por qué no te mueres fidel

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20 LETRAS LIBRES ABRIL 2015 LILLIAN GUERRA fidel, ¿ por qué no desapareces ? Entrevista inédita con Carlos Franqui Fotografía: © Effigie/Leemage

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Por Qué No Te Mueres Fidel

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    LETRAS LIBRES ABRIL 2015

    LILLIAN GUERRA

    fidel, por qu no desapareces?

    Entrevista indita con Carlos Franqui

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    fidel, por qu no desapareces?

    Conoc al intelectual, revolucionario, periodista, escritor

    y poeta cubano Carlos Franqui (1921-2010) en mayo

    de 2008, cuando fui a Puerto Rico para realizar varias

    entrevistas. Me dio tantos contactos entre los lderes

    exiliados del Movimiento 26 de Julio que termin haciendo

    cinco viajes ms en el transcurso de un ao. En su casa,

    conversando con sus amistades y esposa, siempre careca

    de tiempo para hacerle una entrevista a profundidad. En

    octubre de 2008, lo invit a ofrecer unas conferencias

    ntimas para mis alumnos de historia en la Universidad

    de Yale. Todas las maanas le llevaba un termo de caf

    cubano junto a unas tacitas finas y servilletas bordadas

    para hacer tertulia dondequiera. Entre seminarios y

    conversaciones privadas, Franqui y yo desarrollamos una

    lista de temas que queramos tocar en su entrevista, la

    ltima antes de morir. Compartamos la preocupacin

    de iluminar los espacios oscuros y romper los silencios

    impuestos. Amable, caballeroso, preciso y pcaro, Carlos

    Franqui fue un gran maestro de la verdad y la tica para

    m. Lo es todava para cualquiera que tiene el privilegio de

    leer sus libros y conocer su visin revolucionaria.

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    LILLIAN GUERRA

    Usted siempre se ha preocupado por eliminar los grandes silencios de la historia de la Revolucin. Por qu se suele anular el papel de los activistas clandestinos del Movimiento 26 de Julio frente a la guerrilla de Fidel Castro en la Sierra Maestra?Los chinos dicen que una imagen vale ms que mil pala-bras y este axioma se puede aplicar a la lucha contra Batista. Las imgenes que existen cinematogrficas, televisivas o de cmara fija son casi siempre de la Sierra, porque all se reunieron periodistas que hicieron una serie de entrevis-tas, principalmente a Fidel Castro. Los actos clandestinos, por su naturaleza, no se podan filmar. Las acciones de la clandestinidad no se ven. Esto cre un gran desequilibrio entre el papel de la ciudad, que sera decisivo en la lucha, y el de la Sierra. Estos factores contribuyeron a que Fidel Castro se apoderara de la imagen de toda la lucha contra Batista. Por otro lado, los documentos ms conocidos de esta lucha son los que hablan de democracia y la restitu-cin de la Constitucin de 1940, la carta de la Sierra y La historia me absolver, pero se desconocen otros documentos, como las cartas de Fidel Castro desde la prisin a su aman-te Naty Revuelta, o los conflictos de la clandestinidad con Fidel Castro por su caudillismo y los problemas con el Che Guevara por su ideologa. Este desconocimiento ha hecho que persista la apariencia de que la Revolucin sufri un gran cambio como resultado de los conflictos con Estados Unidos, o quizs por otras razones. Pero esencialmente, a partir del asalto al cuartel Moncada, se dej ver que el cau-dillo de la Revolucin se llamaba Fidel Castro.

    Cuando Fidel Castro escribi en sus cartas de la prisin que estaba estudiando El Estado y la Revolucin, de Lenin, haba entendido sin decrselo a nadie que el comunis-mo le iba a permitir tener un poder total, sustituir la dic-tadura de Batista por una dictadura mucho ms perfecta y al mismo tiempo desafiar a Estados Unidos, con el apoyo de la Unin Sovitica, para convertirse en un protagonista mundial. Es esto lo que le ha quitado el rol preponderante a la lucha de las ciudades, que fue la que cre la conciencia popular de cambio, la que hizo que en un momento el ejr-cito de Batista dejara de pelear.

