poder judicial del estado supremo tribunal de …de esta ciudad, en el expediente eliminado ,...

* Los datos personales omitidos deberán ser sustituidos por la palabra “ELIMINADO”

PODER JUDICIAL DEL ESTADO

SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA

TERCERA SALA

SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO

NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA

Toca 720-2015 San Luis Potosí, S.L.P., a 14 catorce de diciembre de 2015 dos mil

quince.

V I S T O, para resolver, el Toca 720-2015 formado con motivo del recurso de apelación interpuesto por el

Licenciado ELIMINADO en calidad de diverso Mandatario Judicial del actor y representante común, en contra de la

sentencia definitiva de 14 catorce de septiembre de 2015 dos mil quince, pronunciada por la Jueza Octavo del Ramo Civil

de esta Ciudad, en el expediente ELIMINADO, relativo al Juicio Ordinario Civil por Nulidad de Convocatorias para la

celebración de una Asamblea General Extraordinaria de socios y diversas prestaciones, promovido por ELIMINADO en

calidad de socio del Casino Español de San Luis Potosí, Sociedad Civil particular por acciones, continuado por sus

Mandatarios Judiciales los ELIMINADO y ELIMINADO en contra de la sociedad denominada ELIMINADO ; y,

R E S U L T A N D O

PRIMERO. La sentencia impugnada concluyó con los puntos resolutivos en los que literalmente se estableció lo

siguiente: “PRIMERO.- Este Juzgado fue competente para conocer del presente negocio. SEGUNDO.- La Vía Ordinaria

Civil en que se tramitó el juicio fue la correcta. TERCERO.- La personalidad de las partes no originó controversia alguna.

CUARTO.- El señor ELIMINADO, no probó la acción de nulidad absoluta que hizo valer; por lo tanto, resultó innecesario

entrar al estudio de la contestación de demanda que formulara ELIMINADO, por conducto de quien legalmente lo

representa. QUINTO.- En consecuencia, se absuelve a ELIMINADO, de las prestaciones que le fueron reclamadas por la

parte actora del juicio. SEXTO.- Se condena a la parte actora a pagar a la parte demandada la cantidad que resulte por


concepto de costas judiciales, lo anterior previa su regulación en ejecución de sentencia. SÉPTIMO.- Notifíquese

personalmente.”.

SEGUNDO. Inconforme con la sentencia cuyos puntos resolutivos han quedado transcritos la parte actora,

interpuso recurso de apelación, el cual fue admitido en ambos efectos por la jueza natural mediante auto de 29

veintinueve de septiembre del 2015 dos mil quince; mismo que por cuestión de turno correspondió conocer a esta

Tercera Sala del Supremo Tribunal de Justicia del Estado. Una vez llegados los autos a este Órgano Colegiado mediante

proveído de 19 diecinueve de octubre del año 2015 dos mil quince, se admitió a trámite el recurso, confirmándose la

calificación de grado realizada por la jueza de origen y se ordenó poner los autos a la vista de la parte apelante por el

término de 6 seis días a efecto de que formulara los agravios de su intención. En el propio auto se hizo del conocimiento

de las partes litigantes el derecho que les asiste para manifestar su conformidad o inconformidad para que sus datos

personales señalados en el artículo 3º., fracción XV, de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del

Estado, se incluyan en la publicación que se haga del presente fallo, sin que hubiesen manifestado nada al respecto.

Mediante auto de 26 veintiséis de octubre del año anteriormente en mención, se tuvo a la parte recurrente por

expresando en tiempo y forma los motivos de inconformidad que a su derecho correspondía, ordenándose correr traslado

a su contraria parte para que produjera su contestación, misma que si se llevo a cabo. Por proveído de 9 nueve de

noviembre del presente año, se ordenó poner los autos a la vista de las partes a fin de que formularan los alegatos que a

su derecho corresponde, haciendo uso de tal derecho solo la parte actora; de igual forma, por proveído de 19 diecinueve

del mismo mes y año anteriores, se ordenó turnar los autos a la Magistrada Ponente, a quien por sorteo aleatorio

correspondió conocer del mismo, para la formulación del proyecto de resolución.

C O N S I D E R A N D O

PRIMERO. Los motivos de inconformidad que hace valer la parte actora y apelante, Licenciado ELIMINADO en

calidad de diverso Mandatario Judicial del actor y representante común, son del tenor literal siguiente: “Como lo razono a

continuación, la sentencia recurrida es ilegal y, por lo mismo, debe ser revocada. En la página 12 de la misma, el Juez

señala que el actor, aquí apelante, quedó obligado a demostrar la existencia del ELIMINADO. (en adelante solamente el


ELIMINADO); de una o dos convocatorias para la celebración de una asamblea general extraordinaria de accionistas de

éste; de la asamblea que hubiese sido celebrada a virtud de la última convocatoria; y de las causas de la nulidad de ésta.

Pues bien, en principio debo decir que, por un lado, el a quo omitió incluir la demostración de que el demandante es socio

del ELIMINADO y, por el otro, que erróneamente dice que el que identifica como elemento d) es la causa de nulidad de la

última convocatoria puesto que no atendió a que la demanda civil es por la declaratoria de nulidad absoluta tanto de las

dos convocatorias hechas los días 25 de julio y 14 de agosto de 1997 por el Consejo de Administración del ELIMINADO,

a través de su Secretario, como de la asamblea general extraordinaria de socios que, en virtud de la referida segunda

convocatoria, fue realizada a las 20:30 horas del 3 de septiembre (sin mención del año). Destaco lo anterior porque la

omisión y el error que señalo no son los únicos que contiene la sentencia apelada, ya que más adelante me referiré a

otras infracciones que, por su gravedad, hacen que sea ilegal y deba ser revocada. Asimismo, en las páginas de la 15 a

la 23 de la propia sentencia, el Juez aduce que el tercer elemento de la acción –la existencia de la asamblea celebrada a

virtud de la última convocatoria- no quedó demostrado. Al efecto, expresa que, aún cuando la última convocatoria fue

publicada para notificar a los socios del ELIMINADO que a las 20:00 horas del 8 de agosto de 1997 (es otro error del

Juez, porque la última convocatoria fue para las 20:00 horas del 3 de septiembre de 1997 y la que menciona es la

primera convocatoria) habría una asamblea general extraordinaria del ELIMINADO para tratar los asuntos listados en

ella, el apelante no acompañó a su demanda civil la prueba con la que objetivamente demostrara que tal asamblea fue

celebrada, o sea que no exhibió el que el Juez denomina documento fundatorio de la acción y que, por consecuencia, en

ella fueron tratados todos o algunos de los puntos listados en la segunda convocatoria, de modo que esta omisión

entraña que mi representado no demostró el tercer elemento y por ende no procede la acción de nulidad ejercitada. El

Aquo añade que no importa que el demandante, en su escrito de ofrecimiento de pruebas y bajo el principio de

adquisición procesal, hubiera solicitado que se tomara en cuenta la copia fotostática simple del libro de actas de

asambleas del ELIMINADO que éste exhibió al contestar la demanda, como anexo 2 e incluso que hubiera sido

perfeccionada con la inspección judicial practicada en dichos libros, que obra a fojas 90, pues estas probanzas carecen

de eficacia y fuerza probatorias para acreditar el mencionado tercer elemento en atención a que dicha documental no


puede considerarse como el documento justificativo de la acción en virtud de que, según el artículo 92 del invocado

Código de Procedimientos Civiles, fue necesario que el actor la exhibiera en original o en copia certificada con su

demanda o, de no contar con ella, designase el archivo o lugar en que el original se encontraba para que a su costa se

mandara expedir copia de ese documento a fin de que la parte a quien perjudicara tuviese la oportunidad no sólo de

objetarla, sino también de probar las objeciones que formulase, por lo cual no bastó con que el actor, en la demanda,

hubiese hecho referencia a la citada asamblea general extraordinaria de accionistas de 8 de agosto de 1997 (es otro error

del Juez porque reitero que esa fecha fue la señalada para la celebración de la asamblea en primera convocatoria) y la

hubiese ofrecido bajo el expresado principio de adquisición procesal durante el período probatorio puesto que las únicas

excepciones a la regla general del artículo 92 son las que prevé el numeral 93, máxime que el ahora apelante tuvo la

posibilidad de presentar la mencionada documental porque, como socio del ELIMINADO y Tesorero de su Consejo de

Administración, pudo pedir una copia certificada de la misma, por lo que la falta de presentación de tal documento impide

el ejercicio de la acción de nulidad. Asimismo, el Juez invoca la tesis con registro económico 253753 y rubro

“DOCUMENTOS FUNDATORIOS DE LA ACCION” y agrega que, a pesar de que en las convocatorias publicadas no se

hubiese expresado qué artículos de los estatutos sociales se modificarían y que por ello sería nula la asamblea celebrada

el 3 de septiembre de 1997, esta nulidad carecería de eficacia jurídica “...ya que lo que en realidad se persigue con la

acción de nulidad ejercitada por la parte actora, es precisamente la nulidad de las convocatorias a Asamblea General

