predicando con pasiÓn

1 Pastor Domingo Ant. Nicolás, Curso Taller Predicando Con Pasión

ESCUELA DE LÍDERES

CURSO TALLER PARA PREDICADORES

“PREDICANDO CON PASION”

Facilitador

Domingo Ant. Nolasco Nicolás, pastor

Junio 2013

Ingenio Cristóbal Colon

San Pedro de Macorís, R.D.

www.ellugarsantisimo.com

El Lugar Santísimo

Comunidad Cristiana

Iglesia de Dios Pentecostal MI Inc.

www.ellugarsantisimo.com


“PREDICANDO CON PASION”


INDICE

PRESENTACION…………………………………………………….i

INTRODUCCION……………………………………………………ii

CAPITULOS

1. PREDIQUE CON PODER ESPIRITUAL……………………7

2. PREDIQUE CON CONVICCION…………………………….9

3. PREDIQUE CON COMPASION……………………………...11

4. PREDIQUE CON AUTORIDAD……………………………...14

5. PREDIQUE CON SENTIDO DE URGENCIA……………....16

6. PREDIQUE CON QUEBRANTAMIENTO…………………..18

7. PREDIQUE CON TODO SU SER…………………………..…19

8. PREDIQUE CON IMAGINACION……………………………21

9. CONCLUSION Y RECOMENDACIONES…………………..24


PRESENTACION

En el Antiguo Testamento encontramos una institución llamada “Hijos de los

Profetas” también llamada Escuela de los Profetas. La idea de esta compañía

de Profetas era la adoración común, la oración y la instrucción. Los Profetas

se reunían en torno de un líder o Profeta principal, y de él adquirían

experiencias e instrucciones para un mejor ejercicio de su ministerio de

Videntes de Dios. Samuel era cabeza de una compañía de Profetas en Rama (I

Samuel 7:17; 28:3), más tarde Elías y Eliseo fueron los líderes de una de estas

Escuelas de Profetas (2da. Reyes 2:7, 16; 4:38,40; 6:1-7). Eran hombres

dotados con el don profético (I Samuel 10:10; 19:20-23).

El ministerio profético es de gran valor e importancia para pueblo de Dios y

para el mismo Dios. Moisés estableció sanciones muy drásticas para los falsos

profetas (Deut. 18:9-22). El Profeta es el vocero de Dios, inspirado por la

visión o de otra forma, a quien se le da a conocer el pensamiento de Dios y lo

declara en su nombre al pueblo (Ex. 4:15,16; 7:1).

En el Nuevo Testamento el propio Jesús establece que la ley y los profetas es

hasta Juan el Bautista (Mt. 11:11-13). De aquí se desprende la enseñanza que

en lo adelante el ministerio profético sería el de la palabra revelada, y que todo

hombre al profetizar su mensaje ha de estar sujeto a lo pre establecido en las

Escrituras. El Apóstol Pablo habla acerca del don de la profecía en el libro a

los romanos y del ministerio profético en el libro a los Efesios (ver Rom. 12:6;

Ef. 4:11-14).

La palabra profecía tiene más de una acepción. Una de ellas es: la palabra

dada por Dios para dar a conocer algo desconocido o porvenir; otra de ellas es:

dar a conocer la palabra de Dios revelada, en otras palabras “la predicación del

evangelio del reino” (I Co. 14).

De la misma manera que en la antigüedad existieron las Escuelas de los

Profetas, Jesús a los doce discípulos, los Apóstoles a colaboradores de

confianza a quienes preparaban para pasarle la antorcha; hombres idóneos y


de fiel testimonio. Hoy contamos con predicadores “Profetas de la Palabra

revelada”.

Pablo, Apóstol y siervo de Cristo, predico de manera itinerante e incansable,

el también imito el ejemplo de Cristo y prepara hombres fieles e idóneos para

que continuaran con esta gran tarea de la predicación del Evangelio.

Comprendiendo de la gran responsabilidad que tenemos como siervos de

Jesús, predicadores del evangelio y maestros de la palabra. Nos hemos sentido

motivados a trabajar este material para la preparación de nuestros jóvenes

profetas (predicadores), equipándoles con las herramientas necesarias para su

gran encuentro con el gigante Goliat. Para así, enviarlos al campo de batalla a

conquistar la tierra que por derecho nos corresponde, en busca de las almas

presas del pecado.

La elaboración de este material para ser usado en el marco de nuestra Escuela

de Lideres, no busca otra cosa, sino el compartir, transmitir y poner a la

disposición de nuestros hermanos del conocimiento y experiencia que a lo

largo de estos años he acumulado como pastor, predicador y maestro del sacro

evangelio de Cristo.

