poema antológico
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POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
POR TU AMOR YO MUERO
Señora, Amor es violento
entre el cielo purísimo y profundo
las sombras fugitivas de algún presentimiento
que sólo amarás bien si amas llorando.
¡Dios te bendiga, amor, cuando me miras!
y más me muero cuanto más te miro
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
Si suspira, yo suspiro
¡Tú no sabes cuánto sufro! ¡Tú que has puesto mis
Tinieblas!
Y el alma que aquí tengo no es la mía.
Mientras duerme en mis rodillas
me siento superior a la victoria
Lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero
¡y sólo morirás cuando yo muera!
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
Rubén Darío- Que el amor no admite cuerdas reflexiones
Señora, Amor es violento,
y cuando nos transfigura
nos enciende el pensamiento
la locura.
No pidas paz a mis brazos
que a los tuyos tienen presos:
son de guerra mis abrazos
y son de incendio mis besos;
y sería vano intento
el tornar mi mente obscura
si me enciende el pensamiento
la locura.
Clara está la mente mía
de llamas de amor, señora,
como la tienda del día
o el palacio de la aurora.
Y al perfume de tu ungüento
te persigue mi ventura,
y me enciende el pensamiento
la locura.
Mi gozo tu paladar
rico panal conceptúa,
como en el santo Cantar:
Mel et lac sub lingua tua.
La delicia de tu aliento
en tan fino vaso apura,
y me enciende el pensamiento
la locura.
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
Jose Asuncion Silva- A Adriana
Mientras que acaso piensa tu tristeza
en la patria distante y sientes frío
al mirar donde estás, y el desvarío
de la fiebre conmueve tu cabeza,
yo soñando en tu amor y en tu belleza,
amor jamás por mi desgracia mío
de la profundidad de mi alma, envío
a la pena un saludo de terneza.
Si cuando va mi pensamiento errante
a buscarte en parejas de otro mundo
con la nostalgia se encontrara a solas
sobre las aguas de la mar gigante
entre el cielo purísimo y profundo
Francisco Villaespesa Los jardines de Afrodita (XI)
Llueve… En el viejo bosque de ramaje amarillo y grises troncos húmedos, que apenas mueve el viento,
bajo una encina, un sátiro de rostro macilento, canciones otoñales silba en su caramillo.
De vejez muere… Cruzan por sus ojos sin brillo las sombras fugitivas de algún presentimiento, y entre los dedos débiles el rústico instrumento
sigue llorando un aire monótono y sencillo. Es una triste música, vieja canción que evoca aquel beso primero que arrebató a la boca
de una ninfa, en el claro del bosque sorprendida. Su cuerpo vacilante se rinde bajo el peso
de la Muerte, y el último suspiro de su vida tiembla en el caramillo como si fuese un beso.
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
Leopoldo Lugones tú-A TI, LA UNICA
Un poco de cielo y un poco de lago
donde pesca estrellas el grácil bambú,
y al fondo del parque, como íntimo halago,
la noche que mira como miras tú.
Florece en los lirios de tu poesía
la cándida luna que sale del mar,
y en flébil delirio de azul melodía,
te infunde una vaga congoja de amar.
Los dulces suspiros que tu alma perfuman
te dan, como a ella, celeste ascensión.
La noche.... tus ojos.... un poco de Schuman...
y mis manos llenas de tu corazón.
PRIMER VIOLÍN
Largamente, hasta tu pie
se azula el mar ya desierto,
y la luna es de oro muerto
en la tarde rosa té.
Al soslayo de la luna
recio el gigante trabaja,
susurrándote en voz baja
los ensueños de la luna.
Y en lenta palpitación,
más grave ya con la sombra,
viene a tenderte de alfombra
su melena de león.
SEGUNDO VIOLÍN
La luna te desampara
y hunde en el confín remoto
su punto de huevo roto
que vierte en el mar su clara.
Medianoche van a dar,
y al gemido de la ola,
te angustias, trémula y sola,
entre mi alma y el mar.
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
CONTRABAJO
Dulce luna del mar que alargas la hora
de los sueños de amor; plácida perla
que el corazón en lágrima atesora
y no quiere llorar por no perderla.
Así el fiel corazón se queda grave,
y por eso el amor, áspero o blando,
trae un deseo de llorar, tan suave,
que sólo amarás bien si amas llorando.
VIOLONCELO
Divina calma del mar
donde la luna dilata
largo reguero de plata
que induce a peregrinar.
En la pureza infinita
en que se ha abismado el cielo,
un ilusorio pañuelo
tus adioses solicita.
Y ante la excelsa quietud,
cuando en mis brazos te estrecho
es tu alma, sobre mi pecho,
melancólico laúd.
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
Eduardo Marquina- Salmo de amor
¡Dios te bendiga, amor, porque eres bella! ¡Dios te bendiga, amor, porque eres mía! ¡Dios te bendiga, amor, cuando te miro!
