La función del Tribunal de Alzada no es la de rebatir la
sentencia de primer grado, sino substituirse en forma total y completa al inferior para resolver
sobre los puntos planteados en los agravios que, junto con la sentencia recurrida, integran la
litis contestatio de la alzada, fundamentando y razonando la decisión para revocar, confirmar y
modificar la sentencia del inferior”.
TERCERO:- La ELIMINADO, presentó escrito mediante el cual formuló agravios el que dice
en lo conducente: “…La sentencia se impugna en razón de que el A-quo, aplicó incorrectamente la
ley, realizó una inadecuada valoración del material probatorio; circunstancias que vulneran los
principios de legalidad y de seguridad jurídica tutelados por los artículos 14 y 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; los principios que rigen la valoración de
la prueba, las bases de la regla de comprobación que dispone el numeral 107 de la Ley Adjetiva
Penal y el principio de presunción de inocencia. Se estima lo anterior en virtud de que el A-quo,
realizo una errónea interpretación de los hechos y una errónea apreciación del caudal probatorio
que obra en la secuela procesal, al decidir que el cuerpo del delito de robo y la responsabilidad
penal de mi defendido se encuentran acreditador con el caudal probatorio que existe en la
secuela procesal. Consideraciones asentadas en los puntos considerandos SEGUNDO,
TERCERO, CUARTO Y QUINTO concatenados con los puntos resolutivos SEGUNDO y TERCERO
del fallo que se combate; lo cual evidentemente ocasiona agravio a mi defendido, toda vez que
del análisis realizado al material de prueba, estos no arrojan los mayores ni los eficaces datos
que demuestren con esa plena certeza jurídica, que él realizó la conducta antijurídica, que le
imputan. Se examina la acreditación del CUERPO DEL DELITO de ROBO previsto en artículo 194,
manifestándose que no se encuentra factiblemente acreditados los elementos constituyen la
materialidad de la figura penal en estudio, en los términos que disponen el artículo 107 de la Ley
Adjetiva Penal. Tal es el caso del primer elemento configurativo del ilícito, consistente en la
acción de apoderamiento de una cosa ajena mueble; dicho supuesto hipotético, no se acredita
fehacientemente con la denuncia formulada por la C. ELIMINADO, porque el dicho de la afectada
solo constituye un indicio aislado, el cual no se corrobora plenamente con el parte informativo
que suscriben los señores ELIMINADO, ELIMINADO Y ELIMINADO, a ellos no les consta que el
activo haya desapoderado a la afectada del teléfono celular objeto del delito. La pasivo refiere en
su declaración de fecha 18 de junio del 2014, refiere que solicito el apoyo a una unidad moto
patrulla de la municipal, y refiere que ya una patrulla lo tenía detenido ello causa duda, porque en
autos solo obra el parte policiaco de los elementos de la unidad 02580 y ellos no refieren que se
contactaron con la afectada la cual les refirió que la acaban de robar por lo que ellos
interceptaron a una persona con las características que les proporcionó la afectada y lo
detuvieron, esta es una evidente inconsistencia entre el dicho de la afectada y el parte
informativo lo cual produce incertidumbre de que los hechos hayan acontecido de tal manera.
Tampoco se justifica con la testimonial de los CC. ELIMINADO Y ELIMINADO, quienes no
estuvieron en momento que acontecieron los hechos, por lo tanto no son testigos presenciales
de los mismos, así que su testimonio es ineficaz, para demostrar el elemento en estudio. Así que
contrario a lo que determina el A-quo, los medios de prueba que detalla no son aptos para
acreditar que mi defendido ejecutó la conducta que se le imputa; es por ello que se dice que el
juez vulneró las reglas de la valoración de la prueba al otorgarles valor pleno, a simples indicios
aislados y a testimonios que no reúnen las exigencias del artículo 317 fracción III, por lo tanto, la
sola declaración de la ofendida es insuficiente para sustentar un fallo condenatorio. Aquí el juez
debió de atender a lo que prevé el principio de presunción de inocencia, puesto que la carga de
la prueba corresponde al Ministerio Público, y en este caso no dio cabal cumplimiento al
mandato constitucional, porque no aportó los suficientes ni los contundentes medios de prueba
con los que acredite la existencia del delito en estudio, en particular la conducta antijurídica que
se le atribuye a mi defenso. Son aplicables a lo antes expresado, las siguientes tesis: Séptima
Época. Registro: 236965. Instancia: Primera Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la
Federación. 10, Segunda Parte. Materia(s): Penal. Tesis: Página: 29. IMPUTACIÓN EN CONTRA
DEL ACUSADO. Es de explorado derecho que la sola imputación no hace prueba en contra del
acusado, si no existen otros indicios ni elementos de prueba que la fortalezcan. Amparo directo
1207/68. Arnulfo Torres Medina. 29 de octubre de 1969. Cinco votos. Ponente: Abel Huitrón y
Aguado. Séptima Época. Registro: 248297. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis
Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. 205-216, Sexta Parte. Materia(s): Penal.
Tesis: Página: 591. Genealogía: Informe 1986, Tercera Parte, Tribunales Colegiados de Circuito,
tesis 36, página 519. OFENDIDO, VALOR DE LA DECLARACION DEL. Si el representante social
no aportó elementos de convicción que la apoyaran y los acusados negaron su participación en
los hechos, la imputación del ofendido por sí sola es insuficiente para fundar una sentencia
condenatoria, pues con ella no se acredita plenamente la responsabilidad criminal de los
encausados, como dispone la ley; y aun cuando las deposiciones de éstos resulten
contradictorias entre sí o no las hayan demostrado, estas circunstancias tampoco llegan a
corroborar la proporcionada por el paciente del delito, ni relevan al Ministerio Público de la
obligación que tiene de probar su acusación. TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CIRCUITO.
Amparo directo 30985. Silverio Jiménez Guzmán y coagraviados. 4 de julio de 1985. Unanimidad
de votos. Ponente: Moisés Duarte Aguíñiga. Secretario: Joel A. Sierra Palacios. Novena Época.
Registro: 188557. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. XIV, Octubre de 2001. Materia(s): Penal. Tesis: VI.1o.P.141
P. Página: 1155. PARTE INFORMATIVO DE LA POLICÍA JUDICIAL. NO ES UN DOCUMENTO
PÚBLICO AL QUE SE LE DEBA OTORGAR VALOR PROBATORIO PLENO (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE PUEBLA). El artículo 195 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa
Social, en su último párrafo, dice: "Las investigaciones y demás diligencias que practiquen los
agentes de la Policía Judicial, tendrán valor de testimonios que deberán complementarse con
otras diligencias de prueba que practique el Ministerio Público ..."; por lo que debe entenderse,
en primer lugar, que el parte informativo de dicha autoridad no es una prueba documental
pública y, como consecuencia, no puede valorarse como tal, sino que dicho informe sólo es el
medio por virtud del cual los elementos policiacos hacen del conocimiento del Ministerio Público
el resultado de sus investigaciones practicadas en relación con el delito y/o el delincuente, cuyo
valor equivale al otorgado a la prueba testimonial que, para su eficacia, necesariamente deberá
corroborarse con otros medios de convicción que se encuentren agregados al sumario. PRIMER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 226/2001.
14 de junio de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: José Manuel Vélez Barajas. Secretario: Juan
Carlos Ramírez Benítez. Véase: Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Volumen
76, Sexta Parte, página 59, tesis de rubro: "POLICÍA JUDICIAL, VALOR PROBATORIO DE LOS
INFORMES PROPORCIONADOS POR LOS AGENTES DE LA". Amparo directo 577/91. Margarito
Arias Legal. 28 de enero de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: José Galván Rojas. Secretario:
Armando Cortés Galván. En este orden de ideas, se concluye que al no quedar comprobado de
manera factible el primer elemento corpóreo del ilícito en estudio, resulta innecesario entrar al
estudio del resto de los elementos constitutivos del delito, y por consiguiente este no se
configuro satisfactoriamente, resultan aplicables los siguientes criterios jurisprudenciales:
Novena Época. Registro: 188257. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. XIV, Diciembre de 2001. Materia(s):
Penal. Tesis: VI.1o.P.169 P. Página: 1707. CUERPO DEL DELITO. CUANDO FALTA ALGUNO DE
SUS ELEMENTOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). De acuerdo con el contenido de
los artículos 16 y 19 de la Constitución Federal, y del diverso 83 del Código de Procedimientos
en Materia de Defensa Social del Estado, se entiende como cuerpo del delito al conjunto de
elementos objetivos o externos que constituyen la materialidad del hecho descrito por la ley, así
como a los normativos, subjetivos o internos, en caso de que la hipótesis legal lo requiera; por lo
que si de la conducta desplegada por el sujeto activo no se acredita alguno de estos elementos,
como consecuencia, la hipótesis legal no se actualiza y, por tanto, no podrá efectuarse juicio de
reproche alguno. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 334/2001. 4 de octubre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Rafael
Remes Ojeda. Secretario: Fernando Córdova del Valle. Amparo directo 401/2001. 4 de octubre de
2001. Unanimidad de votos. Ponente: José Manuel Vélez Barajas. Secretario: Arturo Gómez
Ochoa. Octava Época. Registro: 214591. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito.