Me complace poner a su disposición el segundo material de este tipo que el

Señor me ha permitido trabajar, el primero fue un ensayo de oratoria para

predicadores “Oratoria Elemental para Predicadores” para los predicadores

de la Comunidad Cristiana El Lugar Santísimo (Iglesia de Dios Pentecostal

MI Inc.) y los miembros del Ministerio Evangelistico “Con La Espada en la

Mano” del Ingenio de Cristóbal Colon, San Pedro de Macorís, R.D.

Mil bendiciones!!

Domingo Ant. Nolasco Nicolás, pastor

Junio 2013


INTRODUCCION

El presente trabajo es un resumen del afamado libro “Predicando con

Pasión" de la autoría del pastor Alex Montoya. El ministro Alex Montoya es

el pastor principal de la First Fundamental Bible Church de Monterrey Park,

California. Además es profesor asociado de ministerios pastorales de The

Master´s Seminary en Sun Valley, California.

Tuve el privilegio de escuchar en junio del 2011 al pastor Montoya disertar

sobre este libro en el marco de una de las conferencias celebradas cada año

por la Congregación Oasis de Santo Domingo, Capital de la Republica.

Me impacto sobre manera la forma magistral y humilde del pastor al exponer

sobre la necesidad de ponerle pasión a nuestra predicación. El material del

cual tiene su génesis este curso taller, no tiene desperdicios capitulo por

capitulo.

En el resumen de este impactante libro trabajaremos de manera resumida los

siguientes temas: Predique con poder espiritual, predique con convicción,

predique con compasión, predique con autoridad, predique con sentido de

urgencia, predique con quebrantamiento, predique con todo su ser y predique

con imaginación.

Estamos convencido que los Profetas “predicadores (as)” participantes del

presente curso taller saldrán edificados y animados a realizar un trabajo más

efectivo en el ministerio de la predicación de este tiempo. En este tiempo en el

que necesitamos de verdaderos predicadores cargados de sentido de urgencia,

pasión, autoridad y compasión a la hora de la exposición de la palabra de

Dios.

El material está diseñado para unas ocho semanas, un capitulo por semana,

además de algunos posibles trabajos prácticos durante el desarrollo del curso

taller “Predicando con Pasión”, además se contempla la entrega de un

certificado de participación al finalizar el curso.


1- PREDIQUE CON PODER ESPIRITUAL

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu

Santo; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta

lo último de la tierra”. (Hechos 1:8)

En el resumen de este primer capítulo, el pastor Montoya nos dice que para

predicar apasionadamente el “secreto” es el Poder Espiritual. Es Dios

trabajando en nuestras vidas. Hablamos de sermones inspirados, estos son

sermones con “Espíritu” en ellos. Es la proclamación “entusiasta” una

proclamación con Dios en ello.

El escritor nos recuerda que nuestro trabajo es una obra espiritual y por tal

razón estamos llamados a vivir en el “Espíritu”. La palabra es viva y eficaz; y

más cortante que toda espada de doble filo (Hebreos 4:12).

“El secreto para predicar apasionadamente es el poder espiritual. El trabajo

espiritual demanda poder espiritual”.

El apóstol Pablo nos dice: “Nuestra lucha no es contra sangre, sino contra

principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este

siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones Celestes” (Efesios

6:12).

Las reglas de juego del creyente no son las mismas del no creyente. El apóstol

Pablo expresa: “aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne;

porque las armas de nuestra lucha no son carnales, sino poderosas en Dios

para la destrucción de fortalezas” (2da. Co. 10: 3, 4).

El secreto de la predicación poderosa está en Dios, no en el hombre. La

habilidad por sí misma no forma al predicador; Dios es quien hace al


predicador. El pastor Montoya nos continúa diciendo: es un error confundir la

habilidad humana con el poder de Dios. La pasión se origina en el corazón de

Dios y se procesa en el corazón del hombre (predicador). Nuestro Dios es

fuego que consume, impresionante poder. Cuando Dios habla la tierra tiembla.

He aquí algunas condiciones para el poder espiritual presentadas por el

escritor:

Contritos de alma

Confesión de pecados

Comunión con el Salvador

Comisionados por el Espíritu

Controlados por el Espíritu

Consolación de los Santos

El hecho de predicar con poder espiritual es que sabemos cuándo nosotros no

lo tenemos.

