Friends will be friends

Es inmoral:Consumir estupefacientes es una conducta violatoria de normas éticas, por lo que el Estado estaría autorizado a penalizar dicho proceder.

Limitar el acceso a las drogas es una restricción a las libertades personalesSi no hay daños a terceros no existen fundamentos jurídicos para discriminar a las personas basándose únicamente en las sustancias que consumen.

Cada ser humano, al menos en teoría, debería ser libre de elegir lo que hace con su vida y lo que quiere poner en su cuerpo, obviamente mientras no le cree problemas a otros.Prohibir el uso de drogas es como prohibir el consumo de alguna bebida gaseosa o comida rápida, causantes también de problemas de salud.

Las personas son libres, y tienen derecho a equivocarse o elegir un camino diferente en sus vidas si así lo quieren.Las acciones privadas de los hombres que no perjudiquen a terceros y que ni afecten el orden ni la moral pública quedan exentas de la autoridad de los magistrados

Paternalismo moral:

Los daños a usuarios y a no usuarios son moralmente equivalentes, por eso el Estado debe intervenir para proteger la salud individual y colectiva. Igualdad de condiciones:

En ese caso deberían prohibirse también el consumo de bebidas alcohólicas y de tabaco que generan también efectos nocivos a la salud de las personas.Las drogas tendrían que ser consideradas como hoy consideramos al alcohol y los cigarrillos: sustancias que deberían ser reguladas y cuyos usuarios deberían ser tratados médicamente

Daños colaterales y riesgo socialLa droga afecta la salud pública y la seguridad social. El elevado costo sanitario que genera la atención de adictos y el gasto social generado por los accidentes relacionados con las drogas es alto.

Cualquier ingesta de sustancias prohibidas entraña un riesgo social.La tenencia rebasa la esfera privada y colisiona con los intereses de terceros

Libertad de elección Inferir en la tenencia y el consumo de drogas es una falta de equidad en relación con los consumidores de otras drogas legales como el tabaco o el alcohol, que son igual o más dañinas que las drogas ilegales.

Aun cuando se conceda la existencia de riesgos a terceros por causa del consumo de drogas esto no implica que se deba castigar a los consumidores responsables por los que no lo son (no se prohíbe la venta de alcohol a pesar de que castigamos a los que conducen ebrios)

Argumentos de la pendiente resbaladizaLa despenalización generaría el incremento del número de consumidores, esto provocaría la progresiva aceptación de estas prácticas lo que llevaría a una liberación total del mercado que culminaría con la legalización de todos los tipos de drogas

Las drogas no son la causa verdadera de los problemasLas personas lo son. Y lo mismo se podría decir sobre las armas, el dinero, el terrorismo y muchos otros supuestos males.

Echarle la culpa a las drogas es ridículo y en muchos casos es simplemente la inmadurez, ignorancia o estupidez de las personas.El costo de prohibir el tráfico y consumo es muy alto

Y eso sin considerar que no ofrece buenos resultados, bastan dos ejemplos sobre la fallida guerra contra las drogas para comprobarlo: la producción de coca en Colombia sigue en aumento y Afganistán obtuvo un volumen récord en su cosecha de opio del 2007. El gobierno de los Estados Unidos gasta millones de dólares en su supuesta lucha contra el narcotráfico mientras su país ocupa una vergonzosa y protagónica posición por el gran número de consumidores de drogas que tiene y el reporte anual sobre drogas de la Naciones Unidas, aún cuando intenta mostrarse optimista, revela que el supuesto problema

de las drogas es en realidad incontrolable. En todo el mundo se realizan operaciones militares y policiales, usando métodos reprochables, que ocasionan muchas muertes y no ayudan para nada, y eso sin considerar los innumerables crímenes cometidos por las bandas de narcotraficantes.

La prohibición de alcohol en los Estados Unidos (1920 – 1933) fue un experimento inútil que originó una gran escalada de violencia, permitió el nacimiento y rápido crecimiento de organizaciones criminales e, irónicamente, provocó un incremento en el consumo de alcohol. ¿No queda claro que las prohibiciones no son la solución al problema? En realidad, ¿existe tal problema?

Se podría invertir los millonarios recursos destinados a la lucha contra las drogas en verdadera educación, actividades que promuevan la cultura, cura de enfermedades y en aliviar muchos otros problemas.