Jurisprudencia. Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. 70, Octubre de 1993.
Materia(s): Penal. Tesis: II.3o. J/56. Página: 55. PRUEBA INSUFICIENTE. CONCEPTO DE. La
prueba insuficiente se presenta, cuando con el conjunto de los datos que obran en la causa, no
se llega a la certeza de las imputaciones hechas; por lo tanto, la sentencia condenatoria dictada
con base en ella, es violatoria de garantías. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO
CIRCUITO. Amparo directo 258/92. Leticia Nápoles Muñoz. 11 de junio de 1992. Unanimidad de
votos. Ponente: María del Carmen Sánchez Hidalgo. Secretaria: Edith Alarcón Meixueiro. Amparo
directo 382/92. Mireya Olmos Velázquez de León. 29 de septiembre de 1992. Unanimidad de
votos. Ponente: María del Carmen Sánchez Hidalgo. Secretaria: María Concepción Alonso Flores.
Amparo directo 849/92. Juan Camargo Olvera. 24 de noviembre de 1992. Unanimidad de votos.
Ponente: José Ángel Mandujano Gordillo. Secretaria: Julieta María Elena Anguas Carrasco.
Amparo directo 767/92. Arturo Cocina Martínez. 19 de enero de 1993. Unanimidad de votos.
Ponente: Fernando Narváez Barker. Secretario: Isaac Gerardo Mora Montero. Amparo directo
158/93. Antonio Hernández Vega. 17 de marzo de 1993. Unanimidad de votos. Ponente: José
Ángel Mandujano Gordillo. Secretaria: Julieta María Elena Anguas Carrasco. Concerniente a la
RESPONSABILIDAD PENAL que se le atribuye al sentenciado por la comisión del delito de
ROBO, dicha determinación también le causa agravio, porque resulta violatoria de sus derechos
fundamentales y de las garantías de legalidad y seguridad jurídica, y del principio de presunción
de inocencia, al aplicarse incorrectamente la ley en su perjuicio. Esto en el atendido de que no
obran en la causa los suficientes medios de prueba que demuestren con esa verdad absoluta,
que el cometió el delito que se le atribuye. Lo cierto es que, el único elemento de prueba que
obra en la causa en la cual se le hace el señalamiento es la denuncia de la afectada ELIMINADO,
pero como ha quedado precisado, su dicho solo constituye un indicio aislado porque no se
encuentra apoyado en ninguna de las pruebas que obran en la causa, entonces solo merece el
valor de indicio aislado, situación por la cual es insuficiente para que con ella se acredite la
responsabilidad del activo en los hechos que se le imputan. Ahora bien, ante las
consideraciones que esgrime en A-quo, de que mi defendido fue deteniendo (sic) en flagrancia,
en efecto se detuvo bajo dicha hipótesis, pero lo que crea incertidumbre es el hecho de que no
hay suficientes medios de prueba que justifiquen que él fue quien desapoderó a la activo de su
teléfono, en las circunstancias que esta refiere, porque es de notarse que ella menciona que se
encontraba entre las 09:40 y las 10:00 horas, en los alrededores de su domicilio estaba paseando
a su perro y traía su teléfono celular en la mano, es cuando llega una persona del sexo
masculino y le arrebato su celular. Es importante creer que en el lugar y hora que cita la pasivo,
no se haya encontrado persona alguna que haya observado los hechos, pues es una hora en la
cual existe el tránsito de gente, como puede ser que nadie haya comparecido a dicha causa a
robustecer la acusación que realiza la afectada en contra de mi defendido, pues ello si daría
veracidad a su dicho. Los elementos de prueba que obran en la secuela procesal no crean la
convicción plena, de que mi defendido realizó la acción de apoderamiento que se le reprocha. El
resto de los elementos de prueba que detalla el juez, resultan ineficaces para demostrar con esa
verdad absoluta de que el activo desapoderó a la afectada de su teléfono celular, esto por la
ausencia de medio de prueba que apoyen su acusación. Es por lo anterior que se estima que el
juez realizó una incorrecta aplicación de la ley, al determinar que con sola denuncia es eficaz y
suficiente para demostrar responsabilidad del sentenciado en la comisión del delito que se le
atribuye; esta decisión vulnera el principio de presunción de inocencia, relacionado con los
numerales 10, 107, 117 y 309 del Código de Procedimientos Penales, ordenamientos que
decretan que el Ministerio Público debe de acreditar la existencia de los hechos constitutivos del
delito y la culpabilidad del activo basado esto de un estándar probatorio suficiente, el cual
además sea convincente del cual se obtenga de manera objetiva la verdad formal que se busca.
Es por lo anterior que se estima que fueron también transgredidos los numerales 10 y 309 del
Código Adjetivo Penal; 1°, 20 y 133 Constitucionales, en el artículo 8.2 de la Convención
Americana de los Derechos Humanos, artículo 14.2 del Pacto Internacional de Derecho Civiles y
Políticos; porque es evidente la INSUFICIENCIA DE LA PRUEBA, para soportar la determinación
del juez de primera instancia. Son aplicables los siguientes criterios de tesis aisladas y
jurisprudencias que emite la Suprema Corte de Justicia de la Nación: Quinta Época. Registro:
807040. Instancia: Primera Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación.
LXXXII. Materia(s): Penal. Tesis: Página: 2372. PRESUNCIONES. El artículo 261 del Código de
Procedimientos Penales del Distrito, autoriza a los Jueces y tribunales para apreciar en
conciencia el valor de las presunciones, hasta poder considerar su conjunto como prueba plena,
según la naturaleza de los hechos, la prueba de ellos y el enlace natural más o menos necesario
que exista entre la verdad conocida y la que se busca; pero los indicios deben ser de tal manera
claros y convincentes, que no dejen lugar a duda respecto de la comprobación del cuerpo del
delito y de la responsabilidad del acusado, y si existe esa duda, procede absolver a aquél, y al no
hacerlo así, se viola en su perjuicio la garantía consignada en el artículo 14 de la Constitución.
Amparo penal directo 1331/44. Burk Antoni Otto. 30 de octubre de 1944. Mayoría de tres votos.
Disidentes: Carlos L. Ángeles y Fernando de la Fuente. La publicación no menciona el nombre
del ponente. Quinta Época. Registro: 310077. Instancia: Primera Sala. Tesis Aislada. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación. LIX. Materia(s): Penal. Tesis: Página: 2685. CUERPO DEL
DELITO, LA COMPROBACIÓN DEL, ES LA BASE DEL PROCEDIMIENTO JUDICIAL Y SIN ELLA
NO PUEDE DECLARARSE LA RESPONSABILIDAD DEL ACUSADO. La comprobación del cuerpo
del delito constituye la base del procedimiento judicial, y sin ella no puede declararse la
responsabilidad del acusado ni imponerle pena. Ahora bien, por cuerpo del delito, debe
entenderse el conjunto de elementos objetivos o externos que lo constituyen, es decir, la
realidad del mismo, y comprobarlo no es más que demostrar la existencia de un hecho con todos
sus elementos constitutivos, tal como lo define la ley, al considerarlo como delito y señalar la
pena correspondiente. El artículo 465 del Código de Justicia Militar previene que en caso de
homicidio o lesiones, además de la descripción que de las lesiones hagan el Juez o el agente de
la Policía Judicial Militar, que intervenga en las diligencias, es de gran importancia el informe de
dos peritos y aun de uno solo, si no hubiere otro disponible, y el curso rápido de las actuaciones
no permitiere separar. Los peritos darán por medio de certificados que ratificarán personalmente
ante el Juez respectivo, la esencia de las lesiones, dentro de 48 horas, después de haberse
encargado de la curación de un herido. Al cumplirse con este precepto, tomarán siempre en
consideración el arma empleada para inferir las lesiones, la región en que éstas están situadas,
sus dimensiones, los órganos interesados, y, en resumen, harán la clasificación con toda la
claridad posible a fin de que pueda conocerse fácilmente en cuál precepto del libro segundo de
dicho código, está comprendido el acto; y si de las constancias de autos aparece que ni la
Policía Judicial Militar ni el Juez de la causa, dieron fe de las lesiones que sufrió el ofendido, y
existe únicamente el certificado médico provisional, que no fue ratificado ante la presencia
judicial, y no se rindió el certificado de sanidad, para poder saber en definitiva, la clasificación de
las lesiones, no se acreditó el cuerpo del delito de lesiones; máxime, si el ofendido niega
rotundamente haber sufrido la lesión a que se refiere el dictamen pericial; y debe concederse el
amparo contra la sentencia definitiva que impuso pena al quejoso. Época: Novena Época.