El libro de los hechos es realmente una demostración del poder de Dios en la

predicación y vida de los discípulos. Veamos algunos versos que dan fe de

ello:

Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu

Santo… (Hechos 1:8)

Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar nuevas

lenguas… (Hechos 2:4)

Después de haber orado el lugar donde se encontraban reunidos tembló,

y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios

con valor (Hechos 4:31)

Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijo los ojos en el cielo, vio la

gloria de Dios y a Jesús que estaba a la diestra del Padre (Hechos 7:55)

Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo,

fijando la mirada en él,… (Hechos 13:9,10)

Y los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu

Santo (Hechos 13:52)


De acuerdo a lo que leemos en el libro de los Hechos de los Apóstoles, los

cristianos de aquel entonces estaban a tono con el poder de Dios. Ellos

dependían profundamente de lo que el Espíritu Santo determinaba para sus

vidas.

2- PREDIQUE CON CONVICCION

“Porque nosotros no podemos dejar de decir, lo que hemos visto y oído”

(Hechos 4:20).

La predicación apasionada regularmente procede de un hombre que al tener la

verdad la proclama con profundas convicciones personales. En palabras del

escritor “son las verdades por las que moriría”. Los hombres sostienen

opiniones, pero las convicciones sostienen a los hombres. Las convicciones

son principios espirituales que nos llevan a actuar sin importar las

circunstancias. En la actualidad encontramos predicadores indecisos en

nuestros pulpitos. Hoy convencidos, mañana no, indecisos, tímidos y aun

cobardes, y un pulpito falto de carácter produce gente sin carácter.

La palabra convicción significa: estar convencido respecto de una verdad. El

pastor Montoya en este capítulo nos da una lista de hombres y mujeres de la

Biblia de convicciones firmes. Consideremos las apasionadas convicciones de

los siguientes siervos y siervas de Dios:

1. La convicción de Josué: “Escoged hoy a quien habéis de servir; si a los

dioses que sirvieron vuestros padres que estaban del otro lado del rio, o

a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa

serviremos a Jehová (Josué 24:15).

2. La convicción de Ruth: “Así haga el Señor con migo, y aun peor, si algo

excepto la muerte nos separa” (Ruth 1:7).

3. La convicción de Samuel: “y Samuel dijo: ¿Se complace el Señor tanto

en holocausto y en sacrificio, como en la obediencia en la voz del


Señor? Él también te ha desechado para que no seas rey” (I Samuel

15:22,23).

4. La convicción de Elías: ¿Hasta cuándo claudicareis entre dos

pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal es Dios, seguidle”

(I Reyes 8:21).

5. La convicción de Ester.: “y si perezco, que perezca” (Ester 4:16).

6. La convicción de Sadrac, Mesac y Abed-Nego: “Pero si no lo hace a de

saber, oh rey que no serviremos a tus dioses, ni adoraremos a la estatua

de oro que has edificado” (Daniel 3:18).

7. La convicción de Esteban: “Vosotros que sois duros de cerviz e

incircuncisos de corazón y de oídos, resistid siempre el Espíritu Santo;

como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros” (Hechos

7:51)

8. La convicción de Pablo: “Para mí el vivir es cristo y el morir, me he

ganancia (Filipense 1:21)

Los hombres que tienen convicciones y las viven, predican con convicción.

Pero existe una separación en algunos predicadores, en predicar la palabra de

Dios y predicar apasionadamente.

Algunos principios para Predicar con convicción:

1. Enfocarse en los temas principales

2. Predicar la tesis principal del texto

3. Predicar el texto “yugular”

4. Predicar las doctrinas ortodoxas

5. No enfocarse mucho en los temas menores

6. Meditar en el texto

El predicador expositivo pudiera estar en desventaja cuando necesita predicar

con pasión. Ha escogido un estilo de predicar en el que debe ir capitulo por

capitulo, verso por verso a través de los libros de la Biblia.


Pero aun los predicadores expositivos pueden predicar con profundas

convicciones personales si tan solo siguen algunas directrices al predicar.

3- PREDIQUE CON COMPASION

“Y Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas

de ellos, proclamando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y

toda dolencia. Y viendo las multitudes tuvo compasión de ellas, porque

estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor” (Mateo

9:35,36)

El pastor Alex Montoya en este capítulo nos habla acerca de la compasión que

debe sentir todo predicador hacia sus oyentes. El predicar no es meramente un

ejercicio de lenguaje de oratoria. Ni siquiera es un fin en sí mismo. Es el

medio el medio por el cual se puede ayudar a un ser humano. La predicación

es un alma rogándole a otra “Reconcíliate con tu Creador” (2da. Co. 5:20).

Algunos se hacen predicadores porque le apasiona hablar en público, no

porque les apasionan las almas. La carga que se siente por otros es lo que

produce pasión en la predicación.