    Usted inici su activismo contra Batista en 1952,el mismo ao del golpe de Estado.Ante la proximidad de las elecciones donde la lgica era que el partido opositor, el Ortodoxo de Ral Chibs, triun-fara, nadie pens que iba a ocurrir lo que ocurri: que Batista diera un golpe militar y derrocara la democracia. A partir de ese momento, como era un periodista profesio-nal, pens que mi funcin fundamental era crear prensa clandestina. De inmediato creamos un peridico llamado Liberacin, despus hicimos otra publicacin y finalmente fundamos Revolucin. Tambin reforzamos Alma Mater, el peridico de la universidad, porque en 1952 y parte de 1953 la lucha vital era la estudiantil.

    Llegu a Santiago de Cuba el 27 de julio del 53 en la maana, unas horas despus del asalto del 26 de julio al cuartel Moncada. Tena planeado hacer una mani-festacin con Frank Pas y Vilma Espn, del movimien-to de la Universidad de Oriente, pero, como buena parte

    de los cubanos fue un ataque secreto preparado por Fidel Castro, tena una ignorancia absoluta de que ese asalto ocurrira. Al enterarme, inmediatamente fui al cuartel con otros periodistas y vi a jvenes asesinados, pero tambin a por lo menos veinticinco guardias muertos, con mujeres que gritaban alrededor. Mi primera impresin fue que aquella era la respuesta al golpe de Batista, una respuesta que naca con casi cien muertos, lo cual me hizo pensar que nunca podra estar con Fidel Castro. Ms tarde, sin embargo, cono-c en la lucha clandestina a personas, adems de Frank Pas, que pensaban como yo, y de alguna manera eso me envol-vi. En ese ao inici Revolucin de manera clandestina y dur hasta el fin de la dictadura de Batista. Despus se con-virti en un peridico legal con el mismo nombre. Es muy sorprendente ver cmo han hecho desaparecer de la histo-ria tantos episodios que tienen que ver conmigo y con tantos otros, a pesar de que el taller de Revolucin fue sorprendido en marzo de 1957 y la maniobra culmin con mi detencin y la de otros, con torturados y varios muertos.

    A quines considera las figuras ms relevantes de la lucha?Aparte de Fidel Castro, hay dos: Frank Pas y Jos Antonio Echeverra, lder estudiantil y mrtir del heroico y fra-casado asalto al Palacio Presidencial de marzo de 1957. Curiosamente Jos Antonio era catlico y Frank, bautis-ta. Fueron dos personas profundamente religiosas, otro aspecto a menudo desconocido. Una caracterstica de Fidel Castro es que aceptaba y usaba a todo el mundo mientras le convena. Castro no poda mantener la Sierra sin el respaldo de la clandestinidad, la razn es muy senci-lla: el 30 de noviembre Frank Pas tom Santiago de Cuba. Tom dos estaciones de polica, quem una tercera con saldo de tres muertos y conserv las armas. Fidel lleg dos das ms tarde con el Granma, que naufrag, y des-pus hubo una desbandada en Alegra del Po. Ah Fidel se refugi con Faustino Prez y Universo Snchez y estu-vo huyendo por los caaverales una semana; lo salvaron los campesinos organizados del 26 de Julio del grupo de Frank Pas con la ayuda de Celia Snchez. Cmo esta guerrilla, este grupito, se iba a mantener si no hubiera tenido el apoyo del 26 de Julio? Durante 1957, la clandes-tinidad envi a la Sierra hombres, armas, parque, dinero y periodistas, como Herbert Matthews. Al menos hubo cuatro envos de hombres armados para fortalecerlos. La clandestinidad fue fundamental para el mantenimiento de esa guerrilla que estaba en Sierra Maestra. El propio Che Guevara lo reconoce en sus crnicas.

    Al mirar la historia descubrimos que ninguna perso-nalidad importante si implicaba una posibilidad de sus-titucin de Fidel Castro se ha mantenido viva o dentro de Cuba. En el caso de Frank o de Jos Antonio murie-ron durante la poca clandestina, pero tambin estn todos los dems: Humberto Sor Marn, Jos Abrantes, Arnaldo Ochoa, Huber Matos, Camilo Cienfuegos, etctera. El 30 de junio del 57, Josu Pas, el hermano de Frank, fue asesi-nado en Santiago y en los das siguientes Frank escribe una serie de cartas a Fidel Castro donde le habla de la persecu-cin terrible que haba en Santiago.