Extraordinaria las cuales fueron publicadas en el periódico El Sol de San Luis los días 25 veinticinco de julio y 14 catorce

de agosto de 1997 mil novecientos noventa y siete, de los cuales es (sic) lo que obliga internamente o externamente al

accionista según el efecto y ejecución de los acuerdos arribados, ya que tales acuerdos constituyen la voluntad social de

los accionistas, ejercitada a través de los órganos correspondientes o del delegado especial según sea el caso...”. Por

último, el Juez concluye que “... si en el presente caso, no existe la acreditación de la celebración de la Asamblea de

fecha 8 ocho de agosto de 1997 mil novecientos noventa y siete (de nuevo es un error del Juez porque la que menciona

es a la que fue citada en la primera convocatoria y la de la segunda tuvo lugar a las 20:30 del 3 de septiembre, sin

expresión del año), no existe materia de anulación de los acuerdos que por los asuntos contenidos en el orden del día a


que se refiere la convocatoria del 25 veinticinco de julio de 1997 mil novecientos noventa y siete, pues no se tiene la

certeza jurídica si ésta fue celebrada o no y mucho menos se desconoce (sic) si fueron tratados los temas listados en

dicha convocatoria, así como los acuerdos que en su caso hubiese (sic) tomado los accionistas en esa asamblea, de ahí

que no se encuentra demostrado el tercero de los elementos en mención, de conformidad con el artículo 273 del Código

de Procedimientos Civiles del Estado”. Dichas consideraciones son incorrectas por lo que sigue: A).- En primer lugar,

en su demanda civil el aquí inconforme dijo ser accionista del ELIMINADO y estar al corriente en el pago de sus cuotas.

Para demostrar sus afirmaciones, el actor exhibió con su demanda: 1.- El anexo 1, que es la copia certificada del

duplicado de la acción 60, con valor de $500.00, expedida por el Consejo de Administración del ELIMINADO. 2.- El anexo

2, que es la certificación de fedatario público de la certificación hecha a su vez por la Subdirectora del Registro Público de

la Propiedad de la inscripción ELIMINADO, a fojas ELIMINADO, del tomo ELIMINADO del Libro de ELIMINADO, que

ahora es el folio mercantil electrónico ELIMINADO, bajo la cual quedó anotado el testimonio de la escritura ELIMINADO,

del tomo ELIMINADO del Notario Público ELIMINADO de esta Capital, en la que el 3 de abril de 1968 protocolizó el acta

de la asamblea general extraordinaria de accionistas del ELIMINADO., celebrada el 31 de enero de 1968, que convalidó

su escritura constitutiva y la adicionó en cuanto al objeto y modificó respecto de sus estatutos para transformarla en una

Sociedad Civil Particular por Acciones, para que en lo sucesivo se denominara ELIMINADO. 3.- El anexo 3, que es el

legajo que contiene los recibos de pago de las cuotas hecho por el actor al citado ELIMINADO. A este respecto, hay que

tener en cuenta que el artículo 1°, fracciones I y IV, del Código de Procedimientos Civiles del Estado establece que, entre

otros, son requisitos para el ejercicio de las acciones civiles la existencia de un derecho o la necesidad de declararlo,

preservarlo o constituirlo y el interés jurídico para deducirlas. Por ello el artículo 92 del ordenamiento legal citado previene

que a toda demanda o contestación debe acompañarse el documento o documentos en que la parte interesada funde su

derecho, es decir, los documentos fundamentales o fundadores del mismo derecho, que el artículo 93 denomina

“fundatorios”. Pues bien, los tres documentos mencionados –principalmente el 1 y 2- son los que el artículo 93 del

apuntado Código llama “fundatorios”, o sea los que tienen la calidad de documentos fundadores o fundamentales puesto

que con ellos el actor acredita que es el titular del derecho subjetivo que proviene de ser accionista del ELIMINADO,


derecho que a la vez le confiere el interés jurídico para deducir la acción de nulidad que promueve. En efecto, al estar

demostrada la existencia legal del ELIMINADO y la calidad del actor, aquí apelante, como su socio, es evidente que los

documentos respectivos le otorgan el interés jurídico para exigir que todos los acuerdos y resoluciones tanto del Consejo

de Administración de aquél, como de las asambleas generales –ya ordinarias, ya extraordinarias- de sus socios se

ajusten a los estatutos sociales del ELIMINADO y a las normas legales que lo regulan. Esto es, el aquí recurrente, con

los referidos anexos 1, 2 y 3, colma las exigencias de los invocados artículos 1° y 92, en virtud de que demuestra que

legalmente existe el ELIMINADO y que es socio del mismo, por lo cual cuenta con el interés legítimo y el derecho

subjetivo para acudir ante la potestad judicial a demandar la nulidad de los actos realizados por los consejeros del propio

ELIMINADO y por los demás socios de éste que estima son contrarios a los estatutos sociales y a las demás reglas

legales aplicables. En este aspecto, la propia sentencia impugnada reconoce y declara que el apelante demostró la

existencia legal del ELIMINADO y de su calidad de socio de éste pues otorga valor probatorio a los documentos que

exhibió como anexos 1, 2 y 3. Luego, es evidente el error del Juez al considerar que es “fundatorio” de la demanda el

documento en el que conste la celebración de la asamblea con motivo de la última convocatoria ya que tal documento no

es el fundador del derecho del actor para demandar la nulidad que hace valer, toda vez que el derecho de que se trata

deviene de que es accionista del ELIMINADO, calidad que lo legitima y le da el interés jurídico para inconformarse con

los acuerdos y resoluciones que estima ilegales, concretamente las publicaciones para convocar a los socios a la

asamblea general extraordinaria y la celebración de la misma por las causas de nulidad que en forma muy concreta

señaló en su demanda; en cuanto a las publicaciones, son nulas porque en el orden del día incluyeron la “Modificación de

Estatutos”, sin expresar qué artículos de los mismos serían objeto de dicha modificación; y, en cuanto a la asamblea

celebrada con motivo de la segunda citación, porque esta reunión fue a las 20:30 horas del 3 de septiembre, sin mención

del año, no obstante que había sido citada para las 20:00 horas del 3 de septiembre de 1997. Por consiguiente, el

documento que acredita la celebración de la asamblea a virtud de la última convocatoria no tiene el carácter de fundador

o fundamental del derecho del actor para demandar la nulidad de que se trata, puesto que tal documento tiene la calidad

de simplemente probatorio de los hechos que el apelante invocó como causa de la nulidad que hizo valer –causa petendi-


, o sea que las convocatorias publicadas en la prensa son para que la reunión de socios discutiese y resolviese, entre

otros, el punto cuarto del orden del día, es decir, la “Modificación de Estatutos”, sin expresión de qué artículos de éstos

serían objeto de la modificación y también que la asamblea realizada en segunda convocatoria no fue celebrada en la

hora que para este efecto había sido fijada. Según opina ELIMINADO, el probatorio es el documento destinado a

comprobar determinado hecho o relación jurídica, pero que no es necesario para que tal relación se configure. Los

hechos motivadores de la demanda –causa petendi- quedaron plenamente probados en autos con los medios de

convicción que el propio Juez señala y a los que incorrectamente les niega eficacia y fuerza probatorias, de tal modo que,

contra lo que éste sostiene, sí hay materia de la anulación tanto de las convocatorias como de la asamblea de las 20:30

horas del 3 de septiembre, sin mención del año (aunque se presume que es de 1997) y no únicamente de los acuerdos

tomados en dicha asamblea, puesto que sí existe la certeza jurídica de que la reunión de referencia sí tuvo lugar, como

más adelante abundaré. Por ende, está claro el interés jurídico del actor ya que, como socio del ELIMINADO, cuenta con

un derecho subjetivo jurídicamente tutelado que resultó afectado por los actos cuya nulidad demandó, toda vez que es

indudable que, como accionista, tiene el derecho de exigir la nulidad de los actos que impliquen una mala marcha de la

administración y que pueden generar una ventaja o desventaja para ciertos socios. Sirven de apoyo las siguientes tesis:

Época: Novena Época. Registro: 173266. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente:

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXV, Febrero de 2007 Materia(s): Civil Tesis: VI.2o.C.534 C

Página: 1801. “INTERES JURÍDICO Y LEGITIMACION ACTIVA. CUANDO SE DEMANDA LA NULIDAD O INVALIDEZ

DE UN DETERMINADO ACTO JURÍDICO LE ASISTE A QUIEN CON MOTIVO DEL ACTO IMPUGNADO HA SIDO

AFECTADO EN SU ESFERA DE DERECHOS Y OBLIGACIONES LEGALMENTE RECONOCIDOS (LEGISLACIÓN DEL

ESTADO DE PUEBLA)”. Época: Novena Época. Registro: 198098. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de

Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo VI, Agosto de 1997 Materia(s): Civil

Tesis: VII.2o.C.37 C Página: 766. “NULIDAD. INTERES JURÍDICO PARA DEMANDAR LA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO

DE VERACRUZ). ALCANCE DE LA TESIS VISIBLE EN LA PAGINA 420 DEL TOMO XV-II, OCTAVA EPOCA, DEL

SEMANARIO JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN, FEBRERO DE 1995”. (Las transcribe). A mayor añadidura, como Emilio


Reus sostiene, los documentos fundadores han de ser precisamente aquellos en que las partes funden su derecho y no

los que puedan tener más o menos relación con el pleito. A este respecto, la Tercera Sala de la Suprema Corte de

Justicia de la Nación dictó la tesis siguiente: Época: Quinta Época. Registro: 345764. Instancia: Tercera Sala. Tipo de

Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo XCVI. Materia(s): Civil Tesis: Página: 317.