Registro: 183450. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XVIII, Agosto de 2003. Materia(s): Penal.
Tesis: II.2o.P.114 P. Página: 1800. PROBABLE RESPONSABILIDAD, EL ESTADO DE DUBITACIÓN
O INCERTIDUMBRE NO LA CONSTITUYE. Por probable responsabilidad debe entenderse la
concurrencia de datos suficientemente eficaces para considerar viable la demostración futura de
lo que en una etapa procesal preliminar representa al menos una razonable deducción de
intervención en los hechos, al grado de justificar el potencial juicio de reproche más allá de la
simple posibilidad o eventualidad, pues esto último, que no es a lo que se refieren los artículos
16 y 19 constitucionales, representaría, entre los grados del conocimiento, un estado absoluto de
dubitación o incertidumbre, que de ningún modo justifica, conforme a los lineamientos de la Ley
Fundamental, la afectación de la libertad de un gobernado. Amparo en revisión 405/2002. 3 de
abril de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: José Nieves Luna Castro. Secretaria: Alma Jeanina
Córdoba Díaz. Época: Décima Época. Registro: 2003344. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis:
Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Libro XIX, Abril de 2013, Tomo
1. Materia(s): Constitucional, Penal. Tesis: 1a. XCVI/2013 (10a.). Página: 966. PRESUNCIÓN DE
INOCENCIA COMO ESTÁNDAR DE PRUEBA. La presunción de inocencia es un derecho que
puede calificarse de "poliédrico", en el sentido de que tiene múltiples manifestaciones o
vertientes relacionadas con garantías encaminadas a regular distintos aspectos del proceso
penal. Una de esas vertientes se manifiesta como "estándar de prueba" o "regla de juicio", en la
medida en que este derecho establece una norma que ordena a los jueces la absolución de los
inculpados cuando durante el proceso no se hayan aportado pruebas de cargo suficientes para
acreditar la existencia del delito y la responsabilidad de la persona; mandato que es aplicable al
momento de la valoración de la prueba. Dicho de forma más precisa, la presunción de inocencia
como estándar de prueba o regla de juicio comporta dos normas: la que establece las
condiciones que tiene que satisfacer la prueba de cargo para considerar que es suficiente para
condenar; y una regla de carga de la prueba, entendida como la norma que establece a cuál de
las partes perjudica el hecho de que no se satisfaga el estándar de prueba, conforme a la cual se
ordena absolver al imputado cuando no se satisfaga dicho estándar para condenar. Amparo en
revisión 349/2012. Clemente Luna Arriaga y otros. 26 de septiembre de 2012. Cinco votos.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Arturo Bárcena Zubieta. Novena Época.
Registro: 173507. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada. Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXV, Enero de 2007. Materia(s): Penal. Tesis:
I.4o.P.36 P. Página: 2295. PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. ESTE PRINCIPIO SE CONSTITUYE EN
EL DERECHO DEL ACUSADO A NO SUFRIR UNA CONDENA A MENOS QUE SU
RESPONSABILIDAD PENAL HAYA QUEDADO DEMOSTRADA PLENAMENTE, A TRAVÉS DE UNA
ACTIVIDAD PROBATORIA DE CARGO, OBTENIDA DE MANERA LÍCITA, CONFORME A LAS
CORRESPONDIENTES REGLAS PROCESALES. De acuerdo con la tesis P. XXXV/2002, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI, agosto de 2002,
página 14, de rubro: "PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE CONTIENE DE
MANERA IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN FEDERAL.", este principio aparece implícito en los
artículos 14, párrafo segundo, 16, párrafo primero, 19, párrafo primero, 21, párrafo primero y 102
apartado A, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así
como en los diversos principios de debido proceso legal y el acusatorio dando lugar a que el
acusado no esté obligado a probar la licitud de su conducta cuando se le imputa la comisión de
un delito, en tanto que no tiene la carga de probar su inocencia, sino que incumbe al Ministerio
Público acreditar la existencia de los elementos constitutivos del delito y la culpabilidad del
inculpado. Al tenor de estos lineamientos se colige que el principio de inocencia se constituye
por dos exigencias: a) El supuesto fundamental de que el acusado no sea considerado culpable
hasta que así se declare en sentencia condenatoria; lo que excluye, desde luego, la presunción
inversa de culpabilidad durante el desarrollo del proceso; y, b) La acusación debe lograr el
convencimiento del juzgador sobre la realidad de los hechos que afirma como subsumibles en la
prevención normativa y la atribución al sujeto, lo que determina necesariamente la prohibición
de inversión de la carga de la prueba. Ahora bien, el primer aspecto representa más que una
simple presunción legal a favor del inculpado, pues al guardar relación estrecha con la garantía
de audiencia, su respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones, que en el juicio que
se siga, se cumplan las formalidades esenciales del procedimiento, para garantizar al acusado la
oportunidad de defensa previa al acto privativo concreto; mientras que el segundo se traduce en
una regla en materia probatoria, conforme a la cual la prueba completa de la responsabilidad
penal del inculpado debe ser suministrada por el órgano de acusación, imponiéndose la
absolución si ésta no queda suficientemente demostrada, lo que implica, además, que deben
respetarse los lineamientos generales que rigen para la prueba en el proceso penal y su correcta
justipreciación, pues los elementos de convicción que se consideren para fundar una sentencia
de condena, deben tener precisamente el carácter de pruebas y haber sido obtenidos de manera
lícita. Así, la presunción de inocencia se constituye en el derecho del acusado a no sufrir una
condena a menos que su responsabilidad penal haya quedado demostrada plenamente, a través
de una actividad probatoria de cargo, obtenida de manera lícita, conforme a las correspondientes
reglas procesales y que sea capaz de enervar al propio principio. CUARTO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 864/2006. 31 de
marzo de 2006. Unanimidad de votos (No obstante la Magistrada Olga Estrever Escamilla,
manifestó estar acorde con el sentido del fallo, mas no así con todas las consideraciones).
Ponente: Miguel Ángel Aguilar López. Secretario: Héctor Vargas Becerra. Amparo directo
1324/2006. 12 de julio de 2006. Unanimidad de votos (No obstante la Magistrada Olga Estrever
Escamilla, manifestó estar acorde con el sentido del fallo, mas no así con todas las
consideraciones). Ponente: Miguel Ángel Aguilar López. Secretario: Héctor Vargas Becerra.
Amparo penal directo 7521/38. Enríquez Martínez Manuel. 10 de marzo de 1939. Unanimidad de
cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente. Novena Época. Registro:
177538. Instancia: Primera Sala. Tesis Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Tomo XXII, Agosto de 2005. Materia(s): Constitucional, Penal. Tesis: 1a. LXXIV/2005.