Compasión: Sentimiento de profunda simpatía y dolor por alguien cuando le

ha sobrevenido el infortunio acompañado de un deseo de aliviar el

sufrimiento; piedad.

La compasión es lo que caracterizo el ministerio público de nuestro Señor

Jesús: “Viendo las multitudes tuvo compasión de ellas, porque estaban

angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor” (Mt. 9:35,36). La

palabra griega traducida “tuvo compasión” se refiere al movimiento de las

partes internas del corazón, hígado, pulmones, etc. Jesús reaccionaba a al

dolor y las necesidades de las personas. Cristo no fue un mero predicador; él

amaba a la humanidad.

Jesús se caracterizó por tener compasión por las multitudes, su ministerio fue

un constante brote de compasión.


El escritor nos lleva a través de algunos pasajes Bíblicos que nos muestran el

ministerio compasivo de Cristo:

La compasión movió al Señor Jesús a aproximarse a los pecadores

(Mateo 9:13).

La compasión movió al Señor a liberar a la humanidad del legalismo de

los Fariseos (Mateo 12:7).

La compasión movió al Señor Jesús a un ministerio de sanidad (Mateo

14:14).

La compasión movió al Señor Jesús a darle alimentos a la multitudes

hambrientas (Mateo 15:22).

La compasión movió al Señor Jesús a restaurar la vista a los ciegos

limosneros (Mateo 20:34).

La compasión motivo a Jesús a tocar el “intocable” leproso y sanarlo

(Marcos 1:41)

La compasión motivo a Jesús a resucitar de entre los muertos al hijo de

la viuda (Lucas 7:13).

Cristo se identificó con nosotros, sufrió con nosotros y al final murió por

nosotros. ¡Somos nosotros como Cristo! O detestamos al impío y pecador,

evadimos al necesitado, al desvalido, al caído. ¿Es nuestro ministerio lo

suficientemente compasivo? Nos identificamos con el dolor del otro?

Consolamos al sufrido? Como podemos hacer uso de palabras compasivas,

sino somos capaces de ir en auxilio del menesteroso y afligido.

El pastor nos presenta lo que él considera como los ídolos de la predicación.

Dice que nuestra predicación no está avivada porque procede de un corazón de

piedra. Predicamos por razones erróneas. Nuestra meta es muy baja. Los

motivos cada vez son menos nobles, más carnales, egoístas y mercenarios en

naturaleza.


Ídolos comunes de la predicación

Predicar por la paga

Predicar por atraer multitudes

Predicar para agradar a la audiencia

Predicar para promover nuestro conocimiento

Predicar para publicar algún libro

Predicar para proteger nuestro reino

Predicar para pasar el tiempo

Si somos francos, deberíamos confesar que todos hemos sido tentados a adorar

uno o más de uno de estos ídolos y colocarlos en los lugares altos, en lugar de

Cristo y predicar con compasión y amor a las almas que se pierden día a día.

¿Por Que Predicar?

Predicar no es un fin en sí mismo; es un medio para lograr un fin. Predicar en

tan solo uno de los muchos propósitos espirituales que Dios ha ordenado para

poner el mundo en armonía consigo mismo. El propósito de nuestro ministerio

nos llega de la mano del apóstol Pablo cuando dice: “A el nosotros

proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los

hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto

en Cristo, Y con ese fin trabajo, esforzándome según su poder que obra

poderosamente en mi” (Col. 1:28,29). Presentar a todo hombre perfecto en

Cristo, debe ser la meta del predicador.

Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, reprender, corregir,

instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para

toda buena obra (2da. Ti. 3:16,17).

La meta de la predicación son las personas, salvarlos, instruirlos para toda

buena obra y capacitarlos para el ministerio.


4- PREDIQUE CON AUTORIDAD

“Cuando Jesús termino estas palabras, las multitudes se maravillaban de su

enseñanza; porque les hablaba como uno que tiene autoridad, y no como los

escribas” (Mateo 7:28)

Lucas dice que ellos “se admiraban de su enseñanza porque su mensaje era

con autoridad” (Lucas 4:32). Jesús dejaba a la audiencia en un prolongado

asombro. El pastor Montoya cita a William Hendriksen, quien atribuye el

efecto de las enseñanzas de Jesús a estos principios:

1. Jesús hablaba la verdad (Jn. 14:6; 18:37), mientras que los escribas solo

tenían razonamientos maliciosos y evasivos (Mt. 5:21).

2. Jesús presentaba asuntos de la vida, la muerte y la eternidad, mientras

que los escribas hablaban de trivialidades (Mt. 23:23; Lc. 11:23).