“DOCUMENTOS FUNDATORIOS DE LA ACCION”. (La transcribe). Por tanto, conforme a la doctrina y las tesis antes

invocadas es claro que el documento fundador del derecho a demandar la nulidad es el que acredita la calidad del actor

como socio del CASINO, puesto que el documento en el que conste la celebración de la asamblea tildada de nula tiene

la calidad de probatorio pues demuestra la causa petendi de la demanda de nulidad de dicha asamblea realizada a virtud

de las dos convocatorias que también están tildadas de nulas, ya que los otros documentos probatorios son, entre otros,

precisamente en los que constan las convocatorias para citar a los socios del ELIMINADO a tal asamblea. En el mismo

orden de ideas, tanto es evidente que el documento en el que consta la celebración de la reiterada asamblea no es

fundador o fundamental, sino probatorio, que en los hechos 3, 4, 5 y 6 de su demanda el apelante se refirió con toda

precisión al contenido de las convocatorias efectuadas mediante las publicaciones hechas en la prensa los días 25 de

julio y 14 de agosto de 1997 y, más aún, transcribió el acuerdo que los socios que concurrieron a la asamblea citada en

segunda convocatoria tomaron unánimemente al discutir y resolver el cuarto punto del orden del día, o sea las

modificaciones que hicieron a los estatutos sociales. Esta transcripción pone de manifiesto que el aquí recurrente nunca

trató de sorprender al ELIMINADO con una petición que sólo estuviera apoyada en su dicho, para reservarse después

hacer uso del documento en el que consta el acta levantada con motivo de la celebración de la asamblea a virtud de la

segunda convocatoria y así tomar ventaja sobre la contraparte al no darle oportunidad de que lo objetara y demostrara las

objeciones respectivas, lo que pone de relieve que mi representado no actuó de mala fe ya que no se reservó algún

documento que fuera decisivo de la controversia (fundador de su derecho). Así pues, no es aplicable la tesis que el Juez

invoca en las páginas 20 y 21 de su sentencia porque el que califica como documento fundatorio de la acción no tiene

esa calidad, sino la de probatorio y porque, además, aunque lo fuera, su falta de exhibición con la demanda no fue de

mala fe ni colocó al ELIMINADO en estado de indefensión. Por el contrario, resulta que, al contestar la demanda, el


ELIMINADO reconoció como ciertos los hechos 1, 2, 3 y 4 de la misma, particularmente el último, respecto del cual dijo

que constaba en las fojas de la 23 vuelta a la 25 vuelta del libro de actas de asamblea correspondiente a los años de

1968 a 2014, en las que efectivamente obraban las levantadas a las 20:30 horas del 8 de agosto de 1997 y a las 20:30

horas del 3 de septiembre (sin expresión del año), con motivo de la primera y segunda convocatorias para la asamblea

general extraordinaria de socios cuyo punto cuarto del orden del día fue la modificación de los estatutos sociales, “... los

que ciertamente fueron modificados en los términos manifestados por el actor en el hecho que contestamos”. Luego,

dicha confesión de los hechos hace prueba plena sin necesidad de que el ELIMINADO la ratifique y de que sea ofrecida

como prueba, justamente porque la hizo en el escrito mediante el cual contestó la demanda, por lo cual son aplicables el

artículo 383 del indicado Código Procesal, el apotegma jurídico que reza: “A confesión de parte, relevo de prueba” y las

siguientes tesis: Época: Sexta Época. Registro: 276297. Instancia: Cuarta Sala. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente:

Semanario Judicial de la Federación. Volumen XXVII, Quinta Parte. Materia(s): Común. Tesis: Página: 35. “PRUEBA

COFESIONAL”. Época: Novena Época. Registro: 188789. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis:

Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XIV, Septiembre de 2001. Materia(s):

Administrativa. Tesis: XII.1o.23 A Página: 1338. “NULIDAD DE ACTA DE ASAMBLEA. EFECTOS DEL ALLANAMIENTO

DE QUIENES REPRESENTAN AL NÚCLEO DE POBLACIÓN DEMANDADO”. (Las transcribe). De esta guisa,

independientemente de que el documento que el Juez califica de “fundatorio de la acción” no tiene esa calidad y por lo

mismo no son aplicables los artículos 92 y 93 de la ley invocada, resulta que, aún cuando sí fuera fundador o fundamental

de la demanda, con la confesión expresa, lisa y llana que el ELIMINADO hizo de los hechos 1, 2, 3 y 4 de ésta quedó

comprobado que efectivamente fue celebrada la asamblea a virtud de la última convocatoria, o sea el tercer elemento al

que el aquo se refirió en el inciso c), página 12, de la sentencia, máxime que dicha confesión no está desvirtuada por

algún otro medio de convicción, sino, antes bien, corroborada con la fotostática simple de las fojas de la 23 vuelta a la 25

vuelta del libro de actas de asambleas del ELIMINADO correspondiente a los años de 1968 a 2014, en la que constan las

actas levantadas a las 20:30 horas del 8 de agosto de 1997 y a las 20:30 horas del 3 de septiembre, sin mención del año,

pero que se supone que es de 1997, documento que quedó perfeccionado con la inspección judicial cuyo resultado


quedó consignado en el acta que obra a fojas 90, medio de prueba que fue propuesto por las dos partes litigantes y

desahogado a las 11:30 horas del 23 de junio de 2015 en el domicilio social del ELIMINADO, cuyo resultado fue que la

fotocopia simple en cuestión coincide fielmente en el original. De ahí que esta confesión sea bastante para acreditar el

tercer elemento de la acción y, por consecuencia, para que esta Sala revoque la sentencia recurrida y resuelva que mi

representado sí demostró la procedencia de su acción, de modo que declare la nulidad absoluta tanto de las

convocatorias como del acta levantada con motivo de la asamblea de los socios del ELIMINADO que, en segunda

convocatoria, fue celebrada a las 20:30 horas del 3 de septiembre, sin mención del año, en virtud de que quedaron

probadas las causas de nulidad invocadas por mi poderdante, causas que consisten en que tal asamblea fue realizada 30

minutos después de la hora fijada en la segunda convocatoria y también en que en la misma reunión fueron modificados

varios artículos de los estatutos sociales no obstante que en el segundo llamamiento a los socios no se precisó cuáles

artículos serían discutidos para tomar la resolución de su modificación o reforma. B).- Si no bastara lo anterior, debo

agregar que el 9 de febrero de 2015 el Juez dictó auto en el que admitió la demanda de nulidad y mandó notificar y

emplazar al ELIMINADO para que la contestara, lo que éste hizo mediante su escrito presentado el 6 de abril de 2015,

sin que hubiera recurrido en apelación el referido auto de admisión conforme al artículo 254 del referido Código de

Procedimientos Civiles del Estado. Por tanto, el ELIMINADO consintió tácitamente el auto que admitió la demanda no

obstante que, según el Juez, el actor no exhibió el “documento fundatorio de la acción”, esto es la copia certificada del

acta de la asamblea de socios celebrada en segunda convocatoria y por lo mismo dicho proveído quedó firme. C).- Más

aún, como ya he dicho, el ELIMINADO no solamente no recurrió el auto que admitió la demanda del actor, sino también

confesó los hechos 1, 2, 3, y 4 de la demanda, así como exhibió, como anexo 2, una copia fotostática simple de las fojas

de la 23 vuelta a la 25 vuelta del libro de actas de asambleas del ELIMINADO correspondiente a los años de 1968 a

2014 en la que constan las actas levantadas a las 20:30 horas del 8 de agosto de 1997 y a las 20:30 horas del 3 de

septiembre, sin mención del año, pero que se supone que es de 1997, en la inteligencia de que, como he señalado, dicha

fotostática fue perfeccionada con la inspección con efectos de compulsa. D).- Si lo anterior no fuera suficiente y esta Sala

considerase que el documento en el que consta el acta de la asamblea celebrada con motivo de la última convocatoria


tiene la calidad de fundador o fundamental de la demanda y que, por tanto, el actor debió exhibirlo en copia certificada

con su demanda o, ante la imposibilidad de hacerlo, señalar el archivo o lugar en que se encuentra el original, debe

considerar que, ante tal omisión del ahora apelante, el Juez debió prevenirlo en los términos del artículo 255 del ante

dicho Código de Procedimientos Civiles, para que subsanara la irregularidad y en consecuencia aportara con su

demanda el documento que ahora dice el a quo es el “fundatorio de la acción”, so pena de no dar curso a la propia

demanda, o sea de desecharla. Empero, el Juez no hizo prevención alguna, lo que significa que encontró que la

demanda satisfacía los requisitos legales para darle curso; el demandado, al contestarla, no impugnó el auto que la

admitió, por lo que lo consintió; el mismo reo confesó los hechos de la propia demanda, entre ellos y muy

significativamente que sí habían sido hechas las convocatorias en los términos expuestos por el actor y también que, con

motivo de la segunda, a las 20:30 horas del 3 de septiembre, sin mención del año (se supone que fue en 1997), fue

celebrada la reunión de socios en la que los asistentes, por unanimidad de votos, modificaron los artículos de los

estatutos sociales que el demandante, actual apelante, señaló en su demanda; además el ELIMINADO, al contestar la

demanda, ajuntó una fotocopia simple del libro de actas de asamblea en la que constan las referentes a la primera y

segunda convocatorias, que el Juez no repelió o rechazó, sino que, por el contrario, en el auto del 9 de abril de 2015 la

agregó al expediente, asimismo, en el proveído del 12 de mayo de 2015 admitió las pruebas propuestas por ambas

partes, entre ellas las inspecciones judiciales en el domicilio del ELIMINADO para que la fotocopia en cuestión fuera

cotejada con el original del libro de actas de 1968 a 2014, para cuyo efecto señaló las 11:30 horas del 23 de junio de