Página: 300. PRINCIPIO IN DUBIO PRO REO. ESTÁ PREVISTO IMPLÍCITAMENTE EN LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. El Tribunal en Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que de los artículos 14, párrafo segundo;
16, párrafo primero; 19, párrafo primero; 21, párrafo primero, y 102, apartado A, segundo párrafo,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos deriva el principio de presunción de
inocencia, y de esta inferencia, relacionada con los artículos 17, segundo párrafo, y 23 del citado
ordenamiento, se concluye la existencia del principio in dubio pro reo, el cual goza de jerarquía
constitucional. En ese tenor, conforme al principio constitucional de presunción de inocencia,
cuando se imputa al justiciable la comisión de un delito, éste no tiene la carga probatoria
respecto de su inocencia, pues es el Estado quien debe probar los elementos constitutivos del
delito y la responsabilidad del imputado. Ahora bien, el artículo 17, segundo párrafo,
constitucional previene que la justicia que imparte el Estado debe ser completa, entendiéndose
por tal la obligación de los tribunales de resolver todas las cuestiones sometidas a su
conocimiento, sin que les sea lícito dejar de pronunciarse sobre alguna. Por su parte, el referido
artículo 23, in fine, proscribe la absolución de la instancia, es decir, absolver temporalmente al
reo en una causa criminal cuando los elementos probatorios aportados por la parte acusadora
durante el juicio no resultan suficientes para acreditar su culpabilidad; por lo que la absolución
debe ser permanente y no provisoria, además de que el propio artículo 23 previene que no es
lícito juzgar dos veces a alguien por el mismo delito (principio de non bis in idem). En este orden,
si en un juicio penal el Estado no logra demostrar la responsabilidad criminal, el juzgador está
obligado a dictar una sentencia en la que se ocupe de todas las cuestiones planteadas (artículo
17, segundo párrafo), y como ante la insuficiencia probatoria le está vedado postergar la
resolución definitiva absolviendo de la instancia -esto es, suspendiendo el juicio hasta un mejor
momento-, necesariamente tendrá que absolver al procesado, para que una vez precluidos los
términos legales de impugnación o agotados los recursos procedentes, tal decisión adquiera la
calidad de cosa juzgada (artículo 23). Novena Época. Registro: 171660. Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito. Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. XXVI, Agosto de 2007. Materia(s): Penal. Tesis: V.2o.P.A. J/8. Página: 1456. PRUEBA
INDICIARIA O CIRCUNSTANCIAL EN MATERIA PENAL. SU EFICACIA NO PARTE DE PRUEBAS
PLENAS AISLADAS, SINO DE DATOS UNÍVOCOS, CONCURRENTES Y CONVERGENTES, DE
CUYA ARTICULACIÓN, CONCATENACIÓN Y ENGARCE, SE OBTIENE OBJETIVAMENTE UNA
VERDAD FORMAL, A TRAVÉS DE UNA CONCLUSIÓN NATURAL A LA CUAL CADA INDICIO,
CONSIDERADO EN FORMA AISLADA, NO PODRÍA CONDUCIR POR SÍ SOLO. En el proceso
penal no es dable acoger la falacia de la división, que consiste en asumir que las partes de un
todo deben tener las propiedades de éste, y que en el caso se refleja al aislar cada elemento de
convicción y demeritar su eficacia o contundencia demostrativa por sí mismo, es decir,
considerado aisladamente. Lo anterior es improcedente, cuenta habida que de cada medio de
prueba pueden desprenderse uno o varios indicios, signos o presunciones, con un determinado
papel incriminador, partiendo de que el indicio atañe al mundo de lo fáctico e informa sobre la
realidad de un hecho acreditado, que sirve como principio de prueba, no necesariamente para
justificar por sí mismo un aserto, o la verdad formal que se pretende establecer, sino para
presumir la existencia de otro hecho desconocido, a base de razonar silogísticamente partiendo
de datos aislados que se enlazan entre sí en la mente, para llegar a una conclusión, y es
precisamente la suma de todos los indicios, lo que constituye la prueba plena circunstancial, que
se sustenta en la demostración de los hechos indiciarios y en el enlace natural, más o menos
necesario, entre la verdad conocida y la buscada. Por ello, la eficacia de la prueba indiciaria o
circunstancial, como prueba indirecta, no parte de pruebas plenas aisladas, sino de datos
unívocos, concurrentes y convergentes, de cuya articulación, concatenación y engarce, se
obtiene objetivamente una verdad formal, a través de una conclusión natural, a la cual cada
indicio -considerado en forma aislada- no podría conducir por sí solo. SEGUNDO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y ADMINISTRATIVA DEL QUINTO CIRCUITO. Amparo directo
111/2007. 14 de mayo de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Javier Sánchez Martínez.
Secretaria: Francisca Célida García Peralta. Amparo directo 138/2007. 21 de mayo de 2007.
Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Javier Sánchez Martínez. Secretario: Alfredo Manuel
Bautista Encina. Amparo directo 150/2007. 21 de mayo de 2007. Unanimidad de votos. Ponente:
Óscar Javier Sánchez Martínez. Secretaria: Francisca Célida García Peralta. Amparo directo
133/2007. 28 de mayo de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Javier Sánchez Martínez.
Secretario: Hugo Reyes Rodríguez. Amparo directo 167/2007. 4 de junio de 2007. Unanimidad de
votos. Ponente: Óscar Javier Sánchez Martínez. Secretaria: Francisca Célida García Peralta.
Novena Época. Registro: 181490. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tesis Aislada.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XIX, Mayo de 2004. Materia(s):
Penal. Tesis: XXII.2o.10 P. Página: 1815. PRUEBA CIRCUNSTANCIAL O INDICIARIA EN MATERIA
PENAL. SÓLO DEBE HACERSE USO DE ELLA CUANDO EXISTAN HECHOS ACREDITADOS QUE
SIRVAN PARA PRESUMIR LA EXISTENCIA DE OTROS Y NO PARA SUPLIR LA INSUFICIENCIA
DE PRUEBAS QUE PUEDAN RESULTAR CARENTES DE VERACIDAD EN PERJUICIO DEL REO.
Según lo ha definido la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en las
jurisprudencias 268, visible en la página 150 del Tomo II, Materia Penal, del Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación 1917-1995 y 1a./J. 23/97, derivada de la contradicción de
tesis 48/96, consultable en la página 223 del Tomo V, junio de 1997, Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyos rubros, por su orden, son: "PRUEBA
CIRCUNSTANCIAL, VALORACIÓN DE LA." y "PRUEBA INDICIARIA, CÓMO OPERA LA, EN
MATERIA PENAL.", esta prueba es muy específica en cuanto a su modo de operar, lo que
significa que debe hacerse un uso moderado de ella aplicándola, en principio, únicamente en los
casos en que los hechos a acreditar no sean de aquellos fácilmente demostrables con pruebas
directas, que sean idóneas según el delito de que se trate, y ocuparse por excepción sólo
cuando existan hechos acreditados que sirvan no para probar, sino para presumir la existencia
de otros, o sea, para su integración con rango de prueba plena y suficiente para dictar una
sentencia condenatoria, debe partirse de un minucioso análisis de los elementos aportados a la
causa, conforme a las reglas que derivan de las jurisprudencias citadas, sin que le sea dable al
juzgador suplir la insuficiencia de pruebas a través de su aplicación, infiriendo hechos y
circunstancias que a la postre pueden resultar carentes de veracidad en perjuicio del reo.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SEGUNDO CIRCUITO. Amparo directo
376/2003. 13 de octubre de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Mario Alberto Adame Nava.
Secretario: René Zamudio Azúa. PRUEBA INSUFICIENTE EN MATERIA PENAL. La mayor o
menor exigencia de datos probatorios para tener por demostrado un hecho delictuoso, y
atribuirle su comisión a una persona, sobre todo, cuando ésta la niega, se encuentra en relación
directa con la cantidad de medios de prueba que, según la experiencia y naturaleza de ese
hecho, pudieran haberse aportado para ese efecto, desde luego, con las limitaciones numéricas
que señala la ley adjetiva. Ello es así, porque si no se allegaron estas probanzas, ello sólo puede
obedecer a que el hecho no existió, o que siendo cierto, el órgano de acusación no cumplió con
su deber de aportarlas; por tanto, un argumento adicional que pueda apoyar el porqué las
pruebas aportadas son insuficientes, puede ser el de que pudiendo haberse allegado otras, de
ser cierto el hecho delictivo, no se aportaron. Época: Novena Época. Registro: 176494. Instancia:
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEGUNDO CIRCUITO. Tipo Tesis:
Jurisprudencia. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Localización: Tomo
XXII, Diciembre de 2005. Materia(s): Penal. Tesis: II.2o.P. J/17. Página: 2462. [J]; 9ª. Época; T.C.C.;
y S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXII, Diciembre de 2005; Pág. 2462. Amparo directo 827/2003. 7 de
mayo de 2004. Unanimidad de votos. Ponente: Humberto Venancio Pineda. Secretario: Carlos
Hernández García. Amparo directo 772/2004. 4 de agosto de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Adalid Ambriz Landa. Secretario: Gustavo Aquiles Villaseñor. Amparo directo 149/2005.
17 de agosto de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Adalid Ambriz Landa. Secretario: Gustavo
Aquiles Villaseñor. Amparo en revisión 268/2004. 8 de septiembre de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Manuel Baráibar Constantino. Secretario: Julio César Ramírez Carreón. Amparo directo
261/2005. 20 de octubre de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Baráibar Constantino.