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    En la clandestinidad se tena la conciencia de que no se poda abandonar la ciudad, que era el frente del verdadero peligro, y por ello Frank tom la decisin de quedarse. Fidel Castro tena la potestad de ordenarle a cualquiera que se fuera, pero no lo hizo. Y as, indirectamente, muri Frank. El comandante Manuel Fajardo cont en un testimonio que inclu en El libro de los doce (1967), mi nico libro publi-cado en Cuba, que cuando se dio la noticia de la muerte de Frank Pas por radio, la guerrilla, que tena hambre y guar-daba un lechn asado ofrecido por un campesino, perdi el apetito. Todos menos Fidel, que se comi el lechn entero. Cuando muere una persona, bien sea un amigo, colaborador o alguien que manda fusilar, a Fidel no se le quita el apetito. Hay que partir del hecho de que Castro no es una persona que ingres en el Partido Comunista porque pensara que el comunismo era una manera de acabar con las injusticias del capitalismo, de crear una sociedad igualitaria o terminar con todas las desigualdades que existen en el mundo, no. Fidel Castro es el hijo de un latifundista rico, que estudi en un colegio de jesuitas y que fue tremendamente influido por su poca: la guerra en Espaa y la Segunda Guerra Mundial. Tanto es as que La historia me absolver es un ttulo de Hitler y que la marcha de La Habana est copiada de la marcha sobre Roma de Mussolini. Fidel Castro dijo que informar era compartir el poder y toda la Sierra apareca con cruci-fijos, medallas de la Caridad del Cobre, l bautizaba cam-pesinos con el padre Sardias. Cuando lleg a La Habana dijo que tena la misma edad que Cristo. Us la religin en Cuba para despus acabar con ella.

    Vilma Espn fue quizs la nica mujer con poder durante la Revolucin, esposa, hasta su muerte,

    de Ral Castro, presidenta de la Federacin de Mujeres Cubanas y miembro del Comit Central del partido desde su fundacin. Qu impresinpersonal tiene de ella?Conoca mucho a Vilma porque estaba siempre con Frank Pas. Vilma fue muchas veces a mi casa. Estudi en Estados Unidos, proceda de una familia rica de Santiago asociada a los Bacard. Su casa en Santiago de Cuba era el cuartel gene-ral del movimiento. Curiosamente Vilma fue antifidelista durante mucho tiempo. Entre la clandestinidad de Santiago siempre hubo conflictos con Fidel. l llamaba a Santiago la ciudad rebelde, pero eso quera decir que eran rebel-des con l tambin. Cuando Ral Castro abri el segundo frente, todo Santiago de Cuba se les uni y Ral los aco-gi mientras introduca a los comunistas. Vilma estuvo ah, y desde ese momento se dio la relacin con Ral Castro y despus con Fidel.

    Qu otro papel desempe el pueblo en la lucha?La quema de caaverales no fue obra de los rebeldes de la Sierra sino de la gente de las ciudades o los escopeteros, las personas que vivan en las ciudades y por la noche se iban a quemar caa. En la tradicin cubana, la quema de caa siempre fue un fin para los revolucionarios. Desde la poca de la guerra de independencia. Pero adems, era algo relativamente fcil: con un fsforo que t tira-ras en un caaveral se creaba un gran incendio. Entre los sabotajes del 26, ese era uno de los preferidos. El otro era tirarle una cadena al tendido elctrico, muy efectivo, por-que de inmediato se suspenda la electricidad. El 26 hizo miles de sabotajes en todo el pas, pero siempre cuidndo-se de que no fueran actos terroristas. No se poda afectar

    +Faustino Prez, Antonio Hart, Manuel Urrutia, Carlos Franqui y Luis Bush.

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    a gente inocente. El 26 de Julio condenaba a muerte por asesinar a inocentes.