3. Las enseñanzas de Jesús tenían un sistema, mientras que los escribas

solo tenían palabras sin sentido.

4. Jesús provocaba curiosidad por medio de un abundante uso de

ilustraciones o parábolas (Mt. 5:13-16; 6:26-30; Jesús también

presentaba ejemplos concretos (Mt. 5:21-6:24), contrario a los sermones

de los escribas y fariseos que eran secos y aburridos.

5. Jesús hablaba como uno que amaba a la gente, y les mostraba el amor

del Padre por ellos (Mt. 5:44-48), en tanto que los escribas enseñaban

con falta de amor (Mt. 23:4, 13-15).

6. Jesús hablaba con autoridad porque su mensaje provenía del Padre (Jn.

8:26), de lo más interior de su ser, y de las escrituras mismas (Mt. 5:17;

7:12), mientras que los escribas usaban fuentes sin fundamentos, de

ellos mismos.

Las enseñanzas de los Fariseos era seca, vacía, aburrida. Se preocupaban más

por las trivialidades que por las verdaderas necesidades de las personas. Se

interesaban más en lo accesorio que lo sustancial del ser humano, su

integridad, interioridad, sanidad interior y pureza de corazón. Hoy en día

aparecen de esos predicadores por montones, que se preocupan más en las


apariencias que en el todo del hombre y sus verdaderas necesidades

espirituales, somos capaces de matar por el dogma y la costumbre, y hasta

dejar morir al hambriento y al sediento, solo porque fue dicho no tocara. Nos

preocupamos más por la religión que el amor y golpeamos inmisericorde a las

multitudes que lo único que buscan es un pastor que los guie a pastos frescos y

una fuente de agua de vida que sacie su sed.

El escritor de este fascinante libro nos ilumina de forma diestra y sencilla que

enseñar con autoridad no se aprende de los escribas, sino de Cristo. Hoy en día

existen muchos escribas cristianos, estos influyen en nuestras predicaciones.

Acudimos a la psicología, a la historia, a los sucesos actuales y a los

comentarios para verificar nuestro mensaje. Por eso es que carecemos de

autoridad.

Autoridad: poder para determinar, adjudicar o resolver asuntos; un poder o

derecho delegado o dado; autorización.

Autoridad No Autoritarismo

Algunos confunden la autoridad con autoritarismo. Ellos la entienden como

control, poder e influencia total. Muchos pretenden utilizar el pulpito para

controlar a las personas, cosa que no debería ser así, pues al hacerlo se

convierten sectarios.

Jesús de manera hábil nos describió lo que no es predicar y enseñar con

autoridad:

“Sabéis que los gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que los

grandes ejercen autoridad sobre ellos. No ha de ser así entre vosotros, sino que

el que quiera ser grande entre vosotros, será vuestro servidor y el que quiera

entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo; así como el Hijo del Hombre

no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por

muchos” (Mt. 20:25-28).

El Apóstol Pedro de igual forma amonesta a los predicadores que el predicar

con autoridad no debe confundirse con tener “señorío sobre” la gente (I Pedro


5:1-4). El pulpito no debe ser usado para dar de latigazos al pueblo, para

reprimir a la oposición o desahogarse de algo que le molesta o preocupa. Hay

quienes hacen un uso abusivo del pulpito.

Como Predicar Con Autoridad

Veremos que para predicar con autoridad, y por tanto, apasionadamente, uno

debe hablar de la siguiente manera:

Hable como un creyente

Hable como un embajador

Hable como un santo

Hable como un erudito

Hable como u hábil artista

5- PREDIQUE CON SENTIDO DE URGENCIA

“Y con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba

diciendo: Sed salvos de esta perversa generación” (Hechos 2:40).

Predicar apasionadamente significa predicar con sentido de urgencia. Si la

casa de tu vecino estuviera envuelta en llamas y usted despierta a media noche

con este problema mayúsculo, sabiendo que sus vecinos están dentro de la

casa, con toda seguridad usted actuaria con rapidez. Haría una rápida llamada

al cuerpo de bomberos y se esforzaría por salvar a las personas que están

dentro de las casas. Respondería apasionadamente ante tal situación.

Lo que sucede en las casas espirituales no es diferente, el mundo, satanás y el

pecado están haciendo estragos con las almas de las personas. Existe una

sensación de urgencias en nuestro derredor ¿Cómo podemos actuar con

indiferencia?


Urgencia: forzar o requerir acción o atención inmediata; imperativo,

presionado, insistente o firme en solicitar; persistente.