Secretario: Julio César Ramírez Carreón. Véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación
1917-2000, Tomo II, Materia Penal, página 203, tesis 278, de rubro: "PRUEBA INSUFICIENTE,
CONCEPTO DE”. También causa agravio a quien defiendo, la pena que el juez primario le
impone, pues esta resulta a todas luces violatoria de sus derechos fundamentales, de las
garantías de legalidad y seguridad jurídica y de la exacta aplicación de la ley; toda vez que No
existe la certeza plena de que mi defendido haya materializado los hechos que se le imputan,
toda vez que en el proceso no obra el suficiente acervo probatorio, que demuestre con esa
convicción que él ejecuto el hecho delictivo, lo que se desprende del material de prueba solo son
presunciones, las cuales son insuficientes para sustentar el fallo condenatorio recurrido. Se
finaliza manifestando que la sentencia que se recurre, es violatoria de garantías y de derechos
humanos, porque el principio de presunción de inocencia ordena la absolución del inculpado,
cuando durante en el proceso no se hayan aportado pruebas para acreditar la existencia del
delito y la responsabilidad penal de la persona, mandato que debe aplicarse al momento de
valorarse la prueba. Por lo anterior es por lo que se pide la REVOCACIÓN del fallo condenatorio,
por la carencia de elementos de prueba que sustente la existencia del delito y la responsabilidad
penal del sujeto activo, por lo que se debe de dictar a favor de mi defendido Sentencia
Absolutoria...”.
CUARTO:- Resultan infundados los agravios esgrimidos por la Defensora Pública del
sentenciado, encaminados a controvertir la sentencia condenatoria dictada a ELIMINADO, y dada la
naturaleza del recurso planteado, resulta imperativo para esta Sala Colegiada, hacer una revisión
oficiosa de las constancias que integran la causa de conformidad, con lo dispuesto en los artículos 362
primer párrafo y 380 de la Ley Adjetiva Penal en vigor, y al efecto, no se advierte agravio que suplir a
favor del acusado de acuerdo con los razonamientos lógicos y jurídicos que se expresarán en el cuerpo
de la presente resolución.
Una vez analizada la resolución génesis del Recurso de Apelación que nos ocupa, este
Tribunal de alzada considera que, adversamente a lo alegado por la inconforme, la misma, se encuentra
debidamente fundada y motivada puesto que al emitir el fallo al que se alude, el C. Juez A quo expresó,
los motivos, razones particulares y causas inmediatas que lo llevaron a determinar que en la causa de
origen se encuentran acreditados los elementos constitutivos del cuerpo del delito de ROBO, así como
la responsabilidad penal de ELIMINADO, en su comisión, dado que sostuvo con argumentos lógicos y
jurídicos las consideraciones por él vertidas y citó los preceptos legales aplicables al caso concreto; por
consiguiente, existe adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicadas.
Del estudio de las constancias que integran la causa, se advierte que el Juez instructor,
correctamente estimó que en autos se encuentran acreditados los elementos que integran el cuerpo del
delito de ROBO a que se refiere el artículo 194 del Código Penal vigente en el Estado, que dice:
“Comete el delito de Robo quien se apodera de una cosa ajena, mueble o inmueble por destino,
sin derecho y sin el consentimiento de la persona que puede disponer de ella conforme la Ley”.
De una interpretación sistemática y teleológica de los preceptos legales invocados se colige
que los elementos que integran la figura típica del delito de ROBO, son los siguientes:
a).- Una acción de apoderamiento que recaiga en una cosa ajena;
b).- Que el apoderamiento se lleve a cabo sin derecho y sin consentimiento de la persona
que pueda disponer de la cosa.
En ese contexto, es de advertirse que el Código de Procedimientos Penales vigente en el
Estado, en su artículo 107, señala una regla genérica, consistente en atender a los elementos objetivos
o externos que constituyen la materialidad de la figura delictiva descrita por la Ley Penal.
Los elementos del cuerpo del delito de ROBO, se encuentran satisfechos en los términos de
los artículos 107 del Código de Procedimientos Penales con los elementos de prueba que a
continuación se relatan:
El primer elemento, del delito de ROBO, referente a la existencia de una acción de
apoderamiento, ejecutada por parte del actor del delito sobre una cosa ajena mueble, se encuentra
acreditada con las siguientes constancias de prueba:
Con la denuncia presentada en fecha 18 dieciocho de Junio del 2014 dos mil catorce, por
ELIMINADO, en contra de ELIMINADO por el delito de ROBO, quien ante el Ministerio Público, dijo que:
“…Que el día de hoy por mañana aproximadamente entre las 09:40 horas y las 10:00 me encontraba en
los alrededores de mi domicilio que proporcione en mis generales yo estaba paseando a mi perro y traía
mi celular que es uno marca ELIMINADO con número ELIMINADO, lo traía en la mano porque estaba
checando la hora y en eso llegó una persona del sexo masculino que vestía ELIMINADO, y quien es mi
acusado y que lo identificó plenamente ya que me llegó por la espalda y me arrebató mi celular y yo
corrí detrás de él para alcanzarlo y como a una cuadra de estar corriendo me encontré con una unidad
moto patrulla de la municipal a quien le comente lo que me pasó y dio aviso por su radio y les señalé
hacia donde se había ido mi acusado, y camine unas cuadras me adelante por las vías y vi que una
patrulla tenía detenida a una persona y me preguntaron si era quien minutos antes me había robado mi
celular y yo lo reconocí plenamente por lo que lo subieron a la patrulla y me trajeron aquí a estas
oficinas para que presentara mi denuncia, y hago mención que el celular que me arrebató mi acusado
es propiedad de mi hermano y que posteriormente me presentare para acreditar la propiedad…”.
Denuncia recibida por el Fiscal investigador en apego a la obligación que le impone el
artículo 3 fracción I de la Ley Adjetiva Penal, en virtud de que el delito de Robo, es perseguible de oficio.
Declaración que tiene valor legal de indicio de conformidad con lo previsto por el numeral 311 del
Código de Procedimientos Penales, toda vez que reúne los requisitos del diverso numeral 317 del
ordenamiento legal en cita, es decir, la declarante por su edad, capacidad e instrucción, tuvo el criterio
necesario para apreciar el acto por sí misma en forma imparcial, expresando en forma clara y precisa
sin dudas ni reticencias sobre la sustancia del hecho y sus circunstancias esenciales, sin que se
advierta que haya sido obligada ni impulsada a declarar mediante engaño, error o soborno, y de la que
se desprende que fue objeto del robo de un teléfono celular, del que es poseedora, y que traía en sus
manos el día del evento delictivo, habiendo presenciado por medio de sus sentidos el
desapoderamiento del mismo de parte del aquí acusado de ahí que su declaración sea precisa y sin
dudas ni reticencias. Es aplicable al caso la tesis de Jurisprudencia, Octava Época, Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, 72, diciembre de 1993,
tesis II.3º. J/65, página 71 que dice: “OFENDIDO, VALOR DE SU DECLARACIÓN.- La imputación del
ofendido merece credibilidad en proporción al apoyo que le presten otras pruebas recabadas
durante el sumario, de tal suerte que si su versión esta adminiculada con algún otro medio de
convicción, debe concluirse que adquiere validez preponderante para sancionar al acusado”.
Lo cual se concatena con las declaraciones realizadas en fecha 18 dieciocho de Junio del
mismo año, ante el mismo Órgano Investigador por ELIMINADO y ELIMINADO, señalando el primero:
“…que el día de hoy 18 de junio de 2014, aproximadamente a las 11:30 horas, me encontraba en mi
trabajo cuando me avisó mi hija ELIMINADO que le había robado su teléfono celular al ir caminando por
la calle y habían detenido al agresor, y me dijo que esto ocurrió por la avenida ELIMINADO y la calle de
ELIMINADO, cerca de nuestro domicilio, así mismo hago mención que el teléfono que le robaron a mi
hija es marca ELIMINADO y con número telefónico ELIMINADO, y dicho teléfono se lo regaló mi hijo
ELIMINADO hace aproximadamente dos años, y es el que siempre utiliza mi hija para realizar sus
llamadas, por lo que se y me consta que ese teléfono es propiedad de mi hija, puesto que como ya lo
manifesté ese teléfono se lo regaló mi hijo...”; y el segundo de los mencionados, dijo: “…que el día de
hoy 18 de junio de 2014, aproximadamente a las 11:50 horas, me encontraba en mi domicilio el cual
manifesté en mis generales cuando mi madre de nombre ELIMINADO me avisó que a mi hermana
ELIMINADO le habían robado su teléfono celular al ir caminando por la calle y habían detenido al
agresor, y me dijo que esto ocurrió por la Avenida ELIMINADO y la calle de ELIMINADO, cerca de
nuestro domicilio, haciendo mención que el teléfono que le robaron a mi hermano es ELIMINADO y con
número telefónico ELIMINADO de la compañía Telcel, y dicho teléfono se lo regale a mi hermana
ELIMINADO hace aproximadamente dos años, y es el que siempre utiliza para realizar sus llamadas,
dicho teléfono lo adquirí en la tienda telcel...”.