2015, diligencia en que dicha fotocopia fue perfeccionada; amén de que, si el a quo consideraba “fundatorio” de la

demanda el documento en el que consta la celebración de la asamblea citada en segunda convocatoria, debió haber

prevenido al hoy inconforme para que la completara, señalando concretamente sus defectos, a fin de darle oportunidad

de que subsanara ese supuesto defecto, lo que el Juez no hizo. Así pues, no vale que ahora, en su sentencia, el Juez

diga que la acción de nulidad es improcedente porque el actor no exhibió con su demanda el que llama documento

“fundatorio de la acción” porque no lo es y porque, además, la admitió sin que hubiera oposición del reo, quien no sólo

confesó los hechos, sino que proporcionó la fotocopia del libro de actas de asamblea en las que constan las levantadas


los días 8 de agosto y 3 de septiembre de 1997, fotocopia que, a instancia de ambas partes, quedó perfeccionada con el

desahogo de la inspección que consta a fojas 90. A este propósito, también son aplicables las siguientes tesis: Época:

Novena Época. Registro: 198757. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Jurisprudencia. Fuente:

Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo V, Mayo de 1997 Materia(s): Civil Tesis: III.1o.C. J 712 Página:

532. “DOCUMENTOS FUNDATORIOS DE LA ACCION EXHIBIDOS EXTEMPORÁNEAMENTE. SU ADMISIÓN FIRME

OBLIGA A ESTUDIARLOS (CODIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES DEL ESTADO DE JALISCO, ANTERIOR A LA

REFORMA DE 31 DE DICIEMBRE DE 1994)”. Época: Sexta Época. Registro: 271875. Instancia: Tercera Sala. Tipo de

Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Volumen XXV, Cuarta Parte Materia(s): Civil Tesis. Página:

139. “DOCUMENTOS FUNDATORIOS DE LA ACCION, OPORTUNA EXHIBICIÓN DE LOS (LEGISLACIÓN DEL

ESTADO DE MICHOACÁN)”. Época: Quinta Época. Registro: 342591. Instancia: Tercera Sala. Tipo de Tesis: Aislada.

Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo CIX, Materia(s): Civil Tesis. Página: 446. “DOCUMENTOS

FUNDATORIOS DE LA ACCION”. Época: Quinta Época. Registro: 345404. Instancia: Tercera Sala. Tipo de Tesis:

Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo XCVIII, Materia(s): Civil Tesis. Página: 1870. “DOUMENTOS

FUNDATORIOS DE LA ACCION (LEGISLACIÓN DE MICHOACÁN)”. Época: Novena Época. Registro: 163832. Instancia:

Tribunales Colegiados de Circuito. Tipo de Tesis: Aislada. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.

Tomo XXXII, Septiembre de 2010. Materia(s): Civil Tesis I.4o.C.294 C Página: 1246. “DEMANDA, SANCION POR LA NO

EXHIBICIÓN DE DOCUMENTOS EXIGIDOS PO LA LEY). (Las transcribe). E).- Además de lo anterior, la sentencia

impugnada viola el derecho humano de acceso a la Justicia en su modalidad de justicia completa, de acuerdo con lo que

sigue: I. Naturaleza. funcionamiento y fines de las prevenciones para integrar, aclarar o completar la demanda. Estas

actuaciones judiciales encuentran su apoyo y total justificación en la función conferida al juez por la teoría del proceso

contemporánea, como director del mismo proceso, que comprende su obligación de llevar al cabo todo lo necesario para

la debida integración y desarrollo adecuado de los procedimientos legales atinentes, con el propósito de optimizar su

instrumentación, impulsar su dinámica por los cauces conducentes y lograr su máximo aprovechamiento en la actuación

final, que normalmente es la sentencia, en la que el Juez resuelve el litigio que da origen y es la finalidad del ejercicio de


la jurisdicción, todo ello en connivencia (sic) con el postulado del numeral 17 de la Constitución Federal. Esta función

directiva obliga al Juez a la vigilancia de los procedimientos jurisdiccionales desde su inicio y lo impele, por tanto, a

examinar de inmediato si la demanda contiene todos los requisitos formales exigidos por la ley para su admisibilidad a

trámite, así como los que garanticen la viabilidad del proceso para la satisfacción de su cometido con una sentencia de

fondo. La importante función jurisdiccional del órgano judicial incluye una atribución correctiva de las inconsistencias que

advierta en la revisión de la demanda, a través de la comunicación a su autor de los defectos concretos advertidos y en el

otorgamiento de un plazo razonable para la subsanación, con la consecuente advertencia de las consecuencias legales

que puede acarrear la permanencia de las imperfecciones del ocurso inicial. Así lo previene el numeral 255 del Código de

Procedimientos Civiles del Estado, que a la letra dice: “Artículo 255.- Si la demanda fuere obscura o irregular, el Juez

debe prevenir al actor que la aclare, corrija o complete de acuerdo con los artículos anteriores, señalando en concreto sus

defectos; hecho lo cual le dará curso. El Juez puede hacer esta prevención por una sola vez y verbalmente. Si no le da

curso podrá el promovente acudir en queja al superior”. II. El apercibimiento. El Diccionario de la Lengua Española, de la

Real Academia Española, asigna dos significados al vocablo apercibir y, en el primero, incluye cuatro acepciones: 1.

Prevenir, disponer, preparar lo necesario para algo. 2. Amonestar, advertir. 3. Der. Hacer saber a la persona citada,

emplazada o requerida, las consecuencias que se seguirán de determinados actos u omisiones suyas. 4. Psicol. Percibir

algo, reconociéndolo o interpretándolo con referencia a lo ya conocido. El apercibimiento que el juez de la causa debe

realizar en los casos del mencionado artículo 255 consiste en la comunicación que hace el promotor de la demanda sobre

las posibles consecuencias que puede traer la permanencia de irregularidades en la misma, para el caso de que no lleve

al cabo la subsanación; es un acto preparatorio de la posible consecuencia anunciada; o sea una advertencia previa a la

imposición de la sanción, lo cual permite afirmar válidamente que con el apercibimiento sólo se anuncia lo que puede

ocurrir en un tiempo futuro inmediato, pero no se establece que la consecuencia deberá de darse necesariamente, de

modo que con el apercibimiento se impone una carga procesal al promotor de presentar una promoción o ciertos

documentos y, si esto ya se cumplió o es innecesario, el apercibimiento de mérito no causaría las consecuencias que en

el mismo fueron señaladas, es decir, el apercibimiento produce la probabilidad de la consecuencia, pero ésta se actualiza


solamente a través del acto de voluntad del Juzgador, en el que decide hacer efectivo el apercibimiento, dada la atención

u omisión que el promotor hubiera realizado al mismo. En otras palabras, el valor que está en juego en estas actuaciones

es la existencia de una demanda clara y completa a fin de que el demandado la pueda impugnar y alegar contra ella, así

como hacer valer lo que de los documentos fundamentales o fundadores de la acción estime a su favor. Por tanto, si el

Juez admitió la demanda y mandó notificar y emplazar al reo sin que éste hubiera impugnado el auto respectivo y

además, al contestarla, nada dijo en relación con la falta del supuesto documento fundador o fundamental (al que el

artículo 93 llama “fundatorio”), así como confesó que la asamblea tildada de nula sí se llevó al cabo y para ese efecto

presentó una fotocopia simple del acta correspondiente y también solicitó que en la etapa de desahogo de pruebas dicho

Juzgado practicara su compulsa, con efectos de cotejo, con el original del libro de actas de asambleas correspondientes

a los años del 1968 al 2014, diligencia que fue practicada a las 11:30 horas del 23 de junio de 2015, es obvio que las

afirmaciones que mi representado hizo en su demanda civil respecto a la existencia de la asamblea tachada de nula –por

cierto no desmentidas por el ELIMINADO, sino reconocidas por éste al contestar la demanda y corroboradas con la

fotocopia de que se trata, que quedó perfeccionada con la inspección judicial ya referida- son suficientes para tener

legalmente demostrada en autos la existencia de dicha asamblea cuya nulidad demandó. III. Exigencias y consecuencias

previstas en los artículos 92 y 93 del Código de Procedimientos Civiles. El numeral 92 del Código en comento establece:

“Artículo 92.- También deberá acompañarse a toda demanda o contestación el documento o documentos en que la parte

interesada funde su derecho. Si no los tuviere a su disposición, designará el archivo o lugar en que se encuentren los

originales. Se entenderá que el actor tiene a su disposición los documentos y deberá acompañarlos precisamente a la

demanda, siempre que existan los originales en un protocolo o archivo público del que pueda pedir y obtener copias

autorizadas de ellos”. Por su parte, el artículo 93 a la letra dice: “Artículo 93.- Después de la demanda o su contestación,

no se admitirán al actor ni al demandado, respectivamente, otros documentos fundatorios que los que se hallen en alguno

de los casos siguientes: I. Ser de fecha posterior a dichos escritos.- II. Los anteriores respecto de los cuales, protestando

decir verdad, asevere la parte que los presente no haber tenido antes conocimiento de su existencia.- III.- Los que no

haya sido posible adquirir con anterioridad por causas que no sean imputables a la parte interesada y siempre que haya


hecho oportunamente la designación expresada en el párrafo del artículo 92” De la lectura de dichos artículos podemos

advertir, en lo que interesa, que: 1.- Imponen al actor la carga procesal de presentar junto con su demanda los

documentos en que funde sus pretensiones (el artículo 92 dice su derecho) 2.- Si el actor no tiene a su disposición los

documentos en que funde sus pretensiones, debe expresar en la demanda el archivo o lugar en que se encuentren los

originales. 3.- Se entenderá que el actor tiene a su disposición los documentos y deberá acompañarlos precisamente a la

demanda siempre que existan los originales en un protocolo o archivo público del que pueda pedir y obtener copias

autorizadas de ellos. Las consecuencias por el incumplimiento de dicha carga procesal son: a).- Respecto de los

documentos base de las pretensiones que no se encuentren en poder del demandante, la consecuencia consistente en

que no se le reciban con posterioridad, con las salvedades legales y las pruebas supervenientes. b).- Tocante a los

demás documentos que se quieran allegar como pruebas, también se fija la misma sanción y salvedades. IV.

Armonización de las consecuencias de los dos preceptos. Los preceptos legales sujetos a estudio sólo se encuentran en

oposición aparente respecto a las consecuencias del incumplimiento, apariencia que es susceptible de desvanecerse si

se toma en cuenta la naturaleza y fines de las prevenciones analizadas. Como los documentos que constituyen la base

imprescindible de las pretensiones son exigidos por la ley, primordialmente, como garantía de viabilidad del proceso que

se inicia, para asegurar la probabilidad de su conclusión con una sentencia de mérito y a la vez para que el procedimiento

se siga bajo el principio de la buena fe mediante la presentación, desde el principio, de esos documentos fundamentales

a fin de que la contraparte pueda producir su defensa, es claro que el incumplimiento de la prevención que el Juez

hubiera hecho desde el momento de la presentación de la demanda para que su autor la subsane le resulta aplicable la

regla general, consistente en la no admisión de la misma, porque la falta de esos documentos fundadores o

fundamentales impide asegurar la seriedad y viabilidad del proceso iniciado, así como su apertura y continuación por

parte del Juez, en su función de director del proceso. En cambio, como los demás documentos no fundamentales o

fundadores de la demanda, sino simplemente probatorios, sólo están destinados a acreditar los hechos invocados en ella

como causa petendi, pueden ser presentados al ofrecerse la prueba documental de conformidad con el artículo 285 del

Código de la materia. Es decir, bajo dichos parámetros interpretativos el Juez debe hacer la prevención a que se refiere el


apuntado numeral 255 desde el momento en que dicta el primer auto del proceso, para lo cual es menester que distinga

si para completar la demanda hace falta un documento fundador o fundamental o bien un documento simplemente

probatorio, a efecto de realizar el correcto apercibimiento ya sea de no darse curso (desecharla) para el caso de que falte

un documento fundador o fundamental o bien de no admitir, por haber operado la preclusión, el documento fundamental o

fundador que el actor presente con posteridad al inicio del proceso, esto es en el período de ofrecimiento de pruebas,

siempre que el documento no sea meramente probatorio. Esto es, en todo caso debe dictar una prevención cuando se

trata de la correcta integración de la litis ya que funge como rector del procedimiento. En suma, en cualquier caso de

omisión del documento fundador o fundamental de la demanda, el Juez debe prevenir a su autor para que lo exhiba, so

pena de no dar curso a la demanda. V. De la aplicación al caso concreto. Pues bien, a partir de las premisas antes

estudiadas se concluye que la sentencia apelada agravia a mi poderdante dado que el Juez la sustenta en que éste no

probó la acción ya que, con su escrito de demanda, no exhibió el acta de la asamblea cuya nulidad reclama, documento

al que califica de fundador o fundamental de la acción (lo que niego de acuerdo a los argumentos que ya hice valer), o

sea que aduce que el momento procesal oportuno para su exhibición era con la demanda. Empero, aún suponiendo sin

conceder que así fuera, resulta que el Juez, como rector del procedimiento y a fin de salvaguardar el derecho humano al

acceso a la justicia prevista en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, debió prevenir

a mi representado para que estuviera en aptitud de, en su caso, completar la demanda con el mencionado documento o

señalar la imposibilidad que tenía para hacerlo. Sin embargo, el Juez no realizó tal prevención con lo que, en principio,

debe entenderse que la demanda no estaba incompleta o era irregular, además de que el ELIMINADO nada dijo respecto

a la no exhibición de dicho documento puesto que no solamente no recurrió el auto que admitió la demanda, sino

también confesó los hechos de ésta y además exhibió la consabida fotocopia simple de las actas de asamblea en primera

y segunda convocatorias, de la que pidió y obtuvo su perfeccionamiento mediante la práctica de la inspección con efecto

de compulsa o cotejo, de tal modo que ese supuesto documento fundador o fundamental ya obra en autos, de lo que se

sigue que la determinación que el a quo emitió en su sentencia es un obstáculo innecesario, excesivo y carente de

razonabilidad o proporcionalidad para acceder a la justicia, ya que con él evita pronunciarse sobre el fondo del asunto y


resolver el problema planteado, lo que contraviene el señalado artículo 17 constitucional en virtud de que es indudable

que el derecho a la tutela judicial puede conculcarse por determinaciones que impongan requisitos impeditivos u

obstaculizadores para la efectiva resolución de la litis planteada ante los Tribunales. Al efecto resulta aplicable la

siguiente jurisprudencia: Época: Novena Época. Registro: 172759. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia.

Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXV, Abril de 2007. Materia(s): Constitucional. Tesis

1a./J. 42/2007. Página: 124. “GARANTIA A LA TUTELA JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL ARTICULO 17 DE LA

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCEZ”. (La transcribe). De la misma

manera, aún cuando no existe un pronunciamiento expreso de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre lo

que se considera como el principio de “justicia completa” podemos mencionar que, al interpretar el contenido del artículo

25 de la Convención Americana de Derechos Humanos, aquélla ha establecido que la obligación de los Estados

conforme a la cual deben proporcionar un recurso judicial no se reduce a la sola existencia de tribunales, al mero diseño

de procedimientos formales o a la simple posibilidad de recurrir a ellos, sino que dicha obligación también les impone el

deber de adoptar las medidas necesarias para garantizar que los recursos judiciales sean “verdaderamente efectivos

para establecer si ha habido o no una violación a los derechos humanos y para proporcionar una reparación”. Si bien este

criterio se encuentra más orientado hacia el tema de la “efectividad de los recursos”, puede dar lugar a que los Jueces

deban ponderar siempre el estudio sobre el fondo del asunto a fin de dar una respuesta “efectiva”, lo que implica que si,

como en el caso, no de los documentos que el a quo estimó “fundatorios” de la acción de nulidad no fue exhibido con la

demanda, sin que hubiera apercibido al apelante pero el ELIMINADO no se quejó de que se le dejase en un estado de

indefensión y, antes bien, confesó la celebración del acto que prueba el documento al que hace referencia el Juez como

“fundatorio” y, además, lo exhibió en fotocopia, simple que perfeccionada con la inspección de referencia, resulta que

dicho documento finalmente consta en autos, por lo cual la determinación del Juez es violatoria del derecho humano de

acceso a la justicia en su ámbito de justicia completa. Así pues, este Tribunal deberá declarar fundados los agravios y

revocar la sentencia recurrida.”.