Predicar así llega a ser una locura santificada. El predicador esta fuera de sí

mismo. El predicador se convierte en un lunático, pues actúa con un frenesí

por las almas que se pierden. Pero no hay porque temer, Cristo fue acusado de

locura (Jn. 10:20). También acusaron a los Apóstoles (2da. Co. 5:13). De igual

forma fue acusado el Apóstol Pablo (Hechos 26:25), algo que debemos tener

en consideración es que ellos no eran personas desequilibradas, sino hombres

llenos de un profundo sentido de urgencia.

Pablo fue cautivado por el sentido de urgencia, su comisión siempre estuvo

ante todo. Este predico con impulso, en su defensa ante el rey Agripa, Festo lo

acusó de estar loco (Hechos 26:24).

Necesitamos urgencia en nuestra predicación; pero, ¿Por qué no la tenemos?

Sería que estamos más preocupados o interesados en acomodarnos en este

mundo que se nos olvida que no somos de él, y que pronto estamos para partir

de esta tierra.

Debemos aprender a predicar con urgencia y nunca seremos acusados de

complacencia ni de compromisos si mantenemos cuatro directrices ante

nosotros. Veamos las directrices planteadas por el pastor Montoya:

1. Predique del juicio

2. Predique sobre el veredicto final

3. Predique aprovechando el momento

4. Predique bajo la soberanía divina


6- PREDIQUE CON QUEBRANTAMIENTO

“Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en

persecuciones y angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil,

entonces soy fuerte (2da. Corintios 12: 10).

Grandes predicadores son forjados en el horno de la aflicción. Es una verdad

indiscutible que las aflicciones, las tribulaciones y las pruebas, son los

requisitos para una predicación apasionada. Si la predicación es la palabra de

Dios a través del hombre, ese hombre debe ser un vaso por medio del cual

pueda fluir la verdad. Tal preparación es el resultado de las tribulaciones. Dios

no usa predicadores hasta que no lo haya hecho humano, hasta que no llegue a

ser un “varón de dolores, experimentado en quebrantos”. De la misma manera

que lo fue el Maestro (Is. 53:3). En palabras del escritor: “una flor debe ser

presionada para que libere su fragancia; la vasija tiene que ser quebrada para

que pueda fluir su perfume; así también el “frasco” humano debe ser hecho

añicos para que dulce palabras de gracia puedan fluir de el para que le den

sabor a la vida y la muerte.

El pastor Alex Montoya citando a Joseph Parker nos dice: “Si usted le predica

a corazones dolientes, nunca dejara de tener una congregación, pues hay uno

de ellos en cada banco de la iglesia”. Lo único que necesita es tener un

corazón quebrantado y así tener la capacidad para predicar a corazones

quebrantados.

El quebrantamiento es un requisito para ser fuerte y vigoroso y así llegar a ser

un predicador apasionado. Una lágrima en los ojos y un corazón dolido le

proveen una rara elocuencia a la predicación.

La preparación en el seminario es necesaria para el predicador, pero no es

suficiente para un ministerio efectivo. El seminario entrena la mente, pero el

sufrimiento capacita el alma. La Biblia habla directa y positivamente acerca de

las tribulaciones en la vida del creyente, y aún más en la vida del predicador

(ver Mt. 5:11,12; Hechos 5:41; Rom. 5:3-5; He. 12:6,11).

En resumen, las tribulaciones son el refinamiento del fuego del Señor, para así

purificar al siervo para un servicio eficaz.


Quebrantamiento: debilitado en su fortaleza y espíritu; puesto en sumisión;

sobrecogido por el dolor.

Los Efectos Del Quebrantamiento

Humildad

Fe y dependencia

Compasión y amor

Realidad

Sobriedad

Justa indignación

Denuedo

7- PREDIQUE CON TODO SU SER

Cuando le concedió el permiso, Pablo, de pie sobre las gradas, hizo señal al

pueblo con su mano, y cuando hubo gran silencio, les hablo en el idioma

hebreo (Hechos 21:40).

La predicación en la actualidad es esencialmente verbal. Pero la predicación

según la vemos en Cristo y el Apóstol Pablo es utilizando todo el cuerpo. Esta

tiene que ver con el avivado uso de todo su cuerpo, esa es la predicación

Bíblica. La comunicación efectiva solo puede ser lograda cuando usamos todo

nuestro cuerpo para expresar el mensaje. Todo dependerá de cómo entregamos

nuestro mensaje, de allí depende la pasión de nuestra predicación.

Se necesita prestar atención de como entregar el mensaje. Como decimos lo

que tenemos que decir es crucial, y como lo decimos involucra más que

palabras, también involucra nuestros cuerpos. Todo nuestro ser debe estar

involucrado en la comunicación del mensaje. Nuestras manos, pies, ojos,

rostros, un todo bien combinado sin exageraciones.