Ante ese panorama legal, es trascendente enlazar el anterior testimonio al parte informativo
número de oficio FM/ 614/2014 de fecha 18 dieciocho de Junio del 2014 dos mil catorce, signado por
ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, Agentes de Seguridad Pública del Ayuntamiento de la
Capital, en el que asentaron: “…Siendo aproximadamente las 10:35 horas encontrándome de recorrido
de seguridad y vigilancia a bordo de la unidad con número económico 02580 de la D.G.S.P.M.,
circulando sobre la calle ELIMINADO, se contactó con una persona del sexo femenino de nombre
ELIMINADO, la cual nos refirió que acababan de arrebatarle su celular, una persona con playera negra
y short el cual había corrido hacia la Av. ELIMINADO, por lo que nos aproximamos al lugar y logramos
interceptar a una persona del sexo masculino que iba corriendo hacia las vías sobre ELIMINADO, al
efectuar una revisión portaba en el interior de su bolsillo de lado derecho de su short un celular negro,
por lo que lo presentamos con la parte afectada la cual identificó plenamente a la persona y señaló
como la responsable de arrebatarle su celular, manifestando que era su deseo proceder legalmente en
contra de él, por lo que se aseguró haciéndolo saber los derechos constitucionales que le asisten y el
motivo de su aseguramiento a quien dijo llamarse ELIMINADO de ELIMINADO años de edad, de oficio
empleado el cual vestía una playera negra con short de mezclilla así como 01 celular marca
ELIMINADO, siendo trasladado en la unidad 02508, a las instalaciones de la Dirección General de
Seguridad Pública Municipal, quedando a disposición de la autoridad competente…”.
Parte informativo, que fue debidamente ratificado ante la Representación Social
Investigadora por los agentes aprehensores, los cuales detuvieron en flagrancia al sujeto activo
cargando en el bolsillo de su short el objeto materia del apoderamiento en consecuencia, tiene valor
probatorio de indicio tal y como lo señala el artículo 311 del Código Procesal de la materia, ya que lo
que declararon en este, reviste características de testimonio y las mismas provienen de personas
mayores de edad, por lo que se infiere que tienen la suficiente capacidad e instrucción y el criterio
necesario para apreciar el acto que relatan, ya que fue de manera personal y a través de sus sentidos
que conocieron el hecho que relatan, sirve de apoyo la tesis jurisprudencial que se encuentra visible en
la página número 37, tomo 47, Segunda Parte, Séptima Época, Primera Sala, del Semanario Judicial de
la Federación que a la letra dice: “POLICIAS APREHENSORES, VALOR PROBATORIO DE
TESTIMONIOS, por cuanto hace a las declaraciones de los agentes aprehensores del acusado de
un delito, lejos de estimarse que carecen de independencia para atestiguar en un proceso penal,
debe darse a sus declaraciones el valor probatorio que la Ley les atribuye, como testigos de los
hechos que conocieron sobre el ilícito”.
Medio probatorio, que al valorarse conjuntamente con el parte informativo realizado por los
agentes de Seguridad Pública Municipal, y la imputación de la sujeto pasivo constituye probanza eficaz
para tener por demostrado que el día 18 dieciocho de Junio del 2014 dos mil catorce, existió una acción
de apoderamiento del bien mueble (teléfono celular) propiedad de ELIMINADO.
Aunado a la inspección Ocular, en las que se asentó que el Ministerio Público Investigador,
tuvo a la vista: “...un celular marca ELIMINADO, su tarjeta SIEM, y pila Motorola en regulares
condiciones de uso...”.
Diligencia, que acorde a lo señalado en el numeral 315 del Código de Procedimientos
Penales, merece valor probatorio pleno, al haber sido practicada directamente por el Ministerio Público
Investigador en etapa de averiguación previa, funcionario que plasmó en la acta correspondiente las
observaciones de mérito, el cual es susceptibles de ser apreciadas a través de los sentidos,
cumpliéndose así las formalidades previstas en el artículo 236 de la Ley Adjetiva Penal.
Con tales constancias se demostró que el aquí acusado se apoderó de un teléfono celular,
ejerciendo el agente un poder de hecho sobre la cosa desde el momento que la tuvo en su posesión; ya
que la declaración del propio paciente del delito es coincidente tanto en la sustancia del hecho como en
sus circunstancias narradas en el parte informativo por los agentes aprehensores, por lo que en contra
de lo que se estima en los agravios, los citados medios probatorios, constituyen datos relevantes que
nos permiten demostrar la acción de apoderamiento de la cantidad mencionada.
En cuanto a la cosa mueble, es de especificar que, la cualidad de mueble implica la
potencialidad de movimiento, para que el sujeto pueda separarlo y llevarlo; en términos generales, cosa
mueble, es la que tiene capacidad de moverse de un lugar a otro, por si misma o por la aplicación de
fuerzas extrañas, que sea susceptible de tener valor, el cual no debe ser necesariamente económico,
pudiendo ser documental o meramente moral o afectivo, queda comprobado con la declaración de la
ofendida la cual dijo que traía consigo el teléfono celular en la mano al estar checando la hora, y con lo
manifestado por ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, Agentes de Seguridad Pública del
Ayuntamiento de la Capital, quienes refirieron haber encontrado en poder del activo dicha cosa mueble,
confirmando dicha calidad de objeto, los comparecientes ELIMINADO y ELIMINADO; de las probanzas
anteriormente reseñadas, se comprueba una acción ilícita de apoderamiento sobre una cosa mueble,
llevado a cabo por el acusado, conducta que consistió en tomar en forma material el objeto descrito
(teléfono celular) en párrafo anteriores, acreditándose por ende, el apoderamiento sobre una cosa
mueble llevado a cabo por parte del activo.
Con tales constancias se demostró una acción de apoderamiento, por parte del sujeto activo,
pues trasladó del radio de su esfera de protección, un bien jurídico tutelado por la Ley consistente en
dicho objeto, ejerciendo el agente un poder de hecho, sobre la cosa desde el momento en que pasaron
a su poder, siendo tal bien cosa mueble, atendiendo a su naturaleza intrínseca, entendiendo por
mueble, todos aquellos objetos tangibles que pueden ser desplazados de un lugar a otro por medio de
una fuerza física.
Bajo esas condiciones, resulta claro que el sujeto activo se apoderó del citado teléfono
celular, el cual le resultó ajeno; ya que en cuanto a la ajenidad de la cosa, estriba en la titularidad
patrimonial de la cosa o posesión, la cual es de una persona extraña al activo, es decir que la propiedad
de la cosa no pertenezca éste.
Por lo que atañe al segundo de los elementos que da vida jurídica a la figura típica del delito
de ROBO, relativo a que la conducta de apoderamiento se realice sin el consentimiento de la persona
que pueda disponer de ella conforme a la ley; es jurídicamente incontrovertible que el activo obtuvo la
tenencia material del objeto que reclaman la ofendida, sin derecho y sin consentimiento de las personas
que conforme a la ley estaba facultada para otorgarlo, cuenta habida que en autos aparece demostrado
que la propietaria de éste, compareció ante el Representante Social, a efecto de denunciar el
apoderamiento de la mencionada cosa de su propiedad, la que sustrajo el acusado el día 18 dieciocho
de Junio del 2014 dos mil catorce, sin derecho y sin autorización alguna motivo lo que presentó formal
denuncia por dicho delito.
Por tanto de lo manifestado por la citada denunciante no se advierte en modo alguno que
hubiesen otorgado su consentimiento al activo para que éste se apoderara del bien mueble propiedad
de la mencionada ofendida, así mismo es claro que la declaración en cita, pone de manifiesto, el
propósito de que el órgano investigador proceda legalmente contra el responsable con motivo de que la
citada pasivo fue desposeída de dicho bien sin su consentimiento, al haber sido arrebatado de su mano.