¡Dios te bendiga, amor, cuando me miras! ¡Dios te bendiga si me guardas fe;
si no me guardas fe, Dios te bendiga! ¡Hoy que me haces vivir, bendita seas; cuando me hagas morir, seas bendita! Bendiga Dios tus pasos hacia el bien,
tus pasos hacia el mal, Dios los bendiga! ¡Bendiciones a ti cuando me acoges; bendiciones a ti cuando me esquivas!
!Bendígate la luz de la mañana que al despertarte hiere tus pupilas;
bendígate la sombra de la noche, que en su regazo te hallará dormida!
¡Abra los ojos para bendecirte, antes de sucumbir, el que agoniza!
¡Si al herir te bendice el asesino, que por su bendición Dios le bendiga!
¡Bendígate el humilde a quien socorras! ¡Bendígante, al nombrarte, tus amigas!
¡Bendígante los siervos de tu casa! ¡Los complacidos deudos te bendigan!
¡Te dé la tierra bendición en flores, y el tiempo en copia de apacibles días,
y el mar se aquiete para bendecirte, y el dolor se eche atrás y te bendiga!
¡Vuelva a tocar con el nevado lirio Gabriel tu frente, y la declare ungida!
¡Dé el cielo a tu piedad don de milagro y sanen los enfermos a tu vista!
¡Oh querida mujer!… ¡Hoy que me adoras, todo de bendiciones es el día!
¡Yo te bendigo, y quiero que conmigo Dios y el cielo y la tierra te bendigan!
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
NOVIA DE LA TIERRA - Salvador Rueda
Mirarte solo en mi ansiedad espero,
solo a mirarte en mi ansiedad aspiro,
y más me muero cuanto más te miro,
y más te miro cuanto más me muero.
El tiempo, pasa por demás ligero,
lloro su raudo, turbulento giro,
y más te quiero cuanto más suspiro,
y más suspiro cuanto más te quiero.
Deja a tu talle encadenar mi brazo,
y, al blando son con que nos brinda el remo,
la mar surquemos en estrecho lazo.
Ni temo al viento ni a las ondas temo,
que más me quemo cuanto más te abrazo,
y más te abrazo cuanto más me quemo.
Amado Nervo- El dia que me quieras
El día que me quieras tendrá más luz que junio; la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas saltando cristalinas
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos escondidos resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano cual rubias hermanitas, luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas, delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos, florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de "Las Mil y una Noches"; cada brisa un cantar, cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.
Manuel Machado-FIGULINAS
Qué bonita es la princesa! ¡Qué traviesa! ¡Qué bonita!
¡La princesa pequeñita de los cuadros de Watteau!
¡Yo la miro, yo la admiro,
yo la adoro! Si suspira, yo suspiro;
si ella llora, también lloro; si ella ríe, río yo.
Cuando alegre la contemplo,
como ahora, me sonríe... Y otras veces su mirada
en los aires se deslíe, pensativa...
¡Si parece que está viva la princesa de Watteau!
Al pasar la vista hiere,
elegante, y ha de amarla quien la viere.
... Yo adivino en su semblante que ella goza, goza y quiere, vive y ama, sufre y muere...
¡Como yo!
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Rut Campos y Alba tarazona
Ricardo Jaimes Freyre-Siempre
¡Tú no sabes cuánto sufro! ¡Tú que has puesto mis tinieblas
en mi noche, y amargura más profunda en mi dolor!
Tú has dejado, como el hierro que se deja en una herida,
en mi oído la caricia dolorosa de tu voz.
Palpitante como un beso; voluptuosa como un beso;
voz que halaga y que se queja; voz de ensueño y de dolor...
Como sigue el ritmo oculto de los astros el Océano‚
mi ser todo sigue el ritmo misterioso de tu voz.
¡Oh, me llamas y me hieres! Voy a ti como un sonámbulo
con los brazos extendidos en la sombra y el dolor...
¡Tú no sabes cuánto sufro! Cómo aumenta mi martirio
temblorosa y desolada, la caricia de tu voz.
¡Oh, el olvido! El fondo oscuro de la noche del olvido,
donde guardan los cipreses el sepulcro del Dolor!
Yo he buscado el fondo oscuro de la noche del olvido,
y la noche se poblaba con los ecos de tu voz...
Y te busqué por pueblos - de José Martí
Y te busqué por pueblos, Y te busqué en las nubes,
Y para hallar tu alma Muchos lirios abrí, lirios azules.
Y los tristes llorando me dijeron:
?¡Oh, qué dolor tan vivo! ¡Que tu alma ha mucho tiempo que vivía
En un lirio amarillo!?
***
Mas dime ?¿cómo ha sido? ¿Yo mi alma en mi pecho no tenía?
Ayer te he conocido, Y el alma que aquí tengo no es la mía.
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
Manuel Gutiérrez Nájera-EFÍMERAS
Idos, dulces ruiseñores. Quedó la selva callada,
y a su ventana, entre flores, no sale mi enamorada.
Notas, salid de puntillas; está la niñita enferma...