En resumen dice el escritor: “un hombre muerto no puede resucitar a otro

hombre muerto”. La evidencia de que estamos vivos debe ser tanto visual

como audible. Pero si el predicador esta como una estatua de piedra inmóviles

detrás de nuestros pulpitos, ¿Cómo se ha de estimular a los muertos? La

predicación debe ser lo más avivada posible, una predicación avivada es

natural, libre y fluyen las palabras de forma tal que impacta al auditórium.

La predicación apasionada demanda del uso de todo su ser. Como predicador

debemos a aprender a utilizar nuestros cuerpos como herramientas de

comunicación efectiva.

Necesitamos liberar nuestros corazones, nuestros ojos, nuestras manos, y

nuestros torsos para ayudarnos a comunicar las palabras que hemos preparado.

Ademan: Un movimiento o posición de las manos, brazos, cuerpo, cabeza, o

rostro que expresa una idea, opinión o emoción.

Si vamos a predicar con pasión, debemos entregarnos de lleno a nuestra

predicación. Después que hayamos cargado el cañón para dispararlo, debemos

ponernos en posición para hacerlo.

Ahora veamos cinco áreas de importancia concernientes al lenguaje corporal

presentado por el escritor:

El corazón

Los ojos

La voz

Los brazos

El torso

Sería interesante practicar el predicar de esta manera y después el comparar

los resultados al comunicar nuestro mensaje.


8- PREDIQUE CON IMAGINACION

Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica,

será semejante a un hombre sabio que edifico su casa sobre la roca (Mateo

7:24).

La predicación apasionada por naturaleza es imaginativa, llena de color y

estimuladora porque procede del corazón, el asiento de las emociones. En este

capítulo el autor se enfoca el aspecto único de la predicación que tiene que ver

con el uso de la imaginación. Por imaginación el autor se refiere al uso de las

herramientas retóricas disponibles para nosotros para hacer que nuestros

pensamientos concuerden con la vida en sí, tanto como sea posible, tan

concreto como sea posible, y tan coloridos y claro como las palabras puedan

expresar la verdad.

Imaginación: La acción o la facultad de formar imágenes o conceptos

mentales de lo que no está en el momento presente ante los sentidos; talento o

habilidad creadora.

Muchos de nosotros inconscientemente hemos escogido la forma de predicar

sin color, sin imaginación. Esta es la manera menos poderosa de predicar, de

comunicar el mensaje de la palabra de Dios. Esto hace que nuestros mensajes

sean insípidos, sin vida y monótono.

Examinemos el último sermón que predicamos. ¿Nos esforzamos en ordenar

nuestras ideas de forma tal que digamos algo poderoso? ¿Agregamos a nuestra

exposición una dimensión de grandeza?

El fin de toda predicación Bíblica es persuadir a los oyentes a una reacción

favorable y voluntariamente, de todo corazón a la verdad. Toda predicación es

predicación con propósito. Para lograr este fin se debe apelar a las emociones.

El escritor cita al Dr. John MacArtur, dice: “Las emociones son importantes.

Nos han sido dadas por Dios, y a menudo mueven nuestra voluntad. Por lo

general las personas no toman decisiones sin vacío emocional”.


El Dr. MacArtur continua diciendo: “Los himnos y la música especial, lo

mismo que la oración pastoral y el sermón, deben articular la verdad. Ellos

también deberían estimular las emociones y activar la voluntad”.

Para ser apasionada, la predicación debe usar la imaginación para estimular las

emociones.

En la entrega del sermón, la forma como decimos algo, y más aún porque el

oyente no tiene el lujo de volver a leer el párrafo. El escucha la verdad solo

una vez, y si la verdad no le dice nada de tal forma que haga un efecto en su

corazón y su alma, no tiene una segunda oportunidad.

La Imaginación En Las Escrituras

Cuando nos escuchamos predicar y luego leemos como la Biblia presenta la

verdad y revela la voluntad de Dios y como los profetas y predicadores de la

antigüedad hablaron y enseñaron, algunas veces nos preguntamos donde y

como nosotros nos salimos del camino. La Biblia es un libro cargado de

imaginación, los escritores en ella fueron comunicadores imaginativos. Al

hablar ellos usaron historias, parábolas, figuras, y sucesos de la vida diaria.

Las escrituras presentan la verdad en historia, poesía, en prosa y por medio de

visiones y literatura apocalíptica. Cada uno de estos géneros posee sus propias

herramientas imaginativas que hacen eficaz la comunicación del mensaje (ver

2da. Pedro 1:21).