Medios probatorios, que fueron valorados en forma aislada pero que en conjunto, permiten
establecer que se encuentran acreditados los elementos del cuerpo del delito de ROBO, en los términos
de los artículos 107 del Código de Procedimientos Penales, ya que en las circunstancias de tiempo
modo y ocasión expresadas, existió una acción de apoderamiento de parte del sujeto activo, pues todos
los datos de prueba eslabonados entre sí permiten arribar a la convicción de que el 18 dieciocho de
Junio del 2014 dos mil catorce, aproximadamente entre las 9:40 y 10:00 horas de la mañana en la calle
ELIMINADO de esta ciudad, el activo pasó corriendo arribándole su teléfono celular a ELIMINADO,
quien lo traía consigo en la mano checando la hora, sin derecho y sin el consentimiento de la citada
ofendida; materializándose así la acción de apoderamiento, del objeto mueble precisado, que resultó
ajeno al acusado de referencia; actividad que el acusado desplegó con la finalidad de causar un daño
patrimonial, quedando así acreditados los supuestos a que se refiere el artículos 194 del Código Penal
vigente.
QUINTO:- Respecto a la responsabilidad penal de ELIMINADO, acusado de la comisión del
delito de ROBO, cuya conducta encuadra en lo previsto por el artículo 8 fracción II del Código Penal
vigente, que dice: “Son responsables del delito: fracción II.- Los que lo realicen por sí”, se
encuentran acreditada con los mismos elementos de prueba, que sirvieron para acreditar el cuerpo del
delito de ROBO, las cuales se dan por reproducidas por economía procesal, ya que aunque si bien es
cierto que, que el cuerpo del delito y la responsabilidad resultan ser conceptos diferentes, en virtud de
que el primero se refiere a cuestiones impersonales relativas a la verificación de un hecho tipificado por
la ley como delito, independientemente de la autoría de la conducta y la segunda radica en la atribución
de la causación del resultado, también lo es que, puede suceder que un medio de convicción sirva para
acreditar varios extremos, ya que en ese caso por un lado puede revelar la existencia de un hecho
determinado como delito y por el otro atribuir la comisión del suceso a un sujeto específico; por ende,
tener por justificadas ambas premisas con los mismos medios de convicción es factible.
En efecto la responsabilidad penal de ELIMINADO, se acreditó a la luz de la prueba
circunstancial o indiciaria prevista por el artículo 307 de la Ley Adjetiva Penal del Estado, tomado en
consideración preponderantemente la imputación directa y categórica que hace en su contra
ELIMINADO, quien señala a ELIMINADO, como la persona que le arrebató su teléfono celular de la
mano cuando iba caminando paseando a su perro por los alrededores de su domicilio ubicado en la
calle de ELIMINADO; lo anterior fue en la mañana (entre las 09:40 y las 10:00) del día 18 dieciocho de
Junio del 2014 dos mil catorce.
Testimonio que valorado conforme a lo dispuesto por los artículos 311 y 317 del Código
Procesal de la materia, merece valor probatorio de indicio, por haber sido vertido por persona que de
acuerdo a sus características personales es de considerarse con el criterio suficiente para la apreciación
del acto sobre el que depone, además de que se conduce con imparcialidad y que su narración ha sido
vertida de manera clara y precisa, sin dudas ni reticencias, tanto en la sustancia del hecho como las
circunstancias que lo revisten, y finalmente que el hecho es susceptible de conocerse por medio de los
sentidos y que lo conoció por sí mismo y no por referencias o inducciones de otro, y de lo que se
desprende que la declarante se dio cuenta que fue precisamente el aquí acusado quien pasó corriendo
por atrás de su espalda arrebatándole el teléfono celular de la mano al momento que checaba la hora
en este.
Imputación que aparece corroborado con lo expuesto el parte informativo, suscrito y
ratificado por los agentes de Seguridad Pública del Municipal, que lo formularon, los cuales al ser tres
también se percataron que el acusado, tenía las características que les dio la pasivo y que además
coincidía con la descripción de sus ropas, tal y como se los especificó la ofendida. Se concatena a lo
anterior la inspección ocular respecto de un teléfono celular que le fue encontrado al acusado de
referencia, diligencia que tiene pleno valor probatorio, de conformidad con lo establecido en el artículo
315 del Código Procesal de la materia, ya que fue practicada por funcionario público, quien está
facultado legalmente para ello, siguiendo los lineamientos señalados por el artículo 236 del
ordenamiento legal citado.
Sin que sea óbice para lo anterior que el sentenciado de referencia con las formalidades
establecidas en la ley, ante las autoridades correspondientes se haya reservado su derecho a declarar.
Por lo que se estima, que la naturaleza de las pruebas consideradas para acreditar la
corporeidad del delito de ROBO, imputado a ELIMINADO, son de igual manera idóneas para establecer
la certeza de la identidad de la activo, en la participación de los hechos delictivos, dado que la
apreciación de las pruebas, es acorde a las constancias de autos y no pugna con los principios rectores
de la lógica, y la trascendencia de estas, estriba en que proporcionan datos sobre que el acusado se
encontraba en el lugar y momento de autos.
Siendo en la especie, aplicable la prueba circunstancial o indiciaria, ya que las citadas
pruebas consideradas no aisladamente, sino en forma conjunta con la imputación de la sujeto pasivo, y
el informe policiaco, del cual se aprecia que el objeto del apoderamiento le fue encontrado al acusado,
sin que éste haya alegado en su beneficio, integran la prueba circunstancial e indiciaria, en términos del
artículo 307 del Código de Procedimientos Penales, ya que fueron contemplados en relación a las
constancias que acreditaron las circunstancias de tiempo, modo y lugar, en que sucedieron los hechos
que se le imputan al acusado, valoradas sin infringir la lógica y la razón nos conducen a establecer la
certeza de la verdad buscada, de conformidad con un raciocinio natural, mediante el cual, apreciando en
su conjunto los elementos de autos, nos lleven al convencimiento de la participación del acusado de
referencia en la comisión del delito de ROBO. Sirve de apoyo la tesis de Jurisprudencia J/174,
consultable en las página 96, materia penal, del apéndice al Semanario Judicial de la Federación IX,
febrero de 1992, sustentada por los tribunales Colegiados de Circuito, número de registro 220391, cuyo
tenor literal reza: “PRUEBA CIRCUNSTANCIAL VALORACIÓN DE LA. La prueba circunstancial se
basa en el valor incrimina torio de los indicios y tiene, como punto de partida, hechos y
circunstancias que están probados y de los cuales se trata de desprender su relación con el
hecho inquirido, esto es, ya un dato por complementar, ya una incógnita por determinar, ya una
hipótesis por verificar, lo mismo sobre la materialidad del delito que sobre que sobre la
identificación del culpable y acerca de la circunstancia del acto incriminado”.
En ese tenor con fundamento en los artículos 307 y 320 del Código de Procedimientos
Penales, en el caso es de admitirse la prueba circunstancial, a partir de la cual se acredita la
responsabilidad penal de ELIMINADO, en el ilícito de ROBO y mediante el proceso cognoscitivo
deveniente de la interrelación de los indicios probados entre sí y con el hecho desconocido, se llega a la
razonable conclusión a través del consiguiente enlace lógico y natural, de los apuntados hechos, de que
el día 18 dieciocho de Junio del 2014 dos mil catorce, aproximadamente entre las 09:40 y 10:00 horas
de la mañana en los alrededores de la calle de ELIMINADO de esta Ciudad, ELIMINADO, pasó
corriendo arrebatándole su teléfono celular a ELIMINADO, que llevaba consigo en la mano mientras
checaba la hora, sin derecho y sin el consentimiento de la citada ofendida.