    Eventualmente usted subi a la Sierra porque era un refugio para los quemados de la lucha urbana. Cundo dej de ser un refugio y comenz a ser un frente real?Del mismo modo que sera falso decir que la Sierra y la gue-rrilla fueron las que triunfaron, tambin sera falso ignorar la importancia de la Sierra. La Sierra es un lugar muy dif-cil, de montaas y bosques. El solo hecho de estar escapan-do, hacer un pequeo ataque y huir, implica, ms all del peligro, una vida realmente difcil. En 1957 se dio el primer combate, un combate contra un cuartelito a la orilla del mar. Despus tuvo lugar un combate un poquito mayor, el de El Uvero, donde haba casi treinta guardias y en el que hubo muertos. Mientras tanto se cre la segunda guerrilla del Che

    guardias. Se atenda a los guardias antes incluso que a los propios rebeldes. Uno cmo se iba a imaginar que este era el Fidel Castro sanguinario que result ser despus? Los guardias de Jige terminaron pidindole autgrafos. A Faustino Prez y a m nos toc conducirlos al cuartel de La Plata, nosotros dos desarmados y los diez guardias con pistolas. Esta batalla tuvo una gran importancia porque el ejrcito de Batista dej de creer que peleaba contra sus ene-migos. Despus el ejrcito no solo no impeda la ofensiva de las columnas de Camilo Cienfuegos o del Che, sino que prcticamente todos los cuarteles se rendan. Finalmente el cuartel Columbia, con veinte mil hombres, se rindi a la columna de Camilo, con mil. Durante estos aos en la Sierra el nmero de muertos no lleg ni a cincuenta.

    Qu factores provocaron la huida de Batista?Batista, al dar el golpe del 10 de marzo y al hacerlo sin derramar sangre, jug a la dictablanda. Hizo un estatuto constitucional que sustitua a la Constitucin, pero respe-t la prohibicin de la pena de muerte. Por eso te mata-ban y te tiraban a la calle despus de torturarte, sin hacerte un juicio. En 1955 se organiz un dilogo cvico en el que Batista pudo haber hecho una transicin con el apoyo de ms o menos todos los partidos, pero no quiso hacerla. Despus, cuando ya no tena tiempo, en noviembre de 1958, Batista convoc a elecciones. Para sabotearlas hici-mos una campaa a travs de Radio Rebelde. La concien-cia de malestar haba crecido y el 80% de la gente no fue a votar, lo que signific una derrota para Batista y alent la rendicin de su ejrcito. Paralelamente tambin comen-zaron a surgir conspiraciones militares muy importantes. En estas circunstancias Batista, que nunca fue un verda-dero militar y nunca fue a la Sierra ni siquiera de visita, opt por huir y abandonar el pas y a su gente en un acto de absoluta cobarda e incluso de traicin a los suyos. Nosotros estbamos en Palma Soriano, en la columna rebelde nmero uno que diriga Fidel y en donde esta-ba Radio Rebelde. Por primera vez en mucho tiempo haba dormido en una cama, pero como soy guajiro y madruga-dor me despert temprano. Sal a la calle y empec a or la noticia a gritos de que Batista haba huido. Cuando lle-gu a Radio Rebelde me comuniqu con Vicente Bez y con Emilio Guede, que haban tomado la televisin y la radio en La Habana. Fidel Castro estaba lejos, no apare-ci sino hasta cerca de las once de la maana, de mane-ra que a m me toc dar rdenes desde Radio Rebelde de lo que haba que hacer, rdenes bastante difciles: huelga general, no sucumbir a la anarqua, la actuacin correc-ta de las milicias... Cuando Fidel vio esto se puso muy contento, me tendi la mano y partimos hacia Santiago de Cuba. En Santiago haba que nombrar presidente a Manuel Urrutia, aunque Fidel Castro no quera avalar su nombramiento, porque pensaba que haba sido esco-gido sin conocer sus ideas; Urrutia haba tenido un acto de coraje en el juicio de los alzados de Pas y la gente del Granma en 1953 al decir que cuando una dictadura supri-ma la Constitucin el pueblo tena derecho a rebelarse.

    Fidel me pidi que le solicitara al presidente un papeli-to donde lo autorizara a hacer nombramientos mientras se

    con el refuerzo que mand Frank Pas. Durante ese tiempo, una tcnica de la guerrilla era no enfrentar al ejrcito sino pegar y huir. La vida en esa poca era dura.