SEGUNDO. Los motivos de inconformidad formulados por el Licenciado ELIMINADO, en calidad procurador

judicial del actor, aquí apelante, resultaron uno infundado, y otros inoperantes, como se puntualizará:

Previo, a arribar a la anterior conclusión es necesario destacar los antecedentes informativos del caso, lo cual se

realiza en los siguientes términos:

Acontece que en 5 cinco de febrero del 2015 dos mil quince, el actor ELIMINADO, compareció ante Autoridad

Judicial en vía ordinaria civil, para demandar a la persona moral ELIMINADO, en ejercicio de la acción nulidad, y

demandó las siguientes prestaciones:

a).- La nulidad absoluta de las convocatorias de los días 25 veinticinco de julio y 14 catorce de agosto de 1997 mil

novecientos noventa y siete, que el secretario del Consejo de Administración de la persona moral demandada, publicó en

el periódico El Sol de San Luis, para citar, en primera y segunda convocatorias, respectivamente, a los socios del

“ELIMINADO” para la celebración de una asamblea general extraordinaria de socios a fin de tratar, entre otros asuntos, el

cuarto del orden del día, identificado como “modificación de estatutos”;

b).- Por la nulidad absoluta de la asamblea general extraordinaria de socios que, en virtud de la referida segunda

convocatoria, fue realizada a las 20:30 horas del 3 tres de septiembre (sin mención del año), en la que los socios

presentes, al desahogar el cuarto punto del orden del día, tomaron los acuerdos respectivos con relación a la

modificación de los estatutos sociales del “ELIMINADO”, nulidad que conlleva que la autoridad judicial disponga que,

quede tildada el acta en la que quedó asentada y además que no sea protocolizada, ni sea inscrita en el Registro Público

de la Propiedad;

c).- Como consecuencia de la nulidad absoluta de referencia, la retroacción de las cosas al estado que guardaban

antes de la asamblea de referencia; y

d).- Por el pago de las costas del juicio.

Una vez que fue dictado el respectivo auto de radicación del juicio, y que la persona moral demandada fue

debidamente emplazada, aconteció que, en proveído del 9 nueve de abril del 2015 dos mil quince, se tuvo a ELIMINADO,


ELIMINADO, ELIMINADO, ELIMINADO, por compareciendo en su carácter de representantes legales de la persona

moral demandada “ELIMINADO”, y se le tuvo a ésta por contestando la demanda entablada en su contra; asimismo, en

proveído del 17 diecisiete de abril del 2015 dos mil quince, se tuvo al Presidente, Secretario, Primer y Segundo vocales,

de la persona moral demandada, por nombrando como representante común para la tramitación del juicio, al Licenciado

ELIMINADO.

Continuada la respectiva secuela procesal y habiendo fenecido el respectivo periodo probatorio, consta que el 14

catorce de septiembre del 2015 dos mil quince, se dictó sentencia definitiva en el presente asunto judicial, y la juzgadora

de primera instancia determinó que la parte actora no acreditó su acción, y la persona moral demandada fue absuelta de

las prestaciones que le fueron reclamadas, las consideraciones fundamentales de la sentencia son del siguiente

tenor:

Se precisó en la sentencia recurrida que la acción de nulidad pretendida por la parte actora, se compone de los

siguientes elementos: a).- La existencia de una sociedad civil de accionistas; b).- La existencia de una o dos

convocatorias para la celebración de una asamblea general extraordinaria de accionistas de la citada sociedad; c).- La

existencia de la asamblea que a virtud de la última convocatoria se haya celebrado; y d).- La causa o causas de nulidad

de la convocatoria de referencia.

Y referente a la acreditación de los elementos citados en el párrafo que antecede, la jueza natural, precisó que el

primero y segundo quedaron debidamente demostrados; sin embargo, que el tercero relativo a la existencia de la

asamblea que a virtud de la última convocatoria se hubiese celebrado, el mismo no quedó acreditado, y para

arribar a la citada conclusión respecto del tercer elemento en cita, se mencionó en la sentencia; que si bien es cierto, que

conforme a la última de las respectivas convocatorias, se colige que la misma se publicó para efecto de notificar que

tendría lugar una asamblea general extraordinaria de accionistas, de la sociedad denominada “ELIMINADO”; también lo

es, que de las constancias del juicio no se advierte que la parte actora hubiere anexado a su escrito inicial de demanda

prueba con la cual, se hubiere demostrado objetivamente que la citada asamblea haya sido celebrada, es decir, que no

se acompañó el documento fundatorio de la acción y que ante esa circunstancia de omisión, en opinión de la juzgadora,


resultó incuestionable que no quedó demostrado el elemento en estudio y que ante ello resultaba infundada la acción

intentada.

Asimismo, la autoridad judicial de primera instancia, en la sentencia recurrida, menciona que no soslayó que la

parte actora en su escrito de ofrecimiento de pruebas, ofertó bajo el principio de adquisición procesal la prueba

documental consistente en copias fotostáticas simples del libro de actas de asambleas del “ELIMINADO”, y que en su

momento, también fue ofrecida y desahogada prueba de la demandada para el perfeccionamiento de la documental de

referencia, que consistió en inspección judicial que obra en foja 90 noventa del expediente. No obstante esas

circunstancias, la jueza apelada menciona que las citadas pruebas carecen de la eficacia y fuerza probatoria que deben

tener en juicio para acreditar el tercer elemento de la acción, y que ello es así, porque la referida documental no puede

estimarse como un documento justificatorio de la acción, debido a que en términos del artículo 92 del Código de

Procedimientos Civiles vigente para el Estado, era necesario que el autor del juicio la exhibiera en original o copias

certificadas, o en caso de no tenerlas a su disposición, debió designar el archivo o lugar en que se encontraban las

originales, para que a su costa, se mandaran expedir las copias, en la forma que establece el citado artículo, a efecto de

que la contraria parte tuviera oportunidad, no solo de objetarla por los motivos que convinieran a sus intereses; sino

también, para que estuviera en aptitud de probar las objeciones que quisiera hacer valer; asimismo, refirió la jueza

natural, que no bastaba con que, en la demanda, el actor hubiere referido la citada asamblea general extraordinaria de

accionistas del 8 ocho de agosto de 1997 mil novecientos noventa y siete, y la hubiere ofrecido bajo el principio de

adquisición procesal durante el período probatorio, dado que a ese respecto, las únicas excepciones son las que

establece el numeral 93 del Código Procesal Civil en vigor. Que ante ese panorama, resultó inconcuso que, el actor, al no

haber acompañado a su escrito de demanda la documental de referencia, su acción de nulidad intentada resultó

infundada; además la juzgadora de origen, también precisó que, el actor estuvo en la posibilidad de presentar la

documental en cuestión, en virtud de que en todo momento, estuvo a su alcance pedir una copia certificada de la misma,

pues de autos quedó demostrado que el accionante tiene el carácter de socio respecto de la persona moral y que, en la


asamblea general de socios efectuada el 7 siete de abril del 2014 dos mil catorce, le fue conferido el cargo de tesorero de

la sociedad demandada.

Asimismo, en la sentencia recurrida en apelación, se concluyó que si en el presente asunto judicial, no se acreditó

eficazmente la celebración de la asamblea de 8 ocho de agosto de 1997 mil novecientos noventa y siete, que entonces,

no hay materia de anulación de los acuerdos que por los asuntos contenidos en el orden del día, a que se refiere la

convocatoria del 25 veinticinco de julios de 1997 mil novecientos noventa y siete, pues en opinión de la jueza de primera

instancia, no se tiene la certeza jurídica si la asamblea fue celebrada, o no, y si fueron tratados los temas listados en la

respectiva convocatoria, con lo cual, se precisa en el sentencia apelada, que no quedó acreditado el tercero de los

elementos de la acción de nulidad pretendida; de igual manera, se menciona que las documentales que obran en fojas 5

(relativa a la constancia que revela que, el actor tiene una acción nominativa de las mil en que esta dividido el capital de

la moral demandada); así como las que obran en fojas 22 y 23 (que derivan en recibos de pago de las cuotas a la

sociedad “ELIMINADO” por parte del actor como socio de la moral en comento). Que tales documentos aún con el valor

probatorio que les fue concedido, resultaban insuficientes para la acreditación del tercero de los elementos de la acción,

toda vez, que no se trata de documentos relativos a la Asamblea General Extraordinaria materia de la nulidad.

En ese contexto de razones en la sentencia recurrida, fue que la autoridad judicial del primera instancia, declaró

improcedente la acción de nulidad absoluta intentada en contra del ELIMINADO; asimismo, determinó que resultaba

innecesario entrar al estudio de las excepciones y defensas hechas valer por la citada persona moral demandada, y en

consecuencia, ésta fue absuelta de las prestaciones que le fueron reclamadas, y se condenó a la parte actora al pago de

las costas del juicio.

Expuesto el panorama fáctico y jurídico de la sentencia apelada, se precisa que del escrito de agravios presentado

por el apelante, se deducen los siguientes motivos de inconformidad:

Que le causa agravio que, el juez omitió incluir en su sentencia la demostración de que, el demandante es socio de

la personas moral demandada; asimismo, menciona que las pruebas relativas a: Copia certificada de la constancia o titulo

de la acción 60, con valor de $500.00, expedida por el Consejo de Administración de la persona moral demandada, a


nombre del actor; la protocolización por fedatario publico del acta de asamblea general extraordinaria de accionistas de

“ELIMINADO”, celebrada el 31 treinta y uno de enero de 1968 mil novecientos sesenta y ocho, que convalidó la escritura

constitutiva y la adicionó en cuanto a su objeto, y modificó respecto de sus estatutos para transformarla en una Sociedad

civil particular por acciones, para que en lo sucesivo se denominara ELIMINADO; así como los recibos de pago de cuotas

a la citada persona moral.