Fracaso en el tratamiento drogodependienteHay adictos que buscan ayuda tras una recaída fuerte, y una vez estabilizados reinciden en el consumo. Los drogodependientes tienen escasa capacidad para comprometerse en algo, y aquellos que ingresan en programas de ayuda por orden judicial permanecen en el programa más tiempo

La elección es propia

Existe el riesgo de que la adicción atrape a algunas personas, eso demuestra que son personas con poco dominio sobre sus propias vidas y que talvez no resulten muy útiles en la sociedad. Bien, en ultima instancia la decisión de consumir drogas o no hacerlo recae en cada ser humano al igual que buscar una forma de dejarlas o no.Hay muchas personas que en algún momento de su vida han consumido drogas y llegaron a la conclusión de que era una pérdida de tiempo o simplemente no disfrutaron la experiencia pues tenían cosas más interesantes por hacer.

En cierta forma consumir drogas y darse cuenta de que no valen la pena es un muy interesante ejercicio para forma el carácter y obtener mayor control sobre nosotros mismos.

Eficacia de la justiciaLa persecución de los traficantes minoristas es la vía para llegar a los grandes narcotraficantes que operan a nivel global

El narcotráfico desaparecería y la corrupción disminuiríaCualquiera que entienda un poco de economía sabe que el precio de todo producto aumenta al reducirse la oferta y aumentar la demanda, y por ello el narcotráfico es un negocio millonario. Resulta tan complicado y peligroso transportar drogas que los márgenes de utilidad son increíblemente altos y muchos en busca de dinero fácil se involucran

rápidamente. Elementos corruptos entre policías, abogados, jueces, políticos y otros tipejos en todo el mundo son parte de la cadena alimenticia que el negocio de las drogas genera y varios de los que proponen su erradicación están ganando dinero de alguna u otra manera gracias a todo el circo que el tema genera.

Si consumir drogas fuera legal su precio bajaría y no sería un negocio tan atractivo para muchos, los gobiernos podrían incluso cobrar impuestos por las ventas de drogas. Cada caso contra pequeños consumidores le cuesta al Estado nacional cinco mil dólares mensuales, cuando solo una proporción pequeña recibe condena.

La Justicia gasta mucho dinero (que podría ser usada para combatir a los grandes del narcotráfico) en intentar finalizar la cadena de la droga

Quienes quieren consumir drogas lo harán aún cuando sean ilegales

Es posible conseguir drogas relativamente fácil en cualquier lugar del mundo por más ilegales que sean.En Latinoamérica incluso es muy económico. Por ejemplo en Lima es, posible conseguir un gramo de cocaína por poco más de US$ 5.

En suma, que el uso de drogas esté prohibido le importa un comino a la mayoría de personas, igual lo harán. Y esto incluye a muchos de los que supuestamente combaten su tráfico.

El mejor enfoque no es la reducción de la demanda, sino la “reducción de daños” reducir el consumo de drogas es bueno, pero no es tan importante como reducir las muertes, las enfermedades, los delitos, el sufrimiento asociados al uso indebido de las drogas como a las políticas proteccionistas fallidas La penalización de la droga hace que el adicto confunda la esfera de salud con la penal, y se representa el riesgo de ser detenido. Esto genera que la mayoría de los usuarios de droga no se acerque voluntariamente a los centros de atención, obstaculizando la posibilidad de recibir ayuda terapéutica y atención medica. Además de ser ineficaz para

proteger la salud, la prohibición contribuye a dañarla

Las drogas generan un efecto de sueño y relajan el sistema nervioso.

El estado debe apuntar a solucionar la situación familiar y laboral del adicto, y disminuir los riesgos de marginación.

El derecho humano a la salud prima sobre la doctrina de persecución penal del adicto

Donde quiera que vayas, sabes que allí estaré.

Si vas lejos, sabes que allí estaré.

Iría a cualquier parte Con tal de verte allí

Tu di el lugar, sabes que allí estaré.

Tu di la hora, sabes que allí estaré.

Iré a donde sea, Con tal de verte allí

No me importa si a ti no te interesa. Yo estaré no muy lejos detrás.

Me atreveré a estar. Allí estaré para ti.

Donde está la verdad sabes que allí estaré.

Entre las mentiras, sabes que allí estaré.

Iré a donde sea, Con tal de verte allí

No me importa si a ti no te importa. Yo estaré no muy lejos detrás.

Me atreveré a estar. Allí estaré para ti.

Si debes caer, sabes que allí estaré.

Para atender tu llamada, sabes allí estaré.

Iré a donde sea, Con tal de verte allí

No me importa si a ti no te importa. Yo estaré no muy lejos detrás.

Me atreveré a estar. Allí estaré, para ti.

Allí estaré, para ti.

Allí estaré, para ti.