Consecuentemente, con base en el material probatorio que arroja la indagatoria, los que
fueron relacionados en párrafos anteriores y que se tienen por reproducidos en sus términos en principio
de economía procesal, al ser unidos y adminiculados entre sí, valorados de manera conjunta
constituyen prueba circunstancial, de eficacia probatoria de conformidad con el artículo 320 del Código
de Procedimientos Penales, por lo que con dichos elementos se llega a la verdad histórica de los
hechos, actualizando con ello un comportamiento positivo de hacer, que se concretizo precisamente a
través de la apropiación material del referido objeto (teléfono celular marca ELIMINADO, empleando
físicamente su energía muscular al utilizar el cuerpo tangiblemente consistente en haberse apoderado
en forma directa del citado objeto para uso personal, que es el objeto de dicho ilícito y moverlo o
trasladarlo del lugar en que se encontraba a otro, desposeyendo de la cosa mueble a su legítimo
propietario o detentador, sin derecho y voluntad de la sujeto pasivo del delito, razón por la que se
concluye que su comportamiento resulta típico, antijurídico, culpable y punible en términos del artículo 6º
del Código Penal, pues se adecua a la hipótesis prevista en el numeral 194 del Código Punitivo, que
prohíbe y sanciona a quien se apodera de una cosa mueble, ajena, sin derecho y sin consentimiento de
quien pueda disponer de ella conforme a derecho.
SEXTO:- En otro seguimiento, y en relación a los agravios expresados por la defensa del
acusado quien, adujo que se realizó una errónea interpretación de los hechos y apreciación del caudal
probatorio que obra en la secuela procesal, ya que este no arrojan los mayores ni eficaces datos que
demuestren plena certeza jurídica que el defendido realizó la conducta antijurídica que le imputan,
manifestándose que no se encuentran factiblemente acreditados los elementos que constituyen la
materialidad de la figura penal en estudio, en términos que dispone el artículo 107 de la Ley Adjetiva
Penal, ya que el dicho de la afectada solo constituye un indicio aislado que no se pude corroborar con el
parte informativo, suscrito por ELIMINADO, ELIMINADO Y ELIMINADO; es infundado lo alegado por la
defensa del acusado, habida cuenta que en la especie, el hecho de que el procesado hubiera tenido en
su poder el teléfono celular que reclama la pasivo y no haber justificado la procedencia de este, es
indicativo de su responsabilidad en la comisión del delito que se le imputa; Siendo importante señalar
que adversamente a lo manifestado por el inconforme, el Juez hizo un adecuada valoración de las
pruebas lo cual lo llevó al convencimiento de la responsabilidad del acusado, ELIMINADO y por otra
parte el parte informativo, sirvió para establecer lo señalado por la pasivo en el sentido de que fue
precisamente el aquí acusado quien le arrebató el teléfono celular, al cual reconoció en cuanto lo tuvo a
la vista, siendo que los agentes aprehensores lo detuvieron en las inmediaciones del lugar el cual tenía
en su poder el teléfono celular que reclama ésta, y por lo que respecta a los testimonios de ELIMINADO
y ELIMINADO, sus dichos fueron útiles para acreditar la existencia y falta posterior del objeto reclamado
por la pasivo (teléfono celular) por lo que no se violó el principio in dubio pro reo, toda vez que se
demostró fehacientemente la plena responsabilidad del acusado, desde el momento en que éste tuvo en
su poder el objeto del cual la pasivo acreditó su propiedad y en cambio el acusado no justificó su
procedencia.
SÉPTIMO:- Ahora bien, en lo concerniente a la pena que aplicó el Juez de la causa a
ELIMINADO por el delito de ROBO previsto en el artículo 194 del Código Penal y sancionado por el
numeral 197 fracción I del Código Penal vigente; no se encontró agravio que hacer valer, toda vez que
el Juez instructor, se ajustó a las taxativas contenidas en el artículo 59 del Código Penal, ya que se
examinaron las condiciones exteriores de ejecución del delito imputado, las circunstancias de lugar,
tiempo, modo y ocasión; esto es, se analizaron los datos de la comisión del delito de Robo; el peligro
corrido por el sujeto activo, la edad, adicciones, estrato económico, costumbres, escolaridad y
circunstancias personales y de comisión del ilícito; todo lo cual tomó en cuenta el juzgador para ubicar al
acusado en un grado de culpabilidad MÍNIMO, circunstancia que evidentemente no le causa agravio,
pues es inconcuso que no podría aplicarse una menor que ésta.
Consecuentemente, condenó a ELIMINADO, por el delito de ROBO, a la pena privativa de la
libertad prevista en el numeral 198 del Código Penal vigente, y le impuso una sanción privativa de la
libertad de 06 SEIS MESES DE PRISIÓN, y una sanción pecuniaria de $3,188.50 (tres mil ciento
ochenta y ocho pesos 50/100 M.N.) que es el equivalente a 50 días de salario mínimo vigente, en la
época en que se cometió el delito, (18 dieciocho de Junio del 2014 dos mil catorce) pena privativa de la
libertad que deberá tomarse en cuenta el tiempo que el sentenciado permaneció privado de su libertad,
que fue de un día a partir del 20 veinte de Junio del 2014 dos mil catorce al 21 veintiuno del mismo mes
y año, lo anterior de conformidad con lo previsto en el artículo 21 del Código Penal del Estado, sanción
que deberá compurgar la sentenciada en el establecimiento que para tal efecto designe el Ejecutivo del
Estado y bajo la vigilancia del Juez de Ejecución y la pecuniaria enterarla en la Dirección de
Consignaciones del Poder Judicial del Estado, con el fin de integrarla al Fondo de Apoyo para la
Administración de Justicia, en los términos del Convenio de Colaboración Administrativa, celebrado
entre los poderes Ejecutivo y Judicial en materia de cobro y recaudación, publicado en el Periódico
Oficial del Estado del lunes 25 veinticinco de Octubre de 1999 mil novecientos noventa y nueve;
estimándose por otra parte correcto que le haya concedido el beneficio de la SUSPENSIÓN
CONDICIONAL DE LA PENA, mediante el pago de una garantía por la cantidad de $2,000.00 (dos mil
pesos 00/100 M.N.), siempre y cuando cumpla con las condiciones que para ello establece el artículo 81
del Código Penal vigente, así como también le concedió el beneficio de la SUSTITUCIÓN DE LA PENA,
por sanción pecuniaria, bajo las condiciones que determine el Juez de ejecución en los términos del
artículo 491 del Código Procesal en vigor y en cuanto a la condena al pago de la reparación del daño,
está la dio por cumplida, dado que se recuperó el objeto robado, y así mismo correctamente lo
suspendió en sus derechos civiles y políticos, a partir de que cause ejecutoria la presente resolución por
el tiempo que dure la condena, apoyándose para ello en los artículos 39, 40 y 41 de la Ley Sustantiva
Penal, debiéndose para tal efecto dar aviso al Instituto Nacional electoral.
Así pues, es claro que la pena impuesta a ELIMINADO, por la comisión del delito de Robo,
se encuentra ajustada a los artículos 18 y 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; dado que, la pena impuesta se considera racionalmente legal y acorde al grado de
culpabilidad; para alcanzar la teleología a que tiende la readaptación social.
En tales condiciones y en razón de que esta Sala en suplencia de la queja, no encontró
agravio que hacer valer a favor del mismo, lo procedente es, como al afecto se hace, confirmar la
resolución dictada por el C. Juez Cuarto del Ramo Penal, del Primer Distrito Judicial, de esta entidad
federativa, con residencia en la Delegación “LA PILA”, Jurisdicción del Municipio de la Capital de San
Luis Potosí, con fecha 21 veintiuno de Agosto del 2014 dos mil catorce, en la que condenó a
ELIMINADO, por la comisión del delito de ROBO.
Por lo anteriormente expuesto y con apoyo además en los artículos 89, 90, 91, 361, 362 y
383 del Código de Procedimientos Penales vigente en el Estado, se falla el presente Toca al tenor de
los puntos resolutivos siguientes:
PRIMERO:- SE CONFIRMA, la Sentencia dictada el 21 veintiuno de Agosto del 2014 dos mil
catorce, por el C. Juez Cuarto del Ramo Penal del Primer Distrito Judicial, de esta entidad federativa,
con residencia en la Delegación “LA PILA”, Jurisdicción del Municipio de la Capital de San Luis Potosí,
en contra de ELIMINADO, como responsable en la comisión del delito de ROBO, dentro de los autos del
proceso penal número 126/2014.
SEGUNDO:- Notifíquese personalmente la presente resolución.
TERCERO:- Con copia certificada, devuélvase el expediente al Juzgado de su procedencia,
para los fines legales consiguientes y archívese el Toca donde corresponda.
A S Í, por unanimidad de votos lo resolvieron y firman los señores Magistrados que integran
la H. Segunda Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Maestra ELIMINADO, Licenciado
ELIMINADO y Licenciado ELIMINADO, siendo ponente el segundo de los nombrados, quienes actúan
con Secretaria de Acuerdos que autoriza, Licenciada ELIMINADO. Doy fe.