Mientras duerme en mis rodillas, dejad, ¡oh notas!, que duerma.
Luna, que en marco de plata
su rostro copiabas antes, si hoy tu cristal lo retrata acas, luna, la espantes.
Al pie de su lecho queda
y aguarda a que buena esté, coqueto escarpín de seda
que oprimes su blanco pie.
Guarda tu perfume, rosa, guarda tus rayos, lucero, para decir a mi hermosa,
cuando sane que la quiero.
Salvador Diaz Miron- A Gloria
No intentes convencerme de torpeza con los delirios de tu mente loca: mi razón es al par luz y firmeza,
firmeza y luz como el cristal de roca.
Semejante al nocturno peregrino, mi esperanza inmortal no mira el suelo;
no viendo más que sombra en el camino, sólo contempla el esplendor del cielo.
Vanas son las imágenes que entraña tu espíritu infantil, santuario oscuro.
Tu numen, como el oro en la montaña, es virginal y, por lo mismo, impuro.
A través de este vórtice que crispa,
y ávido de brillar, vuelo o me arrastro, oruga enamorada de una chispa o águila seducida por un astro.
Inútil es que con tenaz murmullo
exageres el lance en que me enredo: yo soy altivo, y el que alienta orgullo
lleva un broquel impenetrable al miedo.
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
Fiando en el instinto que me empuja,
desprecio los peligros que señalas. «El ave canta aunque la rama cruja, como que sabe lo que son sus alas».
Erguido bajo el golpe en la porfía, me siento superior a la victoria.
Tengo fe en mí; la adversidad podría, quitarme el triunfo, pero no la gloria.
¡Deja que me persigan los abyectos!
¡Quiero atraer la envidia aunque me abrume! La flor en que se posan los insectos
es rica de matiz y de perfume.
El mal es el teatro en cuyo foro la virtud, esa trágica, descuella;
es la sibila de palabra de oro, la sombra que hace resaltar la estrella.
¡Alumbrar es arder! ¡Estro encendido será el fuego voraz que me consuma!
La perla brota del molusco herido y Venus nace de la amarga espuma.
Los claros timbres de que estoy ufano
han de salir de la calumnia ilesos. Hay plumajes que cruzan el pantano
y no se manchan... ¡Mi plumaje es de esos!
¡Fuerza es que sufra mi pasión! La palma crece en la orilla que el oleaje azota.
El mérito es el náufrago del alma: vivo, se hunde; pero muerto, ¡flota!
¡Depón el ceño y que tu voz me arrulle!
¡Consuela el corazón del que te ama! Dios dijo al agua del torrente: ¡bulle!; y al lirio de la margen: ¡embalsama!
¡Confórmate, mujer! Hemos venido a este valle de lágrimas que abate, tú, como la paloma, para el nido,
y yo, como el león, para el combate.
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
Medardo Angel Silva-El alma en los labios
Cuando de nuestro amor la llama apasionada, dentro de tu pecho amante contemples extinguida,
ya que sólo por ti la vida me es amada, el día en que me faltes me arrancaré la vida. Porque mi pensamiento lleno de este cariño, que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo,
lejos de tus pupilas es triste como un niño, que se duerme soñando en tu acento de arrullo. Para envolverte en besos quisiera ser el viento,
y quisiera ser todo lo que tu mano toca; ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento,
para poder estar más cerca de tu boca. Vivo de tu palabra y eternamente espero,
llamarte mía como quien espera un tesoro. Lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero,
y besando tus cartas ingenuamente lloro. Perdona que no tenga palabras con que pueda,
decirte la inefable pasión que me devora; para expresar mi amor solamente me queda,
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda, dejar mi palpitante corazón que te adora.
Guillermo Valencia- A la memoria de Josefina
De lo que fue un amor, una dulzura
sin par, hecha de ensueño y de alegría,
sólo ha quedado la ceniza fría
que retiene esta pálida envoltura.
La orquídea de fantástica hermosura,
la mariposa en su policromía
rindieron su fragancia y gallardía
al hado que fijó mi desventura.
Sobre el olvido mi recuerdo impera;
de su sepulcro mi dolor la arranca;
mi fe la cita, mi pasión la espera,
y la vuelvo a la luz, con esa franca
sonrisa matinal de primavera:
¡Noble, modesta, cariñosa y blanca!
II
Que te amé, sin rival, tú lo supiste
y lo sabe el Señor; nunca se liga
la errátil hiedra a la floresta amiga
como se unió tu ser a mi alma triste.
En mi memoria tu vivir persiste
POEMA MODERNISTA
Rut Campos y Alba tarazona
con el dulce rumor de una cantiga,
y la nostalgia de tu amor mitiga
mi duelo, que al olvido se resiste.
Diáfano manantial que no se agota,
vives en mí, y a mi aridez austera
tu frescura se mezcla, gota a gota.
Tú fuiste a mi desierto la palmera,
a mi piélago amargo, la gaviota,
¡y sólo morirás cuando yo muera!