Son documentos que le otorgan al accionante, interés jurídico para exigir el respeto de los acuerdos de la persona

moral en cita; asimismo, que dichas probanzas colman las exigencias de los artículos 1 y 92 del Código Procesal Civil en

vigor, en virtud de que demuestran la existencia de la persona moral demandada, y que el actor es socio de la misma, por

lo cual, éste cuenta con interés legítimo y el derecho subjetivo para acudir ante la potestad judicial a demandar la

nulidad que precisa en su demanda, y que es un error que la jueza haya considerado en su sentencia como documento

fundatorio de la acción, la documental donde conste la celebración de la asamblea de la que pide nulidad, que ello es así,

en opinión del apelante, porque ese documento no es el fundador del derecho del actor para demandar la nulidad que

hace valer, toda vez que, el derecho de que se trata deviene de que, es accionista de la moral demandada.

Ahora bien, en consideración de este Tribunal el agravio que se menciona en el párrafo que antecede, deviene

inoperante; primero, porque la circunstancia omisiva que refiere, con relación a que la jueza natural en la sentencia

apelada, no precisó necesidad de que se tuviera por demostrado que, el accionante es socio de la persona moral

demandada, no es una situación jurídica que ineludiblemente requiriera de un pronunciamiento judicial, por otra parte, es

importante mencionar que la circunstancia a que alude el apelante en sus agravios, atañe a una de las condiciones de la

acción para pretender en juicio, que bien puede identificarse como legitimación activa, y el respectivo interés jurídico, que

le permiten a una persona instar al órgano jurisdiccional para reclamar algún derecho que considere que deba ser

respetado, y en el caso particular, en la sentencia recurrida, no se emitió pronunciamiento respecto del interés jurídico o

legitimación del actor para pretender en el juicio, ni se dijo que el actor careciera de derecho o interés jurídico para ejercer

la acción que intentó, tan es así que la autoridad judicial de primera instancia, analizó los elementos de la acción de

nulidad hecha valer por ELIMINADO, precisando que si acreditaban el primero y segundo, mas no el tercero, que


denominó: “La existencia de la asamblea que a virtud de la última convocatoria se haya celebrado”; es decir, en el fallo

judicial definitivo que se revisa, se emitió pronunciamiento directo con relación a la acreditación o no de los elementos de

la acción, y no de las condiciones de la acción como lo son el interés jurídico y la legitimación activa, en la parte actora;

de ahí que con lo alegado por el apelante, se tiene que emite argumentos para controvertir circunstancias jurídicas que

no formaron parte del fallo recurrido, lo que implica apartarse de la litis, de ahí lo inoperante del agravio de referencia.

Y segundo, con la mención de que con las pruebas referidas en consideraciones que anteceden, se hubieren

acreditado los requisitos a que aluden los artículos 1 y 92 del Código de Procedimientos Civiles vigente para el Estado,

porque tanto la constancia o título de propiedad de una de las acciones de la sociedad demandada, como el acta que

validó la constitución de la persona moral demandada, y los recibos de pago de las cuotas a la multicitada sociedad

privada por acciones, en opinión de la apelante, con ellas se debió tener por acreditada la calidad que lo legitima y le da

interés jurídico para inconformarse en el juicio como lo hizo en contra del “ELIMINADO, y que éstos debieron tenerse

como documentos fundatorios de la acción. Es menester precisar por este Tribunal de Alzada, que con tales argumentos

el inconforme nuevamente combate la sentencia con aspectos que no fueron materia de la misma (la legitimación activa y

el interés jurídico), siendo importante mencionar que los documentos que refiere el apelante no pueden tenerse como

documentos fundatorios de la acción, dado que, éste debe entenderse como la documental o prueba que trae implícito el

derecho que se reclama o que se controvierte por el accionante, y en el caso particular se coincide con la juez de primera

instancia que si se pretende la nulidad del acta de asamblea general extraordinaria que precisa, el actor en su escrito de

demanda, desde luego, que debió presentar anexo a la misma, el original o copia certificada del acta de la respectiva

asamblea, que tiene relación intrínseca y directa respecto del derecho que reclama ELIMINADO, que lo fue, la nulidad de

aludida asamblea. Por lo tanto, si con estos primeros agravios que esgrime el apelante se aparta del contenido de la litis

en la sentencia, resulta inconcuso que sus agravios son inoperantes.

Otro concepto de agravio, que hace valer el inconforme, lo refiere como que, la documental del acta de asamblea

de la que se pidió la nulidad, no tiene el carácter de fundatorio de la acción, como lo precisó la jueza en su sentencia; sino

de ser un documento probatorio, y que además, aunque fuera fundatorio, la falta de exhibición con la demanda no fue de


mala fe, ni colocó a la parte demandada en estado de indefensión, a ese respecto, se precisa por esta Alzada, que no le

asiste razón al inconforme, y su agravio deviene infundado, porque, lógica y naturalmente que si lo que pretendió fue la

nulidad de una asamblea llevada a cabo por la persona moral, resultaba inconcuso que lo mínimo que le era exigible para

exhibir anexo a su demanda, era la presentación del acta respectiva donde constara la citada asamblea, pues las razones

o causas de nulidad desde luego que debían tener relación estrecha y directa con lo sucedido en la asamblea, entonces,

era fundamental que se hubiere acreditado en forma plena y eficaz, no sólo la existencia de la asamblea, sino el

contenido respectivo, para que la autoridad judicial estuviera en posibilidad de analizar de manera completa la nulidad

reclamada, y si ello no ocurrió así, pues no se podía tener al actor por colmando la exigencia que refiere el numeral 92 de

la Ley Procesal Civil vigente para el Estado, que dispone que deberá acompañarse a toda demanda o contestación, el

documento o documentos en que la parte interesada funde su acción, como acertadamente lo refirió la jueza en su

sentencia.

Ahora, la circunstancias a que alude el apelante que aún cuando se considerare como documento basal de la

acción el acta de la respectiva asamblea, no fue por mala fe que la misma no se haya presentado por el actor. Al respecto

debe decirse por esta Sala que lo argumentado por el inconforme, en principio resulta ambiguo, porque se advierte que,

en cierta medida reconoce que la respectiva acta de asamblea si es un documento fundatorio de la acción, cuando antes

en sus mismos agravios dice lo contrario, y además sus otras alegaciones, carecen de razón jurídica, cuando dice que no

fue por mala fe, que no fue anexado a la demanda el documento fundatorio de la acción, pretendiendo con ello que se

soslaye el contenido del citado artículo 92 de la Ley Procesal Civil en vigor, pues se reitera, es en razón de un imperativo

legal que todo documento que funde una pretensión o excepción debe ser anexado a la demanda o respectiva

contestación, sin que pueda presumirse o afirmarse si la omisión de tales documentos fueron o no por buena o mala fe,

para tener por satisfecho, o no tal exigencia del dispositivo legal en cita; siendo importante abonar en un sentido lógico,

que la presentación en juicio de un documento con el que se sustente un derecho, desde luego que debe presentarse a la

respectiva autoridad judicial, pues en es razón del mismo que se analiza la respectiva pretensión del actor o, en su caso

la excepción del demandado. En ese contexto, se menciona que el citado agravio resulta infundado.


Otro motivo de agravio, lo expresa el apelante, en el sentido de que el 9 nueve de febrero del año 2015 dos mil

quince, la Autoridad Judicial dictó auto de admisión de la demanda de nulidad presentada por el actor, y que mandó

emplazar a la parte demandada para que contestara en el juicio, que ocurrida esta última circunstancia, la persona moral

demandada no recurrió en apelación el auto admisorio, y que ante ello consintió tácitamente el auto que admitió la

demanda de nulidad, no obstante, que según la jueza natural, el actor no exhibió el documento fundatorio de la acción.

En contestación del agravio que antecede esta Autoridad Jurisdiccional Colegiada de segunda instancia, estima

que el mismo resulta inoperante en tanto que el inconforme, hace referencia de aspectos procesales anteriores al

dictado de la sentencia definitiva que ninguna vinculación tiene con el fallo recurrido, es decir, con la circunstancia

particular de que la jueza natural haya determinado que el tercero de los elementos de la acción pretendida, no quedó

debidamente justificado, con lo cual, el apelante se aparta del fallo recurrido, en tanto que, con sus argumentos no

combate la razón específica dada en la sentencia, de lo infundado de la acción de nulidad, y por otro lado, con relación a

que si la parte demandada no apeló el auto admisorio de demanda y con ello se tiene que consintió tácitamente dicho

auto, ello tampoco tiene relación directa e inmediata con la sentencia, y con ello nuevamente el recurrente se aparta del

contenido del fallo impugnado, e igualmente su agravio deviene inoperante, y además, se precisa que la admisión de una

demanda por parte de la autoridad judicial, desde luego que no atañe a una confesión tácita de la contraria parte, pues tal

circunstancia sólo implica, que ha dado inicio el procedimiento judicial, y se reitera, el proveído que admite demanda en el

caso particular, ninguna vinculación directa tiene con lo resuelto en la sentencia definitiva; es decir, no tiene relación

estrecha con las razones que llevaron a la jueza a tener por no acreditado el tercero de los elementos de la acción,

siendo importante también recalcar, que el apelante con sus alegaciones pretende introducir en la litis de esta segunda

instancia, aspectos procesales que no pueden analizarse con relación a la sentencia apelada. Por lo tanto, el citado

agravio deviene inoperante.

