portico de la gloria
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CATALOGACIÓN Título: Pórtico de la Gloria, Catedral de Santiago.
Autor: Maestro Mateo (junto a su taller)
Cronología: s. XII
Estilo: Románico
Técnica: Escultura.
CONTEXTO HISTÓRICO El arte románico, que se desarrolla en su plenitud en los siglos XI y XII, es una parte esencial de la recuperación de la
Europa Occidental, pues consigue la unidad cultural y religiosa.
Como organización política escogen el feudalismo, el cual, en cierto modo, proporcionó estabilidad y favoreció a la
economía (revolucionando las técnicas y métodos agrícolas). Así es como se consigue una Europa que confía en sus
fuerzas, lo que da lugar a conquistar territorios (como la Reconquista o las cruzadas) y a real izar obras más costosas
(como iglesias o monasterios).
Como es de esperar, la iglesia gana una importante independencia a la vez que un gran protagonismo gracias a la
cultura teocéntrica de la época, donde Dios es el centro de todo (en el ámbito social, el político, el económico, el
científico, el filosófico...). Por este motivo solo nos podremos encontrar pinturas y esculturas románicas con carácter
religioso. Estas estaban destinadas a ornamentar los templos, iglesias y monasterios. La iglesia pretendía controlar la
ideología y el pensamiento de la población, por lo que desconfiaban de las personas que pensaban por si mismas, tratando de ver las cosas con "la luz de la razón".
En el ámbito artístico, la arquitectura es lo más importante del románico. Así se explica el horror vacui, que consiste
en adaptar los relieves y pinturas a los espacios arquitectónicos, dando lugar, muchas veces, a figuras torcidas y
deformadas. Los edificios románicos comulgan muy bien con la naturaleza. No se hacen con un fin esté tico, si no que
se crean con la idea de que sea una ofrenda para Dios, la cual debe plasmar el alma humana. La fachada, al ser lo
primero que se ve, debe ser atractiva, mientras que el interior es sencillo, fuerte, oscuro y recogido como el alma
cristiana.
COMENTARIO El pórtico está destinado a elevar el espíritu a través de los sentidos, desde el mundo terrenal hasta a gloria de el
final de los tiempos. La arquitectura, la escultura y la pintura se unen para crear una visión de la historia de la
redención, desde la época del antiguo testamento (en la arcada izquierda), pasando por la era que se inicia con el
nacimiento y pasión de Jesús (en la arcada derecha), hasta culminar con la segunda venida de Cristo, en el tímpano central, cuando, tras la resurrección de los muertos y el juicio final, se establece el reino eterno de Dios.
Constituye una visión optimista de el triunfo de la fe sobre el dolor y la muerte, encarnado en la figura de Cristo. Este
muestra sus yagas y está rodeado de los instrumentos de su pasión, transformados en símbolos de victoria, y abre sus brazos para acoger a todos los que llegan a la catedral, tras haber superado las dificultades del peregrinaje.
El significado del pórtico ha de entenderse en conexión con las otras dos estructuras que forman la fachada
occidental de la catedral: la cripta (cuyas claves de bóveda tienen imágenes de ángeles sosteniendo el Sol y la Luna) y
la tribuna (con una clave donde aparece representado el cordero de Dios). El conjunto se concibe como una
materialización de a Jerusalén celeste ("la ciudad no necesita de Sol ni de Luna para que la alumbren, porque la ilumina la gloria de Dios, y su lámpara es el cordero.").
Desde la basa del parteluz iniciamos el ascenso, desde donde podemos ver unas figuras monstruosas. Siguiendo,
podemos ver la genealogía humana de Cristo, representada por un árbol que brota del corazón de Jesé, pasando por
sus descendientes, David y Salomón, hasta la Virgen María. En la cima del fuste mármol se encuentra la imagen de
María, que muestra la actitud de aceptación con la que recibió la noticia del ángel Gabriel. Mientras que, en el
capitel, se muestra la doble procedencia de Jesús. Vemos figurada también a la santísima trinidad: el padre sostiene al hijo en su regazo, mientras que desciende el espíritu santo.
El apóstol Santiago es la figura que sirve de unión entre el mundo terrenal y el celestial. Está sentado sujetando el
báculo en tau y portando un mensaje: "missit me domine", es decir, me envió el señor... se refiere a su misión
evangelizadora en España. Esta figura está cubierta por una túnica con unos pliegues que se adaptan a su cuerpo.
También lo podemos ver en el pilar derecho, donde ocupa su lugar como apóstol cercano a Cristo. Aquí se
encuentran, a su vez, San Pedro (portando las llaves), San Pablo (sosteniendo un libro abierto) y Santiago, como hemos dicho, que gira su cabeza hacia su hermano San Juan para iniciar una conversación.
En el otro pilar se encuentran los profetas del antiguo testamento. Lo encabeza Moisés, con las tablas de la ley. Lo
siguen Isaías, Daniel y Jeremías. Reciben este lugar por decir que el salvador nacería de la Virgen María. Destaca la
expresión de Isaías, que transmite su tormenta interior como profeta visionario. También destaca Daniel, el profeta
que muestra una sonrisa. Esta está basada en el pasaje bíblico en el que Daniel se echó a reír cuando le demostró al
rey Ciro que la estatua de bronce que el adoraba no era más que un ídolo inerte. Proclama, por tanto, el triunfo de la fe sobre la idolatría.
En el tímpano aparece, en el centro y siendo la figura más grande, Cristo (el cual nos muestra sus yagas,
demostrando que es Dios y hombre), rodeado por los cuatro evangelistas y por los 24 ancianos del apocalipsis. Si nos
fijamos en los evangelistas, miraremos a San Juan escribiendo sobre un águila, a San Lucas escribiendo sobre un
buey, a San Marcos escribiendo sobre un león y a San Mateo, que aparece sin ningún animal simbólico, pues su
propia figura es la humana. Todas estas imágenes que se les atribuyen expresan la esencia de su evangelio. Por otro
lado, los 24 ancianos aparecen afinando sus instrumentos musicales, con los que van a entonar la música divina que se escucha en la Jerusalén celeste.
A ambos lados de Cristo se encuentran los bienaventurados, coronados con las diademas de triunfo. Los de la
izquierda llegan a la gloria conducidos por ángeles que proceden de la arcada del lado del antiguo testamento,
donde se representa la bajada de Cristo al limbo para rescatar del infierno a los justos que murieron antes de su
llegada a la Tierra (como Adán y Eva). Los de la derecha proceden de la arcada del nuevo testamento, donde se representa el juicio final. Ahí se puede ver como los culpables sufren por haber pecado en vida.
Finalmente, cabe decir que, actualmente, vemos un pórtico totalmente distinto al que era en su creación: el paso de
los años, la humedad y otros factores han ido desgastando las figuras y sus colores, que destacaban las partes más
importantes de las figuras y nos permitían ver una obra mucho más atractiva e impresionante. Además, podemos
apreciar como, con el paso del tiempo, va apareciendo la influencia del estilo gótico, que le proporciona a las figuras mayor naturalismo.