    Despus lleg 1958 y Batista decidi hacer una ofensiva contra la Sierra. Ofensiva que fracas sin duda por la canti-dad de soldados no profesionales y por la carencia de armas sofisticadas del ejrcito de Batista helicpteros, aviones, incluso carabinas, pero tambin por la astucia de Fidel Castro como guerrillero, que sin duda era un hombre que conoca muy bien la Sierra y la forma de actuar del ejrcito. Fidel los condujo, tal fue el caso de la batalla del Jige, en donde el ejrcito mostr toda su incapacidad. Hubo casos de guerrilleros como Braulio Coroneaux, un ametrallado-rista del cuartel Moncada que rechaz el asalto cuando Fidel lo atac que se unieron a nosotros. Coroneaux usaba las claves que habamos ocupado para hacer que el ejrcito de Batista bombardeara a su propio batalln en vez de a noso-tros. El batalln resisti hasta que no le qued ms reme-dio que rendirse. Tambin, cuando llegu a la Sierra qued sorprendido con el humanitarismo hacia los prisioneros y

    Castro pensaba que en Cuba no serva nada y haba que destruirlo todo para hacerlo de nuevo. Esto condujo a que fuera el ms grande destructor de una nacin.

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    diriga a La Habana. A m me sorprendi ese acto de humil-dad. Manuel Urrutia me dio el papel y entonces empezamos a nombrar. En esa poca haba una conciencia muy gran-de contra la corrupcin en Cuba, que vena desde la poca autntica y batistiana, as que creamos el Ministerio de Bienes Malversados bajo la direccin de Faustino. El minis-terio no era para quitarle riqueza a nadie, sino para revisar los casos de personas que le haban robado al Estado. Eso es algo que habra que hacer en una Cuba futura, si fuera posi-ble, por lo menos para que los magnates fidelistas, que tie-nen miles de pesos y las mejores viviendas de Cuba, vivan en lugares menos lujosos. Cuando anunciamos la creacin de este ministerio los aplausos fueron increbles.

    Por qu se encarg de dirigir el peridico Revolucin en vez de dirigir un ministerio?Fidel me propuso que fuera ministro del Trabajo, pero le dije: no sirvo para conciliar obreros y patronos, estoy con los obreros. Ah, por qu no eres el ministro de Hacienda? Porque no s nada de Hacienda, le contest. Bueno, aqu nadie sabe nada de nada, dijo al final. Esta ltima es una de las pocas verdades que le he odo en toda mi vida. En cambio decid hacer el peridico. Haba entra-do ya a Santiago y haba visto cmo la gente reaccionaba, besndonos las barbas, as que no me quise unir a la cara-vana de la victoria. Fui solo al cuartel de Columbia, cog un avin y aterric en el campamento que conoca porque haba estado preso all alguna vez. Tena una barba extra-a y un traje viejo, pareca una versin del famoso desam-parado el Caballero de Pars. Haba ms de veinte mil soldados con todas las armas. Todos me saludaban y se me cuadraban. Camilo haba entrado antes con una colum-na de menos de mil hombres, porque el ejrcito prctica-mente se haba rendido. Fidel Castro organiz una marcha hacia La Habana que dur una semana. La prensa cubana lo retrat como Cristo y le cre un sentimiento de popula-ridad que lleg al 90% de la poblacin y que explica gran parte de su poder posterior como caudillo.

    Cmo fue su regreso a La Habana?De lo ms curioso: despus del triunfo de la Revolucin el primero que se cort la barba fui yo, lo cual me cre varios problemas. Quera entrar al Palacio, por ejemplo, y no pude. Fidel me pregunt que quin me haba autorizado a cortar-me la barba. Le dije: llegu a mi casa, haca mucho calor, mi hijo no me reconoci... Soy un civil, no veo por qu no puedo cortarme la barba. A esto me contest: no, las bar-bas son de la Revolucin. Le repliqu que l vera que eso iba a terminar, y que la nica barba que quedara sera la suya. Lo cierto es que pronto muchas personas queran con-vertirse en barbudos sin ser barbudos. Solamente Faustino, alguno ms y yo nos cortamos la barba en ese momento.