Otro motivo de inconformidad que expone el recurrente, lo hace consistir en que, si el acta de asamblea que la

jueza natural identifica como documento fundatorio de la acción, no fue exhibido por el actor cuando presentó la demanda


respectiva, entonces, era deber de la juzgadora original, prevenir al actor en términos del artículo 255 del Código de

Procedimientos Civiles del Estado para que subsanara tal irregularidad.

Como respuesta al agravio referido en el párrafo que antecede, este Tribunal de Alzada considera que el mismo

resulta inoperante, en tanto que nuevamente el inconforme introduce en la litis de esta segunda instancia, aspectos

procesales anteriores al dictado de la sentencia, como lo es, la etapa donde se admitió la demanda en el presente juicio,

siendo en todo caso un acto dentro del procedimiento, contra el cual, el actor pudo haberse inconformado, y no esperarse

hasta el dictado de la sentencia para hacer valer alguna defensa al respecto. Además, sin que se precise por esta Sala

respecto de la aplicatoriedad del artículo 255 del Código Procesal Civil en vigor, en el caso concreto, es menester referir

que el contenido del citado precepto atañe. a la prevención que se le puede efectuar al actor para que aclare, corrija o

complete su demanda, cuando ésta se hubiere estimado por el juzgador como, obscura o irregular; y no para el caso de

prevenir a la accionante de que presente sus documentos fundatorios de la acción; y se insiste, con el citado agravio del

recurrente, éste combate el sentido del fallo apelado con aspectos de carácter procesal que no tienen vinculación con la

sentencia definitiva, con lo cual, el respectivo concepto de inconformidad deviene inoperante.

Por último, como diverso agravio que hace valer la parte apelante, menciona que lo resuelto en la sentencia

apelada le causa perjuicio porque el derecho humano del actor de acceso a la justicia, no le permitió una justicia

completa, que es deber de toda autoridad judicial dirigir y salvaguardar el procedimiento en todas sus etapas, así como

vigilar desde su inicio todos los procedimientos jurisdiccionales que terminarán con el dictado de una sentencia, y que si

hubo inconsistencias durante el procedimiento con relación al inicio del juicio, y la omisión de prevenciones al actor para

que presentara sus documentos fundatorios de la acción, entonces la autoridad juzgadora no posibilitó el postulado de

justicia completa a que se refiere el artículo 17 a que se refiere la Constitución Federal.

Respecto del tópico que antecede, esta Autoridad Judicial de Segunda Instancia, estima que carece de razón lo

argumentado por el apelante, pues no se advierte violación al derecho humano de acceso a la justicia, y la circunstancia

que refiere, de que la juzgadora pudo prevenir o apercibir a la parte actora para la presentación de sus documentos

fundatorios de la acción, y que ello, no haya sucedido en opinión del apelante, no puede identificarse como una violación


al derecho humano de acceso a la justicia, pues no debe perderse de vista que el procedimiento judicial tiene un orden

normativo previsto en la ley ordinaria, que de acuerdo a las formas o plazos que dispone, las partes participan del mismo,

en sujeción irrestricta a la norma, pues ello atañe también a la seguridad jurídica y legalidad que debe prevalecer en todo

asunto de orden judicial, y si en caso particular, como ya se ha mencionado, el apelante con sus argumentos pretende

persuadir que se tenga como ilegal en la sentencia, que no se le haya prevenido al actor desde el auto admisorio de la

demanda, para que presentara sus documentos fundatorios de la acción, es menester referir que esas argumentaciones

no tienen vinculación directa con el fallo recurrido, ni con las razones dadas por la jueza de origen para tener por no

acreditado el tercero de los elementos de la acción de nulidad, de ahí que su agravio resulta inoperante, pues

nuevamente so pretexto de la salvaguarda del derecho humano de acceso a la justicia, el inconforme reitera en alegar

que desde el auto admisorio de la demanda, se le pudo prevenir o apercibir a la parte actora, para presentar el acta de la

asamblea general extraordinaria de la que pretendió su nulidad, y que si ello no aconteció de esa manera, entonces la

sentencia que apela, en su opinión, resulta ilegal, lo cual, en consideración de esta Sala resulta desacertado pues con

sus argumentos combate actos procesales con anterioridad al dictado de la sentencia, y por ende, su agravio deviene

inoperante.

Así las cosas, ante lo infundado de uno de los agravios, y lo inoperante del resto de los conceptos de

inconformidad, en esta resolución de segunda instancia se confirma la resolución definitiva del 14 catorce de

septiembre del 2015 dos mil quince.

TERCERO. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 965 de la Ley Adjetiva Civil del Estado, se condena a

la parte actora apelante, a pagar a su contraria, las costas que se hayan erogado con motivo de la tramitación de ambas

instancias, en razón de que no obtuvo resolución favorable en esta segunda instancia.

Se determina lo anterior en virtud de que, los agravios expuestos por la parte apelante, uno resultó infundado y

otros inoperantes, y también por haberse confirmado por esta Sala la sentencia definitiva de primera instancia, ello hace

procedente la anotada condena, ya que el Código de Procedimientos Civiles vigente del Estado se sustenta, al efecto en

el sistema o la teoría del vencimiento con un criterio de aplicación estricta o absoluta que, por consecuencia, no faculta al


órgano jurisdiccional para ponderar cuándo aplicar o no la condena a su pago, ni quién interpuso el recurso de apelación,

pues, para ello, únicamente atiende al hecho objetivo del vencimiento, porque así lo establece de manera expresa la

fracción II del artículo 135 del ordenamiento legal en consulta, que textualmente señala: “Siempre se hará condenación

en costas, pídanlo o no las partes: I. ... II. En contra del que no obtuviere sentencia favorable en segunda

instancia. En este caso, la condenación comprenderá las costas de ambas instancias. […]”; hipótesis la anterior

que en el caso concreto se actualiza y hace procedente la condena a la parte actora del pago de costas de ambas

instancias.

CUARTO. En virtud de que ninguna de las partes litigantes manifestó su inconformidad respecto a que sus datos

personales señalados en el artículo 3º., fracción XV, de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del

Estado, se incluyan en la publicación que se haga del presente fallo, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 3º.,

18, 23, fracción III, 44 y relativos de la Ley en cita, así como 13, fracción XIII, 14, 15 fracción I, 21 y 22 del Reglamento

del Poder Judicial del Estado para la aplicación de la mencionada Ley, hágase del conocimiento de las mismas que la

sentencia pronunciada en el presente asunto estará a disposición del público para su consulta cuando así se solicite,

incluidos los mencionados datos, sin perjuicio de la protección que por mandato constitucional deba hacerse de oficio en

relación a los mismos.

Por lo anteriormente expuesto y fundado, se resuelve:

PRIMERO. Los agravios formulados por la parte actora Licenciado ELIMINADO en calidad de procurador Judicial

del actor, resultaron, uno infundado, y el resto inoperantes.

SEGUNDO. En consecuencia, se CONFIRMA la sentencia definitiva de 14 catorce de septiembre de 2015 dos mil

quince, pronunciada por la Jueza Octavo del Ramo Civil de esta Ciudad, en el expediente ELIMINADO, relativo al Juicio

Ordinario Civil por Nulidad de Convocatorias para la celebración de una Asamblea General Extraordinaria de socios y

diversas prestaciones, promovido por ELIMINADO en calidad de socio del ELIMINADO, continuado por sus mandatarios

judiciales los ELIMINADO y ELIMINADO en contra de la sociedad denominada ELIMINADO.


TERCERO.- Por los motivos expuestos en el considerando tercero de la presente resolución, se condena a la parte

actora, al pago de costas y gastos en ambas instancias, por no haber obtenido sentencia favorable a sus intereses

respecto del demandad.

CUARTO. Al no existir inconformidad de las partes litigantes respecto a que sus datos personales se incluyan en la

publicación de la sentencia, al efectuarse la misma, inclúyanse tales datos, con la protección oficiosa que corresponda.

QUINTO. Con copia certificada de la presente resolución, devuélvase el expediente al juzgado de su origen y en su

oportunidad archívese el toca como asunto concluido.

SEXTO. Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.

A S I, por unanimidad de votos, lo resuelven y firman los Magistrados que integran la Tercera Sala del Supremo

Tribunal de Justicia del Estado, Licenciados ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, quienes actúan con Secretaria de

Acuerdos que autoriza y da fe, Licenciada ELIMINADO, siendo ponente la primera de los Magistrados nombrados y

Secretario de Estudio y Cuenta Licenciado ELIMINADO. Doy Fe.

poder judicial del estado supremo tribunal de …de esta ciudad, en el expediente eliminado ,...

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