Como muestra del uso de la imaginación consideremos los libros de Job y

salmos. Favor leer salmo 23.

El poder de la predicación de Isaías no está solamente en lo que dijo, sino en

cómo lo dijo. En Isaías esta descrita la majestuosidad de la santidad de Dios

(cap. 6) la esperanza de Israel presentada de manera dramática en el capítulo

40, el sufrimiento del siervo tristemente presentado (cap. 53), y la bendición

del milenio hermosamente visualizado en el capítulo 56. La verdad es

presentada con carácter, usando los medios más finos de expresión humana.


Las palabras simples son usadas para cosas simples, palabras majestuosas son

usadas para cosas majestuosas.

En el Nuevo Testamento se usa el mismo estilo imaginativo del Antiguo

Testamento. Los evangelios son narraciones. No leemos el evangelio; lo

vemos, lo sentimos, lo oímos, y eso nos prepara para creerlo. Más de la mitad

de los evangelios es narrativa, el mismo esta escrito de esa manera con un

propósito.

El Señor Jesús es el Maestro por excelencia. De Jesús aprendemos a enseñar

y a predicar mejor. El Espíritu Santo ha tenido a bien el darnos un surtido de

ejemplos por medio de El de cómo enseñar y predicar con imaginación.

Nuestro Señor fue un comunicador eficaz, y no solo porque Él era Dios o por

sus milagros. También fue un gran maestro.

Herramientas Para Predicar Con Imaginación

Palabras de poder

Figuras de lenguaje

Ilustraciones

Historias


CONCLUCIONES

Doy gracias a Dios todo poderoso por habernos permitido la

elaboración de este trabajo destina a la preparación y equipamiento de

nuestros predicadores (as) de La Comunidad Cristiana El Lugar

Santísimo. Hemos aprendido bastante en el transcurso de la preparación

de este material y sabemos que ha sido de gran bendición para tu vida si

lo has trabajado con un corazón humilde y pronto para agradar a Dios.

Al finalizar este trabajo, podemos llegar a algunas conclusiones entre

ellas: El creyente que procura servir a Dios y cumplir la Gran Comisión

de llevar las Buenas Nuevas de Salvación a los perdidos, este debe

hacerlo con “Pasión”; pasión que nos mueve a hacer las cosas con

excelencia. Estoy convencido de que sin El Espíritu Santo, nuestro

paracleto inseparable, no sería posible realizar esta labor. Además del

expresar las cosas con convicción, para que podamos convencer a otros.

Nunca será posible convencer a otros de lo que nosotros mismos no

estamos convencidos.

la entrega al estudio, oración, ayuno y meditación de la palabra, son

ejercicios necesarios para la salud espiritual del creyente y sobre todo

para aquel o aquella que procura llevar a otros al conocimiento de la

palabra sagrada. Debemos el ser ejemplo de amor, humildad y

compasión a los demás para que nuestras palabras no encuentren

estorbos al ser enviadas. Es necesario el utilizar todos los recursos que

Dios pone a nuestra disposición para una comunicación efectiva del

evangelio de Cristo, máxime en una sociedad tan exigente y voluble de

hoy en día.


RECOMENDACIONES

Recomiendo siempre a los jóvenes participantes de este curso taller para

predicadores y a aquel o aquella que desee superarse en la

comunicación efectiva de la palabra revelada, lo siguiente:

El asistir a la Universidad Teológica, Seminario o Instituto

Bíblico para la culminación de su preparación ministerial.

Participar en conferencias, seminarios talleres y demás

actividades destinadas a la preparación Teológica y Ministerial.

La compra de diccionarios, comentarios, enciclopedias, Biblias y

libros de autores reconocidos en el campo misionero,

Evangelistico y pastoral.

La asistencia a talleres de oratoria, locución y manejo escénico,

para un mayor y mejor desenvolvimiento al hablar en público.

El compartir con predicadores, evangelistas, pastores y ministros

de los cuales usted pueda adquirir experiencias positivas en miras

de madurar espiritualmente.

Buscar el Espíritu Santo de manera parmente, pues sin el somos

aburridos, torpes, sin gracia y deficientes.

El amar a Dios, predicar con el ejemplo, sentir compasión por los

necesitados, el ser humildes, obedientes, apartarse de los dañinos,

burlones y criticones destructivos, pues eso lo que hace es el

hacerte menguar en la búsqueda de Cristo y el juzgar a priori.

El aprender de las críticas, de los errores, pero sobre todo el estar

siempre prontos a humillarnos y pedir perdón para recibir

sanación departe de Dios.

Gracias!!

DANN, su servidor

predicando con pasiÓn

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