    Por qu el Movimiento 26 de Julio se disolvi en marzo de 1959?Al llegar al poder, Faustino Prez, David Salvador, Manuel Ray, todos, empezamos a reclamarle a Fidel reuniones, que nunca haca. Finalmente convoc una reunin para discu-tir la creacin de un partido. Qu hizo Fidel? En vez de

    convocar a la direccin del 26 de Julio, que ramos seis o siete y los comandantes, convoc a unas cincuenta perso-nas. La convirti en otra cosa. Fue ese da en el que se dio el famoso incidente entre Ral y Fidel. Ral estaba furioso porque Fidel no quera hacer la revolucin que l quera; le dijo pblicamente a Fidel que aquello era una mierda. Fidel lo insult y Ral, tpico de l, empez a llorar. Entonces cog el micrfono, un poco por irona, y me puse a tirarle la toa-lla a Ral. Esa reunin termin en nada. No hubo acuerdos. Adems Fidel tiene como norma jams someter a votacin las cosas, a menos que tenga la garanta absoluta de que lo que va a decir lo aprobar todo el mundo.

    Cmo ve ahora su participacin en un proceso que deri-v hacia una dictadura comunista?En el 26 de Julio haba tres tendencias. Una mayoritaria, la nacionalista antiimperialista de la que yo formaba parte, otra democrtica Manuel Ray y muchos otros y una ter-cera minoritaria, pero muy fuerte, la comunista, de la que formaban parte Ral, el Che y Ramiro Valds. Encima de las tendencias estaba Fidel Castro, que siempre manejaba todo segn las circunstancias. La radicalizacin comenz con la detencin de Huber Matos, la desaparicin de Camilo y el resultado del Congreso Obrero de finales de diciembre de 1959. En ese Congreso el 95% de los lderes obreros del 26 de Julio, pese a la insistencia de Fidel y de Ral, vot en contra de la unidad con los comunistas.

    Al ao siguiente, Fidel Castro dijo en un discurso que una refinera norteamericana se negaba a refinar petr-leo venezolano, en un acto contra la soberana nacional. Entonces no tenamos razones para sospechar que era una mentira. Tiempo despus el Che Guevara dijo que el petr-leo no era venezolano, sino ruso, as que tcnicamente no se poda refinar. La reaccin norteamericana fue amena-zar con quitar la cuota azucarera y ah comenz la guerra de los golpes y los contragolpes. Ese fue un ao de guerra, aunque no se pensaba as: te daban golpes y t tirabas otros hasta que todo culmin con la desaparicin del capitalis-mo y los peridicos.

    El pueblo cubano era un pueblo anticomunista, proba-do. Los comunistas no tenan apoyo en los votos, a pesar de haber sido un partido que defendi leyes obreras y en un momento se ocup un poco de la poblacin negra. La revis-ta Bohemia, muy popular y en general la prensa cubana, era muy crtica con el comunismo. A pesar de esto, en sep-tiembre de 1960 en un acto en la Plaza de la Revolucin, donde Neruda invitado por la Revolucin recit poemas, los cubanos aplaudieron a la Unin Sovitica. Fidel presen-t a la urss no como imperialista sino como la amiga que vena a darnos la mano frente a los americanos, que que-ran acabar con la Revolucin. Introdujo el comunismo con absoluta habilidad.

    Despus de diez aos de militancia, cuando tena vein-ticinco aos, sal del Partido Comunista al descubrir que el comunismo no era lo que yo quera. Pero mi salida no haba cambiado mis ideas sobre qu tipo de sociedad deba ser la cubana: una sociedad universal basada en la idea socialista de que haba que mejorar la vida de las personas. De manera que conservaba ideas radicales que estaban en conflicto con

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    las condiciones de vida. Esto crea un fermento porque, en definitiva, las revoluciones no las crean las ideologas sino el hambre, la miseria, la injusticia y los deseos de cambio. La otra parte es que, desaparecido el comunismo como mito con el fracaso sovitico y las transformacio-nes en China, los caudillos y militares han descubierto una tcnica que consiste en llegar al poder con eleccio-nes, apoyados por la mayora, para despus usar las nacio-nalizaciones y el control del Estado con el propsito de crear una dictadura.

    Esto y la desinformacin que existe en amplias zonas de Amrica Latina y el oportunismo de los polticos tra-dicionales incluso los de izquierda que no quieren crear-se conflictos han determinado este fenmeno peligroso y amenazante para estos pueblos y para la paz mundial. Muchas veces me han preguntado: si te encontraras con Fidel, qu le diras? Le dira solo dos cosas: Fidel, cmo has destruido Cuba. Luego le dira: Fidel, por qu no desapa-reces? Es una irona de la historia que los personajes pode-rosos terminen por lo comn trgicamente: cmo debe de estar sufriendo Fidel sin poder aparecer, sin poder man-dar, sin poder hablar ni escribir locuras en el Granma. Tiene un fin que se merece. De alguna manera yo me considero un hombre feliz: he conseguido las cosas a las que aspiraba de nio tener amor, escribir poemas, ser libre, no tener ni esclavo ni seor. He tenido una familia, hijos y nietos, una mujer extraordinaria, muchos amigos. La nica cosa que me hace infeliz es haber perdido la patria, que la patria sea una ruina. ~

    los comunistas de la Unin Sovitica y con los de Cuba. En el 60, cuando ocurrieron estos acontecimientos, yo apoy a Castro, no solamente por los golpes y contragolpes sino porque pensaba que bamos hacia una sociedad nueva, no hacia una sociedad comunista. Hasta entonces haba pode-rosas evidencias subterrneas, pero no haba ningn snto-ma evidente de lo que ocurrira despus. Hay que decir una cosa: para m Fidel Castro signific la destruccin total de Cuba. Creo que es esquizofrnico, no ve y no sabe lo que es la realidad. Pero adems es un hombre que se ve a s mismo como Dios. l pensaba que todo se poda cambiar y que en Cuba no serva nada y haba que destruirlo todo para hacer-lo de nuevo. Esto condujo a que Fidel fuera el ms gran-de destructor de una nacin. Pens que, dado que yo haba tenido una responsabilidad en ese proceso, no deba pen-sar en mi salvacin individual para qu sirve la salvacin individual si un pas se hunde, si una revolucin se hunde. Pens que todava haba mnimas posibilidades de hacer ciertas cosas. Despus vino la crisis del Caribe, posterior-mente mi destitucin de Revolucin y todo ese proceso que dur hasta 1968, en que me sal de todo.

    Cul quiere que sea su legado a Cuba?La historia es, como diran los italianos, una donna mobile, se mueve y siempre sorprende, por suerte. Pero la historia de los sistemas totalitarios muestra que tienen una capaci-dad de destruccin total. En el caso de Cuba es un siste-ma que primero acaba con los que se le oponen, despus paraliza todo y al final se autodestruye. Cuba est hoy en la fase de la autodestruccin. Qu va a pasar despus de la autodestruccin? Qu va a suceder con la crisis que hay ahora y que ha acabado con todo? Va a haber una estampida, un estallido, una haitianizacin mayor? No lo s. Son posibilidades. Podra surgir un Putin dentro de Cuba en medio de una cpula que no sabe mandar, en el momento en que Fidel Castro se muera. Pero tengo esperanza: entre los errores cometidos por Ral Castro en su sucesin, tuvo el acierto de reconocer la destruccin en Cuba, y permitir una serie de publicaciones, como la entrevista a trescientos jvenes comunistas del pas sobre cmo quieren que sea Cuba en 2020. La respuesta de esos jvenes fue contundente: quieren cambios totales. En este tipo de sistemas lo que ocurre arriba es muy importante, y espero que esa iniciativa, unida a los grupos de oposi-tores minoritarios pero de gran coraje, de los periodis-tas independientes o del resto del pueblo que ha sufrido tanto, pueda comenzar un proceso de renacimiento de esa ruina que es Cuba. Espero que en ese momento haya una cooperacin internacional que permita que la nacin cubana renazca de sus cenizas.

    Por qu persiste el mito de la Revolucin, encarnada en Fidel, especialmente en Amrica Latina? Por qu hay resistencia en reconocer que es un sistema totalitario?Hay razones y sinrazones. Las razones son las de los pue-blos maltratados durante siglos, miserables, con grandes desigualdades, con un capitalismo latifundista atrasado que no ha creado riqueza y que no ha permitido mejorar

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